Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 16 de junio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.
00:00:00 – Bolivia: El salario de los profesores subió hasta en 188% en 12 años
06:00:00 – Colección Pedagógica formación inicial de Docentes Centroamericanos de Educación Primaria o Básica. Volumen 2: Educación y Aprendizaje (PDF)
15:00:00 – Las TIC se han convertido en un eje transversal de toda acción formativa : como instrumento facilitador , canal de comunicación y recurso didáctico…
22:00:00 – 1.579 maestros fueron víctimas del conflicto en los últimos 60 años. La fundación Compartir presentó un informe sobre la situación de la docencia rural en Colombia
En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.
Lluís Rovira es director de Transeduca, una empresa que acerca el teatro a las aulas fomentando valores educativos y emocionales. En esta entrevista revela de qué tratan las obras que promueven, cómo las preparan y de qué forma ayudan al docente y a los estudiantes.
El teatro escolar puede ser una herramienta para que los estudiantes desarrollen una mirada crítica hacia una propuesta artística y cultural, diferente en cada ciclo educativo, como en Infantil o Primaria, en los que se fomentan distintos valores como la escucha, la concentración o la paciencia.
Para llevarlo con garantías a las aulas de cualquier nivel muchas veces es necesario contar con asesoramiento o un equipo especializado en ello. Es la labor de Transeduca, una empresa que adapta obras para complementar contenidos y materiales de los que se hace uso en clase. Lluís Rovira, su director, repasa las ventajas de este tipo de dinámicas en el entorno educativo y explica en qué consiste el servicio de teatro educativo que ofrecen a los centros.
Pregunta: ¿En qué consiste vuestra labor?
Respuesta: En Transeduca somos un equipo de profesionales que ofrece servicios de teatro educativo a centros escolares de todo el país. Nuestros espectáculos están adaptados a cada ciclo educativo (desde Infantil hasta Bachillerato) para complementar contenidos y materias que se trabajan en el aula o resolver necesidades que los profesores nos transmiten cada curso.
Este sería el caso de, por ejemplo, la puesta en escena de las lecturas obligatorias o prescriptivas, o la posibilidad de interactuar con actores nativos para lenguas extranjeras.
P: ¿Qué objetivos persigue el uso del teatro en las aulas?
R: El teatro educativo es una herramienta pensada como un apoyo al trabajo del docente. No sólo por su componente cultural y artístico, que consideremos que es didáctico por sí mismo, sino porque los títulos que programamos hacen una aportación de valor al currículo escolar: educación emocional, temáticas de orientación como las redes sociales o el bullying, lenguas extranjeras…
“El teatro es una buena oportunidad para generar un debate en torno a la actualidad y la realidad de muchas aulas”
En otras palabras, el objetivo es ayudar y acompañar al profesor a través de la escenificación, pero también el de buscar la sensibilización de un público que va desde los 2 años hasta más de 18 años, con una obras confeccionadas a medida. En muchos casos, se trata del primer contacto de los estudiantes con el mundo de las artes escénicas.
P: ¿Cómo es el proceso de creación de las obras de teatro?
R: Cada curso escolar hacemos una selección de títulos en base a valoraciones y comentarios de todos los centros con los que trabajamos. En ese momento, un equipo artístico formado por guionistas, compositores, diseñadores, escenógrafos y coreógrafos desarrolla el espectáculo siguiendo una serie de pautas para conseguir un equilibrio entre lo didáctico y lo lúdico.
Estas primeras etapas de creación pueden alargarse durante más de seis meses, pero cuando realmente se pone interesante es cuando comienzan los ensayos con los actores y los directores. Este segundo período se extiende por dos meses, generalmente.
Antes de iniciar cada gira hacemos ensayos generales en colegios e institutos para probar las obras con nuestro público objetivo y detectar cosas que funcionan y otras que no. Lo bueno del teatro es que siempre permite un margen de mejora; siempre se está a tiempo de hacer modificaciones.
P: ¿Contáis con un equipo pedagógico?
R: Sí. Es el otro pilar en el cual se apoya nuestra actividad. Un grupo de profesores en activo establecen los criterios didácticos y el lenguaje que más se adecúa a cada público y a cada obra. Son especialistas de diferentes asignaturas y asesoran y supervisan los guiones de los espectáculos. Además, son los encargados de elaborar ejercicios y actividades específicas para trabajar cada obra antes y después de la función.
Por ejemplo, cuando realizamos adaptaciones de títulos clásicos, muchas veces hemos de tomar decisiones para comprimir la trama o prescindir de personajes. El formato escolar no nos permite superar la hora de duración, así que nuestro equipo pedagógico también pone en valor los elementos que se trabajan en clase.
P: ¿Cómo elegís las temáticas de las obras? ¿Están adaptadas al currículo escolar?
R: Para Educación Infantil siempre incluimos cuentos clásicos con valores que son importantes para transmitir: solidaridad, compañerismo, igualdad… Pero también nos gusta hacer apuestas con otros títulos más actuales como nuestra adaptación teatral de ‘El Monstruo de Colores’ en colaboración con la autora, Anna Llenas, que ha tenido muy buena acogida en teatros de todo el país.
