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Superar la pedagogía de la pobreza

ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN

El gran desafío de la educación venezolana es aumentar la calidad, de modo que proporcionemos a todos los alumnos las competencias esenciales, productivas y ciudadanas, para que se incorporen activamente en la sociedad y puedan exigir y ejercer sus derechos esenciales. El derecho a la educación va más allá del acceso, ya que exige que ésta sea de calidad y logre que todas las personas desarrollen al máximo sus talentos y capacidades, y adquieran el hambre de aprender. Lamentablemente, los supuestos avances en la cobertura y la dotación de libros y canaimas no han sido acompañados de un mejoramiento de la calidad de la educación, especialmente la que se ofrece a los estudiantes más vulnerables, por lo que su admisión a la educación no ha supuesto necesariamente acceso a un conocimiento que les permita participar en igualdad de condiciones en la actual sociedad del conocimiento, acceder al mundo laboral y ser ciudadanos de pleno derecho. En consecuencia, el principal desafío en Venezuela es avanzar hacia una mayor igualdad en la calidad, que garantice a todos los aprendizajes esenciales.

Calidad para todos exige superar la “pedagogía de la pobreza”, es decir, pensar que para los pobres basta con un currículo poco exigente, y egresar alumnos  sin las competencias necesarias para seguir aprendiendo o ejercer una profesión adecuadamente. Se trata de nivelar hacia arriba, y no solo de retener en el sistema educativo y egresar a los estudiantes a costa de una menor calidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Esto significa, entre otras cosas, velar porque los procesos de promoción no se transformen en un desincentivo para el desempeño docente. Hay que revisar muy profundamente las actuales políticas de evaluación y prosecución,  pues se trata de que los alumnos aprendan lo que tienen que aprender y no meramente que vayan pasando de un grado a otro. Si los alumnos saben que, hagan lo que hagan, van en definitiva a pasar, ¿para qué esforzarse en estudiar? Pareciera que estamos olvidando que estudiar y aprender suponen esfuerzo, dedicación, responsabilidad.
Un ambiente agradable 
Para mejorar la calidad hay que trabajar para que los alumnos se sientan a gusto y bien atendidos en su escuela, de modo que aprendan de manera óptima lo que necesitarán para su vida. Necesitan, pues, una escuela en la que se viva en un ambiente agradable pero exigente, en el que los docentes y directivos garanticen un bienestar colectivo, en un clima de respeto mutuo, de gran tolerancia ante lo diverso y de cero tolerancia ante la agresividad y la violencia. La calidad va a exigir, sobre todo, trabajar para lograr maestros y profesores con vocación de servicio, orgullosos de su profesión, con expectativaspositivas de sí mismos y de cadauno de sus alumnos, motivados y que disfrutan enseñando, en formación permanente, ya no para engordar currículos, sino para desempeñar mejor su labor y servir con mayor eficacia a los alumnos, sobre todo a los más carentes y necesitados. Todas las investigaciones coinciden en que la variable más importante para una educación de calidad es contar con directivos y docentes de calidad.

La calidad exige también  que la necesaria dotación esté al servicio de la pedagogía, pues la experiencia demuestra que no es suficiente la dotación de recursos (incluyendo los textos y las computadoras) o proporcionar alimentación a los alumnos sin una transformación de la pedagogía y una reorientación de las actividades y tiempos escolares.

pesclarin@gmail.com

@pesclarin

www.antonioperezesclarin

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/superar-pedagogia-pobreza_678791

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Ecología integral, pedagogía descolonizadora y buen vivir desde Leónidas Proaño

En la Universidad Nacional de Educación (UNAE, Ecuador), donde actualmente ejerzo mi docencia e investigación, se viene realizando toda una serie de políticas y acciones educativas, académicas e intelectuales para impulsar otra educación posible. Una pedagogía humanizadora, crítica y liberadora para el buen vivir (Sumak Kawsay). Desde lo anterior expondré, como estoy tratando de trabajar en mi actividad académica, una serie de claves para está educación y cultura del buen vivir. Tal como la transmitió y testimonió todo un pionero de dicha pedagogía crítica y liberadora con una ecología integral, el ecuatoriano Leónidas Proaño, conocido como el Obispo de los pobres e indígenas.
Efectivamente, el que fuera Obispo de Riobamba, desde su humanismo espiritual e integral con una espiritualidad liberadora, nos ha dejado todo un legado que anticipó y desarrolló todo este buen vivir con esta ecología integral. L. Proaño es paradigma de una ecología espiritual, una espiritualidad honrada, real y trascendente en la búsqueda de la verdad, del bien y de la belleza; frente a la mentira, el mal, injusticia y la destrucción. Como afirmaba Proaño, “no debía decir mentiras por nada de este mundo, aunque por decir la verdad pudiera sobrevenir dificultades y castigos…La honradez, en relación con la verdad, sembró en mi ánimo una especie de culto por la verdad”.

