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Calentamiento global y errores del desarrollo igual a desastre glaciar en India

Fuentes: IPS [Foto: Manipadma Jena/IPS]

Los estudios muestran que los glaciares en India están perdiendo hielo de forma permanente, no solo debido al aumento de la temperatura, sino también al incremento de lluvias y a la sedimentación en los ríos alimentados por los glaciares del Himalaya.

La mañana del domingo 7 de febrero, la mayoría de la gente estaba en su trabajo o en sus quehaceres en estado indio de Uttarakhand, en el Himalaya, cuando el río Rishi Ganga, alimentado por un glaciar, comenzó a crecer. Dos horas después, una avalancha de rocas y hielo, elevó sus aguas 16,2 metros, la altura de un edificio de cinco pisos.

Sucedió en el distrito de Chamoni, en las estribaciones del Trishul, un conjunto de tres picos de un glaciar de roca que semejan un tridente y tiene connotaciones religiosas para los hindúes, y en que el mayor de ellos se eleva hasta 7120 metros sobre el nivel del mar.

El Instituto Indio de Percepción Remota (IIRS, en inglés), parte de la Organización de Investigación Espacial India (ISRO, en inglés), estima que ese día se liberaron aproximadamente de dos a tres millones de metros cúbicos de agua en los ríos circundantes.

Cuando la monstruosa masa de agua, rocas y hielo de color marrón grisáceo se estrelló contra el empinado cauce del río, los residentes de la cima de la colina que la vieron primero no perdieron tiempo. Las madres llamaron a sus hijos que trabajaban en la construcción del proyecto hidroeléctrico y la represa Tapovan-Vishnugad, y les suplicaron “huyan por nuestro bien”.

Varias personas en terrenos elevados registraron el desastre y lo publicaron inmediatamente como una alerta en las redes sociales. Gritos frenéticos de familiares y amigos a los que estaban en peligro pidiéndoles «subir a algún lugar, en cualquier parte», resonaron por la aldea de Raini y otras cercanas en el valle y salvaron muchas vidas.

Pero no la de todos.

Incluso antes de que los ecos de sus llamados se apagaran, la masa de agua había atravesado, como si fueran juguetes de Lego,  la construcción del proyecto hidroeléctrico Tapovan-Vishnugad, con una capacidad de 480 MW, y el ya operativo de la vecina central de Rishiganga, con una potencia instalada de 13,2 MW.

Arrastró a 30 trabajadores al túnel de 1500 metros de la represa y a otros se los llevó furiosamente río abajo.

Los equipos de rescate entraron en las aguas fangosas, vadearon en un lodo que les llegaba más arriba de las rodillas y buscaron río abajo cuerpos atrapados en rocas y raíces de árboles. Los restos humanos, dijeron los rescatistas, fueron encontrados a 150 kilómetros río abajo de la represa de Tapovan, muchos mutilados y sin poder ser reconocidos.

Las personas desaparecidas incluyen unos 120 trabajadores de la construcción de la presa y aldeanos cuyas casas fueron también arrasadas. Incluso aquellos que estaban en los pastizales y que trabajaban en las granjas quedaron atrapados en la inundación repentina de lo que se convirtió en un lago glacial.

Estas inundaciones se caracterizan por la liberación repentina de una gran cantidad de agua del lago que se precipita a lo largo del canal río abajo en forma de peligrosas olas.

Hasta al miércoles 17, 20 cuerpos y 12 extremidades humanas han sido cremados después de una muestra de ADN. Se recuperaron otros 58 cuerpos y 164 seguían  desaparecidos.

Calentamiento global y errores del desarrollo igual a desastre glaciar en  India - Diario Dia

Asentamientos dispersos al pie de la parte india del Himalaya, con un río alimentado por un glaciar que serpentea cerca ya de Nepal. Crédito: Manipadma Jena/ IPS

¿Qué provocó las inundaciones repentinas?

El día después del desastre, el gubernamental IIRS publicó un aviso en su sitio web que decía: «Se observa a partir de los datos satelitales del 7 de febrero de 2021 en la cuenca del río Rishi Ganga en el extremo del glaciar a una altitud de 5600 metros, que el desprendimiento de tierra provocó una avalancha de nieve, que cubrió aproximadamente un área de 14 kilómetros cuadrados y provocó una inundación repentina en el río Rishi Ganga».

Pero la historia de lo que generó la inundación es la historia de un clima cada vez más cálido.

«Las imágenes de satélite no muestran la presencia de un lago», dijo a IPS el glaciólogo  Mauri Pelto, profesor de ciencias ambientales en el estadounidense Nichols College de Massachusetts, a través de Skype.

Sobre la inundación, consideró, “la explicación probable es que el desprendimiento de tierra bloqueó una corriente glacial y, posteriormente, esa corriente se desbordó después de quedar embalsada. Esto es lo que yo buscaría: un bloqueo temporal de quizás una hora. Incluso un bloqueo de 15 minutos podría acumular mucha agua (de grandes arroyos glaciares)”.

Una imagen satelital de ISRO tomada el 6 de febrero muestra una grieta que se presentaba en una pared del glaciar de roca Trishul. En la mañana del 7 de febrero, esa pared muestra que el bloque de roca, con algo de hielo, había caído de unos 5600 a unos 3800 metros, estrellándose casi dos kilómetros y fragmentándose para generar una enorme avalancha de rocas y hielo. Se precipitó por el escarpado glaciar a gran velocidad generando calor y acumulando más hielo, agua y rocas cada milisegundo.

