Saltar al contenido principal
Page 372 of 3040
1 370 371 372 373 374 3.040

Venezuela: La ONU pide levantar las sanciones a Venezuela por sus efectos devastadores

La ONU pide levantar las sanciones a Venezuela por sus efectos devastadores

Fuentes: Agencias / eldiario.es / Rebelión

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió este viernes levantar las sanciones económicas que varios países han impuesto a Venezuela en los últimos años, en vista de los «efectos devastadores» que han tenido estas restricciones financieras sobre la vida de los ciudadanos.

El exhorto lo hizo la relatora especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Alena Douhan, al término de una visita de 12 días al país, en la que se entrevistó con decenas de personas para entender, dijo, una «situación muy compleja y alarmante».

Si bien las observaciones presentadas en rueda de prensa son de carácter preliminar, aclaró la relatora, estas surgieron de un «diálogo franco y abierto» en el que hubo «exhaustivas consultas con una amplia gama de interlocutores».

EL DIAGNÓSTICO

Venezuela enfrenta una carencia en categorías como maquinaria, repuestos, electricidad, agua, combustible, gas, alimentos y medicinas, mientras que los activos del país congelados en los bancos de Estados Unidos, Reino Unido y Portugal representan 6.000 millones de dólares.

El informe, que la relatora leyó en primera persona frente a decenas de periodistas, estima también que desde 2015 el número de venezolanos que han abandonado el país en busca de una vida mejor oscila entre 1 y 5 millones, si bien la propia ONU estima que son 5,4 millones de emigrantes en este momento.

Según el escrito, los servicios públicos, que presentan desde hace años numerosos fallos, han tenido una merma del 30 al 50 % de su personal, mientras que hay más de 2,5 millones de personas que sufren de inseguridad alimentaria severa.

«Cuatro años de hiperinflación han traído como consecuencia la total devaluación de la moneda nacional», señaló Douhan, para luego recordar que cerca del 90 % de la población recibe menos de 10 dólares mensuales, lo que alcanza para menos del 1 por ciento de la cesta alimentaria y les condena a la pobreza extrema.

Los problemas de transporte, causados entre otros por la escasez de gasolina, así como la falta de electricidad y una reducida cobertura de telefonía móvil e internet ponen en peligro el disfrute del derecho a la educación.

LAS SANCIONES

«Las sanciones unilaterales impuestas, cada vez en mayor medida, por los Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países han exacerbado las calamidades (en Venezuela)», explicó Douhan, quien mencionó que el país hoy percibe menos del 1 % del ingreso que tenía antes de que comenzaran las medidas coercitivas.

Principalmente desde Estados Unidos, pero también desde otros países americanos y europeos, se han aplicado cientos de sanciones contra funcionarios de la llamada revolución bolivariana y sobre el sistema financiero nacional.

Este embargo económico incluye la prohibición de hacer negocios con la estatal petrolera Pdvsa o la congelación de activos del Banco Central de Venezuela (BCV), pero también el hecho de que EE.UU. ha tratado de impedir que Venezuela reciba combustible de Irán y de que ha habido «amenazas» y «presiones» para que terceros no suscriban contratos con Caracas.

También en el marco de las sanciones, que en su mayoría están sustentadas en el señalamiento del Gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura, Venezuela, o al menos el Ejecutivo, no ha podido acceder a dinero público depositado en el extranjero.

La relatora subrayó que sancionar sectores económicos como el petróleo, oro, minería y otros, la aerolínea estatal y la industria de la televisión estatal constituyen «una violación del derecho internacional y su ilicitud no se excluye con hacer referencia a las contramedidas».

En este sentido, recordó que los activos del BCV y los bienes utilizados para funciones públicas pertenecen al Estado venezolano y no al Gobierno y, por lo tanto, la congelación de estos recursos «viola los derechos soberanos del país e impide a su Gobierno ejercer su deber de garantizar las necesidades de la población».

LAS RECOMENDACIONES

Douhan concluye que las sanciones impuestas al país «afectan al pueblo venezolano» y «han exacerbado las calamidades económicas y humanitarias existentes», lo cual «ha tenido un efecto devastador en toda la población».

Esto, además, deja a las personas cada vez más dependientes de la ayuda social de un Gobierno que tradicionalmente ha usado las importaciones para saciar las necesidades de comida y salud, y que ahora no es capaz de sufragar estas demandas, entre otras razones, por la merma casi total de su poder adquisitivo.

La relatora subrayó la «inadmisibilidad de la aplicación de sanciones extraterritorialmente» e instó al Gobierno de los EE.UU. a «reconsiderar y levantar las sanciones impuestas al sector público venezolano», así como «revisar y levantar las sanciones secundarias impuestas a terceros países», relacionadas con la tirantez entre Caracas y Washington.

El exhorto también se dirigió a todos los Estados para que revisen y levanten las sanciones selectivas «para garantizar que los funcionarios del Gobierno de Venezuela puedan representar al Estado con base al principio de igualdad soberana».

Asimismo, se exhorta al Gobierno de Maduro para que, junto a agencias de la ONU, negocie un acuerdo para «garantizar la distribución transparente, justa y no discriminatoria de los bienes esenciales y la ayuda humanitaria bajo el control de las instituciones internacionales sin distingos».

Douhan se dijo preocupada por la falta de personal sanitario y de medicamentos en Venezuela, por lo que lamentó que los intentos por liberar los fondos congelados del país en el extranjero hayan sido infructuosos pues, remarcó, estos serían usados para paliar esta situación.

De igual modo, se mostró alerta ante «la vigilancia y enjuiciamiento» del personal de las ONG involucradas en el trabajo humanitario y la ausencia de normas provisionales que regulen el trabajo de estas asociaciones en el país, por lo que cree necesario que se establezca un marco legal claro y no discriminatorio al respecto.

LAS REACCIONES

La oposición venezolana acusó a la relatora de seguir la narrativa del Gobierno sobre las sanciones económicas a su país, si bien Douhan aseguró en la rueda de prensa que su trabajo se rigió por un independencia total.

«Lamentamos que una relatora de ONU se preste para la propaganda y narrativa que excusa al régimen de su responsabilidad en la Emergencia Humanitaria y la violación de DDHH en el país», dijo el exparlamentario Miguel Pizarro en Twitter.

El opositor indicó que la relatora cometió imprecisiones pues, según dijo, no mencionó «temas como corrupción, ineficiencia, violencia política y uso del hambre como herramienta de control social y político».

Maduro, por su parte, reconoció que la crisis humanitaria de Venezuela es «enorme» y reiteró su denuncia de que es causada por las sanciones, pese a que la situación crítica comenzó años antes de que el país fuera sancionado.

«Hoy la relatora ha hecho un llamado al Gobierno de Estados Unidos, al Gobierno de la Unión Europea (UE) a que revisen las sanciones y levanten las sanciones contra Venezuela porque han exacerbado una crisis humanitaria gigantesca, enorme, contra el pueblo», dijo Maduro, que hasta mediados de 2019 negaba la existencia de la urgencia humanitaria.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/onu-pide-levantar-sanciones-venezuela-efectos-devastadores_1_7216472.html

A continuación, el informe completo

Derechos humanos y medidas coercitivas unilaterales:

La Relatora Especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Sra. Alena Douhan, concluye su visita a la República Bolivariana de Venezuela

Resultados preliminares de la visita a la República Bolivariana de Venezuela

Caracas (12 de febrero de 2021), La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Sra. Alena Douhan, visitó la República Bolivariana de Venezuela del 1 al 12 de febrero de 2021. La Relatora agradece al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela por permitir y apoyar su visita al país. El propósito de la visita fue evaluar el impacto de las sanciones unilaterales en el disfrute de los derechos humanos de las personas que viven en Venezuela y cualquier otra persona afectada.

Estas observaciones son de carácter preliminar, resultado de extensas consultas con una amplia gama de interlocutores. El informe completo se presentará al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en septiembre de 2021.

El Relator Especial se reunió con el Presidente y el Vicepresidente de la República; los Vicepresidentes a cargo de los Poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral; los Ministros de Relaciones Exteriores, de Salud, de Educación, de Planificación, de Economía, de Finanzas, de Petróleo, de Minería, de Alimentación, de Mujer e Igualdad de Género, de Bloqueo, de Vivienda, de Trabajo Social, de Ciencia, de Tecnología, de Transporte, de Cultura y de Pueblos Indígenas; el Coordinador de los Comités Locales de Producción y Abastecimiento (CLAP); el Secretario General del Comité de Derechos Humanos; el Presidente de PDVSA; el Presidente del Banco Central, el Director de Telecomunicaciones el Presidente del Tribunal Supremo, el Fiscal General, el Procurador General; el Presidente y los miembros de la Asamblea Nacional; el Defensor del Pueblo; el Secretario Ejecutivo del ALBA; representantes de todo el espectro de partidos políticos, de la oposición y de los sindicatos; de organizaciones humanitarias nacionales e internacionales; del sector privado; de la iglesia católica; así como actores no gubernamentales venezolanos que trabajan en los ámbitos de la salud, los derechos humanos, la protección de la infancia, las mujeres y los ancianos; personal médico; profesores universitarios; maestros de escuela; investigadores independientes y, lo que es más importante, víctimas de violaciones de los derechos humanos.

La Relatora Especial también se reunió con representantes del equipo de las Naciones Unidas en el país y de la comunidad diplomática. Visitó el Hospital Infantil del Corazón; la planta farmacéutica Quimbotiec; el complejo Canaimita; la escuela primaria Hugo Chávez y el preescolar Ciudad Mariche, en las afueras de Caracas. En el Estado de Carabobo, el Gobernador facilitó una reunión con los directores de las empresas públicas (agua, electricidad, gas y telecomunicaciones), la maternidad adscrita al hospital estatal, uno de los centros provinciales de salud primaria inspirados en el modelo cubano y varias organizaciones no gubernamentales.

La Relatora Especial extiende su agradecimiento y gratitud a todos estos interlocutores que han ofrecido generosamente su tiempo, información, análisis, experiencias y pensamientos para ayudarla a comprender en poco tiempo lo que ha resultado ser una situación muy compleja y alarmante.

La Relatora Especial elogia la cálida acogida y la forma constructiva y cooperativa en que el Gobierno facilitó su visita, lo que permitió un diálogo franco y abierto. Expresa su especial agradecimiento al Ministerio de Asuntos Exteriores por su eficaz colaboración con su oficina. También agradece a la oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas su apoyo y asesoramiento durante la visita.

Contexto de la visita al país

Estados Unidos ha impuesto sanciones contra Venezuela desde 2005, cuando introdujo sanciones selectivas contra personas y entidades presuntamente implicadas en el tráfico de drogas. Impuso un embargo de armas en 2006 por considerar que el Gobierno no cooperaba suficientemente en los esfuerzos antiterroristas.

Una ley estadounidense de 2014 dio lugar a sanciones contra funcionarios venezolanos a los que se acusa, entre otras cosas, de reprimir violentamente las protestas, perseguir a los opositores políticos, recortar las libertades de prensa y la corrupción. En 2015, Estados Unidos declaró la situación de Venezuela como una emergencia nacional que amenazaba la seguridad y la política exterior de Estados Unidos.

En 2017, Estados Unidos calificó de ilegítimas las elecciones legislativas venezolanas e impuso sanciones contra el Gobierno y sus entidades, incluida PDVSA, bloqueando sus transacciones y el acceso a los mercados financieros estadounidenses. En 2018, tras las elecciones presidenciales venezolanas, Estados Unidos endureció sus sanciones contra el gobierno, citando la mala gestión económica, la corrupción, la represión de los opositores políticos y los esfuerzos por socavar la democracia.

En enero de 2019, tras reconocer al líder legislativo Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, Estados Unidos impuso más sanciones contra PDVSA, el Banco Central de Venezuela y funcionarios clave del gobierno, e impuso un embargo económico total en agosto de 2019. Estados Unidos también dio a Guaidó el control de los activos y propiedades del Gobierno venezolano en cuentas bancarias estadounidenses, incluido el dinero que va a PDVSA desde su unidad estadounidense, Citgo. Otras sanciones de Estados Unidos en 2018 y 2019 se dirigieron a los sectores del oro y otras minas, los alimentos, las criptomonedas y la banca. En septiembre de 2020, se impusieron sanciones estadounidenses a cinco legisladores que dirigían partidos que cooperaban con el Gobierno. Desde 2020, Estados Unidos ha tratado de bloquear a Venezuela para que no obtenga combustible de Irán mediante la inclusión en la lista de capitanes de petroleros, la prohibición del uso de puertos aéreos y marítimos venezolanos y el bloqueo de activos de Rosneft. Al parecer, funcionarios estadounidenses han proferido amenazas extraoficiales para impedir las transacciones de empresas de terceros Estados con Venezuela.

El Relator Especial toma nota de la decisión del Gobierno de los Estados Unidos, de 21 de enero de 2020, de revisar las sanciones de los Estados Unidos para minimizar el impacto humanitario de la pandemia, y de la medida del Gobierno de los Estados Unidos, de 2 de febrero de 2021, de suavizar las sanciones que afectan al funcionamiento de las operaciones ordinarias en los puertos y aeropuertos venezolanos.

La Unión Europea impuso sanciones contra Venezuela en 2017, entre ellas un embargo de armas, la prohibición de exportar otros bienes que pudieran utilizarse para la represión interna, la prohibición de exportar tecnología y material hecho para la vigilancia o interceptación de las telecomunicaciones, y la prohibición de viajar y la congelación de activos de personas cuyas acciones fueron consideradas por la UE como un atentado contra la democracia, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, que han sido impugnadas por Venezuela ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. También se informó de que 1.200 millones de dólares en fondos del Gobierno de Venezuela han sido congelados por un banco portugués en 2019. Cerca de 2.000 millones de dólares en oro propiedad del Banco Central de Venezuela y depositados en el Banco de Inglaterra también están congelados mientras avanza un caso en los tribunales británicos.

En 2017 y 2018, Canadá congeló activos y prohibió las transacciones de bienes de funcionarios venezolanos acusados de represión, graves violaciones de los derechos humanos, corrupción, censura, ejecuciones extrajudiciales y otros actos. En 2018, México congeló activos e impuso prohibiciones de viaje a 13 altos funcionarios venezolanos. En 2018 y 2019, Suiza impuso un embargo de armas a Venezuela y congeló activos e impuso prohibiciones de viaje a funcionarios venezolanos. En 2019, Colombia prohibió la entrada de unos 200 venezolanos vinculados al gobierno. Panamá impuso sanciones selectivas contra personas y entidades venezolanas en 2018 consideradas de alto riesgo de participar en el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva.

En 2019, 13 de los 14 países del Grupo de Lima acordaron prohibir la entrada de funcionarios venezolanos y negarles el acceso a sus sistemas financieros. También en 2019, la mayoría de las partes del Tratado de Río aprobaron una resolución que permitía imponer sanciones selectivas, incluida la congelación de activos, a funcionarios venezolanos presuntamente implicados en el narcotráfico, las actividades terroristas, la delincuencia organizada y/o las violaciones de derechos humanos.

El 13 de febrero de 2020, Venezuela presentó una remisión a la Corte Penal Internacional en virtud del artículo 14 del Estatuto de Roma con respecto a las medidas coercitivas unilaterales.

Situación económica y humanitaria en Venezuela

Venezuela cuenta con una de las mayores reservas de petróleo del planeta. El petróleo ha sido la principal exportación del país y la principal fuente de ingresos y divisas. Desde el año 2000, el Gobierno ha anunciado la puesta en marcha de un amplio abanico de proyectos sociales en los ámbitos de la vivienda, la educación, la alfabetización, la alimentación, el suministro de electricidad y agua, la atención sanitaria, la planificación familiar, la alfabetización informática y el desarrollo de las comunas, muchos de los cuales se han ejecutado sin coste alguno para el pueblo o han sido sustancialmente subvencionados por el Estado. La economía monoorientada ha dependido en gran medida de las ventas de petróleo; la mayoría de los productos, desde la maquinaria y las piezas de repuesto hasta los alimentos y los medicamentos, se han importado principalmente de Estados Unidos y Europa. La producción interna se ha mantenido en un nivel bastante bajo y no ha podido satisfacer las necesidades del consumo interno. El declive de la economía comenzó en 2014 con la caída de los precios del petróleo. Entre otros factores que afectan a la economía de Venezuela, se han citado la mala gestión, la corrupción y los controles estatales de precios.

