El Ministerio de Educación (Minedu) está evaluando la posibilidad de reiniciar las clases presenciales antes de la aparición de una vacuna contra la COVID-19, así lo informó el titular del sector, Martín Benavides.
El ministro explicó a RPP Noticias que, junto al Ministerio de Salud, buscan «hitos más cercanos» que les den la seguridad de que los niños y los maestros pueden volver a los colegios sin ponerlos en riesgo de contraer el nuevo coronavirus.
«Ya estamos conversando con la ministra de Salud (Pilar Mazzetti) para que nos ayude a identificar cuál sería el hito de salud a partir del cual podamos abrir los colegios… Hay que trabajar la confianza en los padres y profesores, y tener la seguridad de que no habría ningún inconveniente en salud si se toman las precauciones y si hay un cierto hito que nos permita decir que estamos en condiciones para abrir los colegios», señaló.
«Pensar que para esto se deba conocer la vacuna es quizás un poco alejado, tenemos que buscar hitos más cercanos a esa posibilidad y para eso estamos conversando con la ministra«, agregó Benavides.
Asimismo, indicó que su sector ya cuenta con los protocolos de bioseguridad ante un eventual retorno a las aulas. Este se ejecutaría en cuanto surja «cualquier situacion en la que se necesite regresar a la presencialidad», destacó.
En esa línea, recordó que ya se había dispuesto el regreso a las clases presenciales en zonas rurales donde no haya infectados con la COVID-19. «Aquellas localidades donde hay cero contagio y la comunidad se pone de acuerdo, las direcciones regionales de educación podrían abrir las escuelas».
Nueva compra de tablets
Por otro lado, el ministro de Educación informó que su portafolio ya inició un nuevo proceso de adquisición de más de un millón de tablets para los escolares de las zonas rurales del Perú, luego que se cancelara la compra por incumplimientos de la empresa postora, y que a partir de la próxima semana las compañías interesadas podrán presentar sus cotizaciones, a fin de acelerar la distribución de estos equipos.
El ministro detalló que, a diferencia de la estrategia pasada, que era integradora, ahora se ha cambiado la modalidad de compra, se ha tomado contacto directamente con las marcas para contar con más de un proveedor, se van a realizar procesos paralelos, y se va a dividir la distribución de los equipos.
«Estamos cambiando por completo la estrategia, tenemos un marco legal que nos permite hacer adjudicación directa, hemos estado conversando directamente con los proveedores y estamos invitando a la cotización a partir del lunes, y esperamos en la siguiente semana tener los resultados de ese proceso y poder acelerar la distribución», precisó.
«Ahora estamos haciendo varios procesos en paralelo. Primero es tener las tablets, pero también tenemos que ver el tema de la distribución (…) vamos a tener una estrategia que va a dividir la distribución de manera tal de poder pasar rápidamente a tener tablets en el servicio educativo», agregó.
«No existe una manera perfecta de reabrir las escuelas durante una pandemia».
La frase de Robert Spires, profesor de la Universidad de Richmond (Inglaterra) especializado en educación comparada, refleja uno de los mayores dilemas actuales de la pandemia de covid-19: qué tan seguro es el retorno a las clases presenciales.
Según el artículo publicado por Spires a fines de julio en el portal académico The Conversation, «incluso cuando un país tiene a la covid-19 bajo control, no hay forma de garantizar que las escuelas puedan reabrir de manera segura».
Sin embargo, aclaró, «las políticas y prácticas de los países que han tenido cierto éxito inicial con las escuelas apuntan en la misma dirección«.
Y Uruguay, de acuerdo a su análisis, se encuentra en la dirección correcta.
«Somos el primer país de América Latina que retoma la presencialidad y lo estamos haciendo con muchísima responsabilidad, profesionalismo, compromiso y orgullo«, dijo a la prensa Robert Silva, titular de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) de Uruguay, el 29 de junio.
Ese día Uruguay daba por iniciada la cuarta y última fase del retorno a las aulas a nivel primario, secundario y terciario en todo el país.
Un mes después, no se han registrado contagios en los centros educativos y, según Unesco, el país sigue siendo el único de la región en volver a las clases presenciales desde que el coronavirus obligó a suspenderlas.
Entonces, ¿qué pueden aprender los otros países de América Latina de la estrategia de Uruguay al momento de reabrir las escuelas?
Controlar la pandemia
Aplanar la curva de la pandemia, esa frase tan escuchada en lo que va de 2020, es condición sine qua non para avanzar en el regreso a aulas.
Datos en detalle
* Proporción de muertes por 100.000 habitantes
EE.UU.
150.489
46,0
4.410.182
Brasil
90.134
43,0
2.552.265
Reino Unido
45.961
68,5
301.455
México
45.361
35,9
408.449
Italia
35.129
57,9
246.776
India
34.956
2,6
1.582.028
Francia
30.238
46,5
185.196
España
28.441
60,9
282.641
Perú
18.816
58,8
