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Se instala Comité Interinstitucional para la creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas de México

Por: Erick Juárez Pineda 

El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) llevó a cabo, la Sesión de Instalación del Comité Interinstitucional de la Universidad de las Lenguas Indígenas de México (ULIM).

El encuentro realizado de manera virtual desde el Complejo Cultural Los Pinos pone en marcha el Proyecto de creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas de México, que responde al compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador realizado en el marco de su encuentro con el pueblo nahua y las comunidades indígenas residentes en la Ciudad de México, con quienes dialogó el 9 de febrero de 2020.

El Comité encabezado por el INPI, está integrado por 14 instancias federales y estatales, organismos internacionales e instituciones educativas.

Adelfo Regino Montes, director general del INPI, celebró que con la voz y participación de todos, se pueda ver nacer este proyecto en el año 2021, “el cual tiene un significado muy especial para este gobierno pues es el año en que el presidente de México estará pidiendo perdón a los pueblos indígenas del país por todos los agravios y todas las injusticias cometidas en el pasado”.

Este perdón, indicó, “no tiene que ser en la palabra, en el discurso, sino con hechos”. Aseguró que uno de los acontecimientos más importantes, será la creación de esta universidad, además de que “es un acto que contribuye al resarcimiento de la deuda que tiene nuestro país con nuestros pueblos y nuestras comunidades indígenas”.

La presentación estuvo a cargo de Natalio Hernández Hernández, coordinador del Proyecto de creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas de México, quien hizo un repaso histórico por los momentos más representativos que han atravesado las lenguas indígenas en el país.

Destacó que aunque ha habido algunos avances en los últimos años, las lenguas están ausentes en el sistema educativo formal, lo cual se refleja en la situación actual, ya que a pesar de la gran variedad de lenguas en México, muchas de ellas se encuentran en peligro de desaparecer.

Como parte del proyecto docente, Natalio Hernández destacó que la institución impartirá cuatro licenciaturas: Enseñanza de las Lenguas Indígenas, en Interpretación y Traducción de las Lenguas Indígenas, en Conocimientos y Literatura Indígena y en Comunicación Indígena Intercultural.

Asimismo, será un organismo descentralizado de la Administración Pública Federal (APF), y contará con personalidad jurídica y patrimonio propios, autonomía orgánica y técnica y poder de decisión.

Además, como órganos de autoridad se regirá por una Rectoría, un Consejo Académico y un Consejo de Ancianos, retomando las estructuras comunitarias de los pueblos indígenas, figura que aplaudieron las y los integrantes del Comité, quienes coinciden en que es una forma de tequio, puesto que este proyecto se construye a través del aporte e intercambio de experiencias académicas y de docencia e investigación.

Informó que se propone que la apertura de la Universidad se lleve a cabo en agosto de 2021, en Milpa Alta, lugar emblemático de la resistencia lingüística a nivel nacional.

Además, destacó que esta iniciativa se inscribe en el marco del Decenio de las Lenguas Indígenas que comprende el periodo de 2022- 2032, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Se instala Comité Interinstitucional para la creación de la Universidad de las Lenguas Indígenas de México

En este sentido, Frédéric Vacheron, representante de la UNESCO en México, advirtió que este proyecto tendrá un impacto importante a nivel nacional e internacional. “El futuro de América Latina depende en gran medida del pensamiento de los pueblos originarios que tienen profundas raíces frente a la llegada del pensamiento occidental que llegó hace cinco siglos a esta región”, afirmó.

“Es muy importante impulsar proyectos de tal envergadura, que se construyan a partir del diálogo intercultural, horizontal, planteando un nuevo tipo de relación entre la academia y los pueblos indígenas”, ya que el riesgo de desaparición de las lenguas indígenas se puede revertir, si se lleva a cabo políticas públicas bien planificadas, entre ellas las de carácter educativo, que se sumen a los esfuerzos que hacen las y los hablantes de lenguas indígenas, indicó.

Este proyecto, señaló, es una iniciativa única en su orden, pues apuesta por desarrollar una formación de calidad, desde un modelo colaborativo. Además, dijo que los ejes sobre los que se sustenta la creación de la universidad, empatan con las acciones que la UNESCO lleva a cabo, encaminados a garantizar el desarrollo sostenible de los pueblos indígenas, sus derechos y libertades fundamentales.

