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Entrevista a Jorge Cázares Torres, docente de la Normal Rural «Vasco de Quiroga» de Tiripetío, Michoacán, México.

Por: Fernando David García Culebro

En entrevista exclusiva para Otras Voces en Educación, el Dr. Jorge Cázares Torres, docente de la Normal Rural «Vasco de Quiroga» de Tiripetío, Michoacán, México, comentó el panorama de las Escuelas Normales Rurales en la política educativa actual y abundó sobre la reciente reapertura de las actividades de la normal rural Luis Villarreal del  Mexe, Hidalgo, después de que había sido cerrada desde hace 17 años.

El actual miembro del equipo académico que construye una propuesta de Plan de Estudios específico para las escuelas Rurales de México, enfatizó la necesidad de repensar la formación docente inicial y recuperar la esencia de estas instituciones para garantizar el propósito para el que fueron creadas, en los anhelos de justicia social de las dos primeras décadas posrevolucionarias de México.

Asimismo, detalló la importancia que  estas escuelas representan para las comunidades rurales, principalmente en dos aspectos: a) la mayoría de estudiantes son hijos e hijas de campesinos, por lo que, estas instituciones representan una oportunidad para continuar con sus estudios; b) egresan docentes con un mayor conocimiento y comprensión de los contextos no urbanos.

En ese mismo sentido, destacó el gran significado de los internados en las escuelas normales Rurales. En principio, porque la mayoría de sus estudiantes son de escasos recursos económicos, pero además, por la convivencia que se da en el interior de ellos, resaltando el sentido colectivo y la vida en comunidad que prevalece en estos centros educativos.

A continuación les compartimos la entrevista completa:

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Italia: El fascismo contra los sindicatos, algo más que un sábado en Roma

El fascismo contra los sindicatos, algo más que un sábado en Roma

Daniel Bernabé

Sábado 9 de octubre de 2021, una manifestación de diez mil personas recorre Roma. La convocatoria no tiene como objetivo lograr un incremento de salarios o situarse frente a la subida de precios de los bienes básicos: es una protesta por la obligación de disponer de un certificado de vacunación contra la covid. Italia, uno de los países europeos más duramente golpeados en la primera ola de la pandemia, tiene a una parte de su población desconfiando no sólo de las vacunas, sino sumida en un movimiento conspiranoico que va desde la negación de la existencia del propio virus hasta las más estrambóticas teorías acerca de su naturaleza. Algo falla cuando lo demente se toma como una bandera de indignación. Pero hay más.

La convocatoria degenera rápidamente en incidentes y la mitad de la misma se dirige al palacio Chigi, la sede del Gobierno italiano, donde se producen los primeros enfrentamientos con la policía. También en la sede de la Confederación General Italiana del Trabajo, CGIL, que es asaltada por una turba con la excusa de que el sindicato, el mayor del país, apoya el certificado de vacunación. La razón última de este asalto, de la protesta en sí misma, hay que buscarla más allá del conflicto en torno a las vacunas. El partido fascista Forza Nuova es uno de los convocantes y sus dirigentes, Roberto Fiore y Giulliano Castellino, cabecillas del ataque al edificio sindical. Unos días después son detenidos junto a otras diez personas. La estupefacción se adueña de Italia y hasta la ultraderecha parlamentaria, representada en La Liga de Salvini y Fratelli d’Italia de Meloni, se ve obligada a condenar, con la boca pequeña, los violentos incidentes: planea la posibilidad de una ilegalización.

Hablar sobre ataques ultraderechistas a los sindicatos es un hecho que, por desgracia, era hasta hace poco parte de la historia del pasado siglo. En la década de 1920 las escuadras fascistas perpetraron violentas agresiones que llegaron a cobrarse la vida de varios centenares de socialistas, comunistas e incluso democristianos. ¿Qué es lo que ha pasado para que en Italia, como en el resto de Europa, los ultraderechistas vuelvan a ser una fuerza significativa tras un siglo? La respuesta, compleja y con matices propios en cada país, ya la habrán leído en otras ocasiones: el descrédito de los partidos tradicionales, la incertidumbre de la Gran Recesión del 2008, la utilización del conflicto migratorio, el terrorismo islamista y, ahora, la pandemia, una que ha contribuido a una inquietud ante el futuro que los ultras están sabiendo aprovechar.

Hemos pasado de juguetear con conspiraciones en torno a la carrera espacial a cuestionarnos los consensos más nítidos que constituían Europa: el mecanismo es parecido, el resultado mucho más trágico. Uno de esos consensos era la democracia, otro el antifascismo, algo que en Italia ha pasado de ser orgullo nacional en la posguerra a un símbolo actualmente devaluado.

La ultraderecha configura una identidad fuerte a través de un nacionalismo excluyente, articulado a la contra de grupos declarados como el enemigo. Pertenecer a esta identidad es fácil, tanto como lo que cuesta transformar el miedo en odio. Las herramientas digitales han dinamizado el proceso ya que en un contexto donde no se distingue lo cierto de lo falso es mucho más sencillo perpetrar la intoxicación. Cuando las posturas críticas empiezan a ser indistinguibles de la charlatanería con retórica rebelde, la involución toma ventaja. Hemos pasado de juguetear con conspiraciones en torno a la carrera espacial a cuestionarnos los consensos más nítidos que constituían Europa: el mecanismo es parecido, el resultado mucho más trágico. Uno de esos consensos era la democracia, otro el antifascismo, algo que en Italia ha pasado de ser orgullo nacional en la posguerra a un símbolo actualmente devaluado. La pandemia es tan sólo el último suceso para que el incauto acabe al lado de los ultras. Vendrán más convulsiones, empezando por la crisis energética.

Al igual que los grandes medios de comunicación tienen responsabilidad en el ascenso de lo falso como ecosistema, la derecha liberal ha sido la principal artífice del descrédito de la democracia, promoviendo una economía divorciada de la política, ausente de una mínima vertiente social. Que el actual presidente de Italia sea Mario Draghi no deja de ser una triste paradoja. Draghi fue el antiguo responsable para Europa de Goldman Sachs, también el antiguo gobernador del BCE, uno de los más acérrimos impulsores de la austeridad en la pasada crisis económica. Si los Gobiernos no pueden tomar decisiones en ámbitos económicos es difícil que la ciudadanía vea la democracia como algo útil. Si todo se deja a merced del mercado se priva a la acción política del resorte fundamental para introducir cambios profundos en la vida social. El problema es que en vez de cuestionar por qué la economía queda al margen del control democrático, se cuestiona a la democracia en sí misma.

Cuando eres tú quien sitúas determinados conflictos en el centro del tablero político, eres tú quien propone las soluciones. ¿Qué queda fuera de toda esta estrategia? Los conflictos sociales de índole económica.

La ultraderecha pone en el punto de mira principalmente a la inmigración como sujeto antagónico y, dependiendo de su grado de conservadurismo, al colectivo LGBT y las feministas. Sin embargo, aquellos ultras que poseen cierta sofisticación, complican la ecuación, utilizando las posturas retrógradas del islamismo en cuanto a las mujeres y los homosexuales en su beneficio, incluso añadiendo reclamaciones ambientalistas para resultar más atractivos. La ultraderecha se propone como una fortaleza donde «los buenos ciudadanos» quedan resguardados de una amenaza a un modo de vida europeo, sesgadamente tradicional, nunca cívico. Los ultras construyen un sujeto político al que representar exitosamente, que aspira a ser mayoría en algunos países, como la propia Italia o Francia, o ya lo es en otros como Polonia o Hungría. Cuando eres tú quien sitúas determinados conflictos en el centro del tablero político, eres tú quien propone las soluciones.

¿Qué queda fuera de toda esta estrategia? Los conflictos sociales de índole económica.

La ultraderecha los rehuye bajo la coartada de un anti-elitismo abstracto, una retórica confusa de aspiración rebelde: la lucha contra el globalismo. De hecho, esta difusa «lucha contra las élites» tiene una conexión directa con el antisemitismo de los años 30, al estar protagonizada, como aquella, por la creencia conspiranoica de que grupos secretos dominan el mundo desde las sombras: hasta el Papa es susceptible de ser el centro de sus ataques. Del sistema financiero, sus fondos de inversión especulativa y las empresas transnacionales no tienen nunca opinión. Es más fácil aparentar que ganas una batalla cuando peleas contra espectros creados a conveniencia.

Los sindicatos son, en toda Europa, la principal expresión del movimiento obrero organizado, los que sitúan el conflicto capital-trabajo en primera línea de la actualidad. En aquellos territorios donde aún hay una alta afiliación sindical, el voto a los ultras decrece. Esto nos debería indicar que el ejercicio de ciudadanía sólo se expresa desde lo común. Por tanto son los sindicatos los que destruyen, con su acción cotidiana, la estrategia y la coartada de la ultraderecha. Los principales problemas a los que se enfrenta la mayoría de la población tienen que ver con el trabajo, el costo de la vida, la vivienda, el transporte, la educación o la salud: la realidad capitalista ya es suficientemente dura sin necesidad de conspiraciones. Que la manifestación negacionista comandada por fascistas asaltara la sede de la CGIL fue un hecho terrible, pero también descriptivo: la ultraderecha teme a los sindicatos y su única manera de enfrentarlos es mediante la violencia directa.

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/opinion/daniel-bernabe/407231-fascismo-ataque-sindicatos-italia

 

 

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Charo Rueda: «El cerebro del alumnado tendrá unas habilidades que se determinan, en gran medida, por la educación que recibe»

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  • Charo Rueda es investigadora de la Universidad de Granada en el departamenteo de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento. Acaba de escribir Educar la atención con cerebro que saldrá a la venta a finales de este mes, en la edutorial Alianza. Hablamos con ella sobre la importancia que tiene la atención, no solo para discriminar la información que nos llega al cerebro sino, también, para mediar en nuestro comportamiento. Se trata, a su juicio, de uno de los elementos clave que hacen del ser humano «esa especie tan especial que somos». Y, como tal, es complicado de desarrollar y se ve impactado por muchos elementos externos que pueden ir, desde la salud física a la emocional, pasando por la pobreza.

Lo primero que tiene que hacer una persona que quiera entrenar la atención (la propia y la ajena) es conocer qué es la atención y cómo funciona. “No he querido hacer un libro de “recetas” sobre cómo educar la atención en el aula. Creo que no debo decirle a un maestro qué es lo que tiene que hacer en el aula, ese no es mi tema. Los maestros son quienes saben cómo hacen eso; son los expertos en saber qué hacer en el aula”. Cosa que no quita para que en un primer momento el maestro sepa qué es lo que quiere entrenar (la atención, la motivación) y, además, saber evaluar cuáles son las necesidades individuales de su alumnado. “Para eso los maestros necesitan conocimiento”.

