Hay una máxima en derecho donde el desconocimiento de la ley no implica su incumplimiento. Aunque por otra parte, también debemos reconocer que el hecho de que exista la norma no es garantía de justicia y respeto por los derechos humanos, consagrados en la Declaración Universal de las Naciones Unidas[1].
La Santa Inquisición[2] juzgaba con la pena de muerte a los herejes acusados de brujería y homosexualidad, los códigos de esclavos durante la colonización española y francesa a América eran leyes que regulaban el comercio transatlántico de esclavos[3], el fascismo europeo y las dictaduras del siglo XX en América Latina como la de Pinochet[4] legislaron para regular lo que consideraban deberían ser los límites de los derechos humanos. El mismo hecho que la pena de muerte siga siendo contemplada por diversos países, muestra cómo aún parte de nuestro ordenamiento jurídico sigue anclado en la época medieval.
Que exista en las legislaciones nacionales la regulación de las libertades fundamentales de los ciudadanos, no exime a los Estados de su responsabilidad frente a los compromisos suscritos ante el sistema de las Naciones Unidas, que en el preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos invita “como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción”.
Más adelante este importante instrumento en su Artículo 19 nos expone: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. De esta manera queda claro el concepto de libertad de expresión y el respeto que los Estados deben desarrollar en consecuencia dentro del marco del Estado de derecho de sus jurisdicciones.
El debate ha quedado actualmente sobre este asunto en los límites de la libertad de expresión, y ante ello la propia Unión Europea en las Directrices sobre derechos humanos relativas a la libertad de expresión en Internet y fuera de Internet[5], ha expuesto específicamente que: “Quedan protegidas todas las formas de opinión, como las de índole política, científica, histórica, moral o religiosa. Los Estados no pueden imponer ninguna excepción o restricción a la libertad de opinión ni calificar de delito la expresión de una opinión”. Parece que el panorama sobre estos temas llega a las dimensiones de la propia Unión Europea.
Amnistía Internacional ha emitido su opinión y ha considerado desproporcionada la respuesta del Estado en el caso del rapero Pablo Hasél[6], y ha cuestionado el ordenamiento jurídico español ante este tipo de delitos. Recordemos que el cantante ha sido condenado por incitación al odio, enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona[7].
Hace tan sólo unos días Pablo iglesias Vicepresidente segundo y Ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno Español, en una intervención en el Congreso[8], mostró los datos de la dirección de la opinión pública a través de los medios televisivos, escritos y digitales, denunciando la sobre-exposición de Venezuela por encima de los asuntos internos de España. Al parecer la nación Bolivariana se ha insertado en el ADN de la política española.
Mientras se juzga a Pablo Hasél por sus opiniones, un terrorista confeso proveniente de Venezuela; Lorent Saleh que a través de grabaciones de videos[9] suministradas por cuerpos de inteligencia venezolana disponibles en la web, habla sobre el uso de explosivos, armamento, llama a la rebelión e indica planes de asesinato, recibe la nacionalidad española en 2018[10], no si antes, por supuesto haber sido galardonado con el premio Sájarov de derechos humanos 2017 concedido por el Parlamento Europeo[11].
Sobre la base de los argumentos expuestos para juzgar al cantante, le vendría bien algo de esto a Álex Pina como creador de la Casa de Papel, por considerarla que incita a las masas a luchar contra el Sistema, usar armas de fuego, el robo y el secuestro como instrumentos contra el Gobierno. Esto no pasará igualmente porque sería tanto como atacar a Netflix y Attresmedia, y sobre ellos sí que no caben límites en la ahora tan regulada libertad de expresión.
Esto ocurre mientras movimientos de ultraderecha exaltan el franquismo[12], que generaron más de 150 mil muertes en España[13], lo que representa un número altamente más significativo que las víctimas causadas por ETA[14], demostrando realmente un concepto de terrorismo totalmente sesgado.
Mientras la Unión Europea guarda silencio en el caso Hasél, un conjunto de políticos venezolanos han sido sancionados por violación a los Derechos Humanos, sin pruebas, sin derecho a la defensa, pero además en esa soberbia histórica sin competencia territorial, desconociendo el Derecho Internacional y las instancias responsables para condenar este tipo de actos.
Queda en evidencia que el tema de Derechos Humanos está amañado a conveniencia, y en los asuntos referidos a la libertad de expresión nos queda mucho por hacer, lo vive Colombia con los intentos de censura contra la serie Matarife por parte del Ex-Presidente Álvaro Uribe Vélez[15], o las intenciones de un grupo de legisladores chilenos de dejar en el olvido las consecuencias de la dictadura[16] de Pinochet y con ello relegar a la historia a las víctimas que como Víctor Jara[17], cuya única arma era la música y la letra fuera torturado y asesinado, y con él la libertad de expresión. Lo que está ocurriendo parafraseando a Mao es que la Unión Europea con su doble moral está demostrando ser un tigre de papel en materia de derechos humanos.
Mundo/América Latina/19-02-2021/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec
Autoridades de América Latina y el Caribe se comprometieron este jueves y extendieron su llamado para acelerar acciones que eviten un incremento de los 10,5 millones de niños que trabajan en la región debido a los efectos de la pandemia del coronavirus en las economías de los hogares más vulnerables.
Los presidentes de Colombia, Guatemala, Perú, así como representantes de Costa Rica y Jamaica respondieron de este modo al llamado de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para participar en el lanzamiento del Año Internacional de la Erradicación del Trabajo Infantil.
En un evento virtual, el director regional de la OIT, Vinicius Pinheiro, alertó que, a consecuencia de los efectos sociales y económicos de la pandemia, «en un año se puede retroceder los avances de una década» contra la explotación y el trabajo infantil.
