Page 1141 of 1654
1 1.139 1.140 1.141 1.142 1.143 1.654

Retornan maestros mexicanos a lucha contra la reforma educativa

América del  Norte/México/14 Enero 2017/Fuente: Prensa Latina

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) convoca  a nuevas movilizaciones contra la reforma educativa a partir del mes de febrero.
En este contexto, entregará en el Senado una iniciativa ciudadana para derogar las modificaciones al artículo tercero y 73 constitucional.

Iniciará una jornada de manifestaciones coordinadas en todo el país el próximo 5 de febrero, como parte de sus acciones contra la reforma educativa, impulsada en el país por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

El 9 de febrero se convocará a los profesores a unirse a una marcha en la capital, a fin de hacer entrega formal de la citada iniciativa para abrogar la reforma, que incluye una evaluación del desempeño docente.

Este grupo magisterial aprobó, además, realizar del 15 al 21 de enero, en los estados donde tiene presencia, acciones coordinadas contra la reforma energética y el incremento en los combustibles.

La CNTE también se sumó al llamado de diversos sindicatos y organizaciones sociales para movilizarse el próximo 30 de enero en la Ciudad de México contra las reformas estructurales.

Asimismo, en los acuerdos alcanzados en su asamblea nacional destaca que asistirá, desde el 15 de enero, a diversos actos de protesta contra el alza de las gasolinas.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=56564&SEO=retornan-maestros-mexicanos-a-lucha-contra-la-reforma-educativa
Comparte este contenido:

México: Avance de educación especial es mínimo en Jalisco

América del Norte/México/14 Enero 2017/Fuente: Unionjalisco.com

En Jalisco se atienden a 33 mil 773 personas con necesidades de educación especial.

El número de alumnos con necesidades  de educación especial creció al mínimo en el año 2016.

Información de la Secretaría de Educación Pública (SEP) contenida en el Monitoreo de Indicadores para el Desarrollo del Estado (MIDE)  revela que en el año pasado se atendieron a 109 personas más con respecto al año 2015.

El año antepasado las autoridades de educación atendieron en la entidad  a 33 mil 364 alumnos, mientras que para el año pasado la cantidad aumentó a 33 mil 773.

La capital de Jalisco es el municipio que más alumnos con necesidades de educación especial atiende en la entidad ya que en los dos últimos años Guadalajara atendió a 7 mil 072 estudiantes.

Esta cifra representa el 20% del total de alumnos con estas características que son atendidos en el estado que suman 33 mil 773.

Zapopan es  el  segundo municipio con la mayor cobertura, al dar servicio de educación especial  a 6 mil  077 estudiantes. Tonalá es el tercer municipio con mayor cobertura con mil 207 alumnos atendidos en el último año.

Tlajomulco de Zúñiga  ocupa la cuarta posición con mil 74 personas atendidas, mientras que Puerto Vallarta que  atiende a 976  personas con necesidad especiales ocupa la quinta posición. San Pedro Tlaquepaque está en el sexto lugar con  914 alumnos.

Disponible en la url: http://www.unionjalisco.mx/articulo/2017/01/12/educacion/avance-en-educacion-especial-es-minimo

Comparte este contenido:

Cuarta revolución industrial y su impacto en la ecología

Por: Raúl Mannise

La cuarta revolución industrial ya ha empezado, cada vez estamos más conectados, nuestros aparatos son cada vez más capaces de hacer cosas por nosotros, la robótica ya no es algo del futuro y está empezando a convertirse en algo más de la vida cotidiana.

La primera revolución industrial que se da con un conocimiento cabal de cómo nuestras acciones y actos de producción impactan sobre el medio ambiente. Hoy existen leyes ambientales, normas y conciencia sobre el medio ambiente y la sostenibilidad que marcarán esta revolución de una forma nunca antes vista.

Sin embargo, no todo será sencillo, la nanotecnología, el Internet, los teléfonos inteligentes y otras tecnologías están cambiando nuestras vidas a un ritmo de vértigo. Estos cambios traen también un futuro incierto, ya mismo hay trabajos humanos que se pierden por ser innecesarios y se plantea que en un futuro muchas profesiones actualmente valiosas, como un abogado o incluso un médico, pueden remplazarse con sistemas de inteligencia artificial.

