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Venezuela: La furia del hechicero y la venganza de Roger Casement

La furia del hechicero y la venganza de Roger Casement
Días pasados Mario Vargas Llosa descargó otra de sus habituales diatribas sobre los gobiernos y líderes progresistas y de izquierda de Latinoamérica. [1] Pero en esta oportunidad dio un paso más y no se privó de atacar también a los electorados que, según su peculiar visión, al elegir a gobiernos “populistas” optan por la barbarie y el atraso de la tribu en lugar de disfrutar las mieles de la civilización capitalista. El novelista está furioso porque algunos países de Latinoamérica no parecen dispuestos a querer avanzar por el sendero neoliberal que él les viene proponiendo desde hace tanto tiempo.Como no podía ser de otro modo objeto preferente de su ojeriza es el gobierno de Nicolás Maduro. Desde el confort y el lujo de la deliciosa Marbella descerraja sus disparos contra Diosdado Cabello, quien le pidió a su gente que “recurran al trueque para desterrar del país de una vez por todas la moneda imperialista.” El novelista abunda en el asunto y denuncia tarde lo que el gobierno bolivariano viene denunciando hace años: que como parte de la guerra económica que Washington le declaró a Venezuela las mafias vinculadas a los capos del imperio se apoderan de cuanto bolívar circula en el mercado, se los llevan a Colombia y dejan a la población sin circulante para hacer sus compras.

Esto no es producto de la lógica del mercado sino una perversa artimaña destinada a fomentar el malhumor social y potenciar el descontento con el gobierno, apostando a que estas penurias provocarán la tan esperada insurrección popular que ponga fin al gobierno de Maduro. En otras palabras: planificar el caos económico y social y sentarse a esperar que maduren las condiciones para la revuelta popular.

Pero el señalamiento de Vargas Llosa se detiene, no por obra del azar o el descuido, en el engañoso mundo de las apariencias dado que omite identificar las causas que originan la desaparición del circulante y los objetivos que la Casa Blanca persigue con esta maniobra. Oculta a sabiendas que esta operación es una de las vigas maestras de las “guerras de quinta generación” (también llamadas “guerras híbridas”) que lleva a la práctica el imperio. [2] Guerras que ya no se libran con armas convencionales sino por medio de la conquista de las mentes y los corazones de los pueblos, sembrando el caos, promoviendo el odio y la ira, incentivando el temor y canalizando todas estas frustraciones hacia el gobierno que Estados Unidos desea destruir. En suma: ganar una guerra sin disparar una sola bala y confiando en la eficacia de la “artillería del pensamiento”, como advirtiera Hugo Chávez.

El diagnóstico del novelista es categórico: “lo que ha hecho con Venezuela el ‘socialismo del siglo XXI’ es uno de los peores cataclismos de la historia.” Puede ser, porque lo ha reconocido el propio gobierno bolivariano. Pero no basta con constatar un crimen de lesa humanidad: hay que investigar quién es el culpable, el autor intelectual y el agente material responsable de esta situación. Recordemos: no fueron también cataclismos los que ocasionó Estados Unidos en Irak, en Libia, en Siria, antes en Chile, Nicaragua, Haití, República Dominicana, Granada y por supuesto en Vietnam y en Indonesia, Camboya, Laos como antes lo produjeron los ataques de la Alemania nazi en Francia, Italia e Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial.

Todos los países víctimas de una agresión sufren terribles penurias, pero nadie en su sano juicio puede culpar a los agredidos por sus padecimientos. Al escritor no se le puede escapar el hecho de que Venezuela es víctima de una guerra de una crueldad infinita, que se ha cobrado miles de muertos por el bloqueo en el suministro de alimentos y medicamentos por lo que debe enfrentar una situación humanitaria de extrema gravedad. [3] Pero ¿desde cuándo la responsabilidad de esta tragedia recae sobre la víctima y no sobre los hampones, amigos y protectores de Vargas Llosa, que son los que perpetran el crimen de la guerra?

En la alucinada visión del novelista Estados Unidos es exaltado como la indiscutible vanguardia de la civilización, y por lo tanto incapaz de hacer el mal. Éste lo hacen los malos gobiernos que eligen los incorregibles latinoamericanos y nada debe culparse a Washington por nuestros infortunios. Al idealizar a Estados Unidos el escritor barre bajo la alfombra a una sociedad alienada y alienante que cada semana produce un asesinato colectivo perpetrado por un humanoide que «oye voces» que le ordenan entrar a una iglesia, una escuela, un hospital o una cafetería y disparar a mansalva: o un veterano desquiciado en las guerras de Irak, Siria o Afganistán, o un drogadicto enloquecido deseoso de vengarse de una sociedad que lo redujo a tan desgraciada condición. Nada de esto dice el locuaz y prolífico escritor.

También obvia la existencia de 50 millones de estadounidenses que viven bajo la línea de la pobreza y los otros tantos que están apenas por encima y que comen cuando pueden gracias a las “food stamps”; o la de los poco más de 550.000 «homeless» diseminados a lo largo y a lo ancho de todo el país; o la del 25 por ciento de la población de Estados Unidos que no tiene asistencia médica alguna o que la tiene en grado insuficiente. [4] Esto para ni hablar de una «civilización» que perpetró los dos mayores atentados terroristas de la historia de la humanidad al reducir en instantes a cenizas a más de doscientas mil personas inocentes cuyo único delito había sido vivir en Hiroshima y Nagasaki.

Incapaz de controlar el sesgo ideológico que tanto lo ofusca el autor de Conversación en la Catedral clama por los “cuatro millones de venezolanos” que han huido del país, pero cierra beatíficamente sus ojos ante los ocho millones de desplazados en Colombia, oficialmente reconocidos por las autoridades de ese país. Cuatro millones (suponiendo que sean cuatro) que huyen de Venezuela es una catástrofe; ocho millones que abandonan los campos colombianos es un agradable paseo que no despierta el menor reproche en el rencoroso escritor. Peor aún, en su desbocada iracundia se congratula de que Chile “progrese a pasos de gigante” al igual que en “Colombia, donde la democracia funciona y parece hacer avances pese a todas las deficiencias del llamado ‘proceso de paz’.” Es obvio que el novelista extravía por completo el rumbo cuando abandona el terreno de la ficción -en el que se mueve con indiscutible maestría- y pretende instalarse como un cronista objetivo y profundo de su época. Para su desazón hay que decir que en este terreno es apenas un diletante.

Por ejemplo, se escandaliza de las “gigantescas fortunas” fugadas por la dirigencia chavista sin aportar, como ocurre invariablemente en sus frecuentes libelos, un solo dato concreto o una sola fuente objetiva sobre la cual apoyar sus denuncias. Pero seré solidario con él y le ofreceré una información que seguramente le será de utilidad: bajo el gobierno de su admirado amigo Mauricio Macri fugaron de la Argentina, entre el 1º de Enero del 2016 y el 30 de Junio de 2019, la friolera de 70.200 millones de dólares, a razón de 54 millones de dólares día a día, incluyendo sábados, domingos y “fiestas de guardar.” Son datos oficiales del Banco Central. Pero como se trata de un amigo el novelista seguramente se llamará a silencio ante este descomunal saqueo. Prefiere fantasear con el dinero que los chavistas habrían fugado de Venezuela y no meter sus narices en los delitos cometidos por sus amigos y auspiciantes.

