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España: Ingenio y creatividad se imponen en nuevo torneo de robótica educativa

España/18 de Julio de 2016/Última Hora

Puntualmente a las 9.00, el cronómetro se echó a correr hasta agotar los 180 minutos que los equipos conformados por niños y jóvenes –de 9 a 18 años– tenían para construir y programar los robots que participaron de la segunda edición de Pybot, el torneo de robótica educativa organizado por Espacios de Ser.

Los competidores formaron grupos de 4 integrantes. Concentrados en todo momento, mientras uno de ellos llevaba la posta armando la estructura del robot, otro seleccionaba las piezas siguiendo la ruta del diseño que trazaron en las prácticas del centro de desarrollo.

“Estamos armando un robot de tracción 2×2 con dos ruedas, que tendrá la capacidad de levantar pelotas con una pinza”, comenta Camila Bernal, de Ciudad del Este. Ella participa por primera vez de esta competencia. “Lo importante es participar. Si no ganamos, igual está bien”, dice.

La robótica educativa permite desarrollar escenarios de aprendizajes que resultan muy atractivos para los niños y jóvenes. Por eso, Espacios de Ser vio el año pasado la necesidad que tenían los más de 3.000 estudiantes de este instituto de demostrar sus habilidades de programación en un torneo, comenta el ingeniero Giampaolo Ficorilli.

La competencia

Después de armar sus robots, los participantes del torneo compitieron en tres desafíos: 1- Vehículo a control remoto (controlado a través de celular Android y aplicación de LEGO NXT); 2- Laberinto vehículo autónomo (los robots deben poder recorrer todo el laberinto y salir en el menor tiempo posible), y 3- Swept away o desafío con la plataforma VEX (el robot compite en una cancha depositando pelotas en una caja).

Los grupos que superaron los tres desafíos de la segunda edición del Pybot son Rockbotics, Suicide Squad y los Mecatrónicos.

Fuente: http://www.ultimahora.com/ingenio-y-creatividad-se-imponen-nuevo-torneo-robotica-educativa-n1008520.html

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Jardín de infantes: Unicef pide más tiempo de juego y aprendizaje

Colombia/ 16 de Julio de 2016/Entorno Inteligente

Por: UNICEF

En el jardín de infantes, aprender y jugar son sinónimos. O debieran serlo: en la primera infancia, los chicos desarrollan habilidades básicas por medio del juego. El nivel inicial, además, prepara el terreno para aprender a leer y escribir en primer grado. Sin embargo, un estudio de UNICEF y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) encontró que en los jardines se dedica poco tiempo al juego y a la alfabetización , las dos prioridades de ese nivel educativo.

Según el informe, casi un tercio de la jornada escolar en el jardín se destina a actividades que no están relacionadas con el aprendizaje , sino con prácticas rutinarias centradas en la socialización : saludo inicial, control de asistencia, comida, higiene, traslados y orden luego de cada tarea. En una jornada de por sí breve (en casi todo el país es de 3 horas ; solo en provincia de Buenos Aires y Chubut es de 4), eso quiere decir que queda poco tiempo para tareas más significativas.

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El estudio se basó en observaciones de salas y encuestas a docentes en 67 jardines de 5 provincias en las que la OEI desarrolló proyectos de intervención. Uno de los hallazgos más preocupantes: solo el 22% de las actividades observadas fueron lúdicas , pese a que la Ley Nacional de Educación exige «promover el juego como contenido de alto valor cultural» para el desarrollo integral de los chicos en el jardín. «El juego es la experiencia de aprendizaje primordial en la primera infancia», plantea Verona Batiuk, autora del informe junto con Julia Coria. Según la especialista, una buena propuesta de educación inicial debería incluir juegos dramáticos (de roles), de construcción (por ejemplo, con ladrillos) y con reglas convencionales (tipo memotest, lotería, dominó, etc).

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Otro hallazgo clave: solo el 20% de las actividades observadas estuvieron orientadas a la alfabetización . «Varias investigaciones internacionales afirman que la lectura en voz alta del adulto es la actividad más importante en el proceso de alfabetización temprana, junto con la conversación alrededor del texto», señala Batiuk. Sin embargo, menos de 1 de cada 10 maestros lee cuentos en voz alta a sus alumnos.

El diseño curricular de primaria establece que los chicos tienen tiempo hasta 3° grado para aprender a leer y escribir , pero ese proceso empieza en el jardín, por medio del juego . «La  alfabetización temprana  se refiere a que los niños tengan en la escuela una oportunidad de ampliar su vocabulario, y comiencen con el desarrollo de trazos que fortalezcan su escritura posterior. En sala de 5 se espera que todos puedan tener vocabulario amplio y diverso y que ejerciten la oralidad , para que puedan lograr intercambios fluidos, expresar sus sentimientos y necesidades y describir lo que ocurre a su alrededor», explica Cora Steinberg, especialista en educación de Unicef.

