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España: La comunidad educativa de Madrid se planta contra la prohibición de Ayuso del apoyo a Palestina: «No nos va a silenciar»

La comunidad educativa de Madrid se planta contra la prohibición de Ayuso del apoyo a Palestina: «No nos va a silenciar»

Val Torres

indicatos, AMPAS y estudiantes responden al veto del Ejecutivo regional y exigen el cese de la retirada de símbolos y banderas en apoyo al pueblo palestino en colegios e institutos de la Comunidad de Madrid

Sindicatos, Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y estudiantes han respondido al veto que se conoció este miércoles, impulsado desde el Gobierno de Ayuso, para retirar símbolos y cancelar actividades de solidaridad con Palestina en colegios e institutos públicos y concertados de la Comunidad de Madrid. La comunidad educativa se ha movilizado para exigir a la Consejería de Educación una rectificación y el cese de las presiones para silenciar las voces de la enseñanza que claman por un alto el fuego y que defienden los derechos humanos en las aulas.

Esta respuesta de los profesores la lidera el sindicato minoritario Stem, que este miércoles recordó a la Consejería que toda limitación de la libertad de cátedra debe tener una “base legal justificada y proporcionada”; y la plataforma de profesores Menos Lectivas, que ha lanzado este jueves una campaña de llamamiento a la docencia madrileña para que acudan a clase portando símbolos palestinos como la sandía, la kufiya o los colores de la bandera.

“No nos vamos a callar ante el genocidio. ¡Viva la educación pública, viva Palestina libre!”, anima Menos Lectivas en el comunicado.

Campaña de llamamiento de Menos Lectivas para portar símbolos de apoyo al pueblo palestino
Campaña de llamamiento de Menos Lectivas para portar símbolos de apoyo al pueblo palestino (Menos Lectivas)

A su vez, más de 70 asociaciones de madres y padres de centros públicos y concertados han firmado este jueves un texto de condena al “hostigamiento de la Consejería de Educación a equipos docentes y familias por mostrar su apoyo a la población palestina”. En este comunicado, firmado por AMPAS de colegios e institutos de toda la región, exigen “que se respete la libertad de expresión de toda la comunidad educativa”.

“Educar en derechos humanos no es adoctrinamiento, es uno de los principios básicos de nuestro sistema educativo y de todo nuestro sistema democrático. Por ello, apoyaremos e incentivaremos aquellas iniciativas que, tanto dentro como fuera de los centros educativos se lleven a cabo, para alzar la voz contra este genocidio”, añaden.

Sin embargo, la posición de la Consejería permenece en la negativa de permitir estas inciativas, a pesar de que en 2022 se colocaron símbolos en los mismos centros en favor de la población ucraniana que sufre la invasión rusa. Este miércoles la presidenta madrileña justificó estas acciones represivas con el objetivo de “no politizar” los colegios, a pesar de que la educación en derechos humanos está incluida en el currículo por el que se rige la enseñanza madrileña. “Dejen de intentar adoctrinar”, zanjó Ayuso.

Este jueves han salido nuevos testimonios de visitas o llamadas de Inspección que ordenan retirar banderas o carteles. El ayuntamiento de Rivas, uno de los municipios afectados, se ha rebelado contra estas restricciones y su alcaldesa, Aída Castillejo, ha recordado al Gobierno regional que los colegios son de titularidad municipal, y que la Comunidad de Madrid solo regula la parte curricular y, por tanto, está fuera de su legitimidad decidir sobre estas actividades: “Es evidente que Ayuso y el Gobierno regional solo buscan imponer y recortar la libertad de los centros educativos para educar en valores y derechos humanos”, asegura en una nota hecha pública esta tarde, una carta enviada enviada a los centros educativos y a las AFA de la ciudad en la que destaca que los centros escolares “son espacios donde el conjunto de la comunidad educativa trabaja cada día para construir modelos de convivencia basados en la igualdad, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos”.

Por su parte, los estudiantes tampoco permanecen impasibles. Varios adolescentes que tenían programada una reunión este jueves con la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, critican las prohibiciones. Su instituto, comprometido con el genocidio en Gaza, continúa en lucha defendiendo estas muestras de apoyo. “No hay ningún tipo de opinión, solo exponemos los hechos, que son brutales y cada uno con su criterio que saque las conclusiones”, dice una de estas estudiantes.

Fuente: https://www.eldiario.es/madrid/politica/comunidad-educativa-madrid-planta-prohibicion-ayuso-apoyo-palestina-no-silenciar_1_12614090.html

Fuente de la Información: https://rebelion.org/la-comunidad-educativa-de-madrid-se-planta-contra-la-prohibicion-de-ayuso-del-apoyo-a-palestina-no-nos-va-a-silenciar/

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Mundo Educativo: Cómo los profesores sustitutos pueden conectar con sus estudiantes

Cómo los profesores sustitutos pueden conectar con sus estudiantes

 

Cuando comencé a trabajar como maestra sustituta, no podía quitarme la sensación de que había dejado algo atrás.

Tras una década como profesora de lengua y literatura a tiempo completo, me costó adaptarme a mi nuevo rol como sustituta. Iba de un aula a otro, siguiendo los planes de otros profesores, preguntándome si me había equivocado. Extrañaba el ritmo de mi propia clase. Algunos días, me preguntaba si aún contaba como profesora «de verdad».

Entonces llegó Halloween. Sustituí a un grupo de séptimo grado en lengua y literatura a mitad de su unidad sobre Rebeldes , una novela que había enseñado durante años. Decidí ponerme mi viejo disfraz de Johnny Cade: vaqueros, chaqueta vaquera, gomina y un toque de negro para los ojos. A medida que avanzaba en el horario del día, la noticia de mi disfraz parecía correr la voz; cada grupo de alumnos que entraba al aula estaba más emocionado que el anterior. Me sentí de nuevo con los pies en la tierra.

Esa experiencia no solo fue divertida, sino también una llamada de atención. Me di cuenta de que no me había dado cuenta de cómo ya conectaba con los estudiantes. Las conexiones eran pequeñas y fáciles de pasar por alto; un estudiante me saludó por segunda vez en una semana con un «Qué bien, ya volviste», mientras que otro me dejó una nota de agradecimiento por ayudarme con un ensayo.

Desde entonces, he encontrado enriquecimiento en la docencia sustitutiva. A lo largo del camino, he recopilado varias estrategias que me han ayudado a mantenerme involucrada y marcar la diferencia, día a día. Estas estrategias, útiles tanto para los nuevos suplentes que aún están aprendiendo , como para los docentes de tiempo completo que están reduciendo sus funciones de suplente, se describen a continuación.

Conectando con estudiantes como sustituto

Empieza con los nombres: Suena básico, pero aprenderse los nombres de los estudiantes es la manera más efectiva para que un sustituto establezca una buena relación. Cada mañana, pido dos copias de las listas del día: una para enviar a la secretaría y otra para guardar. Durante el trabajo independiente, reviso la lista mientras recorro el aula, poniéndome a prueba con los nombres y las caras. Incluso aprenderse unos pocos nombres nuevos cada día suma con el tiempo, y les demuestra a los estudiantes que estoy prestando atención, no solo de paso.

