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I Congreso Mundial de Educación 2020. Ponencia de Rosa Cañadell, Exvocera del sindicato USTEC•STEs. España

Ponencia de Rosa Cañadell

La educación es fundamental para el futuro de la sociedad. En ella, los chicos y chicas se socializan y aprenden conocimientos, valores, actitudes y comportamientos que, con seguridad, marcaran su futuro.

La educación oficial siempre ha tratado de transmitir la cultura dominante, pero los centros educativos son también un espacio de confrontación con otras culturas alternativas al servicio del cambio social. El objetivo de la educación debería ser tanto la emancipación individual como la emancipación social y colectiva.

 En estos momentos de crisis de todo tipo: económica, social, cultural, ecológica…en el que todo apunta que nos espera un mundo peor, es más importante que nunca todos nuestros jóvenes tengan herramientas para comprender el funcionamiento de la sociedad y sean capaces de mejorarla. Para ello es indispensable un acceso igualitario a la educación y al conocimiento, no sólo técnico y científico, sino también filosófico, histórico y artístico. Ya que es el conocimiento el que nos ayuda a entender las causas (de la desigualdad, la injusticia social, el racismo, el machismo, el agotamiento del planeta…) y a poder pensar soluciones.

Desde finales de los años 90 la política educativa a nivel internacional se ha redefinido en virtud de las necesidades del capitalismo, en su versión neoliberal. En muchos países, incluyendo el mio, la política educativa oficial se ha modificado con el objetivo de responder a la sociedad de mercado y a las necesidades del mundo financiero; los valores de la empresa han empezado a suplantar a los antiguos ideales humanistas y una versión   pragmática de la educación, ha cobrado vigor a lo largo y ancho del mundo y en la mayoría de las instituciones educativas.

En Cataluña y el resto del Estado español, estamos en una situación totalmente distinta de la que se dio en las décadas precedentes (después de la dictadura franquista) en las que se construyó una educación pública con la participación activa del profesorado, y con el estímulo y el apoyo de los poderes públicos. Una escuela pública que tuvo como reto la igualdad de oportunidades, la democratización de los centros, las buenas prácticas profesionales y el progresivo mejoramiento de las condiciones laborales del profesorado. Ello dio sus frutos y, por primera vez en mucho tiempo, las clases populares accedieron a la universidad.

Poco a poco fuimos construyendo un modelo de escuela pública basado en la idea que la educación es un derecho universal y un bien público, que la Administración tiene el deber de garantizar en condiciones de calidad y de igualdad. Un modelo que considera que la educación es un factor de desarrollo personal, de emancipación social y una de las herramientas para hacer posible una sociedad cohesionada, inclusiva y justa. Este modelo centra su preocupación en buscar los contenidos, valores y metodologías que mejor pueden ayudar a una educación global y que puedan compensar el desigual capital cultural y social con el que el alumnado llega a la escuela. Por este modelo luchamos durante mucho tiempo y habíamos avanzado bastante.

Pero llegaron los vientos neoliberales que todo lo impregnaron y nuestros gobiernos cambiaron el paradigma e impusieron un nuevo modelo: el que se deriva de la progresiva imposición del  neoliberalismo a escala mundial, y que viene avalado por las directrices de los organismos supra-nacionales, como el Banco Mundial, el FMI, la OMC y la UE. Este modelo parte de la base que la educación es un bien individual y su valor es básicamente económico y, por lo tanto, debe estar sujeto a las leyes del mercado como cualquier otra mercancía.

La educación, así entendida, pasa a estar al servicio de la economía en su doble vertiente: por un lado, debe ser “adaptada” a las necesidades de las empresas y del mundo laboral y, por otro, debe ser “rentable”, o sea gestionada con criterios empresariales y ser susceptible de negocio privado.

Una característica de esta nueva etapa es la creciente intervención de los organismos internacionales en el ámbito educativo. Ya en 1995, Miquel Soler (catalán como yo, afincado en Uruguay y un gran maestro para América Latina) ya nos alertaba de la publicación del Banco Mundial en la que se decía: «La tasa de rentabilidad en educación se expresa como rendimiento anual, similar al cotizado por las cuentas bancarias de ahorro o los bonos de Estado…» y también: «las políticas oficiales deberían alentar el aumento del financiamiento privado a fin de estimular la competencia, la innovación y la sensibilidad al mercado de trabajo.»

Esta nueva estrategia educativa se ha ido imponiendo poco a poco y está ya presente a nivel mundial, Esta nueva concepción neoliberal de la educación tiene tres objetivos: 1) poder hacer negocio con la educación, por lo que es preciso privatizar lo máximo posible; 2) poner los conocimientos al servicio de las necesidades laborales de las empresas; y 3) promocionar valores que hagan posible la consolidación del sistema. Y para hacerlo posible se basan en varios pilares: las leyes educativas, los recortes con la excusa de la crisis, la Nueva Innovación educativa, la penetración de las empresas en las políticas educativas y ahora, aprovechando la tragedia de la pandemia del COVID-19.

Parece, pues, que el neoliberalismo nos ganó la partida, pero esto no significa que no se pueda rescatar el proyecto emancipador .

Como señalan desde el Col·lectiu Pere Quart.  : «Con las materias humanísticas, desde las aulas, se puede hacer frente a las ideas impuestas, desenmascarar las mentiras y el cinismo de los poderes establecidos y, contra la ortodoxia oficial y mediática, oponer resistencia a los discursos simplistas del miedo que provienen de formaciones fascistas o complacientes con las actitudes autoritarias. En las aulas, se puede afilar la capacidad crítica como forma de libertad democrática y como ejercicio de cuestionamiento continuo de la realidad»

No deberíamos permitir que se consolide una educación al servicio de las empresas y mucho menos  que las empresas dicten lo que se tiene que enseñar en las aulas. No debemos permitir que se implanten objetivos y valores tan descaradamente al servicio de la ideología más neoliberal que es, precisamente, la que nos ha llevado a la actual crisis, a la desigualdad, a la pobreza y a la falta de democracia.

La resistencia y la lucha, del profesorado, del alumnado, de las familias y de las fuerzas de la izquierda progresista, son el camino a seguir. Necesitamos una juventud sabia, solidaria, culta, con preparación laboral y sentido de la justicia.