Las sanciones unilaterales impuestas cada vez más por Estados Unidos, la Unión Europea y otros países han agravado los problemas mencionados. Se ha informado de que los ingresos del Gobierno se han reducido en un 99% y que el país vive actualmente con el 1% de sus ingresos anteriores a las sanciones. Las remesas procedentes del extranjero han disminuido debido al bloqueo de los activos del Estado y a la complejidad de las transferencias bancarias y a los impedimentos para realizarlas. Cuatro años de hiperinflación han provocado la devaluación total de la moneda nacional (1 USD = 1,8-1,9 millones de bolívares). Esto ha provocado la disminución de los salarios del sector público de 150-500 USD en 2015 a 1-10 USD en 2020, y un creciente nivel de pobreza. En 2018-2019, el Gobierno introdujo nuevas políticas económicas: se levantó el control de precios y se permitió que el sector privado volviera a entrar en la economía.

Sin embargo, el endurecimiento de las sanciones a las que se enfrenta el país desde 2015 socava el posible impacto positivo de las actuales reformas, así como la capacidad del Estado para mantener las infraestructuras y ejecutar proyectos sociales. Actualmente, Venezuela se enfrenta a la falta de maquinaria necesaria, repuestos, electricidad, agua, combustible, gas, alimentos y medicinas. Los activos venezolanos congelados en bancos de Estados Unidos, Reino Unido y Portugal ascienden a 6.000 millones de dólares. Se informa de que la compra de bienes y los pagos de las empresas públicas están bloqueados o congelados. El sector privado, las organizaciones no gubernamentales, las universidades, los clubes deportivos y los ciudadanos de Venezuela denuncian el rechazo o la reticencia de los bancos extranjeros a abrir o mantener sus cuentas bancarias, incluidas las de los bancos corresponsales en Estados Unidos y Europa; las dificultades para obtener visados y comprar billetes; la necesidad de actuar a través de agentes de terceros países; y la necesidad de pagar costes de seguro adicionales. El refuerzo de las sanciones económicas y el creciente exceso de cumplimiento dieron lugar a la aprobación de la Ley Constitucional Antibloqueo en octubre de 2020.

Se ha informado de que las líneas eléctricas pueden trabajar hoy en día a menos del 20% de su capacidad. Se estima que el número de venezolanos que han abandonado el país en busca de una vida mejor desde 2015 oscila entre 1 y 5 millones, y que la población se reducirá a unos 27 millones en 2021. La mayoría de los servicios públicos se han visto mermados entre un 30% y un 50% de su personal, incluido el más cualificado (médicos, enfermeras, ingenieros, maestros, profesores, jueces, policías, etc.), lo que ha provocado una desorganización interna, un aumento de la carga de trabajo para el personal restante, una reducción de los servicios y una disminución de su calidad.

Se calcula que el 90% de los hogares están conectados al sistema nacional de distribución de agua. Sin embargo, numerosos hogares denuncian cortes frecuentes debido a los cortes de electricidad que afectan a las bombas de agua y al mantenimiento de las infraestructuras, y a la escasez de personal de mantenimiento cualificado. La distribución de agua sólo puede hacerse «por turnos» para garantizar su entrega a toda la población, y la mayoría de los hogares sólo pueden acceder al agua una o dos veces por semana durante varias horas. Debido a los impedimentos comerciales, el uso de agentes químicos para tratar y purificar el agua para hacerla potable se ha reducido en un 30%.

Los impedimentos a la importación de alimentos, que constituyen más del 50% del consumo de alimentos, han provocado el crecimiento constante de la malnutrición en los últimos 6 años, con más de 2,5 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria grave. Los mecanismos para hacer frente a esta situación incluyen la disminución del número de comidas al día (1 o 2 en lugar de 3); la reducción de la cantidad y la calidad de los alimentos; la descapitalización/venta de los bienes del hogar para comer; y la reducción de los gastos en salud, ropa y educación; con un aumento correlativo de las crisis familiares, las tensiones, la violencia y las separaciones; el trabajo infantil; la participación en la economía sumergida; la actividad delictiva, incluido el tráfico de drogas y de personas; el trabajo forzoso; y la migración. El programa de cajas de alimentos CLAP, iniciado como iniciativa gubernamental en 2017 y que abarca 6 mln. de hogares en todo el país, disminuye la diversidad de artículos.

Venezuela ha dependido casi por completo de las medicinas importadas del extranjero, mientras que la mayoría de los servicios médicos públicos eran proporcionados por el Estado de forma gratuita antes de 2016. Los impedimentos para la atención sanitaria incluyen la falta o la grave insuficiencia de medicamentos y vacunas; el aumento de los precios; la escasez de electricidad para abastecer a los equipos; la escasez de agua y los problemas de saneamiento que afectan a la higiene; el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, la ausencia de piezas de repuesto, la falta de disponibilidad de nuevos equipos debido a la falta de recursos o a la negativa a venderlos o entregarlos; la degradación de las condiciones de trabajo y la falta de equipos de protección contra las enfermedades infecciosas; la pérdida de personal en todas las áreas médicas debido a los bajos salarios; y la finalización de la construcción de hospitales y centros de atención primaria.

En particular, el Hospital Cardiológico Infantil de Caracas enfrenta una disminución de 5 veces el número de cirugías (de un promedio de 1.000 intervenciones anuales en el período 2010-2014 a 162 en 2020). Las plazas de personal médico en los hospitales públicos están vacantes en un 50-70%. Solo alrededor del 20% de los equipos médicos están actualmente en funcionamiento. El país se enfrentó a una grave escasez de vacunas contra el sarampión, la fiebre amarilla y la malaria en 2017-2018. La falta de pruebas y tratamiento para el VIH en 2017-2018 supuso, según los informes, un grave aumento de la tasa de mortalidad. El desvío de activos de la filial estadounidense de PDVSA, CITGO, ha impedido que se realicen trasplantes de hígado y médula ósea a 53 niños venezolanos; dichos trasplantes se habrían realizado en Italia y Argentina antes de 2016 con cargo al Estado. El Relator Especial también observa el crecimiento reportado de la mortalidad neonatal y materna desde 2013, con una leve mejoría en 2019, cuando se activó la cooperación humanitaria con UNICEF, la OPS, la iglesia y otras organizaciones humanitarias.

Otros efectos nocivos de la crisis son el creciente problema de los embarazos en adolescentes, que está alcanzando un nivel de crisis con niñas de 12-13 años que se quedan embarazadas en medio de la falta de acceso a la información y al uso de métodos anticonceptivos; y el aumento del VIH/SIDA debido a las relaciones sin protección.

La educación escolar y universitaria se ha enfrentado a una grave disminución del apoyo gubernamental desde 2016, incluyendo la terminación o la reducción del suministro de uniformes escolares, zapatos, mochilas y material de oficina; y la reducción del número de comidas diarias en la escuela (de 2 a 1), la disminución de su cantidad y diversidad de alimentos o su cancelación total. La indisponibilidad de recursos financieros y la reticencia de las empresas extranjeras a comerciar con las instituciones públicas venezolanas y, a menudo, con las privadas, ha provocado la suspensión del Programa Canaima, iniciado en 2015 para ensamblar ordenadores portátiles compactos con fines educativos, de los que se han distribuido 6,5 millones a través del sistema escolar sin coste alguno. Incidentes técnicos en 2019 incapacitaron el satélite público de Venezuela, reduciendo sustancialmente la cobertura de Internet en el país y haciendo difícilmente posible el aprendizaje a distancia en el curso de la pandemia.

Ante la crisis económica y humanitaria, el gobierno venezolano activó la cooperación con el PNUD, UNICEF, ONUSIDA, la OPS, otras agencias internacionales, así como con la iglesia, el sector privado y las ONG humanitarias que prestan ayuda humanitaria, facilitando cierta reconstrucción de los sistemas de agua y el suministro de vacunas, medicamentos, pruebas, reactivos, material escolar y alimentos. Sin embargo, los intentos de liberar los fondos congelados en el Banco de Inglaterra para la compra de medicamentos, vacunas, kits de protección y equipos médicos a través del PNUD y la OPS en 2020 han fracasado. No se han liberado fondos para la compra de COVAX a través de la OPS en 2020 – 2021. A pesar de la intensificación del trabajo con los actores humanitarios, se han reportado algunos casos de vigilancia y persecución del personal de las ONG nacionales que participan en el trabajo humanitario.

Evaluación de la base legal para la imposición de sanciones:

El Relator Especial considera que el estado de emergencia nacional anunciado por el Gobierno de los Estados Unidos el 8 de marzo de 2015 como fundamento para introducir sanciones contra Venezuela, y repetidamente prorrogado, no se corresponde con los requisitos del art. 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, tales como la existencia de una amenaza para la vida de la nación, la limitación de las medidas a las exigencias de la situación, una duración limitada, la ausencia de discriminación, la prohibición de derogar el derecho a la vida y la prohibición de castigar una actividad que no constituya un delito, como se menciona en la comunicación de los expertos en derechos humanos de 29 de enero de 2021.

El Relator Especial subraya que las sanciones unilaterales contra los sectores petrolero, aurífero, minero y otros sectores económicos, la compañía aérea estatal y la industria de la televisión constituyen una violación del derecho internacional, y no se excluye su ilicitud con referencia a las contramedidas. El propósito anunciado de la campaña de «máxima presión» -cambiar el Gobierno de Venezuela- viola el principio de igualdad soberana de los Estados y constituye una intervención en los asuntos internos de Venezuela que también afecta a sus relaciones regionales.

Refiriéndose a las normas consuetudinarias sobre la inmunidad de los bienes del Estado, el Relator Especial recuerda que los activos del Banco Central y los bienes utilizados para las funciones públicas pertenecen al Estado de Venezuela y no a su Gobierno o a cualquier individuo. Por lo tanto, la congelación de los activos del Banco Central de Venezuela por no reconocer a su Gobierno, así como la adopción de las sanciones pertinentes, viola los derechos soberanos del país e impide que su gobierno efectivo ejerza su deber de garantizar las necesidades de la población.

La Relatora Especial subraya que la inclusión de funcionarios del Estado en la lista de oficio contradice la prohibición de castigar una actividad que no constituye un delito, impide a los funcionarios la posibilidad de representar los intereses de Venezuela en los tribunales internacionales y otras instituciones internacionales, y socava el principio de igualdad soberana de los Estados. Asimismo, señala que las reiteradas negativas de los bancos de Estados Unidos, Reino Unido y Portugal a liberar activos venezolanos incluso para la compra de medicamentos, vacunas y kits de protección, bajo el control de organizaciones internacionales, viola el mencionado principio e impide la capacidad de Venezuela de responder a la emergencia COVID-19.

Al Relator Especial le preocupa que las sanciones selectivas unilaterales en su forma actual violen, como mínimo, las obligaciones que se desprenden de los instrumentos universales y regionales en el ámbito de los derechos humanos, muchas de las cuales son de carácter perentorio -garantías procesales y presunción de inocencia con vistas a que los motivos de su introducción no constituyan en su mayor parte crímenes internacionales ni cumplan con los fundamentos de la jurisdicción penal universal, al tiempo que toma nota del hecho de la presentación ante la Corte Penal Internacional por parte de un grupo de Estados de una remisión contra Venezuela el 27 de septiembre de 2018.

El Relator Especial subraya que la aplicación de la jurisdicción extraterritorial a nacionales y empresas de terceros Estados por la cooperación con las autoridades públicas, nacionales y empresas de Venezuela, y las supuestas amenazas a dichos terceros Estados, no se justifica en virtud del derecho internacional y aumenta los riesgos de exceso de cumplimiento de las sanciones. El Relator Especial observa con preocupación las presuntas amenazas a empresas privadas y a donantes, socios y organizaciones humanitarias de terceros países, así como la introducción de cláusulas de confidencialidad en la Ley Constitucional Antibloqueo de Venezuela en lo que respecta a la identidad de los socios correspondientes.

Impacto en el disfrute de los derechos humanos:

El Relator Especial observa con preocupación que las sanciones sectoriales a las industrias petrolera, aurífera y minera, el bloqueo económico de Venezuela y la congelación de los activos del Banco Central han exacerbado la situación económica y humanitaria preexistente al impedir la obtención de ingresos y el uso de recursos para desarrollar y mantener la infraestructura y para los programas de apoyo social, lo que tiene un efecto devastador en toda la población de Venezuela, especialmente la que se encuentra en situación de extrema pobreza, las mujeres, los niños, los trabajadores médicos, las personas con discapacidad o con enfermedades crónicas o que ponen en peligro la vida, y la población indígena.

El Relator Especial subraya que las exenciones humanitarias existentes son ineficaces e insuficientes, están sujetas a procedimientos largos y costosos, y no cubren la entrega de repuestos, equipos y maquinaria necesarios para el mantenimiento y la restauración de la economía y los servicios públicos.

Al Relator Especial le preocupa que la aplicación de sanciones secundarias extraterritoriales, así como las presuntas amenazas de sanciones, den lugar a un exceso de cumplimiento de los regímenes de sanciones existentes, impidiendo al Gobierno de Venezuela, a su sector público y a las empresas privadas adquirir maquinaria, repuestos, medicamentos, alimentos, suministros agrícolas y otros bienes esenciales, incluso dentro de las licencias concedidas por el Gobierno de los Estados Unidos. UU., y también dan lugar a un número creciente de denegaciones de transferencias bancarias, a la ampliación de los plazos de las transferencias bancarias (de 2 a 45 días), al aumento de los costes de entrega, seguro y transferencia bancaria, así como a las subidas de precios comunicadas para todos los bienes (especialmente los importados).

El Relator Especial observa con preocupación que la ausencia de recursos y la reticencia de los socios, bancos y empresas de reparto extranjeras a tratar con los socios venezolanos se traduce en la imposibilidad de comprar los equipos médicos y tecnológicos necesarios, los reactivos y las piezas de repuesto para la reparación y el mantenimiento de los sistemas de electricidad, gas, agua, transporte público, teléfono y comunicaciones, escuelas, hospitales, viviendas y otras instituciones públicas, lo que menoscaba el disfrute de muchos derechos humanos, incluido el derecho a una vida digna.

A pesar de la revisión periódica y el aumento de los salarios en Venezuela, se estima que el salario medio del sector público es de 2 a 3 dólares de los EE.UU. al mes, lo que cubre menos del 1% de la cesta básica de alimentos y hace que la población dependa cada vez más del apoyo social del Gobierno en forma de CLAP (alimentos) y de transferencias periódicas de dinero a través de la «Carta de la Patria», de múltiples subsidios para los funcionarios públicos, así como de la ayuda humanitaria extranjera.

El Relator Especial observa que esto aumenta el nivel de migración, facilita la participación de personas en la economía gris, afectando en primer lugar a especialistas de alto nivel del sector público, incluyendo médicos, enfermeras, maestros, profesores universitarios, ingenieros, policías, jueces, técnicos y muchos otros, violando sus derechos económicos, incluyendo los derechos al trabajo, al trabajo decente, a la seguridad social, incluyendo el seguro social, y a un nivel de vida adecuado. El número de vacantes entre el personal necesario para garantizar el funcionamiento normal de los servicios públicos habría alcanzado entre 1/3 y 1/2. La migración masiva en ausencia de un transporte asequible pone en peligro la vida de los migrantes e impone cargas adicionales a los países receptores. Se ha denunciado, entre otros problemas, el acceso a los alimentos, las medicinas y la asistencia médica para los migrantes venezolanos, la falta de documentos de identidad para los niños nacidos en el extranjero, la separación de las familias y la ausencia de la debida atención a los niños que se quedan con los abuelos en Venezuela.

