Por: Raúl Zibechi
“La UACO es el movimiento de los pueblos originarios. La UACO es la resistencia contra las empresas transnacionales eólicas, mineras, papeleras, de extracción de agua. La UACO es la APPO. La UACO es una serie de compañeras y compañeros que han estado cerca de esas luchas incluso a nivel nacional, como el zapatismo”.
Las palabras flotan sobre el círculo que forman miembros de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, en el que se confunden autoridades y estudiantes1. A poca distancia, en los salones del Bachillerato Integral Comunitario (BIC), los miembros del equipo de Desinformémonos están impartiendo talleres a más de un centenar de estudiantes de los diferentes niveles que funcionan en Santa María Yaviche, en un clima de entusiasmo y buen ánimo.
En la ronda no hay posibilidad, casi, de identificar quién está formulando las ideas, ya que las voces se superponen y nadie tiene interés en pronunciar el “yo”. Sostienen que la experiencia de la universidad es “un concentrado de una historia de luchas por la educación y por eso la propuesta no consiste en edificios y planes de estudio, sino más bien reconocer que nuestro de trabajo es el territorio, es la montaña, la llanura, la selva, los ríos, las lagunas…esas son nuestras escuelas”.
En Yaviche tienen muy claro que se están centrando en el aprendizaje y no en la educación, aunque también quedan docentes que se siguen colocando del lado de quien enseña. Sin embargo, el consenso comunitario dice que “la propuesta educativa se propone fortalecer los procesos organizativos y los procesos de producción en los territorios”.
Historia de resistencia educativa
Un pueblo colgado en la verde montaña, tapizado de ríos y neblinas, valles profundos y escarpados que hacen la geografía de la sierra de Juárez y explican en gran medida la existencia de procesos educativos autónomos. Llegar hasta Santa María Yaviche demanda cinco o seis horas por carretera y caminos de tierra atravesados por arroyos y deslaves de los cerros.
La geografía le puso límites a la presencia del Estado. “Muchos compañeros y compañeras en la periferia del Estado gestionaron sus propias primarias y bachilleratos desde hace ya 40 años. Aunque fueran del Estado, ellos los gestionaron y educación básica quedó en mano de las maestras y los maestros. En otros territorios de esa misma periferia se detonaron los bachilleratos comunitarios, como el Bachillerato Integral Comunitario de Yaviche, que mucho antes de ser reconocido ya era bachillerato comunitario”.
A partir de estas generaciones de docentes comunitarios, entre 2005 y 2010 empezaron a reflexionar sobre la universidad propia. “Siempre a partir del reconocimiento del territorio y de poder organizar a nuestra gente para el cuidado y la defensa del territorio”, se escucha en la ronda.
Rigoberto, el rector, destaca las particularidades oaxaqueñas, ancladas en “las formas de vida, la cultura y la identidad que cargamos”. Un ejemplo son los más de 400 municipios gobernados por usos y costumbres, o que algunas regiones del estado, como la norte, tengan propuestas propias a nivel de organización comunitaria y sistema de cargos y de gobierno propio.
No todo es geografía y tradiciones. Una voz lo recuerda: “En contra de lo que se piensa, la comunidades analizan su propia realidad y pueden detectar amenazas desde la educación por la política educativa y toman decisiones. También porque hay mucho activismo desde el magisterio oaxaqueño. Se puede ver la pérdida de valores, que la madre tierra no está siendo respetada, porque las prácticas campesinas están siendo modificadas rápidamente y están enfermando el cuerpo-territorio”.
La misma voz señala que la vulneración de la madre tierra se encuentra claramente en los planes de estudio que deben aplicar los maestros, por eso empiezan a gestionar sus escuelas. “A veces el Estado las coopta pero otras no. Hay liderazgos que encabezan estas discusiones que pueden consolidarse o desviarse. Se busca recrear conocimientos para que la comunidad siga existiendo”.
En Yaviche llevan ya diez años en la educación media superior y 40 en experiencias locales de preparatorias, que vienen exigiendo reconocimiento. “Estas propuestas y estos recorridos nos fuimos encontrando en el camino en 2018 y ahí hicimos una propuesta a nivel estatal”, destaca el rector.
Las referencias ideológicas de la UACO se conjugan con la “comunalidad”, con la trayectoria de Floriberto Díaz y Félix Martínez Luna que, sigue Rigoberto, “son parte de este proceso”. Yo soy parte de la cuarta generación de los cuadros locales, de los procesos de vida”, siempre inspirados en las prácticas comunitarias
Una Universidad diferente
Todo lo sostiene la comunidad. Los edificios donde funcionan los Centros Universitarios Comunales (CUC) pertenecen la comunidad. “El recurso del Estado es raquítico, no cubre casi nada, la mayor parte viene de las comunidades que ponen luz, agua, espacios o casas comunales, el transporte y alojamiento de los facilitadores”, enfatiza la ronda. Explican que los facilitadores son en esta experiencia los docentes que provienen de las comunidades, y se mantienen con sus trabajos porque no reciben dinero de la UACO.
“Aquí están dando su tequio y eso es un requisito si quiere ser de la UACO. Dar tequio es un de los principios de la comunalidad, es el servicio”.
Los facilitadores hacen asambleas en cada uno de los 16 CUC para decidir los proyectos educativos. Son facilitadores que ponen en común los pocos dineros que llegan y deciden cómo repartirlos. “En un centro comunitario puede haber 15 facilitadores y sólo llega dinero para tres que tienen contrato. Entonces lo que llega para esos tres lo dividimos entre 15, y la comunidad los ayuda con alimentos y transporte”.