Los y las jóvenes de hoy son los que podrán mejorar la sociedad del mañana y tenemos la obligación de prepararlos para que ello sea posible. Nos estamos jugando el futuro de nuestra sociedad. No olvidemos que

PARA QUE OTRO MUNDO SEA POSIBLE

OTRA EDUCACIÓN ES NECESARIA.

 

26 setiembre 2020
ROSA CAÑADELL
Del Seminario Ítaca de Educación Crítica (SIEC)
Exvocera del sindicato USTEC·STEs
Barcelona. Cataluña. España.

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I Congreso Mundial de Educación. Fernando Santana, Mesa: Coordinación global de luchas. Argentina

Buenas tardes a todas, a todos, a todes

Esta mesa, creo, que es uno de los aspectos más provocativos que tiene este Congreso Mundial en Defensa de la Educación Pública que estamos transitando, porque nos invita a coordinar las luchas frente a un escenario de fragmentación social y, especialmente, de las izquierdas, agravado aún más por el contexto de pandemia en el que estamos, que ha quitado o reducido el espacio de la acción de los movimientos sociales en la toma del espacio público, a la par que nos encontramos con un escenario en el que la derecha se ha dado a la ocupación de las calles, enmarcada en discursos economicistas que hablan de privilegiar las ganancias por encima de las vidas (tal es el falso dilema que se plantea desde los medios hegemónicos ante las políticas públicas que promueven el aislamiento social preventivo) y en la supuesta defensa de las libertades individuales por encima de las coacciones que se pretenden legitimar a raíz de la expansión del virus.

Por otro lado, siempre quien habla lo hace de manera situada. Es decir, elige un marco desde el cual posicionarse, y el mismo debe fundamentarse en una práctica empírica y militante que permita sustentar lo que se dice en un entramado de relaciones y experiencias en las cuales basarse, y en este caso, ese campo es el de las educaciones populares, el de las pedagogías críticas y el pensamiento del sur latinoamericano, que busca sentar las bases de la emancipación, anclada en la territorialidad de América Latina como fuente epistemológica de saberes y conocimientos, a partir del cual horadar la base del pensamiento único, como construcción de las clases dominantes para legitimar el orden social y las relaciones sociales que promueve y que se sustentan sobre la base de la desigualdad social.

En ese sentido, una de las bases para la construcción de cualquier agenda global de lucha tiene que partir del reconocimiento de estos aspectos y, de su mano, de la afirmación de que, pese a quienes nos pese, el discurso de las derechas es y ha sido eficaz. Su eficacia radica, justamente, en el poder de calar en el sentido común de los sectores populares y hacer que se produzca una identificación con él incluso cuando el mismo vaya en contra de los propios intereses fundamentales que se tengan como clase. No importa aquí la discusión acerca de si la categoría de clase resulta en estos tiempos suficiente o no para explicar estos procesos de alienación. Lo que importa es cómo esa visión de mundo que propone ha logrado instalarse en el imaginario colectivo como un deber ser, aparece legitimada activamente por aquellos y aquellas que son víctimas de dicha opresión, y genera un quietismo inmovilizador que perpetua las bases que generan la reproducción social de la inequidad. Los procesos de construcción de hegemonía nos permiten pensar en estos términos, a la vez que delinear un camino a seguir, en clave de contribuir a la construcción de otros mundos posibles. La hegemonía en tanto consenso activo de las clases subalternizadas no es solo resultado de mecanismos de imposición cultural, sino que lleva en sí misma también la propia validación activa de aquellos y aquellas que quedan por fuera de la visión que encarna.

Los movimientos sociales, los sindicatos, los y las intelectuales del campo popular, tenemos la obligación de dar la batalla cultural para la construcción de la filosofía de la praxis. Hablar de batalla, incluso aunque nos remita a términos agonísticos, resulta en sí misma una metáfora interesante. Porque no se trata de la imposición ni de la negación de esas visiones subalternizadas, sino que se trata de construir con ellas y a partir de ellas, rescatando sus núcleos de buen sentido, para ordenarlos en un todo coherente que permita entender y comprender al mundo, ya no como una realidad extemporánea a los sujetos, que se les impone, sino en su dinamismo, en la que incide la acción humana, y que reconoce que es en esas acciones de hombres y mujeres que la realidad puede ser modificada y transformada. La idea de batalla también nos habla de relaciones de fuerzas. Es lógico afirmar que las herramientas de las que se valen las clases hegemónicas para consolidar su ideología tienen un poder de propagación y de consolidación mayor, amparado en los medios de los que se valen para llegar a las grandes mayorías de la población. No por nada hace ya un siglo atrás autores como Gramsci nos hablaban del lugar central que ocupaban las escuelas y los medios de comunicación en lo que hace al alcance de las ideas que propagan.

