Philipines/2 May 2017/Source: http://www.philippinesnews.net
HE Dr. Teerakiat Jareonsettasin, Thailand’s Minister of Education and also the President of the Southeast Asian Ministers of Education Organization (SEAMEO) Council, visited the Philippines last 18-19 April for a brief dialogue with the Department of Education and the SEAMEO Centers in the country. «My visit today not only encourages me, but also gives me some kind of a glimpse of the future» the Minister mentioned in his opening speech.
His Excellency and officials of the Thai Education Ministry were briefed on the operations of the 3 SEAMEO Centers in the Philippines; namely SEARCA, INNOTECH, and TROPMED Philippines. During the briefing, the cetners introduced their programs, projects and services, as well as major accomplishments for the past year. The 3 Regional Centers’ contribution to the country’s research agriculture, educational innovation and technology and public health were highlighted during the dialogue. The Centers also expressed their gratitude to the Philippine Government and the Department of Education for its support for the programs and operations. More collaborative projects and partnerships with the education Ministry of Thailand and other SEAMEO Centers were planned to serve the demands of education in the region.
The Minister also applauded the success of the Centers for staying strong and sustaining its operations through the years. «The Philippines is lucky to have some of the oldest SEAMEO Centers. I would like to congratulate you for the success, strength, and sustainability you’ve done» his Excellency said as he encouraged the Centers to continue the good work and strive for better.
This visit to the country is part of the SEAMEO Council President’s round of visits that is customary during a Council President’s term.
The Southeast Asian Ministers of Education Organization (SEAMEO) is a regional intergovernmental organization established in 1965 among governments of Southeast Asian countries to promote regional cooperation in education, science and culture in the region. Its highest policy-making body is the SEAMEO Council, which comprises the 11 Southeast Asian education ministers.
Sectores de la sociedad filipina muestran hoy interés por recibir información de primera mano sobre Cuba, como constata la delegación al VIII Encuentro de Solidaridad Asia-Pacífico con el país caribeño, previsto en Manila el próximo fin de semana.
Como parte de las actividades relacionadas con la cita que estará dedicada a la memoria del Comandante en Jefe Fidel Castro por ser el mayor artífice de la Solidaridad con Cuba, la representación de la nación antillana dialogó con periodistas, estudiantes y profesores universitarios, dijeron a Prensa Latina integrantes de la misión visitante.
En el intercambio con la prensa, la vicepresidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Alicia Corredera, explicó detalles del cercano encuentro y la importancia que el evento reviste para su país y cuya edición anterior se realizó en Hanoi en septiembre 2015.
Al respecto destacó que se trata de un espacio donde se concentra la mayor cantidad de representaciones de ese tipo de movimiento y una oportunidad significativa para trazar estrategias efectivas de apoyo a Cuba y compartir experiencias de trabajo.
Adelantó que esta vez nuevamente serán debatidos temas vitales como la necesidad del levantamiento del bloqueo económico y comercial que el gobierno de Estados Unidos mantiene contra la isla desde hace más de 55 años y sobre el cual los presentes se interesaron en conocer más detalles, incluida la cifra de las pérdidas económicas causadas por esa política.
Mientras, la periodista y escritora Marta Rojas realizó un esbozo general sobre el sistema de salud y educación en la nación caribeña desde el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, en el cual resaltó que ‘Cuba preservará estos grandes logros sociales a toda costa’.
El programa previo a la reunión del próximo sábado y domingo incluyó un encuentro con estudiantes e intelectuales de gran prestigio en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Filipinas, centrado en cómo luchar para no olvidar la historia desde la perspectiva de una escritora.
En esa ocasión, la novelista Rojas estuvo acompañada por las doctoras Diosa Labiste, del Departamento de Periodismo del referido centro de enseñanza, y Luna Sicat-Cleto, del Instituto de Escritura Creativa de la misma sede.
Al profundizar sobre el tema de la charla, que abarcó anécdotas y sucesos claves de la nación cubana, reflejó ‘cómo somos nosotros quienes en determinado momento hacemos la historia’ y convocó a preservarla y transmitirla a las nuevas generaciones.
En ese sentido dio testimonio de la extraordinaria visión de Fidel Castro desde el 26 de julio de 1953, la fecha del asalto al Cuartel Moncada y declarada Día de la Rebeldía Nacional.
También en esa cita la vicepresidenta del ICAP se refirió al cercano encuentro de solidaridad, en un diálogo enriquecido por las preguntas de los participantes, incluidos temas históricos vinculados a Cuba y Filipinas.