De esta forma, promovió la ecología mental con las experiencias, sentimientos, valores e ideales que nos dan sentido, felicidad y realización personal. En la comunión solidaria con esta transcendencia y espiritualidad liberadora, con los otros y con los pobres, con las culturas y con esa casa común que es el planeta. La ecología social en la solidaridad con los otros, el bien común universal, la paz y la justicia social-global con los pobres de la tierra, con la defensa de la dignidad y los derechos humanos. La ecología ambiental con el cuidado y defensa de esa casa común que es el planeta, con la hermana tierra para una desarrollo sostenible e inter-generacional. Como se observa, L. Proaño manifiesta una crítica a la colonización cultural, social, política y económica que impone la dominación, opresión e injusticia sobre los pueblos y sobre la naturaleza. Esa razón tecnocrática, mercantilista, competitiva e instrumental que empobrece y excluye a los otros, a las culturas y pueblos.

Por ello, nos transmite toda una ecología de saberes: “cuanto he vivido y he aprendido, no ha sido extraído de las aulas universitarias de mi país o de algún otro país del mundo. Sino de la cantera del pueblo, porque mi Universidad ha sido el pueblo y mis mejores maestros han sido los pobres en general y, particularmente, los indígenas del Ecuador y de América Latina. Considerados en Puebla como los más pobres entre los pobres. Estoy convencido de que los indígenas conservan valores extraordinarios. Si se logra tomar conciencia de ellos, expresarlos en la vida práctica y organizada, esos valores están llamados a redimir a una sociedad, que se vuelve cada día más individualista y más conflictiva. Pienso que, inclusive, un esfuerzo de este tipo puede contribuir a la redención del mundo occidentalizado y capitalista”

En la línea de P. Friere y de la pedagogía crítica-liberadora, Proaño desarrolló toda una una cultura y educación popular, conscientizadora y ética-política para el conocimiento transformador de la realidad, del mundo e historia. En el que las personas, los pueblos y los pobres con sus virtudes y valores fueran los sujetos protagonistas de sus procesos educativos, culturales y sociales. Para una promoción y liberación integral. “Lo que llamamos pueblo, quizá es ahora en buena parte masa, multitud. Nosotros tenemos que contribuir a que el pueblo sea realmente pueblo, para que su conciencia sea cada vez más clara y más crítica. Para que su solidaridad sea cada vez más fuerte, para que su compromiso sea cada vez más decidido…Por esto, sueño en la posibilidad de una sociedad nueva. Veo la necesidad de crear conciencia, también en las organizaciones populares urbanas, de la necesidad de una práctica económica, educativa y política que sea convergente con el caminar del movimiento indígena. De modo que no se produzcan competencias y conflictos, sino más bien colaboraciones complementarias”.

Todavía más, Proaño propició una cultura para la fraternidad universal, una solidaridad mundial y una justicia global e internacional con todos los pueblos y los pobres de la tierra. Más allá de toda frontera, barrera y nación o patria. Frente a todo imperialismo colonizador que quiere dominar, expoliar y empobrecer a los pueblos. Con un diálogo y encuentro inter-cultural e inter-religioso. En donde se respetaran y acogieran todo lo bueno, bello y verdadero de los otros, de las diversas culturas, espiritualidades y religiones o religiosidades populares. Frente a todo fundamentalismo, sectarismo e integrismo del tipo que sea. En esta línea, hizo una crítica y desligitoimaación profunda al capitalismo que en su misma entraña es inhumano, injusto e idolátrico. Ya que pone a las cosas sobre los seres humanos, a la mercancía, mercado y capital (beneficio) por encima de las personas, de los pueblos y de los pobres

Con sus mismas palabras, “el capitalismo es frío, como es frío todo lo que es metálico. No le importan los hombres ni los pueblos. Le importan las ganancias. Y solamente le importan los hombres y los pueblos, en la medida en que éstos le proporcionan ganancias. Para poder devorar ganancias, devoran hombres y pueblos. Es frío, no tiene corazón. Nuestro país, como tantos otros países de América Latina, ha caído, desde mucho tiempo atrás, en las garras de este monstruo. Dependemos de él de múltiples maneras. Somos su juguete. Nos hace pensar como él piensa. Nos hace actuar como él quiere… Pero el monstruo del capitalismo no habita sólo en el extranjero, en los países llamados desarrollados, en Estados Unidos y Europa: habita también dentro de los países latinoamericanos; dentro de nuestro propio país. Esa raíz gruesa y profunda tiene ramificaciones. Ese monstruo tiene tentáculos aquí, dentro de nosotros”.