Una agenda de lucha coordinada desde los diferentes espacios que conformamos este Congreso tiene que partir de la base de afirmar que es necesaria la pelea por la construcción de otro sentido común, sentido común que tiene que partir de los territorios y de las comunidades de base, y que permita también la apuesta a lo colectivo como medio de resolución de conflictos y como forma de estrategia de lucha frente a los embates de este sistema. Así, el papel de la escuela se torna clave, y la defensa por una escuela pública se hace una bandera que no podemos negarnos a levantar y reivindicar más que nunca. Sabiendo que esta misma escuela tiene que poder ser pensada y revisada, permitiendo la participación de las comunidades, construyendo comunalidad, transformándose en una escuela pública popular. Es en el ámbito de la escuela donde también será central la clave por un currículum que dé cuenta de los saberes históricamente soterrados o ninguneados por la historia. Movimientos sociales contemporáneos nos hablan de la lucha por la construcción de un currículo que permita enraizarse en los territorios y colocar en el plano de la lucha la reivindicación de derechos de los pueblos, olvidados en las grandes prescripciones oficiales. Otros, en cambio, han optado por generar sus propias experiencias educativas con el fin de construir desde el pueblo una escuela que sea funcional a los intereses que este sector representa. De una manera o de otra, hay que entender que la escuela es un territorio en disputa y que de ninguna manera puede regalarse a los intereses neoliberales ni al juego de posiciones y naturalizaciones que éste supone. Pensar la escuela en esta clave nos coloca en la obligación histórica de discutir cuál es la educación que queremos para nuestros pueblos. A la vez que nos llama al desafío de superar las contradicciones y las diferencias en pos de una estrategia común, que contribuya a construir otras relaciones sociales que no estén enmarcadas por relaciones de opresión ni de injusticia social. La educación popular puede darnos algunas claves para alimentar esta tarea. No sólo porque ha sabido acompañar los grandes procesos revolucionarios de Latinoamérica, sino que porque sus proclamas siguen siendo actuales y siguen colocándonos en la necesidad de generar espacios para la emancipación y no para la naturalización. Una escuela emancipadora, en un entramado con los movimientos sociales y con el territorio en el que se erija, aparece como meta nodal de esta construcción. Poder recuperar las experiencias que ya existen, poder sistematizar las experiencias que los trabajadores y las trabajadoras vienen realizando en sus territorios en clave de una educación para la liberación, para rescatar de ellas las claves de una pedagogía en construcción, pero con un acumulado que se sustenta en años de aprendizaje, tiene que ser una tarea presente. Por otro lado, no hay hegemonía que no se cristalice también en un lenguaje. Si bien, podemos pensar al lenguaje como un territorio también en disputa, como la arena de lucha de las clases sociales, quizás sea momento de empezar a nombrar lo que ya existe con otras palabras diferentes a las del lenguaje que nos habla. Aún siguen siendo las categorías de la tradición normalista escolar las que nos hablan y nos interpelan en nuestras prácticas. Y sabemos que la derecha tiene también el poder de apropiarse de nuestros discursos y reutilizarlos dentro de otro entramado que lleva a la pérdida del sentido que tenían en sus raíces. Así, habrá que ver si la lucha tiene que ser por disputar esos sentidos o en cambio, encontrar una manera nuestra de decir, de nominar, de pensar con los pies anclados en los territorios y en las experiencias. Hay que construir y allí también puede haber un desafío, otro lenguaje educativo: no tenemos que ya más importar categorías pre-hechas e intentar resignificarlas, sino que se trata de crear un nuevo lenguaje. Un lenguaje desde la docencia combativa y militante, desde el movimiento social, desde las luchas y resistencias de los pueblos. La crisis actual que estamos viviendo, como cualquier otra crisis vivida, tenemos que poder resignificarla en términos de oportunidad, en términos de propuesta, de reacción y acción que permita mirar a futuro.

Por otro lado, y más allá de lo educativo, la propuesta tiene que ser por la construcción de una agenda común de luchas, que puedan ser replicadas en diversas geografías a escala planetaria. Conformarse como movimiento, que tenga una voz y una incidencia en distintos campos, tiene que ser una de las metas que nos propongamos. Y en ese sentido este Congreso tiene que ser su carta fundacional a partir de la cual invitar a otras y otros a sumarse y pensar desde lo local, pero para trascender a lo mundial.

En la medida que podamos pensar las luchas más allá de lo eminentemente reivindicativo y podamos pensar en transpolar las fronteras, sin dudas estaremos más cerca de la construcción del mundo que soñamos. Pensar en encuentros sistemáticos con alguna regularidad (por ejemplo, cada dos meses), en los que participen representantes de las distintas organizaciones que fueron parte de este espacio, permitirá avanzar en pronunciamientos y proclamas, en acciones políticas y pedagógicas que busquen la construcción de contrahegemonía y permitan la construcción de espacios de realización de la utopía. Porque la utopía es también una construcción en el presente, que hay que empezar a vivenciar en el aquí y ahora. En un mundo que nos ha despojado a fuerza de represiones, desaparecidos y asesinatos de la capacidad de pensar en realidades alternas, pensar en términos utópicos es también un acto de rebeldía. Pero que esa rebeldía, esa justa indignación, esa rabia construyan la matriz a partir de la cual ponernos a caminar, porque necesitamos hoy, comenzar a incidir en acciones transformadoras que nos permitan recuperar el sentido de humanidad que han pretendido arrancarnos. Que éste sea el germen que permita cosechar la esperanza y apresurar la urgencia. Hasta la victoria, siempre.

Fuente: I Congreso Mundial de Educación 2020

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I Congreso Mundial de Educación 2020. Ponencia de María del Carmen López. México

AYOTZINAPA VIVE, LA LUCHA SIGUE ¡¡ VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVVOS LOS QUEREMOS ¡

 

Buenas noches querides compañeres, reciban un combativo y revolucionario abrazo desde Oaxaca, México.

El Congreso Mundial en Defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo. Es el mejor espacio para rendir justo homenaje a los 43 estudiantes desaparecidos y también para seguir exigiendo su presentación con vida. La desaparición forzada de ellos la ha sentido el mundo entero, especialmente sus familiares y a los que somos HIJOS DE LAS Normales Rurales.

 

Es para mi un enorme honor para mi tener la oportunidad de compartir esta noche mi palabra y mi sentipensar con todos quienes me escuchan en nuestro Continente y el mundo. Soy María del Carmen López Vásquez  y represento al Centro de Estudios MAEEC (Magisterio por la Autonomía Educativa, Emancipadora y Comunitaria).

 

Saludamos este importante e histórico espacio de encuentro, reflexión y construcción de otra educación y otro mundo, un mundo mejor con justicia social y con dignidad.

 

Soy militante activa de la histórica y combativa Sección XXII de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), una organización amplia que suma a cientos de miles de compañeros de base, exdirigentes y dirigentes actuales. Como tal he sufrido la criminalización, judicialización y la persecución como formas de represión del Estado Mexicano en el pasado.

 

En el pasado reciente , libramos una lucha cruenta, a sangre y fuego, que dejó como saldo compañeros caídos en la lucha, presos y perseguidos políticos, en unidad con los padres y madres de familia contra la imposición de la mal llamada reforma educativa que despojaba a los docentes de sus plazas de trabajo mediante la evaluación punitiva y que intentó la privatización de la educación. Actualmente, aunque tenemos un gobierno progresista y se llevó a cabo una reforma constitucional educativa, se mantiene en esencia una educación de corte neoliberal.

 

Ejemplo de ello es el programa “Aprende en Casa 2”, que en circunstancias de confinamiento se implementa por TV, excluyendo a los niños y niñas que carecen del televisor o de electricidad, afectando con ello el derecho a la educación de los más pobres y marginados, sobre todo a los pueblos originarios. Así quedo manifestado que intereso más rescatar al sector empresarial de la quiebra financiera.

 

Observamos que con la virtualización de la educación ha avanzado el proceso de privatización de la educación logrando  con ello parte de los objetivos económicos transnacionales. En lo pedagógico ha representado una regresión hacia la educación bancaria, reduciendo los procesos de aprendizajes a la mera transmisión pasiva del conocimiento y a la subaleternidad enajena y alienada, sin que medien procesos de reflexión y análisis crítico.

