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Perú: Minedu, a fines de julio comienza distribución de tablets para Aprendo en Casa

América del Sur/Perú/06-06-2020/Autora: Karina Garay/Fuente: www.andina.pe

Este domingo se lanza la convocatoria para compra de equipos que beneficiará a estudiantes de zonas rurales.

El primer lote de tablets para desarrollar el programa Aprendo en Casa en zonas rurales del país empezará a repartirse en el mes de julio. Su fabricación, compra y distribución se someterá a un exhaustivo concurso cuya convocatoria se lanza este domingo 7, anunció hoy el Ministerio de Educación (Minedu).

“Esperamos que las primeras tablets estén en camino hacia las instituciones educativas en la última semana de julio”, detalló la viceministra de Gestión Pedagógica del Minedu, Diana Marchena, en una reunión virtual con periodistas.
El programa escolar Aprendo en Casa es difundido por la plataforma educativa del mismo nombre, por Radio Nacional, TV Perú y canales privados (secundaria), pero aún así un porcentaje de escolares no puede acceder al dictado de clases por falta de internet, carencia de equipos o porque no llega la señal de radio y televisión. Por ello, a este grupo se les entregará las tablets.
Marchena comentó que se comprarán más de un millón de equipos, de los cuales más 900, 000 serán entregadas a estudiantes de 25,000 colegios públicos, el 85% de ellos ubicados en zonas rurales. Las restantes serán para docentes. Se espera realizar procesos de entrega de cada tres semanas para ir cubriendo las zonas faltantes.
Esta enorme compra de equipos tendrá un presupuesto inicial de 650 millones de soles,  inversión que “busca cerrar la brecha actual de acceso a los medios de comunicación e internet donde se difunde Aprendo en Casa, sobre todo en poblaciones vulnerables, tanto docentes como estudiantes”.
Los beneficiarios serán estudiantes de cuarto, quinto y sexto de primaria y estudiantes de todo secundaria.
“Nuestra prioridad está en los servicios interculturales, secundaria en alternancia, secundaria en residencia, secundaria tutorial. Servicios que atienden a población indígena y rural dispersa”, dijo la funcionaria.
Minedu

Se entregarán en las mismas escuelas

Marchena detalló que la compra de estos dispositivos se hará con un modelo de operación denominado “end to end” para evitar que “se tengan los equipos en Lima o en el almacén del ministerio”.
“El objetivo de esto es una contratación que nos permita llegar directamente a las escuelas y hacer la entrega a los estudiantes en el menor tiempo posible, reduciendo riesgos y asegurando que el ministerio realice el control de seguridad y el monitoreo de cada una de las etapas”.
En el caso de zonas rurales sin acceso a Internet ni electricidad, los alumnos recibirán adicionalmente un cargador solar y, en los colegios con energía eléctrica y buena conectividad, se les dotará de un plan de datos.
Las tabletas tendrán que ser resistentes para trabajar incluso en zonas superiores a los 4, 000 metros sobre el nivel del mar.

Proceso transparente

“Como ustedes saben, estamos hablando de más de un millón de tablets, cifra que en este momento no existe en el Perú. Según los datos que tenemos de todos los proveedores, en todos los canales, solo llegan a vender aproximadamente medio millón de estos dispositivos durante todo el año. Por lo tanto, en Perú no existen el stock de tablets ni hay aquí capacidad de producción”.
La compra de esta gran cantidad de equipos, añadió la viceministra, tendrá un “proceso de contratación con cuatro ítems, que incluirán desde la compra hasta la entrega en la misma escuela. Será un proceso multimarca. Tendrán las características que más beneficien la propuesta pedagógica de nuestros niños y que no generen mayores tiempos de producción”.
Sandra Cárdenas, directora de la dirección de Gestión de Recursos Educativo del Minedu, explicó que se tratará de una «operación integral», que incluirá en su primera etapa la publicación de la convocatoria de manera masiva en los medios de comunicación para que sea lo más amplía.
“La estrategia de contratación de las empresas será bajo la modalidad de urna de cristal, es decir en una sala acondicionada con audio y video se registrarán todas las actuaciones requeridas durante el proceso, el cual contará con la veeduría de la Contraloría General de la República y  Proética, el capítulo peruano de Transparencia Internacional”, indicó.

Seguras y rastreables 

El director de Innovación Tecnológica en Educación del Minedu, Ricardo Zapata, comentó por su parte que los dispositivos no vendrán vacíos sino con una precarga de contenidos determinados por el Ministerio de Educación.
“Hemos diseñado un modelo de acuerdo con la emergencia del covid-19 y se ha establecido cada uno de los mecanismos que conllevan a dar soporte y apoyo a la continuidad del servicio educativo, en el que se destacan contenidos para los pueblos con lenguas originarias.
Minedu
Los dispositivos contarán con una navegación segura para los estudiantes, con control parental y una trazabilidad, de modo que se permita saber qué está sucediendo con el equipo.
El experto comentó que se ha descartado la conexión satelital, como se había anunciado anteriormente, porque demanda la instalación de antenas cerca de las casas de los chicos y eso sería muy costoso.
“Si bien el decreto legislativo apunta a dar una respuesta al estado de emergencia, a la coyuntura de covid-19, vamos a darle un valor agregado, una segunda vida a las tabletas, con una estrategia que estamos trabajando en tecnologías y educación a distancia, para que el próximo año podamos aplicar modelos distintos de aprendizaje cuando los niños vuelvan a la escuela”, adelantó.
El 21 de junio se iniciarán las primeras acciones de capacitación exclusiva de docentes para el proyecto que incluye la entrega de tablets.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-minedu-a-fines-julio-comienza-distribucion-tablets-para-aprendo-casa-800506.aspx
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Ecuador: Grabado en la piel ¿Qué motiva a quienes desean tatuar su piel?