La OIT estimó que el año pasado unos 300.000 niños y adolescentes «podían regresar al trabajo infantil por el impacto de la crisis».
En ese sentido, pidió a las autoridades de la región a tener «un compromiso sostenido del más alto nivel para poner fin al trabajo infantil» y apostar por acciones conjuntas para enfrentar este problema multicausal.
«Es tiempo de actuar de manera decisiva para mantener lo logrado, en lugar de retroceder», anotó Pinheiro.
A nivel mundial, el trabajo infantil se redujo en casi 100 millones de menores, entre el 2000 y 2016, y actualmente afecta a unos 150 millones de niños y adolescentes, según cifras de la OIT.
Niñas trabajadoras
Durante el evento, la activista peruana Sofía Mauricio dio un conmovedor testimonio sobre su propia vida como empleada doméstica desde los 7 años de edad, cuando dejó su humilde casa en la andina localidad de Cajabamba para trabajar en distintos hogares hasta llegar a la ciudad de Lima.
El trabajo en casas de extraños, donde recibía maltratos y violencia, «nos deja cicatrices y una generación sin el derecho de disfrutar de su niñez», afirmó Mauricio.
La pérdida del trabajo y el incremento del trabajo precarizado en los adultos por la pandemia, «tiene como resultado el incremento del trabajo infantil, donde muchos trabajarán solo por la comida», anotó la también directora del programa No Somos Invisibles.
Precisamente, la pérdida de empleos como efecto de la pandemia y el incremento de la pobreza monetaria podría afectar directamente a 51,6 % de la población infantil, anotó la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena.
Efecto del cierre de escuelas
El cierre de escuelas tiene un impacto en la seguridad alimentaria de los niños de los sectores vulnerables y estas son «condiciones que aumentan las posibilidades de incorporación prematura de los niños al mercado laboral en condiciones precarias», indicó Bárcena.
«Al menos 109.000 a 320.000 niños podrían ingresar al mercado de trabajo sumándose a los 10,5 millones que ya están en trabajo infantil», estimó.
La Cepal, en conjunto con la organización de las Naciones Unidas, ha propuesto universalizar el acceso a la seguridad social, garantizar la educación para todos, sin discriminación, y con adaptación a las nuevas tecnologías, entre otros aspectos, para garantizar el mejor desarrollo de los niños en la región.
Colombia reduce cifras
El presidente de Colombia, Iván Duque, declaró que en su país unos 58.000 niños dejaron de trabajar, entre 2018 y 2019, reduciendo su tasa de trabajo infantil a 5,4 % de la población.
Con acciones como la capacitación y herramientas de registro de este flagelo, Colombia tiene a más de 11.000 menores registrados con la actividades que desempeñan y verificados para restablecer su derecho a la educación, indicó el mandatario.
Duque reiteró que su compromiso es impedir y erradicar esta actividad en su nación con miras al objetivo de desarrollo de las Naciones Unidas, de eliminar el trabajo infantil hacia el 2025.
Plan piloto en Guatemala
A su vez, el gobernante de Guatemala, Alejandro Giammatei, expresó que «ahora más que nunca, lucharemos porque nuestros niños puedan ser niños».
Giammatei resaltó que más del 33 % de su población es menor de 14 años y, por lo tanto, el Ejecutivo ha priorizado políticas y acciones que permitan alcanzar el desarrollo social de este sector.
El mandatario detectó la necesidad de ampliar la cobertura en educación y protección civil, pues ahora «se suman los desafíos derivados del Covid-19 que generan mayor vulnerabilidad», especialmente en la zona rural de su país.
Recordó que en 2020 su gobierno inició un plan piloto que incluyó el mapeo de programas dirigidos a la infancia y una política pública en municipios con el acompañamiento de la OIT.
Bicentenario sin trabajo infantil
Por su parte, el presidente de Perú, Francisco Sagasti, recordó que este año su país celebra el bicentenario de la independencia y expresó sus deseos de «confianza y esperanza en el futuro, que podamos consolidar el sueño libertario y lograr que los niños accedan al desarrollo pleno y seguro de toda su potencialidad».
Sagasti afirmó que Perú tiene una trayectoria sostenida en lucha contra el trabajo infantil, mediante la ratificación de los convenios de la OIT sobre la edad mínima para trabajar y sobre la erradicación de las peores formas de trabajo infantil.
«Estos compromisos están siendo implementados a través de la estrategia nacional para la prevención y erradicación del trabajo infantil», agregó.
Costa Rica comprometida
Por su lado, el vicepresidente de Costa Rica, Marvin Rodríguez, declaró que «un país que no protege a su niñez, es un país que compromete su futuro», tras señalar los esfuerzos que su nación realiza para alcanzar el referido objetivo de desarrollo.
«No es posible que se prive del derecho al estudio, se limite sus derechos plenos, con la intención de apoyar a sus familias. Esta situación agrava nuestra realidad en tiempos complicados», afirmó Rodríguez.
En tanto, el ministro de Trabajo de Jamaica, Karl Samuda, instó a las entidades privadas a unirse a la campaña «Jamaica dice no al trabajo infantil» y anunció una campaña integral de educación pública.
Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102340700/el-trabajo-infantil-amenaza-con-extenderse-por-america-latina-por-la-pandemia
Mundo/América Latina/10-02-2021/Autor: Luis Miguel Alvarado Dorry/Fuente: OVE
Este Lunes 08 de febrero, la Alianza Pedagógica Social Internacional CEIP-Histórica de Argentina, MAEEC-CLACSO de México, KAVILANDO de Colombia, MASA CRÍTICA de Panamá, RED GLOBAL GLOCAL por la Calidad Educativa de América Latina, SAVIA de Paraguay, Universidad de Panamá, CIPCAL de América Latina, KAICHUK MAT DHA de México, EMANCIPACIÓN de Chile, Mujer Pueblo Magisterio-CNTE-Durango de México, el Centro Martin Luther King de Uruguay y CII-OVE de Venezuela, organizó su segundo conversatorio en el ciclo de debates denominado «La Otra Educación Posible«, en esta ocasión estuvo nuestro querido Luis Bonilla-Molina dialogando sobre «La otra escuela emancipadora en contextos de cuarta revolución industrial«, el cual, fue transmitido por el canal de YouTube de Otras Voces en Educación y presentado por les moderadorxs Guadalupe Ramos Ortiz y Rubén Darío Merlín Velázquez del Centro MAEEC-CLACSO México.
En este conversatorio Luis Bonilla-Molina inició alzando la voz por los 6 meses de la desaparición del Educador Popular venezolano Carlos Lanz Rodríguez exigiendo respuestas sobre paradero de este importante educador popular de América Latina.
Para entrar al debate pidió Bonilla-Molina “tener el compromiso de atrevernos a mirar la escuela desde otro lugar, mirar a la educación desde otro lugar, mirar los sistemas escolares desde otro lugar” diferente a la costumbre y programación que tenemos de estos, es decir, llevar a cabo análisis y reflexiones desde otras aristas sobre educación.
Esto es debido a que “estamos en un momento crucial de transformación radical de la sociedad mundial, pero también de la educación y cuesta mucho entender la dinámica profunda de cambio si lo hacemos desde los lugares acostumbrados”, aseguró. En este sentido recordó que desde el 2015 han venido denunciando un “Apagón Pedagógico Global”, es decir, “el pase abrupto, violento a modelos de educación virtual, sin que existiera una adecuada preparación de nuestros sistemas escolares educativos, incluso de las educaciones populares para trabajar en contexto de este tipo”, afirmó.
Asimismo, dejó en claro que la pandemia aceleró este proceso, dejando a millones de estudiantes excluidos de una educación real, esto debido a una restructuración de “los modos de producción” y de la vinculación con la educación.
Mencionó también sobre la conclusión central del Foro Económico de Davos que fue realizado recientemente que “las metas que tenían previstos en la restructuración de este sector del capital vinculado al área tecnológica y al capital emergente transnacional es que las metas que se habían establecido para el 2030 fueron aceleradas en el marco de la crisis de la pandemia”, al mismo dijo que “esas metas que se tenía previstas para ese año deben ya de ejecutarse”. Estos temas, a su juicio, Bonilla-Molina dijo que “deben ser centrales en los debates en materia educativa”.
Por lo anterior, aseveró que es preocupante ya que esos temas no se están debatiendo por los movimientos alternativos, mientras que el capital viene haciendo alianzas “para impulsar en esa dirección”.
De la misma manera, menciona que “se está comenzando a hablar de un nuevo contrato social en educación valorados por cuatro grandes variables”, las cuales, son:
“La interdependencia de la educación con el sistema económico y con la aceleración de la innovación.
La capacidad de la escuela de acompañar la velocidad de la aceleración de la innovación.
Requerimiento para la educación y los sistemas educativos de abordar en los procesos de enseñanza-aprendizaje en un contexto de complejidad de los conocimientos y su vinculación a distintas áreas.
Una convergencia disciplinar en la necesidad de generar nuevos empleos que sean la fusión de viejas profesiones y viejos modelos de empleos”.
Estas cuatro variables “serán a corto y mediano plazo por el desembarco de la cuarta revolución industrial”, afirmó.
En este cambio rotundo de las distintas áreas (económica, social, cultural, tecnológica y política) y, por tanto, educativa, lo preocupante es que “las alternativas, hay una especie de caos cognitivo, de parálisis ante la necesidad de dar respuestas urgentes a una situación y un contexto radicalmente distinto a todo lo que se conoce y a toda la teoría previa que se había formulado” aseguró.
Para intentar explicar su punto de vista, Bonilla-Molina desarrolló diez tesis, “diez enunciados para abrir un debate al respecto”, algunas de ellas son:
“Ratificar que la escuela que conocemos tiene tareas asignadas por el capital.
Las propuestas educativas de los sistemas escolares están vinculadas al curso de las revoluciones industriales.
La crisis escolar se abre en la tercera revolución industrial y la falta de comprensión sobre las nuevas exigencias del gran capital.
La cuarta revolución industrial impacta en el modo de producción, la organización social y en el mundo del trabajo. La escuela, desde ese punto de vista no entiende lo que está pasando y, por lo tanto, está en riesgo de caer en el desuso.
La crisis de los relatos alternativos.
La viabilidad del modelo actual de formación docente […]”.
Posterior a ello, Luis Bonilla-Molina responde dos preguntas planteadas por integrantes de la alianza, una de Leticia Pacheco por parte de la CEIP-Histórica de Argentina y la otra de Carlos Bracho por parte de la RED GLOBAL GLOCAL por la Calidad Educativa de América Latina.
Después, nuestro querido Luis Bonilla-Molina termina el conversatorio con un mensaje muy enérgico y profundo para les docentes de todo el mundo diciendo “Reivindicar nuestra enorme potencialidad como colectivo, no hay otra profesión que esté tan extendida en el mundo, que llegue a tantos territorios, hasta el último territorio como el de la profesión docente. Tenemos hoy una capacidad enorme de transformar, por eso nos tienen tanto miedo, por eso nos convirtieron en administradores curriculares para manejar hasta el último segundo de lo que hacemos en la escuela y no dar espacio al pensamiento crítico”.
Agregando que “Tenemos que recuperar nuestra confianza en nuestra labor, recuperar nuestro saber pedagógico en clave de transformación radical, y por supuesto, fomentar la unidad del magisterio y esa unidad se fomenta en el trabajo de colectivo pedagógico, en el trabajo de educación popular desde la escuela, en el trabajo de educación popular con nuestros estudiantes, con las familias, con la comunidad”, esto con el hito de defender a la escuela del ataque del gran capital.