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La mitad de los alumnos argentinos de 15 años tienen dificultades para comprender textos sencillos , según surge de las pruebas PISA. Para Ana María Borzone, especialista del Conicet en desarrollo lingüístico y cognitivo, esos problemas pueden explicarse «por los déficits en la alfabetización». Borzone señala que «en el jardín se deben desarrollar habilidades básicas para el aprendizaje, como el lenguaje, la memoria y la atención». Esto requiere » actividades específicas y sistemáticas «, que involucran el juego guiado por la maestra, y que hoy están ausentes de la currícula y de la formación docente.

«A los chicos hay que enseñarles a jugar», advierte Borzone, quien desarrolló el programa Queremos Aprender junto con investigadores del Conicet y las universidades de Buenos Aires, La Plata y Córdoba. El objetivo es garantizar la alfabetización temprana en el jardín, para que los chicos puedan aprender a leer y escribir efectivamente en 1° grado. «En el período de 3 a 5 años se produce un desarrollo rápido del lenguaje, se adquieren las habilidades y conocimientos precursores de la alfabetización, se producen avances significativos en el desarrollo afectivo y social, y la plasticidad neuronal es mayor. Pero estos desarrollos se producen solo si los niños cuentan con una  estimulación específica «, afirma Borzone.

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Los neurocientíficos destacan que la mayor plasticidad neuronal en los primeros años de vida supone una gran oportunidad para aprender: la contracara de esa oportunidad es la alta vulnerabilidad de los niños en edad de asistir al jardín. Borzone advierte que el precio de «estafar» a estos chicos  con propuestas pedagógicas de baja calidad será, irremediablemente, una hipoteca impagable en el futuro.

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En la Capital faltan siete mil vacantes

En los jardines de Capital faltan alrededor de 7 mil vacantes, según surge de los datos de la inscripción online 2016, que el Gobierno porteño tuvo que hacer públicos tras un pedido del legislador Patricio del Corro (Frente de Izquierda).

Este año se solicitaron 30.788 vacantes en los jardines públicos de la Ciudad, pero el gobierno solo ofreció 23.969: la diferencia dejó fuera del sistema a 6819 chicos. Del Corro criticó que el gobierno no informara la situación por comunas y por edad. Pese a que la oferta fue de casi 24 mil vacantes, solo se asignaron 20.123. Maximiliano Ferraro, presidente de la Comisión de Educación de la Legislatura, interpreta que «por las demoras en la asignación y las dificultades de la inscripción, muchas familias deciden mandar a sus hijos a jardines privados». Ferraro estimó que desde hace 3 años faltan entre 5500 y 7500 vacantes en los jardines porteños.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8689231/Jardiacute;n-de-infantes-Unicef-pide-maacute;s-tiempo-de-juego-y-aprendizaje

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Los misterios del cerebro, la pobreza y los aprendizajes

Javier Luque

Tradicionalmente, los economistas como yo, hemos pensado que la pobreza explica el bajo desempeño en la escuela porque las familias pobres no tienen la capacidad para acumular capital humano debido a limitaciones de efectivo en el corto plazo. Un lector desinformado podría pensar: ¿qué rayos significa eso? En términos sencillos, esto significa que los niños pobres suelen tener  menos recursos para pagar la escuela, comprar libros de texto o ropa, pagar los costos de transporte y tener una nutrición y salud adecuadas. A menudo, también tienen que trabajar para contribuir con la economía del hogar y ayudar a mantener a sus hermanos.

Por estas razones, los niños más pobres tienden a abandonar la escuela con mayor frecuencia o, en el mejor de los casos, sacrifican su juventud en vez de dedicarse al aprendizaje. Esto contribuye a la creación de lo que se conoce como el ciclo de pobreza, puesto que cuando estos niños crecen y tienen sus propios hijos, estos últimos repiten la historia de sus padres y así sucesivamente. El vídeo protagonizado por Agustín y Daniel presentado en el post de abajo ilustra exactamente este fenómeno.

Sin embargo, aparte de la teoría de la deficiente acumulación de capital humano por parte de los pobres, los economistas siguen teniendo dificultades para explicar por qué los niños pobres tienen bajo desempeño en la escuela. ¿Habrá algo más? ¿Qué ocurriría si asumiéramos un enfoque distinto?

Por ejemplo, los educadores, inspirados por su experiencia en el aula, han notado que los niños pobres presentan mal comportamiento, impaciencia e impulsividad, entre otros. También muestran un rango más limitado de respuestas de comportamiento, reacciones emocionales inapropiadas, y menos empatía hacia los infortunios de los demás, los cuales también afectan su aprendizaje. Entonces… ¿es posible que haya algo dentro de los cerebros de los niños pobres que hace que su experiencia escolar sea diferente? Y, más importante aún, ¿se puede cambiar?