Al Relator Especial le preocupa que la falta de gasolina, con el consiguiente aumento de los precios del transporte, viole la libertad de circulación, impida el acceso a los hospitales, las escuelas y otros servicios públicos, agrave los problemas de entrega y distribución de alimentos y suministros médicos -especialmente en las zonas remotas del país, lo que afecta, entre otras cosas, a la población indígena- y provoque retrasos en los servicios públicos, incluida la justicia penal y civil. La reportada falta de gasoil, mayormente utilizado para fines agrícolas, industriales y de transporte, tiene un potencial efecto dramático en la producción y almacenamiento de alimentos, con el riesgo de exacerbar aún más la inseguridad alimentaria del pueblo venezolano que ya enfrenta un deterioro en la cantidad y calidad de los alimentos y una mayor desnutrición, aumentando por lo tanto los riesgos de salud y las amenazas a la vida.

El Relator Especial observa con preocupación que, debido a la falta de disponibilidad de maquinaria nueva, piezas de repuesto y personal competente, el pueblo de Venezuela tiene un acceso limitado a la electricidad, lo que impide, entre otras cosas, el funcionamiento de las bombas de agua, lo que da lugar a la violación del derecho al agua, incluida el agua potable y el agua para el saneamiento, aumentando los riesgos de enfermedades pertinentes.

El Relator Especial subraya que los bajos salarios, la ausencia o insuficiencia de material escolar, de uniformes escolares y de comida en la escuela, que solía proporcionar el Gobierno, los problemas de transporte, la ausencia de electricidad y la reducida cobertura de Internet y de telefonía móvil ponen en peligro el ejercicio del derecho a la educación. Las razones anteriores, así como la reportada imposibilidad de utilizar recursos en línea con direcciones IP venezolanas, afectan el acceso a la información y la libertad de expresión. La supuesta reticencia de los socios extranjeros a cooperar con las instituciones venezolanas, incluidas las universidades, las sociedades deportivas y las ONG, así como los impedimentos a las transferencias de dinero, las dificultades para obtener visados y la negativa a abrir y el cierre de cuentas bancarias de ciudadanos venezolanos o de empresas públicas y privadas con sede en Venezuela por temor a sanciones secundarias, afectan al derecho a la educación, a las libertades académicas y a los derechos culturales, e impiden la prestación de ayuda humanitaria.

Al Relator Especial también le preocupa que la escasez de gas, que obliga a la gente a cocinar con fuegos de leña, pueda violar el derecho a un entorno favorable. Observa que, debido a la necesidad de garantizar las necesidades humanas esenciales para la supervivencia, el Gobierno habría suspendido todos los programas destinados a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidos los proyectos agrícolas y sanitarios, la protección del medio ambiente, la mejora de la alfabetización y la informática, la reconstrucción y otros.

La Relatora Especial subraya que el bloqueo de bienes, activos y cuentas bancarias de ciudadanos de Venezuela por parte de bancos extranjeros y corresponsales, muchas veces por exceso de cumplimiento, resulta en la violación del derecho a la propiedad. También observa con preocupación que la aplicación de sanciones unilaterales contra Venezuela afecta a los derechos de los nacionales de terceros países, en particular, la rescisión de contratos con empresas de terceros países tiene el riesgo potencial de afectar a los derechos económicos y de propiedad de sus propietarios y empleados; y la ausencia de contribuciones de Venezuela, que solía donar a proyectos de asistencia regional (por ejemplo, el ALBA), está afectando negativamente al derecho a la ayuda humanitaria de sus beneficiarios más allá de las fronteras de Venezuela.

El Relator Especial reconoce que las sanciones selectivas y secundarias violan los derechos a un juicio justo, las garantías procesales, la libertad de circulación, los derechos de propiedad y el derecho a la reputación. Las sanciones contra representantes de grupos de la oposición por su participación en las elecciones violan su derecho a tener y expresar opiniones, y a participar en los asuntos públicos. Mientras que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (art. 275) ofrece a las personas incluidas en la lista la posibilidad de acceder al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, aunque no existan garantías procesales antes de que se adopten las decisiones sobre las sanciones, el Relator Especial señala que no se garantiza el acceso a la justicia en lo que respecta a las sanciones de los Estados Unidos, especialmente en vista de las numerosas negativas denunciadas por parte de abogados estadounidenses a presentar casos ante la OFAC debido a las supuestas amenazas del Gobierno de los Estados Unidos o al temor a hipotéticas sanciones.

El Relator Especial concluye que las sanciones impuestas contra Venezuela, sus ciudadanos y empresas afectan a las personas de Venezuela y de fuera de su territorio, tanto en el sector público como en el privado; a los nacionales de terceros países y a los empleados de empresas de terceros países afectados por las sanciones secundarias o por el temor a las mismas; a los donantes y a las ONG humanitarias internacionales; a los beneficiarios de la asistencia de las organizaciones internacionales tradicionalmente financiadas por Venezuela; mientras que las personas de bajos ingresos, las mujeres, los niños y las personas con necesidades especiales o con enfermedades crónicas o graves son los más afectados con respecto a todo el ámbito de los derechos humanos, incluidos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y el derecho al desarrollo.

El Relator Especial acoge con satisfacción los informes sobre el mayor compromiso del Gobierno de Venezuela con el PNUD, el UNICEF, el ONUSIDA, la OPS, otros organismos internacionales y las ONG eclesiásticas, del sector privado y humanitarias, en la prestación de ayuda humanitaria, facilitando cierta reconstrucción de los sistemas de agua y el suministro de vacunas, medicamentos, pruebas, reactivos, material escolar y alimentos, ayudando así a unos 4 millones de personas. Sin embargo, al Relator Especial le preocupan los informes sobre la mala gestión en la distribución de la ayuda humanitaria, la vigilancia y la persecución del personal de las ONG nacionales que participan en la labor humanitaria, y la ausencia de un reglamento provisional para el trabajo de las ONG internacionales.

Recomendaciones del Relator Especial:

La Relatora Especial recuerda a todas las partes su obligación, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, de observar los principios y normas del derecho internacional, incluidos los principios de igualdad soberana, independencia política, no intervención en los asuntos internos de los Estados y solución pacífica de las controversias internacionales. La Relatora Especial les insta a que resuelvan cualquier disputa a través de las instituciones judiciales y otras instituciones internacionales competentes.

La Relatora Especial subraya que las preocupaciones humanitarias deben prevalecer siempre sobre las políticas y que las medidas unilaterales sólo pueden adoptarse teniendo en cuenta el Estado de Derecho, las normas de derechos humanos, el derecho de los refugiados y el derecho humanitario; deben cumplir las obligaciones jurídicas internacionales de los Estados y sólo pueden aplicarse en el marco de contramedidas internacionalmente lícitas. El Relator Especial recuerda que las evaluaciones preliminares y continuas del impacto humanitario deben realizarse en el curso de cualquier actividad unilateral, ya que ninguna buena intención justifica la violación de los derechos humanos fundamentales como «daño colateral».

El Relator Especial subraya la inadmisibilidad de aplicar sanciones de forma extraterritorial e insta al Gobierno de los Estados Unidos a poner fin a la emergencia nacional en relación con Venezuela, revisar y levantar las sanciones sectoriales contra el sector público de Venezuela, revisar y levantar las sanciones secundarias contra terceros Estados y abstenerse de imponer sanciones al suministro de gasóleo que provocarían una crisis humanitaria de proporciones sin precedentes.

El Relator Especial insta a todos los interlocutores (incluidos los Estados, las organizaciones internacionales, los bancos, las empresas privadas y la sociedad civil) a que eviten la coacción, las amenazas escritas u orales o cualquier otro acto que pueda provocar o dar lugar a un exceso de cumplimiento, y a que interpreten todas las limitaciones de la manera más estricta posible en el período intermedio antes del levantamiento de las sanciones unilaterales, teniendo debidamente en cuenta las Orientaciones emitidas por el Relator Especial en diciembre de 2020.

El Relator Especial pide a todos los Estados que revisen y levanten las sanciones selectivas de conformidad con los principios del derecho internacional, el Estado de derecho, los derechos humanos y el derecho de los refugiados, que garanticen la posibilidad de que los funcionarios del Estado de Venezuela representen al Estado sobre la base del principio de igualdad soberana de los Estados, y que garanticen los derechos de las personas afectadas a la presunción de inocencia, las garantías procesales, el acceso a la justicia y otros derechos fundamentales.

El Relator Especial insta a los Gobiernos del Reino Unido, Portugal y los Estados Unidos y a los bancos correspondientes a que descongelen los activos del Banco Central de Venezuela para adquirir medicamentos, vacunas, alimentos, equipos médicos y de otro tipo, repuestos y otros bienes esenciales para garantizar las necesidades humanitarias del pueblo de Venezuela y el restablecimiento de los servicios públicos en colaboración con el PNUD y otros organismos de las Naciones Unidas y mediante mecanismos mutuamente acordados y supervisados por ellos.

Aunque reconoce el efecto devastador de las sanciones unilaterales en el amplio ámbito de los derechos humanos, especialmente el derecho a la alimentación, el derecho a la salud, el derecho a la vida, el derecho a la educación y el derecho al desarrollo, el Relator Especial pide al Gobierno de Venezuela y a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que apliquen plenamente el acuerdo de cooperación firmado entre ellos, que refuercen la presencia de la OACDH en el terreno para supervisar, entre otras cosas, el impacto de las sanciones unilaterales y que organicen visitas de los procedimientos especiales pertinentes al país.

El Relator Especial hace un llamamiento al Gobierno de Venezuela, al PNUD, a otras agencias de la ONU y a la OACDH en Venezuela para que negocien un acuerdo que garantice la distribución transparente, justa y no discriminatoria de los bienes esenciales y de la ayuda humanitaria bajo el control de las instituciones internacionales, independientemente de la raza, el género, la nacionalidad, la edad, las creencias religiosas o las opiniones políticas, teniendo debidamente en cuenta a los grupos con necesidades especiales.

La Relatora Especial hace un llamamiento al Gobierno de Venezuela para que, en colaboración con el Coordinador Residente de las Naciones Unidas y el ACNUDH en Venezuela, termine de redactar una legislación clara y no discriminatoria que permita y facilite la labor humanitaria de las ONG internacionales y nacionales en Venezuela, y garantice la seguridad e integridad de su personal. Al mismo tiempo, se refiere a la obligación de las ONG humanitarias de cumplir con las normas de la actividad puramente humanitaria.

[Fin]

Fuente de la Información: https://rebelion.org/la-onu-pide-levantar-las-sanciones-a-venezuela-por-sus-efectos-devastadores/

Comparte este contenido:

Argentina: A los 90 años murió el ex presidente Carlos Menem

A los 90 años murió el ex presidente Carlos Menem

Murió Carlos Menem

El expresidente, exgobernador y senador de La Rioja Carlos Menem falleció a los 90 años en el Sanatorio Los Arcos, donde estaba internado por un cuadro de infección urinaria que se agravó en los últimos días.

Por Luis Bruschtein

Carlos Menem murió este viernes en el Sanatorio Los Arcos de la Ciudad de Buenos Aires, donde estaba internado desde hace dos semanas por una infección urinaria, luego de que sintiera dolores y que aumentara su frecuencia cardíaca.

En 1910 arribaba desde su Siria natal al puerto de Buenos Aires el matrimonio de musulmanes sunnitas de Saúl Menehem y Mohibe Akil. El empleado de Migraciones, simplificó el apellido: escribió “Menem” y así quedó para la historia. En 1930 nació Carlos Saúl en Anillaco, pueblito perdido en La Rioja, provincia de caudillos y montoneros. Vio por primera vez a Perón y Evita en 1951 cuando viajó a Buenos Aires con el equipo universitario de básquet, y se deslumbró. No sabía en ese momento que sería el encargado de demoler el edificio de justicia social y soberanía económica que le había deslumbrado, tarea en la que habían fracasado las dictaduras más antiperonistas.

El hombre nació para una cosa pero hizo la opuesta. Carlos Saúl conservó la religión de sus padres mientras militó en el peronismo en la época de proscripciones y persecuciones. Ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba en 1949 y, dos meses antes del golpe que derrocó a Perón en 1955, se recibió de abogado. Al año siguiente fue preso, acusado de conspirar en el peronismo. Y cuando salió en libertad en 1957, fundó en la clandestinidad riojana a la Juventud Peronista.

Carlos Saúl jugó en la dura cultivando la mística de la montonera riojana. Como el Justicialismo estaba prohibido, fue candidato a diputado de la Unión Popular en 1963 y no pudo asumir por el golpe militar de ese momento. En 1964 iba ser candidato a gobernador, pero Perón llamó a votar en blanco y el hombre fue leal al caudillo exiliado. En todo ese tiempo fue asesor legal de la CGT.

Mientras estuvo Perón, Menem se mantuvo alineado junto a su liderazgo. Fue una época donde muchos de los políticos del peronismo preferían tomar distancia de su líder, porque era muy difícil hacer política cuando el referente principal estaba exiliado, proscripto y a diez mil kilómetros. La permanencia de Perón en esa época se sostuvo por la lealtad popular que se salteaba la intermediación de políticos y dirigentes sindicales. El peronismo sin Perón tenía muchas simpatías entre los dirigentes, pero era minoría en las bases.

Sin integrar agrupaciones partidarias, Menem se ganó el respeto del peronismo duro sin pelearse con los más negociadores. Siempre tuvo esa habilidad para el equilibrismo. La cultura del mundo árabe musulmán de su familia gravitó en su vida y aún cuando renegó del Islam para hacerse cristiano, su referencia cultural estuvo marcado por ese universo. En 1964 viajó a la ciudad de Yabrud, en las montañas Qalamouni, de Siria, de donde provenían sus padres. Y allí conoció a Zulema Yoma, quien sería su esposa, y madre de sus hijos Zulemita y Carlos Jr, ella también de una familia riojana.

Con sus frondosas patillas de Facundo Quiroga del siglo XX, viajó en el avión con Perón en su regreso de noviembre de 1972. Fue el candidato a gobernador en 1973 y ganó con más del 50 por ciento de los votos. Lo primero que hizo fue un acto en el pueblo natal de Quiroga para recordar el levantamiento del general Juan José Valle. Entre los presentes estaban los principales dirigentes de la Juventud Peronista y el obispo Enrique Angelelli.

No fue uno de los gobernadores de la tendencia, como los de Buenos Aires, Mendoza, Santa Cruz, Salta, Córdoba y San Luis, pero mantuvo buenas relaciones con la JotaPe y los Montoneros. Hasta que se alineó con Isabelita en medio del caos que generó la muerte de Perón con enfrentamientos entre sindicalistas, lopezrreguistas y montoneros y la tendencia.

El golpe del ’76 lo encarceló. Durante dos años transitó diferentes prisiones, tras los cuales le concedieron libertad vigilada. Eligió Mar del Plata. Otra de sus debilidades, además de las mujeres, fue la farándula y en la Perla organizaba reuniones con Alberto Olmedo, Carlos Monzón y Susana Giménez. Eso motivó su traslado a Tandil y de allí a Formosa, donde fue alojado como huésped por la familia Maza. Inimputable, no pudo con su carácter y mantuvo una relación con la hija de los Maza, de 22 años, con quien tuvo un hijo. La mujer fue después diputada nacional y mantuvo a lo largo de su vida un conflicto legal para que Menem reconociera legalmente a su hijo Nair. En 2003 la mujer se suicidó.

A la salida de la dictadura, Menem ya no fue el mismo. Viajó a España para conseguir el padrinazgo de Isabel, quien ni quiso recibirlo. Fue una forma de hacerle saber que Perón le había desconfiado siempre. Ganó las elecciones de 1983 en La Rioja y comenzó su carrera hacia las presidenciales de 1989.

Todavía conservaba sus patillas folclóricas y la melena larga hasta los hombros sobre el poncho gauchesco, cuando criticaba a su adversario en la interna pejotista Antonio Cafiero. Desmedido y aparatoso en alguno de sus discursos, amenazó con bombardear Washington si los aviones norteamericanos bombardeaban la Libia de Khadaffi. Se dijo que había recibido dinero de Libia y de Siria para la campaña. Y que su traición a esos compromisos cuando envió barcos a la guerra contra Irak, habían provocado después los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA y la muerte de su hijo Carlos Jr.