También contamos con obras de educación emocional o social para Primaria y Secundaria en las que se trabaja temáticas como el género o el acoso escolar. El teatro es una buena oportunidad para generar un debate en torno a la actualidad y la realidad de muchas aulas. Después de cada función, los actores y actrices realizan un coloquio donde se invita a los estudiantes a que hagan preguntas o compartan experiencias personales.
Para ESO y Bachillerato siempre buscamos títulos que se vayan a trabajar durante el curso: desde autores del Siglo de Oro hasta títulos contemporáneos. Esta temporada adaptaremos cinco obras para literatura castellana (como el Lazarillo de Tormes o La casa de Bernarda Alba), y dos para literatura catalana y valenciana (Tirant lo Blanc i Cròniques de la veritat oculta).
“Un grupo de profesores en activo establecen los criterios didácticos y el lenguaje que más se adecúa a cada público y a cada obra”
Finalmente, para lenguas extranjeras (inglés y francés), que es un área transversal y común en todos los ciclos escolares, escogemos cuentos o novelas clásicas de la cultura del país y les damos un enfoque participativo.
P: ¿Disponéis de material adicional para el docente?
R: Contamos con materiales para preparar la actividad antes y después de la representación. Entre estos soportes hay fichas pedagógicas con ejercicios sobre las obras, las canciones de algunos de los espectáculos y los guiones de las producciones en lengua extranjera (acompañados de un listening). Todo pensado para sacar el máximo provecho a la salida escolar.
Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/teatro-escolar-herramienta-apoyo-trabajo-docente/106776.html
Aunque el acoso escolar, denominado bullying, es un término relativamente nuevo, ya que se acuñó sobre 1980 en Reino Unido, para Tania García, pedagoga experta en educación respetuosa y fundadora de la escuela para familias Edurespeta, el acoso, que celebra este jueves 2 de mayo su Día Mundial de Concienciación, es algo que ha estado siempre presente. “Y para su erradicación se necesita que haya una transformación radical en la sociedad. Ahora cada vez hay más casos y se dan a edad más temprana, incluso en algunos casos puede ser fatal. El error es que nos centramos en cambiar al acosado o castigar al acosador, lo que en mi opinión no sirve para nada. La clave está en educar desde el respeto en casa y en el colegio ”, incide la experta.
En España, el Ministerio de Educación ha informado esta semana que ha detectado 5.557 posibles casos de acoso escolar en un año, de los que siete de cada diez (73%) llevaban produciéndose durante meses o años, y la mitad (54%) prácticamente a diario (datos recabados a través del Teléfono contra el Acoso Escolar del Ministerio, el 900 018 018). El dato supone un descenso a casi la mitad respecto al mismo período del año anterior, cuando se atendieron 25.366 llamadas. El Ministerio achaca esta bajada a que varias comunidades autónomas pusieron en marcha sus propios teléfonos contra el acoso.
Para García, “el germen del acoso escolar está en que no tratamos bien a nuestros hijos”: “Les tratamos sin respeto, a gritos, con cachetes, con castigos, lo que les lleva a normalizar la violencia”. Ante esto, para la experta se pueden dar dos situaciones que afectan al menor. La primera es convertirse en el acosado, asimilando como normal que los demás les traten mal o, por el contrario, que se convierta en el acosador, porque la única forma que tiene de comunicarse es maltratando a los otros, “porque no conoce otra manera”.
Cómo tratamos a nuestros hijos no solo tiene consecuencias en la infancia y la adolescencia, sino que afecta a la evolución del propio individuo, una evolución en la que muchas veces se sostiene en el tiempo la baja autoestima o el sentimiento de culpa. “Son personas que, por ejemplo, han sido acosadas en el colegio y luego lo son también en el trabajo de adultos. No han sido educadas desde el respeto: sin etiquetas, sin chantajes, sin malas palabras”, reitera la experta.
«Vivimos en una sociedad en la que está normalizada la violencia. Yo siempre pongo un ejemplo. Si estamos en un centro comercial y vemos a un señor que intenta o pega a su pareja nos parece muy mal, e incluso, intentamos ayudarla. Si en vez de una mujer es un animal, nos parece peor. Pero, en cambio, si vemos a un padre dando una torta o un cachete a su hijo, nos parece normal”, prosigue García. Según explica, estamos perpetuando, somos responsables directos, de toda esa educación que permite el castigo, el grito, técnicas horribles de castigo como la silla de pensar etc., “y esto tiene que cambiar”: “Nunca es tarde para educar en el respeto. Y hacerlo, no solo afectará al futuro de nuestros hijos, sino que afecta también al hoy, a su presente”.
García recomienda que para educar desde el respeto se tengan en cuenta:
Hay que ser empáticos. Tener empatía no significa estar de acuerdo con lo que está ocurriendo, “pero sí entender por lo que está pasando. Ponernos en la piel del otro”.
El acompañamiento emocional: “A lo mejor, muchas veces, no entendemos lo que le pasa a nuestro hijo y él no sabe explicarlo, pero estamos ahí, puede contar con nosotros”.
