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Generaciones, ancestros, ramificaciones y matemáticas

Por: Ignacio Mantilla

A veces las matemáticas nos permiten entender algunos fenómenos sociales, también algunas veces nos facilitan la comprensión de ciertos mensajes. A este último caso quiero dedicar las reflexiones de hoy.

Hay un viejo problema, muy sencillo de comprender, que conocí hace años, siendo estudiante de matemáticas; se trata de hacer un cálculo simple que nos muestra cifras sorprendentes sobre el número de nuestros ancestros. El tema vino a mi memoria al ver hace algunos días el bello video de Alejandro Balbi, disponible en internet bajo el título de “Matemáticas Ancestrales”.

La denominación de una generación, medida en años, es comúnmente confundida con las décadas. Se habla de la generación de los 70 o de los 80, haciendo alusión a los nacidos en esas décadas. También existe el criterio de definir una generación de acuerdo con las costumbres de las personas en un período de tiempo y se tiende a confundir la duración de una generación con el tiempo que dura un hábito general, un modo de educación o incluso un uso común de transporte, de determinados aparatos, de procedimientos médicos o de un tipo de alimentación. Es decir, períodos de hábitos, usos o costumbres que luego desaparecen o que dejan de ser frecuentes. También hay otros ejemplos de denominación muy difundidos hoy, como la “generación X” o la “generación de millennials”.

Es mucho más acertado, en cambio, decir por ejemplo, que un restaurante ha pertenecido a tres generaciones distintas cuando se hace referencia a que el padre y el abuelo del actual propietario también fueron sus dueños.

Si aceptamos que el lapso de tiempo que abarca una generación es la diferencia de edad entre padres e hijos y tenemos en cuenta que la mayoría de las madres tienen sus hijos entre los 17 y los 33 años, entonces 25 años es un promedio adecuado para una generación estándar. Naturalmente hay sociedades, países o incluso estratos en los que estos rangos son distintos.

Ahora vamos a hacer un cálculo sencillo: todos tenemos una madre y un padre, es decir 2 personas de las que descendemos, que pertenecen entonces a la primera generación que nos antecede. Todos tenemos 4 abuelos, que pertenecen a la segunda generación. De la misma forma, todos tenemos 8 (2 elevado a la 3) bisabuelos, en la tercera generación. Continuando de esta manera, encontramos 16 (2 elevado a la 4) tatarabuelos en la cuarta generación; y tenemos 32 (2 elevado a la 5) “tatara-tatarabuelos», y así sucesivamente, de tal forma que en la generación número 10 anterior tuvimos (2 elevado a la 10) “tras-tatarabuelos»; esto es 1024 personas pertenecientes a la décima generación anterior, es decir que vivieron hace unos 250 años, de las que descendemos en forma directa.

Pero si examinamos un poco más atrás y nos ubicamos, por ejemplo, en 1492, cuando Cristobal Colón arribó a estas tierras, es decir 21 generaciones antes, y queremos saber cuántos son nuestros “tras-tatarabuelos” de aquella época, nos sorprenderemos. En efecto, encontramos que fueron 2 097 152 (2 elevado a la 21). Dicho de otra forma: cada uno de nosotros existe hoy, gracias a más de dos millones de personas que vivían cuando se descubrió América, que nos han dado una descendencia directa a través de padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, en fin, “tras-tatarabuelos”. Con una sola de esas personas que hubiese faltado, no habríamos nacido, pues en este cálculo estamos teniendo en cuenta solo ancestros directos.

A estas tierras, que habitaban los pueblos indígenas, llegaron desde el descubrimiento de América grupos importantes de inmigrantes de todo el mundo, y entre todos hemos conformado una gran familia. Con una alta probabilidad, en ese amplio grupo de personas que también intervinieron después, encontramos algún “tras-tatarabuelo” común sin que lo sepamos. En efecto, si sumamos ahora los padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y “tras-tatarabuelos” de las generaciones que siguieron a los 2 097 152 iniciales, obtenemos la cifra de 4 194 302 (que corresponde a 2 elevado a la 22, menos 2). Ese es el número de personas que, desde Colón, conforma el grupo de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, y “tras-tatarabuelos” hasta la generación 21. Imaginemos ahora cómo sería si contáramos hermanos, primos, tíos y demás parentela de nuestros ancestros directos.

En ese inmenso grupo de ancestros de cada uno de nosotros hubo, como bien lo señala Alejandro Balbi en el video antes mencionado, campesinos, profesores, comerciantes, religiosos, artesanos, aventureros, prostitutas, navegantes, ladrones, empresarios, gobernantes, obreros, en fin, no lo sabemos. Muy poco sabemos sobre nuestros ancestros antes de la tercera generación, pero cuando nos cruzamos con un desconocido en la calle, muy probablemente se trata de un pariente con quien tenemos algún “tras-tatarabuelo” común. Igual cuando nos cruzamos con un indigente que cuando tropezamos con un ejecutivo. En ambos casos la probabilidad es alta.