 

Partiendo del análisis crítico de esta realidad, pasaré a exponer algunas propuestas:

  1. Desarrollar y potenciar la lucha magisterial unitaria en en un proceso dialéctico, considerando tres ejes fundamentales:
  2. LA LUCHA PEDAGOGICA:

La nueva realidad del siglo xxi nos demanda a los sindicatos de clase y el movimiento social que recuperemos y potenciemos las luchas en las calles y en todos los espacios públicos, junto a la protesta acompañar nuestra propuesta, visibilizando la agenda de lucha y exigiendo su solución.

La defensa de la escuela y la educación pública , laica, gratuita, científica y presencial debe ser irrestricta, igualmente que el cumplimiento dl precepto de gratuidad total, exigiendo a los gobiernos el financiamiento de la educación con el 20 % del PIB.

Se hace urgente prohibir y anular la intromisión del interés privado en las políticas educativas. Erradicar el acatamiento de las recomendaciones de los organismos financieros internacionales como la OCDE, BM, FMI, ello significa la recuperación de las soberanías nacionales para desarrollar la política educativa con independencia y con base a las necesidades reales de desarrollo educacional de cada país.

 

 

Es urgente y necesario transitar hacia la transformación en cada escuela y de la educación, en todos los niveles educativos desde educación inicial hasta el nivel superior en el orden curricular, organizacional y de verticalidad directiva institucional. Debemos transitar del reconocimiento y discusión académica a la operatividad concreta de la praxis transformadora que exigen los tiempos de pandemia pospandemia que demandan el compromiso bioético de les educadores populares, para construír y diseñar la nueva escuela y la nueva educación crítica y emancipadora del capitalismo cognitivo frente a los cambios que la vida tradicional de la vieja realidad injusta del capitalismo de muerte. Nuestra tarea transformadora debe considerar el diseño de contenidos biocéntrico, desde pedagogías críticas, descolonizadoras, populares, emancipadoras, comunitarias, interculturales  y liberadoras. Es urgente desechar el poder opresor que caracteriza a la escuela y educación tradicional, instrumental y racional capitalista de los Sistemas educativos Nacionales en cada país y en su lugar desarrollar nuevas nuevas formas de relaciones de poder, potenciar el poder liberador que es resultado de los procesos colectivos y comunitarios, el poder participativo, distribuído en la colectividad y no concentrado frente a la individualidad, cultivado en la construcción de decisiones horizontales y no verticales, ese que tiene pleno respeto a la dignidad humana. De igual manera, debemos aperturar el espacio escolar a la comunidad, para así alentar y dinamizar el desarrollo y emancipación no solo de los educandos y educandas, sino también de los padres y madres y familias de la comunidad, teniendo como faro el colectivo-proyecto. Este es uno de los diversos caminos que aseguran la transformación social de una humanidad que requiere salvar la crisis civilizatoria y al mismo tiempo que enfrente el receteo capitalista. Es imprescindible comprender que las transformaciones nunca llegarán desde el sistema, es necesario generarlas, desde abajo, desde nosotres los oprimidos y excluidos, desde la mayoría del pueblo explotado.

LA LUCHA POLITICA:

Esta debe concretarse en la unidad global de los trabajadores de la educación del mundo, con un programa de lucha común y con la unidad en la acción, mediante jornadas mundiales de lucha en defensa de la educación pública y por la transformación radical del sistema capitalista.

LA LUCHA LEGISLATIVA:

Impulsar que nuestras demandas sean retomadas en los Congresos Legislativos para que se planteen como iniciativas de leyes que aseguren el derecho a la educación presencial  y los derechos laborales de los trabajadores.

 

  1. Luchar por un programa común y unitario del magisterio con los movimientos sociales y el pueblo.
  • Luchar por la suspensión de la deuda externa, como posibilidad para sacar al pueblo de la pobreza.
  1. Exigir una cruzada mundial de los gobiernos para combatir el cambio climático, el respeto a la naturaleza y a toda forma de vida.
  2. Por el derecho a la vida humana con dignidad.
  3. Por la soberanía alimentaria, contra el uso de semillas tránsgenicas y a favor de las semillas criollas y la agroecología.
  • Por el derecho al agua y al aire, contra su privatización contra todo tipo de extractivismo.
  • Por salarios dignos y la pensión universal.
  1. Por el derecho a la salud pública y contra su privatización.
  2. Por el derecho a la paz con justicia social.

 

Hoy es tiempo de organización y luchas comunes en el plano global, ninguna lucha aislada más, con unidad de agenda, programa y acción.

 

VIVA LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES ¡

VIVA EL CONGRESO MUNDIAL EN DEFENSA DE LA EDUCACION PUBLICA Y CONTRA EL CAPITALALISMO NEOLIBERALISMO ¡

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¡

Fuente: I Congreso Mundial de Educación 2020

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I Congreso Mundial de Educación 2020. Luis Sánchez: Seis Tareas por Promover en la Educación global. Panamá

MESA: GREMIALISMO, SINDICALISMO DEMOCRÁTICO Y TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA.

SEIS TAREAS POR PROMOVER EN LA EDUCACIÓN GLOBAL

La nueva normalidad de la que se habla en el mundo no puede centrarse únicamente en los aspectos sanitarios como el uso de mascarilla, el distanciamiento social, etc.

La mayoría de las sociedades del mundo requieren de «un nuevo pacto social». Y ese nuevo pacto social, sin duda, tiene que incluir el tema educativo, precisamente uno de los más sensibles e importantes.

La pregunta esencial a que deben responder los gremios y los sindicatos docentes democráticos, mirando hacia la transformación educativa, en este momento de la historia es ¿Qué hacer? A lo que, sin duda, debemos responder sin titubear «EMPODERARNOS»

Pero no empoderarnos solo para la defensa de nuestras conquistas o para el incremento de estas, sino para la defensa de la educación de toda la población mundial contra la que atentan todos los días las élites globales y nacionales.

Para lograr esto debemos definir el camino por recorrer.