Finaliza diciendo que “los docentes hoy tenemos la tarea urgente de iluminar el mundo salvando la escuela y salvar la escuela implica ponerla patas a arriba, significa crearnos nuestras propias crisis epistemológicas para producir el cambio que requiere la escuela en el siglo XXI”.
A continuación, el video completo del debate:
Fuente del Video: https://www.youtube.com/watch?v=rfBIW-7LoXo&t=458s
New analysis from UN Women shows that despite women’s increased engagement in public life, equality remains far off. For example, women serve as Heads of State or Government in only 21 countries and 119 countries have never had a woman leader; at the current rate, parity will not be reached for another 130 years.
Additionally, just 14 countries have achieved 50 per cent or more women in Cabinets.
The data, prepared for a UN Secretary-General’s report in advance of the upcoming UN Commission on the Status of Women, demonstrates global trends, persistent barriers and opportunities for women’s full and effective participation and decision-making in public life.
“These data really brings home the handicap so many countries are struggling with when they don’t have a balanced decision-making process. We’ve seen all too clearly how the lack of women in the public sector leaves governments desperately ill-equipped to respond to crises such as the COVID-19 pandemic,” said UN Women Executive Director, Phumzile Mlambo- Ngcuka.
When more women are elected and appointed to office, policymaking is better able to meet the needs of society as a whole.
Underrepresented groups such as rural women, women with disabilities and indigenous women are also better served when they are in decision making positions.
According to Mlambo-Ngcuka, transforming the balance of power is essential for solving the urgent challenges of our age, from deepening inequalities and polarization, poverty, the climate crisis and the COVID-19 pandemic.
However, violence against women in public life is being used as a deterrent to keep more women from gaining access to power.
Cyber violence is increasingly common and is being used to silence women in government, as well as women rights defenders and members of feminist groups.
More than 80 per cent of women parliamentarians surveyed globally experienced on-the-job psychological violence; 1 in 3 economic violence; 1 in 4 physical violence; and 1 in 5 sexual violence.
Women parliamentarians recently reported experiencing nearly twice as much exposure to ill-treatment and acts of violence compared to men, with the COVID-19 pandemic potentially exacerbating violent threats.
The analysis and the recommendations for action in the report are part of UN Women’s commitment to responding to the complex problems of gender equality.
This also includes the Generation Equality Forum that aims to accelerate gender equality actions and enable the participation of all groups of women, especially young women.
The Generation Equality Forum is hosted by UN Women, along with the governments of Mexico and France, and in partnership with civil society.
Source and Image: https://www.kbc.co.ke/un-women-calls-on-countries-to-accelerate-progress-in-women-assuming-decision-making-roles/
Cursaron su maestría en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). En medio de la crisis sanitaria crearon una asociación para investigar y asesorar a entidades públicas y privadas. Saben como prevenir para trabajar “con cero contagios” de Covid-19, aseguran.
Hasta antes de la pandemia su trabajo no era considerado indispensable, en muchos casos era incluso ‘inconveniente’ dentro de las organizaciones. Algunos los veían como “esa área” de la empresa que representa un gasto innecesario, aquella que obligaba a llevar el casco de forma adecuada, llamaba la atención a quienes no asistían a un simulacro o si no se usaba la ropa de trabajo de manera correcta.
La prevención es vital. Más de 300 personas alrededor del mundo mueren cada hora debido a accidentes o enfermedades laborales, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).Hoy, cuando el mundo enfrenta aún altos índices de contagio y muertes por Covid-19, el trabajo de especialistas en riesgos laborales, calidad, ambiente y responsabilidad social corporativa recobra su valor. Todas las miradas se dirigen a ellos cuando se trata de volver al trabajo de forma presencial o manejar protocolos de bioseguridad y riesgos en distintas situaciones.
Los conocimientos adquiridos en el máster han sido aplicados en los lugares de trabajo de Christian, en los que, asegura, “hemos tenido cero contagios por coronavirus”. “Eso es lo que queremos compartir con el país, no solo reaccionar cuando hay un problema, sino prevenir; ese el punto importante”, resalta Valverde.
Al igual que otros ecuatorianos que cursaron esta maestría en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), decidieron juntarse vía telemática para crear una asociación de exalumnos que investigue lo que sucede en el país y les permita asesorarse mutuamente, sobre todo para promover una cultura de prevención de riesgos laborales en el sector público y privado.
Luego de graduarse, no están solos
Orley Quimis actualmente preside esta asociación. Él cuenta que “este ha sido un espacio muy enriquecedor”, en el que se brinda ayuda mutua para solventar temas con asesoría internacional y aplicarlos a nivel nacional, pues los exalumnos de UNIR -en Ecuador- están en diferentes provincias.
“Hemos tenido la suerte de que los expertos de la universidad, todos PhD, hacen un acompañamiento permanente, nos guían en temas relacionados a seguridad, calidad, ambiente y responsabilidad social corporativa”, dice Quimis, al tiempo que resalta que UNIR también los asesora en la constitución legal de su asociación. “Para que algún día vea la luz”, explica.
“Hemos construido estrategias sobre la marcha y sabemos qué acciones dan buenos resultados y cuáles no. Estamos altamente capacitados y lo hemos demostrado en nuestros campos de acción,” asegura Oley.
