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Palestina es humanidad

La historia de Palestina es de humanidad y resistencia, un hecho que el sionismo israelí y el imperialismo estadounidense junto a las naciones europeas cómplices de sus mandatos han querido negar. Palestina es humanidad, su resistencia es ejemplo de dignidad y persistencia por defender su derecho a existir, y eso no se puede borrar con bombas ni con la ocupación ilegal del territorio palestino que realiza el ejército israelí.

El ejemplo palestino es el símbolo del siglo XXI que, poco a poco, va prendiendo la mecha de rebeldía, organización, conciencia, crítica, solidaridad, internacionalismo, lucha de clases, revolución y de unidad de los pueblos ante la atrocidad y el genocidio. Y sin importar el paso del tiempo la fuerza de la resistencia palestina se expande en el mundo. Por eso, al cumplir dos años del incremento del genocidio, es relevante considerar los siguientes puntos:

1. Palestina existe como pueblo y nación, con historia y cultura, que ha sabido desarrollar una permanente resistencia, y hoy, como ayer, tiene el absoluto derecho inalienable de defenderse ante los ataques continuos del sionismo y el imperialismo. La resistencia palestina es justicia y dignidad humana.

2. El genocidio contra el pueblo y la nación palestina no inició el 7 de octubre de 2023, ni es culpa de Hamas ni consecuencia de cualquier acto de resistencia. El genocidio, así como el despojo territorial y cultural contra Palestina, data de más de 77 años, siendo que, en 1948, al crearse por el imperialismo y las potencias europeas el Estado de Israel, se dio por oficializado el proceso de despojo y de colonización de Palestina por parte del sionismo israelí, teniendo en un principio a Gran Bretaña y los Estados Unidos como aliados principales, mismos que hoy siguen subsidiando las armas y los crímenes de lesa humanidad junto a naciones de la OTAN y de la Unión Europea cuyos gobiernos siguen callando o simulando por sometimiento y complicidad. A la fecha, la devastación de Palestina es clara, la infraestructura de salud, educación, alimentación y trabajo está destruida en más de un 90 por ciento, la cifra de muertos rebasa los 65 mil según fuentes oficiales, aunque otros medios han hablado de que esa cifra podría ser, al menos, en realidad el triple de alta. El patrimonio cultural palestino ha sido arrasado con el objetivo de borrar su cultura e identidad, y las mujeres, infantes y personas de la tercera edad son objetivo directo del genocidio. Todo está muy claro, sólo no ve quién ha preferido el lado oscuro de la historia.

3. La narrativa sionista e imperialista ha intentado por todos los medios ocultar la verdad, distorsionar los hechos y silenciar a las voces críticas que denuncian el genocidio. En Palestina han muerto más periodistas que en toda la Segunda Guerra Mundial y demás conflictos bélicos que han marcado a la humanidad. Además, los medios de comunicación tradicionales, en su mayoría, se han mostrado serviles al discurso opresor, “justificando” la agresión y validando la narrativa colonialista al llamar terrorista a Hamas y a la resistencia palestina, como parte de la estrategia sionista que, imitando a la propaganda nazi, divulga mentiras sobre Palestina para generar miedo y rechazo.

4. La resistencia palestina no sólo tiene el derecho a existir y actuar, esto con base en los propios acuerdos internacionales que rigen a las naciones que viven una ocupación por otro país, siendo que la propia ONU ha reconocido ese derecho al igual que otras instancias internacionales. Además, ni Hamas ni los otros grupos de resistencia palestina son terroristas, ese es un discurso falso y cínico, pues el terrorismo lo ejerce el Estado sionista de Israel y el imperialismo estadounidense que invade naciones, asesina a la población civil, despoja de territorio y riqueza natural a los pueblos en el mundo, tal y como viene realizando desde hace más de siete décadas en Palestina.

5. Los acuerdos de paz que no se han concretado pasan, sin duda, por la falta de voluntad real del Estado sionista, pues Benjamin Netanyahu ha declarado con impunidad que no habrá un Estado palestino y que los palestinos deben retirarse de sus hogares y de su tierra para sobrevivir, amenazas y acciones que la narrativa sionista e imperialista oculta en estos días cuando nuevamente se menciona la posibilidad de un acuerdo de cese al fuego, el cual es urgente pero no se debe olvidar que aunque representaría un poco de calma para la población palestina, la verdadera solución es la retirada total de las tropas de ocupación sionista, la devolución de los territorios despojados, el fin de las agresiones bélicas, simbólicas y de todo tipo contra Palestina, así como el castigo ejemplar a los criminales de lesa humanidad por el genocidio, como es Netanyahu y su camarilla de funcionarios inhumanos. La solicitud de desarme de Hamas como obligación para la paz, solo es una excusa para nunca alcanzar acuerdos, ya que significaría la rendición de la resistencia y la aceptación de la dominación neocolonial con rostro sionista, lo cual sabe muy bien Israel y Estados Unidos que no será aceptado por la resistencia palestina.

6. Donald Trump juega un doble juego, apoya sin reparo toda agresión bélica de Israel a Palestina con miles de millones del erario público de Estados Unidos, sin importarle que la sociedad estadounidense está hundiéndose cada vez más por la decadencia capitalista e imperialista. Pero, también, intenta aparentar algunas diferencias con Netanyahu y sus formas, y si bien alguna puede existir, estas serían de forma más no de fondo. El fondo del asunto es claro, el imperialismo como fase superior capitalista y final de la hegemonía estadounidense, tiene como misión devastar naciones para imponer intereses económicos. No hay ni un poco de humanismo en Trump ni en Netanyahu, aunque el presidente de Estados Unidos sigue en estos días soñando con recibir, que no ganar, el Premio Nobel de la Paz, y si llegara a suceder, el mundo sabría que el Nobel se escribe con sangre.

7. El sionismo israelí al igual que el imperialismo estadounidense, es expresión putrefacta del capitalismo global. Lo que hoy padecemos en el mundo es resultado de décadas de devastación socioeconómica y de un sistema que solo sabe despojar y destruir. El avance ultraconservador y neofascista que se vive, es sintomático a la degradación al interior de sociedades llamadas “desarrolladas”. Por eso no hay forma en que se pueda esperar un acto a favor de la humanidad de los entes terroristas como son, hoy en día, Israel y Estados Unidos.

8. La geopolítica está en juego, los intereses imperialistas de reacomodo ante su inminente perdida de hegemonía han llevado a los Estados Unidos ha abrir frentes de batalla en diversas regiones del mundo. Su agresividad en Latinoamérica y el Caribe va subiendo, la movilización de buques y naves de guerras en aguas caribeñas y el asesinato de tripulantes de embarcaciones pesqueras acusándolos de narcotraficantes con la misión de generar un conflicto armado con Venezuela, solo es un botón descocido de un ropaje imperial que se desvanece. El Medio Oriente está en conflicto y las piezas son movidas para evitar que el avance de China y Rusia siga debilitando a los Estados Unidos, la guerra es el negocio predilecto del imperio estadounidense. Palestina es un objetivo geoestratégico para Trump, quien sin pudor ha anunciado la construcción de un resort de lujo sobre los escombros de la Franja de Gaza y con la sangre de miles de palestinos.

9. Los pueblos del mundo se han expresado ya, Europa se estremece con marchas multitudinarias y con la resistencia de obreros y estudiantes que se niegan a ser parte cómplice del silencio de sus gobiernos. En América las voces se alzan a favor de Palestina y presionan a sus gobernantes para romper relaciones con Israel. En la pasada Asamblea General de la ONU los mandatarios de muchas naciones se posicionaron mayoritariamente a favor del Estado palestino y por el fin del genocidio, e iniciativas como la Global Sumud Flotilla han logrado con éxito dirigir la mirada a Gaza y Palestina, evidenciando, sin importar la represión y cerrazón sionista, lo que está aconteciendo en realidad. Nadie puede ya decir que no sabía, ahora toca seguir alzando la voz contra el Genocidio. Los pueblos del mundo saben que Palestina es Humanidad.

¡Palestina será libre!

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

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América Latina es blanco de la ofensiva neocolonial de Trump

Ana Carvalhaes | Luis Bonilla-Molina

En sus primeros nueve meses, la administración Trump ha desplazado buques e infraestructura militar al Caribe, bombardeado balseros acusados de narcotraficantes en la región, emitido arancel de 50% sobre productos de Brasil – porque no acepta el juicio democrático a Bolsonaro y demás golpistas –, además de mantener presión brutal sobre el gobierno de México para que este reduzca a fuerza los flujos migratorios de latinoamericanos en la frontera y combatas sus proprios carteles del narcotráfico.