400.683
Irán
16.569
20,3
301.530
Rusia
13.778
9,5
832.993
Bélgica
9.836
85,7
67.335
Colombia
9.454
19,0
276.055
Chile
9.278
49,5
351.575
Alemania
9.137
11,0
208.892
Canadá
8.962
24,2
117.357
Sudáfrica
7.497
13,0
471.123
Holanda
6.147
36,0
53.632
Pakistán
5.924
2,8
277.402
Suecia
5.730
57,5
79.782
Turquía
5.659
6,9
228.924
Ecuador
5.623
32,9
83.193
Indonesia
5.058
1,9
106.336
Egipto
4.728
4,8
93.356
China
4.658
0,3
87.363
Irak
4.603
12,0
118.300
Argentina
3.288
7,4
178.996
Bangladesh
3.083
1,9
234.889
Arabia Saudita
2.816
8,4
272.590
Bolivia
2.808
24,7
73.534
Rumania
2.304
11,8
49.591
Suiza
1.980
23,2
35.022
Filipinas
1.962
1,8
85.486
Guatemala
1.835
10,6
47.605
Irlanda
1.764
36,6
25.942
Portugal
1.725
16,8
50.613
Polonia
1.709
4,5
45.031
Ucrania
1.697
3,8
70.300
Panamá
1.374
32,9
63.269
Kirguistán
1.364
21,6
35.223
Afganistán
1.271
3,4
36.542
Honduras
1.259
13,1
40.944
Argelia
1.186
2,8
29.229
República Dominicana
1.123
10,6
66.182
Japón
1.004
0,8
34.553
Nigeria
873
0,4
42.208
Kazajistán
793
4,3
87.664
Moldavia
762
18,8
23.947
Armenia
728
24,7
38.196
Sudan
725
1,7
11.496
Austria
718
8,1
20.955
Dinamarca
614
10,7
13.634
Hungría
596
6,1
4.484
Serbia
558
8,0
24.892
Bielorrusia
553
5,9
67.665
Israel
497
5,9
68.769
Yemen
485
1,7
1.711
Macedonia del Norte
476
22,9
10.503
Kuwait
444
10,7
65.903
El Salvador
439
6,8
16.230
Azerbaiyán
438
4,4
31.221
Omán
421
8,7
79.159
Camerún
391
1,6
17.255
República Checa
378
3,5
16.093
Bulgaria
368
5,2
11.155
Emiratos Árabes Unidos
349
3,6
60.223
Marruecos
334
0,9
22.213
Finlandia
329
6,0
7.423
Bosnia y Herzegovina
316
9,5
11.127
Kenia
311
0,6
19.125
Corea del Sur
300
0,6
14.269
Noruega
255
4,8
9.172
Etiopía
253
0,2
15.810
República Democrática del Congo
215
0,3
9.010
Grecia
203
1,9
4.336
Senegal
200
1,3
9.961
Kosovo
196
10,6
7.846
Australia
190
0,8
16.303
Ghana
175
0,6
35.142
Qatar
171
6,1
110.460
Haití
159
1,4
7.378
Mauritania
156
3,5
6.273
Venezuela
154
0,5
17.158
Albania
150
5,2
5.105
Zambia
146
0,8
5.249
Bahréin
145
9,2
40.311
Croacia
141
3,4
4.993
Costa Rica
133
2,7
16.800
Uzbekistán
132
0,4
22.872
Malasia
124
0,4
8.964
Mali
124
0,6
2.521
Eslovenia
117
5,6
2.139
Nicaragua
116
1,8
3.672
Luxemburgo
114
18,9
6.533
Madagascar
105
0,4
10.748
Malawi
103
0,6
3.738
Costa de Marfil
99
0,4
15.813
Somalia
93
0,6
3.212
Cuba
87
0,8
2.588
Territorios Palestinos
80
1,6
11.284
Lituania
80
2,9
2.062
Libia
76
1,1
3.222
Chad
75
0,5
926
Liberia
72
1,5
1.179
Estonia
69
5,2
2.051
Níger
69
0,3
1.132
Sierra Leona
67
0,9
1.803
Tayikistán
60
0,7
7.320
República Centroafricana
59
1,3
4.605
Yibuti
58
6,0
5.081
Tailandia
58
0,1
3.304
Líbano
55
0,8
4.205
Congo
54
1,0
3.200
Burkina Faso
53
0,3
1.105
Nepal
52
0,2
19.547
Andorra
52
67,5
918
Guinea Ecuatorial
51
3,9
3.071
Túnez
50
0,4
1.488
Gabón
49
2,3
7.352
Angola
48
0,2
1.078
Montenegro
47
7,5
3.016
Islas del Canal de la Mancha
47
27,6
587
Guinea
46
0,4
7.183
Paraguay
46
0,7
4.866
Sudán del Sur
46
0,4
2.322
Guayana Francesa
43
15,2
7.647
San Marino
42
124,3
699
Zimbabue
41
0,3
2.879
Esuatini
40
3,5
2.551
Siria
40
0,2
717
Mayotte
39
15,0
2.905
Benín
36
0,3
1.805
Uruguay
35
1,0
1.237
Letonia
31
1,6
1.228
Eslovaquia
28
0,5
2.265
Singapur
27
0,5
51.809
Guinea-Bissau
26
1,4
1.954
Surinam
26
4,5
1.607
Isla de Man
24
28,5
336
Cabo Verde
23
4,2
2.373
Nueva Zelanda
22
0,5
1.560
Tanzania
21
0,0
509
Guyana
20
2,6
398
Chipre
19
1,6
1.080
Togo
18
0,2
896
Georgia
17
0,4
1.160
Maldivas
15
2,9
3.567
Santo Tomé y Príncipe
15
7,1
868
Martinica
15
4,0
269
Isla de San Martín (Francia)
15
40,3
126
Guadalupe
14
3,5
244
Crucero Diamond Princess
13
712
Lesoto
13
0,6
576
Sri Lanka
11
0,1
2.811
Mozambique
11
0,0
1.748
Jordan
11
0,1
1.187
Bahamas
11
2,9
484
Islandia
10
3,0
1.872
Jamaica
10
0,3
856
Mauricio
10
0,8
344
Namibia
9
0,4
1.986
Malta
9
2,0
729
Bermudas
9
14,3
156
Gambia
8
0,4
326
Trinidad y Tobago
8
0,6
156
Taiwán
7
0,0
467
Comoras
7
0,8
378
Barbados
7
2,4
110
Myanmar
6
0,0
353
Ruanda
5
0,0
1.963
Reunión
4
0,5
657
Mónaco
4
10,3
120
Brunéi
3
0,7
141
Aruba
3
2,8
119
Antigua y Barbuda
3
3,1
91
Uganda
2
0,0
1.140
Botsuana
2
0,1
804
Islas Turcas y Caicos
2
5,3
104
Papúa Nueva Guinea
2
0,0
63
Belice
2
0,5
48
Crucero MS Zaandam
2
9
Burundi
1
0,0
387
Islas Caimán
1
1,6
203
Liechtenstein
1
2,6
88
Curazao
1
0,6
29
Montserrat
1
20,0
12
Sahara Occidental
1
0,2
10
Islas Vírgenes Británicas
1
3,4
8
Vietnam
0
0,0
464
Mongolia
0
0,0
291
Eritrea
0
0,0
265
Camboya
0
0,0
234
Islas Feroe
0
0,0
220
Gibraltar
0
0,0
186
Seychelles
0
0,0
114
Bután
0
0,0
101
Polinesia Francesa
0
0,0
62
San Vicente y las Granadinas
0
0,0
52
Fiyi
0
0,0
27
Timor Oriental
0
0,0
24
Granada
0
0,0
24
Santa Lucía
0
0,0
24
Nueva Caledonia
0
0,0
22
Laos
0
0,0
20
Dominica
0
0,0
18
San Cristóbal y Nieves
0
0,0
17
Groenlandia
0
0,0
14
Islas Malvinas o Falkland
0
0,0
13
Vaticano
0
0,0
12
San Bartolomé
0
0,0
7
San Pedro y Miquelón
0
0,0
4
Anguila
0
0,0
3
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Esta visualización se basa en datos periódicos de la Universidad Johns Hopkins y puede que no refleje la información más actualizada de cada país.