Salvar vidas. Se calcula que -diariamente- 1.000 personas fallecen debido a accidentes de trabajo, mientras que otras 6.500 lo hacen por enfermedades profesionales; estas representan entre el 5% y 7% del total de muertes a nivel mundial.Actualmente la asociación tiene más de 200 miembros de varias ciudades del Ecuador: Ambato, Manta, Loja, Quito, Cuenca, Guayaquil, San Elena, Ibarra, y Portoviejo, que buscan aportar al desarrollo de la prevención de riesgos laborales en el país y evitar accidentes laborales (eliminando las causas que los motivaron), detectar la existencia de nuevos peligros, implantar medidas correctivas y aprovechar la experiencia adquirida para mejorar la prevención de riesgos laborales.
¿Qué servicios ofrecen para mejorar la gestión de riesgos y salud laboral?
La asociación tiene más de 200 miembros de varias ciudades del Ecuador: Ambato, Manta, Loja, Quito, Cuenca, Guayaquil, Ibarra, y Portoviejo, que buscan aportar al desarrollo de la prevención de riesgos laborales en el país y evitar accidentes en base a estas estrategias:
Eliminar las causas que motivaron accidentes ocurridos en el pasado;
Detectar la existencia de nuevos peligros o riesgos latentes;
Implantar medidas correctivas; y
Aprovechar la experiencia adquirida para mejorar la prevención.
Impulsar la investigación y la formación continua de sus miembros
Los exalumnos de UNIR tienen acceso a asesorías permanentemente a nivel mundial, explica Fermín Torrano, director académico del máster Universitario en Sistemas Integrados de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales, la Calidad, el Medio Ambiente y la Responsabilidad Social Corporativa (SIG). Esta es una política de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), para lo cual se ha diseñado un sistema de ‘openclass’ (clase abierta) para continuar apoyando a sus graduados.
“Planteamos un ciclo de ‘openclass’ en el que hablaremos de los retos y desafíos que están actualmente en la sociedad, veremos cómo dar respuesta a ellos y la forma adecuada para poder realizar la inserción laboral profesional, la necesidad que tienen las organizaciones de contar en la actualidad con personas altamente capacitadas en riesgos laborales”, recalca Torrano.
La capacitación permanente ayudará a los estudiantes a mantenerse actualizados sobre el comportamiento del coronavirus y otras amenazas, y aprender de la experiencia de España y otros países.
Diana Guayanay exalumna del máster ‘SIG’, dice que “efectivamente la ayuda y el acompañamiento permanente de UNIR con los exalumnos es de vital importancia no solo para nosotros, sino para las instituciones en donde laboramos y para el país”.
Expertos fundamentales. El Covid-19 representa un riesgo inminente y obliga a las empresas a reforzar la seguridad en sus instalaciones. Los especialistas en riesgos laborales cobran una importancia significativa.Diana tiene ocho años de experiencia en el campo medio ambiental en empresas nacionales y multinacionales. “Para mí el máster fue una gran ayuda, la excelencia y el conocimiento de los temas por parte de los profesores, nos ayuda muchísimo a la hora de poner en práctica la teoría, pues no se debe olvidar que gran parte de la normativa que debemos aplicar a nivel nacional nació precisamente en ese continente (Europa). Ahora con la pandemia estos conocimientos que apenas empezaban a tomar fuerza en la práctica entraron a formar parte de la realidad empresarial a un 100% y de una sola vez y es algo que debemos reforzar”, asegura.
Y advierte que la seguridad está en manos de todos; ellos, como profesionales, siguen en una búsqueda permanente de conocimiento para ayudar a cuidar el capital al más importante que tiene el Ecuador: su gente.
Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102339703/la-pandemia-une-a-exestudiantes-de-seguridad-y-salud-en-el-trabajo-para-impulsar-la-investigacion-
Mundo/05-02-2021/Autor: Javier Tolcachier/Fuente: www.pressenza.com
En el marco del Ciclo de Debates sobre Comunicación Alternativa, expuso este Jueves el integrante de Pressenza Javier Tolcachier sobre la experiencia comunicacional de la agencia.
Estos seminarios en formación crítica y contra el neoliberalismo educativo, totalmente abiertos y gratuitos, son organizados por el Centro Internacional de Investigación – Otras Voces en Educación (CII-OVE) en alianza con las organizaciones CEIP-H, MAEEC, Masa Critica, Savia, Kavilando, Mujer Pueblo-Magisterio, vicerrectorado de extensión de la Universidad de Panama, Emancipación, CIPCAL, colectivo Kaichuk Mat Dha, Red Global/Glocal por la calidad educativa y el colectivo CENTRO MARTIN LUTHER KING-Uruguay.
Tolcachier señaló la necesidad de incluir a la comunicación como un tópico fundamental de la educación, para lograr fortalecer el potencial educativo, frente al embate permanente de contenidos difundidos por los medios corporativos.
Junto a comentar el origen doctrinario de la acción comunicacional de Pressenza, basado en las enseñanzas de Silo, mencionó la necesidad de ampliar la difusión de la no-violencia preparando el mundo que vendrá, mundo «que se preanuncia intensamente multicultural e intercultural, de equidad, de diversidad, de horizontalidad entre personas, géneros, pueblos y culturas».
Desarrolló en su exposición las estrategias colaborativas adoptadas por la agencia, como así también el empeño puesto en procesos formativos en la comunicación para la no-violencia.
El columnista enfatizó en la necesidad de preparanos y preparar ese horizonte a través de advertir la relación estructural entre la interioridad humana y las situaciones sociales y de trabajar para transformarlas en simultáneo desde un sentido de humanización.
Reproducimos a continuación el texto íntegro de la ponencia.
Comunicación alternativa y proceso educativos
El único sentido evolutivo posible de la Educación es un sentido emancipador, un sentido que apunte a la transformación de condiciones dadas y a la superación de aquellos factores que producen dolor y sufrimiento personal y social. Un sentido que permita crecer aprendiendo sin límites.
Citando palabras de Paulo Freire, la educación verdadera es «praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo».
