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África: La astrofísica que lucha para que las niñas africanas también puedan ser científicas

África/24 Enero 2019/Fuente: El país

Mirjana Pović ha sido galardonada por ‘Nature’ por fomentar la vocación de las mujeres por las carreras STEM

La serbia Mirjana Pović (Pançevo, 1981) solo tenía nueve años cuando comenzaron las guerras de Yugoslavia. En la escuela, faltaba el material educativo y motivación entre el personal. Fuera de ella, se enfrentaba a una fuerte tensión social y familiar. El conflicto duró 10 años, pero los efectos mucho más: “Mi familia antes de la guerra era de clase media baja, pero durante la guerra la clase media desapareció”. Poco después Pović comenzó la carrera de astrofísica en la Universidad de Belgrado. Cada día tenía que viajar más de 20 kilómetros desde Pançevo a la capital y “no tenía ni para pagar el transporte”. Por ello, hacía autostop para poder ir a clase. Aún así, consiguió graduarse y hoy es profesora del Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espaciales y un referente para muchas niñas que viven en condiciones de pobreza.

Su labor para impulsar el interés de las mujeres en la investigación aeroespacial ha llamado la atención de la revista científica Nature y la compañía The Estée Lauder. Pović ha recibido el premio Nature Research Award en la categoría de ciencia inspiradora. Este galardón, dotado con 10.000 euros, reconoce los logros de jóvenes investigadoras y sus esfuerzos para que otras mujeres accedan al ámbito científico.

“En la mayor parte de África subsahariana las familias viven de la agricultura y la ganadería, tienen un promedio de cuatro o cinco hijos y los recursos para que los niños vayan al colegio son muy limitados”, cuenta. Pese a que cada vez más chicas tienen la posibilidad de acceder a la educación primaria y secundaria, todo se complica cuando deben ir a un centro escolar de otra ciudad o a la universidad. “La pobreza no afecta a toda la sociedad de la misma forma. Las que más sufren son las mujeres. Todavía se da prioridad a los chicos para que puedan estudiar”, afirma la astrofísica.

Esta doctora ha dado clases en orfanatos y enseñado a niños de la calle en Tanzania, Sudáfrica y Ruanda. También ha formado a las primeras generaciones de estudiantes de máster y doctorado en Astronomía en Etiopía, Tanzania, Ruanda y Uganda. Ahora pretende destinar el premio a poner en marcha el proyecto STEM for Girls Ethiopia, que tiene como objetivo dar visibilidad a las mujeres científicas y fomentar la vocación entre las estudiantes de secundaria para hacer carreras STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Ella empezó a interesarse por la astronomía cuando era una niña. Cada día observaba el cielo y se preguntaba qué eran la Luna y el Sol. “Tenemos un laboratorio encima nuestro [el cielo]. Yo sentía mucha curiosidad y pensaba: ‘Cuando sea mayor voy a entender de dónde viene esa luz y esos puntos del cielo”. En aquel entonces ya tenía pasión por África. En 2005 obtuvo una beca para hacer el doctorado en el Instituto de Astrofísica de Canarias y comenzó a ahorrar para ir a trabajar como voluntaria al tercer continente más grande del planeta.

Desde 2016, esta doctora vinculada al Instituto de Astrofísica de Andalucía da clases y supervisa a los estudiantes que estudian un máster y un doctorado en el Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espaciales. Allí, el principal problema para ofrecer una formación de calidad es “la falta de personal cualificado”. De los 111 empleados en el instituto —entre los que también están los trabajadores administrativos, financieros y personal de apoyo—, solo cinco cuentan con un doctorado. Y de esos cinco, ella es la única mujer.

La falta de personal dificulta la posibilidad de dedicar tiempo a sus propios proyectos. Pero siempre que puede intenta avanzar en sus investigaciones en astronomía extragaláctica. Concretamente estudia las propiedades de las galaxias activas: “De ellas recibimos energías y luminosidades mucho más altas que de galaxias normales y son unos de los objetos más brillantes que tenemos en el universo”. Por ejemplo, analiza cuál es el rol de estas galaxias activas en la evolución y formación de las galaxias en general, como han ido evolucionando a lo largo del tiempo cósmico o cuáles son las propiedades de las que tienen muy baja luminosidad.

