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Enseñanza en la era de la posverdad

América del Norte/México/22.09.2019/observatorio.tec.mx

Por: Paulette Delgado

La Real Academia Española define la posverdad como la “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y enactitudes sociales”. La Fundéu BBVA la describe como lo “relativo a las circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos a la hora de modelar la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”. Es decir, las personas están más inclinadas a creer cosas que se sienten verdaderas aunque haya evidencia que indique lo contrario.

En la “Era de la posverdad”, las escuelas deben ayudar a los estudiantes a deconstruir lo que ven en los medios y las redes sociales y aprender a buscar evidencia de su veracidad, incluso si esos datos no respaldan su afirmación. Este tipo de habilidades de evaluación son más importantes que nunca en la actualidad donde hay mayor acceso a evidencias aportadas por el campo científico y académico.

Al tener tantas opciones con tantos puntos de vista diferentes, es fácil elegir o preferir aquellas que refuercen lo que pensamos. Si bien la posverdad ha existido durante años, el internet exagera sus efectos con sus algoritmos que crean “burbujas de filtro”. Estos filtros estudian a la persona para ofrecer artículos o información similar a la que anteriormente se hizo clic o que les dieron “me gusta”. Gracias a estos algoritmos, que se pueden encontrar en todas partes desde las redes sociales hasta las búsquedas en internet, la información que vemos en internet solo refuerza las mismas ideas en las que creemos.

En un mundo perfecto, los algoritmos ofrecerían una gama equilibrada de artículos con diferentes puntos de vista, pero, como la realidad no es así, la responsabilidad de equipar a los alumnos con las herramientas necesarias recae, principalmente, en los educadores. Los docentes deben buscar que el alumnado esté expuesto a diferentes puntos de vista y darles las herramientas necesarias para evaluar la información que reciben y las bases para poder crear diferentes posiciones y argumentos.

Un estudio realizado por Sam Wineburg en la Universidad de Stanford, muestra que los estudiantes no poseen las habilidades para detectar sesgos y noticias falsas, así como tampoco para evaluar afirmaciones verdaderas. Otra encuesta realizada por Joseph Kahne de la Universidad de California, Riverside y Benjamin Bowyer de la Universidad de Santa Clara, mostró resultados similares: los estudiantes prefieren buscar evidencia que se alinee con sus propias creencias o apoye su punto de vista que puntos de vista opuestos.

Una forma en que los educadores pueden abordar esta era de la posverdad es enseñando alfabetización mediática crítica. Este conocimiento alienta a los estudiantes a interrogar textos y publicaciones por sesgos de pensamiento y preguntarse si pierde otros puntos de vista.

Esto no quiere decir que no hay verdad ni conjuntos de conocimiento, sino que debemos ser mucho más rigurosos y críticos ante supuestas verdades. Los estudiantes deben aprender que los hechos existen y desarrollar su pensamiento a través de ellos con una visión crítica así como con evidencia y lógica.

Un enfoque de alfabetización crítica también debería enseñar a los estudiantes a consumir y producir información y conocimiento a través de la colaboración. A lo largo de extensos proyectos de investigación, así como al enseñarles sobre prejuicios y propaganda, estarán más equipados para pensar, evaluar y reflexionar sobre las fuentes que podrían dispersar.

De esta manera, los estudiantes se convertirán en ciudadanos críticos e informados en un mundo progresista. Así, los estudiantes podrían verse a sí mismos como agentes auto-actualizados en lugar de consumidores pasivos de información.

Además, al enseñar a los estudiantes a razonar y buscar evidencias, los educadores los apoyan para enfrentar el desafío de mantener los principios de la democracia. Al enseñar a los estudiantes a sopesar los hechos, considerar diferentes puntos de vista, formar una opinión y luego articularla para que puedan responder a aquellos que no están de acuerdo con evitar la polarización.

En un tiempo en el que todos estamos expuestos a algoritmos sesgados y políticas polarizadas, se necesitan más que nunca, habilidades de análisis, debate y alfabetización crítica.

