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Hacer de los entornos escolares lugares para la infancia, seguros y sanos

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

El Seminario de Movilidad e Infancia promueve una PNL para hacer de las ciuadades entornos seguros para la salud de la infancia (y de toda la población)

El impulso de los caminos escolares o de entornos urbanos que la infancia pueda utilizar, cada vez son menos novedosos. El peso del bienestar de las y los menores poco a poco va aumentando en las maneras de mirar y entender la ciudad.

Dentro de esta lógica se desarrollan decenas de iniciativas, más o menos grandes, que pretenden que niñas y niños tengan formas seguras y fáciles de ir al colegio o al instituto sin tener que lidiar con decenas de coches, con la polución o con el ruido. Una de ellas sale directamente del Seminario Movilidad e Infancia, un organismo en el que es posible encontrar desde pediatras a urbanistas, familias o asociaciones que luchan por el uso peatonal de la ciudad. Además, cuenta con el apoyo del CENEAM, Centro Nacional de Educación Ambiental, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.

Durante meses han estado trabajando en el seno del seminario para la redacción de una Proposición No de Ley que quieren presentar cuando haya un gobierno que no esté en funciones. La PNL busca la conversión de los entornos escolares en áreas de protección de la salud de la infancia.

«La idea surge de Verónica Martínez», comenta Mireia Gascón, investigadora del ISGlobal, una de las entidades que forman el Seminario. Martínez es arquitecta y foma parte de la asociación A pie, una organización de viandantes que pelea por el papel de estos en la ciudad.

Martínez aclara que la idea de la PNL se la dio un amigo y exdiputado en el Congreso por Podemos. En el Seminario del año pasado uno de los grupos de trabajo tenía que pensar en el modo de llegar a los partidos y es entonces cuando ella pone sobre la mesa la idea de la proposición no de ley. «Es una declaración de intenciones, un primer paso» con el que poner negro sobre blanco algunos de los principios que rigen el Seminario.

En los últimos meses y años muchas iniciativas, públicas y privadas, han trabajado en una dirección parecida. Desde las ‘super manzanas’ de Barcelona, o el proyecto del anterior ejecutivo municipal de Madrid bajo el nombre de Madrid de los Cuidados que auspició un estudio sobre patios escolares, zonas cercanas a los centros, etc. para conocer el acceso de la infancia a posibilidades de juego y paseo por la ciudad. Por supuesto, el trabajo que durante años se ha realizado en Pontevedra para que las personas fueran ganando espacio y usos a las vías públicas.

Las razones son variadas. Desde cuestiones relativas a la salud pública y su mejora por vía de la disminución de la contaminación atmosférica provocada por los vehículos (privados, fundamentalmente) o el fomento del uso de la bicicleta por la ciudad, o de la contaminación acústica, también causada en las ciudades por el tráfico rodado, pasando por el fomento de la autonomía y la responsabilidad de niñas y niños al caminar, sin adultos, desde sus casas hasta el centro educativo.

Con la PNL el Seminario pretende que el Gobierno central anime a las administraciones autonómicas y locales a que adopten medidas relativas a los centros educativos y sus alrededores, planificación urbanística y zonificación escolar. Pero, como comenta Gascón «los municipios pueden avanzar». Muchas de las medidas que recoge el documento tienen relación con políticas locales, «pero es interesante que haya una estrategia nacional de movilidad y urbanismo. Si se quiere, se puede empezar», asegura la investigadora.

Martínez constata, como tanta otra gente, cómo ha cambiado mucho en los últimos años el uso de la ciudad, con un aumento de la movilidad en vehículo privado, con una menor presencia de menores en las calles. Y esa constante sensación de peligro que tienen las familias. Una sensación que contrasta con las cifras. Los peligros de la infancia no están tanto en la calle. De hecho parte de su labor pasa por hablar con las familias en proyectos de caminos escolares y «hacerles recordar cómo hacían su camino al colegio». Habla de la mayor autoestima y responsabilidad por parte de niños y niñas, de cómo construyen sus relaciones con los otros y con el espacio gracias a este gesto.

«Hay que educarlos (a los menores) para que ganen autonomía en los desplazamientos, para vivir la ciudad» y  comenta cómo, cuando llegan a la secundaria y no saben ir al instituto solos. «Error nuestro por no dejarles ir solos antes»

Medidas

En total se plantean 10 medidas que pasarían por la supresión de la zona de aparcamiento en los centros educativos que la tuvieran y su conversión en zonas de juego; reservar un espacio dentro o cerca del colegio o instituto para aparcar bicicletas, patines o patinetes, así como el que se planten arboles en los patios escolares para «que proporcionen sombra, frescor y color a estos espacios, mejoren la calidad del aire y amortigüen el ruido».