Según una investigación realizada por el Centro Divecha para el Cambio Climático (DCCC, en inglés), del Instituto Indio de Ciencia (IISc, en inglés), que utilizó estudios de modelado, cuando la avalancha de piedras y nieve se desplomó desde 5600 metros por la ladera de la montaña, el impacto pudo haber irrumpido en los lagos subglaciares que encontró a su paso.

Estos son cuerpos de agua que se forman debajo de masas de hielo cuando se genera agua de deshielo evadiendo la captura por satélite.

Esta, dijeron, fue la principal fuente de agua de las inundaciones repentinas.

Calentamiento global y errores del desarrollo igual a desastre glaciar en  India - Diario Dia

Un glaciar, en el estado de Uttarakhand en India. El 7 de febrero, un bloque de rocas y hielo cayó del glaciar de Trishul desde unos 5600 a unos 3800 metros, desplomándose casi dos kilómetros y fragmentándose para generar una enorme avalancha. Se precipitó por el escarpado glaciar a gran velocidad acumulando más hielo, agua y rocas cada milisegundo. Foto: Yann Forget/ Wikimedia Commons-CC-BY-SA

¿Qué responsabilidad tiene el cambio climático?

“Este suceso ocurrió después de una temporada de monzones con altas nevadas en Trishul y los glaciares adyacentes a la que siguió el enero más cálido en las últimas seis décadas en Uttarakhand”, sostuvo Pelto, quien desde 1984 ha dirigido el Proyecto Climático Glaciar North Cascade, que monitorea el balance de masa y el comportamiento de los glaciares en América del Norte.

“A mediados de octubre de 2020, la línea de nieve se había elevado a 5800 – 6000 metros sobre el nivel del mar en Trishul y los siete glaciares adyacentes, como se ve en las imágenes de satélite Landsat y Sentinel”, abundó el especialista.

Esta línea de nieve ascendente indica una temperatura más cálida y una altura por encima de la cual la línea de congelamiento se elevó con frecuencia en 2020.

“Esto también indica que la línea de congelamiento se elevó con frecuencia por encima del punto de desprendimiento/desborde de Trishul a 5600 metros con suficiente frecuencia en 2020. Aquí el derretimiento superó la nevada”, explicó Pelto.

«Después del calor de octubre de 2020, el 11 de enero, la nieve cubrió los glaciares hasta 4400 metros, pero nuevamente un período cálido posterior provocó un derretimiento generalizado y la pérdida de la capa de nieve aumentó hasta al menos 5000 metros en el gran glaciar del Trishul», explicó el experto en glaciares.

“Aquí se alinean tres coincidencias: justo en este año muy cálido, justo en la elevación donde ocurrió un derretimiento inusual, hay un desprendimiento de tierra. ¿Por qué pasaría ahora?”, dijo.

Para Pelto “la respuesta es clara: el cambio climático”.

En apoyo a esta explicación figura la investigación publicada en Science Direct en julio de 2020, que evaluó el impacto del cambio climático en los glaciares de la misma región: la cuenca superior del Rishi Ganga, en la región de Nanda Devi en el Himalaya central de 1980 a 2017. Halló que 10 por ciento de las áreas de glaciares se había perdido, al extenderse de 243 kilómetros cuadrados en 1980 a 217 en 2017.

Otro hallazgo significativo de esta investigación es que los glaciares aquí están perdiendo hielo permanentemente, no solo debido a las temperaturas más altas del calentamiento global, sino también en respuesta a las «condiciones de precipitación desfavorables» desde 1980. Las lluvias invernales deficientes, en base a las cuales los glaciares crecen en gran medida, los están “matando de hambre”.

Pelto dijo que los glaciares aquí están perdiendo grosor más que retrocediendo, especialmente en el área glacial entre la línea de nieve y en algún lugar debajo de la región superior, que está cubierta de escombros.

Esto eventualmente conduciría a un mayor número de lagos glaciares repartidos en más áreas. Por lo tanto, el potencial de un desastre por el desborde de un lago glacial se extiende y pone en peligro más lugares y más comunidades.

Podría suceder algo peor. Según un estudio publicado en enero en The Cryosphere, el agua de deshielo de las avalanchas de hielo en la meseta tibetana occidental del Himalaya ha estado llenando los lagos río abajo de una manera que puede hacer que los lagos previamente separados se fusionen en la próxima década.

A medida que el glaciar retrocede, deja un gran vacío detrás. Los estanques ocupan la depresión que antes ocupaba el hielo glaciar. Las paredes de morrena compuestas por grandes rocas, sedimentos (escombros de glaciares) que estaban en el glaciar actúan como una represa, pero son estructuralmente débiles e inestables y experimentan cambios constantes y existe el peligro de fallas catastróficas, causando inundaciones por desbordes de lagos glaciares.

La propagación de estas marejadas provoca desprendimientos de tierra y erosión de las orillas que bloquean temporalmente la oleada y generan una serie de marejadas a medida que se rompe la represa de desprendimientos de tierra.

Los terremotos también pueden ser uno de los factores desencadenantes dependiendo de su magnitud, ubicación y otras características. Los niveles de descarga de tales inundaciones suelen ser de varios miles de metros cúbicos por segundo.

“En el suceso reciente, observamos que las líneas de nieve se elevan más y, por otro lado, no hubo nieve retenida en los glaciares. Si esto sucede, los glaciares no pueden sobrevivir”, dijo Pelto.