Tal como se observa, en la línea del movimiento obrero y de un pensamiento auténticamente crítico, Proaño vio que el problema no es solo el sistema económico-político del capitalismo. Sino el hombre capitalista, el burgués de la vida del lujo y la riqueza-ser rico, que se retroalimenta con él. De ahí que, con su vida y compromiso, Proaño testimonió una auténtica solidaridad humana, ecológica y del buen vivir. Con una existencia austera, sobria y del decrecimiento en la pobreza solidaria que comparte la vida, los bienes y las luchas liberadoras por la justicia con los pobres y con la naturaleza. En oposición al egoísmo e individualismo insolidario y posesivo con sus ídolos de la riqueza-ser rico, de la propiedad y del poder, del capital, mercado y del tener que se pone por encima de este ser persona fraterna, solidaria y ecológica.

Como afirma Proaño, “ese amor y respeto a los pobres, particularmente a los indígenas, llegó a formar parte de mi propia existencia. Por esto, he dicho más tarde que no he querido nunca ser traidor a los pobres, pues nací en un hogar pobre y aprendí en ese mismo hogar a amar a los pobres…Ahora digo que también la amistad de los pobres es un don y que también este don viene acompañado de un mensaje. De lo ajeno, ni una aguja. Esta es una frase que se repetía mucho en el seno de mi pequeña familia y que tenía que ver, particularmente, en nuestras relaciones con los demás pobres. Así, el respeto a los bienes ajenos y al derecho que tiene toda persona a la verdad imprimieron en mí uno de los rasgos característicos de mi personalidad, para toda la vida…”

Ph. D. Agustín Ortega (España) es Trabajador Social y Doctor en Ciencias Sociales (Dpto. de Psicología y Sociología). Asimismo ha realizado los Estudios de Filosofía y Teología, Doctor en Humanidades y Teología. Profesor e investigador de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y, actualmente, de la UNAE (Universidad Nacional de Educación) así como invitado en diversas universidades latinoamericanas. Autor de diversas publicaciones, libros y artículos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=234748

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Maestros mejor preparados

Salvador Paiz

Me gusta mucho ver películas, sobre todo aquellas con las que nos podemos relacionar, que nos muestran los dilemas complejos de la vida y que, de una u otra forma, nos dejan alguna enseñanza. Una de ellas es el Profesor Holland, una película de 1995, con Richard Dreyfus

Este filme cuenta la historia del Glenn Holland, un músico profesional con un título de enseñanza media que, tras haber pasado unos años en el medio artístico, decide dedicarse a ser profesor de música en una escuela pública. En el camino el señor Holland se enfrenta a un sinfín de dificultades, desde cómo lograr que sus alumnos se interesen por la música, hasta cómo darse a respetar como profesor de este arte entre sus colegas. Es una historia lindísima y muy inspiradora que, sobretodo, nos muestra que ser maestro no es tarea fácil.

En todo nuestro país hay más de 250 mil maestros que enseñan en más de 48 mil establecimientos educativos (oficiales y privados). Estoy seguro que, la mayoría, con la misma entrega, dedicación y retos del maestro Holland. Muchos de ellos, en especial los del sector público, encaran desafíos inimaginables en su día a día, tales como falta de infraestructura, recursos y demás. A pesar de tales dificultades, le hacen frente a la responsabilidad de formar y educar a sus alumnos, y no se trata únicamente de dar una “sencilla” lección de aritmética o de ortografía, se trata también de dotar a sus estudiantes con las habilidades blandas que necesitarán para enfrentar el mundo y de ayudarlos a que se descubran a sí mismos. Llevar a cabo esa labor no es fácil pero, ¿quién dota a los maestros de los conocimientos necesarios para lograr esto? ¿quién los ayuda a empoderarse de su profesión? Una parte importante de la respuesta a estas incógnitas está en la formación docente.

Por eso me parece sumamente positivo que el Mineduc haya dado un paso hacia la dirección correcta. Hace unos días esta entidad publicó el Acuerdo Gubernativo 247-2017, el cual le da sustento jurídico a la formación inicial docente a nivel superior. Tras su publicación se hace obligatorio que los aspirantes a docentes de primaria cursen la carrera a nivel universitario. De esta manera tanto la carrera de magisterio como la de bachillerato con orientación en educación permanecerán vigentes. Se legitima el diversificado especializado en pedagogía (el cual ha sido controversial) y se eleva la carrera de magisterio a nivel universitario.

