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Añoranzas normalistas

Por Adolfo del Ángel Rodríguez

La placidez de su sueño era envidiable a esa hora de la noche, cuando se cuelan hasta los huesos los sueños que han de cobrar vida poco a poco durante las horas en que el cuerpo se relaja, yendo y viniendo a placer, aunque al despertar solo un poco de ellos quedará en la conciencia. Ni siquiera se molestaba en moverse, pero su madre seguía ahí, a su lado, velando su bienestar, cumpliendo con su deber, protegiendo a su retoño de lo que pudiera avecinarse, a ese pedazo de ella que yacía ahí, tumbado, recuperando energías para enfrentar al mundo de nuevo, para salir a dar la batalla diaria que podría cambiar la realidad en la que había vivido su madre.

Lo acomodó de nuevo y le mesaba el pelo con el cariño que solo una madre profesa, canturreando una tonada de cuna, como cuando era un bebé, como cuando comenzaba a angustiarle el haberlo traído al mundo, de donde quería aislarlo, pero sabía que él era de otra clase, de los que encararían de frente, de los que no buscarían las comodidades para sí solo, ni las cosas fáciles, ni los beneficios propios, que es lo que se vende en la televisión, sino que él sería recto y de miras amplias para sus vecinos, paisanos y para su familia. Llegaba a su fin el candil que había dispuesto para permanecer a su lado, se recostó, pero al recuperar un poco de fuerzas se incorporó para buscar más petróleo para darle más vida al candil que perdía poco a poco la animosidad que poseía hacía un par de horas.

De pronto las náuseas la atormentaron, un dolor de cabeza insoportable y unas voces que revoloteaban por su cabeza no la dejaban avanzar, así que se dejó caer en la silla más cercana, se tapó los ojos con ambas manos pero era imposible deshacerse de esas voces que cada vez estaban más cerca, que se aclaraban cada vez más y de las que poco a poco iba comprendiendo algunas frases. Se tomó completamente la cara con ambas manos; se calmó un poco, respiró hondo, poco a poco fue retirándose las manos del rostro: no era el lugar en donde momentos antes había estado: ahora gente por todos lados, rodeándola, tratando de agarrarla de alguna parte del cuerpo, algunos echándole aire, otros dándole ánimos. Estaba atónita, no sabía de qué se trataba y para cuando se dio cuenta que yacía en medio de mucha gente ya algunas personas la levantaban de los brazos con mucha dificultad. Gente vestida de negro, agotada, ojerosa. Corrieron algunos familiares a abrazarla. Ella no sabía de qué se trataba. Quería zafarse de ellos y correr de nuevo al lecho de su hijo, a cuidar su sueño y comenzó a pedir que apagaran las luces y guardaran silencio; es más, lo exigió.

No entendía de qué se trataba y al ver que nadie hacía caso se dirigió hacia ellos para pedir que se fueran, que dejaran el lugar, que no sabía qué pasaba ahí: le pidieron calma, pero los mandó al carajo, fue entonces cuando se le abalanzaron dos tipos desconocidos, la sujetaron y le inyectaron un calmante; ella los maldijo, pero sus fuerzas menguaron rápido. La colocaron en un sillón en donde dormía plácidamente. Pero despertó de súbito. Y el candil nuevamente ardía y alumbraba a su hijo, pensando ella que debía descansar lo suficiente, pues mañana sería otro día, otra batalla, así que procuró no hacer ruido para que su sueño fuero lo suficientemente reparador.
********

Preocupados, quienes la veían dormir pensaban en cómo explicarle de nuevo el suceso, de cómo adentrarla de nuevo en la realidad, pues el dolor la mantenía alejada de todo lo que le había sucedido recientemente. En su despertar no había visto el féretro, donde su hijo, víctima de la injusticia y la impunidad yacía desde hacía unas horas, en donde reposaba después de que le avisaron de la terrible noticia que se negaba a asimilar. No habría más escuela. No habría profesor en la familia. No habría quien enfrentara al mundo el día del mañana para bienestar de ella y de los demás. Ya no habría nada. Ahora, habría que platicar de nuevo: quién de los suyos le hablaría de la tragedia para decirle: no solo es él, nos faltan 43.

Fuente: articulo enviado por su autor a la redacción OVE

Imagen del archivo OVE

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Polity, Politics, policy y gobernanza

Por Rosario Herrera Guido

En un periódico la “polity”
está en la nota editorial y los artículos de opinión,
la “politics” en la sección dedicada
a actividades y debates parlamentarios
y la policy a la política científica,
cultural, fiscal y administrativa.
Todo ello, en español, suele quedar
englobado en el término política, sin más.
Joan Subirats

Politics o política, desde una lectura clásica designa el arte, doctrina u opinión sobre el gobierno de los Estados: el arte de gobernar a los pueblos, conservar el orden y hasta las buenas costumbres. También el modo de conducir un asunto, con habilidad para lograr el fin deseado.

Claro que la política tiene su faz perversa, pero no se puede generalizar sin lamentar los efectos. Sólo porque los y las ciudadan@s no pueden desentenderse por completo de los asuntos del gobierno y las políticas públicas que son medibles en sus resultados (policy), gracias a principios y convicciones (polity) que conducen la acción política de las personas.

Precisamente porque la política es demasiado importante no puede dejarse exclusivamente en manos de los políticos. Por lo que la ciudadanía debe ser protagónica.

