Page 360 of 2438
1 358 359 360 361 362 2.438

UNESCO: Convocatoria a Concurso para un Nuevo Logo

CONVOCATORIA A CONCURSO PARA UN NUEVO LOGO

El Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), único instituto de las Naciones Unidas dedicado exclusivamente a la educación superior, convoca a un concurso para la creación de un nuevo logo acorde con su visión: convertirse en una institución de referencia internacional para la promoción de la educación superior como un bien público y como un derecho universal, en el marco del sistema de valores de las Naciones Unidas.

La internacionalización del Instituto se enmarca en el contexto de la era de la digitalización, frente a los vertiginosos procesos de transformación de la sociedad, afectados en este momento por la pandemia, y ante los desafíos que representa el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, en particular el Objetivo #4 de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas las personas.

En este contexto de una realidad pospandémica, el IESALC requiere de un logo que proyecte al Instituto hacia la educación superior del siglo XXI, mediada por la tecnología, por la inteligencia artificial, por las modificaciones en las relaciones transfronterizas y los desafíos sociales y, sobre todo por la inminente irrupción del carácter global, equitativo y ético que la educación superior aspira frente a la sociedad en un mundo diverso, interdisciplinario, colaborativo y corresponsable con su entorno.

Para tal, fin convoca a un concurso abierto para individualidades y/o equipos para desarrollar el nuevo emblema, integrando el presente y futuro de la educación superior con sus desafíos y cambios globales.

Objetivo

El nuevo logo del IESALC debe reflejar o contener la idea de la educación superior en el siglo XXI con todas sus implicaciones: una educación superior de calidad, para todas las personas a lo largo de toda la vida, con la participación de las comunicaciones digitales y en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. Idealmente, debería sugerir la noción de cambio, progreso y transformación, como condición para una educación superior de calidad y con equidad en el siglo XXI.

A quién va dirigido

A diseñadores gráficos jóvenes, menores de 35 años de edad, residentes en países de América Latina y el Caribe.

Criterios de diseño

  • Se espera que los diseños sean claros y legibles a distancia (por ejemplo, cuando se utilizan en pancartas y carteles).
  • Los diseños deben adaptarse a diversos formatos, medios y tamaños.
  • Los diseños se basarán en una imagen icónica y prescindirán de usar el nombre del instituto
  • Los diseños deben ser compatibles con logotipos adicionales, de tamaño equivalente al logotipo del IESALC
  • UNESCO IESALC recomienda visitar la página web del instituto para tener la información sobre la misión, objetivos y actividades de IESALC. 
  • Deberá tomarse en cuenta el manual de uso del logo de la UNESCO adjunto, en cuanto a la aplicación del uso de logos secundarios, color y fuente, entre otros, tomando en cuenta que el logo del IESALC es un logo secundario al de la UNESCO.
  • Cualquier duda con respecto a los criterios de diseño, dirigirla a info-IESALC@unesco.org

Entregables

Los candidatos deben presentar los diseños de los logotipos en formato tamaño carta (21,5 cm × 28 cm).

  • Los diseños deben ser de 300dpi y tener un tamaño máximo de 10MB.
  • Tipos de archivo aceptados: pdf, jpeg, jpg, png, tif, tiff, ai, eps.
  • Los diseños deben ser realizados en azul según la paleta adjunta en el manual de uso pero deben tener en cuenta la legibilidad -especialmente a distancia- y la facilidad de reproducción.
  • Los diseñadores deben incluir una declaración de un máximo de 100 palabras para explicar cómo el diseño presentado interpreta la educación superior del siglo XXI.
  • Los diseñadores deben presentar una carta que certifique el diseño es original.
  • Los candidatos pueden incluir hasta 3 variaciones de su diseño de logotipo (opcional).
  • Los candidatos pueden incluir un documento de apoyo para su diseño, por ejemplo, una guía de estilo/resumen de diseño, etc. (opcional).
  • No es necesario inscribirse
  • La propuesta debe ser enviada a info-IESALC@unesco.org

Evaluación

La evaluación será realizada por el Consejo de Gobierno de UNESCO. Los miembros del jurado seleccionarán la obra ganadora basándose en la claridad y el poder del mensaje, el mérito artístico general, su capacidad comunicacional y la facilidad de uso y reproducción. La UNESCO IESALC podrá pedir al ganador o ganadores que ajusten el diseño ganador antes de su difusión.

Obra original

Todos los elementos del diseño del logotipo deben ser obra original. El candidato afirma que es el único autor de la obra presentada (o en el caso de una presentación en equipo, que el equipo es su único autor) y que tiene derechos plenos y exclusivos para conceder a la UNESCO IESALC la autorización para utilizar la obra.

Derechos

En el momento de la presentación, el autor concede a la UNESCO IESALC y los derechos mundiales ilimitados de uso y reproducción del material aportado, que pasará a ser propiedad exclusiva de UNESCO IESALC. El autor queda exento de toda compensación o derechos de autor más allá del total del premio otorgado. UNESCO IESALC se reserva el derecho de traducir y publicar el logotipo en uno o varios idiomas adicionales a escala global.

Lanzamiento

Fecha límite: Todos los proyectos deben recibirse hasta el día 30 de junio 2021.

Resultados

El proyecto ganador se anunciará el 15 de julio de 2021, Día Mundial de las Habilidades de la Juventud.

Premios

El autor o autores de la presentación ganadora recibirán un pago único de 1.000 EUR y el segundo clasificado recibirá 500 EUR. En el caso de las presentaciones en equipo, los premios se dividirán a partes iguales entre todos los miembros del equipo. El jurado podrá seleccionar menciones especiales sin premio en metálico.

 

Para mayor información escriba a info-IESALC@unesco.org

Foto de Tranmautritam en Pexels

  Suscribirse al boletín   

  Subscribe to our newsletter   

 

Fuente de la Información: https://www.iesalc.unesco.org/2021/05/22/convocatoria-a-concurso-para-un-nuevo-logo-de-unesco-iesalc/

Comparte este contenido:

América Latina y el Caribe tendrá crecimiento positivo en 2021, pero no alcanzará para recuperar los niveles de actividad económica pre-pandemia

América Latina y el Caribe tendrá crecimiento positivo en 2021, pero no alcanzará para recuperar los niveles de actividad económica pre-pandemia

En su Balance Preliminar de las Economías de la región, la CEPAL prevé una contracción promedio de -7,7% para 2020 -la mayor en 120 años- y un rebote de 3,7% en 2021.

 

La región de América Latina y el Caribe marcará una contracción de -7,7% en 2020, pero tendrá una tasa de crecimiento positiva de 3,7% en 2021, debido principalmente a un rebote estadístico que, sin embargo, no alcanzará para recuperar los niveles de actividad económica pre-pandemia del coronavirus (en 2019), indicó hoy la CEPAL en un nuevo informe.

La CEPAL dio a conocer su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020, uno de los principales reportes anuales del organismo de las Naciones Unidas, en una conferencia de prensa virtual ofrecida por su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena.

Según el documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en un contexto de contracción global, América Latina y el Caribe es la región más golpeada del mundo en desarrollo por la crisis derivada del COVID-19. En la década previa a la pandemia la región mostraba una trayectoria de bajo  crecimiento y en 2020 enfrenta una combinación de choques negativos de oferta y demanda sin precedentes, lo que se traduce en la peor crisis económica de los últimos 120 años.

Si bien los importantes esfuerzos fiscales y monetarios realizados por los países han permitido mitigar los efectos de la crisis, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia han sido exacerbadas por los problemas estructurales que la región arrastra históricamente. Para el año 2021 se espera una tasa de crecimiento del PIB positiva que refleja fundamentalmente un rebote estadístico, pero la recuperación del nivel de producto interno bruto (PIB) pre crisis será lenta y se alcanzaría recién hacia el año 2024.

“La dinámica del crecimiento en 2021 está sujeta a una alta incertidumbre relacionada con el riesgo de rebrotes de la pandemia, de la agilidad para producir y distribuir las vacunas y de la capacidad para mantener los estímulos fiscales y monetarios para apoyar la demanda agregada y a los sectores productivos.  Avanzar en un crecimiento sostenible e inclusivo requiere de una transformación productiva hacia sectores ambientalmente sostenibles, que favorezcan la generación de empleo y la innovación tecnológica”, señaló Alicia Bárcena.