No sabemos qué clase de mundo va ser el resultante, cómo podremos responder ante estos cambios y qué solución vamos a encontrar para los millones de personas que dentro de muy poco necesitarán cambiar de empleos.

Pero por suerte muchas de estas tecnologías ya están ayudando a resolver problemas ecológicos; hoy día existe nanotecnología capaz de limpiar un lago contaminado en días o de reducir las emisiones de un motor gracias al control de un computador de forma asombrosa, lo que hace pensar que la sostenibilidad y el generar un medio ambiente más sano es parte de la revolución.

¿Cómo comenzó la cuarta revolución industrial? El primer país en hablar de la misma y que se encuentra actualmente a la cabeza del proceso fue Alemania y él mismo es uno de los países más comprometidos con los temas medioambientales.

La revolución digital ya cambió nuestro mundo, hoy día el nivel de información que podemos manejar es abrumador, todos podemos ser parte del ciberespacio, podemos crear una web fácilmente de esta manera o vivir conectado a través de nuestros teléfonos o pedir un taxi o comida con una app.

Pero la cuarta revolución industrial va un paso más allá. Imaginemos por un momento que un parapléjico se introduce en un traje y con su pensamiento lo comanda y puede mediante la asistencia mecánica y robótica de éste, volver a moverse y comunicarse como si nada; pues bien, estas cosas ya existen y estamos llegando a esos niveles.

En 2016, la cuarta revolución industrial fue el tema central del Foro Económico Mundial. Muchos apuestan por que los países asiáticos se vuelvan más fuertes durante esta revolución e incluso hay quienes dicen que podrá darse un reparto más equitativo de bienes. Esto se puede dar ya que se perderán empleos en países industrializados y surgirán nuevas oportunidades que probablemente puedan ser mejor aprovechadas por países hoy en vías de desarrollo.

Impacto de las nuevas tecnologías en el medio ambiente y en nuestras vidas.

La nanotecnología ya se está usando para depurar y generar agua, sin lugar a dudas estas nuevas tecnologías, que están apenas naciendo, podrán ayudar a la humanidad a luchar contra problemas como la contaminación o el cambio climático de manera mucho más simple y a una escala mayor.

El potencial de todas estas nuevas tecnologías es mucho, esperemos que se tomen en cuenta los marcos sociales, políticos y éticos que necesitamos para hacer un buen uso de estas tecnologías. Las grandes industrias ya empezaron con la adaptación y digitalización de sus procesos, consiguiendo ahorros de tiempo, materias primas y energía.

Lo que es seguro es que el cambio de tecnologías es real y vino para quedarse. Ahora el tema será si somos capaces de hacerlo de forma tal que ayudemos a obtener mejores sociedades y un mejor planeta en el que vivan nuestros hijos en el camino indicado.

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Contaminacion/Cuarta-revolucion-industrial-y-su-impacto-en-la-ecologia

Comparte este contenido:

México: SEP reconoce a RMV al inaugurar Universidad Bilingüe en Ciudad Modelo

México/Enero de 2017/Fuente: Puebla On Line

En San José Chiapa se edificó la Universidad Tecnológica Bilingüe Internacional Sustentable (UTBIS) dentro de la primera etapa de la Ciudad Modelo, obra que fue inaugurada por el Gobernador del estado Rafael Moreno Valle y el Secretario de Educación Pública federal Aurelio Nuño Mayer.

El mandatario poblano pidió a los jóvenes aprovechar esta oportunidad de estudiar en una institución de gran nivel, reconoció que la única forma de sacar a México adelante es a través de la educación, dijo que el proyecto pretende que al culminar sus estudios puedan trabajar en la planta automotriz Audi o en cualquiera de las proveedoras.

Aurelio Nuño reconoció el trabajo de Moreno Valle mencionó que gracias a tu labor Puebla está a la vanguardia en educación, por lo que deseo éxito en sus proyectos a futuro.

Con una inversión de 80 millones 821 mil 875 pesos se construyeron 2 edificios para la atención de 215 estudiantes de las 3 carreras de técnico Superior Universitario en mecatrónica y área de robótica; procesos industriales área automotriz y tecnologías de la información y comunicación.