¿Has abordado el tema de la posverdad en tu clase? Compártenos cómo enseñas a tus estudiantes la importancia del análisis, el debate y pensamiento crítico.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/enseanndo-en-la-era-de-la-posverdad

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México: Bilateralidad y nuevas leyes

América del Norte/México/22.09.2019/www.jornada.com.mx
Por: Hugo Aboites
Si en 2012-2018 lo que explicaba la rebelión magisterial era el despido sistemático, ahora la lucha se está definiendo en torno al rescate de la bilateralidad. Es decir, del reconocimiento de la maestra y maestro como profesionales y actores principales –junto con los estudiantes– capaces de participar en la determinación de las condiciones en que desarrollan su trabajo educativo. Lo que recién ha venido impulsando las protestas y paros en media docena de entidades federativas y el plantón en la Cámara de Diputados, han sido las decisiones autoritarias de gobernadores en contra de intereses legítimos de los docentes (como el pago de quincenas, el alto a la represión, la violación de acuerdos). La sola proximidad de la aprobación de leyes secundarias de ánimo vertical y autoritario parece haber bastado para desatar lo que sólo la bilateralidad plena puede impedir: que en nombre de la excelencia se institucionalicen tendencias sumamente autoritarias en el Sistema Educativo Nacional. En la propuesta más conocida (Morena-SEP) las decisiones fundamentales de una relación laboral (ingreso, evaluación, promoción, funciones, compromisos, responsabilidades, materia de trabajo, relaciones, procedimientos, derechos y obligaciones) quedan de ahora en adelante, completa y detalladamente, en manos de funcionarios gubernamentales (Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros). Con esta virtual desaparición de la bilateralidad, se fortalece la tendencia a reducir a los maestros a operadores de programas, respecto de los cuales sólo pueden dar opiniones; sujetos al escrutinio civil y empresarial, y objeto de evaluaciones de diagnóstico, cuyos criterios y objetivos están fuera de su alcance. Fuera, también, del diseño y de la determinación de los procedimientos para ingreso y promoción. Aunque en un punto concreto coinciden ya la demanda magisterial y las declaraciones del Presidente en señalar que la formación especializada y de Estado que se imparte en las normales y la UPN es suficiente para el ingreso de nuevos docentes.

La bilateralidad también salvaguarda la existencia de procedimientos democráticos en el seno de escuelas, regiones y a escala nacional. Significa la creación legal de un poder alterno frente a una burocracia frecuentemente insensible. Es una manera concreta de enviar el mensaje de que aún esa poderosa estructura de la educación mexicana está acotada por derechos humanos, libertad de organización y defensa de intereses gremiales, derecho a la gratuidad y libre acceso a la educación, fortalecimiento de los pueblos originarios, regiones y comunidades y la perspectiva de género. Son derechos que cuentan con importantes bases sociales y, que, aliadas al magisterio, pueden transformar el sistema y dar al proceso educativo una perspectiva y referencia de transformación mucho más sólida y amplia que bellas declaraciones.

No menos importante, la bilateralidad puede dar paso al fortalecimiento de la conciencia y organización de los maestros porque permite discutir con la administración del sistema y definir la mejor manera de atender a las necesidades de conocimiento en las comunidades. Desde sus niveles más inmediatos y locales hasta los regionales y nacionales. Tan importante es la fuerza que puede generar una estructura de acuerdos que los estados han procurado casi siempre controlar. El corporativismo y su instrumento, el charrismo, se han esforzado en crear mecanismos de representación que sólo sirven para empoderar a los líderes y subordinar a la mayoría de docentes como ocurrió sobre todo hasta antes de 1980. Pero con eso se desperdicia el potencial de transformación y libertad que una verdadera vida democrática en todos los niveles puede dar al magisterio y a la educación.