La curiosidad por estos temas ha conducido actualmente al estudio de la composición de árboles genealógicos y de la ramificación de los grupos familiares como un problema de interés en muchas investigaciones formales de las Matemáticas, la Estadística y la Actuaría, pero principalmente en una rama de la Probabilidad y los Procesos Estocásticos denominada Procesos de Ramificación.

Los colombianos somos una numerosa familia, cada uno de nosotros es el milagroso fruto de más de 4 millones de personas que han vivido durante un poco más de 5 siglos para darnos una descendencia directa. Y estoy seguro de que nuestro “tras-tatarabuelo” común esbozaría una sonrisa si observara que ya dejamos de pelearnos.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/generaciones-ancestros-ramificaciones-y-matematicas-columna-682838

Imagen: https://xombitgames.com/2015/01/agiliza-mente-trucos-matematicas

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En Colombia el 40% de los jóvenes no terminan la educación media

Por: Ángel Pérez Martínez

Un estudio realizado por las Universidades Nacional y Andes muestra que en Colombia la proporción de jóvenes entre 16 y 24 años graduados en educación media es muy baja, con notables diferencias entre el sector urbano y rural.

Invitado por la Fundación Compartir a la presentación del estudio sobre Caracterización de la educación media en Colombia, allí se señalaron varios hechos que deberían preocupar a el gobierno nacional, a las entidades territoriales y la sociedad, por cuanto resultan definitivos para la calidad de vida y las posibilidades de desarrollo de los adolescentes y jóvenes del país.

La tasa de graduación de los jóvenes entre 16 y 24 años en Colombia, en el año 2014, alcanzó el 55.7 por ciento, para el sector urbano 63 por ciento, mientras que para el resto rural 31 por ciento. En el periodo 2008 – 2014 la tasa de graduación en la educación media para dicha población aumentó a nivel nacional, 0,92 en promedio por año, 1,51 puntos anuales en el área rural y 0,7 puntos en el área urbana, razón por la cual, los autores, Darío Maldonado y otros, estiman que a este ritmo solo alrededor del año 2042 estaremos en tasas cercanas al 80% (para el sector rural será menos del 70%).

La proporción de jóvenes graduados en educación media cambia entre entidades territoriales. En Bogotá en el año 2014, el 70 por ciento de sus jóvenes entre 16 y 24 años tenían grado en media, en Antioquia se reduce a 56%, Bolívar 53%, Sucre 47%, Córdoba 46%, Nariño 45%, Caquetá y Cauca 40%, Guajira 38% y Chocó 37%.  Además, el estudio señala que la tasa de inasistencia escolar en el 2014 para la población entre 14 y 24 años a nivel nacional fue del 50% (58% sector rural y 47 sector urbano).

Con seguridad leeremos las anteriores cifras y no haremos nada. Esta será una prueba más de una sociedad indolente con la inequidad, la exclusión social y de manera especial con los niños, los adolescentes y los jóvenes del sector rural (los resultados en las pruebas SABER son más bajos en el área rural). También, el estudio sobre la Caracterización de la educación media demuestra el fracaso de un sistema educativo cuya organización, financiación y resultados logra ampliar las brechas entre los jóvenes.

Insisto, en Colombia los jóvenes que no terminan la educación media son la materia prima para reproducir pobreza, ilegalidad y guerra. Mientras que en el año 2014 el 69 por ciento de los jóvenes entre 16 y 24 años se graduaron cuando provenían de un jefe de hogar con educación media, sólo el 30 por ciento lo hizo cuando el jefe de hogar no concluyó primaria. En anterior artículo cité que “entre 2007 y junio de 2013 ingresaron al Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente 130.298 menores. Más del 75 por ciento fue por penas menores y solo el 6 por ciento por homicidio, secuestro, extorsión y delito sexual”. También el DANE en el seguimiento que realiza al trabajo infantil (octubre – diciembre 2015) encontró que la tasa de trabajo para la población de 15 a 17 años era del 24,4 por ciento. La mayoría de los adolescentes y jóvenes que comenten delitos son hombres, lo que se correlaciona con las tasas de graduación en la educación media por género, para la población entre 16 y 24 años: el 60 por ciento de las mujeres se graduaron en 2014, frente al 51 por ciento de los hombres.

En el área rural existen colegios públicos con 10 o más sedes de primaria, distanciadas a más de 2 kilómetros de la sede educativa donde se ofrece el bachillerato y no existe transporte escolar. También, conozco varios colegios públicos y privados que inician el proceso educativo con 4 o 5 cursos (grupos) por grado, en preescolar y en los 2 o 3 primeros años de primaria; luego en la medida que los niños transitan por el sistema escolar, las instituciones escolares van reduciendo el número de cursos por grado, hasta que en la media (grados 10º y 11º) sólo la integran uno o dos cursos.

