PadresHoy/14 de abril de 2016/Por María Eugenia Vilardo
Los juegos y juguetes son un estímulo muy importante en el desarrollo de
cada niño. El mejor juguete es el que más se adecue al momento del
desarrollo del niño
El uso de los juguetes posibilita la acción y estimula los procesos
mentales y físicos del niño. Cada objeto o juego suele presentar diversas
utilidades sobre las que se pueden desarrollar habilidades. Por ejemplo,
una pelota tiene como función principal impulsar la actividad motora gruesa
y los movimientos finos de la mano; pero también actúa sobre la percepción
de la forma, la sensibilidad táctil, la discriminación visual, entre otras
propiedades. Así, los juguetes abarcan un amplio rango de posibilidades de
estimulación.
Un mismo objeto, juego o juguete puede usarse durante mucho tiempo, si se
le va modificando la complejidad de la propuesta al niño, de modo que
implique una continua estimulación. Por ejemplo, los cubos pueden ser
usados por el bebé para tomarlos, golpearlos entre sí, tirarlos. Al gatear,
llevará las piezas de un lugar a otro; sentado, llenará y vaciará las
piezas en un recipiente. A los dos años, el niño empezará a realizar
construcciones simples como una fila o una torre; a los tres años, será
capaz de construir torres más complejas, puentes, trenes, etc. El juguete
es el mismo, lo que ha variado es su forma de utilizarlo, según la
evolución de sus procesos físicos y psíquicos.
El mejor juguete es aquel que mejor corresponda al desarrollo del niño y
satisfaga las necesidades que caracterizan su personalidad en formación.
Por ello, es indispensable el conocimiento de las particularidades del
desarrollo infantil y brindar aquellos juegos que sirvan de estímulo para
alcanzar un nivel de desarrollo posterior.
En cada juego, el niño buscará nuevas formas de acción pero el adulto
deberá estimularlo a utilizar sus recursos físicos y mentales. Un juego en
sí mismo no enseña a los niños a actuar, se requiere de la intervención del adulto, para que oriente al niño
a asimilar las relaciones y funciones de los objetos o juguetes. Posteriormente serán ellos mismos quienes aplicarán los conocimientos adquiridos, generalizarán relaciones y descubrirán por su propia acción
nuevos medios y formas de actuación con los juguetes.
Tipos de juegos según la edad del niño
Los niños juegan de diversas formas, dependiendo de su personalidad y de
sus capacidades, intereses o necesidades personales. Pero principalmente,
el juego se presenta de acuerdo a la etapa o evolución del niño. Así
tenemos:
0 a 2 años: En esta etapa el juego del niño se centra en sí mismo, en su
cuerpo y en la exploración de los objetos que le rodean, este tipo de juego
«solitario» es lo que hace que los niños de esta edad se deleiten agitando
sonajas, tirando pelotas o armando rompecabezas solos.
2 a 3 años: Esta edad comprende el «juego paralelo», a los niños les gusta
jugar en compañía de otros pero aún no interactúan completamente con ellos.
3 a 4 años: En esta etapa el niño juega con otros compañeros pero cada uno
le da un uso diferente, no hay roles específicos para cada niño (juego
asociativo).
4 a 5 años: Aquí el niño ya interactúa completamente con los demás, de
manera más organizada, asumiendo roles para obtener un producto o cumplir
una meta. A esto se denomina «juego cooperativo».
A medida que el niño evoluciona, el juego se hace más complejo, con temas
más imaginarios, con reglas y detalles más estructurados.
Fuente: www.padreshoy.uy/el-uso-los-juguetes-y-sus-beneficios-n891987