Siempre hay que mantener la calma, “tenemos que comprender que nuestro hijo está creciendo, que por ejemplo, si es muy pequeño, están saliendo a la luz sus emociones, es un pequeño que emocionalmente está floreciendo”, por lo que es normal es que no las controle.
Trabajar la autoestima. Hacerle ver que lo que siente, que lo que es, que lo que le pasa es valioso.
Asertividad. El lenguaje asertivo, elegir muy bien las palabras, y la escucha activa, son fundamentales para educar en el respeto. Saber estar, prestarle el 100% de atención.
Tratarle como te gustaría que te trataran a ti: “El ejemplo lo es todo”.
Enseñarle a poner límite con los demás. “Un ejemplo es cuando casi les obligamos a besar a los abuelos, por el simple hecho de serlo. El beso, como cualquier otro gesto, que nos afecta, debe ser libre”.
Por último, debemos ser coherentes: lo que digamos es cómo debemos actuar.
El trabajo en el hogar es responsabilidad de los padres, pero en el aula, del colegio, “hoy por hoy las medidas para contrarrestar el acoso son pobres. Normalmente, los profesores pueden ver el acoso. Lo que pasa es que al haber normalizado la violencia no saben cuándo avisar o actuar. Mi consejo es que desde que vemos el primer gesto feo, ese que hace sufrir al niño, un desplante, un vacío, en ese momento, ya hay que actuar. Son signos de alarma, no lo podemos dejar pasar. Y, por supuesto, el trabajo hay que hacerlo de forma conjunta entre los padres, la escuela y los niños”, concluye rotunda García.
Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/04/30/mamas_papas/1556623570_764007.html
Entrevista/02 Mayo 2019/Autora: Carolina García/Fuente: El país
Tania García de Edurespeta explica que para conseguir la erradicación del ‘bullying’ se necesita una transformación radical de la sociedad
Aunque el acoso escolar, denominado bullying, es un término relativamente nuevo, ya que se acuñó sobre 1980 en Reino Unido, para Tania García, pedagoga experta en educación respetuosa y fundadora de la escuela para familias Edurespeta, el acoso, que celebra este jueves 2 de mayo su Día Mundial de Concienciación, es algo que ha estado siempre presente. “Y para su erradicación se necesita que haya una transformación radical en la sociedad. Ahora cada vez hay más casos y se dan a edad más temprana, incluso en algunos casos puede ser fatal. El error es que nos centramos en cambiar al acosado o castigar al acosador, lo que en mi opinión no sirve para nada. La clave está en educar desde el respeto en casa y en el colegio ”, incide la experta.
En España, el Ministerio de Educación ha informado esta semana que ha detectado 5.557 posibles casos de acoso escolar en un año, de los que siete de cada diez (73%) llevaban produciéndose durante meses o años, y la mitad (54%) prácticamente a diario (datos recabados a través del Teléfono contra el Acoso Escolar del Ministerio, el 900 018 018). El dato supone un descenso a casi la mitad respecto al mismo período del año anterior, cuando se atendieron 25.366 llamadas. El Ministerio achaca esta bajada a que varias comunidades autónomas pusieron en marcha sus propios teléfonos contra el acoso.
Para García, “el germen del acoso escolar está en que no tratamos bien a nuestros hijos”: “Les tratamos sin respeto, a gritos, con cachetes, con castigos, lo que les lleva a normalizar la violencia”. Ante esto, para la experta se pueden dar dos situaciones que afectan al menor. La primera es convertirse en el acosado, asimilando como normal que los demás les traten mal o, por el contrario, que se convierta en el acosador, porque la única forma que tiene de comunicarse es maltratando a los otros, “porque no conoce otra manera”.
Cómo tratamos a nuestros hijos no solo tiene consecuencias en la infancia y la adolescencia, sino que afecta a la evolución del propio individuo, una evolución en la que muchas veces se sostiene en el tiempo la baja autoestima o el sentimiento de culpa. “Son personas que, por ejemplo, han sido acosadas en el colegio y luego lo son también en el trabajo de adultos. No han sido educadas desde el respeto: sin etiquetas, sin chantajes, sin malas palabras”, reitera la experta.
«Vivimos en una sociedad en la que está normalizada la violencia. Yo siempre pongo un ejemplo. Si estamos en un centro comercial y vemos a un señor que intenta o pega a su pareja nos parece muy mal, e incluso, intentamos ayudarla. Si en vez de una mujer es un animal, nos parece peor. Pero, en cambio, si vemos a un padre dando una torta o un cachete a su hijo, nos parece normal”, prosigue García. Según explica, estamos perpetuando, somos responsables directos, de toda esa educación que permite el castigo, el grito, técnicas horribles de castigo como la silla de pensar etc., “y esto tiene que cambiar”: “Nunca es tarde para educar en el respeto. Y hacerlo, no solo afectará al futuro de nuestros hijos, sino que afecta también al hoy, a su presente”.
García recomienda que para educar desde el respeto se tengan en cuenta:
Hay que ser empáticos. Tener empatía no significa estar de acuerdo con lo que está ocurriendo, “pero sí entender por lo que está pasando. Ponernos en la piel del otro”.