Sobre la pared de roca del Trishul que se agrietó y desbordó, Pelto explicó: “Todas las caras de las montañas viven con muchas grietas. Con el tiempo, pueden ensancharse. Normalmente, las grietas se mantienen unidas por la capa de hielo. Si se quita el hielo, ya no se mantendrán unidas, y estarán vulnerables a los desprendimientos de rocas.

“Estas son condiciones previas al desastre. Espero ver más sucesos de este tipo (la tragedia de Chamoli)”, dijo a IPS.

Demasiados proyectos hidroeléctricos, demasiadas vidas perdidas

Con pendientes pronunciadas que hacen posible la generación de electricidad fluvial, fuentes gubernamentales dijeron que Uttarakhand se está desarrollando como un «estado energético» para aprovechar un potencial eléctrico estimado de más de 25 000 MW.

Aproximadamente 77 por ciento de la capacidad que poseen las empresas del estado se basa en la energía hidroeléctrica.

Según las diferentes fuentes consultadas, mientras que la capacidad instalada de energía hidroeléctrica de Uttarakhand es de 3177 MW, en unos 40 proyectos ya operativos, el gobierno del estado, el de India y los productores privados de energía están desarrollando otros 87 proyectos más.

Pero en una región con lechos fluviales sensibles y algo inestables, incluso si se trata de producción de energía limpia, el riesgo de avalanchas, inundaciones repentinas, pérdida de vidas e infraestructura costosa debe sopesarse cuidadosamente con los avances en el desarrollo, han dicho los activistas.

Son muchos los especialistas y ambientalistas que alertan sobre los peligros de un desarrollo irreflexivo de infraestructuras y otro tipo de obras en una región vulnerable y en que se olvida que la cordillera del Himalaya es inestable y lo ha demostrado.

Después de las inundaciones masivas de 2013 en Uttarakhand causadas por lluvias de alta intensidad durante varios días y consideradas el peor desastre climático extremo en 100 años en la región del Himalaya, el tribunal superior de India prohibió nuevas instalaciones hidroeléctricas en el estado.

El tribunal afirmó en su fallo que no existía un plan adecuado de gestión de desastres. Pero los gobiernos de India y de Uttarakhand han encontrado la forma de eludir la prohibición, con el objetivo de abastecer de electricidad a otros estados, y el resultado es la nueva tragedia en el distrito de Chamoli.

Entre 2013 y 2015, ese estado perdió la asombrosa cantidad de 268 kilómetros cuadrados de cobertura forestal, como se documenta en el informe bianual sobre el estado de los bosques de la India.

Gran parte del terreno despejado se destinó a proyectos de desarrollo, incluidas carreteras, proyectos hidroeléctricos y líneas de distribución, hoteles y minería. En 2019 se recuperó algo de cobertura forestal.

“Cuando se necesita producir mucha electricidad localmente y la energía hidroeléctrica es el método más fácil disponible, el flujo del río, donde las tuberías o vertederos extraen agua a una altura y la dejan caer sobre una turbina, obtendría suficiente producción incluso mientras se devuelve el agua de regreso al río”, sostuvo Pelto.

Su planteamiento refleja las voces de la mayoría de expertos que aconsejan pequeños y microproyectos hidroeléctricos que pueden alimentar varios grupos de pueblos, en lugar de proyectos grandes o medianos.

«Cuando se invierte en una gran estructura a lo largo del ancho del curso de  un río se gasta mucho, ¿y cuáles son las posibilidades de que (esa infraestructura) dure 50 años?», reflexionó Pelto.

Las familias de los 58 muertos se estremecen al imaginar a sus seres queridos absorbidos por las feroces aguas de lodo, asfixiándolos en lo profundo del túnel de la presa Tapovan-Vishnugad de 1500 metros y llevando a otros como briznas de paja lanzadas contra las rocas.

Mientras, las familias de los 164 desaparecidos aguardan con la esperanza cada día más quebrada. Tienen todo el derecho a preguntar a los gobiernos del estado y del país: «¿realmente no existe una forma menos letal de generar electricidad para el desarrollo?»

T: MLM / RF: EG

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2021/02/calentamiento-global-errores-del-desarrollo-igual-desastre-glaciar-india/

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Los gobiernos condenan el planeta a un calentamiento global de catastróficas consecuencias

Por: Tercera Información

  • Según el informe de síntesis de Naciones Unidas, la suma de los compromisos presentados para cumplir el Acuerdo de París supone una reducción de tan solo un 1 % de las emisiones en 2030, lo que implicará asumir un calentamiento global muy superior a los 2ºC con catastróficas consecuencias.

  • En plena tramitación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, Ecologistas en Acción hace un llamamiento al sentido común. La emergencia climática y las indicaciones científicas son incontestables y deberían ser el centro de la toma de decisiones.

El endeble Acuerdo de París (AP) establece que el único mecanismo para limitar el calentamiento global son los compromisos individuales de los países, comunicados en la forma de un documento conocido como NDCs (compromisos determinados nacionales, por sus siglas en inglés). En este camino de París, todos los países firmantes del acuerdo debían de comunicar antes del 31 de diciembre cuáles eran esos compromisos, una comunicación que solo han hecho a tiempo 75 países que apenas representan el 30 % de las emisiones globales. La suma de estas reducciones de gases de efecto invernadero ha sido evaluada a través de un informe de síntesis recientemente publicado, y que muestra con contundencia lo lejos que está la comunidad internacional de cumplir el objetivo del AP de “limitar el incremento de la temperatura global muy por debajo de 2 ºC y perseguir esfuerzos para mantenerlo en 1,5 ºC”.