En el uso de la palabra, el antropólogo Salomón Nahmad y Sittón, consejero del proyecto, celebró que la puesta en marcha de la Universidad tenga un carácter interdisciplinario y destacó que es importante que cuente con el apoyo y la participación directa de intelectuales y profesionistas de los pueblos indígenas de México.

Reconoció esta iniciativa  del presidente López Obrador, quien, afirmó, tiene experiencia y sensibilidad en la atención a las lenguas indígenas, ya que en su propio estado, antes de ser director del Instituto Nacional Indigenista (INI) en Nacajuca, Tabasco, fue testigo de la invisibilización y la negación que sufrían los pueblos indígenas por parte de las autoridades.

“Esta universidad será el patrimonio de todos los pueblos indígenas de este país y de Mesoamérica”, concluyó.

Por su parte, Juan Gregorio Regino, titular del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), reafirmo el compromiso de las instituciones que componen el sector cultural de sumar su experiencia a la iniciativa, y destacó que “estamos ante la oportunidad de generar políticas públicas que permitan abatir rezagos y atender la deuda que se tiene con los pueblos indígenas”.

Del mismo modo, Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior, destacó que desde la Secretaría de Educación Pública (SEP) hay voluntad de sumarse al trabajo común y coordinado para la creación de esta Universidad, pues manifestó que es un acontecimiento para volver a fundar el Estado mexicano, desde la perspectiva de una nación multicultural.

Los integrantes del Comité acordaron reunirse nuevamente el próximo 23 de enero de 2021,  a fin de dar seguimiento a las acciones específicas para el desarrollo del proyecto.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/se-instala-comite-interinstitucional-para-la-creacion-de-la-universidad-de-las-lenguas-indigenas-de-mexico/

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Educación, Covid-19 y la vida

 Juan Carlos Miranda Arroyo

I

Hace unas semanas, una empleada de una empresa que repara laptops, en Querétaro, me dijo: “Esto de la pandemia es como la ruleta rusa”. Ella lo decía al mismo tiempo en que colocaba una hoja trasparente sobre el teclado de mi lap, como protección, poco antes de revisar el equipo. La mujer portaba tapabocas, mascarilla, guantes y se aplicaba constantemente alcohol en gel. Le pregunté por qué tantas medidas de seguridad e higiene. Esto me explicó: “Hemos tenido experiencias cercanas tanto leves como graves. Personas de la familia que se han ido y otras que no, algunas por fortuna se han recuperado…”

El panorama de salud pública, hoy, nos lleva a plantear muchas preguntas: ¿La epidemia-pandemia nos ha enseñado a valorar la vida, al medio ambiente, al planeta en su totalidad? ¿Nos ha invitado a valorar a la naturaleza y su complejidad, pero sobre todo nos ha conducido a revalorar la convivencia social y a aquilatar eso que llamamos, en términos amplios, “lo social”? ¿Hasta qué punto esta enfermedad del Covid-19 es un fenómeno natural? ¿Las dinámicas sociales la han convertido en un fenómeno natural-social? ¿Cuáles son las regularidades que permiten hacer predicciones acerca del comportamiento de la enfermedad? Las ciencias médicas, hoy, indican que hay incertidumbre y escasa información tanto en los procesos de prevención como en el tratamiento de la misma, en vista de los casos que se han presentado, mismos que no obedecen a un patrón único o definido sobre el curso de la enfermedad. Parece ser que el abordaje clínico y hospitalario es más del tipo “estudios de casos” que de manera estandarizada.

De cualquier modo, la crisis sanitaria de los años 2020 y 2021, cuyos efectos serán prolongados sin duda, nos lleva a reflexionar acerca de la vulnerabilidad humana frente a las nuevas condiciones naturales y sobre los riesgos que traen consigo las mutaciones de los virus y demás patógenos. Nos plantea también, quizá, más dudas que respuestas certeras. ¿Somos seres biológicamente estructurados, pero vulnerables, y socialmente limitados? ¿Se han puesto al desnudo las capacidades científicas y tecnológicas, en el mundo entero, para combatir estos fenómenos naturales-sociales del tiempo actual? ¿Cuáles son los alcances de las capacidades institucionales, públicas y privadas, para contender esta epidemia- pandemia?