Los jóvenes iniciaron clases en agosto del año pasado, sus clases son impartidas en idiomas inglés y alemán, el programa educativo es de 2 años 4 meses.

También se realizó un recorrido por el Centro Escolar que incluye un CENDI, primaria, secundaria y bachillerato, para ello se erogó un recurso de 203 millones 92 mil 438 pesos entre el equipamiento y construcción.

Fuente: http://pueblaonline.com.mx/2015/portal/index.php/estado/item/48318-sep-reconoce-a-rmv-al-inaugurar-universidad-bilinguee-en-ciudad-modelo#.WHjx5blGT_s

Comparte este contenido:

Estados Unidos An American fault line: High school-only grads left behind

Estados Unidos/Enero de 2017/Fuente: Fox News

RESUMEN: Los estadounidenses que no tienen más que un diploma de escuela secundaria han caído tan lejos detrás de los graduados universitarios en su vida económica que la brecha de ganancias entre los graduados universitarios y todos los demás ha alcanzado su punto más amplio en el registro. La creciente disparidad se ha convertido en una fuente de frustración para millones de estadounidenses preocupados de que ellos -y sus hijos- estén perdiendo terreno económico. Los graduados universitarios, en promedio, ganaron un 56 por ciento más que los graduados de secundaria en 2015, según los datos compilados por el Instituto de Política Económica. Eso fue más del 51 por ciento en 1999 y es la brecha más grande en las cifras del EPI que data de 1973.

Americans with no more than a high school diploma have fallen so far behind college graduates in their economic lives that the earnings gap between college grads and everyone else has reached its widest point on record.

The growing disparity has become a source of frustration for millions of Americans worried that they — and their children — are losing economic ground.

College graduates, on average, earned 56 percent more than high school grads in 2015, according to data compiled by the Economic Policy Institute. That was up from 51 percent in 1999 and is the largest such gap in EPI’s figures dating to 1973.

Since the Great Recession ended in 2009, college-educated workers have captured most of the new jobs and enjoyed pay gains. Non-college grads, by contrast, have faced dwindling job opportunities and an overall 3 percent decline in income, EPI’s data shows.

«The post-Great Recession economy has divided the country along a fault line demarcated by college education,» Anthony Carnevale, director of Georgetown University’s Center on Education and the Workforce, said in a report last year.

College grads have long enjoyed economic advantages over Americans with less education. But as the disparity widens, it is doing so in ways that go beyond income, from homeownership to marriage to retirement. Education has become a dividing line that affects how Americans vote, the likelihood that they will own a home and their geographic mobility.

The dominance of college graduates in the economy is, if anything, accelerating. Last year, for the first time, a larger proportion of workers were college grads (36 percent) than high school-only grads (34 percent), Carnevale’s research found. The number of employed college grads has risen 21 percent since the recession began in December 2007, while the number of employed people with only a high school degree has dropped nearly 8 percent.

Behind the trend is a greater demand for educated workers, and the retirement of older Americans, who are more likely to be high school-only graduates.

The split is especially stark among white men. For middle-age white men with only high school degrees — the core of President-elect Donald Trump’s support — inflation-adjusted income fell 9 percent from 1996 through 2014, according to Sentier Research, an analytics firm. By contrast, income for white men in the same age bracket who are college graduates jumped 23 percent.

Long after the recession ended, many young college graduates struggled to find well-paying jobs in a slowly recovering economy, and stories about graduates working as coffee shop baristas abounded. But data collected by the New York Federal Reserve suggests that trend has faded as the economy has improved.

Yet few experts think the solution is simply to send more students to four-year colleges. Many young people either don’t want to spend more years in school or aren’t prepared to do so. Already, four in every 10 college students drop out before graduating — often with debt loads they will struggle to repay without a degree.

Rather, labor economists say, many high school grads would benefit from a more comprehensive approach to obtaining skills, especially involving technology, that are increasingly in demand.

«If the only path you offer them is a traditional college path, they’re not going to be successful,» says Harry Holzer, an economist at Georgetown University.