En su nota prosigue con sus difamaciones: centenares de presos políticos en Venezuela, torturas sistemáticas, cuerpos represivos que se multiplican, “impopularidad del régimen”, “asesinatos a mansalva”, sometimiento vía terror y siguen las letanías. Pero, ¿está hablando de Colombia, donde cada semana desaparecen, torturan o matan a tres o cuatro militantes sociales? ¡No! Habla de Venezuela, poniendo su exquisita pluma de escritor de ficciones al servicio de los más sórdidos intereses de las clases dominantes de Estados Unidos y América Latina. Y se permite agredir también a nuestra Cuba, heroico país que ha soportado con un alarde de patriotismo y estoicismo admirables sesenta años ininterrumpidos de agresiones norteamericanas. Pero el autor de La Casa Verde pasa por alto esa nimiedad y se permite describir a Cuba como un país “que se ha quedado fuera de la historia.” Sangra por su aún entreabierta herida porque quien se quedó fuera de la historia fue él, postergando para siempre sus sueños de ser presidente del Perú. Sus compatriotas le propinaron una derrota humillante a manos de Alberto Fujimori en la elección presidencial de 1990. Después de ese masivo repudio tuvo que optar por la ciudadanía española. ¡Y pese a ello tiene la desfachatez de decir que Cuba se quedó fuera de la historia!

Es obvio que lo propio de este novelista no es el ensayo sino la ficción. Si muchos de sus personajes volvieran a vivir (pienso en el entrañable irlandés Roger Casement, héroe de El Sueño del Celta) seguramente lo increparían sin piedad por su cinismo y por su deshonestidad al poner en sus bocas palabras y discursos anticapitalistas y antiimperialistas que luego desprecia y denigra cuando abandona sus ficciones y se dedica a comentar lo que ocurre en el mundo real. Por ejemplo, en este mismo artículo le reprocha a argentinas y argentinos por su “locura furiosa” expresada en las elecciones primarias del 11 de Agosto que se tradujeron en una categórica derrota de su amigo Mauricio. “Yo pienso” –dice el escritor- “que el llamado ‘gradualismo’, el empeño del equipo de Macri en no exigir más sacrificios a un pueblo extenuado por los desmanes de los Kirchner” fue el causante de la derrota. Es obvio que Vargas Llosa no tiene la menor idea de lo que ha ocurrido en la Argentina.

Sólo un ignorante, o una persona desalmada, puede “exigir más sacrificios” a un pueblo que gracias a las políticas que él propone con tanto ahínco ha sido empobrecido, hambreado, desinformado y confundido por la propaganda oficial, abrumado por aumentos escalofriantes en las tarifas de los servicios públicos, por la escalada inflacionaria, crecientemente desempleado, con miles de pequeñas y medianas empresas cerradas, con el consumo cayendo en picada, con brutales recortes en los programas de salud y educación y con un país que se convirtió en un festival de endeudamiento y fuga de divisas. Y no sólo eso: el escritor se permite asegurar que el gobierno de su amigo, el que tomó por asalto y saqueó a la Argentina es “probablemente el más competente y honrado que ha tenido el país en mucho tiempo.” Ni honrado ni competente, sino todo lo contrario, don Mario. Y si tiene tiempo venga a la Argentina y converse con gente real, de carne y hueso, no las momias con las que alterna cuando nos visita, y compruebe por usted mismo si todavía se les puede exigir que hagan más sacrificios. Sobre todo para que los ricachones que nos gobiernan sigan abultando sus fortunas de manera escandalosa. [5]

Termina usted su balance de esta penosa marcha desde la supuesta civilización a la barbarie refiriéndose a los gobiernos de Nicaragua, Bolivia y México. La verdad: nada nuevo. Reproduce sin el brillo que su pluma exhibe en sus novelas las mentiras y “posverdades” que elaboran sin cesar sus amigos en Washington y reproduce la peonada intelectual y política que el imperio apaña y mantiene en estas latitudes. Fulmina a Ortega, a Evo y a López Obrador sin aportar un solo dato, sin la menor especificación del contexto, sin situar históricamente las luchas de esos gobiernos sometidos por siglos a la opresión imperialista. Lo hace confiado en el hechizo de su prosa. Pero no basta. Acusa con impudicia a Evo de pretender eternizarse en el poder, habiendo sido de lejos el mejor presidente de toda la historia de Bolivia y construido la economía más sana y dinámica de Nuestra América. Nada de eso le importa. Esa “eternización” es maligna, dice, pero no así la de su compadre Felipe González o la de su mentora ideológica y política Margaret Thatcher. En estos casos sus prolongadas permanencias en el gobierno fueron síntoma de virtud republicana. [6] Lo que es bueno en un europeo es malo cuando lo hace un indio, un mulato o un obrero. No hace falta ser un psicólogo para percibir el racismo subyacente a aquella denuncia.

No le va mejor a AMLO, que también cae bajo el rayo de su inquina: “prosiguen los asesinatos de periodistas y mujeres a un ritmo aterrador”, afirma, y su “populismo comienza a carcomer una economía que, pese a la corrupción del gobierno anterior, parecía bien orientada.” Los asesinatos de periodistas y los feminicidios comenzaron con los gobiernos que precedieron a López Obrador y que Vargas Llosa apoyó con todas sus fuerzas, ¿o se le olvidó ese detalle? Y eso de que la «economía parecía bien orientada” es un certificado oficial de ignorancia en lo más elemental de la ciencia y la historia económicas. Charlatanería pura, como la que exalta las “democraduras” de Piñera y Duque en Chile y Colombia. En Chile, país con el mayor endeudamiento per cápita América Latina producto de la privatización de casi todo, incluida el agua, y en donde según un estudio de la prestigiosa Fundación Sol de ese país “más de la mitad de los trabajadores asalariados no puede sacar a una familia promedio de la pobreza” y cuya población se ha resignado a ser gobernada por los ricachones y sus representantes políticos y ya no se molesta en ir a votar. Ese es el modelo a imitar, según el escritor, pese que es uno de los países más desiguales del mundo, comparable a la de Rwanda. [7]