Es lo que Charo Rueda ha intentado hacer en las más de 400 páginas que dedica, en su libro Educar la atención con cerebro, a comprender qué es la atención, cómo funciona, cómo se entrena y qué puede hacerse en educación al respecto. Eso sí, además de huir de los recetarios, esta investigadora de la Universidad de Granada también se muestra preocupada por que la llamada “neuroeducación” sea un ámbito que resulte útil a los educadores: “Creo que a veces se transmite una idea demasiado simplista del cerebro, intentando hacer metáforas fácilmente asimilables para no expertos pero que, al final, están vacías de contenido”.

Por eso Charo Rueda ha escrito un libro en el que se describe en profundidad cómo se aborda el estudio de la atención y su relación con el cerebro, así como su desarrollo a lo largo de la vida, y los aspectos que influyen en este desarrollo. En su opinión, “para entrenar la atención hay que ser un poco experto, saber en qué consiste, qué procesos la ponen en marcha y cuáles son sus funciones; para qué es importante. La persona que educa debe conocer qué es lo que pretende educar, e identificar qué es lo que el aprendiz necesita. Esta es mi filosofía”.

La primera pregunta de todas, claro, es obligada. ¿Qué es la atención?

«Esta no es una pregunta fácil. De hecho, en Psicología es famosa la frase de que todo el mundo sabe lo que es la atención, aunque es muy difícil definirla. La atención tiene que ver con muchas cosas, y cuando una trata de definirla, la sensación que provoca en el otro es que la atención tiene que ver con todo, básicamente.

Creo, continúa Rueda, que la clave está en que tu cerebro recibe tanta información que es imposible procesarla toda con un alto grado de agudeza y de forma consciente; hay una limitación. La atención, bajo esta premisa, es el mecanismo necesario para priorizar la información que nuestro cerebro va a procesar de forma consciente. Dicho de otro modo: la atención es el mecanismo que nuestro sistema cognitivo, nuestro cerebro, ha inventado para poder priorizar la información.

Aquí es importante hablar de la distinción entre lo que el cerebro hace de modo automático y lo que procesa con control. Este segundo modo de procesar de forma consciente y voluntaria tiene más que ver con lo que llamamos la atención. Lo que trato de transmitir, y es una idea central en todo el libro, es que la atención es necesaria para gestionar nuestro comportamiento, para ajustarnos a nuestros objetivos o a las normas sociales o culturales. Por tanto, es importante no solo en tu vida mental sino también en cómo te comportas. Si no estás atento te comportas de forma automática y los automatismos a veces, por ejemplo en el contexto socioemocional, no son buenos. Por ejemplo, podríamos decir que los prejuicios sociales son ideas automáticas que facilitan tu interacción con la gente, pero si tienes un prejuicio negativo hacia un grupo social concreto, tu comportamiento automático para con una persona de ese grupo al que no conoces será bajo este prisma. Si quieres dominar esa tendencia automática en lo social, necesitas atención. Estar atento es necesario para que seas más consciente de tus pensamientos y acciones y te ajustes a tus objetivos propios; eso en los niños es importantísimo, desarrollar esa conciencia es importante».

La atención es el mecanismo que nuestro sistema cognitivo, nuestro cerebro ha inventado para poder priorizar la información

De esta forma, finaliza, la atención es lo que te permite priorizar tu actividad mental hacia la consecución de tus propios objetivos, hacia un modo más controlado de comportamiento. Esto nos distingue de los animales. El comportamiento de los animales está mucho más determinado por impulsos y deseos que están mucho más en el presente. Su capacidad para ajustarse flexiblemente a situaciones cambiantes, o de dejar de lado un deseo en el momento en pos de un objetivo más a largo plazo, es mucho menor».

La importancia de la atención, por tanto, es meridiana. No solo nos ayuda a discriminar información que queremos priorizar, sino que es la herramienta que necesitamos para sintonizar nuestro comportamiento con objetivos propios o instrucciones recibidas. La premisa del libro es que esta atención puede ejercitarse a lo largo del tiempo. Para ello, Charo Rueda expone en sus páginas algunos de los ejercicios que han utilizado en su investigación. Aunque se trata de unos ejercicios que, tal vez, no puedan tener una traslación directa, por ejemplo, a las aulas o al salón de casa.

“Lo importante es entender la filosofía de cada ejercicio, de modo que el maestro pueda proponer actividades similares para clase. Por ejemplo, ser capaz de corregir una tendencia de respuesta dominante y producir una alternativa es importante para entrenar la atención. Estoy segura de que muchas actividades se pueden diseñar en el aula para entrenar esta capacidad”, asegura la investigadora.

Los ejercicios con los que ejemplifica Rueda en el libro están sacados de la investigación que se lleva a cabo en los laboratorios de neurociencia cognitiva, como el que ella dirige en la Universidad de Granada. En sus investigaciones querían comprobar, entre otras cosas, si se producían cambios en el funcionamiento del cerebro al ejercitar la atención. Esa es la razón por la que las pruebas son tan controladas: “Para poder utilizar tecnología de neuroimagen que nos permitiera medir cambios en el cerebro”. En sus primeros estudios observaron cambios en el cerebro tras unas pocas sesiones de entrenamiento. “El cerebro es muy sensible al aprendizaje”. Bien es cierto, aclara, que esos cambios no tienen por qué ser estables, para ello hay que cultivarlos con el tiempo. Pero, en cualquier caso, es la demostración de que “el cerebro, especialmente el humano, es altamente educable”, asegura Rueda, “nunca debemos perder esto de vista». «Un educador no debe perder de vista que el cerebro de su alumnado acabará teniendo unas habilidades que se determinan, en gran medida, por la educación que recibe, por el esfuerzo que se le pide y las funciones que se le requieren”.

Esta es una de las claves de todo el asunto. La activación del cerebro ante una acción que debe desarrollar. En el libro, Charo Rueda insiste en no pocas ocasiones en la necesidad de que el conocimiento al que debe aspirar el alumnado no sea ni muy difícil ni muy fácil. Debe encontrarse en lo que Vygotsky definió como zona de desarrollo próximo. Es uno de los elementos clave para el aprendizaje.

El libro recoge otros elementos que “maximizan el aprendizaje de habilidades”, comenta. “Cosas que son de importancia general y creo que el maestro las tiene que tener en cuenta”. La primera, claro, son las horas de dedicación o práctica aunque, afirma, “los siguientes son casi más importantes”. Esta práctica no debe ser intensiva, sino que debe estar repartida en el tiempo. Otro aspecto importante, como se comentaba antes, es la zona de desarrollo próximo, “cómo tienes que adaptar el material para que al niño no le resulte ni excesivamente fácil ni difícil” ya que “cualquier cosa que esté en uno de estos extremos produce una gran desmotivación”.

Otro de los elementos fundamentales es el “andamiaje”, dice Rueda. Se trata del papel que tiene el docente en este entrenamiento de la atención, entre otras cosas. Según uno de los últimos estudios publicados por su equipo sobre el entrenamiento de la atención y su relación con la guía metacognitiva por parte del entrenador. “Cuando un educador enseña al niño a ser más consciente de lo que está haciendo el efecto del entrenamiento en el cerebro es mayor y se transfiere a habilidades generales de razonamiento”.

Como explicaba en el caso de evitar respuestas automáticas ante algunas situaciones, el papel del profesorado es importante si explica a chicas y chicos qué es lo que está ocurriendo. “Explicar eso para que el pequeño entienda qué está haciendo, les sirve para generalizarlo a otras situaciones de la vida”. La idea es que el niño o la niña vea cuál es el ingrediente básico que puede aplicar en otros momentos o situaciones. “Esto le va a ayudar a controlar mejor su atención y su comportamiento”, asegura la investigadora.

Prestar y controlar la atención es una cosa muy costosa y cansa mucho, por eso necesitas variar un poco de actividad

A todo lo anterior se uniría la necesidad de “proponer una cierta variedad de actividades. Que el maestro comprenda bien el ingrediente principal y sea capaz de ponerlo en distintas actividades”. Rueda explica que esto es importante porque “prestar y controlar la atención es una cosa muy costosa y cansa mucho, por eso necesitas variar un poco, para ‘rellenar el saco de la motivación’ que se va vaciando a medida que repites la misma cosa”. Estar atento es muy costoso para el cerebro. Hay que tener en cuenta que el cerebro “gasta” el 25% de la energía del cuerpo suponiendo solo el 2% de la masa corporal.

Prestar atención es, según lo ve Charo Rueda, “la clave cognitiva que nos hace ser este animal tan raro que somos”, “donde nuestra especie ha dado un salto evolutivo”. Controlar la atención, poner la mente en el estado de procesamiento selectivo de la información que recibe para así poder tomar decisiones que, por ejemplo, podrían implicar no hacer algo que queremos hacer porque tenemos un objetivo estratégico a medio o largo plazo. Esto es algo que, comenta Rueda, niñas y niños más pequeños no pueden hacer porque su capacidad para representar el futuro escasamente llega al día siguiente. Por eso, prestar atención es algo tan complicado, porque requiere representar el futuro, tener presentes los objetivos propios, traer a la memoria situaciones o eventos similares para idear diferentes posibilidades de acción… todo esto hay que desarrollarlo para conseguir que la atención ayude a regular el comportamiento. “La atención no funciona aisladamente, necesita de otros componentes cognitivos para hacerlo con eficacia”, asegura la investigadora.

Esto implica cuestiones como saber en qué momento se le puede pedir a alguien una cosa concreta. Una cosa es la atención involuntaria, esa que se pone en marcha, por ejemplo, cuando oímos una sirena o cuando alguien nos llama por nuestro nombre. Pero si lo que queremos es que alguien tenga un control interno, propio, de la atención “tienes que eliminar distractores que puedan captar su atención de forma automática”. Un ejemplo vale más que mil explicaciones: “Si quieres que el niño esté centrado en una actividad como comer o conversar, no debes poner la tele u otros distractores que compitan con la actividad que quieres que se haga de forma consciente”.