Por tanto, la insuficiente ambición de los países implica para Ecologistas en Acción la condena a un calentamiento global de consecuencias catastróficas. La falta de voluntad e incapacidad de cumplir con las indicaciones científicas de los países vulnera el Acuerdo de París y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ya que, como la propia comunidad internacional ha manifestado en numerosas ocasiones, no enfrentar la emergencia climática se traducirá en mayores hambrunas, desplazamientos, pérdidas de ecosistemas y de vidas, entre otras muchas consecuencias.

Ecologistas en Acción considera inadmisible que, tras más de cinco años desde la adopción del AP, la suma de los compromisos presentados según las propias conclusiones de Naciones Unidas represente tan solo una reducción del 1 % de las emisiones en 2030 respecto a los niveles de 2010. El IPCC ha sido claro en establecer que esa reducción global para el año 2030 deberían ser de al menos el 45 % para tener poco más de la mitad de las posibilidades de ser capaces de limitar el incremento de la temperatura global en 1,5 ºC.

En plena tramitación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en el Congreso de los Diputados, la organización ecologista hace un llamamiento a la responsabilidad de proteger el interés general. La península ibérica es de las más vulnerables al cambio climático. Está en riesgo no solo la rica biodiversidad que tiene la región, sino también elementos identitarios tan importantes como los olivos o las vides. La ley, al igual que los compromisos internacionales, está lejos de la altura de los compromisos climáticos. Solo hace falta comparar cómo se plantea una reducción de sólo el 23 % de las emisiones para 2030 frente al 55 % que sería el mínimo necesario. Una de las razones por la que Ecologistas en Acción, Greenpeace e Intermon Oxfam han interpuesto un contencioso judicial por la inacción del Estado español en esta lucha climáticas.

La normativa climática marco llega con más de una década de retraso, un déficit que debería solucionarse inmediatamente. Todavía existe una ventana de oportunidad para hacer un llamamiento al sentido común, a dejar de convertir esta importante pieza legislativa en una nueva batalla política. La emergencia climática y las indicaciones científicas son incontestables, y una respuesta política a la altura debería de saber escuchar y alcanzar un consenso global que garantice las medidas y herramientas necesarias para lograr la descarbonización de la economía antes de 2040. La dilación en la tramitación de la ley, la falta de una participación plena en el establecimiento de objetivos y las concesiones en las enmiendas transaccionales a la rebaja de los escasos compromisos son temeridades demasiado caras que aún se pueden revertir. Del mismo modo, sería una imprudencia dejar al impulso empresarial las medidas de transición ecológica necesarias. La falta de medidas de planificación vinculantes a nivel estatal o, aún peor, la actitud cómplice de algunas administraciones públicas regionales a los proyectos más impactantes que se tiñen de verde, son la constatación real de la falta de comprensión de la importancia de la emergencia ecológica actual.

La publicación del informe de síntesis es sin duda una mala noticia, que recuerda que, mientras el tiempo para actuar se agota rápidamente, las medidas planteadas son tibias y lentas. Ecologistas en Acción recuerda que para enfrentar la emergencia ecológica no hacen falta palabras que solo benefician el lavado verde de grandes empresas, sino hechos concretos. Es necesario asumir la imposibilidad de seguir manteniendo los consumos energéticos actuales y perpetuar el modelo de producción y consumo que ha llevado a la situación de emergencia ecológica. La organización ecologista señala, además, la imposibilidad de permanecer impasibles ante esta negligencia común a todos los gobiernos mundiales, que defrauda enormemente a los cientos de miles de personas que en 2019 exigieron medidas que nunca llegan.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/opinion/27/02/2021/los-gobiernos-condenan-el-planeta-a-un-calentamiento-global-de-catastroficas-consecuencias/

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Argentina pide “mayor compromiso” de los países ricos en la lucha climática

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Más de 100 sociedades de ciencias oceánicas se unen para advertir sobre los peligros del cambio climático

En un documento, más de 80 mil científicos de siete continentes, alertan sobre cómo el cambio climático antropogénico está afectando a los ecosistemas marinos y de agua dulce, llamando a evitar su mayor degradación.

Este año será crucial en lo relacionado al cambio climático. En Estados Unidos, el nuevo mandatario Joe Biden se ha inclinado por retornar al Acuerdo de París, el Pacto Verde Europeo está en marcha, y las promesas de alcanzar emisiones netas cero de China, Japón y Corea del Sur se están acercando a los objetivos establecidos por el acuerdo climático de 2015. Además, en noviembre de este año se realizará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, considerada la última oportunidad para unificar la acción de los países en torno al tema.

Por ello, se cree que una vez recuperada la normalidad post pandemia, lo ocurrido debería ayudar a concentrar los esfuerzos entre los países para frenar el derretimiento de las capas de hielo, calentamiento y la acidificación de los océanos, y los cambios en los patrones de precipitación y el flujo de agua dulce, así como aliviar sus impactos. Pero la situación se hace insostenible.

El jueves pasado, la ONU declaró a 2020, junto con 2016, como el año más cálido de la historia. Y para el secretario general del organismo, Antonio Guterres, “el mundo se dirige hacia un aumento catastrófico” del calentamiento en este siglo”.

El año 2020 terminó con 1,25°C por encima del período preindustrial “y asistimos ya a fenómenos meteorológicos sin precedentes en todas las regiones y todos los continentes”, destacó Guterres, advirtiendo que “nos encaminamos hacia un aumento catastrófico de la temperatura de 3 a 5ºC en el curso del siglo 21”.