Y el otro modelo es nada menos que Colombia, país sometido al flagelo de una interminable matazón que no cesa y que no provoca el menor gesto de compasión del imperturbable novelista hispano-peruano, que debería avergonzarse de ello. Lo mismo cuando todavía se pregunta si “el gigante brasileño comenzará el retorno a la barbarie”. ¡Teléfono, don Mario! No se enteró que Jair Bolsonaro preside Brasil y que la barbarie ya está instalada en el Palacio del Planalto. Bolsonaro le declaró la guerra a la cultura, prohibió la “ideología de género”, condena a las escuelas formadoras de ciudadanos, a la naturaleza misma, siendo el principal autor intelectual y político del gigantesco incendio que se está devorando partes de la Amazonía. ¿No son suficientemente bárbaras todas estas iniciativas? No lee los diarios, no explora lo que dicen las redes sociales (no la de sus amigos, que le pintan un mundo beatífico que, aparentemente, usted toma por cierto). ¿No sabe que hubo un “golpe blando” en Brasil y que terminó con el gobierno legal y legítimo de Dilma Rousseff y que sus verdugos fueron dos bandidos, Michel Temer y Eduardo Cunha que ahora están en la cárcel por ladrones. También lo está Lula, pese a que en el juicio el juez Sergio Moro dijo que no tenía pruebas de la corrupción de Lula pero que estaba convencido que había robado un departamento. ¿No le suena a despotismo monárquico todo esto? Tal vez no porque el polémico rey emérito de España, Juan Carlos, le confirió un título de nobleza y lo hizo Marqués. Pero, ¿le parece un gesto civilizatorio regresar a la época de la Inquisición en donde un cura enviaba a la hoguera a una mujer porque también él, como el juez Moro, estaba convencido que la víctima era una bruja que se había entregado gozosa a la concuspicencia de Satanás? ¿No sabía que Moro, dilecto alumno de los programas de “buenas prácticas” que organiza el gobierno de Estados Unidos, fue premiado por Bolsonaro por encarcelar a Lula designándolo nada menos que Ministro de Justicia del Brasil? En fin, don Mario: ¿en qué mundo vive usted?

Pongo fin a esta nota con una breve alusión a una novela que tengo ya en mente y que los disparates propagandísticos de sus ensayos y la deslealtad en que incurre con los personajes de sus ficciones me urgen escribir. En ella hay una escena en la cual el irlandés Roger Casement se presenta abruptamente en su mansión madrileña. Toca a la puerta, usted le abre y él, sin decir agua va lo sujeta firmemente del cuello y lo abofetea hasta derribarlo. Ya en el suelo Roger se agacha, lo sujeta por los pelos y enfurecido le grita: “¿por qué me has traicionado, por qué exaltabas mi lucha anticolonialista y antiimperialista en el libro que me dedicaste y ahora te conviertes en vocero de toda esa basura que combatí toda mi vida? ¿Eso era tan sólo un negocio para ti? ¿Crees que lo que hice en el Congo Belga y en la Amazonía peruana era un juego? ¿Crees acaso que esas historias de barbarie se han terminado gracias al ‘progreso de la civilización capitalista’ como lo dices? ¿No ves en toda Latinoamérica y el Caribe gentes sufriendo las inenarrables penurias que tu narraste al novelar mis afanes en pos de la justicia y la dignidad humana? ¿Cómo explicas tu incoherencia?¿Hasta dónde piensas llegar con tu felonía? ¿Hasta cuándo seguirás mintiendo? ¿Eres consciente que descenderás a la historia como un personaje funesto, como Louis-Ferdinand Celine, el gran escritor francés del siglo veinte pero con su fama corroída irreparablemente por su apología del racismo y el nazismo? ¿Crees que otra será tu suerte? Te equivocas. Los heroicos personajes de tus novelas nos encargaremos, uno tras otro, de denunciar el hiato moral insalvable que separa al gran escritor que noveló nuestras luchas antiimperialistas del amanuense de las burguesías y sus amos imperialistas. Denunciaremos también la impostura y la doblez de quien escribe novelas de izquierda y en la vida real se coloca a la derecha de ellas. Razón por la cual los verdugos de la humanidad te suben a un pedestal mientras eres repudiado por las mujeres y hombres de buena voluntad que por doquier bregan por construir un mundo mejor.”

 

 

Notas:


[1] Cf. “Retorno a la barbarie”, en El País (España) 31 de Agosto 2019. Reproducido en La Nación (Buenos Aires) 2 Septiembre 2019)

[2] Cf. Andrew Korybko, Guerras Híbridas. De las revoluciones de colores al golpe (Sao Paulo: Expressao Popular, 2015).

[3] Los bloqueos comerciales son mortíferos. El de EEUU a Irak ocasionó la muerte de unas 650.000 personas; desde el año 2017 las sanciones económicas de Trump a Venezuela llevaron a la muerte de por lo memos 40.000 personas según un reciente informe del Center for Economic Policy and Research de Washington, D. C. Ver http://cepr.net/press-center/press-releases/report-finds-us-sanctions-on-venezuela-are-responsible-for-tens-of-thousands-of-deaths

[4] La cifra de los “sin casa” se encuentra en https://endhomelessness.org/homelessness-in-america/homelessness-statistics/state-of-homelessness-report/ con base en informes oficiles del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano del gobierno de Estados Unidos. Los datos sobre la insuficiencia asistencia médica provienen de https://www.thebalance.com/health-care-inequality-facts-types-effect-solution-4174842

[5] Ver “ El Presidente incrementó sus bienes en un 51% y es el tercer funcionario más rico de su gabinete”, en Chequeado.com La mayoría de los miembros del gabinete y el círculo de amigos del régimen se enriquecieron escandalosamente durante la gestión de Mauricio Macri. Y casi sin excepción tienen depositadas sus fortunas en paraísos fiscales. Ver https://chequeado.com/el-explicador/declaraciones-juradas-arribas-dujovne-y-macri-los-mas-ricos-del-gabinete/

[6] Tal como lo reconoce con orgullo en su La Llamada de la Tribu (Madrid: Alfabuara, 2018). Una crítica a ese libro, y en particular a la “revelación” que le produjo su asombroso encuentro con Thatcher se encuentra en mi El Hechicero de la tribu. Mario Vargas Llosa y el liberalismo en América Latina (Madrid, México, Buenos Aires: AKAL, 2019).

[7] Cf. nota de Nicolás Bravo Sepúlveda, en el periódico digital El Mostrador www.elmostrador.cl/destacado/2019/08/21 Los datos sobre la desigualdad se encuentran en un informe del Banco Mundial: “Taking on inequality” (Washington: 2016)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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.La Amazonia: Bien Común de la Tierra y de la humanidad

La Amazonia: Bien Común de la Tierra y de la humanidad

Los recientes incendios de la Amazonía brasileña y boliviana pusieron de manifiesto la importancia del bioma amazónico para el equilibrio y para el futuro de la vida. El descuido con el que el presidente de Brasil trató la cuestión ambiental, negando los datos científicos más serios y las amenazas a las reservas indígenas, aumentándolo además con el desmantelamiento realizado por el ministro del Medio Ambiente de los principales organismos de protección de la selva y de las tierras indígenas, y de la vigilancia del avance descontrolado del agronegocio sobre la selva virgen, mostraron la gravedad de la situación.

Según algunos especialistas internacionales, la Amazonía es la segunda área más vulnerable del planeta en relación al cambio climático provocado por los seres humanos. El propio Papa Francisco advirtió «que el futuro de la humanidad y de la Tierra está vinculado al futuro de la Amazonia; por primera vez, se manifiesta con tanta claridad que desafíos, conflictos y oportunidades emergentes en un territorio, son la expresión dramática del momento que atraviesa la supervivencia del planeta Tierra y la convivencia de toda la humanidad». Son palabras graves, menospreciadas por las grandes corporaciones depredadoras, porque se dan cuenta de que deberían cambiar de modo de producción, de consumo y de descarte. Pero prefieren el lucro al cuidado de la vida humana y terrenal.