A esto habría que añadir la reducción del tráfico en las inmediaciones de los centros educativos, así como el cumplimiento de las diferentes normativas viarias a la entrada y salida de los colegios o promover la movilidad peatonal o ciclista en sus entornos.

En cuanto a medidas urbanísticas, la PNL apuesta porque se tengan en cuenta estos temas en la planificación para que así se fomenten medidas para crear entornos escolares seguros y saludables. También que se contemple, en los planes de movilidad de la ciudad, la reducción del tráfico rodado en sus inmediaciones o que se estudie la medida de limitar la velocidad en la ciudad a 30 Km/h.

La última de las medidas habla de que se tenga en cuenta la cercanía del centro educativa al hogar y la reversión de la zona única de escolarización «que tan negativamente influye en el incremento de desplazamientos motorizados diarios».

Para Gascón, las administraciones locales deberían hacer «que el coche sienta que no es bienvenido en la ciudad». Esto pasaría, en propuestas del ISGlobal, por la reducción del tráfico en la ciudad. En un reciente documento que han publicado recomiendan la eliminación del 50% de coches en Barcelona como uno de los puntos. Esto pasaría, claro, por una apuesta decidida por el transporte público, su mejora y aumento, por ejemplo.

A la PNL se une en estos días la publicación por parte de la Agencia Española de Pediatría de un documento en el que se recogen las diferentes evidencias científicas sobre el efecto de ir al centro educativo en bicicleta o caminando. La idea era que tanto docentes, como familias o personas interesadas tuvieran a mano este conocimiento. Todo ello dentro de la campaña de la propia Agencia para fomentar que las y los menores caminen al centro educativo y que ha estado desarrollando eta primavera algunos proyectos piloto en la ciudad de Cartagena.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/09/17/hacer-de-los-entornos-escolares-lugares-para-la-infancia-seguros-y-sanos/

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El migrante y su niña ahogados: el mundo necesita profesores sensibles

Por: Carlos Aldana

Dialogar sobre tantos problemas y sufrimientos en el mundo debiera constituir nuestra herramienta pedagógica más poderosa para comprender, incluso, nuestra propia realidad.

Óscar Martínez y Valeria Martínez. Así se llamaba el salvadoreño que murió ahogado en junio del 2019, junto a su pequeña hija Valeria, de un año y 11 meses, en el intento por llegar a Estados Unidos. El drama mundial en una foto. La migración forzada por condiciones económicas, políticas y sociales que niegan la dignidad a millones en todos los continentes.

El mundo necesita profesores sensibles a esta y otras realidades. Esto significa que no prevalezca en las aulas la indiferencia y el silencio frente a la injusticia global. No es solo lo que sufre el vecino, o lo que vive mi familia, o lo que pasa en nuestra comunidad o en nuestro país. Es el mundo, en general, el que nos muestra sufrimiento humano en todas sus formas. Las y los profesores no podemos “hacerle el juego” a las estructuras y sistemas, tampoco a sus personajes, abandonando el interés y la preocupación por lo que le sucede a seres humanos de otros lugares que padecen de negaciones, de abusos, de exclusión. Óscar y Valeria son la muestra más palpable de que las sociedades humanas no están bien.

Profesores sensibles debiera ser la consigna para una pedagogía de la vida y de la dignidad. Eso empieza por el interés real y genuino por las problemáticas que tienen lugar en el presente. Este interés deberá convertirse en una actitud contagiosa hacia el alumnado, mediante un esfuerzo curricular por tener presente a la realidad. Como diría el asesinado jesuita y académico Ignacio Ellacuría: “La realidad es la primera asignatura”. Tenerla en la mirada, en la voz, pero también en los esfuerzos de planificación y ejecución didácticas constituye una manera de convertir la sensibilidad en opción pedagógica y política. El sistema no puede negarnos esta sensibilidad, aunque sí puede imbuirnos, mediante la pasividad cotidiana, en la indiferencia que nos aleja –como comunidad de aprendientes– de los problemas en el contexto.

La sensibilidad de los profesores no se aprende en un taller o una conferencia; pueden ayudar, por supuesto. La primera llamada a una sensibilidad que movilice a los profesores y profesoras del mundo a comprender y sentir la necesidad de transformarlo, va a nacer de la propia actitud personal. Necesitamos dejar a un lado la pedagogía y la didáctica para también ponerle atención a la política, a la sociología, a las informaciones más cercanas a las realidades locales. Necesitamos, como profesorado, intercambiar y conectarnos con colegas de otras realidades y descubrir lo que sucede más allá de nuestro propio entorno.