El Acuerdo de París tiene como objetivo mantener el calentamiento por debajo de +2°C, y si es posible en +1,5°C. Según la Organización Meteorológica Mundial, hay un 20% de posibilidades que este aumento supere temporalmente los 1,5°C antes de 2024.

Nuevos reclamos

Es por ello que, impulsadas por la urgencia de la situación, 111 sociedades de ciencias acuáticas, representando a más de 80 mil científicos de siete continenteshan emitido un comunicado sobre cómo el cambio climático antropogénico está afectando a los ecosistemas marinos y de agua dulce, llamando a evitar su mayor degradación.

Estas sociedades piden a los líderes mundiales y a la población que actúen para proteger y mantener los ecosistemas acuáticos mundiales y sus servicios, de los que todos dependemos. Se acaba el tiempo para controlar las emisiones, mejorar las medidas de adaptación y reducir otros estresores ambientales que actúan de forma sinérgica con el cambio climático.

“Los recursos acuáticos de todo el mundo se encuentran ahora bajo la mayor amenaza en la historia de la humanidad. El cambio climático causado por el hombre está acelerando la degradación de los ecosistemas acuáticos y los servicios que brindan. Los ecosistemas acuáticos se encuentran entre los más afectados en todo el mundo. Por ejemplo, en el caso de los ecosistemas acuáticos continentales, una medida de la biodiversidad, el índice planetario de vida para las poblaciones de especies, disminuyó un 83% de 1970 a 2014, mientras que, como ejemplo para los marinos, se prevé que hasta el 90% de los arrecifes de coral desaparecerán a mediados de siglo si continúan las tendencias actuales”, señala el documento.

“En los últimos años, las migraciones han aumentado y las tensiones geopolíticas se han exacerbado: entre 2008 y 2016, más de 20 millones de personas al año se han visto obligadas a desplazarse debido a fenómenos meteorológicos extremos, mientras que, según Naciones Unidas, en 2017 el agua era uno de los principales factores de conflicto en 45 países. Se espera que estos efectos negativos aumenten con las tendencias climáticas actuales. Por ejemplo, en los Estados Unidos, se estima que el daño económico relacionado con el clima alcanzará el 10% del producto interior bruto a finales de siglo. En Europa, el coste mínimo de no adaptarse al cambio climático se estima en 100 mil millones de euros por año en 2020 y en 250 mil millones de euros en 2050”, sentencia la declaración, firmada entre otros por la Sociedad Chilena de Limnología.

En relación a las respuestas necesarias para combatir el problema, los científicos afirman que “es necesaria una acción rápida para frenar drásticamente la liberación de gases de efecto invernadero, eliminar CO2 de la atmósfera y almacenarlo en ecosistemas naturales, para evitar las consecuencias más catastróficas del cambio climático causado por el hombre en los ecosistemas acuáticos, tanto marinos como continentales, de los que depende toda la humanidad”.

“Son necesarios objetivos mundiales y nacionales para proteger y restaurar ecosistemas sumideros de carbono, como las turberas, las praderas marinas y otros humedales que contribuyen a secuestrar carbono, y con ello prevenir emisiones de gases de efecto invernadero y reducir los impactos del cambio climático”.

“Se requiere una transición rápida hacia fuentes de energía y otros productos y servicios que no liberen gases de efecto invernadero, así como investigaciones y políticas que favorezcan una transición eficiente hacia una economia descarbonizada para frenar la degradación de los sistemas acuáticos. Todos los gobiernos podrían lograr dicha transición si actuaran inmediatamente con el asesoramiento de especialistas en tecnologías de energía verde, secuestro de carbono, marketing, educación, principios socioeconómicos y disciplinas relacionadas”.

“Si se hace de manera inteligente, el movimiento para reducir el cambio climático causado por la especie humana puede resultar en tecnologías avanzadas y novedosas; economías fuertes; ecosistemas acuáticos más saludables; mayor seguridad alimentaria y un incremento del bienestar humano”, señalan los firmantes.

 Fuente: https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/mas-de-100-sociedades-de-ciencias-oceanicas-se-unen-para-advertir-sobre-los-peligro

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Una parte del planeta siempre está congelada y funciona como una nevera enorme de carbono

Una parte del planeta siempre está congelada y funciona como una nevera enorme de carbono

Llevamos una semana conviviendo con nieve y hielo en todo el centro de la península ibérica. Aunque la situación es insólita en nuestro país, en algunas zonas del planeta este es el paisaje habitual todo el año. Científicos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales se han adentrado en el mundo helado para contar qué pasaría si desapareciera.

Los precios de los apartamentos de algunas regiones nórdicas están bajando en picada. ¿El motivo? Se habían construido sobre suelo helado que parecía que sería sólido para siempre y ahora se está deshaciendo. A nivel climático, los efectos de este deshielo van mucho más allá y podrían hacer fracasar la lucha contra la crisis climática.

Tres intrépidos investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y la Universidad Autónoma de Barcelona se han embarcado en dos expediciones por el mundo helado para conocer mejor las consecuencias devastadoras del deshielo y encontrar cómo mitigarlas: una primera en Suecia, en 2018, y una segunda en Alaska el año pasado.

Son Olga Margalef, Oriol Grau y Sergi Pla. “El suelo helado de los países árticos se está degradando debido al incremento de temperaturas de todo el planeta y las fronteras han retrocedido unos 30-80 km”, comenta Margalef. “Estudiar este deshielo es muy necesario para entender qué cambios podrían darse a escala mundial cuando la descongelación avance, como por ejemplo unas emisiones enormes de CO2 y la liberación del fósforo y nitrógeno que contienen”, añade.

