Page 117 of 2675
1 115 116 117 118 119 2.675

España: Los Salarios Perdieron El 5,6% De Su Poder Adquisitivo En 2022, El Peor Dato Desde 1985

Los Salarios Perdieron El 5,6% De Su Poder Adquisitivo En 2022, El Peor Dato Desde 1985

Los sueldos pactados en convenio, la inmensa mayoría firmados por CCOO y UGT con la patronal, subieron el 2,8% en el año 2022, tres veces menos que la inflación media del año, que fue del 8,4%.

Los datos sobre los incrementos salariales que reflejan los convenios firmados en 2022 no pueden ser más desastrosos para la clase trabajadora. Se trata del peor año desde el 1985, que es tanto como decir el peor dato de la serie histórica, puesto que no fue hasta 1985 cuando el Ministerio de Trabajo empezó a registrar las estadísticas sobre convenios colectivos firmados.  En  2022, los salarios pactados entre patronales y sindicatos (CCOO y UGT fundamentalmente) a través de la negociación colectiva cerraron el ejercicio con un incremento del 2,8%, una cifra tres veces inferior a la inflación media del 2022 (8,4%). Incluso tomando como referencia el último dato del IPC de diciembre, el 5,8%, los salarios reales habrían crecido menos de la mitad  que la inflación oficial en ese mes.

Como ocurre siempre en períodos de crísis del sistema capitalista como el presente con la mayor inflación desde los años 80, son los salarios, y por lo tanto la clase trabajadora, las principales víctimas de una crisis de precios originada por los mecanismos de funcionamiento del propio sistema.

En el caso de la clase trabajadora española los salarios ya llevaban una década de estancamiento. La crisis de precios actual, con los precios de la energía disparada y los alimentos por las nubes, golpea a la clase trabajadora mientras los beneficios de las grandes corporaciones del Ibex 35 han crecido ocho veces más que los salarios desde la irrupción del covid.

Las pensiones, no obstante, sí que mantendrán el poder adquisitivo (se incrementarán en un 8’5%), sin duda como resultado del proceso movilizador, de verdadera resistencia organizada, de un movimiento pensionista que ha dado ejemplo en los últimos años de organización y lucha, frente a la política colaboracionista y desmovilizadora de la izquierda intitucional y del sindicalismo burocrático.

Los empleados públicos, por su parte, también perderán poder adquisitivo: sus salarios subieron en 2022 un 3,5%, es decir, perdieron cinco puntos de salario real. Una reducción semejantes sufrieron los trabajadores que perciben el SMI, que creció un 3’6% en 2022.

Por sectores es precisamente en aquellos cuyos datos de beneficios batían récords donde CCOO y UGT pactaron peores condiciones salariales en 2022. Es el caso de la banca y las energéticas, que con un 1,2% y un 1,9%, se sitúan en la cola de los incrementos salariales pactados en convenio.

Una situación que se produce, además, en el marco de un gobierno que se autodenomina como “el más progresista de la historia” y que no aplica la actualización salarial según el IPC, única garantía de mantenimiento del poder adquisitivo, ni siquiera con aquellos trabajadores cuyos salarios dependen directamente de él.

Comprobada pues y nuevamente la vergonzosa capitulación de la casta dirigente de los llamados ‘sindicatos mayoritarios’ y el nefasto papel de un gobierno propatronal, firmando unos convenios contra los intereses de aquellos a quienes dicen representar y legislando los otros en favor de la clase empresarial, urge sin duda construir una alternativa verdaderamente de clase, levantada desde abajo y basada en la democracia directa y la fuerza movilizadora de la clase trabajadora. Una tarea en que tanto el sindicalismo alternativo como algunos movimientos sociales de resistencia (vivienda, antirepresivo, pensionista…) andan empeñados y que sólo se construirá con espíritu movilizador unitario y en dura lucha contra las políticas y la acción de los agentes políticos y sindicales de la patronal.

 

 

 

Comparte este contenido:

UNICEF: Se necesita una acción urgente ya que la desnutrición aguda amenaza la vida de millones de niños vulnerables

Se necesita una acción urgente ya que la desnutrición aguda amenaza la vida de millones de niños vulnerables

Afra, en brazos de su madre Therese, está siendo revisada por desnutrición en el hospital infantil Al Sabbah en Juba, Sudán del Sur.

GINEBRA, NUEVA YORK, ROMA, 12 de enero de 2023  Los organismos de las Naciones Unidas piden medidas urgentes para proteger a los niños más vulnerables de los 15 países más afectados por una crisis alimentaria y nutricional sin precedentes.

Conflict, climate shocks, the ongoing impacts of COVID-19, and rising costs of living are leaving increasing numbers of children acutely malnourished while key health, nutrition and other life-saving services are becoming less accessible. Currently, more than 30 million children in the 15 worst-affected countries suffer from wasting – or acute malnutrition – and 8 million of these children are severely wasted, the deadliest form of undernutrition. This is a major threat to children’s lives and to their long-term health and development, the impacts of which are felt by individuals, their communities and their countries.

En respuesta, cinco agencias de la ONU -la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)- están pidiendo un progreso acelerado en el Plan de acción global sobre la emaciación infantil . Su objetivo es prevenir, detectar y tratar la desnutrición aguda infantil en los países más afectados, que son Afganistán, Burkina Faso, Chad, República Democrática del Congo, Etiopía, Haití, Kenia, Madagascar, Malí, Níger, Nigeria, Somalia. , Sudán del Sur, Sudán y Yemen.

El Plan de acción mundial aborda la necesidad de un enfoque multisectorial y destaca las acciones prioritarias en la nutrición maternoinfantil a través de los sistemas de alimentación, salud, agua y saneamiento, y protección social. En respuesta a las crecientes necesidades, las agencias de la ONU identificaron cinco acciones prioritarias que serán efectivas para abordar la desnutrición aguda en países afectados por conflictos y desastres naturales y en emergencias humanitarias. Ampliar estas acciones como un paquete coordinado será fundamental para prevenir y tratar la desnutrición aguda en los niños y evitar una trágica pérdida de vidas.

Las agencias de la ONU piden una acción decisiva y oportuna para evitar que esta crisis se convierta en una tragedia para los niños más vulnerables del mundo. Todas las agencias instan a una mayor inversión en apoyo de una respuesta coordinada de la ONU que satisfaga las necesidades sin precedentes de esta creciente crisis, antes de que sea demasiado tarde.

###

“Es probable que esta situación se deteriore aún más en 2023”, dijo QU Dongyu , Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación . “Debemos garantizar la disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de dietas saludables para niños pequeños, niñas y mujeres embarazadas y lactantes. Necesitamos medidas urgentes ahora para salvar vidas abordar las causas profundas de la desnutrición aguda, trabajando juntos en todos los sectores”. Qu dijo.