Por ello, la policy se sustenta en un esquema racional de intervención por parte del poder político: 1) diagnóstico de una situación, que entra a formar parte de la agenda del gobierno, que permita fijar objetivos, examinar recursos, diseñar estrategias de intervención para alcanzar los objetivos, seleccionando la más óptima, para elegir indicadores de gestión y lograr crear los mecanismos de cuantificación de los resultados conseguidos, sin olvidar que se debe encomendar la gestión a directivos competentes y cualificados de gestión, para que la puedan poner en práctica.

L@s ciudadan@s pueden pasar de la politics a la politiquería. Pero no deben posponer la polity, en la que pueden encontrar satisfacción a sus principios y convicciones. Tampoco de la policy cuando pueden conseguir una prestación razonable de un servicio de administración, o cuando ven los resultados de una política pública, gestionada por personas competentes y éticas.
Por todo ello, a lo que l@s ciudad@s no debemos renunciar es a concebir y practicar una política como ejercicio de la responsabilidad, solidaridad, fraternidad, además del ético servicio de la sociedad.

En el marco de estas precisiones se han dado notables cambios en la administración pública en el tránsito hacia la gobernanza. Por razones de tiempo y espacio, imposible analizar, valorar, interpretar y criticar la magna compilación de la investigadora María del Carmen Pardo, De la administración pública a la gobernanza, México, El Colegio de México, 2004, resultado de un espléndido coloquio internacional sobre el tema, en el marco del XX Aniversario de su Licenciatura en Política y Administración Pública. Un Coloquio que recorre de manera magistral los cambios que se reflejan en la acción pública y en las tareas de gobierno, con un gran impacto en la producción intelectual. Una compilación que recorre los grandes cambios que ha tenido la administración pública en las últimas décadas y cuya trascendencia va de una administración uniforme, regida por normas, jerárquica, autoritaria, vertical y centralista hacia una administración más abierta, flexible y descentralizada, en interacción con otros actores y una participación ciudadana cada vez más presente y activa, congruente con una democracia moderna. Sin embargo, el énfasis en la práctica puede desplazar las ideas, con graves consecuencias. Por ahora, me resigno a interpretar y resumir el tránsito de la administración pública hacia la gobernanza en por lo menos cinco modelos:

1) Como se sabe, Gobernanza viene del francés y pasa al inglés, con el sentido primero de dirección de navíos y después como dirección y administración de los gobiernos (Sánchez, J. Gestión pública y governance, Toluca, Instituto de Administración Pública del Estado de México, 2006:18). En el comienzo, se puede hablar de la gobernanza como administración pública tradicional o progresiva (aunque parezcan términos contradictorio, en los inicios de la administración pública norteamericana, durante siglos XIX y XX, que buscó separar la política de la administración, para asegurar la eficacia de los servicios y evitar la corrupción de la burocracia. Una gobernanza como diseño e implementación de políticas públicas con objetivos políticamente definidos. Una gobernanza como administración pública donde el gobierno es el actor principal en la dirección de la sociedad, aunque haya otros actores representados. Su fundamento está basado en el supuesto de que los expertos contratados por el gobierno interpretan los deseos y necesidades sociales, sin la participación ciudadana. Hoy en día, podemos asumir que todavía funciona este caduco modelo, pues a veces las consultas ciudadanas son reducidas a tristes simulacros.

2) La Gobernanza como Nueva Gerencia Pública (NGP) (Kettl, D. The transformation of governance, USA, University Press, 2002), adopta valores y prácticas empresariales en el campo del sector público. Hay por lo menos dos variantes: a) el modelo Westminster (aplicado en Nueva Zelanda, Australia, Canadá, y el reino Unido) y b) la suma de intereses particulares que genera un resultado congruente con los más amplios grupos de ciudadanos. Sus vertientes teóricas están en la teoría gerencial racionalista (managerialism), la teoría de la acción racional para la maximilización de utilidades (public-choice-theory), la economía de los costos de transacción (transaction costs) y la teoría del agente principal (principal-agent). Una gobernanza limitada, pues frente a la corrupción y poca transparencia (Stiglitz, J. El malestar en la globalización, México, Taurus, 2003), pues la privatización que propone la nueva gerencia (NGP), beneficia a unos pocos amigos del grupo en el poder. Y como su filosofía cuestiona el papel cultural y filosófico de la democracia, genera desconfianza en el gobierno, (Peters, B.G. “Meassurement of governance”. Encyclopedia of governance, California-London, 2001:364-361).

3) La Gobernanza como Nuevo Servicio Público (NSP), (Denhardt, R. The new public service, Expanded, 2007), que se funda en el ejercicio de la autoridad pública, en base a un concepto más amplio que el de gobierno, que abarca tradiciones, instituciones y procesos en el ejercicio del poder en una sociedad, incluyendo las formas en que se toman las decisiones de la res pública (Denhardt, R. The new public service, Expanded, 2007:86). Donde los ciudadanos eligen los servicios públicos, las cantidades, provisión, fondos, contratos, sociedades y convenios, a través de la participación ciudadana (Callahan, K., Elements of effective governance: measurement, accountability and participation, Boca Raton, Taylor & Francis Group, 2007). Donde el Estado depende de otras organizaciones para cumplir con sus metas, aplicar sus políticas públicas y definir el estilo de gobernanza. Su antecedente es la nueva administración pública, surgida después de la conferencia de Minnowbrook (NY, 1968) y refundada con el Manifiesto de Blacksburg (VA, 1983) y revalorizada por las conferencias de Minnowbrook II (1988) y Minnowbrook III (2008), que no reportan avances con respecto a la conferencia Minnowbrook I (1968). Pero el nuevo servicio público sólo parece tener realidad como planteamiento e intención, pues en el mundo real lo que viene existiendo es una gobernanza estatista (donde el gobierno es el único actor) hasta la gobernanza con un gobierno horizontal y colectivo, donde los actores sociales son más importantes que el gobierno (Cherán, Michoacán). El modelo ideal de gobernanza del nuevo servicio público (NSP), que es más democrático proviene de la escuela holandesa (donde el gobierno es uno de los muchos actores que participan en las redes sociales del gobierno). Y el de “gobernanza sin gobierno” (Peters, J. y Pierre, G. Governig Complex Societies, NY, Mcmillan, 2005).

