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Carta al presidente de la república sobre el paro de los estudiantes universitarios

Por: Julián de Zubiría

El pedagogo Julián de Zubiría le envía una carta pública a Duque en la que lo invita a reunirse con los líderes del paro estudiantil. A los estudiantes los convida a reconocer lo logrado y a disminuir sus pretensiones. El país necesita grandeza del gobierno y de los estudiantes.

Estimado presidente Iván Duque:

Tenga usted muy buenos días.

Estamos ad portas de un hecho de enorme gravedad para la vida de los jóvenes colombianos: 650.000 estudiantes están próximos a perder el semestre que actualmente adelantan en las 32 universidades públicas del país. Sería una lamentable frustración para ellos, para sus familias, para el desarrollo nacional y para cerca de 30.000 jóvenes que ya fueron seleccionados para ingresar en el año 2019, quienes también tendrían que aplazar sus sueños, porque sus cupos serían ocupados por los estudiantes favorecidos con el ingreso en este segundo semestre de 2018. La rectora de la Universidad Nacional anunció que hoy vencería el plazo para cancelar el semestre y, en la votación electrónica adelantada, ganaron quieres decidieron que el paro debería continuar. Algo así no lo habíamos vivido en Colombia en las últimas dos décadas.

Lo único que piden los estudiantes universitarios es que usted se reúna con ellos, que los escuche, que conozca de primera mano por qué llevan un mes largo marchando en las calles en defensa de la educación, la equidad y la democracia. No luchan por ellos, sino por las próximas generacionesy por ello están a la espera de que se cree una mesa que dé respuesta a cada una de sus peticiones.

A este país le ha faltado escuchar a los jóvenes, por ello nos hemos connaturalizado con la injusticia, la violencia, la muerte y la intolerancia. Por hablar tan poco con ellos, a los colombianos se nos endureció el corazón. Viviríamos en un mejor país, si escucháramos con más atención los sueños, las investigaciones y las reflexiones de la juventud.  Deberíamos estar de fiesta para celebrar que los jóvenes protesten y participen en el debate político, social y cultural. Es un síntoma de que la democracia se está ampliando. También necesitamos su esperanza y su optimismo para que contagien los corazones de los habitantes y comencemos a enfrentar la cultura del atajo que heredamos de las mafias y la guerra. La democracia y el desarrollo necesitan de la juventud.

En su nueva entrevista para la revista SEMANA, usted afirma que la prioridad de su gobierno será la equidad. ¿Podemos acaso hablar de ella cuando, si no hacemos nada especial, el 90  por ciento de los jóvenes de estrato 1 nunca conocerá una institución de educación superior,llámese SENA, Tecnológico o Universidad? Eso quiere decir que ellos necesariamente vivirán en las mismas condiciones de miseria en la que vivieron sus padres. La educación es el único mecanismo, a mediano plazo, que logra de manera sostenida la movilidad social de las personas, de las familias y de las sociedades. Usted y el país lo saben. Los jóvenes lo que están haciendo es recordárnoslo.

En campaña, usted nos dijo que era el candidato de los jóvenes. ¿Acaso puede ser cierto que uno de los presidentes más jóvenes en la historia de Colombia no se digne escuchar a estudiantes que protestan de manera pacífica, reflexiva y organizada?

Durante los 100 primeros días de gobierno usted ha hablado de diversos pactos por Colombia. Uno de ellos, posiblemente el más importante, el pacto por la educación ¿Quién va creer en un pacto por la educación que deja por fuera a los estudiantes que desde hace más de un mes llenan las calles de música, alegría, argumentos y dignidad?

En Colombia es muy común que los presidentes se reúnen frecuentemente con cantantes, deportistas, empresarios y rectores de universidades privadas, pero es histórico que lo hagan con rectores de universidades oficiales. Esa foto de un presidente con los rectores del Sistema de Universidades Estatales (SUE) nunca la habíamos visto en Colombia. De allí la trascendencia del acuerdo que usted firmó con ellos. Eso lo tiene que entender el país. Usted empezó con pie derecho cuando recibió a los rectores de las universidades oficiales en el Palacio de Nariño.

 

Llevábamos 25 años disminuyendo cada año los recursos para las universidades oficiales; la historia reconocerá lo que usted hizo. Todos quienes hemos estudiado el tema educativo sabemos que se hizo un esfuerzo importante y que podríamos iniciar un cambio en la política que se venía trazando desde el año 1992. Sin duda, llegaron algunos recursos nuevos y frescos para funcionamiento, aunque son relativamente pequeños los que se van a transferir para solventar la aguda crisis de la infraestructura de las universidades oficiales. Los jóvenes y los académicos estaremos muy pendientes de que no continúe la transferencia de recursos hacia las universidades privadas, mientras las públicas se caen a pedazos.

