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Sudán persigue una paz esquiva entre la hambruna y la violencia continua contra la población

Por: Sarah Babiker

 

El pasado 31 de julio, el general de las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) Abdel Fattah al-Burhan se encontraba en una ceremonia de graduación del ejército. En ese momento, un dron atacó el evento con el objetivo de acabar con la vida del todavía jefe de Estado de facto en el país africano. Cinco personas murieron en el ataque, pero entre ellas no estaba el dirigente, quien sobrevivió ileso. Nabil Abdallah, portavoz militar, denunció la ofensiva y señaló como culpables a las milicias contra las que el ejército lleva más de un año en guerra, las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), pero desde el grupo paramilitar liderado por Mohamed Hamdan Dagalo negaron toda responsabilidad, sugiriendo que el ataque provendría de las propias filas del ejército como respuesta a conflictos internos.

El intento de asesinato de Al-Burhan llega en un momento en el que estarían en marcha nuevas conversaciones de paz lideradas por Estados Unidos, que se hallaría en conversaciones con ambas partes con el fin de que se sienten a negociar en un encuentro el próximo 14 de agosto en la ciudad suiza de Ginebra. El enviado especial de Estados Unidos para Sudán, Tom Perriello, remarcaba el pasado 2 de agosto, en una conferencia de prensa en Addis Abeba, que esta iniciativa contaría con tres objetivos: cese de la violencia a nivel nacional, acceso de ayuda humanitaria a los 18 estados que componen el país, y herramientas de monitoreo para garantizar los dos primeros puntos.

Desde el medio sudanés Sudan War Monitor se apunta a que la posición ante las conversaciones de paz pueda estar acelerando un proceso de relevo al frente de la Junta Militar, donde desde hace meses se produce una tensión entre quienes son más favorables a las conversaciones, y quienes quieren seguir en guerra sobre la base de que creen poder vencer a sus contrincantes. La pieza, publicada ayer 5 de agosto, apunta al rumor de que Al-Burham querría echarse a un lado, y para ello apostaría por el relevo con un militar nubio, con experiencia en negociación: Shams Al-Din Kabbashi.

El general Yasser Al-Atta, quien confirmó los rumores, está entre quienes quieren continuar con la guerra esperando una victoria para las Fuerzas Armadas Sudanesas. Llegó, de hecho, a afirmar que la guerra contra las FAR debería continuar hasta su derrota, aunque durara incluso cien años. Estas aseveraciones generaron rechazo entre las fuerzas civiles —articuladas en torno a la coalición contra la guerra Taqadum— que primero  vieron cómo se les arrebataba el proyecto de transición, para después tener que sufrir las consecuencias de una guerra.

Las de Ginebra no son las primeras conversaciones de paz que aspiran a lograr un alto el fuego que se presenta esquivo. Desde que estallara la guerra entre los antiguos aliados, el 15 de abril de 2023, han sido numerosos los intentos de poner fin al conflicto, con iniciativas en Jeddah, en Arabia Saudí, en las semanas siguientes al estallido de la guerra, en Addis Abeba, o en Bahrain. La falta de compromiso de unos y otros para cumplir unos mínimos ha hecho imposible hasta ahora cualquier acuerdo, en el marco de una guerra que ni el ejército regular ni las milicias de Dagalo (conocido como Hemedti) parecen estar en condiciones de ganar.

Las conversaciones de Ginebra se presentan complejas, no solo no es claro el compromiso de las FAS, que exigen se tenga en cuenta sus condiciones. Otros actores han manifestado su  desacuerdo al considerarse excluidos de las negociaciones de paz. Así lo expresaba Mini Arko Minnawi, el líder del otrora grupo rebelde Movimiento/Ejército para la Liberación de Sudán (SLM/A en sus siglas en inglés), contendiente histórico del régimen de Al Bashir —el dirigente militar defenestrado en abril de 2019—. Del mismo modo protestaba el grupo armado y político Justicia e Igualdad (JEM), con Jibril Ibrahim al frente. Ambos grupos se habían mantenido neutrales hasta el pasado noviembre, cuando entraron en la guerra del lado del ejército. Su postura refleja la demanda histórica de que sean tenidos en cuenta los otros territorios que componen Sudán, más allá de los centros de poder de la capital y el este del país. Desde hace meses, los antiguos grupos rebeldes combaten junto al ejército para defender Al Fasher, la capital del Darfur del Norte, del asedio de las fuerzas del general Dagalo.

Y es que el ataque del pasado miércoles 31 de julio se produjo en una base militar de Jebit, sita en el estado del Mar Rojo, al Este del país, área que se mantiene bajo el control del ejército. Mientras, las milicias se han hecho con Darfur —su lugar de origen— donde solo la ciudad de Al Fasher resiste. Las FAR han ido extendiendo su dominio también por los Estados de Kordofán y Sennar, dominando el Oeste y el Sur del país, mientras mantiene el control sobre el Estado de Al Jazirah, tras ocupar su capital el pasado diciembre, un territorio fundamental pues desde allí se organizaban una parte relevante de las operaciones humanitarias en el país. Además, esta región al sur de Jartum es la principal productora de cereales. Es en la capital y el Norte de Darfur donde el frente de la guerra es más activo, dándose el mayor número de combates y ataques.

Una violencia que no se detiene

Y es que, mientras los diversos intentos para detener la guerra no parecen avanzar, la violencia no para. Ayer, 5 de agosto, se registraba la peor ofensiva terrestre de las FAR contra la ciudad de Al Fasher, que dejó 30 víctimas mortales en un solo ataque, después de que las milicias de Hemedti acabaran también con la vida de 23 personas en el estado de Al Jazirah el pasado jueves 1 de agosto. Dos días después los paramilitares invadían varios barrios del norte de Jartum. El estado Blue Nile también ha sido en estos días escenario de enfrentamientos entre las FAR y las FAS.

El régimen del terror que las milicias están imponiendo allá donde llegan no parece tener límites. Las fuerza dirigidas por Hemedti han sido denunciadas por incendiar decenas de pueblos, sobre todo en Darfur, cometer violencia sexual a gran escala —un informe de Human Right Watch publicado a finales de julio documenta la violencia sexual sistemática ejercida contra las mujeres en Jartum por parte de las FAR principalmente, aunque sin eximir a los soldados del ejército regular— y saquear todo lo que encuentran a su paso. Desde el principio de la guerra se apuntó a los Emiratos Árabes Unidos, o el grupo Wagner, como quienes mantenían el flujo de armas hacia los paramilitares.

Las FAR cuentan así con armamento y capacidad de confrontar al ejército, pero no con el apoyo de la población, que los conoce como los Janjaweed, la milicia aliada con el ejército que tuvo un lugar central en los crímenes de guerra cometidos en Darfur a principios de siglo, pero también en la represión de las protestas que llevaron al fin del régimen de Al Bashir y el inicio de una transición democrática en 2019.

El ejército tampoco cuenta con la adhesión de una población que vio cómo sus sueños democráticos, agitados por la rebelión que comenzó en diciembre de 2018, se truncaban con el golpe de Estado del 25 de octubre de 2021, cuando Al-Burhan se negó a cumplir con el compromiso adquirido en la transición, que obligaba a los militares a entregar el poder al gobierno civil, en virtud del turnaje establecido en los acuerdos de julio de 2019.

Ahora enfrentado a su antiguo aliado, después de que las FAR se negaran a integrarse en el ejército regular en el marco de un nuevo acuerdo de transición firmado en diciembre de 2022, el ejército intenta recuperar el terreno perdido desde abril del 2023. En los últimos días ha avanzado posiciones en Omdurman, ciudad que forma parte de la capital, en una lenta avanzada sobre la capital durante los últimos meses que, sin embargo, no acaba de afianzarse. Y si bien sobre el ejército no recaen las mismas acusaciones que apuntan a los de Hemedti, este tampoco se distingue por su respeto a los derechos humanos, como las FAR, ha torturado y ejecutado a combatientes enemigos, tiene como práctica bombardear a la población civil —el 4 de agosto bombardeaba el campo de refugiados de Zamzam, cercano a Al Fasher— y está acusado tanto de atacar la muy afectada infraestructura sanitaria, como de propiciar la  gran emergencia humanitaria que afecta al país.

Sin alimento ni cuidados médicos

Son 400.000 los refugiados que se encuentran en Zamzam, un campo al que las agencias de ayuda humanitaria apenas pueden acceder. El Comité de Examen de la Hambruna de Naciones Unidas ha certificado que las personas residentes en el campo están en situación de hambruna. Es la primera vez que el comité determina la existencia de hambruna en los últimos siete años, y solo la tercera ocasión en la que hace esta declaración en las últimas dos décadas, después de que se creara el sistema de monitoreo.  Los expertos advierten de que la hambruna va más allá de este campo y alcanzaría a otras regiones del país. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cerca de la mitad de la población, 25,6 millones de personas, sufren hambre aguda.

En un comunicado conjunto de UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) apuntaban tanto a Darfur como a Jartum, Kordofán y Al Jazirah como territorios en riesgo de hambruna, y recordaban que  “730.000 niños y niñas sufrirán desnutrición aguda grave este año, la forma de desnutrición que más vidas pone en peligro”. Y es que la declaración de hambruna implica que ya hay personas, y especialmente niños y niñas, muriendo de desnutrición. Las entidades denuncian que la hambruna es consecuencia de la decisión humana y lamentan que los actores del conflicto imposibiliten con sus ataques continuos la llegada de ayuda humanitaria. Frente a la dificultad de acceso a las poblaciones, el PMA ha colaborado con los Comités de Resistencia locales que, surgidos durante la revolución, han conseguido ayudar a vecinas y vecinos a través del apoyo mutuo.

Por otro lado, los ataques continuos a hospitales dificultan hasta lo imposible la atención médica a la población. Así lo denuncia Médicos Sin Fronteras, que en un informe publicado el pasado mes de julio con el título La guerra en Sudán es una guerra contra las personas afirma que “las dos partes en conflicto muestran un total desprecio por la misión médica: los hospitales son saqueados y atacados sistemáticamente y la ayuda humanitaria, bloqueada deliberadamente”. Con presencia en ocho de los estados del país, la organización documenta “al menos 60 incidentes de violencia y ataques contra nuestro personal, bienes y centros”, y cita a la OMS para afirmar que solo entre el 20 y 30% de los centros sigue funcionando, aunque sea con servicios limitados en el país.

Más de 10 millones de sudaneses se han visto forzados a abandonar su hogar, siendo desplazados también de los primeros lugares donde habían buscado refugio. A la hambruna, los enfrentamientos y el colapso del sistema sanitario, en la última semana se han unido las fuertes lluvias e inundaciones, que han afectado principalmente al estado de Kessala, donde se refugian más de 250.000 personas.

Fuente de la información e imagen:  El Salto

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Escolasticidio, o genocidio de la comunidad educativa, en Gaza

Por: Renán Vega Cantor

Con todo el dolor del alma este escrito está dedicado a los niños palestinos que soportan el escolasticidio y a Marisol y Lucía, mis queridas hijas.

“La educación y todo el proceso educativo, junto con todos sus componentes, instalaciones e instituciones, están en el centro del objetivo sionista israelí. Este ataque es sistemático, es un asalto calculado, según la clasificación de las organizaciones de derechos humanos”. -Kram Wadi, profesor adjunto de Currículo e Instrucción en la Universidad Al-Aqsa

 “A quienes dicen por qué no hay educación en Gaza, los bombardeamos. Oh, qué lástima, ya no seréis ingenieros”. -Un soldado de Israel

«Estás matando todos los años dedicados a la formación, que en su totalidad serían básicamente miles de años de conocimiento, porque cada una de estas cientos de personas que han sido asesinadas ha trabajado al menos 10 años para obtener un doctorado, si no más». -Abdel Razzaq Takriti, profesor Universidad Rice en Estados Unidos.

El genocidio de los palestinos que realiza de manera cobarde e impune el Estado de Israel alcanza tales cotas de inhumanidad que se han tenido que inventar nuevos términos, porque los existentes son limitados e insuficientes para describir la macabra realidad que viven de manera cotidiana los habitantes de Gaza y Cisjordania. En este caso, las palabras se quedan cortas para señalar los nuevos crímenes nazisionistas. Estos son de tal magnitud que genocidio resulta siendo un vocablo que por su carácter genérico ‒aunque terriblemente cierto‒ no da cuenta de los nuevos crímenes que ha inventado el Estado de Israel, todos inscritos por supuesto en la órbita amplia del genocidio.

Entre esos crímenes existe uno particularmente brutal, que es realizado en forma premeditada y planificado con el claro propósito de matar, herir, destruir, arrasar de manera directa a niños, jóvenes, profesores y, en sentido más amplio, a la comunidad educativa. Para dar cuenta de esa nueva criminalidad estatal y terrorista se ha inventado la palabra escolasticidio, es decir, genocidio escolar, educacidio o educidio, con el cual se quiere dar cuenta de la destrucción sistemática, bien sea total o parcial, de la vida educativa de un grupo nacional, étnico, religioso o racial y de sus formas de organización educativa y cultural, como está aconteciendo hoy con el pueblo palestino.

COMPONENTES DEL ESCOLASTICIDIO

El vocablo escolasticidio fue acuñado por la profesora palestina de la Universidad de Oxford, Karma Nabulsi, en el que se combina el prefijo latino schola, que significa escuela, con el sufijo latino cidio, que significa matar. Más allá de lo literal, matar la escuela, habría que agregar que es una matanza masiva, sistemática, planificada, con el objetivo de destruir a la escuela y a los escolares. En forma esquemática e incompleta, dada la inventiva israelí en el terreno de la muerte y la crueldad, señalemos algunos de los rasgos que caracterizan al escolasticidio, para arañar, así sea superficialmente, la magnitud del crimen en marcha. Se trata también, como enseñanza derivada, que la comunidad educativa, en los diversos países, entienda el sentido y significado del genocidio escolar, porque allí se muestra un elemento del posible futuro que nos espera a todos nosotros si es que no hacemos nada para enfrentar los crímenes del nazisionismo.

Destrucción de escuelas y universidades: Israel expulsa los cuerpos de sus sitios de residencia, mata y destruye las subjetividades de los palestinos y destruye en términos materiales el aparato escolar, para que esta no tenga condiciones físicas de seguir operando. De esta manera, puede colegirse sin mucho esfuerzo que los bombardeos contra escuelas y universidades no son ningún daño colateral, ni se atacan los centros educativos porque supuestamente allí se refugian los combatientes de Hamas. Simplemente, un objetivo central del genocidio en curso es impedir que existan lugares, espacios, construcciones educativas en las que en el futuro inmediato puedan reanudarse las actividades escolares. Al respecto, la destrucción de las escuelas y universidades es de tal magnitud que en poco tiempo ha alcanzado niveles similares a los que se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial, incluso peores si tenemos en cuenta que Israel se concentra en forma específica en la destrucción de los centros educativos, algo que no era tan evidente y directo ni siquiera en la Alemania nazi. Ahora han sido destruidas 400 escuelas y las doce universidades existentes. Aparte de todo, las escuelas que quedan en pie han sufrido destrucción parcial y muchas de ellas están tan deterioradas que no es posible habitarlas en un futuro cercano, salvo que se reconstruyan con todas las normas arquitectónicas del caso, lo cual va a durar décadas.

Palestinos inspeccionan los escombros de una escuela bombardeada por Israel el 6 de junio de 2024 en Nuseirat.

Para dar unos pocos datos sobre la destrucción de escuelas, mencionemos que a mediados de julio fueron destruidas cuatro de ellas, que fueron sometidas a incesantes bombardeos y fueron masacrados 25 niños. Sobre esto dice Juliette Touma, directora de Comunicaciones de La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA): “Esto se está convirtiendo en algo habitual. Sólo en los últimos cuatro días hemos visto cuatro escuelas atacadas” y “decenas de personas pagan el precio”. “Hemos convertido a la gran mayoría de las escuelas en refugios y en algún momento tuvimos un millón de personas alojadas en ellas”[1]. El jueves 18 de julio “la escuela Al-Falah, ubicada en el barrio de Zaytoun, al sureste de la ciudad de Gaza, fue objetivo de un ataque que dejó un saldo de dos civiles asesinados y cinco más heridos”[2].

La escuela Al-Falah, ubicada en el barrio de Zaytoun, al sureste de la ciudad de Gaza, fue objetivo de un ataque aéreo israelí la tarde del jueves 18 de julio, con cinco niños asesinados y dos heridos

Demolición deliberada de escuelas y universidades: Para darse cuenta de la perversidad genocida de Israel debe resaltarse que no es que solamente se estén destruyendo las escuelas por los bombardeos indiscriminados contra estas instalaciones y las personas que allí se encuentran. Existe algo de la misma saña criminal, consistente en la demolición programada de escuelas en diversos sitios de la palestina histórica, algo que se viene realizando desde hace décadas y que no ha cesado en los últimos meses. Así tenemos que se han demolido sedes de universidades, como la Universidad de Israa, que fue destruida desde sus cimientos con explosivos el 17 de enero de 2024, o sea, fue literalmente borrada del mapa. O lo menos conocido como la demolición de 42 escuelas de beduinos en el Valle del Jordán, con el objetivo de favorecer la colonización sionista en la zona. Esta técnica, criminal y terrorista de Israel, es de vieja data e involucra la destrucción de las casas de los palestinos, para que estos no tengan donde retornar. En el caso de los centros educativos se demuelen para que no existan lugares donde se pueda volver a estudiar tras el apaciguamiento de esta fase del genocidio.

