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Lo que nos hace humanos y lo que significa para el aprendizaje

Por: Miguel Morales Elox

Un chimpancé está frente a dos tazones volcados boca abajo y sabe que, en uno y sólo uno de ellos, está escondida una fruta. Tú, un humano, sabes cuál tazón es y lo señalas con tu dedo índice. El chimpancé nota que estás señalando, y su mirada se posa sobre el tazón en cuestión, pero no se dirige hacia él. En cambio, tan pronto haces el gesto de correr hacia el tazón, el chimpancé sabe que es el que esconde la fruta y se esfuerza por ganártela. Michael Tomasello ha diseñado éste y muchos otros ingeniosos experimentos para investigar los alcances y los límites de la cooperación en homínidos. Según su interpretación de este experimento, lo que el chimpancé no entiende cuando señalas el tazón es tu intención de ayudarle a obtener la fruta. “No se les ocurre que el humano esté tratando de brindarles información útil—puesto que los simios se comunican siempre en imperativos—y, por eso, se quedan perplejos cuando señalas hacia uno de los tazones”. [1, p. 52]

Un propósito central de la investigación de Tomasello es develar cuáles predisposiciones son únicamente humanas y cuáles son comunes con nuestros parientes más cercanos, los homínidos (es decir, chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas). Ellos son capaces de realizar tareas complejas que requieren razonar y hacer inferencias sobre el mundo físico, de un modo similar a como lo hacen los niños humanos. En cambio, según ha encontrado Tomasello, incluso los niños humanos de 3 años de edad son capaces de cooperar entre sí de formas que los otros homínidos nunca desarrollan.

Incluso la cooperación del tipo más simple—dos individuos trabajando conjuntamente tras un fin común—requiere de habilidades que sólo se observan en humanos: la capacidad de comunicarse para brindar información y no sólo para dar órdenes, la capacidad para tomar la perspectiva del otro y ayudarlo a jugar su papel con éxito, y la tendencia por compartir de forma justa el beneficio del trabajo compartido. Los otros homínidos, en cambio, carecen de estos mecanismos que hacen sostenible la cooperación. Por ejemplo, en su hábitat natural, algunos chimpancés cazan en grupo a otros monos más pequeños. Aunque los chimpancés trabajan con roles diferenciados, el que captura la presa se queda con la mayor parte y, si algún chimpancé no obtiene nada, es menos probable que colabore en lo sucesivo. Los niños humanos desde 3 años, en cambio, tienden a persistir en las metas que han acordado conjuntamente y a dividir equitativamente la recompensa. Estas observaciones son especialmente interesantes porque, antes de esta edad, los niños aún no desarrollan un sentido de las normas sociales. Se trata, según Tomasello, de conductas innatas que son invariantes a través de las culturas y que apuntan, probablemente, a una fase temprana en la evolución del Homo sapiens.

Interdependencia para la sobrevivencia

La hipótesis de Tomasello es que, al diferenciarse de nuestro ancestro común con los demás homínidos, los humanos primitivos comenzaron a cazar y recolectar de forma esencialmente colaborativa. Fue en este contexto y bajo la presión por mantener la subsistencia del grupo que surgieron las habilidades cooperativas distintivamente humanas mencionadas arriba. Poco a poco, los humanos comenzaron no sólo a colaborar con otros durante la caza y la recolección, sino también a preocuparse por el bienestar de sus compañeros en todo momento, bajo la lógica de: “Si mañana vamos a salir a recolectar y mi mejor compañero está hambriento hoy, tengo que ayudarlo para que mañana esté en la mejor forma posible.” [1, p. 50]

Esta motivación por apoyarse mutuamente generó una interdependencia cada vez más fuerte entre individuos humanos, y la colaboración resultante jugó un papel en que ciertos grupos y especies sobrevivieran mientras otros se extinguían. La evidencia fósil señala, por ejemplo, que los Neandertal no colaboraban en grupos mayores que la familia extendida. En contraste, los Homo sapiens con quienes compartían el territorio eurasiático tendían redes de apoyo mutuo que incluían individuos de múltiples familias y que abarcaban miles de kilómetros cuadrados.

Desde luego, los humanos no son los únicos animales que forman colonias y se organizan socialmente de formas complejas. Pero, al menos en los demás homínidos, esta colaboración encuentra pronto sus límites. Los chimpancés, por ejemplo, forman “tropas” que comparten y defienden un territorio. Pero nadie ha observado a dos tropas vecinas de chimpancés colaborando para conseguir sustento en las fronteras de sus territorios. En cambio, sí se ha observado a machos solitarios de una tropa ser emboscados y asesinados por machos de tropas rivales. En resumen, “Los chimpancés no pueden hacer lo que sí hacen los humanos recolectores: acumular obligaciones sociales con sus vecinos como un seguro para los tiempos de vacas flacas”. [2, p. 68]

Los humanos son los únicos homínidos capaces de enseñarse mutuamente

Incluso antes de crear culturas y lenguajes convencionales (idiomas), los humanos primitivos adoptaron un estilo de vida fuertemente cooperativo. Según Tomasello, para entender qué nos hace humanos debemos comenzar revisando estas formas pre-culturales de cooperación. Experimentos como el que narramos al inicio muestran que los homínidos no humanos entienden comunicaciones—incluso gestuales—cuando tienen una función competitiva o imperativa; su comunicación es esencialmente competitiva. En contraste, nuestros ancestros humanos emprendieron una forma de vida tan fuertemente cooperativa que la comunicación imperativa resultaba insuficiente. Para colaborar exitosamente con un compañero durante la caza de un animal mayor—no digamos para tender redes extensas de colaboración—es necesario poder transmitir al otro información útil para él, tomando su perspectiva y anticipando cómo él podría interpretar esta información.