Los procesos de comunicación alternativa persiguen un objetivo similar, acompañando luchas sociales justas, abriendo la conciencia a nuevas posibilidades, rebelándose a discursos monopólicos cuyo propósito es la aceptación de situaciones indignas y caducas.
Ambos procesos, el educativo-emancipador y el de la comunicación alternativa comparten algunas herramientas como son los significantes y significados que no solamente transmiten y trasladan contenidos sino que los de-construyen y reconstruyen críticamente para ayudar a forjar nuevas posibilidades de realidad.
Así como el aprendizaje no queda reducido a los espacios educativos formales, tampoco los códigos transmitidos en éstos son inmunes al espacio comunicacional. Espacio que hoy todo lo abarca, desde el momento en que nos levantamos hasta que nos acostamos, estemos donde estemos.
Por tanto, para tener éxito formativo, entendemos que la educación debería incorporar la comunicación a sus objetos de estudios, ya que ésta puede ser una aliada de porte o una competidora mortífera.
Por supuesto que la comunicación no se reduce al tipo mediado o intermediado al que nos estamos refiriendo hasta ahora. Aunque es obvio, es importante aludir también a la fundamental importancia de la comunicación directa, el diálogo y su manejo fluido por parte de todos los actores de cualquier proceso grupal, sea éste educativo o político, por lo que la relevancia del tema sugiere siempre una especial atención.
Volviendo al carril central de esta exposición, diremos que el ámbito educativo puede ser un gran aliado de la comunicación en sentido transformador, al fortalecer desde los primeros años de aprendizaje un sentido crítico y develador de la intención que subyace a toda producción, sea ésta de tipo objetal o eminentemente subjetiva, como son la información y la comunicación en sentido amplio.
Este develamiento de intenciones, que constituyen la verdadera materia prima de la historia humana, nos lleva a comentar la óptica de comunicación que impregna el quehacer de nuestra agencia Pressenza.
Comunicación desde una óptica de no-violencia
Pressenza es una agencia internacional de noticias de espíritu humanista que da visibilidad prioritariamente a acontecimientos, iniciativas, propuestas y escenarios ligados a la Paz, la No Violencia, el Desarme, los Derechos Humanos y la lucha contra toda forma de Discriminación. Coloca al ser humano como valor y preocupación central y celebra la diversidad. Es así que propone un periodismo activo y lúcido que respete estas premisas esenciales, apuntando hacia la resolución de las crisis y conflictos sociales en todas las latitudes.
En ese sentido, difunde estudios, análisis y acciones que contribuyan a la paz mundial y a la superación de la violencia; priorizando el desarme nuclear y convencional, la resolución pacífica de conflictos, su prevención y el retiro de los territorios ocupados.
A la vez denuncia todos los hechos y situaciones que provocan dolor y sufrimiento en las poblaciones, intentando descifrar y transformar las causas de estos eventos, yendo más allá de ser meros espectadores.
La agencia nace en 2008 para servir de soporte informativo a la 1ª. Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia. Tanto la agencia como aquella acción, que contó con la participación de millones de personas a nivel planetario, fueron impulsadas por el Movimiento Humanista.
Este movimiento coloca entre sus principales postulados al ser humano como valor y preocupación central y tiene sus raíces en las enseñanzas del argentino Mario Luis Rodríguez Cobos -más conocido por su seudónimo Silo-, quien a lo largo de 50 años desarrolló una doctrina y una praxis tendientes a la transformación simultánea del individuo y la sociedad.
Entre sus aportes principales está el tema de la intencionalidad como elemento definitorio de lo humano, cuestión que es tributaria de la fenomenología husserliana. Yendo más allá, Silo propone como definición del ser humano, la de “ser histórico cuyo modo de acción social transforma su propia naturaleza”.
Más allá de las múltiples implicancias de esta definición, esta premisa es de fundamental importancia para cualquier proceso de transmisión de contenidos, sea éste educativo o comunicacional.
La negación de la intencionalidad de un ser humano lo cosifica, lo convierte en objeto y constituye el trasfondo de la violencia, en cualquiera de sus múltiples formas: violencia física, económica, psicológica, étnica, religiosa o moral.
De allí que el humanismo esgrime -por coherencia con su propia lógica doctrinaria- la no-violencia como única metodología posible para la relación entre los seres humanos y sus inherentes móviles de transformación de lo dado.
Es preciso aquí desalojar otro prejuicio que suele ser asociado a la no-violencia, relacionándola con actitudes pasivas, contemplativas, ingenuas o reducidas a un pacifismo desconectado de las contradicciones sociales que están en la base del militarismo.
La No Violencia es eminentemente activa, transformadora y por su propia postura, tiene la estatura moral indiscutible para concitar el apoyo de los grandes conjuntos. Y en la práctica social vemos que hoy esto ya se ha consolidado como un consenso de los pueblos.
Esta actitud no-violenta debe ser comunicada, debe ampliar su influencia, debe fortalecer la comprensión y la fe en su potencial transformador. Para instalar una cultura de no-violencia, que sirva de sustento a las próximas etapas de la especie, es preciso mostrar que a diario se suscitan millones de hechos no violentos y generar matrices informativas que contrabalanceen la manipulación de los aparatos mediáticos del poder violento, interesados en justificar su ilegítimo accionar y permanencia.
La intención de Pressenza no se agota en denunciar la violencia establecida en sus múltiples formas, sino que también, en un sentido propositivo, apunta a informar sobre alternativas embrionarias o ya en curso, para afianzar horizontes de transformación efectiva.
