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Unicef: la guerra afectó la educación de siete millones de niños y jóvenes ucranianos

En el informe más detallado hasta ahora sobre el tema, el organismo de la ONU aseguró que la guerra «destruyó totalmente» más de 1.300 escuelas, mientras que otras sufrieron daños graves y quedaron inutilizables. Según el texto, dos tercios de los niños en edad de preescolar no van al jardín.

El aprendizaje de unos 7 millones de niños y jóvenes ucranianos fue afectado por la guerra, que ya «destruyó totalmente» más de 1.300 escuelas, mientras que otras sufrieron daños graves y quedaron inutilizables, advirtió este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el informe más detallado hasta ahora sobre las consecuencias del conflicto en la educación.

El organismo de la ONU subraya que, tanto los niños que se quedaron en el país como los que huyeron tras la invasión rusa a larga escala iniciada en febrero de 2022, ven su cuarto año escolar perturbado.

El conflicto y el exilio amenazan la educación de 6,7 millones de niños y jóvenes ucranianos de entre 3 y 18 años, denunció Regina de Dominicis, la directora regional de Unicef para Europa y Asia Central, citada en el informe tomado por la agencia de noticias AFP.

Según datos del organismo, la mitad de los profesores ucranianos registraron que los niños de esta exrepública soviética ya muestran señales generalizadas de déficit de conocimiento, sobre todo en su dominio de la lengua ucraniana, de lectura y de matemáticas, advirtió la experta, tras visitar el país.

Según el informe, dos tercios de los niños en edad de preescolar no van al jardín. En las zonas cercanas al frente, el 75% de las familias informa que no puede enviar a sus hijos al preescolar.

Además, apenas un tercio de los alumnos ucranianos pudieron proseguir con sus estudios de manera totalmente presencial. Un tercio lo pudo hacer parcialmente y otro, a distancia.

Más de la mitad de los niños ucranianos que huyeron del país se ven afectados por la guerra, ya que no están inscriptos en el sistema escolar del país de recepción por la barrera lingüística, las dificultades de transporte o la falta de lugar en las escuelas locales, entre otros motivos, alertó Unicef.

Las familias intentan que sus hijos sigan las clases a distancia, pero «algunos niños refugiados abandonaron completamente sus estudios».

«En tiempos de crisis o de guerra, las escuelas implican mucho más que un lugar de enseñanza», subraya el trabajo del organismo, ya que los establecimientos «pueden proporcionar a los niños, que ya se enfrentan a la pérdida, el desplazamiento y la violencia, una sensación de rutina y seguridad, la oportunidad de hacer amigos y recibir ayuda de los profesores».

La escuela también puede mejorar la alimentación, facilitar el acceso a las vacunas y a otras ayudas, señala.

Hay más de 300.000 niños ucranianos que corren el riesgo de perder lo adquirido durante el próximo curso escolar.

Foto archivo AFP

https://www.telam.com.ar/notas/202308/638497-unicef-informe-guerra-rusia-ucrania-educacion.html

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España: Los cambios en los contratos de trabajo que entran en vigor a partir del 1 de septiembre

El Ministerio de Trabajo pretende apostar por un empleo estable, por lo que premiará los contratos indefinidos y la contratación de grupos vulnerables.

La llegada del mes de septiembre es sinónimo de novedades. Las vacaciones de verano se acaban, los estudiantes regresan a sus correspondientes centros y también entran en vigor ciertos cambios laborales que fueron aprobados a comienzos de este año. Un nuevo sistema que incentivará a las empresas a realizar contrataciones indefinidas y de colectivos vulnerables.

Unos cambios que entrarán en vigor a partir de próximo día 1 de septiembre, independientemente de la formación del nuevo Gobierno después de las elecciones de 23 de julio. Aprobado en Consejo de Ministros, este nuevo sistema contará con incentivos para la contratación, haciendo más interesante para las empresas la contratación de ciertos perfiles, además de premiar las contrataciones de forma indefinida.

Y es que, con la última reforma, desde el Ministerio de Trabajo se pretende apostar por un empleo estable, junto con la incorporación al mercado laboral de personas con un bajo nivel de empleabilidad, como por ejemplo mujeres mayores de 45 años o jóvenes por debajo de los 30. Además de estos rangos de edades, también se bonificará la contratación de personas con certificado de exclusión social, víctimas del terrorismo, mujeres víctimas de violencia machista y personas con discapacidad intelectual.

Las prestaciones que desaparecen

La contratación de alguno de estos colectivos repercutirá en las cuentas de las empresas con importantes ahorros. Pero para ello se deben comprometer a firmar un contrato de, al menos, tres años de duración. Además de estas ayudas, el Real Decreto-ley 1/2023 fija también una serie de ayudas a la hostelería, el comercio y el sector turístico por alargar la jornada laboral de aquellos trabajadores que tengan un contrato fijo discontinuo.

De igual forma, otras prestaciones son las que desaparecen: dejan de aplicarse bonificaciones a la contratación de familiares de hasta segundo grado (salvo personas con discapacidad), ni por trabajadores que hubieran estado en la misma empresa los 12 meses anteriores con un contrato indefinido, o seis meses con un contrato temporal o formativo.

Además, se deroga también la bonificación total de los contratos a desempleados por la sustitución de trabajadores por maternidad, acogimiento y adopción. Hasta la fecha, los contratos de sustitución por maternidad o paternidad se podían bonificar al 100% cuando la empresa contrataba a una persona en su lugar que estuviera desempleada. Ahora, la bonificación del 100% desaparece para ser de 336 euros para contratos de duración determinada realizados a personas jóvenes desempleadas, menores de 30 años, para sustituir a trabajadores que perciban prestaciones económicas por riesgo durante el embarazo o la lactancia natural.

Por último, se penalizará a aquellas empresas que opten por contratos a tiempo parcial. En tal caso, la cuantía de las bonificaciones serán reducidas de forma proporcional a la jornada, y no se incentivarán aquellos contratos parciales inferiores al 50% de la jornada a tiempo completo (salvo casos de permiso por conciliación).