En fin, me pregunto: si los sistemas de salud (sobre todo la capacidad hospitalaria) están a punto de colapsar, en México y en el mundo ¿cuáles son los escenarios inmediatos y de futuro que se proyectan y qué medidas tomaremos, como sociedad, para evitar que la peligrosa enfermedad se generalice? ¿Tendríamos que esperar a la solución que han planteado los epidemiólogos y médic@s en las mesas de expert@s? En el sentido de que se tendría que dar la “inmunidad de rebaño” para ver el fin de esta crisis (ello significa que se tendría que enfermar entre el 70 y el 80 por ciento de la población). ¿Así será esto?

II

La probabilidad de que las personas, aparentemente sanas, contraigan la enfermedad del Covid-19 es baja, si se toman las medidas indicadas por el sector salud. Ese hecho, quizá, ha llevado a mucha gente a excederse en confianza; a no creer en los altos riesgos de la enfermedad. En México, un país con más de 120 millones de habitantes, se ha reportado, según cifras oficiales, a más de un millón 500 mil personas o casos confirmados con esta enfermedad, de los cuales entre el 80 y el 85 por ciento se ha recuperado; sin embargo, el resto la cursan o la han enfrentado con cuadros de gravedad. Lamentablemente, se han registrado más de 133 mil fallecimientos en todo el país.

La probabilidad de contagio o transmisión depende de diversos factores: Índice de movilidad de las personas en las ciudades grandes y pequeñas; participación de los gobiernos y la sociedad en las campañas del sector salud para prevenir o contener la epidemia-pandemia; qué tanto se multiplican, o no, los cuidados de las personas, de las familiares, de los grupos cercanos y se aplican las medidas que establecen a nivel de la organización social en general.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS o WHO, por sus siglas en inglés), “La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario. Alrededor de 1 de cada 5 personas que contraen la Covid-19 acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas previas como hipertensión arterial, problemas cardiacos o pulmonares, diabetes o cáncer tienen más probabilidades de presentar cuadros graves. Sin embargo, cualquier persona puede contraer la Covid-19 y caer gravemente enferma…” (1)

Cómo se ha podido observar durante los casi 10 meses en que se ha desarrollado la epidemia-pandemia, la sociedad ha sido notablemente repelente a los llamados de las autoridades federales y locales. Le llamamos coloquialmente “el llamado a misa”. A pesar de que cada uno de nosotros hemos tenido la triste noticia de personas fallecidas, que pertenecían a nuestro círculo social más cercano. Eso significa que no se ha aprendido suficientemente, en “lo social”, de qué trata esta enfermedad: No se han suspendido reuniones multitudinarias, eventos sociales, etc., y en ellos no se han usado, de manera estricta, los accesorios de prevención y protección adecuados.

¿Hay una baja valoración de la salud y de la vida por parte de quienes trasgreden las indicaciones sanitarias de las autoridades federales y locales? Como sucede con diversos fenómenos sociales, me parece que la respuesta tiene que ver con las creencias vagas, como lo señalé antes, pero también con la educación informal que se lleva a cabo en los hogares. Sin embargo, el fenómeno de la “rebeldía social” ante los llamados de los gobiernos a “quedarse en casa”, obedecen a factores educativos y socio culturales, cuyos procesos son complejos. Además del factor económico, claramente objetivable: la necesidad, evidente, en la mayoría de la población, de obtener un ingreso en el día a día. Se ha hecho popular la frase callejera que dice: “Prefiero morir de Covid que de hambre”. De ese tamaño es la tragedia social, hoy.

III

Una de las preguntas y respuestas básicas que aborda la OMS señalan lo siguiente: “¿Pueden los niños o los adolescentes contraer la Covid-19? Las investigaciones indican que los niños y los adolescentes tienen las mismas probabilidades de infectarse que cualquier otro grupo de edad y pueden propagar la enfermedad. Las pruebas hasta la fecha sugieren que los niños y los adultos jóvenes tienen menos probabilidades de desarrollar una enfermedad grave, pero con todo se pueden dar casos graves en estos grupos de edad. Los niños y los adultos deben seguir las mismas pautas de cuarentena y aislamiento si existe el riesgo de que hayan estado expuestos o si presentan síntomas. Es particularmente importante que los niños eviten el contacto con personas mayores y con otras personas que corran el riesgo de contraer una enfermedad más grave.”