Pero usted estuvo mal asesorado y cometió un error que nos condujo al callejón aparentemente sin salida que estamos viviendo: no invitó a los estudiantes que estaban en paro a almorzar a Palacio. No los tuvo en cuenta. No los escuchó. La indiferencia también es una forma de violencia y genera rencor. Es más, ellos fueron claramente maltratados en una primera reunión con el viceministro en la que se dedicó a tomarles del pelo por espacio de nueve horas. Luego la ministra lo intentó, pero tampoco pudo concertar. ¿Entonces debemos condenar a 650.000 jóvenes a la pérdida del semestre por un error de asesoramiento? ¿Dónde quedan sus discursos sobre la unidad y la conciliación?

Con el paso del tiempo han comenzado a tomar fuerza las posiciones más violentas, entre los estudiantes y en el interior del gobierno. No es bueno para el país que eso suceda y mucho menos que usted las deje crecer. En la última marcha ya se hicieron sentir pequeños grupos de encapuchados desadaptados que amenazaron a los líderes estudiantiles y que lanzaron bombas incendiarias contra medios de comunicación. La inmensa mayoría de los estudiantes condena explícitamente estos actos. Sin duda, los estudiantes deben cerrar filas y expulsar de sus marchas a quienes lleven capuchas, porque las causas justas se defienden de frente, con la cara descubierta, con argumentos y a plena luz del día.  Pero los violentos ganarán la partida si su respuesta sigue siendo la indiferencia. Lo mismo sucede con quienes en el interior del gobierno piden mano fuerte, descargas eléctricas y cárcel para los promotores. Si sigue postergado el diálogo, es inevitable que estas voces tomen fuerza en el gobierno, el congreso y la movilización estudiantil.

En los dos sondeos de opinión que se han realizado en esta época, el 96 por ciento está a favor de la lucha de los estudiantes. Es comprensible: la población defiende el derecho a la educación, aunque es implacable para rechazar los actos de violencia. Eso lo sabemos todos y por ello hay sectores extremistas interesados en que no se inicien los diálogos, en difamar del movimiento estudiantil y en hacerlo presentar como terrorista. ¿Usted de qué lado de la historia está?

Estos jóvenes han dado muestras de enorme reflexión, paz y argumentación. Han programado cinco marchas y la gran mayoría de ellas ha tenido un comportamiento ejemplar. Ha habido brigadas para limpiar los letreros que algunos desadaptados pintan delante; ha habido cordones de estudiantes para proteger a la Policía; ha habido intercambio de abrazos y flores con la fuerza pública, porque la casi totalidad tiene claro que el problema no es la policía, sino una política pública que se ha ensañado contra la educación oficial en las últimas dos décadas.

Con los rectores dio usted un paso importante, pero quedaron puntos esenciales por tratar con quienes han organizado los paros y las marchas. Muchos jóvenes no tienen las condiciones para pagar las deudas con el Icetex. Todo indica que es más del 50 por ciento de quienes contrajeron deudas años atrás. El Estado no puede actuar como banquero usurero y obligar al pago a quien no tiene trabajo. Es un tema complejo y lento de resolver, pero en eso tienen toda la razón. También la tienen cuando solicitan un apoyo para la inversión en ciencia que se ha ido apagando en el país. En 2018, Colciencias recibió la mitad de los recursos con que contaba en 2012. Llegamos al fondo de la tabla entre los países que más recursos invierten en ciencia en América Latina. Es justa su lucha ya que, sin aumentar la inversión, no saldremos del subdesarrollo. Así mismo, hay que hacer un programa a mediano plazo que garantice el estudio de los sectores más pobres de la población. Como país, podríamos apostarle a ir garantizando muy gradualmente el derecho que, en una democracia, le asiste a la población de recibir educación de calidad. Un buen gobernante no respondería con gases lacrimógenos y detenciones a una población ávida de movilidad social y deseos de progreso. Como hacen los buenos padres: les daría educación de calidad y les pediría esfuerzo y dedicación.

Los jóvenes tienen que mermar en sus peticiones, tienen que entender que ya se tomaron algunas medidas para fortalecer la educación pública y que el esfuerzo que se haga no solo debe orientarse a la educación superior. Tenemos falencias críticas en la educación inicial. Estamos en pañales para crear un sistema que garantice que los niños de los hogares más pobres reciban educación inicial de calidad. También tenemos serias dificultades para garantizar que no se retire el 40 por ciento de los jóvenes sin culminar sus estudios de educación media.

Unos años atrás el país hizo un esfuerzo importante para garantizar que superáramos la violencia. Se crearon impuestos y se invirtieron importantes recursos para dotar de armamento, inteligencia y miembros a las Fuerzas Militares. La estrategia funcionó y la balanza comenzó a inclinarse a favor de las Fuerzas Militares y en contra del movimiento guerrillero. Hoy ha llegado el momento de una estrategia similar para darle el impulso que requiere la educación, en recursos, en innovación y en ideas. Usted puede pasar a la historia como el presidente que tomó esa decisión.