En esa vía, nuestro gremio, la Asociación de Educadores Veragüenses, identifica; entre otras, las siguientes seis tareas urgentes:
1. La inclusión de todos los niños y niñas en los sistemas escolares.
2. La conquista del “cogobierno en el sistema de Educación pública.»
3. La conquista de la » educación pública universal de calidad» y la eliminación de la educación privada.
4. El triunfo en el establecimiento de un «currículo humanista» en oposición al currículum productivista alienante.
5. Proponer, conquistar y sostener un plan de salvaguardia o defensa de la educación contra los cambios de gobierno y la corrupción a nivel nacional y global
6. Mantener la comunicación global y nacional entre nuestras organizaciones docentes y crear el «Sindicato Mundial de docentes.»
Veamos ahora a groso modo y respetando el tiempo asignado estas propuestas.

1. LA INCLUSIÓN DE TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS EN LOS SISTEMAS ESCOLARES.
Es un deber del docente comprometido, la lucha por la cobertura escolar total, pues frente a ello, los grandes empresarios, no han hecho más que demagogia.

Al terminar la quinta parte del siglo XXI hay más de 300 millones de niñas y niños en el mundo que no están en la escuela, lo que sin duda, empeorará con la pandemia.
En nuestro propio país había, antes de la llegada del COVID-19, 133,000 niños que no estaban en la escuela y ahora esa cifra va rondando al medio millón en un país en que solo hay cerca de 1,024,103 niños en edad escolar.

Esto representa una verdadera deformación de las sociedades contemporáneas y deberemos ser los docentes, porque no lo serán los empresarios ni los gobiernos, la vanguardia en la solución permanente de esta problemática que por sus consecuencias acrecientan los flagelos sociales de nuestra era, especialmente la pobreza y la violencia.

2. LA CONQUISTA DEL COGOBIERNO EN EL SISTEMA EDUCATIVO PÚBLICO.
Generalmente, los docentes hemos dejado a los gobiernos, las ONGs, y a los empresarios, la responsabilidad académica, política y administrativa de la educación pública y privada; limitándonos a jugar nuestro papel en el aula, a ser contestatarios a las políticas neoliberales y a defender nuestras conquistas gremiales. Sin embargo, hemos sido la piedra en el zapato contra esos cambios neoliberales en educación.

Pero dada nuestra importancia como actor social en el sistema y la capacidad que tenemos de formar alianzas con los sectores populares de los cuales provenimos, podemos y debemos involucrarnos de fondo en la transformación académica y administrativa del sistema educativo. Solo así podremos impedir el control y mal manejo de los millonarios y de los políticos del sistema educativo.

El cogobierno, sería la ampliación significativa de la incidencia de los gremios y sindicatos docentes en el destino educativo de las Naciones.

3. EL TRIUNFO EN EL ESTABLECIMIENTO DE UN CURRÍCULUM HUMANISTA EN OPOSICIÓN A UN CURRÍCULUM PRODUCTIVISTA Y ALIENANTE.
Los docentes conscientes del mundo, en el ejercicio de nuestra nueva actitud de cogobernar en educación, debemos involucrarnos decididamente en la construcción del currículum, y no permitir que esta tarea quede en manos de los currículistas al servicio de las élites, que permanentemente buscan introducir los cambios pertinentes, no a la gestación de un ser humano integral, sino a la gestación de un individuo adaptado a las necesidades productiva de la época, o más bien dicho, a las necesidades productivas de un sector económico.

Incidir en los objetivos, diseños, mayas y contenidos curriculares, es quizás la tarea consiente más importante de los docentes organizados gremial y sindicalmente pues, hasta ahora, los que propician la inequidad y la pobreza en el mundo, emplean “su” manejo del currículo como el arma más eficaz para mantener su control social.

Por eso, el bloquear el control ideológico de las élites sobre la población y liberarla para que ella asuma las riendas de su propio destino, es la tarea que más ha de honrar nuestro papel en la historia. Más aún en este momento en que la humanidad tiene por primera vez una conciencia global de sí misma y, por tanto, tiene la oportunidad real de discernir sobre su destino…si le damos los conocimientos necesarios y oportunos que los burócratas le niegan.

4. PROPONER, CONQUISTAR Y SOSTENER UN PLAN DE DEFENSA DE LA EDUCACIÓN CONTRA LOS CAMBIOS DE GOBIERNO Y LA CORRUPCIÓN A NIVEL NACIONAL Y GLOBAL.
Es hora de que la educación sea protegida contra el efecto de los cambios de gobierno y de la corrupción.

Hemos visto ya, hasta el cansancio, como los planes y los programas de la educación pública, además de ser inconsistentes e impertinentes al interés nacional y a la formación integral de los individuos, son improvisados, mutilados, inacabados y abandonados por cada gobierno que entra a la administración del sistema. Por ello, es preciso que los docentes nos comprometamos en ser proponentes y defensores de una estrategia educativa duradera en el tiempo y pertinente a los intereses de todos y no solo de unos pocos.

También es imperativo que blindemos a la educación contra la corrupción, estableciendo un sistema articulado de medidas que obstaculicen la ocurrencia de esta en nuestro ámbito, lo cual, siempre ha sido factible, solo que faltan actores sociales que se comprometan en ello.

Sí, es posible el establecimiento de medidas anticorrupción, tanto dentro de los sistemas educativo como en las finanzas del estado en general, pues la corrupción, en ese plano superior de la administración pública, afecta también al presupuesto educativo.

5. LA CONQUISTA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA UNIVERSAL DE CALIDAD Y LA ELIMINACIÓN DE LA EDUCACIÓN PRIVADA.
Mientras existan diversos tipos de educación en un país, nunca lograremos la equidad, ni la calidad que tienen las élites que nos gobiernan. Ellos tendrán siempre un sistema que favorezca la permanencia de los miembros de su clase social al frente de sus respectivas sociedades nacionales y del mundo.

Además, la división y estratificación que existe de manera objetiva en los sistemas escolares opera en favor de los que tienen el poder económico para el mantenimiento de la división social, la exclusión, la discriminación y la inequidad en las oportunidades.

Si no existiera la opción privada, los se agrupan el poder económico de los grandes empresarios, se preocuparían porque las escuelas públicas contaran con todo lo que necesitan para una educación de calidad, pues sus hijos y familiares deberán acudir a ellas.

Con escuelas públicas y de calidad para todos, se reducirían significativamente las brechas sociales y se incrementarían las oportunidades de todos los niños y niñas.

