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Libro 15 buenas prácticas docentes: experiencias pedagógicas premiadas en el I Concurso Nacional de Buenas Prácticas Docentes

Colectividad autor: Peru. Ministerio de Educación [103]
Código del documento: PE/2014/ED/PI/1
Recopilación: 83 p., illus.
Idioma: español
Año de publicación: 2014
Tipo de documento: libro
Resumen:
Como parte de la Revalorización Docente, el Ministerio de Educación realizó el I Concurso Nacional de Buenas Prácticas Docentes, con el objetivo de reconocer y destacar las iniciativas emprendidas por los docentes que contribuyen a mejorar la calidad del aprendizaje de sus estudiantes. Más de 1,000 docentes de 24 departamentos del país postularon un total de 700 prácticas docentes, que fueron evaluadas por un Jurado conformado por expertos en materia pedagógica. Como resultado de este proceso de evaluación y calificación, se escogieron tres prácticas como ganadoras y doce reconocidas con mención honrosa. La publicación de las quince Buenas Prácticas Docentes premiadas tiene por finalidad contribuir con su difusión en la comunidad educativa, fomentar su réplica y mejora por parte de otros docentes en las escuelas y reconocer a los docentes que las impulsaron.
Descargar en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000229413
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Report: The intersections between education, migration and displacement are not gender-neutral

Código del documento: ED/GEM/MRT/2019/WP1
Recopilación: 8 pages
Idioma: inglés
Año de publicación: 2019
Tipo de documento: documento de programa o de reunión
Reseña: Estar en movimiento, ya sea como migrante o como desplazado forzado , tiene implicaciones específicas de género tanto para las respuestas educativas como para los resultados educativos. En algunos casos, el movimiento crea oportunidades para liberarse de los moldes sociales, pero en otros, exacerba la vulnerabilidad basada en el género. Mientras tanto, la educación y las habilidades que las mujeres tienen o obtienen pueden afectar su capacidad de ejercer agencia o mitigar la vulnerabilidad en contextos de migración y desplazamiento. Esto requiere una lente de género para ser utilizada en los análisis de la educación.
Fuente: https://en.unesco.org/gem-report/node/2866
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Los negros no construyen palacios y otras teorías racistas y falsas de la arqueología

Reseñas/05 Diciembre 2019/El país

Un libro recopila episodios de la historia de la arqueología como las teorías racistas que durante años distorsionaron el estudio de las civilizaciones africanas

En 1949, el periodista alemán C. W. Ceram, seudónimo de Kurt Wilhelm Marek, publicó el más conocido de los libros de divulgación arqueológica que jamás se ha escrito, Dioses, tumbas y sabios. La obra, en estos 70 años, ha vendido millones de ejemplares (se sigue reeditando) y ha sido traducida a 28 idiomas. Ahora, el antropólogo inglés Brian Fagan ha publicado Breve historia de la arqueología (Biblioteca Nueva), un trasunto actualizado de la obra de Ceram y que hila, página tras página, los más espectaculares hitos de la arqueología y la paleontología universales.

Con estilo ameno y didáctico —Fagan no da nada por supuesto—, reconstruye la historia desde la tarde del 25 de noviembre de 1922 en la que Howard Carter halló la tumba del faraón Tutankamón, en Egipto, hasta la jornada de caza de 1868 en la que Modesto Cubillas, un peón del marqués de Santuola, encontró la entrada a la cueva de Altamira (Cantabria).

El libro, siempre salpicado de anécdotas, recorre todos los continentes y hace hincapié en algunas de las culturas más desconocidas para el gran público. En Zimbaue, en mitad de las sabanas y próxima a humildes chozas construidas con varillas y arcilla, se levanta una colina de grandes piedras rodeada de una imponente muralla pétrea y coronada por una acrópolis de forma cónica y erigida sin cemento. Al excavar la edificación a finales del siglo XIX —era un palacio—, aparecieron cuentas de vidrio de la India, porcelana china, oro, objetos de cobre, marfil de elefante… Una tecnología y arte que no cuadraba con la que disponían los empobrecidos habitantes de la zona. Fue construida, según los análisis de radiocarbono, entre el 950 y el 1450 de nuestra era.