4) La Gobernanza como Conjunción Administrativa (CA) (Frederickson, G., (1999). The Repositioning of American Public Administration, Political Science and Politics, vol. 32 (4), dec., 701-711), se propone crear una imagen congruente de las relaciones laterales e interinstitucionales en la administración pública. Se trata del arreglo y carácter horizontal de la asociación formal e informal entre los actores que representan unidades, con una conducta pública y administrativas interconectadas. Pero, la política puede crear fuerzas que se opongan a la cooperación, o enfrentamientos de personalidades entre los jefes de los departamentos, además de que no existe investigación satisfactoria a nivel urbano, regional o nacional.

5) La Gobernanza desde la perspectiva de la Economía Política (EP), implica una serie de instituciones y procesos que tienen qué ver con el ejercicio del poder en una sociedad dada, y cuyas determinaciones remiten a la economía, las creencias y costumbres en el campo de la moral pública y los valores en el campo de la ética, cuyos fines se despliegan en la política como democracia (amor civil) y virtud pública, del latín vir = fuerza y poder (Strange, S. States and markets, UK, Blackwell Publisher, 1988), y ciudadanos pensantes y activos de una sociedad democrática, que deben tener clara la lógica de una democracia republicana y moderna, para no dejarse engañar con recetas internacionales que representan intereses particulares, y poder resistir la tentación de adoptar de manera acrítica las políticas públicas de moda, como las políticas públicas globalizadoras y neoliberales, si es que quieren construir una buena gobernanza.

Fuente: http://michoacantrespuntocero.com/polity-politics-policy-y-gobernanza/

Imagen tomada de: http://www.territorioindigenaygobernanza.com/images/stories/vinetas/ilustracion%205_258px.jpg

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Revolución pedagógica: Esade se apunta a la innovación en la enseñanza con las ‘flipped classroom’

Por Carina Farreras

La revolución pedagógica ha llegado a la universidad. En un anuncio sin precedentes en el ámbito de la educación superior, Esade declaró ayer que la innovación transformará las aulas de sus escuelas. Los profesores bajarán de la tarima desde donde imparten actualmente sus clases magistrales para enseñar de una forma distinta, mucho más práctica, colaborativa y digital.

Las clases se iniciarán en la casa del alumno, que recibirá digitalmente los contenidos teóricos de la materia (como artículos o audiovisuales) de los que se examinará con un sencillo test antes de acudir a la escuela. En el aula, realizará un proyecto práctico con otros alumnos basado en los conocimientos adquiridos. El profesor, que preparará el material previo a la clase, acompañará al alumno en su proceso de aprendizaje y evaluará en base a los resultados. Esta metodología, que se denomina clase invertida o flipped classroom, se está generalizando en las escuelas e institutos de pedagogía avanzada pero no había llegado aún a la universidad de forma generalizada.

La directora general de la institución, Eugenia Bieto, que anunció un plan a tres años con una inversión de 10 millones de euros para digitalización y formación del profesorado, argumentó que “el mundo ha cambiado y la educación superior plantea retos y cambios de paradigma que obligan a reinventar el modelo de aprendizaje adaptándolo a lo que nos piden las empresas y los propios alumnos”.

Recordó la capacidad visionaria de Esade, que hace sesenta años se constituyó gracias al impulso de un grupo de empresarios que trajeron la metodología de las universidades americanas, novedosas en nuestro país, aliándose con la Compañía de Jesús. “Dentro de cinco o diez años la sociedad va a pedir liderazgos distintos a los actuales –indicó la directora general– como personas capaces de comprender una realidad compleja por lo que tenemos que formar a los alumnos en otras competencias”. El plan, que se probó con éxito el año pasado con ocho profesores y un millar de alumnos, se iniciará este curso 2016/2017 con un tercio de los 140 docentes actuales, de todas las escuelas y en todas las etapas formativas. En los próximos dos cursos se sumará el resto del profesorado, casi un centenar de docentes que previamente habrán recibido formación en la nueva metodología y apoyo en la presentación digital de las clases. Asimismo, se invertirá también en la renovación de las aulas, que contendrán mobiliario móvil para adaptarse a las diferentes demandas de las clases y podrán transformarse en aulas de diferentes dimensiones según convenga.“Estamos invirtiendo mucho esfuerzo, dinero, ilusión y energía en este proyecto”, indicó Bieto.

Dada la complejidad del programa, denominado Student First, se ha creado una unidad de innovación pedagógica que analizará el impacto del cambio en el profesorado y dirigirá la carrera de los docentes. “No es un proceso fácil ni barato”, reconoció el director general adjunto de Esade, Paco Longo, por lo que la escuela de negocios ha iniciado una campaña de financiación para este plan, calculado en 10 millones de euros, buscando la asociación con socios estratégicos que puedan acompañarles en este proyecto.