La existencia de escuelas privadas costosas, que cuentan con todo el instrumental, los recursos humanos, docentes calificados y los adelantos científicos y tecnológicos de la época, en oposición a las escuelas que carecen de todo ello, es la garantía de la permanencia en el futuro de sociedades profundamente inequitativas y excluyentes.
He aquí una característica importante del nuevo pacto social que necesitamos: “EDUCACIÓN IGUAL PARA TODOS”

Y con ello no queremos decir que no deban existir diversas opciones educativas, por el contrario, estas tienen que existir, nos referimos a que el que quiera, pueda elegir cualquiera de las opciones educativas de que se disponga y que no haya diferencia en la calidad que se ofrece por razón de los recursos familiares o personales con que se cuente.

Desde esta visión, no podemos aceptar conceptos como el esgrimido por el actual presidente de la Cámara de Comercio de Panamá (Jean Pierre Leignadier) cuando señala imprudente y descaradamente que (abro comillas) “Debemos tener cuidado extremo con el objetivo de elevar los estándares de la educación pública para que esto no conlleve a la destrucción de la educación privada”

Acabemos de una vez por todas con la vieja normalidad de una educación exclusiva, impertinente, de baja calidad, alienante y que solo sirve para prolongar y profundizar la desigualdad en el seno de las naciones y del mundo.

6. MANTENER LA COMUNICACIÓN GLOBAL Y NACIONAL ENTRE NUESTRAS ORGANIZACIONES Y CREAR EL SINDICATO MUNDIAL DE DOCENTES.
Para lograr los objetivos anteriormente mencionado, y otros por precisar, es imprescindible la comunicación entre gremios y sindicatos del mundo para transferir de un lugar a otro las experiencias vividas y emprender desde diversos puntos la presión internacional que hace falta para establecer una normativa global de protección a la educación.

Por supuesto, sabemos que existen desde hace décadas iniciativas, acuerdos educativos de carácter global y regional, pero ellas están en manos de los gobiernos, varios de los cuales han firmado cualquier cantidad de ellos que luego olvidan, como ha sido el caso del Gobierno de Panamá.

La diferencia sería nuestro real compromiso con la causa de la educación popular en oposición al protocolo demagógico de los gobiernos y las élites.

Vivan los gremios y sindicatos de educadores democráticos que en el mundo luchan por una buena educación con equidad para todos.

“Quién no se atreve a luchar, no merece educar”
Asociación de Educadores Veragüenses
e-mail: aevegremialista@gmail.com

Profe. Luis A. Sánchez H.
Secretario General de la Asociación
de Educadores Veragüenses (A.E.VE)
Panamá, 25 de septiembre de 2020.

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I Congreso Mundial de Educación 2020: Ponencia de Isabel Vargas Torres Presidente Nacional de la UNE. Ecuador

Desde Ecuador, el centro del mundo. Cuna de culturas milenarias como Valdivia, Chorrera. Del Primer Grito de la Independencia en 1809. De  hombres como el indio Manuel Chusig o Eugenio Espejo, de mujeres como Manuela Sáenz , Manuela Cañizares Manuela Espejo Manuela León. De quienes encabezaron cambios ideológicos y políticos como Eloy Alfaro.  De valientes luchadores sociales y asesinados por el poder como Jaime Hurtado Gonzales. Desde estos confines de mujeres y hombres que preñan la lucha social; quienes diariamente hacen de la educación una herramienta de liberación social.

El Covid 19 develó en el mundo entero como el capitalismo y su actual modelo neoliberal han violentado los derechos de millones de niños y jóvenes; al igual que del resto de pobladores del mundo. En el año 2017 el Banco Mundial advierte sobre la crisis educativa; a esa fecha las estadísticas datan que 260 millones de niños; debido a los conflictos, la discriminación, las discapacidades y otros obstáculos; no se inscriben en la escuela primaria ni secundaria. A esto se suma que la desnutrición afecta a  más de 846 millones de niños y niñas; Este es el sistema capitalista, con su actual modelo neoliberal. Estas cifras se agravaron con la pandemia, de la cual se  ha aprovechado y ha cargado la crisis sobre los sectores populares. Estos datos son necesarios para hablar cuáles son los efectos que inciden en la educación de niños niñas y jóvenes

Una alerta: 8653 personas murieron por hambre hoy día; mientras que cada dos semanas, hay un nuevo millonario. Las estadísticas de la OCDE trabajan en coyuntura de las grandes empresas transnacionales; quienes estamos en las aulas sabemos la realidad de la educación

Para disminuir la brecha de la pobreza y de la educación  se requieren ingentes recursos y por eso proponemos, entre otras posibles medidas las enumeradas a continuación:

  1. Moratoria de deuda pública y auditorias integrales con participación popular;
  2. Utilizar reservas internacionales para atender la salud de la población
  3. Reformas tributarias y cobro de impuestos bajo el principio el que más tiene mas pague
  4. Es tal la crisis mundial, que desde la OIT también debe haber normas claras para mejorar las condiciones de salud y la estabilidad laboral del magisterio y de los trabajadores y trabajadoras del mundo.
  5. Rebajar la brecha digital también es rebajar la inequidad social para un mundo más justo

Por ello la lucha social desde nuestras trincheras digitales, deben transformarse en la presencia combativa en las calles y plazas de nuestros países. Estamos ante una coyuntura, el neoliberalismo no es poderoso; nos ataca porque sabe de su debilidad. El capitalismo conoce que sus cadenas no pueden contener la rabia de los oprimidos, la sangre de los que se levantan; la furia de la corriente de la historia, que se alza contra sus amos y le dice basta. Desde  Ecuador les decimos maestras del Mundo, maestros del planeta Uníos; no tenemos nada que perder sólo nuestras cadenas y con nosotros, liberaremos las mentes de nuestros educandos.

Isabel Vargas Torres

Presidente Nacional de la UNE

26-09-2020

Fuente: I Congreso Mundial de Educación 2020

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I Congreso Mundial de Educación 2020. Alberto Croce: Aportes para una coordinación de nuestras luchas contra el neoliberalismo en la educación

     Estoy muy emocionado por este maravilloso Congreso. Quiero felicitar vivamente a todos lxs organizadores. En especial al querido Luis Bonilla, a Luz y a todos los organizadores por esta maravilla de encuentro que estamos viviendo y por todo lo que hemos aprendido estos días.

    Quiero dar algunas ideas concretas también sobre cómo organizar todo esto que vivimos.