Este es un primer paso hacia la reforma educativa que tanto necesitamos, pero no es el único. Es indiscutible que las competencias del maestro son altamente incidentes en el nivel de aprendizaje de los alumnos. Pero estas competencias dependen de una serie de factores, tales como poder atraer y retener a los mejores talentos como docentes, que dichos talentos reciban una formación inicial del mejor nivel posible, que se implementen esquemas de formación continua y de retroalimentación de prácticas en el aula. Por ello es indispensable revisar el pensum de formación docente, fortalecerlo, actualizarlo y vincular la parte de teórica con la parte prácticas, para que aquellos que quieran convertirse en maestros ejecuten las estrategias de enseñanza aprendidas y las fortalezcan según sus propias habilidades. Recordemos que Guatemala está muy lejos de tener las mejores políticas de formación docente en el mundo. En el 2016 solo el 36 por ciento de los docentes optantes a plaza aprobaron el examen de matemáticas, 49 por ciento en lectura y 52 por ciento en estrategias de enseñanza. Ello deja muy claro que su formación es deficiente.

Si queremos terminar de una vez por todas con el ciclo de pobreza que tanto daño le hace a nuestro país, es imprescindible que elevemos la calidad educativa, por ende, que fortalezcamos las capacidades docentes. Ello pasa por abrir un diálogo técnico hacia la dignificación de esta importante profesión. Recordemos que de ellos depende la formación de todos nuestros niños y jóvenes y, con ello, el futuro del país entero.

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Fuente: https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/11/30/maestros-mejor-preparados/

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Educación mantiene que los exámenes de oposiciones sean eliminatorios

Por: Pilar Alvarez
Representantes de tres sindicatos se encierran en el ministerio para exigir un cambio en el proceso extraordinario. Las centrales anuncian movilizaciones.
El Ministerio de Educación da por cerrada la primera fase de negociación para las próximas oposiciones a profesores, la referente a las condiciones de las pruebas. Y no ha terminado con acuerdo. El Ejecutivo ha rechazado una de las principales demandas de las centrales y que respaldan la mitad de las comunidades autónomas: que los exámenes no sean eliminatorios. Seis representantes de tres sindicatos de la mesa de negociación se han encerrado en el ministerio tras la reunión de este jueves para rechazar esa decisión.
El Gobierno aprobó en marzo una oferta pública de empleohistórica con más de 250.000 plazas en tres años. Y el Ministerio de Educación estimó que más de 150.000 plazas serían para el ámbito docente, según señaló entonces el secretario de Estado, Marcial Marín, a La Razón, aunque hasta ahora no han especificado el número concreto de plazas, algo que se tratará en la segunda fase de la negociación. Para esta convocatoria extraordinaria, abrieron una negociación con los sindicatos y con las comunidades autónomas con el compromiso de dar más peso a la experiencia de los profesores interinos, los funcionarios sin plaza fija que han llegado a porcentaje récord durante los años de la crisis.
Las convocatorias de selección de funcionarios tienen una fase de concurso (presentación de méritos) y otra de oposición (los exámenes).  Con la normativa actual, para aprobar la fase de oposición, hay que ir aprobando las distintas pruebas. Los sindicatos -y ocho de 16 comunidades autónomas, Cataluña no ha participado en esta fase de la negociación- habían reclamado que, de forma excepcional, se eliminara ese requisito y se pudieran hacer medias. Es decir, si en una prueba el aspirante saca un 3 y en la siguiente un 7, el resultado es 5 y estaría aprobado.
Los defensores de este modelo alegan que se trata de una convocatoria excepcional que llega tras un largo periodo sin oposiciones, que es una demanda del profesorado interino (aunque consideran que no perjudica al resto) y que es un procedimiento que tuvo un antecedente en el periodo extraordinario que se abrió entre 2007 y 2011, tras la aprobación de la LOE.»Que no haya que aprobar obligatoriamente puede ayudar a los interinos pero también a quienes llegan por primera vez a las pruebas y tienen un mal día. Da mayor flexibilidad», explica Paco García, representante de CC OO y uno de los encerrados en el ministerio unto con los representantes de UGT y STES. En la mesa de negociación están también ANPE, CSIF y la central gallega CIGA. Comisiones, STES, CSIF y UGT han anunciado «movilizaciones» de docentes en las comunidades autónomas.
La otra mitad de las comunidades autónomas, junto con el ministerio, consideran que no es coherente permitir que pase con menos de un 5 en un examen quienes luego exigirán esa nota a sus alumnos. Educación solicitó un informe a los servicios jurídicos sobre la viabilidad de este cambio que no ha hecho público. En una nota, el ministerio añade que considera «exigible que las pruebas sean eliminatorias de acuerdo con la jurisprudencia y su interpretación del principio de mérito y capacidad en el acceso a la función pública».