No sin razón, el Papa Francisco ha convocado un Sínodo Panamazónico para octubre del presente año cuyo tema es: Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. Se trata de la aplicación de su encíclica “sobre el cuidado de la Casa Común” para evitar una catástrofe socioecológica mundial. No se trata de una ecología ambiental y verde, sino de una ecología integral, que involucra el ambiente, la sociedad, la política, la economía, lo cotidiano y la dimensión espiritual.

Veamos algunos datos generales sobre el bioma amazónico: Cubre una extensión de 8.129.057 Km2 en nueve países: Brasil (67%), Perú (13%), Bolivia (11%), Colombia (6%), Ecuador (2%), Venezuela (1%), Surinam, Guyana y Guyana francesa (0,15). Viven allí 37.731.569 habitantes, 2,8 millones de los cuales son indígenas de 390 pueblos diferentes, que hablan 240 idiomas, de la rica matriz de 49 ramas lingüísticas, un fenómeno inigualable en la historia de la lingüística mundial.

Existen tres ríos amazónicos: el visible de la superficie; el aéreo, los llamados “ríos volantes” (cada copa de árbol con 20 metros de extensión produce 1000 litros de humedad que va a traer lluvias para el [bioma llamado] «cerrado», hacia el sur hasta el norte de Argentina); el tercero, invisible, es el río “rez do chão” (no confundir con el sitio turístico Rez do Chão), un río subterráneo que corre debajo del actual Amazonas.

 

Todo el bioma amazónico es un Bien Común de la Tierra y de la humanidad. En la visión de los astronautas eso es evidente: desde la Luna o desde sus naves espaciales, Tierra y Humanidad forman una única entidad. El ser humano es aquella porción de la Tierra que comenzó a sentir, a pensar, a amar y a cuidar. Somos Tierra, como enfatiza el Papa y la propia Biblia.

Ahora, en la fase planetaria, todos nos encontramos en una misma y única Casa Común. El tiempo de las naciones está pasando; ahora es el tiempo de la Tierra y tenemos que organizarnos para garantizar los medios que sustentarán nuestra vida y la de la naturaleza. Nadie es dueño de la Tierra. Ella es nuestro mayor Bien Común. Todos tienen derecho a estar en ella. Como la Amazonia es parte de la Tierra, nadie puede considerar sólo suyo lo que es un Bien de todos y para todos. Brasil, a lo máximo, posee la administración de la parte brasilera (67%) y lo está haciendo de forma irresponsable. De ahí la preocupación general.

Actualmente el bioma amazónico es objeto de la codicia mundial por causa de sus riquezas. Se está usando mucha violencia. Desde mediados de los años 1980 ha habido en la Amazonia brasilera más de 12 mártires, indígenas, laicos y religiosos; en Ecuador 6, en Perú 2 y en Colombia innumerables.

Los G 7 reunidos en agosto en Biarritz, se dieron cuenta de la importancia del bioma amazónico para el equilibrio de los climas y de la propia Tierra. Sospecho que la ven convencionalmente todavía, como un baúl de recursos para sus proyectos económicos. Sospecho que no han incorporado la visión de la nueva ecología que entiende la Tierra como un superorganismo vivo, y nosotros como parte de él y no como sus señores. Si la Amazonia fuese completamente abatida, todo el sur de Brasil hasta el norte de Argentina y de Uruguay se transformaría en un desierto. De ahí la importancia vital de ese bioma multinacional.

La irresponsabilidad de Bolsonaro es de tal magnitud, que juristas mundiales planean acusarlo de ecocidio, crimen reconocido por la ONU en 2006, y llevarlo al tribunal de los «crímenes contra la Humanidad». Termino con palabras de un indígena yanomami Miguel Xapuri Ianomâmi:

“Ustedes tienen Dios, nosotros tenemos Omama. Ella creó la vida, creó a los yanomamis, permite todo lo que sucede. Nosotros nos comunicamos con ella permanentemente”. ¿Quién en el mundo secularizado hablaría de corazón de esta forma?

Autor: Leonardo Boff

Fuente de la Información: la-amazonia-bien-comun-de-la-tierra-y-de-la-humanidad

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Brasil: Ganadería industrial y soja transgénica queman la Amazonia

Silvia Ribeiro
NODAL

Cerca de 79 mil incendios en la Amazonia, principalmente en Brasil, Bolivia e importantes áreas de Paraguay, han avanzado por semanas, quemando más de un millón de hectáreas de bosque tropical y arrasando territorios indígenas, muchos de los cuales habían sido invadidos legal o ilegalmente por la ganadería, la agricultura industrial y la minería.

Hay un millón 500 mil habitantes de comunidades indígenas que están amenazados o ya sufriendo los impactos de esta grave crisis que está devastando amplias regiones amazónicas, su fauna, flora y diversidad biológica única.

El fuego se expande siguiendo la ruta de las trasnacionales de ganadería y agronegocios. Se talan y queman bosques para abrir espacio a la soja transgénica de Bayer-Monsanto y a la cría de ganado para JBS, la mayor trasnacional de producción industrial de carnes a escala global, que tiene una negra trayectoria de diversas violaciones legales, entre otras, por comerciar ganado criado con la deforestación del Amazonas.

La Vía Campesina Brasil declaró que esta serie de incendios están directamente ligados al avance del agronegocio, y por los enormes daños que provoca a comunidades y naturaleza debe considerarse un crimen contra la humanidad. Entre el 10 y 11 de agosto, que fue declarado Día del fuego por los hacendados de la región que queman el bosque para sembrar soja transgénica y pastura, los incendios aumentaron 300 por ciento.

Denunció también que imágenes satelitales muestran un avance no visto desde la década de 1980 de la minería ilegal en territorios indígenas, que ha sido estimulada por el gobierno. (https://tinyurl.com/y3rq9d4j)

En efecto, no se trata de factores climáticos o mala suerte: hay causas y actores concretos. El principal motor de la tragedia es la siembra de monocultivos y de pasturas para ganadería a gran escala y la deforestación que causan. Brasil es el primer exportador mundial de soja transgénica, con extensas zonas en las áreas incendiadas y aledañas, en su amplia mayoría su destino es para forraje de cerdos, pollos y vacas en confinamiento, principalmente en Europa y China.

Pero ni los monocultivos de soja (u otros) ni la ganadería industrial son necesarias para alimentar a la población mundial (https://tinyurl.com/yxv3dz8s). Son solamente negocio de trasnacionales con grupos económicos que se han asegurado políticas muy favorables de producción y exportación desde el Sur global, acompañadas de diversos estímulos para aumentar adrede el consumo de cárnicos en muchas partes del mundo. Esto, pese a que tanto los monocultivos agroindustriales como la ganadería intensiva están entre los factores más altos de emisiones de gases que producen el cambio climático. Y eso, sin contar el aumento de emisiones de carbono que significan los incendios ahora en curso.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien llegó al gobierno apoyado por la llamada bancada ruralista de ese país (latifundistas, sembradores de monocultivos de caña, soja, maíz y grandes ganaderos), ha manifestado repetidamente que conservar la Amazonia es un desperdicio de recursos que pueden ser aprovechados por esas y otras industrias, como mineras, hidroeléctricas y petroleras. A todas ha facilitado avanzar en esa región, con una mezcla de legalización de despojos, desmantelamiento de medidas de protección y saboteo de la fiscalización ambiental.