      1.Tenemos que comprender que “coordinar las luchas” implica reconocer que las causas por las que luchamos son más importantes que nuestras propias organizaciones y que las agendas de nuestras organizaciones. En ese sentido, no tenemos que confundir a nuestras organizaciones – que al fin y al cabo son una herramienta – con los grandes objetivos que nos estamos proponiendo, que es luchar contra el neoliberalismo y defender la educación pública.

     2.El neoliberalismo ha avanzado muchísimo en este tiempo apoyado por los medios de comunicación y la manipulación de la información y la cultura.
Sin embargo, en medio de la pandemia, se puso en evidencia que cuando necesitamos enfrentar una crisis importante, sus principios y recetas no le ayudan ni le sirven a la sociedad. Esto es algo que nos juega a favor en este momento y que tenemos que aprovechar. Se produce un cierto cuestionamiento muy profundo a lo que es el neoliberalismo para nuestra sociedad.

    3. La lucha contra el neoliberalismo no es una lucha solo de los educadores. Nosotros defendemos la educación, pero no somos los únicos que peleamos contra el neoliberalismo. Tenemos que sentirnos unidos a esa lucha más global. No se trata solo de articularnos entre nosotros. Es nosotros también con los otros.
Tampoco somos los únicos que defendemos la educación. Porque ellos también en las luchas en que están comprometidos, están defendiendo la educación.
El neoliberalismo es tóxico para la vida del planeta. En ese lugar nos tenemos que parar.

      4. Esta lucha se da en escenarios distintos.
Algunos son muy amigables -como este congreso en donde estamos casi “festejando” esta lucha contra el neoliberalismo- pero hay otros escenarios que son muy adversos. Ahí la pelea es durísima.
Algunxs compañerxs no quieren entrar en esos escenarios.
Algunos de esos escenarios son escenarios públicos de alguna forma, o impulsados por organismos oficiales internacionales, generados por UNESCO, las Naciones Unidas. Pero otros escenarios son armados por los enemigos de nuestra manera de pensar. Escenarios que generan los sectores de poder, que arman las grandes fundaciones internacionales, las empresas que buscan hacer negocios educativos, aquellos que están impulsando el neoliberalismo en el mundo….
Ir a esos escenarios a dar la lucha no es tan cómodo ni tan agradable. Creo que tenemos que hacerlo si queremos dar batalla al neoliberalismo.

   5. El “Nano” Balbo, nos decía en este Congreso que “la lucha contra el neoliberalismo no puede llevarnos a asumir posturas conservadoras” porque como pedagogos críticos, como educadores populares siempre hemos querido transformar la educación y eso sigue siendo necesario.
Pelear contra el neoliberalismo no nos tiene que volver defensores de lo malo que pueden tener nuestros Sistemas Educativos tradicionales. Al contrario, nos tiene que poner al frente de estas luchas ya que es generalmente allí donde se da la disputa y se cuestiona nuestra legitimidad.

    6. Creo que uno de los temas más críticos es que tenemos que resolver nuestra relación con la tecnología. Una pedagogía crítica nos tiene que hacer encontrar la manera de utilizar con creatividad y responsabilidad las tecnologías sin quedar atrapados en la lógica de los algoritmos. No debemos criticar las tecnologías como si fuera solo una amenaza sin buscar encontrar la manera de resolver esta cuestión. Es un gran desafío en el que tenemos que pensar, reflexionar, buscar conocer experiencias que estén pudiendo dar respuestas.

     7. Hay dos grandes temas de lucha que debemos considerar:

      a. Uno tiene que ver con la cuestión económica: Debemos buscar un    mayor financiamiento educativo. Este debate tiene lugar en muchos escenarios internacionales. Una de nuestras luchas debe ser que la cooperación que se hace por la educación no se transforme en endeudamiento para nuestros países. Esto ha sido una trampa: se llama “cooperación para la educación” al endeudamiento de nuestros países por la educación. Tenemos que resistir.

     La contracara de esto es pelear por una mayor justicia tributaria y fiscal y por la anulación de las deudas externas que nos están afectando. No se puede pagar la deuda a costa de no poder educar a nuestros pueblos

 b.  También tenemos que pelear por el lugar y la responsabilidad del Estado en el financiamiento educativo, sin negar que también la sociedad, sus movimientos y organizaciones sociales, pueden generar sus propuestas educativas que el Estado debe acompañar. Este es otro debate que los pedagogos críticos y  los educadores populares tenemos que poner sobre la mesa…

     c. Hay que pelear para que la educación siempre sea considerada como un derecho y no como una mercancía transable en el mercado. Hacia allí nos quiere llevar el neoliberalismo.

     d. Lo segundo es que, además de la discusión por las cuestiones económicas, está el debate y la discusión por el sentido de la educación . Allí nosotros tenemos que poner presente y en consideración en las luchas, la perspectiva humanista y emancipadora que tiene la educación. Tenemos que pelear por los contenidos curriculares que tienen que ver con nuestra manera de pensar y entender la educación, de sentir cómo tiene que ser la escuela.

    e. También tenemos que pelear por el lugar del docente en los procesos de enseñanza aprendizaje. En esta lucha el neoliberalismo nos quiere imponer que la tecnología o You Tube puede reemplazar al docente. Esta no es la educación que nosotres queremos. Nosotros sabemos que la calidad de la educación está ligada al compromiso personal con la educación que tiene cada educador.

     f. También tenemos que poner en juego la participación de la comunidad educativa en el proyecto político pedagógico.  Esto es algo que debe estar más presente. En lo personal sentí la falta de la voz de las familias, la falta de la voz de les estudiantes y las comunidades en nuestros debates de este congreso pedagógico. (Entendible porque es el primero pero en los próximos no debe ser así.)

  8. Por último, necesitamos encontrar nuevas formas de lucha. Para esto es importante escuchar a la gente más joven que nos puede enseñar que hay otros caminos diferentes a las luchas tradicionales. Las luchas contra el neoliberalismo necesitan la recreación de las formas de lucha, de nuevos formatos que muchas veces nos pueden enseñar las generaciones más jóvenes.

Muchísimas gracias a todes.

 

Alberto César Croce

27-9-2020

Fuente: I Congreso Mundial de Educación 2020

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I Congreso Mundial de Educación 2020. Luis Miguel A. Dorry: «En nuestras diversidades se encuentran nuestras riquezas y en nuestras alianzas las fortalezas». México

Panel: Gremialismo, sindicalismo y transformación Educativa.

Ponente: Luis Miguel Alvarado Dorry. Investigador y editor del Centro Internacional de Investigaciones «Otras Voces en Educación» (CII-OVE)/México.