Estos son solo algunos elementos de una tormenta que va mucho más allá de la personalidad estridente e inestable del primer mandatario estadounidense neofascista. El alevoso asesinato televisado de balseros es una violación a todas las convenciones, estatutos y protocolos internacionales sobre el sometimiento, captura y enjuiciamiento a criminales. (Nadie ha comprobado que los balseros asesinados por misiles norteamericanos no fueran simples pescadores, porque nunca se les dio derecho a la defensa.). Los ataques son la más grande evidencia de que el imperialismo estadounidense bajo Trump impone un giro radical al trato dispensado a la macro región a que sigue considerando su quintal [1].

En el marco del cambio sustantivo en las relaciones de poder global heredadas de la Segunda Guerra Mundial, a las que el autoritario Trump intenta sustituir por la regla “en el planeta mandan los EE. UU”, América Latina no podría pasar incólume. ¿Pero por que México, Brasil y Venezuela son los blancos más inmediatos? Aunque importante, es insuficiente la constatación de que los gobiernos de los tres, a los ojos de los falcones neofascistas capitaneados por Trump, son de izquierda. En la gramática trumpista, entiéndase eso como gobiernos del otro lado de su espectro político-ideológico – o que no son defensores directos y sumisos de los intereses del capital yanque –, no importando las sensibles diferencias entre ellos.

Tan lejos de Dios, tan cerca de Trump

Las presiones sobre el gobierno de Méxicoson casi auto explicativas, teniendo en cuenta su larga frontera común con Estados Unidos, la dependencia económica (más del 80% de las exportaciones mexicanas van al vecino del Norte), además de la fuerza y violencia de los carteles mexicanos de drogas. La retórica agresiva y chantajista contra México empezó en los primeros días de Trump en La Casa Blanca, para imponer a la presidenta Claudia Sheinbaum la supuesta obligación de contener las multitudes de latinoamericanos que históricamente intentaron ingresar a EE UU por el Rio Grande – bajo la amenaza de aranceles del 25%.

La mandataria contestó con el envío de una tropa de 10 mil efectivos a la frontera[2]. La presión se amplió – con la permanente amenaza de ingreso directo de tropas yanques a México, explicitada por el secretario de Estado, Marco Rubio – para que el gobierno vecino tomara medidas más duras en contra los poderosos carteles domésticos, considerados ahora terroristas por el Tío Sam. En el que va de su mandato, Sheinbaum ya deportó a Estados Unidos 26 personas acusadas de pertenecer al alto eslabón del tráfico, logró hacer arrestar más de 30 mil sospechosos de formar parte de las organizaciones criminales (en contra poco más de 12 mil prisiones en los seis años de su antecesor) y ahora em septiembre firmó un acuerdo con los estadunidenses para represión al tráfico transfronterizo de armas, del EE UU  en dirección a México.

Todavía no satisfecha, la administración Trump amenaza también con aranceles más altos si México no deja de importar de China, lo que hace fundamentalmente para complementar su producción de automotores en gran medida exportados hacia el gigante norteño. Los yanques todavía no descartaron tampoco sus planes de campaña de gravar fuertemente las remesas de dólares de ciudadanos mexicanos a su país – actualmente alrededor de 60 000 millones de dólares, casi el 4 % del PIB de México; y de eventualmente lanzar mano de bombardeos por drones a laboratorios de drogas em territorio mexicano. Estas y otras cartas de Trump son armas fundamentales en la práctica de chantaje y amenaza.

Hasta ahora Sheinbaum logró impedir la intervención directa sobre su país, aunque a un costo político alto. Según reportó el New York Times, la gente alrededor de la presidenta, que estaría exasperada con la situación, se queja de que, por más que hagan concesiones, no logran calmarse porque Estados Unidos parece no tener límites en las exigencias. Claudia y sus compañeros de Morena parecen, por su parte, haberse olvidado (o nunca haberse dado cuenta) que así son los imperialismos y muchísimo más el imperialismo agresivo neocolonialista de su parcero Donald.

Brasil, una agresión que le sale por la culata

Frente a Brasil, el ataque de Trump se ha caracterizado por una injerencia directa en asuntos de la política y justicia internas del país sudamericano. Los aranceles de 50% (los más altos hasta ahora, junto con los impuestos a India) sobre las exportaciones brasileras a EE UU no tienen ninguna justificativa económica, aún bajo la lógica proteccionista enloquecida de los falcones del MAGA. La balanza comercial entre los dos países es deficitaria para Brasil y el mercado estadunidense necesita fuertemente de insumos básicos made in Brazil como café, naranja y acero semi acabado.

La explicación de Trump y Rubio para los aranceles fue explícita: el descontento con el juicio (y ahora condenación) de su amigo Jair Bolsonaro y muchos de sus ex auxiliares por intento de golpe el 2022-2023 – lo que los yanques clasifican como “caza a las brujas”[3]. Como ha sido una medida política (seguida de sanciones personales a jueces del Supremo Tribunal y familiares, cuyas visas al país de Norte fueron canceladas), rápidamente el contencioso supuestamente comercial se ha vuelto en Brasil motivo de un gran enfrentamiento del gobierno y sectores democráticos, en contra de la extrema derecha.

La familia Bolsonaro y sus apoyadores se agarraron del ataque imperialista para reivindicarlo, salir a la calle y exigir amnistía a los golpistas, mientras mantenía a un hijo del expresidente en EE UU, gestionando por más ataques. Para lograr su objetivo, se han valido de una alianza parlamentaria con la derecha tradicional oligárquica y corporativista, para hacer votar la amnistía con urgencia al mismo tiempo que votaban un cambio de la Constitución (propuesta de enmienda constitucional, o PEC) para impedir juicios e investigaciones de cualquier tipo a parlamentares y presidentes de partidos.

Calcularon mal, subestimaron a la opinión de las mayorías. La dupla maniobra insufló movilizaciones. El domingo 21 de septiembre cientos de miles de brasileños salieron a las calles y plazas a protestar contra la “PEC del Blindaje” (o PEC del Banditismo, como le apodó la sabiduría popular) y contra la amnistía[4].

El cambio constitucional fue enterrado y, con él, la propuesta de amnistía. De hecho, el embate contra el tarifazo, la postura de apertura a negociación, pero siempre afirmando que la democracia es innegociable, ya había rendido a Lula y su gobierno un alza en apoyo popular. Si es exagerado afirmar que el sentimiento netamente antiimperialista ha logrado mayoría, es verdad que el rechazo a la injerencia yanque y un sentimiento de soberanía han sido fundamentales para la victoria alcanzada por la movilización.

Venezuela, el blanco central

El país latinoamericano y caribeño más amenazado militarmente en este momento es Venezuela, aunque ninguna nación de la región este exenta de esta potencial amenaza a su soberanía territorial. Venezuela y su revolución bolivariana – enterrada por el autoritarismo y la política anti obrera y popular del madurismo – han sido desde siempre una enorme piedra en los zapatos del imperialismo estadunidense. Ahora, los falcones expansionistas de Trump pretenden derrocar a Maduro, aprovechándose de la enorme debilidad interna de su gobierno, para poner en su lugar una alternativa de extrema derecha sumisa a Washington[5].

Pero ¿Por qué ocurre este cambio en la posición de los Estados Unidos si el gobierno de Maduro estaba en negociaciones con ellos desde 2018 y le ha vuelto a garantizar que Venezuela sea un proveedor seguro de petróleo? Esto tiene que ver con el reacomodo global, en el nuevo reparto de territorios de influencia y relaciones de poder que está en construcción.  El gobierno de Trump quiere al frente del gobierno venezolano un rostro de la nueva ultraderecha fascistoide internacional, que en este caso sería María Corina Machado; no quiere inestabilidad en el reordenamiento, sino sumisión absoluta en el nuevo marco. Otra cosa es lo que puede lograr[6].

La cuestión es que ese cambio de régimen en Venezuela no pareciera poder ocurrir sin una intervención directa, en cualquiera de sus modalidades, con el consecuente rechazo que eso podría generar en la opinión pública norteamericana, algo que hay que colocar en la ecuación. Esto está haciendo más compleja la situación. Por eso, lanzan mano del combate militar al tráfico internacional de drogas: para intentar arrancar apoyo doméstico a su política intervencionista[7].De todos modos, la forma como se ha manejado el desplazamiento militar norteamericano sobre las costas venezolanas pareciera ser no una actividad de contra información continuada, sino una operación a gran escala de captura de datos de la población venezolana y regional para medir el efecto del desplazamiento y escenarios futuros. Se trata de una nueva fase del uso de la tecnología de punta para fines de guerra.