Las debilidades y brechas estructurales históricas de la región, su limitado espacio fiscal, la desigualdad, la escasa cobertura y acceso a la protección social, la elevada informalidad laboral, la heterogeneidad productiva y la baja productividad son centrales para entender el alcance de los efectos de la pandemia en las economías de la región, sus dificultades para implementar políticas que mitiguen estos efectos y los desafíos a la hora de emprender una reactivación económica sostenible e inclusiva.

Antes de la pandemia la región ya mostraba un bajo crecimiento económico: en promedio un 0,3% en el sexenio 2014-2019, y específicamente en 2019 una tasa de 0,1%. Con la llegada de la pandemia, se sumaron a ese bajo crecimiento económico los choques externos negativos y la necesidad de implementar políticas de confinamiento, distanciamiento físico y cierre de actividades productivas, lo que hizo que la emergencia sanitaria se materializara en la peor crisis económica, social y productiva que ha vivido la región. La contracción de la actividad económica ha venido acompañada de un aumento significativo de la tasa de desocupación, que se prevé en torno al 10,7% en 2020, una profunda caída de la participación laboral y un incremento considerable de la pobreza y la desigualdad.

De acuerdo con las proyecciones entregadas por el organismo de las Naciones Unidas, América del Sur se contraería -7,3% en 2020 y crecería 3,7% en 2021; América Central caería -6,5% en el presente período  y se expandiría 3,8% el próximo año; mientras que El Caribe anotaría una contracción de -7,9% en 2020 y un crecimiento de 4,2% en 2021.

El documento de la CEPAL enfatiza que para evitar que la región persista en su dinámica de bajo crecimiento se requiere de políticas fiscales y monetarias expansivas  junto con políticas ambientales e industriales, que permitan las transformaciones estructurales que la región necesita y promuevan un desarrollo sostenible.

Plantea la necesidad de priorizar el gasto para la reactivación y transformación económica y social mediante el fomento de la inversión intensiva en empleo y ambientalmente sostenible en sectores estratégicos; extender el ingreso básico a personas en situación de pobreza; otorgar financiamiento a micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES); entregar incentivos al desarrollo productivo, revolución digital para la sostenibilidad y tecnologías limpias; y universalizar los sistemas de protección social.

Se argumenta que más allá de los esfuerzos nacionales, la reactivación y la transformación económica de la región requerirán de financiamiento y cooperación internacional. En este ámbito, enfatiza la necesidad de utilizar instrumentos como la emisión y reasignación de los Derechos Especiales de Giro (DEGs) del Fondo Monetario Internacional para fortalecer las reservas de los países de la región y los acuerdos regionales; incluir a los países de renta media vulnerables en la iniciativa de moratoria de deuda del G-20 (DSSI, por sus siglas en inglés) y además poner en práctica el canje de deuda por adaptación al cambio climático en el caso del Caribe junto con la creación de un fondo de resiliencia; y capitalizar las instituciones de crédito multilaterales, regionales y nacionales.

Fuente de la Información: https://www.cepal.org/es/comunicados/america-latina-caribe-tendra-crecimiento-positivo-2021-pero-alcanzara-recuperar-niveles

Comparte este contenido:

¿Puede la Inteligencia Artificial mejorar el Aprendizaje? La Inteligencia Artificial se ha Infiltrado en Nuestras Vidas

Por Nicole Krueger

Cuando el maestro de tercer grado, Brad Upshaw, trajo un Amazon Echo a su salón de clases, los estudiantes lo detectaron de inmediato. Al igual que los periodistas en una conferencia de prensa, ellos se amontonaron alrededor del dispositivo y comenzaron a formular preguntas.

«Estaba enchufado detrás de mi pizarra interactiva», dice el maestro de la Escuela Primaria Vanalden Avenue del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles. «Era apenas visible debajo de la pantalla, y los estudiantes no sabían que lo había traído».

Su rapidez para reconocer el dispositivo de Inteligencia Artificial (IA) y su valentía para interactuar con él fueron reveladores. Los niños, él cree, están listos para la IA.

«Tal como están las cosas, cada vez que los estudiantes o yo nos quedamos atascados al necesitar que se responda algo en clase durante el día, los estudiantes simplemente sugieren: ‘Solo pregúntale a Siri'», dice Brad. «No tengo dudas que los estudiantes de este año, y todos los que siguen, no tendrán barreras para interactuar con la IA».

En cierto modo, la revolución de la IA se aceleró cuando la mayoría de nosotros estábamos mirando para otro lado. Durante décadas, los investigadores han estado exaltando las hazañas potenciales de la inteligencia artificial, pero la tecnología aún no estaba allí. Ahora de repente está. Podemos hablar con nuestros dispositivos y obtener respuestas a nuestras preguntas. Tenemos hogares inteligentes, autos inteligentes, electrodomésticos inteligentes y parlantes inteligentes. Los algoritmos predicen lo que nos gustará, anticipan nuestro comportamiento e incluso diagnostican nuestras afecciones médicas, todo con una precisión aterradora.

La inteligencia artificial ya se ha infiltrado en nuestras vidas. Simplemente no se parece a lo que esperábamos.

Sin embargo, la IA permanece extrañamente ausente de las escuelas. El aprendizaje automático “machine learning” (la tecnología que permite que la IA se vuelva más inteligente) ha enriquecido a casi todas las industrias, pero casi ninguno de esos avances ha mejorado significativamente la educación, señala Barbara Kurshan, directora ejecutiva de Innovación Académica en la Universidad de Pensilvania. Los estudiantes de hoy pueden esperar interactuar con la IA tanto en sus vidas laborales como en sus hogares. No obstante, aparte de algunos experimentos aislados, el impulso de la IA en el aula de clase parece haberse desvanecido en gran medida.

Pero no por mucho. En el próximo año o dos, la IA va a explotar en las escuelas (K-12), predice Hall Davidson, director senior de “Discovery Education” y miembro de la Junta Directiva de ISTE.

«Ya sea que lo hagas ahora o no, absolutamente vendrá», dice Davidson. «No queremos que los educadores sean tomados por sorpresa».

HABLANDO A LAS PAREDES

Dispositivos como Amazon Echo o Google Home nos han puesto en una realidad de ciencia ficción, donde la forma más rápida de obtener respuestas es simplemente lanzando la pregunta a la habitación. A medida que las tecnologías de reconocimiento de voz como Siri y Alexa se vuelven más inteligentes, buscar información a la antigua, al iniciar un navegador web y escribir un término de búsqueda, pronto parecerá torpe, arcaico e irrazonablemente lento.

Davidson ve el potencial de la IA de reconocimiento de voz para ayudar a los estudiantes a alcanzar niveles más altos de aprendizaje y pensamiento. Al hacer preguntas inteligentes y pensar en voz alta, los estudiantes pueden usar estos dispositivos para obtener nuevos conocimientos e impulsar sus exploraciones.

Davidson dice: «Estamos entrando en un mundo donde la conversación con las máquinas será en muchas áreas esclarecedora y más eficiente». “Creo que realmente debería ser parte del ambiente escolar desde el momento que entran por la puerta. Queremos que las personas puedan lanzar sus preguntas a la pared y recibir sus respuestas para que puedan continuar con sus pensamientos”.

Hace décadas, los primeros investigadores de IA describieron una tecnología llamada un compañero de aprendizaje permanente, que seguiría a los estudiantes año tras año, conociendo sus intereses, habilidades y hábitos de aprendizaje y respondiendo con preguntas o comentarios para mantenerlos motivados. Está llegando, pero ¿estarán los estudiantes listos para aprovechar la IA como aprendices empoderados? Aprovechar el poder de Siri para resolver problemas, desarrollar conocimiento y guiar su propio aprendizaje los prepara para este futuro, mientras los ayuda a cumplir con los Estándares ISTE para Estudiantes.

La capacidad de interactuar efectivamente con la IA activada por voz puede incluso convertirse en una habilidad laboral necesaria para muchos estudiantes. Por ejemplo, un médico podría encontrar un valor sustancial al conversar con un dispositivo que ha leído todos los artículos sobre un tema médico en particular.

“Un médico no puede leer todo eso por sí mismo. Simplemente no hay tiempo para hacerlo”, dice Davidson. “No se puede reemplazar a un médico con IA, pero sería bueno tener a alguien sentado ahí que haya leído todos los artículos en todas las revistas. «Si queremos que los niños sean innovadores y realmente dominen ese mundo, deberíamos introducirlos desde ahora».

¿ES LA IA LA NUEVA ASISTENTE DE CLASE?