Título: En nuestras diversidades se encuentran nuestras riquezas y en nuestras alianzas las fortalezas.

¡Hola a todes!

“Es inherente la reivindicación democrática participativa de los sindicatos”

(LMAD, septiembre 2020).

La negación de la negación, para Lenin <la dialéctica “exige que sea indicada la ‘unidad’, es decir, la conexión de lo negativo con lo positivo; hallar lo positivo en lo negativo”> (Rosental & Iudin, 1946, pág. 231).

En este marco, centraré mi participación.

El neoliberalismo educativo no solo ataca a las escuelas y a las educaciones, también a los gremios y sindicatos, por ello, es inherente una permanente crítica y autocrítica desde y hacia el interior de los gremios y sindicatos, con el hito de develar las distintas tensiones y contradicciones que en ellos se generan a partir del empoderamiento y construcción de monopolios que, poco a poco, germinan en formas de poder opresoras hacia les propies agremiades y sindicalizades.

 

Aquí algunas de muchas tensiones y contradicciones:

  1. La democracia representativa-democracia participativa; la primera se empodera a una o un pequeño grupo de personas a partir de la elección que las bases hacen, en su mayoría, se vuelve jerárquica y vertical, en muchas ocasiones, les representantes detentan puestos superiores para la adquisición de mayor poder y confort, estes son cooptades y seducides por el sistema imperante ofreciendo puestos políticos en las estructuras gubernamentales perdiendo con ello la pasión, el amor y el compromiso para con sus representades formando monopolios y corporativos de poder. La segunda empodera al colectivo compartiendo el poder entre todes de manera horizontal para el bien común, cada une se convierte en una célula que, al unirse a otres, forman sistemas cooperativos más complejos y resistentes.
  1. La despolitización-concienciación ética, la primera surge a partir de distintas formas de dominación y control con base en actos coercitivos tales como: manipulación, amenazas, estigmas, entre otras no menos importantes, ejercidas hacia les agremiades y sindicalizades dogmatizando y alienando las subjetividades de estes bajo los intereses de les dirigentes; por el contrario, la concienciación ética conlleva politización entre todes, en este proceso, dan cuenta de las distintas injusticias provocadas no solo por el sistema imperante, sino que también desde las propias representaciones hacia les agremiades y sindicalizades, asimismo se lucha con pasión, amor y compromiso en contra de estas.
  1. Patriarcado-machismo – los feminismos, la mayoría de los gremios y sindicatos figuran únicamente hombres en las dirigencias polarizando así a las mujeres y demás diversidades sexuales, diversidades que “normalizan” estos hechos callando consciente e inconscientemente, solo son utilizadas para levantar la mano y votar por su representante. En gremios y sindicatos corrompidos por el mismo sistema neoliberal, a los hombres, les piden dineros por favores o bien por algunos trámites que por derecho se tiene, mientras que, las mujeres y demás diversidades sexuales, son acosadas y violentadas sexualmente. Diversidades sexuales que “normalizamos” y “legitimamos” estos hechos con expresiones como “él consiguió su préstamo o su cambio porque dio dinero”, o bien, “ella consiguió su crédito hipotecario, su cambio de escuela o un cargo en el sindicato porque dio las nalgas”. Debemos pues, todes, reivindicar y empoderar a todas las diversidades sexuales y no solo a hombres en los gremios y sindicatos, no como entes pasivos, sino como sujetas con férrea participación y compromiso.
  1. Opresión-Liberación, en la primera se encuentran implícitas las relaciones opresores-oprimides generadas por la construcción de monopolios de poder con base en la subjetividad neoliberal, conservadora, patriarcal y neocolonial que ostentamos y que, por lo general, lo polarizamos en nuestros discursos progresistas. Discursos que distan de la cotidianidad vivencial, es decir, pregonamos ser de izquierda compitiendo con nuestres compañeres, en el sentido de quién es más o quién hace más o mejor las cosas, invisibilizando con ello el conocimiento y reconocimiento de les otres, es decir, otredad. No quiero decir con esto que los gremios, sindicatos, pedagogías y teorías críticas, contrahegemónicas y contestatarias sean varitas mágicas que usemos para transformar a les otres, por el contrario, esta transformación, conlleva un proceso vivencial permanente de desconstrucción dialéctico, dialógico y doloroso en y desde nosotres mismes.

 

En este contexto, si no llevamos a cabo una exhaustiva reflexión, crítica, autocrítica y proceso de transformación propia, oscilaremos siempre en la oposición y nunca nos consolidaremos como resistencias, en tanto que, las fuerzas y seducciones del neoliberalismo nos cooptarán y, en palabras de Luis Hernández Navarro, “nos convertiremos en aquello que tanto hemos criticado”.

De lo anterior, no me refiero a la construcción de otros sindicatos y caer en el divisionismo y fragmentación, sino que, de los que son y están, reivindicarlos en el marco de la democracia participativa a partir de la formación de subjetividades críticas.

Si bien es cierto que muchos gremios y sindicatos han servido de muros de contención contra los embates del neoliberalismo, sin embargo, es importante develar las tensiones y contradicciones en su interior, por lo tanto, es necesario reflexionar-nos, desconstruir-nos y constuir-nos a partir de la negación de la negación de nuestra subjetividad, de nuestros gremios y sindicatos, hallemos pues, lo positivo de lo negativo. Esto puede ser el inicio de un proceso de transformación gremial, sindical y, por tanto, educativa, y el devenir de la liberación de les seres humanes.

Si nuestras luchas siguen siendo pequeñas islas, el tsunami capitalista nos sumergirá junto con todas nuestras esperanzas, por eso es importante esta alianza mundial que hoy congregamos en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo, retomamos una de las categorías o máximas que nos dejó Marx referida a “la unión de trabajadoras y trabajadores” no solo para protestar, sino que también para proponer alternativas que contrarresten al neoliberalismo educativo.

Es por ello que, “Es inherente la reivindicación democrática participativa de los diversos grupos gremiales y sindicales, porque en nuestras diversidades se encuentran nuestras riquezas y en nuestras alianzas las fortalezas.

Muchas gracias.

 

Referencias

Rosental, M., & Iudin, P. (1946). Diccionario filosófico marxista. Montevideo: Ediciones Pueblos Unidos.

Fuente e Imagen: I Congreso Mundial de Educación 2020.

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