Helping lift high school graduates’ skill levels is critical, given the many ways they are lagging behind their college-educated peers:

— They’re less likely to have a job. Just two-thirds of high school-only grads ages 25 through 64 were employed in 2015, down sharply from 73 percent in 2007. For college graduates in the same age group, employment dipped only slightly from 84 percent to 83 percent.

— They’re less likely to be married. In 2008, marriage rates for college-educated 30-year olds surpassed those of high-school-only grads for the first time. And women with college diplomas enjoy an 8-in-10 chance of their first marriage lasting 20 years, according to the Center for Disease Control’s National Center for Health Statistics. That’s double the odds for women with just high school degrees.

— High school-only grads are less likely to own homes. Sixty-four percent are current homeowners, down from 70 percent in 2000. By contrast, three-quarters of bachelor’s degree holders are homeowners, down slightly from 77 percent in 2000, according to real estate data firm Zillow.

— A college-educated worker is now more likely to belong to a labor union than a high-school-only worker is, according to Pew Research Center. Unions have played a key role in raising pay for members. Yet just 6 percent of workers with only a high school degree now belong to one. Public employee unions, which often represent teachers and others with college educations, have generally maintained staying power while large industrial unions have deteriorated.

— College grads are more likely than high school-only graduates to contribute to a 401(k)-style retirement plan, according to research by Christopher Tamborini of the Social Security Administration and Changhwan Kim, a sociology professor at the University of Kansas. College grads contributed 26 percent more even when members of both groups had similar incomes and access to such plans, their research found.

Participation in 401(k)-style plans requires decisions — whether and how much to contribute and how to invest — that can become barriers for the less educated. That contrasts with traditional pensions, which automatically enrolled everyone eligible and provided defined benefits. But traditional pensions have been rapidly phased out.

— College graduates are more likely to move to find work than high-school-only workers are, says Enrico Moretti, an economist at the University of California, Berkeley. Companies tend to recruit more broadly for high-skilled jobs than for low-skilled work.

«College graduates are essentially in a nationwide labor market,» Moretti said.

All of this contributed to a sharp political split in the presidential election. College graduates favored Hillary Clinton by 9 percentage points. Non-college grads chose Donald Trump by 8 points, according to exit polls. That was the largest disparity between the two groups on record since 1980, according to the Pew Research Center.

«These are some of the largest (demographic) shifts in recent years,» said Jocelyn Kiley, an associate director at Pew.

The gap is most pronounced among whites: Nearly two-thirds of white non-college grads voted for Trump, compared with just 45 percent of whites with college degrees.

Some of these trends might eventually reverse themselves if more high school grads acquire the skills needed for higher-paying work. Though many middle-income jobs don’t require college, nearly all require some post-high school education or training.

What Holzer calls the «new middle» includes such health care jobs as X-ray technicians and phlebotomists, as well as computer-controlled manufacturing and some office occupations, like paralegals.

A typical X-ray technician, for example, earns nearly $60,000 a year and needs only a two-year degree, according to government data.

And these «new middle» positions are typically the same jobs for which employers have complained that they can’t find enough qualified people to fill. Labor experts say the U.S. educational system is failing to help young people acquire such skills.

If they know where to look, high school graduates can choose from among numerous options for vocational skills training — from two-year programs to online courses to for-profit schools. Yet many aren’t likely to get much help from high school guidance counselors.

Joseph Fuller, a professor at Harvard Business School, says counselors increasingly focus on things like substance abuse, discipline and standardized testing, rather than on career advice.

Nor do U.S. high schools funnel students into the kind of on-the-job apprenticeships that exist in some countries. Instead, Fuller says, U.S. apprentices are typically older workers upgrading their skills in areas like construction. The average age of an apprentice in Germany is 17, he notes; in the United States, it’s 27.

«We have a very limited vision of how to get people from their graduation in high school onto a path that’s going to lead them to have a successful, independent life,» Fuller said.

Asia Howard, 26, of Jacksonville, Florida, is navigating that path right now. She was stuck in mostly retail and fast-food jobs after graduating high school, unable to get a job in banking, a profession she prized for its steady hours. A friend told her about a nonprofit called Year Up, which teaches such career skills as resume writing, interview techniques and time management.