Fuente: https://as.com/actualidad/economia/los-cambios-en-los-contratos-de-trabajo-que-entran-en-vigor-a-partir-del-1-de-septiembre-n/

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Pilar Manchón, la española tras la IA de Google: «Sólo es el principio de una explosión de tecnología»

La inteligencia artificial aspira a revolucionar el mundo. Herramientas conversacionales como ChatGPT de OpenAI y Bard de Google han llevado esta tecnología al gran público. Sin embargo, su uso se extiende en sectores tan amplios como la salud o defensa, de ahí que se haya visto con urgencia la necesidad de regular estas herramientas. España también participa en esta revolución, bien a través de proyectos patrios u ocupando puestos de responsabilidad en gigantes multinacionales, como el caso de Pilar Manchón, sevillana que dirige el área de Estrategia de Investigación en Inteligencia Artificial en Google.

Atraída hace años por la lingüística computacional, el área que estudia y desarrolla los modelos de lenguaje natural que han servido para dar vida a los chatbots y asistentes virtuales, ahora es una de las grandes impulsoras de la inteligencia artificial del gigante de Internet. «Siempre he pensado que la Inteligencia Artificial necesita un enfoque multidisciplinar que nos permita avanzar tecnológicamente, pero sin olvidarnos de proteger la esencia de la naturaleza humana y aprender de ella al mismo tiempo», explica a EL ESPAÑOL-Omicrono.

Hace 10 años que Manchón se mudó a Estados Unidos, donde se sorprendió al ver el escaso número de mujeres que había en puestos de responsabilidad. Una infrarrepresentación que también sufre la comunidad hispana, a pesar de ser una de las más grandes entre la población del país. «Poco a poco vamos avanzando, pero aún queda mucho por hacer», asegura.

Pilar Manchón, Directora Sénior de Estrategia de Investigación en Google

Pilar Manchón, Directora Sénior de Estrategia de Investigación en Google Google Omicrono

En 1999, llegó a la Universidad de Stanford con una beca Fullbright. Acabó fundando su propia empresa, que vendió años después a Intel, donde paso cinco años trabajando. Antes de incorporarse a Google, en su currículum también figuran compañías como Amazon o Roku, siempre centrada en la creación de inteligencias artificiales.

Con esta amplia trayectoria en Silicon Valley, esta española tiene claro que en España «pecamos de humildad y pensamos en impacto local y crecimiento lineal», aunque de nuestro país exportaría a su actual entorno la calidad de vida y las relaciones familiares y con amigos: «me parece que juegan un papel más importante en nuestra filosofía de vida».

¿Se imaginaba cuando empezó su carrera en este ámbito el salto que han dado los modelos de lenguaje natural hasta ahora?

La verdad es que a todos los investigadores nos ha cogido por sorpresa la aceleración de lo últimos meses. Pero, hace ya algunos años, recuerdo haber utilizado en alguna charla una analogía con el principio de la palanca de Arquímedes para lanzar la siguiente predicción: «Dada la suficiente cantidad de datos y la suficiente capacidad computacional, moveremos el mundo».

Creo que todavía nos queda mucho por hacer y descubrir. Solo estamos viendo los primeros destellos de una explosión de conocimiento y avances tecnológicos como nunca antes habíamos experimentado. La IA es un potenciador de la creatividad y la capacidad humana. Conforme aprendamos a optimizar su uso, su impacto se irá incrementando vertiginosamente.

La IA es un potenciador de la creatividad y la capacidad humana. Conforme aprendamos a optimizar su uso, su impacto se irá incrementando vertiginosamente.

¿Qué objetivos debe marcarse la industria tecnológica a la hora de desarrollar inteligencia artificial?

Lo primordial, en mi opinión, es centrarnos en desarrollos de impacto social y científico que nos ayuden a evolucionar hacia una sociedad más humana y segura para todos. Tenemos grandes retos frente a nosotros como el cambio climático, la cura de enfermedades o el acceso a la información y a servicios básicos en muchas partes del mundo.

La IA, más que una herramienta, es una solución en potencia a muchos de nuestros problemas. No debemos olvidar sin embargo que tanto potencial conlleva también un cierto nivel de riesgo, por lo que es fundamental ser prudentes para avanzar de manera segura.

Los chatbots basados en los nuevos modelos de lenguaje natural han sido los grandes protagonistas este año, sobre todo por su llegada a los grandes buscadores de internet. ¿Cómo usa usted Bard de Google en su día a día?

La idea de Bard es que te ayude a explorar curiosidades o poner en marcha tus ideas. El otro día, por ejemplo, estaba buscando algún sitio nuevo para llevar a mis perros a dar un paseo, y Bard me dió ideas de parques y rutas cerca de casa que permiten perros. Incluso me dió detalles sobre sitios para una caminata más larga, con espacio para que puedan correr y cansarse, rutas más difíciles…

Pilar Manchón en su presentación de Outhink de Google Madrid

Pilar Manchón en su presentación de Outhink de Google Madrid Google Omicrono

Estas IA generativas siguen cometiendo errores en los datos o la información que aportan. ¿Veremos algún día a una IA conversacional que no tenga alucinaciones?

Creo firmemente que vamos a ir viendo como estos modelos mejorarán en calidad gradualmente y las alucinaciones irán decreciendo. No es realista pensar que estas tecnologías van a ser perfectas, pero sí alcanzar niveles de fiabilidad suficientes para ser cada vez más útiles y funcionales.

Actualmente, hay muchos equipos de investigación, tanto en la industria como en el mundo académico, que estudian diversas aproximaciones para evitar las alucinaciones. En algunos casos se aboga por comprobar las fuentes originales o la veracidad de la información, en otros se apuesta por reentrenamiento de los modelos con nuevos datos, o datos sintéticos, el aprendizaje por refuerzo con la retroalimentación humana (RLHF), la integración con fuentes de información fidedignas o la combinación de varias técnicas.