Los hallazgos más recientes de la neurociencia presentan ideas nuevas y refrescantes. Libros como: Enseñar con la pobreza en mente: ¿Qué le hace la pobreza a los cerebros de los niños, qué pueden hacer las escuelas al respecto?por Eric Jensen, y Cómo pueden triunfar los niños: la valentía, la curiosidad y el poder oculto del carácter por  Paul Tough, resumen los hallazgos de la neurociencia, combinándolos con la evidencia de otras disciplinas.

En ese sentido, sobre la base de una variedad de esfuerzos de recopilación de datos (realizados en las últimas décadas), de experimentos controlados (con seres humanos y no humanos) y de nuevas tecnologías que permiten la exploración de las profundidades del cerebro, la neurociencia proporciona nueva y sólida evidencia de que los niños de hogares pobres desarrollan cerebros que luego terminan “conectados” de manera diferente. Esto explica, al menos en parte, sus problemas de acumulación de capital humano, los cuales también se extienden a sus interacciones sociales. Por ello, los hallazgos de la neurociencia han abierto una nueva dimensión en la comprensión de los pobres y sus desafíos al momento de aprender.

Fuente del articulo: http://blogs.iadb.org/educacion/2013/08/14/los-misterios-del-cerebro-la-pobreza-y-los-aprendizajes/

Fuente de la imagen: http://blogs.iadb.org/educacion/files/iStock_000014905976Small.jpg

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¿Puede nuestro futuro estar mejor hecho que nuestro presente?

Carlos Magro

No solo están los cambios tecnológicos alterando las formas en que producimos y distribuimos los frutos de nuestro trabajo, sino que además esos cambios están alterando la propia textura de la vida humana”, escribía Jerome Bruner en 1997 en el prefacio a la edición española de La educación, puerta de la cultura (Antonio Machado Libros, 2012).

Diez años después, el 29 de junio de 2007, salía a la venta el primer iPhone y seis meses antes, el 9 de enero de 2007, Steve Jobs se había subido al escenario del Moscone Center de San Francisco para decir:

“Hoy estaremos presentando tres productos revolucionarios, el primero es un iPod con una gran pantalla táctil el segundo es un teléfono móvil revolucionario y el tercero es un dispositivo de comunicación por internet sin barreras. Estos no son 3 dispositivos separados, este es un solo dispositivo y lo llamaremos iPhone.”

El iPhone no fue ni mucho menos el primer teléfono móvil, ni tampoco el mejor. Los primeros son de los años 80 y en 2007 el mercado estaba dominado por los HTC, las Palm y, por supuesto, las BlackBerry. El iPhone estaba, además, lleno de fallos. La presentación de Jobs ese día fue un éxito a pesar del dispositivo pero debemos reconocer que también supuso un cambio de paradigma en muchos aspectos de nuestra vida, incluida la educación.

Dos años antes, entre enero y junio de 2005, las búsquedas en Google del término mobile learning pasaron de 1.240 a 22.700. La vinculación entre aprendizaje y movilidad se estaba cuajando, haciendo evidente el creciente interés por aprovechar al máximo las oportunidades de las entonces incipientes tecnologías móviles; por explorar cómo aprendemos cuando el conocimiento es ubicuo; por saber qué pasa con el aprendizaje cuando éste sale fuera de las aulas y puede suceder en cualquier parte y en cualquier momento; por entender qué ocurre cuando el estudiante puede remezclar, crear, publicar y compartir su propio conocimiento a la vez que se beneficia de conocimiento creado por otros (Tíscar Lara y Mar Camacho, Scopeo 2011). En definitiva, por entender qué pasa con el aprendizaje hoy, en nuestro tiempo, que es un tiempo de redes, un tiempo de líquida abundancia, de conectividad ubicua y movilidad constante. Por entender ¿cómo podemos repensar la educación en el contexto de las nuevas y poderosas tecnologías?

En su corta existencia, el término m-learning ha sufrido numerosos intentos de definición. Desde las más sencillas de un aprendizaje mediado por una palm hasta las más completas que hablan de cualquier tipo de“aprendizaje que se produce cuando el alumno no está en una ubicación fija y predeterminada, o del aprendizaje que se produce cuando el alumno aprovecha las oportunidades de aprendizaje que ofrecen las tecnologías móviles” (Claire O’Malley et al. 2005. Guidelines for learning/teaching/tutoring in a mobile environment p.7)

En casi todas estas definiciones aparecen cuatro dimensiones: la pedagogía, los dispositivos tecnológicos, el contexto y lo social, de manera que el m-learning sería el aprendizaje “a través de múltiples contextos, de las interacciones sociales y de contenido y del uso de dispositivos electrónicos personales.” (Helen Crompton,A historical overview of mobile learning: Toward learner-centered education. 2013. p.83).