Todo ello aportó al deseo del profesor Francisco Nemenzo, exrector de la Universidad y presidente de la Asociación Cultural y de Amistad entre los dos países, de que esa actividad contribuya a incrementar el interés de los presentes por la nación caribeña.
Finalmente, la escritora cubana donó su novela Inglesa por un año, Premio Alejo Carpentier, a la biblioteca de la mencionada institución, y a varios profesores, mientras la delegación visitante, integrada además por la funcionaria del ICAP Yexenia Calzado, recibió un ejemplar del libro El Socialismo y el hombre en Cuba traducido al idioma tagalo.
Asia/Filipinas/05 Febrero 2017/Fuente:biobiochile /Autor:Francisca Rivas
Una dura historia se ha viralizado en redes sociales, sobre un niño de 9 años que debe ir a la escuela con su hermano menor de 2 años, debido a que nadie más puede cuidarlo.
El niño de 9 años se llama Mateo, y además del menor de 2 años, tienen otro hermano un par de años mayor y viven en Cotabato del Sur. Su difícil situación se origina en que la madre de los tres falleció hace pocas semanas.
El padre de éstos está vivo, pero trabaja como carpintero todo el día en Surala, otra ciudad, y deja a sus hijos solos en su casa, informa el medio filipino ABS CBN. Por lo mismo, son Mateo y su hermano mayor quienes han tenido hacerse cargo del pequeño de 2 años. Y como no había nadie más que pudiese cuidar a este último, comenzaron a ir con él a sus clases en su escuela.
La maestra de Mateo, Shyla Mie Brillantes Blasico, publicó a mediados de enero en su cuenta en Facebook un breve mensaje sobre el caso, junto a fotos de los niños. En una se puede ver a Mateo sosteniendo a su hermanito en brazos mientras intenta escribir en su cuaderno, mientras en otra le está mostrando unas hojas.
La mujer es profesora en la escuela primaria J. Blanco, donde acuden los niños, y publicó el caso en redes sociales para darlo a conocer.
En otra publicación, la profesional contaba sobre ello que “la razón principal de publicar la foto de Mateo y su hermano es sólo el compartir su historia y que se convierta en una inspiración para otros. No esperaba que e post se volviera viral no sólo en Filipinas, sino que en todo el mundo”
“Mi única preocupación es el bienestar de mis pupilos, quienes están teniendo dificultades para mantenerse al día con su educación debido a la pobreza, falta de guía y por tener que criar a sus hermanos. Nuestro rol como profesores es no sólo enseñar, sino que también influir en las vidas de nuestros pupilos. Sólo quería ayudar”, añadió.
Y aunque no esperaban recibir ayuda, la iniciativa les trajo muchos beneficios a los niños. En primer lugar, el gobierno local “tomó acción inmediata para ayudar a la familia de Mateo tras leer mi publicación”, dijo la maestra en Facebook.
Asimismo, rápidamente gente ha comenzado a enviarles ayuda, y en los últimos días la profesora ha publicado fotos de las donaciones que ha recibido la familia de Mateo, entre las cuales se incluye comida y productos de primera necesidad.
Por otra parte, el dinero en efectivo que les han donado lo ahorrarán para pagar la educación de los niños.
Fuente de la noticia: http://www.biobiochile.cl/noticias/sociedad/viral/2017/01/31/nino-filipino-debe-ir-a-la-escuela-con-su-hermano-de-2-anos-porque-su-madre-murio.shtml
Fuente de la imagen:http://media.biobiochile.cl/wp-content/uploads/2017/01/filipinas-nio-1-e1485887781428.jpg
Siguiendo instrucciones emanadas de las más altas instancias del gobierno, la policía de Filipinas ha matado y ha pagado a otros para que maten a miles de presuntos delincuentes relacionados con las drogas, en una oleada de ejecuciones extrajudiciales que podrían ser constitutivas de crímenes de lesa humanidad, afirma Amnistía Internacional en un informe publicado hoy.
La investigación de Amnistía Internacional, “If you are poor you are killed”: Extrajudicial Executions in the Philippines’ “War on Drugs” expone en detalle cómo la policía actúa sistemáticamente contra personas pobres e indefensas en todo el país al tiempo que coloca “pruebas”, contrata a asesinos a sueldo, roba a las personas a las que mata y falsifica informes oficiales sobre los incidentes.