Redacción: Vistazo

El tatuaje es una práctica muy antigua. En 1553, al llegar a los territorios que hoy son parte del Ecuador, el cronista español Pedro Cieza de León anotó: “En esta costa y tierra sujeta a la ciudad de Puerto Viejo y a la de Guayaquil hay dos maneras de gente, porque desde el cabo de Passaos y río de Santiago hasta el pueblo de Zalango son los hombres labrados en el rostro, las mujeres de estos indios por el consiguiente andan labradas”.
La arqueología confirma que al menos hace cinco mil años los humanos empezamos a marcarnos la piel de manera permanente. La palabra tattoo (tatuaje, en español) es mucho más joven. Pero tiene origen polinesio y se introdujo en Europa a fines del siglo 18 de la mano de expedicionarios y traficantes.
Al inicio, tatuarse se volvió popular entre marineros y habitués de los puertos, gente aventurera, transgresora de las reglas sociales, e incluso de la ley. Y a eso le debe su antigua mala fama. Pero el gesto de rebeldía que era inseparable del tatuaje se disipa.
Según la investigadora MarketResearch, esta industria en EE.UU. supera los 3.000 millones de dólares, con un crecimiento sostenido anual del 10 % en la última década. En Ecuador se tatúan personas de todas las edades y profesiones; es una forma de vida y una expresión artística, aunque aún existan rezagos de rechazo y discriminación.
“Qué hermosa mujer, lástima, echada a perder toda rayada”, le dijo hace un poco un hombre en la calle a María Fernanda López, doctora en Teoría de la Cultura y profesora de la Universidad de las Artes. “Parece pupitre de colegio fiscal”, le soltó una mujer en otra ocasión. Incluso recuerda que cuando la invitaron a una ponencia en otra universidad le borraron los tatuajes de su foto en el afiche. Por eso, si bien cree que ya no existe el rechazo de años pasados, “aún estamos a años luz de una real aceptación”.
En esto concuerda Chimo Solórzano, propietario de Love Tattoo Parlour, uno de los estudios de tatuaje con mayor tiempo en la zona de Samborondón, a pocos minutos de Guayaquil. “Hoy en día hay muchos tatuajes lindos en las calles y hace que ya esto sea mejor visto, pero sí, todavía hay una generación que está en negación”.
Antes era peor: “La sociedad lo relacionaba con personas satánicas o problemáticas. Incluso creían que así se transmitía el VIH”, dice Paco Andrade, quien ha registrado sus diseños en la piel de integrantes de bandas del rock nacional. Recuerda que al poco tiempo de abrir TattooQuito, al sur de la capital, hace 20 años, una señora llegó a su estudio y lanzó agua bendita y un par de oraciones “para que deje el camino del mal”.
Negocio en apogeo
Un estudio de la consultora IbisWorld determinó que, durante esta década, y especialmente los últimos cinco años, los tatuajes han ganado una popularidad sin precedentes en Estados Unidos. Tres de cada 10 estadounidenses tienen al menos un tatuaje, y cinco de cada 10 son ‘millennials’ (de 18 a 35 años).
En Ecuador, cuando empezaron a multiplicarse los estudios de tatuajes los permisos de funcionamiento los daba el Ministerio de Salud Pública y los clasificaba como gabinetes de belleza o centros de estilismo. Recién desde mediados del 2017 estos dependen de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA).
En su base de datos los registran como “Establecimientos para realizar tatuajes y perforaciones corporales”. Hasta marzo pasado se registraban 220 locales de tatuajes en el país, sobre todo en Quito y Guayaquil, y en sus alrededores. Aunque existe un subregistro de esta actividad, ya que otros aprendieron a tatuar y lo hacen a domicilio, sin contar con un negocio formal.
El precio varía según el lugar, artista, tamaño y características; puede costar hasta cientos de dólares. “Toda clase de personas viene a tatuarse aquí. Médicos, abogados, deportistas… ya nadie pasa de agache”, asegura en su estudio al sur de Guayaquil Nick Rites, artista del tatuaje desde 2004, mientras dibuja un Cristo que cuesta 350 dólares sobre la piel de José, un ginecólogo. José dice que en su profesión era mal visto tener tatuajes, pero hoy muchos colegas los muestran sin problema.
}Del perjuicio a la normalización
La creciente popularidad de los tatuajes y la percepción del resto de la sociedad hacia quienes los usan es un tema de estudio académico. En 2016, para un proyecto de titulación de la Universidad de Las Américas, se realizó una encuesta entre estudiantes de universidades privadas de Quito: dos de cada 10 alumnos tenían al menos un tatuaje; pero el 56 por ciento dijo que sus padres no lo aprobaban.
En otra investigación para un proyecto de grado de la Universidad San Francisco, también en 2016, se entrevistó a empleadores y empleados en Quito en diferentes áreas, y se descubrió que seis de cada 10 empleadores preferían no contratar a alguien con tatuajes, aunque la mayoría de ellos aceptó que eso dependía del tamaño y el lugar del tatuaje. El 66 por ciento de los empleados confirmó sentir alguna discriminación laboral por sus tatuajes.
Pero las cosas están cambiando. “Antes para hacerse un tatuaje en el antebrazo, tenías que haberte ganado la lotería o ser el hijo de un millonario. Pensar: tengo mi vida asegurada, porque nadie me va a dar trabajo. Hoy los chicos empiezan a hacerse un tatuaje en la mano”, afirma Chimo Solórzano, el propietario de Love Tattoo Parlour.
Un agente de esta normalización son las redes sociales como Instagram. Esta exposición no solo permite a los artistas promocionarse, sino ver cómo las celebridades y cualquier persona de toda edad y profesión presumen los diseños en su piel. “Las selfie (foto autorretrato) revolucionó el mundo, y a esta industria también. Ya no solo son los músicos: futbolistas, chicas que hacen yoga, líderes de todas las áreas están tatuados. Se ha abierto el espectro totalmente”, dice Chimo.
Cuando llega a él alguien que aún tiene preocupaciones laborales lo tranquiliza de esta forma: “Mira, un tatuaje hermoso es el mejor rompehielos en un trabajo. Un tatuaje mal hecho obviamente te va a cerrar las puertas, es como estar mal vestido”.
Un oficio en auge
María Fernanda López, profesora de la Universidad de las Artes, señala que entre sus alumnos el tatuaje se perfila como un interés personal pero también como una salida laboral. Es una extensión de su línea creativa y me parece un excelente soporte porque el lienzo, el cuerpo, la piel, se mueve, viaja, es un gran transporte de la gráfica ecuatoriana. Además, es un buen modo de emprendimiento para los artistas locales”.
Es el caso de Carlos Andrade, un estudiante de artes visuales que tiene seis años tatuando. Empezó a hacerlo con amigos y por la necesidad de encontrar un trabajo que no interfiera con sus horarios de estudio: “Guayaquil ha sido una ciudad en la que el tatuaje ha sido muy cuestionado, pero gracias a actividades y festivales que se realizan desde 2017, y a la apertura de nuevos estudios, la ciudad se ha convertido en una matriz del arte sobre la piel”, asegura.
Este crecimiento en el número de tatuadores emergentes es un desafío para exigir mejor calidad a los artistas que llevan muchos años en esto. “Nos exigen tener nuestro propio estilo, ver qué se hace en otros países, tomar cursos de primeros auxilios y normas sanitarias, asistir a convenciones”, dice José Alomoto, más conocido como “Tajo”, quien trabaja en Tatto-Quito, junto a Paco Andrade.
¿Por qué nos tatuamos?
El tatuaje es una forma de expresión muy personal, y sus motivaciones pueden cambiar por criterios estéticos o por el paso del tiempo. Como le sucedió a Rita Morassi, una italiana que de vacaciones en Ecuador, visitando a sus nietos, decidió hacerse un “cover” (acción de tapar un tatuaje con otro) en Love Tattoo. Una pantera con alas que se hizo en su juventud simbolizando fuerza y libertad, se ha convertido en un exótico ramo de flores: “algo más femenino y colorido, de acuerdo con lo que hoy es mi vida”, explica.
Paco Andrade recuerda que en los 90, cuando abrió TattoQuito, migrantes que regresaban de España o Estados Unidos le pedían tatuajes que reflejen su identidad: la bandera del Ecuador, héroes indígenas como Rumiñahui, Atahualpa, Dolores Cacuango, los sellos de los equipos de fútbol con un símbolo precolombino: “Cuando estás lejos te das cuenta de lo que significa tu país, tu gente, tu historia, y quieres tener eso en tu piel, llevarlo a todas partes”.
Para Guillermo Barros, dueño del taller Triom Tatto en Quito, el éxito no está solo en su destreza con las manos, sino también en su facilidad para adentrarse en la mente del cliente. “Muchos llegan sin saber qué quieren realmente. Es allí cuando el tatuador se convierte en una especie de gurú, para guiar a las personas”.
En su negocio han incursionado en el tatuaje sonoro: canciones de tu banda favorita o la voz de los hijos, abuelos o mascotas. Una nueva tendencia que apela a las emociones: los clientes llevan el audio y allí se los transforma en una onda de sonido que se tatúa en la piel. Mediante una aplicación de celular, como si fuera un código QR, el dispositivo reconoce y reproduce el sonido.
La pandemia del COVID-19, ¿afectará este renacimiento del tatuaje? Chimo Solórzano asegura que no. Compara la situación con el terremoto de 2016, y se anticipa a una explosión en la demanda. “Después del terremoto hicimos al menos 20 mapas del Ecuador, ondas sísmica, los 5,13 grados Richter, frases de unidad, etc. La piel es una especie de agenda, de autobiografía, un lienzo para recordar momentos importantes”.
Durante la cuarentena sus redes se han mantenido activas con decenas de interesados en tatuarse lo más pronto posible. Eso sí: destaca la importancia, ahora más que nunca, de tatuarse con profesionales que cumplan todas las normas de bioseguridad.
El tatuaje es un fenómeno artístico, social y cultural. Un ritual contemporáneo con el que buscamos lo mismo que aquellos antiguos pobladores de nuestras costas, cuyos rostros labrados impresionaron a los conquistadores: darle sentido a nuestra condición humana, como individuos únicos e inconfundibles dentro de una sociedad.
Fuente: https://www.vistazo.com/seccion/cultura/grabado-en-la-piel-que-motiva-quienes-desean-tatuar-su-piel