Hazte visible más allá del aula: Estar presente en los partidos y eventos estudiantiles es otra forma fácil de conectar. Siempre que veo camisetas en clase, pregunto a qué hora empieza el partido de esa tarde y me paso unos minutos de camino al coche. La primera vez que lo hice, me sentí un poco incómodo animando a una universidad donde no trabajaba a tiempo completo, pero a ninguno de mis alumnos les pareció raro; simplemente estaban encantados de verme seguir adelante.

Asigne a los estudiantes roles clave: En todas las clases, siempre hay estudiantes que se ofrecen como voluntarios rápidamente. Dependiendo del grado, me gusta asignarles tareas para que me mantengan al día: uno para recordarme los cambios de hora, otro para encargarse de las salidas del baño y otro para darme una señal secreta si la clase necesita un descanso. Asignar estos pequeños roles cambia la dinámica del aula; relaja la tensión que a veces surge cuando un sustituto entra en un aula con una cultura bien establecida, marcada por personalidades fuertes o el estilo distintivo de un profesor. Incluso como un extraño por un día, los sustitutos corren el riesgo de alterar las normas del aula, por lo que este pequeño gesto respeta la experiencia del estudiante y establece una buena relación y confianza.

Lleva un kit de suplentes con listas de reproducción y retos que requieren poca preparación: La mayoría de los planes de suplentes incluyen una tarea clara, pero una vez que los estudiantes terminan, el resto de la clase puede convertirse en tiempo muerto. Quiero que los estudiantes me vean como algo más que un simple sustituto, así que llevo un kit de suplentes personal: una carpeta con secciones que contiene organizadores gráficos, materiales de arte e ideas flexibles que puedo usar en cualquier lugar, en cualquier curso, para aprovechar al máximo esos minutos extra.

Un ejemplo de ello es una lista de reproducción de cortometrajes del sitio web Short of the Week , que incluye una combinación de animaciones, minidocumentales y misterios que despiertan la curiosidad en todos los niveles. Para cada cortometraje, preparo una propuesta para un debate o una escritura, como reescribir el final o narrar la historia desde una nueva perspectiva. Estas películas listas para usar dan estructura a momentos que, de otro modo, serían solo relleno.

También me gusta incorporar algunas actividades grupales interactivas que mantengan a los estudiantes interesados ​​hasta que termine la clase. Me inspiro en juegos clásicos de lluvia de ideas y rompehielos, y luego los adapto a grupos de edad específicos. Una vez, una clase de quinto grado trabajó en conjunto para idear 50 usos diferentes para un clip; un grupo de noveno grado pasó el final de la clase debatiendo una lista de las 10 mejores películas de la década.

Estas actividades requieren poca preparación, pero fomentan el trabajo en equipo y la creatividad. Los estudiantes encuentran una forma sencilla de practicar el pensamiento crítico mientras se divierten, y yo puedo revitalizar esos últimos minutos aportando un poco de mi propia personalidad.

Ofrecer extensiones creativas para la hora de lectura: La frase «Saca tu libro de lectura independiente» es el recurso habitual de los profesores sustitutos cuando los alumnos terminan temprano. Sin embargo, no siempre es fácil conseguir la aprobación al final de la clase. En su lugar, ofrezco una opción sencilla de storyboard: papel en blanco y lápices de colores para que los alumnos conviertan una escena de su libro de lectura independiente en una tira cómica. Muchos profesores ya utilizan herramientas digitales similares; esta versión es más sencilla, pero sigue siendo familiar, y añade un poco de variedad a las rutinas de los alumnos.

Cuando se plantea como una alternativa a la lectura silenciosa, los estudiantes suelen estar ansiosos por probarla. Algunos crean cómics con monigotes, mientras que otros se toman su tiempo para añadir detalles y diálogos. Recojo los guiones gráficos al final de la clase y se los dejo al profesor de tiempo completo, quien puede usarlos como una revisión rápida de los objetivos de lectura o simplemente como prueba de su participación mientras no están.

Ya sea un cortometraje, un reto o una variante de la lectura independiente, creo que cada clase debería incluir un momento de reflexión, algo que haga que el tiempo valga la pena, no se desperdicie. Incluso en días con pocos planes o clases impredecibles, estas actividades demuestran a los estudiantes que te importan, que tus contribuciones son significativas y que hay innumerables maneras de estar presentes y conectar.

Fuente:  Zachary Shell / edutopia.com

Fuente de la Información: https://www.redem.org/como-los-profesores-sustitutos-pueden-conectar-con-sus-estudiantes/

 

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Los BRICS

Ponencia de Eric Toussaint

Una de las cosas que me ha llamado la atención al formar parte de este panel desde el inicio de la conversación es laausencia de referencias o menciones acerca del genocidio en curso en Gaza.

Para mí es fundamental este tema a la hora de realizar un diagnóstico sobre qué es y a qué se dedica este grupo se países conocido como BRICS.

En la declaración final de la cumbre de los BRICS publicada el 6 de julio en Río de Janeiro no aparece en ningún momento la palabra genocidio, ni se utiliza la palabra limpieza étnica.

Por lo tanto, se puede decir que los BRICS no denuncian el genocidio en Gaza.

Además, varios miembros de los BRICS mantienen relaciones económicas y militares con Israel. China es el principal proveedor de Israel a nivel comercial: 20 mil millones de dólares en exportaciones chinas hacia Israel en 2024. En comparación, las exportaciones de Estados Unidos a Israel alcanzaron 9 mil millones de dólares en 2024.

Rusia abastece a Israel de petróleo, carbón y cereales.

Brasil también comercia con Israel, incluso a nivel de armamento.

Nadie hasta ahora en nuestro panel ha mencionado a losEmiratos Árabes Unidos, un pequeño país miembro de los BRICS que mantiene una relación sumamente estrecha con Israel y Estados Unidos. Un país en el cual existe una base militar de Estados Unidos, una base estratégica con los F-35, los F-16, los AWACS, etc.

Los Emiratos Árabes Unidos, junto a Israel y Arabia, están construyendo una ruta terrestre para enlazar el Golfo de Dubái con el Mediterráneo a través de Arabia hasta el puerto de Haifa en Israel. Todo ello en competencia con la nueva ruta de la sede de China.

Los EAU están más en alianza con Estados Unidos que con los BRICS, lo que no les impide ser miembros plenoderecho de los BRICS, operando militarmente en la región. Ocuparon con Israel el archipiélago de Socotra, al norte de Adén, un lugar estratégico para el comercio del petróleo.

Hay muchas personas empeñadas en ver a los BRICS como la alternativa al imperialismo de EEUU y sus aliados, sin prestar atención a la parte más negativa de esarealidad, esto es algo que me preocupa sumamente.

Los BRICS están manteniendo con Israel relaciones comerciales y varios de ellos militares. La India tiene un comercio de 10 mil millones de dólares con muchos intercambios de armas con Israel.

Indonesia, miembro asimismo de los BRICS, utiliza el software de espionaje y vigilancia Pegasus, además deotro también desarrollado por Israel.

  • En resumen, mi primer punto es el siguiente: los BRICS ni hablan de genocidio ni toman la menor medida en cuanto a sanciones contra Israel.

Los BRICS deberían tomar medidas de boicot hacia Israel y no seguir abasteciéndole con materias energéticas que le ayudan a continuar funcionando con normalidad.