Su uso a gran escala ha acelerado el debate sobre la necesidad de control y legislación de esta tecnología. ¿Qué aspectos de la IA es más urgente regular?

En mi opinión, lo más importante es regular las aplicaciones específicas que entrañan mayor riesgo para la vida y la integridad física, el daño a la propiedad, el acceso a servicios esenciales o el impacto en los derechos fundamentales, y no la tecnología en sí. Por ejemplo, la IA que se usa para detectar el cáncer de mama en las mamografías probablemente necesite un enfoque diferente a la IA que ayuda a las personas a encontrar una ruta más ecológica para llegar a casa.

También es importante regular aquellas cuyo riesgo es incierto a medio o largo plazo. Y esto es más complejo, porque no es obvio, y los beneficios sociales y económicos a corto plazo pueden sesgar nuestra capacidad de análisis. Yo abogo por investigar más en profundidad el impacto de la IA en nuestras capacidades cognitivas individuales y en los distintos colectivos sociales en función del uso que hagan de estas herramientas.

El lenguaje natural es nuestro sistema operativo y el impacto de tecnologías que pueden manejarlo, en algunos casos mejor que nosotros mismos, es aún una incógnita que debemos resolver.

Lo más importante es regular las aplicaciones específicas que entrañan mayor riesgo para la vida y la integridad física, el daño a la propiedad, el acceso a servicios esenciales o el impacto en los derechos fundamentales.

¿Cómo se afrontan en Google estos retos? 

El objetivo principal de los desarrollos de Google es tener un impacto social  beneficioso de forma segura y transparente para las personas, y prevenir usos inapropiados. A principios de julio, por ejemplo, anunciamos una alianza entre Anthropic, Google, Microsoft y OpenAI para promover la IA responsable.

Uno de los principios éticos fundamentales de amplio consenso es la necesidad de ser transparentes en el uso de la IA. Todo producto o servicio artificialmente generado debe ser identificado como tal. Por ejemplo, la IA generativa ha hecho más fácil que nunca crear nuevos contenidos, lo que también puede ser un problema si se crean, por ejemplo, imágenes para la desinformación.

Bard, el nuevo chatbot de Google.

Bard, el nuevo chatbot de Google. Mojahid Mottaki | Unsplash El Androide Libre

En Google hemos anunciado una herramienta llamada «Acerca de esta imagen» para ayudar a las personas a verificar si una imágen es fiable. A medida que empecemos a implementar capacidades de imagen generativa, esas imágenes tendrán una marca en el archivo original para darle contexto incluso fuera de nuestras plataformas.

Antes de poner nuestros productos y servicios a disposición del público, la prioridad ha sido siempre hacerlas lo más seguras posible, prevenir errores o efectos colaterales indeseados y anticiparnos a las necesidades de las personas. También es fundamental proteger los datos de cada cliente y garantizar que su información y valor diferencial nunca saldrán de su control.

¿Qué opinión tiene de la ley que está elaborando la Unión Europea?

Es difícil predecir cuál será la versión final ya que aún está en fase de borrador. La propuesta de la Comisión Europea es, en general, proporcionada. Hay aspectos que me parecen muy razonables y otros que requieren, en mi opinión, una evaluación más exhaustiva. Estándares y mayor concreción en casos de uso, escenarios y reglas de aplicación, por ejemplo, son importantes para que la ley no sólo tenga buenas intenciones sino también aplicación práctica.

El programa de ‘sandbox’ que se está poniendo en marcha va a ser decisivo. También es fundamental garantizar que la IA se aplique de manera segura y que sea confiable, al mismo tiempo que apoye la innovación impulsada por la IA por parte de las empresas y el progreso científico de las universidades. El objetivo debería ser mantener la capacidad de la UE de optimizar la aplicación de IA en sectores críticos.

¿El miedo a una inteligencia artificial superior a la humana es lógico? ¿Podríamos estar ante un sistema con conciencia como han apuntado algunos expertos dentro del sector?

La inteligencia y la conciencia son conceptos que se entienden de manera sencilla en un contexto humano. Sin embargo, su definición desde el punto de vista artificial o abstracto es más compleja. La inteligencia artificial ya es superior a la humana en muchos aspectos, pero no en aquellos que nosotros mismos consideramos como fundamentales desde la perspectiva de una persona sin formación específica en la materia. Cuando hablamos  por ejemplo de «sentido común», «libre albedrío» o de la «experiencia subjetiva de ser» como partes fundamentales de la inteligencia y la conciencia humana, todavía estamos muy lejos de eso.

Fuente: https://www.elespanol.com/omicrono/tecnologia/20230819/pilar-manchon-espanola-ia-google-solo-principio-explosion-tecnologia/786671561_0.html

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España: Primer año de la ley de educación en las aulas, del lío con las evaluaciones a la burocracia interminable

Por: Daniel Sánchez Caballero

La tardanza de muchas comunidades autónomas en aprobar los currículos y la sensación de provisionalidad han dado lugar a un primer curso de aplicación descafeinada de la norma

Probablemente lo peor, opinan los profesores consultados, es la sensación de hastío. De haber hecho un gran esfuerzo para adaptarse a una nueva ley con riesgo de tener los días contados y todo el trabajo habrá sido casi en vano; tocará empezar de cero.

Los estudiantes tendrán que memorizar menos y «saber hacer» más en el nuevo modelo educativo que prepara el Gobierno

“Hay una sensación evidente de cansancio y rendición en gran parte del profesorado, o al menos es lo que veo desde mi particular punto de vista; y, en esta profesión, la pérdida de la ilusión es algo que arrastra con ella un puñado de otras cosas necesarias para que un país goce de una educación (y, por tanto, de un futuro) de calidad”. El “particular punto de vista” de Elías Gómez, profesor en Melilla, no es tan particular. “En los claustros lo que se escuchaba al final de curso era: ‘A ver cuánto dura esto’. Falta entusiasmo”, coincide Ana Aguirregoitia, de un centro gijonés.