La oposición venezolana derechista, liderada por María Corina Machado (MCM) –quien debutó de manera virtual en el reciente encuentro de los patriotas libertarios europeos presidido por Meloni– ha pedido sanciones contra Venezuela en el pasado reciente, sin medir los efectos de estas sobre la población humilde. Pero hoy confía en que sean los soldados norteamericanos quienes desplacen del poder a Maduro y la coloquen en el poder. Para ello, ha ofrecido en bandeja de plata el territorio nacional y sus riquezas. Por supuesto que Maduro no ha sido el mejor ejemplo de nacionalismo ni patriotismo, cuando ha permitido la extracción petrolera por parte de trasnacionales gringas en condiciones neocoloniales no conocidas en la historia patria. Pero nada de ello justifica la convocatoria a mancillar el suelo venezolano.

Por ahora la administración norteamericana pareciera apuntar a un desgaste del gobierno de Maduro, apostando en el surgimiento de fisuras internas y el desplazamiento del poder ´por parte de militares criollos, algo que fracturaría la unidad interna del madurismoy abriría la posibilidad de un escenario Grenada, remozado con los avances tecnológicos del momento. ¿La interrogante es que harán si no ocurre una fractura en el poder interno?

Un eventual gobierno de María Corina Machado y Edmundo González post intervención militar norteamericano, con sus políticas abiertamente anti trabajadores y los remanentes de la oposición chavista disputándole espacios, haría imposible la gobernabilidad. En consecuencia, el objetivo real de los Estados Unidos pareciera ser el ascenso de una dictadura militar en Venezuela con el asesoramiento directo de su parte, incluida la colocación de bases militares en el país.  Esto consolidaría sus propósitos regionales dentro del reordenamiento global.

Se equivoca terriblemente el gobierno de Maduro cuando apela a supuestas diferencias entre Marco Rubio y Trump, asumiendo el papel de consejero protector del inquilino de la Casa Blanca. Lo que ocurre en el Caribe y con Venezuela es una política imperial, no un mal momento de la política norteamericana.

Por otra parte, el desgaste social en Venezuela es tan terrible, que la posibilidad de un ataque extranjero no ha despertado la reacción esperada por parte de la población. El gobierno de Maduro ha activado las milicias y el aparato político del PSUV, pero con alcance mucho menor al que difunden. La única manera de despertar un gran frente nacional de rechazo a la intervención norteamericana pasaría por dar paso atrás a su paquete y medidas aplicadas especialmente a partir de 2018, con una recomposición significativa del salario, devolución de los partidos de izquierda a sus legítimos dirigentes y militantes, amnistía general a los presos políticos y movimiento social, redireccionamiento de la riqueza nacional hacia la recuperación de la seguridad social y la vida material del pueblo. Solo dando cinco pasos atrás el gobierno de Maduro podría generar un cambio en la catastrófica situación actual, pero eso implicaría romper con el programa de la nueva burguesía constituida bajo el rentismo petrolero en los últimos veinte años.

El pueblo venezolano es quien más ha sufrido durante estos 10 años de regresión y asimilación a los intereses del capital por parte del gobierno de Maduro. Millones de venezolanos han tenido que salir a buscar la sobrevivencia más allá de las fronteras patrias, mientras que los que se han quedado en el país viven el drama de la perdda de seguridad social, la inexistencia salarial y el temor a opinar porque pueden ser detenidos.  El pueblo ya ha sufrido demasiado para tener que enfrentar las consecuencias de una operación militar a gran escala. Las bombas, en su mayoría, van a caer sobre las cabezas de gente humilde. Cualquier medida que evite esta crisis debe ser bienvenida.

[1]“Trump Directs Military to Target Foreign Drug Cartels”, New York Times, 08/08/2025. https://www.nytimes.com/2025/08/08/us/trump-military-drug-cartels.html

[2]“Mexico’s President Struggles to Escape Trump’s Growing Demands”, New York Times, 30/08/2025.https://www.nytimes.com/2025/08/30/world/americas/mexico-us-trump-sheinbaum.html

[3]De la carta de Trump a Lula, de 9/7/2025, anunciando los aranceles: «Conocí y traté con el expresidente Jair Bolsonaro, y lo respeté mucho, al igual que la mayoría de los demás líderes de otros países. La forma en que Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro, un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato, incluso por Estados Unidos, es una vergüenza internacional. Este juicio no debería estar teniendo lugar. ¡Es una caza de brujas que debe terminar INMEDIATAMENTE! En parte debido a los insidiosos ataques de Brasil contra las elecciones libres y a la violación fundamental de la libertad de expresión de los estadounidenses (como lo ha demostrado recientemente la Suprema Corte Federal de Brasil, que ha emitido cientos de órdenes de censura SECRETAS e ILEGALES a las plataformas de redes sociales de EE. UU., amenazándolas con multas de millones de dólares y la expulsión del mercado brasileño de redes sociales), a partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a Brasil un arancel del 50 % sobre todas y cada una de las exportaciones brasileñas enviadas a Estados Unidos, aparte de todos los aranceles sectoriales existentes. Las mercancías transbordadas para intentar eludir este arancel del 50 % estarán sujetas a este arancel más elevado.

[4]“Atos contra anistia e PEC da Blindagem reúnem multidões pelo Brasil,”, BBC Brasil, 22/9/2025, https://www.bbc.com/portuguese/articles/c20epdl1v26o

[5] A este respecto, vale leer el análisis de ian Bremmer, del Euroasia Group, Is the US about to invade Venezuela?, in GZero, 3/09/2025. https://www.gzeromedia.com/news/analysis/is-the-us-about-to-invade-venezuela

[6]“EUA vão invadir a Venezuela? Trump faz pergunta não parecer absurda”, coluna de Sylvia Colombo na Folha de S.Paulo,4/9/2025. https://www1.folha.uol.com.br/mundo/2025/09/eua-vao-invadir-a-venezuela-trump-faz-pergunta-nao-parecer-absurda.shtml

[7]“EUA preparam opções de ataques contra alvos dentro da Venezuela, diz TV”,https://www1.folha.uol.com.br/mundo/2025/09/eua-preparam-opcoes-de-ataques-contra-alvos-dentro-da-venezuela-diz-tv.shtml?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=newsfolha

https://vientosur.info/america-latina-es-blanco-de-la-ofensiva-neocolonial-de-trump/

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Intensifican guerra contra los pueblos

Por Raúl Zibechi

La ofensiva de las clases dominantes y de sus gobiernos es cada vez más violenta y peligrosa para la sobrevivencia de los pueblos. En los últimos tiempos hemos visto cómo los poderosos ya no disimulan, ni pretenden esconder la creciente militarización del mundo. En Estados Unidos, Trump envía soldados a la ciudad de Por-tland para acallar protestas; en Ecuador, los militares reprimen marchas pacíficas y asesinan indígenas; en Chiapas, militares y finqueros atacan bases zapatistas y destruyen sus cultivos e instalaciones “en común”.

Estamos ante un conjunto de guerras contra los pueblos, guerras civiles, de despojo, para liquidar cualquier resistencia, para desplazar comunidades con el objetivo de despejar territorios para acelerar la acumulación de riqueza. Como ya se ha dicho, Gaza es el espejo en el que debemos mirarnos para comprender lo que están haciendo, incluso, los gobiernos de nuestra América.

La reciente denuncia de la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (ACGAZ) Gobiernos en Común, debe ser tomada muy en serio. El gobierno entregó a particulares tierras zapatistas recuperadas en 1994, que están cultivando en común las bases de apoyo zapatistas con comunidades no zapatistas, cerca del caracol Dolores Hidalgo. En los videos que acompañan la denuncia puede verse claramente cómo el Ejército y la policía municipal acompañan a los usurpadores bendecidos por la “justicia” del Estado.

No sólo ingresaron a territorio zapatista desplazando bases de apoyo y campesinos no zapatistas, sino que destruyeron y robaron bienes y cultivos, lo que muestra el tipo de personas que son. Del comunicado del 24 de setiembre (ver enlacezapatista.ezln.org) me parece necesario destacar que estamos ante “un plan de los tres niveles de los malos gobiernos”. Aquí nadie debería hacerse el distraído: el gobierno federal es responsable junto al gobierno de Chiapas de la agresión al territorio zapatista para convertirlo en propiedad privada. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué buscan?