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Afrodescendiente en Chile: “La gente se acerca y toca nuestra piel y nuestro pelo como si fuéramos una mascota”

Redacción: La Tercera

A pesar de la invisibilización histórica que sufre la cultura africana en Chile, se sabe por estudios que un 3,8% de nuestro genoma proviene de ese continente. Mujeres afrochilenas e inmigrantes se han agrupado para dar visibilidad a la lucha negra y a sus vivencias, tras años de estigmatización y discriminación. Este es el testimonio de Ofelia Hayde Munizaga de Castro (26), música y activista nacida en Angola, sobre lo que significa estar fuera de la norma blanca.

Mi papá y mi mamá se conocieron en Angola, África. Él era militante socialista y antes del 73 se fue de Chile por estudios. Estuvo 18 años en el continente, ocho de esos en Angola, y siempre dice que es el lugar donde se ha sentido más libre. Yo nací en Luanda, la capital, y pasé mis primeros cuatro años de vida allá. A pesar de haber sido pequeña recuerdo olores, texturas, sabores. A mi papá lo veía un par de veces al mes porque trabajaba lejos de donde vivíamos y nos juntábamos con él en una bahía cercana. Era un momento breve, pero importante. También recuerdo que no comíamos en la mesa, sino en una esterilla, y siempre con las manos, que es costumbre allá. La siesta se dormía también en una esterilla y andaba con los pies descalzos.