“Necesitamos una fuerte inversión en tecnología digital, así como laboratorios que permitan combinar la labor del alumno que quiere aprender, el profesor que quiere investigar y experimentar y las empresas que buscan utilidades nuevas”, señaló el directivo que también apuntó al cambio de política retributiva del profesorado: “Ahora, el trabajo será más intensivo fuera del aula” por lo que es lógico modificar la forma en que se calcula los pagos económicos. Entre los profesionales que se han sumado voluntariamente a este programa constan docentes veteranos como Javier Solana.

La directora general calificó los resultados del curso pasado como los mejores de los últimos seis años. La entidad, dependiente de la Universitat Ramon Llull, facturó 99 millones de euros, sin aumentar precios, lo que significa un 4,2% más que el año anterior. El 34,2% de los ingresos proceden de programas internacionales. Cuenta con 9.369 estudiantes de 101 países entre los campus de Madrid, Barcelona y Sant Cugat del Vallès y un total de 60.000 exalumnos.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20161026/411330930381/esade-innovacion-flipped-classroom.html

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El cerebro de mamá

26 de octubre de 2016 / Fuente: http://www.excelsior.com.mx/

Por: Eduardo Calixto

Tener un hijo cambia de forma irreversible la forma de pensar, de ver la vida, de analizar problemas. Ser madre promueve un proceso de maduración cerebral. Cuando una mujer se embaraza, tiene un parto y abraza a su hijo, sin saberlo esta remodelando áreas cerebrales y modificando conexiones neuronales.

Una mujer antes de tener un hijo se ocupa de ser atractiva a los demás, en especial al sexo opuesto. Su conducta oscila entre ser egoísta, pasando por la vanidad hasta la obsesión de conseguir la atención.  Esto cambia cuando una mujer se embaraza y tiene un hijo. Un bebé incrementa la memoria de su madre, aumenta la resistencia al estrés, favorece la agudeza en atención en el periodo postparto, hace más solidaria a su mamá ante el dolor emocional y aumenta la audacia de ella al planear soluciones ante problemas relacionados con la salud de su hijo.

HORMONAS PARA EL CEREBRO DE MAMÁ

Una mujer que desea a su hijo, que sabe que su aumento de peso es en beneficio de su bebé, su cerebro gradualmente libera oxitocina, una hormona que induce conducta de apego, solidaridad, amor y fidelidad ¡Los cambios en su cuerpo valen la pena por dar una vida!

El cerebro de mamá incrementa la producción de prolactina que la prepara para amamantar a su hijo. Disminuyendo el deseo sexual y aumentando la sensación de placer al contacto físico entre personas. Los niveles de beta endorfinas son elevados, produciendo con ello placer por sentir movimientos de su hijo en el vientre o ante la cercanía de conocerlo.

Paradójicamente, entre el mes 3 al 9 de embarazo la futura madre, se hace más vulnerable emocionalmente, llora con facilidad y se duerme más fácil, esto se debe a los niveles ascendentes de la hormona progesterona; asimismo, esta hormona hace que mamá gane peso, disminuya su presión arterial, su intestino trabaje lentamente, su corazón va cambiando la forma de bombear la sangre y su riñón se hace más eficiente al depurar sustancias toxicas del cuerpo.

Todo tiene un principio biológico: el bebé en formación debe tener condiciones intrauterinas perfectas para desarrollarse y madurar.

Los estrógenos favorecen que en el embarazo una mujer recuerde detalles emocionales con más fuerza, ya que permiten el crecimiento de dendritas, una parte de la neurona que al conectarse más le permite poner más atención y mejorar la memoria. Entre la semana 5 a la 12 del embarazo, una madre siente náuseas y en ocasiones el vómito la traiciona. Esto se debe a que sus sistema inmunológico disminuye su función y unas hormonas responsables de la formación y función de la placenta, conocidas como gonadotrofinas coriónicas, que en forma alterna favorece que el cerebro sobredimensione olores y sabores previniendo de venenos, alimentos en mal estado y por ello una futura madre puede pasarla mal ante olores de comida o ver alimentos grasosos o probar alimentos condimentados.

UN REGALO PARA EL CEREBRO DE UNA MADRE

La llegada a la vida de un hijo, es un mundo de estímulos al cerebro de la madre, que antes no había atendido y ahora aprende, interpreta y evalúa de forma inmediata. Áreas cerebrales como la corteza prefrontal, el hipocampo y giro del cíngulo se conectan con más eficiencia: es decir, una madre primeriza incrementa conexiones de sus neuronas que favorecen los recuerdos, interpretar emociones y tomar mejores decisiones. Inmediatamente después de nacer el bebé, el cerebro de la madre inicia a generar nuevas neuronas, en especial en los lóbulos frontal y parietal. El hipotálamo incrementan los receptores a opiáceos, lo cual cambia el umbral al dolor. En el nervio olfatorio se desarrolla la división neuronal, incrementando la capacidad olfatoria. Un recién nacido atrae siempre la atención de su madre. El olor, el contacto con la piel y el encuentro de la mirada con su bebé jamás se olvidan.

Una madre ama a su hijo por sobre todas las cosas, su cariño es innegociable. Una madre ve a su hijo como el más hermoso, el más inteligente y el mejor. Así debe ser, su oxitocina y dopamina le quitan objetividad y al mismo tiempo este proceso hará que toda la vida el vinculo este presente entre ambos. Sin saberlo, ella al besarlo, abrazarlo, amamantarlo y hablarle, también su hijo libera oxitocina en su pequeño cerebro, lo que hará más profundo el apego.