Esta semana, un periodista me preguntaba si la crisis en el sector de la educación podía interpretarse como una “papa caliente” que usted recibió. Le dije que no debería serlo. Por el contrario, que todo buen padre sabía que lo mejor que le puede dejar a sus hijos es buena educación y que si tuviéramos buenos gobernantes sabrían que deberían dejarles muy buena educación a sus ciudadanos. En consecuencia, creo que usted tiene una oportunidad de oro para impulsar el crecimiento y el desarrollo sostenido. Lo que hoy hagamos en ciencia y educación determinará qué pasará con el país unas décadas después. Lo que sí es bien claro es que un país que no escucha a su juventud, no puede llamarse una democracia.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/julian-de-zubiria-le-escribe-una-carta-al-presidente-ivan-duque-sobre-el-paro-estudiantil-2018/590543

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Entrevista a Monedero: «La posibilidad de superar el neoliberalismo en A.L. tuvo que ver con volver a emocionar

Por: CLACSO TV.

Juan Carlos Monedero, España. Politólogo y escritor, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid. Ex secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos. Presentador del programa de debate político La Tuerka en Público TV.4. VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales «Transformaciones democráticas, justicia social y procesos de paz», del 9 al 13 de noviembre de 2015 en Medellín, Colombia.

 

Fuente de la entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=MU8EaU8uwdA

 

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Leonardo Boff: La ética del cuidado (Vídeo)

Por: Redprodepaz Por una Colombia en Paz.

¿Cómo lograr una paz sostenible en Colombia? Para el filósofo, teólogo y autor brasileño Leonardo Boff, la ética del cuidado – empezando con uno mismo – juega un papel clave en este proceso. El 14 de noviembre 2017 la Redprodepaz lo invitó a Bogotá a un conversatorio sobre el tema – el vídeo de lo cual estamos compartiendo aquí con ustedes.

Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=JiU0tJXjTds

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Efecto dominó en Amazonia

Por: Margarita Pacheco.

La deforestación abierta y sin control en la Amazonia colombiana, las perspectivas de “progreso” anunciadas por el próximo gobierno brasilero para la región, y la tímida posición de políticas de Estado para la defensa de los derechos de la Amazonia, prende las alarmas frente al probable efecto dominó que se vislumbra a corto plazo, al otro lado Río Amazonas que marca la frontera.

Informa la Gran Alianza contra la Deforestación, que la palma de aceite, tan ilegal como la coca, está haciendo estragos en las selvas del Guaviare. Existen denuncias contra el gobernador pero sigue tan campante.  La Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible FCDS, en alianza con Semana Sostenible y Bomba Estéreo y el apoyo de Noruega, alerta por redes sociales, en tiempo real, la dramático pérdida de biodiversidad y la pasividad del Estado ante estos delitos. Los delincuentes siguen sueltos, olímpicos, haciendo estragos a lado y lado de la frontera.

En la amazonia colombiana se vive una nueva colonización a la brava, que combinada con la anunciada en el Brasil, se convierte en catástrofe planetaria,  pelando el bosque para meter vacas, palma de aceite, coca, oro, petróleo y minerales, entre otros. Hacendados protegidos por el manto de corrupción que invade la selva,  también están exentos de impuestos y de IVA, y avanzan sin compasión, poniendo en alerta roja el cumplimiento de las metas del Acuerdo de Paris, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, del Convenio de Diversidad Biológica, y la misión del Tratado de Cooperación Amazónica.

Esta región estratégica para enfrentar la crisis climática del Antropoceno, exige de de cada país de la cuenca, acciones mejor armonizadas para optimizar los apoyos millonarios de la cooperación internacional que están en curso de ejecución en Putumayo, Amazonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, Vichada y poblados limítrofes en cuatro fronteras. Sin embargo, ojo con el efecto dominó  de Brasil hacia Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, amenazados por posibles flujos migratorios ante la aterradora política de expansión agroindustrial en los departamentos amazónicos del Brasil.

Para evitar sorpresas y prevenir más desastres socio-ambientales, Colombia debería revisar su agenda internacional amazónica. El canal institucional que ya es cuarentón y tiene su Secretaria Permanente en Brasilia, es el Tratado de Cooperación Amazónica (TCA). Es hora de ponerle pilas y exigirle mayor presencia frente a los problemas en curso y los que se avecinan. La misión del TCA en el papel es loable, pero debe ser evaluado en territorio bajo las condiciones políticas actuales, para una acción concertada entre los ocho países miembros: Brasil, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Guyana, Surinam y Bolivia.