Quizá por eso, el primer año con la Lomloe en las aulas, en la enseñanza de cada día, puede haber resultado algo descafeinado. “Lomloe light”, dice César González, director de un instituto asturiano. “No se está aplicando nada de la ley”, sube la crítica Clara, profesora y formadora en Andalucía.

La tardanza (o desinterés) de muchas comunidades autónomas en sacar los currículos, que arrastró a las editoriales, junto a la escasa formación que ofrecieron la mayoría de las administraciones al profesorado para adaptarse a una manera de enseñar que aunque no novedosa como tal sí lo era para muchos, provocó que la cuestión quedara en parte en manos del profesorado. Un cuerpo docente dividido, que ha rechazado en buena medida la Lomloe por cuestiones diversas, pero especialmente por una supuesta bajada del nivel educativo.

La enorme carga burocrática que no cesa, las novedades con la evaluación por competencias, algunas discrepancias (habituales) a la hora de decidir si un alumno pasa de curso o no al haberse eliminado el máximo de asignaturas suspensas para promocionar o el aumento de trabajo que supone haber tenido dos leyes diferentes a la vez (las normas educativas se implantan primero en los cursos impares y al año siguiente en los pares) son algunas de las cuestiones que han marcado este primer año de la Lomloe.

En el aspecto positivo, el profesorado valora la implantación de las competencias –aunque muchos son críticos con que se dejen un poco de lado los contenidos– o la “accesibilidad y flexibilidad”, explica Mercedes, profesora de Lengua, que implican las situaciones de aprendizaje, uno de los nuevos elementos de la ley para cambiar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta docente también ve positivamente que “ha reactivado entre los profesores la necesidad de discutir qué hacemos cuando evaluamos o lo oportuno de nuestro trabajo”, y Calle Alonso, profesora en Valladolid, valora la autonomía para los centros que sobre el papel proponía la ley (aunque en su caso concreto el gobierno de Castilla y León la cercenó): “El profesorado podríamos haber pensado qué queríamos hacer y nos habría llevado a procesos colectivos que hubieran servido para conocer cómo funciona la ley”.

Formación y neolengua

El curso empezó en un pequeño caos. Aunque no es la primera ley que las menciona, la Lomloe implanta definitivamente las competencias como eje del sistema y unos criterios repletos de nuevos términos o de términos antiguos que cambiaban algo su significado sumieron al cuerpo docente en una cierta desesperación para elaborar las programaciones que un nuevo currículum exige.

Saberes, criterios, competencias específicas, competencias clave, descriptores operativos, situaciones de aprendizaje, perfil de salida, cómo interactúan unos con otros… Cada ley se vuelve un poco más compleja técnicamente (“neolengua”, dicen algunos profesores) y esta Lomloe aterrizó en las clases un poco aprisa, sin que nadie explicara al profesorado las claves y cómo afrontarlas. “Al principio fue muy caótico”, admite Rosa Rocha, directora del IES Guadarrama, de Madrid. “No sabíamos por dónde tirar, las instrucciones de la consejería no eran muy claras… Los jefes de departamento y los profesores han hecho un esfuerzo muy grande para adaptarse, pero lo hemos hecho nosotros. Desde la consejería no hemos recibido ninguna formación”.

Como siempre en Educación, la situación va por comunidades. Madrid continuó su boicot más o menos abierto. Canarias es citada a menudo como referente en cuanto a la puesta de materiales a disposición de los docentes. Pero ni siquiera es todo ideológico o partidista. Andalucía, aunque llegó tarde a los currículos, se cita como buen ejemplo con la formación. “Los dos primeros trimestres se hicieron a la antigua usanza”, cuenta la experiencia que vivió en su centro Calle Alonso, profesora de inglés en Valladolid.

¿Cómo evaluamos?

Uno de los principales problemas que se ha encontrado el profesorado, refieren los docentes consultados, ha sido con la evaluación por competencias. Por un lado estaba la parte técnica: se trataba, grosso modo, de evaluar no lo que el alumnado sabía (contenidos) sino lo que sabía hacer con eso. Había que hacerlo a partir de decenas de pequeños ítems, centenares según el alumnado de cada profesor. Y se ha convertido en una pesadilla para muchos.

“Creo que lo que no hemos entendido es que antes había competencias asociadas a las materias (por ejemplo, la competencia lingüística era la propia de la lengua). Pero como con la nueva ley no hay competencias propias, todos deberíamos haber trabajado todas, esto significaba que para tener evidencia del desarrollo competencial de cada niño había que haber realizado diferentes actividades de evaluación, pero eso no se ha hecho en la mayoría de los casos”, opina Calle Alonso.

El trabajo se ha multiplicado. “En un curso de Historia puedes tener 40 criterios de evaluación por cada alumno, con sus índices”, explica Aguirregoitia. En una clase hay 25-30 alumnos y cada docente puede tener 5-6 grupos. Salen ciento y pico estudiantes con 40 criterios cada uno. En un mundo ideal, explica la profesora Elena, “una plataforma para hacer un seguimiento del proceso de enseñanza y aprendizaje te da la posibilidad de incoporar las situaciones de aprendizaje con las competnecias asociadas, te da la nota de cada alumno en cada criterio y de ahí la nota general del curso”. No ha sido así, pero los excels interminables estaban ahí, esperando ser rellenados.

¿Qué ha acabado pasando, al menos varias comunidades autónomas? “La gente lo que ha hecho ha sido adaptar la evaluación a lo que querías. Si querías poner un siete a un alumno, le ponías un siete en cada competencia. Ha sido un despropósito. No porque el alumno no estuviera bien evaluado, iba a tener la misma nota, sino porque no se ha evaluado por competencias”, cuenta Alonso. Elena, en Andalucía, refiere exactamente la misma situación: “El personal se ha ido directamente a la nota final en vez de evaluar las competencias”. Alonso cree que la intención de la ley era buena, “pero la han complicado demasiado”.