El complejo monumental contravenía las teorías racistas y de superioridad blanca que imperaban en el sur de África en aquellos años. Así que los colonos blancos decidieron que la gran ciudad no había sido levantada por los atrasados bantúes, sino por los muy desarrollados europeos que la abandonaron por causas desconocidas. “Entonces podía argumentarse que sus sucesores —los blancos que estaban desplazando a los lugareños y quedándose con sus tierras— solo recuperaban la tierra que habían tomado los africanos cuando derrocaron a este reino [blanco] que alguna vez fue grandioso”, escribe Fagan. Las excavaciones que los colonos de origen europeo encargaron a un periodista sin experiencia arqueológica llamado Richard Hall confirmaron sus aseveraciones racistas: más abalorios de oro, lingotes de cobre, gongs de acero, fina porcelana… Inconcebible para un africano.

Pero en 1928, la afamada arqueóloga inglesa Gertrude Caton-Thompson llegó a Zimbabue. Excavó de manera profesional la ciudad y demostró que el complejo palaciego partió de “una pequeña aldea de agricultores africanos antes de expandirse de manera sorprendente, construir edificaciones en piedra y recintos amurallados”. “Este sitio arqueológico había sido inspiración y construcción totalmente africana”, concluyó.

Los colonos blancos se enfurecieron e impidieron nuevas investigaciones en las tierras que habían arrebatado a los bantúes. Así nadie volvió a excavar hasta 1950, cuando una datación de radiocarbono confirmó los estudios de Caton-Thompson, que explicaban que “las interpretaciones racistas del pasado no se sostenían frente a los datos argumentados provenientes de una buena excavación”.

El libro cuenta también la historia del brutal y violento emperador chino Qin Shihuangdi, que ingería grandes cantidades de mercurio porque creía que este le haría inmortal. Pero fue justo al contrario: lo mató en el 210 a. C. De hecho, por si el metal líquido no le confería la vida eterna, se fue construyendo a lo largo de su reinado, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Xian, un indescriptible túmulo sepulcral. Alrededor de 700.000 hombres trabajaron día y noche para cumplir los deseos de su amo. Un ejército de artesanos creó así un reino subterráneo rodeado de una muralla de cinco kilómetros, con réplicas de palacios y edificios, cuyos techos estaban cubiertos de perlas para imitar las estrellas. Ríos y lagos de mercurio regarían aquel inframundo para siempre. Acabado el trabajo, sus constructores fueron asesinados, todo tapado por un túmulo de 43 metros de alto y recubierto de árboles para borrar su rastro.

Para imaginarse la magnitud de la obra, hay que recordar que en 1974 un grupo de excavadores abrió un pozo a unos 2,5 kilómetros del escondido túmulo. Encontraron un soldado de terracota de tamaño natural. «Luego hallaron otro, y otro, y otro,,,», dice Fagan. Solo en ese punto se encontraron 11 corredores paralelos de más de 200 metros de longitud repletos de soldados que formaban 40 columnas de cuatro filas cada una. Cada militar vestía una cota de malla de cables de cobre. Todos los personajes tenían un rostro distinto, «sin expresión, sin emoción aparente». Iban recubiertos de uniformes brillantes, ahora de color marrón claro por el paso de los siglos. Luego, aparecieron seis carros con caballos, rodeados de cuadrillas de infantería. Solo los oficiales que conducían las monturas «mostraban una ligera sonrisa».