Más peso a la experiencia

Sí se han aceptado otras reivindicaciones de los sindicatos. Hasta ahora  la fase de oposición (el examen) suponía el 66% de la calificación final del aspirante y contempla que las pruebas sean eliminatorias, es decir, si se suspende un examen se suspende la oposición. El otro 34% de la nota final se acredita en la posterior fase de concurso mediante méritos, entre los que se incluyen los años previos de clase. El ministerio acepta que los méritos suban a un 40% del total y, además, considerando un máximo de siete años de antigüedad puntuables en lugar de los cinco actuales (los sindicatos habían reclamado 10 años). Este viernes.los representantes del ministerio se reunirá con los de las comunidades autónomas.
Fuente: https://politica.elpais.com/politica/2017/11/30/actualidad/1512049964_676733.html
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Andalucía pide a sus 2.000 colegios públicos su opinión para reformar la etapa de primaria

Por: El Diario de la Educación

A pesar de que se valora, entre el profesorado, que se pida su perticipación, existen reticencias en cuanto a qué pasará con la información recogida, además de la falta de financiación para asumir ciertos cambios.

“Cuántas veces habéis pronunciado la pregunta ¿Y si nos preguntaran a nosotros? Eso es lo que vamos a hacer. Estamos para preguntaros, para que las personas que mejor conocéis la realidad de nuestros centros educativos, de infantil y primaria, toméis primero la palabra, para que podáis aportar, para que lideréis un proceso de cambio hacia la mejora de la educación”.

Estas son las palabras con las que Sonia Gaya, consejera andaluza de Educación se dirige en un vídeo a la comunidad educativa de la comunidad para explicar, someramente, cuál es la intención de su Departamento de enviar cuestionarios a los colegios desde esta semana.

Unos 2.000 centros educativos de infantil y primaria están llamados a la participación con un cuestionario de 42 preguntas, según informa la Junta de Andalucía, organizadas en varios bloques. El objetivo es que en un mes los claustros de todos los colegios hayan tenido reuniones para discutir sobre el cuestionario. Una vez hecha esta discusión, las direcciones rellenarán el cuestionario recogiendo el sentir mayoritario de los claustros.

Antes de final de año se recogerían todos estos cuestionarios con la intención de introducir los cambios necesarios para que, al menos, algunas modificaciones pudieran estar en marcha a inicios del próximo curso.

El objetivo es, según la misma consejera explica en el vídeo, que los claustros docentes desarrollen una discusión pedagógica en cada centro, para luego poder elevar sus propuestas a la Consejería. “Os pido que hagáis ese debate aquí, en vuestro claustro, que planteéis vuestras propuestas, que nos las hagáis llegar”.

Una discusión y una participación que genera ilusión y desconfianza al mismo tiempo. “Todo lo que sea preguntar al profesorado está bien”, dice Eusebio Córdoba, director del CEIP San Sebastián de Archidona (Málaga). Pero “algunos ya hemos repensado la primaria y la hemos cambiado”, asegura, “y algunos nos miran como bichos raros”. Para este director, una de las dudas importantes es qué ocurrirá con toda esa información que se recoja.

Una compañera, directora en Sevilla y que prefiere no dar su nombre, se muestra reticente: “Ya hemos opinado otras veces y no sirvió de nada”; entre otras cosas, afirma, porque aunque “parece una oportunidad, sin recursos” no se podrán realizar ciertos cambios.

Algo en lo que coincide Córdoba, quien cita el programa de gratuidad de libros de texto como ejemplo. Un programa en el que la Junta de Andalucía invierte millones de euros al año que, dice este director, podría invertirse en otras necesidades, dando mayor autonomía a los centros para actuar.

Entre las cuestiones que la Consejería pregunta a sus centros las hay relacionadas con el currículo (qué asignaturas son más importantes a lo largo de la etapa), las metodologías (áreas de conocimiento vs. competencias), organización escolar, evaluación, convivencia, atención a la diversidad, dirección u orientación.

La iniciativa, que todavía no es del todo conocida en muchos claustros andaluces, sí ha generado movimiento en las redes sociales. En Twitter un buen grupo de maestras y maestros animan a la participación y se alegran de una iniciativa que puede promover la participación. 

Las maestras y maestros no podemos perder esta oportunidad para que se nos escuche. Recuperemos Primaria, no a su Secundarización.

Sobre todo, destaca, la importancia que le conceden al hecho de que la Consejería de Educación escuche lo que tienen que decir quienes trabajan en el aula.