Burocracia y suspensos

Lo entiendan o no, todo este trabajo implica una elevada carga burocrática para el profesorado. No es una situación nueva, pero la Lomloe está lejos de resolverla. “Esta es una queja que los docentes mantenemos desde la primera ley de educación del periodo democrático, la LOGSE de 1990”, explica Elías Gómez. “En esta modificación normativa no hay un aumento especialmente significativo de la burocracia, pero desde hace 30 años esta carga ha ido aumentando gota a gota. Existe la sensación de que hay que realizar, para cada aspecto de nuestro trabajo, dos o tres informes por cada alumno o alumna, y asimismo la sensación de que gran parte de esos informes no se van a leer, a comprender o a atender. El tiempo que se dedica a ello resta al docente el tiempo que este suele estimar como de más calidad del que dedica a su alumnado: elaboración de materiales, encomienda y corrección de trabajos, explicaciones, aclaraciones, tutorías personalizadas, y más. No estoy diciendo que el trabajo burocrático sea innecesario ni inútil, pero si se aumenta el trabajo por un lado y no se reduce por otro, irremediablemente una de las dos vertientes se va a ver afectada”, reflexiona.

Otro de los elementos que más polarizó al profesorado de la nueva ley fue la eliminación del número máximo de asignaturas con las que los alumnos pueden pasar de curso y obtener el título de Secundaria y Bachillerato. Hasta ahora con tres suspendías, con dos pasabas (si esas dos no eran Matemáticas y Lengua). Ya no hay límite, la decisión la toma la junta de evaluación (las profesoras y profesores de cada alumno) en función de que el crea que cada estudiante haya obtenido o no las competencias necesarias para hacerlo. Algunos docentes (¿muchos?) creen que esto es prácticamente una aberración.

“La titulación es complicada de gestionar”, apunta la directora Rocha. “Los claustros están polarizados porque hay gente que está a favor de las medidas, pero otra que se está devaluando el sistema. El clima es difícil y aunque no hemos tenido problemas de tensiones graves sí que hay un cierto malestar. Sigue habiendo cierta cultura de la repetición y nos estamos quedando atrás en ciertas cosas como abandono o repetición”, advierte. Elías Gómez no parece acabar de encontrarle la lógica al planteamiento: “La observación que se haría cualquiera es: si [el estudiante] hubiese adquirido las competencias, no habría suspendido las materias, ¿no es así?”.

¿Y las familias?

Por último, algunas profesoras que tanto cambio, tanta neolengua, tanto concepto nuevo y complejo está teniendo un efecto evidente sobre las familias, que están perdidas. “Cambia la terminología, la evaluación, y nosotros nos adaptamos, pero las familias no se enteran de nada de lo que está pasando. Solo saben si pasan de curso o no o si van a poder ir a la universidad”, cuenta Aguirregoitia. Calle Alonso, en Valladolid, tiene la sensación de que “los padres no entienden de qué les hablamos”.

Rocha cierra con un deseo que han expresado todos, cada uno con sus palabras. “Hemos trabajado mucho. Solo espero que después de tanto trabajo no nos modifiquen la ley el año que viene. Al menos no la parte pedagógica, que nos vamos a volver locos. Es mucho tiempo y trabajo. Y a nadie le gusta que su trabajo caiga en saco roto”.

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Cómo frenar las mentiras

En la campaña del 23J ha quedado clara la tremenda importancia que tiene la prensa libre, que depende de sus lectores y no le debe nada a nadie más. La inmensa mayoría de los grandes medios son propiedad de bancos, de fondos y grandes grupos de comunicación. La gran mayoría de ellos han blanqueado a los ultras y están bajo el control de la agenda que marca la derecha.

Por eso te pedimos tu apoyo. Necesitamos crecer. Contratar a más periodistas. Reforzar nuestras ediciones locales frente a las mentiras de los gobiernos locales y autonómicos de la extrema derecha. Fichar a más reporteros de investigación. Nos hace falta llegar a más gente, construir un periódico más grande, capaz de contrarrestar la brutal ola de propaganda conservadora a la que nos vamos a enfrentar. Y que dejará pequeña la que hemos vivido en esta sucia campaña electoral.

https://www.eldiario.es/sociedad/primer-ano-ley-educacion-aulas-lio-evaluaciones-burocracia-interminable_1_10393992.html

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Prohíben el uso de celulares y pantallas en las escuelas de Suecia, ¡ya era hora!

“Las pantallas afectan a todo lo que nos hace humanos: al lenguaje, a la capacidad de pensar, de razonar, de memorizar…”.
Michel Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de Salud y la Investigación Médica en Francia

En diversos lugares del mundo estudios e investigaciones independientes vienen alertando sobre los efectos negativos que tiene la digitalización educativa. Esos estudios indican que el uso obsesivo de las pantallas se ha convertido en un problema de salud pública, dado que genera desordenes cognitivos, mentales, físicos, anímicos, psicológicos…. Alertan que la exposición permanente a las pantallas ha dado origen a los cretinos digitales, que se caracterizan por la pérdida de nexos sociales, el individualismo extremo, el culto al consumo, la incapacidad para comunicarse con los demás, en suma, la desconexión con el mundo real a cambio de una panacea tecnológica que se presenta como la tabla de salvación de todos los asuntos de la vida cotidiana.

Para colonizar digitalmente a los niños primero se ha colonizado a los padres, una gran mayoría de los cuales aceptan sin ninguna perspectiva crítica la propaganda mediática de los emporios informáticos que dice que el acceso a las pantallas, especialmente del celular, es benéfico para los niños y les abriría extraordinarias ventanas al mundo y al conocimiento. Que si los niños tienen su propia pantalla y la usan a cualquier hora del día se volverán sabios de manera automática y sin ningún esfuerzo. Esa campaña ha llegado al extremo de asegurar que es mejor leer en pantalla que en papel y de allí se ha desprendido la no utilización de los libros desde los primeros niveles educativos, el cierre de bibliotecas públicas y escolares, la reducción de la lectura, y el desprecio al saber acumulado y transmitido a través del patrimonio documental escrito.