En la actual sede en Brasilia, el TCA parece estar lejos de moverse con libertad y enfoques diferentes al del país anfitrión. Desde su creación en 1973, ahora se enfrenta a la disyuntiva de cuál será la ruta de apoyo a la colonización agroindustrial de la selva, bajo el peligroso enfoque de “progreso”, con cientos de Pueblos Indígenas que no quieren vivir de regalías ni de migas envenenadas que va dejando la minería en la selva.

Qué posición tomarán los países que conforman el TCA ante la dinámica actual y la amenaza promovida por Brasil en la cuenca amazónica?

El presidente Bolsonaro cuestionó el Acuerdo de París alegando que ponía en peligro la soberanía nacional, desestimó el trabajo de organizaciones ambientales y afirmó que no habría “ni un milímetro más de tierras para los indígenas». ¿Será esa la ruta dominante en la agenda del TCA, o se irá en contravía con los principios de paz territorial y desarrollo rural sostenible que apoyan el Fondo Europeo para la Paz en asocio con autoridades locales, regionales y  comunidades locales?

La Unión Europea, países miembros, Noruega y recientemente Hungría, aportan a Colombia más de 95 millones de euros (unos 250 mil millones de pesos). Este Fondo tiene entre sus objetivos apoyar el desarrollo rural integral de las zonas más afectadas por el conflicto y la reincorporación social y económica de excombatientes. El director de Corpoamazonia Alexander Mejía, coordinador de uno de los proyectos en el Putumayo, lamenta hoy que el bosque no  haya hecho parte del Desarrollo Rural Integral del Acuerdo del Estado con las FARC.

Si mismo Estado apoyó la “colonización dirigida” dando alicientes para “tumbar monte y hacer mejoras”, hoy muchos de los hijos de colonos escapados de la violencia andina, se asocian para proteger bosques y  hacer pedagogía con otros campesinos. El Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI ha sido líder en convocar a muchos de ellos para la restauración de suelos y adelantar modelos agro-silvo-pastoriles para la sostenibilidad de la Amazonia. Esas buenas prácticas en curso deberían ser de gran utilidad para otros países del TCA, con procesos de deforestación similares al de la Amazonia en Colombia.

Si Brasil pone en marcha propuestas de campaña como reducir el tiempo para la concesión de licencias ambientales, (que Colombia llamó escandalosamente licencias exprés), acabar con las multas a grandes multinacionales que comprometen la salud y conservación de territorios ancestrales, y si se limitan las fronteras de expansión de Pueblos Indígenas y comunidades en aislamiento voluntario, es posible que se genere un nuevo flujo migratorio transfronterizo, provocando desplazamiento de poblaciones. La experiencia de acaparamiento de tierras de los Nukak Maku en  el Guaviare, desplazando familias nómadas de su hábitat es una tragedia que no debe repetirse. Este es un riesgo alto para la región, como una mecha encendida que terminaría en polvorín en los pueblos de las fronteras de Colombia en la cuenca amazónica.

Es entonces el momento de debatir, en el marco del TCA, propuestas de política de cooperación transamazónica, no tanto en diálogo cerrado entre diplomáticos encorbatados sino abriendo el debate y asociando a líderes que viven en la región y conocen la complejidad de intereses que se mueven en la Amazonia. Urgen vientos de cambio en la gobernanza de la cuenca, renovando la misión y representatividad en las comisiones negociadoras en Brasilia. Se necesita un vuelco en la diplomacia amazónica.

Sería oportuno que Colombia se propusiera ser sede de un nuevo Secretariado Permanente de la OTCA y pedir la rotación de la sede a una ciudad amazónica de Colombia. Leticia, Florencia o Mocoa podrían ser sedes para abordar la nueva realidad. Sería un reto para negociadores de la Cancillería, conocedores de la problemática, para llevar esa propuesta al Consejo de Ministros de países amazónicos, antes de que sea tarde y las políticas neo-colonizadoras cojan vuelo y afecten a los demás territorios.

 

¿Qué líderes amazónicos participan en la Comisión Permanente de Colombia ante el TCA y cuál será la agenda, ante las perspectivas de “progreso” de la ultraderecha brasilera?

En plena discusión política de la Ley de Financiación, es oportuna la propuesta del Profesor Germán Poveda (1) de impulsar la penalización económica de la deforestación e imponer un impuesto a la ganadería extensiva y a los cultivos de palma de aceite y otros monocultivos extensivos que la propician. Poner impuestos permanentes a la quema de combustibles fósiles ya es una recomendación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Así, el IVA debería aplicarse también a la coca, la leche, carne y tierras notariadas en baldíos de la Nación.