La educación de la atención debe ser una cosa integral, no solo algo que corresponde a las escuelas y a las familias

Ya desde los 6 meses de edad se ha visto cómo comienza a surgir un control endógeno, interno, de la atención en las criaturas. Es bueno que los padres y madres sean conscientes de esto y, además, tener en cuenta, que existen muchos factores que pueden afectar al desarrollo en los meses posteriors de esta capacidad en los pequeños. Elementos como el estrés, la ansiedad, la sensación de soledad, la falta de sueño, las situaciones de pobreza… “son situaciones que deterioran la capacidad de controlar la atención”.

Pobreza y atención

Las condiciones materiales de vida, la situación sociocultural y económica de las familias, en definitiva, el entorno en el que se mueven niñas y niños son otro de los factores que influyen de forma importante en el control de la atención. Y, con eso, en los aprendizajes que adquieran a lo largo de toda su vida. Se unen a elementos ya nombrados como el estrés, la falta de sueño o su calidad, la seguridad o sentirse emocionalmente bien. Según Charo Rueda, “son fenómenos cuyos impactos pueden medirse en el cerebro”.

La investigadora explica que es muy probable que chavales de entornos socioeconómicamente empobrecidos o difíciles sean “muchísimo más desafiantes” que otros en lugares con mejores condiciones. Y esto es así “porque no han tenido todas las condiciones para desarrollar de forma optima su capacidad atencional, y sus habilidades de autorregulación se verán potencialmente mermadas”. “Uno de los efectos que produce la pobreza a nivel cognitivo es que la persona no desarrolle objetivos estratégicos a medio o largo plazo, sino más bien a corto plazo”, aclara Rueda.

«Imagina una comunidad donde los individuos pueden desarrollar su atención, su capital mental de forma adecuada, y compáralo con otra donde no sucede, donde esto está mermado porque hay una situación de estrés, de violencia, de carencias, de agresividad, situaciones que sabemos que afectan al desarrollo de las regiones del cerebro en las que se sustentan las habilidades de control de la atención y la autorregulación…», comenta. A lo que habría que sumar, además, que las y los niños son quienes más sufren estas condiciones adversas, entre otras cosas, porque éstas escapan absolutamente a su control.

Para ella, mantener estas situaciones de desigualdad material supone, finalmente, «dilapidar el capital mental que tiene una comunidad en su conjunto». «Si no somos todos conscientes de esto, estamos perdiendo lo que hace que las sociedades sean más creativas, más prósperas». En este sentido, Rueda asegura que «creo que la educación de la atención debe ser una cosa integral, no solo algo que corresponde solo a las escuelas y a las familias». «Invertir en que la gente pueda desarrollar su capacidad mental es la mejor inversión que una nación puede hacer», afirma.

Para hacernos una idea de la importancia de esto, es interesante conocer que ya desde el primer año de vida «conocemos los efectos del estatus socioeconómico familiar en el funcionamiento del cerebro, en cómo emerge la capacidad de desarrollar el control endógeno de la atención». «El cerebro crece de forma jerárquica, como por pisos, digamos, si los cimientos no están bien, y el primer piso ya se tambalea un poco, el último es posible que no puedas ni construirlo». Esto supone que el efecto que producen las situaciones de pobreza y adversidad en las habilidades cognitivas, en lugar de menguar según aumentan los años aumentan según se requieren habilidades cada vez más sofisticadas de los chicos y chicas.

«La clave estaría en tratar de reducir las desigualdades del entorno, de la forma más efectiva posible», afirma Charo Rueda. Y, otra clave sería que «la escuela no fomente la desigualdad, sino que sirva para paliar sus efectos». En este sentido, lo importante es que «las escuelas sean inclusivas, en lugar de estratificarse en función del nivel socioeconómico de las familias de los alumnos».

«Si tú tienes una clase de 25 niños, todos con dificultades familiares, necesitarías cuatro o cinco profesores, casi uno por niño. Pero si tienes mezclados niños con distintas situaciones, con ratios bajos de alumno-profesor, y aulas bien dotadas de recursos educativos, la escuela puede ser un elemento que ayude a paliar el efecto de entornos empobrecidos». Para la investigadora, dadas las horas que pasan niñas y niños en la escuela, el sistema educativo podría paliar en cierta medida las situaciones adversas del entorno. «Por eso creo firmemente en la necesidad de tener escuelas inclusivas».

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/10/14/un-educador-no-debe-perder-de-vista-que-el-cerebro-de-su-alumnado-acabara-teniendo-unas-habilidades-que-se-determinan-en-gran-medida-por-la-educacion-que-recibe/

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ENTREVISTA a Raúl Pérez (SUTIEMS): “Demandamos condiciones para un regreso seguro”

Por: La Izquierda Diario

Recientemente se renovó la dirigencia del SUTIEMS. Entrevistamos a Raúl Pérez Ríos, Secretario de Relaciones Exteriores de este sindicato.


La Izquierda Diario: Inició el nuevo ciclo escolar con la directriz presidencial de regresar a las escuelas “llueve, truene o relampaguee”. ¿Cómo ha sido el regreso a clases presenciales en el Instituto de Educación Media Superior de la CDMX (IEMS) y cómo lo valora el Sindicato de la Unión de Trabajadores del IEMS (SUTIEMS)?

RPR.: Nosotros no nos negamos ni nos oponemos al regreso a clases presenciales, simplemente demandamos las condiciones necesarias para un regreso seguro, con la finalidad de evitar que las escuelas se conviertan en un foco de contagio que ponga en riesgo tanto a los estudiantes, como a los trabajadores y a sus familiares. En ese sentido, consideramos necesario que se vacune a los estudiantes y que el regreso se realice con el semáforo epidemiológico en verde, a pesar del decreto que se ha hecho para considerar la educación como una actividad esencial.

La mayoría de los salones de los diferentes planteles del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México (IEMS-CDMX) no tienen una ventilación adecuada, lo cual podría poner en riesgo a los estudiantes y los profesores. Como sindicato estamos buscando condiciones adecuadas para las labores en las preparatorias, así como velar por la salud de los trabajadores.

Afortunadamente contamos con un Contrato Colectivo de Trabajo, en el cual se establece la existencia de diferentes comisiones mixtas, entre las que se encuentra la de Seguridad e Higiene, cuya función en estos momentos ha sido acordar de manera bilateral las condiciones para un regreso seguro. Cada plantel debe contar con una Subcomisión Mixta de Seguridad e Higiene, conformada por trabajadores y autoridades, que están revisando las condiciones de cada plantel y planteando las adecuaciones que son necesarias para garantizar una adecuada ventilación en todos los espacios, así como el aforo que puede existir en los mismos, considerando el metro y medio de sana distancia que recomiendan las autoridades sanitarias, además de las señalizaciones y los insumos necesarios para evitar los contagios.

La Izquierda Diario: Con el pretexto de promover la libertad sindical, la reforma laboral aprobada por el gobierno actual ha complicado el ejercicio de diversos derechos laborales. ¿Cómo ha padecido el SUTIEMS esta política?

RPR: En nuestro sindicato recientemente se realizó el cambio de nuestro Comité Ejecutivo, en el contexto de la pandemia, a pesar de que las autoridades laborales han estado prorrogando el período de duración de las directivas sindicales, y tuvimos que esperar aproximadamente dos meses para que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México nos entregara nuestra Toma de Nota. Esta situación la han aprovechado las autoridades del IEMS-CDMX para intentar desconocer o retrasar los acuerdos que se han establecido con el sindicato, e incluso la Directora General del Instituto se negó a reunirse con los nuevos representantes del sindicato, con el argumento de que no teníamos la Toma de Nota.

Por otra parte, desde hace tiempo, en el IEMS-CDMX existen tres sindicatos, pero desde el 2009, el SUTIEMS es el titular y administrador del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), después de demostrar, mediante un recuento, que cuenta con el respaldo de la mayoría de los trabajadores, y a pesar de que se han realizado dos recuentos más, nuestro sindicato ha mantenido la titularidad del CCT.
Considero que la existencia de muchos sindicatitos en una misma institución no hace otra cosa que fragmentar y debilitar la lucha de los trabajadores, ya que ninguno de ellos tendrá la fuerza suficiente para enfrentar con éxito a la patronal. Aunado a que la reforma laboral le da la posibilidad a los trabajadores afiliados a un sindicato a que puedan negarse a que les descuenten la cuota sindical que deberían aportar para fortalecer económicamente a su sindicato, de manera que puedan establecer su fondo de huelga, en caso de que sea necesario. En ese sentido, lejos de fortalecer a los sindicatos, lo que ha hecho la reforma laboral es crear las condiciones para debilitarlos, tanto económica como políticamente.

Finalmente, es importante mencionar que la iniciativa para eliminar el outsourcing que terminó nada más en una regulación del mismo, no ha permitido erradicar ese tipo de contratación en el IEMS-CDMX, donde se subcontrata a las y los trabajadores de limpieza, con un salario miserable, sin garantizarles estabilidad laboral, ya que cada año existe la posibilidad de cambiar de empresa sin que se garantice su recontratación, además de que tienen menos prestaciones que las que hemos ganado los trabajadores del IEMS-CDMX, a pesar de que ellos laboran en nuestra misma Institución, y algo similar sucede con los trabajadores académicos del Sistema Escolarizado del Instituto y con los Docentes de Lengua y Cultura Náhuatl, los cuales son contratados ilegalmente bajo el régimen de honorarios, desconociendo con ello sus derechos laborales.

La Izquierda Diario: Existe la amenaza de trasladar a los trabajadores de los organismos públicos descentralizados (como el IEMS) del apartado A al apartado B de la Ley Federal del Trabajo. ¿Por qué se oponen el SUTIEMS y otros sindicatos a esta medida y qué se proponen para enfrentarla?

RPR: Efectivamente, la posible sustitución de la Jurisprudencia 1/96 que se va a discutir en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que podría mandar a los trabajadores de los organismos públicos descentralizados del Apartado A al Apartado B sería una cuestión regresiva, ya que en el Apartado B no existe la bilateralidad, en lugar de Contratos Colectivos de Trabajo existen Condiciones Generales de Trabajo, las cuales son establecidas únicamente por la patronal, además de que no existe el derecho de huelga y a los investigadores los consideran como personal de confianza sin posibilidades de sindicalización.

Por todo lo anterior, desde nuestro sindicato nos oponemos a esa posible sustitución de la Jurisprudencia 1/96, e incluso consideramos que es necesario que se elimine el Apartado B del Artículo 123 Constitucional, para que dejen de existir trabajadores de primera y de segunda, trabajadores que si tienen derecho a la bilateralidad, a la contratación colectiva y la huelga, y trabajadores que no pueden tener acceso a esos derechos.