La Universidad Islámica en la Ciudad de Gaza destruida por el ataque israelí del 15 de febrero de 2024 (AFP).

Ataques a las escuelas de las Naciones Unidas: En el caso de Israel su cinismo genocida no tiene límites, porque no existe ningún caso similar por parte de ningún país reconocido por la ONU ‒e Israel sí que es hijo ilegitimo de la ONU‒ en el que un estado de manera descarada ataque directamente las instalaciones de esa entidad. Al respecto, Israel se ha encargado de liquidar todas las instalaciones de la ONU, la mayor parte de las cuales están ligadas a la Agencia para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWUA), la cual administra escuelas, hospitales, centros de salud, albergues, campos de refugiados, restaurantes… Entre los ataques más criminales de Israel se encuentran los bombardeos contra escuelas y hospitales administrados por la UNRWUA, cuyas instalaciones han quedado pulverizadas y en cada uno de ellos han muertos decenas o centenares de palestinos, incluyendo miembros del personal administrativo de la entidad adscrita a las Naciones Unidas. Es decir, no solamente se asesina a palestinos, la mayor parte niños y mujeres, sino que se mata impunemente a funcionarios y empleados de la ONU, profesores, administradores, lo cual no genera ningún rechazo ni repudio especial de la mal llamada “Comunidad Internacional”. Entre uno de los ejemplos que pueden mencionarse se encuentra el ataque que se realizó en junio a una escuela de la ONU, en el que fueron masacradas 35 personas. El día 7 de junio un avión militar de Israel disparó dos misiles contra las aulas del último piso de la escuela en el campo de refugiados urbano de Nuserait. En el momento en que se produjo el bombardeo 6000 personas desplazadas se refugiaban en la escuela. Uno de los sobrevivientes, Udai Abu Elias contó: «Estaba durmiendo cuando ocurrió el incidente. De repente, oímos una fuerte explosión y los cristales rotos y los escombros del edificio cayeron sobre nosotros. El humo llenaba el aire y no podía ver nada. No esperaba salir vivo. Oí que alguien llamaba a los sobrevivientes para que salieran de debajo de los escombros. Me esforcé por ver mientras tropezaba con los cuerpos de los mártires»[3].

Hasta junio de 2024 han sido atacadas 190 escuelas e instalaciones gestionadas por la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Además, Israel no discrimina y bombardea sin pausa los campos de refugiados y las escuelas que allí se encuentran, en donde se albergan niños. Muchos de esos campos de refugiados existen desde hace décadas, y han sido masacrados centenares de niños.Un ejemplo palpable lo representa lo sucedido el domingo 14 de julio cuando Israel volvió a bombardear la escuela de las Naciones Unidas del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, y masacró a 13 personas, la mayoría niños.

Ataques y bombardeos a hospitales: Aunque la destrucción del sistema de salud de Gaza, que incluye el ataque sistemático a hospitales, constituye un crimen de guerra con sus propias particularidades que debe ser analizado de manera específica, debe ser incluido dentro del escolasticidio porque gran parte de los muertos y heridos son niños que se recuperaban de ataques previos o se les atendía por diversas enfermedades. De igual manera, se ataca a mujeres gestantes, lo quiere decir que en forma premeditada se agrede a la población relacionada en forma activa o potencial con el sistema escolar, con la clara intención de matarla. Aparte del bombardeo de hospitales debe incluirse el ataque a ambulancias donde se llevan enfermos y heridos, el allanamiento arbitrario y la evacuación forzosa de los hospitales y el asesinato aleve de pacientes en las camas en que se encontraban convalecientes.

No es una casualidad que los cobardes bombardeos que realiza la fuerza aérea de Israel sobre hospitales dejen centenares de muertos y de heridos. Al respecto valga mencionar que solamente en los dos primeros meses de la fase actual del genocidio, a finales de 2023 se presentaron 250 ataques a hospitales, centros de salud y ambulancias por parte de los ocupantes de Israel, que dejaron centenares de muertos. Un solo caso es demostrativo, el artero ataque con un misil por parte de Israel contra el hospital Al-Ahli que el 17 de octubre mató en forma instantánea a 421 personas y dejo centenares de heridos. Una descripción es suficientemente ilustrativa de este atroz crimen del sionismo, que como hemos dicho, forma parte también del escolasticidio:

“‘En el terreno quedaron cientos de víctimas, entre heridos y fallecidos. Las imágenes mostraban una gran cantidad de personas que yacían en el suelo’.

‘Partes del hospital están en llamas’, relató el cirujano británico-palestino Ghassan Abu Sittah. ‘No sé si es el servicio de urgencias, pero seguro que el quirófano sí. Parte del techo se ha caído. Hay cristales por todas partes’.

Otro médico aseguró que el 80% del hospital estaba fuera de servicio y que cientos de personas murieron o resultaron heridas en la explosión.

Además de los pacientes y personal sanitario que había en el hospital, en el interior y al exterior del edificio había civiles -unos 1.000, según los últimos reportes- que buscaban un lugar seguro ante los bombardeos israelíes”[4].

Bombardeo hospital Gaza: qué se sabe, quién es el autor y víctimas

Destrucción de infraestructura educativa: Cuando se habla de la destrucción material no se incluye solo a instalaciones de escuelas y universidades. Se involucra allí también la destrucción de sedes gubernamentales que están relacionadas en forma directa o indirecta con el sistema educativo. Así, el 15 de noviembre de 2023 Israel demolió la sede de la Asamblea Legislativa y la sede del gobierno de Hamas en la Franja de Gaza. Israel también bombardea y destruye restaurantes y cafeterías de colegios y universidades, los laboratorios, las zonas de esparcimiento, las instalaciones deportivas y todos los lugares de sociabilidad de profesores y estudiantes, así como las zonas administrativas que dirigen y coordinan las actividades escolares. Con la misma lógica criminal se destruyen museos, murales históricos, editoriales, imprentas, centros de producción artística, iglesias, mezquitas, edificios históricos y zonas arqueológicas.

Destrucción de bibliotecas y archivos históricos: Israel pretende borrar los lugares donde se encuentran depositadas las fuentes históricas y de conocimiento para las nuevas generaciones de palestinos. Se incurre en un memoricidio consciente y sistemático, con el objetivo de hacer añicos las bibliotecas y archivos existentes en Gaza. Cabe mencionar la destrucción del Archivo Central de Gaza de 150 años de existencia, en el que se guardaban tesoros documentales y bibliográficos sobre la historia palestina desde hace cientos de años, en especial desde la época del dominio otomano. Miles de documentos fueron destruidos por los ataques de Israel, con lo que se dio un paso más en el intento de hacer desaparecer del mapa todo lo relacionado con el pueblo palestino, incluyendo las fuentes históricas que registran su presencia en la región desde hace varios siglos.

Uso de escuelas como cuarteles e instalaciones militares por Israel: Aparte de desalojar a los niños y jóvenes de sus escuelas y universidades, el ejército sionista procede a ocupar los recintos educativos en forma militar y a usarlos como centros de operaciones logísticos y desde allí atacar al resto de la población gazatíe. Después suele bombardear y destruir las instalaciones que le han servido de centro de operaciones. Un claro ejemplo de esto que mencionamos fue la ocupación de la Universidad de Israa en diciembre de 2023, usada como centro logístico y operativo por los militares de Israel que, tras un mes de ocupación, fue demolida por los mismos ocupantes, quienes incluso bailaban de regocijo y dicha al contemplar y filmar su acción escolasticida.

Ataques y asesinatos de madres gestantes y lactantes: El futuro de la educación en Gaza está en cuestión por otro hecho terrible: en la actual ofensiva genocida por Israel han sido asesinadas miles de madres con sus hijos todavía en el vientre, otras han sido heridas o han quedado lisiadas. Muchos bebes sobreviven huérfanos desde la cuna, ante la muerte de su progenitora. Y las mujeres que quedan vivas deben dar a luz a sus bebés en duras condiciones, sin agua, sin condiciones higiénicas mínimas, sin apoyo médico y sanitario. Sus niños nacen desnutridos y abatidos desde el momento en que ven la primera luz del sol por el estruendo de bombardeos y el ruido ensordecedor de los aviones que lanzan los artefactos explosivos. Un solo ejemplo es revelador: “‘No podía evitar pensar en cómo se sentía mi bebé con cada explosión’. Así se expresaba hace escasos días una mujer embarazada que permanece en el norte de la Franja de Gaza ante el asedio israelí. Ella misma describía cómo su cuerpo temblaba con cada bombardeo mientras corría para refugiarse con su familia en una escuela después de que su casa fuera destruida por los ataques. Duerme en un suelo frío y sucio, sin comida ni higiene. ‘A medida que pasan las noches y avanzan los días se preocupa más. Cada día, cada hora y cada minuto tiene miedo del mundo al que traerá a su bebé y si estará bien’”[5].

Qué futuro puede tener un sistema educativo y un país en general si sus niños no pueden llegar al mundo y si lo hacen su esperanza de vida va a ser breve, teniendo en cuenta el contexto adverso en que llegan a esta tierra, y para completar soportando bombas y explosiones. Nacimientos prematuros y abortos espontáneos se presentan cada minuto en los hospitales bombardeados, donde las madres no solo esperan a sus hijos, sino que, con terrible incertidumbre, deben asumir que, en cualquier momento, sean bombardeadas y allí se acabe todo.

No por azar, dirigentes, políticos y gente corriente en Israel sostienen que debe exterminarse a los niños de Palestina porque, argumentan criminalmente, que estos van a ser futuros terroristas. Una sola muestra es ilustrativa en este sentido: Yelet Shaked, mujer del Parlamento israelí, ha afirmado sobre las mujeres y madres palestinas que «tienen que morir y sus casas deben ser demolidas. Ellos son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto también se aplica a las madres de los terroristas fallecidos». Agregó con tono hitleriano: «Detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres sin los cuales no podría atentar. Ahora todos son combatientes enemigos, y su sangre caerá sobre sus cabezas. Incluso las madres de los mártires, que los envían al infierno con flores y besos. Nada sería más justo que siguieran sus pasos». Remató diciendo que las mujeres palestinas, «Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes»[6].

Asesinato de estudiantes: En estos momentos se está produciendo el asesinato en masa del eje vertebral de cualquier comunidad educativo, esto es, los estudiantes. Y este crimen se perpetúa en forma sádica, porque todos los días se bombardean pueblos, zonas de refugio, campamentos, sedes de la ONU, hospitales, escuelas, universidades. Gran parte de quienes mueren por las “bombas inteligentes” de Israel son niños. Aunque las cifras son imprecisas y cambian minuto a minuto, dado que los bombardeos y agresiones del ejército sionista no se detienen, hasta el momento en que escribimos estas líneas se habla de unos quince mil niños asesinados, a los que deben agregarse miles de cadáveres que se encuentran entre los escombros de los edificios que Israel arrasa con sus tanques y aviones.

Los niños que tienen la suerte (¡!) de quedar vivos contemplan las escuelas destruidas, que son un oscuro recuerdo del lugar y el tiempo que pasaban con los amigos. Uno de ellos recuerda: «‘Salíamos durante el recreo. Íbamos a las aulas y paseábamos. El director venía a las clases’, dijo Abed al-Qara, alumno de quinto año básico, que inspeccionaba los daños con su amigo Muhammed al-Fajem en Bani Suhaila, situada al este de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. ‘Nos daba los libros. Íbamos allí y veíamos quién entraba y salía; nos quedábamos en la puerta de la escuela. Vivíamos’»[7]. De eso solo quedan los edificios en ruinas, las aulas destruidas, los libros y cuadernos pulverizados. En fin, una muestra macabra de lo que deja el genocidio educativo y los sueños rotos de quienes deben representar el futuro, pero ¡qué radiante futuro que les deja la criminalidad sionista!

Francotiradores que asesinan a niños: Otra de las grandes hazañas de las fuerzas asesinas de Israel es la de matar a mansalva a niños, por medio de francotiradores. Esta práctica terrorista, y un crimen de guerra, se ha desarrollado desde hace años, pero se ha acentuado en los últimos meses.  El primer indicio radicó en que a los hospitales empezaron a llegar niños con heridas de bala en la cabeza. Un médico voluntario, Fozia Alvi, relató a The Guardian que en una unidad de cuidados intensivos atendió directamente a niños, quienes «no podían hablar, estaban parapléjicos. […] No eran los únicos. Vi incluso a niños pequeños con heridas directas de francotirador tanto en la cabeza como en el pecho. No eran combatientes, eran niños pequeños»[8]. Lo más sádico y criminal del asunto estriba en que luego de ordenar a la población que abandoné un lugar y, mientras huye, en el camino los francotiradores de Israel disparan a mansalva contra los niños.

Esos ataques se realizan de varias maneras: por francotiradores que están resguardados a cierta distancia; por militares que accionan ametralladoras que se encuentran montadas en blindados y usan proyectiles calibre 50 y utilizando sistemas de precisión con los que prácticamente no se falla un disparo, con lo cual está garantizada la muerte o el daño del niño atacado; otro método consiste en usar drones que llevan armas, que son accionadas a control remoto con disparos certeros que se dirigen a la cabeza de los niños.

Los francotiradores actúan también en Cisjordania, donde se ha incrementado el asesinato de niños por parte de matones del ejército o de los grupos paramilitares de los colonos ocupantes.

Uno de estos crímenes aconteció el 29 de noviembre de 2023, cuando fue asesinado un pequeño de nombre Adam, aficionado al futbol, y residente en el campo de refugiados de Yenín, una ciudad del norte de Cisjordania. Él se encontraba en compañía de su hermano y otros nueve niños, cuando aparecieron en escena varios carros de combate de Israel. Los niños salieron a correr y un soldado empezó a dispararles y mató a Adam, quien fue alcanzado por una bala que le rompió la nuca[9].

La utilización de francotiradores por las tropas sionistas es otro elemento característico del escolasticidio, puesto que su objetivo radica en matar o dejar parapléjicos de por vida a los niños, con lo cual desaparecen, por sustracción de materia, los niños-estudiantes, el soporte de cualquier sistema escolar.

Una foto familiar de Adam.

Asesinato de profesores y educadores: A la par del asesinato de niños y jóvenes, Israel asesina en forma fría y premeditada a profesores y educadores a todos los niveles del espectro educativo. Junto con los miles de niños asesinados se cuentan 266 profesores asesinados y 973 heridos, un registro parcial e incompleto hasta abril de este año sobre los educadores que han muerto como resultado de los ataques de Israel. Incluso, han sido asesinados rectores de colegios y universidades, porque en ese terreno los sionistas no discriminan ni distinguen, antes bien al contrario tienen claro que al matar a directivos y profesores están liquidando la posibilidad de que las escuelas renazcan en otros espacios, incluso al aire libre. De esta manera, se está destruyendo la savia vital, los profesores, que posibilitan el funcionamiento real de cualquier escuela. “El profesor, que es la piedra angular del proceso educativo, necesita que se le proporcione el elemento de seguridad física, psicológica y ocupacional, así como la provisión de las necesidades básicas y el restablecimiento de su apoyo financiero y moral por parte de las autoridades oficiales, especialmente desde que la devastadora guerra lo ha destruido todo”[10].

Mencionemos únicamente un caso del asesinato de un profesor en Gaza, el del poeta y narrador Refaat Alareer, quien es recordado por uno de sus estudiantes en forma conmovedora:

“Es difícil creer que ya es sólo un recuerdo, difícil aceptar que nunca más volverá a aparecer en su clase, a compartir su ingenio y el humor por el que era famoso. Para quienes le conocimos a lo largo de los años, Refaat es inmortal: es una idea, y las ideas no mueren. Refaat es una palabra y una historia, Refaat es una pluma y un juego de palabras. Refaat es nuestro poeta, narrador y mentor.

Sus enseñanzas eran universales: nos presentó a Malcolm X, John Donne, Shakespeare y Edgar Allan Poe junto a obras de autores palestinos como Edward Said, Susan Abulhawa, Ibrahim Nasrallah y Mourid Bargouthi, entre otros. […]

La conexión de Refaat con sus alumnos no se limitaba al aula. A menudo nos invitaba a dar clases al aire libre o cerca de la playa, ahora ocupada por las fuerzas israelíes. Nos invitaba a tomar café y siempre estaba pendiente de nosotros y de nuestras familias. […]

Refaat creía que las historias tienen un enorme poder de trascender ideas y personas. Solía decirnos que el movimiento sionista no colonizó Palestina de una sola vez: los sionistas trabajaron durante décadas para construir una narrativa que justificara la ocupación de Palestina. […]

Refaat argumentó que para que los palestinos mantengan viva su memoria y su causa, tienen que seguir contando su versión de la historia. Si dejamos de contar historias, traicionaremos a nuestros antepasados, nos recordaba constantemente. […]

Refaat tenía sentido del humor negro y el lenguaje era su juego. Se apresuraba a hacer chistes o juegos de palabras, divirtiendo a quienes le rodeaban. […]

Refaat era una amenaza para la narrativa israelí y por eso la inteligencia israelí lo llamó y le dijo que lo atraparían y que sabían que se refugiaba en una escuela. Refaat decidió abandonar la escuela y se dirigió a casa de su hermana, donde murió por un ataque aéreo israelí a las 18:00 horas del 6 de diciembre.

