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La emergencia climática no llega a la escuela

Por: Ana Torres Menárguez

Los expertos reclaman una reforma integral del currículum académico para que la sensibilidad con el medio ambiente impregne toda la escuela

Esther Estebaranz, maestra de 58 años del colegio público madrileño Bravo Murillo, cree que mientras los políticos presumen de programas electorales con iniciativas para proteger el medio ambiente, dejan de lado lo más importante: la educación ambiental en la escuela. «Es un tema muy vistoso que da muy buena imagen, pero luego la realidad es otra: en mi colegio hemos luchado durante años para que la Administración instale termostatos en las aulas, el derroche de energía con la calefacción en invierno era tremendo», cuenta. También critica el programa académico. En todo el ciclo de Primaria, solo aparecen contenidos específicos sobre cambio climático en un tema dentro de la asignatura de inglés, asegura. En su centro, hace años pusieron en marcha una actividad durante los recreos para concienciar sobre el cuidado del planeta; los chavales se turnan para recoger los residuos arrojados en el patio. «Todo depende de la voluntad de los colegios, no hay una estrategia nacional», añade.

El escenario que describe Estebaranz no es un caso aislado. Aunque no existen datos oficiales sobre la dimensión y la calidad de la educación ambiental en los centros públicos españoles, sí hay un informe de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica) que denuncia que lejos de programas estructurados, en los colegios «priman las acciones puntuales» como celebraciones de efemérides ambientales o actividades concretas en las que solo participan grupos reducidos de alumnos. El informe Hacia una educación para la sostenibilidad (publicado en este año) alerta, además, de la falta de programas de formación del profesorado y critica que en muchos casos las iniciativas las lideran «docentes concienciados», y que cuando estos abandonan el centro los programas decaen.

«El modelo que se ha impulsado desde cada una de las autonomías es muy diferente, en su mayoría, son pequeñas acciones para reverdecer los programas académicos», apunta Carmelo Marcén, coautor del estudio. El también investigador de la Universidad de Zaragoza cree que el principal problema es que no existe un organismo estatal que supervise los programas ambientales escolares y que aunque muchos centros han mejorado la gestión ambiental de sus instalaciones, no es suficiente. «Es imprescindible que se modernicen los currículos, y eso no depende de los colegios, sino del ministerio y de las autonomías», recalca.

La semana pasada, la educación ambiental cobró protagonismo después de que el ministro de Educación de Italia, Lorenzo Fioramonti, anunciara que el cambio climático será materia de examen para los escolares de ese país el próximo curso, y que todas las escuelas dedicarán 33 horas al año, en torno a una hora a la semana, a abordar la cuestión. Italia, dijo, se convertirá en el primer país del mundo en incluir el estudio de la crisis climática en la educación obligatoria. Otra de las novedades es que esos contenidos se verán en asignaturas como Geografía, Matemáticas o Física, que pasarán a  estudiarse “desde una nueva perspectiva vinculada al desarrollo sostenible”, para analizar, por ejemplo, los efectos de la acción del hombre en las diferentes zonas del planeta.

La aprobación de la actual ley educativa, la Lomce —impulsada por el PP en solitario en 2013— supuso una reducción de los contenidos ambientales en el currículum respecto a la Loe, aprobada por el PSOE en 2006. El principal cambio se dio en una de las competencias básicas, Conocimiento e Interacción con el Mundo Físico (que incluía contenidos sobre medio ambiente), que fue sustituida por Competencia Matemática, Ciencia y Tecnología. «El ministro Wert (PP) dio más importancia a lo tecnológico, y ahora depende de la voluntad de los docentes trabajar proyectos medioambientales», señala Federico García, responsable del área social de la Sociedad Española de Ornitología SEO Birdlife, la ONG que en 2017 presentó una moción en el Congreso de los Diputados para promover la «naturalización del currículo», que significa más educación ambiental en los colegios y una asignatura específica en Secundaria. La petición fue escuchada pero no supuso ningún cambio en el currículo.

La Lomce, además, eliminó la asignatura Ciencias para el Mundo Contemporáneo en Bachillerato, una materia que hasta ese momento era obligatoria para los alumnos de Ciencias y que incluía contenidos medioambientales. En su lugar, se implantó la optativa Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, y el peso curricular pasó de cuatro horas semanales a dos. La Lomce supuso también la división de la asignatura de Conocimiento del Medio en Ciencias Sociales y Ciencias naturales. «Los legisladores no entendieron que sociedad y naturaleza van de la mano, no se pueden desligar», critica Carmelo Marcén.

Los expertos, lejos de valorar si los contenidos ambientales deben darse en una u otra asignatura, recalcan que para que tenga un impacto en la vida de los jóvenes, es imprescindible que se enseñe de forma transversal, que impregne todo el programa académico. En su informe Educación para los objetivos del desarrollo sostenible, la Unesco considera que son necesarias «experiencias directas» que afecten en lo emocional a los alumnos. «Las competencias no se pueden enseñar, sino que los alumnos las adquieren con acción, experiencia y reflexión», señala el documento. Los estudiantes tienen que ser capaces de crear en grupo «acciones innovadoras» que fomenten la sostenibilidad a escala local. «Deben adoptar una postura propia en el discurso del clima», añade.

«En el modelo tradicional de escuela, impera la lógica de transmitir información, pero los retos actuales requieren planteamientos más profundos relacionados con el comportamiento; el vínculo emocional es el que te transforma», apunta Eduard Vallory, director del Centro para la UNESCO de Cataluña. «Sucede lo mismo con el bullying o la violencia de género; los power points no sirven para nada, hace falta acción y para eso hay que cambiar el paradigma de cómo enseñamos y aprendemos», añade. En su opinión, el medio ambiente tiene que estudiarse como un todo, porque «no se puede desvincular qué son las bacterias de cómo los humanos han creado el plástico, uno de los elementos que nos está matando».

«No podemos decir que no se traten contenidos ambientales en Secundaria: en primero de la ESO está la asignatura obligatoria Geología y Biología, donde se ve el efecto invernadero o la contaminación de las aguas; en Biología de tercero de la ESO hay un tema sobre ecosistemas y acciones que favorecen la conservación del medio ambiente; a partir de ahí, ya depende de la rama y las optativas que escoge el alumno», explica José Luis Gutiérrez, profesor y jefe del departamento de Biología del instituto público Sierra de Guadarrama en la localidad madrileña de Soto del Real. A su juicio, el problema es que en el actual sistema educativo la educación ambiental se da de forma aislada, desde departamentos estancos. «Se debe abordar desde diferentes asignaturas, si no el alumno percibe que es un tema que solo preocupa a los biólogos, pero ¿qué pasa con los costes económicos de una crisis ambiental? Eso se puede tratar desde Matemáticas o Historia», opina.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/11/06/actualidad/1573065284_397571.html

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Nacer y existir (o no) en los papeles

Por: Alejandra Agudo

Miles de niños en Senegal carecen de documentos que demuestren su existencia. Esto supone que no puedan cursar la educación secundaria, entre otras trabas. Un proyecto de Cáritas ayuda a evitarlo

Hace unos meses, las plegarias de Sire Dia, recibieron respuesta. Este maestro y director de una pequeña escuela en Ndiebeen Gandiol, un pueblo en la región de Saint Louis (Senegal), llevaba años viendo cómo la mayoría de sus alumnos de primaria no podían acceder a la secundaria. El motivo: carecían de documentos de identidad. No existían. Al menos, no oficialmente… hasta ahora. Un equipo de Cáritas se puso en contacto con su centro para identificar los casos de niños indocumentados y comenzar los trámites legales para acabar con esa situación.

«Era muy doloroso», recuerda el profesor. Los niños que completaban la primera etapa educativa, en torno a los 12 años, veían su esfuerzo tirado por los suelos. Solo en su centro, este curso detectaron que de 139 alumnos, 106 no estaban registrados. Fue cuando Cáritas contactó con Dia para hacer un recuento, convocar a los padres con sus documentos y comenzar el proceso de registro.

«No tenemos datos recientes de todos los niños sin registrar en el país, pero sí de los que hemos ayudado. Los que llegan de la inspección regional de educación, de niños que estaban el año pasado en la escuela sin papeles. Encontramos 2.262; y este 2019 hemos atendido 3.449 casos», explica Agnes Seck, responsable de proyecto en Saint Louis. Según estadísticas de la ONG, en el departamento de nombre homónimo que la región tan solo el 38% de los alumnos de primaria están inscritos en el registro civil. Los últimos cálculos oficiales de la Agencia Nacional de Estadística, publicados en 2015 con encuestas de 2013, el 17,6% de los habitantes de la región no tenía certificado de nacimiento, una cifra por debajo de la media nacional (20,3%).

Casi siempre por desconocimiento, muchos padres no saben ni creen que sea necesario inscribir a sus hijos en el registro civil al nacer. Otros viven muy lejos de las oficinas administrativas, son agricultores nómadas o pescadores que pasan muchos meses fuera del hogar. «Al dar a luz, a las mujeres les dan un papel, pero esa no es la cédula de identidad. Las matronas les tienen que decir que vayan al registro», apunta Seck. Pasado un año, si no han realizado este trámite gratuito, tienen que acudir a instancias judiciales y pagar 4.900 francos centroafricanos (7,50 euros). Una cantidad que la mayoría no se puede permitir. Menos si tienen varios críos en la misma situación.

«Esos niños crecen sin papeles. La consecuencia es que, dese 2004, el Estado permite a los maestros recibir alumnos sin documentos de identidad durante la primaria, que dura seis años; y cuando acaban, si no los tienen no pueden acudir a la enseñanza media y lo que han estudiado hasta entonces no les sirve de nada, tienen que dejar su educación», resume Seck. La sanidad pública es universal, continúa la especialista, pero no es el caso si no están registrados. De adultos, tampoco podrán votar, ni obtener un pasaporte para viajar, entre otras trabas. «Jurídicamente, no tienen nombre ni nacionalidad», destacan desde la organización.

Impulsada con fondos propios y del Gobierno de Canarias, la actividad principal del proyecto de Cáritas es la sensibilización y comunicación directamente en los pueblos. «Y la puerta de entrada son las escuelas. La organización hace la petición al centro, y vienen también personas del registro civil que conocen todo el proceso. Cuando llegamos, ya el director de la escuela tiene identificados a los alumnos sin papeles y hace ir a sus padres», detalla Seck. Es lo que llaman charlas y han realizado 68 en cada una de las dos fases del programa, que cuentan con 125.000 euros de presupuesto repectivamente, una cantidad que aporta la oficina española de la ONG.

Según estadísticas de Cáritas, en el departamento de Saint Louis tan solo el 38% de los alumnos de primaria están inscritos en el registro civil

Uno de los problemas que enfrentan es que a menudo los progenitores, incluso los abuelos, también carecen de documentación. Por lo que primero hay que registrares a ellos y después a los niños. Para evitar fraudes, se pide la presencia de testigos —el imán, el jefe del pueblo, el profesor— que atestigüen que el niño es de esos padres. La ONG se encarga de todo lo demás, también de los costes.