La mejor manera de enseñar a los estudiantes cómo interactuar con la inteligencia artificial es, por supuesto, modelarla. Los expertos describen un futuro no muy lejano en el que los maestros trabajarán codo a codo con asistentes de inteligencia artificial, que aumentarán su experiencia humana con recomendaciones de aprendizaje basadas en datos, en tiempo real.

Uno de los mayores impactos potenciales del aprendizaje automático en la educación, es su capacidad de multiplicar la inteligencia a disposición del maestro.

«El aula generalmente tiene una inteligencia, un maestro, que maneja a 30 niños», dice Scott Garrigan, profesor de la Universidad de Lehigh, quien presentó una sesión sobre «Qué esperar de la inteligencia artificial en K-12» en ISTE de 2017.

«La IA es la primera tecnología que puede hacer los tipos de juicios que solíamos necesitar que los maestros hicieran. Con la IA, tienes múltiples inteligencias en la sala y múltiples fuentes de juicio».

Los programas de aprendizaje adaptativo como Khan Academy permiten a los educadores alcanzar nuevos niveles de aprendizaje personalizado mediante el uso de algoritmos para evaluar el nivel de conocimiento de un estudiante, identificar brechas y ajustar la instrucción en consecuencia. Mediante una combinación de reconocimiento de voz y seguimiento ocular, la IA puede identificar quién está haciendo o diciendo qué en una actividad grupal, y determinar cuáles alumnos se están centrando en qué recursos de aprendizaje, en un momento dado. Puede hacer inferencias sobre los patrones de aprendizaje de los estudiantes, sus intereses y el estado emocional, entre otros; y luego puede tomar decisiones basadas en dichas inferencias.

Quizás, aún más críticamente, puede dar a los educadores una visión más profunda del proceso de aprendizaje. Pearson, un servicio de publicación y evaluación de la educación, llama a la inteligencia artificial «una herramienta poderosa para abrir lo que a veces se llama la ‘caja negra del aprendizaje’, que nos brinda una comprensión más profunda y detallada de cómo sucede realmente el aprendizaje». Por ejemplo, la IA puede rastrear los micro pasos que los estudiantes siguen para aprender sobre un tema específico, como la física, para ayudar a los maestros a diseñar planes de clase más efectivos.

Hasta ahora, el aprendizaje adaptativo se ha utilizado principalmente como un tutor individual. La investigación sugiere que este tipo de sistemas de tutoría inteligente (ITS – Intelligent Tutoring Systems) puede lograr «notables incrementos en el aprendizaje de los estudiantes sobre la enseñanza tradicional en el aula de clase del mundo real», ayudando a los estudiantes a lograr una mayor competencia en un período de tiempo más corto, dice Bill Ferster, autor de   Enseñando a las maquinas: Aprendiendo de la intersección de la educación y la tecnología.

En un estudio, los estudiantes que usaron un sistema de tutoría inteligente alcanzaron el mismo nivel de competencia en 20-25 horas de instrucción que los estudiantes que pasaron más de cuatro años en una educación tradicional. Del mismo modo, los investigadores encontraron que los estudiantes que usaron un tutor de álgebra inteligente, obtuvieron un 85 por ciento de mejora en evaluaciones de habilidades complejas de resolución de problemas. En otra revisión, los sistemas de tutoría inteligente se asociaron a resultados con los puntajes más altos en una amplia gama de condiciones de aprendizaje.

“No hay duda; la investigación es concluyente, si estos sistemas inteligentes se diseñan adecuadamente, pueden enseñar a los niños mejor y más rápido con respecto a casi cualquier otra técnica», dice Ferster.

Eso no significa que la IA reemplazará a los maestros. Como cualquier otra tecnología, es tan buena como la persona que la usa, y las aulas de clase siempre necesitarán cerebros humanos para orquestar experiencias de aprendizaje significativas. Pero el software inteligente puede automatizar muchas de las tareas que solo los maestros solían hacer, como la calificación, las evaluaciones y la gestión del aula. Incluso puede tomar decisiones sobre cómo organizar grupos de estudiantes para optimizar el aprendizaje colaborativo.

«Un maestro tiene las manos llenas y no puede satisfacer las necesidades de cada niño de manera individual», dice Garrigan. «La Inteligencia Artificial puede tomar decisiones sobre los datos para que el maestro no se convierta en un cuello de botella en el aprendizaje de los niños».

ABRIENDO LA PUERTA A LA IA

¿Cómo será finalmente la IA en el aula de clase? Nadie lo sabe todavía.

En este momento, «no se parece a nada», dice Davidson. «Como lo estamos viendo ahora, cualquier integración sería un éxito».

Dado que la mayoría de los programas disponibles de aprendizaje adaptativo en la actualidad están diseñados para la tutoría individualizada, estos no se traducen bien en el típico entorno de aula de clase, donde un maestro esta interactuando con 30 niños o más a la vez.

«Tienes un problema de estructura en la relación entre los estudiantes, el profesor y el aula de clase», dice Ferster. “Es un desafío para las aulas de clase usar estas nuevas tecnologías, porque no están configuradas para toda la clase. Eso es un impedimento para cualquier tipo de progreso».

El aprendizaje adaptativo tiene más sentido en entornos de aprendizaje invertidos o combinados (blended learning), donde de manera rutinaria los estudiantes trabajan de forma independiente en dispositivos conectados. A medida que más aulas de clase transiten a estos modelos, podremos comenzar a ver estas tecnologías aplicadas a mayor escala.

Hasta entonces, Davidson alienta a los maestros a comenzar de a poco. Con todos los iPhones que entran a las aulas de clase en la actualidad, no es difícil incorporar a Siri en una clase. Y solo cuesta $49 obtener un Echo para el aula de clase, siempre que pueda pasar los filtros de su escuela para conectarse a Internet. (Ese es un problema con el que Upshaw se encontró al conectar su Echo.)

Como mínimo, los maestros pueden usar tecnologías emergentes para enseñar a los estudiantes cómo ser consumidores de información inteligentes, al experimentar haciendo diferentes tipos de preguntas que exploran los límites de la inteligencia artificial actual.

«Lo que realmente queremos es que los niños comprendan el poder de esta herramienta y que encuentren formas de usarla, en las cuales no hubiéramos pensado», dice Davidson. Pero, agrega, también es importante mostrarles que los dispositivos de inteligencia artificial «son tontos y pueden ser engañados». Aunque se volverán más inteligentes a medida que más personas los usen, las aplicaciones de inteligencia artificial como Siri o Alexa siguen siendo fáciles de engañar. La capacidad de hacer preguntas inteligentes marcará la diferencia en la calidad de las respuestas que reciben los estudiantes.

«Un buen maestro hace muy buenas preguntas», dice Upshaw. “La tarea importante para los maestros de K-12 es guiar a los estudiantes para que formulen las preguntas esenciales para su aprendizaje. Espero con ansias esta nueva asociación entre las mentes jóvenes y curiosas, y las bases de datos interactivas disponibles».

CRÉDITOS:
Traducción al español del artículo “Artificial intelligence has infiltrated our lives. Can it improve learning?”, escrito por Nicole Krueger y publicado por ISTE en la revista Empowered Learner. Nicole Krueger es escritora independiente y fue periodista. Ella escribe sobre tecnología educativa y la transformación del aprendizaje. Esta traducción se realiza en el marco de la Alianza establecida entre ISTE y la Universidad Icesi para realizar actividades internacionales conjuntas que promuevan la constante actualización de la comunidad académica hispanoamericana. La presente traducción no es obra de ISTE y no deberá considerarse traducción oficial de dicha organización. ISTE no responderá por el contenido ni por posibles errores de la traducción.

Publicación de este documento en EDUTEKA: Mayo 28 de 2021.
Última actualización de este documento: Mayo 28 de 2021.

 

Comparte este contenido:

Una renta para la transformación (eco)social

Por: David Casassas
La cuestión de la transición eco-social adquiere una centralidad incuestionable, pues una “recuperación económica de signo emancipatorio” en ningún caso puede equivaler al retorno a una normalidad que ni nos podemos permitir desde el punto de vista del padecimiento sociolaboral ni es viable desde el punto de vista del colapso energético y mineral en el que nos hallamos inmersos.