Esta falta de tiempo para progresar en los proyectos es uno de los problemas a los que se enfrentan muchas mujeres científicas africanas. “Tener una familia en África es una deber. Es difícil encontrar mujeres que no tienen hijos. Cuando vuelven a casa, el peso no se comparte de la misma forma entre hombres y mujeres. Ellas son las que normalmente se encargan de las labores del hogar y de cuidar a sus hijos”, cuenta.

No obstante, para estas mujeres las dificultades comienzan mucho antes. Los sesgos sobre la capacidad de las mujeres para realizar ciertos trabajos están presentes desde edades tempranas. En un estudio publicado en 2017 en la revista Science, se preguntaba a niños y niñas si, cuando se les hablaba de una persona especialmente inteligente, creían que era de su sexo o del contrario. Cuando los pequeños tenían cinco años, no se observaban diferencias, sin embargo, a partir de los seis, la probabilidad de que las niñas considerasen que la persona brillante fuera de su sexo descendía.

“Desde que somos pequeñas siempre hemos sido sobreprotegidas en todo el mundo. Se nos muestra que somos más frágiles y esa confianza que los demás no tienen en nosotras se nos queda grabada para siempre”, cuenta Pović. Para acabar con estos prejuicios y fomentar la vocación entre las niñas es imprescindible tener referentes femeninos: “Si desde que somos pequeñas no tenemos referencias de mujeres matemáticas o físicas, ¿cómo vamos a elegir uno de estos campos cuando nos hagamos la pregunta?”.

Luchar contra estos estereotipos y conseguir que las niñas puedan ser científicas en África o en cualquier lugar del mundo “no corresponde solo a las maestras, madres o mujeres líderes”. “Es un trabajo de la sociedad”, asegura la astrofísica. Para ella, es fundamental informar de que este tipo de sesgos existen para intentar evitarlos tanto en las escuelas como en Internet y los medios de comunicación. Crear vínculos entre las mujeres científicas para que se apoyen entre sí y se sirvan de inspiración también es muy útil. Pović, por ejemplo, forma parte de la organización española AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas).

También considera que acabar con la pobreza e invertir en proyectos de desarrollo en educación y en políticas de igualdad “va a ser beneficioso para las niñas”. La astrofísica aboga por la discriminación positiva hasta que hombres y mujeres tengan las mismas posibilidades: “Dar más becas y oportunidades a las mujeres para intentar sacar lo mejor de ellas”. Ella da prioridad a las chicas que estudian en el instituto a la hora de supervisar sus proyectos y está convencida de que poco a poco el cambio es posible. Muestra de ello es que ella ha supervisado a la primera chica en Ruanda que ha cursado un máster en Astronomía y está haciendo un doctorado. La idea es que cada vez sean más las mujeres que trabajen como matemáticas, físicas o astrónomas y den clases en universidades. Es decir, que haya más referentes para que las niñas en África también quieran y puedan ser científicas.

POR QUÉ ES IMPORTANTE INVERTIR EN CIENCIA EN ÁFRICA

¿Por qué es importante invertir en programas de desarrollo científico en lugar de hacerlo en solucionar problemas de primera necesidad en África como el acceso a la luz, al agua o a la sanidad? Pović tiene la respuesta: “En las últimas décadas solo se ha invertido en bienes de primera necesidad, pero es imprescindible tener también proyectos de desarrollo científico, tecnológico e industrial a largo plazo. Solo así se puede sacar a los países de la situación en la que están desde hace años”. Lugares como Etiopía, Kenia, Namibia o Botswana ya han empezado a invertir en proyectos científicos. El Instituto Etíope de Ciencia y Tecnología Espaciales, en el que la astrofísica es profesora e investigadora, es un proyecto fundado en 2016 que busca resultados a largo plazo. El objetivo es usar datos espaciales y de satélite para afrontar uno de los retos más grandes del país como es el acceso al agua. Con esta información, también se pretende mejorar la producción agrícola, el sistema de electricidad (solo 25% de población tiene acceso a la luz), gestionar desastres naturales, mejorar el sistema de infraestructuras y elaborar planes urbanísticos.

Imagen: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/01/14/ciencia/1547481302_000224_1547481494_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/01/14/ciencia/1547481302_000224.html

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El día para aprender una lección

Este jueves 24 de enero se celebra por primera vez el Día Internacional de la Educación. Una ocasión para recordar que es la mejor manera de garantizar una vida digna

Este 24 de enero se celebra por primera vez el Día Internacional de la Educación. Resulta sorprendente que se haya esperado hasta 2019 para proclamar una conmemoración tan importante, pero también demuestra que el mundo está reconociendo por fin lo necesaria que es la educación.

