Haití: pasando de una educación privada a la pública

En Haití, la educación es costosa. La mayoría de las familias en Haití no puede pagar el precio de la educación. El acceso a la misma es bajo dado que la mayoría de las escuelas son de propiedad privada y con matrícula paga. El gobierno asigna sólo una pequeña proporción de su presupuesto al sector (3,5% del PIB en 2014 de acuerdo con la Evaluación de la Pobreza de Haití del Banco Mundial) y solamente opera alrededor del 15% de todas las escuelas.

Un nuevo pacto nacional para la educación está siendo desarrollado por el Gobierno de Haití y la sociedad civil con el fin de garantizar el acceso a la educación gratuita y obligatoria en todo el territorio haitiano. Este pacto supone compromisos ambiciosos hacia lo siguiente: 1) suministro de educación obligatoria y gratuita; 2) educación y protección de la primera infancia; 3) establecer lenguas de enseñanza; 4) gobernanza del sistema educativo, 5) financiamiento del sector educativo.

Básicamente, por el inicio del curso escolar 2015/16, el gobierno se ha comprometido a garantizar un presupuesto mínimo de 25% del presupuesto nacional (el 6% del PIB para la educación). Y ya en septiembre de 2016 debería alcanzar el 30% del presupuesto nacional (el 8% del PIB).

En 2016, el gobierno también tiene la intención de asegurar que todos los niños haitianos entre las edades de 6-11 años tengan acceso a la educación gratuita. En cuanto a la política lingüística, debería adoptarse el uso de creole y francés en las escuelas, así como inglés y español como lenguas extranjeras.

En 2020, el gobierno de Haití tiene que haber tendido un puente entre las ofertas públicas y privadas de educación y la cobertura pública. Por tanto, para ese año debería haber alcanzado el 60% de los estudiantes de primaria de todo el territorio nacional. Cinco años después, todos los niños de la escuela primaria deben tener derecho a la educación gratuita y obligatoria. Por otra parte, en 2030 el 70% de todos los jóvenes de Haití deberían tener acceso a la educación secundaria gratuita, mientras que todos los niños entre las edades de 0-5 años recibirían protección y educación.

La pregunta sigue siendo cómo específicamente el Ministerio de Educación y Formación Profesional busca lograr la transición de una educación que es de propiedad privada y bastante cara a un sistema educativo que es principalmente público y gratuito. Según el pacto, una de las principales actividades previstas en este proceso es la elaboración de los contratos con las escuelas certificadas que reciben subsidios del estado (30% de las escuelas privadas están recibiendo subsidios).

El BID está apoyando al Ministerio en el desarrollo de varias de las herramientas mencionadas en el pacto. Más allá de la construcción de escuelas y el apoyo a los subsidios, se ha elaborado un mapa escolar que ayudará a determinar la disponibilidad y necesidades de infraestructura educativa en regiones específicas de acuerdo con la información demográfica. Esto como una estrategia de financiamiento y elaboración de marcos jurídicos y políticas.

Para aquellos de nosotros que trabajamos en el sector de la educación en Haití, esperamos ver de cerca la aplicación efectiva de este pacto. La brecha público-privada en Haití ha afectado negativamente a los resultados educativos. La insuficiencia de fondos y la falta de una supervisión eficaz del cumplimiento normativo no sólo han significado que el acceso a la educación sea limitado, sino también que la calidad de la educación tienda a ser baja.

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Anne Sofie Olsen

Asociada Senior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la Oficina de País de Haití.