Las historias de Refaat siempre nos acercaban a nuestra patria y recordamos a Refaat llevando un libro en la mano y corriendo a otra cita. [Escribió] un poema titulado «Si debo morir», en 2011:

Si debo morir,
tú debes vivir
para contar mi historia
para vender mis cosas
para comprar un trozo de tela
y unas cuerdas,
(que sea blanca y con una larga cola)
para que un niño, en algún lugar de Gaza
mientras mira al cielo a los ojos
esperando a su padre que se fue en un incendio –
y no se despidió de nadie
ni siquiera a su carne
ni siquiera de sí mismo.
ve la cometa, mi cometa que tú hiciste, volando
por encima de
y piensa por un momento que un ángel está allí
trayendo de vuelta el amor
Si debo morir
que traiga esperanza
que sea un cuento.

Refaat no murió, se multiplicó, como dice la escritora palestina Susan Abulhawa, porque Refaat es una idea y las ideas no mueren”[11].

Si se asesina a los profesores de educación básica, de idioma local, de matemáticas, de ciencias, de literatura, de artes, de educación física, de geografía, de historia… quién y qué se podrá enseñar en el futuro inmediato a los niños que queden vivos. Esa es una de las finalidades más perversas del escolasticidio, matar las voces que pueden mantener viva la cultura y la historia y de un pueblo, de ahí que se liquide en forma premeditada a los maestros de la vida.

Un hombre con una flor en la cabeza

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Refaat Alareer, poeta, narrador y profesor de Gaza, asesinado por Israel el 6 de diciembre de 2023.

Asesinato de artistas, investigadores y científicos: Cualquier sistema educativo no está aislado de la cultura general de una nación, porque se nutre de ella, de sus aportes, saberes y conocimientos, a la cual también retroalimenta con sus propios conocimientos e investigaciones. En estas circunstancias, se constituye en un complemento criminal para destruir la educación de un país el asesinato premeditado de sus literatos, intelectuales, pensadores, científicos, artistas, músicos, poetas, cantantes… Y lo que Israel está haciendo, como parte del genocidio educativo y del etnocidio al que somete a los palestinos, es matar a los componentes de la nación palestina: a sus niños y sus escuelas, a sus jóvenes y sus universidades y a todos sus vectores culturales, mediante el asesinato de sus creadores intelectuales, científicos y artísticos. Es elevada la cifra de los que han sido y están siendo asesinados y se incrementa cada día con terribles noticias de nuevos crímenes que perpetran las fuerzas sionistas. Hasta el mes de abril de este año habían sido asesinados 45 artistas y escritores y más de un centenar de científicos, académicos y profesores universitarios.

Encarcelamiento y tortura de niños: Desde que existe como Estado colonialista, Israel captura y tortura a niños, en violación flagrante de elementales derechos de los infantes. Antes de iniciar la actual fase del genocidio en las cárceles de Israel se encontraba una gran cantidad de niños y jóvenes, cuyo número se ha incrementado en la actualidad con las redadas y capturas que cotidianamente llevan a cabo las fuerzas sionistas. Cada año, Israel detiene entre 500 y 1000 niños y adolescentes de Palestina. El patrón represivo es idéntico: redadas nocturnas y por sorpresa, ojos vendados y manos atadas a la espalda, sin que los familiares de los niños sepan de su destino. Luego son sometidos a tribunales militares, algo único en el mundo.

Esto supone que una parte de la niños y de la juventud es alejada por la fuerza de sus vinculaciones y actividades escolares, lo cual se alarga y agudiza en la medida en que los mantengan durante más tiempo en la cárcel y, en gran parte de los casos, sin pruebas y sin juicio de ninguna clase, simplemente porque así lo determina Israel.

Condiciones inhumanas para  niños presos en cárceles de “Israel”

Daños físicos, mentales y emocionales: Los bombardeos indiscriminados y cotidianos, el ver morir a sus seres queridos (padres, hermanos, amigos…), el quedar huérfanos, el hambre y desnutrición forzadas, la destrucción de las fuentes de agua potable, el arrasamiento de pueblos y escuelas, la suciedad y el abandono que genera la criminalidad israelí, todo eso ocasiona traumas físicos, mentales y emocionales en toda la población gazatíe, en especial en los niños. Esos traumas marcan a estos niños y quedaron en su ser para toda su vida. Los niños experimentan ansiedad, miedo, tristeza, dolor, pesadillas, recuerdos que los perturban e insomnio y una terrible sensación de incertidumbre al saber que pueden morir en cualquier momento por una bomba de Israel. Están rodeados por la muerte las 24 horas del día, sin perspectivas ciertas de que la situación vaya a mejorar. Sintetizado esta terrible situación emocional de los niños de Gaza, Jason Lee, director de Save the Children para los Territorios Palestinos Ocupados, afirma: «En tiempos de guerra, la gente suele buscar refugio en lugares seguros, pero ahora mismo no hay lugares seguros en Gaza y no hay forma de conseguirlos. Con una sensación de seguridad, la constante presencia tranquilizadora de la familia, algún tipo de rutina y un tratamiento adecuado, los niños y niñas pueden recuperarse. Pero muchos ya han perdido a miembros de su familia, algunos lo han perdido todo, y la violencia y el desplazamiento persisten. Una y otra vez, hemos advertido de que el peaje del conflicto y el bloqueo en la salud mental de los niños es demasiado grande. Incluso antes de esta escalada, más de la mitad de los padres y madres con los que hablamos informaron de que sus hijos se autolesionaban o tenían pensamientos suicidas.  Nos estamos quedando sin palabras para alertar sobre la magnitud del sufrimiento de los niños y las niñas en Gaza”[12].

Esos niños no hablan, a veces ni siquiera saben su nombre, no tienen ningún horizonte vital, literalmente Israel les ha matado todas sus ilusiones y ha creado las condiciones para que, en el futuro inmediato, las fuerzas de resistencia se nutran con nuevos combatientes. Qué otra cosa harán muchos de esos niños, si sus soportes vitales han sido destruidos o seriamente debilitados.

Niños que quedan solos y sin familiaresUnos veinte mil niños han perdido a cualquier familiar, porque sus casas han sido arrasadas por los bombardeos de Israel, que matan familias enteras. El resultado es tan pavoroso que en Palestina se ha inventado una nueva denominación para dar cuenta del asunto: “Niño herido, familia no superviviente”. Hay casos en que Israel ha asesinado a familias enteras (abuelos, padres, hijos, primos, sobrinos…) compuesta por más de treinta miembros, y entre los escombros ha quedado vivo un niño de ocho o diez años. En muchos casos, esos niños no pueden ni siquiera hablar, quedan en estado de shock tras los bombardeos y la desaparición física de sus padres. Los niños huérfanos sufren lo que se denomina el “síndrome de Gaza”.

Qué futuro y qué vida le espera a un niño que ha soportado una infamia de esta índole: “Una niña […] estaba con su familia en casa de su tío cuando fue bombardeada en las primeras semanas de la guerra. Murieron su madre, su padre, su hermano y sus dos hermanas. Le tuvieron que amputar una pierna”[13].

Suspensión obligada e indefinida del calendario escolar: En medio de la fase más cruenta del genocidio, en marcha desde el 7 de octubre de 2023, se han paralizado, por fuerza mayor, las actividades escolares con la suspensión del calendario previsto en las zonas ocupadas. Por ello, ningún estudiante asiste a la escuela desde el 6 de noviembre, cuando el Ministerio de Educación de Gaza suspendió el año escolar 2023-2024, hasta nuevo aviso, debido a los ataques masivos e indiscriminados de Israel, entre cuyos objetivos prioritarios se encuentran los centros educativos. De esta forma, han quedado fuera de la actividad escolar ‒un sistema que funciona en condiciones relativamente normales en cualquier país del mundo, incluso en aquellos territorios que se encuentran en guerra‒ 625 mil alumnos y sin empleo 22.500 profesores.

Expulsión y desplazamiento generalizado de niños y jóvenes: Un componente central del genocidio es el de la limpieza étnica que implica el asesinato y expulsión de la población palestina, un proceso que comenzó con la Nakba de 1948. Dicha limpieza étnica se ha radicalizado en los últimos meses y se expresa en la muerte de miles de personas y en la expulsión de cerca de dos millones de habitantes de Gaza, la Cárcel a cielo abierto más grande del mundo. Esa expulsión, que Israel, sus ideólogos y falsimedia occidental se encargan de presentar como una migración voluntaria de la población local, trae aparejados los numerosos despojos y pérdidas (de tierras, casas, propiedades personales…) que genera la súbita expulsión del lugar de residencia. Como gran parte de la población está constituida por niños, ellos son el principal componente de esa migración forzada, lo que significa que ya no van a estar en las escuelas en donde estudiaban o iban a estudiar, bien porque o esas escuelas han sido destruidas o bien porque ellos se encuentran lejos de sus zonas escolares. En la expulsión se pierden además elementos indispensables para cualquier actividad educativa, tales como pupitres, cuadernos, libros, lápices, computadores, material didáctico que nunca se recuperará y cuya sustitución hacia el futuro tendrá un elevado costo económico.  Esto lo manifiesta Ahmad, un niño de seis años, el cual se refugió en una escuela con su familia, luego de la orden de Israel de abandonar su territorio de nacimiento, “No sé qué le ha pasado a mi casa, [está] probablemente destruida con todos mis libros y juguetes”[14].

Incremento del suicidio de niños: Dados los niveles de trauma que ocasiona el genocidio, miles de niños y jóvenes, y con razones más que explicables, ya no le encuentran sentido a la vida y han optado por el suicidio. El nivel de desesperanza que causa la violencia extrema de los sionistas y que esos niños experimentan en su propia piel a diario, ha incrementado los suicidios. Niños de escasos diez años ya no quieren seguir viviendo y manifiestan que prefieren morir a estar abandonados, sin familia y sin amigos. Vicente Raimundo, director de Programas Internacionales de Médicos sin Fronteras, una persona que ha estado en la zona y que ha tratado a los niños de Gaza afirma al respecto: “Cuando a un chavalín de 7, 10 o 12 años, que no tiene los mecanismos adaptativos de un adulto, tiene a su hermano muerto en brazos, sus padres bajo los escombros, sus primos fallecidos, su casa no está, el colegio tampoco, ni siquiera su barrio, se le está arrancando todo lo que le ancla con esta tierra”[15]. Por supuesto, existe una correlación directa entre esas pérdidas y el aumento de los suicidios.

Hambrear y desnutrir a la población, en especial a niños y jóvenes: Un componente central del escolasticidio, y del infanticidio que lleva a cabo Israel, radica en reducir al máximo las posibilidades de subsistencia de los palestinos, mediante una política criminal de asfixia alimenticia. Para ello, se utilizan diversos procedimientos encaminados a que cabalgue uno de los jinetes del apocalipsis: impedir el ingreso de alimentos al territorio bloqueado de Gaza, bombardear los lugares de abastecimiento, masacrar a los palestinos que hacen fila para recibir alimentos (el hecho más conocido al respecto fue la Masacre de Harina el 1 de marzo de 2024), contaminar las aguas, destruir las fuentes de suministro de agua potable, obligar a la gente a consumir aguas negras, reducir el consumo de calorías al punto de subalimentar y desnutrir a la gente… Y esto no es aislado, afecta a dos millones de gazatíes que ya no tienen un mendrugo que llevarse a la boca. Es Israel que convierte en parte de la dura realidad el fantasma del hambre, para intentar matar de inanición a todo un pueblo. Por supuesto, los efectos de esta práctica genocida en la educación son inmediatos, porque se sabe que uno de los factores que, en términos individuales, impide la participación adecuada en cualquier sistema educativo es la desnutrición. Un niño desnutrido está incapacitado física y mentalmente para aprender y esas secuelas permanecen durante toda su vida, que en general es muy breve.

La desnutrición y el hambre, por otra parte, adquiere tal dimensión que miles de niños deambulan solitarios porque han perdido a sus familiares y ya no pueden ser acogidos por otras familias palestinas que enfrentan la disyuntiva de alimentar a sus hijos o los niños abandonados. Al respecto, Laura Bill, representante de la UNICEF para Palestina, sostiene: “Estamos viendo que, como en estos momentos la inseguridad alimentaria es tan grave y tampoco hay a penas agua o medicamentos, la población palestina que en otras ofensivas era sumamente acogedora está en la tesitura de tener que quitar comida a sus hijos, que están desnutridos, para dársela a un niño desconocido”[16].

Atenazados por el hambre, los habitantes de Gaza esperan para recibir  magras raciones - SWI swissinfo.ch
Niño palestino en la fila donde se reparte comida en Gaza. Foto: Reuters.

Destrucción del sistema de salud: Un complemento del escolasticidio, que amerita en sí mismo un análisis específico por todos los elementos involucrados de saña criminal, es el de la destrucción del sistema de salud, un elemento indispensable para el adecuado funcionamiento de la educación en cualquier país. Que haya hospitales y centros de salud, higiene y atención es necesario para que los niños puedan asistir a la escuela, porque se requiere tratamiento a tiempo si los infantes se enferman o sufren accidentes o deben cuidar su salud y deben reponer sus energías físicas y espirituales. Es decir, se necesita de servicio médico que les garantice a los niños la continuidad y permanencia en sus actividades escolares. Si eso normalmente debe ser así, imaginemos por un momento lo que acontece en un lugar devastado por los bombardeos de Israel, y en el cual su sistema sanitario ha sido sistemáticamente destruido. De tal forma, que los niños ya no cuentan ni con lo más elemental para reponer su cuerpo y su mente, en muchos casos heridos y mutilados como quedan luego de los ataques sionistas.

Se da el caso que, además, por el bloqueo criminal, ni siquiera los hospitales que se mantienen funcionando cuentan con lo más elemental, ni agujas, ni alcohol, ni antisépticos, ni agua potable, ni anestesia… Y así deben funcionar esos centros y sus médicos y enfermeros. Es obvio, que en estas condiciones no funciona adecuadamente ningún sistema educativo. Y por eso, este es un elemento del escolasticidio, ya que no se puede garantizar la supervivencia de los niños y jóvenes, muchos de los cuales mueren, aunque bien podían haber sobrevivido de existir condiciones básicas de tratamiento médico, algo imposible en un medio devastado por el genocidio, y cuando Israel bombardea directamente los hospitales, con el pretexto que allí se encuentran combatientes de Hamas.

En síntesis, el ataque y destrucción de hospitales pretende evitar que los niños heridos puedan recuperarse y nunca más vayan a la escuela o queden incapacitados físicamente de por vida o mueran por falta de atención médica. Un breve relato de Nyka Alexander, responsable de comunicación de la Organización Mundial de la Salud de la ONU. es elocuente. Allí se describe a “la gente durmiendo a la intemperie o en tiendas improvisadas entre montañas de basura y retretes al aire libre. La ictericia, una inflamación del hígado, se está extendiendo entre la población, incluso entre los niños. Las moscas se posan en las heces y luego en la comida, que no puede lavarse salvo con agua sucia”. Luego se agrega de manera lacónica: “Imagínense todas las aceras cubiertas de tiendas de campaña y en estos refugios improvisados. Imagínense las calles manando agua verdosa, azulada y negra que son heces mezcladas con basura. Imagina que no hay cubos de basura, que no hay recogida de basuras. Sólo hay montones de basura. . . Las moscas también están por todas partes y son muy agresivas. Quieren meterse en los ojos, quieren meterse en la boca”[17].

El impacto de la destrucción del sistema de salud y su inmediato efecto escolasticida se comprueba con dos datos aterradores que la ONU dio a conocer en días recientes y que afectan en forma directa e inmediata a los niños: la emergencia de una epidemia de poliomielitis en Gaza, cuando el polio había sido erradicado hace años en la región, reaparición que es producto de la contaminación de las aguas, la acumulación de basuras, la mezcla de aguas de consumo con aguas residuales, todo lo cual es un resultado directo de las acciones criminales de Israel; y  se registran al menos 40 mil casos de hepatitis en la franja de Gaza en los últimos ocho meses, una cifra que adquiere sentido porque antes del 7 de octubre solo se habían diagnosticado 85 casos, mientras que ahora aparecen alrededor de mil nuevos pacientes por semana[18].

Cortes de electricidad, de agua potable, de telefonía y de cualquier servició esencial: Otro componente relacionado con el genocidio educativo está referido a la destrucción planeada de los servicios básicos para la población, entre los que sobresalen el agua potable, la electricidad, la recogida de basuras, la limpieza de las calles de las ciudades… Pues Israel está destruyendo todo eso, con bombardeos a centrales eléctricas, redes de telefonía, sistemas de aguas y alcantarillados, como resultado de lo cual durante gran parte del día no hay luz eléctrica, no funcionan los teléfonos celulares, no existe abastecimiento de agua potable y las basuras (aumentadas por las toneladas de escombros de los edificios bombardeados) se acumulan en las calles, con lo que se producen epidemias y contagios, evitables, que afectan al grueso de la población. Todo esto conspira contra el funcionamiento del sistema educativo, porque las escuelas no pueden operar sin agua y sin energía. Esos dos servicios son indispensables para mantener unas mínimas condiciones higiénicas y acceder a aspectos elementales de la escuela como la electricidad, que alimenta diversas necesidades del mundo escolar. Por ejemplo, hoy que se le rinde tanto culto a la conectividad de internet, quién puede imaginar lo que acontece con la educación en Gaza, sí incluso les han destruido los pupitres a las escuelas, derrumbado sus aulas, quemado sus libros y cuadernos, bombardeado sus laboratorios. En ese contexto, cómo podría operar allí la conectividad, que es exaltada en el mundo occidental por supuestamente ser un vehículo inigualable de enseñanza y aprendizaje.