“El sistema de la ONU está respondiendo como uno solo a esta crisis y el Plan de Acción Global de la ONU sobre la Emaciación Infantil es nuestro esfuerzo conjunto para prevenir, detectar y tratar la emaciación a nivel mundial. En ACNUR, estamos trabajando arduamente para mejorar el análisis y la focalización para garantizar que lleguemos a los niños que corren mayor riesgo, incluidas las poblaciones de refugiados y desplazados internos”. Filippo Grandi , Alto Comisionado, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)  

“Las crisis en cascada de hoy están dejando a millones de niños emaciados y les han dificultado el acceso a servicios clave. La emaciación es dolorosa para el niño y, en casos graves, puede provocar la muerte o daños permanentes en el crecimiento y desarrollo del niño. Podemos y debemos revertir esta crisis nutricional a través de soluciones comprobadas para prevenir, detectar y tratar la emaciación infantil de manera temprana. Catherine Russell, Directora Ejecutiva, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) 

“Más de 30 millones de niños están gravemente desnutridos en los 15 países más afectados, por lo que debemos actuar ahora y debemos actuar juntos. Es fundamental que colaboremos para fortalecer las redes de seguridad social y la asistencia alimentaria para garantizar que los alimentos nutritivos especializados estén disponibles para las mujeres y los niños que más los necesitan”. David Beasley , Director Ejecutivo, Programa Mundial de Alimentos (PMA) 

“La crisis alimentaria mundial es también una crisis de salud y un círculo vicioso: la desnutrición conduce a la enfermedad y la enfermedad conduce a la desnutrición ” dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus , Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Se necesita apoyo urgente ahora en los países más afectados para proteger la vida y la salud de los niños, lo que incluye garantizar el acceso fundamental a alimentos saludables y servicios de nutrición, especialmente para mujeres y niños «.

Notas a los editores:

La emaciación o desnutrición aguda es una forma de desnutrición causada por una disminución en el consumo de alimentos y/o una enfermedad que resulta en una pérdida de peso repentina o edema. Los niños con desnutrición aguda tienen bajo peso para la talla. También pueden tener edema nutricional y otros signos clínicos patológicos relacionados.

Los niños con desnutrición aguda tienen sistemas inmunitarios debilitados y corren un mayor riesgo de morir a causa de enfermedades infantiles comunes. Aquellos que sobrevivan podrían enfrentar desafíos de crecimiento y desarrollo de por vida. Corren el riesgo de enfrentarse a un futuro marcado por la enfermedad, los malos resultados escolares y la pobreza con efectos dominó a lo largo de las generaciones.

La emaciación infantil, definida como bajo peso para la estatura, es la forma más peligrosa de desnutrición. La emaciación severa es la forma más mortal, ya que los niños con emaciación severa tienen 12 veces más probabilidades de morir que un niño bien alimentado.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/urgent-action-needed-acute-malnutrition-threatens-lives-millions-vulnerable-children

Comparte este contenido:

NEM: proyectos y economía del emprendimiento

Por: Lev M. Velázquez Barriga 

 

Cada vez que tengo oportunidad, planteo a los maestros y maestras de distintos foros las siguientes preguntas: ¿De qué tipo de educación hablamos cuando decimos que ésta debe fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, el desarrollo afectivo y el trabajo colaborativo? ¿Nos estamos refiriendo a una propuesta emancipadora u otra para la reproducción del capitalismo?, y casi siempre las respuestas se inclinan por una educación para la emancipación.

El planteamiento no es ocioso: sucede que las reformas de última generación, educativas y curriculares del neoliberalismo están rompiendo con los paradigmas tradicionales y ortodoxos de la pedagogía, debido a que el capitalismo del emprendimiento demanda personalidades positivas y emotivas de la explotación en el trabajo; sujetos activistas, innovadores y creadores de formas autónomas de precarización laboral.

Se trata de que los trabajadores formales vivan positivamente los valores de la empresa, mientras los más resilientes del desempleo tienen que ser capaces de diseñar y planear con sus propios recursos, humanos y materiales, proyectos autónomos de precariedad en los que la ilusión de éxito personal o grupal aparenta ser fácilmente alcanzable. Aquí el ideal del empresario se vuelve más tangible e inmediato si se comienza con el emprendimiento; aunque finalmente se actúe como un engranaje más, al servicio de las empresas trasnacionales y la economía global.

“Chica: ¿quieres hacer ventas directamente?, no es trabajo, es emprendimiento.” Se lee en una página de ventas por marketplace de Facebook. Las nenis son uno de los ejemplos más ilustrativos; su activismo económico tiene otros antecedentes, pero se acentuó durante la pandemia, cuando las mujeres buscaron resolver situaciones de crisis económica en sus familias ofertando mercancías a través de sus redes sociales, aprovechando que no había compras masivas en las tiendas departamentales y que las ventas online se dispararon de forma descomunal; la iniciativa y capacidad de empoderamiento de estas chicas o mujeres de mayor edad, fueron canalizadas por la industria mundial del hiperconsumo, sobre todo, de lo que se produce irracionalmente desde el gigante asiático.

No es fortuito que las grandes editoriales estén invadiendo el mercado educativo con manuales y recetas para la implementación de metodologías de aprendizaje basadas en proyectos y resolución de problemas donde se ponen en práctica las habilidades del emprendimiento; tan sólo unas horas después de haber implementado el taller nacional de formación para docentes sobre la Nueva Escuela Mexicana (NEM), donde desarrollarían la planeación por fases de la educación básica siguiendo el nuevo plan de estudios y las metodologías en referencia, ya se ofertaba el programa analítico o desglose didáctico por grado académico de los contenidos nacionales de aprendizaje, así como las bitácoras de los proyectos educativos.

Las metodologías de aprendizaje basadas en proyectos, problemas, indagación y servicios no son neutrales; antes que la NEM, la organización patronal Coparmex las ha fomentado entre sus cursos de capacitación para dar vida a esta economía del emprendimiento, en especial una de las cuatro que se presentaron en los talleres nacionales de formación docente, el aprendizaje STEM.

Estas metodologías corresponden también a los perfiles de trabajo que necesitan las empresas, cuya matriz ha sido deslocalizada de un sitio fijo para producir, ofertar servicios o mercancías y que necesitan del activismo positivo de emprendedores que sitúan en cualquier territorio la organización del trabajo en redes que dan la ilusión de autonomía, pero que recurren a la mediación de plataformas digitales para conectarse con el andamiaje global del capitalismo.

En tanto, la industria cultural, véase la serie Playlist, de Netflix, vende y modela la evolución de la startup que dio origen a Spotify como ejemplo de éxito, colaboración, independencia y puesta en acción de ideas creativas y revolucionarias en el único campo posible, el de los negocios, donde los sueños no son solidarios, sino competitivos; la realidad de los proyectos de emprendimiento se parece más a un sistema de autonomía de la precariedad.