En 2012, se halló el primer complejo palaciego completo de Xian, con un patio central y un edificio adyacente. «Habrá arqueólogos trabajando en los memoriales de Qin durante muchas generaciones», máxime cuando se ha localizado también el gran palacio imperial, donde puede estar la tumba del sátrapa. Pero el Gobierno chino ha parado los trabajos. Temen que la tecnología disponible no se halle a la altura de la importancia del yacimiento. Y luego está el mercurio, el que mató al emperador, y cuyos «ríos y lagos subterráneos» también podrían acabar con la vida de los arqueólogos.

Fuente e imagen: https://elpais.com/cultura/2019/11/29/babelia/1575038864_845536.html

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A Trypina le dijeron que su hijo no podía ir al colegio así que montó uno

Reseña/05 Diciembre 2019/El país

Cuando negaron el acceso a la escuela a Brighton por tener síndrome de Down, su madre decidió rebelarse y crear un proyecto en su pueblo de Sudáfrica que ayudara a las personas con discapacidad

Emanuel Peterson tiene ocho años, no para quieto ni un momento y observa todo lo que le resulta extraño con extrema curiosidad. Maraen, de 12 años, que hoy viste un alegre gorro con pompón, cuida de que sus compañeras, sordas o con discapacidad intelectual, entiendan las lecciones en clase. Emanuel tiene el síndrome de Down y es mudo. A Maraen, los ataques epilépticos que sufre casi desde que nació la han dejado secuelas visibles: problemas en la vista, al andar, y en el crecimiento. Ellos y otros 43 chavales estudian, trabajan y pasan los días en el Tshemba Hosi Protective Project, un programa que lucha por la inclusión de personas con discapacidades en Sudáfrica.

En realidad, todo empezó en 2001 porque Tryphina Malchubela, una mujer menuda que se acerca ya a los setenta, se rebeló contra la injusticia. A su hijo Brighton no lo aceptaron en el colegio y nadie le daba una solución satisfactoria. La razón: había nacido con síndrome de Down. “No querían enseñarle, así que comencé este proyecto. Primero en una iglesia, nos ayudaban misioneros, aunque algún tiempo después tuvimos que buscar algo más grande porque cada vez éramos más. Por eso construimos todo esto”, afirma en el interior de una de las cinco dependencias que ha conseguido levantar dentro de una parcela de unas tres hectáreas en Lillydale, un pequeño pueblo en el este sudafricano, a pocos kilómetros del parque Kruger. Brighton, hoy un muchacho grandón y risueño al que sus compañeros llaman Big Boy, asiente a su lado.

Si ya resulta complicado subsistir dignamente si perteneces a las clases más pobres de Sudáfrica, el país con el índice de desigualdad más alto del mundo y donde una de cada cuatro personas tiene dificultades para comer una vez al día, sobre todos en áreas rurales, todo se complica aún más para las personas que sufren algún tipo de discapacidad. El censo del 2011 recogía que el 7,5% de la población sudafricana vivía con alguna. De ellos, alrededor de medio millón eran niños menores de 10 años, aunque probablemente la cifra ahora sea superior porque la población de la nación, de algo menos de 59 millones de personas, ha crecido en casi tres millones durante la última década.

El mismo texto decía, además, que el 35% de los niños menores de seis años con discapacidades no habían ido nunca al colegio, porcentaje que se disparaba hasta el 52% en zonas no urbanas y que afecta, sobre todo, a los sectores de población más castigados tradicionalmente por los rescoldos del Apartheid: negros y mestizos.

Nada de esto pasa en la casa de Tryphina. Ella y otros nueve voluntarios, mujeres en su mayoría, han conseguido crear un lugar con cinco grupos organizados en diferentes programas según las discapacidades: uno para enseñar el lenguaje de signos, otro para hacer ejercicios físicos, otro para aprender a leer y escribir, otro para conocer oficios con vistas al futuro… “Lo que más me satisface hoy, que llevo aquí ya casi 20 años, es que los chavales que vienen se sienten como los demás niños. Sienten que nadie los separa. Creo que eso es fundamental para que, poco a poco, sean capaces de superar sus problemas”, resume.