La gente en Angola no tiene prejuicios, todos tienen una mentalidad muy abierta y son muy libres, alegres. Cuando toca una banda no hay nadie quieto, porque es inevitable bailar: sienten la música por dentro, la sienten de verdad. Aun así, es un país que ha sufrido mucho con las guerrillas y en esa época había minas antipersonales en todas partes. Por eso a mis padres les pareció peligroso que creciera ahí. Además, no había certezas de si iba a poder acceder a una educación adecuada. Por lo que mi papá decidió traerme a Chile. Como los pasajes eran muy caros –tuvo que pedir plata prestada a sus amigos–, nos vinimos los dos en el año 2000. Fue muy duro. Recuerdo que era mayo y yo no entendía por qué la gente usaba tanta ropa, porque en Angola prácticamente no existe el frío. Por otro lado, dejar a mi madre fue complejo. Nos llamábamos, nos mandábamos cartas y al año siguiente nos visitó durante un mes, pero ella sabía que este no era su lugar. Esta era una cultura muy distinta para ella, muy preocupada del qué dirán. Además, en ese momento prácticamente no había gente negra en Chile. Yo ahora tengo una hija y no sé si sería capaz de dejarla ir. Pero entiendo que ella, a pesar de su infancia y su vida difícil, trató de darme todo el amor que pudo.

Vi a mi mamá por última vez en 2006, cuando fui a visitarla, y al año siguiente falleció. Mi mamá simbolizaba mis raíces y me pesaba que la gente me preguntara por ella, por mi familia, si mi papá era realmente mi papá porque era blanco. Ser la única con mi color me costó mucho durante la infancia y la adolescencia, porque el único referente de mi cultura era mi madre. Yo tenía mis costumbres, mi forma de ser y tuve que encajarlas para que no me miraran mal. En segundo básico comenzaron los acosos. Mis compañeros me empujaban, me escupían, me tiraban el pelo, me lanzaban cosas y no me dejaban tranquila hasta que yo comenzaba a llorar. Una vez me metieron los dedos en un enchufe descompuesto y me electrocuté. Cuando fui a acusarlos con el inspector, le causó gracia. Dejé de querer ir al colegio porque hasta los profesores se burlaban de mí: me decían indirectamente que yo era más tonta por ser negra. Me gritaban cosas en la calle y algunos adultos, afuera o dentro del colegio, se limpiaban la mano luego de saludarme, situación que hasta hace poco me pasó. Mi pelo siempre lo llevaba amarrado por miedo a que me molestaran, porque es muy llamativo. No entiendo ese afán de alguna gente en el metro y en la calle de acercarse y tocar nuestra piel y pelo, como si fuéramos una mascota. Es muy invasivo y a casi todas las mujeres negras nos ha pasado.

La gente pensaba que lo que me hacían no era racista y me daba mucha impotencia. Por eso durante la adolescente me puse más violenta y reactiva. No me sentía escuchada. Mi papá siempre me apoyó, me ayudó a entender que nadie tenía el derecho de poner el pie encima a otra persona y que había que poner límites. Desde muy chica tuve que ser consciente del egoísmo de las personas y de su incapacidad de ponerse en el lugar del otro. Por suerte tuve amigas, pocas pero buenas, que me acompañaron y me defendieron en todo momento.

Siempre fui buena para las artes, sobre todo en música, y era la mejor en educación física, así que a los 15 le pedí a mi papá que me cambiara a un liceo con enfoque artístico y experimental, el mismo al que asistían mis primas. Ahí por primera vez me sentí libre: no había prejuicios, nadie me pedía que me alisara el pelo y mi raza no era tema. Nunca voy a olvidar el día en que comencé a mostrar el pelo. “Ahora vas a tener que andar con el pelo así, te queda muy lindo”, me dijo mi mejor amiga cuando me soltó el colet. De a poco comencé a atreverme, aunque en la calle me lo tomaba. Eso ya no es tema: ahora ando siempre con mi corona a la vista.

Luego del colegio, hice estudios de música y comencé a conectar con los ritmos africanos. Tocaba en una banda y fue así que desde Colectiva Negrocéntricas me contactaron para un evento de concientización sobre la cultura negra. Me gustó el colectivo y me quedé. Ahí empecé a conocer otras organizaciones de mujeres negras, como la Red de Mujeres Afrodiaspóricas que funciona desde el año pasado. Buscamos a través de herramientas del feminismo negro y desde nuestras propias experiencias dar apoyo a las mujeres negras que recién llegan a Chile y viven todas las aberraciones que una ya vivió. Además nos interesa generar políticas que protejan la cultura afrodescendiente en Chile y acabar con la discriminación que sufrimos.

Nunca esperé encontrar a tantas mujeres como yo, con las mismas vivencias, y estoy muy agradecida. Nosotras damos un mensaje claro: queremos que nos dejen de estereotipar y cosificar, que nos dejen de tratar como tontas. El sistema es tan cruel y te lo deja tan claro que te empiezas a cuestionar tus reales capacidades. Por eso buscamos que las mujeres negras se unan entre ellas y que puedan ser lo que quieran ser, que nadie las convenza de lo contrario. Es importante intervenir y dejar de ser cómplices cuando vemos situaciones de racismo: no hacerlo te vuelve tan racista como la persona que está agrediendo. Es un cambio de consciencia que tenemos que hacer todas las personas, sin importar nuestro color. Sabemos que será un proceso largo, pero no podemos permitir que se siga manteniendo un sistema basado en la opresión”.