Year Up participants also typically receive internships, which Howard spent at Everbank. She also took classes to upgrade her computer skills. Early last year, she began a job in mortgage lending at PNC Financial that pays nearly twice what she earned in previous jobs. She saw many people lose homes during the financial crisis. Now, she helps people buy them.

«It gives me a chance to see what that side of life is like,» Howard said. And unlike in her previous jobs, «I can see a lot of room to grow.» She is also studying for an associate’s degree in business administration at Florida State College at Jacksonville.

The driving force for many of these changes was the recession, which reshaped the job market in ways that left far fewer opportunities for workers like Howard. Many routine jobs were replaced by computers or robots or were outsourced overseas.

There are nearly 1.5 million fewer office administrative and clerical jobs now than there were before the recession, according to an analysis by Georgetown’s Center on Education and the Workforce. That narrowed a long-time path to the middle class for high school graduates, particularly women.

Manufacturing employment is also 1.5 million lower than when the recession began in 2007. The construction industry had offered a lifeline to many high-school educated workers, particularly men, during the housing boom in the 2000s. Yet construction now employs 840,000 fewer people than it did nine years ago.

Since the recession, the fastest-growing industry for high school-only grads has been a mostly low-paying sector that includes restaurants, hotels, and amusement parks, according to Georgetown’s analysis.

Those are the types of jobs that Crystal Thompson, 35, of Seattle, has held since she finished high school. She has worked at Domino’s Pizza for seven years.

«The only jobs that are out there are pretty much minimum wage jobs — coffee shops, restaurants, things like that,» she said. «I’m pretty much stuck in fast food for now.»

Her raises have come from minimum wage increases. She went on strike twice during Seattle’s recent «Fight for $15» campaign, which led the City Council to approve a citywide $15 minimum wage.

Thompson, who has three children, wants to return to school to become a translator. She is mostly fluent in Spanish. Yet she has found it hard to do so in part because her work schedule can fluctuate and is typically distributed just a day in advance.

The closest community college lacks the classes in medical and legal translation she needs. Those classes are offered at another community college a half hour away, so she needs to buy a car to attend them.

«It’s definitely one of my goals, to get some kind of career going,» she says. «I want to be a productive member of society.»

Fuente: http://www.foxnews.com/us/2017/01/13/american-fault-line-high-school-only-grads-left-behind.html

Comparte este contenido:

Canada’s dumbed-down education system—A social and economic disaster

Canada/Enero de 2017/Autor: Alexander Collin/Fuente: Canada Free Press

RESUMEN: Un profesor de ojos estrellados escribió recientemente en el Ottawa Citizen: «No debemos preocuparnos por los logros académicos de los dotados. … en vista de las maravillosas oportunidades que ahora se encuentran fuera de la escuela, en Internet y en la comunidad para que todos aprendamos la ciencia, la geografía, la política, la danza, la música, los deportes y todos los temas más allá del aula «. Primero, para mantener su lugar en un mundo competitivo, Canadá necesita todos los logros que puede obtener y, obviamente, una masa crítica de talento se refuerza a sí misma, en la educación como en la mayoría de los esfuerzos. En segundo lugar, todos los estudiantes quieren desafíos sustanciales en su propio nivel. Hay buenas razones por las que Inglaterra tiene escuelas de gramática y Alemania, el Gymnasium. En cualquier caso, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño ordena «el desarrollo de la personalidad, los talentos y las capacidades mentales y físicas del niño a su máximo potencial».

Why’s it necessary to consider whether students learning calculus should be schooled with ones who can’t tell the product of 11 x 12?

A starry-eyed teacher wrote recently in the Ottawa Citizen: “We should not worry about academic achievements of the gifted. … in view of the wonderful opportunities that now lie outside of school, on the internet and in the community for all of us to learn science, geography, politics, dance, music, sports and every subject far beyond the classroom.”

First, in order to keep its place in a competitive world, Canada needs all the achievers it can get and, obviously, a critical mass of talent is self-reinforcing, in education as in most endeavors. Secondly, all students want substantial challenges at their own level. There are good reasons why England has grammar schools and Germany, the Gymnasium. In any case, UN Convention on the Rights of the Child mandates “the development of the child’s personality, talents and mental and physical abilities to their fullest potential.”