Para ocultar los síntomas del desastre que se avizoraba, a principios de agosto de este año, Bolsonaro despidió de su cargo a Ricardo Galvão, director del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), por informar que la deforestación en la Amazonaa aumentó a un ritmo alarmante y mucho mayor que el año anterior. Bolsonaro negó que esto fuera verdad y poco después, cuando ya no pudo negar la crisis de incendios en la Amazonia, lanzó burdas mentiras, como que el fuego era causado por organizaciones ambientalistas para acosarlo. Como si los incendios no fueran causados por la misma gente que alentó y cobija.

Si el fuego sigue propagándose –advirtió la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica–, no solamente están en peligro los habitantes de 350 pueblos indígenas que habitan el Amazonas, también serían afectados 6.7 millones de kilómetros cuadrados de bosques, 44 mil especies de plantas, 2 mil 200 especies de animales, 2 mil 500 especies de peces de agua dulce y de 17 a 20 por ciento del total del agua dulce del planeta, además de que la pérdida de follaje de este ecosistema representa hasta 10 por ciento de las emisiones de carbono global. (https://tinyurl.com/yxasfvd4)

Una investigación de la organización Trase, con The Guardian y Repórter Brasil (2 de julio 2019), evidenció que JBS vende, a sabiendas, ganado criado en áreas devastadas de la Amazonia (https://tinyurl.com/y4yxtfhn). Seguramente alimenta otras instalaciones de ganado con soja que también viene de la Amazonia. Bayer-Monsanto enfrenta más de 18 mil juicios en Estados Unidos por causar cáncer a ese número de víctimas, a sabiendas de los efectos cancerígenos del glifosato, agrotóxico usado para la siembra de transgénicos. Tal como plantea La Vía Campesina, se trata de crímenes contra la humanidad, en Amazonia y más allá.

Silvia Ribeiro es investigadora uruguayo-mexicana del Grupo ETC.
Autor: Silvia Ribeiro
Fuente de la Información: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260239&titular=ganader%EDa-industrial-y-soja-transg%E9nica-queman-la-amazonia-
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La lógica sexista que no para

Por: Elena Simón

Son urgentes modelos humanos positivos, originales, satisfactorios, no dicotómicos, no jerárquicos, no sexistas, compatibles, para que nuestras chicas y chicos puedan educarse, crecer y ganar para sus vidas el valor de lo humano sin servidumbres de género.

La lógica sexista está instalada en redes ocultas y visibles, materiales y virtuales y, en numerosas ocasiones, pasa desapercibida porque se disfraza de “orden natural de las cosas”. Para neutralizarla, contrarrestarla y conseguir hacerla desaparecer, es menester aunar muchas voluntades y muchos esfuerzos en la misma dirección. En gran parte, esos caminos están iniciados pero no acaban de confluir por la enorme cantidad de obstáculos que encuentran a su paso, que interceptan el buen desarrollo y funcionamiento de este cambio cultural y social de enormes dimensiones. Todo lo humano que se achaque al orden natural de las cosas tiene una intencionalidad clara o confusa de hacer creer a las personas –al mayor número posible– que las jerarquías e injusticias tienen base natural convertida en material de forma indiscutible.

Así fue y así es con el orden feudal, el racial, el clasista y, por supuesto, con el orden de sexo-género. Presentando estos sistemas de dominación e injusticia como naturalmente derivados de las diferencias, se consigue inferiorizar a quienes han de sufrirlos (las inmensas mayorías) y superiorizar a quienes han de disfrutarlo (las inmensas minorías privilegiadas y dominantes).

Actualmente todo esto sigue vigente pero oculto tras discursos de humanidad y democracia, donde se presenta la igualdad, la libertad y la justicia como patrimonio de cualquier ser humano y, sin embargo, se toleran y propician por otros lugares muchas formas de opresión que se dejan de nombrar y se disfrazan de cualquier cosa. El lobo se viste de abuelita.

Estamos en una cultura narcisista que exalta los valores de la excelencia, el éxito, la popularidad y la felicidad, reservándola a minorías atrevidas y abusadoras que practican valores no demócráticos, hacen confundir derechos con privilegios y le dan a los deseos carácter mágico y surrealista. “Si tienes un sueño, se te cumplirá”. Estos mensajes aparecen de forma machacona por doquier, haciendo creer y desear que te ocurra o no te ocurra a ti lo que no le ocurre a nadie o le ocurre a todo el mundo. La cultura de los “me gusta” es el espejismo más despiadado y engañoso con el que un enorme porcentaje de la población convive y vive.

Entre estas falacias representadas de continuo -también en los medios de comunicación más convencionales- está la imagen de éxito. Los concursos, campeonatos, certámenes, etc… nos lo muestra posible para todo el mundo, al alcance de cualquiera. Y, por tanto, en tu mano está el alcanzar fama, dinero o éxito.

Lo que también ocurre es que las expectativas y los mensajes tienen altas cotas y sesgos sexistas, son diferenciales y divergentes en los mensajes de género. Los sueños de chicas y chicos se muestran en cada generación como no coincidentes ni compatibles. Y, por ello, se repone continuamente la idea de la complementariedad, cuando las realidades la descoloca.

Este es el caso de las persistentes imágenes de las mujeres puestas al día: bellas pero asexuales, amables, sonrientes, cariñosas, abnegadas, útiles, disponibles, mediadoras, listas, ocupadas en hacer la vida fácil a otros y otras. Pero también tienen que aparecer las dicotomías para aderezar el asunto: las perversas seductoras que abducen la voluntad de los hombres en su propio beneficio. En suma: brujas, madastras, hadas, princesas o cenicientas actualizadas y con looks de moda. En este momento este es el espectro para que las chicas elijan. Pequeños tintes de mujeres autónomas y asertivas decoran la escena para que no se diga y se haga creer que el sexismo es cosa del pasado, para que no se desarrollen mecanismos de oposición y resistencia.

Para los chicos, los mensajes de género, junto con la masculinidad triunfadora y feliz se han exhacerbado. La fuerza representada en los cuerpos musculados, en los deportes de riesgo, en las figuras mediáticas repetidas hasta el hastío. El dinero como muestra de triunfo y de posesión sobre las cosas y personas (sobre todo de las mujeres) y el poder de inventiva, de creatividad, de emprendimiento, como patrimonio masculino por excelencia. Todo ello muy reforzado por las maniobras fratriarcales que aparecen en los medios continuamente, donde ellos se miden sin interferencias femeninas. Las mujeres están en sus vidas pero no a su lado visible, a veces como trofeos, a veces como demasiado maravillosas, a veces como controladoras y pesadas, a veces como adornos.