En el último año de su gobierno Raúl Alfonsín quedó contra las cuerdas por una hiperinflación descontrolada y Menem tuvo que anticipar su asunción. La impresionante demostración de fuerza de las corporaciones que especulaban en el mercado del dólar había provocado la salida de Alfonsín y disciplinó cualquier fantasía de juventud del patilludo riojano. Rápidamente se afeitó, se cortó el pelo y se olvidó de sus admirados caudillos. A partir de allí su gobierno fue lo más opuesto a los principios que había profesado en su ingreso a la política.

Ladrillo por ladrillo, hizo lo que ni siquiera los gobiernos militares habían podido hacer. Se dedicó a desmontar lo que aún quedaba en pie de los primeros gobiernos peronistas: privatizó todos los servicios de agua, gas y electricidad, las comunicaciones, los altos hornos y el acero, los ferrocarriles, Aerolíneas, desreguló la economía. Hizo lo que ni siquiera los gobiernos más neoliberales del mundo habían hecho: privatizó la petrolera estatal YPF.

Las empresas del Estado fueron privatizadas a precio vil a cambio de papeles de una deuda ilegítima, gran parte tomada por los gobiernos militares. Y ese proceso se prestó a una lluvia de denuncias por coimas y corrupción.

Amnistió a los jefes de la dictadura que habían sido condenados por graves violaciones a los derechos humanos y bloqueó la realización de otros juicios, buscó la alianza con las derechas antiperonistas y se abrazó con el enemigo más odiado del peronismo, el verdadero inspirador de los fusilamientos y la represión a los peronistas, Isaac Rojas. Su canciller definió la política exterior como “de relaciones carnales” con Washington y buscó la reconciliación con Gran Bretaña subordinando el reclamo de soberanía en Malvinas.

Y así dió por perimido el contenido nacional y popular histórico del peronismo, al que consideró “anacrónico y congelado en el ’45”. Convocó a Domingo Cavallo, que aceleró el proceso de quiebras en la pequeña y mediana industria y fundió a los productores del campo. Privatizó las jubilaciones y creó la estafa de las AFJP. Millones de ciudadanos quedarían sin jubilación en el futuro.

Fue una fiesta para ricos. En los primeros años, la política económica del menemismo que favoreció a las grandes corporaciones, creó también una ilusión de prosperidad de la clase media media y alta, al mismo tiempo que aumentaba la desocupación, se multiplicaban los pueblos fantasma en el campo y las economías regionales se fundían.

Representó en Argentina la expresión más clara de la ola mundial que había provocado la globalización neoliberal y proclamaba el “fin de las ideologías”. Esa frase quería decir que el neoliberalismo no era una ideología sino que expresaba las fuerzas naturales y lógicas de la economía y arrasaba con las ideologías que forzaban esas “leyes naturales de los mercados”, como el socialismo, el comunismo, los movimientos nacionales y populares como el peronismo, y pretendía terminar con el concepto de estado de bienestar.

Amparado en ese tsunami avasallante, gran seductor de la política y conocedor de la idiosincrasia popular por su historia en el peronismo, Menem logró alinear detrás de una gestión neoliberal a la gran mayoría del Partido Justicialista y a fuerzas conservadoras, algunos provenientes de la derecha de la democracia cristiana, la democracia progresista y la Unión de Centro Democrático. Pero también cosechó sectores que provenían del peronismo combativo y la izquierda nacional, resignados ante la fuerte hegemonía neoliberal. Los pocos que intentaban resistir dentro del peronismo eran anulados o debieron soportar la marginalidad.

Sus dos presidencias le valieron diez años y medio en el poder. Fue el presidente que gobernó más tiempo. Y, con altibajos, mantuvo cierta popularidad hasta el final, a pesar de la creciente protesta popular. Cuando quiso postularse para un tercer período, sus aliados del mundo corporativo y los conservadores antiperonistas que lo habían acompañado decidieron que ya no necesitaban la máscara del peronismo y le quitaron su apoyo.

Atrás quedaron sus romances versionados con pulposas vedettes, las fantasías alimentadas sobre sus desempeños sexuales de macho cabrío, su divorcio escandaloso, sus almuerzos y fiestas con la farándula, sus partidos de fútbol y básquet. Y se perdió el eco de sus discursos rocambolescos del principio sobre Facundo Quiroga o los que comparaba a Perón con Julio César y Napoleón Bonaparte y los posteriores, cuando prometía naves espaciales argentinas con pasajeros que saldrían desde las serranías cordobesas, hacia el espacio exterior y desde allí a cualquier parte del mundo en menos de hora y media.

El escándalo del tráfico ilegal de armas a la guerra civil en la ex Yugoeslavia, los atentados terroristas contra la embajada de Israel y contra el edificio a la AMIA involucraron a su gobierno en una trama siniestra. La investigación de los atentados fue obstaculizada desde su gobierno a partir de lo cual los atentados quedaron impunes y en la incógnita. Zulema Yoma, la ex esposa de la que se separó tras expulsarla de la Quinta presidencial de Olivos, vinculó esa oscura trama con la muerte de su hijo Carlos Junior en un accidente aéreo.

Sus políticas, entre ellas la instalación forzada de un tipo de cambio que equiparaba un peso a un dólar, crearon las condiciones para la profunda crisis del 2001-2002, que derrocó varios gobiernos.

Intentó regresar a la presidencia en 2003 y ganó en primera vuelta ante una oposición fragmentada. Su principal oposición provenía del peronismo, que también llegaba dividido. Cuando estuvo a punto de ser arrollado por Néstor Kirchner en la segunda vuelta del 2003, se retiró y mantuvo así invicta su curricula electoral.

Animal político, con la picardía y la astucia del zorro, fue capaz de todo para ganar una elección, hasta fraguar un casamiento en el otoño de su vida con una ambiciosa joven chilena ganadora de concursos de belleza, con la que incluso tuvo un hijo. Pero el matrimonio duró poco, después de su ocaso en la político. El triunfo del kirchnerismo lo redujo a la mínima expresión. Apenas le alcanzó para un plaza por La Rioja en el Senado que lo puso a resguardo de cualquier acción judicial. Su último posicionamiento político lo ubicó en un pequeño bloque en el Senado en alianza con el macrismo junto a Miguel Angel Pichetto, otro fugitivo del peronismo.

Fuente dela Información: https://www.nodal.am/2021/02/argentina-a-los-90-anos-murio-el-ex-presidente-carlos-menem/

 

Comparte este contenido:

Ecuador: ¡Ganó Arauz, lero, lero!

¡Ganó Arauz, lero, lero!

Hace poco, pero es que no han pasado ni diez años para decir que fue hace mucho tiempo, repito: hace poco, que el gobierno de Lenin Moreno masacró a diestra y siniestra a cuanto indígena se le dio la gana y regó la sangre de su pueblo como escupitajo de un traidor inflado de su poder y de su arrogancia.  Las imágenes dantescas le dieron la vuelta al mundo, el pueblo ecuatoriano clamaba por ayuda, el Estado lo masacraba a plena luz del día, cosa que ni en las dictaduras de décadas pasadas en Latinoamérica.

En ese momento se pensó que tal vez la dignidad de un pueblo arrodillado por la dictadura de un traidor, no solo de su pueblo, pero del progresismo latinoamericano, traidor a su propia herencia indígena; se levantaría y defendería sus derechos honrando así la vida de los masacrados. Pero no sucedió, lo vimos retroceder con la cabeza arrastrando el suelo. Fue así como el traidor, remedo de dictador se hamaqueó en ellos revés y derecho, les midió el pulso lo tenían aguajoso, un pulso aguajoso.  Jactancioso de la sumisión de su pueblo, de las agallas perdidas y de la sangre desteñida que en otros tiempos rojeaba hirviente en dignidad, le dio viaje a cuanta idea de perversión tuvo, fue así como vimos aquellos cuerpos abandonados en las calles en tiempos de covid, con la tristeza infinita de sentir a un pueblo derrotado, sin el menor impulso de preservación. Era Guayaquil, pero el corazón de Ecuador desfalleciente. Era el rostro de la Latinoamérica mancillada por el neoliberalismo.

Será en las elecciones, se pensó, en las elecciones van a reaccionar, volverán a la democracia a la primera, como en Bolivia. Bolivia no necesitó más, su sangre derramada fue suficiente para que levantaran la cara y dignificaran en las urnas a los caídos, a los sobrevivientes, a las familias dolidas que perdieron familiares, para que honraran a los niños que esperan por un futuro con oportunidades de desarrollo. Fue  en las urnas. ¿Qué más que en las urnas? Y no se puede decir que a ellos no les mintieron los medios de comunicación corporativos, no se puede decir que la oligarquía latinoamericana no se movilizó para desacreditar a quien ponía la cara por Evo, por su pueblo indígena, por el pueblo boliviano. No se puede decir que lo de Bolivia no fue cuesta arriba.

Bolivia vivió en ese tiempo de dictadura la violencia de un sistema que intentó ahogarlos para evitar un voto consecuente. Entonces no es pretexto para que digan que influyó en Ecuador, porque es una vergüenza y una decepción que Arauz no barriera con todos a la primera. Arauz tuvo que haber ganado con una cantidad de votos que ni la peor de las traiciones pudiera esconder. Por más votos robados, por más uniones de candidatos vestidos de izquierda y de pueblos originarios al servicio de la derecha neoliberal. No hay pretexto, por más análisis que escriban los intelectuales progresistas, en pro de la tibieza de una sociedad a la que le tembló la mano para responderle a Correa, a sus muertos. No hay justificación alguna ante esta bajeza, una puñalada al sacrificio de tantos.

¿Es que acaso ya olvidaron lo que fue la Revolución Ciudadana en Ecuador? ¿Ya olvidaron que la sangre, aunque se seque tiene memoria y respira? Ahí están sus muertos hablándoles, dolidos por la tibieza, por el olvido. Les queda decir a los  pro Arauz que lero, lero, ganó, se llevó la delantera y van a la segunda vuelta con un respiro de ir encabezando la carrera. Como si de una apuesta de bicicletas se tratara. No jodan.  Como gatos panza arriba ahora,  arañando, esperando una segunda vuelta a ver si la ganan, ahora sí, cuando tuvieron que respaldar a  la Revolución Ciudadana a la primera, ya que no lo hicieron cuando Moreno masacró a su pueblo en las calles. Solo tenían que salir a votar, así lloviera, así cayeran rayos, así los ríos se desbordaran, tenían que salir a votar y demostrarles a todos los que creyeron que eran imbéciles, que los podían manipular, que les sintieron el pulso aguajoso, que ahora iban con dignidad a respaldar su derecho a vivir en paz construyendo una democracia de oportunidades. Es que no era ni por Arauz, ni por Correa, vaya, era para salvarse ustedes mismos de embrocarse solos.

A ver si en este tiempo, se les oxigena el corazón, les vuelve el pulso y logran rescatar a su país en la segunda vuelta, de otra manera, se verán con otro episodio de dictaduras, saqueos, corrupción, violencia institucionaliza, más hermanos migrando forzadamente y con las costillas de su país al aire libre, para que se las cuenten los traidores, desde el despilfarro de la poltrona.  Escribo este texto con el amor que le tengo a Latinoamérica y porque eso me da el derecho absoluto de sentirme ciudadana de cualquier país de la Patria Grande.  Y no, no vengo como gata panza arriba, arañando mi mandíbula desencajada para ser parte del festín (culeco) que hoy celebra que lero, lero, ganó Arauz, porque no han ganado nada, al contrario.

Si usted va a compartir este texto en otro portal o red social, por favor colocar la fuente de información URL: https://cronicasdeunainquilina.com

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado

09 de febrero de 2021.

Fuente de la Información: https://cronicasdeunainquilina.com/2021/02/09/gano-arauz-lero-lero/

 

Comparte este contenido:

La ONU pide levantar las sanciones a Venezuela por sus efectos devastadores

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió este viernes levantar las sanciones económicas que varios países han impuesto a Venezuela en los últimos años, en vista de los «efectos devastadores» que han tenido estas restricciones financieras sobre la vida de los ciudadanos.

El exhorto lo hizo la relatora especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Alena Douhan, al término de una visita de 12 días al país, en la que se entrevistó con decenas de personas para entender, dijo, una «situación muy compleja y alarmante».

Si bien las observaciones presentadas en rueda de prensa son de carácter preliminar, aclaró la relatora, estas surgieron de un «diálogo franco y abierto» en el que hubo «exhaustivas consultas con una amplia gama de interlocutores».

EL DIAGNÓSTICO

Venezuela enfrenta una carencia en categorías como maquinaria, repuestos, electricidad, agua, combustible, gas, alimentos y medicinas, mientras que los activos del país congelados en los bancos de Estados Unidos, Reino Unido y Portugal representan 6.000 millones de dólares.

El informe, que la relatora leyó en primera persona frente a decenas de periodistas, estima también que desde 2015 el número de venezolanos que han abandonado el país en busca de una vida mejor oscila entre 1 y 5 millones, si bien la propia ONU estima que son 5,4 millones de emigrantes en este momento.

Según el escrito, los servicios públicos, que presentan desde hace años numerosos fallos, han tenido una merma del 30 al 50 % de su personal, mientras que hay más de 2,5 millones de personas que sufren de inseguridad alimentaria severa.

«Cuatro años de hiperinflación han traído como consecuencia la total devaluación de la moneda nacional», señaló Douhan, para luego recordar que cerca del 90 % de la población recibe menos de 10 dólares mensuales, lo que alcanza para menos del 1 por ciento de la cesta alimentaria y les condena a la pobreza extrema.

Los problemas de transporte, causados entre otros por la escasez de gasolina, así como la falta de electricidad y una reducida cobertura de telefonía móvil e internet ponen en peligro el disfrute del derecho a la educación.

LAS SANCIONES

«Las sanciones unilaterales impuestas, cada vez en mayor medida, por los Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países han exacerbado las calamidades (en Venezuela)», explicó Douhan, quien mencionó que el país hoy percibe menos del 1 % del ingreso que tenía antes de que comenzaran las medidas coercitivas.

Principalmente desde Estados Unidos, pero también desde otros países americanos y europeos, se han aplicado cientos de sanciones contra funcionarios de la llamada revolución bolivariana y sobre el sistema financiero nacional.

Este embargo económico incluye la prohibición de hacer negocios con la estatal petrolera Pdvsa o la congelación de activos del Banco Central de Venezuela (BCV), pero también el hecho de que EE.UU. ha tratado de impedir que Venezuela reciba combustible de Irán y de que ha habido «amenazas» y «presiones» para que terceros no suscriban contratos con Caracas.

También en el marco de las sanciones, que en su mayoría están sustentadas en el señalamiento del Gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura, Venezuela, o al menos el Ejecutivo, no ha podido acceder a dinero público depositado en el extranjero.

La relatora subrayó que sancionar sectores económicos como el petróleo, oro, minería y otros, la aerolínea estatal y la industria de la televisión estatal constituyen «una violación del derecho internacional y su ilicitud no se excluye con hacer referencia a las contramedidas».

En este sentido, recordó que los activos del BCV y los bienes utilizados para funciones públicas pertenecen al Estado venezolano y no al Gobierno y, por lo tanto, la congelación de estos recursos «viola los derechos soberanos del país e impide a su Gobierno ejercer su deber de garantizar las necesidades de la población».

LAS RECOMENDACIONES

Douhan concluye que las sanciones impuestas al país «afectan al pueblo venezolano» y «han exacerbado las calamidades económicas y humanitarias existentes», lo cual «ha tenido un efecto devastador en toda la población».

Esto, además, deja a las personas cada vez más dependientes de la ayuda social de un Gobierno que tradicionalmente ha usado las importaciones para saciar las necesidades de comida y salud, y que ahora no es capaz de sufragar estas demandas, entre otras razones, por la merma casi total de su poder adquisitivo.

La relatora subrayó la «inadmisibilidad de la aplicación de sanciones extraterritorialmente» e instó al Gobierno de los EE.UU. a «reconsiderar y levantar las sanciones impuestas al sector público venezolano», así como «revisar y levantar las sanciones secundarias impuestas a terceros países», relacionadas con la tirantez entre Caracas y Washington.