El complejo trámite funciona así: como los maestros saben qué casos tienen, hacen un censo y se lo manda al equipo de Cáritas. Ellos se lo envían al tribunal, que gestiona los papeles y se los remite al Ayuntamiento para que la gente esté registrada. Después el consistorio hace llegar los papeles a Cáritas. La organización se los da a la inspección educativa departamental que los distribuye a cada escuela en los diferentes pueblos. Allí, los padres pueden recoger sus documentos y los de sus hijos.

A una de esas charlas fue convocado Ndake Diop, padre de seis —cinco chicos y una chica— de sus dos mujeres. «Un día, nos llamó el director para hablarnos de que Cáritas ayudaba a la gente para obtener papeles». Acudió a la cita con las madres, pero tampoco ellos tenían documentación. «No sabía que tenía que declarar a mis hijos. Yo no he ido a la escuela y no tenía a nadie cerca que me lo explicase», justifica este pescador y agricultor. Un tiempo después, sin coste alguno, todos recibieron sus carnets de identidad.

«Ahora, alabado sea Dios, este problema ya no existe», celebra Diop mientras se deshace en agradecimientos hacia la ONG. Algunos de sus hijos habían tenido que abandonar el colegio porque no estaban inscritos. «Eran niños brillantes en la escuela y la tuvieron que dejar. Perdieron un año y al siguiente, cuando ya habíamos conseguido sus documentos, regresaron. Pero estaban desmotivados por lo que les había pasado», rememora. «Cáritas está resolviendo este problema. Nos están quitando pena», zanja. Él mismo se ha convertido en embajador de la causa: «A todos mis amigos, cuando tienen hijos, les digo que lo tienen que hacer».

Además de las charlas en las escuelas, en cada fase de proyecto, se organizan cuatro sesiones de sensibilización más generales en las que se convoca a todo el pueblo. Basta un escenario en la plaza, un equipo de música y sillas de plástico, y la gente empieza a acudir atraída por el movimiento. En Mouit han asistido más de un centenar de personas a las que se les explica la importancia de hacer existir a sus niños. «La satisfacción es que cada vez que pasamos por un pueblo, al día siguiente el Ayuntamiento nos llama para decir que la gente está inscribiendo a sus hijos», asegura orgullosa Seck.

Para expandir el mensaje están los talleres de capacitación de líderes de las comunidades y que continúen la actividad de sensibilización. El siguiente objetivo es conseguir que los padres inscriban a los niños al menos en el primer año de vida e idealmente en los primeros 45 días.

«Ahora, como comunidad podemos dormir tranquilos», zanja Dia, que ya no impartirá clases a alumnos que después tendrán que abandonarlas por no tener una identidad.

Nacer para existir

Antes de cualquier trámite burocrático es imprescindible que se produzca el más importante: venir al mundo. En la calle principal del barrio de pescadores de Guet Ndar, en la ciudad de Saint Louis, la capital regional, un cartel descolorido señaliza una clínica que hace más de una década fue financiada por la Cooperación Española. El logo apenas se aprecia, pero está. Ahora, ya sin dicho apoyo, este centro público se sostiene con donaciones de los vecinos y la venta de medicamentos, según explica el responsable de la botica, Abdu Fall.

De aspecto decrépito, con la mejor higiene posible pero insuficiente a simple vista, ahí es donde van las futuras madres a los controles prenatales y a parir cuando llega el momento. La matrona Maimuna Sen trabaja aquí desde hace cinco años. Sin salario, remarca. «El personal somos gente benévola, vivimos de lo que nos da la gente», asegura cansada. La noche anterior, atendieron cinco partos. «Hay problemas de materiales y de medicamentos. Algunos nos los da el distrito sanitario, pero a veces faltan y si lo tuviéramos sería mejor. Para que cada mujer que venga, tenga acceso a ellos», relata.

Según los datos de la Agencia Nacional de Estadística hay carencia de personal cualificado. En 2016, había en la región un médico para 11.045 habitantes —en lugar de uno por cada 10.000 como indica la OMS— y una enfermera para 5.585 habitantes —en vez de una por cada 3.000—. Sin embargo, en lo que respecta a parteras, tienen buena cobertura: una por cada 1.858 habitantes en la región, muy por encima de una por cada 6.000 que recomienda la organización de la ONU.

Preguntada por las muertes maternas y de bebés durante el parto debido a esa falta de medicamentos, además de la evidente falta de higiene e instrumental, Sen asegura que no hay. «Cuando surgen complicaciones, las derivamos al hospital», apunta. Por ser atendidas, las madres no tienen que pagar nada, solo por las medicinas. No es así en la clínica privada en la que trabaja Ndeye Khady Khalil Diallo, donde es la matrona jefe. Allí, las mujeres son atendidas por un ginecólogo apoyado por el equipo de Khalil.

«Las complicaciones a nivel médico se dan en todo tipo de estructura, pública y privada, pero en esta última hay un mejor control y tomamos todas las medidas para que estén bien atendidas. Tenemos cuidado de no cometer errores porque puede destrozar la reputación de la clínica», opina. En un hospital, dice, las mujeres pagan 30.000 francos al dar a luz (alrededor de 46 euros), en el centro que ella trabaja, entre 200.000 (300 euros) y 300.000 (460 euros). «El parto en casa hoy es muy raro», anota.

Para hacer sus sueños realidad, Khalil necesita más formación.»Me encanta ayudar a las personas. Estoy feliz de mi trabajo, pero no quiero ser matrona toda la vida, sino hacer un máster en obstetricia, diploma en ecografía, tener conocimientos de nutrición y puericultura para trabajar en una ONG, e incluso abrir una clínica propia», detalla.

En definitiva, toda la información posible, más recursos y mayores conocimientos son útiles y necesarios para nacer y existir en Saint Louis.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/11/05/planeta_futuro/1572948424_150718.html

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La diferencia entre enseñar a convivir y adoctrinar en el aula

Por: Eva Bailén

Para lograr un clima sano en los centros escolares es necesario conocer las razones por las que suceden los casos de acoso, conocer a las víctimas y a los agresores, y enseñar a respetar a todos

La mejora de la convivencia en los centros educativos es una prioridad. Dudo de que a ningún padre le quede un solo resquicio de duda sobre la importancia de actuar contra el acoso escolar o bullying, más hoy, con la ubicuidad y capacidad de difusión que alcanzan estos actos gracias a internet y a las redes sociales. Para lograr un clima sano en los centros escolares es necesario conocer las razones por las que suceden los casos de acoso, conocer a las víctimas y a los agresores, y enseñar a respetar a todos mediante la tolerancia, la empatía y el respeto. Pero el personal docente no puede quedarse solo en esta tarea. Las familias debemos ayudarlos y, por supuesto, no boicotearlos.

Teniendo en cuenta que el colectivo LGTBi es uno de los más afectados por el acoso escolar, es totalmente necesario que tenga el protagonismo que merece. Hace ya cuatro años que el ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad editó la guía titulada “Abrazar la diversidad: propuestas para una educación libre de acoso homofóbico y transfóbico” a la cual recomiendo recurrir, tanto si se es profesor, o también padre o estudiante. Tal y como recoge la introducción, ser gay, lesbiana o trans o ser considerado como tal incrementa el riesgo de ser víctima de acoso escolar. No podemos pues cerrar los ojos a la realidad.

Todo caso de bullying es doloroso, sobre todo para las víctimas. Pero también hay que poner el foco en los acosadores. Ninguno querríamos estar en el lugar de los padres de estos chicos o chicas por la sensación de fracaso que puede producir al progenitor el comportamiento de su hijo. Sin embargo, tampoco podemos dejarlos solos. Debemos darles herramientas para solucionar la situación y también hacerles entender que su implicación es vital para resolverla. Igualmente, todos debemos comprender que no habrá solución posible si no apoyamos la labor educativa.

La formación en los valores constitucionales de la convivencia, la igualdad, el respeto y la no discriminación no puede ser confundida nunca con el adoctrinamiento, como algunos insinúan. Esta formación, al contrario, es clave para que no seamos padres de víctimas, ni tampoco de acosadores, ni siquiera padres de observadores pasivos. Tenemos que corresponsabilizarnos para que sepamos estar del lado de nuestros hijos, para atajar de frente sus comportamientos nocivos cuando haya que hacerlo o enseñarles a reaccionar y a convertirse en personas empáticas y colaborativas.

Sé que hay temas tabú, sé que a las familias a veces nos cuesta hablar de ciertos temas, y que, dependiendo de la ideología de cada uno, se evita hablar de algunas cosas o, simplemente, se ignoran. Si las redes sociales desempeñan un papel clave en la virulencia del acoso escolar, impidiendo que la víctima tenga un refugio -ni siquiera en su propia casa-, también lo juegan la desinformación y la falta de educación en valores de nuestros chicos y chicas. Que no lo tratemos en casa no quiere decir que sea desconocido para ellos.

Una supuesta carencia de educación en las escuelas o en el hogar no impide que nuestros adolescentes y preadolescentes traten de informarse sobre aquello que les produce curiosidad. Aún sin buscarlo, están expuestos o reciben videos cuyos contenidos serán, con muy alta probabilidad erróneos, desde un punto de vista educativo. Contenidos que no les van a transmitir valores que les ayuden a convivir con sus compañeros y profesores. Por eso, es fundamental que no dejemos su educación en manos de YouTube, Instagram o Tik-Tok, sino que sean profesionales los que se encarguen de ello, y junto a ellos, los padres y madres.

La diversidad es bonita, no es una amenaza, sino una fuente de riqueza, una mina de oportunidades para educar a nuestros hijos en valores de tolerancia, respeto y empatía. Y así tenemos que verlo y entenderlo todos los miembros de la comunidad educativa. En esto debemos de ser una piña. No se pueden combatir los prejuicios si una parte de la comunidad se evade de su responsabilidad. Aún queda mucho por hacer para acabar con el acoso, que no solo se ceba con los jóvenes del colectivo LGTBi, también con los alumnos de altas capacidades, con los que presentan alguna discapacidad o, simplemente, con aquellos que no entran en la norma que el niño, niña o adolescente de turno decide en ese momento.

Y por si a alguien le queda alguna duda, la actual ley de educación (LOMCE) dedica un artículo, el 124, a las normas de organización, funcionamiento y convivencia, en el que se deja claro la obligatoriedad de que los centros educativos elaboren un plan de convivencia. Este plan debe prestar una especial atención a la prevención de la violencia de género y a la realización de actuaciones que promuevan la igualdad y la no discriminación. Así que nuestros docentes tienen la obligación tanto moral como administrativa de trabajar por la mejora de la convivencia como objetivo marcado por la ley. Las familias, en correspondencia, no podemos ser menos. Educar para garantizar la libertad y la convivencia no es adoctrinar.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/11/05/mamas_papas/1572945601_315181.html

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El derecho al juego infantil como una necesidad evolutiva

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo 

El juego es aprendizaje. Sobre uno mismo, sobre la realidad circundante. También sobre la relación con los demás, la autoregulación y la gestión del conflicto. Pero para ser todo esto, el juego necesita una condición de partida: confianza. Todo esto lo convierte en una herramienta evolutiva fundamental.