A mi modo de ver, quieren destruir al movimiento zapatista, ya sea provocando enfrentamientos armados o bien forzándolos a retirarse como ya sucedió en Nuevo San Gregorio. Como todo tiene un límite (desde la paciencia hasta los intentos de diálogo), el comunicado advierte que “nos están obligando a defendernos”. Si lo hacen, serán inmediatamente catalogados como “terroristas”, como estos días sucede en Ecuador con los pueblos originarios que resisten al mal gobierno de Noboa.

Mi impresión, y puedo estar equivocado, es que en esta ofensiva hay algo nuevo, que está siendo iluminado por el genocidio en Gaza. Lo nuevo son dos cuestiones: la embestida se produce a la luz del día, amparados en la impunidad que creen tener por el apoyo social pasivo con que cuenta el gobierno de la 4T; la segunda, es que estamos ante un asalto militar con la participación directa de las fuerzas armadas. Esto indica que no sólo están dispuestos a desplazar, como en ocasiones anteriores (muchas veces efectuado por paramilitares), sino que ahora vienen dispuestos a matar a per-sonas desarmadas.

No es ninguna casualidad que hayan creado las FRIP o pakales, cuyo lema “Vencer o morir” no es sólo un culto a la muerte, sino que nos recuerdan a los kaibiles guatemaltecos, entrenados por los “boinas verdes” estadunidenses y auspiciados por el Estado de Israel, responsables de infinidad de crímenes durante el genocidio del pueblo maya en la década de 1980. Los kaibiles fueron definidos como “máquinas de matar” y luego de la guerra no pocos se integraron al cártel Los Zetas, marcando probablemente un camino a sus pares pakales.

Esperemos que la violencia del Estado no escale, pero eso sólo depende de ellos. Tal como están las cosas en el mundo, nadie puede asegurar que no estemos ante el inicio de un plan genocida (uno más) contra los pueblos de raíz maya, y contra el EZLN porque su presencia resulta molesta para los planes de negocios capitalistas.

En Ecuador, en respuesta al paro indígena y popular contra un nuevo paquete contra las economías de los pueblos, el gobierno de Noboa sacó a los militares a la calle invadiendo viviendas en la noche, disparando contra la población, no sólo contra manifestantes, y asesinando de forma cobarde al artesano kichwa Efraín Fueres, que recibió tres balazos. “El video del maltrato de los militares a un manifestante moribundo enciende las protestas contra Noboa”, titula El País.

Las redes gritaron: “terrorismo es militares armados y entrenados bajando de un tanque para patear el cadáver del campesino al que asesinaron”. Esta es la realidad del sistema hoy, en cualquier parte del mundo. No nos engañemos: están preparados para el asesinato masivo de nuestros pueblos. Por eso Gaza es tan revelador. Por eso Chiapas es tan importante. No nos hagamos ilusiones. Los gobiernos progresistas son un excelente escenario para planificar crímenes y despojos. Los encargados de perpetrarlos pueden ser cualquiera.

La Jornada

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Mundo Educativo: Fortalecimiento de la alfabetización en la escuela secundaria: lo que los educadores necesitan saber

Fortalecimiento de la alfabetización en la escuela secundaria: lo que los educadores necesitan saber

La alfabetización siempre ha sido la base del aprendizaje, pero para los estudiantes de secundaria, hay mucho en juego. Estos años marcan la transición crucial de aprender a leer a leer para aprender .

Cuando los estudiantes ingresan a sexto, séptimo u octavo grado aún con dificultades en las habilidades fundamentales, cada asignatura se vuelve más difícil: los laboratorios de ciencias, los textos de estudios sociales e incluso los problemas matemáticos requieren competencia lectora. Para los educadores, el reto no es solo abordar las deficiencias, sino también fomentar la confianza que ayude a los adolescentes a creer que pueden tener éxito.

La brecha de confianza

Al llegar a la secundaria, muchos estudiantes son muy conscientes de que están atrasados ​​con respecto a sus compañeros en lectura. Las intervenciones que parecen demasiado elementales pueden minar la motivación. Como explicó la Dra. Michelle D. Barrett, vicepresidenta sénior de Investigación, Políticas e Impacto de Edmentum:

Si tienes un estudiante de secundaria que aún tiene deficiencias en las habilidades básicas de lectura, necesitas un currículo e instrucción adecuados para su edad. No puedes darle algo que parezca infantil; eso solo lo desanima.

Diseño para la participación

Las investigaciones demuestran que la participación es tan importante como la instrucción, especialmente para los adolescentes. «Si los estudiantes no participan, si no asisten a la escuela, entonces tenemos un verdadero problema», afirmó Barrett. «Se trata de asegurar que, incluso si los estudiantes tienen carencias, reciban apoyo con un currículo que les resulte relevante y atractivo».

Para satisfacer esa necesidad, programas digitales como Exact Path de Edmentum adaptan tanto el diseño como el contenido a la edad del alumno. «Un estudiante de secundaria no quiere las caricaturas que reciben nuestros alumnos de primer grado», señaló Barrett. «Eso es realmente importante, no solo para la participación, sino también para su confianza y su disposición a seguir adelante».

Midiendo lo que funciona

Los educadores también necesitan datos sólidos para orientar las intervenciones. «Todo se reduce a cómo se diferencian para esos estudiantes», dijo Barrett. «Es necesario contar con evaluaciones excelentes, contenido atractivo basado en la evidencia y una manera para que los estudiantes sientan y comprendan el éxito».

Exact Path comienza con una evaluación universal y luego crea rutas de aprendizaje personalizadas basadas en progresiones de lectura basadas en la investigación. Más de 60 estudios realizados en los últimos dos años han mostrado resultados consistentes. «Cuando los estudiantes completan ocho habilidades por semestre, observamos un crecimiento significativo en todos los grados, ya sea medido por NWEA MAP, STAR o evaluaciones estatales», agregó Barrett.

Ese crecimiento se extiende a diversos grupos. «En un gran distrito urbano, descubrimos que la magnitud del efecto en los estudiantes que reciben servicios de educación especial duplicaba la de sus compañeros», afirmó Barrett. «Esto nos indica que el programa puede ser una intervención de alfabetización muy eficaz para los estudiantes con mayor riesgo».

Soportes en capas para un mayor impacto

Barrett enfatizó que el progreso en lectoescritura es más sólido cuando se combinan múltiples apoyos. «Con el currículo digital, los estudiantes obtienen mejores resultados. Pero con un docente, además de ese currículo digital, obtienen mejores resultados aún. Si se añade tutoría intensiva, los resultados mejoran aún más», afirmó.

El seguimiento y el reconocimiento del progreso también contribuyen a generar confianza. «Los estudiantes perseverarán cuando puedan alcanzar el éxito», añadió Barrett. «Celebrar el crecimiento, incluso en pequeños incrementos, es fundamental para la motivación».

Una misión compartida

Si bien herramientas como Exact Path ofrecen apoyo basado en investigaciones, Barrett enfatizó que mejorar la alfabetización es, en última instancia, una responsabilidad compartida. «Los líderes del distrito deberían preguntarse: ¿Cómo está atendiendo este programa a estudiantes de diferentes orígenes? ¿Funciona para estudiantes multilingües, estudiantes con PEI y estudiantes en riesgo?», dijo.

El objetivo más amplio, enfatizó, es preparar a los estudiantes para el aprendizaje permanente. «La secundaria es una etapa crucial. Si podemos ayudar a los estudiantes a desarrollar su alfabetización y confianza, no solo estaremos mejorando sus calificaciones, sino que les brindaremos las habilidades necesarias para tener éxito en todas las materias y en la vida».

Fuente: Laura Ascione / eschoolnews.com

Fuente de la Información: https://www.redem.org/fortalecimiento-de-la-alfabetizacion-en-la-escuela-secundaria-lo-que-los-educadores-necesitan-saber/

 

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Descalzos, hambrientos y sin dónde ir: la lógica brutal impuesta a los niños de Gaza

Descalzos, hambrientos y sin dónde ir: la lógica brutal impuesta a los niños de Gaza

Este es un resumen de lo dicho por el portavoz de UNICEF, James Elder, a quien se le puede atribuir el texto citado, en la conferencia de prensa de hoy en el Palacio de las Naciones en Ginebra.

GAZA, 3 de octubre de 2025 – La ciudad de Gaza sigue albergando a decenas de miles de niños. Niños descalzos empujan a sus abuelos en sillas de ruedas entre los escombros. Niños amputados se abren paso entre el polvo. Madres cargan a sus hijos con la piel sangrando por erupciones. Los niños se estremecen ante los incesantes ataques aéreos. Y otros niños miran al cielo, siguiendo el fuego desde helicópteros y cuadricópteros.