¿Para qué podemos querer una renta básica? Decía el sociólogo norteamericano Erik Olin Wright que la propuesta de la renta básica puede ser objeto de justificaciones “estáticas” y de justificaciones “dinámicas”. Las “estáticas” son las que hacen énfasis en la cantidad de personas que una asignación incondicional de recursos podría sacar de la pobreza y de la exclusión, así como del riesgo permanente de caer en ellas. En el Reino de España, estamos hablando de más de una docena de millones de personas. No es poca cosa.

Pero si hay argumentos que nos llevan a afirmar con vehemencia la necesidad de una renta básica, añadía Wright, es por la capacidad de esta medida de poner en circulación vidas escogidas y vividas en condiciones de libertad efectiva. Por ello, concluía, conviene ofrecer “justificaciones dinámicas” de la renta básica lo más robustas posible, es decir, defensas que pongan de manifiesto que vivir incondicionalmente liberados de la pobreza y de la exclusión no equivale solo a poder sortear la privación, sino también a acceder a los espacios donde se toman las decisiones que verdaderamente condicionan la naturaleza de nuestras relaciones sociales. Y poder vivir y organizarnos con libertad tampoco es un tema menor.

Detengámonos un momento en la cuestión de esta posibilidad de una organización autónoma de los procesos de trabajo, de los tiempos que se emplean en ellos, de las formas de convivencia y de asentamiento en los territorios, de nuestras relaciones con el medio natural. Porque “organización” puede significar muchas cosas, del mismo modo que el componente “organizativo” que acompaña nuestras vidas puede ser nombrado de muchas maneras distintas. Prestemos algo de atención a una de ellas.

Una de las consignas (y uno de los procedimientos) más habituales en la gestión del trabajo y la producción durante las últimas décadas ha sido la de la “flexibilidad”. Como se nos dice a menudo, la respuesta a los retos de la organización económica, especialmente en estos tiempos inciertos de pandemia, debería comportar dosis importantes de “trabajo flexible”. Ya se sabe: conviene que nos adaptamos constantemente a circunstancias constantemente cambiantes, etcétera. A primera vista, la argumentación suena, como mínimo, peligrosa o, por lo menos, peligrosamente inquietante. A nadie le escapa que, muy a menudo, el valor de la “flexibilidad” ha sido abrazado por patronales y entornos empresariales decididos a reducir costes a través de la erosión de los mecanismos legales e institucionales de protección de la clase trabajadora, lo cual ha convertido el discurso de la flexibilidad en una estrategia abiertamente sospechosa.

¿Pero sería posible dar la vuelta a los términos del debate, de modo que llegáramos a preguntarnos, de manera profunda y genuina, cuál es el problema de fondo de la flexibilidad, si es que este problema de fondo realmente existe? Porque el hecho es que nosotros, los humanos, necesitamos vidas flexibles, trayectorias dúctiles dentro de las que podamos acoger y llevar a cabo de forma autónoma tareas bien distintas, tan distintas como lo son nuestras necesidades, que cambian a lo largo de nuestro ciclo vital -André Gorz siempre insistía en ello cuando defendía la idea de unas vidas “multiactivas”-. ¿Cuándo y cómo hemos de realizar trabajo remunerado y cuándo nos hemos de sumergir en el mundo de los cuidados? ¿Cuándo y cómo hemos de abrir las puertas a las muchas formas que puede tomar el emprendimiento? ¿Y al trabajo artístico? ¿Y a la participación comunitaria? ¿Y qué cantidad de estos tipos de trabajos queremos para cada periodo de nuestras vidas? ¿Cuáles son las proporciones adecuadas? Estas preguntas, y muchas otras, han de poder ser respondidas por parte de individuos y grupos sociales, lo que implica que el viejo imaginario de un único puesto de trabajo para toda la vida ha de ser cuestionado, tal y como, de hecho, es cuestionado por movimientos sociales contemporáneos que ven el (no demasiado probable) retorno a las vidas monolíticas de una sola actividad para siempre -así funcionaban los imaginarios sobre el trabajo y la seguridad personal bajo el capitalismo fordista- como una posibilidad que escondería la señal de una importante falta de soberanía económica.

Guy Standing denomina “libertad ocupacional” a esta capacidad de escoger y combinar los diversos ingredientes de una trayectoria vital y profesional con sentido, y sugiere que, muy probablemente, esta sea la única vacuna contra la pandemia de la extrema derecha que se extiende por doquier. Contra la “flexibilidad forzosa” que a menudo se nos impone porque vivimos a merced de otras personas, ha llegado el momento de ponernos a pensar herramientas que favorezcan la extensión social de lo que podríamos dar en llamar “flexibilidad escogida” -o, si lo preferimos así, simplemente “autogestión”-, es decir, aquella capacidad individual y colectiva de autodeterminarnos en relación con nuestros procesos de trabajo. Es aquí donde la propuesta de la renta básica adquiere su sentido, pues un flujo incondicional de ingresos -y de otros recursos en especie- nos permitiría gobernar la flexibilidad de un modo efectivamente seguro y soberano, lo que incrementaría nuestra libertad a la hora de escoger qué tipos de trabajo -en plural- queremos hacer, y cómo, y cuándo y en qué proporciones.

¿Pero por qué podría una renta básica potenciar esta “flexibilidad” que ha de ser entendida como “autogestión”, como “autodeterminación” individual y colectiva en la esfera socioeconómica? El núcleo del asunto es el poder de negociación: la garantía incondicional del derecho a la existencia material permitiría a individuos y grupos el acceso a tres recursos esenciales a la hora de definir y conducir una vida libre. En primer lugar, el poder de negociación se encuentra estrechamente ligado al goce de tiempo para concebir y poner en movimiento una vida propia: la posibilidad de tirar adelante proyectos de vida escogidos depende de manera crucial de la presencia de tiempo para pensar, persuadir, negociar y, finalmente, obtener aquello que necesitamos para desplegarlos. En segundo lugar, el poder de negociación tiene mucho que ver con la capacidad de explorar opciones alternativas y de correr ciertos riesgos que nos puedan situar, quizás, en escenarios más deseables. Finalmente, el poder de negociación requiere el “derecho al crédito”, en el doble sentido de “derecho a recursos económicos” y de “derecho a la confianza social”, al “crédito social”: el flujo constante de ingresos que supone una renta básica también ha de ser entendido como el derecho, otorgado de forma universal y colectiva, a segundas, terceras y subsiguientes oportunidades de lanzar y sostener proyectos productivos y de vida verdaderamente propios, lo cual ha de permitir la articulación de un entorno socioeconómico verdaderamente inclusivo y democrático.

Ni que decir tiene, este poder de negociación que se encuentra ligado a la incondicionalidad en el acceso a recursos resulta especialmente importante en tiempos de bloqueo económico y colapso societario. Porque es preciso que emerja actividad nueva, pero no cualquier tipo de actividad ni, tampoco, de cualquier manera. Garantizando grados relevantes de poder de negociación, una renta básica -y otros recursos en especie- nos ayudaría a rechazar proyectos de vida que no deseamos y que, hoy, se nos imponen, y permitiría que diéramos forma a nuestros espacios y prácticas productivas de manera que emprendiéramos y desarrollásemos actividades, destrezas y facultades que demasiado a menudo quedan bloqueadas, quedan amputadas por la necesidad de aceptar aquello que se halla disponible en los mercados de trabajo. Así, recursos incondicionales como una renta básica ayudarían a garantizar la “libertad ocupacional” -o, si se prefiere, la “democracia económica-” de la que se hablaba anteriormente, pues favorecería la emergencia efectiva de actividad escogida con autonomía en el marco de una recuperación económica de signo abiertamente emancipatorio.

Y aquí la cuestión de la transición eco-social adquiere una centralidad incuestionable, pues una “recuperación económica de signo emancipatorio” en ningún caso puede equivaler al retorno a una normalidad que ni nos podemos permitir desde el punto de vista del padecimiento sociolaboral -precariedad, alienación, crisis de los cuidados, etc.- ni es viable desde el punto de vista del colapso energético y mineral en el que nos hallamos inmersos. Pero la transición hacia formas de vida más austeras, asentadas en conjuntos de actividades y en entornos compatibles con el cuidado de nuestros cuerpos y del planeta que tenemos, exige la posibilidad efectiva de definirlas y tirarlas hacia adelante.