Finalmente, si están bien organizados sus ámbitos, la bilateralidad es indispensable para reducir la conflictividad en un sistema educativo. Porque anticipa problemáticas y puede resolverlas a tiempo. Como se ha visto, sin un mandato legal que las obligue a discutir y acordar con los maestros y maestras, tendremos más y serios conflictos. En contraste, las reuniones bilaterales entre AMLO y las dirigencias están teniendo frutos porque se basan en la escucha directa del punto de vista del otro, buscan el acuerdo y con eso acotan los conflictos. Y esto no debería ser excepcional y sólo a alto nivel; las leyes secundarias deben incluir el diálogo y acuerdo entre las partes en cada nivel: escuela, región, nación. Y propiciar y fortalecer así opciones de educación, como las de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, y las menos conocidas de otras partes del país. Sin embargo, en contradicción con las demandas magisteriales y la actitud de diálogo del Presidente (conferencias matutinas del 12 y 13 de septiembre), hasta ahora la propuesta de leyes no se estructura sobre la bilateralidad.

*UAM-Xochimilco

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/09/14/opinion/014a2pol

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La corrupción del espíritu

América del Norte/México/22-09-2019/Andrea Bárcena/www.jornada.com.mx
Por: Andrea Bárcena
El síndrome de Hubris (SH) es un trastorno siquiátrico reconocible por 14 síntomas, aunque sólo cinco le son propios, ya que los demás también aparecen en otros trastornos incluidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Siquiatría (DSM, por sus siglas en inglés).

En 2008, David Owen, destacado neurólogo y político británico, publicó un estudio sobre el síndrome de Hubris que afecta a personajes embriagados por el poder en la política, en la ciencia, el mundo financiero y otros. Se trata de individuos que se creen llamados a realizar hazañas, muestran tendencia a la grandiosidad y la omnipotencia; son incapaces de escuchar y son refractarios a las críticas. Para Owen, el SH está indisolublemente unido al poder y alimentado por el éxito. Lo describe como un trastorno reversible (al desaparecer el poder). En su libro En el poder y en la enfermedad, (Siruela, 2010) hay un capítulo dedicado a la protección democrática contra los gobernantes con SH.

El término Hubris está tomado del concepto griego Hybris (hýbris) que significa exceso de soberbia. Alude al ego desmedido, a la sensación de omnipotencia y al deseo de transgredir los límites que los dioses impusieron al hombre frágil y mortal. En la mitología griega, Némesis era la diosa de la justicia, el equilibrio y la mesura. Ella castigaba los excesos de egolatría y devolvía al enfermo de Hubris a los límites que había cruzado. Como fue el caso de Ícaro cuando el Sol derritió sus alas por volar demasiado alto, cayó al mar y desapareció para siempre.

Los principales síntomas del SH en los políticos son: 1) propensión narcisista a ver la realidad como escenario para ejercitar el poder y buscar la gloria; 2) tendencia a la exaltación y al mesianismo 3) excesiva confianza en sus propios juicios y desprecio por el de los demás; 4) creencia de que sólo deben rendir cuentas a cortes elevadas como Dios o la historia; 5) incompetencia hubrística por excesiva confianza y falta de atención en los riesgos… A los niños se les puede proteger de padecer este síndrome si desde temprana edad se cuida su autoestima, si reciben amor franco y saludable y si no se fomenta en ellos sentimientos de rencor o superioridad.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/09/14/opinion/030o1soc

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España: Agresiones sexuales

Por: El País

El aumento de delitos contra libertad sexual entre menores obliga a reforzar las medidas educativas y de prevención.

Los datos sobre agresiones sexuales que ofrece la Fiscalía General del Estado nos sitúan ante la evidencia de que, pese a los esfuerzos que se hacen en el ámbito educativo y de prevención social, los delitos contra la libertad sexual siguen aumentando. El número de delitos denunciados creció en 2018 un 23,2%, confirmando así la línea ascendente de los últimos años. El informe constata además la emergencia de tendencias muy preocupantes. La principal es el aumento de las agresiones sexuales entre menores. Aunque en números absolutos son cifras relativamente bajas —648 casos— lo relevante es la tendencia, con un incremento del 43% con respecto al año anterior. Es de presumir que, al tratarse de una edad con menos recursos que la adulta, el número de denuncias no refleje fielmente la realidad y el fenómeno sea mayor de lo que esas cifras indican.