Actually, the worst is the education that Canada’s burgeoning underclass gets. They’re all people who are now or were once schoolchildren, and most had equal potential at birth as the lucky ones. But they’re the millions—yes, millions—of Canadians that Statistics Canada says lack literacy skills necessary for society and the economy. Too many are uneducated and unskilled, unemployed and all but unemployable given the lack of effective support systems. Many are addicted, without hope, sick, homeless or in prison. Think fentanyl! Their human deprivation is unconscionable and the state’s financial cost is unsustainable.

Education for immigrants is also a mixed bag. I know of an Ottawa schoolteacher who advised a parent to transfer her daughter to another school. “Because of the high Somali enrolment,” she said, “we have to teach to a much lower standard.” How much lower than what standard anyway? How about remedial coaching? Immigrant children aren’t stupid.

For too many, systemic educational deprivation begins when schooling starts, with the condescension of low expectations. First, there’s the absurdity of reading readiness. It continues later into university by requiring attendance at stultifying lectures—like how to teach maths in primary school, for four credits toward a B.Ed at McGill.

With phonics (sounding out), reading at age five should be universal. Otherwise, reading ability gained late, or not at all, may cause learning disability and behavioral problems. In the slums of Naples, Maria Montessori had all her children reading and writing before they were five—as I was at that age, with home-schooling for two hours daily.

Most children thrive on mentoring, as opposed to being talked down to. For example, Shakespeare, Dickens, Conrad and Jack London left school by the age of fourteen. R.J. Mitchell, designer of the Spitfire aircraft of World War II, left school at sixteen. Apprenticed as an engineer, he was chief aircraft designer at the age of twenty-four. The driving force for founding the Ottawa children’s hospital, Dominic Conway, finished school at sixteen. After studying medicine at Cambridge, he got his MD’s shingle at twenty-two. But in Canada, he would have needed a prior degree, churning for four more years before admission to med school.

I have the Grade 6 report, with mostly B ratings, for a student attending school near Ottawa. Evidently smart enough but under-challenged, N told me school bored him to tears. His English report says, “N can read a variety of fiction and non-fiction materials (e.g. short stories, novels, myths, etc.).” The French report says, “With frequent teacher assistance, he can write negative sentences using “ne … pas” and the contracted form when required.” For maths, it says, “N is developing proficiency in multiplying two and three digit numbers. He can round whole numbers to the nearest 10, 100, 1,000 and 10,000 … He can divide by one and two digit divisors.” This is Grade six!

Fuente: http://canadafreepress.com/article/canadas-dumbed-down-education-systema-social-and-economic-disaster#

 

Comparte este contenido:

De vuelta a la tutoría

Por: Pedro Flores Crespo

En mi entrega de la semana pasada sostuve que a los programas universitarios de tutoría los circunscribe una problemática institucional compleja. Invitaba, por lo tanto, a reflexionar en dos direcciones: En primer lugar, si las estrategias para apoyar académica y personalmente a los estudiantes podían dar resultados cuando hacemos poco en nuestras instituciones para combatir dos vicios como el abuso de poder y el hostigamiento sexual.

En segundo lugar, sugerí que muchas de las prácticas regresivas de las Instituciones de Educación Superior (IES) son en parte creadas y recreadas por los propios agentes universitarios y esto se debe tomar en cuenta al evaluar los programas de tutoría. La medición de los efectos producidos por estas estrategias es tan importante como conocer la manera en que operan realmente nuestras instituciones.

Ante esta postura, varios colegas y lectores me hicieron llegar comentarios, críticas y diversos puntos de vista. Como un agradecimiento a su atención, quisiera ahondar sobre el tema de las tutorías en contextos sociales adversos y reafirmar la pregunta: ¿podrán ser útiles estos programas?

Dos problemas adicionales que rodean al esfuerzo universitario de la tutoría son; por un lado, el clima de inseguridad y violencia desatado a partir de la guerra contra el narcotráfico y por otro, la deficiente formación académica de los jóvenes que supuestamente se produce en los niveles previos al universitario.