Lo anterior hace parte de la cultura escolar, cursos iniciales en preescolar y primaria de 20 a 25 estudiantes y luego en bachillerato, sexto grado en adelante, cursos de 40 o 45 estudiantes, con el cuento que ellos son “más grandes y controlables”, esta organización puede funcionar en un colegio con apoyo de padres de familia  y entornos sociales con riqueza económica y cultural (aun así será difícil), pero no en barrios pobres y con cabezas de hogar con escasa educación, allí pasa lo contrario, los adolescentes entre 11 y 16 años requieren cursos pequeños y necesitan más soporte y acompañamiento especializado.

En contravía de una política sería y coherente, en la educación oficial estamos amontonando a los adolescentes en los cursos de secundaria, con ello contribuimos a la infelicidad de los estudiantes y promovemos deserción y repitencia escolar. Las tasas de deserción más altas en Colombia ocurren en los grados sexto y séptimo, la mayoría de quienes desertan en estos grados ya no se graduarán en la educación media.  Necesitamos hacer algo extraordinario en política educativa para lograr que antes del año 2040, todos nuestros jóvenes sean bachilleres.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/en-colombia-los-jovenes-no-terminan-la-educacion-media-angel-perez/242654

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En 2018, Colombia estaría libre de analfabetismo

Colombia 09 marzo 2017/Fuente: El País

La Fundación Give To Colombia y la Organización de los Estados Iberoamericanos, OEI, con el apoyo del Ministerio de Educación, proyectan que en el 2018 Colombia sea declarada un territorio libre de analfabetismo.

Para lograr esta meta, pusieron en marcha el año pasado el Programa Nacional de Alfabetización, ‘Escribiendo cada paso’, con el que pretenden cerrar la brecha de desigualdad de millones de hombres, mujeres y niños que no han tenido acceso a la educación formal en el país, y darles la oportunidad de reescribir una nueva historia de vida.

Mariana Castro Domínguez, directora de proyectos de Give To Colombia, aseguró que “en nuestro país hay miles de personas que no han podido dar uno de los pasos más importantes y es el que les permite empezar a recorrer el camino de la educación”. Esta situación, dijo, de alguna manera los obliga a vivir bajo la sombra de otros.

“Cuando pensamos en analfabetismo creemos que son personas que no saben leer un libro, pero ser un analfabeta va mucho más allá, porque un analfabeta no puede ser una persona independiente, un ciudadano activo; no puede salir a votar, tomar un bus o escribir una carta, pues siempre va a estar dependiendo de otra persona. Aprender cosas tan simples como leer, escribir, sumar y restar, les transforma la vida completamente”, subrayó Castro.

En Colombia hay actualmente 2.7 millones de personas analfabetas, lo que equivale al 5.8 % de la población, y para que la Unesco lo declare un territorio libre de analfabetismo la cifra debe estar por debajo del 4%.

Los analfabetas son personas mayores de 15 años, pues antes de esta edad se considera que está en la etapa normal de aprendizaje para leer y escribir. Una persona analfabeta es aquella que no sabe escribir ni leer.

Esto significa que entre 800.000 y un millón de personas deberán ser instruidas al 2018.

Según datos del Ministerio de Educación Nacional, las zonas donde mayor número de personas iletradas se encuentran son aquellas que han sido azotadas por la violencia y el conflicto armado.

Asimismo, donde ha habido desplazamiento forzado, viven comunidades indígenas y las zonas rurales dispersas.

Esta información ha permitido caracterizar departamentos como Guainía, Vaupés, Vichada, Bolívar, Magdalena, Cauca y Chocó, y municipios como Tumaco y Buenaventura, con un alto porcentaje de analfabetismo.

Otro fenómeno que ha incidido en esta problemática estaría relacionado con la cultura machista.

“Muchas mujeres no han podido ir a la escuela porque se tiene la idea de que para qué van a estudiar si ellas se tienen que quedar atendiendo las labores de la casa y cuidando los hijos. Nosotros nos enfocaremos en las mujeres analfabetas de las zonas rurales, desplazadas y que son cabeza de familia”, expresó Castro.

Adicionalmente, explicó Castro, cuando los padres son analfabetos muchos niños tampoco acceden a la educación porque no la ven como necesaria al indicar que si ellos pudieron salir adelante sin estudio, sus hijos también pueden.

Una labor titánica

Si bien la idea de Give To Colombia y la OEI es para el próximo año tener cubierto el 3.8 de la población analfabeta mayor de 15 años, el trabajo apenas comienza.

Sin embargo, Mariana Castro está convencida de que si los colombianos se empoderan de esta campaña contribuyendo con un pequeño aporte se podrá hacer la gran diferencia.

“Con solo US$100 o US$130 puedes cumplirle el sueño a un colombiano de aprender a leer y escribir. Es un costo muy pequeño si se tiene en cuenta que con esto le transformarás la vida a un ser humano”, reiteró Castro, quien agregó que la campaña va por muy buen camino pues ya han recibido importantes donaciones.