Fuente: https://www.latercera.com/paula/noticia/afrodescendiente-en-chile-la-gente-se-acerca-y-toca-nuestra-piel-nuestro-pelo-como-si-fueramos-una-mascota/C6ZP32VZ7BEV5BOGZVG4LD25GA/

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La necesidad de revertir la inmunización social como estrategia biopolítica

La inmunidad en su acepción profiláctica es una práctica sociocultural a la que se le ha adherido una valoración representacional predominantemente favorable. Son muy pocos los que detractan de ella o ponen en duda sus beneficios. Casi que se considera un contrasentido hacerle observaciones o críticas. Dentro de las justificaciones para neutralizar cualquiera observación al respecto, destaca la argumentación de que ella es tan natural como el sistema inmunitario inherente al cuerpo humano. Igual ocurre con su acepción sociopolítica, en tanto dispensa o exención de obligaciones o retribuciones a algunas personas, tan solo es objeto de señalamiento cuando se juzga inmerecida. Sin embargo, su connotación asocia la inmunización a la acción o al poder de quien la propicia, administra o concede. Entre estos agentes y agencias instituidos a cargo de ella sobresale el Estado y la gubernamentalidad. El Estado se ha atribuido a través de técnicas de gobierno, la vigilancia y el control de las poblaciones, entre éstas, la del control epidemiológico. No obstante, esta atribución no ha contado con el beneplácito de grupos sociales, como los denominados neoliberales, quienes consideran que esto ocasiona gastos económicos al presupuesto gubernamental que son requeridos como inversiones, créditos, préstamos, etcétera, para beneficio principalmente de los sectores privados; y que por ello presionan para que los servicios de salud pública, inmunización o sanitarios, sean privatizados y así generen más beneficios para el mismo sector o grupo. De aquí que la inmunización, o la salud pública, se haya convertido en un asunto político, o mejor dicho, biopolítico.

La biopolítica como dominio y resistencia.

Para el autor de esta categoría de biopolítica, Michel Foucault, lo importante de ella radica en su aportación para entender la transformación del Estado moderno al incorporar la vida (sus condiciones de producción y de reproducción) al ejercicio de la gubernamentalidad, –de la construcción de técnicas y dispositivos de seguridad del Estado para salvaguardarse–, por cuanto la salud de la población es el reverso de la salud del mercado y también de la salud del Estado. La biopolítica la concibe Foucault (2007) como el complejo de tecnologías disciplinarias o acciones de poder sobre los aspectos anatómicos y biológicos del cuerpo considerado individuamente como una máquina reparable y colectivamente como especie gobernable. De esta forma el Estado moderno estableció las condiciones para el «cuidado de la vida», de su gestión y de su administración, de su gubernamentalidad, por ejemplo, a través de las políticas sanitarias.

Es así como los enunciados políticos del Estado de Bienestar (que «desprivatiza» y hace pública la asistencia social del Estado), o del Estado Neoliberal (reprivatizando el asistencialismo social y público del Estado), devienen en poder de normalización o disciplinamiento biopolítico de los cuerpos al regimentarlos normativamente (por ejemplo, la cuarentena o el confinamiento). En la medida que, al interesarse por la administración de la salud y/o calidad de vida de los cuerpos, debido a su potencial efecto recursivo sobre la economía y la legitimidad del Estado mismo, intervienen activamente en sus condiciones de vida asimilándolas a cierta racionalidad gubernamental por medio de las normas impuestas.

En consecuencia, la biopolítica responde a una nueva racionalidad política interesada instrumentalmente en la gestión de los problemas que se le plantean a la práctica de la gubernamentalidad, referidos a las condiciones de vida de las poblaciones (salud, natalidad, morbilidad, mortalidad, etcétera); asumidos individualmente y como población a regular mediante acciones de poder en cuanto cuerpos dóciles y útiles, fuerza productiva o laboral para el capital, por vía de su examinación médica y estadística.

Hay que advertir que la categoría de biopolítica es asumida por otros autores desde otra significación. Como es el caso de Negri (2003), quien la significó como resistencia de la vida ante el biopoder (el poder sobre la vida); es decir, su capacidad de creación, de invención, de producción, de subjetivación-objetivación, de afectualidad, de autopoiésis, «es lo que llamamos ‘biopolítico’: la resistencia de la vida al poder, dentro de un mismo poder que ha inventado la vida» (p.63). Esta referencia a la biopolítica como resistencia al biopoder nos relaciona con el planteamiento ecosófico de Guattari (1996). Por cuanto su conceptualización biocéntrica, demanda la necesidad de definir, criticar y reconfigurar las existencialidades en un marco ecológico integral histórico de relaciones ambientales, sociales y mentales, y para cuidar, defender y redefinir, por consiguiente, la vida planetaria o local en la actualidad ante las crisis superpuestas que atravesamos (sanitaria, econímica, social, política, educativa, etcétera) que contemple a la naturaleza recuperada como otredad, y civilizatoriamente a las sociedades proyectándolas en otro mundo posible para el habitar contrario a la explotación de la Tierra o Pachamama y de los seres humanos.

Inmunidad y comunidad.

Si se pone en perspectiva histórica el análisis de la relación entre la individuación subjetiva y las sociedades modernas capitalistas, estas se reproducen como comunidad tomando previsiones inmunitarias con respecto a que se puedan intensificar y extender sus formas colectivistas o comunitarias de expresión. Por ello la dialéctica de lo individualista y lo común no se resuelve a favor de lo comunitario ya que la hegemónica inmunización contra lo colectivo o común se regula favoreciendo al individualismo o separación de los unos respecto de otros en sus variadas formas de manifestación. De esta manera, lo individualista se vuelve complementario y no contradictorio de la comunidad.

La relación potencialmente emancipadora de lo comunitario entre los integrantes de las sociedades es contrarrestada por vía de la acción anticomunitaria y los dispositivos de inmunización negativa de la biopolítica del Estado moderno que principalmente busca en la inmunización social, no tan solo médico-sanitaria, su legitimidad soberana (la potestad de «hacer vivir y dejar morir», o de cómo vivir y cómo morir), de allí la estrategia de la «inmunizadora reclusión» de los cuerpos o aislamiento de los demás con pandemia o sin pandemia, por paradójico que parezca, recordemos la existencia foucaulteana de los otros encierros disciplinarios o «normalizadores» inmunitarios para hacer los «cuerpos dóciles y útiles»: el hospital, el cuartel, la escuela, la cárcel, etcétera. Por ello, Espósito (2006) señala la ambivalencia del nexo de la vida con la inmunización o biopolítica negativa y con la inmunización o biopolítica positiva, «la inmunidad no es únicamente la relación que vincula la vida con el poder, sino el poder de conservación de la vida» (p. 74).