El segundo punto es: no creo que los BRICS constituyanun bloque, son una coalición en la cual existen importantescontradicciones. Hay aliados muy firmes de Estados Unidos dentro de esa coalición, por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos o Egipto.

Bien saben ustedes que el gobierno egipcio reprimió la marcha en solidaridad con Gaza, además de recibir 1.300 millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos, a condición de mantener la alianza con Israel. Sin olvidar que el 15% del consumo energético egipcio proviene del gas que importa de Israel.

Queda claro que nos encontramos ante una coalición con contradicciones internas y la idea según la cual representan una alternativa no funciona, porque ellos consideran (así lo dicen en su declaración final del 6 de julio) que el FMI tiene que mantenerse en el centro del sistema financiero internacional junto con el Banco Mundial y, a nivel comercial, la Organización Mundial del Comercio.

No proponen, pues, un modelo alternativo, proponen mantener la globalización neoliberal que está en plena crisis dentro del marco de una ofensiva muy fuerte de Estados Unidos.

Estoy de acuerdo con Claudio Katz cunado afirma que Estados Unidos se encuentra en un retroceso estructural, estoy totalmente de acuerdo, pero al mismo tiempo EEUU está en total ofensiva militar y comercial.

Si ustedes miran la declaración final de Río de Janeiro, no hay una ninguna condena hacia Estados Unidos. Se condenan los ataques contra Irán sin mencionar ni a Estados Unidos ni a Israel. Estados Unidos apoya a Israel y, por su parte, Israel es el brazo armado de Estados Unidos en Oriente Próximo. Estados Unidos está en la ofensiva contra Irán, dejando que Israel agrada Siria, el Líbano o Yemen.

Ninguna mención tampoco hacia los de los hutíes en la declaración final de Río. ¿Por qué? Porque los hutíes son considerados también por los BRICS como peligrosos. Aparte de Irán, que apoyaba a los hutíes, los demás miembros de los BRICS los consideran una amenaza haciasu comercio internacional.

Esa es la razón de la ausencia de cualquier mención de la agresión militar de Estados Unidos e Israel contra los hutíes en la declaración final.

Varios hablan de la desdolarización en curso. Hace más de 10 años decidieron los BRICS crear un fondo monetario propio llamado CRA. No funciona, no existe ese fondo monetario.

Varios países, miembros de los BRICS que necesitan créditos en divisas piden prestado dinero al FMI. Si existiera el fondo monetario de los BRICS, por ejemplo, Sudáfrica podría no acudir al FMI para pedir préstamos y acudir el CRA.

Respecto al nuevo Banco de Desarrollo creado por los BRICS y presidido por Delma Rousseff, he comparado los créditos otorgados por varios organismos internacionales durante  el periodo 2016-2023.

Son los datos que tenemos por completo para todos los años, entre 2016 y 2023. Los créditos del Nuevo Banco de Desarrollo alcanzaron apenas 30.000 millones de dólares. Los créditos del otro banco creado por China,  la AIIB, con sede en Beijing, pero que no es el Banco de los BRICS, alcanzan los 60 000 millones de dólares, es decir el doble de los del NDB.

El Banco Asiático para el Desarrollo, que es el equivalente del BID y forma parte de la familia del Banco Mundial, ha otorgado seis veces más créditos durante el mismo periodo que el nuevo Banco de Desarrollo, es decir 180 000 millones de dólares.

El Banco Mundial ha otorgado 500.000 millones de dólares en créditos en el mismo periodo, es decir, 15 veces más que el nuevo Banco de Desarrollo. Por su parte, el FMI ha otorgado 400.000 millones de dólares en créditos en el mismo periodo.

En cuanto a los bancos chinos, han otorgado entre 700.000 millones y 1.000.000 de millones de dólares. Es decir,otorgaron a través de sus propios canales hacia el resto del mundo más de 30 veces lo que el NDB de los BRICS ha prestado durante el mismo periodo.

Por todo lo anteriormente expuesto, por favor, no hablen del Nuevo Banco de Desarrollo y del CRA de los BRICS como algo en progreso, no corresponde para nada a la realidad. Es tomar sus sueños como una realidad.

Por otro lado, es importante tomar en cuenta que el Nuevo Banco de Desarrollo está otorgando en dólares de EEUU el 75% de sus créditos y que se financia principalmente con emisiones de bonos en dólares.

Como último ejemplo, me gustaría hablar del recientecrédito del FMI hacia Argentina, porque estamos hablando en parte a participantes que radican en Argentina y en general en América Latina. Los BRICS apoyaron dentro del FMI el crédito a Javier Milei otorgado en Abril de 2025.

Hubo un voto unánime en la dirección del FMI para ayudar políticamente a Milei frente a las elecciones de octubre 2025. Y eso va a tener una repercusión importante en las elecciones de octubre. Al mismo tiempo, China confirmó el acuerdo de crédito SWAP con Argentina por 5.000 millones de dólares y apoyó dentro del FMI ese crédito a Argentina.

¿Ustedes piensan que es la prueba de la existencia de una coalición contrahegemónica? ¿Una coalición llamada BRICS ayudando a Milei a superar la crisis económica que está atravesando y con el peligro de ver una victoria de la extrema derecha en otros países de América Latina,como Brasil, en las próximas elecciones?

Termino diciendo que nuestro principal enemigo es el imperialismo norteamericano, sus aliados europeos y de la región del Pacífico y de Oriente Próximo.

Es un error considerar que los BRICS constituyen el inicio de una alternativa a la dominación imperial de EEUU y de sus aliados. Es equivocarse profundamente. Necesitamos una verdadera alternativa a partir de las fuerzas de izquierda reales y de los pueblos en condiciones sumamente difíciles, y no tenemos, efectivamente, que seguir idealizando a los BRICS.

Para leer más sobre los BRICS : Eric Toussaint,  Serie «Preguntas y respuestas sobre los BRICS, 2025» (parte 1 y 2), « ¿Por qué los BRICS no denuncian el actual genocidio en Gaza?”, publicado el 14 de Agosto 2025, https://www.cadtm.org/Por-que-los-BRICS-no-denuncian-el-actual-genocidio-en-Gaza y « La pasividad o la complicidad de los BRICS+ con las guerras imperialistas », publicado el 16 de septiembre de 2025https://www.cadtm.org/La-pasividad-o-la-complicidad-de-los-BRICS-con-las-guerras-imperialistas

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El miedo a la libertad

La libertad puede ser tanto un regalo como una carga. Así lo advirtió Erich Fromm en su libro El miedo a la libertad, escrito en plena Segunda Guerra Mundial, cuando analizó cómo sociedades enteras, cansadas de la incertidumbre, cedieron su agencia a dictadores que habían sido elegidos por la vía democrática.

La verdadera libertad significa responsabilidad. Significa hacerse cargo de nuestras decisiones, aceptar la incertidumbre, convivir con la duda y enfrentar la complejidad de un mundo donde nada está garantizado. La libertad obliga a pensar, a elegir, a equivocarse y a volver a intentarlo. No es siempre lo más eficiente ni lo más cómodo. Implica tomar opciones morales, incluso cuando no hay respuestas claras.

