El mundo asiste a la mayor demanda de asistencia humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. Por primera vez en los 70 años de historia de las Naciones Unidas, el Secretario General Ban Ki-moon ha convocado la Cumbre Humanitaria Mundial en Estambul.
Ha presentado una Agenda para la humanidad en la que pide a los líderes mundiales que se comprometan a tomar medidas y a reducir el sufrimiento humanitario.
En la cumbre, UNICEF –Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia– realizará las actividades siguientes:
Presentación de un nuevo fondo con otros asociados, La educación no puede esperar, para ofrecer acceso al aprendizaje a los niños necesitados en situaciones de emergencia. Cerca de la cuarta parte de los niños en edad escolar de todo el mundo –462 millones– viven en países afectados por una crisis. Alrededor de 1 de cada 6 niños –o 75 millones– desde preprimaria hasta la enseñanza secundaria superior (desde los 3 a los 18 años) que viven en medio de una crisis humanitaria en todo el mundo tienen una necesidad desesperada de recibir apoyo educativo. El fondo pretende recaudar 3.850 millones de dólares durante 5 años para llegar a 13,6 millones de niños que necesitan una educación, antes de llegar a los 75 millones de niños en 2030.
Llamado a la acción para garantizar que los niños estén seguros y protegidos en las escuelas y los hospitales. Un nuevo análisis ha revelado que las fuerzas o grupos armados ocupan o atacan cada día cuatro escuelas u hospitales. Los gobiernos y otros actores deben proteger urgentemente las escuelas y los hospitales defendiendo las disposiciones del derecho internacional humanitario y la ley internacional de los derechos humanos. Los Estados deben firmar la Declaración sobre Escuelas Seguras.
Trabajar en un nuevo acuerdo para impedir que los niños sigan sufriendo porque el mundo no proporciona suficiente dinero para financiar las respuestas humanitarias. Sólo se ha recibido una cuarta parte del total de los fondos para el llamamiento humanitario mundial de UNICEF para 2016. El “Gran compromiso” está diseñado para liberar recursos logrando que los sistemas sean más eficientes y asegurando compromisos de los donantes a largo plazo.
Después de haber pasado una gran parte de estos últimos 20 años en Japón, para mi el 2015 parece haber sido un año decisivo para el país. 70 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, y a pesar de demostraciones en masa a lo largo del país, en septiembre del 2015 el gobierno de coalición en el poder, liderado por Shinzo Abe y el Partído Democratico Liberal (LDP por sus siglas en inglés), usaron la estrategia de clausura en el parlamento para obligar la implementación de nuevas leyes de seguridad que permitirán a Japón entablar acción militar fuera del país. Gracias a esta nueva legislación, Japón ha efectivamente renunciado a sus 70 años de pacifismo y puede hacer la guerra una vez más.
Para muchos de mis amigos—residentes “foráneos” de muchos años con vinculos y conocimientos profundos de Japón—el esfuerzo desmesurado del gobierno de Abe para “hacer a Japón grande nuevamente” era como una pesadilla vuelta realidad. El país que todos habíamos llegado a amar parecía estar desapareciendo, lo que nos llevaba a preguntarnos si nuestros hijos podrían llegar a tener un futuro aquí.
El paso forzado de esta nueva legislación de seguridad ha sido simplemente el ejemplo más notable del esfuerzo constante del primer ministro Shinzo Abe, durante estos últimos tres años, para cambiargradualmente la tendencia política de Japón hacia la derecha. Abe ha sido quizás el primer primer ministro en criticar directa y abiertamente a los medios, también ha sido acusado de intentar convertir a la NHK, la nominalmente imparcial transmisora de televisión nacional de Japón, en un portavoz del gobierno que promueve la postura actual de Japón al respecto de disputas territoriales con Corea del Sur, Rusia, China y Taiwan.
“Tomemos de vuelta a Japón.” LDP. Imagen compartida ampliamente en redes sociales”
En los 20 años que le siguieron al fin de la burbuja financiera de Japón en 1991 el principal foco nacional había sido rearrancar la economía, esto sin prestarle atención al nacionalismo ni a un cambio de la constitución del país.