Cuando Bruner escribió la frase que abre este post llevaba cerca de 30 años trabajando en la intersección entre la psicología cognitiva y las teorías del aprendizaje. Tratando de comprender cómo funciona nuestra mente y trazando puentes entre lo que él denominaba el computacionalismo y el culturalismo, entre el mundo de lo pre-existente y lo contingente, lo dado y lo construido, lo interno y lo externo, el yo y los otros, la naturaleza y la cultura. O como Richard Rorty diría entre el conocimiento y la esperanza.

Jerome Bruner, recogiendo los trabajos de los pedagogos progresistas (y  las pedagogías activas) de principios del siglo XX y las investigaciones en psicología del aprendizaje de Jean Piaget (constructivismo) yLev Vigotsky, entre otros, sentó parte de las bases de la visión actual sobre el aprendizaje: un aprendizaje atento al contexto y centrado en el alumno quien deja de ser un sujeto pasivo para convertirse en el protagonista de su propio aprendizaje.

Para Bruner el aprendizaje se producía por descubrimiento. Para aprender es necesario “sumergir” a los estudiantes en situaciones de aprendizaje problemáticas y reales, con la finalidad de que aprendan descubriendo, involucrándose de manera activa en la construcción de su aprendizaje y a través de la acción. Poner el foco en cómo los estudiantes buscan, adquieren, guardan y reutilizan el conocimiento supone una transición desde un enfoque conductista de estímulo-respuesta hacia una constructivista.

Desafortunadamente, en esa década de los 60, la tecnología educativa “dominante” respondía sobre todo aun enfoque conductista del aprendizaje. El mejor ejemplo es sin duda, la Máquina de enseñar desarrollada por F.B. Skinner (Teaching Machines. Science. 1958).

Entre 1970 y 1980, la situación cambió. Conviene recordar también que, a pesar de la amnesia que caracteriza muchos de los relatos actuales sobre tecnología educativa, fue en esa década cuando encontramos los mejores intentos por desarrollar tecnologías que favoreciesen nuevas maneras de aprender. El desarrollo de ordenadores cada vez más potentes, del concepto (como ahora veremos) de ordenador personal y de la multimedia en los ordenadores significó que éstos ya no tenían por que ser solo instrumentos para trasladar información y conocimiento a los estudiantes sino que también podían convertirse en herramientas para la manipulación activa de esa información y, por tanto, para la construcción activa de conocimiento.

En 1972, Alan Kay publicó el artículo A Personal Computer for Children of All Ages, en el que describía con gran detalle un dispositivo para “usar en cualquier momento y cualquier lugar”, del tamaño de un cuaderno, con un peso algo menor de 2 kg, conectado a una red y un precio que no debía superar los 500 dólares. Quería crear un ordenador personal para niños. Un dispositivo móvil, con pantalla plana recargable, con un teclado y un lápiz para dibujar y vinculado a una red inalámbrica. Y con el objetivo principal de “cambiar la forma de educar. Ir más allá de la educación tradicional basada en la transmisión de datos y hechos para animar a los niños a observar el comportamiento del mundo real por ellos mismos.”

Los trabajos de los tecnólogos educativos de los 70, Kay entre ellos, estaban muy influenciados por elconstructivismo de Jean Piaget y por el aprendizaje por descubrimiento del propio Jerome Bruner. Estaban muy interesados por explorar cómo los ordenadores podían transformar nuestra formas de pensar y aprender y cómo podíamos utilizarlos para mejorar el aprendizaje de los niños. También fue en esos años cuando se presta atención a dos de las metodologías activas más extendidas hoy: el aprendizaje basado en problemas y el aprendizaje basado en proyectos. Parecía que todo confluía. Se estaba produciendo la convergencia entre unas pedagogías que apostaban por la dimensión activa del aprendizaje y unas tecnologías que por primera vez también permitían desarrollar las facetas creativas y de construcción.

Uno de las consecuencias más interesantes de este cambio fue, sin duda, el construccionismo de Seymour Papert. En 1971, Papert se quejaba de que el uso de los ordenadores en educación se hubiese limitado paraenseñar lo mismo de siempre en versiones apenas disfrazadas de las mismas viejas maneras. Para Papert, “el conocimiento es construido por el que aprende. El construccionismo expresa la idea de que esto sucede particularmente cuando el aprendiz se compromete en la elaboración de algo que tenga signficado social y que, por tanto, pueda compartir; por ejemplo: un castillo de arena, una máquina, un programa de computación” (Adolfo Obaya Valdivia. El construccionismo y sus repercusiones en el aprendizaje asistido por computadora. UNAM. 2003).

Pero la historia de la tecnología educativa tomó otra dirección como tan bien nos ha relatado Audrey Watters(The Monsters of Education Technology).