Al mismo tiempo, el propósito de comunicar explícitamente desde la no-violencia es alentar a adherir de modo consciente a esta actitud de vida, multiplicando las posibilidades para que los conjuntos puedan sumarse a los intentos de cambio de su entorno. Del mismo modo, la comunicación desde una óptica de no-violencia tiene como misión persuadir sobre la necesidad de coherencia y reflexión sobre uno mismo, sobre aquellos contenidos de la propia interioridad que deben acompañar, pero que, si no son suficientemente advertidos, enlentecen o impiden la ansiada modificación social e histórica.
Procesos formativos de Comunicación para la No-Violencia
Un aspecto clave de la acción de Pressenza es impulsar procesos formativos alrededor de la No-Violencia y su traducción al campo de la comunicación. Esta formación es imprescindible para cumplir con sus propósitos informativos de manera apropiada, pero también para difundir y desarrollar metodologías de aprendizaje que ayuden a conformar y consolidar una actitud humanista como modo de relación interpersonal y social.
El punto de partida de estos procesos formativos es desalojar el prejuicio de que la violencia es parte de la naturaleza en el ser humano, ya que, si se afirma aquel predialogal inmovilista, cualquier esfuerzo de superación no tiene sentido alguno. Si ese axioma dañino se sostiene, es difícil aceptar que las personas también pueden ser bondadosas o compasivas, o que puedan colaborar entre sí, ya que una supuesta “naturaleza” violenta impediría esa actitud. Y si se aceptara que el ser humano puede ser de un modo o de otro, entonces en su “naturaleza” estaría la posibilidad de elegir y no la violencia.
El aserto de que la violencia es intrínseca a la conducta humana y la misma idea de naturaleza humana ha sido utilizada para justificar atrocidades y fechorías, basadas en supuestas naturalezas diferentes, clasificadas por un supuesto orden dictado de antemano, cuyos intérpretes moralistas y mandantes inmorales habitualmente se ubicaron en la mejor parte de la escala.
Sobre el tema de la “naturaleza humana”, es conveniente ilustrar el particular con una breve cita de Silo:
“La ampliación del horizonte temporal de la conciencia humana permite a ésta retardos frente a los estímulos y ubicación de éstos en un espacio mental complejo, habilitante para el emplazamiento de deliberaciones, comparaciones y resultantes fuera del campo perceptual inmediato.
En otras palabras: en el ser humano no existe “naturaleza” humana, a menos que esta “naturaleza” sea considerada como una capacidad diferente a la animal, de moverse entre tiempos fuera del horizonte de percepción. Dicho de otro modo: si hay algo “natural” en el ser humano, no es en el sentido mineral, vegetal o animal, sino en el sentido de que lo natural en él es el cambio, la historia, la transformación. Tal idea de cambio no se aviene convenientemente con la idea de “naturaleza” y por ello preferimos no usar esta última palabra como se ha venido haciendo y con la cual se han justificado numerosas deslealtades hacia el ser humano.”
Y en un pasaje más adelante:
“Estamos a una gran distancia de la idea de naturaleza humana. Estamos en lo opuesto. Quiero decir, si lo natural había asfixiado lo humano, merced a un orden impuesto con la idea de lo permanente, ahora estamos diciendo lo contrario: que lo natural debe ser humanizado y que esta humanización del mundo hace del hombre un creador de sentido, de dirección, de transformación.”[1]
Desde esta relación estructural entre la conciencia humana y el mundo, desde una necesidad evidente en los seres humanos de modificar las condiciones de vida, se construye una concepción que permite pensar en dinámica una evolución personal y social hacia sociedades y sujetos sociales no violentos.
Desde esta mirada, así como se concibe al ser humano en íntima y recíproca influencia con el medio que lo rodea, del mismo modo se aprecia el ámbito de la interioridad humana en vínculo permanente con la exterioridad circundante.
Por ello, la formación en la actitud no-violenta trabaja en la superación de factores personales, interpersonales y sociales que generan dolor y sufrimiento, factores que proyectándose, realimentan la violencia interna y externa.
Expresado en términos más sencillos, aspiramos a que, a través de procesos formativos en la no-violencia y la práctica comunicacional, este modo de comunicar actúe sobre ambos términos de una comunicación dialógica, operando transformaciones no solo en quienes reciben una información, sino también en quienes la producen.
Estrategias y desarrollo de Pressenza
Desde el comienzo, Pressenza se apoyó en virtudes provenientes de la acumulación de proceso del Movimiento Humanista: la formación, el voluntariado de sus integrantes y la posibilidad de contar con corresponsales en distintos países y culturas.
En cuanto al voluntariado, ésta no es solamente una característica de indudable orden práctico, permitiendo contar con la colaboración de cientos de comunicadores militantes y expandirse sin límites. La actitud voluntaria implica generosidad, haciendo propio un estilo de vida que desafía los valores impuestos por un sistema mezquino.
Más allá de la necesidad de supervivencia, que podría ser perfectamente cubierta con la distribución equitativa de lo socialmente producido -que hoy ya excede largamente las necesidades de toda la población mundial-, el humanismo se rebela contra la creencia que sirve de sustento a toda forma de enajenación humana: Esto es, que toda acción productiva debe corresponderse con una retribución monetaria y que ésta por tanto se convierte en una motivación central para la existencia.
A su vez, la acción militante voluntaria coloca a la agencia en total libertad de acción, no debiendo ajustar su línea editorial a ningún mecenas permanente u ocasional.
En cuanto a la presencia internacional, además de la importancia de poder brindar información desde distintos continentes, en la actualidad en 9 idiomas y contextualizando los acontecimientos con mirada global, esto tiene un valor intangible adicional fundamental.
Por la interconexión y el contacto creciente entre todas las culturas, estamos en presencia del nacimiento de la primera civilización planetaria de la historia humana. Desde esta comprensión, se hace necesario forjar entendimiento, convergencia, sentido de comunidad entre los distintos procesos culturales, objetivo que Pressenza aborda desde la riqueza de la diversidad, la resolución no-violenta de conflictos, el multilateralismo geopolítico, la reparación de las injusticias históricas y la reconciliación entre los pueblos como materias informativas.