La apertura de escuelas y el regreso a las condiciones de enseñanza presenciales, sin duda, aumentarían la probabilidad de que niños, jóvenes y adultos sean potenciales enfermos y transmisores del virus. Pero al mantenerse los recintos escolares cerrados, los riesgos de aumentar los índices de rezago educativo aumentan. Gran dilema. ¿Los factores económicos y socio culturales terminarán por imponerse a las recomendaciones de especialistas de la medicina y de los y las profesionales de la salud?

Dejo hasta aquí sólo algunas reflexiones y cuestionamientos breves en torno a las valoraciones que observo acerca del Covid-19 y la vida. Cuídense. Salud.

Fuente consultada:

(1) https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-coronaviruses

jcmqro3@yahoo.com


Publicado en SDPnoticias

Fuente: https://profelandia.com/educacion-covid-19-y-la-vida/

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La escuela debe ser repensada desde la “esperanza activa”

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

Se requiere un cambio radical de la estrategia. Los procesos de reforman se han desarrollado de arriba hacia abajo. Del Ministerio de Educación, en su Sede Central, hacia los territorios concretos. Pero ese proceso, si lo vemos en términos curriculares, no ha sido como lo esperado.

En una primera entrega acerca de la necesidad de repensar la escuela, que la escuela que queremos y la escuela que pueda responder a las nuevas realidades que estamos viviendo, debe ser recreada en sus fines y propósitos, pero transformada en los procesos de gestión que en ella se llevan a cabo. Se trataría de transformar la gestión para transformar la escuela.

A la reflexión anterior hoy quiero agregar un nuevo elemento de suma importancia para que este proceso sea exitoso. Se trata del concepto “esperanza activa”.

La esperanza es un elemento disposicional que nos coloca en la actitud de espera. Pero, la “esperanza activa” a esa actitud de espera se le agrega un elemento decisivo, y es la disposición de realizar cambios tanto personales como sociales. Es una forma de ser, una disposición interna, que genera un impulso para la acción en el sentido que define dicha esperanza. Se trata, en definitiva, de impulsar la acción hacia un futuro deseable y posible.

Frente a la falta de esperanza generalizada, a las creencias de que no es posible una escuela distinta, al decir incluso de Peter Senge “de una escuela que aprende”, frente a esas distopías se requiere de apostar por desarrollar herramientas conceptuales y estratégicas que hagan posible mirar de otras manera el futuro de la escuela, aquella que reclaman nuestros jóvenes de 8º grado que en los dos estudios internacionales realizados sobre educación ciudadana señalan a la escuela como la institución en la que ellos depositan sus mayores esperanzas.

Joanna Macy y Chris Johnstone, en su libro Esperanza Activa, desde la “crisis socioecológica”, han visto una gran oportunidad en el concepto “esperanza activa”, para ser capaces de contribuir al cambio hacia nuevos modelos sociales y económicos, hacia la creación de nuevas maneras de habitar y relacionarlos, en definitiva, nuevas maneras de ser y estar en el mundo.

Se hace imprescindible para la recreación de esa nueva escuela que nos despojemos de todas nuestras preconcepciones acerca de ella, aceptar con cierto dolor, si se quiere, que todos estos años de reforma educativa han permitido el alcance de ciertas metas, como la que hoy exhibimos respecto a las tasas de coberturas, o a la titulación de los docentes, como a la ampliación y desarrollo de los programas de bienestar estudiantil y disposición de más planteles, entre otras cosas; más sin embargo, aún nos queda el dolor al verificar en los estudios nacionales e internacionales que realizamos, que los niveles de aprendizajes de nuestros estudiantes distan mucho de lo esperado por nuestro propio currículo. Los bajos porcentajes de estudiantes que alcanzan los niveles óptimos en el desarrollo de las competencias lectoras en 3º y 6º grados de la educación primaria, y el 2º de la educación secundaria son alarmantes. Y esa es una de las principales tareas de nuestra escuela, que los y las estudiantes aprendan a leer de manera comprensiva.