Cuando las personas se sienten sobrepasadas, cuando el mundo se percibe inseguro como hoy, la tentación de renunciar a la libertad crece. Frente al vértigo de la incertidumbre, muchos buscan algo más fácil que la responsabilidad: un líder que les diga qué pensar, en qué creer, a quién culpar y a quién seguir. Es una salida rápida al peso de la libertad, pero con un alto costo para la democracia y la convivencia.

Fromm escribió: “Al rendirse a la autoridad, pasando a ser parte del grupo o cayendo en modo automático, el individuo cree escapar de la angustia de la libertad, pero en realidad pierde su yo.” Esa renuncia es, en el fondo, un pacto con la servidumbre voluntaria: se cambia la autonomía personal por la seguridad de seguir órdenes.

Los síntomas de este fenómeno están presentes en muchos países. El ascenso de liderazgos autoritarios, incluso en democracias consolidadas, muestra cómo el miedo a la libertad erosiona instituciones y derechos conquistados con esfuerzo. Chile no está al margen de esta tendencia. Hoy abundan discursos que culpan a los migrantes de la delincuencia, a la sociedad civil organizada de frenar el desarrollo, a los jóvenes de la violencia, o a las minorías de dividir a la sociedad. Es más fácil señalar con el dedo a “los otros” que reconocer nuestras propias fallas: un Estado imperfecto, partidos políticos incapaces de acuerdos, una élite desconectada y una ciudadanía que muchas veces elige la comodidad de la queja antes que el compromiso de la acción.

Y lo más grave es que muchos están dispuestos a ceder grados de libertad porque creen que los costos del autoritarismo recaerán en otros y no en ellos. Es una falsa seguridad, pues la historia muestra que, tarde o temprano, la arbitrariedad alcanza a todos.

Cada mes de septiembre celebramos nuestra independencia, pero pocas veces recordamos lo que significó para quienes la conquistaron. Bernardo O’Higgins, los hermanos Carrera, Manuel Rodríguez, José de San Martín y tantos otros dejaron atrás la relativa comodidad del orden colonial para asumir el riesgo y la incertidumbre de la libertad. Sabían que la independencia no era sinónimo de seguridad ni de certezas, sino de responsabilidad y de sacrificio colectivo. Esa misma lección sigue vigente hoy: la libertad exige coraje y compromiso, no obediencia ciega ni dependencia de quienes prometen soluciones fáciles.

El desafío que enfrentamos no es solo político, sino también cultural y personal. Defender la libertad requiere valentía para aceptar la incertidumbre, responsabilidad para ejercerla y compromiso para sostenerla en comunidad. La libertad no es un estado de gracia, es un trabajo cotidiano que se construye en las aulas, en los barrios, en las familias y en los espacios públicos.

La tarea de nuestra generación es resistir la tentación de delegar nuestras decisiones en manos de un salvador. Porque renunciar a la libertad en nombre de la seguridad es perder ambas: quedamos sin libertad real y, tarde o temprano, sin seguridad también.

La libertad no es fácil. Pero es la única garantía de dignidad, justicia y democracia. Y eso solo podemos conquistarlo si nos atrevemos a ejercerla en su complejidad, sin rendirnos al espejismo de soluciones simples que nos invitan, en realidad, a ser menos libres.

Fuente de la información:    https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: POSDATA

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El ATP en el marco de la NEM

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

 

Los ATP no sustituyen la función del docente ni del directivo, sino que la enriquecen.

El acompañamiento pedagógico se concibe como un proceso sistemático, con una intención pedagógica que tiene valor formativo para las figuras participantes, en el que se construyen alternativas conjuntas para enriquecer y mejorar la práctica docente” – Mejoredu

Dentro de la estructura del sistema educativo mexicano existe una figura que, aunque en muchas ocasiones ha permanecido en la sombra, desempeña un papel esencial en la vida escolar: el Asesor Técnico Pedagógico (ATP). Esta figura, concebida como un profesional especializado en pedagogía, tiene la encomienda de acompañar, asesorar y apoyar a las maestras, maestros y colectivos escolares en la mejora de sus prácticas educativas. Su labor no es menor, pues se convierte en un puente entre la política educativa, los planes y programas oficiales, y la realidad cotidiana de los salones de clase, donde se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Los ATP no sustituyen la función del docente ni del directivo, sino que la enriquecen. Su misión es propiciar espacios de reflexión colectiva, de diálogo pedagógico y de construcción de propuestas que permitan transformar la práctica educativa en beneficio del aprendizaje de niñas, niños y adolescentes. Se trata de una labor profundamente formativa, que no busca fiscalizar ni sancionar, sino orientar y generar condiciones para que cada escuela avance en su propio proceso de mejora continua.

En el marco de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), esta figura adquiere mayor relevancia. La NEM plantea una educación centrada en la comunidad, inclusiva, democrática y equitativa, en la que cada docente es agente de cambio. En este contexto, los ATP actúan como guías que acompañan a los maestros en la implementación de nuevas metodologías, en la atención a la diversidad y en la construcción de proyectos educativos que respondan a los retos del rezago y a las desigualdades persistentes en los contextos escolares.

Su trabajo se organiza en torno al Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas (SAAE), que establece que el ATP debe visitar los centros escolares, observar las prácticas docentes, dialogar con los colectivos, diseñar planes de asesoría y acompañamiento, y dar seguimiento a las acciones emprendidas. Esta intervención no se limita a un apoyo técnico, sino que busca fortalecer la autonomía profesional del magisterio y contribuir a la formación integral de los estudiantes. Entre sus responsabilidades está orientar a los docentes en áreas clave como el pensamiento matemático, la comprensión lectora, la ciencia y la tecnología, el desarrollo socioemocional y la construcción de una cultura de paz.

No obstante, esta figura enfrenta retos significativos: falta de reconocimiento social y laboral, nombramientos temporales que limitan la continuidad de los proyectos, sobrecarga de tareas administrativas y, en ocasiones, la ausencia de programas de formación integral que fortalezcan su quehacer. Aun con estas dificultades, los testimonios de docentes y directivos dan cuenta del valor de su acompañamiento, al señalar que sus intervenciones han sido clave para mejorar las prácticas pedagógicas y motivar a los colectivos escolares.

Históricamente, los ATP han transitado de ser considerados “apoyos técnicos” a convertirse en agentes de transformación pedagógica. Sus funciones han evolucionado desde el impulso de la capacitación en las décadas pasadas hasta consolidarse como figuras encargadas de mediar entre la teoría pedagógica y la práctica docente. En las zonas escolares más complejas, especialmente aquellas con rezago educativo, marginación o diversidad cultural y lingüística, el papel del ATP resulta indispensable para garantizar que las políticas educativas se traduzcan en aprendizajes reales y significativos para el alumnado.