Si se pudiera negociar un nuevo capítulo de vida del Tratado de Cooperación Amazónica, Colombia tendría la oportunidad de proponerse como sede para defender sus propios compromisos en las agendas internacionales. El Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI y su sede principal en Leticia  podrían aportar valiosos insumos para una estrategia de cooperación, más robusta.

En la Amazonia colombiana hay personal altamente calificado para asumir retos y apoyar la cooperación bilateral y la eventual nueva sede de la OTCA en Colombia. La joven Gobernadora del Putumayo Sorrel Arroca, el Alcalde de Orito, Manuel Eduardo Ociró Carabalí, hijo de la migración del Pacífico al Putumayo, mujeres indígenas líderes como Luz Marina Agreda Chindoy del Pueblo Camentsa, expresan con entusiasmo la defensa de la paz y el potencial que tienen los productos del bosque en los mercados nacionales e internacionales. Ellos y ellas, organizaciones de Autoridades Indígenas, científicos, conocimiento ancestral sobre la biodiversidad, fundaciones y ONGs establecidas en la Amazonia, deberían reclamar una mejor representación de sus intereses en la Comisión Nacional Permanente ante la OTCA y dar mayor visibilidad a conocimientos acumulados.

Las universidades con sedes en ciudades amazónicas, Corpoamazonia y el SINCHI, Fundación Tropenbos Colombia, Fundación Gaia, Puerto Rastrojo,  Omacha, Natura, Akayu y otras tantas ONGs locales, nacionales e internacionales comprometidas, mantienen diálogos abiertos con una multiplicidad de actores sociales en poblados selváticos, en ríos y valles en la alta montaña andino-amazónica, en un todo conectado. Muchos de los proyectos de cooperación internacional y de ONGs están hoy dispersos en el vasto territorio, requieren mejorar la comunicación entre ellos, la  comunicación e interlocución entre las comunidades y la institucionalidad. Este reto es parte de la agenda estratégica del desarrollo rural integral en la selva.

Urge el reconocimiento de una Amazonia con derechos, capacitar y educar con propuestas que permitan otros enfoques del desarrollo endógeno de la Amazonia y mitiguen impactos destructivos.  La región Amazónica se encuentra intervenida por instituciones privadas y gubernamentales del ámbito regional nacional e internacional con diferentes programas, proyectos de cooperación, procesos organizativos, desplazamientos y actividades ilegales. El Estado podría tener mayor presencia para evitar atentados contra la integridad y conectividad del ecosistema, proteger la cosmovisión de sus pobladores ancestrales, su armonía física, espiritual y ambiental.

La gente reclama la necesidad de dar cumplimiento a las normas especiales como contar con el consentimiento libre, previo e informado, realizando el debido proceso de concertación y consulta involucrando a los diferentes pueblos indígenas, convocando a las autoridades tradicionales de las comunidades, cabildos y / u organizaciones indígenas, de manera que las acciones proyectadas contribuyan realmente al fortalecimiento político, social, económico, cultural de las etnias. Es un derecho inalienable.

En la región existe una diversidad de organizaciones con orientaciones interculturales, en ocasiones se agrupan y representan a comunidades indígenas ante las diversas instituciones públicas y privadas. Según el portal de Corpoamazonia, en Amazonas existen 14 organizaciones, en el Putumayo 16 y 4 en el Caquetá. Los pueblos indígenas del Sur de la Amazonía Colombiana se caracterizan por tener sus propios sistemas tradicionales de autoridad, enseñanza y aprendizaje, de salud – medicina tradicional, manejo ambiental, entre otros. Estas particularidades están reconocidas por las leyes colombianas y los acuerdos internacionales y están siendo respetadas y valoradas por los programas de cooperación que se ejecutan con recursos del Fondo Fiduciario para la Paz de la Unión Europea en Colombia y países miembros.

Este fondo y la cooperación húngara dieron nacimiento esta semana a un nuevo proyecto de cooperación llamado “Implementación de alternativas sostenibles y Eco-amigables en Putumayo”. Este y otros proyectos en curso en diferentes municipios en la región apoyan el desarrollo social y económico entre comunidades locales, víctimas y excombatientes. En el Putumayo, los municipios de Puerto Guzmán, Puerto Leguízamo, Orito, San Miguel, Puerto Asís y Mocoa se verán beneficiados por estos proyectos, bajo la coordinación de Corpoamazonia.

Ojala el Tratado de Cooperación Amazónica, en una sede renovada fuera de Brasil, apoye la coherencia de acciones en curso entre países que comparten culturas, ríos y selvas con fronteras invisibles, ante el peligro de una situación política que puede tener rápido efecto dominó.