La soberanía del poder estatal moderno sobre el «hacer vivir» y el «dejar morir» (Foucault, 2000), revela la falsa retórica discursiva de la radicación de la soberanía en los ciudadanos, el pueblo o la comunidad. Esa legalmente supuesta soberanía es usurpada al pueblo a través del dispositivo del voto en las «democracias representativas». Por medio de la elección de representantes se expropia esa soberanía popular por esos supuestos representantes electos que deciden en su nombre y contra ellos. En la medida que esta expropiación, junto con otras, es sancionada o recubierta con leyes, lo que supone su legitimación por el derecho dominante, el derecho mismo actúa como dispositivo inmunizador de quienes deseen actuar en su contra. De este modo el Estado y la gubernamentalidad capitalista liberal y neoliberal, así como la burocracia o la burguesía estatal en el capitalismo de Estado o «socialismo», previenen inmunizadoramente cualquiera forma de contrapoder emergente por parte del pueblo o de poder instituyente de la multitud. Asimismo, en las sociedades modernas capitalistas el derecho presupone y auspicia solapadamente la separación o el individualismo entre los sujetos para poder actuar como mecanismo inmunitario ante las rivalidades y acciones consideradas delictivas que surgen principalmente por disputas sobre las propiedades o las apropiaciones. El derecho acciona como dispositivo cohesionador e inmunizador ante los sujetos justificando contradictoriamente algún tipo de sentencia separadora prevalecientemente ya que no hay derecho moderno del todo o de todos, afianzador de lo igualitario-comunitario, sino de la parte o del fragmento individualista aunque su discurso se revista fetichistamente de justicia igualitaria para todos.

Para comprender mejor lo inmunitario, es necesario entender la etimología de munus, ya que de este término al agregarle los prefijos cum-im derivan los conceptos de communitas e immunitas que están intrínsecamente vinculados. El munus, en tanto vínculo, define a los integrantes de una comunidad ya que este es interpretado como un principio obligante o legal que contempla la exigencia o retribución de ser miembro de la comunidad. Principio o ley inherente a la comunidad del cual pueden ser dispensados o excluidos algunos miembros, según la lógica de seguridad o «protección» de la biopolítica del poder de Estado (sobre todo cuando aplica su política de exención o de estado de excepción) y la operacionalidad del gobierno y de la aceptación o de las resistencias que presenten los contrapoderes existentes de la colectividad, es decir, a partir de ese principio-ley se podría inmunizar a la comunidad respecto de sus integrantes. Este principio-ley es implícito a la constitución y existencia de toda comunidad moderna, por tanto ninguno de los dos términos precede al otro, la comunidad y el principio-ley están coimplicados. Por consiguiente, communitas e immunitas (Espósito, 2007)) no son conceptos opuestos, son polos de un continuum que no se pueden pensar aisladamente el uno del otro. Se semejan, en este aspecto coimplicativo, la comunidad y lo inmunitario a un cuerpo biológico cuyo sistema inmunitario actúa para sobrevivir.

La inmunidad se transforma así en un dispositivo que atraviesa a toda la comunidad en sus diferentes expresiones como cuerpo biológico, económico, social, político, etcétera. Desde esta perspectiva la comunidad se define internamente en relación o delimitación a lo que le es exterior, buscando inocularse ante ello, por ejemplo, en cuanto cuerpo militar se define inmunitariamente ante un posible enemigo invasor externo. Expandiendo por medio de la subjetivación ideológica el exceso de prevención inmunitaria frente a la amenaza contaminante de los migrantes, los extranjeros, los diferentes, etcétera.

A través de la extensión de este sentido inmunizador se forja una identidad que bloquea el reconocimiento de lo común en quienes son diferentes por no proceder de la misma comunidad y son excluidos o aislados. De este modo se pasa de una inmunización necesaria a un «exceso inmunitario». A la par, hacia su interior lo que cohesiona paradójicamente a la comunidad capitalista es su opuesto, lo propio, ya que lo propio es lo común. De aquí que de entrada, la comunidad moderna es una comunidad inmunizada ante lo colectivo o común que no sea el intercambio mercantil entre sus miembros de lo propio o lo que es de su propiedad, dan algo a cambio (por ejemplo, dinero) de lo que reciben (por ejemplo, mercancías). No obstante, este tipo de inmunidad es como una enfermedad autoinmune por alienante cuyo exceso inmunitario puede implosionar a la comunidad, como cuando se ataca una virosis inoculando al cuerpo riesgosamente con más virus, tratando de proteger la vida negativamente. En consecuencia, para una sociedad que aspire a emanciparse de esa lógica inmunizadora alienante de intercambio de propiedades, deberá revertir esa lógica inmunizadora mercantilista sustituyéndola por otra, una biopolítica emancipadora, que anteponga la prevalencia inmunitaria de los bienes comunes o valores de uso ante los valores de cambio mercantil entre propietarios intercambiantes.

La biopolítica emancipadora.