Como organización centrada en los derechos de la infancia, desde Educo aplaudimos esta iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Compartimos la convicción de que, si bien la educación es un objetivo en sí, también es la mejor herramienta para garantizar el ejercicio de los derechos, el bienestar y una vida digna.

75 millones de niños y jóvenes en edad escolar necesitan apoyo educativo en países en situación de conflicto o de extrema violencia. Es decir, se encuentran en peligro de perder el acceso a su formación si no lo han perdido ya. Esto se debe en gran medida a que la educación suele ser históricamente el área que recibe menos financiación en ayuda humanitaria, con menos de 3% del presupuesto global.

Sin embargo, observamos una tendencia creciente de ataques violentos contra la educación por razones políticas, militares e ideológicas, entre otras. El derecho de la infancia a una formación, independientemente del lugar donde se encuentra o de su identidad, está siendo fundamentalmente ignorado. Hay que poner fin a esta situación.

Una infancia dura 18 años, mientras que la mayoría de las crisis tardan por lo menos 20 en resolverse. Es terrible pensar en los bebés que nacen hoy en una crisis prolongada; puede que no reciban ninguna educación o, en el mejor de los casos, accedan solo a la formación básica o de forma discontinua.

La educación en emergencias es de suma importancia ya que los niños fuera del sistema educativo son más vulnerables a la violencia sexual y de género, al extremismo violento, matrimonios forzados, embarazos precoces, trabajo infantil y reclutamiento por parte de grupos armados. El acceso limitado dificulta, además, la recuperación de un menor tras una crisis. Esta falta de oportunidades en situaciones de conflicto conduce muy a menudo a perpetuar el ciclo de pobreza.

Muchos de los responsables políticos lo saben. Pero, pese a que muchos Gobiernos firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en 2015, en los últimos años no ha habido un progreso tangible en relación con la educación. Además, históricamente, ha sido pasada por alto en situaciones de emergencia humanitaria.

El mandato humanitario de las organizaciones como la nuestra es el de proteger, apoyar y asistir a las personas más vulnerables, especialmente los niños, para garantizar su derecho a la vida y a la seguridad, a la dignidad y una cobertura integral de sus derechos y necesidades frente a situaciones de riesgo y de emergencia humanitaria. Para ello, el acceso a la educación es fundamental. Y por eso tiene que estar en el centro de la acción humanitaria. De lo contrario, los Gobiernos seguirán fallando a millones de niños en riesgo.

Casi la mitad de los refugiados en edad escolar no asiste a la escuela. A ellos, así como a los que se encuentran en situación de desplazamiento forzado, se les debe garantizar una educación de calidad en igualdad de condiciones con los demás. Aportar financiación y medidas específicas para los que se encuentran en esta situación, tanto si son migrantes o refugiados, tiene que ser una prioridad global.

En El Salvador, por ejemplo, Educo lleva a cabo un proyecto en seis áreas del país donde hay una situación de violencia prolongada. Su objetivo es proteger a la infancia del desplazamiento forzado debido a la crisis, que en gran medida ha sido olvidada por la comunidad internacional. El proyecto ofrece asistencia y protección a niños, niñas y sus familias, apoyándoles en términos de vivienda, comida e higiene, además de asistencia psicosocial. Todo este trabajo va acompañado del objetivo del proyecto, que es asegurar que los pequeños no abandonen el sistema escolar y, si ya lo han hecho, reintegrarlos.

Es alentador ver que algunos gobiernos e instituciones por fin reconocen la necesidad de centrarse en la educación en situaciones de emergencia. Si los países que acordaron los ODS quieren realmente alcanzarlos y cumplir con la agenda Educación 2030, tendrán que ejercer una mayor presión sobre sus mandatarios. Necesitamos que los niños tengan la oportunidad de aprender cada día y no ser los grandes olvidados.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/01/22/planeta_futuro/1548176445_508344.html

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ACNUR pide 296 millones de dólares para asistir a refugiados de Burundi

África/Burundi/17 Enero 2019/Fuente: La Vanguardia

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lanzó hoy una petición para conseguir este año 296 millones de dólares con el fin de asistir a 345.000 refugiados de Burundi desplazados en países vecinos y con problemas de acceso a necesidades básicas.

