Chile/16 junio 2016/ Fuente: Reduca
En los colegios públicos de la Araucanía, en Chile, al pasar la lista de asistencia de cada curso, se repiten los apellidos que vienen de “la lengua de la tierra”: Cayupil, Marinao, Traipi. Más del 50% de la matrícula de estos colegios pertenece al pueblo mapuche. Sin embargo, en las escuelas el tema intercultural aún es incipiente.
Hace unos días, Unesco lanzó un informe que aborda el problema de que los colegios con alta cantidad de estudiantes indígenas no recoja su cultura en los procesos de enseñanza. Explicaba este problema con cifras:
—El 40% de la población mundial no tiene acceso a la educación en una lengua que hable o entienda.
—Quienes hablan español tienen siete veces más posibilidades de desarrollarse en lectura, que quienes hablan lenguas indígenas.
—Cuando se cruza la variable socioeconómica con la cultural, estudiantes pobres e indígenas son quienes obtienen peores resultados académicos.
Los colegios chilenos también experimentan este escenario, que es un problema de derechos. En una escuela donde única lengua es el español, ¿cómo se garantiza el derecho a aprender a niños y niñas con otra lengua materna?
La ruka pedagógica
Hace un año, en el patio del liceo Reino de Suecia, de Puerto Saavedra, se construyó una ruka. El objetivo era convertirla en un espacio de educación intercultural. La razón: sobre el 80% de quienes estudian en este liceo son mapuche, pero al salir desde sus comunidades y llegar a clases, no encontraban rasgos vivos de su cultura.
Un equipo del colegio decidió revertir este escenario. Postularon a un fondo de Fundación Luksic para levantar un proyecto complejo de enseñanza intercultural: construcción de una ruka, equipamiento con trajes e instrumentos de la tradición mapuche y creación de un huerto medicinal. Lo ganaron. El último año nuevo o We Tripantu se celebró alrededor de la ruka, con machis y lonkos en el patio del liceo.
Humberto Vaccaro es asesor educativo en Educación 2020 y desde 2014 acompaña a este liceo en un proceso de mejora, realizado en alianza por Educación 2020 y Fundación Luksic. “Esto es más que construir una ruka, es conocer la cosmovisión mapuche de manera compleja. Que lo intercultural sea un proceso pedagógico, que los niños y niñas mapuche revaloricen su identidad, su lengua”.
La incorporación de la cultura y la lengua en las escuelas interculturales no es sólo un aporte pedagógico, sino político. El informe de Unesco explica:
“La lengua refleja tanto la cultura de la comunidad a la que se pertenece como la identidad étnica del individuo. La(s) lengua(s) que uno aprende y habla desarrollan a menudo un sentido de identidad personal y de pertenencia a un grupo. No obstante, la lengua puede ser un arma de dos filos: si bien refuerza el sentido de pertenencia a un grupo étnico y los lazos sociales, también puede convertirse en un factor de marginación”.
Y agrega que los colegios multilingües en los que se enseña la lengua materna junto a un segundo idioma mejoran los aprendizajes en ambos idiomas y en otras asignaturas.
En la Araucanía, poco a poco, estas reivindicaciones ganan espacio. Y así como el Liceo Reino de Suecia, otros se abren a levantar proyectos interculturales, que abracen la cultura y la lengua viva de los pueblos originarios.
Fuente:
http://www.reduca-al.net/noticias/por-que-es-importante-la-ensenan-812