** Los datos históricos de nuevos casos son una media de tres días seguidos. Debido a la revisión del número de casos, la media no pudo ser calculada en esta fecha.
Fuente: Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.), autoridades locales
Última actualización de cifras: 30 de julio de 2020 12:19 GMT
De acuerdo con el informe «Seguimiento del retorno a las clases presenciales en escuelas en Uruguay» de la oficina local de Unicef que se publicará en agosto y al cual BBC Mundo tuvo acceso, el «rápido control» de la pandemia en el país «facilitó la definición del regreso a las aulas».
Desde que el nuevo coronavirus llegó al país, el 13 de marzo, hasta el 28 de julio se han registrado 1.218 casos positivos de covid-19 y 35 muertos, según datos del gobierno.
De acuerdo con el informe «Seguimiento del retorno a las clases presenciales en escuelas en Uruguay» de la oficina local de Unicef que se publicará en agosto y al cual BBC Mundo tuvo acceso, el «rápido control» de la pandemia en el país «facilitó la definición del regreso a las aulas».
Desde que el nuevo coronavirus llegó al país, el 13 de marzo, hasta el 28 de julio se han registrado 1.218 casos positivos de covid-19 y 35 muertos, según datos del gobierno.
Unicef concuerda con el análisis e incluso asegura que el regreso temprano a las aulas uruguayas se basa en este periodo de virtualidad, puesto que permitió «sostener el componente educativo y el vínculo de los estudiantes con los docentes y la comunidad educativa».
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionSi bien el Plan Ceibal es conocido por haber entregado una computadora a cada escolar, hoy en día funciona más como un laboratorio de innovación pedagógica.
Según Leandro Folgar, presidente de Plan Ceibal, su plataforma CREA se convirtió en el centro de las clases virtuales tanto en la educación pública como en 80% de los centros privados del país, a los cuales se les permitió un acceso gratuito a la herramienta.
«Pasamos de tener 90.000 usuarios activos en el pico más alto de 2019 a 730.000 usuarios activos este año«, dice a BBC Mundo.
«Fue una curva de aprendizaje muy empinada en un periodo muy corto de tiempo», reconoce Folgar, quien, como el resto de las autoridades del gobierno uruguayo, no llevaba ni dos semanas en el cargo cuando el coronavirus llegó al país.
Pero como destacan Folgar y el informe de Unicef, si algo enseña la experiencia de Uruguay es el carácter cambiante de la situación.
Lento y en etapas
Spires escribió en The Conversation que una de las claves de un regreso exitoso a las aulas está en que el proceso sea «lento y en etapas».
En este punto, Spires dio a Uruguay el puntaje máximo: «A».
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Final de la publicación de Youtube número de BBC News Mundo
El retorno escalonado a clases comenzó el 22 de abril con la apertura de las escuelas rurales, que son las que tienen menor cantidad de estudiantes.
«Luego de esta primera etapa, que ofició como piloto para el retorno generalizado, se definieron tres etapas (empezando el 1 de junio), con una diferencia de 15 días entre ellas, en las cuales gradualmente fueron retornando todos los niveles de la educación, excepto la universidad», dice el informe de Unicef.
Y agrega: «En todos los casos europeos, el escalonamiento de la vuelta a clases se ha programado por niveles educativos, lo cual es una diferencia con Uruguay«.
Como explica Pérez Alfaro, la estrategia uruguaya «se construyó sobre tres gradualidades»: «Una regional, iniciando por el interior (afuera de la capital) donde existió menor difusión de casos de covid-19; otra de vulnerabilidad, donde se privilegiaron las zonas de contexto crítico; y la última, pedagógica, que privilegió la conclusión de ciclos».
De carácter voluntario
Así como en Uruguay la cuarentena nunca llegó a ser obligatoria, concurrir a clases tampoco lo es.
Derechos de autor de la imagenREUTERSImage captionEl uso de tapabocas está extendido entre los uruguayos, a pesar de que nunca se llegó a reglamentar oficialmente su uso.
«La asistencia es voluntaria porque tiene que quedar liberado a que la familia se sienta lo suficientemente segura o no de mandar a sus hijos a un centro educativo«, explica Folgar.
El presidente de Plan Ceibal agrega que en este tiempo han constatado que los motivos de las familias son «muy diversos»: «Algunos no mandan a los hijos por no confiar o por miedo, otros porque no tienen cómo organizarse para llevarlos y traerlos, por ejemplo».
En contraste, Spires explicó que en Suecia, donde las escuelas nunca cerraron y la asistencia siguió siendo obligatoria, el gobierno hasta «amenazó con castigar a los padres que no enviaran a sus hijos».
De acuerdo con Unicef, en Uruguay «la voluntariedad para asistir a los centros parece haber amortiguado los temores y habilitado un período de adaptación que permitió a las familias ir ganando confianza«.
A mediados de julio, en el primer balance del retorno a escuelas, el gobierno anunció que más del 70% de los estudiantes de educación media retornaron a las aulas, mientras que en educación primaria fue del 63% y en las rurales, de más del 60%.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionSegún datos del gobierno publicados a mediados de julio, más del 70% de los estudiantes de educación media retornaron a las aulas.
El porcentaje restante de los alumnos siguieron con la modalidad virtual. Pero no son los únicos.
Regreso parcial y protocolos de sanidad
Al igual que sucede en Japón, otro caso exitoso según Spires, las clases presenciales en Uruguay no volvieron todos los días ni durante todo el horario habitual.
«Lo que tenemos hoy en día es un ecosistema de semipresencialidades muy diverso», dice Folgar.
Los protocolos vigentes, acordados entre las autoridades de la educación y sanitarias más los docentes, indican que las jornadas no pueden extenderse por más de 4 horas diarias, por ejemplo.
A su vez, cuando los salones no permiten los 2 metros de distancia social, los compañeros de clase son divididos en dos grupos: unos concurren lunes y martes, por ejemplo, y otros jueves y viernes.
Además, los recreos son escalonados y sin juegos que habiliten el contacto físico.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionLos protocolos de regreso a las aulas incluyeron apartados sobre sanidad específicos para estudiantes y funcionarios.
Respecto a la sanidad en particular, los salones se higienizan, desinfectan y ventilan después de cada jornada, pero la toma de temperatura a los alumnos quedó librado a la voluntad de cada centro.
Los tapabocas, por su parte, son obligatorios, una costumbre que se ha extendido en la sociedad uruguaya a pesar de tampoco estar reglamentado.