Así, la sensibilidad enriquecida por las vías de las emociones y de la comprensión cognitiva de la realidad, va a convertirse –más allá del esfuerzo curricular y didáctico– en un talante, en un modo de ser y de interactuar con nuestros estudiantes. Dialogar sobre tantos problemas y sufrimientos en el mundo debiera constituir nuestra herramienta pedagógica más poderosa para comprender, incluso, nuestra propia realidad.

En América Latina todavía hay movimientos de estudiantes y profesores que lanzan la voz de alarma y que nos despiertan del letargo ideológico y pedagógico. Es urgente que cuidemos que la imposición de modelos, conceptos y visiones educativas –casi todas dirigidas a la tecnocracia, la tecnología y el consumismo– no nos robe la capacidad de sentir la realidad y educar desde ella.

Necesitamos profesores sensibles porque solo así la escuela puede ser el lugar en el que confluyan intereses, solidaridades y sentimientos a favor de los otros. ¿Para qué necesitamos una educación ciudadana que no tenga como punto de partida la empatía, el “ponernos en los zapatos” de individuos, comunidades y pueblos enteros que sufren en eldial presente? Sentir que los problemas humanos no nos son ajenos ni lejanos puede ser la pauta para hacer de la educación un camino hacia la solidaridad. Esa que moviliza, que arrastra, que empuja.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/09/17/el-migrante-y-su-nina-ahogados-el-mundo-necesita-profesores-sensibles/

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La educación en Brasil (II): La protesta

Por: Jaume Carbonell

Por la defensa de la jubilación (de las pensiones) y de la escuela pública; y contra la privatización y la censura. Y por muchas más cosas.

Asisto a la jornada de protesta del 13 de agosto de Gravataí, un municipio de Rio Grande du Sul. El paro docente y las manifestaciones se extienden por medio país. En Gravataí unos 300 estudiantes de secundaria, que también han convocado esta jornada en defensa de la educación pública, marchan a primera hora de la mañana, bajo una enorme pancarta. “No mates nuestro futuro”. Gritan consignas contra la reforma de las pensiones y los recortes en la educación pública y a favor del colectivo docente: “El profesor es mi amigo, se metió con él, se metió conmigo”. Jair Bolsonaro siempre está en el foco de las críticas: “Quiero estudiar para ser inteligente, porque de burro ya basta con el presidente”

A partir de las 14 horas, empieza la concentración final en Porto Alegre, la capital gaucha, frente al palacio del gobernador. La convoca, entre otras organizaciones, CPERS, el sindicato de los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza estatal. Junto al profesorado están los estudiantes y otros sectores del funcionariado y de la clase trabajadora. Se suceden los discursos y las consignas. Hay un relato general coincidente: la educación no está en venta y merece respeto; y una exigencia muy concreta: la defensa de las pensiones públicas y la oposición a cualquier reforma.

Uno de los manifestantes me explica las razones: “Quien sale ganando con la reforma de la Seguridad Social son los bancos… La jubilación deja de ser un derecho de todos y pasa a ser un negocio lucrativo para pocos”. Una mujer se añade a la conversación: “Esto se debe a la política neoliberal de Leite [el gobernador del Estado] y de Bolsonaro, que quieren cargarse las políticas sociales que tanto habían avanzado durante los gobiernos del PT [Partido de los Trabajadores] de Lula da Silva y Dilma Rousseff. Se las quieren cargar de golpe, dejando que las empresas y el gran capital entren a saco en la educación y en otros servicios sociales”.

Los discursos se prolongan durante horas, en este y en otro punto de la ciudad, mientras se aguanta estoicamente el frío invernal. Hay quien aprovecha el tiempo para repartir folletos y periódicos, mientras los vendedores ambulantes hacen su agosto. Varias personas portan la pegatina pidiendo la libertad de Lula y otras recuerdan en sus camisetas a la concejala de izquierdas de Rio de Janeiro, Marielle Franco, asesinada a golpe de metralleta cuando salía de una reunión con colectivos de mujeres negras; aún no se ha averiguado quiénes dieron la orden.