En una entrevista reciente, Yayo Herrero lamentaba, con toda la razón, el suicida cálculo electoral a cortísimo plazo que exhiben fuerzas políticas dichas de izquierdas que, pese a ser profundamente conocedoras de la urgencia de una transición eco-social hacia nuevos modelos socioeconómicos, siguen optando por silenciar la cuestión a un electorado supuestamente poco preparado para oír que es preciso reducir el tren de vida -o que conviene dejar de aspirar a estilos de vida que someten el metabolismo socio-natural a tensiones insoportables-. La pregunta que podemos hacernos en este punto es si estas mismas fuerzas políticas de izquierdas están optando también por dejar de luchar por los mecanismos institucionales -recursos incondicionalmente garantizados como la renta básica, sin ir más lejos- que, precisamente, permitirían que todo el mundo, sin exclusiones, se sintiera invitado a replantear las maneras que tenemos de producir, de reproducir la vida, de distribuir bienes materiales e inmateriales, etc. Volvamos a las “justificaciones dinámicas” de la renta básica que proponía Erik Olin Wright: el acceso incondicional a recursos ha de ser entendido como la oportunidad real para que todo el mundo, sin exclusiones, participe en una gestión democrática del decrecimiento inevitable y viva esta transformación como la gran ocasión para ir moldeando estilos de vida no solo más austeros, sino también -y, quizás, gracias a esta austeridad que nos ha de permitir soltar lastre- más ligados a nuestra creatividad, a nuestro deseo, a nuestra posibilidad de autorrealizarnos en el marco de actividades que podamos llevar a cabo más allá de lógicas estrictamente instrumentales.

Quizás así, situadas en este punto, enraizadas en la lucha por recursos incondicionales capaces de movilizar y hacer crecer relaciones e instituciones sociales más libres, estas fuerzas políticas de izquierdas podrían asociar la transición eco-social a un imaginario no tanto “de la renuncia”, sino “de la conquista” colectiva de vidas verdaderamente dignas de ser vividas. Y eso sí que puede ser fácilmente contado, comprendido y compartido.

Una renta para la transformación (eco)social

Comparte este contenido:

El machismo mata, el negacionismo mata, el patriarcado mata

Por: Ángela González, Itziar Prats y Ruth Ortiz/ Madres víctimas de la violencia vicaria

Un hombre, asesina a sus hijas Olivia y Anna, provocando el mayor sufrimiento que existe a su madre, Beatriz.

Y de nuevo nos preguntan a las víctimas. ¿Qué está fallando?

Un padre maltratador no es un buen padre, ni un buen marido, ni un buen hombre. En algunos casos llega a ser el asesino de su mujer y/o de sus hijos e hijas. Ya son demasiados asesinatos para continuar mirando hacia otro lado. Dejemos de preguntarnos qué hacer y actuemos.

No se nace machista, se aprende a serlo. Se trasmiten de generación en generación los mismos patrones, las mismas pautas, que marcan que los niños tienen que ser fuertes y valientes y las niñas sumisas y protectoras.

La única solución es no lanzar a la sociedad hombres y mujeres machistas que acepten con normalidad y den continuidad al patriarcado. Es educar en el respeto y no en la sumisión, ni el sometimiento. Es entender que somos personas diferentes, aunque complementarias, etc. Y ser ejemplo de ello para que desde la infancia lo aprendan, de manera natural, hijos e hijas.

Pero esto no se cambia de un día para otro. Solamente cuando haya generaciones y generaciones, educadas en la igualdad, terminaremos con esta lacra. Por eso es importante empezar, ya, a implantar en los centros educativos y en todos los niveles de formación, un sistema educativo basado en la igualdad y el respeto entre personas. Solo así lograremos un cambio en nuestra sociedad.

A corto plazo, tenemos que hacer hincapié en varios aspectos:

El trabajo de los profesionales que trabajan en violencia de género. Estos profesionales tienen que estar formados adecuadamente en violencia de género y tener, en todas sus intervenciones, una perspectiva de género que les permita conocer las particularidades de estos casos.

Sin esta formación no deben estar trabajando con personas, ya que de lo que aquí hablamos es de vidas, de vidas de personas.

1.098 mujeres víctimas mortales contabilizadas desde 2003.

Los y las menores que sufren maltrato, deben ser la prioridad por su especial vulnerabilidad. No nos vamos a cansar de repetir que hay que escucharles, que tienen mucho que decir y que de lo que se está hablando es de sus vidas. A ellos y ellas también hay que respetarles. Y hay que hacerlo dándoles prioridad ante los agresores.

Hay que escucharles en entornos adecuados y de forma adecuada a su edad, por profesionales con formación específica. No, no vale cualquiera.

Los niños y las niñas son el principal objetivo en la violencia vicaria. Pasan de ser hijos e hijas a instrumentos para producir dolor a la madre. Y así es como dejan de verlos como personas. Esta «despersonalización» facilita cualquier tipo de agresión, incluso la más cruel y perversa, el asesinato. ¿Cuál es el mayor daño que se puede provocar a una madre?

Este debería ser el motivo principal por el que se debe retirar de forma inmediata la custodia a un hombre que ejerce violencia de género. Repetimos, un padre maltratador no es un buen padre, en ningún caso.

Cuando se pone una orden de alejamiento a un agresor, sería más eficaz y más justo controlar al agresor, que es el que provoca el daño, en lugar de a la víctima. Actualmente se les pone doble castigo a las víctimas: el miedo a su agresor y la limitación de las salidas y entradas bajo control.

Si se tuviera control sobre el agresor la víctima podría tratar de darle normalidad a su día a día. Tarea que ya es muy complicada por el daño que ha sufrido. ¿Por qué hay que añadir más daño?

Hay que prevenir sin contemplaciones. Es urgente. Algo, o más bien mucho, está fallando en esta sociedad cuando menores están siendo asesinados por aquellos en los que confían y los deben proteger. Y algo peor aún, no se hace nada por evitarlo.

Algo sangra en esta sociedad, ¿nos vamos a quedar sin actuar?

Toda la sociedad debe implicarse y actuar frente a cualquier tipo de violencia y mucho más cuando se dirige hacía menores.

Dejemos de preguntarnos por qué y actuemos.

https://blogs.publico.es/dominiopublico/38578/el-machismo-mata-el-negacionismo-mata-el-patriarcado-mata/

Comparte este contenido:

Los ricos no pagan: una opción de la política económica actual. Dossier

Por: Nicholas Shaxson/ Robert Kuttner/ Roberto Zanini

Demasiado ricos como para pagar: cero impuestos para los multimillonarios norteamericanos

Roberto Zanini

En 2011, el hombre más rico del mundo no pagó un solo dólar en impuestos federales: con una fortuna de 18.000 millones de dólares, Jeff Bezos reclamó una desgravación de 4.000 dólares por sus hijos. Y la consiguió. En 2018, el segundo hombre más rico del mundo, Elon Musk, pagó cero dólares en impuestos federales. Y entre 2014 y 2018, el decano mundial de los financieros, Warren Buffett, pagó en impuestos federales el 0,98% de los 24.000 milones que acumulaba.

Y no hubo justicia divina que hiciera llover fuego y azufre del cielo. El miércoles pasado [9 de junio], el FBI y el Internal Revenue Service (IRS), la Hacienda norteamericana, lanzaron sendas investigaciones sobre la sensacional filtración de datos fiscales publicada por la revista digital ProPublica: 15 años de declaraciones de la renta de los 25 hombres más ricos del país, que muestran todo lo que han acumulado y lo poco o nada que han pagado.

ProPublica no es una pequeña organización benéfica dirigida por idealistas. Se trata de una publicación digital dura de pelar que ha ganado cuatro premios Pulitzer en la última década, editada desde 2007 por una entidad sin ánimo de lucro creada por Herbert and Marion Sandlers, marido y mujer de Nueva York, que vendieron el banco que poseían y crearon su innovadora redacción allá por 2007.

ProPublica no reveló su fuente, declarando tan solo que “recibió una recopilación de datos sin procesar”. Pero su prestigio, así como el meticuloso trabajo realizado con los datos durante meses, ha llevado a cualquier otro medio global de noticias a tomar los datos al pie de la letra.

La Casa Blanca declaró que la publicación de los datos fiscales era “ilegal”, mientras el resto del mundo leía los documentos con asombro. En los cuatro años de 2014 a 2018, los 25 mayores multimillonarios norteamericanos vieron incrementarse sus fortunas en 401.000 millones de dólares, y durante ese periodo pagaron 13.600 millones de dólares en impuestos federales.