Recordó emocionada historias de varias personas que, tras ser alfabetizadas, su vida dio un giro de 180 grados.

“Recuerdo una señora mayor que me decía que ya le podía leer un cuento a sus nietos; o el joven de 18 años que me dijo que ya se podía enamorar porque ya le podía escribir una carta de amor a su novia. Estos testimonios son espectaculares, uno no lo sabe, no lo puede percibir hasta que lo vive. Ahí entiendes la importancia y lo maravilloso de esta campaña”, subrayó.

El analfabetismo, enfatizó, genera un millón de problemas y con la educación se arranca de raíz una situación que no les permite mejorar sus condiciones de vida familiares, laborales y sociales.

Dijo también que dentro del segmento poblacional que se espera beneficiar con esta iniciativa están también los reinsertados, de los cuales se calcula el 70 % no ha recibido ningún tipo de enseñanza.
Aunque reconoce que es un momento difícil dada la situación económica del país y que no hay dinero para el programa de alfabetización, Mariana se mostró confiada en que a mitad de este año puedan comenzar con el proyecto.

“Nuestro objetivo es que en el 2018 podamos tener un país sin analfabetas y convertirnos en el país más educado de América Latina en el 2025”, puntualizó.

¿Qué es Give To Colombia?

Esta es una fundación sin ánimo de lucro constituida en los Estados Unidos que promueve la inversión social estratégica y apoya proyectos sociales en áreas de la educación, salud y nutrición, desarrollo económico y medio ambiente en Colombia.

El objetivo de la fundación es crear e implementar proyectos de alto impacto que produzcan un desarrollo sostenible en el país y aportar, de esta manera, a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, movilizando recursos, talentos y tecnologías que beneficien a las poblaciones más vulnerables.

En los trece años que lleva en Colombia ha trabajado en 278 proyectos canalizando US$22 millones y beneficiando alrededor de 300.000 personas.

Los interesados en contribuir con el Programa Nacional de Alfabetización, ‘Escribiendo cada paso’, pueden consultar la página de la fundación: www.givetocolombia.org o escribir al email que allí aparece.

Fuente:http://www.elpais.com.co/colombia/en-2018-estaria-libre-de-analfabetismo.html

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Colombia: La calidad de la educación superior: ¿un eslogan?

Colombia / www.cronicadelquindio.com / 8 de Marzo de 2017

Las universidades colombianas han sido sometidas en los últimos años a la presión por la acreditación de alta calidad, que al lograrse se convierte en una llave que además del supuesto prestigio, les permite abrir puertas para acceder a recursos económicos del gobierno, empresas privadas y fundaciones. También pueden acceder a la ‘piñata’ de las regalías.

Asimismo, con ello se garantiza que su población estudiantil se incremente, pues es obvio que quienes sigan la formación universitaria aspiran ingresar a aquellas que ostentan la “medalla de excelencia”. Además, la que ha sido acreditada de alta calidad, no tiene escrúpulo, si es privada, en incrementar el valor de la matrícula.

Pero ¿qué se entiende por calidad de la educación superior? Hay varias respuestas: Una de ellas refiere a la eficacia en el logro de metas y objetivos, es decir, que el estudiante aprenda lo que se considera que debe asimilar.

Otra concepción de calidad es aquella que sustenta la excelencia en contenidos valiosos y útiles, de acuerdo a las necesidades sociales, y en particular, que forme al alumno según las necesidades de las empresas o como se dice en las últimas décadas, que adquiera la capacidad en desarrollar ideas de negocios.

De igual manera, se afirma que la universidad es de calidad si tiene una buena planta física, laboratorios, escenarios deportivos, sistemas de cómputos, profesores de tiempo completo y si todos o la mayoría con doctorado, mucho mejor. Además, que la relación docente-dicente sea la adecuada.

De nada sirven los laboratorios si no se usan

Puede haber más concepciones de calidad, sin embargo, esta no puede limitarse a una de las tres enunciadas. Y todas ellas juntas tampoco pueden sustentar la calidad si no se volaran. Por ejemplo, de nada sirve que la institución tenga laboratorios si estos no se usan adecuadamente o que sus profesores tengan formación a nivel de doctorado – Ph.D- si el título no es respaldado con lo que académicamente hace el docente.

Hay que acotar que el concepto de calidad, y por supuesto la universidad, no debe confundirse con un producto manufacturado en una fábrica, al que sí se le puede evaluar mucho más fácil. Las instituciones de educación superior deberían prestar un servicio a la sociedad y valorarlo es difícil. 

Un aspecto que debe estar implícito en la calidad de la enseñanza es el espíritu crítico, la creatividad, la iniciativa, etc. y que los estudiantes estén en condiciones de seguir aprendiendo y para ello debe amar el título que ha recibido. Otro aspecto muy importante cuando la corrupción está “oxidando la carcasa ética y moral de la sociedad”, es la formación en valores.