Un discurso seudopedagógico que se ha impuesto, en aras de la novedad, sostiene que es mejor para los niños tener contacto con artefactos microelectrónicos que con seres humanos y eso supone que, en términos de aprendizaje y conocimiento, sobran las bibliotecas, los libros y los profesores. Como resultado hay una pérdida de la capacidad de lectura a nivel mundial, más acentuada en unos países que en otros, siendo la introducción de pantallas en las escuelas la variable fundamental que explica ese retroceso cognitivo: entre más pantallas más disminuye la capacidad lectora, el nivel de comprensión, la actitud crítica, el razonamiento propio e independiente, y se generaliza la incapacidad de concentrarse en alguna actividad especifica.

Los principios elementales de la precaución y la prudencia no operan cuando se habla de la digitalización educativa, porque esos supuestos se oponen a los intereses corporativos de los productores de cachivaches tecnológicos, cuyo interés estriba en venderlos rápido para aumentar su rentabilidad, sin importarles las consecuencias destructivas que eso tiene sobre los seres humanos y el medio ambiente.

De la noche a la mañana se nos anuncia que el aprendizaje puede ser mágico, que no necesita de ningún esfuerzo y que con prender el botón de un computador y tener una pantalla podemos acceder a todo el conocimiento del mundo. Semejante estupidez se dice con toda la impunidad del caso, apoyándose en el culto tecnológico, cuando el aprendizaje mágico y acelerado no existe, no es posible. Contra esa mentira hay que resaltar que el aprendizaje es lento, exige concentración y esfuerzo y sus resultados se ven al cabo de cierto tiempo.

En este mundo digitalizado quienes más oportunidades de aprendizaje tienen son aquellos que más han restringido el acceso a las pantallas y demoran la introducción de tecnologías fuertemente adictivas, empezando por el celular. La prueba está en que los gurúes de Silicon Valley, que tanto promueven sus negocios tecnológicos para obtener extraordinarias ganancias, son los primeros en oponerse a que en sus casas sus hijos tengan smartphone e imparten una educación a través de los libros. En California, por ejemplo, las élites, ligadas a los negocios microelectrónicos, matriculan a sus hijos en aquellos colegios en los cuales está restringido el acceso a esas tecnologías y predomina la utilización de lápiz y papel, no existen conexiones Wi Fi y el espacio educativo está libre de pantallas.

Esto demuestra que la educación es un asunto humano y no tecnológico, como si esta fuera una variable que pudiera entenderse al margen de la sociedad. Y en el mismo sentido, la novedad es una cuestión mercantil y no puede considerarse como un concepto educativo.

Esas novedades digitales en la educación han cobrado más fuerza a raíz de la pandemia de la Covid-19, un momento de pánico mundial que ha sido bien aprovechado por los negociantes del mundo informático. Sus efectos negativos se han visto en poco tiempo, debido, entre otras cosas, a que los Ministerios de Educación Nacional facilitan y propician esos negocios en aras de la novedad tecnológica y por cazarse con las pretendidas innovaciones de la tecnología inteligente y de la “sociedad del conocimiento”.

Ante esos efectos negativos empiezan a darse las primeras respuestas, como ya sucede en algunos países asiáticos (China y Taiwán) y en europeos (Francia, Italia, algunas regiones de Alemania y ahora Suecia), que apuntan a la restricción de las pantallas en el mundo escolar.

El caso de Suecia es llamativo porque fue uno de los primeros en plegarse hace algunos años en forma incondicional a la digitalización de la educación desde los primeros niveles. Pues ahora, analizando los resultados negativos, ha decidido detener esa digitalización y ha proclamado el regreso a la enseñanza a través de cuadernos y libros. Al respecto, la Ministra de Educación de Suecia ha anunciado que por la disminución de la capacidad lectora de sus estudiantes el país corre el peligro de contar con una “generación de alfabetos funcionales”, ante lo cual es necesario que “las escuelas suecas vuelvan a lo básico”, con un enfoque en se deben fomentar las habilidades básicas de “leer, escribir y contar”. Para posibilitar el retorno a los libros se destina un importante presupuesto estatal para dotar a las bibliotecas escolares con suficiente material impreso, de tal manera que esas escuelas estén libres de dispositivos microelectrónicos y se estimule el uso de los textos escolares. La ministra Lotta Edholm en forma rotunda cuestionó la “actitud acrítica que considera la digitalización como algo positivo, cualquiera sea su contenido”, y en aras del solucionismo tecnológico envió a los libros de texto “a las estanterías”, cuando estos tienen “beneficios que ninguna Tablet puede reemplazar”.

Esta decisión no ha sido aislada, porque en Italia un informe especializado del Senado concluye que el uso de artefactos digitales, especialmente el smartphone, está creando una generación de “jóvenes esclavos, drogados y descerebrados”, porque el uso de los cachivaches microelectrónicos «no es nada diferente de la cocaína, con las mismas e idénticas implicaciones químicas, neurológicas, biológicas y psicológicas”.

De lo anterior se desprenden dos preguntas básicas y actuales para nuestro país: ¿cuándo se va a reflexionar crítica y seriamente sobre los efectos destructivos que la pandemia digital genera entre los niños y jóvenes colombianos? y ¿cuándo se van a implementar medidas que le intenten poner freno a la epidemia de cretinos digitales que afecta a gran parte del territorio urbano de Colombia?

Fuente: https://rebelion.org/prohiben-el-uso-de-celulares-y-pantallas-en-las-escuelas-de-suecia-ya-era-hora/

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España: Un dardo dirigido contra la pedagogía

Un dardo dirigido contra la pedagogía

Carlos Javier Blanco Martín

Llevo muchos años denunciando el carácter pseudocientífico de la Pedagogía. Son tantas y tan dispares las “ciencias de la educación” que ninguna de ellas, ni tampoco una suma integral de todas ellas parece alzarse, de manera legítima e inapelable, como la disciplina capaz de prescribir cómo tenemos que enseñar: ni el qué ni el cómo, ni el cuándo ni el dónde enseñar.