El juego en la etapa 0-6 no es una actividad unívoca, ni mucho menos. Es algo que cambia, evoluciona con el tiempo (con muy poco tiempo) y pasa de ser una actividad en la que, principalmente, la criatura está conociéndose a sí misma a ser una actividad que desarrolla el conocimiento sobre el otro y sobre cómo nos relacionamos con los demás.

Alicia Vallejo, José Luis Linaza y Elena Lobo fueron las personas encargadas de conducir la conversación el pasado viernes en la mesa redonda ‘Conversatorio sobre e juego’ desarrollada en la Universidad Autónoma de Madrid que llenó a última hora de la tarde el salón de actos de la Facultad de Formación del Profesorado. Una mesa redonda organizada por la Plataforma en Defensa del 0-6 de la Comunidad de Madrid, representada por Alicia Alonso, una de sus integrantes.

Junto a Alonso, también intervino Blanca Azanza, presidenta del colectivo Ameigi. Tanto este como la Plataforma y la Junta de Portavoces de Educación Infantil 0-6 llevan tiempo desarrollando un trabajo conjunto que se ha materializado en un documento de propuestas que quieren lanzar a los partidos de la Asamblea de Madrid con las reivindicaciones del colectivo de educadoras de esta etapa. Azanza, además de presentar el documento, insistió en la importancia de considerar el 0-6 una etapa educativa y no asistencial, un momento en el que se colocan los cimientos. «La administración no se está preocupando porque los niños tengan la educación que merecen, de calidad, por la que luchamos».

Definir qué es juego es y será la primera dificultad. ¿Es un aprendizaje sobre uno mismo? ¿sobre la relación con el otro? ¿una enseñanza de qué es y cómo funciona la realidad que rodea a las criaturas? ¿una simple diversión? En realidad es un poco de todo eso. Dependiendo de la edad. «El juego es elemento de comprensión de quién soy yo y el otro. Qué puedo hacer y qué no. Aprendo sobre mí y sobre los demás. Y necesito esa experieancia», resumía Alicia Vallejo.

El juego, de un modo u otro, es un acercamiento de las criaturas de 0 a 6 años a la realidad. Primero a sí mismas (quién soy, cuáles son mis límites, qué soy yo y qué las cosas con las que juego), pero también es una herramienta que me acerca al conocimiento del funcionamiento de «la vida real» y, en mucha medida, de las relaciones con los demás. Por que si en algo estaban de acuerdo los tres ponentes es en el hecho de que no hay juego sin conflicto con el otro. También, claro, dependiendo de la edad.

Y este conflicto enseña a las personas a esas edades mucho sobre autorregulación, sobre cómo y con quién se relacionan en el momento de jugar, sobre los límites entre uno mismo y las cosas con las que juega.

También esán de acuerdo en una condición básica e inicial para poder jugar, la seguridad. Hace falta que niñas y niños se encuentren en un espacio seguro, delimitado por unos adultos que les dan todo aquello que necesitan, que cuidan y protegen. Elemento básico para que las criaturas puedan realizar esta actividad con confianza. «La condición para jugar es que alguien se ocupe de proteger, de la comida, de la temperatura», aseguó Linaza. «Solo puedes jugar cuando hay un espacio de confianza con las personas con las que te relacionas», insistía Alicia Vallejo. «El juego es una relación y la complicidad es importantísima».

Aunque para Vallejo, el juego no es algo que practiquen demasiado los niños y niñas. Para esta educadora, la actividad principal que se desarrolla en estas edades es la exploración (de uno y del entorno), algo volitivo. Mientras que el juego, como el arte, es algo emocional, afectivo. Para esta educadora «la exploración nace de la emoción de la curiosidad. Mientras que el juego y el arte nacen del asombro. No busco la explicación, entro en una situación de sensibilidad estética diferente del conocimiento del mudo».

Para Vallejo, igual que a jugar se aprende de los mayores, es necesario que estos creen el ambiente idóneo para el juego. Y esta preparación tiene que ver con crear confianza, está basada en la relación de la persona adulta con el grupo. El clima de confianza es el que genera las posibilidades de que haya espontaneidad en un momento determinado.

El conflicto

Otro de los elementos difícilmente discutible que lleva aparejado el juego es el conflicto. Elena Lobo insitió en esta características. Para esta psicóloga, el conflicto dentro tiene un papel principal en el aprendizaje de la socialización y que traducen «la necesidad de autoafirmación y el interés por el otro, por jugar con él». En cualquier caso, afirmó que «no hay juego sin conflicto, como no hay vida sin conflicto».

Para ella, el conflicto dentro del juego también sufre una evolución, como la propia acción de jugar, a lo largo del tiempo. Mientras que los bebés hasta los 10 meses tienen conflictos con la posesión de cosas relacionado con «la dificultad de las criaturas de saber dónde empiezan y acaban» ellas mismas, «a partir del 2º año, la naturaleza del juego cambia y predomina el juego de ficción; juegan con la realidad, a ‘como si… ‘, cogen la vida, la realidad, la manejan; vamos a perseguirnos como si nos odiáramos pero jugamos».

Es en esta relación con el otro en la que las criaturas siguen afirmándose a ellas mismas, pero ahora quieren realizar la actividad con otras. Y entonces surgen los conflictos. «Que sean capaces de resolverlos por sí mismos supone un paso enorme en la socialización».

En este sentido, Lobo aseguró que el grupo en el que se encuentra la niña o el niño también tiene un papel fundamental. A partir de los dos años, «el grupo empieza a ser un ente con cierta vida propia y uno tiene que conocer su papel en él».

Eso sí, no existen recetas (como en casi cada) sobre qué debe hacer la educadora ante una situación conflictiva. Lo primero, conocer muy buen a cada criatura y al propio grupo. En cualquier caso, según Elena Lobo, el conflicto debe resolverse en el momento en el que se produce, poco puede hacer alguien desde fuera sin ese conocimiento previo fundamental. Y este conocimiento pasa por las condiciones de trabajo de quienes están con las criaturas: tener tiempo, calma y un nivel de estrés no demasiado elevado que permita un mínimo de reflexión antes de la acción.

Alicia Vallejo abordó también la cuestión de la intervención adulta en el conflicto entre iguales para asegurar que lo suyo es intervenir lo menos posible. «Yo no intervengo en el conflicto entre iguales porque lo tienen que resolver ellos y, a veces, lo hacen mejor que yo», aseguró.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/11/el-derecho-al-juego-infantil-como-una-necesidad-evolutiva/

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Colombia – Acueductos comunitarios: resistencia popular contra la privatización

Acueductos comunitarios: resistencia popular contra la privatización

 

 

Pregunta problema: ¿Amenazan los procesos privatizadores la existencia de los acueductos comunitarios y la autogestión del agua?

 

La profesión puede ser un factor clave en la superación de nuestras realidades en tanto organice científicamente su trabajo a través de una vocación de investigación y una acción transformadora planificada junto a los hombres, es decir, en tanto viva, sienta y actúe en sucesos humanos reales y no en abstracciones”

Kisnerman Natalio (1978)

 

La Constitución Política de 1991 estableció, en el artículo 365, que los particulares y las comunidades organizadas 1 podrán participar en la prestación de los servicios públicos 2 .

La sentencia C-741/03 de   la Corte Constitucional explicó que la Carta al autorizar a las “comunidades organizadas” 3 para prestar -directa o indirectamente servicios públicos- no definió la forma jurídica específica bajo la cual participarían, pero sí distinguió su actividad de aquella que prestan otros particulares.

La Corporación expuso que existen diferencias entre los prestadores de servicios públicos: “(…) En el ánimo que inspira a los diferentes prestadores (…) en algunos es marcado el cumplimiento de un deber o fin estatal (empresas públicas); otras que tienen ánimo de lucro, las privadas y, finalmente, aquellos que tienen como único propósito la satisfacción de las necesidades de una población”.

De igual manera, la Ley 142 de 1994 determinó en el artículo 15 numeral 4 –desarrollado por el Decreto 421 de 2000- que hay organizaciones autorizadas 4 para la prestación de servicios públicos en municipios menores, categorías 5 y 6, en zonas rurales, por fuera del perímetro urbano de la cabecera municipal y en áreas o zonas urbanas específicas, núcleos poblacionales localizados en suelo urbano que se encuentren clasificados en los estratos 1 y 2.

Los acueductos comunitarios responden además a criterios de economía solidaria como lo menciona la Ley 454 de 1998 reglamentada por el Decreto 1714 de 2012 , artículo 2°: “Denomínese economía solidaria al sistema socioeconómico cultural y ambiental por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en formas asociativas identificadas por prácticas autogestionarias solidarias, democráticas y humanistas, sin ánimo de lucro para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la economía”.

Los acueductos comunitarios son figuras jurídicas constituidas para la gestión del agua principalmente en zonas rurales. Por medio de estos la comunidad se involucra en el manejo de los recursos hídricos y el suministro del recurso vital a los usuarios de una zona determinada.

Estos acueductos contribuyen a concretar el objetivo de la Conferencia de las Naciones Unidas, 1977: “todos los pueblos, cualquiera que sea su nivel de desarrollo o condiciones económicas y sociales, tienen derecho al acceso al agua potable”.

Propósito ratificado por la Observación General No. 15 5 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas cuando señaló que: “ el derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos ”. (ONU, 2002).

Así los acueductos comunitarios cumplen un papel importante al garantizar el acceso al agua en comunidades que de otra manera no la obtendrían debido a la ausencia del Estado.

El régimen jurídico de los acueductos comunitarios es el mismo de las demás empresas prestadoras de servicios públicos, pues la Ley 142 de 1994 no fijó diferencias entre las obligaciones de los distintos prestadores. Esto significa que al igual que los demás deben garantizar 6 el derecho al agua, su disponibilidad, accesibilidad y calidad.

El Decreto 421 de 2000, artículo 3, reglamentó la participación de las comunidades organizadas en la prestación de servicios públicos. Para hacerlo exigió que se constituyeran como personas jurídicas, sin ánimo de lucro, y se registraran en la Cámara de Comercio; además, deben inscribirse en la Superintendencia de Servicios Públicos y la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico así como obtener las concesiones y licencias previstas.

Participación comunitaria

En su decisión T-338/17 l a Corte mencionó algunas de sus ventajas: “son organizaciones para proveer el agua, adecuados para asegurar la prestación del ante la ausencia de dispositivos estatales 7 servicio o ante la indiferencia de actores privados para desplegar su actividad económica en la zona”.

Estas formas de organización son importantes en un Estado social de derecho, pues materializan la participación directa de los pobladores en la toma de decisiones sobre esta necesidad esencial.

La toma de decisiones de manera conjunta, aumenta la legitimidad de sus actuaciones. De igual manera, fomentan el liderazgo local y fortalecen el poder popular.

