El marco curricular de la educación básica mexicana 2022. Reseña y comentarios

POR: SERGIO MARTÍNEZ DUNSTAN

«Me preocupa un proceso de legitimación social de un producto inacabado, un procedimiento apenas en su fase inicial, sin tener definida su implementación, sin proyectar sus resultados sin prever posibles alteraciones naturales del proceso…»

La Secretaría de Educación Pública (SEP) le quedó a deber a la Nueva Escuela Mexicana. El modelo educativo prometido no fue tal sino resultó uno curricular. Lo presenta a destiempo después de haber comprometido la versión final para abril-junio 2020.[1] y [2]

Según el Boletín Nº 26, recién dio inicio el análisis formal del plan y programas de estudio para el diseño de los Libros de Texto Gratuitos de Educación Básica el pasado 31 de enero. De acuerdo con dicho comunicado, la primera asamblea de 32, se llevó a cabo en el Estado de Veracruz y se realizará en todo el país hasta el próximo 25 de marzo. En la página web de la Revista DGEPE (Dirección General de Educación Primaria Estatal de la Secretaría de Educación del Estado de Veracruz) se encuentra alojado un documento titulado Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana en el cual se desarrolla in extenso la propuesta. Por su relevancia, resulta conveniente conocerla antes de enjuiciarla a fin de contar con las referencias mínimas para su discusión. Y, de esta forma, estar en condiciones de sustentar alguna opinión al respecto. Con esa finalidad lo revisaré, a grosso modo.

De entrada, se expone la situación de la educación básica. Le dedican más de cincuenta páginas para criticar el desempeño de los gobiernos anteriores, el impacto del modelo neoliberal y competencial en la educación. Cuestionan la influencia de los organismos internacionales en las políticas públicas. De manera específica, a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Hasta llegar al momento actual y los efectos de la pandemia del SARS-COV2 en la educación básica.

A partir de ahí, se definen los elementos centrales de la política curricular.

  1. El derecho humano a la educación. Retoman el marco jurídico normativo propio de la reforma educativa del dos mil diecinueve. Con particular énfasis, lo establecido en el Artículo 5º de la Ley General de Educación. “Toda persona tiene derecho a la educación, el cual es un medio para adquirir, actualizar, completar y ampliar sus conocimientos, capacidades, habilidades y aptitudes que le permitan alcanzar su desarrollo personal y profesional; como consecuencia de ello, contribuir a su bienestar, a la transformación y el mejoramiento de la sociedad de la que forma parte”.
  2. Los profesionales de docencia: revalorización docente, reconocimiento de su autonomía curricular. Llama la atención la misión atribuida al magisterio nacional. “Su misión es conducir procesos formativos y dialogar con las y los estudiantes en un sentido crítico, de respeto mutuo, incluyente y equitativo, para que aprendan saberes, conocimientos, técnicas, operaciones, artes, prácticas, proyectos, habilidades y valores que sean significativos para su vida individual y colectiva” (página 63). La libertad académica es otra de las categoría conceptuales abordadas en este apartado (página 65).
  3. La función diagnóstica y formativa de la evaluación que va más allá de la pura recopilación de información para tomar decisiones y que  descansa en la participación del alumnado. En contraparte, se pone en tela de juicio “toda forma vertical y autoritaria” (página 69). Se debe contemplar, según se dice, a la autoevaluación como una etapa fundamental del proceso de valoración de la práctica docente. (página 72).
  4. El currículo nacional desde la diversidad: finalidades de la propuesta. “El plan de estudios (…) de la educación básica, señala, estructura sus contenidos, teniendo como finalidad el interés de las comunidades (…) a partir de la articulación de lo común con lo diverso”. El respeto a los derechos de las NNA y el enfoque cultural (multi, pluri, inter) ,con fundamento en el artículo 2º constitucional, se engloban en el concepto de “justicia curricular” (página 77).

Estructura curricular del plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana.

A) El aprendizaje como hecho histórico contextual sustentado en la teoría piagetana y de Lev Vigotsky.