Es una oportunidad en la que el profesorado va a tener voz (y de forma destacada). Me ha sorprendido mucho y bien @EducaAnd para que se cuente con los/as docentes a pie de aula. es expandir la educación. ¡Es hora de hacer una escuela diferente! 👏👏👏https://twitter.com/EducaAnd/status/935113280468680705 

Es muy necesario el cambio en Primaria e Infantil.
Aunque parezca mentira, es tan poco habitual que nos pregunten que hasta nervios tenemos.
¡Imagináis que nos hicieran caso? ¡A docentes!
Deseando participar, aportar y mejorar nuestra labor educativa. https://twitter.com/JuntaInforma/status/935156762952466435 

 

Además de los problemas que puedan surgir por la falta de financiación para asumir ciertas transformaciones, Eusebio Córdoba pone sobre la mesa otro inconveniente. Desde su punto de vista, existe un 20% de profesorado de primaria en Andalucía que esté trabajando de maneras diferentes en sus aulas, ilusionado con el proyecto. ¿Qué ocurrirá si el sentir mayoritario que salga de los claustros no coincide con lo que hace y desea este 20%?

“El momento del cambio ha llegado, el momento de repensar la primaria es aquí y ahora, cuento con todos vosotros”, finaliza la consejera en su vídeo.

 Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/29/andalucia-pide-sus-2-000-colegios-publicos-su-opinion-para-reformar-la-etapa-de-primaria/
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El daño que hacen los milagros del autismo

Por: Daniel Comin

Últimamente no paramos de recibir quejas y denuncias de familias de personas con autismo sobre los tratamientos milagrosos que existen en la actualidad. La verdad es que hay muchos, más de los que uno pueda pensar. Y casi todos estos tratamientos basan su marketing en presuntas curaciones de niños con autismo.

Y digo presuntas, porque en 10 años he sido incapaz de haber podido demostrar una sola “curación”, y la verdad es que a mi me habría encantado poder demostrarlo. Quizá una sola “cura” habría servido para investigar en una determinada línea que quizá otros no estuvieran haciendo. Bien, pues no he sido capaz, pero tampoco pierdo la esperanza, a lo mejor algún día lo consigo.

Normalmente los casos que he tenido delante han sido casos de diagnósticos o muy tempranos o dudosos, y también he visto casos de niños “recuperados” que en nada diferían a otros niños que habían dado grandes avances sin necesidad de gastar fortunas en tratamientos milagrosos. Es decir, que los que yo he visto o bien no presentaban nada de milagroso y habían dado avances inmensos (como otros tantos) o bien sus diagnósticos eran demasiado dudosos o incluso malos, lo que hacía difícil creer en ese presunto autismo y por tanto de la cura o recuperación o como prefieran llamarlo. Tristemente en América la calidad diagnóstica general sigue dejando mucho que desear, aunque poco a poco las cosas van mejorando.

Pero no es el tema de si hay o no niños recuperados o curados lo que me motiva a escribir estas líneas, sino el daño que esto genera a muchas familias cuyos hijos nunca se curan del autismo, nunca mejoran a pesar de gastar mucho tiempo y dinero en esas terapias o tratamientos alternativos, milagrosos, o como prefieran llamarlos. Y a pesar de todas esas esperanzas puestas, lo único que desapareció fue el dinero, el tiempo y quizá, mejores oportunidades.

Y claro, esto es duro, luego esas familias no se atreven a denunciar por la vergüenza y la culpa que sienten, algo totalmente comprensible, hace falta mucho valor y fortaleza para salir a la voz pública a explicar que te timaron mientras jugaban con la salud de tu hijo, el riesgo de que te juzguen y te tachen de mal padre o mala madre es inmenso. Y es que es muy duro, sobre todo cuando ves a esos padres cuyo hijo tiene el hígado frito por someterlo a quelaciones, o con heridas internas provocadas por productos químicos (véase el MMS y otras lindezas), o con anemias galopantes debido a dietas paleolíticas y otras barbaridades médicas. Y claro, encima les culparon a ellos, les dijeron que todo salió mal porque no siguieron el protocolo de la forma correcta, o porque los enemas de MMSno los hicieron con Luna llena (Esto es cierto, pueden ustedes buscarlo en internet, así se las gastan), dicen literalmente: “por eso es importante empezar el tratamiento durante los tres días de la luna llena y continuar los días de Luna menguante”. Y culpan a esos padres de que su hijo enfermó por su culpa o de la Luna, como si no tuvieran ya bastante.

Pero no es solo a los que caen en esas pseudociencias, es también el daño emocional que causan a quienes no siguen esos procedimientos, que ven vídeo de niños estupendos, como si de la familia Brady se tratase, mientras sus hijos tienen infinidad de dificultades en el día a día. Y les hacen sentir culpables también, les hacen dudar, les hacen sentir más dolor. Y se siguen preguntando si estarán haciendo todo lo que está en su mano.

Al parecer a esta gente le importa bien poco la salud emocional (es obvio que la salud física de sus víctimas no les importa demasiado) de esas familias, les importa poco el daño permanente que crean en estas personas, que dado que sus hijos tienen autismo, y no parece curarse (¿Será por la Luna?), pues alargan los procesos de ese dolor tan difícil de arrancar, el dolor del alma.