“Esto no es una guerra contra las drogas, sino una guerra contra los pobres. Basándose a menudo en los indicios más endebles, se mata por dinero a personas acusadas de consumir o vender drogas, en una economía del asesinato”, ha afirmado Tirana Hassan, directora del programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional.
“Con el gobierno del presidente Duterte, la Policía Nacional infringe las leyes que supuestamente ha de hacer respetar, al tiempo que saca provecho del asesinato de personas empobrecidas cuya situación supuestamente el gobierno debería mejorar. Las mismas calles que Duterte prometió limpiar de delincuencia están ahora llenas de cuerpos de personas que han sido victimas de homicidios ilegales cometidos por su propia policía.”
Esto no es una guerra contra las drogas, sino una guerra contra los pobres.
Instigados por la retórica del presidente Rodrigo Duterte, policías, asesinos a sueldo incluidos en su nómina e individuos armados desconocidos han dado muerte a más de 1.000 personas al mes con el pretexto de una campaña nacional para erradicar las drogas. Desde que el presidente Rodrigo Duterte asumió el cargo, hace siete meses, se han cometido más de 7.000 homicidios relacionados con las drogas, de los que la policía ha matado directamente al menos a 2.500 presuntos autores de delitos relacionados con las drogas.
La investigación de Amnistía Internacional documenta en detalle 33 casos que implicaron el homicidio de 59 personas. El equipo de investigación entrevistó a 110 personas en las tres divisiones geográficas principales de Filipinas, que hablaron en detalle de ejecuciones extrajudiciales en 20 ciudades del archipiélago. La organización también examinó documentos, incluidos informes policiales.
Las ejecuciones extrajudiciales son homicidios ilegítimos y deliberados cometidos por funcionarios, por orden de un gobierno o con su complicidad o aquiescencia. Además, violan el derecho a la vida consagrado en la legislación filipina y en el derecho internacional.
Homicidio de personas desarmadas y falsificación de informes policiales
El informe documenta cómo la policía, actuando a partir de listas sin verificar de personas que presuntamente consumen o venden drogas, irrumpió en viviendas y mató a tiros a personas desarmadas, incluidas aquellas que estaban dispuestas a entregarse.
Falsificando sus posteriores informes sobre los incidentes, la policía ha afirmado una y otra vez que habían disparado contra sus agentes previamente. Contradiciendo directamente las afirmaciones de la policía, testigos de los hechos relataron a Amnistía Internacional cómo la policía había realizado allanamientos a altas horas de la noche, no había intentado practicar detenciones y había abierto fuego contra personas desarmadas. En algunos casos, según los testigos, la policía colocó drogas y armas que después presentó como pruebas.
En un caso, en la ciudad de Batangas, la esposa de una víctima refirió cómo la policía mató a su esposo disparándole a quemarropa mientras ella les suplicaba clemencia. Una vez muerto su esposo, la policía la agarró, la sacó a la fuerza a la calle y la golpeó, causándole hematomas.
Con el gobierno del presidente Duterte, la Policía Nacional infringe las leyes que supuestamente ha de hacer respetar, al tiempo que saca provecho del asesinato de personas empobrecidas cuya situación supuestamente el gobierno debería mejorar.
En la ciudad de Cebú, cuando Gener Ondina vio que un numeroso contingente de agentes de policía rodeaba su vivienda, les pidió que le perdonaran la vida y les dijo que estaba dispuesto a entregarse. “La policía siguió golpeando la puerta [y] cuando entró él gritaba: ‘Me entregaré, me entregaré, señor’”, dijo un testigo a Amnistía Internacional.
La policía ordenó a Gener Ondina que se tumbara en el suelo, mientras decía a otra persona que estaba en la habitación que saliera. Los testigos oyeron después disparos. Un testigo recordó que “se lo llevaron como a un cerdo” fuera de la casa y después dejaron su cuerpo cerca de un sumidero antes de cargarlo finalmente en un vehículo.
Los familiares dijeron que, cuando se les permitió entrar de nuevo en la casa, seis horas después de la muerte de Gener, vieron salpicaduras de sangre por todas partes. Faltaban objetos de valor, entre ellos un ordenador portátil, un reloj y dinero, que, según los familiares, la policía no les había reintegrado ni había incluido en el inventario oficial de la escena del crimen.
El padre de Gener, Generoso, sirvió en la fuerza de policía durante 24 años hasta su retiro en 2009. Generoso dijo a Amnistía Internacional que se sentía “avergonzado” por el consumo de drogas de su hijo. También manifestó su apoyo a las medidas contra las drogas del gobierno. “Pero lo que hicieron fue demasiado”, dijo. “¿Por qué matar a alguien que ya se ha entregado?”