La atmósfera tiene entre las manos un cubito (todavía)

Cuando cogemos un cubito, rápidamente reacciona a la temperatura caliente de nuestras manos: se deshace y se vuelve agua. Lo mismo le pasa al hielo de nuestro planeta, que se va fundiendo entre la atmósfera que lo rodea y que es cada vez más cálida. Por suerte, todavía se conserva una parte que siempre está helada, incluso en verano, y que se conoce con el nombre de permafrost.

El permafrost es una capa gruesa, que puede llegar a un kilómetro de profundidad y donde la vida es casi nula. Esto hace quela materia orgánica que se encuentra y las concentraciones de carbono, nitrógeno o fósforo se mantengan intactos, como si fuera una nevera que las conserva. Por encima del permafrost existe una capa activa, que sí tiene actividad biológica, que se hiela en invierno y se deshiela en verano. Esta combinación de las dos capas, permafrost más capa activa, la encontramos en aproximadamente 23 millones de km2 del hemisferio norte. ¡Más de dos veces la superficie de EE UU!

El problema actual es que el calentamiento global está empezando a afectar al permafrost y puede provocar que deje de funcionar como una nevera. En este caso, la materia orgánica y el gran reservorio de carbono y de nutrientes que hay dentro se descompondría  y se liberaría a través de gases (entre ellos el dióxido de carbono), diluidos en los cursos de agua o formando parte de los seres vivos que los absorben.

Aún no se pueden predecir cómo serán las consecuencias exactas del deshielo del permafrost, pero podéis imaginaros qué amenaza supone… Incluso, algunas expertas y expertos advierten que podría llevar a un punto de no retorno en la lucha contra el cambio climático.

Por suerte, hay una conciencia global creciente sobre la importancia ecológica del permafrost que queda patente en el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) “Fronteras 2019″ sobre temas emergentes y preocupantes a nivel ambiental. Tanto en este informe, como en el mismo Acuerdo de París, se hace un llamamiento para establecer políticas de protección del permafrost y en general de las zonas que más carbono concentran en el suelo frío: las turberas.

¿Dónde encontramos turberas? Desde Asia y Europa, hasta hábitats tropicales, pero son más frecuentes en las regiones frías. En Cataluña, por ejemplo, se localizan en la alta montaña del Pirineo.

Las turberas para combatir el cambio climático

Bajo el nombre turbera se engloban los humedales –en general, ácidos– que tienen poco oxígeno y mucha materia orgánica (más de un 30 %), conocida como ‘turba y proveniente de las plantas vasculares, musgos y líquenes típicos de los climas fríos.

Como son sistemas saturados de agua y con una falta importante de oxígeno, esta materia se preserva o se descompone muy lentamente. Gracias a ello, las turberas acumulan más de 220 gigatoneladas de carbono (cerca de la mitad del carbono almacenado en los suelos de todo el mundo) a pesar de cubrir solo un 3 % del total de la superficie terrestre.

La mayor acumulación de estos humedales tan peculiares se da en las zonas totalmente heladas, como el Ártico y Subártico, donde coinciden con el permafrost. Se calcula que la combinación de turberas “capturadas” en el permafrost aparece en un total de 1,4 millones de km2 del planetacon una capa de más de 40 cm de espesor.

Si estos suelos perdieran el agua, por culpa del deshielo o para utilizarlos en la actividad agrícola, la turba preservada se secaría, entraría dentro oxígeno y la materia orgánica empezaría a descomponerse emitiendo CO2 a la atmósfera en grandes volúmenes, como miles de fábricas en funcionamiento.

Por este motivo, es importante entender el funcionamiento de estos ecosistemas árticos y subárticos y enviar a nuestros equipos de investigación a descubrirlo en vivo. ¡A pesar del miedo de pasar ellos a formar parte del cubito!

Por Verónica Couto
Técnica de comunicación del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

Ecoportal.net

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/parte-planeta-congelada-carbono/

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Brasil: Por fin descubrimos el planeta Tierra

Por fin descubrimos el planeta Tierra

Leonardo Boff

Uno de los efectos positivos de la irrupción de la Covid-19 en nuestras vidas ha sido eldescubrimiento del planeta Tierra por toda la humanidad. Nos hemos dado cuenta forzosamente de que existe una íntima conexión entre la vida humana, la naturaleza y el planeta Tierra. El virus no cayó del cielo; vino como contraataque de la Tierra, considerada como un supersistema vivo que siempre crea y se autocrea, y se organiza para mantenerse vivo y producir todo tipo de vida existente en este planeta. Particularmente los quintillones de quintillones de microorganismos que existen en los suelos y en nuestro propio cuerpo, verdadera galaxia (Antônio Nobre) habitada por un número incalculable de virus, bacterias y otros microorganismos.

El contexto del virus, casi nunca citado por los analistas de las redes de comunicación, es el sistema capitalista anti-naturaleza y anti-vida. Él hizo que el virus perdiese su hábitat y avanzase sobre nosotros. Ese sistema de producción y de consumo asalta despiadadamente la naturaleza, saquea sus bienes y servicios y destruye el equilibrio de la Tierra.