B) La comunidad como articulador de los procesos educativos. Este plan de estudios coloca a la comunidad como el espacio social, cultural, político, productivo y simbólico, en el que se inscribe la escuela, como el principal articulador de las relaciones pedagógicas, sí como de los procesos de enseñanza y aprendizaje los cuales tiene igual valor que aquellos que se logran en el aula. Asimismo, se concibe “hacer comunidad es una acción de exposición y contacto a otros citando con ello la obra de Zygmunt Bauman (página 83).

C) Perfil de egreso de las y los estudiantes al concluir la educación básica. Se les nombra también como los rasgos globales del aprendizaje. En ellos se articulan las capacidades y valores expresados en los ejes artículadores con los conocimientos, actitudes, valores, habilidades y saberes aprendidos gradualmente en los capos formativos que éstos son concebidos a su vez como el conjunto de cualidades y habilidades que les permitan seguir aprendiendo.

D) Ejes articuladores del currículo de educación básica.

I. Inclusión.

II. Pensamiento crítico

III. Interculturalidad crítica

IV. Igualdad de género

V. Formento a la Lectura y la Escritura

VI. Educación Estética

VI. Vida Saludable

E) Campos formativos. En ellos se articulan los contenidos de las disciplinas que lo integran. Implica el desplazamiento de una educación basada en asignaturas.

I. Lenguajes

II. Saberes y Pensamiento Científico

III. Ética, Naturaleza y Sociedad

IV. De lo Humano y lo comunitario

F) Programa analítico y sus componentes. La estructura de cada campo formativo se organiza de la siguiente manera.

I. Descripción/ Naturaleza del campo

II. Contenidos

III. Diálogos

IV. Progresiones de aprendizaje

V. Orientaciones didácticas

VI. Sugerencias de evaluación

VII. Fases de aprendizaje

Fase 1. Educación inicial

Fase 2. Educación preescolar

Fase 3. Primero y segundo grados de Educación Primaria

Fase 4 Tercer y Cuarto Grados de Educación Primaria

Fase 5 Quinto y Sexto Grados de Educación Primaria

Fase 6. Primero, Segundo y Tercer grados de educación Secundaria

Más adelante, y de manera explícita, se aclara que la malla curricular; la representación gráfica y relaciones entre los elementos de la estructura; la organización de los tiempos, grados, fases; se encuentran en construcción; las pautas para la puesta en marcha del plan de estudios; la participación de la federación y los estados; así como el codiseño como política de diversificación y articulación. Pero se contemplan la organización de los tiempos, grados, fases y niveles de la malla curricular expresados en periodos lectivos.

De acuerdo con lo anteriormente reseñado, en una muy apretada síntesis por lo cual recomiendo ampliamente su lectura, me parece que es una gran acierto presentar el modelo curricular. En contraparte, es un error exponerlo hasta esta fecha porque pone en riesgo su generalización para el ciclo escolar 2022-2023 como se había previsto. Hasta aquí, veo cierta congruencia en la narrativa gubernamental, su discurso y sus acciones. Basta revisar los autores citados y sobre todos las perspectivas teóricas y metodológicas que sustentan. Aunque ello no garantiza necesariamente la pertinencia pedagógica sino más bien la postura ideológica que comparten. Es un modelo inacabado y sujeto a revisión. Basta esperar las modificaciones resultantes. Sobre todo, la actualización de los docentes en servicio así como la formación inicial de las generaciones futuras del magisterio. Cabe esperar la operación práctica. Tal parece que no es más de lo mismo. Trae consigo un cambio, sino radical, distinto a como se venía concibiendo y llevando a cabo el diseño curricular. No me provoca un optimismo inusitado ni tampoco lanzo las campanas al vuelo. Mas bien, lo recibo con cierto escepticismo. Me preocupa un proceso de legitimación social de un producto inacabado, un procedimiento apenas en su fase inicial, sin tener definida su implementación, sin proyectar sus resultados sin prever posibles alteraciones naturales del proceso. Con mucha prisa y poco cuidado. A mata caballo, pues. Actuaré en consecuencia a fin de coadyuvar a que llegue a buen puerto buscando poner mi granito de arena desde mi propia trinchera. Al final de cuentas, está en juego la formación de las generaciones por venir.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información: https://profelandia.com

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Sergio Martínez Dunstan

Profesor de Educación Primaria; Lic. en Pedagogía; Diplomado en Dirección de Centros Escolares; Especialidad en Formación de Docentes