Estos refugiados, huidos de Burundi por la inestabilidad política que atraviesa desde 2015, se han asentado en Tanzania, la República Democrática del Congo (RDC), Uganda y Ruanda, y su situación es una de las más olvidadas y con más problemas de financiación globalmente, destacó en rueda de prensa el portavoz de la ACNUR Charlie Yaxley.

«Los niños, que componen más de la mitad de esta población refugiada se llevan la peor parte», destacó Yaxley, que señaló que mujeres y niñas sufren altos niveles de explotación, violencia sexual y de género.

Viviendas sin las adecuadas condiciones de salubridad, aulas masificadas para los niños que tienen acceso a la educación, falta de acceso a medicinas o reducciones en las raciones alimentarias (impuestas por las autoridades en RDC, Tanzania y Uganda) son algunos de los problemas que atenazan a estos refugiados.

El portavoz subrayó que cierta estabilización en Burundi ha permitido que 57.000 refugiados hayan regresado al país desde mediados de 2017, aunque persisten problemas de seguridad y dudas sobre la situación de los derechos humanos, y como media unas 300 personas siguen huyendo cada día de la nación africana.

La ACNUR subraya que las condiciones no son aún las suficientes para promover un retorno generalizado de las poblaciones desplazadas, aunque asiste a aquellos que desean volver de forma voluntaria y urge a los gobiernos de la zona a «garantizar que ninguno regresa contra su voluntad», recordó Yaxley.

El pasado año la agencia solicitó una partida superior para estos refugiados, por valor de 391 millones de dólares, pero sólo consiguió un 35 % de esa cantidad, por lo que para 2019 urge a la comunidad internacional a adoptar un mayor compromiso.

Burundi sufre una alta inestabilidad política y social desde la oleada de protestas desatada en abril de 2015, cuando el presidente, Pierre Nkurunziza, anunció que se presentaría por tercera vez consecutiva a las elecciones, algo prohibido que violaba los acuerdos que acabaron con una larga guerra civil en 2005.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/politica/20190115/454156193304/acnur-pide-296-millones-de-dolares-para-asistir-a-refugiados-de-burundi.html

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Venezuela implementará plan de inclusión educativa y nutrición escolar con Unicef y FAO

América del Sur/ Venezuela/ 15.01.2019/ Fuente: vtv.gob.ve.

“Son aportes y cooperaciones que permiten consolidar el ingreso a la educación inicial y atender los servicios públicos como el agua, alimentación y transporte”, informó Delcy Rodríguez, vicepresidenta Ejecutiva de la República.

Así lo dijo tras concretarse la firma este martes de dos acuerdos con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y para la Educación, Ciencia y a Cultura (Unicef).

“Nada de lo que se haga al margen de las Naciones Unidas puede regir al mundo”, acotó Rodríguez en sus declaraciones a los medios de comunicación desde la Casa Amarilla.

“Estos acuerdos forman parte de la agenda 2030 del organismo multilateral que suscribió el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, hace dos días” que ratifican el reconocimiento del Gobierno venezolano por parte de instancias internacionales, acotó el ministro del Poder Popular de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, quien participó en el encuentro.

Indicó que la puesta en marcha de estas iniciativas marca la nueva dinámica que guiará la acción de gobierno del presidente Maduro.

Acceso a la educación

Venezuela implementará plan de inclusión educativa y nutrición escolar con Unicef y FAO
Foto: Vicepresidencia de Venezuela

El primer acuerdo suscrito apuesta por la universalización del acceso a la educación inicial, así como el retorno de niños y niñas que temporalmente se retiraron del sistema educativo y el mantenimiento de la matrícula escolar.

Asimismo, “se prioriza la capacitación y mejoramiento de la didáctica en materias como lenguaje y matemática”, acotó el vicepresidente sectorial para el Área Social y Territorial, Aristóbulo Istúriz.

Destacó que con los recursos otorgados por la Unicef “podemos reforzar los distintos niveles de educación en zonas vulnerables y de frontera con miras a cumplir la universalización en materia de educación.

Rafael Ramírez Mesec, representante de la Unicef, detalló que el programa atenderá a niños y niñas menores de 5 años, aun cuando no estén insertos en el sistema educativo.

Por otra parte, se atenderá a las comunidades indígenas con el programa de educación intercultural bilingüe para garantizar el acceso a la educación de calidad a estas poblaciones.