En ese sentido, desde los diferentes espacios en los que participamos, hemos insistido en que es necesario que los sindicatos, particularmente los de los organismos públicos descentralizados, nos unamos y enfrentemos de manera conjunta la posible sustitución de la Jurisprudencia 1/96, con todo tipo de acciones, como las que ya se han estado realizando hasta el momento, como el ingreso en la SCJN de recursos legales como el Amicus Curiae, elaboración de pronunciamientos, realización de conferencias de prensa y foros para hablar sobre el tema, manifestaciones ante la SCJN, etc., todo ello como medidas previas, además de impulsar alternativas legislativas en las cuales se establezca que los trabajadores de los organismos públicos descentralizados pertenecemos al Apartado A del Artículo 123 Constitucional.

Debemos organizarnos y articularnos en un gran frente de trabajadores para defender las conquistas que hemos logrado a lo largo de nuestras luchas. Muchas gracias por el espacio.

Fuente de la información e imagen:  https://www.laizquierdadiario.mx

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Entrevista a Patricia Gualinga, activista del pueblo de Sarayaku «Los pueblos indígenas tenemos esa sábana blanca para demostrar que es posible algo diferente»

Fuentes: Revista Soberanía Alimentaria Biodiversidad y Culturas (SABC)

El pueblo originario kichwa de Sarayaku, reconocido legalmente por el Estado ecuatoriano e integrado por unas 1400 personas, está en la provincia de Pastaza, en un territorio permanentemente amenazado por la extracción de recursos naturales.

En 2004 y tras años de lucha contra una concesión petrolera, la Corte Interamericana de Derechos Humanos sentenció que cualquier actividad extractiva dentro del territorio les debe ser consultada.

«La selva, para los pueblos indígenas que habitan la Amazonía, es vida. Todo el mundo del Kawsak Sacha [selva viviente, el espacio donde fluye la vida] tiene su energía y simboliza el espíritu humano, tanto por su fortaleza como por su grandeza, pensamiento interior donde el alma y la vida son uno solo con la Pachamama y que se hace parte de nuestra formación desde el mismo momento de ser concebidos. […] El pueblo de Sarayaku hace público lo sagrado de la selva viviente, proyectándolo hacia otras culturas y sociedades con el fin de aportar al conocimiento profundo de la Naturaleza».[1] Así describe Patricia Gualinga una parte muy importante de la cosmovisión de su pueblo.

Patricia salió a estudiar a la ciudad y se diplomó en Derechos humanos, gestión ambiental y comunicación. Cuenta que fue a partir de un sueño cuando supo que tenía que dejar su trabajo y forma de vida para renacer y dedicarse por completo a la lucha y resistencia de Sarayaku: «Mirábamos en el cielo una extraña ave de color dorado y enorme; si se caía una pluma y alguien la cogía, era una bendición. De repente el ave aterrizó a mi lado, la acaricié, y entonces me desperté». Desde entonces Patricia ha ocupado diversos cargos como dirigente de los pueblos amazónicos y actualmente denuncia la extracción en su territorio de madera de balsa, con la que se construyen las turbinas de los aerogeneradores, que en 10 años ha aumentado un 1100 % desde que China subvencionó la energía eólica.

¿Cómo son tus primeros recuerdos de lo que te rodeaba? ¿Cómo sentiste de pequeña esa sensación de ser parte de algo?

Bueno, son recuerdos algo difusos. Yo no conocía la ciudad, todo lo que conocía era Sarayaku, la chacra (huerto familiar), la casa de mis padres, la comida que comíamos. Mi papá era un buen cazador y pescador, y recuerdo despertarme de niña y encontrar a mi madre lavando el pescado que mi padre había tomado del río. Los recuerdos que tengo son de caminar descalza, correr, jugar sin esa noción de peligro o de miedo a las serpientes. Nuestra diversión era el río Bobonaza y más cuando se secaba por el verano, que podíamos ver subiendo por las guijanadas a los pescados bebé que más tarde bajarían como pescados grandes. Mi mamá me pintaba el pelo de negro, para tenerlo hermoso, y también el rostro. Papá es un yachak (chamán) y cuando yo era más grande ya tuve conciencia de que venían otros yachaks y tomaban su brebaje y cantaban y conversaban sobre cosas que eran parte de su visión y no entendíamos.

¿Cómo se acaba convirtiendo esa vivencia de la naturaleza en el hábito de cuidarla y en energía para defenderla?

Aunque para otros esto sea sorprendente o motivo de investigación, para nosotros ha sido muy natural. Por ejemplo, creemos en los seres del agua; por eso, si íbamos a los ríos sagrados, nos advertían del cuidado que debíamos tener para que no se enojaran. Recuerdo que a veces tan solo el olor que no era de allí les incomodaba y estábamos siempre alerta de no romper las reglas, ya sea por travesura o descuido, porque veíamos las consecuencias. Siempre que alguien iba al bosque venía con anécdotas. Nuestra educación fue permanentemente hablando de la naturaleza y lo que pasaba en ella, de los seres que la habitan. Cuando salimos a la ciudad ya no conversábamos de eso porque para los demás no es real esa parte espiritual y teníamos miedo de que se burlaran o nos juzgaran. Quedaba para nuestro espacio. Nosotros grabábamos los cantos de papá y mamá —todos sobre la naturaleza— para que nos acompañaran. Si estábamos alejados, estudiando, los poníamos y nos conectaba automáticamente, nos permitía respirar mejor, tranquilizarnos. Ahora ya no necesitamos eso porque tenemos mayor seguridad y nos sentimos mucho más fuertes.

El tema espiritual y la conexión con la naturaleza no son solo de los indígenas, está en nuestros genes, simplemente una parte de las personas lo ha perdido en el camino.

En ese tránsito tuyo entre dos culturas, ¿piensas que existe un lenguaje en común para llegar a entendernos de verdad?

Es complejo, pero en mis viajes descubrí que había personas que, sin ser indígenas, no habían perdido esta percepción. Ahí me di cuenta de que el tema espiritual y la conexión con la naturaleza no son solo de los indígenas, están en nuestros genes, simplemente una parte de las personas lo ha perdido en el trascurso del camino , algo que también ha ocurrido a muchos pueblos indígenas. Si necesitas sentir esa conexión, puedes adaptarla a tu realidad, porque la naturaleza siempre está presente, por ejemplo, en el cielo que nos cubre. La selva es naturaleza y no solo es amazónica, está en cualquier sitio donde pueda estar cuidada. En las ciudades hay gente cuya parte física le pide salir, irse al mar o a las montañas. Normalmente, lo hacen un ratito y se olvidan, pero creo que deberían cultivar más esa conexión porque ayudaría mucho a lo que yo llamo volver a nacer, volver a sentir esa fuerza que permita sanarse y tejer de nuevo, como una araña, esos hilos invisibles que se rompieron. Cuando conecten eso, comprenderán cómo tiene que ser el cuidado o el uso de la energía, es un crecimiento personal que puede volverse colectivo y generar procesos de incidencia. Es lento, pero yo creo que es posible y no es cuestión de aprender todo lo que nosotros como pueblo sabemos, cada quien defenderá esa sensibilidad perdida desde otros puntos.

Esa conexión, en nuestro contexto, puede estar relacionada con las raíces rurales, con la memoria de nuestros antepasados que vivieron de la tierra, que tenían su propia relación con la naturaleza. ¿Podemos desde ahí o desde la propia alimentación volver a sentir que somos parte de un todo, a conectar no solo con lo material y lo inmediato?

Claro, hay formas de practicar esa conexión de diferentes maneras. Ahora bien, lo que sí es cierto y he visto con sorpresa en todas las religiones es la importancia de la alimentación. La alimentación de nuestros yachaks ha sido selecta, sin impurezas. Yo descubrí que la alimentación tiene que ver con esta conexión, con este desarrollo de la sensibilidad, cuando periódicamente nos hacían hacer dieta. Papá me daba el pescado sin sal y sin picante, solo hervido con yuca, porque cuanto más sano comes más abierta estás, y si no es así, te vas alejando. Esto aplica a todas las religiones: evangélicos, musulmanes, cristianos, todos tienen un periodo de purificación y también lo hacían nuestros ancestros cada cierto tiempo. Esto les permitió conectarse con el mundo natural. Así era y así es. Pero este mundo tan revuelto y acelerado que ofrece tanta comida refinada lo hace muy complejo. Todos hemos comido cosas que no son buenas, como la comida industrial, y el cuerpo responde porque es carne.

¿Qué opinión tenéis de la agricultura, de que el ser humano intervenga para producir alimentos, engordar animales? Hay muchas discusiones y teorías sobre si ese fue un paso importante en la desconexión con la naturaleza.

Nosotros somos agricultores de autoconsumo, lo que producimos es lo que comemos, pero eso no implica que se tenga que talar todo el bosque. Cada familia tiene los espacios que utilizaron sus abuelos y son rotativos. Una chacra que se hace en un bosque primario va a demorar en regenerarse unos quince años y volver a ser utilizado. Así vamos rotando y es nuestra forma de vivir, porque no abonamos la tierra, la naturaleza amazónica es totalmente diferente. Para que se vuelvan a caer las hojas y la tierra tenga los nutrientes suficientes hay que esperar ese tiempo. Lo demás es bosque primario, con árboles grandes. No somos ganaderos, pero sí tenemos algunas gallinas. Practicamos bastante la pesca y un poco la caza en sitios permitidos. Mientras no se contaminen los ríos nuestra alimentación no estará contaminada. El campesino de acá es muy parecido al indígena y mientras mantenga un esquema que se conecta con la naturaleza, que maneja la tierra, el humus, el principio de la vida, todo estará bien.

Los nuevos gobernantes llegan a una casa que ya está construida y se necesita deconstruir todo este esquema para construir algo nuevo. […] No se puede avanzar más a base de destrucción.

En occidente hay mandatarios que hablan de sostenibilidad o de «economía circular», pero acaban aceptando el modelo extractivista, incluso desde «partidos verdes». ¿Qué tiene que pasar para que haya cambios sustanciales en las esferas de gobierno?