Las chicas queriendo triunfar con sus rasgos de belleza y aceptación y los chicos imaginándose superhéroes que salvan el mundo a costa de lo que sea, de su propia humanidad y su propia vida.

Son urgentes modelos humanos positivos, originales, satisfactorios, no dicotómicos, no jerárquicos, no sexistas, compatibles, para que nuestras chicas y chicos puedan educarse, crecer y ganar para sus vidas un valor añadido: el de lo humano de nueva planta, sin servidumbres de género.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/06/19/la-logica-sexista-que-no-para/

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Voces que irrumpen en el silencio. La lucha por los de derechos de las mujeres indígenas

Por: Alicia Moncada

Comprender que –históricamente- las indígenas han generado sus propias ideas y formas de resistencia ante la subordinación evita la infantilización que impregna la producción teórica feminista noreurocéntrica.

Sabemos que el movimiento y la resistencia indígena han develado al poder neocolonial racista, pero son las mujeres indígenas organizadas quienes revelan su fondo patriarcal. Ellas han podido “separar que cosas que sufren exclusivamente como mujeres y que específicamente como indígenas” (Aura Cumes, 2012, p. 2). Allí radica una de sus grandes contribuciones: nos muestran la imbricación de múltiples y simultáneas discriminaciones (etnia, sexualidad, clase y raza) en el fenómeno de la opresión patriarcal. Sus experiencias como oprimidas exponen los “lados perversos del poder desde su posición en los márgenes” (Ibídem, p. 3). Afirman, desde la resiliencia, que “si no fuera por el sufrimiento, tal vez no lucharíamos” (Comandante Esther citada por Guiomar Rovira, versión digital), teniendo que vencer la invisibilización y la disolución de sus reivindicaciones étnicas y de género en las premisas de un feminismo hegemónico blanco, liberal y burgués.

Además, este feminismo hegemónico aúpa un paradigma y la visión liberal de los Derechos Humanos que se caracteriza por desconocer las violaciones de Derechos que vivencian las indígenas como productos de la intersección de su situación de vulnerabilidad individual y colectiva. Cuando se presentan estas situaciones no sólo se violan los derechos de las indígenas como individualidades, sino como parte de un pueblo, por lo mismo “el avance de los derechos humanos de las mujeres indígenas está intrínsecamente vinculado a la lucha para proteger, respetar y ejercer, tanto los derechos colectivos de nuestros pueblos como nuestros derechos como mujeres” (Foro Internacional de Mujeres Indígenas, versión digital)

Ahora, para poder entender la opresión patriarcal que denuncian las mujeres indígenas debemos revisar la universalización de la noción de patriarcado, tomando en cuenta “la compleja sumatoria de causales de vulnerabilidad” (Karina Bidaseca, versión digital) que vivencian las originarias. Todas las sociedades han desarrollado sistemas sexuales, pero es preciso distinguir la manera en que se “han organizado los mundos sexuales y los modos empíricamente opresivos en que se han organizado los mundos sexuales” (Gayle Rubin, 1975, p. 8) En el caso del patriarcado se habla de un sistema sexual en donde el poder masculino, elaborando ideología sexista, se ha posicionado sobre el cuerpo de las mujeres. Pero es sólo “una forma específica de dominación masculina” (Idem). Los pactos patriarcales se efectúan dependiendo de la cultura y a través de coaliciones estratégicas, por lo que el análisis del patriarcado no puede basarse en categorías universalistas y antihistóricas. Asumir que la noción de patriarcado ha fungido como un localismo globalizado1, nos ayuda a entender los grandes impedimentos y severas limitaciones “para conocer y cuestionar la vida de las mujeres cuyos deseos, afectos y voluntad han sido modelados por tradiciones no liberales” (Aida Hernández y Liliana Suárez, 2008: 39).

Empero, el patriarcado occidental ha contribuido al sostenimiento del orden colonial moderno, pues aunque “siempre hubo jerarquía y relaciones de género como relaciones de poder y prestigio desigual (…) con la intervención colonial estatal y el ingreso al orden de la colonial modernidad esa distancia opresiva se agrava y magnifica” (Idem). Si las mujeres no indígenas fueron atadas, por adjudicación patriarcal, a un estado de pasión e instinto, las originarias poseen grilletes más poderosos que las condenan un estado inhumano. Nos dice Todorov que son indios al cuadrado, pues su atadura a un estado de naturaleza indomeñable es doble.

De la misma forma, dentro de las organizaciones de mujeres indígenas y su potencial emancipador, se han generado propuestas que surgen de la crítica a una idea de mujer genérica, universal –producto de la hegemonía del pensamiento feminista blanco, burgués y liberal- desde la que, generalmente, se construyen propuestas estatales, privadas y de la sociedad civil, basadas en una emancipación y empoderamiento neoliberal y asistencialista. Ante esta situación, las propuestas de las organizaciones de mujeres indígenas son acciones políticas que buscan “descolonizar al sujeto y develar la manera en que las representaciones textuales de aquellos sujetos sociales -construidos como “los otros”- (…) se convierten en una forma de colonialismo discursivo que no sólo da cuenta de una realidad sino que la construye” (Rita Segato, 2010, p. 25).

La construcción de categorías monolíticas de “mujer”, “mujeres” y “mujeres del tercer mundo” obvian “la relaciones complejas y dinámicas entre su materialidad histórica en el nivel de opresiones específicas y decisiones políticas, por un lado, y sus representaciones discursivas generales, por el otro” (Chandra Mohanty, 1984/2008, p. 16). La articulación del discurso de la “mujer indígena” refiere a una visión con la impronta “legitimadora del discurso humanista de Occidente” (Ibídem: 3) que convierte a las mujeres del “tercer mundo” e/o indígenas en objetos de análisis, sin ánimos de vislumbrar sus métodos de resistencia -ancestrales y actuales-antes las condiciones de la opresión patriarcal. De esta manera los feminismos eurocéntricos se “apropian y colonizan la complejidad constitutiva que caracteriza la vida de las mujeres” (Idem) con diversas procedencias étnicas. Esta situación es una trampa colonial que ve, en las mujeres indígenas, simples víctimas que no han encontrado salidas a su situación y que precisan de la tutela de los mecanismos de protección articulados desde una visión feminista que pregona una igualdad y equidad basada en una mujer genérica criolla y urbana.

Aunque algunas indígenas no cuestionen la dominación, muchas se han unido para desmantelar la opresión de sus culturas y la del mundo criollo-mestizo. Podría decirse que la subordinación patriarcal en los pueblos indígenas es “diferente a la del género occidental y que podría ser descripta como un patriarcado de baja intensidad” (Segato, 2010: 3). Pero independientemente de las diferencias entre un patriarcado y otro lo que sí podemos asegurar es las acciones de las indígenas organizadas socavan los privilegios masculinos dentro de sus comunidades y están en constante pugna con el patriarcado colonial moderno. Estas agrupaciones y sus acciones también surgen por la indiferencia de los hombres indígenas a introducir las reivindicaciones de las mujeres en la agenda de la lucha étnica. Estos varones que también padecen la discriminación étnica y el racismo, hacen doble uso de los privilegios patriarcales sobre las indígenas. Aprovechan las prebendas, fundamentadas en la cosmovisión y la tradición, que les brindan algunas de las culturas indígenas, mientras que emplean las prerrogativas del patriarcado colonialista para aislar a las mujeres en el ámbito de lo privado, la reproducción y el cuidado de los otros.