Los homínidos no humanos son capaces, por ejemplo, de aprender a romper nueces con una piedra luego de observar a otro simio ejecutar la misma acción. Pero ningún investigador ha observado a un simio enseñarle a otro una habilidad. Tomasello cree que la situación de enseñanza más elemental que uno puede imaginar—un individuo enseñando a otro una destreza útil para el receptor—es impensable en homínidos no humanos, porque ellos carecen de las bases mismas de las conductas de enseñar (la disposición de compartir información relevante para el receptor, desde su perspectiva) y aprender socialmente (la disposición del receptor por percibir esta información como dirigida a él, para su beneficio).

La posibilidad de aprender a través de otros tuvo consecuencias dramáticas para la forma humana de pensar. Como escribe Tomasello, “Tan pronto como los humanos primitivos comenzaron a vivir de forma colaborativa, tuvieron que entender e intercambiar las perspectivas de sus compañeros mediante la comunicación… y, de esta forma, los humanos adquirieron una forma de pensar inusitadamente flexible y poderosa. Ahora, en lugar de sólo tener su propia visión del mundo, los humanos modernos podían ver el mundo, al mismo tiempo, desde la perspectiva del otro. A diferencia de los simios, que sólo tienen la perspectiva ‘desde aquí’, los humanos primitivos tenían las perspectivas simultáneas ‘desde aquí y desde allá’” [1, p. 78, 79].

Y la escuela, ¿cómo puede aprovechar todo esto?

Así que tenemos buenas razones para creer que nuestra capacidad de cooperar entre nosotros es una característica que nos define como humanos. Gracias a esta capacidad, nos hemos adaptado exitosamente hasta colonizar casi cada rincón de la Tierra. Sin embargo, quienes trabajamos en la educación no podemos evitar cuestionarnos: ¿por qué, entonces, es tan difícil realizar el trabajo colaborativo en las escuelas? ¿Por qué, en los salones de clase y en los sistemas educativos, la colaboración es la excepción en vez de la regla? La paradoja es que nuestra capacidad de colaborar colectivamente nos lleva a crear instituciones reguladas de forma tan estricta que lo que ocurre dentro de ellas no siempre es colaborativo.

Desentrañar esta paradoja escapa los alcances de este texto. Pero sí aplaudiremos que la Escuela Nueva Mexicana reconozca que es posible y necesario brindar una formación que integre lo intelectual, lo emocional y lo social. Un reto pendiente es brindar las condiciones para realizar esta anhelada educación integral. El reto es urgente, porque las capacidades colaborativas únicas del humano no florecen sino en la presencia de un ambiente social colaborativo, y porque nuestro futuro como especie puede estar en juego.

Realizar ambientes colaborativos en la escuela no sólo brindaría a nuestros estudiantes una oportunidad óptima de desarrollar un pensamiento “inusitadamente flexible y poderoso”, sino también los equiparía con las herramientas sociales para navegar un futuro incierto en el que el destino de todas las especies quizá dependerá de decisiones tomadas colectivamente por humanos.

Cada escuela donde se realice el aprendizaje colaborativo será, en últimas cuentas, un espacio donde se rescate la humanidad presente—y, con suerte, futura—de sus estudiantes.

Referencias

[1] Tomasello, M. 2014. A Natural History of Human Thinking. Harvard University Press.

[2] Flannery, K. & Marcus, J. 2012. The Creation of Inequality. How Our Prehistoric Ancestors Set The Stage For Monarchy, Slavery, And Empire. Harvard University Press.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/lo-que-nos-hace-humanos-y-lo-que-significa-para-el-aprendizaje/

Imagen: https://pixabay.com/photos/mammal-primate-ape-animal-wildlife-3147635/

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¿Por qué la academia no es lingüísticamente diversa?

Por: Sofía García-Bullé

La academia ha hecho un esfuerzo por trabajar el déficit de angloparlantes no nativos, pero el estigma continúa.

Las humanidades están en crisis, esto es lo que ha dicho texto tras texto. Se habla de una desaparición gradual de las humanidades en los currículums de educación superior, y la falta de capacidad en la forma en que se desarrollan estos programas para conectar con las necesidades del mundo laboral con la misma facilidad que las carreras de ciencias duras. ¿Pero es ese el único problema? ¿Tendríamos la misma situación si los departamentos de humanidades no hablaran en una sola lengua (el inglés)?

El problema de la diversidad lingüística

Cuando vemos un programa de educación superior en la disciplina de las humanidades, por lo general van incluidas un conjunto de habilidades base, sin importar si es un programa de literatura, sociología, filosofía, u otro. La mayoría de estos programas prometen que al terminar el grado, el alumno tendrá habilidades específicas de análisis, interpretación, comunicación, síntesis e investigación y que podrá expresar eficientemente los resultados de aplicar estas habilidades ya sea a través de la redacción, la representación gráfica o, en algunos casos, hasta numérica.

Estas son las herramientas básicas del profesional de las humanidades. Al aprenderlas, el estudiante estará listo para adentrarse al entendimiento y explicación de los fenómenos sociales, desde eventos históricos como la Gran Migración Atlántica y sus implicaciones, pasando por corrientes filosóficas como el existencialismo y el positivismo, siendo capaz de comprender por qué la primera fue tan popular en tiempos lúgubres como la Primera Guerra Mundial y prácticamente destronó al positivismo como la corriente filosófica más establecida.

En teoría, un estudiante de humanidades debería poder entender el impacto del conductismo sobre la educación infantil, o la influencia de las novelas del amor cortés no solo en la construcción de las costumbres sociales, sino en la del idioma español.  La lengua es un elemento integral para entender la base de los fenómenos sociales ligados a una determinada cultura o momento histórico, entonces, ¿por qué la mayoría de los programas, los contenidos didácticos y los auxiliares están en inglés? ¿Por qué los currículums de humanidades y ciencias sociales no cuentan con una intención educativa que incluya también el aprendizaje de más lenguas?