El hacinamiento, las condiciones antihigiénicas en los refugios, la falta de agua potable están propagando enfermedades que afectan en gran medida a los niños, tales como diarrea, infecciones agudas e infecciones cutáneas. En ese sentido, Jason Lee, Director de Save Children para Palestina, detalla: “Estamos escuchando historias desgarradoras de niños que sufren enfermedades debido a la falta de acceso a agua potable, como enfermedades de la piel, diarrea y deshidratación. Los niños nunca deben sufrir así, en ningún lugar. Estas infecciones también dejan a los niños deshidratados y, por tanto, sin agua limpia, en riesgo de muerte”[19].

Destruir el juego, la diversión y el jolgorio propio de los niños en sus escuelas: Los niños, a pesar del impacto del genocidio, no dejan de ser niños, es decir, siguen jugando e intentan divertirse en medio de las penalidades y la violencia generalizada y lo hacen en los pocos espacios que le pudieran quedar en los centros escolares que aún permanecen en pie. Uno de los objetivos de Israel es que los niños ni siquiera puedan jugar en tan adversas condiciones y por eso, bombardea con sadismo aquellos lugares a donde los niños están en actividades de esparcimiento. Un ejemplo referido al bombardeo de una escuela donde unos niños jugaban futbol lo ilustra, la masacre de la escuela Al-Awda: “Israel atacó el martes las instalaciones de una escuela en Gaza. El ataque produjo la muerte de al menos a 29 personas que se refugiaban allí y dejó heridas a decenas más. El momento en que estalló la bomba fue capturado en video por una persona que filmaba un partido de fútbol juvenil que se estaba disputando en el patio de la escuela Al-Awda. La pelota de fútbol estaba en el aire cuando la bomba explotó. [Quedaron] cadáveres por todas partes y personas heridas desangrándose entre los escombros, sin recibir ninguna atención”[20].

Si como resultado de un ecocidio no se oye ni el canto de los pájaros ni el zumbido de los insectos, porque desaparecen los sonidos de la vida y quedan los de la muerte, en el caso del escolasticidio se apagan las voces, llantos, risas, gritos de los niños, que con su felicidad espontánea demuestran la alegría de vivir. Eso es lo que quiere exterminar Israel, la alegría de vivir que expresa la risa de los niños. Por eso, los bombardea y masacra durante sus momentos de juego y diversión, como ha sucedido en numerosas ocasiones y se refrendó con la masacre de la escuela del campo de futbol, que describimos en este parágrafo.

La cultura del terror: A la hora de analizar diversos genocidios se ha acuñado la categoría cultura del terror, la cual es muy aplicable a lo que sucede con los palestinos y a la práctica cotidiana de las fuerzas de ocupación de Israel que caracteriza también el comportamiento racista y legitimador del genocidio de la mayor parte de habitantes comunes y corrientes del Estado nazisionista. Por cultura del terror debe entenderse el pánico que se genera en la vida cotidiana a los residentes locales, recurriendo a los más variados métodos de intimidación, con el fin de que el miedo impida la organización, movilización y respuesta por parte de los palestinos. El sistema educativo se constituye en un espacio privilegiado para desplegar esa cultura del terror, porque se trata de ir acostumbrando a los niños a los maltratos, agresiones, crímenes y todo tipo de violencia de que hacen gala las fuerzas ocupantes. Ese terror se despliega en las casas, en las escuelas, en las bibliotecas, en los museos y en todos los espacios de sociabilidad de los niños palestinos. Los van acostumbrando a asumir como si fueran normales los bombardeos, las invasiones de tanques, los disparos indiscriminados por parte de francotiradores, la destrucción de casas y escuelas… Esa normalidad criminal la impone por la fuerza del agresor ocupante y debe ser tolerada, sin chistar nada, por parte de palestinos. Es la escuela del crimen la que implementa Israel en la vida diaria, en sustitución de la escuela de vida que han querido construir durante décadas los martirizados palestinos.

Los dirigentes sionistas no lo ocultan, antes sacan pecho como si las barbaridades que dicen fueran normales y aceptables. Por ejemplo, El ministro de Seguridad de Israel, el ultranacionalista Ben Gvir, ha dicho:  «No podemos permitir que mujeres y niños (palestinos) se acerquen a la frontera; cualquiera que lo haga debería recibir un balazo en la cabeza»[21]. Y en esto cuenta con el apoyo incondicional de sus amos de Estados Unidos, puesto que el Congresista de ese país, Tim Walberg, ha dicho estas humanitarias palabras: “No deberíamos gastar ni un centavo en ayuda humanitaria. Debería ser como con Nagasaki e Hiroshima. Deberíamos terminar con esto rápido”[22].

Decir escolasticidio es hablar de manera implícita de infanticidio y juvenicidio, porque los asuntos están imbricados en forma estrecha: la destrucción de la escuela y la universidad es un ataque directo a niños y jóvenes, a sus intereses vitales en el presente y el futuro, y, al mismo tiempo, matar a bebés, infantes y adolescentes es parte del proyecto de quitarle el agua el pez, es decir, gente al sistema educativo. Es matar a la fuente nutricia de la educación de raíz, afectando de manera a directa a una generación, que ya no tendrá acceso a la escuela, bien porque esta ha sido destruida o porque sus integrantes, incluyendo los profesores, han sido asesinados

Destruir el pasado, el presente y el futuro de un pueblo: Todo lo planteado líneas arriba puede sintetizarse de manera lacónica diciendo que con el escolasticidio Israel busca, nada más ni nada menos, que destruir el pasado, el presente y el futuro del pueblo palestino. Desde luego, eso lo viene haciendo desde hace 80 años, proceso que se ha acelerado desde el 7 de octubre de 2023. Cuando la diferencia entre la vida y la muerte es de escasos segundos, cuando una persona no sabe las horas que le quedan de vida, cuando se teme ser bombardeado en cualquier momento, cuando se obliga a la gente a irse de sus casas, escuelas y lugares cotidianos de vida y se les reúne forzosamente en “zonas seguras” de refugio que luego son bombardeadas, cuando los palestinos han sido abandonados a su propia suerte y no cuentan con el apoyo real y directo de ningún país en el mundo…; en un lugar con todas estas características, se transforma la noción que tienen los niños sobre la vida, la muerte, el presente y el inexistente, para ellos, futuro. En esta dirección trágica y terrible el psicólogo David Musardo sostiene que existe una clara regresión en el estado físico, mental y anímico de los infantes que se expresa en que “los niños ya no conciben un mañana, viven al día, tienen una idea de la muerte y del presente completamente cambiada a consecuencia de estar en contacto directo con asesinatos todos los días. Muchos saben que probablemente mueran a causa de los bombardeos israelíes o por desnutrición de manera inminente”. Continúa señalando:

“Antes veías niños corriendo, que veían a los trabajadores humanitarios y nos pedían cosas, tocaban a la ventanilla del coche o simplemente querían jugar y ahora ves chavales de 12 o 13 que parecen físicamente hombres ancianos, con la cara dura, triste y quemada, que solo gritan de desesperación, tienen pánico y todo ello sin padres o abuelos que puedan consolarles ni escucharlos o darles espacio para su dolor”[23].

En qué futuro pueden pensar los habitantes de Gaza, y en especial sus niños y jóvenes, si tenemos en cuenta que la mitad de sus habitantes, en un territorio con un total de 2.3 millones de personas, tienen menos de 18 años. Es decir, ellos nacieron después de 2006 y han vivido toda su existencia en medio de un brutal bloqueo de Israel y han soportado numerosos ataques y bombardeos, agudizados en los últimos meses.

Si su presente es así, no puede haber una idea de futuro, a lo cual debe agregarse que para completar Israel destruye las fuentes del pasado, la historia y la memoria palestina, junto con la educación, en un proyecto que no habría ni soñado ni concebido el mismísimo Adolfo Hitler.

El Síndrome de Gaza: El genocidio en curso deja una terrible secuela entre los palestinos, y especialmente entre los niños, al que se ha denominado El Síndrome de Gaza, el trauma que soportan en la vida diaria y que llevan consigo como un fardo insoportable. El psicólogo David Musardo lo precisa: “La inmensa mayoría de ellos padecen depresión, ansiedad y estrés agudo ya que lo han perdido todo, dicen, ‘estoy nervioso, no puedo dormir, siempre pienso en cuando bombardearon mi casa o en la última vez que pude ver a mi madre antes de que la mataran’”[24]. Y por supuesto, esta no es una situación aislada y excepcional, sino que afecta a todos los niños, explicable porque han vivido alguno o varios de los hechos que se han convertido en pan de cada día en el genocidio: bombardeos, ataques indiscriminados, redadas, encarcelamientos, torturas,  muerte de alguno de sus familiares y amigos, destrucción de sus escuelas, demolición de sus casas, expulsión de sus lugares de origen, hambre, destrucción del sistema eléctrico, sanitario y de agua potable… Por ello, el 95 por ciento de los niños de Gaza soportan estrés agudo. La mayor parte de los niños no pueden entender ni concebir las razones que explican la violencia extrema que soportan, ni tampoco comprender por qué caen asesinados sus padres y familiares, y todo ello los condena a la indefensión absoluta.

ALGUNAS CIFRAS DEL HORROR DEL ESCOLASTICIDIO

En este ensayo antes que dar cifras, hemos intentado presentar una descripción somera de cada asunto y un análisis sintético de tipo cualitativo. Sin embargo, los datos ayudan a visualizar la magnitud del genocidio educativo, aunque por supuesto las cifras por contundentes que sean no pueden sustituir a las personas de carne y hueso que soportan el genocidio. Además, estas cifras se van quedando cortas y anticuadas a medida que pasan los días y los crímenes de Israel se mantienen al mismo ritmo e incluso se incrementan.

A la fecha han sido atacadas 400 escuelas, han sido asesinados 40 mil palestinos y 90 mil han resultado heridos. Uno de cada tres muertos es niño, lo que equivale que a la fecha han sido masacrados unos 14 mil niños. Miles de personas, un número incierto e impreciso, de seres humanos yacen muertos debajo de los escombros. Han sido asesinadas 520 personas que se albergaban en refugios de la UNRWA y ahí mismo han sido heridas 1.600. Existen dos millones de desplazados internos, que adicionalmente han sido expulsados hasta diez veces de diversos lugares en los últimos diez meses.  Cada diez minutos es asesinado un niño en Gaza.

Se calcula que 8.500 estudiantes han sido asesinados por Israel, cifras que solo cubren hasta comienzos de julio y 14.500 estudiantes han resultado heridos. De las 320 escuelas que se convirtieron en refugio de los palestinos que Israel expulsa cotidianamente, 190 han sido atacadas por las fuerzas sionistas. Se han destruido todas las universidades existentes en la Franja de Gaza, un total de 12 instalaciones que han sido voladas y demolidas.

Israel ha lanzado 80 mil toneladas de bombas, arrasando lo que se encuentra a su paso y con miles de seres humanos y animales domésticos y silvestres que allí habitaban. Desde el 7 de octubre, han perdido la vida tres rectores, 95 decanos y 231 profesores universitarios. Una gran mayoría de los niños gazatíes y 88.000 estudiantes universitarios, se enfrentan a la privación de su educación por la guerra. 625.000 estudiantes han sido separados de la escuela y un millón de niños padecen problemas de hambre por la falta de agua potable y alimentos, y soportan carencias de salud y vivienda.

Todo lo anterior no son cifras insustanciales, se refieren a seres humanos a los que Israel asesina y destruye impunemente. Tenemos que considerar lo esencial: “Por desgarradoras que sean estas cifras, no son más que números. Pero los muertos de Gaza no son números. Eran seres humanos, la mitad de ellos niños y niñas, cuyas vidas han sido apagadas, su potencial borrado para siempre, sus seres queridos abandonados a un dolor que los consume por completo. Muchas víctimas murieron solas, con un dolor extremo, o padecieron un sufrimiento inimaginable”[25].

EL “ESCOLASTICIDIO” INTELIGENTE: COMPLICIDAD Y PARTICIPACIÓN DE EDUCADORES Y ACADÉMICOS DE ISRAEL

Vamos a cerrar este escrito haciendo alusión a un hecho que no puede pasar desapercibido y que está referido a la complicidad o directa participación de una parte sustancial ‒con honrosas excepciones, por supuesto‒ del mundo educativo de Israel en el escolasticidio de los Palestinos.

Esto quiere decir que unos profesores y estudiantes participan, los de Israel, consciente y obedientemente en el asesinato de otros estudiantes y profesores, los de Palestina. Esta es una clara muestra del odio, racismo, discriminación y criminalidad que se genera en un medio que se supone, por su nivel de formación educativa y de conocimiento, debería rechazar su participación en esos crímenes. Eso es soñar despierto, pues se sabe que investigadores, profesores, científicos, artistas, jóvenes estudiantes y universitarios de Israel participan complacientemente en el escolasticidio de los palestinos.

Al respecto, solo consideramos dos aspectos de manera general: el odio hacia los palestinos que se genera desde la escuela de diversas maneras, en la que resalta el tipo de historia que se enseña; y el papel de universidades y académicos en el genocidio en Palestina.

Una historia escolar que fomenta el odio hacia los palestinos

“Los libros escolares israelíes ‒desafiando a la evidencia factual‒ todavía presentan a los palestinos como los matones y a los israelíes como las víctimas y como los protectores de la tierra”. -Nurit Peled-Elhanan, Palestina en los textos escolares de Israel, Buenos Aires, Editorial Canaán, 2016, p.  321.

Por referencias de autores que han estudiado los libros de texto con los que se enseña a los niños de Israel se puede señalar que, tras analizar decenas de libros de diversas asignaturas escolares, entre ellas de manera preferente la historia, esos investigadores concluyen de manera inequívoca que, desde la escuela, con los textos y con la reproducción de los estereotipos que allí se encuentran por parte de los profesores, se enseña a odiar a los árabes en general y a los palestinos en particular[26].

En esos textos se encuentra una justificación de los crímenes de Israel y de su interminable terrorismo estatal, desde finales de la década de 1940, cuando se presentó la Nakba de los palestinos que ocupaban ancestralmente las tierras que el naciente estado de Israel y sus paramilitares les arrebataron violentamente y los expulsaron a sangre y fuego. De ahí en adelante, todas las agresiones y crímenes de Israel son presentadas como parte del proceso de recuperación de la “tierra santa” y del regreso triunfal de unos colonos, unos simples invasores, que retornan a los lugares que la Biblia y otros libros religiosos presentan como si fueran su propiedad divina.

Los procedimientos que se utilizan en los libros de texto parten de ignorar y desconocer la existencia de los palestinos y de su cultura. De esta forma, en los textos no se incluye, ni verbal ni visualmente, algún aspecto cultural digno de destacar de la vida de los palestinos. Allí no hay menciones de la literatura, poesía, historia, agricultura, arte, arquitectura, ni de las costumbres y tradiciones de los palestinos. Este desconocimiento, conscientemente concebido por el Ministerio de Educación y la autoridades encargadas de regular los libros de texto y replicado por los autores de esos manuales, se sustenta en el prejuicio sionista de que la tierra que ocuparon estaba vacía y fue llenada por un pueblo prospero, industrioso y trabajador, por supuesto los israelitas. Es el mito de una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra.

Ese desconocimiento se complementa con el hecho de que las pocas menciones que se efectúan de los palestinos son racistas y discriminatorias y se les suele presentar con los motes de terroristas, refugiados, y agricultores primitivos, «asesinos», «alborotadores», «sospechosos», “atrasados e improductivos. Estos estereotipos racistas son la norma en los textos escolares y eso es lo que se les repite a diario en las clases, es lo que los niños leen en los textos que tienen a la mano y es lo que les dicen en sus casas sus padres y familiares más cercanos.

Con estos supuestos, en los libros de texto se presenta una visión en la que los sionistas libran una “guerra justa” contra un enemigo que se niega a reconocer los pretendidos legítimos derechos de Israel. En estas condiciones, «los libros de texto dedicados a los más pequeños tienden a describir los actos de los árabes como hostiles, desviados, crueles, inmorales, injustos, con la intención de herir a los judíos y de aniquilar el Estado de Israel”, señala el investigador Daniel Bar-Tal de la universidad de Tel Aviv luego de haber estudiado 124 textos escolares que se han usado en la mala educación de los niños de Israel en varias épocas de la historia reciente[27].

Por supuesto, la historia que se enseña en Israel es maniquea, ya que por un lado están los malos, los árabes y palestinos, y por el otro los buenos, los judíos y los sionistas. Estos son presentados como industriosos, trabajadores, valientes, modernos, occidentales, progresistas… y eso se comprueba con la transformación del desierto en florecientes tierras de cultivo, algo que en esa lógica nunca habían hecho los árabes ni los palestinos. Tal mensaje se enfatiza con la utilización de diversos estereotipos, que repiten y complementan los arriba mencionados. Los árabes se muestran como «poco cultos, inferiores, fatalistas, improductivos y apáticos», «tribales, vengativos, exóticos, pobres, enfermos, sucios, ruidosos, de color» que «quemaban, asesinaban, destruían y se exacerbaban fácilmente»[28].

El desprecio de los palestinos se traduce en el odio cotidiano que sienten los niños que, poco después cuando se hacen jóvenes se convierten en miembros del ejército de Israel. No sorprende que la mayor parte de estudiantes salga con ganas de golpear y matar a los palestinos, a cualquiera de ellos y con el primero que se encuentren, incluyendo a los niños de los territorios ocupados. Y eso es lo que se hace a diario, si recordamos que las fuerzas militares de Israel están formadas en una gran proporción por jóvenes que matan sin compasión a los palestinos. Es decir, llevan a la práctica de manera consecuente el odio que les inculcaron pocos años atrás y que niega la existencia de los palestinos o a lo sumo los ven como incomodos obstáculos que hay que eliminar en el camino incontenible de Israel por expandirse a costa de los habitantes que ocupan las tierras que por condición divina les pertenecen a Israel, pues eso dicen las “sagradas escrituras” desde hace miles de años.