Este dato debe relacionarse con otro también inquietante: el aumento de las violaciones en grupo. La progresión de ejemplos excede el efecto contagio que pudiera haber tenido el caso de La Manada, tanto en la comisión de delitos similares como en la mayor sensibilidad social para denunciarlos. Todo indica que se extienden entre algunos jóvenes patrones de conducta sexual violenta, muy alejados de los valores que promueve el sistema educativo. Los expertos señalan el fácil acceso de los menores a la pornografía que se difunde por Internet como la principal causa. Así lo cree también la Fiscalía.

Sendos estudios realizados en las Universidades de Salamanca y de las islas Baleares muestran el alto grado de exposición de los niños y adolescentes a la pornografía, hasta el punto de que para muchos es la primera imagen que se hacen de las relaciones sexuales. Según estos estudios, el 63% de los chicos y el 30% de las chicas presenciaron pornografía online. El promedio de edad a la que los menores llegan a la pornografía es de 14 años, pero uno de cada cuatro la ha consumido antes de los 13.

Se trata además de un nuevo tipo de pornografía, de formas cada vez más violentas, basada en prácticas de dominación que incluyen relaciones con pequeños y la violación. Este tipo de contenidos, que a veces tienen una difusión viral, familiariza a los niños con prácticas de riesgo y presenta como normales conductas basadas en la agresividad, la satisfacción inmediata de los deseos y la simplificación de las relaciones interpersonales.

Estos datos plantean la necesidad de reforzar los programas de educación sexual para contrarrestar esta nociva influencia y de emprender medidas de prevención. Debe estudiarse si el uso de cámaras en lugares de ocio y centros educativos puede ayudar a prevenir, pero lo fundamental es que las familias tomen conciencia de estos peligros y ejerzan su responsabilidad en la vigilancia de los contenidos que sus hijos consumen en Internet.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/09/10/opinion/1568133796_923535.html

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Get out of my face! Facial recognition technology could enslave mankind like never before

By: Robert Bridge

Advertised as the latest tool to give shoppers more convenience, facial recognition comes with deep costs to privacy and security. By the way, can anyone remember Silicon Valley asking for permission to use your face?

Mankind has long feared that some totalitarian state, as vividly described by visionary writers like George Orwell (1984), Aldous Huxley (Brave New World), and Yevgeny Zamyatin (We), will ultimately arise and enslave him in an inescapable technological dystopia.

However, it is not usually the technology, an inherently neutral force, which men fear most; the deep distrust is directed at the shadowy individuals behind the curtain who may be tempted to use their tinkering prowess for ulterior motives, like crushing human freedom underfoot.

Consider, for example, how futurists warned of the day when consumers would voluntarily line up for the pleasure of being ‘microchipped’ so as to more efficiently access the ‘matrix’ with a magical wave of the hand. Well, that drop of derangement has already seen the light of day. The technology, injected under the skin, was thought to be the end game, the so-called ‘mark of the beast’ according to some apocalyptic critics, as far as personal freedom is concerned. Unless human beings submitted to being electronically chipped, the doomsayers say, they would be barred from engaging in vital social activities, including shopping, banking or using the Internet. In effect a death sentence.

Today, however, with radical advances being made in the field of facial recognition technologies, it looks as though the promising chip has met its match.

In a recent article by Market Watch, a new ‘frictionless’ consumer dawn is on the horizon where cumbersome accessories like wallets and purses, together with the outdated cash and credit cards they hold, will be replaced by a payment scheme known as the “biometric mobile wallet.” Sounds like the ultimate gift this holiday season, right? Well, think again. First of all, the name of the technology is very misleading since there is no leather billfold to wrap up and place under the Christmas tree. That’s because the system works off an individual’s distinctive bodily features, face, fingerprints and retinas. In other words, the ultimate ‘face control.’

As to be expected, the article heaps boundless praise on the technology, which is on the verge of going live. Soon, harried shoppers will no longer have to fumble around in their purses to find their credit cards. Just stare blankly into the “in-store facial recognition machines” and you’re on your way. In addition to that small convenience it provides the consumer, it also has the added ‘advantage’ of making people spend more money, since the ‘frictionless’ transaction gives the illusion, and a potentially dangerous one at that considering the US consumer’s outstanding debt burden, that no dirty money has traded hands.