Esto último no se logra porque se den asignaturas de ética, sino porque se eduque con el ejemplo, no solo de profesores sino también de administrativos. De nada sirve formar un excelente ingeniero civil, por ejemplo, si no tiene escrúpulos en ingresar a la caravana de contratistas que aceptan ofrecer la ‘mordida’ para que les den un contrato o ahorran en la estructura de un edificio poniendo en peligro la vida de quienes lo ocupen.

Los alumnos deben adquirir habilidades cognitivas

Otro aspecto importante de la calidad, es que se desarrollen habilidades cognoscitivas complejas. Sin embargo, de acuerdo con la información disponible, la mayoría de los estudiantes universitarios no alcanza ese objetivo, como las ya mencionadas de ser reflexivo, crítico y tener iniciativas.

El problema de la apuesta que están haciendo las universidades colombianas por acreditarse en alta calidad, radica en que – en varios casos – aquella está más sustentada por un ‘excelente’ diligenciamiento de formularios y en disfrazar las exigencias, que por unos verdaderos requisitos.

El mismo Consejo Nacional de Acreditación – CNA -, que depende del Consejo Nacional de Educación Superior, no está tan acreditado como para hacer cumplir las exigencias.

Por ejemplo, se pide que la relación profesor-estudiante sea de uno a treinta, cuando la realidad de las mejores universidades del mundo, enseñan que esa relación es muy inferior, siendo de una media de 12 alumnos por docente, y en algunos casos, esa relación es de 3,5 como sucede en la universidad de Oxford.

Qué mejor norte para conseguir una universidad de alta calidad que imitar lo que hacen instituciones como Harvard, Stanford, Oxford, el Instituto Tecnológico de California – Caltech-, Cambridge, el Instituto Tecnológico de Massachusetts  – MIT – y las demás, que junto con las nombradas, siempre ocupan los primeros lugares en varios ranking.

El MIT vincula a excelentes profesores internacionales

Parte de la fórmula para lograr la calidad la tiene el MIT, que está comprometida en vincular a los mejores profesores y los estudiantes más sobresalientes que terminan la educación básica, no solo de EE.UU. sino también de todo el mundo, teniendo del orden de 3 mil alumnos de 90 países. Excelentes profesores y estudiantes, es lo que le ha permitido hacer grandes aportes científicos y tecnológicos a la sociedad.

Así que lo más importante no son los excelentes laboratorios, sino los atributos de los docentes y los estudiantes, para lograr la universidad de alta calidad. Y a eso es a lo que le debe apuntar la universidad colombiana, si quiere, al menos, parecerse a las mejores del mundo. Porque otro factor que se tiene en cuenta en los ranking es la presencia de premios Nobel, lo cual será muy difícil que, por ahora, eso se vaya a dar en al menos en una de nuestras instituciones.

Phil Baty, editor de los World University Rankings elaborados por THE, a partir de sus recientes  indagaciones, encontró que los primeros 200 establecimientos de educación superior tenían un ingreso anual de 751.139 dólares por académico, mientras que la que estaba en el top 400 era de 606.345 dólares. También halló que esas instituciones tienen un profesor por cada 11,7 estudiantes y la del top 400 el promedio es 12,5.

Además, contratan el 20% de su personal en el extranjero, y el 43 por ciento de sus investigaciones cuentan con coautores extranjeros. Afirma Baty: “Son universidades que para combatir desafíos globales reúnen a personas de distintas culturas”.

Diego Arias Serna
Profesor – investigador Universidad del Quindío
darias@fis.ucm.es – darias@uniquindio.edu.co
Especial para LA CRÓNICA

Fuente: http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-la_calidad_de_la_educacin_superior_un_eslogan-nota-107909.htm

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Colombia: Todos a Aprender” define ruta de acompañamiento para escuelas en Bolívar.

América del Sur/Colombia/07.03.2017/Autor y Fuente:http://www.eluniversal.com.co/

Rectores, tutores y formadores de 185 instituciones educativas oficiales del departamento de Bolívar, se dieron cita desde el lunes hasta hoy en Cartagena, en el marco del encuentro de formación a Tutores del programa “Todos a Aprender”, para apropiarse del conocimiento didáctico del contenido relacionado con el aprendizaje de la variación y el cambio de matemáticas en los niveles de primaria, que les permita tomar decisiones conscientes y fundamentadas sobre actividades, métodos, recursos, técnicas y formas de trabajo en el aula de clases.

Durante la semana, los docentes y directivos trabajaron en el desarrollo de estrategias de mejoramiento enfocadas en los aprendizajes de los estudiantes en lectura y escritura. “Estamos dando toda la línea pedagógica, estratégica que trae el programa ‘Todos a Aprender’ para el 2017 y asegurar el mejoramiento de la calidad en cada uno de los establecimientos educativos focalizados en Bolívar”, aseveró Liliana Puello López, coordinador regional (PTA) programa “Todos a Aprender”.