Más adelante, al cabo de casi cuatro horas, cuando ya oscurece, y la manifestación ha crecido –20.000 personas según la organización–, mi retina se fija en la leyenda de un par de pancartas: “Escola sem mordaça”; y “Escola sem censura”. Se trata de un movimiento que apuesta por el pensamiento crítico, el pluralismo y la libertad de expresión, frente a la amenaza de amordazarla por parte del nuevo gobierno de extrema derecha con el proyecto “Escola sem partido”. Una iniciativa cuyo objetivo es prohibir en las aulas la exposición o debate de cualquier tema socialmente comprometido e, incluso, de cualquier tópico social pegado a la realidad, instando a los propios estudiantes y a las familias a denunciar cualquier tipo de intervención docente que se mueva en esta dirección.

El proyecto de ley gubernamental trata de regular, precisamente, esta mordaza ideológica en los proyectos pedagógicos, contenidos, materiales didácticos y evaluaciones. La semana anterior, precisamente, un profesor fue expulsado de su centro privado donde trabajaba debido a las quejas y presiones de un sector de padres por haber proyectado y comentado un vídeo sobre los diversos sistemas de seguridad del país.

Esta ofensiva reaccionaria en educación y en el conjunto de ámbitos sociales y culturales cuenta con una sólida mayoría en la Cámara de Diputados del país. Popularmente se conoce como la bancada de las tres b. La primera es la “bala”, que integra a las fuerzas armadas, policía y milicias que actúan sin control. La segunda es “boi” –buey en portugués–, y se refiere a la bancada vinculada a los grandes ganaderos y terratenientes. Su protagonismo es bien conocido en los numerosos incendios en la Amazonía, a quienes el fuego les sirve para ocupar legal o ilegalmente territorios protegidos para la extensión de sus pastos, la extracción de minerales o la construcción de macroinfrastructuras, siempre en perjuicio de la población indígena y de la preservación del planeta. La resistencia indígena y de organizaciones medioambientales se ha cebado con diversos asesinatos en el transcurso de los últimos años. Pero ya se sabe que dentro del gobierno Bolsonaro se niega el calentamiento global y, por eso, los controles contra incendios se han flexibilizado extraordinariamente. Y la tercera b es la “Biblia”, se identifica únicamente con la religión evangélica, uno de los inventos históricos más eficaces –la cosa viene de Ronald Reagan, que puso mucho dinero– para combatir la Teología de la Liberación. Antaño triunfó en Centroamérica –sobre todo en Guatemala y El Salvador– y hoy campa a sus anchas en Brasil, con una fuerte incidencia en las clases populares, con un crecimiento de seguidores espectacular. Con grandes dosis de demagogia y una puesta en escena muy teatral y musical –con gospel a toda pastilla–, con reparto de comida, confesiones públicas y exposición de milagros, se convierte en un show espiritual –a veces llega al éxtasis– que teje fuertes vínculos y llena templos con miles de fieles. En el hotel, cuando pulsas la televisión, empiezan a aparecer canales y canales evangélicos. Actualmente, cuentan con 600 emisoras de radio y 23 televisiones. Bolsonaro antes de las elecciones se hizo evangélico.

Y, finalmente, no hay que olvidar la firme alianza que se establece con otros grupos a la hora de emprender las políticas neoliberales para adelgazar el Estado y expandir el empresariado dentro de la educación. Entro ellos, destaca la Fundación Lemann, en alusión a Jorge Paulo Lemann, el hombre más rico del país, que a través de esta fundación “sin ánimo de lucro” se propone “formar líderes para resolver problemas del desarrollo social del país.” Con frecuencia, las salidas de tono y las excentricidades de Bolsonaro ocultan el bosque, la madeja de poderosos intereses que se ocultan en su interior.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2019/09/18/la-educacion-en-brasil-ii-la-protesta/

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Uno de cada diez docentes del sistema público catalán ya ocupa una ‘plaza perfilada’

Por: Víctor Saura 

El educación pública catalana cuenta con 72.535 docentes, de los cuales 6.989 (9,6%) ocupan lo que se conoce como un «puesto de trabajo específico con perfil profesional vinculado al proyecto educativo de centro». En Barcelona, este porcentaje es todavía superior: de una plantilla total de 9.254 hay 1.419 (15,3%) con una ‘plaza perfilada’.