Still, something doesn’t feel right. Perhaps it has to do with the summary of the article, which says that the deployment of facial recognition will remove “the last physical barrier between our bodies and Corporate America.” I felt the urge to take a very hot shower after reading that line. And later in the same article, the creep factor went into overdrive with a similar quote by Aram Sinnreich, associate professor of communication studies at American University.

Every technological necessity exists in the real world and is used commercially,” Sinnreich said matter-of-factly. “It’s the neoliberal takeover of the human body.

Yet, another loaded comment, and one that screams ‘enslavement’ minus the unfashionable chains of yesteryear. The question is, who will exactly benefit from this so-called “technological necessity” and to what end? The only real benefits that I can see from facial recognition, at least from the consumers’ perspective, are that people no longer have to worry about losing their wallets, or wasting an extra 30 seconds using their credit cards.

But do those tiny advantages outweigh massive concerns over ‘identity theft,’ for example? After all, while it remains relatively easy to cancel a stolen credit card, how exactly does one cancel their facial features? Moreover, what if my own personal views clash with those of the “neoliberals” who, as the headline of the article openly admits, own everyone’s facial features? Will my ability to buy food, access my smart phone and book a flight be impeded by the Silicon Valley overlords? Who will stop them?

To get an idea where the future of facial recognition could be heading, one need only consider China, which is in the process of rolling out its so-called ‘Social Credit System,’ a fusion between ‘Big Data’ and ‘Big Brother’ that ranks its citizens on everything from their finances, to their social media behavior, to the books they are reading. Falling afoul of the system could have harsh consequences, like being denied the ability to purchase airline tickets or even getting a job. Facial recognition will play no small part in the development of this all-encompassing matrix that relies upon some 200 million surveillance cameras, and let’s face it, if the Chinese can find a way to electronically monitor their 1.3 billion people, then anyone can. After all, the same technology that identifies the lonely face in the crowd is the same one that allows users of Apple’s iPhone to access “Face ID” to unlock their phones.

Meanwhile, the Western world is gradually catching up to Chinese levels of mass surveillance. Of the top 10 cities in the world with the highest number of CCTV cameras, eight are located in China. However, the United States and the UK also ranked, with London taking sixth place, followed by Atlanta, Georgia grabbing the tenth spot.

Meanwhile, new facial recognition applications continue to expand exponentially. For example, computers are now able to measure the emotional state of motorists just by accessing their facial image. Will drivers be fined for ‘road rage’ even before an outburst occurs? Is this the sort of controlled world we want to inhabit where our identities and emotional states are tracked everywhere we go? Whatever the case may be, one thing is certain, IT companies have no intention of holding a referendum to determine how their users feel about this technology.

In a 2018 paper entitled, ‘The Data of You: Regulating Private Industry’s Collection of Biometric Information,’ attorney Hannah Zimmerman admits there is “no generally applicable federal law that regulates the private sector’s collection and use of biometric information in the US.” Given the upsurge in facial recognition implementation that is a worrying disclosure.

Zimmerman goes on to warn that businesses “already track consumers’ every move online for advertising and behavioral analysis purposes,” while the introduction of facial recognition would let them “track us in the real world.” Again, we are left to ponder the question: is this a desirable condition for human beings?

While the implications that arise from such technology are enormous, and not all necessarily negative, it stands to reason that safeguards must be established to ensure that people do not wake up one day to find themselves enslaved by the invisible chains of this new technology, which will only serve mankind’s best interests so long as its owners strive for that to happen. Thus far, their true intentions are not so obvious, and that unpredictability should be a source of concern to everyone.

Information Reference: https://www.rt.com/op-ed/468603-facial-recognition-shopping-mass-surveillance/

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Nueva Escuela Mexicana ¿una política de importación?