Otras personas con las que Amnistía Internacional habló describieron en términos semejantes la deshumanización de sus seres queridos, que fueron asesinados sin piedad y sus cuerpos arrastrados y abandonados.
“El trato que reciben los cadáveres muestra el escaso valor que la policía de Filipinas concede a la vida humana. Cubiertos de sangre, son arrastrados sin cuidado en presencia de sus familiares horrorizados, con la cabeza rozando el suelo antes de ser abandonados a la intemperie”, ha afirmado Tirana Hassan.
“Las personas asesinadas proceden, en proporción abrumadora, de los sectores más pobres de la sociedad, y entre ellas hay menores de edad, uno de los cuales tenía sólo 8 años.”
En los contados casos en que la policía ha actuado contra bandas extranjeras de la metanfetamina, ha demostrado que puede llevar a cabo detenciones sin recurrir a medios letales. El hecho de que se niegue a las personas pobres la misma protección y el mismo respeto ha afianzado la percepción de que se trata de una guerra contra los pobres.
Una economía del asesinato
Los homicidios policiales son impulsados por presiones desde arriba, entre ellas la orden de “neutralizar” a los presuntos delincuentes relacionados con las drogas, además de incentivos económicos que han creado una economía informal de la muerte, detalla el informe.
En conversación con Amnistía Internacional, un agente de policía con rango de funcionario superior de policía 1, que lleva un decenio en la fuerza policial y realiza operaciones como parte de una unidad contra las drogas ilegales en Metro Manila, describió cómo se paga a la policía por “encuentro”, término que se emplea para presentar falsamente las ejecuciones extrajudiciales como operaciones legítimas.
“Siempre se nos paga por encuentros. […] La cantidad oscila entre 8.000 pesos [161 dólares de EE. UU.] y 15.000 pesos [302 dólares]. […] Esa cantidad es por cabeza. De modo que si la operación es contra cuatro personas, son 32.000 pesos (644 dólares). […] Nos pagan en efectivo, en secreto, las jefaturas. […] No hay incentivos por detener. No nos pagan nada.”
El espeluznante incentivo para matar a las personas en vez de detenerlas fue subrayado por el funcionario superior de policía, que agregó: “Nunca se da el caso de que haya un tiroteo y no muera nadie”.
Este experimentado agente policial de primera línea dijo a Amnistía Internacional que algunos policías han establecido un arreglo con funerarias, que les recompensan por cada cadáver que les envían. Algunos testigos dijeron a Amnistía Internacional que los policías también se enriquecen robando en las viviendas de las víctimas, entre otras cosas objetos de valor sentimental.
La policía se comporta como el submundo criminal contra el que supuestamente ha de aplicar la ley, llevando a cabo ejecuciones extrajudiciales disfrazada de asesinos desconocidos y “subcontratando” homicidios.
Más de 4.100 de los homicidios relacionados con las drogas que se cometieron en Filipinas en los últimos seis meses han sido obra de individuos armados desconocidos. “Viajando en tándem”, nombre que recibe localmente este fenómeno, dos personas a bordo de una motocicleta llegan, matan a tiros a sus objetivos y se alejan a gran velocidad.
Dos asesinos a sueldo dijeron a Amnistía Internacional que reciben órdenes de un agente de policía, que les paga 5.000 pesos (100 dólares de EE UU.) por cada consumidor de drogas que matan, y entre 10.000 y 15.000 pesos (200-300 dólares) por cada pequeño vendedor que matan. Antes de que Duterte asumiera el poder, dijeron los asesinos a sueldo, tenían dos “trabajos” al mes. Ahora tienen tres o cuatro a la semana.
Los objetivos proceden a menudo de listas sin verificar de personas sospechosas de consumir o vender drogas confeccionadas por autoridades gubernamentales locales. Sin importar cuánto tiempo hace que una persona pueda haber consumido drogas, ni la cantidad que haya consumido o vendido, su nombre puede ser añadido de forma irrevocable a las listas.
En otros casos, sus nombres ser añadidos arbitrariamente, por venganza o por haber incentivos para matar a un número mayor de personas a las que se considera consumidoras o vendedoras de drogas.