Tal es así que, en el artículo de Spires, Uruguay comparte con Japón la calificación «A» en las categorías de uso de mascarillas e implementación de distancia social en los centros educativos y en la comunidad.
Escuchar para actuar
Además de las tres «A» ya mencionadas, Spires calificó a Uruguay con dos «B»: una en la categoría «decisiones basadas en datos actualizados» y otra en «comunicación oportuna con el público y los padres».
Reapertura lenta y en etapas
Mascarillas y distancia social en las escuelas
Mascarillas y distancia social en la comunidad
Decisiones basadas en datos actualizados
Comunicación oportuna con el público y los padres
Suecia
F
D
C
D
D
Israel
F
B
C
C
C
Japón
B
A
A
A
B
Uruguay
A
A
A
B
B
Fuente: Robert Spires, The Conversation
Y, sin embargo, al preguntarle a Folgar qué recomendaría a otras autoridades educativas, dice que hay que «escuchar muchísimo» tanto a docentes como a estudiantes y familias.
«Cada vez que evolucionamos un paso con respecto a la gestión de la pandemia y queremos volver un poco a la normalidad, les estamos cambiando las condiciones», explica.
Además, dice, es importante estar atentos a lo que pasa en otros lugares del mundo para aprender y actuar.
Según Unicef, la próxima etapa de la presencialidad «prioriza un diagnóstico del estado de situación mediante encuestas a docentes y estudiantes«, además de una prueba de conocimientos a los alumnos.
En base a esta experiencia empírica se decidirá «si se extiende el calendario anual o si se alteran las vacaciones previstas, cuestiones todas que implican tensiones con los trabajadores del sistema educativo, así como con las familias».
Pero el proceso de reapertura no se termina ahí.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionIntervención en el monumento a Enriqueta Compte y Riqué, referente de la educación uruguaya y de la región por haber creado el primer jardín de infantes de Sudamérica.
«El gran desafío que tenemos por delante es no confundir una buena respuesta de emergencia con un modelo educativo funcional«, asegura Folgar.
«Que Uruguay haya reabierto los centros educativos no quiere decir que se parezcan en nada a lo que eran antes de la pandemia», dice, reconociendo que «es mucho mejor que estar encerrados en casa», pero que está lejos de su potencial real.
Además, para Folgar, la pandemia ofreció una ventana a un cambio todavía mayor.
«Lo cierto es que el mundo cambió para todos y la concepción que cada uno tenía de la tecnología y su aporte en la educación también cambió«, dice.
Para cuando termine el año, «cualquier docente va a tener una aproximación pedagógica distinta a la que tenía antes. Tenemos que tomar esas experiencias para poder continuar hacia adelante tratando de mejorar nuestro sistema educativo».
En palabras de una inspectora anónima citada en el informe de Unicef: «Lo peor que nos puede pasar es que en la virtualidad nos olvidemos de lo que extrañamos de la presencialidad y en la presencialidad, de las conquistas de la virtualidad«.
La zona de la Triple Frontera entre Colombia, Perú y Brasil es el enclave idóneo para el tráfico ilegal, no solo de droga o recursos naturales, también de personas. Casi siempre, mujeres y niñas
Ni se nos ocurriría mencionarla. Si nos preguntaran por un lugar donde se sufra la trata, pocas veces contestaríamos la Amazonia o la triple frontera amazónica entre Colombia, Perú y Brasil. Sin embargo, ningún país se libra de este delito que comercia con las personas como si fueran mercancía, que en el 62% de los casos son mujeres y en el 23% niñas, en torno al 80% de las veces, con objetivo de explotarlas sexualmente.
Con el confinamiento forzoso y toda la atención puesta en los más de 699.252 casos confirmados y 19.917 personas fallecidas por covid-19 en toda la Panamazonia (hasta el 28 de julio), la acción humanitaria y el fortalecimiento de la sanidad pública, resulta más difícil que nunca medir el impacto de la trata, pero los expertos en terreno aseguran que la crisis económica ha incrementado el narcotráfico, la tala ilegal y el tráfico y la explotación de personas.
La ubicación fronteriza de las localidades de Puerto Nariño (Colombia), Caballococha (Perú) y Atalaia do Norte (Brasil), unidas y separadas por el río Amazonas, son el caldo de cultivo idóneo para el tráfico ilegal, no solo de droga o recursos naturales, también de personas. Aquí, toda la comunicación se realiza dentro y a través del río Amazonas. Las lanchas, botes y demás embarcaciones cruzan constantemente de una orilla a otra y, sin apenas controles, cambian de país.
Puerto Nariño (Colombia) es un destino vacacional muy popular en la región. Un pequeño y tranquilo municipio, de calles peatonales y cuidados jardines, a orillas del río Loretoyaco, ideal para pequeños cruceros fluviales y ver a los delfines rosados en su hábitat. En esta idílica población las estudiantes del internado indígena de San Francisco de Loretoyaco son el objetivo de muchas miradas de deseo. Hombres mayores las seducen a la salida del colegio para que naveguen en su compañía a Caballococha durante el fin de semana, prometiéndoles diversión, regalos, ropa, un móvil o pequeñas cantidades de dinero.
Las adolescentes, con las circunstancias de precariedad que asolan a sus familias, no prevén un futuro próspero, por lo que consideran esas propuestas una oportunidad para mejorar sus vidas. Las redes de trata conocen bien esa situación de vulnerabilidad y se aprovechan. No son grandes organizaciones criminales, sino individuos que frecuentan o residen en la zona. Dominan el contexto y se organizan para captar, trasladar y explotar. Así, los fines de semana, se genera en la zona mucho movimiento de adolescentes desplazadas a locales de alterne conocidos como “prostibares”, generalmente, propiedad de traficantes de coca y utilizados para todo tipo de negocios ilícitos, a menudo con la connivencia de las autoridades locales.
El confinamiento de la covid-19 ha agravado aún más esta realidad. En su aspecto positivo, la pandemia ha implicado la cohesión comunitaria, el refuerzo de las actividades de pesca y cultivo, y el fortalecimiento de la práctica de la medicina tradicional para combatir los síntomas del virus. Pero, respecto a la trata, se ha dado un paso atrás creándose un falso imaginario de protección, ya que se creyó que el cierre de fronteras y la paralización del turismo ofrecería más protección, pero no ha sido así. Las economías ilegales siguen operando y ahora encuentran más necesidades y grupos de jóvenes desocupados más fáciles de captar.