¿Parece una cifra grande? Es una broma: una tasa del 3,4%. Menos de una cuarta parte de la tasa impositiva media pagada por las familias norteamericanas, que ganan en torno a 65.000 dólares al año y pagan un 14 % en impuestos. Y es todo legal. La exclusiva de las declaraciones de la renta de ProPublica llega en un momento sensible, cuando el nuevo presidente electo, Biden, está hablando de subir los impuestos a los ricos. Pero Biden quiere subir la tasa impositiva a las grandes fortunas del 37% al 39%. El problema es que los poseedores de grandes fortunas no están pagando un 37%, o un 3,7% siquiera. Están pagando solo un 3,4%…es decir, si es que pagan algo. Porque lo que hace furor entre los derrochadores de Norteamérica es no pagar nada en absoluto.

Jeff Bezos (Amazon) no pagó nada en absoluto ni en 2007 ni en 2011, y en 2021, después de bloquear la sindicación de sus empleados, Amazon está solicitando fondos públicos. Elon Musk (Tesla) no pagó nada en 2018. En cuatro años, el gran maestro de los especuladores, Warren Buffett (Berkshire Hathaway), pagó un 0,98%. George Soros no pagó nada en impuestos en 2016, 2017 y 2018.

El antiguo alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg (Bloomberg LP Group) pagó 1,30% en impuestos de los 10.000 millones que ganó en 2018. Todavía hay más datos por revelar, promete ProPublica. A finales de 2018, los 25 multimillonarios bajo la lupa valen todos juntos 1.1 billones de dólares. Su riqueza es equivalente a la del conjunto de 14,3 millones de norteamericanos corrientes.

El desmantelamiento de los sistemas fiscales “keynesianos” que tuvo lugar en los años 80 y 90, y la noción de que los mercados serían más eficientes que los estados en la redistribución de recursos, ha llevado a este extraordinario resultado. El problema es que el IRS, que tiene 80.000 empleados, sigue persiguiendo la renta y deja la riqueza sin tocar.

Pero esta riqueza es la que otorga a los superricos su renta. No se ha descubierto un solo delito entre los indignantes de datos de ProPublica, sólo el resultado de décadas de leyes fiscales favorables a la opulencia. En abril, los economistas Emmanuel Saez y Gabriel Zucman calcularon e hicieron público el hecho de que la inmensa riqueza de Norteamérica libre de impuestos se estimaba en un total de 2,7 billones de dólares. Y una vez más, tampoco hubo ni fuego ni azufre que cayeran de los cielos.

Anteriormente, el pasado abril, la revista Forbes, nada menos, analizó 55 empresas norteamericanas de envergadura que no habían pagado un solo dólar en impuestos federales el año anterior, gracias a la ley de recorte de impuestos ratificada por Donald Trump. Entre ellas se contaba la élite del país: Nike, FedEx, el gigante alimentario Archer Daniels Midlands, el gigante de la television por cable Dish Network, el gigante del “software” Salesforce, etc. Allá por 2003, cuando George W. Bush aprobó los primeros recortes de impuestos a los ricos, fue el mismo Warren Buffett — por aquel entonces con unos briosos 73 años de edad — el que se manifesto contrario a esas medidas, escribió un feroz editorial en el Washington Post contra los “impuestos vudú” y pidió que se subieran las tasas impositivas a los ricos. Il manifesto fue el único diario de Europa que reprodujo ese artículo. Pero no pasó nada. Y el viejo Warren se hartó y acabó aprovechándose de los recortes de impuestos: se lo dejará todo a causas benéficas cuando se muera, afirma.

Y aquí es donde encontramos otro problema: aparte de unos pocos politicos progresistas, los únicos que de verdad luchan por gravar fiscalmente a los ricos son otras personas ricas. Especialmente activo se muestra el grupo de los Millonarios Patrióticos, un grupo de gente enormemente opulenta fundado por Morris Pearl, antiguo ejecutivo del gigantesco fondo BlackRock (el mayor inversor privado del mundo), y la abogada de empresa Erica Payne. Pearl y Payne escribieron Tax the Rich [Impuestos a los ricos], una verdadera biblia de todos los trucos que emplean los opulentos para eludir a los recaudadores de impuestos. Por ejemplo, sacar enormes préstamos asegurados por las acciones que poseen, y gastar e invertir esos fondos (libres de impuestos), mientras se mantiene el principal a salvo; organizar campañas benéficas cuyo principal beneficiario es el organizador, o invertir en obras de arte cuyo valor aumenta o decrece basándose en criterios fantasiosos.

Los Millonarios Patrióticos — hace falta disponer de 1 millón de dólares en efectivo para poder sumarse al grupo —difunden el conocimiento del libro, organizan actos, presionan a los medios y a los politicos y ponen por doquier carteles con los rostros de Bezos o de Musk y la frase: “Tax me if you can” [“Hazme pagar impuestos, si es que puedes”]. Su propuesta estrella es la “regla Buffett”, esa misma propuesta de impuestos más elevados que había pedido el viejo megamultimillonario Warren…y que nunca se aplicó a si mismo.

Porque una cosa es innegable: los impuestos sobre la renta son fáciles, pero los impuestos a la riqueza son, en términos técnicos, una pesadilla. La Hacienda norteamericana hace mucho que tiró la toalla. Pero hay que porfiar, antes de que llegue un levantamiento popular global y obligue a los superricos a huir a las remotas islas en las que han almacenado su dinero.

il manifesto, 12 de junio de 2021

Que los “peces gordos” pagaran sus impuestos daría impulso a la democracia

Nicholas Shaxson

En junio de 2016, mientras investigaba para un artículo de la revista Vanity Fair, le pregunté a Donald Trump si recurría a paraísos fiscales para eludir impuestos. “Yo sé mucho de paraísos fiscales, pero no los utilizo”, me dijo. “Hay mayor incentivo, de muchas maneras, en dejar tu dinero en los Estados Unidos”.

Puede que sus colegas multimillonarios se rían por lo bajo, porque esto lo saben también, después de décadas de ataques de los intereses especiales al sistema fiscal norteamericano. Su meta, tal como dijo una vez Bill Archer, congresista republicano de Tejas, ha consistido en “arrancar sus raíces y tirarlas para que no puedan volver a crecer”.

La semana pasada, la entidad de periodismo de investigación ProPublica hizo públicas nuevas y escandalosas pruebas de lo fácil que les resulta a los multimillonarios de los EE.UU. eludir el pago de impuestos. Recurriendo a historiales de declaraciones de la renta, informaba de que Jeff Bezos, de Amazon, el editor Michael Bloomberg, el “saqueador empresarial” Carl Icahn, el fundador de Tesla, Elon Musk, y el inversor financiero George Soros pagaron todos cero dólares en impuestos federales en algunos años. Entre 2014 y 2018, los 25 norteamericanos más ricos, muchos de ellos monopolistas, vieron cómo su riqueza aumentaba en más de 400.000 mil millones de dólares, mientras pagaban impuestos por valor del 3,4% de eso. Entretanto, los asalariados medios cuarentones de los EE.UU. veían cómo su riqueza aumentaba en 65.000 dólares…y pagaban 62.000 en impuestos.

¿Cómo hacen los multimillonarios para librarse?

Una respuestas serían las las lagunas legales. Los asesores fiscales de Trump recurrieron a los abundantes agujeros de las leyes inmobiliarias y a ardides como poner cabras en un campo de golf de Nueva Jersey para poder cumplir los requisitos de desgravación aplicables a terrenos de granjas. Otro truco consiste en tomar un activo cuidadosamente preparado cuyo valor actual es casi nulo, moverlo a una cuenta de jubilación libre de impuestos justo por debajo del límite de aportación a la cuenta – como meterlo “por el ojo de una aguja”, en palabras del propietario de la South Dakota Trust Company, Pierce McDowell – y luego pulsar un interruptor financiero y ver cómo explota su valor, libre de impuestos, una vez se encuentra a salvo en la cuenta.

Hay muchas otras. Pero la laguna de verdad grande es esta. Los simples mortales pagan impuestos sobre su salario. Los multimillonarios evitan los sórdidos salarios o incluso la renta. Por el contrario, son poseedores de activos que incrementan su valor, y esa alza, esas “ganancias no realizadas”, eluden los impuestos. Esos 25 norteamericanos más ricos poseían 1,1 billones de dólares de riqueza en 2018 – el equivalente de la riqueza de 14,3 millones de norteamericanos medios – pero pagaron solamente 1,900 millones de impuestos federales personales. Los 14,3 millones de “humildes gentes” pagaron 143.000 millones de dólares, o sea, 75 veces más.