Millaray Painemal, investigadora Mapuche, señala las múltiples dificultades que tiene el trabajo político de las mujeres en las organizaciones mixtas lideradas por varones, dando la impresión de que los hombres, tal como afirma María Lugones “no se identifican con las mujeres” (Lugones, versión digital) ni sus problemas, aunque esto no implique una traición sino “una complicidad forzada” (Idem) por el mantenimiento del poder que ejercen sobre las mujeres. Las indígenas al agruparse por sus demandas de género desmantelan ese apartamiento hacia el ámbito de lo privado que obstaculiza el fortalecimiento de sus voces reivindicativas.

Comprender que –históricamente- las indígenas han generado sus propias ideas y formas de resistencia ante la subordinación evita la infantilización que impregna la producción teórica feminista noreurocéntrica. Las mujeres indígenas organizadas, desmontan pues la misión civilizatoria de un feminismo blanco/criollo/mestizo, nacionalista, nor-eurocentrado y burgués que andan en búsqueda de sujetas a quienes salvar del primitivismo y el sub-desarrollo. Un ejemplo es la construcción de la Ley revolucionaria de las mujeres del EZLN, esfuerzo generado por las indígenas combatientes, quienes se dedicaron a generar cambios en favor de la igualdad. Dice la mayor Ana María, del pueblo tzotzil, que “nosotras protestamos porque no había una ley de mujeres. Así nació, la hicimos y presentamos en la asamblea donde estamos todos, hombres y mujeres, representantes de los pueblos” (Citado por Rovira, 1997, p. 115). La configuración de la Ley fue un arduo trabajo comunitario de movilización y discusión, donde los hombres no participaron activamente. Dicen las zapatistas que “para redactarla iban las compañeras a las comunidades a platicar con las compañeras y a preguntarles cuál es su opinión y qué es lo quieren o necesitan que aparezca en una ley. Se fueron juntando las opiniones de las mujeres de cada pueblo y entonces las que sabemos escribir lo escribimos” (Idem). Esta acción hasta despertó el asombro del Sub-comandante Marcos quien describió inicialmente este levantamiento como “un verdadera revolución” (Idem)

Las mujeres indígenas organizadas instan al mundo a reconocer que “esa imagen de la india sumisa, callada y que ‘aguanta todo’ es una visión estereotipada y discriminatoria que demuestra una incapacidad para reconocer que nosotras, sin la ‘iluminación’ del feminismo criollo, podemos distinguir las desigualdades de género” (Organización de Mujeres Indígenas Amazónicas Wanaaleru, versión digital). Con sus planes, sueños y proyectos de cambio, ellas trazan el camino para que otras “despierten más y más y que tengamos la palabra todas las mujeres” (Comandante Susana citada por Rovira, 1997, p. 210). Aunque estas mujeres que siguen tejiendo cambios, pugnando por la erradicación de las discriminaciones que padecen y trabajando por un verdadero buen vivir, saben que todavía faltan muchísimos nudos que desatar. Mientras tanto, esas voces originarias en resistencia que irrumpen en el silencio de la discriminación, el dolor y la invisibilización seguirán exigiendo Derechos, promulgando exhortaciones y exclamando: somos y existimos.

Referencias bibliográficas

Bidaseca, Karina (2014) Cuerpos racializados, opresiones múltiples. Ser mujer, indígena y migrante ante la justicia. Versión digital [http://www.trabajosocial.unlp.edu.ar/uploads/docs/gt17__cuerpos_racializados__opresiones_multiples__ser_mujer__indigena_y_migrante_ante_la_justicia_.pdf]

Cumes, Aura Estela (2012) “Mujeres indígenas, patriarcado y colonialismo: un desafío a la segregación comprensiva de las formas de dominio” en: Anuario Hojas de Warmi, n° 17. Versión digital.

Foro Internacional de Mujeres Indígenas (2005) Declaración del FIMI de Beijing +10. Versión digital

Hernández, Aida y Suárez, Liliana (Editoras) (2008) Descolonizando el feminismo: teorías y prácticas desde los Márgenes. Madrid. Editorial Cátedra.

Lugones, Maria (2008) Colonialidad y Género. Versión digital [http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=39600906]

Mohanty, Chandra (1984/2008) “Bajo los ojos de occidente. Academia feminista y discurso colonial” en: Descolonizando el feminismo: teorías y práctica desde los márgenes. Madrid, Editorial Cátedra.

Organización de Mujeres Indígenas Amazónicas Wanaaleru (2014) Ideas estereotipadas comunes, racistas, colonialistas y eurocéntricas sobre las mujeres indígenas. Versión digital [https://wanaaleru.wordpress.com/2014/11/27/ideas-estereotipadas-comunes-racistas-colonialistas-y-eurocentricas-sobre-las-mujeres-indigenas/]

Rovira, Guiomar (2001) “Entrevista a la Comandante Esther” en Enlace Zapatista. Versión digital [http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2001/02/22/comandanta-esther-entrevista-con-guiomar-rovira/]

_____________ (1997) Mujeres de maíz. México. Ediciones Era

Rubin, Gayle (1975) (1996) “El tráfico de mujeres: Notas sobre la «economía política» del sexo.” En: Lamas Marta (Comp) El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. México. PUEG.

Segato, Rita (2010) “Género y colonialidad: en busca de claves de lectura y de un vocabulario estratégico descolonial” en: Quijano, Anibal y Navarrete, Julio (Eds) La cuestión Descolonial. Lima. Universidad Ricardo Palma – Cátedra América Latina y la Colonialidad del poder.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/voces-que-irrumpen-en-el-silencio-la-lucha-por-los-derechos-de-las-mujeres-indigenas/

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Leer en papel mejora la comprensión lectora, según un metaanálisis

Paulette Delgado

Para averiguar qué método de lectura proporciona la mejor comprensión, Virginia Clinton, profesora asistente de educación en la Universidad de Dakota del Norte, Estados Unidos, realizó un metaanálisis de 33 estudios de alta calidad.

De todos los estudios, 29 de ellos encontraron que los estudiantes tienden a absorber más información cuando leen en papel, especialmente si la lectura es larga. Estos hallazgos chocan con la reciente decisión de editoriales como Pearson, el editor de libros más grande de América del Norte, de enfocarse en textos digitales y centrarse en una estrategia digital.

Los resultados también son problemáticos porque, según un informe de la Asociación Nacional de Tiendas Universitarias, en 2019 el 22 % de los estudiantes universitarios están usando textos y material en línea gratuitos, en comparación con sólo el 3 % en 2015.

Cabe mencionar que los estudios no incluyeron los complementos que le dan ventaja al formato digital. Estos elementos van desde silbatos, campanas, cuestionarios hasta la opción de buscar instantáneamente palabras desconocidas.