Cuando abordamos la estructura interna de gobierno de la UACO, se dibujan algunas sonrisas. “La asamblea académica es la estructura de gobierno, integrada por dos representantes de cada CUC, un varón y una mujer, que elige al rector y a los demás cargos”. Aunque no lo dicen de este modo, es evidente que la lista de cargos cumple con las exigencias del Estado, pero la estructura se desdibuja por la potencia de la cultura y la lógica comunitarias que se imponen en cada espacio.
Como ejemplo de un Estado que pretende disciplinarlos, está la decisión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que “metió una queja porque dice que no consultamos a los pueblos indígenas, y por eso invalidaron la ley de nuestro nacimiento”. ¿Cómo puede ser que los pueblos originarios deban consultar a los pueblos originarios para tomar una decisión?
En lo formal, cuentan con rector, coordinador académico, administrativo, financiero y secretario. Los cargos duran tres años y la asamblea académica sesiona cuatro veces al año, pero en cualquier momento pueden convocar un pleno extraordinario.
Mucho más apasionante que la estructura organizativa son los modos como trabajan, inspirados en principios comunales. “Tenemos que sacar a nuestras juventudes a que se vuelvan a conectar con el territorio, y si no lo hacemos ya no es nuestro territorio”.
La UACO busca adaptarse a las necesidades de cada región, por lo tanto no hay un currículum homogéneo y en cada centro puede ser diferente. Los diseños o los imaginarios de lo que quieren aprender surgen en cada uno de los centros. En total son 17 licenciaturas, tres ingenierías, tres maestrías y una especialidad.
La propuesta educativa busca fortalecer los procesos organizativos y de producción en los territorios. “En la zona del istmo hay tres CUC en las orillas del sistema de lagunas, donde trabajamos con comunidades ikoot que viven de la pesca”, dice alguien que vive en esa región. “En mi municipio hay 16 cooperativas pesqueras que tienen más de 20 años. Lo que pensamos es que una universidad comunal tiene que estar ahí para fortalecerlas, acompañarlas, no estamos formando para que se vayan, la propuesta es que se queden, porque la educación tradicional educa para que las personas migren y sólo retornen cuando ya sean viejas”.
Yaviche tiene 651 habitantes según el censo propio. Uno de sus mayores orgullos es que casi no tienen migrantes, cuestión que explican tanto por las diversas iniciativas educativas, desde la escuela hasta la universidad, así como por la diversidad de proyectos productivos, desde cultivos y energía eléctrica hasta internet y radio comunitarias.
“La cuestión es reproducir el sistema comunal, no irse a asignaturas que nunca van a necesitar”. Por eso tienen una licenciatura en bio-construcción porque la vivienda es algo fundamental, y ya se observan muchas viviendas con ladrillos de barro. Cuentan con licenciaturas en salud integral comunitaria, agroecología y sistemas alimentarios comunales, derecho comunal y cooperativismo. “Son las necesidades históricas de los pueblos”.
Romper con el capitalismo
Las metodologías marcan a fuego las diversas experiencias educativas. “La pregunta no es qué hacer sino cómo lo hacemos”. La clave consiste en “generar ambientes de aprendizaje comunales desde la vida propia”. Eso pasa por recuperare los modos propias, algo que abarca también los modos de evaluar.
“Hay especialistas en comunalidad pero que nunca han dado un cargo o un tequio. Si hay un estudiante que se sabe de memoria los principios de la comunalidad pero es individualista, ese no aprueba”.
Para la UACO se trata de poner la vida en el centro frente a un sistema que pone la muerte y la violencia en el centro. “Desindividualizarse” es la palabra clave que permite abrir un proceso de generar colectividad.
A la hora de evaluar a los más de 1.300 estudiantes, tienen dos sistemas: el interno y el tradicional que le muestran al Estado que siempre quiere números. “Aquí en Yaviche valoramos la parte comunitaria, si dan tequio, si cumplen con los cargos, si hay respeto a las personas, cómo es la relación con la comunidad. Cada facilitador tiene su método”.
Tienen tres niveles para evaluar: en proceso, comprendido y asimilado. Cuando se le define “en proceso”, es porque “aún no comprendió el territorio y la experiencia, que en el lenguaje tradicional sería 7 para abajo. Comprendido es el 8, lo entendió y hasta ahí pero falta algo. Asimilado es que lo comprendió y pero además lo practica”.
Quienes ingresan a la UACO pasan durante un año o año y medio por un curso introductorio o tronco común, como dicen en la ronda. “Ahí vemos los pilares de la comunalidad, el territorio, el sistema de cargos, el tequio o trabajos colectivos y la asamblea, siendo la fiesta que el techo. De ahí se despliegan líneas de trabajo. En ese año y medio cambiamos a esos muchachos para que reconozcan el suelo que pisamos, a nuestra gente, y una vez que tenemos y entonces después viene la especialidad”.
Una frase resume la intencionalidad de la UACO: “Sacarles el chip capitalista y extractivo por la colectividad, la organización comunitaria y la defensa del territorio”.
1 En la ronda participaron Rigoberto Vázquez García que fue elegido como rector, Sebastián Espina, Daniel Vázquez, Alfredo García, Nazaret García López Jiménez y Eufemio Felipe Giménez.
Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org