Las críticas de los sindicatos de docentes (los cuales nunca pierden ninguna ocasión para pedir la retirada del decreto de plantillas), no consiguen evitar que el sistema de contratación de personal docente que puso en marcha la consellera Irene Rigau en 2014 incremente su cuota cada año que pasa, porque cada vez son más las direcciones que piden un perfil concreto cuando se produce una baja en su centro. De acuerdo con las cifras facilitadas la semana pasada por el Departamento de Educación (durante las dos presentaciones que se hicieron del curso 2019/20), los lugares específicas en perfiles docentes ya son 6.989 en toda Cataluña, un 12,6% más que el curso anterior. En el caso de Barcelona son 1.419, lo que representa un incremento del 17% respecto del curso 2018/19.

«No todo el mundo sirve para todo, y lo que nosotros pretendemos es que nuestros maestros y profesores, en función de lo que han aprendido a lo largo de la vida, tengan el mejor perfil posible para ocupar un puesto de trabajo determinado; hay una serie de puestos de trabajo que van muy asociados a los proyectos educativos de centro y que les dan mucha fuerza, es un tema que claramente nos creemos para dar la mejor respuesta al alumno que está en una escuela o instituto concreto» , explicó en rueda de prensa Josep González-Cambray, presidente del Consorcio de Barcelona y director general de Centros Públicos. «Desde el Departamento -añadió González-Cambray- lo que hacemos es facilitar que esto pueda pasar porque estamos del todo convencidos de que es positivo para el alumnado. Y una vez facilitamos la herramienta lo que hacemos también es velar para que esta selección de personal que se ha hecho sea lo más transparente posible».

Esta tendencia al alza se puede seguir incrementando en los próximos años, ya que el decreto de plantillas establece que las direcciones pueden llegar a perfilar hasta el 50% de las plazas de su centro. Con diferentes matices, los sindicatos de la enseñanza pública han expresado reiteradamente su rechazo a este sistema de provisión de plantillas, al que han acusado casi de todos los males: han dicho que fomenta la arbitrariedad, el control ideológico, la endogamia y el amiguismo; genera pérdida de confianza y de pluralidad; desmotiva las plantillas; no garantiza los principios de igualdad, mérito y capacidad; crea rivalidades entre maestros y perjudica su salud laboral; es discriminatorio; atenta contra la libertad de cátedra; no tiene ningún efecto positivo en la calidad de la educación, etc. En su día, la USTEC impugnó el decreto ante la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC, y en consecuencia hace un año anunció su decisión de no participar en la comisión de seguimiento de este decreto.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/09/16/uno-de-cada-diez-docentes-del-sistema-publico-catalan-ya-ocupa-una-plaza-perfilada/

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La insostenible levedad escolar con los ODS

Por: Carmelo Marcén 

Si la escuela permanece adormecida, resignada, ante el mundo exterior, no es escuela, sino un lugar por el que se pasa; de ahí su levedad.

El silencio veraniego desaparece de las aulas. Ahora las llenan personas con intereses diversos, portan con ellas tanto esperanzas como rutinas: unas antiguas mientras que otras quieren ser nuevas. El inicio de curso tiene algo, o bastante, de renovación, pero una buena parte de las novedades de septiembre, en forma de ilusionantes compromisos, no siempre se consolidan. Curso tras curso las lecciones van y vienen; en ocasiones para quedarse definitivamente. Unas las traen los libros mientras que otras surgen del interés de los implicados en el hecho educativo: profesorado y alumnado, administraciones y familias.

Las lecciones potencian capacidades cuando se produce una alianza entre el profesorado y el alumnado, tal que se encuentra utilidad a los aprendizajes, más todavía cuando estos se experimentan de alguna forma en la vida. El resto de lo enseñado, útil o no, se olvidará o se guardará en la memoria; una buena parte desaparecerá una vez se haya esfumado el estímulo, limitado muchas veces a complacer a quienes enseñan y así obtener una buena nota.

La escuela debe ser ya el escenario de lo deseable para la vida, donde se comparta experiencia y búsqueda, pero también el lugar en el que se cuestionen definitivamente bastantes abstracciones con poco recorrido, como no sea para justificar las materias curriculares. Si la escuela permanece adormecida, resignada, ante el mundo exterior, no es escuela, sino un lugar por el que se pasa; de ahí su levedad. Para vigorizarse debería recoger más y mejor la trama de la vida y dejarse de contenidos curriculares poco útiles. Pero no puede hacerlo por sí sola; necesita el comprometido impulso de las autoridades educativas, junto con el incentivo y el acompañamiento de la sociedad que la sostiene. Lo logrará cuando se haga visible su entidad entre la vorágine diaria del entramado político y social, tan alejado de los intereses de quienes aprenden y enseñan. También le iría bien asomarse a los medios de comunicación, tan despreocupados de la escuela de la vida, aunque incorporen noticias de actualidad. Ambos espacios, política y medios de comunicación, contribuyen a sostener la levedad social frente a la escuela comprometida.