Agregó la Corte en 2017: “En especial, constituye un espacio valioso para fomentar la cultura del cuidado de los recursos naturales y la protección que le debemos los seres humanos a la naturaleza”. Las comunidades se convierten en ejemplo de buenas prácticas de auto-gestión de los recursos naturales.

La labor de este tipo de prestadores del servicio de agua es tan importante que el informe de la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua potable y el saneamiento, Catarina de Albuquerque, sostuvo que es indispensable la participación de las comunidades en las decisiones sobre el servicio que se les presta. (ONU, 2014).

Albuquerque (2014) afirma: “e l carácter inclusivo es crucial para (…) que los servicios estén concebidos de modo que respondan a los intereses y necesidades de las personas marginadas, así como del ciudadano “corriente” .

Dadas sus características particulares sería de esperar que no sean valorados con base en los avances tecnológicos que impone el mercado sino por su capacidad de autogestión y sostenibilidad.

Así mismo, Gutiérrez (2007) sostiene: (…) “un principio fundamental del desarrollo rural es el manejo sustentable de los recursos naturales- el agua entre ellos- como instrumento para el desarrollo de la productividad”.

La gestión comunitaria de los sistemas de agua y saneamiento implica que las comunidades asumen la administración, operación y mantenimiento de los acueductos comunitarios, con criterios de eficiencia y equidad.

Pero más que la autogestión del agua los acueductos comunitarios permiten crear en torno a ellos procesos de identidad, arraigo y trabajo colectivo y constituyen una alternativa para resolver conflictos.

Otro aspecto sumamente relevante es:

Son entidades complejas, en sentido, histórico, social, económico e institucional público, pues ante todo son construcciones populares en torno a la gestión del agua que hacen parte de los territorios sociales en veredas, resguardos indígenas, territorios de comunidades negras y barrios de las diferentes regiones y ciudades del país. Como tales son instituciones diversas, integrantes del patrimonio público nacional por su condición sociocultural y territorial, y por su objeto público, el agua como bien común y derecho fundamental. (Correa, 2016. P. 14)

Huracanes privatizadores

Lamentablemente, pese a estas cualidades particulares que hacen tan valiosos a los acueductos comunitarios ellos son amenazados por el modelo económico imperante en Colombia y el mundo.

El neoliberalismo extendió su lógica de mercado a todas las actividades humanas y determinó las atribuciones del Estado y el capital promoviendo la privatización 8 del agua como recurso natural y como servicio mientras el Estado se limita a una función reguladora tal cual lo exigió el Consenso de Washington.

Según Rosenberg, Horst et al. (2003) la reforma sustancial de la política del agua 9 impulsada por el neoliberalismo reemplazó una concepción garantista de gratuidad para quienes no pueden pagar por ella, a su mercantilización.

En Colombia, los acueductos comunitarios son reconocidos legalmente como prestadores del servicio de agua en zonas rurales y algunas urbanas, pero no existen políticas públicas orientadas a la promoción de la autogestión del agua, a nivel local que garanticen su continuidad como prestadores del servicio. (Dupuits y Bernal).

Por el contrario, estos enfrentan otro problema y es el cumplimiento de requisitos propios de otros prestadores del servicio con músculo financiero y propósitos diferentes como el ánimo de lucro.

La Ley 142 de 1994 desconoce la naturaleza y características particulares de los acueductos rurales como se evidencia en el siguiente artículo:

Todos los prestadores quedarán sujetos, en lo que no sea incompatible con la Constitución o con la ley, a todo lo que esta ley dispone para las empresas y sus administradores y, en especial, a las regulaciones de las Comisiones, al control, inspección y vigilancia de la Superintendencia de Servicios Públicos, y a las contribuciones para aquéllas y ésta”. (Artículo 3, numeral 3.9.) (Subrayado propio).

Por eso, la Red Nacional de Acueductos Comunitarios Colombia, en el Acta de Declaración Pública Acueductos Comunitarios explica el riesgo al que se enfrentan:

Se encuentran en riesgo, por una parte a través de la propia legislación que privatiza el uso del agua y lo introduce como una mercancía más de consumo administrada por el modelo empresarial (…) por la implementación del modelo económico extractivo de los recursos naturales a través de la minería, la ganadería extensiva, los proyectos agroindustriales, de deforestación, de infraestructura vial entre otros, que atentan contra la biodiversidad, y las fuentes de agua cuidadas desde las Comunidades Organizadas. (Subrayado propio).

De igual manera, esta Red ha manifestado que la normatividad amenaza su existencia como prestadores del servicio público del agua. Hacen alusión a documentos Conpes (3383 de 2005 y 3463 e ntre otros), l os Planes Departamentales de Agua y el Plan Carrasquilla como parte de la ola privatizadora que con un referendo* del agua pretendieron frenar hace diez años.

Así mismo argumentan que el Documento Conpes 3463 de 2007 y las leyes 1151 y 1176 de 2007 10 trazan las políticas que: “buscan arrebatar la prestación de los servicios públicos a las entidades municipales 11 , donde ellos proveen el servicio de agua, e impone estos procesos de transformación empresarial”.

La Red denuncia que las políticas actuales mercantilizan el acceso 12 y suministro de agua entregándolo a las APP, empresas mixtas, operadores especializados multinacionales, desconociendo que se trata de un fin esencial del Estado, de un derecho humano fundamental y a estas no les importa la conservación de los ecosistemas y el respeto al ciclo hídrico.

Este concepto es compartido por Correa (2006) quien asegura: “La formalización y legalización neoliberal que exige la ley de servicios públicos se propone liquidar los acueductos comunitarios, profundizando la entrega del monopolio regional de la gestión del agua y del servicio a grandes empresas multinacionales (…)”

Un ejemplo concreto de cómo, poco a poco, las exigencias del modelo empresarial han afectado estos acueductos ocurre en Cachipay (Cundinamarca). Allí los usuarios sienten que, bajo la Ley 142 de 1994, perdieron su autonomía y los procesos a los que se han sometido los obligado a entrar en la lógica de la competitividad empresarial sin comprenderla. (Barahona, 2017).

Lo más grave de acuerdo con Barahona (2017) es que esto ocurre: “Olvidando sus principios de economía solidaria para entrar en una escala de rentabilidad con el pensamiento de que esto sí les proporciona organización y justificación del dinero el cual cada usuario paga por el agua consumida”.

Por ello surge una preocupación real por parte de las comunidades debido a la falta de reconocimiento por parte del Estado de su papel como actores clave en la prestación del servicio; por el contrario, los desarrollos legislativos y los planes nacionales de desarrollo tienden a arrinconarlas hasta al punto de propiciar su eventual desaparición.

Resistencia comunitaria

Pero las comunidades organizadas resisten. Moncada (2013) señala que en Colombia existen aproximadamente doce mil las organizaciones comunitarias que proveen servicios públicos domiciliarios, las cuales suministran agua potable y saneamiento básico a cerca del 40% de los pobladores rurales en el país.

Los prestadores comunitarios han sobrevivido, por años, a las reformas administrativas en las que se les desconoce y minimiza. De acuerdo con Quintana (2016) es fundamental reconocer que las estrategias de las poblaciones para acceder al agua, en coexistencia con los esquemas estatal y privado, son una manifestación de resistencia frente a las decisiones privatizadoras.

Es importante procurar conservarlos porque constituyen instituciones populares diversas, integrantes del patrimonio público nacional, por su condición socio-cultural y territorial, y por su objeto, orientado a la consecución del bien común.

La Red Nacional de Acueductos Comunitarios defiende la gestión pública y comunitaria del agua, sin ánimo de lucro, desde los valores y principios de la economía social y solidaria y rechaza, categóricamente, su entrega al mercado.

Y critican el Decreto 1898 de 2016 sobre cual arguyen: “aparentemente nos permiten existir, pero nos imponen estándares propios de prestadores empresariales 13   (…) el enfoque diferencial es usado para establecer una categorización que los reduce, a simples soluciones alternativas transitorias .

Una evidencia de ello es que a pesar de que la Superintendencia de Servicios Públicos cuenta con la delegatura para pequeños prestadores son evaluados con los estándares utilizados para los grandes prestadores.

Por ejemplo, la Superservicios firmó un programa de gestión 14 con la Junta Administradora del Barrio Clarita Botero, Acuaclarita porque no tenía actualizada la información del Registro Único de Prestadores (RUP) y la facturación. Igualmente, no cumplía con los requisitos previstos en la Resolución 375/06 de la CRA, aplicaban una tarifa única de 11 mil pesos, la concesión de aguas vencida y tenía algunas fallas técnicas encontradas en el diagnóstico hecho el 2 de marzo de 2018.

Por su parte, el Acueducto Comunitario de los barrios Unidos de Mocoa, organización autorizada con menos de 2.500 suscriptores, creada mediante la Resolución 3787/91, fue visitada por la superintendencia y encontró que no había actualizado su información en el RUP, el 30 de marzo de cada año. Asimismo tenía un pasivo debido a deudas y una cartera no recuperadas, no contaban con macro-medidores, la información financiera atrasada y había falencias en la evaluación de la calidad del agua. Todo esto sin tener en cuenta que esta pequeña asociación resistió la tragedia que azotó a Mocoa hace apenas dos años.

Por estas, entre otras razones, es fundamental insistir en que el Estado debe reconocer que los acueductos comunitarios son diferentes a los demás prestadores del servicio público del agua y que son guardianes del territorio y del agua. Las demandas de las comunidades organizadas son claras, pero el Estado –y sus diferentes gobiernos- no responden a sus demandas.

Ni tampoco toman en consideración antes de desarrollar nuevas normatividades fallos como el T-225 de 2015 15 que resaltan la labor de los acueductos rurales como proveedores de agua que permiten a las comunidades vivir en condiciones dignas.

En esa decisión la Corte insistió en que el Estado debería apoyar las iniciativas comunitarias para la creación de acueductos rurales o veredales , los cuales, por supuesto, deben tener un sistema de captación y plantas de tratamiento para asegurar que sea potable.

Y añadió que: “el apoyo de la administración no puede ser un asesoramiento técnico sino que debe traducirse en acciones concretas para que el acueducto funcione adecuadamente (…) y se elimine cualquier situación de riesgo en relación con la calidad del agua que pueda generarse en la incapacidad del acueducto de atender sus propias problemáticas”.

No obstante estos pronunciamientos jurisprudenciales, los acueductos comunitarios afrontan tratos inequitativos por lo que muchos han dilatado su legalización; otros, ya formalizados, buscan apoyo en otras organizaciones y agentes externos para cumplir con los requerimientos exigidos y mejorar su desempeño. (Depuits y Bernal).

Lecciones de otros países

Pero estos retos que afrontan los acueductos comunitarios no son exclusivos de Colombia ya que en otras latitudes hay algunos similares y otros diferentes y también fortalezas. En Ecuador, por ejemplo, la Constitución de 2008 reconoció oficialmente a los sistemas comunitarios como actores de la gobernanza del agua.