Ha de ser una biopolítica ecosófica liberadora actuante en función de la defensa de un Paradigma Ecoprotector Inmunitario que proponga rehabitar el mundo, una biopolítica inmunitaria impugnadora y confrontadora del biopoder soberano de un Estado y de una gubernamentalidad neoliberales, así como del biopoder del capitalismo de Estado, que arbitrariamente inmunizan negativamente la vida incrementando la exclusión, el aislamiento, el confinamiento, el encierro, la morbilidad, la mortalidad, etcétera. La soberanía del biopoder estatal, si bien es, por un lado, continuidad del antiguo poder soberano del monarca sobre la vida y la muerte; por otro lado, ha adquirido en la modernidad la forma biopolítica inmunitaria a través de las técnicas de gubernamentalidad o control de las poblaciones. Esa arbitrariedad soberana del Estado y su gubernamentalidad se devela como tal cuando se revela quienes son mayoritariamente inmunizados negativamente por el «exceso inmunitario» que puede conducir a sacrificar vidas: grupos sociales, étnicos, de género, etcétera, que ya habían sido segregados o subordinados en sus derechos dentro de las comunidades estratificadas. Realidad ésta que conlleva a establecer la correspondencia biunívoca, término a término, entre el par inmunidad-comunidad con el de derechos-humanos cuando consideramos que intrínsecamente están correlacionados porque se contienen recíprocamente para verificar su naturaleza ética o bioética, sobremanera si asumimos que la inmunidad debiera garantizar positivamente los derechos, o viceversa, de quienes son objeto de políticas inmunizadoras negativas. En este sentido, sustentamos la vigencia de proponer la necesidad de construir colectivamente un Paradigma Ecoprotector Inmunitario que guie y oriente las reflexiones y las acciones para hacer cohabitable el mundo ante las distintas pandemias sanitarias, económicas, sociales, políticas, etcétera, que vulneran la vida y la ponen en riesgo.

Referencias

Espósito, R. (2006). Bios. Biopolítica y filosofía. Buenos Aires: Editorial Amorrortu.

_________ (2007). Communitas. Origen y destino de la comunidad. Buenos Aires: Amorrortu.

Foucault, M. (2000). Defender la sociedad. Buenos Aires: Editorial FCE.

_________ (2007). Nacimiento de la biopolítica. Buenos Aires: Editorial FCE.

Guattari, F. (1996). Las tres ecologías. Valencia: Editorial Pre-Textos.

Negri, A. (2003). Del retorno. Abecedario biopolítico. Barcelona: Ediciones Debate.

Fuente: https://www.aporrea.org/tecno/a291009.html

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El PIB de Brasil se contrae un 1,5% en el primer trimestre como consecuencia de la pandemia

Redacción: Notimérica

El Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil se contrajo un 1,5% en los tres primeros meses del año con respecto al último trimestre del año anterior, como consecuencia de los efectos de la pandemia en la economía del país, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Esta caída en la economía brasileña interrumpe la tendencia de cuatro trimestres consecutivos de crecimiento y supone el peor registro en el PIB brasileño desde el segundo trimestre de 2015 (-2,1%). Con respecto al trimestre anterior, el PIB brasileño cayó un 0,3% .

Las actividades que más descendieron fueron el sector Servicios, que representa el 74% del PIB del país, con un descenso del 1,6%. También se notificaron descensos en la Industria (-1,4%), mientras que el sector agropecuario creció un 0,6%.

«Lo acontecido en Brasil es lo mismo que ha ocurrido en otros países afectados por la pandemia, que ha sido el retroceso en los servicios, debido al cierre de los establecimientos. Bienes duraderos, vehículos, ropa, salones de belleza, academias, alojamientos y alimentación sufrieron bastante con las medidas de aislamiento social», detalla el IBGE.

En el sector servicios, destaca los resultados negativos en Otros Servicios (-4,6%), Transporte, Almacenamiento y Correo (-2,4%), información y comunicación (-1,9%), Comercio (-0,8%), Administración, Salud y Educación Pública (-0,5%), Intermediación financiera y Seguros (-0,1%). La única variación positiva se registró en las Actividades Inmobiliarias (0,4%).
Dentro de las actividades industriales, hubo caídas en el sector de extracción de petróleo (-3,2%), además de la Construcción (-2,4%), Industria de Transformación (-1,4%) y Actividades gas, agua, alcantarillado y actividades de gestión de residuos (-0,1%).

Los efectos de la pandemia, indica el informe, también han supuesto un impacto negativo del 2% en el consumo de las familias. «Fue el mayor retroceso desde la crisis de energía eléctrica en 2001», señala la coordinadora de las Cuentas Nacionales del IBGE, Rebeca Palis.

En cuanto a la balanza comercial brasileña, las exportaciones de bienes y servicios descendieron ligeramente hasta el 0,9%, mientras que las importaciones crecieron un 2,8%.

«Las exportaciones fueron bastante perjudicadas por la demanda internacional. Uno de los países más importantes para nuestras exportaciones es Argentina. China también, la cual fue el primer país durante el primer trimestre en cerrar sus fronteras. De este modo, nuestras exportaciones se vieron bastante afectadas», concluye Palis.
Fuente: https://www.notimerica.com/economia/noticia-brasil-pib-brasil-contrae-15-primer-trimestre-consecuencia-pandemia-20200529143636.html

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Convocatoria de Paro de Maestros en cuarentena: motivos, fechas y actos programados en Colombia

Redacción: Tikitakas

Fecode convocó a movilización es a los profesores del país para mostrar su inconformidad con las decisiones del Gobierno con la educación.

En medio de la cuarentena nacional por el coronavirus, los docentes de Colombia convocaron a dos jornadas de protestas en las principales ciudades del país, para pedirle al Gobierno nacional el dialogo de varios puntos sobre el desarrollo de las clases, los derechos laborales y de salud.

«Se convoca a la realización de plantones para exigir: recursos para la salud, renta básica para la comida, alimentación y subsistencia de los colombianos. Respeto a la estabilidad, a los puestos de trabajo, derechos de los trabajadores, acuerdos convencionales. Pago pleno y cumplido de la prima semestral«, informó Fecode (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación) en un comunicado.

¿Cuándo y cómo serán las protestas de los maestros?

La Federación convocó a los profesores del país a dos plantones, el primero se realizará el próximo jueves 4 de junio y el segundo el 11, una semana después. Ambos se llevarán a cabo en las principales ciudades del país, con menos de 50 personas, cumpliendo las normas de bioseguridad y distanciamiento social y los asistentes deberán inscribirse con anterioridad.