Agricultura en centros educativos

En tanto, el convenio firmado con la FAO busca promocionar la agricultura urbana y nutrición adecuada con alimentos autóctonos producidos en centros escolares o en comunidades cercanas de las escuelas priorizadas.

“Estos recursos nos ayudará a adquirir insumos para incentivar la agricultura urbana, para que cada escuela produzca alimentos que aporten al Programa de Alimentación Escolar (PAE)”, sostuvo Istúriz.

Carlos Mendoza, encargado de la FAO para América Latina, precisó que el acuerdo servirá de apoyo a los programas de agricultura familiar cerca de las escuelas “para solventar los problemas que conlleva el cambio climático y apoyar a las escuelas con alimentos producidos localmente”

El Ministro de Educación venezolano destacó que el Gobierno Nacional trabaja para contar con un observatorio para hacerle seguimiento a la nutrición en escuela.

El fondo que será destinado a ambos programas será de 1 millón 667 mil dólares, además se suministrarán cerca de 2.500 kits escolares.

Fuente de la noticia: http://vtv.gob.ve/venezuela-implementara-plan-inclusion-educativa-nutricion-escolar-unicef-fao/

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ONG trabajan para garantizar el derecho a la educación en Haití, nueve años después del terremoto

América del Centro/ Haití/ 15.01.2019/ Fuente: www.lavanguardia.com.

Este 12 de enero se cumplen nueve años del terremoto que sacudió Haití y provocó cerca de 300.000 muertes en 2010. Durante este tiempo, las ONG Entreculturas y Fe y Alegría, su socio en el terreno, han emprendido una serie de iniciativas para luchar contra la pobreza y garantizar el acceso a la educación, a través de 17 centros educativos.

Este 12 de enero se cumplen nueve años del terremoto que sacudió Haití y provocó cerca de 300.000 muertes en 2010. Durante este tiempo, las ONG Entreculturas y Fe y Alegría, su socio en el terreno, han emprendido una serie de iniciativas para luchar contra la pobreza y garantizar el acceso a la educación, a través de 17 centros educativos.

En aquella ocasión, la catástrofe dejó alrededor de 350.000 personas heridas y 1,5 millones de ciudadanos perdieron su hogar y otros bienes materiales, cifras que han llevado al país a ser el más pobre de América Latina, según la ONG jesuita.

Tiempo después, el 4 de octubre de 2016, cuando los estragos del terremoto aún seguían presentes, el huracán ‘Matthew’ arrasó la costa suroeste del país y parte de República Dominicana y Cuba, causando más de 1.000 muertos, cerca de 2,1 millones de personas afectadas (de las cuales 894.000 eran menores) y más de 1,4 millones requerían asistencia humanitaria.

El número de desplazados ascendió a alrededor de 175.500, el 15% de ellas menores de 5 años; mientras que menos de un año después, en 2017, el huracán ‘Irma’ provocaba nuevas inundaciones y dejaba más damnificados.

Entreculturas y Fe y Alegría especifican que han aumentado su labor humanitaria en 17 centros educativos, que cuentan con 235 docentes en las comunidades más vulnerables del país y que en la actualidad dan acceso a educación primaria, secundaria y técnica a cerca de 5.000 niños y jóvenes.

Antes del seísmo, Haití contaba con una tasa de alfabetización del 62% y casi 3 millones de niños estaban fuera del sistema educativo. Las infraestructuras escolares eran de muy baja calidad y la formación del profesorado deficiente, como denuncian las ONG que añaden que en la actualidad la tasa de alfabetización es de un 57% entre la población mayor de 15 años y alrededor de medio millón de menores haitianos no tienen acceso a una educación de base

Asimismo, las ONG han apoyado la reconstrucción y equipamiento de centros, distribución de materiales didácticos, construcción de viviendas, distribución de semillas, animales y herramientas de crianza y agrícolas para promover medios de vida sostenibles, formaciones en prevención de desastres y actuación en emergencias o apoyo pedagógico a las escuelas.

Además, Entreculturas lleva a cabo la campaña ‘Luz de las Niñas’, puesta en marcha en 2012, para visibilizar, prevenir y actuar ante la violencia de género que sufren las niñas y mujeres jóvenes en el país caribeño.

