La pobreza y la riqueza tienden a reproducirse durante generaciones y, de hecho, la movilidad social (la posibilidad de que un niño aspire a mejorar el nivel de vida de sus padres) es ahora menor que en la década de los cuarenta del siglo pasado, advierte un informe del Relator de la ONU sobre la extrema pobreza, Oliver De Schutter.
El informe hecho público hoy aporta numerosos datos que muestran que la meritocracia que supuestamente viene con el acceso a la educación es una falsedad, pues la escuela es un lugar «donde las jerarquías se reproducen o, en el peor de los casos, se magnifican».
La combinación de privilegios en la cima y privaciones en la base persiste en todo el mundo, con diferentes grados: en los países de la OCDE los niños de hogares pobres tardan entre cuatro y cinco generaciones en alcanzar la renta media de su país; en Brasil, Colombia o Sudáfrica, tardan nueve generaciones o más.
Además, un hogar rico puede responder con recursos a gastos inesperados, mientras que en un hogar pobre una situación de crisis agrava inmediatamente su situación social.
Las consecuencias se manifiestan muy pronto: en Estados Unidos, un niño de una familia de ingresos altos conoce el doble de palabras que uno de familia pobre; en consecuencia, al terminar los estudios, la mitad de los hijos con padres en las clases directivas se incorporan después a esas clases, mientras que solo un cuarto de niños cuyos padres ejercen trabajos manuales lo logra.
La salud se resiente inmediatamente de todas estas desigualdades, y la consecuencia es que una persona de un entorno pobre viven de media 10,5 años menos que una de clase media; en Europa, la diferencia es apenas menor: una persona que no superó la escuela secundaria vivirá ocho años menos que otra con estudios universitarios.
En conclusión, la pobreza «no es resultado de la pereza, la falta de autocontrol o una planificación deficiente: tiene sus fuentes en factores estructurales como el alto desempleo, los salarios estancados y la discriminación».
Para el Relator, este estancamiento en la movilidad social puede revertirse con las siguientes políticas: «invertir en educación y cuidados en la primera infancia, garantizar que las escuelas son verdaderamente inclusivas, y apoyar a los jóvenes mediante una garantía de renta básica (para) romper los círculos viciosos que hacen que la pobreza se perpetúe».
Esto -concluye- no solo va en interés de las personas en situación de pobreza: interesa a toda la sociedad, que no puede permitirse desperdiciar talento ni tampoco el deterioro del tejido social».
Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/onu-pobreza_la-movilidad-social-es-menor-que-hace-80-a%C3%B1os–advierte-un-informe-de-la-onu/47044306