El acompañamiento emocional: “A lo mejor, muchas veces, no entendemos lo que le pasa a nuestro hijo y él no sabe explicarlo, pero estamos ahí, puede contar con nosotros”.
Siempre hay que mantener la calma, “tenemos que comprender que nuestro hijo está creciendo, que por ejemplo, si es muy pequeño, están saliendo a la luz sus emociones, es un pequeño que emocionalmente está floreciendo”, por lo que es normal es que no las controle.
Trabajar la autoestima. Hacerle ver que lo que siente, que lo que es, que lo que le pasa es valioso.
Asertividad. El lenguaje asertivo, elegir muy bien las palabras, y la escucha activa, son fundamentales para educar en el respeto. Saber estar, prestarle el 100% de atención.
Tratarle como te gustaría que te trataran a ti: “El ejemplo lo es todo”.
Enseñarle a poner límite con los demás. “Un ejemplo es cuando casi les obligamos a besar a los abuelos, por el simple hecho de serlo. El beso, como cualquier otro gesto, que nos afecta, debe ser libre”.
Por último, debemos ser coherentes: lo que digamos es cómo debemos actuar.
El trabajo en el hogar es responsabilidad de los padres, pero en el aula, del colegio, “hoy por hoy las medidas para contrarrestar el acoso son pobres. Normalmente, los profesores pueden ver el acoso. Lo que pasa es que al haber normalizado la violencia no saben cuándo avisar o actuar. Mi consejo es que desde que vemos el primer gesto feo, ese que hace sufrir al niño, un desplante, un vacío, en ese momento, ya hay que actuar. Son signos de alarma, no lo podemos dejar pasar. Y, por supuesto, el trabajo hay que hacerlo de forma conjunta entre los padres, la escuela y los niños”, concluye rotunda García.
Uno de cada cuatro niños admite haber humillado a otro compañero
Hoy, Día Mundial contra el acoso escolar, vale la pena recordar que los de bullying no son casos aislados ni un problema educativo residual. Más de la mitad de los niñosespañoles ha sufrido algún tipo de violencia o humillaciónen el colegio, la mayoría burlas, rumores o golpes. Y casi uno de cada cuatro admite haber participado en algún acto de violencia o humillación hacia otros compañeros. Estos son algunos de los datos del estudio Percepciones y vivencias del acoso escolar y el ciberacoso entre la población española de 10 a 17 años, publicado el pasado año por Save the Children.
El acoso escolar es un problema global que afecta a todos(familias, profesores y alumnos), pero que en muchas ocasiones no se percibe como tal, a pesar de que sus consecuencias pueden ser graves y permanentes. Según Irene Montiel, doctora en Psicología y profesora del grado de Criminología de la UOC, aún existen falsas creenciasque restan importancia a sus consecuencias y que impiden un abordamiento rápido y eficaz del problema. A continuación se recogen algunas de estas afirmaciones que a día de hoy aún están muy extendidas:
1. Sólo es bullying si existe violencia o agresiones físicas
El acoso escolar también puede ser verbal (insultos, desprecios…) o relacional (“A ti no te invito a mi cumpleaños, y al resto sí”, “Tú no te sientas con nosotros”) y su objetivo es el aislamiento social. El acoso con violenciaes más común en los varones. Según el informe de Save the Children, el 30 % de los niños admite que le han pegado, respecto al 14 % de las niñas. En cuanto a las edades, las agresiones se dan más en niños y niñas de 10 a 12 años (un 31 %) y van desapareciendo con la edad: un 22 % de los chicos y chicas de 13 a 15 años y un 10 % de 16 a 17 años dice haber sufrido agresiones físicas. El bullying sin violencia física suele ser más difícil de detectar porque es más sutil, apunta Irene Montiel, y sobre todo los adolescentes, llegan incluso a no considerarlo acoso, en parte por estas falsas creencias que todavía están muy extendidas en la sociedad.
2. Siempre ha existido, ¡son cosas de niños!
Ni son cosas de niños ni hay que aceptarlo, restarle importancia o pensar que desaparecerá si se deja pasar. La frase “esto ha ocurrido toda la vida” no lo legitima. Y afirmaciones como “los niños de ahora no aguantan nada” o “nadie se ha muerto de esto” no hacen sino esconder un problema real que debe abordarse correctamente.
Montiel advierte que opiniones de este tipo son “muy habituales entre los adultos» y se corre el riesgo de restar importancia a un problema gravísimo que puede llevar incluso al suicidio de la víctima. En España, tal y como registran los últimos datos del INE de 2017, el suicidio es la tercera causa de muerte juvenil.
3. Te hace más fuerte
Todo lo contrario. La mayoría de los niños, niñas y adolescentes son fuertes y resilientes, es decir,consiguen superar la experiencia. Pero en muchas ocasiones, la víctima acaba experimentando estrés crónico y se vuelve cada vezmás débil y vulnerable, no solo en esta fase infantil o juvenil. Diversas investigaciones científicas han demostrado que los niños que sufrieron acoso escolar son más proclivesa seguir siendo víctimas en su etapa adulta (violencia de pareja, agresiones, etcétera).