Por: Mauro Jarquin*

Durante una reunión de discusión sobre la Ley General de Educación, legisladores de Morena le preguntan a una reconocida investigadora educativa: ¿qué significa literacidad? Buscando la mayor certeza posible, ésta les responde con una definición encontrada en una página web especializada. ¿Eso qué significa? insisten los legisladores con un claro gesto de incomprensión. ¡Pero ustedes lo aprobaron! exclama ella, abriéndose paso a unos momentos de profundo silencio.

Al igual que excelencia y calidad en la educación, literacidad forma parte del cuerpo conceptual de la reforma educativa de la 4T expresada tanto en los cambios constitucionales y el Plan Nacional de Desarrollo como en las leyes secundarias aún en discusión.

Lo anterior nos muestra cómo, debido a la inédita legitimidad de origen del actual gobierno, no ha sido sencillo –ni para los propios legisladores– problematizar un ordenamiento conceptual ajeno a la realidad y tradiciones pedagógicas nacionales, y estrechamente vinculado con ciertas tendencias internacionales de reforma educativa gerencial. Basta con dar seguimiento a los discursos y presentaciones oficiales, leer los documentos del gobierno y analizar sus propuestas para comprender que la actual reforma educativa parece referirse a una política de importación de principios, metas y estrategias respaldada por los promotores de anteriores reformas educativas, sean actores del campo educativo nacional o instituciones multilaterales. Lo anterior puede encontrarse, por ejemplo, en temas relativos a determinados contenidos educativos, propuestas de administración y organización escolar, así como en políticas de atención a la primera infancia.

Con respecto los nuevos contenidos, literacidad es un anglicismo que refiere a literacy, definido por la OCDE como la capacidad de comprender y emplear información impresa en las actividades diarias con el fin de lograr determinados objetivos. En política educativa, es también un rubro de evaluación de la calidad educativa, posicionado a escala internacional gracias a la relevancia que la OCDE ha logrado adquirir en sistemas educativos en el mundo, dada la difusión de la prueba PISA durante las pasadas dos décadas. La centralidad de tal asignatura ha sido tal que distintas investigaciones han mostrado cómo desde el inicio del presente siglo se ha posicionado junto a las habilidades matemáticas en el foco de atención de sistemas educativos en detrimento de otros contenidos académicos. Lo anterior ha permitido la continuidad de políticas de estandarización educativa en evaluación y currículo con todo y los efectos imprevistos reconocidos abiertamente en la investigación académica de distintas latitudes e incluso por la propia Unesco hace algunos días. Si bien las capacidades de lectura habían adquirido relevancia desde los gobiernos panistas, nunca se habían situado en rango constitucional, lo cual nos habla de una particular tendencia político-pedagógica imperante en el diseño de la nueva normatividad educativa. Esto garantiza, por otro lado, la continuidad de la prueba PISA en las escuelas mexicanas no sólo como una herramienta de diagnóstico sobre el estado de la educación en terrenos específicos, sino también como un mecanismo de gobernanza educativa que opera en función de los resultados obtenidos en contraste con las metas unilateralmente establecidas.

En materia de organización y administración escolar, el anuncio de la desapa-rición del Inifed y la posible asignación directa de recursos económicos a las escuelas –con todo y la consecuente redistribución de responsabilidad entre los actores educativos– nos pone frente a un escenario en el cual las políticas sexenales parecen caminar también hacia una ruta de autonomía de gestión de carácter gerencial. En este rubro, será el BID el encargado de identificar los desafíos y oportunidades del proyecto escolar de la 4T, así como de apoyar en el intercambio de mejores prácticas sobre gestión escolar. La anunciada cooperación técnica, solicitada por la Subsecretaría de Educación Básica, resulta preocupante debido a la naturaleza de las propuestas del BID en temas de gestión escolar, más enfocados en la construcción de alianzas público-privadas para la solución de problemáticas específicas, que en la participación democrática de las comunidades escolares en la vida cotidiana de los planteles educativos. La experiencia internacional nos ha mostrado que a mayor margen de autonomía en las escuelas en materia financiera y de gestión, mayor es la tendencia a la generación de alianzas público-privadas para la provisión de servicios o la resolución de problemas, de los cuales el Estado deja de hacerse cargo parcialmente. Es en distintos sentidos una ruta a la privatización educativa.