En tiempos de fractura social y con el mismo espíritu de convergencia en los puntales de no-violencia y en la lucha contra toda forma de discriminación, la agencia abre sus puertas a un considerable número de colaboradores, asumiendo sus redacciones nacionales o por lengua un carácter de autonomía que les confiere un importante grado de libertad de acción.
Esta característica de autonomía permite fijar prioridades editoriales de relevancia local, nacional, regional o incluso cultural, adaptándose a las necesidades de coyuntura, pero también forjar un espíritu interno de ensamble de la diversidad, incluyendo sin duda el debate y profundización sobre temáticas en las que no necesariamente hay acuerdo editorial automático.
En su estrategia de desarrollo, Pressenza ha hecho del relacionamiento colaborativo un eje de su accionar. La creación y sostenimiento de redes de comunicación conjuntamente con medios y agencias de todas las regiones del planeta, crean las condiciones necesarias para desplazar la manipulación informativa de las agencias que hegemonizan el discurso público, al tiempo de proponer nuevos sentidos comunes de solidaridad, cooperación e integración.
Proyección
Mientras continuamos ejercitándonos y perfeccionando el oficio de la producción comunicacional, enfrentamos hoy el mismo desafío que todos aquellos que quieren una revolución profunda y duradera hacia una nueva matriz de relaciones, hacia una nueva organización social de características humanistas y hacia un nuevo ser humano.
Este desafío consiste en poder trabar contacto dialógico con los grandes conjuntos humanos, en lograr penetrar la capa de superficialidad inducida por la desalfabetización e incomunicación de un sistema capitalista cruel, que hoy intenta reinventarse a través de las nuevas tecnologías.
El reto para concretar este diálogo de nuevos significados se ve facilitado no solo por el desmejoramiento evidente de la situación objetiva que viven los conjuntos en la actualidad, sino por el debilitamiento cada vez mayor de los paradigmas que daban sustento a un tipo de organización social hoy ya caduca.
Sin embargo, ante la incerteza e inestabilidad que genera esta situación, emerge también lo retrógrado, lo conservador, como asidero provisorio, como ilusoria compensación a la zozobra de coyuntura.
La humanidad requiere imperiosamente nuevas bases en las que asentar su horizonte futuro, un horizonte que se preanuncia intensamente multicultural e intercultural, de equidad, de diversidad, de horizontalidad entre personas, géneros, pueblos y culturas.
Para concretar aquella imagen, el desafío se sintetiza entonces en conectar con aquel motor profundo que desde el principio de la historia movió al ser humano entre dudas y certezas, entre aciertos y errores, hacia utopías inalcanzables que luego se convirtieron en la más plena e indubitable realidad.
Así dirá Freire: “Haciéndose y rehaciéndose en el proceso de hacer la historia, como sujetos y objetos, mujeres y hombres, convirtiéndose en seres de la inserción en el mundo y no de la pura adaptación al mundo, terminaron por tener en el sueño también un motor de la historia. No hay cambio sin sueño, como no hay sueño sin esperanza.”[2]
Y como lo señala Silo:
“Inútil y malvada profecía que anuncia la hecatombe del mundo. Yo afirmo que el ser humano, habrá no solamente de seguir viviendo, sino que crecerá sin límite. Y también digo que los negadores de la vida desean robar toda esperanza: palpitante corazón del acto humano.”[3]
Vale entonces la pena que lo intentemos.
Muchas gracias.
[1] Silo. Acerca de lo Humano. Habla Silo. Editorial Plaza y Valdés.
[2] Freire, P. Pedagogía de la Esperanza. Siglo XXI Editores.
[3] Silo. Humanizar la Tierra. Editorial Plaza y Valdés.
Las Naciones Unidas denunciaron este martes (02 de febrero) que la pandemia de la Covid-19 impulsa la trata de personas a nivel mundial, un tipo de esclavitud moderna que afecta especialmente a mujeres y en la que en los últimos 15 años creció la explotación de menores.
Las niñas suelen ser explotadas sexualmente, mientras que los niños acaban en trabajos forzados, según el Informe Global sobre Trata de Personas de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Onudd).
Desde abusos sexuales a tráfico de órganos
La trata es un delito que consiste en captar, trasladar y retener a una persona mediante la fuerza o la amenaza para explotarla durante largos periodos de tiempo.
Las personas más vulnerables económica y socialmente son las que tienen mayor riesgo de caer en las redes de trata, que se aprovechan de esas circunstancias. Uno de los casos más visibles es el de Venezuela.
Aunque la explotación sexual es la más común, otras víctimas sufren trabajos forzados en agricultura, pesca o minería, condiciones de esclavitud en trabajos domésticos o son obligadas a cometer delitos, mendigar o incluso sometidas a extracciones de órganos.
En América Latina
En América Latina la gran mayoría de las víctimas de trata son mujeres y niñas explotadas sexualmente, aunque en algunos países, como Argentina y Chile, los casos de trabajos forzados son mayoritarios.
Los hombres representan la mayoría de los procesados por este delito en Sudamérica. El 84 % de los condenados son nacionales del país en el que deben cumplir sentencia. De las más de 3.400 víctimas rescatadas en 2018 en América del Sur de esta forma de esclavitud moderna, el 69% eran mujeres, el 5% niñas, mientras que los hombres representaban el 25% y los niños el 1%, según Onudd.
La explotación sexual era el delito más frecuente con el 64%, mientras que los trabajos forzados suponían el 35%, y el 1% restante estaba sometido a otros tipos de explotación.
Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102339735/la-pandemia-impulsa-la-trata-de-personas-
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