La vida es global, se construye en interacción personal y colectiva con el mundo exterior. De esa relación surgen los temas de interés, que podrían ser los del trabajo escolar. Cuando en todo el mundo gente se revuelve ante la crisis global que padece el planeta, solo cabe que la educación emerja como escenario múltiple y diverso, tanto en la educación informal o no formal como en las escuelas. Por desgracia, la mayoría de estas permanecen calladas o levemente alerta, ocupadas en el estricto cumplimiento de los mandatos curriculares, muy vigilados por los departamentos de Educación respectivos, que ni siquiera atienden a las demandas de la imprescindible gestión ambiental que les formulan desde sus centros.

En esto, como en casi todo lo que tiene interés educativo y social, es mejor ver el vaso medio lleno. Si bien no faltan escuelas que vierten en el suyo sostenibilidad y compromisos, habrá que inundar más vasos y, además, evitar que las aguas se estanquen. Por eso, el recipiente, que en este caso se llama enseñanza y aprendizaje, deberá tener la boca ancha para permitir evaporaciones que impregnen el ambiente y acoger nuevos caudales, cargados de materias renovadoras.

Lo deseable para el futuro debe impulsar la vida cotidiana escolar; la escuela y la vida han de estar en sintonía. Hoy son más valiosas escuelas ecosociales, bien sea por convicción ante los desafíos del futuro o, si se quiere, por necesidad.

Resulta que los gobiernos de los estados han firmado los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y están empezando a construir sus Agendas 2030. Sin embargo, no hemos oído que consideren que el alumnado que transita por la enseñanza primaria y secundaria deba cambiar sus estilos de aprendizaje y preparar sus capacidades de cara a ese año 2030 en el que se hará el primer balance de los cambios consolidados; cuando serán actores principales de vida. ¡Asombroso!, pero cierto.

Si no se puede construir un Pacto educativo de verdad, habrá que intentar y conseguir, al menos, una coalición sobre un programa educacional, entre todos los actores políticos y educativos, que impulse permanentemente los ODS en la enseñanza obligatoria y postobligatoria, igualmente en la educación no formal e informal.

La sostenibilidad social y ecológica es una necesidad de hoy para mañana. No se puede leer lo que pasa en el mundo con los aprendizajes tradicionales; son necesarios nuevos escenarios de búsqueda de capacidades personales y colectivas. La necesaria rebelión educativa consiste en encontrar una utilidad manifiesta del hecho educativo a partir de la lectura crítica de lo que pasa en el mundo cercano o lejano, que invite al compromiso y a la participación, sin olvidar la rigurosa gestión ambiental de las instalaciones escolares. ¡Basta ya de complacencias marcadas en la aproximación a “lo verde”!, por más que estas estén sostenidas por un buen hacer profesional.

Todo esto es, más que nada, una invitación a cambiar el futuro; al menos a empezar a verlo de otra manera.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/09/13/la-insostenible-levedad-escolar-con-los-ods/

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¿Servicio público o escuela pública?

Por: Jaume Martínez Bonafé

La escuela pública es de todos y todas y para todos y todas, y eso significa gestión directa, hablar cara a cara familias, profesorado y gestores de lo público, para diseñar un modo de democracia escolar participativo y recuperar el debate sobre el sentido profundo emancipatorio de la educación.

El servicio público de la educación abre las puertas nuevamente. Se inicia el curso, y una vez más saltan a la palestra de nuestra conciencia crítica los derechos adquiridos en el largo proceso de luchas populares por la inclusión educativa: que las desigualdades socioeconómicas y culturales de origen sean compensadas por el proyecto educativo del país o que, al menos, la escuela no sea un aparato de reproducción de esas desigualdades.

El recorrido de los Movimientos de Renovación Pedagógica y otros movimientos sociales, sindicales, vecinales, ciudadanos y políticos fueron materializando un estatus jurídico que cristalizó en un sistema de derechos y deberes que en educación se concretan en la oferta de un servicio público de educación que debería garantizar la posibilidad y la voluntad emancipadora intentando detener a través de la educación la reproducción de las desigualdades de origen. Ese era el discurso.