La pregunta que me hacen en toda la ciudad de Gaza —mujeres, ancianos y niños— es: «¿Adónde puedo ir que sea seguro? 

«. Y la respuesta sigue siendo la misma después de casi dos años: A ningún sitio.

Ningún lugar es seguro en la Franja de Gaza.

Sin embargo, hoy se ha advertido a otros 200.000 civiles que abandonen la ciudad de Gaza, además de las más de 400.000 personas que se han visto obligadas a trasladarse al sur. Un hospital de la ciudad de Gaza, el Patient Friendly Hospital donde estuve ayer, atiende a diario a entre 60 y 80 niños ingresados ​​por desnutrición y otras enfermedades.

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para bebés y recién nacidos del hospital Al Helou está desbordada. Este hospital fue bombardeado la semana pasada.

La lógica impuesta a la gente de Gaza es brutal y contradictoria. El norte ha sido declarado territorio hostil: los que permanecen deben ser tildados de sospechosos. Seamos claros: la emisión de una orden de evacuación general o generalizada a los civiles no significa que los que se quedan pierdan su protección como civiles.

El sur, las llamadas «zonas seguras», también son lugares de muerte. Al-Mawasi, ahora uno de los lugares más densamente poblados del planeta, está terriblemente superpoblado y desprovisto de lo esencial para la supervivencia. El 85 % de las familias vive a menos de diez metros de aguas residuales, excrementos animales, montones de basura, agua estancada o plagas de roedores. Dos tercios no tienen acceso a jabón. Hablé con docenas de personas en la ciudad de Gaza y todas me dijeron lo mismo: no tienen dinero para mudarse; no tienen espacio ni tiendas de campaña donde instalarse, y el sur también es peligroso.

De hecho, la noción misma de «zonas seguras» en el sur es absurda: las bombas caen del cielo con una previsibilidad escalofriante. Las escuelas designadas como refugios temporales quedan reducidas a escombros con regularidad. Las tiendas de campaña instaladas en terrenos baldíos no ofrecen protección contra la metralla. Con frecuencia quedan envueltas en el fuego de los ataques aéreos.

Hace dos días, conocí a niños en el hospital Nasser que habían quedado paralizados, quemados o con extremidades amputadas tras impactos directos en las tiendas de campaña, todo ello aproximadamente a las dos de la mañana. Unos días antes, en el hospital Al Aqsa, conocí a muchos niños que habían recibido disparos de cuadricópteros.

Cuando el mundo se adapta y normaliza este nivel de violencia y privaciones, algo se rompe profundamente. La fuerza del derecho internacional no reside en las palabras escritas, sino en la determinación de los países de defenderlo.

Mientras tanto, la situación de las madres y los recién nacidos nunca ha sido peor.

En Nasser, los pasillos del hospital están llenos de mujeres que acaban de dar a luz. En seis misiones a Gaza, nunca lo había visto así. Madres primerizas y recién nacidos vulnerables yacen en el suelo. Tres bebés prematuros comparten una sola fuente de oxígeno: cada niño respira durante veinte minutos, antes de dar paso al siguiente. Una bebé prematura, Nada, que estuvo en cuidados intensivos durante 21 días, recibe el alta y ahora espera afuera, tumbada en el suelo del pasillo con su madre. Nada pesa dos kilogramos, menos de la mitad de lo que debería.

Las mujeres están sufriendo abortos espontáneos en el agotador viaje de norte a sur. Los médicos temen que los virus invernales se hayan adelantado. Los informes indican que 1.000 bebés han muerto en los últimos dos años, y desconocemos cuántos más han muerto por enfermedades prevenibles.

Mientras tanto, los trabajadores de primera línea están haciendo lo imposible. UNICEF y nuestros aliados siguen suministrando alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF) a bebés desnutridos en la ciudad de Gaza; mientras tanto, en toda la Franja de Gaza reparan tuberías de agua; entregan asistencia en efectivo; brindan apoyo para traumatismos, junto con equipos de emergencia para bebés en hospitales, sesiones de salud mental y recolección de residuos. Pero hasta que se eliminen todas las restricciones a la entrada y entrega de ayuda humanitaria, la provisión de ayuda vital seguirá siendo lamentablemente insuficiente.

Los medios de comunicación en esta sala de prensa han tenido la generosidad de escuchar el informe de UNICEF docenas de veces desde que presenciamos por primera vez la masacre en Gaza. Durante ese tiempo, hemos informado sobre una guerra contra la infancia, una hambruna y un brote de polio. Siempre y solo con datos y testimonios. Y, sin embargo, de alguna manera, la situación hoy es peor que en cualquier otra época. Todos tenemos cierta responsabilidad, pero solo hay una víctima. Ayer, hoy, y sin acciones significativas, mañana. Los niños palestinos.

Contactos de prensa

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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/shoeless-starving-and-nowhere-go-brutal-logic-imposed-gazas-children

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El equipo propuesto por Tony Blair para Gaza: multimillonarios, sionistas y una funcionaria de la ONU

El equipo propuesto por Tony Blair para Gaza: multimillonarios, sionistas y una funcionaria de la ONU

Oscar Rickett

A principios de esta semana se filtró un borrador del plan sobre cómo sería el gobierno de Gaza bajo el mandato del ex primer ministro británico Tony Blair.

Blair, que llevó a Gran Bretaña a la guerra de Iraq y que desde que dejó el cargo se ha dedicado a viajar por todo el mundo ganando dinero y acumulando influencia, está siendo considerado para dirigir una autoridad de transición en el enclave palestino.

El plan para la Autoridad Internacional de Transición de Gaza (GITA, por sus siglas en inglés) revela una jerarquía en la que una junta internacional de multimillonarios y empresarios ocupa la cima, mientras que los administradores palestinos «neutrales» y altamente seleccionados se encuentran en la base.

La administración trabajaría en estrecha colaboración con IsraelEgipto y Estados Unidos y, según fuentes israelíes citadas por Haaretz, cuenta con el respaldo de la Casa Blanca.

Según el borrador, la GITA estará dirigida por una junta internacional que tendrá «la máxima autoridad política y jurídica sobre Gaza durante el período de transición».

En el documento se mencionan cuatro nombres como posibles candidatos para esta junta. Ninguno de ellos es palestino. Uno es Sigrid Kaag, coordinadora especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio.

Los demás se describen como «figuras internacionales destacadas con experiencia ejecutiva y financiera».

Se trata de Marc Rowan, multimillonario propietario de una de las mayores empresas de capital privado de Estados Unidos; Naguib Sawiris, multimillonario egipcio del sector de las telecomunicaciones y la tecnología y Aryeh Lightstone, director ejecutivo del Abraham Accords Peace Institute.

No hay indicios de que se haya contactado con ninguna de estas figuras para ofrecerles dicho cargo.

Middle East Eye analiza más detenidamente el posible equipo de Blair para Gaza.

Aryeh Lightstone

Empresario y rabino, Lightstone ha participado activamente en la creación y el desarrollo de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), el mecanismo de distribución de ayuda respaldado por Estados Unidos e Israel en cuyas instalaciones en Gaza han muerto más de 2.000 personas y varios miles más han resultado heridas.

Descrita por Médicos Sin Fronteras (MSF) como un «sistema de inanición y deshumanización institucionalizadas» y como «asesinato orquestado», la GHF sustituyó a la ONU como principal distribuidora de ayuda en Gaza a principios de este año.

Lightstone, que fue asesor principal de David Friedman cuando este acérrimo defensor del movimiento colonizador israelí era embajador de Estados Unidos en Israel durante el primer mandato del presidente Donald Trump, es ahora un estrecho confidente y ayudante del enviado para Oriente Medio Steve Witkoff.

Autor de un libro sobre Oriente Medio elogiado por el yerno de Trump, Jared Kushner, que también participa en el plan Blair y ha hablado a menudo del potencial «muy valioso» de las «propiedades frente al mar» de Gaza, Lightstone es oficialmente el director ejecutivo del Abraham Accords Peace Institute, un grupo que se describe a sí mismo como «una organización estadounidense no partidista y sin ánimo de lucro dedicada a… estos históricos acuerdos de paz».

El propio Lightstone participó en las conversaciones y en la aplicación de los Acuerdos de Abraham, por los que Israel estableció oficialmente relaciones con varios Estados árabes, entre ellos los Emiratos Árabes Unidos.