Los humanos somos una especie gregaria, que necesita del cuidado social para vivir. Es la madre quien otorga inicialmente estas estrategias biológicas asociadas al entorno psicológico y social. Una mujer, al ser madre cambia para siempre su cerebro. Sin duda, el primer regalo de la vida que una mamá tiene es reorganizar y reconectar su cerebro, un regalo que es dual tanto para ella y como para su hijo, un futuro adulto que no debe olvidar las primeras enseñanzas de amor que le otorgo su madre.

@ecalixto

Fuente artículo: http://www.excelsior.com.mx/blog/neurociencias-en-la-vida-cotidiana/el-cerebro-de-mama/1091624

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Reflexiones y ejemplos sobre la formación de competencias socioemocionales

26 de octubre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Ángela Escallón Emiliani

El pasado 16 de septiembre, la Fundación Corona realizó un Conversatorio de Competencias Socioemocionales con el experto Koji Miyamoto, quien en distintas ocasiones recordó las altas implicaciones que tienen estas habilidades en el desarrollo de las personas, pero también en el progreso social y económico del país.

En esta ocasión queremos compartir con ustedes algunas de las grandes preguntas que se discutieron en este espacio, y que serán de gran ayuda y guía a la hora de poner en práctica la formación de competencias socio emocionales en distintos contextos.

¿Qué implicación tienen las diferencias en los contextos de aprendizajes de las competencias socioemocionales, por ejemplo, entre un niño del campo y un niño de una ciudad capital?

K.M: Es cierto que el nivel de formación de las competencias socioemocionales depende del contexto en que se desarrollen. Su formación puede ser diferente entre países, incluso entre ciudades de un mismo país y entre el contexto urbano y rural.

Por ejemplo, en Japón sobre salir y buscar destacarse es una competencia socio emocional cuya formación difiere a la de varios países, pues no es bien percibido socialmente que las personas hagan referencia a su buen desempeño y a sus habilidades superiores frente a otros. En la cultura japonesa prevalece la cohesión grupal y el éxito colectivo sobre el éxito individual. No obstante, este caso es totalmente contrario en la cultura norteamericana, donde la competitividad es bastante alta.

Las diferencias en los contextos de aprendizaje pueden variar el enfoque y la fuerza hacia el cuál se forma cierto tipo de competencias socio emocionales. En el caso rural de una comunidad agricultora, parecería que la formación de competencias como la flexibilidad y la adaptación no podrían tener gran relevancia, ya que las costumbres de estas personas vienen de décadas atrás y son muy arraigadas. Sin embargo, a la hora de que esta comunidad quiera mejorar los procesos de cultivo para mejorar su calidad de vida por medio de habilidades de investigación o uso de nueva tecnología, estas competencias entrarían a tener un rol importante.

Es por eso que desde la evidencia se ha visto que hay un grupo de competencias socioemocionales que si son generales y necesarias para la formación del ser humano sin importar el contexto. Por ejemplo, la empatía y la comunicación son competencias que son claves desarrollar en todo el mundo.

De hecho, esta es la razón por la que la medición y evaluación internacional de estas competencias sólo busca recoger información sobre aquellas que son globalmente relevantes y que puedan ser comparables.

¿Según esas diferencias en los contextos de aprendizaje, debería enfocarse la formación de competencias socioemocionales más en unas que en otras?

K.M: Enfocarse en una o dos dimensiones puede generar distorsiones en la formación. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que el enfoque en incrementar solo competencias como la “complacencia” (agreeableness) genera consecuencias en problemas alimenticios como la obesidad.

El objetivo final debe ser formar seres humanos integrales con un equilibrio entre lo cognitivo y lo socioemocional. Por eso, es importante tener un balance en la formación.

Según estudios de neurociencia se ha comprado que la formación de competencias socioemocionales si tiene un impacto el desarrollo cerebral y en los procesos de plasticidad. Estas competencias estimulan la forma en que las personas piensan, sienten y se compartan.

¿Podemos encontrar una relación entre la formación de competencias socio emocionales y la generación de violencia?

K.M: La formación de competencias socioemocionales es esencial en un país que está comenzando un periodo de reconciliación. Formar el respeto por el otro en las personas, entre muchas más habilidades, permitirá que un país pueda establecer una convivencia pacífica.

Pero, además, las competencias socio emocionales te permiten prevenir ser víctima de la violencia. Estas competencias pueden empoderar a las personas para navegar mejor el entorno, para evadir escenarios de violencia.

Una forma de enseñar competencias socio emocionales puede ser a través de las clases de historia. Permitir que los niños analicen y discutan hechos pasados de violencia, más allá de que memoricen fechas y protagonistas, permite sembrar en ellos un sentido crítico y reflexivo de estos comportamientos, que los lleve a pensar incluso en soluciones antes no pensadas.

A la hora de formar competencias socioemocionales a través de este tipo de reflexión y la expresión, es importante traer a colación hechos concretos y personas, que permitan que los niños generen sus propios análisis mientras se ponen en la situación del otro. El objetivo no es discutir lo sucedido, como fechas, protagonistas, bandos, entre otros; sino que los niños y jóvenes se involucren en el tema mediante la reflexión. Incluso se puede transpolar los sucesos que se están discutiendo a las problemáticas de la propia comunidad de los niños, para que ellos mismos contribuyan a buscar soluciones a problemas de su propio entorno.