Por supuesto, aprender a través de proyectos, resolviendo problemas o haciendo servicio comunitario, no es un enfoque de propiedad privada ni de invención empresarial, lo han hecho antes las pedagogías críticas. En los territorios de la resistencia magisterial se pueden encontrar proyectos de comedores comunitarios, producción de alimentos orgánicos, invernaderos, la milpa como espacio de vida y cosmovisión indígena, construcciones autosustentables, juegos ancestrales, medicina herbolaria, calentadores solares, hidroponía, memoria popular, asamblea de niños y niñas, entre muchos más; pero se orientan a partir de una definición política que organiza la emancipación social y la soberanía de los pueblos.

Sin esta definición política, lo que resalta es otra vez la organización y desarrollo de habilidades de la fuerzas productivas para un tipo de economía del emprendimiento, donde no se hace comunidad en solidaridad, sino que se produce en la competitividad de grupos e individuos que no se unen e identifican perennemente para el bien común, pero sí lo hacen en tiempos determinados para cumplir con las metas de los proyectos de la empresa que también son los mismos para finiquitar su empleabilidad; o bien, para engancharse al capitalismo con los recursos propios, restándole a la empresa la responsabilidad de financiar salarios e infraestructura.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

Comparte este contenido:

La nueva resistencia popular en América Latina

América Latina persiste como un ámbito convulsionado por rebeliones populares y procesos políticos transformadores.

En distintos rincones de la región se verifica la misma tendencia al reinicio de los levantamientos que signaron el debut del nuevo milenio. Esas sublevaciones se aquietaron durante la década pasada y recuperaron intensidad en los últimos años.

La pandemia interrumpió limitadamente esa escalada de movilizaciones, que neutralizaron la corta restauración conservadora del 2014-2019. Ese período de renovado golpismo, no logró desactivar el protagonismo de los movimientos populares.

La rebelión del 2019 en Ecuador inauguró la fase actual de protestas, que ha repetido la tradicional tónica de irradiaciones. Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Haití han sido los principales centros de confrontación reciente.

Los efectos políticos de esta nueva oleada son muy variados. Han trastocado el mapa general de los gobiernos, recreando la gravitación del progresismo. Esa vertiente se ha impuesto en el grueso de la geografía zonal. Al inicio de 2023 los mandatarios de ese signo prevalecen en los países que reúnen al 80% de la población latinoamericana (Santos; Cernadas, 2022).

Este escenario ha facilitado también la continuidad de los gobiernos acosados por el imperialismo estadounidense. Luego de soportar incontables embestidas, los diabolizados presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua siguen en sus cargos.

También ha sido parcialmente contrarrestado el ciclo de golpes militares e institucionales, que apadrinó Washington en Honduras (2009), Paraguay (2012), Brasil (2016) y Bolivia (2019). La reciente asonada en Perú (2023) afronta una heroica oposición en las calles.

Esta rebeldía obstruyó, hasta el momento, la intervención disfrazada de los marines en países devastados como Haití. La misma lucha popular propinó duras derrotas a los atropellos intentados por los gobiernos neoliberales reciclados de Ecuador y Panamá.

Pero esta gran intervención desde abajo suscita una reacción más virulenta y programada de las clases dominantes. Los sectores enriquecidos han procesado la experiencia anterior y exhiben menos tolerancia a cualquier cuestionamiento de sus privilegios. Han articulado una contraofensiva ultraderechista para doblegar al movimiento popular. Aspiran a retomar con mayor violencia, la fracasada restauración conservadora de la década pasada. Este complejo escenario exige evaluar a las fuerzas en disputa.

REVUELTAS CON EFECTO ELECTORAL

Varios levantamientos de los últimos tres años tuvieron traducciones electorales inmediatas. Los nuevos mandatorios de Bolivia, Perú, Chile, Honduras y Colombia emergieron de grandes sublevaciones que impusieron cambios de gobierno. Las protestas callejeras forzaron comicios que derivaron en victorias de los candidatos progresistas, contra sus adversarios de ultraderecha.

Esta secuencia se verificó primero en Bolivia. La sublevación confrontó exitosamente con los gendarmes y tumbó a la dictadura. Añez tiró la toalla cuando perdió a sus últimos aliados y a los sectores medios que al principio acompañaron su aventura.

La corrupta gestión de la pandemia potenció ese aislamiento y diluyó el continuismo civil intentado por los candidatos de la centroderecha. La rebeldía desde abajo impuso el retorno del MAS al gobierno y varios responsables del golpe fueron juzgados y encarcelados. La conspiración continuó en el bastión santacruceño y actualmente se dirime si persistirá o será aplastada por una contundente reacción oficial.

Una dinámica semejante se verificó en Chile, como resultado del gran levantamiento popular y sepultó al gobierno de Piñera. La chispa de esa batalla fue el costo del transporte, pero el rechazo a los 30 pesos de esa erogación derivó en una imponente gesta contra 30 años de legado pinochetista.

Ese torrente condujo a dos victorias electorales que precedieron al triunfo de Boric sobre Kast. El gran aumento de la participación electoral con consignas antifascistas en los barrios populares permitió ese logro, en el país-emblema del neoliberalismo regional.

Por esa gravitación de Chile como símbolo del thatcherismo, la asunción de un presidente progresista, en el marco de la Asamblea Constituyente con gran presencia popular en las calles, despertó enormes expectativas.

Una secuencia más vertiginosa e inesperada se registró en Perú. El hastío popular con los presidentes derechistas salió a flote en protestas espontáneas y protagonizadas por jóvenes despojados de sus derechos. Ese levantamiento sucedió a la tragedia sanitaria de la pandemia, que potenció la ineptitud de la burocracia gobernante.

Castillo se transformó en el receptor del malestar popular y el fujimorismo no pudo frustrar su llegada a la Casa de Gobierno. El discurso redistributivo del sindicalista docente creó la expectativa de cortar con la agobiante sucesión de gobiernos conservadores.

En Colombia la rebelión masiva forzó al establishment a resignar por primera vez su manejo directo de la presidencia. Varios millones de personas participaron en imponentes manifestaciones. Las huelgas masivas confrontaron con una represión feroz y lograron tumbar una reforma regresiva de la salud. Al igual que en Chile se extendieron posteriormente para expresar el enorme malestar acumulado durante décadas de neoliberalismo.

Ese fastidio se tradujo en la derrota electoral del uribismo y del improvisado ultraderechista que intentó impedir la victoria de Petro. Con ese triunfo un líder de centroizquierda llegó a la presidencia, sorteando el terrible destino del asesinato que sufrieron sus antecesores. Lo acompaña una afrodescendiente representativa de los sectores más oprimidos de la población.

En la misma tónica se inscribió el triunfo de Xiomara Castro en Honduras. Su victoria premió la sostenida lucha contra el golpe que en el 2009 prohijó el embajador estadounidense. Esa asonada inició el largo ciclo latinoamericano de lawfare y golpismo judicial parlamentario.