Un futuro más complicado

Sikhulile Mabilane tiene 20 años y una leve discapacidad intelectual que hace que su aprendizaje sea más lento que el de los demás, algo que no le impide soñar. Como a cualquier joven, le gusta ver a Messi, a Cristiano Ronaldo o a Pogba. Verlos e imitarlos cuando sale del Tshemba Hosi Protective Project y va directo al campo de fútbol más cercano. “Tengo muchas habilidades. Cuando cojo el balón sé que voy a marcar gol”, afirma orgulloso. “Pero si en el futuro no pudiera dedicarme al fútbol, me gustaría ser policía; quiero ayudar a mi familia y también a toda mi comunidad”, dice.

Para Sikhulile y los demás, incorporarse al mercado laboral en su país resultará extremadamente complicado. Un informe del 2016 de la Comisión Sudafricana de Derechos Humanos, una institución independiente cuyo poder emana de la Constitución de la nación, afirmaba que ocho de diez personas con discapacidad en el país no tiene empleo. El mismo texto, además, alertaba de que la discriminación en oportunidades de trabajo digno es uno de los desafíos más abrumadores que encaran las personas con discapacidad, desgranaba el retroceso en contratación a este colectivo en los últimos años, sobre todo en los trabajos socialmente mejor considerados y remunerados, y advertía de que las mujeres suelen tener más problemas para encontrar un empleo que los hombres. “Generalmente, son marginadas y excluidas para todo tipo de participación en la sociedad y se ven obligadas a encarar múltiples formas de discriminación en varias esferas que incluyen el acceso a sistemas de salud, trabajo o educación”, concluye dicho escrito.

El taller de costura, donde se hacen batas y pijamas, se ha convertido en la principal esperanza para conseguir fondos.
El taller de costura, donde se hacen batas y pijamas, se ha convertido en la principal esperanza para conseguir fondos. J. I. M.

En este sentido, un White Paper del 2016 (un documento oficial que publican algunos gobiernos para aclarar a ciudadanos y órganos legislativos determinadas cuestiones y proponer soluciones) remarcaba la necesidad de aumentar el porcentaje de empleados con discapacidad: del 2% de 2016 a, al menos, el 7% para el 2030. Este documento recordaba, además, que el Plan de Desarrollo Nacional, aprobado por el Parlamento en 2012, apremia a los poderes públicos para que las personas con discapacidad, “que en Sudáfrica suelen situarse en los más pobres de entre los pobres”, sean integradas en todos los planes legales futuros de manera específica y no en un enfoque único compartido con la generalidad de los ciudadanos.

Tryphina y sus voluntarias saben de sobra, por la experiencia de todos estos años, que los chavales de su proyecto, negros y en una zona rural, lo van a tener muy complicado para encontrar un empleo digno. Dicen que algunos ya lo han conseguido y ahora trabajan como dependientes en supermercados u otras grandes superficies comerciales de las ciudades más importantes, sobre todo de Johannesburgo o Ciudad del Cabo. Pero son los menos. Por ello, uno de los edificios de su proyecto en Lillydale, el más grande y espacioso, lo han dedicado al aprendizaje de costuras y manualidades para tener productos que vender y así financiarse.

Un taller de costura y otros proyectos esperanzadores

“Los servicios sociales del Gobierno nos pagan la comida diaria para los niños, pero aparte de eso nadie nos da nada. Ese es principal problema que tenemos aquí, la dificultad para encontrar fondos con los que sufragar todo”, afirma Tryphina, que habla mientras remacha la camisa de un pijama. “Ahora hemos conseguido clientes nuevos, unos albergues a los que vendemos este tipo de cosas” explica señalándola. Frente a ella, una decena de hombres y mujeres, que antaño pasaron por las clases del proyecto, manejan máquinas de coser, agujas, hilos y telas y varias decenas de batas, pijamas y sábanas descansan apiladas en la alargada mesa de un taller de costuras que se ha convertido en la esperanza futura. “Pero de momento conseguimos poco dinero. Necesitamos más…”, señala la mujer.