“De alguna forma aprenden o interiorizan que este es su papel y que la violencia es una forma natural de relacionarse”, explica Irene Montiel. Igual que ocurre con los pequeños que han sufrido abusos sexuales, que suelen verse abocados a relaciones donde se perpetúa el abuso o el desequilibrio de poder, en el caso de los niños acosados serán personas más expuestas y con mayor probabilidad de sufrir otras formas de violencia. Además, diversas investigaciones han demostrado que el bullying deja secuelas en la edad adulta como la depresión o la ansiedad social.
Esto no significa que haya que evitar todas las adversidadesa los niños, ya que forman parte de la vida y han de aprender a afrontarlas y superarlas, pero en su justa medida. Montiel explica que existe un umbral que no debe sobrepasarse y que, una vez se cruza, no hay vuelta atrás. Así como un nivel de estrés mínimo es bueno y nos ayuda a estar alerta, un nivel de estrés crónico perjudica gravemente la salud, y lo mismo ocurre con los conflictos.
Una exposición moderada a conflictos relacionales ayuda a aprender a gestionarlos, pero dejar que el niño se enfrente a situaciones de violencia no solo es intolerable, sino que tiene también consecuencias “gravísimas”, y no podemos esperar a que sea capaz de manejarlas. Hay muchos casos de pequeños que han sufrido bullying que han sido capaces de enfrentarlo de manera resiliente, matiza la profesora, y han sabido convertirlo en una experiencia positiva al superarlo y al valerse de ese aprendizaje para, por ejemplo, ayudar con su experiencia a otros niños que lo están sufriendo. Pero eso no implica que no sufran. La capacidad de resiliencia no implica ausencia de daño, sino un afrontamiento positivo y exitoso de este.
4. Si es solo por internet, no es para tanto
El acoso por internet puede tener las mismas consecuencias psicológicas o incluso más graves. Pero, al igual que el bullying sin agresiones físicas, se tiende a restarle importancia, explica la profesora de la UOC. Y esto a pesar de que, en España, uno de cada cuatro casos de bullying se produce por medio de dispositivos tecnológicos, según la OMS, y que ocupamos el séptimo lugar en la clasificación de países con mayor ciberbullying en niños de trece años.
Además, en el caso del ciberacoso, los testigos o los agresores pueden llegar a ser miles. Un tuit o un comentario en Facebook que se repite por cientos de usuarios multiplica el número de agresores y las probabilidades de causar un daño a la víctima. Además, el ciberbullying también aumenta “la sensación de indefensión e imposibilidad de escapar” de la víctima, que está 24 horas al día expuesta a los ataques en línea.
El ciberacoso aumenta la sensación de indefensión y es más probable que la víctima piense en el suicidio
Esto puede derivar en un “estado de paranoia” que atormenta a la víctima permanentemente. La profesora de Criminología de la UOC explica que el ataque en internet puede perpetuarse en el tiempo y reaparecer en cualquier momento.
Por ende, el estrés puede cronificarse y es posible que la víctima acabe viendo el suicidio como la única escapatoria. Y es que, en el caso del ciberbullying, el impacto del suicidio es todavía mayor que en el acoso escolar tradicional. Las cibervíctimas tienen tres veces más riesgo de tener ideas suicidas, según el estudioRelación entre la victimización entre iguales, el ciberacoso y el suicidio en niños y adolescentes, publicado en Jama Pediatrics, revista médica de la Asociación Médica Americana.
5. Cualquier conflicto entre menores es bullying
No es cierto. Para que un conflicto entre menores sea considerado acoso escolar tienen que darse tres condiciones: la primera, que haya intención de hacer daño, de anular a la víctima; la segunda, que sea un comportamiento reiterado y sistemático a la misma persona, que no sea un ataque puntual; y, por último, que exista un desequilibrio de poder entre los agresores y su víctima.
6. Si supiera defenderse no sufriría acoso escolar
Esta falsa creencia está muy extendida, según explica Montiel. Incluso los padres llegan a culpar al niño con frases como: “Eres tonto porque no te defiendes”. Es cierto que hay niños con ciertas habilidades sociales que tienen menos probabilidades de sufrir acoso. Y también es cierto que hay que ayudar y dar herramientas a los pequeños parasaber enfrentarse a las adversidades. Pero ningún menor tiene por qué saber cómo hacer frente a una situación de violencia de este tipo, que incluso los adultos no sabríamos gestionar si la viviéramos, por ejemplo, en nuestro entorno laboral. Así que el papel del adulto ha de ser el de vigilar, proteger, ayudar y defender, y enseñar al niño que tiene derecho a no ser agredido nunca y a pedir ayuda y recibirla sin que se le considere por ello un “chivato”.
7. Los niños siempre avisan si sufren un acoso grave
Está comprobado que en muchísimos casos prima “la ley del silencio”. Las víctimas se van hundiendo, se sienten cada vez más aisladas y llegan a creer que ni sus familiares pueden ayudarlas, explica Irene Montiel. Además, temen que el acoso se recrudezca al ser tachadas de chivatas. Los niños más mayores también pueden callar para no preocupar a sus padres, advierte la profesora.
