Presentado en La Habana “Centocellaros”, el nuevo libro de Vasapollo y Rosati. Una historia de revolución necesaria y posible
El profesor Luciano Vasapollo, decano de economía de la Universidad La Sapienza de Roma, encabeza actualmente una delegación italiana en Cuba en la que están representadas numerosas realidades italianas, entre ellas la Red Comunista, la Red de artistas e intelectuales en defensa de la humanidad y el Padre Virginio Rotondi. Association for Peace Journalism, que promueve las pruebas FarodiRoma y PlaceStPierre. En la ocasión, en La Habana como en otras ciudades de la isla, se realizaron varias presentaciones del libro “Centicellaros. Las cien flores y la rosa de Jericó”, escrita por Vasapollo junto a Luigi Rosati.
Una nueva historia de los años ’60 y ’70 está al alcance de las nuevas generaciones de lectores y militantes, una de las tantas, entre las miles, vividas en el conflicto de clases que atravesó Italia tras la Segunda Guerra Mundial. Esta historia contada por Luigi Rosati y Luciano Vasapollo, ambos protagonistas de muchos de los hechos narrados en el libro publicado por Edizioni Efesto, sin embargo, tiene algo de particular, algo que, lamentablemente, es difícil de encontrar en la enorme bibliografía sobre el tema.
El libro descansa sobre dos tesis, que parecen ser tanto el motivo como el fin de la redacción de estas densas páginas. En primer lugar, los autores insisten en el hecho de que los acontecimientos del “período caliente” del choque revolucionario que tuvo lugar en Italia en las últimas décadas, los infames años 70, deben leerse desde una perspectiva histórica. Es imposible entenderlos si no los conectas con la resistencia partidista al fascismo nazi, con Portella della Ginestra, con la lucha y la organización obrera y campesina de esa explotación colectiva que hoy se llama boom económico, de que la historiografía oficial nos dice sólo cierta espera.
Pero Vasapollo y Rosati van más allá: de nada sirve contar la década del 70 si no está conectada también con lo que pasó después, con las décadas del gran reflujo, las de la despolitización forzada de la sociedad. En este sentido, la primera tesis del libro es clara: la narración de toda pequeña historia política debe tener lugar siempre en relación con la gran historia general, nunca debe estar cerrada o estancada en sí misma, y es precisamente a partir de esta una recomposición que se deriva de la utilidad que la lectura del pasado, tanto de las grandes intuiciones como de los fatales errores, tiene para las nuevas generaciones.
El segundo argumento es en cambio social, en el sentido de que mira directamente a esas masas protagonistas del conflicto de clases en Italia. Los flujos migratorios internos, en particular el enorme movimiento sur-norte de las dos primeras décadas de la posguerra, no pueden leerse como cifras estériles de manual, sino que deben remontarse al desarrollo de las metrópolis del Norte y de Roma, de la que en particular se habla magistralmente del desarrollo urbanístico. La historia del municipio que se convierte en periferia y por tanto se entrelaza con la de sus habitantes, con ese cambio que los aleja del silencio político, hasta el punto de tomar la palabra como protagonista. De este fluir, de esta concentración de hombres y mujeres, y por tanto de diferentes lenguas, culturas, tradiciones, los autores ven nacer el humus social que será fundamental para el desarrollo de una oposición al poder que será posible sin mediación. El resultado es un mosaico compuesto de la realidad italiana pasada y presente, un fresco que nunca cae en el análisis sociológico o en la crónica estéril de los hechos, y sobre todo que no teme tocar nervios aún descubiertos, ayudando a la reflexión y a la correcta colocación de la hechos tendencias históricas que produjo un choque revolucionario único en Europa. Revolución es el sentido del momento histórico, dijo Fidel. Los centocellaros ayudan a encontrar este sentido histórico.
Los autores fueron, son y serán militantes políticos, y esto no es un detalle menor. Aunque distantes físicamente durante muchas décadas, uno en París y el otro en Roma, los autores nunca se separaron y nunca abandonaron el camino: Vasapollo y Rosati continuaron con su compromiso político cuando muchos optaron por el retiro político. Todavía están en sus
puestos de combate. Este es quizás el carácter fundamental que impregna estas páginas: Centocellaros es un libro que todavía quiere la Revolución, que la cree necesaria y sobre todo posible.
Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/presentado-en-la-habana-centocellaros-el-nuevo-libro-de-vasapollo-y-rosati-una-historia-de-revolucion-necesaria-y-posible-fotos/
La ONG católica ayudó el año pasado a 1.524.954 personas a través de 721 proyectos
Manos Unidas alertó ayer en Madrid de la «gran hambruna» que ya existe y que se va a extender en el mundo acelerada por la guerra en Ucrania y la falta de agua, factores que afectan especialmente al continente africano.
La ONG lanzó esta advertencia en la presentación de su memoria de actividades de 2021, año marcado por el hambre, el aumento de personas en situación de pobreza y en el que llevaron a cabo casi 500 proyectos nuevos con una inversión de más de 33 millones de euros.
La guerra en Ucrania, subrayó la organización, afecta sobremanera a la subida de los precios y dificulta aún más el acceso a cereales, y tiene un impacto clave en África ya que Rusia y Ucrania son sus principales graneros.
De 474 proyectos ejecutados en 2021, el 38% se desarrollaron en África, el 32% en América y el 30% en Asia. Gracias a la campaña «¿Contagia solidaridad para acabar con el hambre», Manos Unidas consiguió mejorar la recaudación obtenida en 2020 en un 14%, hasta los 33 millones de euros.
Pese a que son tres millones menos de euros que en 2019, la presidenta en funciones de la ONG, Clara Pardo, afirmó en la presentación de estos datos que se están «empezando a recuperar» y ha confiando en volver a las cifras previas a la pandemia. Destacó en este contexto el gran aumento de donaciones por parte de herencias y legados, superando en un 140% las recibidas en 2020.
En 2021 Manos Unidas llevó a cabo 110 proyectos relacionados con el derecho a la alimentación, a los que destinó casi 10 millones de euros –un 29% de su inversión anual– y de los que se beneficiaron casi 123.000 personas.
También realizó 108 programas de carácter educativo, una de las áreas más críticas debido a la desescolarización y el abandono, con una inversión de 6,5 millones de euros, y 94 proyectos de salud, a los que destinó más de 4,2 millones.
Junto a estos capítulos Manos Unidas lanzó proyectos enfocados al agua y el saneamiento, derechos de las mujeres, derechos humanos y sociedad civil, y medioambiente y cambio climático.
La coordinadora de proyectos en África, Mabel Ibáñez, denunció que con los confinamientos se cerraron las escuelas durante dos años para miles de niños, atrapó en casa a mujeres y menores con sus maltratadores e incrementó la brecha entre los ricos y los pobres. Los desastres naturales, la violencia y las guerras convivieron con el ataque de la Covid, principalmente en su variante Delta, que perjudicó a sistemas sanitarios de los países pobres, que ya eran precarios antes de la pandemia. El virus mató a muchas personas que eran cabeza de familia y principal sustento de miles de hogares.
El que fuera bastión del PSOE durante más de tres décadas, cayó en manos del PP y C’s que, junto a Vox han estado gobernando durante los últimos años el mayor sistema educativo del país. En unos días, las y los andaluces pasarán de nuevo por las urnas para, según parece, revalidar a las derechas en el Gobierno, esta vez, sin Ciudadanos y con una extrema derecha con muchos más apoyos.
Cifras globales
Las cifras globales de la educación andaluza son, a veces, un tanto desbordantes. Con unos 140.000 docentes entre la pública y la concertada (prácticamente 100.000 están en centros públicos) y con sus casi 1,6 millones de estudiantes no universitarios, Andalucía es por derecho propio el mayor sistema educativo de todo el país. Con una inversión, además, que se ha más que duplicado en las dos últimas décadas. Y conserva una proporción de escolarización en la pública del 73 % del alumnado, a pesar de las tensiones hacia la privatización que se han venido desarrollando en la última década, sobre todo.
Andalucía tiene 1.792.021 estudiantes, desde educación infantil hasta de régimen especial y de adultos. De esta cantidad, 1.370.814 están en el sistema público y, el resto, principalmente en el concertado (329.729).
El alumnado se reparte entre una inmensa mayoría de centros públicos, salvo en el caso de los de educación especial, en los que la proporción es uno público por tres concertados.
Como ocurre en buena parte del país, es el sistema público el que acaba absorviendo a la mayor parte del alumnado con dificultades, sean de la índole que sean, así como el extranjero.