El reto hacia el futuro es claro: revalorar esta función y otorgarle la certeza laboral y la formación continua que demanda, pues solo así se podrá consolidar su papel como guía pedagógica y como mediador entre la política educativa y la realidad del aula. Los ATP no son auxiliares administrativos ni figuras decorativas; son actores clave de la transformación educativa. Hacer visible su trabajo ante la sociedad en general y ante el propio sector educativo es una forma de reconocer que, sin su acompañamiento, los esfuerzos por mejorar la educación difícilmente alcanzarán la profundidad que exige la Nueva Escuela Mexicana. Porque la educación es el camino…

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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El 15 M-25 es una pregunta… cuya respuesta no existe

Columna ‘Cortocircuitos’/Insurgencia Magisterial

El 15 M no es solo un movimiento, es un acontecimiento político, pues logró lo impensable…

Porque ignoraba que el deseo es una pregunta
Cuya respuesta no existe,
Una hoja cuya rama no existe,
Un mundo cuyo cielo no existe.

Luis Cernuda

Un movimiento puede ser muchas cosas: la dramatización de contradicciones larvadas durante mucho tiempo; la arena de una conflictividad manifiesta; o la estrategia para conseguir demandas sentidas. Puede ser muchas cosas, verdaderas o falsas, incluso se le pueden atribuir sentidos malsanos, intenciones perversas u oportunidades perdidas, porque un movimiento es la acción y su discurso, los hechos y los significados, las batallas y las metas, los cuerpos y los ánimos; también las interpretaciones y las concepciones, las enseñanzas y los vacíos, las dudas y los límites.

Una cosa más, sobre todo en los movimientos–acontecimientos, esos que sintetizan las batallas del presente y descubren los nudos del devenir. Esos que son más preguntas que respuestas, los que otean lo desconocido, lo inconcebible todavía, lo que demanda otros conceptos, otros perceptos, otros modos de pensar y de actuar: los que descubren lo infranqueable. Los que encuentran una situación en la que no se puede avanzar porque no hay tierra firme y solo se divisa lo desconocido, esa sensación de estar en la cuerda floja, en un mar de dudas, sin un punto de apoyo para sortear las barreras, con un futuro incierto, desafiante, porque se sabe que al volver la vista atrás solo se advierten los destrozos de lo inadmisible.

Eso es el 15 M:

  • un movimiento que pudo lograrse por la confluencia de múltiples fuerzas en lucha agrupadas en la CNTE, que traspasó con creces el radio de acción tradicional de las secciones históricas, Oaxaca y Chiapas, con la participación renovada, en medio de dificultades internas innegables, en la 9 de la Ciudad de México, la 18 de Michoacán, la 14 de Guerrero, y de grupos locales en Morelos, Puebla, Veracruz, Quintana Roo, más la emergencia de fuerzas del centro del país, como la nueva sección de la CNTE en Zacatecas, más los contingentes de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, la Laguna, Baja California, Guanajuato, Querétaro y un grupo potente de docentes yucatecos;
  • un movimiento que se articuló por el ensamblaje de las secciones que no cejaron en el gobierno de la 4T, como la 7 de Chiapas, con las que progresivamente fueron desembarazándose política y cognitivamente de la esperanza depositada en AMLO y la prometida transformación nacional;
  • un movimiento que armó un pliego de demandas estratégicas y radicales, dos fundamentalmente: la abrogación de la reforma educativa EPN-AMLO, lo que significa dos cosas: primero que ya no consideran la de EPN como parcial, laboral, sino integral, un poco con retraso pero al fin; segundo, que no hubo cancelación de la reforma educativa, sino continuidad y profundización entre las reformas constitucionales de EPN y AMLO; además, de que las críticas e insatisfacciones producidas por la reforma neoliberal de la Ley del ISSSTE de 2007 ya no se pueden resolver con modificaciones puntuales, como los cambios en los tiempos y las edades de jubilación, o el cambio de UMA’s a salarios mínimos, sino con la abrogación de la ley y la construcción de un nuevo dispositivo jurídico-administrativo de las pensiones magisteriales;
  • un movimiento que obligó a los gobiernos de la 4 T a reconocer el problema pensionario y prometer cambios constitucionales, como lo hizo AMLO en 2024 y Claudia en su toma de posición, pero que ni el primero ni la segunda cumplieron su palabra; por el contrario, la presidenta se refugió en los problemas presupuestales, jurídicos e institucionales que implicaría la abrogación de la ley y un nuevo sistema de pensiones, para lo cual realizó cambios mínimos a la ley y reivindicó la presunta solución de AMLO: la pensión del bienestar, en su versión compensatoria, financiada por el Fondo de Pensiones para el Bienestar para el régimen de cuentas individuales, lo que significa solo una cuestión: el Estado financiará el complemento de la pensión individual hasta poco más o menos 17 mil pesos, es decir, que se garantiza una pensión máxima para que las AFORES sigan haciendo negocio con las cuentas de retiro de los y las maestras;
  • un movimiento que hizo evidentes los LÍMITES Y CONTRADICCIONES de la gubernamentalidad progresista, es decir, el modo de gobernar de la 4T, que modera los efectos de la institucionalidad neoliberal pero NO puede, NO quiere, NO sabe o NO se atreve a cambiarlos, menos a inventar algo nuevo, por eso sus políticas se perciben como un engaño, y la transformación como una mascarada;
  • un movimiento que también encontró sus propios límites de acción, de organización, de concepción y de propuesta, claramente observables en el discurso en negativo: abrogación, derogación, cancelación, pero tiene dificultades a expresarse todavía en positivo, en propuesta o en hipótesis de masa; por ejemplo, ¿cómo pasar de un sistema a otro? ¿cómo resolver la cuestión de los dos sistemas vigentes, aunque con claro dominio del de cuentas individuales? ¿cómo financiarlo ante los cambios demográficos y el estancamiento salarial? ¿qué hacer con las AFORES? ¿Cuál tasa de reemplazo es la que garantiza pensión digna?, entre muchísimas otras cuestiones. En otras palabras, sabemos ya lo que no se quiere, sabemos ya que las reformas puntuales no garantizan nada, entonces, ¿cómo hacemos para forzar un cambio efectivo?

Por todo esto decimos: el 15 M no es solo un movimiento, es un acontecimiento político, pues logró lo impensable:

  • formular una problematización histórica: el cambio del régimen de pensiones del magisterio;
  • poner sobre las cuerdas a la gubernamentalidad progresista: ya no hay esperanza, ni engaño, la 4T es lo que es: una forma de gobernar que solo bordea o atempera los efectos del neoliberalismo, pero que no sabe, no quiere, no puede ni se atreve a removerlos;
  • pero también mostró que la fuerza renovada de la CNTE y los grupos magisteriales que se mueven junto y al margen de ella no pueden forzar los cambios institucionales, mentales y organizativos que obliguen a dar un salto adelante, que desmantelen el neoliberalismo, quizá porque ya no es una gubernamentalidad entre otras, sino LA fase superior del capitalismo tardío.

Fuente de la información e imagen: Insurgencia Magisterial

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Nosotres y el capital: Apuntes para pensar una política sexual de les explotades y oprimides

Por: Joana Bregolat

La sensación de miedo, incerteza y repliegue ocupa muchos espacios en los tiempos actuales de la política. Desarrollamos nuestras vidas en un período convulso, de crisis y rupturas, de tiempos lentos y atravesado por impasses, pero también en el que las tendencias destructivas del capital se ven aceleradas y agravadas. La centralidad que toma el auge de la extrema derecha reaccionaria global, el aumento de las contradicciones interimperialistas junto a la reordenación geopolítica que le acompaña, y la intensificación violenta de los procesos de extracción de valor, nos confirman una de las frases más repetidas en los últimos años: nos encontramos en un nuevo ciclo político.