Autores que han analizado con detalle la percepción de los niños de Israel ayudan a precisar la manera en que se enquista el odio. Un estudio que analizó una muestra a estudiantes, de los grados de cuarto a sexto a partir de cinco preguntas en una escuela de Haifa, para medir la forma en que se ve a los árabes, presentó estos resultados: “El 70% de los niños describieron al ‘árabe’ como un asesino, alguien que secuestra niños, un criminal y un terrorista. El 80% dijo que veía a los árabes como sucios y con cara aterradora. El 90% de los alumnos afirmó que los palestinos no tenían derecho alguno sobre la tierra en Israel o Palestina”[29].

Y no puede ser algo diferente porque en los textos escolares eso es lo que se repite hasta la saciedad sobre los árabes y palestinos. Así, en un estudio que hizo un investigador de 1700 libros de Israel para niños, que fueron publicados después de 1967, encontró que en 520 de ellos había descripciones humillantes y negativas sobre los palestinos: “El 66% de los 520 libros se referían a los árabes como violentos; el 52% como malvados; el 37% como mentirosos; el 31% como codiciosos; el 28% como falsos; el 27% como traidores, etc.”.  El investigador Adir Cohen indica que los autores de estos libros inculcan de manera eficaz el odio hacia los árabes al despojarlos de su naturaleza humana, al bestializarlos y encuentra, a partir de 86 textos escolares, las siguientes descripciones: homicidas, serpientes, sucios, animales viciosos, sanguinarios, belicistas, asesinos, camellos con joroba…[30]

En conclusión, en Israel se enseña a los niños a odiar: a los palestinos, a los musulmanes, a los árabes en forma general y todo aquel que apoye o se solidarice con la causa palestina. A todos ellos se les descalifica olímpicamente con el mote de ser antisemitas, son los gentiles que odian eternamente a los sufridos judíos.

En la práctica cotidiana ese odio está militarizado, puesto que los niños de Israel desde sus primeros años de vida están rodeados de armas y a ellos se les inculca el respaldo a los militares que van a masacrar palestinos. Así, encontramos imágenes de diversos momentos de la historia reciente de Israel y de sus permanentes agresiones a las zonas ocupadas, preferentemente a Gaza, en que los niños despiden efusivamente a los soldados que van en los tanques que pisotean lo que encuentran a su paso o que pilotean los aviones que van a bombardear a los palestinos, incluyendo a niños. Se pueden observar imágenes detestables en que los niños dibujan en los tanques y aviones de los genocidas tiernos muñequitos y les desean mucho éxito y logros a los soldados-asesinos, muchos de los cuales son los padres o familiares de los niños que los despiden.

Y, para rematar, eminentes historiadores profesionales y académicos de Israel niegan el genocidio y los crímenes del sionismo. Al respecto, un botón de muestra es ilustrativo. En días recientes el historiador Benny Morris, investigador y profesor de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, en una entrevista televisiva señaló sin inmutarse y con un cinismo que raya en la criminalidad que Israel no ha bombardeado hospitales en la franja de Gaza: «El único hospital que recuerdo que haya sido bombardeado fue con un cohete disparado por la Yihad Islámica por error. […] Israel ha atacado hospitales, pero con infantería, y encontró allí a gente de [el movimiento palestino] Hamás, cuarteles generales de Hamás dentro de los hospitales, debajo de los hospitales»[31].

Participación de universidades, laboratorios de investigación y académicos en el escolasticidio

[La imagen de Israel, para casi todo el mundo, se ha transformado] «de un grupo de idealistas sobrevivientes del Holocausto que querían hacer florecer el desierto, a una pandilla de fanáticos rabiosos que han convertido en ciencia las técnicas para brutalizar a niños de 12 años”. -David Graeber, citado en Stefano Portelli, La antropología frente a la limpieza étnica, diciembre 27 de 2023. Disponible en: https://observatoriconflicteurba.org/la-antropologia-frente-a-la-limpieza-etnica/ [Énfasis nuestro]

En Israel existe un vínculo directo entre el sistema universitario y el sionismo desde diversos ángulos. En primer término, en lo relacionado con la legitimación ideológica del dominio sionista, al que se le atribuyen, por notables académicos e investigadores que están ligados al mundo universitario, una pretendida superioridad moral, basada en valores religiosos, que permite justificar la limpieza étnica, el apartheid y las prácticas genocidas. Entre los elementos más vergonzosos de esa legitimación se encuentra lo que se denomina arqueología y antropología sionistas. Valga relatar lo que se dice, por ejemplo, en el prospecto del Museo Arqueológico de Tel Aviv: “Las excavaciones llevadas a cabo a lo largo y ancho de Israel por los investigadores, han desvelado una verdad inobjetable: Dios ha elegido a su pueblo para gobernar sobre Tierra Santa. […] Por lo tanto, este museo, que atesora la herencia divina de los antepasados, servirá para mantener eternamente el fervor nacionalista y el amor patrio de las futuras generaciones”. Y se agrega en un video de propaganda de ese Museo que “el pueblo judío nunca olvidó su capital eterna […]. Tres mil años después del rey David, hemos vuelto al monte donde todo empezó”[32].

Israel utiliza la arqueología, por supuesto con participación consciente de antropólogos y arqueólogos, como un arma de guerra para justificar su expansión y apropiación de los territorios ocupados de los palestinos, a los que se les cambian sus nombres históricos árabes y se les reemplaza por denominaciones bíblicas, ajustadas a los intereses geopolíticos de Israel. Se trata de hurgar en los territorios palestinos y expulsar a sus habitantes para encontrar los rastros del pretendido pasado bíblico. Lo peor radica en que allí donde supuestamente se encuentran esos rastros de la presencia judía en tiempos antiguos, hace miles de años, los arqueólogos proceden a excavar con buldóceres ‒son los únicos arqueólogos que hacen eso en el mundo‒, lo que implica tumbar las casas de los habitantes actuales, palestinos y arrasar con barrios enteros, bajo el pretexto de haber encontrado lugares santos de Israel. Con ese procedimiento se han destruido barrios musulmanes con siglos de historia real, para desenterrar quimeras bíblicas, supuestamente encontradas por los arqueólogos sionistas.

De lo que se trata para Israel y sus dirigentes sionistas, para lo cual cuentan con el respaldo de eminentes académicos e investigadores, es de borrar y reescribir la historia de la región, y para eso emplean la arqueología como un arma para borrar el pasado palestino e inventar un milenario pasado israelí de supuesta presencia en el lugar. En otros términos, es una forma de justificar una invención actual del sionismo para reclamar una pertenencia milenaria a las tierras palestinas. Esto se hace a partir de un risible, pero criminal presupuesto: “Los sionistas dependen de millones de personas en todo el mundo que han sido engañadas para creer que hay una verdad histórica en la Biblia, que piensan que el Israel de hoy es el verdadero y legítimo sucesor del Israel bíblico y que permiten a los sionistas reclamar la Biblia como su libro de historia real”[33].

En segundo lugar, algo evidente en los actuales momentos, es la directa participación de las universidades, de sus profesores y estudiantes (con un 95% de aceptación consciente) en el genocidio de Gaza, en el escolasticidio o academicidio en marcha. Investigaciones minuciosas que se han realizado en España demuestran con datos y cifras concretas el aterrador prontuario de las universidades de Israel en el asesinato de Palestinos y en la limpieza étnica en marcha. Todas las universidades de Israel han participado, sin excepción alguna, en el genocidio de manera además directa, mediante el apoyo a actividades militares, con el fomento de programas de I+D [Investigación y Desarrollo] para inventar artefactos, armas, inteligencia artificial, drones… que luego se experimentan en Palestina[34]. Como quien dice, todas las universidades de Israel como instituciones ligadas al Estado sionista ‒perdiendo cualquier viso de autonomía e independencia‒ han participado en la destrucción de todas las universidades de Gaza (doce en total que, como vimos arriba, han sido arrasadas total o parcialmente) y en la destrucción de escuelas, bibliotecas, centros culturales, museos y, por supuesto, en la masacre de estudiantes y profesores de Palestina. Se constata que profesores y estudiantes del lado israelí participan conscientemente en la muerte de profesores y estudiantes del lado palestino. ¡Una vergüenza para el saber y el conocimiento y para los profesores y estudiantes del mundo entero!

Vamos a dar un solo ejemplo, ilustrativo de lo que estamos señalando, el caso de la Universidad de Haifa. Esta universidad, una institución de punta en los vínculos criminales entre el saber académico y el estado sionista y sus necesidades bélicas, cuenta en la actualidad con unos dieciocho mil estudiantes, cinco mil de los cuales se encuentran en el campo de batalla en Gaza, donde también están decenas de profesores que son reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Esta participación es alentada por las autoridades de la Universidad de Haifa, que los considera y los trata como “héroes” (¡brillantes héroes que masacran bebes, niños, madres gestantes…!). Para facilitarles su inserción en la programación habitual, esa universidad les ofrece cursos virtuales, que pueden realizar en sus tiempos libres mientras prestan el servicio militar. Dicho de manera más contundente, luego de bombardear y masacrar a los palestinos, los militares inscritos en la universidad retoman sus cursos vía online, en la que se involucran en temas diversos, entre los que se pueden encontrar asuntos tan cruciales para el bien de la humanidad, tales como los de elaborar armas y técnicas militares para seguir asesinando palestinos. Un profesor de la Universidad de Haifa, y presidente de la Escuela de Ingeniería Afeka, dependiente de dicha universidad, dice al respecto en una ceremonia de graduación el 19 de junio: «Nos comprometemos firmemente a garantizar que cada estudiante complete el año académico con éxito ya tiempo, sin abandonos debido a la guerra, y estamos haciendo todo lo que está en nuestro poder para lograr este objetivo. Para aquellos que han respondido al llamado al servicio con profunda disposición, debemos brindar un apoyo inquebrantable y asistencia para ayudarlos a completar sus estudios, preocupados por su futuro y sin comprometer la calidad de su educación»[35].

Por supuesto, muchos de esos estudiantes-soldados se están especializando sobre el terreno, experimentando en el laboratorio palestino las prácticas genocidas que han aprendido desde la escuela, en lo relativo a las técnicas de guerra y opresión de los habitantes de Gaza y Cisjordania. Tal es el caso de una estudiante, llamada Nofar Shlosberg, la cual estudia ingeniería de software y trabaja directamente con el Ministerio de Defensa de Israel en un proyecto de drones para la FDI. Esta estudiante-soldado-genocida sostiene con orgullo: «Afeka realmente me preparó para el éxito y se aseguró de que me fuera bien a pesar de mis obligaciones en el ejército. También me enseñaron las habilidades que necesitaba para obtener un buen trabajo incluso antes de graduarme. Ahora, en el Ministerio de Defensa, veo a muchos graduados de Afeka que también están desarrollando tecnologías innovadoras e interesantes, y siento que somos parte de una familia. Es reconfortante verlo»[36].

La Universidad de Haifa concede a los estudiantes-soldados becas para que concluyan sus estudios apenas terminen sus labores genocidas en tierras de Palestina. Para eso, cuentan con el asesoramiento de profesores que en “forma bastante comprensiva” se comprometen a darles todo tipo de ayuda, de ellos como académicos y de la universidad como institución, para que exista un complemento adecuado y exitoso en el tránsito de las armas a la universidad y viceversa. Es decir, facilita que se pase sin interferencias de las aulas a los campos de muerte, a donde se masacra a los palestinos, con la aplicación de importantes innovaciones tecnocientíficas que se desarrollan en laboratorios de la Universidad de Haifa.

Nada esto sorprende, porque desde 2018, la Universidad de Haifa fue premiada con una licitación mediante la cual les otorga títulos académicos a oficiales de las FDI en las tres academias militares existentes: el Colegio de Comando Táctico, el Colegio de Comando y Estado Mayor, y el Colegio de Defensa Nacional. En esos estudios, “entrenan a cientos de oficiales, comandantes y figuras importantes del sector público a la institución. A nivel nacional, esto permite coherencia en las calificaciones académicas a largo plazo de los comandantes de las FDI y mejora la educación académica que adquieren en paralelo con los cursos militares”[37].

Cuando se otorgó la licitación, el presidente de la Universidad de Haifa, el profesor Ron Robin, afirmó que la universidad estaba «orgullosa de abrir nuestras puertas a los miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel y de ser el hogar académico de las fuerzas de defensa y seguridad de Israel. Estos hombres y mujeres, que son queridos para nosotros, operan día y noche por la defensa y seguridad del Estado de Israel, y les proporcionaremos contenido educativo de la más alta calidad«. Claro, contenido educativo de altísima calidad para masacrar palestinos, utilizando sofisticados procedimientos tecnocientíficos, que se enseñan en las aulas de esta universidad de la muerte.

Los administradores de la Universidad y de la Escuela de Ingeniería Afeka no niegan que el objetivo estratégico de esas instituciones consiste en vincular estudiantes y militares a través de la alta tecnología de guerra y genocidio. Al respecto el rector, el profesor Moyal, señaló en una reciente ceremonia de graduación: «Te miro a ti y veo el futuro ‒el futuro de la industria de alta tecnología, el futuro de la economía israelí, el futuro de la sociedad, el futuro del país. Para nosotros, ustedes representan una parte significativa de la ‘imagen de la victoria’ de este país. Estoy lleno de orgullo por cada uno de ustedes»[38].

Que duda queda, después de soportar este insulto a la inteligencia humana por parte de una universidad y sus altos directivos. sobre los vínculos entre las instituciones educativas de Israel y el escolasticidio de Gaza, para que conste la manera cómo conscientemente participa un sector de educadores, ligados al proyecto sionista, en la destrucción del sistema educativo de territorios invadidos y colonizados, como lo son Gaza y Cisjordania

En última instancia, no existe ninguna separación en Israel entre los campus universitarios y los cuarteles, son las dos caras del mismo militarismo criminal del sionismo. Eso explica que las universidades tengan bases militares dentro de sus instalaciones, fomenten la militarización de la vida universitaria, permitan la presencia cotidiana de militares uniformados y con armas y más allá en Palestina respalden los asentamientos ilegales, el apartheid, la limpieza étnica, financian y apoyan a estudiantes y profesores que participan directamente en las acciones genocidas… En síntesis, respaldan al “ejercito más moral del mundo”, como reza la propaganda sionista, que traducido a nuestro humilde castellano coloquial quiere decir el “ejercito más criminal del planeta”. Esto alcanza tales cotas de cinismo que, en el anfiteatro de la Universidad de Tel Aviv, se guardan los cadáveres de los palestinos asesinados, en muchos de cuyos cuerpos se realizan experimentos y también en esa universidad se guardan documentos y materiales saqueados en los archivos y bibliotecas de Palestina.

Para concluir, no sorprende en concordancia con lo señalado que el Instituto Weizmann de Ciencias repita la propaganda del régimen de Benjamín Netanyahu que el genocidio sionista es resultado de la lucha de la “luz contra la oscuridad” (civilización de Israel contra la barbarie de los palestinos), y agregue que esa universidad representa “la voz de la ciencia [que] es poderosa y “puede resonar más allá de las paredes de los laboratorios”. En términos menos prosaicos, esto quiere decir sin eufemismos que la técnica y la ciencia no están separadas de los intereses ideológicos y políticos del sionismo, y este se encarga de demostrarlo en los territorios ocupados de Palestina, donde el escolasticidio supone que estudiantes y profesores de Israel participen en forma consciente en la masacre de otros muchos estudiantes y profesores de Palestina, eso sin pestañear y a nombre de la defensa de la civilización occidental.

OSP UC  | El pasado 18 de enero, la universidad Al Israa en Gaza fue  bombardeada por Israel perjudicando a estudiantes de pre y posgrado, así  como… | Instagram

NOTAS


[1]. https://news.un.org/es/story/2024/07/1531091

[2]. https://ciudadccs.info/publicacion/20045-estado-sionista-de-israel-destruye-escuela-en-gaza

[3]. https://www.bbc.com/mundo/articles/cn33v258nlyo

[4]. https://www.bbc.com/mundo/articles/c9re1dk7914o

[5]. https://www.eldiario.es/desalambre/dar-luz-bombas-desafio-extremo-enfrentan-gaza-150-mujeres-embarazadas-dia_1_10616212.html

[6]. [https://actualidad.rt.com/sociedad/view/134489-diputada-israel-matar-madres-palestinos].

[7].  https://es.marketscreener.com/cotizacion/divisas/EURO-ISRAELI-NEW-SHEKEL-E-60037304/noticia/Los-ni-os-de-Gaza-a-oran-sus-d-as-de-escuela-antes-del-conflicto-46470520/

[8]. https://actualidad.rt.com/actualidad/504750-francotiradores-israelies-disparan-deliberadamente-ninos

[9]. https://www.koha.net/es/jackpot/418785/vrasja-e-8-vjecarit-palestinez-qe-coi-ne-hetim-te-izraelit-per-krime-lufte

[10].https://ctxt.es/es/20240201/Politica/45669/Mahmoud-Mushtaha-cronica-educacion-estudiantes-bombardeos-gaza-palestina-israel.htm

[11]Yousef M. Aljamal, “Homenaje de un estudiante a Refaat Alareer, el querido cuentacuentos de Gaza”, diciembre 18 de 2024. Disponible en: https://themarkaz.org/es/a-students-tribute-to-refaat-alareer-gazas-beloved-storyteller/

[12]. https://www.savethechildren.es/notasprensa/la-salud-mental-de-los-ninos-de-gaza-al-limite-tras-casi-un-mes-de-asedio-y-bombardeos

[13]. https://news.un.org/es/gallery/1527642

[14]. https://www.eldiario.es/desalambre/infancia-acabado-ofensiva-israeli-ensana-ninos-gaza_1_10705805.html

[15].  Alejandra Fateo Mano, “Niño herido, familia no superviviente”: más de 17.000 menores de Gaza ya han perdido a su familia”, El Salto, julio 11 de 2024. Disponible en : https://www.elsaltodiario.com/genocidio/nino-herido-familia-no-superviviente-17000-menores-gaza-han-perdido-familia

[16]. Citado en Ibid.