Y aún existe otro motivo más para silenciar el abuso: es muy habitual que los papeles se intercambien con el tiempo, y podría ser que la víctima de hoy fuera agresor en el pasado. En estos casos, muchos menores optan por no contar su problema, por miedo a no ser comprendidos o a que se les culpabilice de su situación y ello les arrebate el derecho a ser ayudados.
8. Es difícil que los padres y profesores se den cuenta
Es cierto que padres y profesores suelen tener dificultades para advertir el ciberbullying al no compartir redes sociales ni entornos virtuales con los menores. Pero cuando se trata de acoso tradicional, como explica la profesora de Criminología de la UOC, los profesores pueden darse cuenta con relativa facilidad, al menos de que algo en el grupo no funciona bien. Por su parte, los padres deben estar atentos a síntomas como bajada de rendimiento escolar, cambios de comportamiento, miedo de ir al cole… y ser muy accesibles emocionalmente con sus hijos e hijas, no avasallando a preguntas, pero sí dejando muy claro que están ahí dispuestos a escucharles, pase lo que pase, sin juzgarlos ni castigarlos, y, en caso necesario, buscar apoyo en el centro escolar o en profesionales de la psicología.
9. Es mejor que lo solucionen entre ellos
No es cierto que sea mejor mantenerse al margen. Los adultos han de intervenir y dar herramientas tanto al acosador –“cuya actitud siempre esconde algún motivo”, matiza Montiel–, como a la víctima y a los testigos, figuras claves tanto para perpetuar el bullying como para eliminarlo.
El acoso y el aislamiento no existen si no hay espectadores que los toleran. Son ellos los que deben intervenir afeando la conducta o advirtiendo, pero para que esto ocurra los adultos primero tienen que dar ejemplo a los niños interviniendo cuando ven situaciones de insultos o vejaciones, añade la profesora. Y,además, deben tomar las medidas necesarias para atajar el problema cuando ya existe. No podemos exigir a los niños y niñas que actúen de forma valiente y responsable si nosotros no somos capaces de hacerlo. Además, su seguridad y bienestar es nuestra responsabilidad. Ellos ya tienen bastante con descubrir cómo funciona el mundo y cuál es su lugar en él. ¡Eso sí son cosas de niños!, enfatiza Montiel.
Siete de cada diez situaciones llevaban produciéndose meses o años, y la mitad casi a diario
El Ministerio de Educación ha detectado 5.557 posibles casos de acoso escolar en un año, de los que siete de cada diez (73%) llevaban produciéndose durante meses o años, y la mitad (54%) prácticamente a diario. Son los datos recabados a través del Teléfono contra el Acoso Escolar del Ministerio, el 900 018 018, una vez descartadas las consultas generales o erróneas de entre las 12.799 llamadas atendidas entre noviembre de 2017 y octubre de 2018. No existe un registro oficial estatal de los casos de bullying.
El dato supone un descenso a casi la mitad respecto al mismo período del año anterior, cuando se atendieron 25.366 llamadas. El Ministerio achaca esta bajada a que varias comunidades autónomas pusieron en marcha sus propios teléfonos contra el acoso. El último informe elaborado por la Fundación ANAR -que desde octubre gestiona el Teléfono contra el Acoso del Ministerio-, y la Fundación Mutua Madrileña, de septiembre pasado, recogía también un descenso de casos: desde 1.207 en 2016 a 590 en 2017. Este estudio analizaba las 36.616 llamadas relacionadas con el bullying, 16.350 menos que en 2016, que recibió el teléfono gratuito de ANAR (900 20 20 10), que atiende a niños y adolescentes con todo tipo de problemas. Los elaboradores de este informe achacaban el descenso a la reducción de los casos menos graves, gracias a la mayor concienciación y a una detección más temprana que permite atajar antes estas situaciones.
Según los datos divulgados este martes por Educación, apenas hay diferencia por sexos entre las víctimas: el 49% eran chicas frente al 48% de los chicos. Casi la mitad, el 46%, tenían entre 10 y 13 años, mientras que el 17% eran más pequeños, de entre 8 y 9. En el caso de los acosadores, de los que el 30% tenían entre 11 y 13 años, la diferencia por sexos es mayor: aunque forman parte mayoritariamente de un grupo mixto de niños y niñas, ellos suponen un 39% (individualmente y en grupo), frente al 25% de niñas. El Ministerio divide los tipos de acoso en psicológico, físico, ciberacoso, social y sexual:
1. Acoso psicológico. Lo más común son los insultos (39%), seguidos de hablar mal de alguien (24%), amenazas para meter miedo (18%) y poner motes (15%).
2. Acoso físico. La mayoría de las víctimas (64%) sufrieron golpes y empujones, seguidos por robos y roturas de pertenencias (20%) y peleas y palizas (12%).
3. Ciberacoso. La gran mayoría de los niños (78%) denuncia insultos o risas a través de las redes, seguidos por grabaciones (16%) y casos con contenido sexual (5%).