Llevo ya unos cuantos años en esto, y a veces pienso si estas personas, mercaderes de salud y esperanzas, son conscientes de esto. Ellos acusan a la farmaindustria del gran negocio que tienen atizando pastillas a diestro y siniestro a niños (Algo que yo, personalmente rechazo desde hace tiempo), y la farmaindustria les acusa a ellos de ser unos estafadores ¡Fantástico! Ambos acusan al otro de conspiraciones y otras lindezas. Lo que la población general no parece darse cuenta es que la industria farmacéutica también gana (y mucho) con estos brebajes milagrosos, con estas soluciones milagrosas y curativas ¿O de dónde creen que salen los químicos y suplementos que venden? Pues los fabrica la poderosa industria química. Pero mientras juegan al gato y al ratón dialéctico, siguen con su negocio y las familias con su dolor.

Y esto puedo entenderlo. Lo que me cuesta más entender es que el ciudadano de a pié, ese que tiene un hijo con necesidades especiales, no sea capaz de pararse a reflexionar con calma, a evaluar los pros y los contras antes de tomar determinadas decisiones. Por ejemplo, quelar a un niño porque la interpretación de unos “análisis”, por parte de alguna persona, dice que el niño poco menos está al borde de la muerte, y nadie cae en la cuenta de lo extremadamente complejo y delicado que es lleva a cabo una quelación. Luego, nadie investiga suficiente. Pero es que después, si alguno acude a un pediatra a pedirle su opinión, el pediatra no siempre se toma el tiempo necesario en dar una respuesta sosegada y basada en datos a esa familia, y suele despacharse con cuatro palabras incomprensibles y un desprecio feroz hacia esos mercaderes de salud, pero sin dar suficiente firmeza a sus palabra. Seamos consecuentes y asumamos todos nuestra parte de responsabilidad.

El daño es brutal, aquí es donde la máxima de Primum non nocere (lo primero es no hacer daño), se invalida. Es el modelo de iatrogénesis del sanador (o del médico, que a veces también) llevado a la máxima expresión. Hacemos daño a quienes tratamos, y hacemos daño a quienes no tratamos. Son los hacedores del mal por excelencia, consiguen extender el dolor de forma exponencial.

Jesuscristo expulsó a los mercaderes del templo, acusándolos de haber convertido un lugar de oración en una cueva de ladrones. A mi me gustaría que no fuese necesario expulsar a nadie de ninguna parte, ya que si todos pudiéramos disponer de la máxima información, que ésta pudiéramos contrastarla, que las familias tuvieran todo el apoyo que requieren y merecen, sencillamente, no habría vendedores de milagros. No me atrevo a culparlos a ellos por existir, si no a nosotros mismos por permitirles permanecer.

“Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados” Mark Twain

Fuente: https://autismodiario.org/2016/04/08/dano-hacen-los-milagros-del-autismo/

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La educación en la vanguardia social

Por: 

La sociedad sigue confiando en que la política española esté a la altura adecuada para conseguir un pacto educativo consolidado, de mínimos educativos y sociales, pero estables en el tiempo.

Una vez más, Bruselas ha hablado sobre España y, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, el informe no ha sido de los que generan tranquilidad: estamos en la cola de los países europeos en desigualdad de rentas (junto con Rumanía, Bulgaria y Grecia) y en abandono escolar y de la formación (tan solo por delante de Malta). Es cierto, sin embargo, que el informe no es crítico en su totalidad: permite al Gobierno de Rajoy “ventanas de esperanza”, especialmente en temas de mejora de empleo y riesgo de pobreza. Este “apretar, pero no ahogar” comunitario viene siendo habitual en los últimos años, especialmente desde que el gobierno del PP hizo sus deberes europeos en materia laboral al gusto de la Troika y comenzó a generar empleo –otra cuestión es de qué calidad- a mayor ritmo que la media europea.

El informe de la Comisión europea refleja, por tanto, el deficiente trato que el partido en el gobierno de España está realizando en Políticas Sociales, verdadero indicador de la mejora económica que diariamente se nos vende en declaraciones mediáticas. Mientras no haya una franca mejoría, sostenida en el tiempo, en disminución del riesgo de pobreza, en mejora sustancial de calidad del trabajo, en reducción de la brecha salarial femenina o  en mejores y mayores prestaciones sociales para las personas más necesitadas, entre otros cambios necesarios, seguiremos en el vagón de cola de la igualdad europea.