Pero la garantía del derecho a la educación desde el servicio público no es suficiente en el combate contra la desigualdad. La oferta privada, y especialmente la oferta privada confesional, sigue gozando de privilegios en los recursos, las instalaciones o los mecanismos de selección del alumnado. Los curricula, academicistas, separados de la experiencia cotidiana, fragmentados, basados en una epistemología elitista, androcéntrica y colonial, en nada facilitan que el conocimiento se convierta en una herramienta emancipadora. La formación del profesorado olvidó los referentes fundamentales de la renovación pedagógica para sostenerse sobre un concepto de innovación educativa tecnológico, disciplinar y vaciado de cualquier tipo de compromiso social.

Y las familias se han instalado en una perspectiva clientelista sobre la escuela, de la que solo demandan resultados con valor de cambio. Por otra parte, las llamadas fuerzas progresistas con voluntad política para la gestión del Estado, desunidas y sin diálogo verdadero sobre el sentido político de la educación, gestionan más de lo mismo y, en el mejor de los casos, intentan corregir las desigualdades económicas que gestionó la derecha, pero sin un sentido transformador del concepto de educación y de escuela. (No tienen ustedes más que mirar qué se premia como innovación o qué se entiende como apoyo económico a la inclusión).

Por ese camino no hay escuela pública, porque la escuela pública es de todos y todas y para todos y todas, y eso significa gestión directa, hablar cara a cara familias, profesorado y gestores de lo público, para diseñar un modo de democracia escolar participativo y recuperar el debate sobre el sentido profundo, radicalmente emancipatorio de la educación. Por tanto, escuela pública significa también una revisión en profundidad de los currícula vigentes para fomentar saberes de responsabilidad, armonía, compromiso social y equilibrio con la Naturaleza. En una reciente conferencia Boaventura de Sousa Santos animaba a los estudiantes a formarse como rebeldes competentes. Quizá también el profesorado podríamos iniciar ese camino de rebeldía competente, es el camino hacia la escuela pública.

Estamos en los primeros días, tenemos todo el curso por delante. Pero hay que estar en el camino. De lo contrario, tal como está el ciclo reaccionario global en el que vivimos, puede que, un día, ni escuela pública ni servicio público de educación.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/09/12/servicio-publico-o-escuela-publica/

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Estos son los riesgos de no querer asumir la educación sexual de nuestros hijos

Por: Olga Carmona

Si no lo haces, aprenderá de Internet o del listillo de su grupo de amigos, ¿te atreves?

¿Sabe usted lo que es el gagging y el “porno de venganza”? En un par de líneas se lo voy a resumir: nuevas formas de maltratar a las mujeres a través, en este caso, de una sexualidad distorsionada y profundamente machista.

El gagging consiste básicamente en llegar a generar arcadas y casi el vómito a una mujer mediante una felación, y ese estado físico tan desagradable previo a vomitar produce placer en quien lo está provocando. El porno de venganza, ni es porno, ni es venganza. Es castigo a las mujeres por salirse del rol pasivo que la sociedad nos ha otorgado y ser sexualmente activas. Consiste en difundir fotos y vídeos íntimos a fin de humillar, atentar contra su dignidad e incluso como últimamente hemos visto, contra su vida.

Mónica Alario Gavilán, investigadora de la Universidad Juan Carlos (URJC). indica que la media de edad en la que se consume por primera vez pornografía a través de internet es de 11 años, un acceso a la sexualidad por lo tanto desposeído de cualquier afectividad y donde se cosifica a la mujer.  La pornografía, hecha mayoritariamente por hombres y para hombres, es el machismo sin filtros, donde todo vale puesto que es el lugar más allá del límite, donde es posible hacer realidad las fantasías más misóginas y ejercer el dominio absoluto sobre el otro, en cuerpo y alma.

La sociedad lo consume y lo interioriza como “normal” y por supuesto, después lo demanda, como si esa fuera la realidad, como si las mujeres deseásemos ser violadas, humilladas, abusadas, usadas, simulando la actitud que replica a la de una muñeca. Se nos ha otorgado la voz, pero pasiva. Ellos ostentan la activa. En el sexo… también. Cito solamente algunos de los síntomas de una sociedad que ha normalizado el maltrato y el machismo también o sobre todo en la esfera de la sexualidad, porque como decía Gail Dines, “en el porno, el hombre hace el odio a la mujer”.

Nuestros hijos e hijas tienen acceso a la red, a través de los móviles, tablets, etc., son consumidores de YouTube, siguen a los “influencers”. Y no importa si tú has logrado tenerlos a una presunta distancia de seguridad de todo esto, sus colegas se lo van a contar o a mostrar. No podemos caer en la ingenuidad de pensar que podemos salvarles de todo y de todos.