En 1991, Seymour Papert decía:

en los 80 mucha gente se unió al hecho comprando computadoras. El fenómeno más importante en esa época era el poder de la escuela para asimilar cualquier cosa nueva que apareciera. La escuela es como un organismo viviente. Un cuerpo extraño se acerca -la computadora- y el sistema inmunológico y mecanismo de defensa del organismo se ocupa de él. Así vimos el cambio en los 80. Antes de esta asimilación las computadoras se usaban en forma estimulante. Se hallaban en manos de maestros visionarios quienes usaban las computadoras porque no estaban satisfechos con la forma en que las escuelas hacían las cosas. Pero al final de los 80, las computadoras estaban en manos de la burocracia escolar y de las escuelas como instituciones. Todavía existían maestros visionarios, pero estaban siendo neutralizados. Previamente los maestros estaban usando unas pocas computadoras en las clases para alejarse de la separación por materias y de la interrupción diaria. Cuando la administración toma el control, crea una sala especial, y pone las computadoras en esa sala con un horario con el profesor de informática. En vez de convertirse en algo que socavara estas formas anticuadas de las escuelas, las computadoras fueron asimiladas. Es inherente a las escuelas, no porque los maestros sean malos o porque las escuelas sean malas, sino a todo organismo que ha alcanzado un equilibrio que éste tiende a mantener. Así las escuelas tornaron lo que pudo haber sido un instrumento revolucionario en uno conservador. La escuela no desea cambiar radicalmente. El poder de las computadoras no implica mejorar la escuela sino cambiarla por un tipo de estructura diferente.

Mucho más recientemente, en 2005,  afirmó que “la razón del fracaso de la educación progresiva fue la falta de una infraestructura tecnológica para un genuino y profundo aprender haciendo y sostenía que “uno de los papeles que la tecnología digital ha de jugar en la educación es darle una segunda oportunidad a la educación progresiva”.

Hace apenas un año, Larry Cuban decía que a pesar de que las nuevas tecnologías han encontrado un lugar en la mayoría de las aulas, su impacto es mucho menor que lo que se prometió inicialmente. Las nuevas tecnologías han fortalecido, sin cambiar, los enfoques tradicionales de la enseñanza.

Hace unos meses, en diciembre de 2015, la OCDE publicó un informe titulado Alumnos, Ordenadores y Aprendizaje: haciendo las conexiones en el que basándose en los datos de las pruebas PISA 2012 se hacían una serie de preguntas: ¿Hay ordenadores en las aulas? ¿importa que los haya?.

El informe analizaba cómo había cambiado en los últimos años el acceso y uso de tecnologías de la información por parte de los estudiantes y exploraba también cómo los sistemas educativos y las escuelas estaban integrando estas tecnologías en la experiencia de aprendizaje de los alumnos. Y entre sus conclusiones destacan frases como que la tecnología puede amplificar las prácticas de enseñanza innovadoras y que las tecnologías digitales se pueden usar para fomentar el aprendizaje experiencial, las pedagogías activas, el aprendizaje cooperativo y las pedagogías interactivas.

El titular del informe reclamaba “una nueva aproximación para conseguir todo el potencial de las tecnologías en las escuelas” y Andreas Schleicher sostenía en su presentación que “los sistemas educativos deben encontrar formas más efectivas para integrar la tecnología en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Deben proporcionar a los docentes con entornos de aprendizaje que apoyen las pedagogías del s.XXI y a los estudiantes con las habilidades necesarias para tener éxito en el mundo del mañana”.

Ni el titular de la noticia de la propia OCDE, ni lo dicho por Andreas Schleicher suena extraño a los docentes y profesionales de la educación que llevan décadas ocupándose de la relación entre tecnología y educación. No difiere en nada de la experiencia a pie de aula de muchísimos docentes, ni de lo que sostienen desde hace décadas profesionales como Michael Fullan y Neil Selwyn, por citar solo dos.

Aunque es cierto que faltan estudios cuantitativos que demuestren el impacto positivo o negativo sobre el uso de las tecnologías de la información sobre el aprendizaje parece haber un consenso claro entre la comunidad educativa, tras más de cuarenta años de ensayos y en muchas ocasiones fracasos, que el problema surge cuando pensamos que incorporar tecnologías en el aprendizaje es lo mismo que incorporar tecnologías en las aulas. Ya hemos dicho en numerosas ocasiones que no se trata de tecnificar las aulas sino escolarizar las tecnologías.

La situación, sin embargo, parece que ahora sí está cambiando. La combinación de años de investigación y práctica en el ámbito de las tecnologías educativas y la pedagogía. Los cambios producidos en las propias tecnologías (ubicuidad, conectividad, movilidad) pero también en la sociedad en general y en los profesionales de la educación y los centros educativos están provocando que hoy podamos hablar cada vez más de proyectos educativos que han comprendido que la transformación y el cambio deben ser algo sistémico.

Hemos aprendido de nuestros errores. Hemos aprendido que debemos hacer cambios simultáneos en las metodologías de aprendizaje y de enseñanza, en los currículos, en las maneras de evaluar, en las maneras de organizarnos y en las  liderar las escuelas, en la formación, en las tecnologías y en las infraestructuras (verInnovating Learning: Key Elements for Developing Creative Classrooms in Europe).