El exhorto también se dirigió a todos los Estados para que revisen y levanten las sanciones selectivas «para garantizar que los funcionarios del Gobierno de Venezuela puedan representar al Estado con base al principio de igualdad soberana».

Asimismo, se exhorta al Gobierno de Maduro para que, junto a agencias de la ONU, negocie un acuerdo para «garantizar la distribución transparente, justa y no discriminatoria de los bienes esenciales y la ayuda humanitaria bajo el control de las instituciones internacionales sin distingos».

Douhan se dijo preocupada por la falta de personal sanitario y de medicamentos en Venezuela, por lo que lamentó que los intentos por liberar los fondos congelados del país en el extranjero hayan sido infructuosos pues, remarcó, estos serían usados para paliar esta situación.

De igual modo, se mostró alerta ante «la vigilancia y enjuiciamiento» del personal de las ONG involucradas en el trabajo humanitario y la ausencia de normas provisionales que regulen el trabajo de estas asociaciones en el país, por lo que cree necesario que se establezca un marco legal claro y no discriminatorio al respecto.

LAS REACCIONES

La oposición venezolana acusó a la relatora de seguir la narrativa del Gobierno sobre las sanciones económicas a su país, si bien Douhan aseguró en la rueda de prensa que su trabajo se rigió por un independencia total.

«Lamentamos que una relatora de ONU se preste para la propaganda y narrativa que excusa al régimen de su responsabilidad en la Emergencia Humanitaria y la violación de DDHH en el país», dijo el exparlamentario Miguel Pizarro en Twitter.

El opositor indicó que la relatora cometió imprecisiones pues, según dijo, no mencionó «temas como corrupción, ineficiencia, violencia política y uso del hambre como herramienta de control social y político».

Maduro, por su parte, reconoció que la crisis humanitaria de Venezuela es «enorme» y reiteró su denuncia de que es causada por las sanciones, pese a que la situación crítica comenzó años antes de que el país fuera sancionado.

«Hoy la relatora ha hecho un llamado al Gobierno de Estados Unidos, al Gobierno de la Unión Europea (UE) a que revisen las sanciones y levanten las sanciones contra Venezuela porque han exacerbado una crisis humanitaria gigantesca, enorme, contra el pueblo», dijo Maduro, que hasta mediados de 2019 negaba la existencia de la urgencia humanitaria.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/onu-pide-levantar-sanciones-venezuela-efectos-devastadores_1_7216472.html

A continuación, el informe completo

Derechos humanos y medidas coercitivas unilaterales:

La Relatora Especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Sra. Alena Douhan, concluye su visita a la República Bolivariana de Venezuela

Resultados preliminares de la visita a la República Bolivariana de Venezuela

Caracas (12 de febrero de 2021), La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Sra. Alena Douhan, visitó la República Bolivariana de Venezuela del 1 al 12 de febrero de 2021. La Relatora agradece al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela por permitir y apoyar su visita al país. El propósito de la visita fue evaluar el impacto de las sanciones unilaterales en el disfrute de los derechos humanos de las personas que viven en Venezuela y cualquier otra persona afectada.

Estas observaciones son de carácter preliminar, resultado de extensas consultas con una amplia gama de interlocutores. El informe completo se presentará al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en septiembre de 2021.

El Relator Especial se reunió con el Presidente y el Vicepresidente de la República; los Vicepresidentes a cargo de los Poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral; los Ministros de Relaciones Exteriores, de Salud, de Educación, de Planificación, de Economía, de Finanzas, de Petróleo, de Minería, de Alimentación, de Mujer e Igualdad de Género, de Bloqueo, de Vivienda, de Trabajo Social, de Ciencia, de Tecnología, de Transporte, de Cultura y de Pueblos Indígenas; el Coordinador de los Comités Locales de Producción y Abastecimiento (CLAP); el Secretario General del Comité de Derechos Humanos; el Presidente de PDVSA; el Presidente del Banco Central, el Director de Telecomunicaciones el Presidente del Tribunal Supremo, el Fiscal General, el Procurador General; el Presidente y los miembros de la Asamblea Nacional; el Defensor del Pueblo; el Secretario Ejecutivo del ALBA; representantes de todo el espectro de partidos políticos, de la oposición y de los sindicatos; de organizaciones humanitarias nacionales e internacionales; del sector privado; de la iglesia católica; así como actores no gubernamentales venezolanos que trabajan en los ámbitos de la salud, los derechos humanos, la protección de la infancia, las mujeres y los ancianos; personal médico; profesores universitarios; maestros de escuela; investigadores independientes y, lo que es más importante, víctimas de violaciones de los derechos humanos.

La Relatora Especial también se reunió con representantes del equipo de las Naciones Unidas en el país y de la comunidad diplomática. Visitó el Hospital Infantil del Corazón; la planta farmacéutica Quimbotiec; el complejo Canaimita; la escuela primaria Hugo Chávez y el preescolar Ciudad Mariche, en las afueras de Caracas. En el Estado de Carabobo, el Gobernador facilitó una reunión con los directores de las empresas públicas (agua, electricidad, gas y telecomunicaciones), la maternidad adscrita al hospital estatal, uno de los centros provinciales de salud primaria inspirados en el modelo cubano y varias organizaciones no gubernamentales.

La Relatora Especial extiende su agradecimiento y gratitud a todos estos interlocutores que han ofrecido generosamente su tiempo, información, análisis, experiencias y pensamientos para ayudarla a comprender en poco tiempo lo que ha resultado ser una situación muy compleja y alarmante.

La Relatora Especial elogia la cálida acogida y la forma constructiva y cooperativa en que el Gobierno facilitó su visita, lo que permitió un diálogo franco y abierto. Expresa su especial agradecimiento al Ministerio de Asuntos Exteriores por su eficaz colaboración con su oficina. También agradece a la oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas su apoyo y asesoramiento durante la visita.

Contexto de la visita al país

Estados Unidos ha impuesto sanciones contra Venezuela desde 2005, cuando introdujo sanciones selectivas contra personas y entidades presuntamente implicadas en el tráfico de drogas. Impuso un embargo de armas en 2006 por considerar que el Gobierno no cooperaba suficientemente en los esfuerzos antiterroristas.

Una ley estadounidense de 2014 dio lugar a sanciones contra funcionarios venezolanos a los que se acusa, entre otras cosas, de reprimir violentamente las protestas, perseguir a los opositores políticos, recortar las libertades de prensa y la corrupción. En 2015, Estados Unidos declaró la situación de Venezuela como una emergencia nacional que amenazaba la seguridad y la política exterior de Estados Unidos.

En 2017, Estados Unidos calificó de ilegítimas las elecciones legislativas venezolanas e impuso sanciones contra el Gobierno y sus entidades, incluida PDVSA, bloqueando sus transacciones y el acceso a los mercados financieros estadounidenses. En 2018, tras las elecciones presidenciales venezolanas, Estados Unidos endureció sus sanciones contra el gobierno, citando la mala gestión económica, la corrupción, la represión de los opositores políticos y los esfuerzos por socavar la democracia.

En enero de 2019, tras reconocer al líder legislativo Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, Estados Unidos impuso más sanciones contra PDVSA, el Banco Central de Venezuela y funcionarios clave del gobierno, e impuso un embargo económico total en agosto de 2019. Estados Unidos también dio a Guaidó el control de los activos y propiedades del Gobierno venezolano en cuentas bancarias estadounidenses, incluido el dinero que va a PDVSA desde su unidad estadounidense, Citgo. Otras sanciones de Estados Unidos en 2018 y 2019 se dirigieron a los sectores del oro y otras minas, los alimentos, las criptomonedas y la banca. En septiembre de 2020, se impusieron sanciones estadounidenses a cinco legisladores que dirigían partidos que cooperaban con el Gobierno. Desde 2020, Estados Unidos ha tratado de bloquear a Venezuela para que no obtenga combustible de Irán mediante la inclusión en la lista de capitanes de petroleros, la prohibición del uso de puertos aéreos y marítimos venezolanos y el bloqueo de activos de Rosneft. Al parecer, funcionarios estadounidenses han proferido amenazas extraoficiales para impedir las transacciones de empresas de terceros Estados con Venezuela.

El Relator Especial toma nota de la decisión del Gobierno de los Estados Unidos, de 21 de enero de 2020, de revisar las sanciones de los Estados Unidos para minimizar el impacto humanitario de la pandemia, y de la medida del Gobierno de los Estados Unidos, de 2 de febrero de 2021, de suavizar las sanciones que afectan al funcionamiento de las operaciones ordinarias en los puertos y aeropuertos venezolanos.

La Unión Europea impuso sanciones contra Venezuela en 2017, entre ellas un embargo de armas, la prohibición de exportar otros bienes que pudieran utilizarse para la represión interna, la prohibición de exportar tecnología y material hecho para la vigilancia o interceptación de las telecomunicaciones, y la prohibición de viajar y la congelación de activos de personas cuyas acciones fueron consideradas por la UE como un atentado contra la democracia, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, que han sido impugnadas por Venezuela ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. También se informó de que 1.200 millones de dólares en fondos del Gobierno de Venezuela han sido congelados por un banco portugués en 2019. Cerca de 2.000 millones de dólares en oro propiedad del Banco Central de Venezuela y depositados en el Banco de Inglaterra también están congelados mientras avanza un caso en los tribunales británicos.

En 2017 y 2018, Canadá congeló activos y prohibió las transacciones de bienes de funcionarios venezolanos acusados de represión, graves violaciones de los derechos humanos, corrupción, censura, ejecuciones extrajudiciales y otros actos. En 2018, México congeló activos e impuso prohibiciones de viaje a 13 altos funcionarios venezolanos. En 2018 y 2019, Suiza impuso un embargo de armas a Venezuela y congeló activos e impuso prohibiciones de viaje a funcionarios venezolanos. En 2019, Colombia prohibió la entrada de unos 200 venezolanos vinculados al gobierno. Panamá impuso sanciones selectivas contra personas y entidades venezolanas en 2018 consideradas de alto riesgo de participar en el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva.

En 2019, 13 de los 14 países del Grupo de Lima acordaron prohibir la entrada de funcionarios venezolanos y negarles el acceso a sus sistemas financieros. También en 2019, la mayoría de las partes del Tratado de Río aprobaron una resolución que permitía imponer sanciones selectivas, incluida la congelación de activos, a funcionarios venezolanos presuntamente implicados en el narcotráfico, las actividades terroristas, la delincuencia organizada y/o las violaciones de derechos humanos.

El 13 de febrero de 2020, Venezuela presentó una remisión a la Corte Penal Internacional en virtud del artículo 14 del Estatuto de Roma con respecto a las medidas coercitivas unilaterales.

Situación económica y humanitaria en Venezuela

Venezuela cuenta con una de las mayores reservas de petróleo del planeta. El petróleo ha sido la principal exportación del país y la principal fuente de ingresos y divisas. Desde el año 2000, el Gobierno ha anunciado la puesta en marcha de un amplio abanico de proyectos sociales en los ámbitos de la vivienda, la educación, la alfabetización, la alimentación, el suministro de electricidad y agua, la atención sanitaria, la planificación familiar, la alfabetización informática y el desarrollo de las comunas, muchos de los cuales se han ejecutado sin coste alguno para el pueblo o han sido sustancialmente subvencionados por el Estado. La economía monoorientada ha dependido en gran medida de las ventas de petróleo; la mayoría de los productos, desde la maquinaria y las piezas de repuesto hasta los alimentos y los medicamentos, se han importado principalmente de Estados Unidos y Europa. La producción interna se ha mantenido en un nivel bastante bajo y no ha podido satisfacer las necesidades del consumo interno. El declive de la economía comenzó en 2014 con la caída de los precios del petróleo. Entre otros factores que afectan a la economía de Venezuela, se han citado la mala gestión, la corrupción y los controles estatales de precios.

Las sanciones unilaterales impuestas cada vez más por Estados Unidos, la Unión Europea y otros países han agravado los problemas mencionados. Se ha informado de que los ingresos del Gobierno se han reducido en un 99% y que el país vive actualmente con el 1% de sus ingresos anteriores a las sanciones. Las remesas procedentes del extranjero han disminuido debido al bloqueo de los activos del Estado y a la complejidad de las transferencias bancarias y a los impedimentos para realizarlas. Cuatro años de hiperinflación han provocado la devaluación total de la moneda nacional (1 USD = 1,8-1,9 millones de bolívares). Esto ha provocado la disminución de los salarios del sector público de 150-500 USD en 2015 a 1-10 USD en 2020, y un creciente nivel de pobreza. En 2018-2019, el Gobierno introdujo nuevas políticas económicas: se levantó el control de precios y se permitió que el sector privado volviera a entrar en la economía.

Sin embargo, el endurecimiento de las sanciones a las que se enfrenta el país desde 2015 socava el posible impacto positivo de las actuales reformas, así como la capacidad del Estado para mantener las infraestructuras y ejecutar proyectos sociales. Actualmente, Venezuela se enfrenta a la falta de maquinaria necesaria, repuestos, electricidad, agua, combustible, gas, alimentos y medicinas. Los activos venezolanos congelados en bancos de Estados Unidos, Reino Unido y Portugal ascienden a 6.000 millones de dólares. Se informa de que la compra de bienes y los pagos de las empresas públicas están bloqueados o congelados. El sector privado, las organizaciones no gubernamentales, las universidades, los clubes deportivos y los ciudadanos de Venezuela denuncian el rechazo o la reticencia de los bancos extranjeros a abrir o mantener sus cuentas bancarias, incluidas las de los bancos corresponsales en Estados Unidos y Europa; las dificultades para obtener visados y comprar billetes; la necesidad de actuar a través de agentes de terceros países; y la necesidad de pagar costes de seguro adicionales. El refuerzo de las sanciones económicas y el creciente exceso de cumplimiento dieron lugar a la aprobación de la Ley Constitucional Antibloqueo en octubre de 2020.

Se ha informado de que las líneas eléctricas pueden trabajar hoy en día a menos del 20% de su capacidad. Se estima que el número de venezolanos que han abandonado el país en busca de una vida mejor desde 2015 oscila entre 1 y 5 millones, y que la población se reducirá a unos 27 millones en 2021. La mayoría de los servicios públicos se han visto mermados entre un 30% y un 50% de su personal, incluido el más cualificado (médicos, enfermeras, ingenieros, maestros, profesores, jueces, policías, etc.), lo que ha provocado una desorganización interna, un aumento de la carga de trabajo para el personal restante, una reducción de los servicios y una disminución de su calidad.

Se calcula que el 90% de los hogares están conectados al sistema nacional de distribución de agua. Sin embargo, numerosos hogares denuncian cortes frecuentes debido a los cortes de electricidad que afectan a las bombas de agua y al mantenimiento de las infraestructuras, y a la escasez de personal de mantenimiento cualificado. La distribución de agua sólo puede hacerse «por turnos» para garantizar su entrega a toda la población, y la mayoría de los hogares sólo pueden acceder al agua una o dos veces por semana durante varias horas. Debido a los impedimentos comerciales, el uso de agentes químicos para tratar y purificar el agua para hacerla potable se ha reducido en un 30%.

Los impedimentos a la importación de alimentos, que constituyen más del 50% del consumo de alimentos, han provocado el crecimiento constante de la malnutrición en los últimos 6 años, con más de 2,5 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria grave. Los mecanismos para hacer frente a esta situación incluyen la disminución del número de comidas al día (1 o 2 en lugar de 3); la reducción de la cantidad y la calidad de los alimentos; la descapitalización/venta de los bienes del hogar para comer; y la reducción de los gastos en salud, ropa y educación; con un aumento correlativo de las crisis familiares, las tensiones, la violencia y las separaciones; el trabajo infantil; la participación en la economía sumergida; la actividad delictiva, incluido el tráfico de drogas y de personas; el trabajo forzoso; y la migración. El programa de cajas de alimentos CLAP, iniciado como iniciativa gubernamental en 2017 y que abarca 6 mln. de hogares en todo el país, disminuye la diversidad de artículos.