Esta zona de la Triple Frontera acumula (hasta el 28 de julio) 14.927 personas contagiadas y 362 fallecidosy casi no se habla de las implicaciones sociales del confinamiento en niños y adolescentes. Pero la pandemia ha aumentado el abandono escolar, los centros educativos están cerrados y sin conectividad, han aumentado las carencias diarias por culpa del desempleo, el turismo es nulo y el casi abandono del Estado en los territorios ha hecho que las economías ilegales sigan ofreciendo —ahora como una de las pocas alternativas posibles— un sustento básico a las familias a través del narcotráfico, talas ilegales y otras actividades ilícitas, entre ellas, la explotación sexual.
Una red protectora de orilla a orilla
Nathalia Forero vivió en este internado de Loretoyaco. Hoy es la coordinadora de la RETP-Red de Enfrentamiento a la Trata de Personas en la Triple Frontera que nació hace cuatro años para luchar contra esta realidad y como fruto de un trabajo previo de investigación. Se identificaron dos modalidades fuertes de explotación: una sexual comercial de niños, niñas y adolescentes; y otra, la laboral, es decir, el trabajo esclavo. Pero la investigación también puso de relieve que muchas situaciones de abuso y explotación se habían naturalizado como parte de una economía de subsistencia.
Ella y otros miembros de la red, antes del confinamiento impuesto por la covid-19, recorría las comunidades fronterizas visibilizando las amenazas a las que estaban expuestas las jóvenes: “Lo que aquí ocurre es explotación sexual y trabajo esclavo a la vez. Y vimos que es esencial trabajar en red, independientemente pero pensando en la Amazonia como en un todo conectado”.
Forero no está sola. Cuenta con personas que actúan como enlaces en las tres orillas de este enclave internacional. En Islandia (Perú), Ivanés Favretto, alerta siempre que ve algún movimiento extraño: “Islandia es conocida como la Venecia del Amazonas, por sus canales y sus casas en palafitos. Pero también es un enclave esencial para el tráfico de mercancías y de personas”. En Leticia (Colombia) es el padre Valerio Sartor, brasileño jesuita miembro del SJPAM-Servicio Jesuita a la Panamazonia y de la REPAM-Red Eclesial Panamazónica, quien ayuda a detectar, formar y sensibilizar sobre la trata para que se pueda evitar. “Es muy difícil poder rescatar a las personas que ya se han visto arrastradas a esa situación. Sin embargo, con los jóvenes y con las familias, podemos actuar antes”, dice el religioso. En Atalaia do Norte (Brasil) está la madrileña Marta Barral, que también lucha contra el maltrato machista y otro tipo de abusos. “Es siempre igual: los padres de los niños, las niñas y los más jóvenes de la comunidad son engañados. Alguien llega al poblado y les ofrece una vida mejor para los más pequeños de la casa, estudios o quizá un pequeño empleo y formación profesional para lograr algunos ingresos para la familia”, explica Barral.
La realidad de pobreza y necesidad de estas comunidades, en su mayoría indígenas, hacen que ese método siempre funcione, pues lo primero es la supervivencia. Pocos intuyen que detrás de esas promesas de una vida mejor se esconda la trata, la esclavitud, los abusos o el comienzo de un camino sin retorno. Por eso la sensibilización debe ser trasversal y generalizada y también el trabajo con la Justicia, porque a pesar de que muchos países tienen leyes contra la trata, es frecuente que las víctimas sean criminalizadas y los traficantes queden impunes.
Forero aclara que no es fácil cuantificar su acción, porque su trabajo se centra más en lo cualitativo. Pero da algunos datos: “En el primer semestre de 2019 se realizó prevención con más de 400 jóvenes en colegios. Llevamos procesos todo el año con 100 niños de nueve a 13 años, formándolos como «héroes defensores de vidas». Además, en encuentros bimensuales han participado 200 personas, sin contar otros talleres y visitas a las comunidades de los tres países, con un promedio de 150 personas presentes en esas actividades”.
En cuanto al compromiso de otros actores esenciales en el terreno, uno de los logros de la RETP es la firma conjunta del Manifiesto contra la trata que rubricó el compromiso contra la trata por parte de los tres obispos de las diócesis del Amazonas —dos de ellos españoles— por ser una realidad que “se ensaña en las comunidades y poblaciones más vulnerables”.
Mujer indígena y amazónica
“La mujer indígena amazónica es resiliente, inteligente, luchadora, hermosa y orgullosa. Siente, ríe, llora, se asombra, sufre y duda, como todas nosotras. La escuché exigir para sus hijos una educación que respete su cultura, los derechos de su pueblo, denunciar las injusticias y levantar la voz por la Madre Tierra. Está claro que no todas las mujeres en la Panamazonia son indígenas. Las hay ribereñas, quilombolas, mestizas y migrantes. Y muy lamentablemente muchas de ellas son víctimas de trata de personas, violencia y explotación sexual”, explica en un encuentro digital organizado durante el confinamiento Ariana Díaz Acuña, profesora de la Universidad Católica de Costa Rica, apasionada de la Amazonia y especialmente interesada en la situación de la mujer allí y su interrelación con el resto de contextos de la región.
“Una vez visité una región minera donde contamos 11 prostíbulos en 1,5 kilómetros y luego nos informaron que en cada uno de ellos había de ocho a 10 jovencitas, la mayoría menores de edad y explotaban sexualmente», relata indignada Díaz Acuña. «¡No puede ser! El clamor de esas niñas está estrechamente ligado al clamor de la Madre Tierra”, exclama.
Fany Kuiru Castro es la única mujer murui de la Amazonía colombiana graduada como abogada. Es líder desde que tiene uso de razón, nos cuenta en Bogotá mientras la acompañamos a su oficina en la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonia colombiana (OPIAC) en la que es coordinadora de la sección de Mujer, Niñez, Juventud y Familia.
El activismo de Fany y su influencia alcanza el ámbito institucional con incidencia política para garantizar las leyes que protegen a las comunidades, vigilar y alertar ante la vulneración impune de los derechos indígenas. Fany es una pieza clave en muchos paneles de discusión de los derechos indígenas y, en particular, de la mujer indígena. “Nuestra labor es dar a conocer a las mujeres indígenas sus derechos, a la soberanía alimentaria, a la alimentación sana y el goce de sus derechos económicos, sociales y culturales. Las motivamos para que sean emprendedoras, y a las que ya han llevado a cabo un emprendimiento local, orientarlas sobre cómo consolidarlo y darle más viabilidad a través de una economía propia, perspectiva de ecología integral, de solidaridad, de reciprocidad, con otra connotación distinta a la capitalista, que solamente desea lucrarse”, concluye Fany.