“A la fecha, la mayoría del volumen de investigación se ha enfocado en un centro versus una dicotomía de periferia [ . . . ] que desafía a los investigadores no angloparlantes cuando tratan de publicar sus trabajos”.

En artículos anteriores hemos hablado del valor de la traducción en la experiencia educativa, esto es especialmente crítico en el aprendizaje de las humanidades y las ciencias sociales. La comprensión de conceptos matemáticos tiene su base en la lógica, en la exactitud, en el cálculo; en el caso de las ciencias sociales parte de la perspectiva, el análisis, y el contexto. Este contexto se ve tremendamente limitado cuando las fuentes académicas y los contenidos didácticos están en un solo idioma (el inglés). Para explicar los efectos de esta carencia académica, es necesario un ejemplo concreto.

“No hablar español”

Ignacio Sánchez Prado, profesor de Español, Estudios Latinoamericanos, Cine y Media de la Universidad de Washington en Saint Louis, EE. UU., escribió para The Chronicle of HIgher Education sobre los efectos de la invisibilización del idioma español en los departamentos de estudios latinoamericanos universitarios.

El académico reconoció un frente común ante una desvalorización de las humanidades; antes básicas y ahora optativas, pero en ese frente académico, el idioma español, y el conocimiento específico que este carga, han sido dejados atrás. “Veo a mis colegas de habla inglesa como camaradas en una pelea común, pero se vuelve difícil convocar su solidaridad en los problemas que describe el español, cuando son los descritos por el inglés los que monopolizan las conversaciones críticas para otros campos”. El Dr. Sánchez sostiene que la integración del español a los departamentos de ciencias sociales y estudios culturales no es un asunto de canonicidad, sino una batalla cuesta arriba por representación, en la que muy frecuentemente tienen que encarar a esos mismos colegas de habla inglesa con los que han de cooperar para mantener a flote a las humanidades como un todo.

La integración del español como uno de los idiomas primarios en la academia no solo es un caso de justicia social y epistémica, sino de fundamentación numérica. Hay 460 millones de personas para la que el español es su lengua nativa, el idioma más hablado en el mundo es el chino, con 1.3 mil millones de hablantes nativos. El inglés es el tercer idioma más hablado del mundo, con 379 millones de personas para quienes el inglés es su idioma nativo.

Otro texto publicado en The Chronicle of Higher Education, ejemplifica a la perfección el punto de Sánchez. Simon During, profesor con grado de doctor y académico experto en Historia literaria, Teoría literaria y cultural, además de Secularismo y otras disciplinas. En el texto, el Dr. During habló de la influencia de la secularización de las humanidades en su proceso de desvalorización en las casas de estudios superiores.

De acuerdo a Sánchez, su análisis es bueno, pero solo hace sentido si se cree que todo el contenido referente de humanidades fue escrito en inglés y que las humanidades comprenden el estudio de la historia y otras tantas sub-disciplinas secundarias. “A la fecha, la mayoría del volumen de investigación se ha enfocado en un centro versus una dicotomía de periferia [ . . . ] que desafía a los investigadores no angloparlantes cuando tratan de publicar sus trabajos”, sostiene la Dra. Anna Kristina Hultgren, catedrática sénior de Inglés y Lingüística aplicada en la Open University del Reino Unido, en su texto “El Inglés como el idioma de la Publicación Académica: Sobre Equidad, Desventaja y carácter no nativo como distracción”.

Las prácticas académicas de publicación, divulgación y eventos académicos no ayudan. Frecuentemente se agrupan investigaciones de acuerdo a su idioma en vez de sus contenidos, fraccionando el conocimiento común de una sola área del conocimiento y dificultando la generación de una voluntad y esfuerzo para su traducción. De la misma forma, en las conferencias y simposios académicos se integran los paneles con académicos que tengan al menos un idioma en común, que es casi siempre el inglés, aquellos que no lo dominen serán agrupados en la periferia, convocados solo en pláticas en las que puedan procurar traductores, o serán restringidos a sus escenas locales.

“Veo a mis colegas de habla inglesa como camaradas en una pelea común, pero se vuelve difícil convocar su solidaridad en los problemas que describe el español, cuando son los descritos por el inglés los que monopolizan las conversaciones críticas para otros campos”.

El inglés como vehículo monopólico de comunicación facilita la diseminación de contenido académico de todas las disciplinas, no solo las humanidades. No se puede negar que contenido valioso ha llegado a más personas en menor tiempo gracias a una estandarización de la divulgación académica, bajo el idioma inglés, pero esta facilidad tiene un precio: ¿cuántas vías al conocimiento y perspectivas se pierden cuando la única plataforma para investigar y publicar es la que proporciona la lengua inglesa?

La Dra. Hultgren reconoce que en tiempos actuales, la academia ha hecho un esfuerzo deliberado por trabajar el déficit de angloparlantes no nativos, pero el estigma continúa; en la academia se siguen refiriendo a ellos como “académicos no angloparlantes” o “escritores de investigación de segunda lengua”. Tanto el idioma como el trabajo de estos académicos sigue en la periferia como algo secundario, esta es la desventaja comunicativa que habilita problemas enraizados en la academia como la injusticia epistémica o el retraso en el avance de diversos campos aún más allá de las humanidades porque no hay contenidos en inglés.