Aryeh Lightstone en Jerusalén en 2020 (Captura de Youtube)

A principios de este año el Jewish News Syndicate informó de que The Heritage Foundation, un think tank estadounidense de derechas, había adquirido el Abraham Accords Peace Institute, fundado por Kushner e integrado por figuras vinculadas al Kohelet Policy Forum, una iniciativa de derechas para remodelar Israel financiada por multimillonarios estadounidenses.

Lightstone es un agudo crítico de la ONU y, según documentos obtenidos por Haaretz, ha participado en la redacción de escenarios para «el día después» en Gaza en cooperación con la Casa Blanca.

Según esos documentos, cuando se planteó el tema de una solución de dos Estados para Israel y Palestina en las discusiones con la ONU, Lightstone habría dicho que «no era el momento adecuado para dar ese paso y que la prioridad debía ser eliminar a Hamás del panorama».

En 2018, cuando Lightstone era asesor principal de Friedman, los formularios de divulgación revelaron que tenía vínculos financieros con entidades involucradas en la política de Israel o que podían tener negocios con su Gobierno.

Uno de estos grupos, la Shining City Community, financiada de forma anónima, que había donado alrededor de un millón de dólares a Im Tirtzu, una organización que afirma «trabajar duro para proteger el sionismo y el Estado de Israel», le debía a Lightstone hasta 50.000 dólares.

En 2016, incluso el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criticó a Im Tirtzu por organizar una campaña que tildaba de «agentes extranjeros» a cientos de figuras culturales israelíes por su afiliación a supuestos grupos de izquierda.

Lightstone ocupó durante un tiempo el cargo de director ejecutivo de Shining City, afirmando que se centraba en «desarrollar la educación de los funcionarios estatales y federales sobre los peligros» de los boicots a Israel.

Naguib Sawiris

Con un patrimonio cercano a los 10.000 millones de dólares, Sawiris proviene de una familia de multimillonarios. Su padre, Onsi, magnate de la construcción, fundó Orascom, que se convertiría en el primer conglomerado multinacional de Egipto.

Ahora, con 71 años, Sawiris amasó la mayor parte de su fortuna en el sector de las telecomunicaciones —fue cofundador de Mobinil, la operadora de telefonía móvil más antigua de Egipto, ahora Orange Egypt— y en la minería. Está muy involucrado en la industria del oro a través de su sociedad de cartera con sede en Luxemburgo, La Mancha.

El multimillonario egipcio mantiene una relación duradera con Blair, que podría incluso ser anterior al mandato de este último como primer ministro.

Blair figuraba en la lista de invitados a la boda del hijo de Sawiris, Ansi, que tuvo lugar en 2020 a los pies de las pirámides de Giza. En 2013, ambos fueron fotografiados juntos cerca del lugar donde Blair se alojaba, en una villa propiedad del magnate mediático italiano de derechas y expresidente Silvio Berlusconi.

Según se informa, se han celebrado otras reuniones a bordo del lujoso yate de Sawiris en Saint Tropez, en su avión privado, en El Cairo y en Sudáfrica.

Naguib Sawiris fotografiado en 2018 con el actor de Hollywood Sylvester Stallone (AFP).

El magnate ha desarrollado una gran afinidad por la isla griega de Mykonos, donde ha comprado propiedades y ha llevado a sus músicos y actores egipcios favoritos para que actúen y se diviertan allí. En 2017, él y Blair fueron fotografiados en Mykonos en un restaurante de lujo frecuentado por Tom Hanks y el empresario británico Philip Green.

Sawiris participó en la «reconstrucción de Afganistán» tras la invasión del país liderada por Estados Unidos y Reino Unido, y fue en esa época cuando también trabajó con Blair.

«Sawiris ya ha asesorado a Blair anteriormente. Su principal experiencia es en la creación de redes móviles, por lo que creo que se encargará más de la infraestructura o la reconstrucción», explicó a MEE Nihal El Aasar, escritora e investigadora egipcia.

«Es el hombre más rico de Egipto, pero también le gusta involucrarse en la política. Está todo el tiempo en Twitter [X], pero no es tan malo como Elon Musk en lo político», dijo, y añadió que Sawiris ha criticado la administración del presidente egipcio Abdel Fatah al-Sisi y le gusta proyectar una imagen de «equilibrio».

«Pero sigue pensando que el problema de Egipto es que el ejército está demasiado involucrado en la economía y no deja que reine el libre mercado», dijo El Aasar. «Es un purista del libre mercado».

Dada la enorme inversión y participación de los Emiratos Árabes Unidos en Egipto, Sawiris, que mantiene su dinero fuera del país, ha desarrollado estrechos vínculos con los emiratíes, que comparten la visión de Blair de Gaza como una zona de capital libre inspirada en Dubái.

En 2024, Sawiris creó una plataforma mediática llamada Moniify, una especie de CNBC orientada al dinero para los millennials. Tenía su sede en Dubái y se inauguró a principios de ese año con una fastuosa fiesta en la que el egipcio pinchó como DJ.

Pero sólo unas semanas después, la empresa se vino abajo, el personal perdió sus puestos de trabajo y se quedó sin ningún sitio adónde ir.

Sawiris, un acérrimo crítico de la Hermandad Musulmana, fundó el partido de centroderecha Egipcios Libres tras la Primavera Árabe. Es un ferviente creyente en el capitalismo occidental, pero ha criticado a Israel y a Estados Unidos, y se ha reunido con el presidente norcoreano Kim Jong Un.

«Israel no desea lo mejor para Egipto, ni tampoco Estados Unidos. Nadie desea lo mejor para Egipto excepto los propios egipcios», afirmó Sawiris en una entrevista a principios de este año.

Marc Rowan

Marc Rowan, uno de los financieros más ricos de Wall Street, tiene un patrimonio estimado en 10.200 millones de dólares, según Bloomberg.

Este judío estadounidense de 63 años es el director ejecutivo de la empresa Apollo Global Management, descrita por la CNN como «un gigante del capital privado, un sector conocido por sus normas despiadadas y su afán de lucro a toda costa».

Las empresas de capital privado, junto con los fondos de cobertura y los capitalistas de riesgo, conforman el oscuro mundo del «capital privado», un mercado con un valor superior a los 24 billones de dólares.

Apollo gestiona activos por valor de 840.000 millones de dólares, incluida una cantidad significativa en nombre de inversores de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. «Abu Dabi y los Emiratos son, con diferencia, los mayores inversores de Apollo», afirmó Rowan durante una entrevista en Israel el año pasado.

En esa entrevista, realizada por el inversor de capital riesgo israelí Michael Eisenberg, Rowan se describió a sí mismo como un «orgulloso partidario de Israel» y de su ejército, calificó al país como «nuestro refugio» y dijo que era «un lugar único y especial, y que nosotros somos el pueblo elegido».

Dijo que «probablemente estaba en Abu Dhabi» el día del ataque liderado por Hamás contra Israel el 7 de octubre. «Ahora hay una oportunidad para cambiar la ecuación», dijo Rowan, en referencia a lo que pensó después del ataque, «y la ecuación es Irán».

En mayo de 2024, dijo en relación con el genocidio de Israel en Gaza: «Lo que veo es una guerra justa». Pero añadió que «la idea de que hemos perdido la narrativa es una locura».

Marc Rowan fotografiado en 2025 (AFP).

En 2020 Rowan y su esposa Carolyn contribuyeron con un millón de dólares a la campaña presidencial de Donald Trump. En 2024 se presentó a una entrevista para ser secretario del Tesoro de Trump, y se dice que el presidente quedó impresionado con él.

Rowan forma parte del consejo de administración de la escuela de negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania y es uno de los principales donantes de la universidad.

En la segunda mitad de 2023, lideró una campaña para que se destituyera al presidente y al rector de la universidad después de que esta organizara un festival llamado Palestine Writes, en el que participó Roger Waters, de Pink Floyd, a quien Rowan consideraba parte de un grupo de «antisemitas y agitadores del odio y el racismo muy conocidos».

Después del 7 de octubre de 2023, Rowan se enfureció por lo que percibió como el fracaso de la universidad a la hora de reconocer el dolor causado por el ataque a Israel.

Tras organizar lo que un académico denominó «una hostil toma de poder republicana de una institución en crisis», Rowan consiguió que la presidenta de la universidad, Liz Magill, dimitiera.

A medida que las protestas a favor de Palestina se extendían por los campus universitarios de Estados Unidos, Rowan las denunció: «No es ser antisemita. Es ser anti-EE. UU.».