“Tenemos el reto de cambiar y mejorar los aprendizajes de los niños, haciendo que los docentes cambien las prácticas de aula, llevamos tres años mejorando pruebas saber de 3º y 5º en Bolívar y la idea es seguir mejorando, pero también hacer un gran salto hacia la calidad y que más del 60 por ciento de nuestros colegios mejoren ostensiblemente sus resultados”, precisó la funcionaria.

Por su parte, Manuel Azuero, secretario de Educación de Bolívar, recordó que el programa para la transformación educativa “Todos a Aprender” es una de las iniciativas más importantes del Gobierno Nacional para lograr cerrar brechas de inequidad en cada rincón de la geografía bolivarense.

“Cabe destacar, además el hecho significativo de ser nuestra Secretaría de Educación la única en Colombia con pilotaje en 20 Instituciones educativas de 12 municipios del departamento, donde vamos hacer acompañamiento especial en las áreas de lenguaje y matemáticas e impactar positivamente en los procesos de aprendizaje de lectoescritura de más de 14 mil estudiantes”, puntualizó Azuero.

Fuente:http://www.eluniversal.com.co/regional/todos-aprender-define-ruta-de-acompanamiento-.ara-escuelas-en-bolivar-246797 y Imagen:http://www.eluniversal.com.co/sites/default/files/styles/610×400/public/201702/todos_a_aprender_0.jpg?itok=9Wp7yqCD

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Entrevista:»Los colegios deben ser lugar libres de cualquier tipo de discriminación».

América del Sur/Colombia/07.03.2017/Autor yFuente:http://www.eluniversal.com.co/

La nueva ministra de Educación, Yaneth Giha Tovar, asumió el reto dejando en claro que continuará con la hoja de ruta que su antecesora, Gina Parody, dejó marcada en cuanto a la Jornada Única, el Plan Nacional de Infraestructura Educativa y el Programa de Excelencia Docente, entre otros.

En entrevista con COLPRENSA, Giha, quien se posesionó el pasado 16 de noviembre, anuncia que se entregarán 30.000 nuevas aulas, que se está trabajando en un plan de educación para el postconflicto en 187 municipios afectados por la violencia y señala que Colombia «será el país mejor educado en América Latina en 2025».

La nueva ministra deja en claro que la puerta de diálogo con los maestros está abierta, que se trabajará por la inclusión tecnológica y la no discriminación y que el programa ‘Ser Pilo Paga’, continuará.

– Conocido su nombramiento se repitieron dos críticas. La primera de ellas, el poco tiempo que queda de Gobierno y que usted necesitará más de dos meses para empaparse de todo lo que sucede en el Ministerio de Educación, ¿Qué opina usted de esto?
Efectivamente nos queda menos de la mitad del gobierno, pero vamos a aprovechar cada segundo para que sigamos avanzando en todas las políticas que nos trazamos. Yo creo que en el ministerio encontramos un plan, una ruta y de lo que se trata es de seguir trabajando.

– A su gestión en Colciencias le han puesto muchos peros, que  van más allá del balance general de la entidad ¿Qué responde usted a las críticas?
Como siempre he respondido a esas críticas, a las que uno no siempre está exento, con hechos. Nosotros encontramos una entidad con grandes desafíos, nos pusimos la gran meta de convertir a Colombia en uno de los tres países más innovadores de América Latina para el 2025. Finalmente, enfocamos todas nuestras estrategias para eso, nos pusimos la meta de dar 10 mil nuevas becas de maestría y doctorado y durante mi gestión se entregaron 2500 cada año, ahí de alguna manera cumplimos y también en todo el tema de duplicar la producción científica, la meta del 2015 se cumplió tal cual. Trabajamos mucho con el tema de transferencia tecnológica e innovación y allí la gran apuesta era trabajar con 7 mil empresas en los cuatro años y las metas de cada año fueron cumplidas a cabalidad.

Por último, todo el tema de educación científica en niños y jóvenes pero, sobre todo, hay una meta que se logró e incluso se superó porque no pensamos que fuéramos a tener tanto éxito en ese proceso y fue lograr que Colombia pasará del séptimo puesto en 2014, según el índice global de innovación en América Latina, al quinto puesto.

– ¿Cuáles son los tres principales objetivos de su Gestión en el Ministerio?
Antes de los tres objetivos, diría que mucho de lo que estamos pensando hacer es seguir avanzando en lo que está planteado. En particular,  me referiría a tres grandes cosas en las que haremos un esfuerzo importante: el primero es continuar elevando la calidad de la educación en todos los niveles, porque necesitamos seguir avanzando para que Colombia sea el país mejor educado de América Latina.

El segundo tema, muy importante para el Presidente, es la entrega de nuevas aulas en todas las regiones del país, por eso se van a entregar 30.000 nuevas aulas de aquí al 2018. También tenemos que seguir fortaleciendo programas como ‘Ser Pilo Paga’,  un programa muy importante del gobierno. El tercer punto es un tema al que le vamos a poner mucho más énfasis en esta nueva etapa y es la educación para el posconflicto. Se nos avecina un proceso importantísimo en el país de construcción de paz, sobre todo en las zonas que fueron más afectados por la violencia.