Hultgren puntualiza que no hay una solución unitalla para una problemática tan compleja, pero una manera de avanzar hacia una academia más eficiente y presta a estudiar las perspectivas de las que se nutre, es retomando el papel de los idiomas como parte integral de la disciplina de las humanidades. Es a través de la diversificación lingüística que se pueden abrir otras vías al conocimiento de fenómenos sociales y sentar las bases de una comunidad académica más cohesionada y presta a trabajar en conjunto. El inglés nos ayudó a llegar a un punto en el que los contenidos educativos pueden llegar a más personas.  Dominar más idiomas al momento de aprender, enseñar, investigar y divulgar nos puede llevar al siguiente paso, entendernos unos a otros como productores del conocimiento, además de comprender las fuentes, el contexto y el fondo del conocimiento que producimos.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/academia-lenguaje-ingles

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OPINIÓN | La brisa rebelde de la Costa Chica

Por: Tlachinollan

El paisaje encantador de la Costa Chica contrasta con la pobreza y la discriminación acendrada por siglos en la zona limítrofe de Guerrero y Oaxaca. El Guerrero Afro sigue siendo ignorado por los gobiernos que han implementado políticas racistas y que han satanizado su cultura que resiste los embates de la cultura blanca. La Costa Chica en gran medida es la costa afro que se extiende de Acapulco a Cuajinicuilapa, una región sumamente rica por su mega diversidad y por la pluralidad de expresiones culturales que se han fundido a lo largo de los años entre los pueblos Na savi, Me’Phaa, Ñomndaa, Nahuas y Afros. Esta abigarrada mezcla de cosmovisiones le han dado un estilo propio que define el carácter bullanguero del guerrerense de la Costa. Sus danzas tradicionales que nos remiten a los famosos diablos hasta las chilenas que nos contagian con sus ritmos candenciosos, nos transmiten la alegría al disfrutar de su sol y de sus playas.

La lucha de compañeros y compañeras Afros ha sido descomunal porque han peleado contra el muro infranqueable del racismo y han tenido que dar una batalla desigual contra un aparato gubernamental que los cosifica y les ha pisoteado sus derechos como individuos y como pueblo. A pesar de su presencia mayoritaria y de sus rostros radiantes en el puerto de Acapulco y en las cabeceras municipales de la Costa Chica, no se les respeta como portadores de una cultura que ha forjado nuestra identidad como guerrerenses. Se utiliza el término costeño para distinguirlos de los sectores sociales acomodados ubicándolo como parte de la clase trabajadora, que es iletrada tildándolo como alguien que no trabaja.

Esta conciencia de lo afro que ha increpado al poder político ha logrado transcender en el ámbito legislativo al reconocer su presencia como parte de la riqueza cultural de México. En Guerrero su lucha es a pulso y por eso han entendido que se tienen que conjuntar los esfuerzos con los pueblos indígenas, porque el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas pasa necesariamente por el reconocimiento de los derechos del pueblo Afro. La esencia de sus demandas es ser tratados como sujetos de derecho público, como lo han demandado también los pueblos indígenas de México, para romper con el circulo de la discriminación y revertir las políticas clientelares y asistencialistas. A la población Afro se le ha confinado a vivir en bajareques y a soportar los maltratos sistemáticos de los patrones. Se les ha relegado de los cargos públicos y aún se mantiene esa idea nefasta cargada de racismo de que la gente afro esta destinada a padecer la explotación económica. Para poder escalar social y económicamente varios miembros de la comunidad afro han tenido que negar sus raíces para aculturarse, asumiéndose como mestizos para no ser victimas de mayor discriminación.

En nuestro estado, se gesta una lucha inédita donde convergen las poblaciones indígenas con la población Afro para impulsar una ley de reconocimiento sobre sus derechos donde sean considerados como actores políticos capaces de realizar transformaciones sociales, ocupando cargos públicos y ejerciendo a plenitud sus derechos. Recientemente, se realizaron 10 foros de consulta para elaborar una ley que plasme de manera integral los derechos de los pueblos indígenas y Afro. Por primera vez, se realizaron esos foros en territorios donde predomina esta población. Fue muy significativa su presencia en Marquelia y Acapulco, donde pudieron expresar sus reclamos, pero ante todo sus demandas para ser respetados y reconocidos. La lucha actual que están dando tanto representantes de pueblos indígenas como del pueblo Afro es ejemplar; porque están demandando al Congreso del estado la creación de nuevos municipios con esta perspectiva de pueblo indígena y de pueblo Afro, como los casos de Las Vigas y San Nicolás Tolentino, y Temalacatzingo con la comunidad Me’Phaa del Rincón. Los pueblos han comprendido que la lucha por nuevas municipalidades es estratégica para romper con el aislamiento político y la discriminación institucionalizada contra los pueblos asentados en zonas rurales. La disputa por el financiamiento público que se le niega a las comunidades indígenas solo cobra sentido cuando se busca una nueva configuración política a través de la creación de nuevos municipios.

La Costa Chica ha hecho sentir su presencia a través de esta demanda legítima y ha logrado visibilizar la raíz encantadora del Guerrero Afro. Se está revitalizando su identidad, la recuperación de su historia, el reavivamiento de sus expresiones culturales y además el potencial económico que se plasma en la belleza de sus paisajes. Hay un proceso de retroalimentación en este intercambio de saberes que se dieron en los parlamentos abiertos y los mismos foros de consulta, donde muchos asistentes tuvimos la oportunidad de escuchar sus opiniones y su manera de ver el mundo. Hay un gran acervo histórico del pueblo Afro que tiene que incorporarse como parte de la enseñanza pública, que robustezca las raíces de nuestra identidad.

El día sábado, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo la oportunidad de conocer esa vitalidad que trasmiten los pueblos indígenas y afro de la costa, de sentir su calidez y su espíritu jocoso, su lenguaje sencillo y directo, su efusividad, pero también su reclamo y su exigencia de justicia. Fue un encuentro festivo que contrastó con esta situación de pobreza que tiene que ver con el olvido secular y con este desprecio a quienes acostumbran disfrutar del mar y de la hamaca. Sintieron la cercanía de un presidente voluntarioso que quiere romper con la telaraña de la corrupción y que predica en todo momento que los nuevos programas sociales vendrán a resolver los problemas de la pobreza ancestral. Últimamente, ha celebrado con bombo y platillo que estos programas adquieran rango constitucional, como un gran logro de su gobierno. Fue recurrente en sus cuatro encuentros este mensaje de que la inversión millonaria que se está asignando a los programas de Bienestar no solo está asegurada, sino que también se incrementará cada año. En el ambiente, se siente que la gente tiene puestas las esperanzas de que se podrá cruzar este umbral de la pobreza con el apoyo presidencial. Hay muchas expectativas que se nutren con la cercanía y el saludo efusivo de la gente que tiene la suerte de sacarse una selfie con AMLO.