En los siguientes gráficos se puede ver cómo ha evolucionado la matrícula de chicas y chicos de origen extranjero, tanto en centros privados como públicos de la comunidad autónoma. Salvo el primer año (2000-2001) en el que el 39,7 % estaba en privados, el resto de los años la proporción es bastante menor, sin llegar al 25 %.
Según las cifras oficiales, Andalucía tiene un volumen pequeño de población extranjera matriculada. Según los últimos datos de la adminsitración, del curso 2017-2018, en educacion primaria suponían un 5,3 %; en primaria, 5,7 % y en secundaria obligatoria, 5,8 %. Pero las variaciones entre las provincias son enormes.
Almería y Málaga se llevan la palma en cuanto a escolarización de alumnado extranjero. Sobre todo la primera que supera entre tres y cuatro veces la media andaluza y, comparada con Jaén, provincia con la menor proporción de migrantes, multiplica por casi 11 en infancil; nueve en primaria y 7,6 en secundaria obligatoria.
En el caso del alumnado con necesidades educativas especiales, Andalucía no es una excepción. La mayor parte de estas chicas y chicos se encuentra, como puede verse, escolarizados en centros públicos ordinarios. En este mapa se puede ver al alumnado con NEE según provincia y titularidad del centro. En la parte superior, se puede elegir enter pública y privada y así ver cuál es la proporción de este alumnado (en el que se encuentran chicas y chicos con discapacidad motora, auditiva, con trastornos de la personalidad, etc.).
En la última década el sistema educativo andaluz ha vivido muchos cambios. Tal vez uno de los más importantes tenga que ver con sus cifras de abandono escolar temprano. Por unas cosas u otras, esta autonomía ha conseguido dejar prácticamente en la mitad las cifras que de AET que llevaba arrastrando año tras año. Unas cifras que, en el global, todavía la sitúan fuera de los objetivos europeos, pero en el buen camino.
Es verdad que mirada la estadística, nuevamente, ellas sí han conseguido con creces el objetivo marcado para España en el 15 % mientras que ellos están un poco por encima del 20 % todavía. Incluso a pesar del salto cualitativo tan importante que supuso la pandemia y el confinamiento, en general, en los resultados académicos en todo el país.
Aunque haya que esperar todavía para ver cómo continúa la tendencia o si el efecto pandemia se queda aquí en el tiempo, lo que está claro es que el esfuerzo realizado por el sistema y la sociedad en su conjunto ha sido grande.
A pesar de esto, quedan algunas otras cuestiones que habría que ir resolviendo como, por ejemplo, las tasas de idoneidad a los 15 años. Se trata de porcentaje de alumnado que a esa edad está matriculado en el curso que le corresponde por edad y no ha repetido ningún año en su década de escolarización.
Como en los datos de AET, aquí pueden verse las diferencias por sexos también. Mientras que el 75 % de las chicas están en el curso que les corresponde, tan solo el 66,8 % de ellos lo está, aunque hay que reconocer una constante mejora de la situación desde 2005. Diferentes estudios relacionan la repetición y la tasa de idoneidad con el sentimiento de desenganche del sistema educativo que puede conducir al abandono temprano.
El presupuesto que la Administración andaluza dedica no ha dejado de crecer desde 2014, desde ls grandes recortes que ya comenzaran en 2010 y se agrandaran tras la entrada del PP a la Moncloa en 2012. El mayor incremento se aprecia en el último de los presupuestos, empujado por los fondos llegados desde la Unión Europea y el Gobierno de España para paliar los efectos de la pandemia.
Desinflar la pública
En los últimos años, diferentes plataformas y sindicatos han venido denunciando el cierre de aulas públicas por todo el territorio. La excusa, como en otras autonomías, es el descenso de la natalidad. Algo que contrasta, en cualquier caso, con el hecho de que las aulas y unidades privadas (la estadística del Ministerio de Educación y FP no segrega privada de concertada) ha venido creciendo o, como mucho, disminuyendo en un grado muy inferior.
«Vemos que se produce desmantelamiento de la pública como pilar de la igualdad de ooportunidades». Son palabras de Marina Vega, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO en Andalucía. Desde su punto de vista, el mandato que se cierra este domingo ha tenido un marcado carácter privatizador; por el apoyo a la concertada y, sobre todo, «dejando morir a la pública».