Sin duda, son muchas las voces que reivindican desde la Amazonia políticas sociales y acción ciudadana para fortalecer la protección de la frágil situación que viven estas niñas, niños y jóvenes que en esta crisis sanitaria mundial han visto incrementada su vulnerabilidad. La covid-19 está arrasando con su salud y también con sus derechos fundamentales.
Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/27/planeta_futuro/1595858396_100114.html
América del Sur/Colombia/30 Julio 2020/prensa-latina.cu
Más de 30 congresistas pidieron hoy al presidente de Colombia, Iván Duque, disponga los recursos necesarios o adicione nuevas partidas presupuestales a la medida denominada Matrícula Cero para universidades y garantizar el derecho a la educación.
Por medio de una carta, señalaron que la Covid-19 ha afectado al mundo no solo en términos de salud, sino que ha obligado a replantear la vida misma, la economía y las formas de interacción social.
En ese contexto la comunidad académica y familiares alrededor de las instituciones de educación superior manifiestan su preocupación frente a la situación de la mayoría de estudiantes de estratos socioeconómicos bajos y medios, refieren los congresistas en la misiva.
Estos estudiantes señalan las dificultades para pagar el costo de la matrícula en sus respectivas universidades, en particular ante los recursos que dejaron de recibir sus padres o ellos mismos en medio de la pandemia.
Los senadores puntualizan que, a pesar de un decreto aprobado por el gobierno en mayo pasado por el cual se crea el Fondo Solidario para la Educación con el fin de solventar el pago o auxilio de matrícula de los estudiantes mientras dura la crisis sanitaria, estos recursos son insuficientes y requirieron la concurrencia de las entidades territoriales, gobernaciones y alcaldías.
En tal sentido solicitan a Duque que disponga, en el marco de la medida denominada Matrícula Cero, asigne recursos adicionales para todas las Instituciones de Educación Superior, en especial a la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia.
Además, para aquellas cuyo presupuesto depende del gobierno nacional, de forma tal que se garantice la gratuidad en el semestre que está por comenzar.
‘Nos ponemos a su disposición para buscar alternativas junto con el movimiento estudiantil y sus familias para materializar este alivio, en medio de las difíciles circunstancias que vive el país’, expresan en el texto.
Desde hace varios días estudiantes de la Universidad Nacional mantienen un plantón en la instalación académica para exigir matrícula cero para el próximo semestre ante la falta de recursos para continuar estudios.
Hace dos días, estos pertenecientes a varias sedes de esa casa de altos estudios, se encadenaron en las instalaciones de la institución y montaron campamentos como medida de protesta.
América del Sur/ Perú/ 28.08.2020/ Fuente: larepublica.pe.
Desde que inició el programa Aprendo en casa, no se ha impulsado una iniciativa para brindar una educación sexual a niños y adolescentes, a pesar de que las cifras del MIMP confirman que son las principales víctimas de violencia sexual.
El nuevo coronavirus provocó el confinamiento de todo el país. Había que cuidar a las personas de un posible contagio; por ello, las clases en los colegios se suspendieron. Los escolares tuvieron que permanecer en sus casas con sus familias. Sin embargo, el ambiente que debería darles seguridad y tranquilidad, se convirtió para muchos en la representación de la duda, el temor y el sufrimiento.
Niños y niñas vivieron la pesadilla de convivir con sus agresores, solos, confundidos y sin saber a quién recurrir. Adolescentes angustiados por no poder hablar con sus padres sobre su orientación sexual y que por la pandemia no pueden confesarle a alguien sus miedos e incertidumbres. Niñas temerosas de hacer preguntas sobre sus cuerpos o deseos a sus padres y que comienzan a vivir sus primeras experiencias sexuales a través de una pantalla, sin ser conscientes de los riesgos a los que están expuestas.
El virus encerró a los niños y adolescentes en sus casas y el Gobierno parece no escuchar sus voces, sus pedidos de auxilio, su necesidad de información. ¿Qué se ha hecho por la Educación Sexual Integral (ESI) de los alumnos durante la pandemia? ¿Se ha aprovechado la plataforma Aprendo en casa para estos fines?
Peligros a los que están expuestos
Del 16 de marzo al 30 de junio del 2020, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) atendió 659 casos de violación sexual. De estos, el 69,2% de las víctimas fueron niñas, niños y adolescentes. Las cifras demuestran que son menores de edad los principales afectados por la violencia sexual, a pesar de que estaban en sus hogares, un lugar que debería ser sinónimo de protección.
“Es importante que ellos sepan cómo reconocer situaciones de violencia, porque no es algo que se de un día para otro, sino que muchas veces hay un proceso de manipulación. Por eso, ellos deben saber cómo defenderse, que se les explique a quién pedir ayuda, sobre todo si el agresor se encuentra en casa”, detalla Macarena González, psicóloga y miembro del equipo de fortalecimiento de capacidades de Promsex.
En un contexto de emergencia como este, la educación sexual provee de información que debe ser utilizada en distintos frentes, tanto para prevenir la violencia sexual como para guiar a los escolares a vivir su sexualidad de manera segura.
La agrupación de adolescentes y jóvenes Vayamos SJL ha venido realizando distintos conversatorios para hablar acerca de sus derechos sexuales y reproductivos en el marco de la pandemia; así como, para conocer la realidad que atraviesan los estudiantes de todo el país en sus hogares.
Los adolescentes de la comunidad LGBTIQ han tenido dificultades al convivir con su familia, pues no pueden hablar abiertamente del tema. “En unos de nuestros conversatorios conocimos a un chico de Ucayali que es abiertamente gay, pero también cero positivo. Él contaba con el apoyo de sus amigos y amigas, conocía espacios para poder hablar de su sexualidad. Pero durante el confinamiento nos dijo que nunca se había sentido tan discriminado en la calle como se siente en su casa”, cuenta Ana Rosa Cárdenas, representante de Vayamos SJL.
La indiferencia e incomprensión familiar hacia los chicos y chicas homosexuales puede empujarlos a situaciones riesgosas: “Si ellos no pueden hablar de sus sentimientos en casa, pueden buscar hablar de eso con personas que no conocen en Internet. La educación sexual integral con enfoque de género busca que se respeten las distintas orientaciones sexuales para generar un marco de aceptación y respeto”, explica Macarena Gonzales para La República.
Los adolescentes necesitan que estos contenidos se aborden de manera directa, sin tabúes, pues ellos seguirán explorando su sexualidad, incluso durante el estado de emergencia. “Cuando hablamos con chicas del Cusco, ellas nos decían que términos como sexting estaban muy capitalizados, que solo se conocían en Lima”, cuenta la joven activista.