Reconocer este cambio de ciclo lleva implícita la tarea de repensar nuestras formas de acción. Una revisión de nuestras prácticas, de nuestras herramientas para el conflicto y de nuestras formas organizativas para acompasarlas a los ritmos y necesidades del momento, para ser capaces de detectar las mediaciones que nos permiten avanzar hacía nuestro objetivo, y así orientar nuestra intervención. Esto, en el caso que nos ocupa, implica aterrizar toda política sexual radical examinando la sexualidad como fragmento del espejo a recomponer y potenciar aquellos elementos subversivos de las disidencias sexuales que amplían el campo de los conflictos de clase. Una tarea que como militantes revolucionaries disidentes afrontamos con la convicción de que las luchas por la liberación sexual y de género son una herramienta de lucha clave para articular el sujeto de clase, resituar el conflicto y avanzar hacia un horizonte libidinal y emancipador para el conjunto de la clase trabajadora.

Ante la magnitud de la tarea que nos proponemos y conscientes de que toda conclusión que se pueda dar debe ir más allá del terreno de la abstracción, en estas líneas que siguen el objetivo es acercarnos a la sexualidad desde la noción de crisis y vislumbrar cuáles pueden ser los lugares sobre los que inscribir toda apuesta sexual radical en la praxis real de la política de les explotades y oprimides.

1. Nuestras sexualidades en tiempos de crisis
Si partimos de comprender que ningún aspecto de la vida capitalista –incluyendo la sexualidad, los afectos, los cuidados y el deseo– existe de forma aislada a su formación social, debemos reconocer también que la organización del conflicto antagonista en estos campos tampoco es ajena o externa a las relaciones económicas que se dan en nuestras sociedades y merece ser cuestionada, discutida y actualizada. Por ello, es fundamental que aquelles militantes que nos reconocemos bajo el paraguas de las disidencias sexuales, seamos capaces de comprender qué implicaciones específicas tienen las crisis sobre nuestras vidas y sobre las relaciones sociales de clase en las que estamos insertas.

Desde las coordenadas marxistas, las crisis son leídas como un elemento fundamental del proceso de acumulación y su tendencia hacía el desarrollo ilimitado de las fuerzas de producción y reproducción. Un resultado necesario de la forma de producción capitalista que, mediante sus imperativos cada vez más demandantes en tiempo y recursos, choca con más virulencia con los límites de su riqueza. La irrupción de las crisis en el proceso de reproducción del capital y sus efectos en las dinámicas de acumulación no son deducibles en abstracto, se encuentran enmarcados en contextos históricos concretos, pero en su desarrollo general observamos la tendencia en restaurar y ampliar el poder del capital. Por ende, en los tiempos de crisis observamos no sólo cómo se hacen patentes las contradicciones del modo de producción capitalista, sino también cómo se intensifican sus mecanismos de dominación 1.

Las crisis del capital no son solo un momento en el que se interrumpe la acumulación: en su desarrollo, también se ponen en marcha dinámicas de poder para restablecer las condiciones de un nuevo ciclo de acumulación. Así, devienen tanto un quiebre como un punto de partida, tanto una contradicción como un método de resolución del capital, y tanto una barrera como un “ciclo rejuvenecedor de la acumulación”. Esta ambivalencia que atraviesa el papel de las crisis nos hace complejizar su definición, salir de determinismos que nos llevan a concebirlas solamente como signos de debilidad del poder del capital, y a apreciar que la prevalencia de las dinámicas que hacen posible que el capital vuelva a su cauce dependen también del equilibrio de fuerzas del momento. Sus posibilidades de impugnación, de disputa, pues, no deben ser menospreciadas y por ello, las disidencias sexuales, no deberíamos ser ajenas a sus desarrollos.

Las turbulencias que hoy acarrea el agravamiento de las crisis múltiples, sucesivas y entrelazadas, que atraviesan nuestras vidas cotidianas se materializan en una reconfiguración de los regímenes sexuales y de las estructuras que los sustentan. Una reconfiguración en cómo el capital se relaciona con nuestros cuerpos y sexualidades disidentes, en cómo encajan nuestros afectos,  cuidados y deseos en sus circuitos de extracción de valor, y en cómo se tolera nuestra diferencia sin poner en cuestión la base económica en la que se ampara. Una reconfiguración que vuelve a regular cuántas caricias son permitidas 2 para que las disidencias sexuales no nos desviemos de nuestro camino en la reproducción del capital, y genera nuevas normas en el juego de la competencia por derechos dentro de los Estados neoliberales.

Así, en este nuevo ciclo político reaccionario, experimentamos el auge de pánicos morales y conservadores que reformulan las lógicas de asimilación/aceptación de nuestros cuerpos y sexualidades en la normalidad capitalista. Vemos enaltecidos procesos de desublimación 3, que disciplinan y controlan cada vez más nuestros cuerpos, vidas, afectos, cuidados y deseos; y dinámicas de refuerzo a postulados autoritarios, que fragmentan y desagregan las disidencias en nombre de la seguridad mediante fuerzas policiales, muros fronterizos y derechos restringidos –cuando no negados–. Nos encontramos en un escenario adverso para aterrizar una praxis política disidente en la que la urgencia de la resistencia no borre la necesidad de articular una ofensiva de les subalternes.

2. Recomponer el espejo: colectivizar la intimidad
La noción de crisis y su comprensión desde la crítica a la economía política alimenta la pulsión de romper con las apariencias de la realidad social que el capital ha distorsionado. Nos señala que existe una relación, una correspondencia entre las relaciones sociales –la sexualidad, el género, la raza, la capacidad, etc.– con los procesos de acumulación por desposesión que caracterizan el capitalismo actual, que no es rígida, que evoluciona y se transforma a medida que se reconfigura el capital, a golpe de crisis y restauración. Nos dibuja un mapa diferente, en el que se difuminan las fronteras entre vidas privadas y modo de producción capitalista, y en el que los trazos de las opresiones que marcan nuestras vivencias dejan de tener sentido si los analizamos por separado.

El prisma de la totalidad nos permite delimitar nuestra posición ante las teorías de sistemas dobles, triples o cuádruples, confrontando aquelles que en el campo de la política revolucionaria sitúan la opresión de género y la heterosexualidad como precondiciones lógicas del capital. Lejos de situarnos en una discusión abstracta, esta confrontación nos muestra la importancia teórica de distinguir en nuestra praxis revolucionaria entre los conceptos de explotación y opresión, entre las nociones de condición lógica o consecuencia necesaria, y de cómo de su comprensión diferencial emergen apuestas
político-estratégicas divergentes. Así, para quienes consideran que es a partir de las condiciones individuales y específicas de vulnerabilidad y opresión que el capitalismo deriva y da forma a las diferentes formas de explotación y que, luego, a través de ellas, reproduce las condiciones específicas de vulnerabilidad, se vuelve correcto pensar la heterosexualidad como base de la economía 4. Para elles la heterosexualidad deviene algo más que una orientación sexual: un modo de producción de personas que jerarquiza diferencias anatómicas y produce una doctrina de la diferencia sexual, cual “marca impuesta por el opresor” (Wittig, 1992). De ahí emana una defensa del separatismo como práctica política necesaria. Y es que, ¿cómo vamos a compartir espacios las disidencias sexuales y de género revolucionaries con aquelles que son nuestras antagonistas? Toda política mixta sería una cooperación interclasista e irreconciliable con un horizonte de emancipación.