Si uno elige una de esas “ciencias de la educación” como saber principal o rector de los demás (psicología, sociología, neurociencia, didáctica…), tendrá que rendirse de manera honesta y objetiva ante un hecho: no hay “una sola” teoría psicológica sobre la educación, no hay una sola teoría social o un solo consejo didáctico sobre qué enseñar. Tampoco hay consenso científico sobre cómo es mejor hacerlo, qué herramientas es preferible emplear, etc. El panorama, como ocurre con todos los demás saberes sociales y humanísticos, es complejo. Múltiples “paradigmas”, variados y contradictorios enfoques y modelos. El docente tiene demasiado dónde elegir…Y esto de elegir un modelo o una teoría de forma arbitraria no es, desde el punto de vista gnoseológico, demasiado alentador.

Sin embargo, con cada nueva fase de reajuste del capitalismo occidental, y muy tangiblemente, con cada nuevo ciclo político en España, se tensiona más la cuerda y se somete a la Escuela (y por extensión, a la Secundaria y a la Universidad) a nuevos desmantelamientos. El hecho puro y simple de que la educación española se está degradando (menos conocimientos y más “competencias” o “saberes básicos”, menos esfuerzo intelectual y más “gamificación” y “cultura de la reclamación de notas”) sólo se puede iluminar a la luz de una causa explicativa: neoliberalismo. El neoliberalismo desmantela la Escuela. Un ejemplo: el DUA (“Diseño Universal de Aprendizaje”).

Los poderes mundialistas han dado con una formulita mágica. Se han acabado los centros de Educación Especial. Se han cargado a los especialistas en niños con dificultades especiales. Se elimina la pedagogía terapéutica. Se acabó el dinero para crear aulas específicas, dotadas de personal y material especializado, espacios tendentes a dar respuesta a necesidades educativas especiales. Es cuestión de tiempo. Bajo una capa de barniz ultraprogresista, esto es, tras declararle supuestamente la guerra a la discriminación, la real y la inventada, se sacan de la manga una nueva jerga, y lo de inventarse jergas es la única especialidad en la que los pedagogos son expertos: el “Diseño Universal de Aprendizaje” [D.U.A]

Y ¿qué es eso del DUA?, se preguntarán. Pues hablando en román paladino, el D.U.A. es la justificación verbal y pseudocientífica para eliminar una atención educativa específica a quien realmente precisa de una atención educativa específica.

La jugada neoliberal sólo puede pasar inadvertida a un espectador intoxicado él mismo por las jergas del ultraprogresismo: todos somos distintos, nos dicen, cada uno de los miembros de nuestra especie posee su “perfil de salida” (concepto que recuerda a las necias ideas sobre la “trazabilidad” de los productos comerciales) y, partiendo de esos supuestos pseudocientíficos, el profesor en el aula debe lograr cosas distintas de chicos distintos. Nada de “pedir a todos lo mismo”. Esto de elevarse por encima de lo que tus genes o tu clase social han predeterminado, es un empeño anticuado.

El neoliberalismo inherente al D.U.A. consiste en generalizar un engaño: que no traumaticen los docentes a quienes “parten de su propio perfil” (léase, parten de situaciones socioeconómicas y cognitivas muy malas). No elevemos a nadie. La Educación ya no será más un ascensor social (al menos para algunos). Busquemos en los chicos, sobre todo, felicidad, adaptación al sistema (un sistema que es, cada vez más, un cibersistema), da igual su descarada ignorancia. Mientras tanto, cerremos los colegios de Educación Especial y evitemos “sacar” a alumnos de su grupo de referencia (que suele ser un mero grupo de edad) para no discriminarlo.

¿Quién “se come el marrón”? El docente, eso es evidente. El docente “diseñará” una clase y un programa diferente para cada hijo de su padre y/o de su madre o de su progenitor o progenitora. Esta es la nueva Pedagogía, la que se impone en España con fuerza de ley (la LOMLOE, 2020).

¿Fundamentos de esta normativa estatal de obligado cumplimiento? Los propios de la Pedagogía: cero. ¿Adornos para adobar, endulzar y meter de tapadillo esta nueva jugarreta neoliberal? Muy sencillo: el gran adorno de nuestros días es el prefijo “neo”. En los años 70 y 80 ponían el prefijo “psico” a todas las cosas. Fue el auge de las ciencias “psi”. Hoy, como todas las modas americanas, el prefijo ornamental y otorgador inmediato de prestigio y relumbrón es el de “neuro”. Es la moda de lo “neuro”. Se habla de “neuroética”, de “neuroeconomía”, etc.

El DUA dice basarse en “tres redes neuronales” (¡sólo tres!¡como si en nuestro cerebro no existieran millones de ellas!) a saber: reconocimiento, emoción y estrategia. Que sean tres y no cuatro o diez, o cien, es absolutamente arbitrario. Pretenden a un tiempo, legisladores y pedagogos, hacer pasar por ciencia lo que no es sino una propuesta salida de las neuronas de dos profesores de Harvard, un par de pedagogos y psicólogos (por cierto muy ligados a “lo digital”).

Teniendo en cuenta que en el ámbito universitario de la Psicología y de las “ciencias de la educación”, los modelos (que no teorías definitivamente asentadas) se cuentan por cientos o por miles, no deja de ser significativo que la LOMLOE, la ley de corta y pega traducida de manera automáticamente -en todos los sentidos de la palabra “automático”- a partir de la UNESCO y de los organismos “supranacionales” , imponga un solo modelo, muy concreto y muy discutible, el de estos dos personajes de Harvard, para que los docentes, de manera ovejuna y acrítica, lo pongan en práctica.

Hay autores, como Alberto Royo o Santiago Moreno Castillo, que llevan un tiempo señalando estos desaguisados y estas arbitrariedades de los pedagogos. Son estropicios que, a mi entender, que llevarían a risa si la cultura en general y la cultura en Epistemología, en particular, fuera superior entre el público y muy concretamente entre los docentes.