El resultado es que cada vez hay más proyectos de transformación educativa que están incorporando de manera natural las pedagogías activas y centradas en los alumnos y las tecnologías que nos rodean (ver por ejemplo los posts etiquetados bajo la categoría ABP del blog de Fernando Trujillo o el blog de educacontic por poner solo dos ejemplos).

El pasado 29 de junio, cuando se cumplían 9 años exactos de la salida a la venta del primer iPhone, mantuve una conversación con Elena Díaz Alejo de Samsung EspañaJosé Luis Fernández de INTEF y Mar Camacho de la Universitat Rovira i Virgili, tres de los responsables del proyecto Samsung Smart School. Uno de esos proyectos que han sabido entender qué es lo que hay que hacer y qué no para mejorar el aprendizaje con tecnología. Qué han sabido dar respuesta a preguntas del tipo: ¿cómo podemos mejorar la educación con las TIC ? o ¿cómo podemos repensar la educación en el contexto de las nuevas y poderosas tecnologías?.

Fue una buena oportunidad para hablar sobre pedagogías activas, ABP, tecnologías educativas y mobile learning y para mezclar miradas: la de una empresa tecnológica, la de la formación del profesorado y la de la investigación en pedagogía y en tecnologías educativas.

Afortunadamente el proyecto Samsung Smart School no es el único buen ejemplo que existe hoy. Hay muchos otros, llevados adelante por profesores individuales, por centros educativos y por organismos y instituciones que están trabajando en la misma línea. Y aunque la batalla por entender que en educación no hay recetas fáciles ni únicas no está ganada, el camino empieza a estar señalado.

Ahora entendemos mucho mejor lo que querían decirnos Jerome Bruner y Steve Jobs. Hoy todos tenemos asumido que la movilidad lo ha cambiado todo. Todos sabemos que “hemos cambiado para siempre la forma en que nos comunicamos, nos informamos, trabajamos, nos relacionamos, amamos o protestamos” (Manuel Castells). Que hemos cambiado para siempre nuestras formas de relacionarnos con el conocimiento y, en consecuencia, con el aprendizaje. Y que “la tarea de las nuevas generaciones es aprender a vivir no solo en el amplio mundo de una tecnología cambiante y de un flujo continuo de información, sino ser capaces al mismo tiempo de mantener y refrescar también nuestras identidades locales”, como dice también Bruner en La educación, puerta de la cultura.

Parece que por fin, estamos cerca de aquello que reclamaban Larry Cuban y Seymour Papert, de aquello que soñaba Alan Kay y de aquello que nos anticipó Jerome Bruner. Parece que por fin estamos cerca de la escuela tantas veces soñada por tantos. Parece que por fin estamos en el camino para responder afirmativamente a las preguntas de Richard Rorty: “¿podemos hacer mejor las cosas?, ¿puede nuestro futuro estar mejor hecho que nuestro presente?” (Esperanza o conocimiento. Buenos Aires. 1994 p.78).

 

Fuente del articulo: https://carlosmagro.wordpress.com/2016/07/02/puede-nuestro-futuro-estar-mejor-hecho-que-nuestro-presente/

Fuente de la imagen: https://carlosmagro.files.wordpress.com/2016/07/metropolis_1_1.jpg?w=610&h=352

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Entrevista a Albert Forn: «Los dispositivos móviles tienen la capacidad de transformar la enseñanza»

10 Julio 2016/Fuente y Autor: Educaweb

Responsable del proyecto mSchools y director en GSMA – Mobile World Capital Barcelona

La utilización de teléfonos móviles inteligentes y tabletas ha facilitado la creación de apps educativas. Según Eduapps.es, actualmente existen más de 80.000 aplicaciones educativas, pensadas para utilizar en clase y en casa.

¿Qué ventajas y/o desventajas tiene el uso de los dispositivos móviles (tablets, teléfonos móviles, etc. en el aula?

Recientemente el Consell Escolar de Catalunya recomendó el uso de los móviles en las escuelas y publicó un informe en el que define buenas prácticas para que los dispositivos móviles sean un elemento de aprendizaje y respeto. No estamos solos en Catalunya; por ejemplo, la UNESCO lleva tiempo diseminando guías y recomendaciones para adaptar el uso del dispositivo móvil a la escuela.

Los dispositivos móviles tienen la capacidad de transformar la enseñanza, porque habilitarán la educación adaptativa, la transversalidad de la tecnología en cualquier materia, la adecuación de los contenidos a las profesiones de futuro, la mejor formación del profesorado, la transformación del aula o la mayor implicación del alumno.

Ya no se trata de una cuestión de ventajas o desventajas, sino de dar a nuestros hijos las mejores salidas de futuro. Hay que aprovechar esta oportunidad.