En Gran Bretaña, la situación es semejante. Los multimillonarios poseen activos, en lugar de conseguir ingresos, y generalmente no pagan impuestos cuando esos activos incrementan su valor.

Tenemos muchas otras lagunas. Aquí, los multimillonarios británicos pueden superar a sus colegas norteamericanos de varias maneras. La más rara es a buen seguro la arcaica regla del “non-dom” [“no domiciliado”], herencia del imperio, por la que los opulentos residentes del Reino Unido que pueden sostener que su “domicilio” se encuentra en otra parte pagan sólo los impuestos propios de sus ingresos “derivados” dentro del Reino unido o que se traen al país (de modo que procuran con buen cuidado asegurarse de que cualquier ingreso permanezca fuera).

La mayor especialidad británica es, por supuesto, los paraísos fiscales. Protegemos y nutrimos algunos de los mayores del mundo, de las Islas Caimán o las Islas Vírgenes británicas a Jersey. Los norteamericanos también recurren a paraísos fiscales, pero figuran de modo bastante más ingente en las estrategias de elusión de impuestos de los multimillonarios británicos, a menudo en una zona gris legal (la principal estrategia de paraíso fiscal de Trump, según descubrí en mi investigación, consistió en estacionar múltiples empresas en Delaware, un estado norteamericano que alardea de su enorme discreción y otras características de baja fiscalidad).

¿Qué se puede hacer? No hay santo remedio, pero unos cuantos brochazos, con las exenciones adecuadas para la “gente común”, serían tremendamente populares y económicamente exitosos.

En primer lugar, abolir la norma del “non-dom”, como señal de que vamos en serio.

A continuación, reafirmar el impuesto de sociedades, la mayor parte del cual pagan en última instancia gente más opulenta. Rishi Sunak [actual ministro de Hacienda del gobierno británico] reconoció hace poco que los recortes de George Osborne a la tasa del impuesto de sociedades del 28% al 19% no habían conseguido atraer inversiones. Los recortes tampoco habían logrado producir crecimiento, tal como explica Tom Bergin en su nuevo libro, Free Lunch Thinking. Sunak está ahora impulsando al alza los tipos del impuesto de sociedades hasta un 25%; elevemos esto todavía más. Entretanto, los líderes del G7 acaban de acordar medidas entre las que se cuentan un tipo de impuesto de sociedades de al menos un 15% para afrontar los paraísos fiscales. El acuerdo del G7 se enfrenta a muchas trabas, deja poco a los países libres, pero supone un comienzo decente. Complementemos esto ampliando el impuesto a las transacciones financieras de eficacia probada. En esto hay un nuevo esfuerzo en marcha.

Los impuestos a la riqueza, exitosamente aplicados durante años en todo el mundo, son también esenciales. Si alguien posee 1.000 millones de dólares en activos (en acciones, monedas de oro, castillos o lo que sea), un simple impuesto anual a la riqueza del 1,5 % (digamos) devenga 15 millones de libras esterlinas anuales. La comisión sobre el Impuesto a la Riqueza estima que un impuesto de un 1 % podría recaudar más de 50.000 millones de libras anuales: el volumen de la financiación sanitaria extra para la Covid del año pasado. Añádase a la lista el impuesto sobre el valor de la tierra, otro tipo de impuesto a la riqueza.

Igualemos los tipos impositivos. Si graváramos las rentas de la riqueza con el mismo tipo que las rentas del trabajo, podríamos recaudar hasta 120.000, millones de libras, cerca del doble de lo que conseguimos del impuesto de sociedades. Conforme ganemos coraje, tendremos que proponernos gravar fiscalmente todas esas ganancias no realizadas, de manera que, si aumenta la riqueza de un multimillonario, pague anualmente impuestos en relación ello, sea que venda (o “realice”) o no los activos. Varios influyentes demócratas de los EE.UU. están hoy presionando precisamente en favor de esto.

En el Reino Unido, como en los EE.UU., la autoridad fiscal ha sido objeto de ataques. Los niveles de dotación de personal del HMRC [Her Majesty´s Revenue & Customs], la Hacienda pública británica, han descendido de 105.000 personas en 2005 a cerca de 60.000 hoy en día. Las estimaciones de la “brecha fiscal” de impuestos no recaudados varían entre 35.000 millones de libras y, más creíblemente, unos 90.000 millones de libras al año. Los recaudadores de impuestos compensan muchas veces su salario. Reinvirtamos en el HMRC, y centrémonos especialmente en gravar fiscalmente a los opulentos y a las multinacionales.

Por último, por supuesto, hay que ir en serio contra nuestro chanchullo de paraísos fiscales infestados de delitos. Con ello no sólo se apuntalaría nuestro sistema fiscal, nuestra economía y nuestra democracia, sino que podría ser ahora mismo nuestro mayor regalo al mundo, cuando la humanidad lucha por superar la pandemia.

The Guardian, 16 de junio de 2021

Summers y Rubin, hipócritas del año

Robert Kuttner

La semana pasada, nada menos que cinco antiguos secretarios del Tesoro norteamericano, republicanos y demócratas, publicaron un artículo de opinión conjunto en The New York Times, jaleando el esfuerzo del presidente Biden por recaudar más ingresos tomando medidas enérgicas contra los que engañan al fisco, aumentando los recursos del Internal Revenue Service (IRS), la Hacienda pública norteamericana.

El artículo, escrito por Tim Geithner, Jack Lew, Hank Paulson, Bob Rubin y Larry Summers, llevaba por título «Nosotros dirigimos [en su día] el Departamento del Tesoro. Así hay que acabar con la evasión fiscal». El artículo señalaba que se estima que el gobierno pierde unos 600.000 millones de dólares al año en impuestos evadidos ilegalmente que podrían ser recaudados gracias a una Hacienda reforzada.

Estupendo argumento. Leyendo el artículo, nunca se adivinaría que estos canallas presidieron el vaciamiento de Hacienda y de su personal ejecutivo mientras tenían poder para hacer lo contrario.

Larry Summers es célebre por escribir artículos que implican que sus opiniones mientras estaba en el poder eran lo contrario de lo que fueron en realidad, pero aquí Summers ha vuelto a caer todavía más bajo de lo que suele ser su caso. Es algo propio de incautos, porque las cifras están en los archivos públicos.

Con Obama, cuando Summers era responsable máximo de la política económica, se recortó cerca de un 20% del presupuesto de Hacienda y su personal de inspección se redujo en un tercio, a 9.500 auditores, la cifra más exigua desde 1953, cuando la economía era mucho más pequeña y el código tributario mucho más sencillo.

El New York Times informó recientemente de que el sector de capital riesgo, ferozmente defendido por Rubin y Summers, no paga en lo esencial impuestos porque es demasiado complejo para Hacienda. El capital riesgo no existía en 1953.

Antes de que Trump la recortara todavía más, Hacienda llevó a cabo 675.000 auditorias menos en 2017 que en 2010, una caída del 42 %. Durante ese mismo periodo de la presidencia de Obama, las investigaciones de la gente que no llegó a rellenar su declaración cayeron de 2,3 millones a sólo 360,000. (estas estadísticas provienen de un trabajo de investigación de ProPublica, que vale la pena leer en su totalidad).

Supuestamente, fue el Congreso en manos de los republicanos, con su especial animosidad contra Hacienda, el que obligó a los demócratas a esto. Pero esa coartada no vale de nada, porque el presidente tiene que dar su visto bueno al presupuesto y su influencia no es poca cosa en las negociaciones. La misma tendencia a la baja se registró con Clinton.

Evidentemente, proteger a Hacienda era algo con muy baja prioridad para Clinton, Obama y sus secretarios del Tesoro. Era la desregulación lo que les hacía levantarse por las mañanas.

Ya desde que Eisenhower avisó en su discurso de despedida de la influencia del complejo militar-industrial, los antiguos líderes experimentan ocasionalmente conversiones en su lecho de muerte y abrazan medidas políticas que eran lo contrario de lo que perseguían cuando estaban en su cargo.

No nos hace falta que estos tipos se suban al tren de Hacienda, que ya ha salido de la estación. La conversión de Rubin, Summers y demás a la causa de la ejecución de las medidas de Hacienda ni siquiera llega a la altura del “más vale tarde que nunca”. Es de una total hipocresía, y perfectamente característica.