Es increíble la popularidad del presidente que, de acuerdo a un sondeo del mes de febrero, es la más alta del país, alcanzando el primer lugar, por encima de su estado natal. A pesar de los problemas más sensibles que enfrentamos en el estado, como es la violencia creciente y la pobreza galopante, su popularidad no ha mermado. En estos dos días de su gira por cuatro municipios de la Costa Chica, se sintió ese contagio de la gente con su presencia y su discurso. Es muy importante resaltar las luchas emblemáticas que se han dado en esta región, sobresaliendo las que se han dado en el municipio de Ayutla, dónde el caso de Inés Fernández Ortega es paradigmático porque, con su denuncia, como sobreviviente de tortura, logró una sentencia a su favor en la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ha incidido en cambios legislativos. Un caso sumamente trágico fue la masacre del Charco acaecida el 7 de junio de 1998, donde elementos del ejército mexicano abatieron a 10 campesinos indígenas y un estudiante de la UNAM, sin que a la fecha se haya investigado a los elementos castrenses. En el acto de este domingo as 4 de la tarde, estuvieron presentes en primera fila Inés Fernández y cuatro viudas de El Charco. No podemos dejar de mencionar que seis estudiantes de los 43 desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa son originarios de este municipio, y siete más del municipio de Tecuanapa. Es decir, que los hijos de los indígenas campesinos y Afros también están dando la batalla para que haya justicia en el país y educación para los niños del pueblo.

Fue trascendental que los representantes del Concejo Municipal de Ayutla compartieran con el Presidente de la República la misma tribuna y que la voz del ejecutivo expresaran claramente su respaldo a este nuevo sistema de gobierno indígena elegido a través de las asambleas comunitarias. Es un modelo que está abriendo brecha para garantizar a los pueblos indígenas un acceso efectivo a los cargos públicos a través de sus usos y costumbres. Sin embargo, los grupos políticos y económicos que han detentado el poder en este municipio se empeñan en denostar al nuevo gobierno comunitario. Ciertos sectores de la cabecera municipal de Ayutla han exacerbado sus fobias contra la población indígena y reproducido un racismo recalcitrante. La presencia masiva de hombres y mujeres de los pueblos Na Savi, Me’Phaa y Ñomnnda de los municipios de Ayutla y de Xochistlahuaca fue una expresión del espíritu combativo que mantienen a los hombres y mujeres de la Costa-Montaña en las principales batallas por la justicia, la democracia y la igualdad. La presencia de la población Afro en Cuajinicuilapa y Marquelia mostró la fuerza y la gran animosidad de este pueblo, que ha roto las cadenas de la esclavitud y del racismo para estar también construyendo una nueva sociedad que lucha contra la desigualdad y todo tipo de discriminación. La presencia de AMLO en Guerrero le permitió sentir la brisa rebelde de los pueblos de la Costa.

Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/opinion-la-brisa-rebelde-de-la-costa/

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Durante la epidemia el hogar será escuela substituta.

Por: Gilberto Guevara Niebla

El mundo enfrenta un desafío sin paralelo. La epidemia del COVID-19 se extiende por todos los continentes con velocidad sorprendente y pasará mucho tiempo —al menos un año, se dice— para que la ciencia logre producir una, o, en su caso, varias, vacunas que hagan posible enfrentarla con eficacia.

Las escuelas ofrecen alto riesgo de contagio. Sabemos que en ellas se congregan a millones de estudiantes (sólo en educación básica hablamos de 25 millones de alumnos) y por ello se teme que propicien la transmisión del virus. Dada esta circunstancia parece prudente la decisión de las autoridades educativas de adelantar las vacaciones y extenderlas a 30 días en los niveles básico y medio superior. Aunque tal vez será necesario en el futuro que esta suspensión se extienda aún más.

El hecho de que los alumnos dejen de ir a la escuela no debería ser obstáculo para que en sus casas continúen estudiando y trabajando con los libros de texto y con los recursos digitales que están accesibles a quienes cuentan con computadora e internet. La SEP, las secretarías de educación de los estados, los supervisores y directores de escuela, deberían acompañar la emergencia proporcionando a los padres de familia y a los estudiantes recomendaciones y orientaciones para el trabajo de los alumnos en sus hogares.

Esta pausa sin escuela puede ser aprovechada por niños y adolescentes en la lectura de buenos libros o realizando pequeñas investigaciones con la ayuda de internet.

La epidemia es una tragedia dolorosa y triste, pero debemos sacar de ella las lecciones de moral correspondientes. Brinda la oportunidad para pensar sobre sus dimensiones científicas, pero igualmente sobre sus connotaciones éticas. Nos invita a reflexionar sobre la vida y el dolor humano, a tomar distancia con nuestro ego y pensar empáticamente en los otros, a ponderar valores como la compasión, la generosidad y la solidaridad.

También el coronavirus ofrece una oportunidad para desarrollo del pensamiento crítico. Analizar el origen de esta pandemia es tema de crucial importancia y se vincula a las relaciones del hombre con la naturaleza. ¿Qué es un virus? ¿Qué características peculiares han hecho del COVID-19 un virus con tanto potencial dañino? ¿Qué papel juegan las mutaciones en el desarrollo de ese poder destructivo? Etc.