Sigrid Kaag

Sigrid Kaag, con diferencia el nombre menos controvertido de esta lista, es una respetada tecnócrata europea que ocupó el cargo de coordinadora humanitaria y de reconstrucción de la ONU para Gaza desde finales de 2023 hasta mediados de 2025.

Antes de eso, Kaag fue funcionaria de la ONU en Beirut, Damasco y Jerusalén, así como ministra en su país natal, los Países Bajos.

Kaag, que pertenece a un partido liberal holandés, dijo en una entrevista reciente que ella, al igual que otros diplomáticos y trabajadores humanitarios, «nunca esperó que el conflicto [en Gaza] durara tanto tiempo».

 Sigrid Kaag fotografiada en Gaza en 2024 (AFP).

«Gaza ha sido destruida hasta tal punto que parece un paisaje lunar», dijo Kaag.

En una referencia que probablemente no agradaría al colaborador de Blair, Kushner, Kaag dijo sobre el genocidio de Israel en Gaza: «La vida se ha vuelto insoportable hasta tal punto que de repente se oyen propuestas como ‘bueno, podemos convertir Gaza en la Riviera’ y la gente debería emigrar voluntariamente».

La política neerlandesa ha afirmado que lo que está ocurriendo en Gaza «nos perseguirá a todos» y que es «una mancha en nuestra conciencia colectiva».

Al hablar de su trabajo en la administración de la ayuda en Gaza, afirmó que Israel había «traumatizado gravemente y privado» a la población de «básicamente todo lo que constituye la dignidad humana».

«La voluntad política lo es todo. El resto son tecnicismos, se pueden arreglar», dijo sobre la distribución de la ayuda. Kaag afirmó que obligar a que la ayuda se entregara a través de la GHF en lugar de la ONU había supuesto la «militarización de la ayuda» y que las acusaciones de que Hamás había estado apropiándose de la ayuda anteriormente «no estaban probadas».

Oscar Rickett es un periodista que ha escrito y trabajado para Middle East Eye, VICE, The Guardian, openDemocracy, la BBC, Channel 4, Africa Confidential y otros medios.

Texto en inglés: Middle East Eyetraducido por Sinfo Fernández.

Fuente: https://vocesdelmundoes.com/2025/10/05/el-equipo-propuesto-por-tony-blair-para-gaza-multimillonarios-sionistas-y-una-funcionaria-de-la-onu/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-equipo-propuesto-por-tony-blair-para-gaza-multimillonarios-sionistas-y-una-funcionaria-de-la-onu/

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El Manifiesto, un texto vivo

Este artículo es el resultado de un encuentro en el Centro de Estudios Marxistas. Estas reuniones buscan fomentar tanto la autoformación como la reflexión crítica. Por lo tanto, se basan en gran medida en el trabajo previo de camaradas dentro y fuera de nuestro movimiento.

El Manifiesto del Partido Comunista (habitualmente referido como El Manifiesto Comunista, NdR), escrito en vísperas de la revolución de 1848, es la obra más famosa y difundida de Marx (y de Engels, aunque su papel es menos significativo). A pesar de su fama, este breve texto no es en absoluto un tratado de teoría política de alcance universal. Sin embargo, su espíritu revolucionario lo lleva más allá de su tiempo, y es precisamente porque nació de circunstancias únicas que continúa interpelándonos.

Para esclarecer esta paradoja, es importante volver primero a las condiciones en las que se redactó El Manifiesto, antes de abordar dos de sus temas centrales: primero, la cuestión de la lucha de clases y el “partido”, y luego, la de la reapropiación comunista. Para Marx, el comunismo no designaba un proyecto integral, sino un esfuerzo a largo plazo para derrocar toda dominación de clase, reapropiarse de nuestras actividades sociales y construir otro mundo. “¡Proletarios de todos los países, uníos!”: con este llamado a la movilización, que nunca ha sido más urgente que hoy, concluye.

El preludio de la revolución de 1848

En vísperas de 1848, Alemania estaba fragmentada. Marx nació en Renania, donde los ejércitos de la Convención impusieron la ley revolucionaria durante un tiempo, antes de su anexión por Prusia, un estado feudal y policial, en el Congreso de Viena. En esta región rural, marcada por un relativo desarrollo económico y una creciente desigualdad, las protestas surgieron pronto.

Así, en 1832, en Hambach, no lejos de Tréveris, su ciudad natal, una manifestación política congregó a casi 30.000 personas durante dos días. Exigían libertad religiosa, una Constitución, la unidad alemana, y algunos participantes incluso se atrevieron a mencionar una inminente revolución armada. En 1835, el poeta Georg Büchner escribió el primer manifiesto de la revolución social en Alemania, lanzando el famoso lema: “¡ Paz a las casas, guerra a los palacios!”. El Manifiesto también se inspira en esta cultura alemana rebelde.

Si bien estas revueltas populares fueron violentamente reprimidas por las autoridades prusianas, gradualmente surgió una prensa crítica que representaba los intereses liberales, pero también las aspiraciones democráticas. Marx, quien se había acercado a los movimientos de protesta hegelianos, se involucró en este periodismo de investigación y opinión en 1842 (a los 24 años), alcanzando rápidamente un papel destacado en la Gaceta Renana (Rheinische Zeitung).

En 1843, tras la prohibición del Rheinische Zeitung por parte del gobierno prusiano, Marx rompió con un bando liberal que nunca había sido suyo y que se había mostrado incapaz de oponerse a la censura. Se exilió en París, la capital de la revolución, no sin haber escrito previamente numerosas obras, entre ellas una crítica detallada de la concepción hegeliana del Estado.

En París, conoció a Engels, quien durante mucho tiempo se había declarado socialista. Horrorizado por sus inclinaciones políticas, su padre lo envió a Manchester a trabajar en una de sus hilanderías. Pero allí, su experiencia en el mundo industrial (así como su encuentro con Moses Hess) lo llevaron a proclamarse comunista, antes que Marx. El término, aunque no está claramente definido, se refiere principalmente al rechazo de la propiedad privada en un contexto de intensos debates sobre las opciones socialistas, comunistas y anarquistas que se extendían por toda Europa.

Por su parte, Engels se vio particularmente influenciado por las huelgas que, durante la crisis económica de 1842, congregaron a varios millones de trabajadores ingleses. Estas contradicciones, según él, estaban destinadas a desembocar en una revolución social. Surgido a finales de la década de 1830, el cartismo fue, de hecho, la primera organización de masas en Europa, en una época en la que no existían partidos políticos modernos. La opción de Marx fue algo diferente desde el principio: consideraba que la revolución social debía ser también una revolución política, y más aún una revolución de la política, contra su confiscación en forma de un estado separado, vuelto contra los trabajadores.

En este contexto, Marx ve el auge de las ideas revolucionarias como resultado de contradicciones históricas, de las que nunca son simplemente un reflejo: en ciertos casos, pueden contribuir a inventar y guiar el futuro, aunque estén determinadas por las circunstancias presentes. El Manifiesto se concibe como un texto de intervención, cuyo objetivo es transformar el conocimiento y la acción conjuntamente y a través de la acción. De ahí el optimismo extremo de este texto extravagante: en vísperas del levantamiento europeo de 1848, ¡todo parece posible!

Este texto militante es, sin embargo, un gran texto teórico y prospectivo: el término comunismo designa sobre todo una invención colectiva permanente, que aspira a devolver a los seres humanos el control de su vida social e individual, y no una utopía. Marx identificó al proletariado como el principal actor de la revolución venidera, que, al aliarse con otros pueblos explotados, derrocará los restos del feudalismo al mismo tiempo que el capitalismo en formación, la forma suprema de dominación de clase, centrada en la desposesión radical de los trabajadores.

El Manifiesto refleja todas las contradicciones de su época. En el Congreso de Viena de 1815, las grandes potencias rediseñaron el mapa de Europa y del mundo. Pero esta Europa rediseñada dispersó y oprimió a los pueblos, alimentando las demandas de liberación nacional y justicia social. A nivel global, Occidente impuso su dominio sobre el resto del mundo a medida que el capitalismo iniciaba su expansión global: El Manifiesto anticipó este proceso de globalización. La colonización y la esclavitud, ligadas al comercio triangular, fueron consecuencia de su lento surgimiento, pero a su vez aceleraron su ascenso. Y la crisis actual también es económica, habiéndose vuelto periódica a pesar del aumento de la producción.