Para mí y mi familia, esta “década perdida” de 20 años no era un mal momento para vivir en Japón. La deflación económica significaban abarrotes mas baratos y gangas en artículos de ropa—de hecho, era más barato criar una familia en Japón que en Canadá. Programas de incentivos gubernamentales invirtieron en nuevos proyectos de infraestructura en todo el país, lo cual condujo a un mejor transporte publico, más museos y además, en la región rural donde nosotros vivimos, nuevos y resplandecientes almacenes de compra.
A pesar que nos mudamos de regreso a Canadá en el 2004 en la búsqueda de un mejor empleo y también por lo que pensaba que serían mejores oportunidades y educación para nuestros hijos, en menos de un par de años nos encontrábamos de vuelta en Japón por varios meses cada año. Como escritor, me es posible trabajar en cualquier lugar, y he visto como nuestros hijos cruzan fronteras culturales y asisten a la escuela sin problemas en ambos países. De hecho, nos preguntábamos si valía la pena mudarnos de vuelta a Japón.
Sin embargo, en marzo del 2011, el “triple desastre” en Tohoku lo cambió todo: el terremoto masivo desencadenó un tsunami que a su vez causó un serio accidente nuclear en Fukushima. El caos y pánico del desastre de Fukushima causaría aún otro cambio trascendental en la política japonesa. El Partido Democrático de Japón (DPJ por sus siglas en inglés) estaba en el poder durante esta crisis, y muchos japoneses se decepcionaron y enfurecieron por la reacción del DPJ a la crisis nuclear y a la devastación masiva causada por un tsunami que destruyó más de 1,000 kilómetros de costas.
Prometiendo “tomar de vuelta a Japón”, Shinzo Abe y el LDP arrasaron en las elecciones en su vuelta al poder en el 2012. Sin embargo, a nadie se le ocurrió que Abe duraría más de un año. Típicamente, debido a una política de facciones, los primeros ministros son solo figuras decorativas, y rara vez fungen como tal por más de un año. Pero para el verano del 2015 Abe se había vuelto uno de los primeros ministros de más larga duración en casi una década. Agregado a esto, había estado ejecutando continuamente su agenda oculta.
Desde hace ya largo tiempo, Abe ha formado parte de un poderoso grupo nacional de electorados, que incluye partidarios tales como la organización Nippon Kaigi, de la cual varios miembros del parlamento del LDP forman parte. El lema mas reciente de Abe, “Una sociedad en donde todas y cada una de las 100 millones de personas tienen participación activa” parece tener un gran parecido con el lema fascista de tiempos de guerra, “100 millones de corazones latiendo como uno solo” (一億一心). También, de cierta manera decepcionante, ha estado desarrollándose en la cultura japonesa una innegable nostalgia por la Segunda Guerra Mundial. En años recientes, quizás en respuesta a lo que es percibido en gran parte como un comportamiento agresivo de China, se han vuelto más comunes en Japón los libros y filmes que echan una mirada nostálgica al heroísmo y auto-sacrificio de la Segunda Guerra Mundial.
“Vamos a asegurarnos que nuestros hijos tengan un libro de texto que les diga la verdad sobre la historia”. Imagen del usuario de Wikimedia Japanexperterna.
Esta no es la primera vez que el gobierno japonés ha intentado usar los libros de texto escolares para imponer su propio revisionismo histórico, y me llego a preguntar sobre la posible efectividad a futuro de esta jugada. Es importante recordar, por ejemplo, que en las escuelas de Japón no existe algún libro de texto de historia que deba ser utilizado obligatoriamente. Cada escuela puede escoger de una lista de libros aprobados por el ministerio, e históricamente, muchas escuelas han rechazado libros que parecen encubrir descaradamente la historia. En las escuelas que mis hijos atienden por varios meses cada año, poco parece haber cambiado desde los tiempos en los que yo mismo enseñaba como maestro en el sistema escolar japonés hace 15 años. No hay lemas patrióticos ni imágenes del emperador en todos los salones de clases como solía ser en los tiempos de antes y después de la guerra
Esto no quiere decir que la manera japonesa de abordar la educación es poco sofisticada. En la escuela primaria hay un énfasis en el aprendizaje encabezado por los mismos estudiantes, a partir de proyectos y a través del liderazgo. Y, desde un punto de vista práctico, es más efectivo usar la memorización para aprender los aproximadamente 2,000 kanji (caracteres chinos) que los estudiantes deben saber antes de graduarse del bachillerato (educación previa a la universidad).