“No se puede hablar de estos temas de manera tibia, tenemos que decir las cosas con claridad: cómo nos podemos cuidar si enviamos contenidos sexuales para que no caigan en malas manos. Si pensamos que la opción es decirles que no lo hagan, probablemente estamos equivocados, porque lo van hacer. Debemos estar un paso adelante para prevenir situaciones de violencia”, recalca la especialista de Promsex.
Aprendo en casa: ¿que ha hecho por la educación sexual?
El 6 abril inició Aprendo en casa, propuesta educativa a distancia que busca llegar a los niños y adolescentes de todo el país a través de los medios de comunicación.
Durante las primeras semanas, el proyecto generó muchas expectativas. Fotos de estudiantes mirando con atención sus televisores para aprender su materia favorita inundaron las redes sociales. No obstante, cada vez se hizo más evidente que no se había planeado incluir ningún contenido sobre educación sexual en el programa.
“No hemos visto que se hable de estos temas en Aprendo en casa, sabiendo lo importante que es, porque la violencia hacia la niñez y adolescencia no se ha detenido por la pandemia. Los adolescentes en nuestros conversatorios decían de manera unánime que necesitan una educación sexual integral en estas plataformas del Minedu”, recalca la representante de Vayamos SJL.
El programa de enseñanza también cuenta con una página web, donde se pueden encontrar actividades semanales de acuerdo al curso y grado del escolar. Muchos profesores utilizan esta información para dejar tareas a sus alumnos. Sin embargo, Ana Rosa Cárdenas cuenta que “aquí tampoco hay un área en la que se pueda recibir información respecto a la ESI: cómo protegerse en casos de violencia, dónde acudir, que existe un kit emergencia en casos de violación sexual”.
Los profesores establecen un contacto más cercano con sus estudiantes a través de los grupos de WhatsApp y en algunos casos siguen existiendo los espacios de tutoría, pero solo para hablar de las evaluación o ponerse en contacto con los maestros.
“No hay un espacio exclusivo para hablar con tu tutor sobre estos temas y que ellos te puedan explicar. No hay reuniones con los padres para hablar sobre cómo se sienten sus hijos en la pandemia, si están viviendo en un contexto de violencia”, agrega la joven de 18 años.
La psicóloga Macarena González recalca que los profesores y alumnos deben hablar de estos temas en espacios más íntimos como videollamadas o grupos de WhatsApp. “Es importante que haya una interacción real, disponibilidad para hacer preguntas y aclarar lo que no está tan claro, esto se hace en una conversación. Hay que promover espacios de información transparente sobre sexualidad para despejar dudas”.
Las resistencias a brindar una educación sexual a los escolares
El 24 de abril, más de un mes después de que el Gobierno decretara la cuarentena a nivel nacional, la Alianza por la Educación Sexual Integral ¡Sí Podemos! se reunió con representantes del Minedu. El objetivo era hablar sobre cómo se iba a trabajar el plan ESI en el contexto de la educación a distancia.
“Ellos señalaron que la propuesta de Aprendo en casa era muy limitada. Desde la Alianza se les indicó que en el escenario de la pandemia (los alumnos) requieren de un apoyo emocional a cargo de la oficina de tutoría (TOE). Se les preguntó cómo piensan abordar la educación sexual en este espacio, pero señalaron que lo más probable era que se trabajen temas específicos de acuerdo al contexto”, detalla Gladys Vía, coordinadora de Católicas por el Derecho a Decidir – Perú, organización miembro de la Alianza.
La política de educación sexual integral ha sido duramente golpeada por grupos fundamentalistas. Por eso, no se han dado grandes avances para dar información a los escolares sobre su sexualidad.
“Se quiere ahorrar un problema político tapándose los ojos del problema social de la desigualdad y la violencia de género. Los principales aliados de los conservadores son el fujimorismo, pero ellos ahora no tienen fuerza política. Esto permite pensar que no habrían tantas resistencias si es que el Gobierno decide ponerle más punche a los temas de sexualidad y género en la escuela”, señala Angelica Motta, antropóloga y feminista.
Por el momento, Aprendo en casa está de vacaciones, pero sigue siendo urgente que niños y adolescentes accedan a información, sepan qué hacer cuando están en una situación de riesgo. La implementación de una educación sexual les daría conocimientos sobre su cuerpo, poder de decisión, seguridad para poder buscar ayuda.
Fuente de la noticia: https://larepublica.pe/sociedad/2020/07/27/educacion-sexual-para-ninos-y-adolescentes-durante-la-pandemia-es-necesaria-su-inclusion-en-plataformas-como-aprendo-en-casa-tras-aumento-de-la-violencia-sexual-atmp/
Lo aseguró el director del Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), Diego Golombek, quien planteó la necesidad de «una articulación con la industria» y un incremento de la matrícula en esa área.
La formación profesional en escuelas técnicas nos va a ayudar a salir en la pospandemia
La formación profesional de alumnos en las escuelas técnicas «nos ayudará a salir del atolladero económico y social» en la pospandemia, dijo el director del Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), Diego Golombek, quien planteó la necesidad de «una articulación con la industria» y un incremento de la matrícula en esa área.
Durante la presentación del informe «Radiografía de la Educación Técnica Profesional» que realizó hace unos días la Unión Industrial Argentina (UIA), Golombek destacó que la formación profesional «será la herramienta más poderosa que nos va a permitir muy rápidamente reinsertarnos en un mundo que tendrá una perspectiva diferente» tras la pandemia de coronavirus.
«Esto lo tenemos que empezar a planificar ahora con todas las provincias en una mesa federal, nadie sabe la magnitud de las consecuencias sanitarias, económicas y sociales que tendremos, pero esto se va acotar en algún momento», destacó el biólogo y profesor universitario.
De acuerdo a los últimos datos del Ministerio de Educación reflejados en el informe de la UIA, los institutos de formación profesional reúnen a 317.284 estudiantes en todo el país, más de la mitad concentrados en la provincia de Buenos Aires, que cuenta con 160.274 alumnos.
Pero la matrícula total de quienes siguen carreras técnicas es de 1.137.679 estudiantes, lo que representa «el 18% de la matrícula total de alumnos en la Argentina», precisó Golombek, y aseguró que «esto no debe ser así».
«En Chile por ejemplo el 46,3% son alumnos técnicos, en Costa Rica el 54% y en Paraguay 43%. En promedio en América Latina más de la mitad de la matrícula de alumnos son de secundaria técnica, por lo que tenemos muchísima tarea que hacer» en este sentido, aseguró el funcionario.