Venezuela ha dependido casi por completo de las medicinas importadas del extranjero, mientras que la mayoría de los servicios médicos públicos eran proporcionados por el Estado de forma gratuita antes de 2016. Los impedimentos para la atención sanitaria incluyen la falta o la grave insuficiencia de medicamentos y vacunas; el aumento de los precios; la escasez de electricidad para abastecer a los equipos; la escasez de agua y los problemas de saneamiento que afectan a la higiene; el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, la ausencia de piezas de repuesto, la falta de disponibilidad de nuevos equipos debido a la falta de recursos o a la negativa a venderlos o entregarlos; la degradación de las condiciones de trabajo y la falta de equipos de protección contra las enfermedades infecciosas; la pérdida de personal en todas las áreas médicas debido a los bajos salarios; y la finalización de la construcción de hospitales y centros de atención primaria.

En particular, el Hospital Cardiológico Infantil de Caracas enfrenta una disminución de 5 veces el número de cirugías (de un promedio de 1.000 intervenciones anuales en el período 2010-2014 a 162 en 2020). Las plazas de personal médico en los hospitales públicos están vacantes en un 50-70%. Solo alrededor del 20% de los equipos médicos están actualmente en funcionamiento. El país se enfrentó a una grave escasez de vacunas contra el sarampión, la fiebre amarilla y la malaria en 2017-2018. La falta de pruebas y tratamiento para el VIH en 2017-2018 supuso, según los informes, un grave aumento de la tasa de mortalidad. El desvío de activos de la filial estadounidense de PDVSA, CITGO, ha impedido que se realicen trasplantes de hígado y médula ósea a 53 niños venezolanos; dichos trasplantes se habrían realizado en Italia y Argentina antes de 2016 con cargo al Estado. El Relator Especial también observa el crecimiento reportado de la mortalidad neonatal y materna desde 2013, con una leve mejoría en 2019, cuando se activó la cooperación humanitaria con UNICEF, la OPS, la iglesia y otras organizaciones humanitarias.

Otros efectos nocivos de la crisis son el creciente problema de los embarazos en adolescentes, que está alcanzando un nivel de crisis con niñas de 12-13 años que se quedan embarazadas en medio de la falta de acceso a la información y al uso de métodos anticonceptivos; y el aumento del VIH/SIDA debido a las relaciones sin protección.

La educación escolar y universitaria se ha enfrentado a una grave disminución del apoyo gubernamental desde 2016, incluyendo la terminación o la reducción del suministro de uniformes escolares, zapatos, mochilas y material de oficina; y la reducción del número de comidas diarias en la escuela (de 2 a 1), la disminución de su cantidad y diversidad de alimentos o su cancelación total. La indisponibilidad de recursos financieros y la reticencia de las empresas extranjeras a comerciar con las instituciones públicas venezolanas y, a menudo, con las privadas, ha provocado la suspensión del Programa Canaima, iniciado en 2015 para ensamblar ordenadores portátiles compactos con fines educativos, de los que se han distribuido 6,5 millones a través del sistema escolar sin coste alguno. Incidentes técnicos en 2019 incapacitaron el satélite público de Venezuela, reduciendo sustancialmente la cobertura de Internet en el país y haciendo difícilmente posible el aprendizaje a distancia en el curso de la pandemia.

Ante la crisis económica y humanitaria, el gobierno venezolano activó la cooperación con el PNUD, UNICEF, ONUSIDA, la OPS, otras agencias internacionales, así como con la iglesia, el sector privado y las ONG humanitarias que prestan ayuda humanitaria, facilitando cierta reconstrucción de los sistemas de agua y el suministro de vacunas, medicamentos, pruebas, reactivos, material escolar y alimentos. Sin embargo, los intentos de liberar los fondos congelados en el Banco de Inglaterra para la compra de medicamentos, vacunas, kits de protección y equipos médicos a través del PNUD y la OPS en 2020 han fracasado. No se han liberado fondos para la compra de COVAX a través de la OPS en 2020 – 2021. A pesar de la intensificación del trabajo con los actores humanitarios, se han reportado algunos casos de vigilancia y persecución del personal de las ONG nacionales que participan en el trabajo humanitario.

Evaluación de la base legal para la imposición de sanciones:

El Relator Especial considera que el estado de emergencia nacional anunciado por el Gobierno de los Estados Unidos el 8 de marzo de 2015 como fundamento para introducir sanciones contra Venezuela, y repetidamente prorrogado, no se corresponde con los requisitos del art. 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, tales como la existencia de una amenaza para la vida de la nación, la limitación de las medidas a las exigencias de la situación, una duración limitada, la ausencia de discriminación, la prohibición de derogar el derecho a la vida y la prohibición de castigar una actividad que no constituya un delito, como se menciona en la comunicación de los expertos en derechos humanos de 29 de enero de 2021.

El Relator Especial subraya que las sanciones unilaterales contra los sectores petrolero, aurífero, minero y otros sectores económicos, la compañía aérea estatal y la industria de la televisión constituyen una violación del derecho internacional, y no se excluye su ilicitud con referencia a las contramedidas. El propósito anunciado de la campaña de «máxima presión» -cambiar el Gobierno de Venezuela- viola el principio de igualdad soberana de los Estados y constituye una intervención en los asuntos internos de Venezuela que también afecta a sus relaciones regionales.

Refiriéndose a las normas consuetudinarias sobre la inmunidad de los bienes del Estado, el Relator Especial recuerda que los activos del Banco Central y los bienes utilizados para las funciones públicas pertenecen al Estado de Venezuela y no a su Gobierno o a cualquier individuo. Por lo tanto, la congelación de los activos del Banco Central de Venezuela por no reconocer a su Gobierno, así como la adopción de las sanciones pertinentes, viola los derechos soberanos del país e impide que su gobierno efectivo ejerza su deber de garantizar las necesidades de la población.

La Relatora Especial subraya que la inclusión de funcionarios del Estado en la lista de oficio contradice la prohibición de castigar una actividad que no constituye un delito, impide a los funcionarios la posibilidad de representar los intereses de Venezuela en los tribunales internacionales y otras instituciones internacionales, y socava el principio de igualdad soberana de los Estados. Asimismo, señala que las reiteradas negativas de los bancos de Estados Unidos, Reino Unido y Portugal a liberar activos venezolanos incluso para la compra de medicamentos, vacunas y kits de protección, bajo el control de organizaciones internacionales, viola el mencionado principio e impide la capacidad de Venezuela de responder a la emergencia COVID-19.

Al Relator Especial le preocupa que las sanciones selectivas unilaterales en su forma actual violen, como mínimo, las obligaciones que se desprenden de los instrumentos universales y regionales en el ámbito de los derechos humanos, muchas de las cuales son de carácter perentorio -garantías procesales y presunción de inocencia con vistas a que los motivos de su introducción no constituyan en su mayor parte crímenes internacionales ni cumplan con los fundamentos de la jurisdicción penal universal, al tiempo que toma nota del hecho de la presentación ante la Corte Penal Internacional por parte de un grupo de Estados de una remisión contra Venezuela el 27 de septiembre de 2018.

El Relator Especial subraya que la aplicación de la jurisdicción extraterritorial a nacionales y empresas de terceros Estados por la cooperación con las autoridades públicas, nacionales y empresas de Venezuela, y las supuestas amenazas a dichos terceros Estados, no se justifica en virtud del derecho internacional y aumenta los riesgos de exceso de cumplimiento de las sanciones. El Relator Especial observa con preocupación las presuntas amenazas a empresas privadas y a donantes, socios y organizaciones humanitarias de terceros países, así como la introducción de cláusulas de confidencialidad en la Ley Constitucional Antibloqueo de Venezuela en lo que respecta a la identidad de los socios correspondientes.

Impacto en el disfrute de los derechos humanos:

El Relator Especial observa con preocupación que las sanciones sectoriales a las industrias petrolera, aurífera y minera, el bloqueo económico de Venezuela y la congelación de los activos del Banco Central han exacerbado la situación económica y humanitaria preexistente al impedir la obtención de ingresos y el uso de recursos para desarrollar y mantener la infraestructura y para los programas de apoyo social, lo que tiene un efecto devastador en toda la población de Venezuela, especialmente la que se encuentra en situación de extrema pobreza, las mujeres, los niños, los trabajadores médicos, las personas con discapacidad o con enfermedades crónicas o que ponen en peligro la vida, y la población indígena.

El Relator Especial subraya que las exenciones humanitarias existentes son ineficaces e insuficientes, están sujetas a procedimientos largos y costosos, y no cubren la entrega de repuestos, equipos y maquinaria necesarios para el mantenimiento y la restauración de la economía y los servicios públicos.

Al Relator Especial le preocupa que la aplicación de sanciones secundarias extraterritoriales, así como las presuntas amenazas de sanciones, den lugar a un exceso de cumplimiento de los regímenes de sanciones existentes, impidiendo al Gobierno de Venezuela, a su sector público y a las empresas privadas adquirir maquinaria, repuestos, medicamentos, alimentos, suministros agrícolas y otros bienes esenciales, incluso dentro de las licencias concedidas por el Gobierno de los Estados Unidos. UU., y también dan lugar a un número creciente de denegaciones de transferencias bancarias, a la ampliación de los plazos de las transferencias bancarias (de 2 a 45 días), al aumento de los costes de entrega, seguro y transferencia bancaria, así como a las subidas de precios comunicadas para todos los bienes (especialmente los importados).

El Relator Especial observa con preocupación que la ausencia de recursos y la reticencia de los socios, bancos y empresas de reparto extranjeras a tratar con los socios venezolanos se traduce en la imposibilidad de comprar los equipos médicos y tecnológicos necesarios, los reactivos y las piezas de repuesto para la reparación y el mantenimiento de los sistemas de electricidad, gas, agua, transporte público, teléfono y comunicaciones, escuelas, hospitales, viviendas y otras instituciones públicas, lo que menoscaba el disfrute de muchos derechos humanos, incluido el derecho a una vida digna.

A pesar de la revisión periódica y el aumento de los salarios en Venezuela, se estima que el salario medio del sector público es de 2 a 3 dólares de los EE.UU. al mes, lo que cubre menos del 1% de la cesta básica de alimentos y hace que la población dependa cada vez más del apoyo social del Gobierno en forma de CLAP (alimentos) y de transferencias periódicas de dinero a través de la «Carta de la Patria», de múltiples subsidios para los funcionarios públicos, así como de la ayuda humanitaria extranjera.

El Relator Especial observa que esto aumenta el nivel de migración, facilita la participación de personas en la economía gris, afectando en primer lugar a especialistas de alto nivel del sector público, incluyendo médicos, enfermeras, maestros, profesores universitarios, ingenieros, policías, jueces, técnicos y muchos otros, violando sus derechos económicos, incluyendo los derechos al trabajo, al trabajo decente, a la seguridad social, incluyendo el seguro social, y a un nivel de vida adecuado. El número de vacantes entre el personal necesario para garantizar el funcionamiento normal de los servicios públicos habría alcanzado entre 1/3 y 1/2. La migración masiva en ausencia de un transporte asequible pone en peligro la vida de los migrantes e impone cargas adicionales a los países receptores. Se ha denunciado, entre otros problemas, el acceso a los alimentos, las medicinas y la asistencia médica para los migrantes venezolanos, la falta de documentos de identidad para los niños nacidos en el extranjero, la separación de las familias y la ausencia de la debida atención a los niños que se quedan con los abuelos en Venezuela.

Al Relator Especial le preocupa que la falta de gasolina, con el consiguiente aumento de los precios del transporte, viole la libertad de circulación, impida el acceso a los hospitales, las escuelas y otros servicios públicos, agrave los problemas de entrega y distribución de alimentos y suministros médicos -especialmente en las zonas remotas del país, lo que afecta, entre otras cosas, a la población indígena- y provoque retrasos en los servicios públicos, incluida la justicia penal y civil. La reportada falta de gasoil, mayormente utilizado para fines agrícolas, industriales y de transporte, tiene un potencial efecto dramático en la producción y almacenamiento de alimentos, con el riesgo de exacerbar aún más la inseguridad alimentaria del pueblo venezolano que ya enfrenta un deterioro en la cantidad y calidad de los alimentos y una mayor desnutrición, aumentando por lo tanto los riesgos de salud y las amenazas a la vida.

El Relator Especial observa con preocupación que, debido a la falta de disponibilidad de maquinaria nueva, piezas de repuesto y personal competente, el pueblo de Venezuela tiene un acceso limitado a la electricidad, lo que impide, entre otras cosas, el funcionamiento de las bombas de agua, lo que da lugar a la violación del derecho al agua, incluida el agua potable y el agua para el saneamiento, aumentando los riesgos de enfermedades pertinentes.

El Relator Especial subraya que los bajos salarios, la ausencia o insuficiencia de material escolar, de uniformes escolares y de comida en la escuela, que solía proporcionar el Gobierno, los problemas de transporte, la ausencia de electricidad y la reducida cobertura de Internet y de telefonía móvil ponen en peligro el ejercicio del derecho a la educación. Las razones anteriores, así como la reportada imposibilidad de utilizar recursos en línea con direcciones IP venezolanas, afectan el acceso a la información y la libertad de expresión. La supuesta reticencia de los socios extranjeros a cooperar con las instituciones venezolanas, incluidas las universidades, las sociedades deportivas y las ONG, así como los impedimentos a las transferencias de dinero, las dificultades para obtener visados y la negativa a abrir y el cierre de cuentas bancarias de ciudadanos venezolanos o de empresas públicas y privadas con sede en Venezuela por temor a sanciones secundarias, afectan al derecho a la educación, a las libertades académicas y a los derechos culturales, e impiden la prestación de ayuda humanitaria.

Al Relator Especial también le preocupa que la escasez de gas, que obliga a la gente a cocinar con fuegos de leña, pueda violar el derecho a un entorno favorable. Observa que, debido a la necesidad de garantizar las necesidades humanas esenciales para la supervivencia, el Gobierno habría suspendido todos los programas destinados a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidos los proyectos agrícolas y sanitarios, la protección del medio ambiente, la mejora de la alfabetización y la informática, la reconstrucción y otros.

La Relatora Especial subraya que el bloqueo de bienes, activos y cuentas bancarias de ciudadanos de Venezuela por parte de bancos extranjeros y corresponsales, muchas veces por exceso de cumplimiento, resulta en la violación del derecho a la propiedad. También observa con preocupación que la aplicación de sanciones unilaterales contra Venezuela afecta a los derechos de los nacionales de terceros países, en particular, la rescisión de contratos con empresas de terceros países tiene el riesgo potencial de afectar a los derechos económicos y de propiedad de sus propietarios y empleados; y la ausencia de contribuciones de Venezuela, que solía donar a proyectos de asistencia regional (por ejemplo, el ALBA), está afectando negativamente al derecho a la ayuda humanitaria de sus beneficiarios más allá de las fronteras de Venezuela.

El Relator Especial reconoce que las sanciones selectivas y secundarias violan los derechos a un juicio justo, las garantías procesales, la libertad de circulación, los derechos de propiedad y el derecho a la reputación. Las sanciones contra representantes de grupos de la oposición por su participación en las elecciones violan su derecho a tener y expresar opiniones, y a participar en los asuntos públicos. Mientras que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (art. 275) ofrece a las personas incluidas en la lista la posibilidad de acceder al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, aunque no existan garantías procesales antes de que se adopten las decisiones sobre las sanciones, el Relator Especial señala que no se garantiza el acceso a la justicia en lo que respecta a las sanciones de los Estados Unidos, especialmente en vista de las numerosas negativas denunciadas por parte de abogados estadounidenses a presentar casos ante la OFAC debido a las supuestas amenazas del Gobierno de los Estados Unidos o al temor a hipotéticas sanciones.

El Relator Especial concluye que las sanciones impuestas contra Venezuela, sus ciudadanos y empresas afectan a las personas de Venezuela y de fuera de su territorio, tanto en el sector público como en el privado; a los nacionales de terceros países y a los empleados de empresas de terceros países afectados por las sanciones secundarias o por el temor a las mismas; a los donantes y a las ONG humanitarias internacionales; a los beneficiarios de la asistencia de las organizaciones internacionales tradicionalmente financiadas por Venezuela; mientras que las personas de bajos ingresos, las mujeres, los niños y las personas con necesidades especiales o con enfermedades crónicas o graves son los más afectados con respecto a todo el ámbito de los derechos humanos, incluidos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y el derecho al desarrollo.