Mientras que estos textos repletos de información tienen a ofrecer una narrativa nacional convencional de los últimos dos mil años de historia japonesa—una que es generalmente reafirmada en la cultura japonesa, particularmente en los cómics históricos llamados “rekishi manga” los cuales se encuentran en bibliotecas y tiendas de libros a lo largo del país, aún es debatible la posibilidad que, en el siglo 21, el gobierno pueda de alguna manera programar lo que piensan los niños al cambiar unas cuantas palabras en algún libro de texto. En primer lugar, las clases de historia son enseñadas por maestros quienes, como seres humanos, llevan consigo sus propios valores al salón de clase y los mejores maestros instruyen a sus alumnos la habilidad de investigar y explorar la historia por ellos mismos.
Es por esto que no me preocupa mucho que las reformas de libros de texto de Shinzo Abe le enseñen a los estudiantes japoneses una versión alterada de la historia. El propósito de los libros de texto japoneses es, después de todo, ayudar a los estudiantes aprobar sus exámenes de bachillerato y de entrada a la universidad, los cuales los revisionistas no pueden controlar directamente. Encima de todo esto, la historia es un tema difícil de enseñar, y los estudiantes estan apenas dándose cuenta de lo ocurrido en el pasado.
A pesar de lo anterior, también tengo mis reservas sobre cómo le es enseñada la historia a mi hijo cuando asiste a la escuela en Canadá. Mientras que ese país es a menudo visto como un lugar pacifico, tolerante y progresista, la realidad es que hay un sistema de facto de segregación racial el cual no aprendemos en la escuela: indígenas canadienses y “colonizadores” post coloniales rara vez interactúan entre sí. La injusticia, por ejemplo, del sistema escolar residencial de Canadá esta apenas comenzando a ser enseñada formalmente en las escuelas.
La historia a final de cuentas es sobre las personas, cuyas historias individuales nunca podrán ser todas contadas en un libro de texto aprobado por el gobierno.
En vez de eso, es importante incitar a que nuestros hijos conserven su sentido de la curiosidad, que hagan preguntas y que exploren la historia por su propia cuenta. En sociedades libres, democráticas y fuertes como las de Canadá y Japón donde hay pocos limites en lo que concierne la libertad de expresión, el problema no es el adoctrinamiento por el estado. El desafío al que nos enfrentamos es la apatía. Después de escribir sobre un reciente acuerdo logrado entre los gobiernos de Japón y Corea del Sur para resolver el “tema de las mujeres de consuelo”, me sorprendió ver el poco interés demostrado por el ciudadano común japonés.
Esto es por lo que, sin importar en que parte del mundo termine mi familia, mi objetivo como padre es inculcarles a mis hijos que intenten explorar el pasado, reconocer la injusticia y dar su opinión, para que así ayuden a mejorar las cosas.
Con teorías, esfuerzo y disciplina se pueden aprender, además son necesarias para entender desde las cosas más simples hasta el Universo mismo
Según el Programa internacional para alumnos 2012, conocido como PISA (por sus siglas en inglés), el rezago entre las y los estudiantes mexicanos y los de países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), es de dos años de escolaridad, por lo que México es el país con el peor desempeño en matemáticas, lectura y ciencias. El organismo concluyó que a México le tomará más de 25 años alcanzar el nivel promedio de los 34 países de la OCDE, en matemáticas y más de 60 años en lectura, pues actualmente un estudiante mexicano con el más alto rendimiento apenas logra obtener el mismo puntaje que un alumno promedio en Japón, ubicado entre los 10 países con mejores resultados. Según PISA 55 por ciento de los estudiantes mexicanos no alcanza el nivel de competencia básico en matemáticas, lo mismo ocurre con 41 por ciento en lectura y 47 por ciento en ciencias, por lo que implica un retroceso en comparación con los resultados de 2009.
Anna Tarasenko es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel uno, es doctora en matemáticas por la Universidad Estatal Odessa, Facultad de Mecánica y Matemáticas, y en esa misma casa de estudios acreditó un máster en matemáticas y su licenciatura en matemáticas. Actualmente es catedrática en el Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Autónoma de Hidalgo.
Román Hernández Genis es especialista y profesor universitario. Es egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Electrónica perteneciente al Instituto Politécnico Nacional y del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.