Padres y madres de familia están obligados a asumir un papel educativo y explicar a sus hijos lo que está sucediendo con esta pandemia. Una buena información es básica para combatir los miedos irracionales, los mitos, los prejuicios y las versiones falsas que se difunden extensamente en las redes sociales. Los padres, asimismo, deberán dar instrucciones precisas a sus hijos pequeños sobre las reglas de higiene que deben seguir durante el tiempo que dure esta calamidad.

El desastre del coronavirus nos intimida a todos. El desconcierto es mayor dado el conocimiento todavía limitado que tenemos sobre el virus y las formas concretas con las cuales se produce el contagio. Esta ignorancia parcial produce en nosotros miedo y desconcierto, pero yo los invito a enfrentar la adversidad con optimismo y con esperanza; tal vez esta tragedia redunde en una mayor expresión de humanismo, de autoaprendizaje y de solidaridad con los que sufren.


Artículo publicado en La Crónica de Hoy.

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El anacronismo de la SEP en tiempos del COVID-19.

Por:  Abelardo Carro Nava

Desde mi perspectiva, quienes se encuentran al frente de los diversos espacios que conforman la Secretaría de Educación Pública (SEP) de nuestro país, han subestimado, y subestiman, el trabajo que realizan los docentes de México. Esto viene a colación, por lo que se ha generado a partir de las decisiones que, derivadas de la pandemia por el COVID-19, se tomaron en el pleno del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU). Un espacio en el que, desafortunadamente, no concurren docentes de todas las latitudes, solo funcionarios, muchos de ellos, alejados de lo que sucede a diario en las escuelas.

Al respecto, habrá quien me diga que esos funcionarios visitan las escuelas, que tienen datos y/o estadísticas que reflejan sus comportamientos (diversos entre ellas), que conocen sobre las problemáticas en cuanto a su infraestructura y necesidad de materiales, que saben sobre lo que implica el establecimiento de un Consejo de Participación Social o bien, que están al corriente en cuanto al funcionamiento de los Comités de Protección Civil; en fin, de todo aquello que se deriva del quehacer escolar cotidiano; sin embargo, el que se tenga un conocimiento sobre estos hechos, no significa necesariamente que eso sea una verdad inequívoca, por el contrario, el continuum escolar, ese que se vive a diario en las instituciones, en las aulas, en los pasillos de éstas, etcétera, son una realidad que, en muchas ocasiones, dista mucho de la visión que tal o cual funcionario tiene con relación a éstas.

En este sentido, diversos momentos de la historia de México nos han hecho ver, por un lado, la inexorable fuerza de la naturaleza, pero también, lo que la misma sociedad ha propiciado a partir de sus ideologías e intereses (comunes). En consecuencia, ambos casos, han alterado el curso de los ciclos escolares que, como parte de la organización del Sistema Educativo Mexicano (SEM), se han implementado con el propósito de que los miles y millones de seres humanos que concurren en las aulas, aprendan (algo). No obstante lo anterior, y a pesar de los infortunios, la escuela mexicana, sus maestros y sus alumnos, han salido avantes.

¿De qué manera la escuela mexicana se sobrepuso a la pandemia del 2009 cuando el virus H1N1 se hizo presente en nuestro país?, ¿acaso el grueso de maestros no reconoce las enfermedades cuando, a diario, ven a estudiantes con alguna de ellas, las cuales, pueden ser graves?, ¿por qué tener en mente que, esos profesores, son neófitos en los diversos asuntos que les ocupan y preocupan en sus alumnos?

Pues bien, si nos adentramos un poco a estos “misterios” puedo decir que, en efecto, el maestro realiza los ajustes que considere necesarios a su planeación con el propósito de que sus alumnos continúen con su aprendizaje. Éste es un asunto, que no necesariamente el docente implementa en razón de lo que la autoridad educativa determine. Lo han hecho, aún sin la orientación que brinda, por ejemplo, la guía para los Consejos Técnicos muy cuestionada en estos tiempos. De hecho, bien valdría la pena preguntarse en estos momentos, desde cuándo se implementaron esos “consejos” y cuáles han sido sus resultados porque, desde mi perspectiva, proponer que el colectivo docente vea y discuta lo que a través de un video el actual Secretario de Educación expresa, no es muy didáctico que digamos. En fin.

Volviendo al tema que me ocupa, debo señalar (en menor medida porque sobre este asunto ya lo han hecho diversos colegas míos, como Sergio Martínez Dunstan http://www.educacionfutura.org/el-covid-19-cimbra-al-sistema-educativo-nacional/ y Rogelio Alonso https://profelandia.com/coronavirus-retos-para-la-escuela-mexicana/), que la escuela mexicana y sus actores, adolecen de lo que muchos conocemos: una infraestructura inadecuada para la prestación del servicio educativo; servicios básicos y de primer orden, a todas luces, insuficientes; aulas hacinadas y poco propicias para la generación de aprendizajes y conocimientos; insuficiente participación de padres de familia, en diversos rubros; en fin, un conglomerado de situaciones que, como decía, no profundizaré en demasía, pero que me permiten contextualizar que, a pesar de estas cuestiones, los docentes cumplen su cometido. Por ello es que vuelvo a mi argumento inicial, el que la SEP subestima y ha subestimado al magisterio.

Al respecto, si usted revisa la Guía para el Consejo Técnico en su Sesión Extraordinaria para la Organización Escolar a fin de Enfrentar la Emergencia Epidemiológica del COVID-19, podrá darse cuenta de ello. En ella, además de “chutarse” el mensaje del Secretario de Educación, los docentes conocerán sobre el COVID-19, además, de proponer una forma de organizarse para que los niños, niñas y jóvenes, avancen en su proceso formativo. No olvidando, desde luego, lo que se propone para que se reanuden las clases sin riesgos. Medidas que, de cierta forma, son básicas. No obstante: ¿acaso los maestros y maestras no son hijos o padres de familia y, ante un tema de vital importancia como lo es esta pandemia, no están informados?, ¿acaso no tienen en mente y han trabajado sobre las actividades que podrían, en la medida de sus posibilidades, trabajar con sus alumnos?, ¿acaso no saben que tendrán que asegurar sus espacios para que, a su regreso, no haya ni corran riesgos? Tal parece que la SEP no ha aprendido la lección porque, si bien es cierto que todo lo anterior es necesario, también es cierto que hay cientos de realidades en nuestro país y que, como tales, deben ser tomadas en cuenta si es que en verdad se desea implementar una política de largo alcance, que no sólo atienda lo urgente, sino lo prioritario, en cuanto al bienestar de los mexicanos.