Fuente de la noticia: https://www.lavanguardia.com/vida/20190111/454075489786/ong-trabajan-para-garantizar-el-derecho-a-la-educacion-en-haiti-nueve-anos-despues-del-terremoto.html

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Revelan en Italia problemas en atención a estudiantes con discapacidad

Europa/Italia/10 Enero 2019/Fuente: Prensa Latina

Deficiencias en la atención a los alumnos con discapacidad en el sistema nacional de educación en Italia, fueron reveladas hoy por un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (Istat).
Según el estudio, la matrícula de estudiantes con discapacidades en el curso 2017-2018 ascendió a 270 mil, cifra equivalente al 3,1 por ciento del total, quienes enfrentaron problemas para el acceso pleno al ámbito escolar.

En ese sentido, indica, se comprobó que el número de escuelas con recursos para superar barreras arquitectónicas era demasiado bajo, pues a sólo el 32 por ciento se podía acceder con el empleo de medios especiales para la movilidad y 18 por ciento carecían de barreras para las discapacidades visuales y auditivas.

El informe añade que según datos del Ministerio de Educación, durante el curso escolar 2017-2018, existían más de 156 mil estudiantes con necesidad de maestros de apoyo para el aprendizaje, mientras que los asistentes para autonomía y comunicación disponibles eran alrededor de 48 mil.

La discapacidad intelectual fue la afectación principal para el 46 por ciento de los estudiantes con dificultades, seguida por problemas con el desarrollo general, con 25 por ciento; y disfunciones específicas del lenguaje, con 20; mientras que el 48 por ciento confrontó más de un trastorno de salud.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=241754&SEO=revelan-en-italia-problemas-en-atencion-a-estudiantes-discapacitados

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En 2018 el mundo le ha vuelto a fallar a los niños

Redacción: Lukor

Millones de niños alrededor del planeta siguen siendo víctimas de conflictos armados y los líderes mundiales permiten que esto siga ocurriendo con impunidad, aseguró el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en un comunicado.

“Los niños que viven en zonas de conflicto en todo el mundo han continuado sufriendo a través de niveles extremos de violencia en los últimos 12 meses, y el mundo ha seguido fallando. Durante demasiado tiempo, las partes en conflicto han estado cometiendo atrocidades con una impunidad casi total, y solo está empeorando. Se puede y se debe hacer mucho más para proteger y ayudar a los niños”, declaró Manuel Fontaine, director de programas de emergencia de UNICEF.

Los niños que viven en países en guerra han sido atacados directamente, utilizados como escudos humanos, asesinados, mutilados o reclutados para luchar. La violación, el matrimonio forzado y el secuestro se han convertido en tácticas estándar en los conflictos desde Siria hasta Yemen, y desde la República Democrática del Congo hasta Nigeria, Sudán del Sur y Myanmar.

Los conflictos donde más sufrieron los niños en 2018

En Afganistán, unos 5000 niños fueron asesinados o mutilados en los primeros 9 meses del año, la misma cantidad que en todo el año 2017. Además, los pequeños representaron el 89% de las víctimas civiles de restos de explosivos de la guerra.

En Camerún una escalada del conflicto en el noroeste y sudoeste del país ha convertido en objetivos a escuelas, estudiantes y maestros. En noviembre, más de 80 personas, entre ellas muchos niños, fueron secuestrados en Nkwen, y liberados unos días después. Hasta la fecha, 93 aldeas habrían sido quemadas parcial o totalmente debido al conflicto, donde los pequeños enfrentan niveles extremos de violencia.

En la República Centroafricana, un dramático resurgimiento en los combates afecta a gran parte del país, con dos de cada tres niños que necesitan asistencia humanitaria.

En la República Democrática del Congo, la violencia interétnica y los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los grupos armados en la región de Kasai y en las provincias orientales de Tanganica, Kivu del Sur, Kivu del Norte e Ituri han tenido un impacto devastador en los niños.La respuesta al brote de ébola en curso se ha visto seriamente obstaculizada por la violencia y la inestabilidad en el este del país. Además, se estima que 4,2 millones de niños están en riesgo de desnutrición aguda grave. La situación se agrava por violaciones de los derechos de los niños, incluido el reclutamiento forzado por grupos armados y el abuso sexual.

En Iraq, a pesar de que los combates han disminuido en gran medida, cuatro niños murieron en noviembre en el norte del país cuando el autobús en el que viajaban a la escuela fue atacado. Los niños y las familias que regresan a sus hogares en áreas previamente afectadas por la violencia continúan expuestos al gran peligro de municiones sin explotar. Miles de familias permanecen desplazadas y ahora enfrentan las amenazas adicionales de las temperaturas invernales y las crecidas repentinas.