Director del Instituto Nacional de Educación Técnica , Diego Golombek
Asimismo, indicó que al margen de estos datos objetivos «la formación técnica en la Argentina sigue capas geológicas que vienen desde la puesta en marcha del Conet, a mediados del siglo pasado» y sostuvo que «los alumnos tienen que salir preparados hacia un mundo tecnológico que será aceleradamente cambiante durante los próximos cinco o diez años».
En este sentido, apuntó que «el sistema de educación técnica funciona muy bien, tenemos excelentes docentes y alumnos que salen muy bien formados, pero esta muy atomizado, con la región centro dominando».
«Nos falta una mayor integración entre la secundaria técnica, la formación profesional y la enseñanza superior técnica», dijo Golombek, quien apuntó en ese camino a un acercamiento hacia las industrias y el mundo del trabajo.
El director del INET explicó en su presentación que «la industria nos tiene que decir que recursos humanos necesita y va a querer de acá a cinco o diez años» y destacó que «esto era algo que estaba ausente en el diálogo político», al presentar los objetivos del instituto que busca centrarse en las orientaciones que deben tener los técnicos superiores.
Golombek dijo que recuperar el Consejo Nacional para la Educación, el Trabajo y la Producción, con representación de todas las provincias para determinar las cargas horarias y las orientaciones, «es un norte en nuestra gestión, que nos permitirá salir de esta situación heredada que tiene que ver con una quietud de muchos años».
El presupuesto para la educación técnica profesional que fijó la ley de financiamiento dictada en 2005 es de 0,2% del presupuesto educativo.
«Ahora estamos en un 0,08%, menos de la mitad que nos corresponde por ley, pero aún así el sistema está bastante sólido en la escuela secundaria técnica, que es la columna vertebral en términos cuantitativos», aseguró.
Sobre este punto, la intención del INET es «balancear» la matrícula entre los tres tipos de formación existentes, secundaria técnica, superior técnica y formación profesional.
La industria nos tiene que decir que recursos humanos necesita y va a querer de acá a cinco o diez años»”
DIEGO GOLOMBEK
En la secundaria técnica cursan 661.451 alumnos, la superior tiene 158.944 y la formación profesional 317.284, de acuerdo a los datos del Ministerio de Educación.
«La más dejada de lado respecto a los números es la educación superior técnica; hay muchas menos instituciones y matrícula y hay menos idea hacia dónde va, y eso es preocupante ya que la gran mayoría de los alumnos van hacia el mundo de la administración y la gestión o de la salud», destacó el funcionario.
,Y agregó. «Es muy necesario tener técnicos superiores en administración o de salud, pero debemos enmarcar esta enseñanza dentro de la matriz productiva del país, y de acuerdo a nuestros objetivos, tenemos que centrarnos en la enseñanza superior, en la velocidad de cambio que tiene y desde allí formular las orientaciones que la industria necesita».
Para Golmbek «Argentina sigue siendo un productor de bienes primarios, pero esto no quiere decir que no podamos agregar mucha tecnología para lo cual tenemos los técnicos».
«La tecnicatura superior en biotecnología, en robótica, en ciencia de datos, en nanotecnología, entre otras, deberían ser las que nos garanticen que una empresa que quiera convertirse hacia la tercera y eventualmente hacia una cuarta revolución industrial, tengan al técnico para hacerlo que ahora no tiene», evaluó.
Fuente de la entrevista: https://www.telam.com.ar/notas/202007/494313-golombek-la-formacion-en-escuelas-tecnicas-nos-va-a-ayudar-a-salir-en-la-pospandemia.html
Estudiantes sin acceso a la educación, a la tecnología y al internet y un gobierno nacional que pacta políticas públicas en pro de la defensa bancaria.
La educación en Colombia ha tenido retrasos en el desarrollo de los estudiantes debido a su mal funcionamiento desde el sistema. Iniciando en el periodo de la presidencia de Pastrana, viene cometiendo sistemáticamente homicidios contra el intelecto de un niño, niña, adolescente o joven, interponiendo un sistema educativo nuevo el cual lo único que ha traído son miserias para el sentido crítico, pero riqueza para las empresas privadas y los gobiernos anacrónicos.
Para nadie es un secreto que con la llegada de la pandemia todos los sectores sociales del país han decaído y, se han tenido que transformar a la virtualidad para poder seguir desarrollando sus actividades. Cada sector ha tenido un nivel de decaída y sufrimiento; pero me atrevería a decir que la educación es el más perjudicado, trayendo consigo una plaga de percances que matan el proceso cognitivo e intelectual de nuestros estudiantes.
El gobierno nacional no ha dado una cara de alivio para ellos, pues era de esperarse que el presidente Iván Duque prevaleciera su “economía Naranja” ante cualquier proyecto o línea gubernamental. Estudiantes universitarios hoy claman al gobierno nacional que otorgue beneficios como la “matrícula cero” y hasta hoy no ha tenido los pronunciamientos necesarios para solventar la trágica problemática de la deserción estudiantil. Líderes estudiantiles, juveniles, sindicalistas, profesores y hasta algunos decanos han alzado su voz para promover este movimiento y hacer ver al gobierno la importancia de la gratuidad, que gracias a la COVID-19, es que nos damos cuenta la necesidad e importancia de una educación gratuita y de calidad.
Ejemplos que han dado gobernantes como el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, al otorgar el beneficio de “matrícula cero” y beneficiando a 24 mil estudiantes de las tres IES del municipio (ITM, Pascual Bravo, Colegio Mayor).
Ahora bien, tanto para los estudiantes de las Instituciones de Educación Superior como para los estudiantes de Instituciones Educativas ha traído una nueva brecha social. Lamentablemente en Colombia solo podrá estudiar el que tenga un computador, un celular y acceso a internet. Se imposibilita el acceso a la educación para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que no presenten ningún acceso tecnológico y, faltando a uno de los principales derechos fundamentales el cual es el derecho a la educación. El gobierno nacional desde el ministerio TIC y el ministerio de Educación ha presentado ideas y hasta salidas en falso intentando atacar la problemática del acceso a la educación, pero no escuchan a los estudiantes ni les presta atención a los líderes estudiantiles que viven de cerca la brecha social del acceso al internet y al cómputo.
Es así, como vivimos el mayor homicidio cognitivo e intelectual.
Fuente del articulo: https://alponiente.com/gobierno-colombiano-el-gran-homicida-de-la-educacion/
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