Finalmente, Miyamoto destacó durante toda la jornada que el enfoque de la formación en competencias socioemocionales no sólo debe comprender lo formal (la escuela), debe también comprender el aprendizaje en los espacios no-formales (la comunidad, la sociedad). Esto es lo que él llama coherencia y cohesión en los contextos de aprendizaje, donde debe haber una articulación entre ambas (formal y no formal) en la que se deje de fragmentar el aprendizaje.

La construcción de estas competencias es una labor en llave y de doble vía que involucra escuela, familia y comunidad.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/angela-escallon-reflexiones-y-ejemplos-sobre-la-formacion-de-competencias-socioemocionales/

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La dimensión psicosocial en el entendimiento del comportamiento humano frente al cambio climático

26 de octubre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

De la revisión de los diversos autores que han abordado la dimensión psicosocial del cambio climático se desprende que nuestro comportamiento frente al cambio climático se basa en la forma cómo percibimos el tema. Dos factores a considerar refieren a la distancia que percibimos el problema y el grado de afectación personal o colectiva que asumimos. Omland (2011) añade un tercer factor referido a la búsqueda permanente del confort presente. Bajo esta lógica el confort futuro (o el confort de otros) no es mi problema. 


¿Por qué resulta tan difícil que en los procesos de negociación internacional se lleguen a acuerdos vinculantes para reducir las emisiones antrópicas de Gases de Efecto Invernadero? ¿Por qué no se aprecian medidas colectivas para la mitigación y adaptación al cambio climático? ¿Por qué nos resulta difícil pasar del conocimiento a la acción de manera individual respecto al cambio climático? Esas fueron las inquietudes que nos llevaron a profundizar la dimensión psicosocial para un mejor entendimiento del comportamientohumano frente al cambio climático.

La base de muchas decisiones para hacer frente al cambio climático radica en los mecanismos de mercado. Según esta perspectiva, lo que no tiene precio, propiedad y actores definidos de transacción económica no puede ser convertido en una herramienta de solución a los problemas ambientales. Así, desde un enfoque de mercado Fisher (2000) menciona que los derechos de propiedad son un componente fundamental de nuestra conducta social, particularmente en el campo económico, y su existencia no depende de un ordenamiento legal ad hoc, sino que estos se han desarrollado como módulos mentales instintivos por su utilidad adaptativa durante el proceso de consolidación de nuestra especie.

Garret Hardin en la tragedia de los comunes nos da cuenta que si cada uno busca sacar el mejor provecho de los recursos, la libertad de los recursos comunes resulta la ruina para todos. Sin embargo, las explicaciones basadas en una racionalidad económica instrumental no son suficientes para explicar la complejidad de las decisiones ambientales. Crespo (2008) habla de empezar a abordar desde una racionalidad ética estratégica.

El problema ambiental no se puede abordar las posibles estrategias de solución de manera sesgada apelando sólo a los instrumentos políticos, económicos y jurídicos. Si la sociedad deja de ignorar que el problema no es de la naturaleza sino de nuestra forma de relacionarnos con ella, entonces estaríamos en condiciones de ahondar en nosotros más que en elementos externos (Omland, 2011). De ahí que el tema de la conciencia colectiva y la conciencia emocional sean elementos que debemos profundizar. Por ello la importancia de abordar las dimensiones psicosociales del cambio climático.

Lo primero que tenemos que reconocer a la persona humana como un ente biopsicosocial. Ello nos permite establecer claras relaciones de interacción e influencia entre el individuo y la sociedad. A nivel individual podemos hablar de personalidad y a nivel social hablamos de sintalidad. Hay que reconocer además que existen sociedades individualistas (como las occidentales, que enfatizan la competencia, el logro individual y la autonomía) y sociedad colectivistas (que privilegian la cooperación y la cohesión grupal) (Triandis y colaboradores, 1985).

Una constatación digna de ser tomada en cuenta es nuestra complejidad como personas. Según la teoría de la reversión es parte de la naturaleza humana ser complejos e inconstantes. Así nuestra conducta revierte entre los cuatro pares de estados opuestos: entre ser egocéntricos y ser altruistas, entre ser solidarios y ser dominantes, entre ser conformista y ser rebelde y entre ser serio y juguetón (Kourdi, 2008).

El descubrimiento más importante de la neurociencia es que nuestro sistema neuronal está programado para conectar con los demás, el mismo diseño del cerebro nos torna sociables y establece inexorablemente un vínculo intercerebral con las personas con las que nos relacionamos (cerebro social). No es de extrañar entonces que nuestras relaciones no sólo configuren nuestra experiencia, sino también nuestra biología (Goleman, 2006). A la complejidad de los individuos hay que agregarle entonces el hecho de la mutua influencia que se verifica en los grupos con los que alternamos.

Tomando prestado las explicaciones sociales de los movimientos sociales podríamos re parafrasear y decir “sólo si el grupo define colectivamente la situación como algo negativo que debe ser corregido podremos decir que ha emergido un problema ambiental” Javaloy y colaboradores, 2001). Esta explicación tiene un símil en la teoría de conflictos que dice que la existencia de un problema no significa que estemos frente a un conflicto sino que para que sea tal requiere una acción deliberada de bloqueo.

El International Human Dimensions Program-Global Enviromental Change (IHDP-GEC) reconoce cinco características de orden psicológico que complican el fenómeno:

  • La baja visibilidad del cambio global
  • La extrema dilación en mostrar la relación causa-efecto
  • La psicofísica de los eventos de baja probabilidad
  • La distancia social entre actores y víctimas del cambio ambiental,
  • El bajo índice subjetivo de costo/efectividad de la conducta protectora del ambiente (Urbina, 2008).