[17]. Citado en Juan Cole, “Netanyahu ha herido, enfermado o condenado a la hambruna a 600.000 niños palestinos en Rafah”, Resumen Latinoamericano, mayo 8 de 2024. Disponible en: https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/05/08/palestina-netanyahu-ha-herido-enfermado-o-condenado-a-la-hambruna-a-600-000-ninos-palestinos-en-rafah/

[18]. La Jornada, julio 30 de 2024 y La Jornada, agosto 3 de 2024. Disponibles en: https://www.jornada.com.mx/2024/07/30/mundo/023n1mun;  y https://www.jornada.com.mx/2024/08/03/mundo/018n2mun

[19]. https://www.eldiario.es/desalambre/infancia-acabado-ofensiva-israeli-ensana-ninos-gaza_1_10705805.html

[20]. https://www.democracynow.org/es/2024/7/12/jugar_al_futbol_en_gaza_el

[21]. La Sexta, abril 18 de 2024. Disponible en: https://www.lasexta.com/programas/lasexta-clave/pena-muerte-palestinos-otras-barbaridades-ministro-israeli-ben-gvir-plena-guerra_2024041866217324c18d400001868078.html

[22].https://www.democracynow.org/es/2024/4/1/titulares/rep_walberg_r_mi_calls_for_gaza_to_be_bombed_like_nagasaki_and_hiroshima

[23]. Citado en Alejandra Mateo Fano, op. cit.

[24]. Ibid.

[25]. Jonathan Cook, “El recuento oficial de muertes en Gaza es una mentira”, Rebelión, agosto 3 de 2024. Disponible en: https://rebelion.org/el-recuento-oficial-de-muertes-en-gaza-es-una-mentira/

[26]. Nos hemos basado en:

Asa Winstanley, Cómo Israel enseña a sus hijos a odiar. Disponible en: https://www.monitordeoriente.com/20190727-como-israel-ensena-a-sus-hijos-a-odiar/;  Marwan Bishara, Por qué Israel odia TANTO a los Palestinos. Disponible en: https://infoposta.com.ar/notas/12580/por-qu%C3%A9-israel-odia-tanto-a-los-palestinos/Maureen Meehan, Educación israelí en el odio, Rebelión, julio 20 de 2007. Disponible en: https://rebelion.org/educacion-israeli-en-el-odio/

[27]Maureen Meehan, “Educación israelí en el odio”, Rebelión, julio 20 de 2007. Disponible en: https://rebelion.org/educacion-israeli-en-el-odio/

[28]. Ibid.

[29]Ibid.

[30]Ibid.

[31]. https://actualidad.rt.com/actualidad/518221-historiador-israeli-negar-bombardear-hospitales-gaza

[32]. José Steinsleger, “Arqueología sionista: con la Biblia y los buldócer”, La Jornada, mayo 23 de 2018. Disponible en: https://www.jornada.com.mx/2018/05/23/opinion/017a1pol;

[33]. Miko Peled, “Palestina. Del mito a la realidad: los arqueólogos sionistas están usando la Biblia para reescribir la historia”. Disponible en:  https://www.resumenlatinoamericano.org/2020/12/15/palestina-del-mito-a-la-realidad-los-arqueologos-sionistas-estan-usando-la-biblia-para-reescribir-la-historia

[34]Mussaab Bashir Alazaiza,  “En Israel la academia es militar, por eso hay que boicotear”, Rebelión, febrero 29 de 2024. Disponible en: En Israel la academia es militar, por eso hay que boicotear – Rebelion

[35]. Noa Amouyal, De la batalla al aula: Entre bastidores del año académico israelí en tiempos de guerra, julio 23 de 2024. Disponible en: https://www.jpost.com/spanish/noticias-de-israel/article-8115

[36]Ibid.

[37]Ibid.

[38]Ibid.

Imagen: Mujeres palestinas con sus hijos asesinados por el bombardeo israelí al Hospital Indonesio, Norte de la Franja de Gaza, noviembre 18, 2023 [Reuters/Fadi Alwhidi]

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La contaminación por Ozono se dispara en Europa por el calor

La contaminación por Ozono se dispara en Europa por el calor

Según el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, la región ha experimentado un aumento alarmante en las concentraciones de ozono en la superficie. En un contexto de creciente preocupación por el cambio climático y sus efectos, la reciente ola de calor en Europa ha exacerbado una crisis ambiental preocupante: la contaminación por ozono.

Este episodio ocurrido durante el período del 29 de julio al 4 de agosto de 2024 no solo pone de relieve los peligros asociados con las olas de calor, sino que también revela las debilidades en la gestión de la calidad del aire en Europa.

El fenómeno del Ozono en superficie

El ozono (O₃) es un componente crítico de la atmósfera terrestre. En la estratosfera, donde se forma una capa de ozono, actúa como un escudo que protege a la vida en la Tierra de la dañina radiación ultravioleta del sol. Sin embargo, en la troposfera, que es la capa atmosférica más cercana a la superficie terrestre, el ozono puede convertirse en un contaminante perjudicial. Este ozono troposférico se forma a partir de una reacción química entre los óxidos de nitrógeno (NOₓ) y los compuestos orgánicos volátiles (COV) en presencia de luz solar intensa.

Durante una ola de calor, las temperaturas elevadas y la luz solar intensa intensifican estas reacciones químicas, provocando niveles más altos de ozono en la superficie. La reciente ola de calor en Europa ha sido especialmente severa, y el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus ha advertido sobre niveles alarmantes de ozono que superan los valores límite establecidos por la legislación europea de calidad del aire.

Impactos en la salud pública y el medio ambiente

La exposición prolongada a altos niveles de ozono en la superficie puede tener efectos adversos significativos en la salud humana y el medio ambiente. En términos de salud pública, el ozono puede irritar el sistema respiratorio, exacerbando condiciones preexistentes como el asma y la bronquitis. También puede reducir la capacidad pulmonar y aumentar la susceptibilidad a infecciones respiratorias. Los grupos más vulnerables incluyen a los niños, los ancianos y las personas con enfermedades respiratorias crónicas.

Además de los efectos en la salud, el ozono en superficie puede afectar negativamente a los ecosistemas. Este contaminante puede dañar los cultivos y vegetación al reducir la fotosíntesis y afectar el crecimiento de las plantas. Las cosechas pueden verse especialmente afectadas, lo que podría tener repercusiones económicas significativas para la agricultura en Europa, una región que ya enfrenta desafíos en términos de seguridad alimentaria debido a los eventos climáticos extremos.

Repercusiones en las políticas ambientales

El reciente aumento en las concentraciones de ozono ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de revisar y fortalecer las políticas ambientales en Europa. Aunque la legislación europea de calidad del aire establece límites para la concentración de ozono, la realidad es que estos límites se están superando con más frecuencia debido a la intensificación de eventos climáticos extremos como las olas de calor.

Las políticas actuales deben ser adaptadas para abordar los desafíos emergentes. Esto incluye la implementación de medidas más estrictas para reducir las emisiones de los precursores del ozono, como los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles. También es crucial que se tomen medidas para aumentar la resiliencia de las ciudades y regiones ante eventos climáticos extremos, como la mejora de la infraestructura verde que puede ayudar a mitigar los efectos del ozono en la superficie.

El papel de la conciencia pública y la acción comunitaria

La conciencia pública sobre la contaminación del aire y sus efectos sigue siendo un factor crucial en la lucha contra la crisis ambiental. A medida que los episodios de alta contaminación por ozono se vuelven más frecuentes, es fundamental que los ciudadanos estén informados sobre cómo protegerse y reducir su exposición. Las campañas de concienciación pueden desempeñar un papel importante en educar al público sobre los riesgos del ozono y las estrategias para reducir la exposición, como evitar actividades al aire libre durante las horas de máxima intensidad de la contaminación.

La acción comunitaria también puede contribuir significativamente a mitigar el impacto de la contaminación por ozono. Las comunidades locales pueden colaborar en la promoción de prácticas sostenibles, como el uso de transporte público en lugar de vehículos privados, y apoyar iniciativas de jardinería urbana que pueden ayudar a absorber contaminantes y reducir la temperatura ambiente.

Perspectivas futuras y necesidad de investigación

El aumento en los niveles de ozono en Europa es un claro indicio de que el cambio climático está intensificando los problemas ambientales existentes. Este episodio reciente destaca la necesidad de una investigación continua para comprender mejor cómo las olas de calor y otros fenómenos climáticos extremos afectan la calidad del aire. La investigación debe centrarse en desarrollar nuevas estrategias y tecnologías para el monitoreo y la gestión de la calidad del aire, así como en explorar soluciones innovadoras para reducir las emisiones de contaminantes.

A largo plazo, es esencial que Europa adopte un enfoque integrado para abordar la crisis de la contaminación por ozono, que combine políticas más estrictas, conciencia pública y acción comunitaria. La colaboración entre gobiernos, científicos y ciudadanos será clave para enfrentar este desafío y proteger la salud pública y el medio ambiente en el futuro.

El reciente aumento en la contaminación por ozono en Europa, exacerbado por una ola de calor intensa, subraya la necesidad urgente de actuar frente a los desafíos ambientales actuales. La crisis revela las limitaciones de las políticas actuales y la necesidad de un enfoque más robusto y adaptado a las condiciones cambiantes. A medida que Europa continúa enfrentando eventos climáticos extremos, la combinación de políticas eficaces, conciencia pública y acción comunitaria será crucial para mitigar el impacto de la contaminación por ozono y proteger el bienestar de sus ciudadanos y ecosistemas.

Ecoportal.net

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/ozono/

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En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, UNICEF y la OMS reclaman un acceso equitativo al apoyo a esta práctica

En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, UNICEF y la OMS reclaman un acceso equitativo al apoyo a esta práctica

NUEVA YORK/GINEBRA, 1 de agosto de 2024 – “En los últimos 12 años, el número de lactantes menores de seis meses alimentados exclusivamente con leche materna ha aumentado en más de un 10% en todo el mundo, lo que sitúa en el 48% la tasa de lactantes que gozan de este saludable comienzo de vida a nivel mundial. Esto significa que cientos de miles de bebés son capaces de sobrevivir gracias a la lactancia materna.

A pesar de que este importante aumento nos acerca a la meta de la Organización Mundial de la Salud de aumentar la tasa de lactancia materna exclusiva hasta al menos el 50% para 2025, aún existen dificultades persistentes que hay que resolver.

Cuando las madres reciben el apoyo que necesitan para amamantar a sus bebés, todo el mundo se beneficia. Según los últimos datos disponibles, mejorar las tasas de lactancia materna podría salvarle la vida a más de 820.000 niños y niñas al año.

Durante este periodo crítico de crecimiento y desarrollo en la primera infancia, los anticuerpos de la leche materna protegen a los bebés contra las enfermedades y la muerte. Todo esto es especialmente importante en situaciones de emergencia, en las que, de hecho, la lactancia materna garantiza una fuente de alimento seguro, nutritivo y accesible para lactantes y niños y niñas pequeños. Esta práctica reduce además la carga de las enfermedades infantiles y disminuye el riesgo de ciertos tipos de cáncer y enfermedades no transmisibles en las madres.

En esta Semana Mundial de la Lactancia Materna, cuyo lema es Cerrar la brechaapoyo a la lactancia materna para todos, UNICEF y la OMS hacen hincapié en la necesidad de mejorar los programas de apoyo a esta práctica como medida imprescindible para reducir las desigualdades en materia de salud y proteger el derecho de las madres y los bebés a sobrevivir y prosperar.

Se calcula que 4.500 millones de personas –esto es, más de la mitad de la población mundial– no gozan de un acceso pleno a los servicios de salud esenciales, lo que significa que muchas mujeres no reciben el apoyo que necesitan para amamantar de forma óptima a sus bebés. Este apoyo incluye el acceso de las mujeres a asesoramiento y consejos de salud por parte de un personal sanitario cualificado, empático y respetuoso a lo largo de toda la etapa de la lactancia.

La recogida de datos fiables es clave a la hora de abordar las desigualdades en la atención sanitaria y garantizar que las madres y las familias reciban un apoyo oportuno y eficaz para la lactancia materna. Actualmente, solo la mitad de los países recopilan datos sobre las tasas de lactancia materna. Para respaldar los avances también se necesitan datos sobre las medidas normativas que facilitan esta práctica, tales como las políticas de empleo favorables a la familia, la regulación de la comercialización de sucedáneos de la leche materna y las inversiones en materia de lactancia materna. La mejora de los sistemas de seguimiento contribuirá a potenciar la eficacia de las políticas y los programas relativos a esta práctica, a orientar de manera más adecuada la toma de decisiones y a garantizar que los sistemas de apoyo cuenten con la financiación apropiada.

“Cuando se protege y se apoya la lactancia materna, es dos veces más probable que las mujeres amamanten a sus bebés. Se trata de una responsabilidad compartida. Las familias, las comunidades, los profesionales sanitarios y los responsables de la formulación de políticas y decisiones tienen un papel fundamental para llevar a cabo medidas como las siguientes:

  • Aumentar la inversión en programas y políticas que protejan y apoyen la lactancia materna a través de presupuestos nacionales específicos.
  • Poner en marcha y dar seguimiento a medidas favorables a la familia en el lugar de trabajo, como licencias de maternidad remuneradas, descansos para amamantar y acceso a servicios de atención a la infancia asequibles y de calidad.
  • Garantizar que las madres que se encuentran en situación de riesgo en contextos de emergencia o que pertenecen a grupos infrarrepresentados reciban una protección y un apoyo a la lactancia materna que vayan en consonancia con sus necesidades específicas, incluido el asesoramiento oportuno y eficaz en materia de lactancia dentro de su cobertura médica habitual.
  • Mejorar el seguimiento de los programas y las políticas relacionados con la lactancia materna para proporcionar datos y conocimientos que permitan seguir aumentando las tasas de esta práctica.
  • Desarrollar y aplicar leyes que restrinjan la comercialización de sucedáneos de la leche materna, incluidas las técnicas de marketing digital, con un seguimiento de las denuncias habituales de las infracciones del Código internacional”.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/en-semana-mundial-lactancia-materna-unicef-oms-reclaman-acceso-equitativo-apoyo

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Escuela analógica, plataformas digitales y la pedagogía crítica

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

Las pantallas inteligentes, como sustituto de la televisión analógica y de una nueva reconfiguración en la educación en casa, son un fenómeno …

Al ritmo de la canción Barbie girl (traduzco letra al español): “Soy como una Barbie en el mundo de Barbie, la vida en plástico es fantástica, puedes cepillarme el pelo, desnudarme por todas partes, usa tu imaginación, la vida es tu creación”, el escenario fue sorpresivamente invadido por personajes de la película Toy story 4; luego se escuchó una larga voz introductoria al recital de “Nants ingonyama bagithi baba”, anunciando la aparición de El rey león; y, finalmente aquel evento terminó con un diálogo musicalizado entre “El chavo animado” y sus amigos.

Seguramente usted estará pensando que estoy describiendo un espectáculo teatral, televisivo, musical o cinematográfico, quizás una combinación de todos. Siento desengañarlo, querido lector, se trata del acto cultural de clausura de una escuela privada bilingüe a la que asistí antes del presente receso escolar, aunque pienso que, acontecimientos similares se repiten en otros planteles públicos en cualquier lugar de nuestra vasta geografía nacional.

Sin duda, el capitalismo de plataformas, sobre todo el estadunidense, hace sus estragos en las familias mexicanas y las secuelas tragicómicas del comediante al servicio de las dictaduras latinoamericanas, Chespirito, siguen presentes. Las pantallas inteligentes, como sustituto de la televisión analógica y de una nueva reconfiguración en la educación en casa, son un fenómeno creciente.

¿Sabía usted que una tercera parte de los hogares mexicanos tiene suscripción a una o más plataformas de video streaming? ¿O que 90 por ciento de los usuarios de Internet, más de 80 millones, pasan el mismo tiempo que los alumnos en la escuela primaria, pero expuestos a abrumadoras cantidades de contenidos digitales racializados, hipersexualizados, que hacen apología de la drogadicción y la violencia?

Pareciera que la batalla entre la escuela y la gran industria cultural del capitalismo está bastante reñida; pero, si esta última invade política, ideológica y económicamente la esfera de los aprendizajes escolares y además coloniza con mentalidades neoliberales la racionalidad de las prácticas pedagógicas de los docentes, entonces estamos frente al riesgo inminente de perder la lucha por esa educación crítica que se profesa en la Nueva Escuela Mexicana y las alternativas populares.

Es probable que alguna lectora progresista y medio izquierdosa se cuestione la posibilidad de hacer un uso crítico de ciertos contenidos de las plataformas y, tal vez, salpicada por el pigmento de la otra marea rosa, no partidista, sino del relanzamiento de la Barbie de Mattel, esté pensando que con el último filme de la muñeca de plástico se pueda abrir una discusión escolar sobre el patriarcado; yo diría que sí, a pesar de su tendencia hacia un feminismo orgánico, blanqueado, desclasado, pro consumista y pugnante de la equidad de género para ser tratados por igual, como capital humano.