Tryphina afirma también que no se piensa rendir. Si a Brighton y los demás no los tratan bien fuera de las paredes del Tshemba Hosi Protective Project pues ella seguirá levantando talleres, creando oportunidades, integrando y buscando una igualdad que todavía se antoja una quimera. Lo próximo, dice, va a ser empezar a vender muebles y armarios; ya ha conseguido el dinero para un edificio que convertirá en carpintería, que avanza a pasos agigantados, y maquinaria y madera suficiente para comenzar a fabricarlos. “Queremos poner baños y necesitamos más agua, pero es un problema que nos encontramos siempre. Se la tenemos que pedir a un hotel cercano y no siempre quiere dárnosla…”, concluye. Y después vuelve a perderse junto a su hijo Brighton entre telas, batas e hilos blancos.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/11/28/planeta_futuro/1574939910_289184.html

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10 cuentos en PDF para leer en Navidad

Por: oyejuanjo.

La Navidad está a la vuelta de la esquina, y qué mejor oportunidad para disfrutar un momento tan especial que leyendo una buena selección de cuentos virtuales inspirados en la magia de estas fiestas navideñas.

Estamos hablando de un repertorio generoso de cuentos de dominio público y otras obras gratuitas que puedes leer en compañía de toda la familia. Hay para todos los gustos, desde el clásico de Charles Dickens hasta una colección de poemas navideños para los más pequeños de la casa.

Esta lista de cuentos navideños cuenta con el auspicio de distintas organizaciones educativas y bibliotecas digitales, garantizando su libre difusión y acceso para el público en general.

¿Cómo puedo acceder a los cuentos navideños? Es muy sencillo, basta con hacer clic en los enlaces que compartimos más abajo para ingresar a la página del cuento con toda la información necesaria para leer los libros PDF desde el navegador, o en su defecto, bajar en cualquier dispositivo.

Sin más preámbulos, es momento de consultar esta pequeña biblioteca de cuentos PDF para leer en nochebuena. ¡Feliz Navidad!

10 Cuentos Navideños En PDF Que No Te Puedes Perder

#01. Breve cuento de navidad (leer aquí)
#02. Navidad en las montañas – Cuento infantil (leer aquí)
#03. Cuento de Navidad – Charles Dickens (leer aquí)
#04. Cuentos de Navidad y Año Nuevo (leer aquí)
#05. Poemas de navidad en PDF (leer aquí)
#06. El cuento de navidad de Auggie Wren (leer aquí)
#07. Cuentos de Navidad y Reyes (leer aquí)
#08. Cartas de Papá Noel – J. R. R. Tolkien (leer aquí)
#09. La niña de los fósforos – Hans Christian Andersen (leer aquí)
#10. Cinco cuentos cortos de Navidad (leer aquí)

Fuente de la reseña: https://www.oyejuanjo.com/2016/12/10-cuentos-pdf-para-leer-en-navidad.html
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Libro: La educación en tiempos de cambios por José Manuel Castellano Gil

Por: Educación y Aprendizaje. 

Desde diversas miradas, ángulos, realidades y enfoques este libro intenta abordar algunos de los aspectos claves del campo educativo, a partir de experiencias territoriales amplias, comunes e incluso divergentes, en función de sus propios entornos y contextos socioeducativos, pero desde una inquietud compartida bajo una firme creencia de acción y creación innovadora de propuestas, planteamientos, modelos e intervenciones que van dirigidas a un intento por mejorar la labor docente y los procesos de enseñanza-aprendizaje, bajo un decidido anhelo por una transformación social de fondo. Sin duda, esta visión constituye la principal riqueza y aportación de esta miscelánea de textos, que desde la diversidad viene compactada de forma natural, sin una pretensión prefijada, y caracterizada por un clima de incertidumbre socioeducativo. Tiempo, espacio y contextos son sus tres ejes definidores.