Los nuevos gobernantes llegan a una casa que ya está construida y se necesita deconstruir todo este esquema para construir algo nuevo. Y nadie se atreve porque nadie ha tenido una experiencia de esta magnitud, así que acaban sucumbiendo. El mundo ha basado su economía en combustibles fósiles, en la explotación y destrucción y lo sigue haciendo. ¿Cómo deconstruir esto, especialmente cuando las decisiones van más allá de las decisiones de los gobiernos? Por ejemplo, ahora todos utilizamos celulares, computadoras… La cultura de descartar está presionando los territorios. Si llevamos esta vida, por lo menos que hagan cosas que duren, como las que fabricaban nuestros abuelos, que podían reparar fácilmente. Las actividades que implican la destrucción de la misma humanidad deberían controlarse, pero para eso hace falta más que un buen discurso, porque ese gobierno perderá el apoyo de los empresarios. No les pedimos que vivan como nosotros, pero pueden generar políticas de control, que los grandes gobiernos den pasos valientes. No se puede avanzar más a base de destrucción.

Por eso, la esperanza está más en la ciudadanía movilizada. ¿Qué piensas de movimientos como el feminista, que habla de transformar radicalmente la sociedad?

Siempre he dicho que el cambio tiene nombre de mujer. Yo no soy feminista porque en mi lengua no existe esa palabra, pero soy parte del colectivo de mujeres amazónicas que trabaja para estar en los espacios de toma de decisiones. También veo que hay mujeres que copian esquemas ya creados, por ejemplo en la política. Sin embargo, se están dando pasos muy importantes. Creo que esta es la época en la que se destapa la podredumbre oculta en muchas esferas y una de ellas es el patriarcado. Creo fervientemente que la participación de las mujeres en espacios de decisión da la posibilidad de cambios importantes y aunque algunas mujeres del movimiento feminista me puedan parecer un poco extremas, creo que cada una está en su derecho de expresarse como sienta. En el mundo indígena también hay muchas resistencias, porque muchos lo justifican culturalmente y para mí esas justificaciones no son válidas. El extractivismo ha venido con esa energía dominante, patriarcal, de posesión, de violencia. Este mundo necesita el equilibrio.

Pienso que los pueblos indígenas tenemos esa sábana blanca para demostrar que es posible algo diferente.

Dices que tu pueblo se guía mucho por los sueños ¿qué sueño te gustaría tener que pudiera cumplirse en el futuro?

Nosotros nos basamos en los sueños, y a veces cuando estamos muy ocupados no soñamos. Los sueños nos indican las advertencias de peligro y todas las mañanas nos sentamos a conversar sobre los sueños que hemos tenido… Hemos soñado cosas impresionantes que se han cumplido. Ese sueño que me gustaría que se cumpliera es fácil y complicado también. Pienso que los pueblos indígenas tenemos esa sábana blanca para demostrar que es posible algo diferente. Tenemos cultura, cosmovisión, todo lo que se puede tener, aunque también hayamos incorporado elementos occidentales. Un pueblo indígena que aplique todo su plan de vida y que esté lejos de las actividades extractivas, con un río sin contaminación, soberanía alimentaria, salud, infraestructuras combinadas con la tradicional propia y algunas cosas incorporadas de la ciudad, un pueblo sostenible, ecológico… es posible. Ese es mi sueño y espero poder vivir para verlo.

[1]      VV. AA., Pluriverso. Un diccionario del posdesarrollo (Barcelona: Icaria Editorial, 2019).

Este artículo cuenta con el apoyo de la ONGD Farmamundi, en el marco de su proyecto de fortalecimiento de las capacidades de los Pueblos Indígenas Kichwa de Pastaza (Ecuador), para el desarrollo de estrategias de amortiguamiento preventivas de la vulnerabilidad nutricional, en el marco de la pandemia por la ACCD.

fuente:  https://soberaniaalimentaria.info/numeros-publicados/77-numero-41/881-entrevista-patricia-gualinga

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Venezuela: Néstor Mendoza: “La literatura venezolana ya no tiene un solo centro”

Néstor Mendoza: “La literatura venezolana ya no tiene un solo centro”

MARITZA JIMÉNEZ 

EL UNIVERSAL

Néstor Mendoza (Mariara, 1985), radicado en Colombia desde hace dos años, donde lleva a cabo la interesante experiencia editorial de El Taller Blanco, acaba de convertirse en uno de los tres finalistas del XL Premio Internacional de Poesía “Juan Alcaide”, de España, una convocatoria de la Asociación Amigos de Juan Alcaide de Valdepeñas, la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha y la Editorial Verbum.

El concurso, en el que participó un total de 431 libros de España y Latinoamérica, designó como ganador al cubano Evelio Traba, y destacó como finalistas, además de Néstor Mendoza, a José Landa (México) y Remei González Manzanero (España).
“Una gran felicidad”, declaró Mendoza al ser consultado. “Se trata de un libro escrito totalmente en Colombia, entre 2018 y 2020, y que de alguna manera retoma el estilo de mis primeros dos libros publicados. El libro se enfoca en la fragmentación como poética: cada poema tiene un tema y un motivo concreto”.
Este joven escritor, que transita con éxito los caminos de la poesía, el ensayo y la experiencia editorial, es licenciado en Educación, en la especialidad de Lengua y Literatura, por la Universidad de Carabobo y cursó estudios de posgrado en la Maestría en Literatura Latinoamericana en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Finalista del I Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas en 2016, ha publicado, hasta ahora, los poemarios: Andamios (Equinoccio, Caracas, 2012), merecedor del IV Premio Nacional Universitario de Literatura 2011; Pasajero (Dcir Ediciones, Caracas, 2015); Ojiva (El Taller Blanco Ediciones, Bogotá, 2019), que cuenta con una edición alemana, Sprengkopf (Hochroth Heidelberg, 2019), con traducción de Michael Ebmeyer, y Dípticos (Editorial Seshat, Bogotá, 2020).
Además, ha sido Compilador de la antología de poesía colombiana Nos siguen pegando abajo (LP5 Editora, Chile, 2020) y forma parte del consejo de redacción de la revista Poesía (Valencia, Venezuela) y del equipo editorial de la revista bilingüe Latin American Literature Today (LALT), editada por la Universidad de Oklahoma.
“Mi escritura -declara-, que ya se resume en cuatro libros, tiene un interés en lo concreto y la descripción. Me ha interesado el paisaje de la niñez y de la juventud, ciertas recreaciones que la memoria retiene, la muerte vista a través de un cuerpo amenazado y la propia fragilidad del cuerpo. Esto se nota especialmente en mis dos primeros libros, Andamios y Pasajero. Y en «Ojiva» planteo un escenario del caos social venezolano, desde la metáfora del proyectil y su destrucción continua.
Dípticos, su más reciente libro publicado, plantea desde la prosa poética una lectura personal del imaginario mítico. “Es decir, me enfoco en algunos personajes de la mitología griega para darles una voz activa, en primera persona”.

-Cada uno de sus libros parece un camino distinto, ¿Cómo definiría su ars poética?
-Mi «ars poética» cambia según cada libro, según cada intención. Pero digamos que persigo la «comunicación», que el poema sea legible, nítido, que muestre y transmita un paisaje, concreto o no.
-¿Qué es, entonces, la poesía?
-La poesía, pienso yo, sigue siendo una forma distinta de comunicación. Una comunicación especial, alta, sin la presión de los intercambios económicos y sociales inmediatos. La Poesía, así en mayúsculas, es común a otros espacios discursivos. He leído alta poesía en otros géneros, en autores que escriben novelas y cuentos como Adolfo Bioy Casares y su gran novela-poética llamada La invención de Morel.
-Paralelamente, ha llevado adelante una importante obra de difusión de nuestra literatura desde su editorial El Taller Blanco. ¿Puede hablarnos de esa experiencia en la que lo acompaña la lingüista y gestora cultural Geraudí González?
-Con el Taller Blanco Ediciones nos enfocamos en la literatura hispanoamericana actual. La editorial tiene cuatro colecciones: poesía, narrativa breve, prosa de no ficción y dramaturgia. Nuestros libros tienen un formato artesanal y cada ejemplar es cosido a mano. Entre los autores de nuestro catálogo, podemos mencionar, por Venezuela, a Yolanda Pantin, José Balza, Fedosy Santaella, Víctor Manuel Pinto, Elisa Lerner y Edda Armas. También hemos publicado a poetas colombianos como Rómulo Bustos Aguirre, Camila Charry y Alejandro Cortés González, y de otros países de Latinoamérica tenemos a Manuel Iris (México), Marta Jazmín García (Puerto Rico) y Vanesa Almada (Argentina) y Rafael José Díaz y Bibiana Collado Cabrera, ambos de España.
-Desde esa perspectiva de escritor y editor, ¿cuál es su visión de la literatura venezolana actual?
-La literatura venezolana actual la concibo desde lo que se está haciendo desde la diáspora y lo que ocurre en el país. La literatura venezolana ya no tiene un único centro. Se está escribiendo desde cualquier parte del mundo. Los escritores venezolanos escriben desde Latinoamérica, Estados Unidos y España, por ejemplo, y cada quien aporta un matiz particular y amplía y diversifica sus propios temas y límites.
-Ud. nació en Mariara, tierra del fallecido poeta Harry Almela, ¿qué ha signficado para Ud. su geografía natal?
-Mariara es un municipio que se encuentra en medio de dos capitales: Valencia y Maracay. De alguna forma, Mariara tiene más de pueblo aragüeño que de pueblo carabobeño. Hay mucha cercanía geográfica y afectiva con Maracay. Mariara es la tierra de la infancia, del colegio, del bachillerato, de la juventud. Mariara es la tierra de los inicios y de la ingenuidad. También es el lugar de los primeros lugares y paisajes en mis poemas (especialmente de mi primer libro, Andamios, publicado en 2012). Personalmente, admiro mucho la obra de Harry Almela (sus poemas de La patria forajida, de Los daños colaterales, sus ensayos), lo leí con atención y visité su casa en dos oportunidades. También hay otro buen poeta y gran amigo de Mariara, Antonio González Lira, y el joven Jhon Rivera Stredel, con quienes compartí muchas lecturas y encuentros sabatinos.
 