Lamentablemente, a pesar de que el artículo 318 16 de la Constitución ecuatoriana declaró el agua como un derecho fundamental e inalienable derecho humano y prohibió el manejo privado de este recurso, a favor de una modelo híbrido a través del apoyo entre lo público y lo comunitario por medio de asociaciones entre gobiernos locales y las organizaciones comunitarias para proveer el servicio del agua y saneamiento, no se ha materializado.

La Constitución ecuatoriana dispuso que estos debían trabajar mancomunadamente con actores públicos. Sin embargo, la histórica e inequitativa distribución del agua, 92% de los habitantes urbanos tienen acceso al agua potable y al saneamiento básico mientras solo el 39% de los habitantes rurales tienen agua y el 25% de saneamiento básico, que ha provocado diversos conflictos y la prevalencia de la desconfianza mutua entre las partes han impedido la consolidación del propósito buscado por la Constitución. ( Dupuits y Bernal, 2015).

África

Entre tanto una pequeña africana, de Uchira, villa del Distrito Rural de Moshi, cuenta con la organización comunitaria UWUA la cual presta el servicio del agua a través de un equipo17 profesional encargado. Esta se encarga de la operación manteniendo el suministro del agua y la recolección del dinero por parte de los suscriptores.

La propiedad comunitaria de UWUA se formaliza a través de una membresía que les permite a los miembros contribuir con el mejoramiento del servicio por medio de contribuciones en dinero o especie, con donaciones de trabajo u otras.

Si bien esta organización tiene muchos aspectos positivos, como la propiedad y participación comunitarias, una crítica al modelo es la desconexión entre la eficiente prestación del servicio y la responsabilidad por el suministro por parte de las entidades locales, pues no se especifica la responsabilidad de estas, frente a los usuarios. (Cleaver y Toner, 2006).

Entre tanto en Yemen, olvidado por muchos, además de los graves problemas políticos, la guerra, la hambruna y muerte constante de niños, otro reto que han enfrentado es el acceso al agua al nivel local.

En ese país el manejo local del agua es considerado importante y quizás el único mecanismo para atender las necesidades básicas de los más marginalizados y pobres.

En ese contexto surgió una asociación de usuarios del agua (WUAS), que funciona como unidad local de gobernanza del agua, bien reconocida y con un alto nivel de aceptación por parte de la población.

Sin embargo, esta organización dedicada a ayudar a la agricultura local y los pobladores ha enfrentado obstáculos tales como el hecho de que en el pasado un propietario privado se beneficiara de la irrigación en su operación agrícola lo cual dejó en evidencia un conflicto de interés por parte de uno de los miembros de la asociación y la inexistencia de una estructura de rendición de cuentas.

Pero a pesar de estas dificultades, la comunidad se destaca por el manejo apropiado de los recursos hídricos y la búsqueda de una forma cada vez más equitativa de acceso al agua y por intentar reforzar la ley del agua en beneficios de las comunidades más vulnerables. (Iveson y Alderwish, 2018).

Conclusiones

Después de describir que son los acueductos comunitarios y veredales, su razón de ser y establecer las diferencias con el resto de los prestadores de servicios públicos y los retos que enfrentan es importante hacer algunos aportes acerca de posibles formas de propiciar su existencia en medio de una economía social de mercado.

Estas breves reflexiones finales apuntan a proponer algunas estrategias para mejorar las condiciones en que funcionan los mismos teniendo en cuenta su importancia no solo como prestadores del servicio si no como generadores de identidad territorial y como conservadores de los recursos hídricos.

Luego de observar como la normatividad amenaza su supervivencia mientras las comunidades resisten los vientos privatizadores resulta indispensable solicitar, en un escenario ideal, en el diseño de una política pública que tenga en cuenta sus peculiaridades y la expedición de una norma especial que corresponda a sus características particulares.

Con base en esta norma o modificación de la Ley 142 de 1994 se podrían presentar documentos Conpes que aboguen por su supervivencia y la delegatura de pequeños prestadores de la Superintendencia de Servicios dispondría de una norma especial para aplicarle a ellos sin que ello signifique, por supuesto, un detrimento en materia de calidad, potabilidad y acceso del agua.

De llevarse a cabo esta modificación será más probable que muchos de los acueductos comunitarios no formalizados se animen a hacerlo sabiendo que habrá un trato diferenciado para estos.

De igual manera, se insiste en la prestación de un servicio profesional que permita dedicar un tiempo, hacer prácticas en estos proyectos comunitarios para asegurar el acceso a este recurso indispensable para la vida humana.

Por último, si Colombia no tuviera un modelo económico y planes de desarrollo enfocados en el neoliberalismo y las locomotoras mineras, cada vez mejor aceitadas, podría pensarse incluso en un Acto Legislativo que permita una reforma constitucional para garantizar al menos la existencia, por esta vía de los acueductos comunitarios, aunque lo ideal hubiera sido tener como en Ecuador un artículo que prohíba la privatización del agua y las nefastas consecuencias que esto ha tenido en países como Chile.

Referencias

Informes en línea

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http://redacueductoscomunitarios.co/documentos/observaciones-al-proyecto-de-decreto-sobre-registro-de-usuarios-del-recurso-hidrico/

http://redacueductoscomunitarios.co/sin-categoria/la-alianza-por-el-agua-para-el-departamento-del-cauca-firma-acuerdo-por-la-gestion-comunitaria-del-agua/

Jurisprudencia

C-741/03.

T-225/15.

T-245/16.

T-338/17.

Libros online

CORREA, D. (2006). Acueductos Comunitarios, Patrimonio Público y Movimientos Sociales. [en línea] disponible: https://es.scribd.com/document/59617183/Documento- completo

Rosenberg, Horst et al. (2003). Agua, ¿Mercancía o bien común?   Alikornio. Barcelona, España.

https://www.traficantes.net › libros › agua-¿mercancía-o-bien-común

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https://www.minambiente.gov.co › conpes › 2008 › Conpes_3550_2008

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www.minvivienda.gov.co › conpesagua › 3810 – 2014

Normatividad colombiana.

Constitución Política Art. 365

Ley 142 de 1994, art. 15. Numeral 4.

Ley 454 de 1998.

Ley 1151 de 2007.

Ley 1176 de 2007.

Decreto 421 de 2000.

Decreto 1714 de 2012,

Resolución 3787/91.

Decreto 1898/16.

Resolución 825/17 de la CRA.

Resolución 844/18 de la CRA.

Resolución 375/06 de la CRA.

Decreto 1575/07 (Superservicios)

Resolución conjunta 2115/07 (Superservicios)

Circular 74/08 (Superservicios)

Normatividad internacional

Constitución de Ecuador art. 318.

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Artículos de revistas en línea

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Tesis

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Notas:

1 La Corte aclaró que la noción “organizaciones autorizadas” no es asimilable a la de “comunidades organizadas” porque la primera abarca a un cúmulo de prestadores, dentro de los cuales pueden incluirse a particulares que se organicen para la prestación del servicio, pero no a través de la figura de empresa. Engloba las organizaciones de economía solidaria como las cooperativas y a otra clase de comunidades organizadas, se interpreta que estas se encuentran comprendidas dentro de la denominación “organizaciones autorizadas”.

2 De igual manera, la Corte Constitucional en sentencia T-245/16 indicó que con el fin de garantizar el derecho al agua y el servicio público de acueducto, en Colombia, existen diversos actores que pueden prestarlo.

3 Una comunidad organizada es un grupo de personas que durante años ha desarrollado proyectos políticos, económicos, espaciales o culturales y se caracterizan por su capacidad de autogestión, asociación, igualdad de derechos y deberes de sus integrantes y la participación comunitaria.

4 L a Corte Constitucional en el fallo C-741/03 analizó una demanda de constitucionalidad contra el artículo 15 de la Ley 142/94 pues el accionante consideraba que esta norma restringía las organizaciones autorizadas para la prestación de los servicios públicos y concluyó que esta ley no era contraria a los postulados previstos en la Constitución, y determinó como debían interpretarse ciertos artículos para que se entendiera constitucional.

5 El 28 de julio del 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció, de forma explícita, a través de la Resolución 64/292 , el derecho humano al agua y al saneamiento. Esta recoge el marco legal internacional que el acceso a un agua potable y a un saneamiento adecuados es esencial para la realización de todos los derechos humano.

6 En relación con la garantía del derecho humano al agua, los acueductos comunitarios están obligados, al igual que las empresas prestadoras del servicio, a garantizar un mínimo de agua para consumo humano a las personas, de acuerdo con lo dispuesto en la jurisprudencia de esta Corporación (…) pero incluso si los servicios públicos y los derechos fundamentales son garantizados por privados o asociaciones de usuarios, el Estado debe estar presente en la verificación de las formas de prestación del servicio. T-245/16.

7 Sin embargo, aclaró la Corte en la Sentencia T- 338/17 Estado es el principal obligado en torno a la satisfacción y garantía del derecho al agua (…) debe concurrir diligentemente cuando los acueductos comunitarios lo requieran (…) la existencia de acueductos comunitarios no es una forma en la que el Estado se exime de responsabilidad frente a la prestación del servicio. En estos escenarios, no asume directamente algunas de las obligaciones, pero sin lugar a dudas, debe acompañar las medidas adoptadas y, en especial, debe contribuir decididamente a la superación de las dificultades que se les presenten.

8 Según Barlow y Clarke (2004) hay tres modelos de privatización de las empresas de servicios públicos de acueducto: 1) la venta por parte de los gobiernos a empresas privadas de los servicios de tratamiento y suministro del agua pública; 2) la concesión de licencias de explotación del suministro público de agua a concesionarias que mantienen y cobran el servicio y 3) la contratación de una empresa para que gestione el servicio del agua a cambio de un precio. El modelo más aplicado en el tercer mundo es el segundo a través de sociedades público-privadas o alianzas público privadas.

9 Las instituciones financieras y las empresas de servicio a nivel mundial plasmaron la nueva estrategia mediante la creación de organismos como el Consejo Mundial del Agua , fundado en 1996 por el Banco Mundial . Este consejo tiene como fin elaborar una visión global de la gestión del agua que influya en la política internacional del recurso hídrico. Las principales plataformas de divulgación de este Consejo son los Foros Mundiales del Agua. Un brazo ejecutor de las estrategias de mercantilización del agua es Global Water Partnership (GWP) creada en 1996 por casi todos los que pertenecen al Consejo Mundial del Agua. Su principal actividad es asesorar a los gobiernos de países del sur, en el manejo práctico y las modificaciones de los marcos legales necesarios, con el fin de hacer económicamente viables las privatizaciones.

10 “La Ley 1176 de 2007 le dio vida al mecanismo de financiación con el que los municipios pueden comprometer recursos del SGP y fue utilizado por el Ministro Carrasquilla para crear en 2008, Konfigura, la empresa que gestionó y estructuró los bonos de agua” denuncia la Red.