Esta responde con el calentamiento global, la erosión de la biodiversidad, la escasez de agua potable y otros eventos extremos. Todos de alguna forma participamos de este ecocidio, pero los actores principales –es forzoso decirlo y denunciarlo– son el sistema del capital y la cultura del consumo descontrolado, y especialmente los millonarios con su consumo suntuoso. Por lo tanto, retiremos la culpa de la humanidad pobre, que colabora mínimamente y es víctima del mencionado sistema.

El ser humano, siempre curioso por saber más y más, ha hecho descubrimientos sin número: de nuevas tierras como las de América, de pueblos, culturas, todo tipo de aparatos, desde el arado hasta el robot, el submundo de la materia, los átomos, los topquarks y el campo de Higgs, lo íntimo de la vida, el código genético. Y no paran los descubrimientos.

Pero, ¿quién descubrió la Tierra? Fue preciso que enviásemos astronautas fuera de la Tierra o hasta la Luna para ver la Tierra desde fuera de la Tierra y finalmente, maravillados, descubrir la Tierra, nuestra Casa Común. Frank White escribió en 1987 un libro The Overview Effect (tengo un ejemplar firmado por él el 29/5/1989) en el cual recoge los testimonios de los astronautas, emocionados hasta las lágrimas.

El astronauta Russel Scheickhart nos revela: “Vista desde afuera, la Tierra parece tan pequeña y frágil, una mancha pequeña preciosa que puedes tapar con tu dedo pulgar. Todo lo que significa algo para ti, toda la historia, el arte, el nacimiento y la muerte, el amor, la alegría y las lágrimas, todo está en aquel punto azul y blanco que puedes tapar con tu pulgar. Desde esa perspectiva entiendes que todo ha cambiado… que tu relación ya no es la misma que la de antes” (White, p. 200).

Eugene Cernan confesó: «Fui el último hombre en pisar la Luna en diciembre de 1972. Desde la superficie lunar miraba con temblor reverencial hacia la Tierra, en un trasfondo muy oscuro. Lo que yo veía era demasiado hermoso para ser aprehendido, demasiado ordenado y lleno de propósito para ser un mero accidente cósmico. Uno se siente obligado interiormente a alabar a Dios. Dios debe existir por haber creado aquello que yo tenía el privilegio de contemplar. La veneración y la acción de gracias surgen espontáneamente. Para eso debe existir el Universo» (White p. 205).

Acertadamente comenta Joseph P. Allen: «Se ha discutido mucho sobre los pros y los contras de los viajes a la Luna, pero nunca oí a nadie argumentar que debíamos ir a la Luna para poder ver la Tierra desde fuera de la Tierra. Después de todo, ésta debe haber sido seguramente la verdadera razón de que hayamos ido a la Luna» (White, p. 233).

Efectivamente ésta es la razón secreta e inconsciente de los viajes espaciales: descubrir la Tierra, el tercer planeta de un sol de quinta categoría, dentro de nuestra galaxia. El sistema solar en el cual está nuestra Tierra dista 27 mil años-luz del centro de la galaxia, la Vía Láctea, en la cara interna del brazo espiral de Orión. Ese sistema con la Tierra alrededor es casi nada y nosotros une quantité négligeable, algo de una magnitud inapreciable, cercana a cero. Y, sin embargo, desde aquí la Tierra, a través de nosotros, contempla el Universo entero, del cual forma parte. Y a través de nuestra inteligencia, que pertenece al propio Universo, éste se piensa a sí mismo. Lo que cuenta en nosotros no es la cantidad sino la calidad, única, capaz de pensar, de amar el Universo y de venerar a Aquel que lo sustenta permanentemente.

No solo descubrimos la Tierra. Descubrimos que somos aquella parte de la Tierra que piensa, ama y cuida. Por eso ser humano (homo en latín) viene de humus, tierra fértil, y Adán procede de Adamah, tierra fecunda.

A partir de ahora nunca desaparecerá de nuestra conciencia el hecho de que hemos descubierto la Tierra, nuestro hogar cósmico, y que somos su parte consciente, inteligente y amorosa. Porque somos portadores de estas cualidades, nuestra misión es cuidar de ella como de nuestra Casa Común, y de todos los demás seres que en ella habitan y que tienen el mismo origen que nosotros, y que por tanto son nuestros parientes.

Si es así, ¿por qué la hemos maltratado, superexplotado, y por qué estamos destruyendo las bases que sustentan nuestra vida? Si hay una lección que la Madre Tierra a través de la Covid-19 nos quiere transmitir es seguramente ésta:

«Tenéis que cambiar vuestra relación con la naturaleza y conmigo, si queréis que yo siga ofreciéndoos todo lo que necesitáis para vivir con una sobriedad compartida, en fraternidad y sororidad universales y bajo el cuidado amoroso con todos vuestros hermanos y hermanas de la gran comunidad de vida, también mis hijos e hijas bien amados. En el pasado, en tiempos inmemoriales, os di a elegir entre “la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge la vida para que vivas tú y tu descendencia. Esta promesa la mantendré siempre”» (Deut 30,19).

Escojamos la Vida. Es el llamamiento de la Madre Tierra. Es el designio del Creador.

Autor: Leonardo Boff

Fuente de la Información: https://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=1013

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El tamaño sí importa cuando se trata del calentamiento global

Fuentes: The conversation [Foto: El lagarto de collar (‘Crotaphytus collaris’), muy común en el sur de Estados Unidos y el norte de México. Dakota L. / Wikimedia Commons, CC BY-SA]

El calentamiento global continúa de manera acelerada y sin precedentes. La temperaturas están cambiando tan rápido que muchas especies tienen dificultades para adaptarse, y aquellas que no lo consiguen se extinguen.