La inclusión de lo intercultural y la diversidad de género ya es tema común en las plataformas, no así en las escuelas, pero seamos realistas, se inserta porque son un rango de consumo con mucho potencial, poco o nada tiene que ver con los derechos demandados y conquistados por la sociedad global; pero si quedara duda, estos contenidos son transversalizados por los típicos antivalores del capitalismo y la mensajería política descalificando los comportamientos insurreccionales de los desplazados.

Sobre lo anterior, les cuento una experiencia reciente, cuyo propósito inicial era graficar con mis alumnos los conocimientos estudiados en clase, sobre la conexión entre la neurociencia y la robótica, pero que se tornó en el acercamiento analítico sobre el trasfondo de la película Biónicos, de Netflix, de la cual entendimos que hace un juego perverso entre la inclusión mercantilista de las discapacidades físicas y la desacreditación de los grupos vulnerables pro derechos, a quienes se les presenta en calidad de delincuentes y no como movimientos emancipadores.

En este filme, se evidencia, otra vez, la imposibilidad de los magnates del capitalismo big tech y de la industria cultural, para anteponer las potencialidades armamentísticas y destructivas de las tecnologías convergentes, antes que la solución de los grandes problemas de la humanidad. El final no podría ser peor, un grupo de jóvenes discapacitados, convertidos en cyborgs, primero desmantelan una organización revolucionaria (ideológicamente desacreditada) y luego se ofrecen en calidad de soldados mercenarios a un delincuente; el mensaje no deja dudas, tampoco la antiética de los poderes detrás del capital: lo que importa es el dinero, si las causas son justas o no, es lo de menos.

No soy partidario de escindir la escuela analógica y las comunidades culturales territoriales con las tecnologías digitales y las manifestaciones artísticas que se crean desde ahí o en la virtualidad; pero sí soy un firme convencido de que ambos son lugares de enunciación en disputa para una educación emancipadora, ya sea a través de la producción propia de imaginarios, sentidos y aprendizajes críticos en talleres de producción de video, fotografía y diseño digital o de la construcción de andamiajes cognitivos, éticos y analíticos sobre los contenidos de la industria cultural independiente o de las plataformas del capitalismo informático en clubes de cine, video series y documentales.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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CANCELAR LA REFORMA EDUCATIVA, ¿AHORA SÍ? Parte 1: los problemas políticos conceptuales

En el magisterio nacional estamos en una situación parecida a la de 2018. Solo parecida, al menos en una cuestión central: la demanda de la cancelación definitiva de la reforma educativa neoliberal.

Esa es una de las demandas centrales de una nueva ola de movilizaciones de la CNTE desde finales del 2023 y durante este año. Más aún, fue uno de los puntos centrales de las negociaciones con AMLO previos al paro indefinido y plantón en el zócalo.[1]
Esto plantea una serie de cuestiones que es necesario aclarar una por una.

  1. Aunque sea obvio es necesario recordarlo y sobre todo, dimensionarlo. Si se pide la abrogación definitiva de la reforma de Peña Nieto es porque AHORA la CNTE reconoce que continúa, después de que en 2019, al aprobarse la reforma constitucional y las leyes secundarias, tanto el presidente, el secretario de educación pública, los diputados y senadores, los publicistas de MORENA y hasta la Comisión Nacional Única Negociadora (CNUN) de la CNTE dijeron que se había cancelado[2].
  2. ¿Entonces qué pasó? ¿El magisterio fue engañado? ¿Cómo sucedió? Básicamente, gracias a la repetición ad infinitum del discurso de la “reforma parcial”, “de la evaluación punitiva”, “de la reforma laboral” y de la evaluación de desempeño como estos elementos aislados fuesen LA reforma educativa. Por eso, una vez que se eliminó la evaluación de permanencia, se dijo que se había cancelado; los comentaristas, los asesores, los líderes políticos y los maestros lo creyeron, estaban convencidos de eso. Tan fue así que se aceptaron sin mayores objeciones las leyes secundarias que ahora se demanda abrogar, entre ellas la que regula la creación y funcionamiento de la USICAMM que hoy se pide desaparecer.
  3. Entonces, ¿todo fue un engaño y una manipulación? En realidad, desde el principio fue un problema político y conceptual. Conceptual porque NUNCA se entendió o no se quiso ver la radicalidad y la novedad de la reforma neoliberal del 2013; no se entendieron sus conceptos clave ni su articulación con los modos de gestión pedagógica y administrativa hoy fuertemente instalados en las escuelas. Por eso no importó la evaluación de desempeño, la racionalidad neoliberal pudo continuar por otras vías y otros medios que hasta ahora se empiezan a reconocer y contra los que se comienza a luchar.
  4. En cuanto al problema político, es igualmente complicado y se deriva del error conceptual. No citaremos a los clásicos del pensamiento revolucionario para recordar que un error teórico tiene considerables dificultades estratégicas, eso ya es obvio. ¿Cuál es el problema aquí? Otra vez, es sencillo de enunciar, aunque no es tan fácil de precisar: si deseamos abrogar definitivamente la reforma neoliberal que durante el primer gobierno de la cuarta transformación se profundizó, es necesario decir DETALLADAMENTE qué entendemos por neoliberal y en dónde se expresa; qué entendemos por cancelar y cómo se hace eso. Una vez aclarado esto, lo que sigue es resolver con qué lo sustituimos.[3]

En otras palabras: definir un programa de demandas es el inicio; luego sigue el programa de lucha -como se ha iniciado ya, pero es indispensable tener ya una alternativa de reforma CONSTITUCIONAL en todos sus términos: conceptuales, técnicos, jurídicos, políticos y administrativos. ¿Está preparada la CNTE para presentar, llegado el momento, una propuesta que sustituya la reforma constitucional vigente?


[1]https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/04/01/politica/acuerdan-amlo-y-cnte-eliminar-reforma-educativa-y-seguimiento-a-demandas-2977

[2] https://www.sinembargo.mx/27-05-2019/3587535

[3] Eso es lo que señalamos una y otra vez en nuestros artículos de Cortocircuitos y nuestro libro Cancelar la reforma educativa  , publicado justamente cuando se estaba elaborando La continuidad neoliberal , otra de nuestras publicaciones en la que insistimos, a contracorriente, que la reforma de AMLO era un engaño y que solo mantenía, legitimaba y profundizaba la reforma neoliberal, al mismo tiempo que contenía y cooptaba las resistencias.

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

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De la calidad a la educación digna

Por: Edgar Isch L.

Desde años atrás entró como parte del discurso educativo la “calidad” de la educación y, a partir de ella surgieron mecanismos de evaluación de los sistemas, instituciones y personas involucradas en el mundo educativo. Podemos decir que no hay organismo internacional que no haya trabajado con este calificativo aparentemente inofensivo y obvio, pero que en el fondo responde a una perspectiva ideológica y a intereses particulares. La calidad se convirtió en una especie de joker de la baraja, útil para cualquier propuesta por negativa que fuese, apenas un placebo que se usa para toda enfermedad.

En este artículo procuraremos demostrar lo dicho, pero también plantear una alternativa desde los derechos humanos. Defender la educación como un derecho no es asunto sencillo y menos aún hoy cuando el resurgir de posiciones de extrema derecha sostienen abiertamente que ese derecho no existe, que la educación es apenas un bien comerciable, como lo hace un candidato a la presidencia de Argentina o una candidata en la segunda vuelta de Ecuador. Una vez negado el derecho, la calidad queda a disposición del mercado.

El inicio del discurso de la llamada calidad

Los inicios de la onda en favor de la calidad se presentan en la década de los años 50 del siglo pasado, cuando el economista Edward W. Deming (1989) plantea que “la mejora de la calidad lleva a la economía de los costos y al aumento de los beneficios” económicos de los empresarios. Para ello la calidad se concibe desde la satisfacción del consumidor, la que a su vez lleva a una mayor venta de bienes y servicios. Pero no necesariamente lo más vendido es lo que tiene mejores características, como puede suceder con los libros best Sellers, música empobrecida, pero con ritmo o con la comida chatarra en un comedor estudiantil. Ni en lo individual ni en social lo más vendido es lo adecuado aún en el caso de que el consumidor se sienta satisfecho.

Famosos promotores de los sistemas de control de la calidad total, Kanji y Asher (1993), plantean breves definiciones claves:

Calidad: Satisfacer los requerimientos del consumidor continuamente. 

Calidad total: Lograr la calidad a bajo costo. 

Control total de la calidad: Obtener la calidad total involucrando diariamente a cada uno de los miembros de la organización.

Una trampa visible, pero deseada por los promotores de esta visión de calidad, está en la idea de que un mayor precio demuestra más calidad del producto y es resultado de la misma. La realidad es que muchas veces la imagen de un producto y su calidad son resultado de la publicidad y no de calidad real, publicidad que, además, según demuestra M. MaxNeff, propone seudo satisfactores a problemas reales, alejando su solución y generando nuevos problemas. La generación de necesidades ficticias es otro componente de la acción publicitaria, creando nuevas barreras a la solución de problemas reales.

Luego vendrá un ajuste a la definición, proponiendo la excelencia como un concepto superior porque supera a lo normal. Para ser excelente, dirán, se requiere ser superior a los demás, trabajar más, ponerse la camiseta de la empresa que nos contrata.

El “control total de la calidad”, en este conjunto de definiciones, tiene que ver con la participación automatizada en lo resuelto por otros, no en una participación democrática, pues hay una postura filosófica que se convierte en indiscutible. 

La calidad en educación

Sin embargo, en educación no entró de inmediato la llamada búsqueda de la calidad en esos términos. Para los años sesenta, por ejemplo, en América Latina las reformas educativas se centraron en la ampliación de la cobertura, especialmente de ciclo escolar, debido a la necesidad de trabajadores con conocimientos básicos que les permita entrar en los procesos de industrialización y modernización. En este momento la calidad es del sistema en su conjunto y orientada principalmente a resultados cuantitativos.

Luego la atención estaría centrada en la formación docente en la tecnología educativa de la época. Aquí arranca con fuerza la homogenización escolar, pretendiendo que el proceso educativo sea único desde la planificación hasta la evaluación. Las matrices y detalladas guías de trabajo creadas muy lejos de las aulas y con poca o ninguna consulta a los y las docentes se impondría como obligatorias. El daño al ejercicio creativo e intelectual de la docencia fue muy grave, pues antes que debatir la pedagogía, que paulatinamente fue expulsada de las aulas, se propondría un pragmatismo al grado que maestros y maestras se acostumbrarían a solicitar la matriz, el ejemplo de llenado, la manera de satisfacer a la burocracia educativa. 

Esto se complementaría dando paso a visiones muy parciales de currículo, que llegarían a expresarse incluso como meros listados de contenidos. La calidad redujo sus expectativas, al tiempo que se hacían más fuertes las diferencias clasistas entre escuelas privadas de alto costo (no necesariamente “mejores”) y escuelas públicas a las que los Estados atendían cada vez con menos interés.

Es en momentos en los que la visión de la crisis educativa se centra en la administración (planificación estratégica, trabajo por procesos, descentralización institucional, entre otros) y en sus actores (rol de los directivos que en muchos casos pasaron a ser llamados gerentes, docentes que asuman más cargas administrativas), cuando la “calidad” aparece como la justificación de nuevas ideas de cambio.

Se trata del periodo de aplicación intensiva del modelo neoliberal de desarrollo y sus principios económicos. En educación se puso el acento en el proceso de enseñanza aprendizaje y en la responsabilidad docente, observando al interior de la escuela y dejando de lado diversos aspectos de su relación con la sociedad. 

Calidad e ideología

En esta línea de pensamiento, se difunde una perspectiva hegemónica del ambiguo término de calidad.  Según Morales Basadre (1993, p. 11), esta constituía:

 

… el mayor desafío que enfrentan las naciones es la transformación de la calidad educacional: mejor nivel formativo, acceso a los códigos culturales de la modernidad, adquisición de nuevos valores, desarrollo de la capacidad de innovar, renovar, crear…. 

 

Reflexionemos sobre los indicadores de calidad que plantea, aunque no les de ese nombre.

  1. Mejor nivel formativo, sí, ¿pero en qué dirección? No se abre al debate cual es la finalidad de la educación, que significa “mejor” nivel, con qué grado de participación.
  2. Acceso a los códigos culturales de la modernidad. Es decir, abandonar las culturas propias y asumir las perspectivas del mundo occidental desarrollado. Recuerde el lector que se nos calificaba de subdesarrollados y nos planteaban que copiar era la manera de lograr el desarrollo. Modernidad que, además, se presentó junto al capitalismo, así que es a ese sistema que se debe servir.
  3. Adquisición de nuevos valores. Complementando lo anterior, entonces se debe promover la competitividad, más tarde justificada y enmascarada en la meritocracia (Isch, 2013). Valores ligados a la prioridad de los intereses empresariales y el individualismo extremo. El posmodernismo hará también su aparición y el constructivismo de Piaget, con la tesis de que cada quién construye su propio conocimiento sería utilizado para alimentar en las aulas el “sálvese quien pueda”, aun contrariando otras tesis y propuestas constructivistas. 
  4. Desarrollo de la capacidad de innovar, renovar, crear. Capacidades importantes pero que, si se considera lo anterior, tiene una línea individualista y no general.

 

Como se puede ratificar, cualquier selección de indicadores, que en casos como ayuda a precisar la definición hegemónica de calidad educativa, está envuelta en una posición ideológica. Cada indicador nos está señalando, aunque no siempre directamente, lo que se piensa en el fondo, cómo se interpreta la realidad y qué posicionamientos se presentan ante las concepciones epistemológicas y axiológicas. Si se trata del pensamiento hegemónico, este corresponde al pensamiento dominante en la sociedad de clases en la que estamos viviendo.

 

Adicionalmente, en el momento que prefigura las características del estudiantado deseable, existe también una posición política. Señalar de alguna manera un perfil de salida, habla del ser humano deseado para un determinado tipo de sociedad. 

 

De esta manera se puede trabajar cualquier lista de indicadores o características de la calidad y el resultado siempre será que no se trata de una posición exclusivamente técnica. Lo ideológico y lo político están fuertemente implicados, como sucede con cualquier decisión de política educativa, sea a nivel nacional o institucional. 

 

Parte de estas decisiones están ligadas a las determinaciones de como trabajar al interior de la institución. Mirando la educación apenas como un servicio, Ishikawa (1986) propone los círculos de Control de la Calidad Total que plantea que el estado ideal de la empresa es cuando la inspección ya no es necesaria, pues cada trabajador o funcionario se convierte en el capataz de los demás, se autocontrolan, denuncia y sancionan en medio de una competición cotidiana. Esto tampoco es carente de ideología o apolítico. 

Calidad hoy

Con los antecedentes previos se entenderá que por varios años en lugar del derecho a la educación, se pasó a la medición más elemental que es la del ingreso. Pero los componentes del derecho, de los que hablaremos más adelante, consideran que el ingreso solo es un factor necesario para ejercer el derecho y no el derecho en sí mismo. 

Pero más tarde, en medida que se consideraba más lo administrativo, la calidad se está ligando a un “consenso para la gobernanza” del derecho. Nuevamente, no se trata del derecho en sí mismo sino a un desvío en el análisis, para fomentar mecanismos administrativos y comerciales habitualmente dispuestos por organismos como la Organización Mundial del Comercio (OMC).

A más de los mecanismos de comercialización, privatización directa e indirecta, la idea de gobernanza promueve la estandarización educativa. Esto calza con el inicio mismo de nuestra historia, pues Deming planteó que “la calidad no es preferencia, ni la calidad es tecnología u originalidad”; “la calidad es el grado predecible de uniformidad y fiabilidad a bajo coste adecuado a las necesidades del mercado” (ídem). La estandarización, al igual que todo el lenguaje empresarial, es factible y realizable para la fabricación de objetos, pera no lo es para los derechos humanos. La educación no puede olvidar el contexto social y cultural en el que se desarrolla, los objetivos concretos o inmediatos y los de carácter histórico o estratégico de los pueblos, la relación en territorio con los otros derechos y perspectivas propias de futuro colectivo.

 

Con estas concepciones anteriores se mezcla la visión de organismos internacionales que establecen una relación directa entre derecho de la educación y el Objetivo 4 del Desarrollo Sostenible (ODS-4): “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Una vez más sin especificar de manera concreta a que se refiere con calidad, y nótese que aspectos tan importantes como la inclusión, la equidad y la oportunidad de aprendizaje están a la par, pero fuera de esa calidad mencionada, pero nada especificada. En las metas planteadas se observa una fuerte inclinación a garantizar acceso a la educación básica y equidad en el acceso a los otros niveles, como lo evidencian publicaciones especializadas de la misma ONU y también la inclusión de las nuevas tecnologías (seis de las diez metas del ODS4 se refieren a esto), lo que permite ver limitaciones en el uso de este concepto. 

 

La medición de calidad hoy más frecuente está en el uso de indicadores de rendimiento, fácilmente cuantificables y comparables, acortando costos. Para realizarla es necesario dejar de lado todo lo referente al contexto histórico, cultural y social, así como olvidar los factores asociados al aprendizaje que están dentro y fuera de la institución educativa. Una medición propiamente homogenizadora, que compara países de distintos continentes y culturas sin considerar nada más. Por ejemplo, mucho se nos menciona que los niños y niñas de Japón o de Corea del Sur demuestran mayor conocimiento matemático que la niñez ecuatoriana, pero se silencia que la competencia a la que están sometidos lleva a que estos dos sean parte de los países con mayor índice de suicidio infanto-juvenil.  Desde una perspectiva más humana será mejor que en promedio conozcan un poco menos pero que sean más felices, que valoren el juego y la socialización como sus derechos y escenario de formación social, que disfruten la vida y no la destinen a competir con los otros.