Hernández Genis explicó que pese a la reforma educativa los alumnos siguen cometiendo los mismos errores y los docentes continúan enseñando casi de la misma forma, pese al modelo de competencias que han implementado en el sistema educativo, ya que según comentó, el error de México fue copiar la reforma educativa de Estados Unidos, la cual fue implementada por aquel país al notar su rezago en áreas específicas en la década de 1950 y 1960.
En 1957 la URSS fue capaz de colocar el primer satélite artificial en órbita pese a los estragos de la Segunda Guerra Mundial en su territorio, lo cual puso en alerta al gobierno estadounidense, quien se percató que el problema radicaba en que las y los alumnos rusos sabían matemáticas y los estadounidenses no lo estaban haciendo correctamente porque su carga académica consistía en la enseñanza de “asignaturas viejas” como la geometría y la aritmética, dejando de lado la matemática moderna: teoría de conjuntos, lógica. Cabe destacar que la reforma en Estados Unidos fue un fracaso, porque antes de la reforma los alumnos memorizaban y después de ésta ya no memorizaban ni razonaban, y México copió ese modelo. Arquímedes Caballero, quien fue secretario de Educación, autor de las tablas de logaritmos, se opuso a que se eliminara la geometría, lo cual le brindó a México coherencia en su modelo de aprendizaje.
Sin embargo, la parte que olvidó el gobierno fue, que no importaba que al frente del grupo estuviese una persona especialista en matemáticas si no contaba con el conocimiento necesario para enseñar: la mayoría de las personas se ha topado con un profesor que sabe muchas matemáticas pero al cual no se le entiende nada.
Anna Tarasenko expuso que no pueden cambiarse formas de enseñanza de manera rápida, y Rusia comprendió a tiempo que gran parte del avance tecnológico dependía del aprendizaje de matemáticas, por lo que la materia forma parte de la carga académica y es una asignatura de mucha importancia. Esta práctica es realizada desde hace siglos, sin embargo, también han descuidado las artes y el deporte en las escuelas, lo que ha aumentado el número de casos de alumnos con escoliosis por pasar demasiadas horas sentados estudiando.
La autónoma de Hidalgo ha brindado actualizaciones a los profesores en la enseñanza de matemáticas pero pese a ello quedan aspectos sueltos que al llevarlos a la aplicación generan dificultad, lo que ocurre muchas ocasiones en la transición de la primaria a la secundaria donde los estudiantes conocen que existen números a la izquierda del cero, lo que les genera conflictos cuando les enseñan leyes de signos, que los lleva a memorizar y no a razonar.
Probablemente alguna vez te escandalizaste por un derrame de petróleo. Quizás te preocupaste por decenas de cadáveres de delfines varados en una playa. Tal vez quedaste maravillado ante un remolino de rojos, azules, amarillos y verdes cuando cientos de loros y guacamayos se asentaron en un acantilado de arcilla con vista a un río amazónico. Acaso observaste a un reciclador hurgando una noche entre tu basura y te preguntaste dónde terminarían esas botellas vacías. O tal vez te has preguntado en qué forma cualquiera de estos hechos, o todos ellos, afectan nuestra salud y la de nuestras comunidades, así como el agua y el aire.
Hay muchas razones diferentes por las cuales nos hacemos periodistas ambientales, pero nuestra misión es muy similar: contar historias que ayuden a las personas a entender mejor cómo es que los seres humanos nos relacionamos con el mundo natural que nos rodea, la forma en que este afecta nuestras vidas y el impacto que tenemos en él. Como periodistas ambientales, tenemos la oportunidad de plantear temas que otras personas no tienen en cuenta, o preguntar sobre prácticas que son muy buenas (y pueden servir de ejemplo) o muy malas (y deben ser cambiadas). Podemos abogar por justicia cuando los derechos de las personas se ven transgredidos o amenazados, y podemos educar a la gente para que puedan convertirse en sus propios mejores defensores.
A medida que aumenta la conciencia pública sobre cuestiones medioambientales —desde el uso de pesticidas, pasando por el cambio climático, hasta el deslizamiento de relaves mineros, por ejemplo—, también lo hace la necesidad de que haya periodistas que puedan investigar y explicar las causas, consecuencias y posibles soluciones. Si bien el periodismo ambiental es una especialidad, esta no existe de forma aislada.