11 “La política de transformación empresarial y la normativa que de ella se deriva bajo la estrategia de “focalización y eficiencia financiera” obliga a los municipios a delegar el manejo de los recursos públicos para agua y saneamiento básico que le corresponden por el Sistema General de Participaciones -SGP- (1), a través del compromiso de pignoración de vigencias futuras excepcionales giradas a fiducias privadas, durante tiempos prolongados que van de 5 hasta 20 años, sin posibilidad de pagar la deuda antes del plazo pactado”, denuncia la Red.

12 El 30 de septiembre de 2019 enviamos como Red Nacional de Acueductos Comunitarios nuestros comentarios y observaciones al proyecto de decreto que reglamenta parcialmente el artículo 279 “Dotación de soluciones adecuadas de agua para consumo humano y doméstico, manejo de aguas residuales y residuos sólidos en áreas urbanas de difícil gestión y en zonas rurales ” de la ley 1955 de 2019, la cual corresponde al Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”. A continuación les compartimos las observaciones enviadas.

13 La Red hace énfasis en que se les permite continuar con la prestación, pero imponiéndoles los requerimientos en materia tarifaria que se le exigen a organizaciones con ánimo de lucro ( Resoluciones 825 de 2017 y 844 de 2018 de la CRA) y respetando el apoyo decidido del Estado al sector corporativo y extractivista. Han denunciado públicamente que les exigen lo mismo que a los privados en cuanto a la concesión de aguas y que la vigilancia y control en cabeza de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios es realizada con base en los estándares tecnológicos del tratamiento del agua y de ciertas calidades del agua que están en condiciones de cumplir con facilidad las empresas y no ellos. (Decreto 1575 de 2007, Resolución Conjunta 2115 de 2007 y la Circular 74 de 2008).

14 De acuerdo con la Superservicios este mecanismo de vigilancia especial y esta herramienta permiten asegurar la prestación eficiente de los servicios públicos domiciliarios de manera continua e implementar los correctivos necesarios.

15 La corporación precisó que: “(…) los usuarios rurales encuentran, a través de la conservación y protección de lo que ellos han construido, un nivel de subsistencia digno y adecuado, en relación con las circunstancias que los rodean. De esta manera, al haber sido levantados como empeños comunitarios, familiares o vecinales, con legitimidad social y formas de organización y niveles de formalidad diversos, esos mismos ejercicios colectivos contribuyen a la articulación social y a la creación de fuertes lazos comunitarios alrededor de los mismos. Por ende, en muchos casos, estos acueductos no solo generan la prestación del servicio público de agua para sus beneficiarios, sino que también fomentan el crecimiento económico, la restauración de ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y la preservación de valores culturales y sociales de la comunidad a la que pertenecen (…) La administración municipal tiene a su cargo, en virtud de la Constitución y de las normas que la desarrollan, asistir a la comunidad a través de apoyo técnico, jurídico y financiero, para superar las falencias en la prestación del servicio, sin que la ubicación geográfica, por no hacer parte del casco urbano, sea una razón para que la administración se desentienda de lo que allí ocurra. (Subrayado propio).

16 Art. 318.- El agua es patrimonio nacional estratégico de uso público, dominio inalienable e imprescriptible del Estado, y constituye un elemento vital para la naturaleza y para la existencia de los seres humanos. Se prohíbe toda forma de privatización del agua. La gestión del agua será exclusivamente pública o comunitaria. El servicio público de saneamiento, el abastecimiento de agua potable y el riego serán prestados únicamente por personas jurídicas estatales o comunitarias. El Estado fortalecerá la gestión y funcionamiento de las iniciativas comunitarias en torno a la gestión del agua y la prestación de los servicios públicos, mediante el incentivo de alianzas entre lo público y comunitario para la prestación de servicios. El Estado, a través de la autoridad única del agua, será el responsable directo de la planificación y gestión de los recursos hídricos que se destinarán a consumo humano, riego que garantice la soberanía alimentaria, caudal ecológico y actividades productivas, en este orden de prelación. Se requerirá autorización del Estado para el aprovechamiento del agua con fines productivos por parte de los sectores público, privado y de la economía popular y solidaria, de acuerdo con la ley.

17 En esa comunidad el agua es manejada por un trabajador independiente la lleva a los grifos públicos y las conexiones privadas. El equipo incluye un director general, contadores y personas de afuera de la comunidad que tienen los conocimientos técnicos necesarios para el trabajo. Esta organización recoge dinero por intermedio de donantes para asegurar la sostenibilidad de su proyecto.

Fernanda Sánchez Jaramillo, periodista profesional, magister en relaciones internacionales.

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Nuevas tendencias del conocimiento frente a la modernidad y los dominios del saber

Nuevas tendencias del conocimiento frente a la modernidad y los dominios del saber

 

Freddy Guerra Herrera

C.I 8369512

Freddyguerrah @gmail.com

Tlf. 04141915503

 

Resumen

La producción del conocimiento está siendo transitada en medio de una crisis que cuestiona la razón y el pensamiento filosófico, liberando un debate entre lo moderno y lo posmoderno, así como otras formas de pensamiento. La vida del planeta se siente amenazada por la agresión permanente del capitalismo que ha impuesto su visión del mundo y del ser humano. Pudiera decirse que una crisis existencial del modernismo ataca la naturaleza humana. Por lo que en este artículo  está basado en la reflexión de autores reconocidos universalmente como Luis Damia, Heidegger, Berman, Morín, Nicolescu, Foucaul, Gadamer y Maffesoli, entre otros. Quienes van tejiendo la urdimbre del conocimiento en atención a otras formas de pensamiento, en función de esas nuevas tendencias en los dominios del saber, relacionadas al hombre y el nuevo arte de vivir. Con esta nueva corriente del pensamiento se han desarrollado estrategias con lo se pretende tratar al ser humano desde una perspectiva de interconexión, que le permita penetrar en estas nuevas formas de conocer. Por cuanto la realidad y sus niveles de percepción son múltiples y complejos. Y la cultura del hombre está llena de signos que la alimentan y la determinan. Por lo que el verdadero espíritu de la transdisciplinariedad va más allá de todo lo que se está haciendo. La meta camina hacia la autotransformación y la creación de un nuevo arte de vivir.

Palabras claves: Tendencias, Pensamiento, Conocimiento, Modernidad,  Dominios del Saber.

 

        

Introducción

Entramos a la sociedad del conocimiento, caracterizada por la importancia que tienen los avances científicos y tecnológicos, en todos los sectores del saber, así como en todas las grandes  decisiones entre  naciones. Se exige que el ser humano desarrolle al máximo su inteligencia y su creatividad para enfrentar los cambio y las innovaciones que exigen los nuevos tiempos.

En la mayor parte de los países, las universidades preparan las condiciones para lograr este objetivo. En Monagas así como en  el resto del país, el Estado venezolano está dando respuesta  a esta necesidad, en función del desarrollo estratégico del pueblo con el que está comprometido, en la construcción del socialismo Bolivariano y el desarrollo de una nueva ética para el servidor público, como el arte de vivir con la mayor suma de felicidad.

El Doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico, ofrecido por la Universidad Bolivariana de Venezuela, centra su enfoque en torno a los asuntos más relevantes que tienen lugar hoy el debate intelectual contemporáneo, relacionado con el conocimiento científico en todos los dominios del saber.  Con el propósito de generar procesos de reflexión en torno a la matriz epistemológica que caracteriza la racionalidad científica moderna y sus formas de expresión en el conocimiento socioeducativo.

          Estos puntos para la reflexión y discusión, han sido orientados por el orden moderno del saber y el discurso sobre la ciencia y el conocimiento científico. Además de las formas emergentes del conocimiento y los nuevos equipamientos epistemológicos en el mundo de hoy, para la gente de hoy.

 

Artículo

Voy a comenzar este artículo con una breve reflexión  de lo que a mi entender implica la modernidad, tomando en cuenta la visión de reconocidos autores, cuyo pensamiento a influido en esta era contemporánea, de la que somos protagonistas, donde la humanidad anda como confundida,  hasta  desconcertada,  ante el derrumbe y falsedad de las contradicciones y abusos de la razón.

Con  este cuestionamiento actual de la razón  va también la crisis y el debate sobre el sentido y motivo de ser de la Filosofía. Porque se sabe que en ambas, desde hace siglos, existe como un encubrimiento  y en la actualidad se dice que somos testigos de su crisis y discusión, con la necesidad de su redefinición.

Desde esta perspectiva,  el destino de la razón y la Filosofía es el destino del hombre mismo y ya en la actualidad se libra un debate entre lo moderno y posmoderno, esa lucha e indefinición respecto a la concepción del hombre y la razón, ha generado ese debate.

Esta especie de transición a la modernidad, asume como premisa el paradigma que afirma que las sociedades históricas desarrollan una larga evolución en el tiempo, que va desde una cultura tradicional hacia una cultura moderna y que esa transición se continúa con el paso desde una cultura moderna a una cultura con otras formas de pensar.

Es bueno decir, tal como lo plantea Luis Damia, que esto no se trata de cambios lineales, ni de cambios automáticos y que el paso desde un estadio de desarrollo a otro, tampoco se produce en forma continua, sino que generalmente se logra a través de saltos, retrocesos y aceleraciones del tiempo histórico.

Por lo que en la modernidad, según el filósofo Alemán Martin Heidegger (2007), asume que el porvenir reemplaza al pasado y racionaliza el juicio de la acción asociada a las personas. La modernidad entonces viene a ser, esa posibilidad política y reflexiva de cambiar las reglas del juego de la vida social.

La modernidad es también, según la pluma de este  escritor,  el conjunto de las condiciones históricas materiales que permiten pensar la emancipación conjunta de las tradiciones, las doctrinas o las ideologías heredadas, y no problematizadas por una cultura tradicional.

Se trata, según esta visión,  de un proceso de carácter global de una realidad y características distintas a las precedentes etapas históricas, en la que lo económico, lo social, lo político y lo cultural se interrelacionan, se integran y avanzan a ritmos desiguales, hasta terminar por configurar la moderna sociedad burguesa, el capitalismo y una nueva forma de organización política.

De ahí que culturalmente, la modernidad es caracterizada por formas de conocimiento  asociadas al capital y a los aparatos administrativos del Estado, lo que el filósofo Alemán Jurgen  Habermas, (2008). Desde su discurso,  describe como una creciente racionalización del mundo. Pero que filosóficamente, la modernidad implica, según el pensamiento de Michel Foucault, (1981). La emergencia de la noción del hombre como fundamento de todo conocimiento del mundo, separado de lo natural y lo divino.

Tengo entendido, que estas tendencias más recientes, ha traído grandes consecuencias que implican un diálogo abierto con todos los saberes. Esta tendencia supera las expectativas de la modernidad y se vincula como el movimiento de la postmodernidad. En este movimiento, la ciencia al igual que el resto de los saberes culturales, buscan la verdad.     Lo que hace pensar, que no podemos hoy invalidar ningún conocimiento. Al contrario, más bien procurar entender las  semejanzas que hay entre todas las formas del saber.