 

Otra calidad para otra sociedad

 

Como vemos, al emplear un término tan ambiguo como “calidad”, se presenta un anhelo pero que no puede ser entendido por igual por los distintos sectores sociales, que en realidad oculta los objetivos realmente buscados. Debería ser obvio que aquel tipo de calidad “empresarial” e incluso industrial, no corresponde a los derechos sociales, pero aún se lo promueve en distintos ángulos. Cada vez que se habla de una reforma educativa orientada por el mercado o a partir de viejas y nuevas fórmulas de mercantilización, el derecho retrocede y la “calidad” sometida a la estandarización toma su lugar.

 

Con ello se explica que, al menos, se debería exigir siempre que se especifique de que calidad estamos hablando. Muchas posiciones cercanas a la educación popular, crítica o emancipadora buscarán diferenciarse con adjetivos que aclaren qué clase de educación se busca. Por ello, se dirá, por ejemplo, que se desea una calidad humana de la educación (o con sentido humano), una calidad integral, calidad de carácter histórico, calidad democratizadora, calidad centrada en el educando, entre otras definiciones. En todas ellas un rasgo común es el intento de ver a la educación de manera totalizadora, ligada a contextos social, cultural e histórico y propuesta desde finalidades de carácter social.

 

Con una perspectiva de estas características se busca superar el sentido instrumental de la calidad de la educación (que mide aspectos del funcionamiento del sistema desde la eficiencia del centro educativo, aislado del conjunto social) y su complemento la “calidad intencional” que procura promover los valores capitalistas presentados como modernización (Chiroque, Díaz y Timcopa, 1992). Señalamos que estas características humanas y democráticas se expresan primero a modo de principios antes que recetas. Es más importante que quien ejerce la docencia esté convencido y comprometido, por ejemplo con la vivencia de los derechos de la niñez, y que tenga la capacidad de hacer realidad esos derechos en cualquier circunstancia de las tan variables y sorprendentes que encuentre en la docencia.

 

Bajo esta consideración, diversas fuentes plantearán como aspectos ineludibles, pero sin un orden consecutivo, múltiples principios y requisitos. Enumeramos los que nos parecen más pertinentes para el momento histórico:

 

  • Principio de la educación como derecho humano. Como punto de partida y antes de entrar a las expresiones del derecho en sí mismo, señalemos que la educación, a partir de la familia en la que nos criamos, indistintamente de que tipo de familia sea, cumple un papel fundamental en nuestra humanización individual y como especie. En lo individual es fácil comprender que si tempranamente se nos aísla, como históricamente ha sucedido con niños y niñas con alguna condición de discapacidad notoria, es posible que ni siquiera aprendamos el lenguaje y, dado que lenguaje y pensamiento son inseparables, no lograremos una adecuada formación y desarrollo de la inteligencia; además, sin educación y la fase de socialización primaria, no lograríamos ser personas en condiciones de convivir en nuestra sociedad y cultura. Como especie, está demostrado que los procesos educativos incidieron en la evolución general, que en el caso de los seres humanos la evolución es tanto biológica como social dándonos el carácter de una especie muy diferenciada a las anteriores.

 

  • Principio de educación con visión de derechos. Los derechos humanos, de carácter fundamental, son potestades que corresponden a cada persona por el hecho de ser parte de la familia humana, sin distingo de ningún tipo. Nos colocan en una condición que se integra a la perspectiva de lucha de Rosa Luxemburg: «por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres».

 

La vivencia de derechos, de todos y cada persona que forma parte de la comunidad educativa, la prioridad del interés superior del niño y la niña, van mucho más allá de memorizaciones y debe llegar al establecimiento claro de mecanismos de exigibilidad que den garantía a los derechos. Una convivencia entre iguales será una que deje de lado el etnocentrismo, el racismo, el sexismo y androcentrismo, el clasismo. Es procurar una escuela que sea refugio y faro de transformación.

 

  • Principio de democracia y justicia. Ligado a lo anterior está el compromiso por eliminar toda forma de discriminación y encaminarse hacia la igualdad real de oportunidades educativas. La democratización de las escuelas implica un fortalecimiento y priorización de la educación pública presencial y el uso de mecanismos de apoyo permanente a los sectores que con mayores dificultades acceden a las aulas.

 

En este y en los principios anteriores, la inclusión educativa indistintamente de las diferencias personales se convierte en una obligación del sistema educativo en todos sus niveles. 

 

  • Principio de la transformación social. La educación no puede ser solo repetición de saberes asumidos por la humanidad, sino la formación en cada uno de la capacidad de transformar y transformarse de manera dialéctica: me transformo a mí mismo transformando la realidad y, a su vez, la transformación de la realidad conlleva a una transformación personal. El ritmo y grado de este proceso transformativo puede ser distinto, pero es ineludible y debe formar parte de la vida en la escuela.

 

Este principio hace referencia también la relevancia establecida en el qué y para qué de la educación; y la pertinencia en su relación con las necesidades de la comunidad y los y las estudiantes, para que su aprendizaje sea útil y transformador y construya autonomía, autogobierno e identidad.

 

La transformación social involucra una clarificación de valores y criterios personales, un compromiso con la sociedad deseada pero que no es la actual, un trabajo intencionado en esa dirección. Solo así, ligando pensamiento y acción, se podrá, por ejemplo, contribuir desde la escuela a la lucha contra la corrupción generalizada. La vivencia es también ejemplo de educadores y educadoras, del conjunto del personal de la institución educativa, logrando un impacto muy por encima de los acostumbrados sermones y moralejas.

 

  • Principio de integralidad. La educación es formación integral de la persona, de su personalidad. Por tanto, debe asumir que los humanos debemos encontrar en la institución educativa el escenario y condiciones para el desarrollo de la capacidades y funciones mentales superiores, de distintos talentos y de nuestra característica como seres senti-pensantes. 

 

Para lograr esa integridad se debe conjugar la teoría y la práctica, el trabajo intelectual y el manual, el aula y el contacto con la comunidad, un nivel educativo con otro, las diferencias y necesidades específicas de aprendizaje. 

 

Si se quiere, entonces, hablar de una calidad humana, social e histórica de la educación o una calidad basada en los Derechos Humanos, por lo general lo cuantitativo será insuficiente, como lo es con cualquier proceso humano. Una visión de la educación como acción intencionada y orientada presume la necesidad de formas de evaluación colectivas, cualitativas y cualitativas, que rompan la forzada homogenización y den respuesta a las realidades concretas de cada país, nacionalidad, sector. 

 

La educación digna como alternativa conceptual y práctica

 

Para salir de la confusión que acompaña a la calidad educativa es muy importante contar con un punto de partida fundamental y este es el de la educación como derecho humano. Como ya dijimos, se debe presentar sin ningún distingo y sin barreras que nada tienen que ver con la condición de ser humanos. Si se pone otras condiciones, como el pago de costosas matrículas, el derecho deja de para todos y pasa a constituir una mercancía o un servicio que está solo al alcance de algunos. Esto ya rompe con los criterios de calidad según la demanda, según el precio del servicio o la compra-venta. 

 

Como derecho, la educación se interrelaciona con los demás derechos humanos. Por un lado posibilita otros derechos como la salud (quién se educa conoce la manera de prevenir enfermedades y no cae en las trampas de los opuestos al conocimiento científico) o la participación (un pueblo educado en su historia y análisis de la realidad no será víctima de la demagogia); por otro lado, la educación depende de la garantía de otros derechos (en Ecuador la desnutrición crónica infantil afecta a uno de cada tres niños y niñas y esta condición dificulta el desarrollo de capacidades como la abstracción, por lo que se les hace más difícil la matemática o el uso de nuevos conceptos).  Una vez más, aquí la visión del derecho humano se muestra muy superior al de calidad, al considerar la integración de la vida del estudiantado con la educación, recordando el viejo decir que “educamos desde la vida y para la vida”.

 

En consecuencia, es fundamental considerar la relación que tienen los derechos humanos con la dignidad de la persona. Derechos y dignidad se encuentran tan atados, que deberíamos considerar a esta como un requisito fundamental para la educación. La Declaración Universal de Derechos Humanos en su Preámbulo reitera que «la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana». En el Artículo 1 se remarca: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

 

A muchos sorprende que se mencione a la dignidad primero, pero es que esta es considerada como la base de todos los derechos humanos. Pero, a la vez, los derechos humanos le dan contenido y profundidad, de manera que dignidad no puede ser una palabra indistinta, sino sinónimo de cumplimiento real de esos derechos. Por ello, en muchos países la dignidad humana es en varias constituciones y legislaciones un claro argumento jurídico.

 

En consecuencia, vivir con dignidad solo se expresará cuando se cumplan con los demás derechos. Así lo dejará ver Antônio Cançado Trindade, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos -CIDH- (Villagrán y otros 1999):

 

La privación arbitraria de la vida no se limita, pues, al ilícito del homicidio; se extiende igualmente a la privación del derecho de vivir con dignidad. Esta visión conceptualiza el derecho a la vida como perteneciente, al mismo tiempo, al dominio de los derechos civiles y políticos, así como al de los derechos económicos, sociales y culturales, ilustrando así la interrelación e indivisibilidad de todos los derechos humanos.

 

Amnistía Internacional (2005, p. 15), organización defensora de los derechos humanos, ratificará que: “La dignidad humana exige el respeto por todos los derechos de todas las personas: nada es más prioritario que el derecho a vivir con dignidad”. Del mismo modo, lo harán otras organizaciones como Human Rights Internship Program y Asian Forum for Human Rights and Development: “No es posible alcanzar el fin último de asegurar el respeto por la dignidad del individuo sin que éste disfrute de todos sus derechos” (íbid, p.15).

 

De aquí cabe observar como organismos de las Naciones Unidas han ido adoptando este criterio. Tal vez la expresión más concreta está en la Organización Mundial del Trabajo que plantea como un objetivo “el trabajo digno”. En el mundo educativo todavía no hemos acogido con suficiente fuerza la relación entre el derecho a la educación y la dignidad humana y como el sistema educativo debe impulsar la dignidad por medio del trato igual a todos y todas.

 

Una educación digna estará centrada en los seres humanos y sus múltiples diversidades, en el colectivo y no solo en el individuo, diferenciándose de lo que desde el punto de vista hegemónico se ha querido entender como educación de calidad. Hablar de una educación digna será más útil, clarificador y movilizador que el hablar de educación de calidad. 

 

Una educación digna requiere partir de una comprensión de los derechos en su conjunto y de los retos que plantea transformar la sociedad para que sean vigentes en la cotidianidad de los países. En el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas se señala lo siguiente:

 

  1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
  2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
  3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

 

De manera complementaria, la Observación General 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC), en su artículo décimo tercero analiza la manera de realizar el derecho a la educación. Se trata de “cuatro características interrelacionadas y fundamentales” que debe tener la educación en todas sus formas y en todos los niveles. De manera resumida estas son:

 

  1. Disponibilidad.  Debe existir instituciones y programas de enseñanza en cantidad suficiente en el ámbito del Estado, distribuidas en forma equitativa en todo el territorio, con equidad en la disposición de recursos necesarios, incluyendo los comunicacionales y tecnológicos. 
  2. Accesibilidad. Las instituciones y los programas de enseñanza han de ser accesibles a todos, sin discriminación, en el ámbito del Estado. La accesibilidad consta de tres dimensiones, considerando el principio de la no discriminación.  
  • Accesibilidad física. La institución educativa debe estar a una distancia razonable de la vivienda, al igual que las nuevas tecnologías, sin barreras arquitectónicas y en entornos seguros.
  • Accesibilidad al currículo. Asegurar el derecho (no obligatoriedad) de aprender en su propia lengua y los materiales y condiciones necesarios para quienes tengan necesidades específicas de aprendizaje.
  • Accesibilidad económica. No solo se refiere a los costos de matrícula, sino también a los de libros y materiales, movilidad, alimentación, conexión a internet y otros que se convierten en barreras a la equidad que debe caracterizar a la educación.
  1. Aceptabilidad.  La forma y el fondo de la educación, comprendidos los programas de estudio y los métodos pedagógicos, han de ser aceptables (por ejemplo, pertinentes, adecuados culturalmente y de buena calidad) para los estudiantes y, cuando proceda, los padres; y
  2. Adaptabilidad.  La educación ha de tener la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de sociedades y comunidades en transformación y responder a las necesidades de los alumnos en contextos culturales y sociales variados.

 

La obligatoriedad hasta el bachillerato y la gratuidad hasta la universidad, señaladas en la Constitución del Ecuador serán, simultáneamente, condiciones para que se haga posible el derecho a la educación, demostrando además la superioridad social y moral de la educación pública. Obligatoriedad y gratuidad también deben ser requisitos de las políticas públicas democráticas e innovadoras y deberían serlo a lo largo de toda la vida (Isch, 2022).

Algunos pasos necesarios

Para lograr una educación digna se deben dar algunos pasos que comprometen a todos los actores del sistema educativo, al Estado y a la sociedad en su conjunto. Lo primero será ganar la conciencia mayoritaria a favor de la educación como un derecho humano y que consecuentemente debe ser una prioridad nacional. A partir de ello se podrá cambiar la óptica de la planificación educativa, sacándola de los esquemas burocráticos y tecnocráticos, para construir planes realmente participativos considerando la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad. Esto tendrá su correspondencia con evaluaciones que abarquen estos aspectos, los resultados de aprendizaje, el financiamiento, la participación social y otros elementos.

Hay varias contradicciones sociales y conceptuales que confrontar. Con carácter de urgencia, una primera es que, si retomamos la visión de educación como formación integral, la enseñanza será múltiple y dirigida al desarrollo de las capacidades mentales y por ello incluirá arte, valores, cultura propia y universal, ciencia y deporte, se preocupará de los planes de vida y de la herencia social. En contraste, encontramos que lo que se impulsa desde sectores de poder es la educación centrada en el paradigma STEM (siglas en inglés para Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) que subestima la formación humanista y termina rechazando la importancia de áreas como la filosofía o la historia.

Una segunda urgencia es la defensa de la educación pública y gratuita frente a los números intentos de privatizarla y convertirla en una mercancía de acceso diferenciado. Como hemos visto, la educación pública es garantía fundamental del derecho, es constructora de democracia real, es sostén de la cultura propia y nexo con lo universal de la cultura. La equidad educativa requiere de la educación pública, pero esta se encuentra amenazada como en pocos momentos de los últimos siglos.

Tercero, encontramos la contradicción entre la presencialidad y la reducción o eliminación de la escuela como centro de encuentro humano, como núcleo del tejido central, como lugar de socialización y humanización. La tecnología actual y la que se presente adelante no puede reemplazar estas funciones de la escuela, pero mal empleada podría aislar aún más a las personas, ponernos frente al “sálvese quien pueda” y beneficiar a los poderosos. 

La realidad nos presenta estas y otras contradicciones, las mismas que luego se reflejaran en las condiciones de trabajo docente y de estudio de los educandos, en los resultados de aprendizaje y en las posibilidades o no de mejorar las condiciones de vida de las persona, familias y comunidades. Este texto solo pretendió a ayudar en el debate necesario para enfrentar esta que será una importante lucha de la humanidad. 

Referencias

Amnistía Internacional (2005). Derechos humanos para la dignidad humana. Una introducción a los derechos económicos, sociales y culturales. Madrid.

Chiroque, S. Díaz, C. y Tincopa, L. (1992). Diversidad curricular, pistas y derroteros. Lima, Edaprospo.

Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (2020). La mejora continua de la educación. Principios, marco de referencia y ejes de actuación. Ciudad de México.

de, Serie C, Corte Interamericana de Derechos Humanos. Voto conjunto de los Jueces Cançado Trindade y Abreu-Burelli.

Deming, W. Edwards (1989). “Calidad, productividad y competitividad a la salida de la crisis”; Editorial Díaz de Santos; Madrid, 1989.

Isch L., E. (2013). Meritocracia no es democracia. https://www.sinpermiso.info/textos/meritocracia-no-es-democracia 

Isch L. E. (2022). La educación en crisis. Quito, ediciones del Instituto de Estudios Ecuatorianos (en proceso de publicación).

Isch L., E (2022). El derecho a la educación superior y sus amenazas. Aprendamos a Educar 7: Universidad y compromiso social. Quito, Ediciones Opción.

Ishikawa, Kaoru (1986) “¿Qué es control total de la calidad?”; Editorial normal; Colombia, 1986.

Kanji, Gopal K. and Mike Asher. 1993. Advances in Total Quality Management. Avances en la Administración de la Calidad Total. N.p.

Max-Neef, M., Elizalde, A. & Hopenhayn, M. (1986). Desarrollo a Escala Humana: una opción para el futuro. In: Development Dialogue (número especial). Uppsala, CEPAUR – Fundación Dag Hammarskjöld.

Morales Basadre, R. (1993). Educación, inversión para el desarrollo. IPAE, Foro Educativo N°3, Lima, 1993.

ONU (2018). Quality education: Why it matters. http://www.un.org/ sustainabledevelopment

Villagrán Morales y otros (1999). Caso de los «Niños de la Calle», sentencia de la CIDH del 19 de noviembre de 1999.

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