Por otro lado, la estrategia de atención a la primera infancia –por cierto, tan necesaria en un contexto de marginación y violencia hacia los infantes de nuestro país– recién anunciada por el gobierno federal, se inscribe en una campaña regional de inversión temprana en capital humano, iniciada hace un par de años bajo el auspicio de instancias multilaterales, organizaciones del sector privado y think tanks regionales, con la participación abierta tanto de Ernesto Zedillo como de Claudio X. González Guajardo y sus organizaciones.

Sin lugar a dudas, la propuesta educativa de la 4T se ha nutrido de distintas voces, entre las cuales sobresalen los órganos de gobernanza educativa global-regional y actores privados nacionales. Mientras tales actores –señalados abiertamente como conservadores por el titular del Ejecutivo– se reúnen y comparten mesa con las autoridades educativas federales para dar forma al proyecto sexenal, el magisterio se encuentra preocupado por la falta de claridad respecto a su estabilidad laboral y el futuro del normalismo ¿Coincidencia o estrategia?

*Politólogo/Profesor FFyL-UNAM

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/09/14/opinion/016a1pol

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México: La SEP retomará enfoque en educación física

Por: Sofía García-Bullé

El Secretario de Educación Pública de México redobló sus intenciones de hacer la educación física una prioridad.

La educación física ha sido una necesidad mal atendida en el sistema educativo mexicano por décadas. En artículos anteriores hemos hablado acerca de la perspectiva de maestros, administrativos y personal de apoyo en materia de la educación física, y de las consecuencias negativas para la salud de niños y jóvenes mexicanos, que carecen de una oferta educativa consistente en este rubro.

Bajo el marco de los Juegos Deportivos Nacionales Escolares de la Educación Básica 2019, El Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, comentó sobre la intención de reforzar los programas de educación física a nivel básico.

“La educación física en México ha estado olvidada; hoy, les aseguro que va a formar parte y se va a convertir en piedra angular de la educación”

Moctezuma recalcó la necesidad de hacer la implementación de programas de educación física una prioridad para el sistema educativo mexicano.

Sin horas ni recursos

El anuncio del Secretario Moctezuma llega en un momento desesperado para la educación física en las escuelas mexicanas, en que los maestros de deportes tienen que buscar ese último rincón en el horario escolar y hacer uso de sus propios recursos (o los de la escuela) para conseguir herramientas para impartir su clase, a falta de un esfuerzo federal por proveer de los instrumentos necesarios para cumplir un programa de deportes estandarizado.

“Antes podíamos dar cinco horas semanales y ahora sólo una clase por semana; ya no existe la coordinación deportiva en el organigrama de la Secretaría de Educación Pública, y la materia misma ya no está en la matrícula, ahora impartimos: educación física, educación socioemocional y artes; nos tienen como multiusos”

Estas palabras de Patricia Matus, docente que ha dado clases de educación física durante 40 años, reflejan un descontento general por parte de maestros y entrenadores que han sido dejados a su suerte ante la tarea de enfrentar una crisis de salud pública: la obesidad infantil.

Un enemigo no tan silencioso

En 2019 México ha mantenido el primer lugar mundial en obesidad infantil. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el 32 % de los niños entre 5 y 11 años tienen problemas de sobrepeso, desnutrición u obesidad.

No se trata solo de un problema de falta de ejercicio sino de concientización sobre un balance entre la actividad física y una dieta balanceada. Una cultura de alimentación saludable es tan necesaria como la restauración de la educación física de las escuelas.

Idealmente este sería el siguiente paso después de asegurarse que un sedentarismo excesivo ya no sea un factor determinante en la epidemia de sobrepeso infantil, mientras tanto, ya podemos hablar de un esfuerzo serio por mantener la salud física de niños y jóvenes en la nueva escuela mexicana que está promoviendo la Secretaría de Educación.

¿Eres profesora o profesor de educación física? ¿Con qué obstáculos te has enfrentado a la hora de impartir clase? Te invitamos a compartir tu experiencia en la sección de comentarios.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/sep-educacion-fisica

 

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