Repensar la escuela supone de un maestro que participa en la construcción de esa nueva escuela, vale decir, de esa nueva relación enseñanza y aprendizaje, donde él juega un papel de primer orden. Cada escuela es el espacio donde los procesos se concretizan. Cada escuela, en su dinámica de relaciones, es el espacio donde se hacen posibles los fines y propósitos de la educación, las aspiraciones y sueños sociales. La escuela debe ser el espacio principal de construcción de las reformas, no su receptáculo.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-escuela-debe-ser-repensada-desde-la-esperanza-activa-8900794.html

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El PRONI, entre la corrupción y el limbo…

 Abelardo Carro Nava

Los intentos para mejorar la educación en nuestro país se han quedado en eso, en “meros intentos” que han estado llenos de demagogia y populismo por parte de las autoridades gubernamentales y educativas. Tal es el caso del Programa Nacional de Inglés (PRONI) cuyo objetivo, conforme al Acuerdo 23/12/19, consistía en “fortalecer a las escuelas públicas de nivel preescolar, primarias regulares, secundarias generales y técnicas, focalizadas y/o seleccionadas por las Autoridades Educativas Locales, para impartir una lengua extranjera (inglés), mediante el establecimiento de condiciones técnicas y pedagógicas, beneficiando a las escuelas públicas de educación básica de organización completa, multigrado, indígenas, de jornada regular y/o de tiempo completo” (DOF, 29/12/2019), o bien, el señalado en el Acuerdo 28/12/20 y que a la letra dice: “contribuir a que las escuelas públicas de educación básica fortalezcan sus capacidades técnicas y pedagógicas para la enseñanza y aprendizaje del idioma inglés, con el fin de que la población en México acceda a una educación de excelencia, pertinente y relevante” (DOF, 29/12/2020).

Y es que mire usted, se trata de un programa que, más allá de lo que se estableció en estos objetivos, ha venido presentando una serie de “irregularidades” financieras en los últimos años, producto de las pésimas gestiones que, tanto la autoridad educativa federal como de las de los estados, han venido cometiendo en razón del manejo discrecional de los recursos que se destinan para estos propósitos. Por ejemplo, en 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló irregularidades por 594.8 millones de pesos en este programa, tanto por parte del gobierno federal como de los estados (Ortega, 2017). En 2020, la misma ASF, señaló un probable desfalco de 74.2 millones de pesos en la operación del PRONI en el ejercicio fiscal 2019 puesto que, en la primera revisión de la cuenta pública de ese año, informó que dicha cantidad representó el 9.2 por ciento de los 800 millones de pesos que la Cámara de Diputados aprobó para la operación de este programa educativo (López, 2020).

Sí, ejemplos como estos hay muchos, y en las entidades federativas, ni se diga. En noviembre de 2020, la Directora de Administración de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Sandra Rojas, afirmó que ni maestros fantasma ni irregularidades en contratos a docentes existían en esta entidad, dadas las observaciones que la ASF había emitido por el presunto manejo irregular de los recursos destinados al PRONI (Mora, 2020). Por su parte, en marzo de este mismo año, en Morelos, la misma ASF detectó que se pagaron 9 millones 969 mil 731 pesos por gasto de honorarios a 144 asesores externos y 440 mil 200 pesos a seis analistas administrativos que nada tuvieron que ver con el PRONI (La Razón, 2020).

Vistos los datos anteriores que pueden localizarse en los informes que la ASF ha emitido, así como también, en diversos medios de comunicación que han dado seguimiento a esta serie de corruptelas al más alto nivel, es que cobra sentido la afirmación con la que inicié estos argumentos: los intentos gubernamentales por mejorar la educación en nuestro país se han quedado en eso, en “meros intentos”. Lo lamentable de todo este desaguisado es que, por estas mismas cuestiones, hoy día los profesores que forman parte de este programa, vivan en el limbo puesto que al momento en que cierro estas líneas, no han recibido instrucciones para iniciar labores en Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Durango, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Coahuila, Aguascalientes, Guerrero, Michoacán, Colima, Tlaxcala, Querétaro, Zacatecas, Sinaloa y Guanajuato; es más, en Sinaloa, por ejemplo, se habla de una reducción de número de escuelas beneficiadas con el PRONI, por la reducción al presupuesto aprobado para el 2021, hecho que significa dejar de contratar a personal que brinde esta enseñanza. Ciertamente, habrá quién me diga que las Reglas de Operación son claras y expeditas, pero, ¿acaso no lo es el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 en cuanto a su Eje 2 Política Social que contempla el Estado de Bienestar con acceso a servicios gratuitos de educación y, por tanto, el PRONI contempla la enseñanza y aprendizaje de una lengua extranjera como lo es el inglés?, ¿acaso los profesores no merecen un trato digno en cuanto a los tiempos de contratación y pago de sus servicios profesionales en tiempo y forma?, ¿acaso los alumnos, que nada tienen que ver en este embrollo, merecen una educación que redunde en beneficios personales y académicos?