Muchos niños y jóvenes, desafortunadamente, en estos días de aislamiento voluntario, acompañarán a sus padres y/o familiares porque, lamentablemente, esas familias van al día y, desde luego, tienen que generar las condiciones para asegurar su bienestar.

En este orden de ideas, pensar en un plan de trabajo para que los docentes aseguren el aprendizaje de sus alumnos, así tal cual lo señala dicha guía, no tiene mucho sentido y mucho menos lo tiene cuando, desde las Secretarías de Educación de los estados, se giran instrucciones para que los maestros acuerden este trabajo con sus directivos, supervisores y/o jefes de sector (https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/local/deberan-docentes-crear-tecnicas-para-estudios-a-distancia-4984139.html?fbclid=IwAR1-5yeSOGnccI5wRqODCo3a3ajkd2i6VfRZ6Z24NftCiMTg-Uq23x71l8E). ¿Cómo asegurar que el alumno realice sus actividades si el padre de familia se lleva a un niño a la venta de pan o lo incorporan en la maquila de algún producto?, ¿qué es lo que hace o tendría que hacer un docente en medio de este asunto?, ¿no tendría que pensarse en el ajuste de las planeaciones de los profesores para que, a su regreso, establezcan una estrategia con la finalidad de “nivelar” a los estudiantes que no contaron con los medios para trabajar en casa con aquellos que sí lo hicieron? Estoy seguro que, sobre esta última pregunta, todo docente lo tendrá contemplado y de ninguna manera se negará a ello.

Ciertamente, hay de realidades a realidades; y esta realidad, como seguramente habrá otras, son las que viven miles de niños y niñas en México. En consecuencia, si el brote del coronavirus se detectó en los últimos meses de 2019, ¿por qué la SEP no comenzó a informar sobre ello?, ¿por qué no sensibilizó a los profesores y, sobretodo, a los padres de familia sobre este asunto?, ¿acaso pensó que somos seres súper dotados, con escudos protectores, y que no afectaría a la población del mundo?, ¿por qué no se revisó el antecedente inmediato relacionado con el H1N1? La respuesta, creo, se halla en la importancia que se le ha dado a las orquestas musicales y no al fortalecimiento de una cultura física, de salud y bienestar en los seres humanos, de los mexicanos.

Al tiempo.

Fuente:     https://profelandia.com/el-anacronismo-de-la-sep-en-tiempos-del-covid-19/

Imagen: https://www.shutterstock.com/image-photo/chair-school-521629792?irgwc=1&utm_medium=Affiliate&utm_campaign=Pixabay+GmbH&utm_source=44814&utm_term=https%3A%2F%2Fpixabay.com%2Fimages%2Fsearch%2Fescuelas%2520mexico%2F

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Coronavirus, educación virtual y trabajo en casa

Por: Lev M. Velázquez Barriga.

 

En 2015, organismos no gubernamentales, de la globalización económica y jefes de Estado de 192 países, incluido México, establecieron una agenda global con 17 objetivos para el desarrollo sostenible (ODS), que deberían cumplirse paulatinamente entre esta fecha y el 2030: se reduciría la desigualdad, se pondría fin a la pobreza y a la desnutrición, se garantizaría el agua y el saneamiento para todos, trabajo pleno y digno, consumo sostenible, una educación inclusiva de calidad y de aprendizajes para todos y para toda la vida, entre otra cosas; pero, el brote pandémico por el coronavirus evidenció que la acumulación de capital para unos pocos y la sustentabilidad humano ambiental no tienen compatibilidad.

Carecen de agua 2 mil millones de personas en el mundo, en México 10 millones de hogares no tienen suministro diario, la mitad de nuestras escuelas primarias presentan carencias de abastecimiento y la mayoría de ellas no cuentan con financiamiento público para solventar los gastos de saneamiento; media humanidad no tiene acceso a servicios básicos de salud y la mitad de la población nacional no cuenta con seguridad social; 60% de la población mundial económicamente activa se emplea en la informalidad, 6 de cada 10 trabajadores en México están en esa condición, en el sector educativo público y privado los maestros subcontratados pierden el salario si no hay clases; la mitad de personas en el planeta no tienen acceso a internet, uno de cada dos hogares en México y el 50% de la población presenta problemas de acceso o no cuenta con conexión, en un porcentaje similar están las escuelas primarias y en menor grado las secundarias del país, pero de las que tienen conexión se toma en cuenta de una computadora en adelante, muchas veces utilizadas con fines administrativos y no pedagógicos.

Las condiciones precarias del sistema de salud, del sistema educativo, laborales y de desigualdad social en México y en el mundo, son el escenario propicio para la expansión del virus, y de manera recíproca la pandemia agudiza la crisis de todos estos elementos; además, acelera los cambios en las nuevas formas de explotación, control y dominación de la población que acompañan al capitalismo de la cuarta revolución industrial. Antes de la alerta mundial por el Covid-19, la virtualización de las relaciones productivas, sociales, de consumo, entretenimiento, comunicación y educativas, ya estaban normalizando el aislamiento en casa o en los dispositivos tecnológicos.