Alberto Royo acaba de publicar un breve dardo (“Contra el pedagogismo”, Letras Inquietas, 2023) que se clava en la diana del problema: el problema que no es otro que el deterioro que el neoliberalismo está causando en la educación española. Esperamos nuevos dardos y misiles contra este fraude que es la pedagogía.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/un-dardo-dirigido-contra-la-pedagogia

 

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España: Se publica la investigación sobre la segregación escolar en Valencia que provocó una larga campaña contra sus protagonistas

Seguramente, cuando el Consejo Escolar Municipal de Valencia se planteó la necesidad de conocer los efectos de la zona única de escolarización en la ciudad para decidir qué hacer al respecto, nadie se planteó qué podría llegar a pasar una vez que, por mor de que la Conselleria no tenía evidencia de ningún tipo, se contrató a la Universidad de Valencia y al equipo de José Manuel Rodríguez, para que realizara una investigación sobre el tema.

Varios años después de una persecución política y mediática que terminó, como tantas cuestiones en este país, en los tribunales también, el producto de la investigación ha visto la luz estos días en forma de libro. Un volumen de más de 500 páginas en las que se intentan dar las claves del impacto de la zona única educativa en la ciudad, principalmente, en cómo la segregación escolar se ve potenciada, principalmente, por la existencia de la red de centros privados concertados.

José Manuel Rodríguez, codirector de la investigación junto a Laura Martínez Junquero y Borja de Madaria ha sido el responsable de la presentación del libro en un acto organizado en el Centro de Cultura Contemporánea Octubre de la ciudad de Valencia.

“El distrito único es un elemento como política que contribuye a la segregación”

Según ha explicado, los primeros capítulos se dedican a explicar las diferentes dimensiones que influyen e impactan en la educación como son la libertad de elección de centro y su impacto en la segregación; las relaciones entre familia y escuela y los procesos de cierre social; la idea de meritocracia y cómo hace que las clases privilegiadas vean sus privilegios como producto directo de sus méritos.

En lso siguientes capítulos se pueden encontrar aportaciones de importantes sociólogos de la educación como Javier Murillo (UAM), Julio Carabaña (UCM), Sheila González (UAB) o Xavier Bonal (UAM), cuyos textos intentan contextualizar la segregación. Como explicaba Rodríguez, “el elemento que más contribuye a la segregación es la doble red”, pública-concertada, puesto que esta última tiene un papel “determinante” en la segregación del estudiantado en función de diferentes variables como los ingresos o el origen nacional.

Cynthia Martínez: “Apostar por la escuela pública mejorará los niveles de segregación escolar en poco tiempo”

En los siguientes capítulos, ya se entra en materia de la propia investigación. En los primeros compases, la investigación cualitativa en la que se contó con la comunidad educativa formada por el Consejo Escolar Municipal de la ciudad, así como el testimonio de familias valencianas. Según explicó Rodríguez, su testimonio les ayudaron a comprender qué había ocurrido en Valencia y, después, los resultados cuantitativos de la investigación les sirvieron para explicar los testimonios de las y los informantes.

Sobre la investigación cuantitativa, Rodríguez destacó la dificultad de acceso a determinados datos. “Los datos que nos dio la Conselleria fueron muy deficientes, aseguró el investigador, y todavía esperamos que contesten una solicitud desde 2019. No perdemos la esperanza de que lleguen”. bromeó.

Esta parte del libro contiene ocho capítulos en los que se analizan diferentes datos relativos a la educación. Desde la inversión de recursos, a su distribución entre las dos redes. También sobre escolarización y zonificación, oferta educativa en las etapas obligatorias entre pública y concertada, etc.

Rodríguez destacó algunas ideas de dichos capítulos. Ideas como la desigual inversión entre redes; cómo se ha soslayado al Consejo Escolar Municipal como órgano de participación de la ciudad que, en los últimos 32 años solo ha presentado un informe anual, salido de la investigación del grupo de la Universidad de Valencia de Rodríguez. El informe determina, además, que la zona única de escolarización no está justificada por ninguna prueba de que mejore nada, aunque sí genera mayor segregación escolar que impactan en las oportunidades del alumnado de origen extranjero especialmente. “La escuela valenciana, aseguró el investigador, no incluye las diferencias”, por lo que es necesario, dijo, implementar otro tipo de políticas educativas.

Mapa escolar de Valencia, segregación y caza de brujas

Rodríguez habló de los capítulos más cualitativos en los que se desarrollan temas como la representación social de la educación desde el punto de vista de las familias o el Consejo Escolar Municipal. Unas representaciones en las que aparecen conflictos que enfrentan la libertad de elección con la equidad; la titularidad  de los centros concertados; la zonificación de proximidad o el distrito único de escolarización.

Esta parte del volumen se cierra con 18 etnografías escolares que permiten, asegura el investigador, entender la naturalización de las diferentes culturas escolares.

La tercer y última parte del libro, según explicó Rodríguez, está dedicada a la persecución que el grupo investigador y su equipo sufrieron durante años por estar elaborando esta investigación. Decidieron que la mejor manera de combatir la persecución que sufrieron pro producir conocimiento científico era, precisamente, generar más conocimiento sobre las estrategias que se utilizaron contra ellos.

Desde el punto de vista de este investigador, quienes estuvieron en esta campaña fueron la patronal de la escuela concertada, el PP valenciano y el periódico Las Provincias, en una estrategia que “articulaba formas clásicas del franquismo con la persecución política y nuevas formas salidas del bolsonarismo, basadas en el lawfare”.

En cualquier caso, sale a la luz un libro producto de un importante trabajo de investigación. Importante e incómodo, no solo para quienes llevaron a cabo esta estrategia de desprestigio y criminalización, sino incluso para quienes habían solicitado la propia investigación. Como recordó Rodríguez en la presentación, no hubo en su momento, cuando se presentaron resultados de la investigación, representación de la administración educativa, ni del Consejo Escolar Municipal, en manos del PSOE, ni de la Conselleria, gobernada en su momento entre Compromís y el PSOE.

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