Link para descargar el libro: educacion tiempos cambio

Fuente de la reseña: http://sobrelaeducacion.com/libros/coleccion/

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El reconocimiento de derechos de la primera infancia vive una disputa ideológica, metodológica e institucional

Por: CLADE. 

Para celebrar los 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU, especialistas analizaron los desafíos y propuestas para la garantía del derecho humano a la educación de niñas y niños de 0 a 8 años en América Latina y el Caribe. Se señaló que las políticas de educación y cuidado para esta etapa de vida son desiguales y están fragmentadas.

 

El último miércoles, 20 de noviembre, se celebraron 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU (CDN). Adoptado en el 1989, este tratado internacional reúne al mayor número de ratificaciones en el mundo – 196 Estados miembros de la ONU – y fue el primero a reconocer los niños y niñas como sujetos de derecho, convirtiendo a las personas adultas en sujetos de responsabilidades.

En este marco, la CLADE, la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) y la Fundación Educación y Cooperación (EDUCO) realizaron el 19 de noviembre, el diálogo virtual “30 años de la Convención de los Derechos del Niño: La primera infancia en diálogo”.

Con el objetivo de debatir y reflexionar sobre los desafíos y propuestas para la garantía del derecho humano a la educación y al cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe, este diálogo fue el primero de una serie de encuentros virtuales que abordarán este tema, organizados por CLADE, OMEP y EDUCO. El evento, además, marcó el lanzamiento de la campaña “Derechos desde el principio: educación y cuidado en la primera infancia”.

“Lo que queremos con este conjunto de webinarios es dialogar con autoridades de los distintos países de América Latina y el Caribe. Invitamos a participar autoridades de los Ministerios de Educación, de los parlamentos, así como de institutos especializados en temas de niñez, justamente para pensarmos en la práctica como se puede dar un mayor empuje a la realización del derecho humano a la educación en la primera infancia”, afirmó Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE, durante el diálogo.

Al lado de Camilla Croso, participaron en el evento, compartiendo datos, recomendaciones y análisis sobre la situación de la educación y del cuidado en la primera infancia en la región: Adrian Rozengardt, especialista en políticas públicas para la primera infancia de Argentina; Mauricio Castillo, de Fundación Educación y Cooperación EDUCO, y Mercedes Mayol Lassalle, vicepresidenta Regional para América Latina de OMEP, quien se hizo cargo de moderar el diálogo. Víctor Giorgi, director general del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, no pudo participar en vivo, pero envió un vídeo con sus análisis y aportes sobre el tema.

Grabación del diálogo virtual:


Disputa, reconocimiento y tensiones

Para el especialista Adrián Rozengardt, el mundo del cuidado y de la educación en la primera infancia es muy complejo y está en construcción, siendo un campo en disputa. “No es un tema que tiene una sola forma de acercarse o de mirarse. Hay una disputa ideológica, una disputa metodológica y una disputa institucional”, afirmó.

De acuerdo al experto, estamos todavía en el proceso de reconocer a la primera infancia y todo lo que está alrededor. “Todos los procesos de reconocimiento de campos específicos, de lo social, están atravesados por tensiones y por complejidades. (…) Tuvimos que vivir dos guerras mundiales y un montón de otros conflictos más localizados para poder descubrir los derechos de los hombres y de las mujeres”, explicó.

La aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño en el 1989 fue otro momento de tensión, según Adrian Rozengardt. “Fue un proceso de reconocimiento que se dio en el marco de la expansión de la globalización de la economía y la instauración del modelo neoliberal en todo el planeta. Reconocemos derechos, pero a la vez perdimos capacidad de acceder a esos derechos por la concentración de la riqueza, que se da en ciertos sectores de la sociedad”.