4. Acoso social. La forma más frecuente es no dejar participar en actividades a la víctima, situación que sufrieron un 33% de los menores agredidos, seguida por ignorar o hacer el vacío en general (28%), vejaciones por discapacidad, trastornos de espectro autista, déficit de atención o déficit intelectual (23%); y vejaciones en grupo por el aspecto físico (9%).
5. Acoso sexual. La mitad de las víctimas fue degradada con insultos o comentarios obscenos, cuatro de cada diez (39%) padeció acoso o intimidación y el 11% denunció abusos sexuales.
Las formas más frecuentes de acoso, según explica Diana Díaz, directora del Teléfono ANAR, son los insultos, los golpes y patadas, los empujones y zarandeos y el aislamiento social. Aunque menos frecuente, Díaz alerta de la tendencia en aumento en los últimos años del ciberbullying, que sufren una de cada cuatro víctimas, y que «implica que el niño no descansa ni cuando sale del colegio, sino que está las 24 horas del día expuesto al acoso».
Solo el 3,8% de los niños y adolescentes que sufrieron acoso se atrevieron a denunciarlo a través del teléfono del Ministerio. En el 25% de los casos, habían comunicado el problema a los padres, y en el 22% a los profesores. En casi 8 de cada 10 casos (79%), fueron las madres o padres las que llamaron, según los datos difundidos con motivo del Día Mundial contra el Acoso Escolar, que se celebra el 2 de mayo. «Los niños tardan mucho, entre 13 y 15 meses de media, en pedir ayuda», confirma Díaz. Las razones principales, según ha analizado ANAR, son que «no quieren preocupar a las familias e intentan resolverlo ellos mismos». Muchas veces, los chavales no lo cuentan porque temen la sobrerreacción de sus padres y que estos acudan al centro escolar exigiendo soluciones.
Ideas suicidas
Díaz alerta de que el 90% de las víctimas de acoso sufren problemas psicológicos graves, sobre todo síntomas depresivos, de ansiedad y de miedo permanente. «Lo más grave es que un 8,2% de las víctimas se autolesionan o intentan suicidarse o piensan en el suicidio como la forma de solucionar el problema», afirma, y añade que estos casos han aumentado en los últimos tres años. Según los datos del Ministerio, casi la mitad de las víctimas (49%) que llamaron al teléfono contaron que se sentían intimidadas ante lo que les estaba sucediendo, y entre los problemas psicológicos que registraban destaca la ansiedad, en el 40% de los casos, y la tristeza, en el 36%. También genera problemas físicos como los digestivos, que afectaban al 30% de los acosados, y de sueño, en el 26%. En la mitad de los casos (52%), las víctimas no quieren ir al colegio, y en uno de cada cuatro casos (24%), provoca una disminución del rendimiento escolar.
El Teléfono contra el Acoso Escolar del Ministerio fue puesto en marcha en noviembre de 2016. Su funcionamiento, adjudicado a la empresa de call centerAlcalá BC, que lo gestionó hasta septiembre de 2018, ha estado rodeado de polémica, ya que los trabajadores debían acreditar el título de Psicología y experiencia con menores, pero estaban contratados como gestores telefónicos y cobraban menos de 500 euros al mes por 20 horas de trabajo semanales de lunes a domingo.
Desde octubre pasado, el teléfono está gestionado por la Fundación ANAR, que ganó en agosto pasado el concurso público convocado por Educación. Es gratuito y funciona las 24 horas del día, los 365 días del año. Lo atiende un equipo de psicólogos, que hacen una primera toma de contacto y aconsejan al menor o a la familia cómo proceder, y si es necesario, les derivan a profesionales de su entorno donde puedan acudir presencialmente.
No hay mejor forma de celebrar el Día del Libro que comenzando una nueva lectura. Hemos seleccionado una lista de propuestas entre las que no faltan cuentos, álbumes ilustrados, novelas y reflexiones para que pequeños y mayores disfruten de esta cita anual.
Desde 1926, cada 23 de abril se conmemora el Día Internacional del Libro con motivo de la supuesta coincidencia de la muerte de Shakespeare, Cervantes y Garcilaso de la Vega ese mismo día en 1916. ¡Nosotros hemos querido sumarnos a la celebración recopilando algunas lecturas para todos los públicos!
Desde 1926, cada 23 de abril se conmemora el Día Internacional del Libro con motivo de la supuesta coincidencia de la muerte de Shakespeare, Cervantes y Garcilaso de la Vega ese mismo día en 1916. ¡Nosotros hemos querido sumarnos a la celebración recopilando algunas lecturas para todos los públicos!