Los 15 puntos de ventaja que Xiomara obtuvo sobre su contrincante neutralizaron los intentos de fraude y proscripción. En un dramático contexto de pobreza, narcotráfico y criminalidad, la heroica lucha popular desembocó en la primera presidencia de una mujer. Xiomara comenzó su gestión derogando las leyes de manejo secreto del Estado y de entrega de zonas especiales a los inversores externos.

Pero debe lidiar con la sofocante presencia de una gran base militar estadounidense (Palmerola) y una embajadora de Washington que interviene con toda naturalidad, en los debates internos sobre los asentamientos campesinos y las leyes de reforma del sistema eléctrico (Giménez, 2022).

VICTORIAS DE OTRO TIPO

En otros países el ascenso de mandatarios progresistas no fue un resultado directo de las protestas populares. Pero esa resistencia operó como un trasfondo del descontento social y la incapacidad de los grupos dominantes para renovar la primacía de sus candidatos.

México fue el primer caso de esta modalidad. López Obrador llegó a la presidencia en el 2018, en una dura confrontación con las castas del PRI y del PAN sostenidas por los principales grupos económicos. AMLO aprovechó el desgaste de las gestiones previas, la división de las elites y la obsolescencia del continuismo a través del fraude. Pero actuó en un contexto de menor impacto de las precedentes movilizaciones del magisterio y los electricistas.

Los sindicatos han quedado muy afectados en México por la reorganización de la industria y no fueron determinantes del giro político en curso. AMLO mantiene una relación ambigua con su referente histórico cardenista, pero inauguró una administración muy distanciada de sus antecesores neoliberales.

Tampoco en Argentina la llegada de Fernández (2019) fue un resultado inmediato de la acción popular. No reprodujo el arribo de Néstor Kirchner (2003) a la Casa Rosada, en medio de una generalizada rebelión. Previamente el derechista Macri sufrió un contundente revés en las calles, cuando intentó introducir una reforma previsional (2017). Pero no afrontó el periódico levantamiento general que sacude a la Argentina.

En ese país se localiza el principal movimiento de trabajadores del continente. Su disposición de lucha ha sido muy visible en las 40 huelgas generales consumadas desde el fin de la dictadura (1983). La sindicalización se ubica en el tope de los promedios internacionales y empalma con la llamativa organización de los piqueteros (desocupados e informales).

La lucha de esos movimientos ha permitido sostener los auxilios sociales del Estado, que las clases dominantes concedieron bajo el gran susto de una revuelta. Las nuevas formas de resistencia -enlazadas con la belicosidad precedente de la clase obrera- facilitaron el retorno del progresismo al gobierno.

En los últimos tres años, la decepción generada por el incumplimiento de las promesas de Fernández suscitó grandes rechazos, pero con protestas acotadas. Hubo importantes triunfos de muchos gremios, frecuentes concesiones del gobierno y protagonismo callejero, pero la acción del movimiento popular fue contenida

En Brasil la victoria de Lula ha sido un extraordinario logro, en un marco de relaciones sociales de fuerzas desfavorable para los sectores populares. Desde el golpe institucional contra Dilma el dominio de las calles fue capturado por los sectores conservadores que ungieron a Bolsonaro. Los sindicatos obreros perdieron protagonismo, los movimientos sociales han sido hostilizados y los militantes de izquierda adoptaron actitudes defensivas.

La liberación de Lula incentivó el reinicio de la acción popular. Pero ese impulso no alcanzó para revertir la adversidad del contexto, que permitió a Bolsonaro conservar una significativa masa de votantes. El PT retomó la movilización durante la campaña electoral (especialmente en el Nordeste) y revitalizó sus fuerzas en los festejos del triunfo.

En un marco de gran división de los grupos dominantes, hartazgo con los exabruptos del ex capitán y liderazgo cohesionador de Lula, la derrota de Bolsonaro ha creado un escenario de potencial recuperación de la lucha popular (Dutra, 2022). El temor a ese despunte, indujo al alto mando militar a vetar el desconocimiento del veredicto de las urnas que propiciaba el bolsonarismo.

Pero la batalla contra la ultraderecha recién comienza y para doblegar a ese gran enemigo resulta imperioso reconquistar la confianza de los trabajadores (Arcary, 2022). Esa credibilidad quedó erosionada por la desilusión con el modelo de pactos con el gran capital que desenvolvió el PT en sus gestiones anteriores. Ahora emerge una nueva oportunidad.

TRES BATALLAS RELEVANTES

Otras situaciones de enorme resistencia popular en la región no derivaron en victorias electorales progresistas, pero sí en derrotas mayúsculas de los gobiernos neoliberales.

En Ecuador se registró el primer triunfo de este tipo contra el presidente Lasso, que intentó retomar las privatizaciones y la desregulación laboral, junto a un plan de aumentos de las tarifas y alimentos dictado por el FMI. Ese atropello precipitó la confrontación con el movimiento indigenista y su nuevo liderazgo radical, que propicia un contundente programa de defensa de los ingresos populares.

A mediados del 2022, ese choque recreó la batalla librada en octubre del 2019, contra la agresión lanzada por Lenin Moreno para encarecer el precio de los combustibles. El conflicto se zanjó con los mismos resultados que la pugna anterior y con una nueva victoria del movimiento popular. La gigantesca movilización de la CONAIE ingresó en Quito en un clima de gran solidaridad, que neutralizó la lluvia de gases lacrimógenos gatillada por los gendarmes.

En 18 días de paro el experimentado movimiento indigenista derrotó la provocación del gobierno imponiendo la liberación del líder Leónidas Iza (Acosta, 2022). La CONAIE conquistó también la derogación del estado de excepción y la aceptación de sus principales demandas (congelamiento de los combustibles, bonos de emergencia, subsidios a los pequeños productores) (López, 2022).

El gobierno se quedó sin cartuchos cuando perdió credibilidad su insultante discurso contra los indios. Debió ceder ante un movimiento, que volvió a demostrar gran capacidad para paralizar el país y neutralizar los ataques contra las conquistas sociales.

Otra victoria de la misma relevancia se logró en Panamá a mitad del año, cuando los gremios docentes convergieron con los transportistas y los productores agropecuarios, en el rechazo al incremento oficial de la gasolina, los alimentos y los medicamentos. La unidad forjada para desenvolver esa resistencia sumó a la comunidad indígena a un movimiento de protesta, que durante tres semanas paralizó al país. Las marchas de protesta fueron las más importantes de las últimas décadas.

Esa reacción social doblegó a un gobierno neoliberal que debió retroceder en sus planes de ajuste. El presidente Carrizo no pudo satisfacer a las cámaras empresariales que exigían mayor dureza contra los manifestantes.

Esa victoria fue particularmente significativa en un istmo que tuvo un gran crecimiento en los ultima dos décadas, aprovechando los lucros que genera la administración del Canal para los grupos dominantes. La desigualdad es apabullante, en un país dónde el 10% de las familias más ricas cuenta con ingresos 37,3 veces más altos que el 10% de los más empobrecidos (D’Leon, 2022).