¿Cómo se determina la utilidad educativa de una app? ¿Qué estrategias nos pueden ayudar a seleccionar las más adecuadas?

En mSchools sabemos que valorar la utilidad educativa de una app no es tarea fácil. Algunas apps pueden parecer muy atractivas a padres o alumnos, pero muchas veces su contenido pedagógico es pobre. Otras muchas veces no depende de la app, sino del uso que se le da. Incluso para educadores con experiencia puede ser complicado valorar una app si no se ha probado en un entorno educativo.

La buena noticia es que hay muchísimas aplicaciones, no todas ellas educativas, que se pueden aplicar a la educación. Para ello desde mSchools estamos desarrollando el mSchools Toolbox, una herramienta online que identifica estas apps y los usos que se les pueden dar para garantizar buenos resultados pedagógicos. Partimos de evaluaciones hechas por profesores en el aula y buscamos apps que se ajusten a las necesidades de los educadores y que encajen en los estudios actuales.

¿Qué tipo de apps educativas son las más utilizadas en el entorno formativo?

Las apps más utilizadas normalmente son las que los profesores se comentan entre ellos, ya sea en sus blogs, en sus entornos educativos, etc. Las hay de realidad aumentada, de organización de materiales didácticos, de edición de vídeo y de matemáticas, entre otras. Tienden a tener un enfoque tecnológico o de ciencias, pero hay muchísimas más que pueden aportar valor y estas son las que desde mSchools queremos ayudar a identificar y filtrar, basándonos en experiencias reales en el aula.

¿Considera que es necesaria más formación del profesorado respecto al uso de las TIC en el aula?

Por supuesto, la formación al profesorado es imprescindible y una inversión con retorno asegurado. La comunidad de profesores es tremendamente apasionada y voluntariosa, pero hay que darles las herramientas adecuadas para que puedan desarrollar su trabajo. La evolución de las TIC es un reto para todos.

Vale la pena no olvidar el tremendo cambio social que estamos viviendo, en el que el papel del maestro está cambiando de forma radical. Las TIC son una pata importante, pero no son la única, el profesorado necesita que el sistema educativo cambie con los tiempos y le permita desarrollar su labor.

¿En qué consiste el programa mSchools?

El programa mSchools es un proyecto compuesto de múltiples iniciativas orientadas a potenciar la educación con tecnología móvil, ofreciendo nuevas formas de enseñar y aprender con el objetivo de mejorar los resultados académicos y la empleabilidad.

El programa mSchools aúna a entidades públicas y privadas y está impulsado por Mobile World Capital Barcelona, en colaboración con la Generalitat de Catalunya, Ajuntament de Barcelona y GSMA.

¿Qué iniciativas tienen previstas para este 2015?

Una de las más importantes para este año es la que ya hemos mencionado de selección y validación de aplicaciones, el mSchools Toolbox, que pretende ser una herramienta indispensable para todo educador, ya sea un profesor o el entorno familiar.

También estamos muy enfocados en hacer crecer las iniciativas de éxito que ya venimos desarrollando en los últimos años, como la asignatura optativa App Education (Mobilitzem la Informàtica), con un enfoque dirigido al diseño y creación de aplicaciones para dispositivos móviles, o Mobile History Map, una iniciativa mediante la cual los alumnos crean y geolocalizan contenidos relativos a puntos de interés cercanos a su centro educativo.

También seguiremos desarrollando nuestro programa de formación a familias sobre los buenos usos de la tecnología móvil, con la previsión de llegar a la totalidad de Catalunya antes de finales de año con una app propia.

A día de hoy, alrededor de 30.000 alumnos catalanes imparte alguna de las iniciativas del proyecto mSchools en los centros educativos.

 

Fuente de la entrevista: http://www.educaweb.com/noticia/2015/04/29/dispositivos-moviles-tienen-capacidad-transformar-ensenanza-8815/

Fuente de la imagen: http://3.bp.blogspot.com/-c5Q2VlqTi0Q/VPut06GUG0I/AAAAAAAACck/eAJ3z2ddro4/s1600/movil_blog.jpg

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Libro: Dispositivos Digitales Móviles en Educación

Dispositivos Digitales Móviles en Educación

Aprendizaje Ubicuo

  • Autor: Vázquez-Cano, Esteban y Sevillano, Mª Luisa (Edits.)
  • Editorial: Narcea Ediciones
  •  9788427721005
  • Páginas: 168
  • Edición: 1ª edición 2015 

Sinopsis: Esta obra introduce al lector en el campo del aprendizaje móvil y ubicuo con dispositivos digitales móviles. Para ello, recurre a especialistas que unen teoría y práctica. El libro busca situar a sus lectores en la línea de convertirse en innovadores convencidos e ilustrados. Puede muy bien satisfacer las necesidades y expectativas de los docentes de disciplinas relacionadas con las nuevas tecnologías y también servir de referente para todos aquellos profesionales que ejercen como tales en otros niveles formativos bien curriculares u ocasionales.