Pero como todo momento histórico tiene sus sombras y sus luces, voy a referirme a las luces o aportes culturales que la modernidad nos ha dejado como herencia y que le ha dado fuerza a estas ideas,  por sus logros  fundamentales, entre los que destacan los grandes descubrimientos científicos, la industrialización de la producción y su consecuente alteración demográfica y urbanística, que  originó  la consolidación de Estados Nacionales, aparecen los medios masivos de comunicación, la imprenta, se desarrollan los movimientos sociales y políticos, entre otros grandes logros.

La participación  en la constitución de un mercado mundial capitalista. La racionalidad a la par de los avances tecnológicos y científicos, contribuyó a delinear el espejismo del progreso ilimitado como respuesta a los múltiples interrogantes de la humanidad.

Sin embargo, como lo dicen expertos en el tema, la sociedad global ha ido  presenciando el derrumbe de los avances de la modernidad, precisamente por lo que está aconteciendo en el clima cultural contemporáneo, como  los ataques a los ideales revolucionarios,  guerras mundiales, el holocausto, la proliferación nuclear y la acentuación de la marginalidad.

Debo agregar, que en la actualidad, la concepción sobre el hombre y la razón, sobre la historia y el conocimiento en general, han sido trastocados, alterados de tal suerte que, ha entrado en escena el claro debate  entre la modernidad y otras formas de pensar.

Sin embargo, debo  plantear lo que a juicio de muchos expertos han dado por llamar crisis del pensamiento moderno y que la cultura del siglo XX tiene como uno de sus ejes principales; me refiero al discurso de la crisis de la modernidad.

Este decadente modelo de dominación mundial llamado Modernidad, tiene radicada su crisis en la imposición,  de una tendencia cultural dominante originada  en Occidente que actúan alterando, transformando y destruyendo las culturas y sociedades del mal llamado tercer Mundo,  imponiendo cambios en las economías y la institucionalidad de los países pobres y terminando con la diversidad cultural y social de los pueblos.

Esta radicalización de la modernidad se desarrolla en el mundo uniformando a todos los países con una misma cultura, con los mismos valores, con el mismo consumo, pero al mismo tiempo produciendo la exclusión y marginación, de la mayor parte de la humanidad, que no tiene la tecnología más moderna, que no puede competir en el mercado mundial, condenándolas a la miseria, el desamparo y el hambre.

Como nunca antes en la historia universal, la imposición sin contrapeso de un proyecto uniforme y globalizante, amenaza con tanta violencia la existencia misma de la vida sobre el planeta.

Esta misma sociedad, en medio de esta crisis de la modernidad se vio con la legitimidad de imponer su visión del mundo y del hombre como única alternativa ante la agresión permanente del capital internacional, que en definitiva, no fue capaz de escapar a la lógica de la dominación, no fue capaz de reconocer la enorme riqueza, que contienen las múltiples cosmovisiones de los pueblos y naciones pobres del planeta.

Es aquí donde uno se pregunta ¿Qué pudiera estar pasando con los nuevos horizontes epistémicos? Porque algo se debe estar moviendo en el ambiente cultural contemporáneo, sobre todo aquello que pudiera estar estimulando otras formas de pensamiento.

Ante este planteamiento, hay que ser sincero en decir que una confusión existencial pudiera estar  atacando  al ser humano y creo que ese es el signo de lo que pudiera estar  pasando en este momento.

Como ha dicho el filósofo y escritor estadounidense Marshal Berman, (2000).  Este otro modo de pensar es una parádoja, porque es la unión en la desunión,  lo que nos arroja a la vorágine de la permanente desintegración y renovación, de lucha y contradicción, de la ambigüedad y la angustia.

El hombre actual ha perdido el sentido de lo grave, es un sujeto receptivo y pasivo de información, que le invade hasta lo íntimo y que permanece envuelto en relaciones superficiales con sus semejantes y con las cosas.

Existe un descrecimiento sobre lo público, sobre lo colectivo y sobre el compromiso social y humano. Es evidente, que en la actualidad se da una confusión existencial del ser humano, porque de alguna manera, ya no se reconocen valores últimos. Existe diversidad de juegos de lenguajes, existen variados paradigmas que fragmentan la realidad.  Y esto es un síntoma de que otro modo de pensar está surgiendo, como repuesta a lo que pasa en este tiempo cultural que nos ha tocado vivir.

Ahora, podemos apreciar lo interesante de este nuevo pensamiento que viene emergiendo, haciendo suyo las nociones de complejidad y de transdiciplinariedad en tiempo real, cuando los procesos de integración del saber están teniendo lugar, como resultado del desarrollo de la ciencia y la técnica, y la necesidad de una nueva forma de pensamiento que garantice la existencia de nuestro Planeta Tierra y  la humanidad,  encontrando respuesta en los procesos inter, multi y transdiscipliarios.

Al respecto se ha escrito mucho y se continúa escribiendo, incluyendo la búsqueda de conceptos que viabilicen la transdisciplinariedad, pues predomina una formación disciplinaria, tanto en la investigación como en las demás áreas del saber.

Algunos autores, de referencia, como el filósofo y sociólogo francés Edgar Morín, (1994). Conciben la transdisciplinariedad  como una visión del mundo que busca ubicar al hombre y a la humanidad en el centro de nuestra reflexión, y desarrollar una concepción integradora del conocimiento.

Esta nueva corriente de pensamiento ha desarrollado tres pilares fundamentales como son: los niveles de realidad, la lógica del tercero incluido y la complejidad, a partir de lo cual, Morín pretende fundar una metodología que aborde la cuestión humana y del conocimiento desde una perspectiva de interconexión.  Teniendo  presente que una visión totalizadora y completa de lo humano y del conocimiento son imposibles, dada la incertidumbre y la incompletud fundamental que caracteriza a estos  fenómenos.

Por supuesto, se requiere  según  Morin,(1994).  De un necesario aval cultural para poder integrar los saberes, y así acercarse con más profundidad a la verdad. Por eso los fundamentos filosóficos, por su aprehensión cosmovisiva, contribuyen a la integralidad de estos cambios, a la articulación de saberes, los cuales son insoslayables para poder penetrar con profundidad en estas nuevas formas de conocer.

Citando al reconocido Físico Rumano, Basarab Nicolescu,(1996). La visión transdisciplinaria es una perspectiva que propone considerar una realidad multidimensional estructurada en múltiples niveles, que sustituya la visión de una realidad unidimensional del pensamiento clásico.

Según este autor, los diferentes niveles de comprensión resultan de la interpretación armoniosa del conocimiento de diversos niveles de realidad y de los diferentes niveles de percepción. Pero, la realidad y sus niveles de percepción son múltiples y complejos.

La realidad es una unidad abierta que engloba al sujeto, al objeto y a lo sagrado, que serían tres facetas de una sola y misma realidad. Porque para  Nicolescu,(1996). La realidad reducida al sujeto destruyó a las sociedades tradicionales; la realidad reducida al objeto conduce a los sistemas totalitarios, y la realidad reducida a lo sagrado conduce a los fanatismos e integrismos religiosos.

En definitiva, la transdisciplinariedad para Nicolescu,(1996). Es vista como una actitud que implica un cambio espiritual equivalente a una conversión del alma. Y para tener acceso a esta cualidad, implica romper con la creencia de que la totalidad se limita a la realidad sensible que vemos y percibimos con nuestros sentidos, además  de evitar el lenguaje de la comodidad, y romper con un modo de vida  convencional.

Otro autor que  persiguió la génesis del sujeto moderno, en la base de nuestro saber actual fue el Filósofo e Historiador Francés, Michel Foucault, (1987). Dándonos a conocer los pliegues de su epísteme moderna. Con una visión arqueológica y genealógica del conocimiento, como nueva racionalidad, nos muestra que su arqueología de las ciencias humanas, describe el momento histórico de la emergencia del hombre, así como anuncia su pronto y esperado hundimiento.

Este método arqueológico, utilizado por Foucault, (1987). Señala que el código de la cultura sólo nos es accesible a través del estudio del lenguaje y de los discursos. Se trata de un método discursivo. Es el discurso el que conforma los objetos de las ciencias. Y la experiencia de orden es una experiencia en que las cosas son puestas en la claridad de la palabra.

La arqueología del saber asigna un lugar interior al sujeto que habla desde un discurso, mientras los individuos siguen creyéndose soberanos de unos derechos y poseedores de unas libertades que la sociedad reprime.

Con esta misma racionalidad, Michel Foucault, en Las Palabras y Las Cosas, (1981).  Nos pasea por un circuito genealógico cuyo objetivo es ubicar las diferentes etapas evolutivas de los signos y del saber, hasta llegar a la sacralización de los mismos. En su planteamiento se recoge la idea de un hombre que es y se hace a través del lenguaje.

La cultura donde ese hombre está inmerso está impregnada por signos que la alimentan y la determinan. Cada una de las cosas que rodea al hombre y todo lo que existe dentro y fuera de él tiene nombre y significado.

En concreto, aquello que constituye la cultura con la cual se identifica el hombre, es nombrado. Todo significa algo y ese algo se convierte en mediador entre el sujeto y su mundo. Dentro de este marco referencial Foucault, (1987). Nos hace entender que el lenguaje no tiene otro lugar que no sea la representación.

Vemos como la aplicación al contexto, basta a menudo, para advertir sí una palabra es significativa de una realidad o si la describe en su sentido. Como podemos apreciar, para Foucault, el mundo está constituido por signos. Son esos signos los que el mismo hombre tiene que traducir para poder conocer, para acceder al saber.

Desde esta lógica de sentido, el hombre está sometido a la realización de un ejercicio constante de interpretación. Esta práctica comienza por las palabras, las cuales tiene que llegar a descifrar para capturar lo que ellas quieren decir.

De hecho, es una búsqueda continua la que inicia todo aquel que quiera saber lo que dicen los signos, lo que denotan los significantes. Ciertamente, lo que realmente se plantea es una labor hermenéutica.

Entendiéndose como hermenéutica, el proceso mediante el cual se pueden descifrar los signos para buscar la semejanza en lo semejante;  razonamiento manejado muy bien por  Gadamer, (2004). Cuando hace suyo el carácter hermenéutico del conocimiento, frente a estas nuevas formas de conocer.

Este  método hermenéutico o exégesis es también el rescate del sentido oculto, la reconstrucción del lenguaje descifrable que oculta, el poder decir otra cosa de lo que se dice en la palabra, que tiene una pluralidad de sentidos. Interpretándonos a nosotros mismos, cuando la interpretación es siempre algo inacabado.

Además, que para poder interpretar hay que conocer las palabras y los contextos de uso. Dice Foucault,(1987).  Que  la lengua no es caprichosa, obedece a un orden de palabras y signos que representan las cosas mediante las cuales el mundo está conformado y estructurado. Esa es la importancia capital del lenguaje.   

En este orden de ideas,  interesa mostrar la argumentación desconstructiva de un pensador importante en la actualidad, como es Michel Maffesoli, que nos propone pensar el mundo desde una lógica argumentativa distinta, a la que ha denominado “de la razón sensible” y que implica un tipo de aprehensión poético-científico del mundo, haciendo suya la experiencia del proceder estético.