– ¿Se ratifica la meta de que Colombia sea el país mejor y más educado de Latinoamérica para el 2025?
Por supuesto que sí, será el país mejor educado en América Latina en 2025, esto no sólo hace parte del Plan de Desarrollo si no es uno de los pilares más importantes que ha definido el presidente Juan Manuel Santos.

– ¿Qué ideas tiene para vincular las ciencias con los procesos de Educación formal?
Un país que promueve la producción científica, claramente genera muchas más oportunidades, no solamente genera nuevo conocimiento sino muchas y nuevas oportunidades de crecimiento económico y de transformación de las realidades del país.

Hay una apuesta muy importante que veníamos ya trabajando desde que estábamos en Colciencias con el Ministerio de Educación, el Icetex y el Ministerio de Comercio y Turismo: el programa de ‘Colombia científica’ que intenta de manera contundente ‘jalonar’ todo el proceso de investigación de las universidades colombianas para que tengan la mejor calidad y puedan, de alguna manera, pensar positivamente en el desempeño de la educación superior colombiana. Aquí hay un vínculo directo entre la investigación y la calidad de la educación superior.

– ¿Cómo puede adelantar un cambio tecnológico incluyente, que signifique una avance significativo en los procesos educativos formales?
El Ministerio viene trabajando en este campo también, sin embargo hay varios desafíos. El primero es llegar a todos rincones del país con infraestructura tecnológica, ya en este tema de acceso a internet trabajamos mucho de las manos del Mintic. En segundo lugar, universalizar los contenidos porque una cosa son los equipos y las conexiones tecnológicas y otras son los contenidos, que son los que nos permiten que cualquier estudiante de cualquier nivel educativo pueda acceder a formación de alta calidad en línea. El tercer desafío es fortalecer la formación docente que hoy llega en promedio a 50.000 profesores, con cursos y diplomados para que ellos también estén acompañados en este proceso. Y, por último, un acompañamiento permanente del ministerio Educación, para que nuestro equipo de gestores también garantice el uso adecuado de las herramientas.

– ¿Qué peticiones ha recibido de los docentes que adelantan protesta en varias regiones del país?
Estas peticiones de los maestros siguen y seguirán siendo tenidas en cuenta, porque si algo sabemos desde el Ministerio es que los maestros son finalmente el centro, el corazón de nuestro sistema educativo. Necesitamos que nuestros maestros estén bien, estén comprometidos con la educación. El gobierno ha hecho esfuerzos en ese campo aumento de salario de los docentes, modificó la forma como se evalúa para que sea más formativa y ya se anunció el programa de la nueva evaluación. Se creó también una bonificación para los maestros más antiguos, reconociendo el trabajo que han hecho, y ya se han cumplido diversos puntos acordados con la Federación Colombiana de Educadores. Importante reiterar que los canales de comunicación siempre estarán abiertos.

– ¿Qué trabajo le corresponde al ministerio tras la próxima firma de los acuerdos de paz con las FARC?
El Ministerio está muy comprometido con llevar la educación a todos los rincones de Colombia. Cuando miramos temas de calidad en la educación de nuestro país, vemos como hay una brecha entre lo urbano y lo rural, pero sobre todo de las zonas afectadas por la violencia. De alguna manera es una gran oportunidad de construir tejido social y llegar a lugares de Colombia a los que no hemos llegado precisamente por las condiciones en las que están esos territorios. Algo que el mismo presidente Santos le ha pedido el Ministerio de Educación es trabajar en el plan de Educación para el postconflicto, en el que queremos llegar a estos 187 municipios más afectados por la violencia, que hoy están siendo priorizados en los programas que se tienen desde la oficina de Rafael Pardo (Alto Consejero para el Postconflicto) y con el que trabajaremos.

– ¿Habrá cambios en el proyecto de masificación del bilingüismo en Colombia?
El único cambio es seguir trabajando con ‘Colombia bilingüe’, un programa muy bien montado que tenemos que seguir trabajando para que se dé con los estándares más altos de calidad y que puede ser una oportunidad para llegar a todos los rincones de Colombia. En ‘Colombia bilingüe’ ya hemos traído a 950 formadores extranjeros y el año entrante, en 2017, vamos a traer 509 ya están garantizados, para que tengamos finalmente esta oportunidad para niños y jóvenes.

También seguiremos trabajando en los campos nacionales e internacionales de inversión en inglés para estudiantes de los colegios oficiales y la formación docente, porque finalmente necesitamos que los docentes tengan esta capacidad para que el programa pueda ser masificado; y seguimos trabajando en el diseño de modelos pedagógicos y la distribución de recursos pedagógicos para que se pueda complementar este proceso.