Adrián Rozengardt:”Aunque la aparición de los servicios del cuidado y de educación en la primera infancia ha hecho que la cuestión de la crianza se transforme en un problema de la política pública, aún persisten tensiones importantes”

Añadió que una tensión que atraviesa el mundo del cuidado y de la educación en la primera infancia es la puja entre el ámbito privado, de la família, y el de la participación estatal. “Acá esto no ha sido superado. Aunque la aparición de los servicios del cuidado y de educación en la primera infancia ha hecho que la cuestión de la crianza se transforme en un problema de la política pública, aún persisten tensiones importantes, por ejemplo, lo que tiene que ver justamente con el rol del Estado, con su capacidad de redistribución de la riqueza para sostener esto que antes tenía que resolver la família, y ahora lo debe resolver la sociedad. Por ejemplo, también – y es muy actual – la cuestión de la religiosidad, de las creencias, la cuestión de las culturas, que atraviesan la disputa entre mundos privados y el mundo público”, destacó.


Heterogeneidad, fragmentación y desigualdad

Según Camilla Croso, la educación y el cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe se encuentran fragmentados y dispersos. “Hay distintos enfoques dependiendo de la edad, de cero a tres años, y después en la etapa obligatoria – de cuatro a seis años – y en la etapa siguiente: la primaria. Hay una fragmentación etaria”, dijo. Para ella, es necesario que las políticas de educación y cuidado para la primera infancia sigan una misma lógica y tengan una coherencia entre sí. “Eso implica un enfoque integral de la primera infancia desde el nacimiento hasta los ocho años, enfatizando su valor inherente”, explicó.

Para Adrian, las experiencias de cuidado y educación en la primera infancia en América Latina deben ser analizadas desde tres esferas, la heterogeneidad, la fragmentación y la desigualdad. “Este universo es básicamente heterogéneo porque conviven miles y miles de experiencias que se dan en todo el territorio de América Latina. Son formatos vinculados al sistema educativo formal, escolarizado y no escolarizado, experiencias vinculadas a iniciativas no formales. Esa heterogeneidad es fundamental para entender la complejidad de este mundo”, subrayó.

Adrián Rozengardt: “Hay que reconocer que es buena la heterogeneidad, que es valiosa porque surge de la demanda y de la necesidad de distintos momentos de la historia, que se han consolidado en experiencias muy ricas”

Por otro lado, también señaló que el gobierno de este mundo heterogéneo también está muy fragmentado. “Está fragmentado desde el punto de vista de la política, de lo normativo, de los responsables de la aplicación de la política, de la metodología, de las formas de construir los ámbitos donde se desarrollan estos intercambios entre los niños y los adultos, de la mirada sobre las famílias. Hay una fragmentación que se da en el interior de los países y en la región”.

Agregó que otra tensión en este campo es la mirada segmentada que propone apenas políticas dirigidas a los sectores vulnerados, o con menos acceso a la infancia y a sus derechos. “Eso termina construyendo políticas pobres para pobres y rompe con la mirada universal, que la sociedad ha ido construyendo durante los años, de superar modelos focalizados y adoptar modelos universalistas, de acceso igualitario para toda la sociedad”, afirmó.

Explicó también que este mundo heterogéneo y fragmentado de las experiencias de la educación y del cuidado en la primera infancia está atravesado por la desigualdad en la calidad, la cobertura y el financiamiento. “Si algo diferencia América Latina de otras regiones del planeta es su profunda desigualdad, reproducida también en el mundo de la primera infancia. Hay que reconocer que es buena la heterogeneidad, que es valiosa porque surge de la demanda y de la necesidad de distintos momentos de la historia, que se han consolidado en experiencias muy ricas. La fragmentación hay que limitarla al máximo, hay que intentar resolverla, pero también depende de modelos de Estado, de políticas sectoriales, de disputas presupuestarias, y por supuesto, hay que disminuir significativamente la desigualdad”, analizó.