La invasión estadounidense instaló en 1989 un esquema neoliberal, que complementa esa asimetría con escandalosos niveles de corrupción. Tan sólo la evasión fiscal equivale a la totalidad de la deuda pública (Beluche, 2022). La victoria en las calles propinó una severa derrota al modelo que las elites de Centroamérica presentan como el rumbo a seguir por todos los pequeños países.

El tercer caso de una extraordinaria resistencia popular sin derivaciones electorales se verifica en Haití. Las gigantescas movilizaciones volvieron a ocupar el centro de la escena durante el 2022. Confrontaron con las políticas de saqueo económico que implementa un régimen manejado desde las oficinas del FMI. Ese organismo propició el encarecimiento del combustible que desató las protestas, en un país todavía desgarrado por el terremoto, el éxodo rural y el hacinamiento urbano (Rivara, 2022).

Las marchas callejeras se desenvuelven en un vacío político absoluto. Hace seis años que no hay elecciones, en una administración que prescinde del poder judicial y legislativo. El presidente de turno sobrevive por el simple sostén que aportan las embajadas de Estados Unidos, Canadá y Francia.

El desgobierno actual se prolonga por la indecisión que impera en Washington a la hora de consumar una nueva ocupación. Estas intervenciones con el disfraz de la ONU, la OEA y la MINUSTAH se han recreado una y otra vez en los últimos 18 años con resultados funestos. Los servidores locales de esas invasiones reclaman el reingreso de las tropas foráneas, pero salta a la vista inutilidad de esas misiones.

Esa modalidad de control imperial ha sido en los hechos sustituida por la generalizada difusión de bandas paramilitares que aterrorizan a la población. Actúan en estrecha complicidad con las mafias empresariales (o gubernamentales) que rivalizan por los botines en disputa, utilizando las 500.000 armas ilegales provistas por sus cómplices de la Florida (Isa Conde, 2022). El magnicidio del presidente Moïse fue apenas una muestra del descalabro que generan las pandillas manejadas por distintos grupos de poder.

Estas organizaciones han tratado de infiltrar también a los movimientos de protesta para desarticular la resistencia popular. Siembran el terror, pero no han logrado confinar a la población a sus casas. Tampoco pudieron recrear expectativas en otra intervención militar extranjera (Boisrolin, 2022). La rebelión continúa, mientras la oposición busca caminos para forjar una alternativa superadora de la tragedia actual.

ABORDAJES CENTRADOS EN LA RESISTENCIA

La secuencia de resistencias en el último trienio, confirma la persistencia en América Latina de un prolongado contexto de luchas, sujeto al patrón habitual de ascensos y reflujos. Los éxitos y los retrocesos son limitados. No hay triunfos de envergadura histórica, pero tampoco derrotas como las padecidas durante las dictaduras de los años 70.

Esta etapa puede ser caracterizada con distintas denominaciones. Algunos analistas observan un largo ciclo de impugnación del neoliberalismo (Ouviña, 2021) y otros destacan la preeminencia de acciones de resistencia popular determinantes de los ciclos progresistas (García Linera, 2021).

Esos abordajes jerarquizan acertadamente el papel de la lucha y la consiguiente gravitación de los sujetos populares. Aportan miradas que superan la frecuente desconsideración de los procesos que se desenvuelven por abajo. En este segundo tipo de miradas predomina un gran desconocimiento de la lucha social y una sesgada indagación de los cursos geopolíticos por arriba. Estudian especialmente cómo se dirimen los conflictos en el campo exclusivo de las potencias, los gobiernos o las clases dominantes.

Esta última óptica suele prevalecer en las caracterizaciones de los ciclos progresistas, como procesos meramente contrapuestos al neoliberalismo. Se resalta su incidencia política democratizadora, sus rumbos económicos heterodoxos o su autonomía de la dominación estadounidense.

Pero con ese enfoque se evalúan los distintos posicionamientos de los grupos dominantes, sin registrar las conexiones de esas estrategias con políticas de control o sometimiento de las mayorías populares. Omiten este dato clave, porque no valoran la centralidad de la lucha popular en la determinación del actual contexto latinoamericano.

Esta distorsión es muy visible en el sesgado uso de las categorías inspiradas en el pensamiento de Gramsci. Se toman esas nociones para evaluar cómo gestionan las clases capitalistas articulando consenso, dominación y hegemonía. Pero se olvida que esa cartografía del poder, constituía para el comunista italiano un elemento complementario de su evaluación de la resistencia popular. Esa rebeldía era el pilar de su estrategia de conquista del poder por parte de los oprimidos para construir el socialismo.

Una aplicación actualizada para Latinoamérica de este último enfoque exige priorizar el análisis de las luchas populares. Las modalidades que utilizan los poderosos para ampliar, preservar o legitimar su dominación enriquecen, pero no sustituyen esa evaluación.

COMPARACIONES CON OTRAS REGIONES

Al indagar la resistencia de los oprimidos se perciben las singularidades latinoamericanas de esas luchas. En los últimos años, la acción popular presentó semejanzas y diferencias con otras regiones.

En el 2019 se observaba en varios puntos del planeta una fuerte tendencia al despunte de una nueva oleada de protestas, liderada por los jóvenes indignados de Francia, Argelia, Egipto, Ecuador, Chile o el Líbano.

La pandemia interrumpió abruptamente esa irrupción, generando un bienio de miedo y enclaustramiento. Ese reflujo fue a su vez acentuado por la gravitación del negacionismo derechista que impugnó la protección sanitaria. En este marco salió a flote la dificultad para articular un movimiento global en defensa de la salud pública, centrado en la eliminación de las patentes a las vacunas.

Concluido ese dramático período de encierro, las protestas tienden a reaparecer suscitando las prevenciones del establishment, que advierte la proximidad de rebeliones pos pandemia (Rosso, 2021). Temen especialmente la indignación que genera la carestía del combustible y los alimentos (The Economist, 2022). Esa dinámica de resistencia ya incluye un significativo resurgimiento de las huelgas en Europa y de la sindicalización en Estados Unidos, Pero el protagonismo de América Latina continúa como un dato descollante.

En todas partes los sujetos de esa batalla reúnen a una gran diversidad de actores, con significativa relevancia del joven trabajador precarizado. Este segmento sufre un grado de explotación superior a los asalariados formales. Padece la inseguridad de su trabajo, la falta de prestaciones sociales y las consecuencias de la flexibilización laboral (Standing, 2017).

Por esas razones es particularmente activo en la lucha callejera. Ha sido privado de los ámbitos tradicionales de negociación y afronta una contraparte patronal muy difusa. En distintos países es empujado a imponer sus demandas a través del Estado.

Los migrantes, las minorías étnicas, los estudiantes endeudados son frecuentes actores de esas batallas en las economías centrales y la masa de trabajadores informales ocupa una centralidad semejante en los países periféricos. Este último segmento no integra el tradicional proletariado fabril, pero forma parte (en términos ampliados) de la clase trabajadora y de la población que vive de su propia labor.