Este cuestionamiento toma un cariz distinto desde nuestras coordenadas. Para nosotres, la clase no es una identidad: es una posición en el sistema, no una suma de dificultades individuales. Parafraseando a Holly Lewis, la clase es la mistificación de todas las relaciones sociales para ponerlas al servicio de la producción de plusvalía. Así pues, desde el prisma de la totalidad sostenemos que es el proceso de acumulación capitalista el que produce, o contribuye a producir, distintas formas de jerarquía social y opresiones como consecuencias necesarias para la extracción y apropiación de un excedente mayor. Reconocemos una relación dialéctica entre la lógica de acumulación capitalista –omnipresente, en movimiento– y las jerarquías sociales, que no sucede sólo en el plano abstracto: se encuentra atravesada por las formas de relación social existentes en el capitalismo. Tal como apunta Cinzia Arruza, esto no significa que el género y la sexualidad no produzcan beneficios: la reproducción del régimen heterosexual permite ocupar lugares superiores en el orden social, tener un mayor grado de aceptabilidad, trabajar en condiciones mejores que aquelles que se encuentran en sus márgenes, y disponer de un acceso privilegiado a la violencia y a la dominación sobre otres. La heterosexualidad deviene un dispositivo más en el repertorio del capital para la división y conflicto entre explotades y oprimides, dentro de una misma clase; y, por lo tanto, el capital no es indiferente a ella, ni se relaciona de forma oportunista o contingente, la (re)produce como subproducto para la acumulación. La (re)produce como herramienta para conseguir una mayor tasa de expropiación.

Esta relación entre el capital y la sexualidad es la que nos lleva a las disidencias sexuales y de género marxistas, a lo largo de la historia, a trabajar por recomponer el espejo roto en el que se refleja la política de clases y visibilizar que, sin les abyectes de clase trabajadora, sin nuestras luchas, la reificación capitalista sigue operando y coartando la emancipación sexual real de todes les explotades y oprimides. Por ello, las luchas por la liberación sexual y de género devienen un lugar de disputa política para el conjunto de la clase, un terreno fértil de lucha antagonista, que pone al desnudo el carácter ideológico y socialmente construido de las estructuras que sustentan los procesos de producción y reproducción del capital. Y que, a su paso, despunta las costuras de la intimidad capitalista y cuestiona cómo el capital regula y ejerce control sobre nuestros cuerpos, vidas y sexualidades. Un despunte que abre la puerta a hacer de nuestros afectos, cuidados y deseos vehículos para el conflicto.

3. Organizaciones para todes, organizaciones para el conflicto
Si en el inicio del artículo se apuntaba a la necesidad de revisar las prácticas y formas organizativas de las disidencias sexuales y de género para acompasarlas al momento actual, las nociones marxistas de crisis y de totalidad constituyen parte de nuestro repertorio estratégico para repensarnos. Actúan como herramientas que nos permiten reflexionar sobre qué rol jugamos hoy las disidencias sexuales y de género en las luchas que atraviesan nuestras realidades cotidianas, sobre cómo se relacionan nuestras organizaciones con el conjunto de la lucha antagonista –y si no lo hacen, preguntarnos por qué–, y sobre cuál debería ser nuestro papel en el desarrollo de la lucha de clases.

Estas preguntas nos trasladan rápidamente a las coordenadas del clásico debate entre reconocimiento y redistribución, y nos complejizan y desencorsetan la mirada dejando atrás las dicotomías simples que se plantean a su alrededor. Se nos presenta una relación dialéctica entre ambas posiciones, que discute con quienes leen el reconocimiento sólo desde el prisma de las políticas de identidad neoliberales y que busca restablecer la dimensión colectiva de las identidades recordando las estructuras comunitarias, obreras, de apoyo mutuo y de subsistencia que acogieron la identidad en tanto que lucha en el pasado 5 y que siguen haciéndolo hoy frente al auge reaccionario. Y desde aquí, aceptar que la solución al debate no se encuentra en rechazar la política de reconocimiento per se, sino en ser capaces de ampliar su concepción vinculándola a aquellas condiciones materiales, sociales e históricas concretas que componen nuestras vidas y haciendo de ellas, un lugar para el conflicto antagonista.

Así pues, el conflicto que nos permite avanzar en la autoorganización de las disidencias sexuales y de género de clase trabajadora va más allá de las luchas que abogan por el derecho de les diferentes a ser, vivir, como diferentes. Más allá de aquellas que reducen el horizonte de la liberación sexual y de género a una petición de ser iguales en la miseria. Nuestro repertorio de herramientas para el conflicto debe apuntar a la superación de estas dinámicas que nos posicionan constantemente en la elección entre guetificación y adaptación, como si ambas fueran recetas mágicas frente a la precariedad, la emergencia habitacional, el racismo, la violencia lgbtifóbica…, y no estrategias de fragmentación en las que solo ganan aquellos sujetos más visibles, menos incómodos para la cisheteronorma y la reproducción social del capital.

Frente a quienes sitúan el conflicto en los confines de la identidad y escinden la sexualidad del conjunto de la realidad social que vivimos también debemos ser cautes, especialmente con aquelles que ante el conflicto antagonista desechan toda cuestión relativa a la sexualidad y al género como terrenos de lucha. Ni sexualidad como fragmento aislado ni ceguera colectiva frente a las especificidades propias del capital sobre las disidencias sexuales y de género. El reconocimiento en el marco de las luchas por la redistribución no sucede de forma automática, ni la consciencia de que plantear luchas contra la precariedad o en defensa de los servicios públicos es hablar de liberación sexual y de género. El heterosexismo y el cisexismo se encuentran entrelazados cuando, bajo la percepción de una realidad homogénea para el conjunto de la clase trabajadora, se desdibuja el papel de las opresiones en las relaciones de producción y reproducción del capital.

Entonces, ¿qué tipo de conflictos decimos que pueden jugar un papel en la revisión y reconfiguración del movimiento por la liberación sexual y de género? Son aquellas luchas, aquellas rupturas, que nos permiten a las disidencias sexuales y de género plantear que la resolución de nuestras necesidades no puede darse solamente para nosotres. Conflictos que nos permiten desprivatizar la sexualidad, la afectividad, el deseo, el género y los cuidados en un sentido político, desplazarlos de las coordenadas propias de las disidencias y cuestionarlos desde un prisma amplio para el conjunto de la clase trabajadora. ¿Acaso la resolución de la desfamiliarización de los cuidados es una cosa que debe resolverse de manera diferenciada entre disidencias sexuales y de género y personas cisgénero? ¿O la cuestión del acceso a la vivienda debe ser separada por nuestra orientación sexual, por nuestra vivencia de género? ¿O la defensa de los servicios públicos no debe darse por las disidencias sexuales y de género junto al resto de la clase trabajadora? ¿O las respuestas ante el auge reaccionario global deben ser separades? Nuestra apuesta por el conflicto se inscribe desde aquí, desde el reconocimiento a que nosotres –en tanto que disidencias sexuales y de género y en tanto que trabajadoras– formamos parte de la base social por la que se está luchando, no solo cuando hablamos de sexualidad, sino del conjunto de elementos que ocupan y preocupan a la clase que pertenecemos.