Irrisoriamente, un gobierno que impulsa la “cuarta transformación” del país, con estas acciones demuestra lo contrario, puesto que dejará de beneficiar a miles de estudiantes de educación básica de México; entonces, ¿de qué tipo de transformación estamos hablando? Desde mi perspectiva, echar culpas al pasado ya no tiene o adquiere tanto sentido en estos días dado que, como se ha visto, los informes de la ASF han puesto en evidencia que, en estos dos años de lo que algunos llaman “nuevo gobierno”, se han detectado ciertas irregularidades que, presuntamente, mucho tienen que ver con esas prácticas corruptas e indeseables que siguen latentes en el Sistema Educativo Nacional (SEN) y que tanto se critican. Ciertamente, el momento que vivimos en el territorio mexicano por la pandemia ocasionada por el Covid-19, probablemente, pudo tomarnos por sorpresa y, por ello, ciertos recursos se destinaron a otros rubros, pero ojo, las problemáticas señaladas no son nuevas, datan de años, y los gobiernos actuales siguen actuando de la misma manera sin que haya consecuencias administrativas para los encargados de operar estos recursos, ¿en dónde está el problema?, ¿no podrían revisarse las reglas de operación para que, tanto la federación como los estados dejen de echarse “la bolita” y se actúe conforme a la normatividad aplicable?

Aurelio Nuño ya se fue, Esteban Moctezuma ya se va, pero el reto para la profesora Delfina Gómez está aquí, ¿pondrá orden en la propia Secretaría que en próximas fechas encabezará y, consecuentemente, en cada uno de los estados que operan este programa?, ¿no merecen los niños, padres de familia y profesores algo mejor que un discurso?

Al tiempo.

Referencias:

Fuente: https://profelandia.com/el-proni-entre-la-corrupcion-y-el-limbo/

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Formación ciudadana desde la propia práctica

Por: Dinorah García Romero

La formación ciudadana desde la propia práctica ha de priorizar la perspectiva crítica, para que los ciudadanos en general aprendamos a forjar una vivencia ciudadana situada y corresponsable. Para que las lecciones de Moral y Cívica puedan revertir el déficit de una formación ciudadana seria, es necesario que esa moral y ese civismo se construyan día a día; desde lo que hace, siente y vive cada sujeto, cada grupo humano.

La pandemia que azota la esfera mundial se va alargando en el tiempo, incrementa las infecciones y la letalidad. Esta enfermedad, que se muestra implacable y desestabilizadora de personas, instituciones y países, no solo ha de ser recordada y analizada por los hechos destructivos que exhibe la potencia del virus que la sostiene y expande. Hemos de ponderar las diversas interpelaciones que derivan de las circunstancias que giran en torno a la pandemia. En esta dirección, hemos de identificar los procesos y acciones vinculados a la COVID-19 que están impactando nuestra mentalidad, la práctica individual y colectiva. Pero, además, es necesario prestarles atención a las carencias y necesidades que se hacen visibles en la vida cotidiana. Se produce una interrelación entre las preocupaciones y las necesidades en estos momentos.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/formacion-ciudadana-desde-la-propia-practica-8900785.html

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El regreso a las escuelas sin escuelas

Por: Miguel Ángel Pérez

Este lunes 11 de enero, miles de niños y niñas regresaron a la escuela, después de un periodo vacacional lleno de frío y de contagios por Covid. Este regreso a las escuelas será nuevamente con las escuelas cerradas debido a esta nueva fase de contingencia. Si alguien había pensado que muy pronto las escuelas abrirían estaban equivocados. Las escuelas seguirán cerradas y la atención educativa será remota, apoyada por el uso de las plataformas digitales y de dispositivos electrónicos. Es decir, el regreso a la escuela será sin escuelas para muchas otras personas el regreso a la escuela se ha prolongado más de la cuenta, para otras personas el tiempo que implica una pandemia y las medidas de seguridad son más prolongadas.