Mirada instrumental: presente x futuro

Durante su presentación, Camilla Croso también criticó las políticas para la primera infancia que piensan solamente en el futuro. “De manera general, cuando observamos los marcos internacionales y las políticas que emanan desde un debate más global, observamos que muchas veces la educación en la primera infancia es planteada apenas como una preparación para el futuro. Esta perspectiva de que cada etapa prepara hacia el futuro nos parece que está fundamentalmente equivocada y no en línea con una perspectiva de educación como derecho humano. La educación como un derecho humano tiene un valor en sí mismo en cada una de las etapas, a comenzar por la educación en la primera infancia”, enfatizó.

Camilla Croso: “Observamos que muchas veces la educación en la primera infancia es planteada apenas como una preparación para el futuro. Esta perspectiva de que cada etapa prepara hacia el futuro nos parece que está fundamentalmente equivocada”

Adrian igualmente se opuso a la mirada instrumental de la primera infancia. “Está claro que hay una fuerte tendencia a criterios meritocráticos, de preparar la primera infancia para la adultez, la famosa ventana de oportunidades que es ‘ahora o nunca’, con el capital social, que está por detrás de todo este discurso. La aparición con una fuerza desproporcionada de la neurociencia, cuando hay muchas ciencias que aportan a la identificación de saberes de la primera infancia, inclusive aquellos que dicen que hay que invertir en la primera infancia por la tasa de retorno, o para que, cuando sean grandes, los niños no roben, no se droguen…Esa instrumentalidad de la primera infancia atenta contra la experiencia en sí que significa vivir los primeros años de vida, sin ninguna intencionalidad posterior, sin ninguna mediación para….”, afirmó.


Evaluación estandarizada

La evaluación de programas y políticas de educación en la primera infancia también fue un tema destacado en el diálogo virtual. Según Camilla Croso, la evaluación debe respetar las características de la primera infancia y los objetivos del derecho humano a la educación, tal como expresa la Convención sobre los Derechos del Niño.

“Otra tendencia que estamos observando a nivel regional y mundial es que las pruebas estandarizadas que observamos en primaria, secundaria y en la universidad, empiezan a proponerse también desde la primera infancia. Eso nos preocupa profundamente porque va en un sentido justamente contrario a lo que nos parece fundamental, que es respetar la infancia, reconocer y respetar las características de esta edad, subrayando la importancia del juego, de la cultura y de la creatividad, que son expresados en la Convención sobre los Derechos del Niño, y que de hecho deberían influenciar todas las demás etapas educativas”, enfatizó.


Video: El reconocimiento de las niñas y los niños pequeñas/os como sujetos de derecho

Durante el diálogo virtual, se presentó un video con análisis, aportes y recomendaciones de Victor Giorgi. Mira a continuación:


Desafíos: cobertura y calidad

En el cierre del diálogo virtual, Juan Mauricio llamó la atención para los actuales desafíos del cuidado y de la educación en la primera infancia en América Latina y el Caribe. Destacó especialmente la problemática de la cobertura y la calidad en esta etapa educativa.

“Todavía a nivel de la región y a nivel de los países tenemos muchas limitaciones, sobretodo muchos desafíos en los cuales podemos trabajar. Necesitamos establecer programas educativos que sean diseñados, que tengan objetivos claros y estén adecuados a la realidad comunitaria, a la realidad del entorno donde se está desarrollando el niño y la niña”, destacó.

Añadió que los programas para esta etapa educativa deben tener una perspectiva de desarrollo integral de las personas. “Cuando hablo del desarrollo integral, estoy hablando de lo físico, de lo emocional, de lo cognitivo, en el cual toda la sociedad, todo el entorno del niño debe tener una corresponsabilidad”, explicó.

Subrayó también como obstáculos a superar, la falta de inversión y cobertura en la educación infantil. “La franja de edad con menor cobertura educativa es la primera infancia”, afirmó.

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/el-reconocimiento-de-derechos-de-la-primera-infancia-vive-una-disputa-ideologica-metodologica-e-institucional/

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