La situación del cierre de aulas públicas ha supuesto, según afirma buena parte de la comunidad educativa, un aumento de la ratio en los centros, al tener que reubicar a niñas, niños y adolescentes de las líneas e incluso centros cerrados. Esta situación ha dado lugar a que se haya puesto en marcha hace unos meses una ILP que busca llevar al Parlamento andaluz la negociación de una bajada de ratios por vía legislativa. De momento van a buen ritmo con la recogida, aunque se plantean la petición de una prórroga para asegurar el tiro.
En el curso 2010-11, había 375.451 criaturas escolarizadas en educación infantil; 262.525 lo estaban en la pública. Diez años después, en el curso 2020-21, la cifra global disminuyó hasta 325.841 criaturas. Una bajada de 49.610 matrículas en total, aunque en la pública se perdieron prácticamente 51.000 estudiantes, frente al aumento de casi 1.500 en la privada. A esto se suma que la pública perdió 1.205 unidades mientras la privada ganaba 1.283.
Algo similar ocurre en primaria. En la misma década la educación andaluza perdió 4.135 estudiantes, pero 3.883 fueron solo de la pública (y 207 unidades), mientras la privada perdía 252 estudiantes y ganaba 35 unidades.
Como confirman desde la patronal de la concertada, Escuelas Católicas, según la Lomloe, las administraciones educativas pueden reducir las aulas y líneas concertadas antes de que llegue el momento de la renovación del concierto. Hasta ahora tenían que esperar los años obligatorios hasta esta renovación global del concierto. En cualquier caso, no parece que esto es lo que haya estado pasando.
En la secundaria obligatoria las cosas están un poco mejor para la pública. Entre los cursos 2010-11 y 2020-21, Andalucía tiene un aumento de 39.000 estudiantes de ESO. 32.200 acaban en centros públicos con 720 unidades más. Aunque las cosas vuelven a torcerse en el bachillerato.
El bachillerato se ha convertido en los últimos años, junto con la educación infantil, en uno de los nichos más importantes de los que conseguir conciertos en determinadas administraciones educativas. Andalucía no es una excepción. En la década señalada, el bachillerato perdió 6.800 estudiantes, pero no de manera equilibrada. 8.322 saleron de la pública, mientras la privada ganaba 1.530 chavales.
Pero el bachillerato no está solo en esto. Los estudios postobligatorios profesionales están en la misma línea. Mientras los grados medios han ganado 11.617 estudiantes en total, 7.775 han ido a parar a centros privados mientras que el resto iba a públicos (3.842). En los grados superiores también ocurre, aunque de manera menos aguda. En total han 30.707 estudiantes más, 14.114 en la pública y 16.593 en la privada.
En los siguientes gráficos se ve la tendencia de las unidades de los tres estudios profesionales. Mientras la básica se mantiene en unas cifras más o menos estancadas desde casi el inicio de su implantación, los grados medios y superiores han crecido mucho, especialmente los superiores y, en general, en mayor proporción los privados.
Con la Ley de FP a la espera de los decretos de desarrollo y el Ministerio lanzado a una carrera por promocionar toda la etapa, desde hace años, casi ninguna adminsitración pública ha invertido lo suficiente como para hacer frente al crecimiento sostenido de la demanda. Esto ha hecho, en España y en Andalucía, que el crecimiento de los ciclos privados y, sobre todo, a distancia, haya sido muy elevado sin que los planes previstos parezcan poder hacer fernte a esta demanda de plazas.
Leticia Vázquez es la presidenta de Codapa, la confederación de familias andaluza. También es crítica con la legislatura que termina estos días y, en relación a la privatización de aulas, insiste en la necesidad de que se vayan dejando atrás los conciertos educativos. Si la falta de natalidad es el problema para mantener aulas abiertas, deberían ser, a su juicio, las concertadas las que pierdan la financiación pública y no al revés.
A esto se suman algunas otras concesiones de la Junta de Andalucía, por ejemplo, las rebajas fiscales si se acude a actividades extraescolares en centros privados o academias, o la deducción de 300 euros por hijo matriculado en bachillerato en centros privados. También, está el nuevo decreto de zonificación que supone dar ventajas a las familias que quieran acudir a la concertada. Si en tu zona no hay un centro concertado, puedes escolarlizar en otra zona diferente sin problema.