Este Sociólogo Francés Michel Maffesoli,(1997). Defiende un modelo de sociedad postmoderna donde se diluyen los valores centrales de la racionalidad y la propia idea de democracia, por saturación y desgaste de los paradigmas previos.

Surgen, pues, condiciones para una nueva dimensión de reacomodo en un mundo pluricultural de individuos que tienden a alcanzar la plenitud emotiva de acuerdo con un nomadismo cultural de los individuos y la formación de nuevos complementos sociales,  a modo de nuevas tribus, donde la tecnología, en especial Internet, aparece como una respuesta para el encuentro planetario de las nuevas formas de comunidad.

La razón, como ley suprema, está, a juicio de Maffesoli, (1997) en plena regresión. La razón y los valores modernos del progreso estarían ocultando otras formas de plenitud social, basadas en el arraigo emotivo a lo cercano y la apertura comunicativa con realidades geográficas lejanas, pero emotiva y simbólicamente próximas.

Aparece aquí una nueva razón social, la razón sensible, o naturaleza emocional de los lazos sociales. La sociabilidad nace a través de los sentidos, del hedonismo, del disfrute del tiempo, de la ética relativa de la estética, de la proyección orgánica del individuo sobre su entorno como instancia volitiva de elección y comunicación.

En esencia, Maffesoli, (1997).  Contrapone lo que entiende como matrices de la postmodernidad a las relaciones regladas por la racionalidad. En su paradigma postmoderno aflora lo invisible del individuo, la razón interna  la mística negada por el reduccionismo racionalista.

La proyección mediática de Maffesoli y el carácter intuitivo de muchas de sus propuestas, marcan puntos de heterodoxia para la comunidad científica. El pensamiento parece liberado de la realidad compleja del planeta y se proyecta a modo de utopía socioemotiva, con una espontaneidad auto organisativa de la sociedad compleja y de un sincretismo policultural que va hacia la preocupación ecológica como centro del nuevo paradigma.

El verdadero espíritu de la transdisciplinariedad va más allá de todo lo que prácticamente se está haciendo hasta el presente: su meta o ideal no consiste sólo en la unidad del conocimiento, que es considerada como un medio, sino que camina hacia la autotransformación y hacia la creación de un nuevo arte de vivir. Por ello, la actitud transdisciplinar implica la puesta en práctica de una nueva visión.

            Levantada esta información con la que   hemos  reflexionado, sobre un tema tan amplio y  debatido como  la Modernidad, frente a nuevas tendencias del pensamiento, quisiera expresar mi criterio, como  doctorante, orientado hacia el rescate y replanteamiento del discurso moderno.

Porque considero que las ideas de la modernidad en el caso particular de sociedades como la nuestra, deben  ser revisadas, esto significa que, la modernidad debe de ser superada pero no cancelada.

En pocas palabras, el hombre de nuestras latitudes debe rescatar lo mejor y  eliminar lo peor, los errores a que condujo la modernidad en otros países y regiones. No se trata de resistencia, oposición o indiferencia ante el discurso moderno de pensadores, algunos referidos    en este artículo,  sino de su replanteamiento y rescate en lo que a sus formas de pensamiento se refiere, con una conciencia  que el hombre y su razón, el conocimiento y la historia, juegan otro papel en estos  últimos tiempos.

Posiblemente, las corrientes filosóficas actuales son y representan un claro ejemplo del replanteamiento y búsquedas,  de lo mejor del discurso que heredamos de la modernidad y que actualmente se analiza y debate desde  nuevas perspectivas.

Necesitamos por lo tanto, la construcción de una Filosofía para el inicio de una nueva época, en que se termine la confusión y crisis existencial del ser humano a través de su desenmascaramiento, del hallazgo y conocimiento auténtico de su identidad.

Así, llegamos a la conclusión, más no al final del tema, porque el problema fundamental contemporáneo no es el descrédito de las ideologías y la crisis de la diversidad de corrientes de pensamiento; Ni lo es tampoco la formación de nuevos bloques y mercados mundiales, formados por el imperialismo capitalista, en el que unos cuantos países se disputan la hegemonía económica y política.

Tampoco  es lo relativo a los grandes conflictos políticos y bélicos que mundial o regionalmente se enquistan y trascienden y mucho menos lo es el referido a las implicaciones de los grandes y asombrosos inventos y descubrimientos que la ciencia y la técnica nos está aceleradamente proporcionando.

No, en estos tiempos de cambio, el problema fundamental del hombre contemporáneo, es el de las contradicciones y confusión existencial de su ser mismo. Es el problema de su naturaleza, de su cultura y valores.

La idea predominante en la actualidad es que todo significa y tiene un sentido y que por lo tanto, ese objeto, sujeto, hecho, acto, fenómeno o proceso, no es sólo susceptible de explicaciones sino también de interpretaciones y reflexiones. He aquí la gran importancia del análisis y rescate que se pude hacer de la modernidad por un lado y del discurso posmoderno por otro.

Se hace entonces necesario, vislumbrar la posibilidad de la construcción de una propia y auténtica filosofía, la superación del debate de la modernidad, frente a la llamada posmodernidad y de la confusión existencial del ser, a partir de la redimensión de lo vernáculo y el renuevo moderno a partir de lo nuestro. Lo cual equivale a sentar las bases de un nuevo paradigma, que responda a nuestra cultura y formas de pensamiento, con originalidad y enfocado hacia un desarrollo estratégico.

 

Referencia Bibliográficas

 

Martin Heider, ¿Qué se Significa Pensar?, Temas pensamiento ontológico, Alemania,  2007.

Marshall Berman, Todo lo Solido se Desvanece, la experiencia de la modernidad, Academia Edu, 2000.

Edgar Morin. Introducción al Pensamiento  Complejo, Editorial Godisa, Paris 1994.

Basarab Nicolescu, La Transdisciplinariedad, Manifiesto, Rumanía, 1996.

Michel Foucaul, La Libertad y la Verdad, Traducción castellana, Barcelona 1987

Michel Foucaul, Las Palabras y las Cosas, Barcelona, 1981.

Gadamer, La Hermeneutica Filosófica, Revista Electrónica cinética,  N 24,

Febrero-Julio 2004.

Michel Maffesoli, La Razón Sensible,  Una  visión intuitiva del mundo contemporáneo, 1997.

Autor: Freddy Javier Guerra Herrera

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América Latina: clases de democracia

América Latina: clases de democracia

Juan Carlos Miranda Arroyo

¿Cómo conciben las comunidades escolares la coyuntura política que se vive en México y en América Latina?

¿Cuál es la percepción que tienen los estudiantes (niños, niñas y jóvenes) cuando se habla en la escuela, en los medios de comunicación convencionales o en las redes sociales digitales sobre una “democracia participativa” o una “democracia representativa”; o de un “golpe de Estado” o una “desestabilización política y económica”? ¿Los procesos sociales en América Latina (incluido por supuesto lo que sucede en nuestro país) tienen algún significado para nuestros estudiantes? Sería interesante gestionar una encuesta mediante un cuestionario, dirigido tanto a las y los estudiantes como a las y los docentes y directivos escolares, para indagar acerca de sus opiniones y conocimientos al respecto.

Mientras tanto, los hechos recientes acontecidos en Ecuador: una prominente revuelta callejera, debido al incremento de las tarifas de combustible o al retiro del subsidio público hacia los combustibles; las protestas en varias ciudades de Chile casi por las mismas razones, que trajo como consecuencia la dimisión del gabinete del presidente Piñera, y la posibilidad de crear una nueva Constitución Política; el triunfo del neoperonismo en las recientes elecciones constitucionales en Argentina; la libertad del ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, luego de más de un año de reclusión; o el conflicto poselectoral que tuvo lugar hace unos días en Bolivia y que derivó, lamentablemente, en un golpe de Estado, con la participación de militares, contra el gobierno de Evo Morales.

Clases de democracia: Todos estos acontecimientos, sucesos, fenómenos y procesos significativos, históricos, para el conjunto de los pueblos que integramos la región latinoamericana. Sería interesante que los docentes de Primaria y Secundaria, así como de las materias especializadas en los procesos políticos, económicos, sociales y culturales voltearan la mirada hacia los análisis y los registros de hechos de la coyuntura actual, para enriquecer los conocimientos, las estrategias de enseñanza y aprendizaje, así como los procesos de construcción de la conciencia social en las aulas.

¿Cómo conciben las comunidades escolares la coyuntura política que se vive en México y en América Latina? Precisamente, la semana pasada, el presidente López Obrador hablaba acerca de las intentonas, subterráneas o abiertas, encubiertas o cínicas, en nuestro país, para promover la desestabilización política interna. Aunque se refirió de manera sutil, al rememorar hechos del pasado, a los efectos negativos o adversos que traería consigo un golpe de Estado. Sin embargo, el mandatario afirmó que “en México no existen las condiciones para que se cometa un atropello de tal magnitud” como sucedió en nuestro país al iniciar el siglo XX.

Interesante reflexión la que deja el presidente de México, porque un atropello así iría en contra de las instituciones establecidas; sería una violación a lo establecido por la Constitución Política, y nos colocaría en el sentido contrario a lo que expresó la mayoría de la sociedad mexicana, democráticamente, en las urnas en julio de 2018. Ojalá que las tentaciones desestabilizadoras queden desechadas y que los actores políticos (con y sin partidos) se den a la tarea de contender abiertamente en los espacios de la política, por las vías democráticas.

El sistema de partidos y los derechos políticos que tenemos los ciudadanos en México (los eventuales candidatos sin partido), otorgan la posibilidad de participar de manera directa y abierta en los procesos electorales; por lo tanto, el régimen de Estado de derecho que tanto ha costado construir a nuestra nación, es el marco que nos da la posibilidad de ejercer tales derechos. Esas son las clases de democracia que habremos de consolidar con las jóvenes generaciones. Justamente para que jamás se repitan estos atentados a la democracia, tan lejanos y tan cercanos a la vez de nuestros países latinoamericanos.

Considero que la más importante inversión que podemos hacer como país, es destinar recursos para fortalecer la formación de las y los docentes, a efecto de enriquecer la preparación de las niñas, los niños y los jóvenes, no solamente en habilidades y destrezas útiles para la vida en el trabajo (saber cómo), sino también que dediquemos más energías a la formación cívica, ética y orientada a la participación social responsable (saber qué y para qué).

Con ello podremos asegurar una vida democrática y evitaremos, cada vez con mayor rigor, la vulnerabilidad de nuestra independencia y soberanía nacionales. Justamente así lo escribí ayer por la mañana: América Latina: Ahí donde la OEA mete la mano y se asume como un poder supranacional, es donde se debilitan las soberanías y las precarias democracias locales.

La educación, entonces, no sólo es una palanca para el desarrollo económico, sino también una plataforma para reivindicar la política, la democracia y la soberanía del país en un entorno de paz y de resolución consensuada de las controversias.

jcmqro3@yahoo.com

Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo

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