Según la autora, no existe un estudio confiable que analice el impacto de estos complementos, por lo que es difícil saber si ayudan a mejorar la comprensión y realmente les da ventaja sobre lo impreso. Clinton dijo estar decidida a estudiar su impacto en su laboratorio para encontrar una respuesta pronto.

Los expertos tienen diferentes explicaciones sobre por qué leer en formato impreso ayuda a los estudiantes. Algunos sostienen que es más fácil para ellos recordar lo leído porque recuerdan la ubicación de un pasaje en un papel físico.

Otro problema encontrado fue que los lectores digitales usualmente sobreestiman su comprensión lectora, pensando que lo hicieron mejor que los resultados reales. Por otro lado, los lectores que leen textos impresos fueron más precisos en su autoanálisis. La diferencia puede estar en una confianza excesiva porque puede afectar al estudiante al poner menos esfuerzo en su lectura.

El género también importa. Según algunos estudios, existe una ventaja considerable en la lectura de no ficción o textos informativos impresos, pero casi no hay diferencia en la ficción narrativa, como los libros de Jane Austen, por ejemplo.

Debido al alto costo de los libros impresos, es fácil entender por qué las compañías como Pearson se están volviendo digitales. Aún así, Clinton recomienda a los maestros que, de utilizar pantallas, se tomen un tiempo extra para mostrar a los estudiantes cómo leer mejor en línea. Al hacer ejercicios como pedirles que expliquen la lectura más detalladamente, ayuda a que comprendan mejor lo leído y a asegurarse de que no calculen mal su comprensión.

Aún así, cada formato tiene sus beneficios, es cuestión de saber cómo aprovechar cada uno. Por ejemplo, los libros digitales son excelentes porque ayudan a que los estudiantes más jóvenes sean más independientes, y el medio digital es más práctico y económico, lo cual puede ayudar a fomentar la lectura. Por otro lado, el texto impreso en papel es mejor para aquellos que se distraen fácilmente y necesitan prestar más atención.

¿Cuál es tu medio de lectura preferido? Comparte con nosotros tus hábitos de lectura.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/leer-en-papel-mejora-la-comprension-lectora

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En el descanso también se aprende, ¿por qué el recreo es tan importante como las clases?

Por: Sofía García-Bullé

Las clases están enfocadas el conocimiento y desarrollo académico, artístico y físico. Abarcan el 99 % del tiempo que los estudiantes pasan en la escuela. Pero, ¿qué hay del recreo? ¿Tiene alguna otra utilidad además de solo permitirle un necesario descanso a los estudiantes? Expertos sostienen que su propósito podría ser tan crucial como el de las clases formales.

Según una investigación realizada por la universidad de Oregón, el recreo ofrece beneficios para la formación de los niños ya que les da la oportunidad de desarrollar habilidades sociales, solución de problemas concretos, diálogo y resolución de conflictos interpersonales con sus compañeros.

En el salón de clases, el maestro lleva un control más cercano de las interacciones entre los alumnos, acción necesaria para poder inculcar una disciplina que permita llevar la clase en una forma eficiente, el receso es valioso porque es el único momento en que los niños están a cargo de sus propias interacciones con sus compañeros.

Sin embargo, también se trata del momento en el que los docentes deben estar más atentos, como lo explica William Massey, profesor de la Universidad de Oregón y autor principal del estudio.

“Los niños juegan y necesitan el recreo, pero no podemos pensar en función de tenerlo o no tenerlo. Este rato de ocio puede ser muy bueno para el desarrollo del niño o, por el contrario, algo desastroso si no se organiza bien”

Massey destaca la necesidad de docentes empáticos y vigilantes que se aseguren que el tiempo invertido en el descanso sea productivo y libre de conflictos graves, peleas, agresiones verbales o bullying.

Si el recreo es ese tiempo en el que el niño deja de estudiar, el trabajo de los maestros es estar atentos y ofrecer una guía oportuna para que ese niño tenga las herramientas sociales y emocionales para ser la mejor versión de si mismo.

¿Cómo lograr esto? Es necesario reevaluar la manera en la que vemos el receso y cómo puede aprovecharse en conjunto con los alumnos como un espacio de aprendizaje diferente, en el que los niños se desarrollen en sus propios términos.

Una nueva armonía entre maestros y alumnos

El recreo es el principal espacio en el que los niños están a cargo de sus interacciones, pero esto no significa que los maestros no puedan encontrar la manera de participar sin obstruir la convivencia entre pares.

El primer paso es dejar de entender el recreo como una recompensa y empezar a verlo como la ocasión de democratizar el aprendizaje, gestionando oportunidades en las que los alumnos puedan convivir entre ellos y con los maestros en un ambiente relajado y divertido.

Peter Wilson, director de la Escuela Primaria Burbank, en California, comentó haber reducido su número de detenciones anuales de 118 a 44 tras haber implementado un programa de juegos en el recreo que impulsaba el juego con alumnos y maestros.

“Prefiero salir y estar presente, activo e involucrado todos los días en 15 minutos de juego, en vez de pasar de 30 a 45 minutos en detención con un alumno. Ahora parte de mi trabajo es jugar con niños y enseñarles en vez de castigarlos”

Wilson expone lo necesario que es un cambio en la conversación con respecto a la utilidad del recreo en el desarrollo infantil. Con la guía y organización correcta, puede convertirse en el espacio para divertirse y aprender, tanto para alumnos como para docentes también.

El mejor lugar para practicar la empatía

El recreo puede ser una zona de peligro para situaciones como peleas y bullying, o un espacio para sensibilizar a los alumnos, ayudarlos a gestionar autoconocimiento y desarrollar las habilidades para una convivencia sana.

La escuela primaria John F. Kennedy, también en California, tenía un problema de constantes peleas en el recreo. El director Matthew Harris, entendió que lo que sucedía en el recreo no era el problema, sino su consecuencia, por lo que recurrió a una consultoría de recesos y comenzó a implementar talleres para cambiar de raíz la cultura escolar en su plantel.

Con ayuda de un coach, la escuela comenzó a dirigir juegos inclusivos diseñados para enseñarles a compartir el espacio y resolver conflictos, de la misma forma se trabajó con estudiantes de grados avanzados para que fueran guías y ejemplos de los alumnos más jóvenes.

Los problemas de conducta en el recreo se redujeron considerablemente y el tiempo de transición de los estudiantes para volver a concentrarse en la clase después del recreo bajó un 34 por ciento.

El director agregó, basado en su experiencia, que promover la empatía en la escuela crea un ambiente en el que los estudiantes se sienten seguros, respetados y listos para aprender.

Hay muchas maneras de aprovechar el recreo como una experiencia de aprendizaje y ayudar a los niños a generar la inteligencia emocional y habilidades sociales necesarias para recibir mejor el conocimiento producido por las clases formales. Solo es necesario cambiar la imagen mental que los maestros tienen de este tiempo, como interrupción o recompensa, y considerarlo una clase más en la que los alumnos deciden cómo quieren aprender.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/beneficios-de-la-hora-del-recreo-educacion

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