Posibles crímenes de lesa humanidad
Filipinas es Estado Parte en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. En octubre de 2016, la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, hizo pública una declaración en la que expresó preocupación por los homicidios e indicó que su oficina podría iniciar un examen preliminar sobre posibles crímenes en virtud del Estatuto de Roma.
Amnistía Internacional considera motivo de honda preocupación la posibilidad de que que los homicidios deliberados, generalizados y sistemáticos de presuntos delincuentes relacionados con las drogas, que parecen planificados y organizados por las autoridades, puedan constituir crímenes de lesa humanidad en virtud del derecho internacional.
“Lo que está ocurriendo en Filipinas es una crisis que debe alarmar al mundo entero. Pedimos al gobierno, del presidente Duterte hacia abajo, que ordene que se ponga fin a todas las ejecuciones extrajudiciales. También pedimos al Departamento de Justicia de Filipinas que investigue y procese a toda persona implicada en estos homicidios, sean cuales sean su rango o posición en la policía o el gobierno”, ha afirmado Tirana Hassan.
“Filipinas debe abandonar la ilegalidad y la violencia letal y reorientar sus políticas sobre drogas hacia un modelo basado en la protección de la salud y los derechos humanos.
“Queremos que las autoridades filipinas aborden esta crisis de derechos humanos por sí solas. Pero si no se toman sin dilación medidas contundentes, la comunidad internacional debe dirigirse a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional para que lleve a cabo una investigación preliminar sobre estos homicidios, incluida la implicación de funcionarios de las más altas instancias del gobierno.”
La Asociación de Padres y Maestros de Malasia (APMM) se opuso a la idea de abrir escuelas públicas destinadas a la educación de niños refugiados procedentes de Indonesia, Myanmar y Filipinas, anunció hoy la prensa local.
Según la información, la APMM se negó porque considera que sus diferencias culturales podrían crear problemas entre ellos, y propuso al gobierno que envíe profesores a las comunidades donde residen.
Mohamad Ali Hassan, presidente de la Asociación, dijo que la solución sugerida también podría disminuir el costo de la educación de los pequeños.
Voceros de la opinión pública aseguran que los estudiantes que no están inscritos en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, no obtienen el reconocimiento oficial de sus exámenes ni acceden a la universidad.
En Malasia unos 300 mil niños refugiados no tienen derecho a estudiar en colegios públicos, por lo que muchos de ellos recurren a escuelas gestionadas por la propia comunidad.
Las autoridades de Malasia suspendieron de forma temporal los viajes de estudiantes a Singapur y Filipinas debido a los brotes del virus del zika registrados en estos dos países, informó este sábado la prensa local.
El ministro de Educación, Mahdzir Khalid dijo que la circular fue enviada a todos los centros educativos el 1 de septiembre, el mismo día en que las autoridades malasias confirmaron el primer caso de infección por el virus en el país.
La afectada era una mujer de 58 años que acababa de regresar de una visita a Singapur, donde hay el mayor brote en la región con más de 300 casos desde finales de agosto.
Dos días después, las autoridades malasias confirmaron el primer caso de transmisión local del virus en el estado de Sabah, en la isla de Borneo, cercana a Filipinas.
En la circular el ministerio malasio indicó que la suspensión de estos viajes se mantendrá hasta que las autoridades sanitarias emitan un nuevo informe sobre la epidemia, según el diario New Straits Times.
Tambien urgió a todas las escuelas a extremar la precaución y eliminar los focos de reproducción del mosquito «Aedes aegypti«, responsable de la transmisión del zika.
Asia/Filipinas/03 Septiembre 2016/Fuente: Prensa Latina
Los estudiantes filipinos se someterán a un control antidrogas obligatorio para su ingreso a la universidad a partir de 2017, anunciaron las autoridades.
El director ejecutivo de la Comisión de Educación Superior, Julito Vitriolo, afirmó que el test antinarcóticos es parte de la política del presidente Rodrigo Duterte para eliminar ese flagelo.
Actualmente los estudiantes que entran a la universidad realizan esa clase de pruebas de forma voluntaria, pero según Duterte, los campus deben ser el primer lugar libre de estupefacientes.
De acuerdo con Vitriolo, los educandos que resulten positivos tras el control, asistirán a rehabilitación antes de ser admitidos en cualquier centro de estudios superiores.
Las pruebas serán asimismo un requisito para la obtención de empleos, añadió.
Desde el ascenso al poder de Duterte y la puesta en marcha de su campaña de no tolerancia hacia el narcotráfico, unas dos mil 400 personas murieron, lo que despertó la alerta de la ONU.
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