Esto es especialmente cierto en el caso de los animales ectotermos, informalmente conocidos como animales de sangre fría, que dependen casi por completo de la temperatura ambiental para regular su metabolismo. Ilustremos el caso con la típica imagen de un lagarto tomando el sol sobre una roca antes de empezar su actividad diaria.

Animales que merman

Una de las consecuencias más llamativas del calentamiento global ha sido la reducción gradual del tamaño en muchos grupos animales alrededor del mundo. Este patrón se ha observado tanto en poblaciones actuales como en el registro fósil.

De hecho, la disminución corporal en animales, junto con los cambios en sus distribuciones y ciclos de vida, se considera ya una respuesta universal del calentamiento global.

Este fenómeno tiene grandes implicaciones en el funcionamiento de los ecosistemas, pero también en el uso que los seres humanos podemos hacer de ellos. Pensemos por ejemplo en la importancia que tiene el tamaño de los organismos marinos para la industria pesquera.

Se han propuesto muchas explicaciones para este fenómeno, pero no se ha contemplado la posibilidad de que las temperaturas puedan afectar de forma diferencial a la mortalidad de los organismos dependiendo de su tamaño.

Muy recientemente, hemos publicado en Nature Climate Change análisis que dan cuenta del impacto del tamaño corporal en la tolerancia al calor. Efectivamente, los organismos pequeños y grandes responden de forma distinta al estrés térmico.

A mayor tamaño, más difícil de calentar

Con la excepción de mamíferos y aves, la mayoría de los animales son ectotermos. Esto supone una enorme diversidad de tamaños y formas corporales, que incluye animales tan pequeños como un mosquito (o incluso menores si consideramos organismos unicelulares) y tan grandes como un cocodrilo africano o un tiburón ballena.

Teniendo esta diversidad de tamaños en mente, nos sorprenderá observar que la gran mayoría de los animales viven en un rango de temperatura muy ajustado: por lo general, entre 0 °C y 40 °C. Entonces, ¿cómo es posible que todos esos animales respondan igual al calentamiento? Pensemos: no cuesta lo mismo calentar un vaso de agua que una bañera de 200 litros.

La respuesta a esta pregunta es que no lo hacen. Pero hasta ahora no se había podido cuantificar, y mucho menos predecir, como varía la tolerancia al calor en función del tamaño.

El tiempo de exposición al calor

Muchos trabajos no pudieron explicar la relación entre el tamaño y la tolerancia al calor por no considerar el tiempo de exposición al que están sometidos los animales.

Un animal podría soportar un calor excesivo por poco tiempo. Pero si el animal está expuesto a este calor (o incluso a una temperatura menor) por un periodo largo, acaba muriendo. Una analogía a este caso la encontramos en los baños de vapor de una sauna. Difícilmente podría aguantar nadie en una sauna durante un día entero.

La tolerancia al calor depende del tamaño en animales ectotermos (p.e. peces). Animales pequeños resisten temperaturas más elevadas que los animales grandes, pero por cortos periodos de tiempo. Author provided

En nuestra ecuación incluimos tanto el calor extremo que pueden soportar los animales como el efecto del tiempo de exposición. Además, ponemos a prueba esta ecuación en artrópodos, moluscos, anélidos, peces, anfibios y reptiles.

El calor no afecta igual a grandes y pequeños

Nuestros resultados muestran que los animales ectotermos de pequeño tamaño aguantan temperaturas más elevadas, así como aumentos repentinos de las mismas. Esto ocurre por ejemplo en las olas de calor.

No obstante, los animales pequeños resisten al calor por poco tiempo, mientras que los grandes aguantan más en condiciones subóptimas.

Combinando nuestra ecuación con cálculos de metabolismo demostramos también que, con el calor, los animales grandes llegan a sus límites metabólicos antes que los pequeños.

El metabolismo es determinante en el desarrollo de los seres vivos. Por lo tanto, nuestro estudio indica que los animales ectotermos de gran tamaño verán más limitado su crecimiento con el calor excesivo.

Nuestro descubrimiento supone una poderosa explicación a la reducción de tamaño como causa del calentamiento global: los ejemplares mas pequeños tendrían una mayor capacidad de resistencia y dejarían mayor descendencia.

Límites de tolerancia al calentamiento global

El calentamiento global no ocurre igual en las diferentes regiones de nuestro planeta. Hay zonas donde el calentamiento es más rápido que en otras. Por ejemplo, las zonas tropicales se están calentando más deprisa que los polos.

Como resultado, algunas poblaciones animales están más cerca de los límites que pueden soportar que otras simplemente por su distribución.

Se han llegado a proponer medidas para calcular los límites de tolerancia de los animales. No obstante, en nuestro trabajo también discutimos que esas medidas estaban muy por encima del valor real.

Cuando incluimos el efecto del tamaño en esos cálculos, vemos que muchos animales están ya prácticamente al límite. Además, las poblaciones de las zonas tropicales son las más vulnerables al calentamiento.

Esta mejora de los cálculos de la vulnerabilidad de los animales al calentamiento global es un gran avance para identificar grupos de máximo riesgo y protegerlos mejor.

Ignacio Peralta Maraver. Investigador postdoctoral, Universidad de Granada

Enrico L. Rezende. Profesor de Ecología y Evolución, Universidad Católica de Chile

Fuente: https://theconversation.com/el-tamano-si-importa-cuando-se-trata-del-calentamiento-global-151646?

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