  1. El Tratado de Cooperación Amazónica (TCA) se creó el 3 de julio de 1978 con ocho países amazónicos, buscando promover la investigación científica y tecnológica y el intercambio de información; la utilización racional de los recursos naturales; la libertad de navegación de los ríos amazónicos; la protección de la navegación y del comercio; la preservación del patrimonio cultural; los cuidados de la salud; la creación y operación de centros de investigación; el establecimiento de una adecuada infraestructura de transportes y comunicaciones; el incremento del turismo y el comercio fronterizo.
  2. Poveda, Germán. Para cumplir con Acuerdo de Paris, Colombia debe penalizar la deforestación. UN Periódico digital. Universidad Nacional de Colombia. 7 nov de 2018

Fuente del artículo: https://www.semana.com/opinion/articulo/efecto-domino-en-amazonia-columna-de-margarita-pacheco/590054

 

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Seminario discutió retos y caminos para la realización de una Educación Emancipadora y Transformadora

 

El evento, que reunió a comunidades educativas y activistas por el derecho humano a la educación de distintos países de América Latina y el Caribe, dio inicio a la X Asamblea Regional de la CLADE

 

 

 

 

 

 

 

 

En el marco de la inauguración de la X Asamblea Regional de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), se realizó ayer (22 de octubre) en Bogotá, Colombia, el seminario público “Por una educación emancipadora y garante de derechos”. El encuentro, que contó con la presencia de activistas y miembros de la CLADE en distintos países de América Latina y el Caribe, se propuso reflexionar sobre la necesidad de transformar la educación de América Latina y el Caribe desde una perspectiva emancipadora, que permita contribuir a la construcción de sociedades más igualitarias, inclusivas y promotoras de justicia socioeconómica y ambiental.

En las bienvenidas al evento, María Elena Urbano, coordinadora de la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación, anfitriona de esta X Asamblea de la CLADE, señaló que una educación emancipadora debe reconocer a la multiplicidad de contextos de las y los estudiantes y promover su pensamiento crítico, permitiéndoles dudar, cuestionar, interpelar y desarrollar todas sus potencialidades.

Camilla Croso: ““En el contexto de nuestra Asamblea, impulsamos la movilización ‘Educar para la Libertad’, la cual invita a dialogar y realizar círculos de diálogo para discutir qué es y cómo garantizar una educación emancipadora y popular”.

A su vez, la coordinadora general de la CLADE, Camilla Croso, comentó que esta Asamblea mantiene la misma temática de la anterior porque sigue siendo un reto para nuestra región garantizar una educación comprometida con la libertad y el cumplimiento de derechos. Señaló también que la CLADE aposta en la realización de esta educación en distintos espacios más allá de la escuela, como bibliotecas, plazas, calles, espacios públicos, desde la participación y las luchas sociales, etc. “En el contexto de nuestra Asamblea, impulsamos la movilización ‘Educar para la Libertad’, la cual invita a dialogar y realizar círculos de diálogo para discutir qué es y cómo garantizar una educación emancipadora y popular. En los tiempos que vivimos, de riesgo para las democracias y nuestra libertad de expresión, queremos invitar a que se lleve este debate y reflexión a la base”, añadió.

Pedagogías transformadoras y decolonizadoras – Con este tema, tuvo inicio la primera mesa del evento, con la presencia de Daniel Domingo López, Vice-ministro de Educación Bilingüe Intercultural de Guatemala, y Alfonso Tamayo, doctor en Filosofía y profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia (UPN).

Daniel Domingo López: “Planteamos un sistema educativo que responda a la pluralidad, la diversidad de culturas y lenguas, y a la interculturalidad”

López comentó algunos avances normativos que se han logrado para la realización de una educación intercultural bilingue en Guatemala, pero enfatizó que todavía falta concretarlos en la práctica. “Planteamos un sistema educativo que responda a la pluralidad, la diversidad de culturas y lenguas, y a la interculturalidad”, destacó.

Indicó, asimismo, algunos elementos importantes hacia la decolonización de nuestros sistemas educativos, entre ellos: recuperar el protagonismo de los pueblos como entes políticos y la educación en su finalidad política y de construcción de Estados plurales con convivencia intercultural; institucionalizar la participación de los pueblos en los sistemas educativos; y apoyar desde el Estado a los pueblos indígenas en la sistematización y realización de sus propias alternativas educativas.

En su intervención, Alfonso Tamayo subrayó que, para garantizar una educación emancipadora y decolonizadora, es necesario recuperar la educación como un asunto público por excelencia, como algo que constituye a los países y permite solucionar colectivamente los problemas nacionales fundamentales.

El legado del educador brasileño Paulo Freire, afirmando que “no hay aprendizaje ni esperanza sin autonomía. No hay docencia sin decencia. El conocimiento es una construcción social desde nuestros propios saberes, es un diálogo de saberes. La realidad es una construcción social y los hombres y mujeres pueden transformarla”. Agregó que reconocer a los diversos saberes es algo vital para construir un proyecto educativo alternativo al modelo hegemónico de escuela neoliberal, enfocado en competencias, estándares y resultados en pruebas internacionales.