La industria del porno mueve ingentes cantidades de dinero y no está dispuesta a quedarse sin clientes. Por ejemplo, una agencia de seguridad llamada Check Point ha descubierto que en 60 aplicaciones de Google Play aparecen anuncios de contenido pornográfico.

Algunos investigadores ya le han puesto nombre a este fenómeno de proporciones generacionales: La Triple A Engine: Accesibilidad – Asequibilidad- Anonimato.

No queda más alternativa que educar, educar mientras se pueda, mientras nos escuchen y seamos referentes confiables para ellos. Crear vínculos sólidos, de confianza y respeto mutuo, que funcionen como amplificadores de nuestra influencia educativa y les sirvan de escudo protector.

Educamos en tiempos difíciles, donde no tenemos referentes a los que acudir, ni estudios longitudinales que arrojen algo de luz sobre las nuevas demandas que la sociedad actual nos plantea. Nuestros hijos e hijas viven en un mundo digitalizado, veloz y sin filtros. Por ello, es más urgente, más imprescindible que nunca educar en una sexualidad libre, sana y realista, desprovista de los dicotómicos roles de siempre “macho-puta”, del maltrato y humillación que propone el porno, pero también realista, genuina, que de una vez y para siempre elimine la idea de sexo idílico y perfecto, principesco y virginal donde todo fluye sin problemas arrullado por música de violines.

Hay que hablar a nuestros hijos de que la sexualidad no es genitalidad, es afecto, es confianza, es comunicación y es respeto para el otro y para uno mismo.

Decirles que tampoco es un “regalo” que ellas tienen reservado al mejor postor, ni un mérito o trofeo para ellos que también son presa de una masculinidad torpe, competitiva y machista que les condiciona a no salirse del patrón sin el riesgo de ser “sospechosos de poca hombría”.

Tenemos una responsabilidad ineludible para con nuestros hijos e hijas. Pero, para poder transmitir una visión de la sexualidad sana y equilibrada para con ambos géneros, primero tendremos que revisar cuántas de esas creencias tóxicas nos corren por las venas, porque fuimos educados como si fueran verdades incuestionables. No se trata de lo que les dices, sino de lo que realmente crees porque eso es lo que vas a transmitir en todo momento y sin darte, muchas veces, ni cuenta: con comentarios aparentemente inocuos, con juicios de valor acerca de otros u otras y su forma de vivir la sexualidad, con pequeñas ironías o chistes… :

El papá que se siente orgulloso de que su hijo sea un machito…pero le preocupa que su “princesa” se acueste con más de uno o dos…

La mamá que “sacraliza” el sexo y transmite a la hija que “no se lo dé” a nadie que “no lo merezca”.

El silencio incómodo que se produce cuando alguno de nuestros hijos hace preguntas explícitas, demandando información de la que cree la fuente más fidedigna.

Los comentarios machistas sobre la ropa, el maquillaje, la hora de llegada, el número de amigos, o el “no, si a mí no me importa, pero qué van a pensar de ti”.

El “debes hacerte respetar” como si el respeto estuviera localizado entre las piernas.

Y desde luego puedes y debes decirle a tu hija y también a tu hijo:

Puedes y debes elegir cómo, cuándo, dónde, con quién y de qué manera. Puedes tomar la iniciativa.

Puedes negarte.

Puedes cambiar de opinión en cualquier momento.

Eres dueño de tu sexualidad, no de la de los demás. Ese es el lugar donde se ubica el respeto.

Resulta curioso comprobar lo obsesivos que podemos llegar a ser los padres a la hora de educar en aspectos como los modales, la higiene, la comida, las calificaciones académicas… dando todo tipo de explicaciones una y otra vez, mientras que por este tema, muchos pasan de puntillas o a lo sumo les hablan del sexo en términos “reproductivos”, aludiendo a la parte de utilidad biológica y esquilmándole al placer su función, por vergüenza.

Si tú no asumes la educación sexual de tus hijos, te los educará internet o el amigo listillo del grupo.

No se trata de censura moral, sino de salud mental y desarrollo sexo-afectivo, porque desligar la afectividad del sexo es tan contraproducente como encerrarlo en la caja de lo que “no se habla” de lo que “no existe”, desvirtuarlo hacia alguno de sus enfermizos extremos, o dejar que te lo eduque una sociedad enferma dispuesta a mercantilizarlo todo, que necesita nuevos “clientes” para poder seguir vendiendo su basura y muy interesada en seguir perpetuando la lacra del machismo, la violencia y la dominación de unos por otros.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/03/mamas_papas/1559559053_821599.html

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