Así, si bien te ayuda el conocer un poco sobre la ciencia medioambiental, probablemente también te encontrarás abordando temas de política, economía, salud, aspectos sociales y puntos de vista culturales: cómo es que el mercurio en los peces afecta a la salud humana, por ejemplo, o los datos económicos de cómo el oro proveniente de la minería ilegal en la Amazonía termina en los mercados internacionales, o cómo la construcción de una hidroeléctrica afecta a las tradiciones culturales de las comunidades indígenas aledañas, y puede estar relacionada con la corrupción.
Te encontrarás analizando la relación entre los temas ambientales y otros temas: cómo es que cambios en las leyes del sector forestal y de los derechos de tierras condujeron a enfrentamientos violentos en el norte de la Amazonía peruana en 20094, por ejemplo, o las consecuencias a largo plazo del deslave de barro por la rotura de diques de contención de una minera en Brasil.
Probablemente encontrarás que muchas de las comunidades más afectadas por la contaminación y otros problemas ambientales son barrios pobres de la periferia de las ciudades, o comunidades indígenas rurales que están alejadas de los servicios públicos y su situación es desconocida para el público en general.
Debido a que esos barrios y pueblos tienden a carecer de la influencia política o económica que necesitan para llamar la atención sobre sus problemas, Robert Bullard, quien popularizó el término “justicia ambiental” en los Estados Unidos, las llama “comunidades invisibles”.
Otros, sin embargo, dicen que esas comunidades son en realidad “invisibilizadas”, porque la mayoría de personas no se molestan en prestarles atención. Como periodista ambiental, las buscarás y ayudarás a dar a conocer sus problemas.
Al hacer tus reportajes, puedes conocer a personas que arriesgan sus vidas por agua limpia, un lugar seguro y saludable para vivir o por el derecho a la tierra que les provee su sustento. El grupo sin fines de lucro Global Witness documentó los asesinatos de 116 activistas ambientales en 2014. El 40% de ellos eran indígenas, y tres cuartas partes de los asesinatos tuvieron lugar en Centroamérica y Sudamérica. Contar sus historias es una tarea importante para periodistas ambientales.
Ese tipo de reportajes, sin embargo, también pueden poner en riesgo a los periodistas. La Federación Latinoamericana de Periodistas señala que entre 2006 y 2015 fueron asesinados 342 periodistas (en general, no sólo ambientales), de los cuales 43 ocurrieron en 20158. Es bueno pensar en esto de antemano y estar preparado(a).
Por último, reportamos sobre el medio ambiente debido a que el bienestar de todas las especies depende de la salud de nuestro planeta. Como seres humanos, tenemos más poder que cualquier otra especie para determinar el futuro de la Tierra, y las decisiones que tomemos hoy tendrán consecuencias durante años y décadas, y siglos venideros. Como periodista ambiental, es tu trabajo investigar, informar y educar, para ayudar a tu audiencia a entender las consecuencias de los productos o servicios que fabrican, eligen o compran. Es un trabajo que nunca es aburrido; que te llevará a lugares recónditos y te dará la oportunidad de conocer a gente fascinante.
Es un privilegio y una responsabilidad, y puede ser muy divertido.
Amelia Teng y Calvin Yang comentan en su columna “Going Beyond Grades: Evolving the Singapore Education System” (straitstimes 17/04/2016) cómo es que Singapur, cuyo sistema educativo está reputado por ser altamente competitivo y sobre-focalizado en las notas y habilidades académicas, está haciendo un dramático giro hacia una nueva pedagogía, que busca el desarrollo holístico de los niños, ampliar sus oportunidades para descubrir sus intereses y talentos, desarrollar sus habilidades, y producir la sensación de curiosidad y amor por el estudio.
El PM Lee Hsien Loong, sostiene que es necesario construir el carácter, inculcar valores en los niños y dotarlos de una amplia variedad de experiencias y cultivar sus intereses diversos en las áreas académicas, así como su sentido de pertenencia a Singapur.
Los alumnos ya no serán evaluados comparativamente unos contra otros, sino que habrá un sistema de evaluaciones por bandas A, B, C y D, sin exámenes en primaria. Si bien los colegios aún reconocen las mejores performances -aunque como grupo más que como individualidades-, también celebrarán los logros de quienes evidencien mejoras, superen desafíos como los de una enfermedad o discapacidad, o muestren excelencia en actividades como trabajo voluntario y deportes.