El Relator Especial acoge con satisfacción los informes sobre el mayor compromiso del Gobierno de Venezuela con el PNUD, el UNICEF, el ONUSIDA, la OPS, otros organismos internacionales y las ONG eclesiásticas, del sector privado y humanitarias, en la prestación de ayuda humanitaria, facilitando cierta reconstrucción de los sistemas de agua y el suministro de vacunas, medicamentos, pruebas, reactivos, material escolar y alimentos, ayudando así a unos 4 millones de personas. Sin embargo, al Relator Especial le preocupan los informes sobre la mala gestión en la distribución de la ayuda humanitaria, la vigilancia y la persecución del personal de las ONG nacionales que participan en la labor humanitaria, y la ausencia de un reglamento provisional para el trabajo de las ONG internacionales.

Recomendaciones del Relator Especial:

La Relatora Especial recuerda a todas las partes su obligación, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, de observar los principios y normas del derecho internacional, incluidos los principios de igualdad soberana, independencia política, no intervención en los asuntos internos de los Estados y solución pacífica de las controversias internacionales. La Relatora Especial les insta a que resuelvan cualquier disputa a través de las instituciones judiciales y otras instituciones internacionales competentes.

La Relatora Especial subraya que las preocupaciones humanitarias deben prevalecer siempre sobre las políticas y que las medidas unilaterales sólo pueden adoptarse teniendo en cuenta el Estado de Derecho, las normas de derechos humanos, el derecho de los refugiados y el derecho humanitario; deben cumplir las obligaciones jurídicas internacionales de los Estados y sólo pueden aplicarse en el marco de contramedidas internacionalmente lícitas. El Relator Especial recuerda que las evaluaciones preliminares y continuas del impacto humanitario deben realizarse en el curso de cualquier actividad unilateral, ya que ninguna buena intención justifica la violación de los derechos humanos fundamentales como «daño colateral».

El Relator Especial subraya la inadmisibilidad de aplicar sanciones de forma extraterritorial e insta al Gobierno de los Estados Unidos a poner fin a la emergencia nacional en relación con Venezuela, revisar y levantar las sanciones sectoriales contra el sector público de Venezuela, revisar y levantar las sanciones secundarias contra terceros Estados y abstenerse de imponer sanciones al suministro de gasóleo que provocarían una crisis humanitaria de proporciones sin precedentes.

El Relator Especial insta a todos los interlocutores (incluidos los Estados, las organizaciones internacionales, los bancos, las empresas privadas y la sociedad civil) a que eviten la coacción, las amenazas escritas u orales o cualquier otro acto que pueda provocar o dar lugar a un exceso de cumplimiento, y a que interpreten todas las limitaciones de la manera más estricta posible en el período intermedio antes del levantamiento de las sanciones unilaterales, teniendo debidamente en cuenta las Orientaciones emitidas por el Relator Especial en diciembre de 2020.

El Relator Especial pide a todos los Estados que revisen y levanten las sanciones selectivas de conformidad con los principios del derecho internacional, el Estado de derecho, los derechos humanos y el derecho de los refugiados, que garanticen la posibilidad de que los funcionarios del Estado de Venezuela representen al Estado sobre la base del principio de igualdad soberana de los Estados, y que garanticen los derechos de las personas afectadas a la presunción de inocencia, las garantías procesales, el acceso a la justicia y otros derechos fundamentales.

El Relator Especial insta a los Gobiernos del Reino Unido, Portugal y los Estados Unidos y a los bancos correspondientes a que descongelen los activos del Banco Central de Venezuela para adquirir medicamentos, vacunas, alimentos, equipos médicos y de otro tipo, repuestos y otros bienes esenciales para garantizar las necesidades humanitarias del pueblo de Venezuela y el restablecimiento de los servicios públicos en colaboración con el PNUD y otros organismos de las Naciones Unidas y mediante mecanismos mutuamente acordados y supervisados por ellos.

Aunque reconoce el efecto devastador de las sanciones unilaterales en el amplio ámbito de los derechos humanos, especialmente el derecho a la alimentación, el derecho a la salud, el derecho a la vida, el derecho a la educación y el derecho al desarrollo, el Relator Especial pide al Gobierno de Venezuela y a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que apliquen plenamente el acuerdo de cooperación firmado entre ellos, que refuercen la presencia de la OACDH en el terreno para supervisar, entre otras cosas, el impacto de las sanciones unilaterales y que organicen visitas de los procedimientos especiales pertinentes al país.

El Relator Especial hace un llamamiento al Gobierno de Venezuela, al PNUD, a otras agencias de la ONU y a la OACDH en Venezuela para que negocien un acuerdo que garantice la distribución transparente, justa y no discriminatoria de los bienes esenciales y de la ayuda humanitaria bajo el control de las instituciones internacionales, independientemente de la raza, el género, la nacionalidad, la edad, las creencias religiosas o las opiniones políticas, teniendo debidamente en cuenta a los grupos con necesidades especiales.

La Relatora Especial hace un llamamiento al Gobierno de Venezuela para que, en colaboración con el Coordinador Residente de las Naciones Unidas y el ACNUDH en Venezuela, termine de redactar una legislación clara y no discriminatoria que permita y facilite la labor humanitaria de las ONG internacionales y nacionales en Venezuela, y garantice la seguridad e integridad de su personal. Al mismo tiempo, se refiere a la obligación de las ONG humanitarias de cumplir con las normas de la actividad puramente humanitaria.

Fuente e imagen:  Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/onu-pide-levantar-sanciones-venezuela-efectos-devastadores_1_7216472.html

Comparte este contenido:

Bolivia: Estatal Agencia Boliviana Espacial convoca a becas de estudio en China

América del Sur/Bolivia/14-02-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

La estatal Agencia Boliviana Espacial (ABE) informó hoy sobre la convocatoria a las becas MASTA 2021 (Master in Space Technology Applications, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Beihang en China para la especialización de ciencia y tecnología.

Señala un boletín institucional de la ABE que el tiempo de duración de los cursos va desde los 9 hasta los 12 meses.

El plazo máximo para la presentación de postulaciones vence el 25 de febrero de 2021.

Entre los requisitos para postular son: ser menor de 35 años; tener una experiencia profesional mínima de un año en empresas, universidades, centros de investigación u organismos públicos, en áreas relacionadas a comunicaciones satelitales, navegación satelital, teledetección o ciencia espacial (deseable).

Asimismo, se requiere la presentación del título de Licenciatura en Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica, Geográfica, u otras disciplinas de ciencias o ingeniería relacionadas a las especialidades del programa MASTA.

Los postulantes deben tener la nacionalidad boliviana y residencia actual en el país sudamericano; y contar con un nivel de idioma inglés suficiente que permita seguir con normalidad y entendimiento todas las actividades del programa de estudios.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2021-02/11/c_139736845.htm

Comparte este contenido:

Entrevista a Luis Enrique Gavazut, autor del libro «La Economía Venezolana desde un Enfoque Inductivo»

Luis Enrique Gavazut (LEG) es un investigador independiente en ciencias sociales, articulista de Aporrea desde hace años y acaba de enviar un artículo ya publicado con el título de su libro: «La Economía Venezolana desde un Enfoque Inductivo» el cual contiene los resultados de su más reciente estudio acerca de la economía venezolana.

Aunque no escribe en Aporrea con mucha frecuencia, cuando lo hace sus investigaciones y opiniones suelen ser polémicas. Seguramente su libro «La Economía Venezolana desde un Enfoque Inductivo» no será la excepción. Por tal razón Aporrea le solicitó la siguiente entrevista, que amablemente nos ha concedido su autor.

Aporrea: ¿Por qué esa portada del libro? ¿Cuál es su significado?

LEG: Tengo intención de publicar este libro para su comercialización internacional, así que pensé que el Salto Ángel es una imagen universal que identifica a Venezuela en el mundo. Varias personas me han preguntado lo mismo y hubiera querido darles una respuesta más acorde con sus expectativas simbólicas y misteriosas…

Aporrea: ¿Por qué un enfoque inductivo? ¿De qué se trata?

LEG: Aunque las ciencias sociales contemporáneas han adoptado con predilección el método hipotético-deductivo para la investigación cuantitativa y las variantes subjetivistas de la investigación cualitativa interpretativa, siempre he sentido predilección en lo que atañe al fenómeno económico por el método inductivo. Me parece que en una disciplina como la economía, donde los modelos y teorías asumen muchas veces el carácter de doctrinas filosóficas o deducciones lógico-formales de escasa contrastación con los hechos, la investigación de estos últimos y sus interrelaciones sin preconcepciones o hipótesis teóricas previas luce conveniente para una mayor objetividad de los resultados.

La investigación inductiva es como una aventura de descubrimiento, como seguir las pistas que van apareciendo tras cada nuevo paso de la pesquisa, sin tener claro previamente hacia dónde se dirige, pero con la certeza de que al final se llegará a la verdad.

No pocas veces ese enfoque inductivo me ha llevado a formular interpretaciones de los hallazgos resultantes que coinciden con planteamientos teóricos ya establecidos y reconocidos, lo que convalida recíprocamente tanto mis hallazgos inductivos, como esos constructos teóricos preestablecidos. En otras palabras, me indica que he llegado a la obtención de conocimiento probablemente verdadero.

Aporrea: ¿Y en este caso, cuáles son las teorías económicas que los resultados de su investigación convalidan?

LEG: Sin lugar a dudas, he obtenido evidencia que corrobora el estructuralismo económico, tanto los planteamientos cepalinos originarios acerca de la teoría del desarrollo, como la teoría de la dependencia, recientemente desempolvada por el economista argentino Claudio Katz, ganador del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, y también la interpretación marxista histórico-estructural que de la economía venezolana hicieron preclaros autores nacionales, lamentablemente ya no entre nosotros, como Domingo Maza Zavala, Orlando Araujo y Héctor Malavé Mata, de quienes rescato la frase «crecimiento sin desarrollo» como síntesis magistral para caracterizar el comportamiento de la economía venezolana, propiamente definida por Maza Zavala como subcapitalismo.

Aporrea: ¿Por qué subcapitalismo?

LEG: Ese término, propuesto por Maza Zavala para caracterizar la economía venezolana puede entenderse en pocas palabras como la incapacidad de nuestra economía para acumular capital propio que encienda los motores del desarrollo. La dependencia del sector externo, por la monoexportación petrolera y la economía importadora, hacen que la burguesía nacional se comporte como un agente de capitalización de las economías centrales, sin que todo el capital que genera la actividad económica interna se acumule en el país.

Lo más relevante de esta convalidación teórica es que los resultados de mi investigación revelan que sigue siendo cierta en la actualidad, lo que obviamente le confiere plena vigencia a los teóricos del estructuralismo económico venezolano y revitaliza la teoría de la dependencia de concepción nuestro-latinoamericana.

Aporrea: Usted menciona en los agradecimientos del libro a numerosos organismos e instituciones del Estado. ¿En qué contribuyeron a su investigación?

LEG: Me he sentido obligado a agradecerles porque mi experiencia personal con esas entidades –tanto del sector público como del sector privado y social- a lo largo de los últimos años, bien sea como asesor de algunas de ellas, bien como invitado a dictar conferencias o a impartir clases magistrales, o simplemente para publicar artículos o ser entrevistado, me ha conferido un caudal de conocimientos e información invalorable acerca de la realidad de nuestra economía.

Aporrea: Usted afirma en su libro que: «Las empresas privadas que han cesado sus operaciones en el país a lo largo de las últimas dos décadas no solo han tenido un efecto insignificante en el nivel de empleo del sector privado (…) sino que la riqueza que se ha perdido por ese concepto ha afectado fundamentalmente a los dueños y accionistas de esas empresas (rentas de capital) y no a la remuneración del factor trabajo en el sector privado». ¿Qué significa eso?

LEG: La población en edad de trabajar ocupada en la industria manufacturera pasó de 16,15% en 1999 a 13,19% de la población total ocupada en el sector privado en 2018, con un aumento absoluto de 269.883 nuevos empleos. Por lo tanto, asumiendo veraces las cifras reportadas por Conindustria, la disminución de 12.700 a 2.500 empresas en ese mismo período, equivalente a una variación de -80,31% en el número de empresas activas, solo representa una variación relativa en la industria manufacturera privada de -2,96% de la población en edad de trabajar ocupada en el sector privado de la economía nacional.

Este es un resultado sorprendentemente contradictorio, habida cuenta de que la mayoría de los establecimientos industriales de cualquier economía pertenecen al segmento de la pequeña y mediana empresa que, aun cuando no tienen un alto nivel de empleo unitario, en conjunto representan la mayor parte del empleo en dicha rama de actividad económica.

El resultado observado significa que la enorme cantidad de industrias que han cerrado tenían una capacidad de generación de empleo ínfima tomadas en conjunto. También pudiera implicar una recomposición cualitativa del empleo hacia actividades industriales de menor complejidad económica, o menos intensivas en capital (pudiera pensarse en un desplazamiento desde las grandes industrias hacia las pequeñas y medianas). Las empresas intensivas en capital tienen precisamente como característica una poca capacidad de generación de empleos directos en relación al conjunto de la economía.

Sin embargo, ambas interpretaciones son contradictorias porque si la mayoría de las empresas cerraron y dado que la mayoría de las empresas son pequeñas y medianas, entonces tendría que observarse una disminución significativa en los niveles de empleo. Y, por otro lado, si la mayoría de las empresas que cerraron eran intensivas en capital, significa que eran grandes empresas, las cuales por definición ocupan unitariamente mayor cantidad de trabajadores que las pequeñas y medianas; por lo tanto, si semejante cantidad de empresas cerradas eran de gran tamaño –lo que no es cierto- pues de igual manera tendría que observarse una disminución significativa del empleo industrial y eso no se corresponde con la realidad.

La conclusión es clara: las empresas que han cerrado tenían una capacidad ínfima de generación de empleo.

Pero no solo eso. Claramente queda comprobado en este estudio que la disminución en el Ingreso Nacional Disponible real, en términos agregados, se ha producido a cuenta de las rentas de capital y no de la remuneración e ingresos complementarios de los asalariados. La disminución en el PIB real y en el PIB real per cápita que se observa entre el inicio y el final del período que abarca las últimas dos décadas, considerado en términos agregados para el país nacional, se ha debido en mayor magnitud a la disminución en el Excedente de Explotación (remuneración al factor capital) y al aumento del tamaño poblacional, que a la disminución en el ingreso agregado real de los trabajadores, el cual incluye no solamente las remuneraciones a los asalariados, sino probable-mente también la mayor parte del ingreso nacional mixto y de las otras transferencias corrientes recibidas del resto del mundo.

Es, sin lugar a dudas, muy interesante constatar que la disminución de la riqueza agregada del capital es la que se ha visto afectada por la disminución en el número de empresas privadas y su potencial productivo y que, en realidad, el ingreso agregado real de los trabajadores no se ha visto afectado significativamente por esa pérdida de empresas privadas y sus niveles de inversión en capital fijo.

Aporrea: ¿Realmente usted afirma que los trabajadores venezolanos no han disminuido sus ingresos?

LEG: Evidentemente el ingreso real per cápita de la población ocupada ha disminuido de manera considerable debido a la hiperinflación y al crecimiento de la población. Lo que los resultados mencionados quieren decir es que la capacidad de generación de riqueza por parte de los trabajadores venezolanos no se ha visto realmente afectada por lo que haya ocurrido con las grandes y mediano-superiores empresas del país, lo que es perfectamente comprensible partiendo del hecho comprobado también en esta investigación de que esas empresas tienen de por sí muy baja capacidad de generación de empleo y, al mismo tiempo, la riqueza que producen es mayormente para beneficio privativo de sus dueños y accionistas y no para aumentar la remuneración agregada real al factor trabajo.