1Mamá Bruce
Este álbum ilustrado ha sido galardonado con el premio E.B. White Read Aloud y el Ezra Jack Keats New Illustrator Honor. Además, está en la lista de los más vendidos del diario New York Times. Autor: Ryan T. Higgins Editorial: Anaya
2Esencial
Una novela gráfica que ayuda a luchar contra el bullying a través de la historia de un concurso de televisión. Está escrito por Javier Ruescas y Andrea Compton, dos youtubers del panorama español actual. Además, incluye las ilustraciones de Lola Rodríguez. Autores: Javier Ruescas y Andrea Compton Editorial: Penguim Random Cómics
3Lluvia fina
La última novela del escritor Luis Landero está plagada de nostalgia y romanticismo, como suele ser habitual en su obra. Cuenta la historia de Gabriel que, desesperado por la mala relación entre los miembros de su familia, hará lo imposible por volver a unificarla. Autor: Luis Landero Editorial: Tusquets
4La poesía de los números
Daniel Tammet, autor de la obra, fue diagnosticado con el Síndrome del sabio, gracias al cual ha sido capaz de memorizar los 22.154 primeros dígitos del Número Pi. Tammet mira la vida en clave matemática y con esta serie de ensayos pretende trasladar a los lectores el amor que siente por esta disciplina. Autor: Daniel Tammet Editorial: Blackie Books
5Los escribidores de cartas
No puede faltar en esta recopilación el último Premio Barco de Vapor 2019. Una novela fresca y divertida que demuestra que la buena intención de una sola persona puede transformar a toda una comunidad. Autor: Beatriz Osés García Editorial: SM
6El archipiélago del perro
Una novela con tintes filosóficos en la que el autor deja constancia de la situación actual de la crisis migratoria mezclando elementos del género negro y la tragedia clásica. Autor: Philippe Claudel Editorial: Salamandra
7El libro de la literatura
Todos los secretos que esconden las grandes obras maestras literarias de todos los tiempos quedan al descubierto gracias a este libro, fruto de un arduo trabajo de documentación. Varios autoresEditorial: Akal.
8Lectura fácil
Cristina Morales consiguió el Premio Herralde de Novela el pasado año con un retrato femenino y radical de la sociedad actual. Lo cuenta a través de la historia de cuatro primas con diversidad funcional que hablan, viven su cuerpo y su sexualidad con total libertad. Autora: Cristina Morales Editorial: Anagrama
Una obra escrita en el tiempo en el que todavía no existía la palabra machismo pero sí todo lo que implica. Se trata de la segunda recopilación de relatos de la escritora estadounidense Lucia Berlin. En esta ocasión traslada al lector las escenas más crudas de su infancia y su adolescencia marcada por el alcohol. Autora: Lucia Berlin Editorial: Alfaguara
10Esta bruma insensata
La última novela de Vila-Matas le consolida aún más como autor de culto. Su trama gira alrededor de la vida de Simon Schneider, un buscador de citas que trabaja para un gran escritor que vive en Nueva York. Autor: Enrique Vila-Matas Editorial: Seix Barral
La periodista Maika Ávila entrevista a especialistas en sociología, pediatría, psicología, antropología, empresa, política y otras disciplinas para responder a las preguntas que todos nos hacemos sobre la conciliación femenina. Autora: Maika Ávila Editorial: Litera Libros
Tras una infancia marcada por el ruido, Sara Maitland se desliza en un relato a caballo entre un diario de viaje y un ensayo en el que reflexiona sobre la búsqueda incesante del silencio por parte del ser humano. Autora: Sara Maitland Editorial: Alba
13Matilda
Este popular personaje de Roald Dahl celebró su 30 cumpleaños en 2018 y por ese motivo Loqueleo reeditó el libro respetando las ilustraciones originales que Quentin Blake creó para la primera versión del cuento. Autor: Roald Dahl Editorial: Loqueleo
14El caso de Charles Dexter Ward
Una reedición de lujo de una de las obras maestras de H.P. Lovecraft. La traducción de Adolfo Muñoz y las ilustraciones de Javier Olivares lo convierten en un libro ideal para coleccionistas. Autor: H.P. Lovecraft Editorial: Anaya
15El mundo es un gato jugando con Australia
Se trata del nuevo poemario de David Martínez Álvarez, rapero conocido como ‘Rayden’, en el que reflexiona, a través de la poesía, sobre lo que esconden las emociones más profundas. Autor: David Martínez Álvarez Editorial: Espasa es Poesía
16El misterio de Chalk Hill
En esta historia, la autora Susanne Goga combina con maestría el misterio y el romance sin perder de vista el componente histórico de una historia que sigue la estela de los relatos de Kate Morton y Luicida Riley. Autora: Sussane Goga Editorial: Suma de Letras
17El orden del día
Ganador del prestigioso Premio Goncourt en 2017, este trepidante relato del escritor francés Eric Vuillard trata la agenda oculta del ascenso de Hitler al poder en el que no faltan reuniones secretas con los más importantes industriales alemanes del momento, dueños de firmas como Opel, Krupp, Siemens, Bayer o Telefunken. Autor: Eric Vuillard Editorial: Tusquets
18Feliz final
¿En qué punto de una relación de pareja comienzan a fallar las cosas? Isaac Rosa cree que, narrándola al revés (desde su final y hasta su inicio), se podrán desentramar muchas de las cuestiones que todos nos planteamos sobre el amor y corregir los errores más comunes que suelen surgir. Autor: Isaac Rosa Editorial: Seix Barral
Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/lecturas-celebrar-dia-del-libro/104147.html
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