En Bogotá, las manifestaciones tendrán dos puntos de concentración. Uno será frente al Ministerio de Educación y el otro en la Fiduprevisora, entidad encargada del sistema de salud de los profesores de instituciones públicas y que según los docentes tiene problemas en la atención y en algunos casos los operadores niegan la prestación de los servicios.

Motivos de las movilizaciones

Además de los puntos antes mencionados, Fecode le pide al presidente Iván Duque y a la Ministra de Educación, que más sectores se han involucrados en la organización del regreso de las clases presenciales. «Se debe flexibilizar el calendario escolar, (pero) no como lo ha decretado el Gobierno nacional con las entidades departamentales. Deben hablar con toda la comunidad educativa, no puede ser unilateral», afirmó Nelsón Alarcón, presidente de la Federación, en entrevista con Canal Capital.

También, los maestros aseguran que no se han girado los recursos para la adecuación de los colegios de acuerdo a los protocolos de salud para el regreso de los estudiantesque está programado para el mes de agosto con una método de alternancia con clases virtuales.

Finalmente, Fecode se movilizará también porque considera que durante la cuarentena el Gobierno ha decretado medidas que vulneran los derechos laborales de los profesores. «Arrecian las orientaciones del Ministerio, desconociendo la autonomía escolar, la libertad de cátedra, las decisiones de los gobiernos escolares, impone orientaciones y normas que tensionan y desarmonizan los ambientes escolares», informó la entidad.

 Fuente: https://colombia.as.com/colombia/2020/06/03/tikitakas/1591203081_048226.html

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Argentina: Sin discusión salarial gremios docentes y autoridades provinciales definen cómo será la vuelta a clases

Redacción: Aire de Santa Fe

Este jueves las autoridades provinciales se reunieron con los gremios docentes con el objetivo de diagramar los aspectos centrales de la vuelta a clases. Desde el gobierno adelantaron que la discusión salarial no tiene fecha pero se abordaría luego del pago del aguinaldo.

Este jueves los gremios docentes de Amsafe, Uda y Amet mantuvieron una reunión técnica en la sede del Ministerio de Trabajo con integrantes del gobierno provincial para abordar temas vinculados con las formas de trabajo en el contexto de la pandemia además plantearon la necesidad de habilitar la discusión paritaria salarial.

Tras la finalización del encuentro la secretaria general de la Asociación de Magisterio de Santa Fe, Sonia Alesso adelantó que la vuelta a clases será muy diferente tal como se conocía antes de la cuarentena de coronavirus.

«Hemos planteado la necesidad de que haya una paritaria salarial en función de la situación que viven los docentes. No hemos tenido aumento en lo que va del año, para nosotros es un tema fundamental», recalcó Alesso. Otros de los aspectos que abordaron en el encuentro están vinculados con los docentes reemplazantes, las condiciones de trabajo, y la sobrecarga laboral que tienen hoy los docentes en el contexto de la pandemia.

«Hemos planteado la necesidad de convocar a una comisión específica que redacte un protocolo de condiciones de trabajo de los docentes»,destacó Alesso.

En relación a la discusión salarial la secretaria general de Amsafe confirmó que el Ministerio de Educación dispondrá de una fecha tras el cobro del aguinaldo.

En relación a los encuentros que se desarrollaron este jueves el Secretario de Trabajo, Juan Manuel Pusieneri puso el acento en la necesidad de realizar a diagramar la vuelta a clases.

«La idea general por parte del Ministerio de Educación es planificar con los gremios el regreso a las escuelas, si bien es cierto que no hay una fecha precisa para regresar a las clases presenciales. Si es necesario como se está haciendo en otros países empezar a pensar como eso se va a poder hacer cuando este habilitado el funcionamiento», sostuvo el funcionario provincial.

En relación a la vuelta a clases desestimó brindar una fecha exacta, sin embargo aseguró que retomar las actividades escolares dependerá de las condiciones sanitarias.»Quizás más adelante podemos estar hablando, lo que está claro es que para eso tenemos que estar preparados», agregó el secretario de trabajo.

Junto a Amsafé se buscará una salida para aliviar la situación de los docentes reemplazantes que desde el inicio de la pandemia no pudieron ejercer la actividad. «El Ministerio de Educación está trabajando un conjunto de baterias, no se está pensando una IFE como es a nivel nacional, sino en poder otorgar tareas efectivas»,adelantó Pusineri. En tanto con los gremios privados se trabajará en la conformación de comités de higiene y seguridad.

«Nuestra prioridad es pagar sueldos y aguinaldos, es una erogación importante para la provincia son más de 20 mil millones de pesos que representan sueldo y aguinaldo en toda la provincia»,manifestó Pusineri.

Por la tarde fue el turno de Sadop, el gremio que nuclea a los docentes privados protagonizó una nueva reunión en el Ministerio de Educación. En esta oportunidad el gremio acordó con la provincia la creación de comités mixtos de higiene y seguridad en los establecimientos escolares. Una herramienta que ya se implementa en Rosario y ahora se replicará en las distintas instituciones privadas de la provincia.

«Celebramos este ámbito de diálogo de los ministerios,las entidades propietarias y sindicatos— señaló Pedro Bayugar,secretario general de Sadop— La realidad educativa va a cambiar y es bueno que estemos de acuerdo y dialoguemos«.

Consultado en torno a la vuelta clases el representante respaldó las posturas que su par de Amsafe y el secretario de Trabajo adelantaban. Por otro lado,ratificó que la discusión de las paritarias se retomará después del cobro del medio aguinaldo.

Fuente: https://www.airedesantafe.com.ar/santa-fe/sin-discusion-salarial-gremios-docentes-y-autoridades-provinciales-definen-como-sera-la-vuelta-clases-n157938

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