A través del emprendurismo, las corporaciones económicas organizan a los individuos desde su casa, para que ellos pongan la inversión inicial y su patrimonio personal  creyendo que desarrollan un proyecto de autonomía empresarial, cuando en realidad están ligados con la cadena productiva global y de distribución de las mercancías de la gran industria; bajo este esquema las corporaciones consiguen trabajadores sin contrato, sin prestaciones, sin seguridad social, sin límite de horarios ni de días laborales, sin vacaciones y sin organización sindical.

Las multinacionales Uber Eats de distribución de alimentos y Rappi que además de eso realiza otros servicios de entregas personales; de ventas y compras online como Amazon; de plataformas de streaming como Netflix y Prime Video o de música digital como Spotify, encontraron en la cuarentena el ambiente adecuado para arraigar lo que ya promovían de manera previa: el confinamiento para el consumo domiciliario permanente, el aislamiento informativo, la traslación de toda aspiración de cambio y de protesta social al ámbito de los contenidos de entretenimiento o del límite de las redes sociales.

Virtualizar la escuela es parte del proceso de contención social, de auto financiamiento de la formación desde casa, de consumo de plataformas en línea para el desarrollo de las habilidades emprendedoras o de productos de la big data para la digitalización de la gestión educativa; la escolarización es para la organización del capitalismo fabril de la primera revolución industrial, lo que la virtualización es para la reorganización del capitalismo informático de la cuarta revolución industrial; aquí la fábrica, la iglesia, la escuela y el almacenamiento de las mercancías para  atraer y concentrar al trabajador, al feligrés, al estudiante y al consumidor, son parte de los espacios offline que están cediendo terreno frente a  los tiempos y las relaciones online que acercan el capitalismo, directamente al hogar y las personas.

Lo que estamos viviendo no tiene nada que ver con el ordenamiento del sistema hacia el desarrollo sostenible; por el contrario, se naturalizan los despidos masivos, la economía informal, el trabajo precario, la tercerización, la crisis ambiental y la segregación de una parte de la humanidad a formas de súper explotación que no encajan en la automatización de la producción, que tampoco puede ser incluida en la sociedad de la información y del consumo; sin embargo, este nuevo orden mundial no se impone por medio de la dictadura militar como en los tiempos de instauración del neoliberalismo, sino que se instala a través del convencimiento, del confinamiento voluntario, de la desinformación y el autocontrol; de ahí que en los tiempos del coronavirus se nos llame al aislamiento, contra la historia de solidaridad que los mexicanos hemos demostrado en los momentos más críticos, así lo hicimos el 19 de septiembre de 1985 y en el 2017. No nos quedemos inmóviles, la solidaridad es nuestra fuerza.

Fuente del artículo: Equipo de Ove

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México: SEP arranca programa Aprende en Casa

América del Norte/ México/ 23.03.2020/ Fuente: www.elsoldemexico.com.mx.

 

A partir de hoy comienza el programa “Aprende en Casa” con lo cual la Secretaría de Educación Púbica busca mitigar la suspensión de clases en educación básica con clases a distancia.

Sin embargo, tanto la dependencia federal como especialistas señalan que no será posible que todos los planteles de educación básica del país puedan implementar la educación a distancia, tanto por infraestructura como por capacitación del personal.

El titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, reconoció en un mensaje a Consejeros Técnicos Escolares que las condiciones en las distintas ciudades, pueblos, rancherías y comunidades del país son dispares, por lo que las actividades a distancia serán para el personal directivo y docente, sólo en función de sus posibilidades.

Sobre las limitantes de la aplicación de la educación a distancia, Francisco Enríquez Torres, director de la Facultad de Humanidades de La Salle, explicó que otro de los problemas es que los maestros no necesariamente manejan estos esquemas de enseñanza.

“Disponer de la infraestructura y el internet no significa completar el esquema, también hay algo importante que es la capacitación de los profesores, es decir, que los profesores tengan habilidades en el uso de este tipo de herramientas, pues en ocasiones ocurre que, pese a que las escuelas cuenten con la infraestructura, los maestros no cuentan con la capacitación”.

Por eso, para las personas que tengan dificultad para acceder a internet contarán con la programación de Teleprimaria, Telesecundaria y Telebachillerato, así como diversas plataformas para fortalecer las tareas escolares en casa y cubrir los contenidos de planes y programas de estudio.

La SEP explicó que en el caso de la estrategia Aprende en Casa, en colaboración con Microsoft se dispone de la herramienta «teams», para organizar sesiones de trabajo y capacitación a distancia, desde su propio aislamiento preventivo.

Para aquellos planteles que no dispongan de lo necesario para sumarse a Aprende en Casa, desde la señal de la televisión y radio pública se brindará contenido de educación básica.

En Once Niñas y Niños la transmisión será por el canal 11.2 de televisión abierta, de lunes a viernes, en los siguientes horarios: preescolar y primaria, de 9:00 a 12:00 horas; inglés, de 12:00 a 12:30.

Secundaria se transmitirá de lunes a viernes, de las 8:00 a las 11:00 horas, y bachillerato de 11:00 a 13:00 horas, ambos con repetición por la tarde, de las 15:00 a las 20:00 horas, a través del canal Ingenio TV.

Además, el esfuerzo será replicado tanto por el SPR, como la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México, A.C.

Por su parte, el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE), transmitirá preescolar, primaria y secundaria a través del Canal Satelital Internacional a los países de América Latina.

La SEP afirmó que supervisa que estos contenidos estén alineados, en la medida de lo posible, con los planes y programas de estudio vigentes.

Asimismo, expuso que estos contenidos, así como otros recursos educativos digitales para los distintos grados, estarán a disposición de la comunidad educativa en las siguientes plataformas: www.aprende.edu.mx; www.telesecundaria.sep.gob.mx y www.librosdetexto.sep.gob.mx

Fuente de la noticia: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/sep-arranca-programa-aprende-en-casa-5004914.html

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