Queremos tensar el conflicto desde distintas coordenadas: ser capaces de desplazarnos como conjunto ahí donde existe el potencial de una lucha antagonista. ¿Qué significa esto? Acercar los movimientos por la liberación sexual y de género a los conflictos que atraviesan al conjunto de la clase trabajadora, poner en cuestión formas organizativas, discursivas y de disputa política heteronormativas, cisgénero y patriarcales; pero, también, acercar aquellos movimientos y sindicatos en los que estamos organizades a las luchas por la liberación sexual y de género, reforzando que toda disputa en términos de identidad debe ir de la mano de una lucha redistributiva, debe ir de la mano con una política de clase para todes. Ese diálogo debe permitirnos expandir y radicalizar los conflictos, ampliar nuestras dinámicas organizativas y estrategias de lucha.

Conclusión: vislumbrar un frente de les explotades y oprimides
Si toda práctica política a desplegar por parte de las disidencias sexuales y de género debe actuar como reverso defensivo para la emancipación del conjunto de la clase trabajadora, deviene fundamental pensar en la superación de la dinámica actual del movimiento por la liberación sexual y de género, pues aquello que nos urge, aún está por construir.

Situar a las disidencias sexuales y de género como sujeto clave en la recomposición de clase no solo parte de la pulsión por construir un futuro nuevo de les explotades y oprimides, sino también por reconocer y dar espacio a las experiencias y prácticas que hoy ya existen y siembran a su paso el futuro que aspiramos. Es ser capaces de redirigir nuestra atención: descentrar las políticas de identidad neoliberales y hacer de toda política de clase una brecha para la construcción de una política sexual radical. Que nada de lo que pase sea ajeno a nosotres porque nosotres no somos ajenas a nada. Así, poner en acción enseñanzas de luchas concretas que hemos visto cómo en los últimos años lograban entretejer las luchas por la liberación sexual y de género con prácticas de sindicalismo social y autoorganización popular. Ejemplos de ello los encontramos en la experiencia de Les Inverti·e·s en la lucha en defensa de las pensiones en Francia, pero también en el papel que ha jugado en Argentina la Asamblea LGBTIQNB+ Antifascista al organizar marchas amplias en oposición al gobierno de Milei, y en el trabajo internacional que ha realizado el espacio Queers in Palestine desde el inicio del genocidio. Su acción política surgía y surge de las realidades que disidencias sexuales y de género experimentaban, pero su propuesta de resolución siempre iba y va más allá de elles mismes.

A su vez, esto implica también ser capaces de desplazar dinámicas autorreferenciales para plantear que en nuestras luchas también se articula un sujeto más amplio que las propias disidencias sexuales y de género, impulsando que la política sexual radical se dé por todos los cauces posibles. Tomar ejemplo de las experiencias de lucha del nuevo sindicalismo de EE UU: por ejemplo, del proceso de lucha que inició Starbucks Workers United, en el que a través de demandas concretas de los movimientos por la liberación sexual y de género impulsaron conflictos laborales que potenciaron la sindicación y fortalecieron un polo de lucha contra la precariedad en sectores minorizados en el panorama sindical. Apostar, por tanto, porque nuestras demandas, nuestras necesidades, puedan devenir herramientas para la construcción de la solidaridad de clase.

Puede que avanzar en esta dirección señale conversaciones pendientes y discusiones no resueltas entre las estructuras que hoy dan forma a las luchas por la liberación sexual y de género, pero también enfatiza la necesidad de cuidar aquellos espacios transfeministas y anticapitalistas en los que nos encontramos organizades y orientarlos hacía el conflicto. Y sí, también puede ser que en tiempos de auge autoritario, reaccionario y liberalizador siga siendo una tarea necesaria potenciar la autoorganización de las disidencias, sin restar importancia a la necesidad de desbordar los confines de las luchas por la liberación sexual y de género. En definitiva, puede que aquello que nos urge sea convertir las prácticas organizativas de las disidencias sexuales y de género en herramientas al servicio de una política radical de todes, y enriquecer la lucha anticapitalista desde las perspectivas disidentes que emergen en el interior de las luchas sindicales, antirracistas, anticapacitistas, feministas, ecologistas y antifascistas. Una posición desde la que ubicar enemigos comunes y entretejernos, desde la que vislumbrar un frente de les explotades y oprimides que plante cara al capital.

Referencias
Arruza, Cinzia (2015) “Logic or History? The Political Stakes of Marxist-Feminist Theory”. Viewpoint Magazine. Disponible en:  https://viewpointmag.com/2015/06/23/logic-or-history-the-political-stakes-of-marxist-feminist-theory/

Clarke, Simon (1990/1991) “The Marxist Theory of Overaccumulation and Crisis”. Science & Society, 54, 2, pp. 442-467.

Drucker, Peter (2023). Desviades. Normalidad gay y anticapitalismo queer. Barcelona: Editorial Sylone-viento sur.

Hybris, Ira (2022). “Introducción al marxismo queer. Conceptos para una política radical desviada”. Rojo del Arcoíris, Vol. 1, pp. 67-81.

Lewis, Holly (2020) La política de todes. Feminismo, teoría queer y marxismo en la intersección. Manresa: Bellaterra.

Mau, Søren (2023) Compulsión muda. Una teoría marxista del poder económico del capital. Ediciones Extáticas.

  • 1
    rxista de las crisis pone de relieve que: ‘una de las formas que una crisis ayuda a restablecer la rentabilidad es intensificando los mecanismos de dominación que también funcionan fuera de las épocas de crisis’. Así, hace referencia al uso estratégico por parte del capital de las estructuras de opresión vigentes, entendiéndolas como mecanismos necesarios para su existencia histórica y deviniendo una consecuencia necesaria para su reproducción.
  • 2 Tal como se plantea Ira Hybris en “Introducción al marxismo queer. Conceptos por una política radical desviada” (2022), Guy Hocquenghem sostiene que la ‘sociedad capitalista fabrica lo homosexual como produce lo proletario’, regulando las caricias para que no se equivoquen en su camino a la reproducción –naturalizada– de la fuerza de trabajo.
  • 3 Concepto de desublimación, que recogemos de Hebert Marcuse y Mario Mieli, plantean la liberalización de la sexualidad como una forma de represión. Bajo la apariencia de aceptación y asimilación, se organiza el deseo, se conduce el deseo, mediante canales comerciales cuando este ya no se puede simplemente reprimir violentamente. La mercantilización disciplina, la mercantilización educa en el control de lo posible.
  • 4 Para entrar más en detalle en estos posicionamientos, puede ser de interés: Zappino, Federico (2024). Comunisme queer. Notes per una subversió de l’heterosexualitat. Manifest Llibres [català]
  • 5 Facet, L. (2023). “El problema del sujeto de clase en el capitalismo tardío”. viento sur, 186.

https://vientosur.info/nosotres-y-el-capital-apuntes-para-pensar-una-politica-sexual-de-les-explotades-y-oprimides/

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