– ¿Habrá algún ajuste para el programa ‘Ser pilo paga’?
‘Ser pilo paga’ es el programa consentido por el Presidente Santos pero también por muchos de los colombianos. Los jóvenes más talentosos del país que en el pasado no tenían las oportunidades de ir a las mejores universidades hoy lo pueden hacer y para el 2018 tenemos la meta de llegar a 40.000 pilos, hoy tenemos en  toda Colombia 21.699.

*- Gina Parody tuvo inconvenientes en su gestión por asuntos de orientación sexual. Con ese antecedente y con las denuncias por acoso en los Colegios, ¿Cuál será la tarea del ministerio?La tarea es cumplir con lo que nos ordena la Constitución. Los colegios deben ser lugares libres de cualquier tipo de discriminación, en eso seguimos trabajando. Y discriminación de cualquier tipo: de raza, sexo, lengua, religión, filosofía. Se sabe que en ese tipo de cosas hay discriminación en cualquier campo, seguiremos trabajando de manera decisiva en esa tarea de promover el respeto en todos los campos.

¿Cómo fortalecer los recursos de las universidades públicas para que solucionen sus problemas de infraestructura y para que aumentan sus capacidades en la investigación?
Se han venido haciendo varios esfuerzos muy importantes para garantizar más recursos para las universidades públicas, que muy bien se sabe, tienen problemas en materia de infraestructura. Recordemos que del impuesto sobre la renta nuestras instituciones de educación superior recibieron 1.2 billones de pesos, que efectivamente se han invertido sobre todo en mejorar la infraestructura y creemos que esto ha sido muy importante para mejorar los espacios de los estudiantes.

Además en  el artículo 100 de la reforma tributaria que se está adelantando en el Congreso, se garantiza que las universidades sigan recibiendo estos recursos, de una manera diferente. Ya no a través del impuesto de renta, pero que seguiremos teniendo estos recursos disponibles para que las universidades.

Fuente:http://www.eluniversal.com.co/educacion/los-colegios-deben-ser-lugar-libres-de-cualquier-tipo-de-discriminacion-240624

Imagen:http://www.eluniversal.com.co/sites/default/files/styles/610×400/public/201611/ministra.jpg?itok=Cmx1uIY2

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¿Hasta cuándo?

Por: Marta Elena Bedoya R.

Bernard Hugonier, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el Foro nacional de la Calidad educativa en el 2010, hizo especial énfasis en la necesidad que tiene Colombia a disminuir la brecha educativa que existe entre las élites y las clases menos favorecidas que no tienen acceso a educación y el cuidado desde edades tempranas.

Desde 1994, la Ley General de Educación y los decretos que la reglamentan, señalan que la educación preescolar, la educación que se debe impartir a los niños, antes de iniciar la educación básica y la cual,  comprende tres grados: Pre-jardín para los niños de tres años, Jardín para los niños de cuatro años y Transición o Preescolar para los niños de cinco años, este último un obligatorio constitucional y la cual se prestará en forma gradual, de acuerdo con los planes de desarrollo, una vez,  esté cubierto el 80 por ciento del preescolar, y al menos el 80 por ciento de la educación básica.

Ese “al menos” que es el llamado de atención para nuestros gobernantes, se quedó por siempre, pues, han pasado 23 años de expedición de la norma y las cifras sobre cobertura educativa de los niños entre 0 a 6 años, corroboran en que es muy poco lo que se avanzado en la Educación Inicial, a pesar de la estrategia de “Cero a Siempre” que impulsa el actual gobierno, que a diciembre de 2014, señala que de los 4.3 millones de niños menores de 5 años en situación de vulnerabilidad, tan sólo alrededor de 925.529 mil, reciben atención integral. (Revista Dinero, mayo 29-2015-Nº470)  Por el contrario, las noticias que nos llegan con frecuencia son las amenazas de huelga de las madres comunitarias, además, de las cifras preocupantes de las altas tasas de desnutrición infantil y muerte por la ausencia y abandono del Estado.

 Así, en la encuesta Nacional de situación Nutricional en Colombia (ENSIN), realizada en el 2010, el 3.4% de los niños menores de 5 años, tenían desnutrición global (deficiencia de peso para la edad) y 13.2% desnutrición crónica (deficiencia de altura para la edad). Deplorable las cifras en la población indígena, de 7.5% y 29.5%. (Revista Dinero, mayo 29-2015-Nº470) La inversión de más impacto para reducir la pobreza y la desigualdad, en las condiciones de vida de las familias, es la que se haga en los niños. Colombia invierte anualmente $2.8 millones por niño en un centro de desarrollo Infantil y $2.1 millones en modalidad familiar, que cubre: el 70%  nutrición, vacunación y propuesta pedagógica. ¿Esperar hasta cuando la atención al 100 % de niños?

Fuente: http://www.eldiario.com.co/seccion/OPINION/hasta-cu-ndo-1703.html

Imagen: http://delaurbe.udea.edu.co/wp-content/uploads/2015/04/Educaci%C3%B3n.jpg

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