Inseguridad y violencia
En 2011, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) dio a conocer el Manual de Seguridad en las IES. Lo que motivó la aparición de este documento fue que “[l]a inseguridad ha tocado las fibras más sensibles de nuestra sociedad y ha mostrado la fragilidad y vulnerabilidad de los espacios educativos a nivel básico, medio superior y superior”. Con indignación vimos que en un fuego cruzado murieron estudiantes universitarios en Monterrey, Nuevo León. Además, los “levantones” dentro del campus se hicieron desgraciadamente comunes hasta que llegamos a un terrible momento: en septiembre de 2014, 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron desaparecidos y lamentablemente, seguimos sin saber la verdad.

Como la violencia ya desbordó “los límites de los recintos académicos”, la ANUIES asume que tales incidentes ya no dependen solamente de las fuerzas del orden, sino que ahora la atención de esta problemática debe darse con “la concurrencia y la participación de alumnos, profesores, personal administrativo y operativo, así como de las autoridades académicas de la IES”.

Ante esta ominosa realidad, ¿cómo tendrán que reconfigurarse los programas de tutorías? Durante el VII Encuentro Nacional de Tutorías de Guanajuato, varios participantes reaccionaron a este punto diciendo que quizás a los tutores no les toca lidiar con la problemática de la violencia y creo que tienen razón, pero agregaría algo más: son las universidades públicas de México las que deben exigirle abiertamente a los gobiernos en turno cumplir con su responsabilidad constitucional de salvaguardar la integridad física de los ciudadanos. La universidad pública tiene que asumir su postura crítica ante este problema nacional y no solo hacer manuales para explicar cómo manejar “incidentes” de manera “exitosa”.

Saber leer y escribir en la universidad
¿Qué hace un tutor para compensar las debilidades académicas que supuestamente arrastra el joven de los niveles previos al superior? ¿Quejarse o comprometerse con la formación actual del joven?

En 2013, la Revista Mexicana de Investigación Educativa (#57, Vol.18) publicó un número especial sobre las habilidades de lecto-escritura académica que poseen los jóvenes que cursan los niveles medio superior y superior. Gracias a la compilación realizada por Alma Carrasco y colaboradores, fuimos advertidos que es un error dar por sentado que los jóvenes universitarios poseen invariablemente competencias lectoras para desempeñarse eficazmente en el ámbito académico. Por ello, Paula Carlino, sugiere “alfabetizar académicamente” a los jóvenes.

¿Deberían los programas de tutoría universitaria incluir la “alfabetización académica” dentro de sus acciones específicas? ¿O será que esto tampoco “les toca”? Contrario al tema de la inseguridad, aquí sí creo que debe haber una responsabilidad directa del tutor para nivelar los conocimientos de los jóvenes estudiantes. En la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), por ejemplo, decimos que los programas de tutoría buscan fortalecer la “formación integral del estudiante” y queremos acompañarlo para que desarrolle sus “capacidades académicas”. Claramente, comprender textos científicos y escribir en este tono es una capacidad académica valiosa que tendríamos que cultivar en la universidad.

Pero ante este argumento, surge otro problema práctico. Para alfabetizar académicamente a los jóvenes universitarios se requiere preparación y tiempo. En el caso de la UAQ, las tutorías cuentan muy poco en términos de carga horaria. Una hora por estudiante al semestre es nada para nivelar los aprendizajes previos de los estudiantes. Eso si, la demanda burocrática-administrativa por brindar tutorías a los jóvenes es grande. Cuidado si no registras en el sistema las actividades de tutoría, no habrá constancia y por lo tanto, tampoco puntos para los estímulos.

El justo reconocimiento institucional para desarrollar eficientes programas institucionales ha tardado en llegar, de ahí que varios asistentes al VII Encuentro Nacional de Tutorías expresaran una reiterada queja a éstos. La tutoría entonces nos recuerda un problema constante de la universidad pública mexicana: programas que pueden ser relevantes, se desvirtúan cuando entran en la lógica del control burocrático-administrativo, el cual, poco tiene que ver con lo esencial de la formación universitaria: cultivar y ampliar las habilidades y facultades de los jóvenes para que puedan desempeñarse libre y responsablemente en la sociedades contemporáneas.

Fuente: http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=5295:de-vuelta-a-la-tutoria&Itemid=152

Comparte este contenido:
Page 1141 of 1654
1 1.139 1.140 1.141 1.142 1.143 1.654