Que el tiempo y Europa con este informe nos dé la razón no mejora el malestar que el profesorado -especialmente- siente ante noticias como la comentada. Por eso es necesario volver a la interesante idea expresada por Luis García Montero y su contrato pedagógico, en su obra “Un velero bergantín”: Tomarse en serio el aprendizaje, querer enseñar, querer aprender, supone una forma precisa de valorar los vínculos en una sociedad, de respetar el patrimonio y los cuidados que conforman la comunidad. El contrato social siempre ha buscado su raíz en un contrato pedagógico. Por eso es tan importante el aula como teatro de la vinculación.   Por eso, añadiría, es más importante construir sistema educativo sobre bases sólidas y no sobre cambios coyunturales y posiblemente perecederos.

La sociedad sigue confiando en que la política española esté a la altura adecuada para conseguir un pacto educativo consolidado, de mínimos educativos y sociales, pero estables en el tiempo. Confiemos, también, en que las conclusiones de la Subcomisión parlamentaria, que está próxima a finalizar su encargo, vayan por esta vía y silencien los malos augurios de quienes no la consideran  más que la forma de ocultar la incapacidad política manifiesta de acordar nada.

Recientemente, el sociólogo de la Educación de la Universidad de Barcelona, Xavier Martínez Celorrio aportaba una interesante idea en la búsqueda de soluciones al enorme reto de la educación para convertirse en elemento transformador: que recaiga principalmente en el colectivo docente tal responsabilidad, pero no en ese que vive ajeno a la realidad cotidiana, que no le afecta el inmovilismo que desde el poder se inocula, ni el que se deja seducir por el idealismo trasnochado de predicadores. El autor se plantea dirigirse al profesorado comprometido que actúa como innovador social y como intelectual transformador de la sociedad del conocimiento (El Diario de la Educación, 23-11-2017) . Para ello, sugiere el establecimiento de un código deontológico propio –similar al  Juramento Hipocrático en Medicina- que estaría basado en tres principios: racionalismo (contra los vendedores de humos, de modas y tendencias pedagógicas escasamente contratadas), rigor profesional (“colegialidad contra la dispersión y la individualización docente”, según sus propias palabras) y competencia experta (ante la autosuficiencia intelectual).

La educación debe ser la vanguardia crítica que colabore en el despertar de nuestra conciencia social para hacer un futuro más radical, acorde con las exigencias actuales

Hablar de innovación educativa significa extenderla a todas las etapas educativas –especialmente allá donde está menos aceptada, como en la Secundaria- y no constreñirla a lo que el sociólogo catalán denomina los “márgenes periféricos”: Educación Especial, EPAs, Escuela Rural, o la que se imparte en centros socialmente desfavorecidos (¡vaya con el palabro!), márgenes favorecidos por las propias políticas educativas de los gobiernos, pero de difícil acceso para las etapas obligatorias tradicionales.

Innovar en la escuela significa modificar roles tradicionales ya superados –docente, poseedor, discente, receptor del conocimiento- por otros en los que formación individual y social caminen en paralelo. Afirma Ángel Pérez Gómez que en la escuela será necesario desarrollar el deseo y el compromiso de contribuir a la elaboración democrática de las reglas de juego que rigen nuestra convivencia. Sólo de este modo, podremos hacer frente a iniciativas personalistas de nuestros gobernantes; sólo así, seremos críticos con los aparentemente imparables embates globalizadores que convulsionan nuestra vida cotidiana.

Y concluye con cierto pesimismo Pérez Gómez diciendo que “la corrupción extendida y el deterioro de la democracia como filosofía de visa, el desprecio por lo público, y el ensalzamiento del beneficio privado requieren un esfuerzo mayor en la escuela por dignificar las interacciones humanas y formar la mente ética y política de los ciudadanos”.

Mientras las políticas educativas de los gobiernos sigan auspiciando recursos humanos y económicos que aumenten la segregación escolar, guetificando al alumnado, mientras que una proporción del profesorado prefiera huir de escuelas y centros “problemáticos” o se desentienda de todo aquello que no sean mejores salariales, la innovación educativa y la equidad social estarán lejos de estrechar brechas cada vez más preocupantes. El reto de la desigualdad es el reto  al mismo tiempo de la innovación, insiste Martínez Celorrio y a ella debemos darle la prioridad que nuestra endeble política educativa reclama.

Recientemente, en una entrevista, la activista social Naomi Klein en la presentación de su último libro ‘Decir No no basta’ urgía en la necesidad de una mayor conciencia social que rompa tanto la complacencia de las élites poderosas como la resignación del resto. En este necesario reposicionamiento, creo que la educación debe ser la vanguardia crítica que colabore en el despertar de nuestra conciencia social para hacer un futuro más radical, acorde con las exigencias actuales.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/vientodelnorte/educacion-vanguardia-social_6_712588759.html

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