@Weykapu
Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com/entretenimiento/109166/nestor-mendoza-la-literatura-venezolana-ya-no-tiene-un-solo-centro
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Yván Pozuelo: «Parece que la innovación educativa es solo para el aula, pero cuando se llega a la evaluación es lo de siempre»

Diario de la Educacion 

Yván Pozuelo es un profesor de Francés en centros de secundaria. Lleva décadas trabajando como funcionario. También es licenciado por la Sorbona de París y doctor por la de Oviedo. Hace algo más de dos años publicó un libro, Negreros o docentes. La revolución del 10, en el que hace una ácida crítica a buena parte del sistema educativo, empezando por el método de evaluación. Desde hace mucho tiempo pone un 10 a la práctica totalidad de sus alumnos para lo cual se basa en que si llegan a las enseñanza básicas que exige la ley, lo merecen. La Consejería de Educación del Principado de Asturias, a través de su servicio de inspección no parece estar de acuerdo con este criterio y decidió abrirle un expediente por esta cuestión tras la aparición de una entrevista en la que Pozuelo explicaba su proceder. Esto a pesar de que tanto la dirección de su centro durante los últimos 14 años, así como la propia inspección asturiana nunca pusieron problema alguno ni a sus programaciones ni a sus evaluaciones, que fueron siempre firmadas. Nunca ha recibido queja alguna, o notificación por parte de la administración hasta que se le abrió el expediente. En el corazón de la polémica una pregunta que repite: «¿Si el alumno ha alcanzado las enseñanzas mínimas (que marca la ley), tiene un 5 o un 10? Nadie me ha respondido a esto».

¿Puedes resumir el por qué educación te ha abierto un expediente y finalmente te ha sancionado con 8 meses sin empleo ni sueldo?

Me abrieron un expediente por una entrevista donde se anunciaba la publicación de un libro: Negreros o docentes. La revolución del 10 donde critico la evaluación. Es lo que les molestó. La pregunta que me hago es si esa prensa la leyeron durante el horario de trabajo o fuera de él.

Tienes buen humor a pesar de la que te ha caído. Con todo el proceso, que ha sido muy largo.

Mis amigos, mis propios abogados me dicen que la situación es como para estar de baja y con depresión. Ese el es objetivo de este tipo de expedientes. En estos casos pocos son los que no caen de baja y en depresión. Fueron 22 meses, casi dos cursos enteros en los que he tenido que soportar esas vigilancias y esa represión. Cada cierto tiempo aparecía una cosa nueva y pensaban que habían encontrado la prueba irrefutable de que soy un incompetente y que lo hacía a drede. Duró mucho y lo que falta todavía.

A partir de la prensa, verificaron las notas que yo había puesto. Notas que habían sido firmadas por el servicio de inspección, todas, durante todas las evaluaciones, siempre, una tras otra. Junto con el equipo directivo. Pero se dieron cuenta cuando di una entrevista de cuatro líneas en la prensa local. Es lo que ha molestado mucho. Podría haber seguido igual hasta la jubilación si no hubiera hecho una entrevista en prensa. Yo vengo de Francia, me crié en París, y allí la libertad de expresión es algo que no se puede tocar. Y aquí lo han hecho. En todas las resoluciones se habla de mi aparición en prensa.

Este dato, este haber publicado una entrevista, ¿lo utilizan como algo que no deberías haber hecho? ¿algo que no está permitido hacer como funcionario?

Ellos consideran que hice público lo que ellos consideran una mala praxis. Si hubiese sido buena la praxis, sí, pero si es mala, no. Tiene más que ver con el bien y el mal que con la ley. Es un poco el encontronazo que me encontré. Si hubieran venido a dialogar, pero vinieron con la sentencia puesta. Lo primero que me hicieron leer fue una amenaza de inhabilitación. Y sin denuncia de nadie, jamás: de ningún alumno, de ninguna familia, de nadie. Esta gente que nunca se mueve si denuncias o te quejas. Todavía no han querido decirme quién me denunció. Tengo un expediente sin denuncia ni denunciantes. Me parece increíble.

¿Tú deberías poder saber quién te ha denunciado?

Claro, yo debería saberlo, pero no lo hay. Cada dos o tres meses, como van acumulando escritos y pruebas, con un expediente que ha llegado a las 2.500 páginas, sigo preguntando, cuando hago alguna alegación, quién me ha denunciado. Siguen sin decirme, después de 22 meses, quién lo ha hecho.

Un expediente sin denuncia es algo insólito en España. Es raro. De hecho hay casos de denuncias que no acaban en expediente. Muchas quejas y denuncias de alumnos, de familias, de forma repetitiva no llegan a expediente. Y aquí, sin denuncia, hay expediente contundente.

Hay varias cosas que me llaman la atención. Una es el hecho de que estuvieras 14 años de trabajo en el mismo centro y no haya habido ninguna queja en ningún documento.

Ni una. Es inexplicable. Ellos lo tendrían que explicar. Cómo yo, siendo el secretario de CCP (Comisión de Coordinación Pedagógica) durante los últimos años, que recojo las actas, que escucho a todos, y nadie nunca nada. El único claustro en el que no estuve es cuando una persona intervino, nada más. El servicio de inspección tuvo ese acta antes de que se aprobase. Me parece… no sé. Para tener razón, emplearon procedimientos, por lo menos, raros. La persona que intervino lo hizo en ruegos y preguntas, y en el acta hicieron votar que lo habían hecho en un punto que ponía de análisis de resultados de la primera evaluación. Llegar a ese nivel de truco…

Yo nunca dije que no ponía dieces, al contrario. Pongo dieces. Nunca dije que ponía solo dieces en calificación final, que ni leen ni escuchan. Aunque sea mi objetivo que todos tengan dieces en la calificación final. De hecho viene en la metodología.

En las miles de páginas en las que explican cosas no contestan a ninguna de mis preguntas, ni me dicen en qué parte de la ley dice que lo que hago está mal. Son cosas muy generales. Que yo pensaba que me iban a demostrar o dar lecciones sobre inteligencia emocional, sobre neurociencia, y que yo estaba fuera de la ley, incluso. Pero no, es simplemente que yo tengo una mala praxis, que los alumnos no saben nada, que yo tampoco sé mucho y nada más. Ahora bien, el resto de mis colegas, todos esos saben mucho, a la perfección. Imagínate el nivel. Me hicieron 5 horas de interrogatorios los inspectores.

¿Pasaste cinco horas de interrogatorio?

Sí, yo solo. Que no son pocas horas para esto. Y les contesté a todo. Ellos a ninguna de mis preguntas. Preguntas fáciles: cuando un alumno tiene las enseñanzas básicas adquiridas o me ha demostrado que es capaz de hacer, ¿qué nota tiene, un 5 o un 10? ¿o un 7 o un 8? Dicen, gradual. Vale ¿cómo? En esto nunca hay respuesta. No son capaces de contestar a nada que sea una práctica de aula, o evaluativa. Y menos en una evaluación en una ley como la LOE, la Lomce o ahora la Lomloe, que se basa en educación inclusiva, en competencias. Todo esto es mentira, un timo más para quienes lo hemos creído. Me dicen que no lo intente, lo diga ni lo comente. La teoría la propagaron ellos, no yo. Escribo libros no para vender, sino para dejar huella de lo que yo pienso porque soy historiador y estoy acostumbrado a eso. Pensé que el libro lo iban a leer dentro de 150 años (risas)…

No sé si quienes han comenzado el expediente han leído la entrevista. Yo la leí, no me pareció ninguna cosa extrema. En el libro sí haces algunos comentarios duros. Me sorprede que haya sido la entrevista y no el libro la causante de todo esto.

Ellos, del libro, prácticamente no hablan porque saben que se meten en un jaleo con la libertad de expresión. Yo escribo, pienso y publico, entre comillas, lo que me da la gana. Puede gustar o no, que se acople a la realidad de un aula exactamente también puede ser un problema. Pero vamos, les invité a leer el libro, en el que nombro expresamente al servicio de inspección y todavía no tenía yo el expediente y creo que he acertado con cómo funciona.

Para resumir un poco, parece que el problema está en que pongas dieces a todo el alumnado independientemente de su rendimiento académico. ¿Cómo de real es esto?

Es totalmente mentira. Que los demás vean en los alumnos diferencias de expedientes o de esfuerzo, sacrificio o saber en sus asignaturas, no me meto ahí.

Yo lo único que hago es atender a la educación inclusiva, atención a la diversidad y a las competencias y saber es ser capaz de. Lo baso, no en la memorización, sino en hacer vídeos, redacciones, mejorar y progresar. Si progresas, partiendo de tu nivel, sigues avanzando en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Lo que ocurre es que en la ley se habla de enseñanzas básicas ¿Cuál es el tope de la enseñanza básica, el 10 o el 5? No me han contestado. El tope es la enseñanza básica yo no lo puse. Que cambien inmediatamente ese título. Pero no lo van a hacer. Si me dicen que puedo poner de 0 a 10 o de 1 a 10, lo máximo de la enseñanza básica es el 10. Si tienen lo básico, los mínimos, obtienen la máxima calificación. No es tan complicado. Hasta que me demuestren lo contrario, que la enseñanza básica es un 5. Solo tenían que decirme esto, pero no lo han dicho ni lo van a decir, porque, claro, dice la ley que es entre el 5 y el 10. Entonces estoy en la ley.

Y otra cosa. Llevo muchos años haciendo esta práctica y es un revulsivo total. El 10 no es en la evaluación final, es 10 en un ejercicio si lo tienes todo bien. Si no lo tienes todo bien, no pongo nota: sigue hasta que consigas el 10. es otro método. Mis alumnos usan el diccionario de Francés-Español. Los profesores, para poner la pregunta de sus exámenes, que son especialistas en la materia, miran no sé cuántos libros. Ellos, pagados como especialistas miran los libros, pero los alumnos no pueden mirarlos, ¿no? Tienen que sabérselo de memoria. Yo, de memoria no quiero que lo sepan, yo quiero que sepan usar el diccionario y otros instrumentos con los que puedan expresarse, escribir o comunicarse. Cambia todo el sistema de enseñanza y evaluación. Parece que la innovación educativa es solo para el aula, hacer cosas didácticas… pero cuando se llega a la evaluación es lo de siempre. A ti un 7 y a ti un 2. He asistido a tantas juntas de evaluación en las que un 2,258 pasa a un 5 en treinta segundos… que esa gente me dé a mí lecciones me parece un poco atrevido.

Lo único que reconocen los inspectores, el primero, es que yo era, de todo el profesorado de Asturias quizás, el que mayor formación sobre evaluación ha tenido. Está escrito. No lo digo yo. Y ¿entonces? ¿A qué venís?

¿A qué te refieres?

Se refiere a que soy evaluador de proyectos Erasmus+, soy controlador de evaluadores de Erasmus+, evalúo las evaluaciones. Son muchos años haciéndolo. A parte de cursos del CPR, cursos online sobre evaluación. Es curioso, ¿no? A parte de haber sido evaluado cuando presenté proyectos Erasmus+. Aunque por la UE, no por el servicio de inspección. Y sin pedir sellos de calidad.

En estos últimos años lo único que he visto ha sido cómo sube el nivel de estrés y angustia del alumnado. Yo, lo siento, pero no voy a participar en ello

¿Qué significa para ti calificar con el 10?