El regreso a clases es igualmente atípico, al igual de lo que fue el inicio de esta pandemia en el mes de marzo del año pasado, pero a diferencia de lo que vivimos en los primeros meses de la misma, ya nos vamos acostumbrando a vivir en pleno contexto de distanciamiento. Para los miles de alumnos y alumnas, sería bueno saber cuál es la representación que han construido hasta ahora con respecto al trabajo escolar en casa y cómo evalúan la relación de un contexto con otro.

El regreso a clases marca un precedente jamás vivido en el sistema escolar mexicano, de vivir casi todo el ciclo escolar en el distanciamiento. Nadie puede asegurar cuánto tiempo llevará vivir en esta modalidad educativa y de igual manera no sabemos qué cosas deberán pasar para regresar plenamente a los edificios escolares.

En este regreso a la actividad escolar, lo que se antoja es comenzar a habilitar formas intermedias de atención educativa, lo que en algunos lugares le han llamado el modelo mixto o modelo híbrido de atención escolar. Dicha propuesta consiste en que el grupo escolar se dividirá en dos grandes sub grupos pudiéramos decir que el grupo pares y grupo nones. El grupo par asistiría a la escuela de manera presencial los días lunes y miércoles y el grupo non los días martes y jueves, el resto estarían en casa atendiendo actividades en la plataforma y la finalmente el día viernes seria dedicado para concluir con trabajos atrasados y con relación a los docentes, para revisar productos y atender a niños en condición de rezago.

Esta modalidad puede decirse que no es la mejor, pero bajo el actual contexto es la única vía (con todos los cuidados posibles) que se antoja para hacer que las escuelas vuelvan a abrir sus puertas y que niños y niñas de manera esporádica regresan a ella. Las actividades a distancia deberán ser administradas por alguien que se encargue de cargar actividades en la plataforma y que le dé seguimiento. Los maestros de grupo asistirían toda la semana a las escuelas y combinarán el tiempo de atención entre lo directo y lo remoto.

Para nosotros sería bueno comenzar a verle el final al contexto de pandemia, pero parece que el final aún no está cerca y más aún porque ya nos acostumbramos a vivir así y a trabajar de esta manera distante. El regreso (como todo regreso) va a ser difícil y doloroso, se requiere tener las condiciones adecuadas para volver a las aulas ordinarias. No sólo se requiere disposición sino también talento e inventiva y eso –muchas veces- es lo que le hace falta a nuestro sistema.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-regreso-a-las-escuelas-sin-escuelas/

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Pablo, padre de familia numerosa: «Nuestros hijos aprenden civismo, trabajo en equipo…»

Por: Carlota Fominaya

Pablo y Elena son padres de cinco hijos (en la imagen falta el mayor, ya en en la Universidad) – ABC

Desde este pasado lunes en casa de los Sánchez Jiménez hay clases online a todos los niveles, desde la Universidad a la que acude el mayor hasta segundo de Primaria, que va el pequeño. «Es verdad que estos días no están avanzando en materia, pero no tengo sensación de que estén aprendiendo menos, si acaso, otro tipo de cosas», señala Pablo, el padre.

«Quizás se esté acelerando el cambio que necesita la educación, más dirigido a saber manejar las herramientas que necesitan hoy en día para trabajar. También están aprendiendo a pensar: han visto que cuando vienen mal dadas (bien sea por una pandemia o por la nieve) se pueden seguir haciendo cosas y aportando, en este caso, bajar a limpiar con las palas el ambulatorio del barrio, el portal de unos vecinos mayores…», apunta este hombre, director de Business Development en www.alcandora.com.

«Tanto Elena (la madre) como yo pensamos que nuestros hijos están aprendiendo civismo, educación, trabajo en equipo… Es diferente, sí, pero hay que adaptarse un poco. ¿Que sería mejor otra cosa? Indudablemente. Pero ya aprenderán. Son quince años de colegio, cuatro de carrera, dos o tres master… Al final van a tener tiempo de sobra para aprender. Vale más este tiempo de familia», concluye.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-pablo-padre-familia-numerosa-nuestros-hijos-aprenden-civismo-trabajo-equipo-202101130102_noticia.html
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