The American Prospect, 15 de junio de 2021

periodista de investigación británico especializado en paraísos fiscales y delincuencia financiera, es miembro de la Red de Justicia Fiscal (Tax Justice Network). Colaborador de medios como Financial Times, The Economist, Vanity Fair, International Affairs, Foreign Affairs, The American Interest, Africa Confidential, African Energy, Reuters y la BBC, entre muchos otros, es autor de varios libros de gran difusión, alguno de los cuales se ha traducido al español, como “Las islas del tesoro” (Fondo de Cultura Económica, 2014).
cofundador y codirector de la revista The American Prospect, es profesor de la Heller School de la Universidad Brandeis. Columnista de The Huffington Post, The Boston Globe y la edición internacional del New York Times, su último libro es «Debtor´s Prison: The Politics of Austerity Versus Possibility».
jefe de redacción del diario italiano il manifesto, está especializado en información del conjunto de las Américas.

Fuente:Varias

Traducción:Lucas Antón

https://www.sinpermiso.info/textos/los-ricos-no-pagan-una-opcion-de-la-politica-economica-actual-dossier
Comparte este contenido:

México: Cambios de centro de trabajo, entre la norma y la opacidad: ahora en Zacatecas.

Cambios de centro de trabajo, entre la norma y la opacidad: ahora en Zacatecas.

Abelardo Carro Nava

El proceso de cambio de centros de trabajo, regularmente, si no es que siempre, se ve rodeado de una serie de omisiones, opacidades e irregularidades administrativas en las distintas Secretarías de Educación de la República Mexicana. Es, sin duda, un tema que no debe tomarse a la ligera pues la movilidad del personal adscrito a estas dependencias es un derecho del que goza todo trabajador, independientemente de la o las razones que lo hayan llevado a tomar una decisión de esta naturaleza.

Así lo establece la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM) en su artículo 90, correspondiente al Título Sexto, Previsiones Generales: “La Secretaría establecerá, mediante disposiciones de carácter general, de conformidad con la legislación laboral aplicable, las reglas de los procesos para la autorización de cambios de centros de trabajo, dentro de la entidad federativa de que se trate, así como los cambios de una entidad federativa a otra. Los cambios de adscripción se realizarán únicamente al término del ciclo escolar, salvo por necesidades de servicio o por razones de enfermedad, peligro de vida y seguridad personal debidamente comprobadas. En dichas disposiciones, se contemplarán los términos de participación de las representaciones sindicales para garantizar los derechos y las prestaciones laborales en términos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la demás normatividad aplicable. Las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de las entidades federativas y los organismos descentralizados tomarán las medidas necesarias a efecto de que el periodo mínimo de permanencia en el centro de trabajo será de dos años, salvo por causas de fuerza mayor. Los cambios de centro de trabajo que no cuenten con la aprobación de la autoridad correspondiente serán sancionados conforme a la normatividad aplicable. Dichos cambios, en ningún caso, serán objeto de regularización”.

Pero también, el Reglamento Interno de la Secretaría de Educación Pública (RISEP) en su Artículo 27, referente a las atribuciones de la Dirección General de Recursos Humanos y Organización, Fracción XVIII: “Administrar y operar el proceso de control de plazas del personal de las unidades administrativas de la Secretaría, así como coordinar los procesos de movilidad de su personal”.

Y bueno, para tales propósitos, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) emitió, en 2021, las Disposiciones Generales del Proceso para la Autorización de Cambio de Centro de Trabajo cuyo objetivo, como su nombre lo indica, consiste en regular el proceso para la autorización de cambio de centro de trabajo del personal docente, técnico docente, asesor técnico pedagógico, de dirección y supervisión, dentro de las entidades federativas, así como los cambios de una entidad federativa a otra, en educación básica y en educación  media superior.

Ahora bien, con estos referentes que en el papel lucen muy bien, las distintas áreas o departamentos que forman parte de las estructuras de las Secretarías de Educación de los estados, implementan diversas acciones que forman parte del proceso referido y, para lo cual, de acuerdo a sus circunstancias, recursos o materiales, pero, sobre todo, con el conocimiento del personal presumiblemente participante, comienzan a desarrollar las actividades para que se logre este propósito, y es aquí donde las cosas dejan de lucir muy bien, pues las inconsistencias surgen cuando las convocatorias son elaboradas y publicadas sin conocimiento de causa y sin considerar las posibles consecuencias que podrían desprenderse entre los aspirantes y las propias dependencias administrativas dado que los criterios de valoración que se establecieron para revisar la documentación recibida, así como la emisión de resultados, distan mucho de ser transparentes. Para muestra un botón, o dos botones, si usted gusta.

Hace unos días, en Tamaulipas, fueron rechazadas solicitudes de cambio de centro de trabajo de algunos profesores porque su techo financiero no estaba actualizado. Una situación que la Secretaría de Educación de Tamaulipas no resolvió con la brevedad que el caso ameritaba para que los trabajadores de la educación, adscritos a esa dependencia, no enfrentaran una problemática al momento de participar en el proceso de movilidad de este año. En este caso, la Coordinación Estatal del Servicio Profesional Docente, no tomó en cuenta la situación que “vivían” esos maestros por lo que, en un principio, no fueron considerados, sin embargo, después de acudir a otras instancias en esa misma Dependencia, logró resolverse de manera favorable para éstos. ¿Desconocimiento, omisión u opacidad de parte de quien se encuentra al frente de una responsabilidad de esta naturaleza? Afortunadamente tal problema fue resuelto y el personal demandante se vio favorecido pues la razón les asistió en ese momento.

Desafortunadamente en Zacatecas la cosas no ha tenido el mismo fin, pues la emisión de resultados derivados del proceso de este año presentó ciertas irregularidades, entre las que destacan: a) emisión de una primera lista de ordenación sin nombres y, posterior a ello, publicación de otra lista con nombres en las que se observaba que se habían movido los lugares dados a conocer en la primera de ellas, ¿por qué dos listas?; b) valoración de los documentos recibidos sin que los criterios de revisión fueran claros, transparentes y equitativos, por ejemplo en el tema de la antigüedad, a diversos solicitantes se les asignó una antigüedad menor de la que poseen (debidamente comprobada mediante constancia que la misma dependencia entrega) y a otros se les incrementó ¿la razón?; c) criterios de desempate inconsistentes pues, siguiendo con el ejemplo de la antigüedad, la dependencia no reportó la información, necesaria y suficiente, pero sobre todo, transparente, de los indicadores de desempate empleados entre dos, tres, cuatro o cinco participantes que tuvieran los mismos años y meses de servicio, en el centro de trabajo, etc.; d) inconsistencias en la emisión de constancias por parte de la Secretaría pues, esta institución, emitió constancias de servicios y de promoción con datos diferentes que, por obvias razones, influyeron en la valoración de los criterios de desempate ¿no existe una base de datos confiable y debidamente actualizada?.

Este tipo de omisiones, opacidades e irregularidades administrativas en esa entidad federativa originó, como parece obvio, una sentida protesta por parte de los afectados, profesores y profesoras de distintos niveles educativos quienes, en días pasados demandaron la revisión de este proceso, hecho que obligó a la autoridad educativa a abrir sus puertas para establecer una mesa de diálogo que, hasta el momento en que cierro estas líneas, ha permitido revisar cada uno de los casos en lo que, como he señalado, existen este tipo de cuestiones; no obstante, ¿qué hubiera pasado si nadie se hubiese inconformado?

Tengo en mi memoria, la imagen de algunos funcionarios de alguna Secretaría de Educación, quienes, de manera conjunta y secreta con representantes de alguna Sección del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, con listas en mano, “palomeaban” quienes serían acreedores a dichos cambios de centro de trabajo.

Un pasado, a todas luces negro que, desde luego, tiene que desaparecer. Esperemos no sea el  caso en la entidad que refiero.

Al tiempo.

Referencias:

SEGOB. (2019). Decreto por el que se expide la Ley General de Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros. DOF. Recuperado de: https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5573860&fecha=30/09/2019

SEGOB. (2020). Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública. DOF. Recuperado de: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5600454&fecha=15/09/2020

SEP. (2021). Disposiciones Generales del Proceso para la Autorización de Cambio de Centro de Trabajo. USICAMM.

 

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/cambios-de-centro-de-trabajo-entre-la-norma-y-la-opacidad-ahora-en-zacatecas/

 

Comparte este contenido:
Page 360 of 2438
1 358 359 360 361 362 2.438