Para mí es un punto de inflexión en mi hacer como docente. Estoy en el aula y todos los alumnos tienen que mejorar. Y los hay muy bloqueados. Yo les doy confianza, y honestidad.

El otro día me preguntaba un compañero del nuevo centro: «¿Cómo haces para que no copien?». Bueno, es que mis alumnos no tienen necesidad de copiar, solo tienen necesidad de ser autónomos y de progresar: «Esto no lo sé y lo tengo que saber. Tengo que progresar». Y hay que tener en cuenta que el saber, el conocimiento, no es eterno, se olvida, sobre todo en edades de 12 a 18 años en las que tienen otras preocupaciones.

Tienen un problema con el 10, y es normal porque tuvieron una época de búsqueda de excelencia que parecía que era la pepita de oro y no. El 10 es el máximo de las enseñanzas básicas, no de las enseñanzas máximas. Lo dice la ley. Si me dicen que en la ley no pone enseñanzas básicas, yo rectifico en este mismo momento. Y si me dicen que en la ley no pone que todos los alumnos tienen talento, yo rectifico. Pero si la ley me dice eso, tendré que, primero, creerlo y, segundo, si es así, ¿cómo suspenden? ¿cómo se puede suspender el talento? (risas).

Ahora está de moda hablar de edumitos. Yo creo que hay que reordenar un poco las letras: es timos, no mitos. Hablamos de edutimos. Nos han timado. Hablan de educación inclusiva: es mentira. Atención a la diversidad: mentira. Competencias clave: mentira. Es más, ¿Cómo es posible que me digan desde el servicio de inspección educativa nada sobre competencias si la exministra de Educación, (Isabel) Celaá a mediados de junio de 2021 monta un foro en el que lo dice, en la primera intervención? Que dejen tranquilos a quienes hemos intentado e intentamos trabajar por competencias, no frustrar a los alumnos constantemente con exámenes y ejercicios que no dan ningún valor al aprendizaje real del alumnado. En estos últimos años lo único que he visto ha sido cómo sube el nivel de estrés y angustia del alumnado. Yo, lo siento, pero no voy a participar en ello.

Pensaba en este tema de los exámenes… En definitiva, las leyes hablan de evaluación continua y, que yo recuerde, no es obligatorio que un docente someta a sus alumnos a exámenes.

Efectivamente, no, no hay nada de eso. Ni para adquirir contenidos, ni competencias. Esto de las competencias es un escaparate, para la prensa, para los periodistas. Para ellos lo importante es el contenido. Es más, el primer inspector y el segundo (del expediente), y son los más experiementados del servicio de inspección de Asturias, escribieron que hay que seguir escrupulosamente el currículo. Punto. Vale, perfecto, pero eso me lo tienes que decir en la ley, no solo a mí en mi expediente. Eso se lo dices a todo el profesorado. Pero no pueden decirlo públicamente, porque estarían diciendo lo contrario de la ley. Es más, en la propuesta de sanción me dicen que es igual de sancionable y expedientable el sobresaliente general como el aprobado general… ¡Pero si es el discurso contrario de todas las circulares, de todas las resoluciones, de todos mensajes de las ministras en estos últimos 3 o 4 últimos años!

Si a mí me parece perfecto, pero ponlo en la ley, en un decreto. Quítame enseñanzas básicas, competencias, educación inclusiva, atención a la diversidad, todo eso me lo quitas y que sea escrupulosamente el currículo. Y se acabó. Y exámenes, pruebas objetivas, para todos los alumnos el mismo. ¿Todavía están a ese nivel sobre pensamiento educativo? ¿pero qué pasa con los estudios sobre neurociencia, todo eso, se lo saltaron a la torera? Me parece increíble.

¿Cómo van a tener todos dieces? ¿y todos cincos? ¿Y cómo van las mujeres a estudiar? ¿y los negros a saber? Ahora, el último paso es este, cómo van a tener todos 10. Y no es una cuestión de tener todos 10, es una cuestión de que el alumno está progresando, está adquiriendo competencias y me lo está demostrando. Y cada uno a su ritmo en una misma aula. No porque tengas a Messi o a Ronaldo en tu clase los demás no van a poder tener un 10. En base a los mínimos exigibles a la enseñanza básicas, todos tienen un 10. Además, trabajas por proyectos, y en grupo, porque somos una colectividad, somos una sociedad. Hay una parte individual, pero también hay una parte importante que es colectiva y entre ambas nos movemos constantemente los profes.

La evaluación continua, formativa e integradora es imposible que acabe en un suspenso. Si lo hace es que ha fallado la enseñanza en sí, no el alumno

Tengo una duda. En las evaluaciones finales de todo tu alumnado ¿aparece un 10 en sus boletines de notas?

Casi. Pero no en todos. Por desgracia no he llegado todavía. Pero sí, faltarán 3, 4, 5, 7… En el primer cargo, que es el más importante, dicen que yo había puesto dieces a todos mis alumnos. Y es mentira. El que no hace nada, o no viene, no lo tiene. Tienen dificultad de entender que se puede evaluar constantemente. Todos los días, cada vez que hablo con alguien, cada vez que entro en el aula, estoy evaluando. Es complicado tener casillas para todos los segundos de esas horas cuando tienes 140 alumnos. Eso no lo tengo, pero para eso soy el profe. Para eso pasé una oposición, para eso soy licenciado y, además, en este caso, doctor. Para que el Estado me confíe unos alumnos y confíe en que lo que yo diga es la realidad. Y en eso estamos. Ellos nunca han dicho que no diera clase.

Simplemente es evaluación continua y ellos, precisamente, me acusan de que me niego a hacer evaluación formativa cuando es exactamente lo que hago o lo que creo que estoy haciendo. La evaluación continua, formativa e integradora es imposible que acabe en un suspenso. Si lo hace es que ha fallado la enseñanza en sí, no el alumno. Imposible.

Cuando dices lo de no hacer evaluación formativa, imagino que la inspección entiende por evaluación formativa hacer exámenes…

No sé lo que entienden. Intentaron en algún momento una explicación pero la verdad es que era incomprensible.

En mi clase todos son conscientes de sus errores, es lo que hago en mis sesiones constantemente, corregir. Es lo que hay que hacer, corregir y corregir. Pero la corrección no significa penalización. ¿Dónde hicieron esa asociación? ¿En qué momento de la historia se han quedado? ¿Qué cortocircuito es que asocia corrección con penalización? Es una cosa que me llama bastante la atención, y más con gente que lleva 40 años sin dar clase y tuvieron años para investigar, escribir, para ver muchas estrategias y alternativas educativas. Y si el error no es penalización, ¿por qué hay suspensos? Porque se penaliza. ¿o el suspenso no penaliza?

Una vez que hablas conmigo, se ve que 8 meses de sanción es contundente, aunque sé que el objetivo era mayor. Ha habido una lucha, mucha gente que me apoyó, muchos profes, mis abogados. Hay gente con agresiones, con acoso sexual, con cosas muy graves que no han tenido 8 meses de sanción. ¿Qué pasa? Todo por no estar de acuerdo con poner un 5… Todos pueden tener 5 pero no un 10 (risas), esto no se sostienen.

¿Y los profes que se niegan a poner 10? ¿No pasa nada? No quiero que les pase nada, obviamente, vaya por delante. Simplemente es una percepción diferente de nuestra profesión. ¿por qué no se puede poner un 10? En la propia ley dice que un 9 y un 10 son lo mismo, un sobresaliente. ¿Entonces, qué diferencia hay entre el 9 y el 10? Si me hubieran contestado a todas estas cosas a lo mejor me hubieran convencido de que sí, he metido la pata, me he confundido, lo he leído mal. Pero me he leído otra vez estas leyes y la verdad es que no he visto dónde o en qué se pueden apoyar para decir que 8 meses. Ellos dicen que no tengo ni procedimientos ni instrumentos de evaluación. Mis vídeos los son, que no lo entiendan me parece perfecto. Ahora bien, de ahí a 8 meses de sanción sin ninguna advertencia anterior… ¿Sin denuncia, sin venir a hablar, entrando en clase como si fuese un delincuente y viendo cómo la clase estaba preparada?

¿En estos meses ha estado yendo inspección a ver cómo dabas tu clase?

Una vez, el primer día, nada más. El primer día de la información reservada.

La información reservada fue el primero de los pasos antes del expediente, si no recuerdo mal. Es el procedimiento que casi más tiempo ha llevado…

Ha llevado 10 meses, creo. El expediente otros 12. Más dos meses que hicieron antes de investigación durante la pandemia. Cuando los profesores estábamos buscando soluciones, ellos emplearon recursos para esto. Es realmente inquisitorial, lo que se llamaba antes una causa general. Eres malo por malo, independientemente de lo que hagas. Es llamativo.

Me resulta llamativo que hayan entrado en tus clases. Más llamativo que solo lo hayan hecho en una ocasión en dos años para comprobar qué hacías en ellas. Es difícil evaluar el trabajo de alguien si no se ve…

Es que son especialistas, expertos. Como los médicos, te mira el ojo y te dice: “Tienes gripe”. ¿Que era coronavirus y se confundieron? No pasa absolutamente nada. Pasa lo mismo. Como tienen tanta experiencia acumulada, con tan solo oler al profesor, ya es suficiente.

Hubo una segunda vez que entraron para poner un examen a mis alumnos. En noviembre. Tras cinco meses de pandemia, con semipresencialidad. Entraron a examinar a mis alumnos, con un examen que no se pone ni en segundo de universidad. Eran traducciones inversas directas y un texto complejo y en menos de 45 minutos. Es un proceso brutal, un acoso y derribo.

Yo sigo de pie. Y eso no es nada cuando comenzaron con las declaraciones y buscaron a gente contra mí. No encontraron a ningún alumno ni a ninguna familia. Encontraron unos profesores. Fue cuando comprendí que detrás de todo esto hay gente escondida y cobarde. Cada uno con su vida. Las declaraciones fueron dantescas. Fue penoso. Muchos días, muchas tardes después de clase. Lo habían preparado. Sacaron un vídeo de una charla TedEX, como son esas charlas, provocativas. Los primeros 50 segundos era la última prueba con la que cargar las tintas contra mí. Y encontraron profesores que dijeron que estaban en mi contra y a favor de la profesora que intervino en el claustro cuando yo no estaba. Dijeron que hacía clientelismo con estos dieces cuando soy profesor titular y el Francés es un idioma prioritario. No necesito poner 10 para tener alumnos. Es más, demostré con números que tengo menos alumnos porque hay otras alternativas y perdí alumnos. Los dieces no han aumentado la matrícula en la asignatura,.