La inestabilidad de este edificio no tiene precedentes: desde 1830, se sucedieron oleadas revolucionarias en todo el mundo, y El Manifiesto, que pretende acelerar y acompañar el proceso revolucionario, se propone ofrecer un análisis histórico coherente de esta realidad y sus contradicciones. Pues son estas contradicciones las que abren brechas en la historia y perfilan posibilidades sin precedentes para la emancipación colectiva. Pero a condición de que las comprendamos y actuemos en consecuencia, de manera resuelta, consciente y organizada. A pesar de la distancia que nos separa de aquella época, esta tarea es más relevante que nunca: se llama lucha de clases.

Lucha de clases y partido de clase

En El Manifiesto, la lucha de clases es central, la fuerza impulsora, y sus primeras líneas son famosas: “La historia de toda la sociedad hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”. Las clases no son entidades inmutables, sino el resultado de esta lucha constante y contradictoria. Pero también son función del lugar que ocupan los grupos sociales en la producción de riqueza. Finalmente, se caracterizan por formas de conciencia más o menos elaboradas, que les permiten construir sus propios intereses como fuerzas políticas. ¿Con quién unirse, cómo, en qué medida y con qué propósito? Estas preguntas políticas y estratégicas recorren todo el texto.

En este mundo cambiante anterior a 1848, la ira de las poblaciones ante la injusticia y la pobreza había ido en aumento durante mucho tiempo. Esta prolongada efervescencia de revuelta dio origen a movimientos políticos de protesta, en pleno proceso de modernización. Sus objetivos eran distintos, pero no necesariamente incompatibles: el movimiento liberal exigía una Constitución asociada a un sistema parlamentario basado en la propiedad, mientras que la tendencia democrática abogaba por una república que otorgara derechos políticos más amplios. Por su parte, un movimiento igualitario radical, derivado del babouvismo, reclamaba la revolución social.

La Liga de los Justos pertenece a este último movimiento. Cuando Marx y Engels se acercaron a ella, ya llevaba más de diez años existiendo y reunía a artesanos y obreros alemanes emigrados, organizados en Suiza, París y Londres. En París, la Liga participó en la insurrección blanquista de mayo de 1839 y sufrió la violenta represión que siguió a su fracaso. Por su parte, el grupo suizo estaba liderado por Wilhelm Weitling, seguidor del comunismo cristiano y de inspiración babuvista, poco respetuoso con el rigor teórico, pero carismático partidario de la vía insurreccional. Los dirigentes londinenses de la Liga, por su parte, defendían una línea menos ofensiva y deseaban, sobre todo, transformar la organización secreta inicial en una entidad legal. Para Marx y Engels, este objetivo era perfectamente compatible con una opción abiertamente revolucionaria.

Engels recordaría más tarde que la condición que Marx y él mismo habían establecido para su participación era la supresión del “culto supersticioso a las autoridades”. Por lo tanto, su victoria fue sobre todo estratégica, democratizando el funcionamiento interno de la Liga al imponer el órgano decisorio del congreso. Cerrando el paso a cualquier “espíritu de conspiración”, esta forma de organización era ahora “absolutamente democrática”, diría Engels, al imponer la condición de líderes electos y revocables. “Transformó a la Liga, al menos en tiempos de paz, en una simple sociedad de propaganda”.

En virtud de este objetivo, dicha estructura se mantiene muy alejada de los partidos modernos, y en particular de las poderosas organizaciones de la socialdemocracia alemana y austriaca de finales del siglo XIX. La Liga de los Justos, rebautizada como Liga de los Comunistas, sigue siendo una pequeña formación que reúne principalmente a intelectuales y artesanos, alejada del proletariado industrial. Sin embargo, constituye el embrión de una nueva organización abierta e internacional, al servicio de la lucha específicamente política de la clase obrera.

Cuando estalló la revolución, el papel de la Liga y, en general, el de quienes se declaraban comunistas era insignificante. Tras el fracaso de la revolución, la represión recaería violenta y duradera sobre activistas y organizaciones obreras. Por otro lado, las preguntas planteadas por Marx y Engels persistieron y explican por qué el Manifiesto, inicialmente poco difundido, luego tuvo una difusión masiva: ¿qué es una organización revolucionaria? ¿Cuál es su función? ¿Cuáles son sus estructuras?

En El Manifiesto, los comunistas son “la fracción más consciente de los partidos obreros”. En 1850, tras la traición de los partidos democráticos, Marx optó por la formación de organizaciones autónomas de la clase obrera. Pero ni él ni Engels consideraron nunca las cuestiones tácticas y estratégicas como doctrinarias. Nunca cultivaron el fetichismo de la organización. El objetivo final prevalece sobre las herramientas de lucha, aunque tales medios -las organizaciones estructuradas- sean indispensables para ellos. No existe una ciencia, sino un “arte estratégico”, como lo expresó con tanta fuerza Daniel Bensaïd.

El comunismo, para recuperar nuestras vidas

La gran modernidad de El Manifiesto, a pesar de su carácter anticuado en algunos puntos, reside en la perspectiva de la reapropiación, que va mucho más allá de la mera desaparición de la gran propiedad. Esta tesis, propia de Marx, recorre toda su obra.

Por un lado, no se limita a anunciar la revolución ni a convocarla, sino que subraya la necesidad de la acción política, en el nuevo sentido del término, así como la importancia decisiva de la concienciación, como condición para la victoria de las clases dominadas. Ahora bien, esta concienciación exige la reapropiación del conocimiento, monopolizado por las clases dominantes y producido para su uso, condicionado por sus preocupaciones económicas, sociales y políticas.

Por otra parte, Marx llevaba mucho tiempo comprometido con una crítica del Estado como un organismo separado, separado de la vida económica y social: fue la gestión colectiva la que confiscó. Marx pasaría de la idea de su conquista a la de su “ruptura”, en favor de un “poder público”, un autogobierno democrático del que la Comuna de París le proporcionaría un esbozo. Pues conquistar el Estado implica, a menudo, ser conquistado por su lógica: la terrible historia posterior del “comunismo” lo atestigua…

En este mismo sentido, el comunismo se refiere a la profunda transformación de todas las actividades sociales y no a la simple distribución igualitaria de la riqueza producida: se trata de iniciar un proceso de reapropiación de las funciones que el capitalismo desvía en beneficio de las clases dominantes. Esta reapropiación es un objetivo, pero también una condición fundamental de la revolución si la concebimos no como una “gran noche”, sino como un proceso lento y complejo, como la reorganización colectiva y racional de toda la vida económica y social. En otras palabras, se trata inmediatamente de recuperar la propia vida, y este es el reto inmediato de las luchas y movilizaciones para iniciar esta difícil construcción.

En esta ocasión, Marx enuncia otra tesis fundamental, inseparable de la anterior, que sitúa al comunismo en las antípodas de cualquier colectivismo de cuartel: se trata de construir “una asociación en la que el libre desarrollo de cada uno sea la condición del libre desarrollo de todos”. Recuperar nuestras actividades sociales frente a la privatización capitalista del mundo significa también recuperar nuestras vidas, nuestro tiempo libre, la condición de nuestra emancipación personal, confiscada y saqueada por un capitalismo más feroz que nunca. El Manifiesto especifica la definición dada en 1845 en La Ideología Alemana: “Para nosotros, el comunismo no es un estado que deba crearse, ni un ideal al que la realidad deba ajustarse. Llamamos comunismo al movimiento real que suprime el estado actual. Las condiciones de este movimiento resultan de las premisas existentes”.

Este comunismo de reapropiación va mucho más allá de la simple redistribución. Consiste en la reformulación de las relaciones sociales de producción y reproducción; concierne a la vida misma, incluida la naturaleza. La gran relevancia de El Manifiesto reside aquí: estas cuestiones son a la vez objetivos y palancas de la lucha y la movilización anticapitalistas. Luchar contra la explotación, el sexismo, el racismo y todas las formas de dominación de clase en sus mil variantes significa luchar por nosotros mismos, por cada uno de nosotros, juntos, esbozando la figura de un mundo mejor a partir de ahora. Y nuestras organizaciones deben ahora estar a la altura de estos objetivos. Sin duda, El Manifiesto, un texto vivo, inclasificable y devastador, merece ser leído y releído.

Isabelle Garo

L´Anticapitaliste (NPA)

Fuente de la información:  https://vientosur.info

Fotografía: Viento sur. France, Paris, 2023-05-01. Un manifestant avec pancarte avec le slogan “Marx attack”. Manifestation du 1er mai contre la reforme des retraites. Photographie de Martin Noda / Hans Lucas

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