Más colegios ahora incluyen programas para cultivar intereses más allá de los libros, como drama y danza. Las comisiones de admisión a las secundarias consideran cada vez más habilidades no académicas en artes, deportes, etc. En los próximos años, los alumnos que vayan a la secundaria podrán escoger cursos como robótica, temas medioambientales, artes o música en los que pueden desarrollar sus intereses más allá de leer, escribir y aritmética. Además, de 10 a 20% del tiempo de primaria y secundaria se pasará en actividades fuera de las aulas, de modo que se fortalezca también el sentido de pertenencia a la sociedad de Singapur y la ayuda a sus connacionales.
Los cinco politécnicos y tres de las universidades expandirán sus criterios de aptitud para la admisión para incluir alumnos con notas más bajas, pero que evidencian interés y pasión para ingresar al curso de su preferencia.
Se trata de que los alumnos no solo estudien sobre las flores sino se detengan a olerlas y a maravillarse con su belleza, dice el Ministro de Educación, Ng Chee Meng
Fecha: Lunes, 23 de mayo y martes 24 Hora del día 1: 14.00 a 17.00, hora de la ciudad de Washington / 18.00 a 21.00 (GMT) o vea su hora local Hora del día 2: 9.00 a 10.30, hora de la ciudad de Washington / 13.00 – 14.30pm (GMT) o vea su hora local Lugar: En línea
Los países en desarrollo enfrentan presiones en materia de competitividad que los pueden llevar a bajar las tasas impositivas y reducir su base imponible. Ellos deben también combatir la evasión de impuestos de las empresas multinacionales y los mecanismos para evadir el pago de tributos usados por los ricos, tal como lo demostró recientemente la publicación de los papeles de Panamá. Estas dinámicas están dañando a los países en desarrollo, poniendo en peligro su habilidad de fortalecer la capacidad del Estado y, en algunas ocasiones, dando lugar a aumentos de impuestos para los pobres.
¿Pueden los países en desarrollo ganar estas «guerras fiscales» por sí solos? ¿Qué podemos hacer para ayudarlos? ¡Únase al debate!
Haga clic aquí (i) para obtener más información sobre la conferencia completa, que durará dos días.
Agenda:
Día 1: «Reducir el secreto y mejorar la transparencia fiscal»
El exsenador estadounidense, Carl Levin, dará inicio al diálogo sobre cómo las investigaciones impulsadas por los Gobiernos pueden dar lugar a mejores leyes tributarias y de qué manera los países en desarrollo pueden enfrentar mejor la planificación fiscal agresiva de las empresas multinacionales. Levin encabezó varias investigaciones de alto nivel relacionadas con casos de evasión tributaria y prácticas dirigidas a evitar el pago de impuestos, entre ellas el uso de paraísos fiscales por parte de la empresa Apple, y promovió numerosas reformas sobre contabilidad empresarial y contra el lavado de dinero en Estados Unidos. Posteriormente, habrá un debate interactivo, en el que la audiencia que esté conectada en Twitter podrá votar.
Día 2: «Ampliar la base imponible mundial: Imponer gravámenes para promover bienes públicos y los impuestos al tabaco»
El profesor George Akerlof, ganador del Premio Nobel de Economía en 2001, y el profesor Philip Cook de la Universidad de Duke abrirán un debate acerca del uso de los impuestos al tabaco para mejorar la salud y aumentar los ingresos, prestando especial atención a las experiencias de Filipinas, China y Uruguay.
Los estudiantes de esta ciudad china ocupan los puestos más altos en los exámenes escolares internacionales, y el Banco Mundial, que provee asistencia financiera y técnica a los países en desarrollo, publicó un reporte de la investigación del éxito académico de Shanghái.
El estudio descubrió que la enseñanza era la ventaja más grande, además del sistema de entrenamiento constante de los profesores y el mejoramiento de sus habilidades.
Los maestros en Shanghái, en promedio, pasan solo un tercio de su tiempo enseñando. La mayor parte del día la pasan en entrenamientos, capacitaciones y trabajando con mentores.
Hay requisitos rigurosos para dedicarse a la enseñanza, que es vista como una ocupación prestigiosa, y aunque los candidatos al oficio pueden ser rechazados, el estudio encontró que en la práctica esto era raro.