 

Fuente de la reseña: http://www.educarparalalibertad.org/noticia/seminario-discutio-retos-y-caminos-para-la-realizacion-de-una-educacion-emancipadora-y-transformadora/

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Por una educación liberadora ¡Que viva la rebeldía del Movimiento Estudiantil Colombiano!

Por: Jhon Jairo Salinas.

El 10 de octubre, del año 2018, se marcara un hito histórico del movimiento estudiantil Colombiano. La rebeldía, el ímpetu, la energía y la ternura de los jóvenes, universitarios hacen reverdecer la esperanza de que aun todavía, podamos soñar por una educación, liberadora y autónoma, libre del mercantilismo que, nos quieren imponer los dioses del neoliberalismo y del capitalismo salvaje.

Las calles, de las diferentes ciudades del país, hicieron que los jóvenes universitarios, fuera un territorio de lucha y rebeldía popular. El polvorín de las distintas manifestaciones, hicieron temblar los cimientos, de las instituciones regentadas, por los mercaderes de la educación en Colombia, encabeza del neoliberal presidente Iván Duque.

Los gritos y las consignas expresadas. ¡Viva la U, Viva la U, no la dejes privatizar!, ¡Y, no, nos da la gana de ser una colonia norte americana!, hacen que estas retumben en los oídos sordos, de un Estado que no quiere entender, que la fuerza y la esperanza de nuestros jóvenes universitarios serán el crisol, del cambio y profundización de una educación pública y gratuita.

Por eso recordamos algunas fechas históricas como referentes de la lucha estudiantil Latino Americana y del mayo de 68 en Paris, Francia:

“El 3 de mayo de 1968 la Universidad de la Sorbona de París bullía por la agitación, los estudiantes de Nanterre habían intentado participar en la manifestación obrera. El rector llamó a la policía y el edificio fue desalojado. Los estudiantes invadieron el Barrio Latino, y en la noche del 3 al 4 de mayo las calles se llenaron de barricadas y enfrentamientos con la policía.”.
Esta fecha histórica es como si nos hubiéramos regresado al movimiento del 68 en parís.

Como dice el poema de Mario Benedetti. (…) ¿Qué les queda por probar a los jóvenes? (…), en este caso a los jóvenes de Colombia les queda por, probar la arremetida de un gobierno mezquino, autoritario y autócrata. Que quiere imponer la lógica del mercado en la educación, desconociendo que esta es un derecho básico fundamental.

La universidad como expresaba Ernesto el Che Guevara “…qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entren los alumnos, sino también entren los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo (…). En este caso interpretando las palabras del Che, la Universidad en Colombia es para los indígenas, negros, mestizos, blancos, conjugando las razas en un solo verbo (revolución).

Hoy, más que nunca el movimiento estudiantil de Colombia reivindica el manifiesto de córdoba “Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.»

«La rebeldía estalla ahora en Córdoba y es violenta porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y —lo que es peor aún— el lugar donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático.

Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza, y el ensanchamiento vital de organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.» (Manifiesto de Córdoba Argentina 21 de junio de 1918).

Jóvenes estudiantes universitarios, ustedes ya inscribieron su propio manifiesto. ¡Por una educación liberadora, mas no alienadora!

 

 Fotografía: Jhon Jairo Salinas. Marcha Estudiantes Uniquindìo.

Colombia le dice a través del movimiento estudiantil, que los jóvenes latino americanos enarbolaran la bandera de la justicia, de la solidaridad, la equidad, como principios rectores de una verdadera educación liberadora.

El manifiesto de córdoba, la revolución de mayo del 68, la revolución de los pingüinos del movimiento estudiantil de Chile, junto a la reivindicación política de los Estudiantes Universitarios de Colombia. Serán el acicate para definir el rumbo de una América unida, libre, soberana, como soñó bolívar y miranda. Como homenaje al maestro, de maestros Simón Rodríguez, y el padre de la pedagogía Paulo Freire, se convertirán en el faro de la dignidad de la educación del pueblo oprimido.

 

 Fotografía: Manuel Alejandro López/Marcha Estudiantes Uniquindìo.

“Cuanto más pienso en la práctica educativa y reconozco la responsabilidad que ella nos exige, más me convenzo de nuestro deber de luchar para que ella sea realmente respetada. Si no somos tratados con dignidad y decencia por la administración privada o pública de la educación, es difícil que se concrete el respeto que como maestros debemos a los educandos”. (P.Freire).

Este es un pequeño y humilde escrito dedicado a nuestros jóvenes universitarios y en general a todo el movimiento estudiantil latino americano.