Tiene como objetivos prioritarios contribuir al desarrollo profesional del profesorado, proporcionando modelos para su capacitación técnica y pedagógica, alentar a los centros de capacitación de docentes a que incorporen el aprendizaje móvil en sus programas y planes de estudio, y ofrecer a los educadores oportunidades para que integren sabia y eficazmente la tecnología en los procesos de enseñanza. También se dirige a: empresarios, gestores de educación, estudiantes de Grado, Máster y Doctorado que encontrarán en sus páginas ideas y modelos de acción de gran actualidad y utilidad.

Fuente de la reseña: http://narceaediciones.es/educacion-hoy-estudios/1046-dispositivos-digitales-moviles-en-educacion.html

Fuente de la imagen: http://narceaediciones.es/1078-thickbox_default/dispositivos-digitales-moviles-en-educacion.jpg

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Entrevista a Javier Tourón: “Tratar a todos los alumnos del mismo modo es una tragedia”

03 Julio 2016/Fuente:Educaciontrespuntocero /Autora: Ana Ayala

Este experto en innovación opina sobre los alumnos con altas capacidades y el desarrollo del talento. También sobre cómo ‘matar’ la motivación puede conducir al fracaso, la importancia de la evaluación o cómo compaginar las diferentes velocidades de aprendizaje en el aula.

Vicerrector de Innovación y Desarrollo Educativo en la Universidad Internacional de La Rioja-UNIR, Javier Tourón es uno de los principales expertos en innovación y desarrollo educativo. Ha publicado más de 150 trabajos de investigación y es autor/coautor de unos 30 libros, muchos de ellos dedicados al desarrollo del talento, así como a la evaluación de sistemas educativos.

Es habitual utilizar indistintamente los términos ‘alta capacidad’ o ‘superdotado’, pero no son sinónimos, ¿cuál es la diferencia?

El término ‘superdotado’ es una mala traducción del inglés Gifted, que significa dotado y ni siquiera existe super-gifted, pero todavía hay más inconvenientes en esta traducción. Se trata de una voz pasiva, lo que significa que unos ‘son’ y otros ‘no son’ siguiendo las posturas sobre inteligencia de principios del siglo pasado. Cuando hablamos de dotación nos referimos a capacidad en algún ámbito: intelectual, afectivo, social, artístico… y casi de modo inmediato nos preguntamos ¿cuánta?, pero no hay ningún modo científico para establecer un punto de corte que indique a partir de dónde se es o no. Más bien diría que todos estamos en proceso de ser, de desplegar —si se dan las oportunas condiciones— nuestras aptitudes. Por tanto,prefiero usar el término capacidad, porque ¿alguien ha visto alguna vez un cambio de estado o condición en alguna persona por tener un cociente intelectual de 125, 130 o 150, como si se tratase del punto de ebullición de una sustancia?

¿Qué es el talento?

Siguiendo al profesor Françoys Gagné, es la aplicación de la capacidad en determinado ámbito de forma que nuestras potencialidades se transforman en competencias, es decir, en conocimientos y destrezas. El talento está después de la educación, ya que nadie nace concertista de piano o ganador de un grand slam, nadie nace matemático o literato. Pero hay personas que en un ambiente adecuado, con unas medidas educativas oportunas, quizá puedan llegar a logros extraordinarios que a otros, menos capaces, nos están vedados.
Esto no debería llevarnos a ver la alta capacidad y su atención educativa como un proceso que segrega o beneficia a unos en detrimento de otros. El objetivo es que los sistemas educativos logren que los alumnos desarrollen óptimamente su potencial y, es obvio, no todos tenemos el mismo, ni todos estarán dispuestos a poner la energía necesaria en desarrollarlo.

Afirma que el talento que no se cultiva, se pierde. ¿Lo propician las escuelas españolas o lo marginan?

Es evidente que sin trabajo no hay éxito. El que quiera ser concertista sabe lo que cuesta, lo mismo bailarina o investigador. Vladimir Horowitz, uno de los pianistas más eminentes de todos los tiempos, decía: “Cuando no ensayo un día lo noto; cuando no ensayo dos días, lo nota mi mujer; cuando no ensayo tres días, lo nota el público”. Esto es bien expresivo de las distancias que hay entre las capacidades y el talento. Éste, y su desarrollo hasta el nivel que sea posible en cada caso, depende del trabajo duro, la práctica, el esfuerzo, la tenacidad… que ahora se llaman soft skills y que representan la dimensión psicosocial y maleable del talento.

Lamentablemente, una escuela centrada en el alumno medio, ‘obsesionada’ por la igualdad o que niega de manera práctica las diferencias entre las personas no favorece el desarrollo del talento de los escolares.

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/javier-touron-tratar-todos-los-alumnos-del-modo-una-tragedia/37320.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2016/06/JavierTouron-287×500.jpg

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