¿Cómo has llevado estos meses?

Han sido 22 meses de locura que me han ocupado mucho tiempo. Yo soy fuerte, pero no por eso, creo que tendrán que indemnizarme. A un funcionario del Estado, con la preparación que tengo, hacerle esto. No se puede permitir que una Administración pueda pisotear a un profesional de esta manera. Los que sufren son mi madre, mis mujer, miu suegra, mi hijo… son los que realmente sufren.

Si fuese tan malo, ¿cómo es posible que me dejaran poner esos dieces que tanto les molestan, durante cinco evaluaciones más? Entre lo que me dieron a leer durante el primer día de interrogatorio que fue en febrero de 2020 a la última resolución, no ha habido ningún cambio. Haya dicho yo algo o cualquier otra persona, ellos tenían ya la decisión tomada. Entonces, ¿por qué todo este tiempo? Es la saña, el acoso, el dañar.

Esto lo pudieron hacer solo porque es el PSOE. A PP y a Vox no se lo hubieran dejado hacer. Es inadmisible lo que están haciendo. Esto no se aguanta. Meter raperos en la cárcel… esto solo lo puede hacer un gobierno que va por la vida con la justicia en la mano.

Y la ausencia de los sindicatos. Nadie se atrevió a decir nada. El de CCOO, que yo estaba en Comisiones, dijo una línea para decir que es injusto. No llegué a consultar un abogado con ellos porque pensaban que esro era una nimiedad y no iría a ningún lado. Abandonado por el movimiento obrero, por las organizaciones obreras. Me parece lamentable. Dice mucho del nivel que hay en España.

La historia suena un poco a ejemplificación de lo que puede pasar si hablas con la prensa…

Todos los amigos y colegas hemos pensado mucho en esto. Han cruzado unas líneas realmente muy rojas. Si dices que llegaba tarde o no hacía tal cosa, o no ponía las faltas… no hay nada de todo eso. Yo no soy nadie importante, soy muy imprescindible. Entonces ¿qué pasa aquí? Más allá de la venganza personal, que la hay, no sé por qué, sigo sin entenderlo… Parece algo que vemos mucho en historia: hay chispas, en momentos. La chispa no es un fuego, es un momento puntual. Y en España estamos en un momento de mucho debate sobre educación. Un debate que se mueve entre el esfuerzo, el sacrificio y la exigencia como si quienes no hacemos exámenes no fuéramos exigentes. Me hace mucha gracias. Hay un debate sin resolver, unas leyes contradictorias para todos. Creo que ahí focalicé todo esto.

Y viendo con perspectiva. Lo más curioso es que algunos de estos inspectores escribieron cosas que yo realmente escribí en el libro: las competencias, no penalizar, decir que los errores no son restar; yo no resto por falta de ortografía, yo las corrijo, bueno las corregíamos juntos, con los alumnos.

Es increíble. En las instrucciones de la EvAU del año pasado ponía dos veces que todos los alumnos podían conseguir el 10. ¿Pero qué locura es esta? ¿Que la misma Consejería me dice a mí que no y pone por escrito para la EvAU, por primera vez que yo haya visto, que se puede conseguir el 10? Si la Consejería me pagó a través de los CPR para hablar de mi libro…

¿En serio?

Sí. Hay tres CPR en Asturias y dos me llamaron para hablar del libro. Hicimos una tertulia.

Parece de Berlanga…

Berlanga y Buñuel, dimiten. Esto es de lo que me estoy acordando… Imagínate que son 22 meses así.

Casi parece una huída hacia adelante por parte de quien tomara la decisión de abrirte expediente…

El primer interrogatorio fue de comisaría. Me preguntaron: “¿Usted se retracta?”. Pensaban que iba a decir que sí porque llevan 40 años acostumbrados a amedrentar a algún profesor. Y le dicen: “Le vamos a retirar el dinero, le vamos a retirar el sueldo, le vamos incluso a inhabilitar si usted sigue así. ¿Usted sigue así?”. Y todos contestan que no, yo contesté que sí, que no me retractaba. A partir de ahí… “¿Ahora qué hacemos? Pues seguimos”. Y están buscando trucos y trucos hasta hoy en día.

La consejera y el director general que me abrieron el expediente han sido destituidos por el Gobierno. Han puesto a una nueva que habla de diálogo, que si trabajo por proyectos, etc. Ella firma la sanción. Porque ellos van hasta el final. Les tiene sin cuidado. Y voy más allá ¿quién controla al servicio de inspección? ¿quién lo vigila? ¿son intendentes de la monarquía absoluta divina? ¿Los administradores del Rey Sol que se creían más Sol que el rey? ¿pueden hacer lo que les da la gana? En la propuesta de sanción ellos dicen y reconocen que se han pasado los plazos en varias actuaciones. Pero que esto es irrelevante. Ahora bien, los alumnos que no entreguen una lámina, eso hay que exigírselo y no pueden tener un 10. Me parece lamentable.

Tocas varias teclas. Quién vigila a inspección es una de ellas.

¿Pueden hacer lo que les da la gana? ¿convocas a una alumna sabiendo que es menor sin decirle que tiene que venir con los padres? No la dejan declarar (venía a mi favor) porque no había ido con los padres. Lamentable. Ahí le pondría un 0 a la inspección.

¿Qué necesidad tenían de meter a otros colegas a hacer el paripé? ¿a hacer como los collabo (abreviatura de colaboracionista, en francés)? Si sabes que alguien es malo, que hago mal las clases y que las notas son falsas, inmerecidas, no necesitas hacer este paripé. Yo creo que es porque es una caza de brujas desde el primer momento. Alguien leyó la prensa en su horario de trabajo y dijo: “A este nos lo cargamos”. Y ya está.

Creo que este nivel, en una sociedad como la nuestra, no puede admitirse. Esto no puede suceder. Necesitamos mecanismos para que no suceda. Y que la Administración, si ve que se ha confundido en algún momento, debería de frenar antes de que lo haga un juez.

Un alumno inteligente, con talento, con su inteligencia emocional a su manera que te dice: “Yo soy tonto”. Lo siento, es un sistema que tirar abajo

Hablando de esto, ¿qué opciones tenéis?

La de hacer varios recursos, sobre todo el de contencioso-administrativo. También recurso de reposición. La sanción está suspensa y a lo mejor me dejan poner mis notas. Mis dieces.

Ves a los alumnos que llevan varios años conmigo preguntándome a final de año, siendo buenos alumnos, qué nota han tenido en la última. Saben que tendrán el 10 si trabajan, no es solo por estar ahí. Y eso me da trabajo a mí. Es más fácil poner un examen sabiendo que dos no van a poner nada. ¿Eso significa que no sepan nada? Yo estoy ahí para decir: “Este sabe algo¿Cómo se lo voy a sacar? Haciendo una redacción, un vídeo, escuchándolo». Cómo es posible que una persona me entregue un examen en blanco y sea la única, después, que me conteste en francés o que sepa ciertas cosas de memoria. Si no quieres entender mi sistema, mis clases, no vas a entender mi sistema de evaluación. Tienes que tener un mínimo de interés en entenderme. Si no lo hay… es difícil hablar. No descarto que sigan viniento a por mí buscando otras cosas.

Si la sanción queda paralizada hasta que se resuelvan los difernetes recursos, imagino que tu método de enseñanza y de evaluación no van a cambiar a partir de ahora…

Para cambiar me tendrán que decir cómo hay que cambiarlo. Dicen que tengo que corregir cuando yo lo hago: le digo a mi alumno que se dice así o asá, se escribe así o asá. Eso me lo tienen que decir desde inspección, si no, ¿cómo voy a corregirme? ¿Por ciencia infusa? ¿O es que piensan que yo sé hacer las cosas y que lo hago mal a drede? Me parece demencial. Corregir, perfecto. Un par de folios en los que me digan cómo tengo que dar las clases: hay estos sistemas de evaluación, estos instrumentos y estos procedimientos… Perfecto, gracias, y lo hago.

Yo veo que lo que hago da resultados. Que los alumnos están conectados en las clases, están confiados, tranquilos, sin estrés, preguntan, corregimos, trabajamos… y nada más.

Entiendo que el primer día de clase les avisas de que si cumplen con los mínimos tendrán un 10…

No…

¿Cómo es tu primer día?

Yo empiezo hablando en francés, presentándome. Ellos también y ahí empezamos todos. Primero, la clase. Depsués, uno o dos días después, se les dice cuál es la programación, los criterios de evaluación, la manera de trabajar y los criterios de calificación. Pero yo no le digo a nadie lo de los dieces. En la primera evaluación, cuando los obtienen es cuando explico por qué cada uno tiene uno. Porque lo tienen por diferentes razones; al igual que hay cincos diferentes, hay dieces diferentes. Somos todos diferentemente iguales. Por eso cada uno tiene un 10 por algo; y lo que no supo, tendrá la próxima oportunidad en el siguiente trimestre y si no, en el siguiente, o en el curso próximo o dentro de dos años. Y si no, en tres. Pero siempre con la confianza de que están progresando. Es lo mejor. Estoy cansado de ver a alumnos que están bloqueados. Cuando puse un 10 al margen en una libreta, por un ejercicio bien hecho, vi una reacción que no había visto antes. Ahí comencé y vi que era diferente e increíble. Cómo la gente que entra en 1º de la ESO te dice: “Yván, soy tonto, soy tonta». Un alumno inteligente, con talento, con su inteligencia emocional a su manera que te dice: “Yo soy tonto”. Lo siento, es un sistema que tirar abajo. No en cuanto a la ley, es que no hemos cumplido con ella.

Contenidos frente a competencias. Cuando hago escritos, pongo la competencia a la que va asociada. En la EvAU todavía no lo vi (risas). Tenemos desde infantil hasta bachillerato desarrollada la adquisición de competencias y llega la EvAU y contenidos. Y nosotros somos preparadores de EvAU desde el primer año de infantil. Es increíble que hagamos cosas que no están en la ley como si fuese la ley y que no la apliquemos.

No soportan que diga esto y les irrita y ha llegado a este nivel de locura y represión. Esto no es una investigación, es represión pura y dura.

Estoy convencido de que ofrezco mucho más con este sistema didáctico y de evaluación a mis alumnos, a todos, a los buenos y a los no tan buenos. Como lo veo día a día, no sé por qué renunciar a ello.

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