Marina Vega recuerda que ya con gobiernos socialistas hubo una privatización de los serivicios de los centros, como los comedores escolare, que llegó incluso a la privatización del trabajo de los profesionales técnicos de integración social, que bien pueden ser públicos o privados,
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió de una “peligrosa desconexión” entre lo que reclaman ciudadanos y científicos para frenar el cambio climático y lo que en realidad hacen los gobiernos al respecto. Foto Ap / Archivo
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado este martes que el uso de armas explosivas en Ucrania está matando y mutilando a niños e impidiéndoles regresar «a cualquier tipo de vida normal». Según las últimas cifras de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), desde el inicio de la guerra un total de 277 niños han muerto y otros 456 han resultado heridos, en su mayoría debido al uso de explosivos en zonas urbanas edificadas.
El pasado 26 de mayo de 2022 se celebró, al fin, el encuentro juvenil que pone el broche final al programa “Jóvenes movilizados por un mundo libre de violencias machistas”, financiado por la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo. El encuentro, bajo el lema “Nos movilizamos por una vida libre de violencias”, fue organizado por InteRed en el Espacio Fontana de Gràcia (Barcelona).
Se reunieron un total de 258 adolescentes y jóvenes, 29 docentes de 12 Institutos de Educación Secundaria de la zona y organizaciones participantes del programa con interés por una educación transformadora.
Las y los jóvenes participaron en talleres y actividades de creatividad,fomentando la reflexión sobre diferentes movimientos de resistencia feministas y de defensa de los derechos de las mujeres de diversos territorios del mundo, como el Movimiento de Mujeres Kurdas, el de Mujeres Zapatistas, el de Mujeres Palestinas o el Movimiento de Mujeres Islámicas.
A continuación, al ritmo del grupo de batucada Escandalera, llegó el momento cuando el alumnado de 4º de ESO pasó el relevo al alumnado de 1º de ESO.
Finalmente, el Encuentro Juvenil finalizó con una acción reivindicativa en forma de manifestación por las calles del barrio de Gràcia a ritmo de tambores y empoderamiento. Mientras todas las personas participantes alzaban su voz con mensajes construidos colectivamente durante la jornada, en relación a los valores feministas de igualdad y la lucha por una vida libre de violencias machistas.
Fuente de la Información: https://www.educarenigualdad.org/encuentro-juvenil-nos-movilizamos-por-una-vida-libre-de-violencias/
¿Hasta cuándo van a seguir negando los datos y ocultando el desprecio por la educación por incompetencia e intereses? ¿Por qué en vez de abordar estos problemas Ayuso propone censurar libros de texto?
Si algo caracteriza la educación pública madrileña es la baja inversión, la alta presencia del sector privado y una fuerte segregación escolar. Todo ello ha reducido el peso de la red pública. Y, claro, cargarse la educación pública tiene consecuencias, porque se empieza privatizando y recortando en educación y se acaba en la cola de la calidad.
Es un escándalo que Madrid, siendo la región con mayor PIB, sea la que menos dedica a la educación. Los estudios dicen que el éxito escolar es directamente proporcional a la renta per cápita y a temas tan concretos como los metros cuadrados de librería que tiene una familia. Madrid rompe esta regla a pesar de su ventajosa posición social de salida: la comunidad autónoma más rica obtiene unos flojos resultados en las pruebas objetivas que permiten realizar comparaciones. Los datos demuestran que la derecha desprecia la educación, además de utilizarla para confrontar con el Gobierno central y generar conflicto como hace con su cruzada anti LOMLOE. Veamos.
1. Los resultados de la selectividad (Evau) de 2021 no pueden ser más mediocres. La Comunidad de Madrid ocupa la antepenúltima posición en notas medias, habiendo retrocedido del puesto número 8 al 15. Con la misma Evau de siempre que examina a los alumnos de un currículo de contenidos mínimos y comunes (60%) y una parte que depende de la comunidad autónoma (40%), sin que pueda haber grandes diferencias entre ellas. Y no se puede sostener que el nivel de exigencia sea mayor en Madrid. Los datos lo desmienten porque una cosa es la propaganda política y otra los frutos de la realidad.