Los piqueteros de Argentina conforman una variedad de ese segmento, que forjó su identidad cortando las calles, ante la pérdida del trabajo en los lugares que centralizaban sus exigencias. De esa batalla brotaron los movimientos sociales y distintas variedades de la economía popular. Un papel igualmente relevante, desenvuelven los sectores campesinos que forjaron el MAS de Bolivia y las comunidades indígenas que gestaron la CONAIE de Ecuador

Los vínculos de estos movimientos de lucha de América Latina con sus pares de otras partes del mundo han perdido visibilidad por el deterioro de las instancias internacionales de coordinación. El último gran intento de esa conexión fueron los Foros Sociales Mundiales, auspiciados en la década pasada por el movimiento alterglobalista. Las Cumbres de los Pueblos alternativas a los encuentros de gobiernos, banqueros y diplomáticos han perdido incidencia. La batalla contra la globalización neoliberal ya no tiene esa centralidad y ha quedado sustituida por agendas populares más nacionales (Kent Carrasco, 2019).

Ciertamente persisten dos movimientos globales de gran dinamismo: el feminismo y el ambientalismo. El primero ha logrado éxitos muy significativos y el segundo reaparece periódicamente con inesperados picos de movilización. Pero el ámbito común de campañas globales que aportaban los Foros Sociales no ha encontrado un reemplazo equivalente.

La gran vitalidad de los movimientos de lucha en América Latina obedece a múltiples razones. Pero ha sido muy gravitante su perfil político progresista, alejado del chauvinismo y del fundamentalismo religioso. En la región se ha logrado contener las tendencias reaccionarias que auspicia el imperialismo, para generar enfrentamientos entre pueblos o guerras entre naciones oprimidas.

El Pentágono no ha encontrado la forma de inducir en América Latina los sangrientos conflictos que logró desencadenar en África y en Oriente. Tampoco pudo instalar un apéndice como Israel para eternizar esas matanzas o convalidar el terror perdurable de los yihadistas.

Washington ha sido el invariable promotor de esas monstruosidades para intentar sostener su jefatura imperial. Pero ninguna de esas aberraciones prosperó hasta ahora en el Patio Trasero por la centralidad que mantienen las organizaciones de lucha popular.

Por esta razón América Latina persiste como una referencia para otras experiencias internacionales. Muchas organizaciones de la izquierda europea buscan, por ejemplo, replicar la estrategia de unidad o los proyectos redistributivos elaborados en la región (Febbro, 2022). Pero todos los pueblos del continente afrontan actualmente un peligroso enemigo ultraderechista, que analizaremos en el próximo texto.

RESUMEN

Los levantamientos populares contuvieron la restauración conservadora, recrearon escenarios progresistas y afrontan la redoblada contraofensiva de la derecha. Tuvieron efectos electorales inmediatos y provocaron la precipitada salida de los presidentes derechistas en Bolivia, Chile, Perú, Honduras y Colombia.

En México, Argentina y Brasil el descontento social no suscitó protestas equivalentes, pero dio lugar a victorias del mismo tipo en las urnas. En Ecuador y Panamá se consiguieron importantes triunfos en la calle contra los atropellos neoliberales y en Haití persiste una sostenida resistencia al caos impuesto por las elites y sus socios imperiales.

El análisis de esta lucha es frecuentemente desatendido por los estudios exclusivamente focalizados en la forma de dominio de los opresores. La evaluación de esa resistencia esclarece semejanzas y diferencias con otras regiones.

REFERENCIAS

Santos, Manolo; Cernadas, Gisela (2022) ¿Es posible una segunda ola progresista en América Latina? https://www.nodal.am/2022/06/es-posible-una-segunda-ola-progresista-en-america-latina-por-manolo-de-los-santos-y-gisela-cernadas/

Giménez Paula (2022). Un proyecto popular se abre paso en el corazón de Centroamérica

Dutra, Israel (2022). La victoria de Lula es un gran triunfo democrático contra el autoritarismo =

https://vientosur.info/la-victoria-de-lula-fue-un-gran-triunfo-democratico-contra-el-autoritarismo/

Arcary, Valerio (2022) Una victoria política gigante https://correspondenciadeprensa.com/?p=30568

Acosta, Ana María (2022) |Propuestas y exigencias del movimiento indígena y las organizaciones sociales https://rebelion.org/propuestas-y-exigencias-del-movimiento-indigena-y-las-organizaciones-sociales/

López Edgar Isch (2022) Victoria del paro nacional en el Ecuador https://rebelion.org/victoria-del-paro-nacional-en-el-ecuador/

D’Leon, Milton (2022) Crisis social. Panamá al borde del estallido social https://www.laizquierdadiario.com/Panama-al-borde-del-estallido-social-luego-de-tres-semanas-de-protestas-generalizadas

Beluche, Olmedo (2022) Problemas en la Dubái centroamericana https://jacobinlat.com/2022/07/19/problemas-en-la-dubai-centroamericana/

Rivara, Lautaro (2022) Haití: ¿en la puerta de una nueva ocupación?  Desde Puerto Príncipe https://correspondenciadeprensa.com/?p=29552

Isa Conde, Narciso (2022). Rebelión popular apunta contra fórmula imperial a favor del caos,

Boisrolin, Henry (2022). El prócer Dessalines alienta la insurrección https://www.resumenlatinoamericano.org/2022/10/19/haiti-henry-boisrolin-el-procer-dessalines-alienta-la-insurreccion-del-pueblo-haitiano/

Ouviña Hernán (2021). El estado y la reactivación del ciclo de impugnación https://www.jstor.org/stable/j.ctv253f5f1.18#metadata_info_tab_contents

García Linera. Álvaro (2021). «Estamos en la segunda oleada progresista», 28-2-2021, https://www.pagina12.com.ar/326515-garcia-linera-estamos-en-la-segunda-oleada-progresista

Rosso, Fernando (2021) El FMI y la larga sombra de la pandemia, https://www.laizquierdadiario.com/El-FMI-y-la-larga-sombra-de-la-pandemia

The Economist (2022). De la inflación a la insurrección 23-6-2022, https://www.laizquierdadiario.com/De-la-inflacion-a-la-insurreccion

Standing, Guy (2017), El advenimiento del precariado. Entrevista 07/04/2017 http://www.sinpermiso.info/textos

Kent Carrasco, Daniel (2019). El internacionalismo que viene Punto Cardinal  https://www.revistacomun.com/blog/el-internacionalismo-que-viene

Febbro, Eduardo (2022) Cómo Mélenchon, inspirado por el progresismo latinoamericano

https://www.pagina12.com.ar/472364-como-jean-luc-melenchon-inspirado-por-el-progresismo-latinoa

Claudio Katz. Economista, investigador del CONICET, profesor de la UBA, miembro del EDI. Su página web es: www.lahaine.org/katz

Fuente: https://rebelion.org/la-nueva-resistencia-popular-en-america-latina/

Comparte este contenido:

Libro: Contribuciones en Pedagogías de(s)coloniales para la Transformación Cultural en Venezuela

Contribuciones en Pedagogías de(s)coloniales para la Transformación Cultural en Venezuela

Ideas para la acción pública planteadas en el V Congreso Venezolano de Ciencia,
Tecnología e Innovación

Elvis González
Alexis Lozada
(editores)

Contribuciones en pedagogías de(s)coloniales
para la transformación cultural en Venezuela
Ideas para la acción pública planteadas en el V Congreso Venezolano
de Ciencia, Tecnología e Innovación
Colección Pensar como País
Elvis González
Alexis Lozada
Editores
Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt)
Descargue gratuitamente nuestras publicaciones en www.mincyt.gob.ve/libros
Nicolás Maduro Moros
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Gabriela Jiménez-Ramírez
Ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología
Francisco Durán
Viceministro para Investigación y Aplicación de Conocimientos
Nerliny Carucí
Directora de Producción Editorial de Ciencia y Tecnología

Equipo de apoyo editorial: José Tomedes, Marlene Otero
y Francisco F. Herrera
Cuidado de textos: Nerliny Carucí
Diagramación: Saira Arias
Diseño de portada: Róbert Porras

Cite este documento técnico de la siguiente manera:
Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (2022). Contribuciones
en pedagogías de(s)coloniales para la transformación cultural en Venezuela.
Ideas para la acción pública planteadas en el V Congreso Venezolano
de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colección Pensar como País).
González, E. y Lozada, A. (eds.).
ISBN: 978-980-7755-20-7
Depósito legal: DC2022000803
Caracas, mayo 2022
Esta publicación es posible
gracias al apoyo del Fondo Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación

«En el V Congreso Venezolano de Ciencia, Tecnología e Innovación, nos ocupamos no solo de analizar, interpretar y
prever los desafíos del conocimiento y su razón comunitaria, sino, además, de crear la posibilidad y la realidad de futuros alternativos para construir un modelo de ciencia, tecnología e innovación que responda a una racionalidad para la vida.» (Prólogo, p.14)

Usted puede tener acceso al presente libro a través del siguiente enlace:

 

 

Mincyt-Contribuciones-en-pedagogias-descoloniales

 

Fuente de la Información: Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación / CII OVE

Comparte este contenido:

SEP, 2023: cambiar planes y programas de estudio

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

«Las tareas del cambio de plan y programas de estudio no son sencillas, demandan de la imaginación, el conocimiento y la experiencia de los especialistas en los procesos de enseñanza y aprendizaje…»

Cambiar el plan y los programas de estudio de la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), es una tarea necesaria en cualquier país del mundo, pero es a la vez una labor ardua compleja porque en él se ven involucrados muchos factores, procesos, recursos y actores sociales.

La ocasión más reciente que en México se realizó un proyecto de este calibre fue en 2016-2017 cuando la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer el nuevo Modelo Educativo, pieza clave o central de las políticas públicas de esos años en el contexto de la reforma educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Si tomamos en cuenta la anterior iniciativa de transformación curricular (con respecto a la ya mencionada), que fue diseñada y operada por la SEP para el subsistema de educación básica, (me refiero a la de 2011, denominada “Articulación de la Educación Básica”, concebida y realizada durante el gobierno de Felipe Calderón), podríamos llegar a la conclusión que un cambio de estas dimensiones educativas es inducido por la institución gubernamental federal cada 5-6 años aproximadamente.

Hoy y desde hace un año, es decir, a inicios del 2022, la SEP del gobierno del presidente López Obrador ha puesto en marcha una propuesta de renovación curricular para la educación básica. Aunque vale precisar que desde 2021 este gobierno ha mostrado más preocupación por cambiar los contenidos diseños gráficos de los libros de texto gratuitos (que sólo son auxiliares didácticos) que el plan y los programas de estudio.

¿Cuáles son los elementos recursos que se requieren para llevar a cabo de manera efectiva un proyecto transformador de esta naturaleza? Al menos hay que considerar los siguientes seis elementos o recursos para arribar a un buen puerto en el cambio curricular, que en el mediano y largo plazo podría impactar favorablemente en la formación integral de las/los niñas, niños y jóvenes.

1. De acuerdo con los comentarios críticos hechos por docentes observadores externos, relacionados con el taller formativo express efectuado la semana pasada sobre el plan y programas de estudio para la educación básica, dirigido a docentes y directivos escolares (2-6 de enero, 2023), entre otras figuras, se observa no comunicabilidad incapacidades técnicas para operar la transformación curricular.

Por lo tanto, se necesitan lenguajes comunicaciones claras y menos enredos que generen confusión en el proceso de cambio curricular para las figuras profesionales que trabajan en la educación básica. La discusión teórica y metodológica, por otra parte, debe ser clara, inteligible.

A propósito de lo anterior ¿Cómo llamarle a eso que se ha identificado como un fenómeno inherente a las fallas de comunicación y de carencias técnicas en la coyuntura del cambio curricular? “Dispragmatismo curricular” “Indisposición operativa” del currículo escolar? ¿o simplemente “divorcio entre la teoría y la práctica curricular”?

2. Respecto a la comprensión de los documentos dados a conocer por la SEP, y tal como ya lo señaló atinadamente nuestro estimado amigo y colega Abelardo Carro, a dichos documentos oficiales de la transformación curricular les hace falta un glosario de términos. Y si nos ponemos más ambiciosos, sugiero que se diseñe y opere un diplomado sobre la nueva propuesta de cambio curricular para la educación básica 2022, de 120 horas mínimo, para docentes, directivos escolares y asesores técnicos pedagógicos, que son las figuras educativas claves para llevar a cabo la anhelada transformación curricular.

3. Hay que recordar y reconocer que las principales motivaciones del cambio curricular están dadas por los cambios sociales, económicos, científicos, tecnológicos, políticos y culturales. La escuela no se pude quedar rezagada frente a esas transformaciones, que además son permanentes y en ciertos casos vertiginosas.

4. ¿Cuál será el papel de l@s Asesor@s Técnic@s Pedagógic@s (ATP) en la tarea de comunicar y dar claridad operativa al aparato teórico y metodológico de la transformación curricular para la educación básica? ¿serán l@s traductor@s del lenguaje barroco de la propuesta curricular? Su trabajo es esencial, sobre todo si vinculamos las necesidades sociales asociadas al cambio curricular con las características o perfiles profesionales y experiencia que poseen estas importantes figuras.

Me detengo por un momento en este punto, para comentar que la nueva propuesta curricular enfrentará un problema serio: En los concursos para obtener desarrollar la función como ATP de educación básica los perfiles están diseñados sobre la base de los campos de formación anteriormente constituidos, es decir, lenguaje comunicación, y pensamiento matemático, principalmente.