De la revisión de los diversos autores que han abordado la dimensión psicosocial del cambio climático se desprende que nuestro comportamiento frente al cambio climático basa en la forma cómo percibimos el tema. La percepción representa el proceso psicológico por el que la gente reúne información del medio y la da sentido a su mundo (Banks y Krajicek, 1991). Dos factores a considerar refieren a la distancia que percibimos el problema y el grado de afectación personal o colectiva que asumimos.

Por distancia se entiende a la cercanía o lejanía (física o temporal) del problema, que no quiere decir necesariamente distancia de las evidencias de los efectos del cambio climático. Podría estar al frente nuestro a ser parte de nuestra realidad pero igual podemos sentirlo distante. Bajo esta lógica los efectos del cambio climático son para otros, en lugares que no son los míos.

De manera similar el grado de afectación alude al grado de riesgo que asume la persona o colectivo frente a los efectos del cambio climático. Tampoco tiene que ver con la existencia de evidencias sino con el patrón mental. La actitud de invulnerabilidad personal sustenta la argumentación que “podrá afectar a otros pero a mi no me afecta”

A los dos factores arriba mencionados Omland (2011) añade un tercer factor referido a la búsqueda permanente del confort presente. Bajo esta lógica el confort futuro (o el confort de otros) no es mi problema. Un tema similar, aunque en otra perspectiva, refiere al “derecho a contaminar”: “si ellos (los países desarrollados) contaminaron para poder desarrollarse, entonces porque nosotros tendríamos que dejar de hacerlo”.

Tanto el factor distancia como el grado de afectación están influidos por el grado de veracidad que los sujetos y los colectivos creen o quieren reconocer en los efectos reales o aparentes del cambio climático. Aunque el IPCC menciona de manera inequívoca la responsabilidad antropogénica del cambio climático hay que reconocer que existe un grupo de escépticos que relativizan el origen antrópico del cambio climático actual o incluso lo niegan totalmente. Otros no discuten la certidumbre del cambio climático sino las estrategias y mecanismos cómo se los aborda.

Es indudable que la información y comunicación tienen un gran papel en la generación de la conciencia colectiva para abordar seriamente el cambio climático pero hay que analizar con mucha objetividad la forma cómo se las viene tratando, si es para generar temor, culpabilidad o es para generar el sentido de urgencia del cambio de actitudes.

Siguiendo a Lofland (1981) el modelo de comportamiento colectivo se sustenta, entre otros, en los componentes cognitivos, emocionales y de acción. Estos factores están estrechamente interrelacionados y no deben ser vistos de manera fragmentaria. Por ello, si bien es cierto el conocimiento es importante, no basta pues hay que llegar hasta el corazón y el espíritu de las personas y los colectivos. Hemos podido apreciar que tanto en la distancia como en el grado de afectación puede producirse bloqueos mentales a la luz de los paradigmas o creencias con las que actúan las personas y los colectivos.

La polémica sobre el cambio climático dista de ser sencilla y de fácil solución debido en gran parte a la falta de conocimiento científico, pero también a las barreras ideológicas y epistemológicas así como a los grandes intereses políticos y económicos que están involucrados tanto en sus causas como en sus posibles soluciones (Pisanty, 2008).

Frente a los límites de los enfoques legalistas y economicistas, una invitación a los psicólogos y psicólogos sociales para profundizar sobre estos temas y contribuir a la generación de estrategias efectivas para hacer frente al cambio climático. Todavía tenemos mucho que aprender sobre cómo convivir con nuestro niño(a) interior para poder desarrollar relaciones más armoniosas con el ambiente y la sociedad.


Bibliografía revisada:

Banks y Krajicek, 1991. Perception. En Annual Review of Psychology. 42: 305-331.

Crespo, Patricio. 2008. Decisiones ambientales y liberalismo. Abya Yala. Quito, 143 p.

Goleman, Daniel. 2006. Inteligencia social. La nueva ciencia de las relaciones humanas. Kairós. Barcelona, 543 p.

Javeloy, Federico; Rodríguez, Alvaro y Espelt, Esteve. 2001. Comportamientocolectivo y movimientos sociales. Prentice Hall. Barcelona, 443 p.

Kourdi, Jeremy. 2008. Estrategia. Claves para tomar decisiones en los negocios. 1ª. Ed. The Economist. Buenos Aires, 220 p.

Lofland, J. 1981. Collective Behavior: the elementary forms. En Rosenberg, M. y Turner, R. (Eds.): Social Psychology: sociological perspectives. Nueva York: Basic Boos, 411-446

Omland, 2011. Biodiversidad y cambio climático ¿Necesidad o solidaridad internacional? Editorial San Marcos. Lima, 242 p.

Pisanty, Irene. 2008. Cambio global y biodiversidad. En: Urbina Javier y Martínez, Julia. 2006. Más allá del cambio climático. Las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecología. Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Psicología. México, 288 p.

Triandis, H. J. Leung, K., Villarreal, M. J. y Clack, F. L. 1985. Allocentric versus idiocentric tendencies: convergent and discriminant validation. Journal of personality and Social Psycology, 38, 257-267

Urbina, Javier. 2006. Dimensiones psicológicas del cambio ambiental global. En: Urbina Javier y Martínez, Julia. 2006. Más allá del cambio climático. Las dimensiones psicosociales del cambio ambiental global. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Instituto Nacional de Ecología. Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Psicología. México, 288 p.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-la-dimension-psicosocial-en-el-entendimiento-del-comportamiento-humano-frente-al-cambio-climatico/

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Guatemala. Vestigios de una Revolución

Por: Ilka Oliva Corado

La expresión “una olla de cangrejos” aplica perfectamente a Guatemala, en todo. De la Revolución de Octubre de 1944 solo queda la nostalgia raída en historias que cuentan los abuelos, de boca en boca, en ensueños de jornaleros y campesinos en tarde de domingo.