2. Los resultados del último informe PISA anterior a la pandemia encendieron todas las luces rojas. Los datos de 2018 fueron muy malos para Madrid, que retrocedió en los tres exámenes respecto a 2015: Ciencias (-29 puntos), Matemáticas (-17 puntos) y Lengua o comprensión lectora (-46 puntos), bajando de la parte alta de la tabla a la media baja. Estos resultados revelan un retroceso en la equidad en Madrid, algo que ha ido empeorando de forma continua.
Lo que sucede no es extraño. La experiencia sueca refleja lo mismo. Se ha privatizado el sistema educativo desde 1991 con dinero público a través de un sistema de cheques escolares que allí se llaman vales de “libre elección”. Ello ha hecho caer en picado los resultados en PISA, aumentar las diferencias en conocimientos entre escuelas y aumentar la segregación escolar. Andreas Schleicher (OCDE) dice que se ha pasado de “mirar a Suecia como patrón de oro de la educación” a un “sistema que parece haber perdido su alma”.
La pregunta es ¿por qué siendo Madrid la comunidad más rica de España obtiene resultados tan grises? La explicación es un cóctel explosivo: mísera inversión y la alta segregación producida por el gran peso de la red concertada, el distrito único y el modelo bilingüe. El PP y Ayuso lo tienen claro: subordinan la educación al negocio y venden colegios a fondos de inversión. No hay más que ver el movimiento de los especuladores educativos y el gran número de cambios de titularidad (más de cien) en la última década.
En cuanto a la inversión educativa, Madrid gasta un 2,2% de su PIB frente al 4.2% de media en España y al 7% de países europeos punteros como Finlandia. Es un hecho incontestable, se mida como se mida. Si vemos el gasto educativo en 2021 por habitante sería de 759 euros/año, frente a 1.076 euros de media de España. Y si lo comparamos en gasto por alumno, son 4.727 euros/año frente a una media en España de 5.779 euros o de 9.298 euros en el País Vasco. Que Madrid esté a la cola en inversión educativa demuestra lo poco que le importa la educación al gobierno regional.
La segregación educativa es brutal y una estrategia deliberada que se traduce en desigualdad social. Estudios solventes así lo indican. ESADE y Save The Children señalan que la segregación en la Comunidad de Madrid “ha crecido de forma muy notable y es hoy una de las regiones con mayor segregación en toda la OCDE”. Es una segregación múltiple, pero especialmente socioeconómica. La investigación de F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido de la Universidad Autónoma de Madrid concluye que la Comunidad de Madrid es la segunda región de Europa con mayor segregación socioeconómica en Secundaria. Un solo dato sobre el desequilibrio de atención al alumnado con necesidades de apoyo escolar: las escuelas públicas escolarizan a tres de cada cuatro alumnos inmigrantes.
La segregación siempre es social y obedece a un modelo clasista, aunque Ayuso niegue la existencia de clases. Para evitar la mezcla social se selecciona el alumnado y se disfraza de un cínico discurso sobre la meritocracia para defender y perpetuar los privilegios de las élites. Se financian con dinero público colegios de ricos donde solo van los hijos de los ricos, se roban recursos destinados a la equidad y se culpabiliza a los que fracasan. Todo docente sabe cómo condicionan el contexto y origen social los resultados académicos. No hay igualdad de oportunidades si la educación no es un derecho sino un servicio que compra el que puede.
Dicen los expertos que si se rompe el principio de heterogeneidad del alumnado se reduce la calidad educativa en términos globales. Aunque en términos globales son bastantes parecidas las notas medias de las dos redes, tienen más mérito y valor las de la pública porque no selecciona al alumnado por nivel socio económico y porque asume a la gran mayoría que tiene necesidades educativas especiales. Por último, hay una pista sobre la calidad educativa: la nota más brillante en las Evau es siempre de alumnado de la educación pública.
Todos estos datos son una bofetada a la propaganda del Gobierno de Madrid. ¿Hasta cuándo van a seguir negando los datos y ocultando el desprecio por la educación por incompetencia e intereses? ¿Por qué en vez de abordar estos problemas Ayuso propone censurar libros de texto? Son intentos inútiles y sin recorrido a problemas inventados. La principal consecuencia de cargarse la educación pública es un modelo educativo mediocre que no nos merecemos los madrileños y que hipoteca nuestro futuro como sociedad. La alternativa es muy clara: triplicar la inversión, fortalecer la educación pública y aumentar la equidad.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Fuente de la Información: https://rebelion.org/la-mediocridad-del-modelo-educativo-de-ayuso/
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