En la cuenca del lago Chad, el conflicto en curso, el desplazamiento y los ataques a escuelas, maestros y otras instalaciones educativas han puesto en riesgo la educación de 3,5 millones de niños. Hoy en el noreste de Nigeria, en la región del lago Chad, en el extremo norte de Camerún y en la región Diffa de Níger, al menos 1041 escuelas están cerradas o no funcionan debido a la violencia, el miedo a los ataques o la inseguridad, lo que afecta a casi 445.000 niños. Además, un reciente aumento de la violencia en la región fronteriza entre Mali, Burkina Faso y Níger ha dejado 1478 escuelas cerradas.

En Myanmar, la ONU continúa recibiendo informes de violaciones continuas de los derechos de los rohingya que permanecen en el norte del estado de Rakhine, entre las que se reportan homicidios, desapariciones y detenciones arbitrarias. También existen restricciones generalizadas a los derechos a la libertad de movimiento y las barreras para acceder a la salud y la educación. Asegurar que los niños tengan acceso a una educación de calidad y otros servicios esenciales evitará a una “generación perdida” de niños Rohingya; de lo contrario, carecerán de las habilidades que necesitan para contribuir a la sociedad, asegura UNICEF.

© UNICEF/Anmar
Una niña camina hacia la escuela en medio de edificios destruidos por la guerra en Iraq.

En el noreste de Nigeria, los grupos armados, incluidas las facciones de Boko Haram, continúan atacando a las niñas, que son violadas, obligadas a convertirse en esposas de combatientes o utilizadas como “bombas humanas”. En febrero, el grupo secuestró a 110 niñas y un niño de una escuela técnica en Dapchi, estado de Yobe. Mientras que la mayoría de los niños han sido liberados desde entonces, cinco niñas murieron y una sigue cautiva como esclava

En Palestina, más de 50 niños murieron y cientos más resultaron heridos este año, muchos de ellos mientras protestaban contra el deterioro de las condiciones de vida en Gaza. Los niños en Palestina e Israel han estado expuestos a miedo, trauma y lesiones.

En Sudán del Sur, el implacable conflicto y la inseguridad durante la temporada anual de escasez empujaron a 6,1 millones de personas a un hambre extrema. Incluso con la llegada de la temporada de lluvias, más del 43% de la población sigue teniendo inseguridad alimentaria. Si bien la promesa revitalizar un acuerdo de paz ofrece un atisbo de esperanza para los niños, los informes de violencia extrema contra mujeres y niños continúan, más recientemente en Bentiu, donde más de 150 mujeres y niñas reportaron haber sufrido asaltos sexuales.

En Somalia, más de 1800 niños fueron reclutados por las partes en el conflicto en los primeros nueve meses del año, de ellos 1278 fueron secuestrados.

En Siria, entre enero y septiembre, la ONU verificó el asesinato de 870 niños, el número más alto en los primeros nueve meses de cualquier año desde el inicio del conflicto en 2011. Los ataques continuaron durante todo el año, incluido el asesinato de 30 niños en el pueblo oriental de Al Shafa en noviembre.

En el este de Ucrania, más de cuatro años de conflicto han tenido un costo devastador en el sistema educativo, destruyendo y dañando cientos de escuelas y obligando a 700.000 niños a aprender en entornos frágiles, en medio de combates y los peligros que representan las armas de guerra sin explotar. La situación es particularmente grave para 400.000 niños que viven a menos de 20 km de la “línea de contacto”, que divide las áreas controladas por el gobierno y los insurgentes, y donde el bombardeo y los niveles extremos de contaminación representan una amenaza letal.

En Yemen, las Naciones Unidas verificaron que 1427 niños fueron asesinados o mutilados en ataques, entre ellos el atentado a un autobús escolar en Sa’ada. Las escuelas y los hospitales han sido objeto de frecuentes ataques o han sido utilizados con fines militares, negando a los niños el acceso a su derecho a la educación y la atención médica. Esto está alimentando aún más la crisis en un país donde cada 10 minutos muere un niño debido a enfermedades prevenibles y 400.000 niños sufren de desnutrición aguda grave.

Fuente: https://www.lukor.com/actualidad/20181231/en-2018-el-mundo-le-ha-vuelto-a-fallar-a-los-ninos/
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