Al parecer, los resultados obtenidos en este análisis, llevan a la conclusión –ciertamente poco intuitiva, pero no por ello menos cierta- de que a los trabajadores venezolanos considerados en conjunto no les afecta que abran o cierren esas empresas privadas, porque su trabajo, su ingreso y su bienestar, en términos agregados, no dependen de la actividad, ni de los impuestos que esas empresas aportan, debido a un conjunto de razones que se explican detalladamente en el libro.

Por lo tanto, la afectación del ingreso per cápita de los trabajadores venezolanos no se debe a que esas empresas abran o cierren, inviertan o dejen de invertir, sino a la caída del ingreso petrolero del Estado, que es el verdadero factor que afecta tanto a las empresas como al pueblo trabajador.

Aporrea: ¿Ese es el significado del rentismo petrolero?

LEG: Pudiéramos decir de la dependencia estructural de nuestra economía.

Lo que claramente ocurre, según lo explico detalladamente en el libro, es que tanto la remuneración al factor trabajo, como al factor capital, se agrandan en el corto plazo a costa de la renta petrolera, es decir, la renta petrolera se distribuye a corto plazo (muy rápidamente) entre los factores productivos y, por ende, disminuye a medida que estos aumentan. Contrariamente, cuando la renta petrolera aumenta en el corto plazo es porque no se distribuye entre los factores, los cuales por ello mismo tienden a disminuir en sus respectivas remuneraciones percibidas a corto plazo.

Todo esto lleva a concluir que el factor del cual se nutren las remuneraciones al capital y al trabajo en la economía venezolana es la renta petrolera y no la inversión del sector privado.

Lamentablemente, y esto explica mucho del conocido fenómeno de «crecimiento sin desarrollo» de nuestra economía, el aumento de las remuneraciones a los factores proveniente de la renta petrolera no se sostiene en el tiempo, lo cual se corresponde con una situación de consumo a corto plazo de la renta petrolera sin que se presenten efectos perdurables de su eventual «siembra».

La razón por la cual no se observan efectos «impulsores» de mediano y largo plazo de la renta petrolera sobre las remuneraciones al capital y el trabajo en nuestra economía es porque no existe correlación entre la renta petrolera y la Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF) del sector privado; es decir, la renta petrolera se consume, mas no se invierte ni reinvierte a lo largo del tiempo.

Lamentablemente, en el caso del factor capital, los excedentes de explotación incluyendo las transferencias de rentas netas percibidas por los inversionistas potenciales de la economía no se destinan a la inversión productiva de largo plazo, es decir, al desarrollo, sino al enriquecimiento privativo improductivo. Esta conclusión severa no solo se desprende de la ausencia de correlación entre la renta petrolera y la FBKF del sector privado, sino que se ve fuertemente convalidada por las cifras históricas de fuga de capitales que estructuralmente aquejan a nuestro país y que también analizo con detenimiento en el libro.

Este hallazgo es lapidario y contundente acerca de la causa fundamental de nuestro particular subdesarrollo. Además, implica la angustiosa conclusión de que incluso aunque nuestra renta petrolera se recupere y sea abundante, no se traducirá en mayores niveles de desarrollo para el país, porque la misma no impulsa la inversión productiva privada.

Aporrea: ¿Entonces no hay esperanzas para la economía venezolana?

LEG: Esperanza siempre hay.

En contexto amplio y más allá de nuestras debilidades estructurales y coyunturales, la industria petrolera, que es la que favorece la relación de términos de intercambio en Venezuela y la productividad total de los factores, irá progresivamente declinando su productividad por la inclinación de la Humanidad hacia las energías limpias y renovables y hacia tecnologías de transporte no contaminantes (autos eléctricos). Esto nos obliga a diversificar nuestras industrias altamente productivas y/o a aumentar la cantidad de industrias y actividades de mediana productividad.

Es imperativo para Venezuela diversificar su matriz productiva actual, ya no principalmente en petróleo crudo, sino en gas, carbón, petroquímica, minería, explotación forestal, explotación agrícola, energía eléctrica, obras civiles, telecomunicaciones, alta tecnología, entre otras áreas de actividad económica con mucho potencial de desarrollo en el país.

Habida cuenta de la realidad geopolítica que actualmente nos acosa y agobia, las grandes inversiones del Estado deben concentrarse en aquellos sectores estratégicos donde Venezuela tiene mayores perspectivas de inserción en las cadenas de valor globales del bloque euroasiático, fundamentalmente energía y materias primas minerales, pero también alimentos e industrias intermedias en las cadenas de alta tecnología de dicho bloque geopolítico.

Aporrea: ¿Y cuál es el rol que habrá de jugar entonces el sector privado, asumiendo según su estudio que el mismo no contribuye al desarrollo del país?

LEG: Así ha sido, lamentablemente. Sin embargo, el futuro nunca está escrito.

El sector productivo privado tiene gran importancia en cualquier economía como generador de bienes y servicios, empleos y generador de impuestos, elementos que son imprescindibles para que el Estado realice una gestión eficiente.

Es conveniente que haya un equilibrio entre el Estado (no importa cuál sea su concepción política) y el sector privado, ya que los objetivos de ambos, aun cuando no son comunes, son complementarios. Lo propio cabe señalar para la aparente dicotomía existente entre el sector privado y el sector social y comunitario.

El desarrollo del sector privado tiene su mejor escenario si éste es quien toma para sí e impulsa por propia voluntad el modelo socialista de país (modelo de inclusión social) planteado por el gobierno bolivariano, en lugar de oponerse irracionalmente al mismo. Esta idea es mucho más «digerible» en este momento para los empresarios privados a nivel mundial, habida cuenta del choque ideológico que ha supuesto para muchos la entrada en escena de la pandemia por COVID-19, que ha puesto sobre el tapete la necesidad imperiosa de disminuir la brecha de inclusión social en el mundo.

La inmensa mayoría de los analistas y autores consideran que el desarrollo del sector privado es incompatible con el socialismo, porque éste busca la estatización y la colectivización de la producción. Esto no es cierto en el caso de la Venezuela actual, porque las políticas públicas bolivarianas persiguen la integración latinoamericana, el bienestar social, la participación de los trabajadores, las comunidades y el pueblo en general en los procesos productivos y distributivos de la economía nacional, entre otros objetivos, lo cual no constituye una amenaza para el sector privado, sino una gran oportunidad para su propio crecimiento y desarrollo a largo plazo, así como del país en general.

Aporrea: ¿Cuándo usted se refiere al sector social y comunitario, cuál sería su rol en todo esto?

LEG: Es fundamental comprender el papel cada vez más preponderante que juega el sector social y comunitario en el concierto económico mundial, y el reconocimiento del éxito de los modelos cooperativistas y, más recientemente, de autogestión comunitaria, demostrados, entre otras, por las investigaciones sobre la gobernanza económica conducidas por Elinor Ostrom, que le hicieron merecedora –por primera vez en la historia para una mujer- del Premio Nobel de Economía.

Estas no son tendencias amenazantes, sino fenómenos complejos, reales y altamente enriquecedores de la realidad contemporánea. Son fenómenos auténticamente evolutivos de la civilización. Más aún, son imperativos para la viabilidad de la civilización contemporánea.

Las dificultades del modelo de dos sectores institucionales (privado y público) imperante en las economías contemporáneas para absorber la demanda creciente de empleo de calidad de la población son conocidas. La OIT ha señalado la existencia de importantes déficits en los mercados laborales a nivel mundial. Además, existen fenómenos persistentemente preocupantes, como el de las personas jóvenes que no trabajan, ni estudian ni reciben formación (ninis), que se han venido ubicando en más de una de cada cinco a nivel mundial, descendiendo en apenas 2 puntos porcentuales entre 2005 y 2018. Aunque estos problemas son relativamente menores en los países desarrollados de renta alta y media alta, son comunes a todos los países del mundo.

Esa realidad mundial también se refleja en Venezuela que, al igual que el resto de países del orbe, solo cuenta con dos sectores institucionales dentro del sistema económico para la generación de empleo.

Tal vez la Humanidad se encuentre en la necesidad de comenzar a pensar en un tercer sector institucional. Y tal vez a un primer esbozo de este último puedan contribuir las experiencias que a nivel mundial ha tenido la llamada economía social y la novísima economía solidaria o economía social y solidaria, desde el cooperativismo hasta las comunas, desde los microemprendimientos hasta las empresas de propiedad social, desde los economatos hasta los monopsonios comunitarios, desde la economía de lo individual a la economía de lo común. Ese tercer sector o sector social ha sido ampliamente debatido e instituido en el régimen legal venezolano a partir de la promulgación de la Constitución de la República de 1999. Sin embargo, en la realidad de las actividades económicas concretas, ni siquiera ha nacido todavía.

Si la esperanza del crecimiento económico y la expansión de la remuneración del capital estriban en la expansión de la inversión y su rentabilidad, es posible que la esperanza de la expansión del empleo y de la remuneración al factor trabajo estriben en el crecimiento del sector social, más allá del sector privado y más allá del sector público; el primero por su tendencia recurrente a la caída de la tasa de ganancia y a la consecuente desinversión, y el segundo por la incertidumbre en cuanto a la sostenibilidad de su posición de ingresos y presupuestaria a medida que declinan sus fuentes de rentas.

Aporrea: Son muchos los temas que usted aborda en su libro, interesantes y ciertamente polémicos. ¿Quisiera comentarnos acerca de algún otro en particular?

LEG: Lo mejor que puedo sugerir al respecto es que lean el libro. Y que lo hagan sin prejuicios. Ahí encontrarán muchas respuestas a lo que nos sucede actualmente, sus causas y qué hacer de ahora en adelante. Se podrá estar o no de acuerdo con mis conclusiones y recomendaciones, pero saber de dónde venimos siempre será fundamental para poder afrontar el futuro con éxito.

Fuente: https://www.aporrea.org/economia/n362768.html

Comparte este contenido:

«Señales de un universo cuántico»: la investigación de un científico uruguayo que puede ayudar a revelar el origen de las galaxias

El físico uruguayo Rafael Porto estudia lo que pudo haber ocurrido en la primera fracción de segundo después de que nuestro universo comenzara a existir.

Porto, egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República en Uruguay y doctor en física de la Universidad Carnegie Mellon en EE.UU., es el más reciente ganador del Premio Buchalter de Cosmología, que entrega la Sociedad Astronómica de Estados Unidos.

Este prestigioso premio reconoce cada año ideas o descubrimientos que tengan el potencial de genear grandes avances en la comprensión del origen, la estructura y la evolución del universo.

Porto trabaja como científico líder en el Deutsches Elektronen-Synchrotron (DESY, por su nombre en alemán), uno de los aceleradores de partículas más importantes de Europa.

Desde su oficina en Alemania conversamos vía Zoom con Porto, para entender de qué se trata su descubrimiento y cómo nos ayuda a entender mejor el universo que habitamos.

En busca de la semilla

Porto ganó el Premio Buchalter de Cosmología junto a su colega Daniel Green, por el artículo «Señales de un universo cuántico».

En su investigación, Porto y Green plantean un nuevo método para averiguar si las gigantes estructuras del universo, como las galaxias, tuvieron un origen cuántico, es decir, de partículas subatómicas.

«Hoy no hay ni una teoría que nos diga de dónde salieron las galaxias», dice Porto.

Big Bang
Pie de foto,El origen del universo es una de las grandes preguntas de la ciencia.

Lo que propone su investigación es una manera de encontrar la «semilla» que dio origen a esas megastructuras del cosmos.

El estudio de Porto plantea la posibilidad de que esas galaxias que hoy podemos observar sean el resultado de la fluctuación de partículas subatómicas que surgieron en el vacío durante los primeros instantes del universo.

La gran pregunta, sin embargo, es si algún día lograremos probar que esas megaestructuras macroscópicas surgieron de partículas microscópicas.

Inflación y vacío

Para comprender la propuesta de Porto debemos tener claros dos conceptos.

El primero es la inflación.

Según los modelos vigentes, durante los primeros instantes después del Big Bang el universo tuvo una expansión ultrarrápida.

Durante esta inflación el cosmos aumentó cientos de miles de millones su tamañooriginal.

Por otra parte, tenemos la mecánica cuántica, que nos dice que es posible que parejas de partículas pueden surgir espontáneamente en el vacío.

Usualmente estas partículas son efímeras, y se aniquilan entre ellas después de una brevísima existencia.

Partículas cuánticas
Pie de foto,
Las partículas cuánticas pueden surgir en el «vacío».

Durante la rápida inflación, sin embargo, es posible que esas partículas se hayan separado unas de otras antes de que tuvieran tiempo de aniquilarse.

Así, esas partículas sobrevivientes que comenzaron a rondar por el espacio pudieron ser las semillas que dieron origen a las galaxias.

En ese caso, habrían pasado de existir en el reino cuántico a exisitir en el mundo clásico, que es como los científicos llaman al mundo macroscópico.

Sherlock Holmes

El origen de las galaxias a partir de un vacío cuántico, sin embargo, es solo una de las posibilidades.

Pudieron crearse, por ejemplo, a partir de partículas clásicas.

Así, lo que Porto hizo fue un trabajo «al estilo Sherlock Holmes», en el que se dedicó a descartar todas las posibles explicaciones para quedarse con la que mejor le ayudara a resolver el misterio.

Su reto consistió en buscar patrones de cómo la inflación ayudó a formar las grandes estructuras, y cómo por ejemplo, cómo se creaban los cúmulos de galaxias.

Universo
Pie de foto,
Porto analiza las estructuras cósmicas que vemos hoy para entender cómo fue su origen.

Su investigación se basa en que si las galaxias fueron creadas, por ejemplo, por partículas «reales» del mundo clásico, y no por partículas «virtuales» del mundo cuántico, esas huellas podrían verse en la configuración actual de las galaxias.

Si al realizar sondeos cosmológicos no encuentran esas señales o perturbaciones que pudieron crear unas partículas reales, entonces, por descarte, la explicación más razonable es que las estructuras se crearon por partículas cuánticas.

De la teoría a la práctica

Porto advierte que su trabajo no prueba que las galaxias se hayan formado a partir de partículas cuánticas en el vacío.

«Eso sería ciencia ficción», advierte.

Lo que su estudio propone es el método para responder esa pregunta. Permitirá saber, por ejemplo, si esas fluctuaciones eran de partículas cuánticas en el vacío o fueron de partículas clásicas.

Euclides
Pie de foto,
El satélite Euclides de la ESA tendrá la misión de mapear la geometría del universo.

El trabajo de Porto es teórico, pero tiene una aplicación práctica.

La nueva generación de satélites para mediciones astronómicas, como el Euclides de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), o el SPHEREx de la NASA, podrían analizar las correlaciones entre cúmulos de galaxias, en busca de señales que puedan dar muestra de patrones que descarten la posibilidad de un origen cuántico de las galaxias.

Si los astrónomos no logran observar que ciertos patrones o huellas entre las galaxias se repiten más allá de lo que permitiría el azar, entonces la estructura a gran escala del universo no podría explicarse con un origen de partículas clásicas.

Como diría Sherlock Holmes: «cuando has eliminado lo imposible, lo que queda, aunque improbable, debe ser verdad«.

En este caso, eso improbable sería el origen cuántico de las estructuras del universo.

Ciencia
Pie de foto,
Porto insiste en la importancia de apoyar la educación y la ciencia.

Ciencia para todos

El trabajo de Porto implica complejos cálculos de física y matemáticas, pero su interés por la ciencia va mucho más allá.

«Es una forma de pensar», dice.

«Es una forma de encarar las cosas desde lo abstracto que yo creo que está buena para todos, para cualquier área».

«Mi mamá siempre me decía: ‘Sos un boludo pensante, porque hablás del universo y no me sirve para nada‘», recuerda Porto en tono de broma.

El físico, sin embargo, está convencido de que compartir los hallazgos y los métodos de la ciencia, puede servir para inspirar y motivar a personas que incluso trabajen en otras áreas.

«Me interesa el tema de la educación, me interesa que los gobiernos den dinero a la educación, que le den dinero a la ciencia, pero no solamente a pelotudos como yo«.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-56003058

Comparte este contenido:
Page 372 of 3040
1 370 371 372 373 374 3.040
OtrasVocesenEducacion.org