Fuente del artículo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=247744

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“La Educación Pública y Emancipadora debe superar el capitalismo, el patriarcado y la colonización de saberes”, dicen activistas y educadoras/es

América del Sur/ Colombia/ Fuente: www.educarparalalibertad.org.

 

En la última mesa de diálogos de un seminario público organizado por la CLADE, especialistas, educadoras/es y activistas por el derecho a la educación analizaron la privatización y mercantilización de la educación y abordaron estrategias para el fortalecimiento de la educación pública, gratuita y garante de derechos

Los procesos de privatización y mercantilización de la educación que se llevan a cabo en América Latina y el Caribe fueron una de las problemáticas que se discutieron durante la mesa de diálogos y reflexión “Fortalecimiento de la educación pública garante de derechos”, que formó parte en el programa del Seminario Público “Por una educación emancipadora y garante de derechos”, realizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en el marco de su X Asamblea Regional en Bogotá, Colombia.

Myriam Feldfeber, investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina, fue una de las participantes de este debate. En su intervención, subrayó como obstáculos para la realización del derecho humano a la educación pública y gratuita en nuestra región: las políticas de austeridad y ajuste fiscal que llevan a cabo muchos gobiernos, reduciendo el presupuesto de políticas sociales, así como el desarrollo de contra-reformas educativas. El estudiante y el docente como sujetos políticos están casi ausentes en muchos de los países, mientras que se usan los centros educativos a favor de negocios privados. Por ejemplo, Mauricio Macri, en Argentina, utiliza la universidad pública para negocios privados y la plantea como lugar para reforzar valores antidemocráticos”, explica.

Según la investigadora, estas tendencias privatizadoras se expresan en base a la idea de que la educación debe estar a servicio de formar emprendedores y liderazgo, modelo este que no valoriza el rol de las y los docentes como interlocutoras/es en el debate sobre las políticas públicas educativas y aparece desapegado de cualquier discusión pedagógica y del aprendizaje de todas y todos. Asimismo, de acuerdo a Feldfeber, este modelo se fundamenta en la aplicación de pruebas estandarizadas para medir la calidad educativa, como el PISA, programa internacional de evaluación de estudiantes, que es coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Es necesario avanzar en estrategias y políticas públicas para fortalecer el derecho humano a la educación pública y gratuita y contrarrestar procesos de privatización educativa y la perspectiva economicista de la educación. Para ello, se requiere también el diálogo de saberes y el fortalecimiento de los movimientos estudiantil y de contracultura. Desde la educación y de estos movimientos, debemos luchar contra el capitalismo y el patriarcado, así como por la decolonización”, afirmó.

Diego Parra, integrante del Foro por el Derecho a la Educación Pública de Chile, y Edgar Isch, de la Red Social para la Educación Pública en las Américas (Red SEPA) en Ecuador, también participaron en la mesa.

En su intervención, Parra presentó el contexto de la privatización del sistema educativo en Chile, señalando que hay dos modalidades de privatización: la exógena, la cual facilita que los proveedores privados emerjan y/o expandan su actividad en el sector educativo, y la endógena, que introduce normas, reglas y mecanismos de mercado en la educación, como la competencia, la libre elección, etc.

“El modelo neoliberal se consolida en el sector educativo. Las alianzas público-privadas son históricas y los gobiernos de izquierda, además de no cuestionar este proceso, consolidan y aceleran los niveles de privatización. En Chile, las escuelas privadas son resultado de la incapacidad o falta de voluntad política de los gobiernos a la hora de responder a la demanda educativa”, explicó;

A su vez, Edgar Isch señaló que existe una cultura hegemónica que se impone en el ámbito político, económico, de la comunicación y de la educación. “La colonización se hace desde la educación y el neoliberalismo lucra con la homogeneización de la educación en base al argumento de que ante lo técnico no hay lo que discutir. La despolitización es un proyecto político para estas escuelas homogeneizadas, direccionadas a la competitividad y a la participación en la ‘sociedad del conocimiento’”, afirmó.

En ese sentido, subrayó que es necesario politizar nuevamente los centros educativos y tomar partido por una educación popular, hacia la dignidad, la pedagogía crítica y el establecimiento de nexos sólidos al interior de la comunidad educativa. Defendió la autoevaluación como ejercicio colectivo que permita mejorar el sistema educativo y mejorarnos como personas y sociedad; y a la vez destacó la importancia de valorar los saberes y cosmovisiones de los diferentes pueblos, para que se pueda garantizar una educación pública decolonizadora, transformadora y que garantice derechos. “El buen vivir es una alternativa al desarrollo, no un modelo de desarrollo”, añadió.

Fuente de la noticia: http://www.educarparalalibertad.org/noticia/la-educacion-publica-y-emancipadora-debe-superar-el-capitalismo-el-patriarcado-y-la-colonizacion-de-saberes-dicen-activistas-y-educadoras-es/

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