Dado que los nuevos plan y programa de estudio proponen la fusión del campo “pensamiento matemático” con algo que se llama o denomina campo de formación “Saberes y Pensamiento Científico”, existe la duda acerca de cómo se va a lograr la adaptación o reconversión de estas figuras en razón de su ámbito de trabajo y los cambios curriculares anunciados.

En fin, parece que la dudosa determinación acerca de cómo y por qué se concretó la mencionada fusión es más bien una decisión de escritorio que de consenso con las maestras y los maestros de educación básica.

5. Junto con lo anterior, será conveniente cambiar las orientaciones y los contenidos de la preparación profesional de las/los docentes de educación básica, en proceso y para el futuro. Es claro que se viene una labor fuerte para l@s rediseñador@s de planes y programas de estudio de las escuelas normales, Centros de Actualización del Magisterio (CAM) y de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Instituciones a las que, por cierto, les hace falta poner en práctica dispositivos de actualización curricular en forma más frecuente y expedita, puesto que el sistema educativo demanda incorporar con claridad el aparato teórico y metodológico de la transformación curricular para la educación básica, y formar cuadros técnicos para su operación.

6. Por último, un punto que no deberá perderse de vista es la reflexión sobre el modelo de diseño curricular armado desde las alturas, es decir, desde la alta burocracia, hecho que opaca la mirada del trabajo cotidiano, los conocimientos y la experiencia del magisterio. Será deseable que en futuros ejercicios, el planteamiento general del currículo escolar se haga, de manera consensuada, desde la formulación del documento marco-base y no se entregue al final como un hecho consumado.

De nada sirve el “co-diseño” cuando sólo se deja a las/los docentes realizar las acciones operativas ejecutivas.

Las tareas del cambio de plan y programas de estudio no son sencillas, demandan de la imaginación, el conocimiento y la experiencia de los especialistas en los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como de las/los estudiosos de la transformación curricular, pero sobre todo requieren de la voluntad política para generar condiciones adecuadas de trabajo a efecto de que este tipo de macroprocesos se concrete en forma coordinada y consensuada.

Para ello se necesita algo más que la revalorización retórica del trabajo docente y de la gestión educativa y escolar.

P.D.: ¿Qué nos puede decir la SEP sobre el proceso jurídico que siguen las demandas contra la prueba piloto del plan y programas de estudio (2022) para la educación básica?

Twitter: @jcma23 | Corro: jcmqro3@yahoo.com

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/sep-2023-cambiar-planes-y-programas-de-estudio/

Comparte este contenido:

La CNTE rechaza participar en el taller intensivo de la Nueva Escuela Mexicana

Por: Alberto Sánchez Cervantes

Pluma invitada

El calendario escolar 2022-2023, emitido por la Secretaría de Educación Pública (SEP), señaló que se realizaría del 2 al 6 de enero un taller intensivo de formación continua con la finalidad de que el personal docente de educación básica profundice en el conocimiento de los planes y programas de estudio de la llamada Nueva Escuela Mexicana (NEM). Días antes del inicio del periodo vacacional de invierno, la SEP difundió a través de correos electrónicos oficiales y redes sociales los materiales de trabajo en formato digital.

Como es habitual, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha manifestado su rechazo a participar en la estrategia de formación dispuesta por el gobierno federal. En menos días de los programados por la autoridad educativa, en Chiapas, Michoacán y Oaxaca se desarrollarán acciones del formación pedagógica y política organizadas por el autodenominado magisterio democrático.

En Chiapas, la sección 7 llevó a cabo del 4 al 6 de enero una «Jornada política-pedagógica» en delegaciones sindicales y centros de trabajo. Bajo el lema ¡No a la Nueva Escuela Mexicana, sí al Programa de Educación Alternativa!, se realizarán talleres, foros y conversatorios sobre la NEM, el marco curricular para la educación básica, la planeación didáctica crítica, la palabra generadora, la organización escolar y comunitaria, así como talleres político-sindicales en el contexto del próximo relevo del comité ejecutivo seccional.

La sección 18 de Michoacán sostiene que ni la SEP ni la Secretaría de Educación del estado “han dado muestras de claridad sobre los cursos de capacitación en torno a la NEM, hay incertidumbre acerca de la utilidad y finalidad de los materiales que enviaron a los directivos para distribuirlos.” Por ello seguirá la ruta pedagógica establecida en el Programa de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PDECEM) impulsado por esa sección sindical. “No vamos a atender al llamado de la oficialidad”, se lee en su comunicado. También del 4 al 6 de enero, se realizarán talleres con el tema «Proyectos comunitarios y aprendizajes críticos». La finalidad es “construir desde abajo y en colectividad, los proyectos alternativos de educación en las escuelas.” El posicionamiento de la sección 18 concluye con la frase: Cuando los educadores populares avanzan, el neoliberalismo retrocede.

En Oaxaca, la sección 22 demanda –como lo ha hecho en los últimos diez años– el reconocimiento del Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO) como «única» propuesta educativa en la Ley Estatal de Educación. En este contexto, ha instruido a sus agremiados a estar alertas y hacer caso omiso a cualquier instrucción oficial relativa a la formación de maestros de educación básica en las fechas programadas en el calendario escolar.

En el Posicionamiento político y pedagógico hecho público por la Sección 22, se lee: “El movimiento político-sindical de los trabajadores de la educación, aglutinado y organizado en un movimiento pedagógico que construye desde hace ya varias décadas una educación emancipadora, liberadora, comunal y popular […], rechaza la unilateralidad de la Secretaría de Educación Pública quien instruye al gobierno estatal para que a través del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) implemente los trabajos de la NEM, la cual tiene sus bases y fundamentos en una pseudo reforma educativa neoliberal, herencia del anterior sexenio peñista.”

Además, sostiene el comunicado, la NEM y sus acciones de formación neoliberal no pasarán en Oaxaca por atentar contra los principios filosóficos de la educación pública y porque el plan y los programas de estudio están aplazados debido a un amparo constitucional y, además, el periodo de pilotaje está inconcluso. El texto finaliza advirtiendo que “en Oaxaca, corazón de la resistencia educativa, sindical y política, no pasará la pseudo reforma educativa.”

A pregunta expresa, el maestro José Luis Escobar Pérez, integrante de la comisión de educación alternativa de la sección 7 de Chiapas, sostiene que este tipo de resistencia no es algo nuevo, pues data de al menos década y media. En ese lapso, dice, la CNTE ha resistido y seguido una ruta pedagógica distinta que riñe con la del gobierno. Afirma que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se fusiló la propuesta y los argumentos pedagógicos de la CNTE. Además, comenta que los maestros no están preparados para llevar a cabo la propuesta de la NEM: “una propuesta pedagógica de esa envergadura, que se construye desde abajo, con los de abajo, con la comunidad, en las escuelas, no puede ejecutarse por decreto.”

Fuente: https://www.educacionfutura.org/la-cnte-rechaza-participar-en-el-taller-intensivo-de-la-nueva-escuela-mexicana/

Comparte este contenido:
Page 117 of 2675
1 115 116 117 118 119 2.675