La expresión “una olla de cangrejos” aplica perfectamente a Guatemala, en todo. De la Revolución de Octubre de 1944 solo queda la nostalgia raída en historias que cuentan los abuelos, de boca en boca, en ensueños de jornaleros y campesinos en tarde de domingo. O en tertulias de intelectuales y revolucionarios, al compás de las copas de vino, whisky o de cusha en salones de embajadas o en sala de casa particular.

Una que otra conferencia que se dicta por ahí, para apacharle el ojo al macho y mesas redondas organizadas por alumnos entusiastas que cuando se gradúan de la universidad pasan a formar parte de los que utilizan los títulos para apuñalar por la espalda a los de pies descalzos. Es la idolología y la conciencia social pues, una modorra de tres días de la que no se quieren volver a recordar nunca. Y qué decir de la irresponsabilidad de docentes universitarios que se encargan de seguir creando generaciones desmemoriadas.

No es tan difícil descifrar qué sucedió con la Revolución, si sabemos muy bien de qué estamos hechos los guatemaltecos. Como reflejo está la Firma de la Paz y cómo está Guatemala 20 años después. Solo con eso nos alcanza para el análisis que da para unas cuantas tesis. Digo, para aquellos a los que les fascinan los análisis académicos.

Una narración vívida es lo que sucedió con la bulla de las manifestaciones por corrupción, en el 2015. Hemos visto que así como fue gente con conciencia social y con ganas de cambiar Guatemala, también asistieron multitudes de hipócritas y arribistas y para desgracia del país fueron los que cambiaron la sangre por el chilate.

Eran bocanadas, se les inflaba el pecho, se llenaban la boca pronunciando el nombre de Jacobo Árbenz. ¡Habráse visto! Lo cargaban en panfletos, en cartulinas, en mantas y hasta en canciones que rasguñaban la añoranza de décadas pasadas. Otros besaban las fotografías de don Alfonzo Bauer Paiz y se tiraban al suelo, en trance, pataleando y revolcándose. Recitaban poesía de Otto René Castillo y gritaban con el pecho reventado en gloria y honor: ¡se metieron con la generación equivocada! ¡Somos la generación del cambio! Con esto menospreciando a todas luces, la entrega de tantas personas que en tiempos de Genocidio, sufrieron el horror de la transgresión.

De aquel carnaval de sábados de ir a broncearse, quedó la burla, las fotografías para el recuerdo y el afán para fanfarronear de que, ¡yo estuve ahí!
Muchos universitarios gritaron, ¡somos pueblo! De ahí han salido afirmaciones que dicen que el nuevo rostro de la política en Guatemala son estudiantes universitarios, ladinos y capitalinos. ¿En dónde está el aporte de los Pueblos Indígenas que llevan luchando siglos? ¿ O sea, los iletrados, los analfabetas, los campesinos y jornaleros de a pie, no cuentan? He ahí. Por eso la Guatemala excluyente no va hacia ningún lugar, porque puede más su racismo y su clasismo que el deseo de unidad e inclusión.

Como resultado de aquella bulla que fue llamarada de tuza, está el voto a Jimmy Morales. Muchos de esos mismos que gritaron el nombre de Jacobo Árbenz votaron por la continuidad de un gobierno neoliberal en el país. No tenemos moral para hablar de la Revolución de Octubre de 1944, mientras no nos hagamos una limpia con siete montes y chilca, para quitarnos esa mente colonizada que nos hace tanto daño como país. Lastimosamente las agallas no vienen con una fumada de puro a Maximón y una visita el Señor de Esquipulas, y mucho menos con una revolcada de una cuadra en manifestación de sábado de ir a broncearse.

No, Guatemala necesita mucho más que egos. Guatemala necesita que sus hijos la amen con la vida, con su sangre, con su conciencia social. Con identidad y sentido de pertenencia. Con criterio y e ideología propios. Con respeto y con dignidad. Guatemala necesita que la Revolución se haga día a día, en nuestras casas, comunidades, en las calles. En las escuelas y universidades, en cada rincón del país. En las peñas y los caminos reales. En las faldas de los volcanes, en los centros de salud, en los mercados. Necesita principalmente de nuestra humildad y visión de inclusión.

No hemos entendido nada todavía, por más títulos que tengamos. Por más fotografías en las redes sociales y etiquetas. Por más seminarios o conferencias a los que asistamos.

Nos hacen falta años luz para llegar a un Revolución como la de Octubre de 1944. Se puede realizar, claro que sí, pero el día en que nos despojemos de egos y nos veamos humanos, tan mortales como cualquiera. El día que nuestra Patria no sea vivir de apariencias, sino el llanto de una cría recién nacida en pobreza extrema y la agonía de los abuelos en exclusión.

El día que tengamos el deseo y las agallas de deshacernos de esa olla de cangrejos que somos, para vernos tan cual y entonces sí, levantar la voz y actuar desde nuestra esencia incorruptible e inquebrantable. Qué va…

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/10/20/vestigios-de-una-revolucion/

Fuente de la imagen: https://laotracara.co/opinion/guatemala-le-apuesta-al-retroceso/

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