En cambio, hay un sistema con un énfasis muy fuerte en el entrenamiento y una carrera construida a partir de incentivos para los mejores maestros.
Trabajo prestigioso
El 30% de los ingresos de los profesores puede consistir en pagos de méritos, dependiendo del nivel al que enseñen, adicionales al sueldo básico.
Se espera que los profesores que dirigen escuelas sigan enseñando y parte de su salario se vincula con el desempeño de sus instituciones.
Hay incentivos para profesores y directores que trabajan en escuelas de bajo rendimiento y escuelas rurales, como el ayudarles a que sus carreras avancen más rápido.
También puede haber rotaciones de profesores que trabajan en los colegios menos favorecidos.
La autora del reporte Xiaoyan Liang dijo: «Uno de los aspectos más impresionantes del sistema educativo de Shanghái es la manera en la que cuida, apoya y administra a los profesores, que están al centro de cualquier esfuerzo para elevar la calidad de la educación en las escuelas».
Dijo que el nivel de respeto público por los profesores en Shanghái era otro reflejo de «qué tan bien enseñan; son verdaderos profesionales».
El Banco Mundial también descubrió que Shanghái se beneficiaba de un sistema de «colegios encargados», en el que los colegios más fuertes se «hermanaban» con colegios más débiles para que eleven sus niveles.
Igual que EE.UU. y el Reino Unido
Shanghái, con una población de más de 23 millones, tiene su propio sistema de educación descentralizado y participa en las pruebas Pisa por derecho propio.
Las evaluaciones más recientes, aplicadas por la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo (OECD, por sus siglas en inglés) ubican a Shanghái en los primeros lugares de matemáticas, lectura y ciencia, en una tabla global de países y sistemas escolares regionales.
La población de Shanghái está significativamente mejor educada que el promedio nacional de China.
Aunque tiene una cantidad importante de alumnos pobres, el reporte destaca lo bien que estos alumnos menos favorecidos se desempeñan en el colegio.
El director de educación de la OECD, Andreas Schleicher, muestra que el 10% de alumnos más pobres de Shanghái son tan buenos en matemáticas como el 20% de los adolescentes más privilegiados del Reino Unido y Estados Unidos.
El reporte del Banco Mundial describe a Shanghái como una ciudad que tiene «uno de los sistemas educativos más igualitarios» del mundo, así como el que obtiene mejores resultados.
Públicos y privados
El estudio muestra altos niveles de estudiantes migrantes, que han llegado con su familia a Shanghái desde otras partes de China.
Casi la mitad de los 1,2 millones de alumnos de primaria y los primeros años de secundaria fueron clasificados como migrantes.
La mayoría de ellos asiste a colegios estatales, pero casi un cuarto de ellos va a colegios privados, con mensualidades pagadas por autoridades locales.
Cerca del 10% de los alumnos estudia en colegios privados.
Se espera que los colegios ofrezcan una currícula común, pero cerca del 30% del horario puede ser definido individualmente por cada colegio.
Cuestionamientos
Pero hay otros factores sociales a considerar. El sistema no contempla que haya rendición de cuentas a los padres o mecanismo para impugnar las decisiones de las escuelas o las autoridades educativas.
También hay preguntas sobre la presión que este sistema altamente competitivo, centrado en exámenes, ejerce en los alumnos. Así como los exámenes públicos , el sistema escolar tiene muchas pruebas internas y evaluaciones internas.
Y ha habido advertencias acerca de la falta de «bienestar emocional» que viene por la concentración en el éxito en los exámenes.
Shanghái, que relaciona la ambición económica con la inversión en educación, ha servido de ejemplo para otros países que desean elevar los niveles de sus colegios.
Esta semana, representantes de 25 países en vías de desarrollo, entre ellos Brasil, Afganistán y Etiopía, visitaron escuelas en Shanghái para evaluar maneras de mejorar sus sistemas de educación.
Harry Patrinos, gerente del sector de educación del Banco Mundial, dijo: «la enseñanza de alta calidad está directamente relacionada con un fuerte crecimiento económico y una rápida reducción de la pobreza, por lo que las ideas provenientes del éxito de Shanghái podrían servir de mucho en un mundo donde unos 250 millones de niños no pueden leer o escribir, a pesar de haber ido a la escuela».
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