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De la ciencia abierta a la investigación abierta: los vínculos entre la producción colaborativa y la cultura científica en la era de Internet

Autor: Eduard Aibar Universitat Oberta de Catalunya

Introducción:

Hoy en día se suele dar por descontado el carácter abierto y público de la ciencia: el hecho de que los resultados y descubrimientos de la investigación científica sean accesibles de forma universal para todo el mundo y sin restricciones. Sin este requisito, tanto el carácter cooperativo y comunal de la ciencia, como su naturaleza
acumulativa y, por tanto, su progreso, son prácticamente imposibles. Compartir libremente la información es la esencia de la actividad científica y el principio que hace posible el avance del conocimiento. Si el acceso a las ecuaciones de Maxwell o a los Principia de Newton hubiera sido privativo o propietario a principios del siglo
xx, Einstein se habría jubilado en la Oficina de Patentes de Berna sin haber podido atisbar si quiera los rudimentos de la relatividad especial. Este hecho, que damos por supuesto y que asociamos casi de forma automática
a la institución científica, como mínimo desde la revolución científica de los siglos xvi y xvii, fue, sin embargo, el resultado de un cambio cultural largo y paulatino en la actividad científica. Un cambio que tardó en cristalizar casi dos siglos, según ha mostrado recientemente el economista de la ciencia y la innovación Paul David (2007), y que no cuajó de forma plena hasta bien entrado el siglo xviii.

Descargar : https://www.uoc.edu/webs/eaibar/_resources/documents/Aibar_hibri.pdf

Fuente:

Imagen tomada de:

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Libro: El Sentido del Conocimiento Libre

Algunas nociones comunes desde un activismo enunciado en el norte del sur

© Marianicer Figueroa Agreda
© Fundación Editorial el perro y la rana, 2018 (digital)

Coautores: Marx Gomez, María Angela Petrizzo, Jacinto Dávila, Alejandro Ochoa

Reseña:

El libro el sentido del conocimiento libre es un ejercicio reflexivo de cinco activistas por la difusion libre y el acceso abierto al conocimiento que suma voces desde Venezuela al debate ético-político mundial sobre las cualidades y los fines del Conocimiento y en especial el del conocimiento académico que proviene de nuestras Instituciones de Educación Universitaria y Centros Científicos.  En el mismo se pone en el tapete la tensa relación existente entre propiedad intelectual y el acceso al conocimiento, derechos que están consagrados en nuestra carta magna y cuyo vinculo siempre revela un conflicto de intereses sobre todo cuando se empieza a cuestionar el discurso naturalizado y posicionado que hace referencia que Los derechos de autor deben prevalecer como jerárquicamente superiores al derecho al conocimiento por parte de los pueblos, incluyendo en aquellos casos en donde la sobrevivencia de la humanidad esta de por medio, tal como sucede en el ámbito de la salud con la lucha que han tenido países con situaciones de endemia y que se han tenido que enfrentar a todo el entramado legal de las patentes para poder elaborar fármacos  como el caso de los retrovirales en Brasil, o de lo que se quiso imponer por  la explotación comercial del conocimiento sobre una cadena genética y las variantes de un gen, a través de  los derechos de propiedad otorgados a la compañía Myriad Genetics sobre la secuencia mutante de genes relacionados con el desarrollo de tumores de mama.

Analizar entonces el secuestro del conocimiento deja ver Entonces el trasfondo importante de esta tensa relación, en tanto da cuenta que la propiedad intelectual al utilizar el conocimiento como mercancía al servicio de los procesos de dominación/colonización del Capitalismo, no solo puede impedir el libre acceso al conocimiento, sino al cuido y permanencia de la vida misma. Por ello, en el marco de la crisis civilizatoria del capitalismo, sin dejar de reconocer los derechos morales de autoria y patrimoniales  de quienes crean obras, es el momento de repensar y actuar ante el modelo geopolitico por el cual grandes consorcios empresariales de EEUU, Japon y la Unión Europea, a través de la Organizacion Mundial de la Propiedad Intelectual, insisten no solo en endurecer el sistema de derechos de propiedad intelectual (DPI) derechos de autor, patentes, marcas registradas, derechos de los difusores y otros por el estilo, sino en abarcar sus ámbitos de acción para terminar de privatizar  las cosas esenciales materiales e inmateriales de la vida y lo que muchos y muchas concebimos como  bienes comunes

El problema del secuestro del conocimiento académico es planteado por lxs activistas coautorxs desde dos vertientes en el que ponemos en cuestión el lugar de divulgación del conocimiento y los modos de creación y uso del mismo :
 desde la primera vertiente denunciamos como el conocimiento que generan nuestrxs investigadorxs queda atrapado en los Consorcios de Editoriales Privadas a las que luego las IEU tienen que pagar en dolares para acceder a los resultados de una investigación que previamente financio,dado  que el modelo occidental instituido de los sistemas de recompensa dentro de la carrera científica, están enfocados más a la publicación en revistas “de alto impacto”, porque les aseguran prestigio y reconocimiento, a pesar de que el costo de la suscripción y el acceso a las mismas esté limitado a las universidades e institutos de investigación que puedan cancelar su alto precio. Al respecto es importante dar a conocer que hoy en día la protesta global a esta practica que privatiza y por ende secuestra el conocimiento,  se ha caracterizado por las campanas de cancelación masiva de las suscripciones a estas casas editoriales por parte de grandes centros educativos mundiales, la renuncia de centenares de académicos a los consejos editoriales de las mismas, y el crecimiento de las alternativas de publicación en acceso abierto que cada día gana mas adeptos incluyendo nuestro país.
en la segunda vertiente denunciamos el imperialismo disciplinario y metodológico que secuestra toda posibilidad de reconocer modos otros y fuentes otras de conocimiento, que no sean las que responden a los cánones de la ciencia cartesiana moderna, por de mas colonial y patriarcal, cuya cosmovisión dominante corresponde a un modelo sociopolítico y cultural  que impone y preserva diversos modos en los que se dibuja la pretensión de hacer universales los valores de la sociedad capitalista desde donde estos se enuncian. Y allí caemos en la discusión si al saltarnos el sistema de publicación cerrada, garantizamos que el conocimiento sea ademas de libre acceso, realmente liberador de lo que oprime y subyuga a pueblos enteros, sus mujeres y hombres, y fomente contenidos epistemológicos y mecanismos organizacionales que contribuyan con la fundamentación de una ciencia y de una cultura autónoma para los pueblos del Sur.
Ambas denuncias, tienen que ver con lo que sucede aguas adentro en nuestras IEU y centros de investigación científica, aun después de 18 anos de un proyecto de gobierno que apunta al alcance de la justicia social. La realidad es que tal como lo he escuchado a mi hermano Marx Gomez parafraseando a Boaventura, alcanzar justicia social, sin justicia cognitiva atenta contra toda posibilidad de alcance de soberanía, incluyendo soberanía científica y tecnológica a la que están llamadas nuestras instituciones a aportar. En ese sentido, el libro no solo desnuda esta realidad, sino que brinda alternativas para emprender acciones tanto institucionales como gubernamentales que nos permitan saldar las deudas que genera la forma como en tiempos de revolución, se sigue colaborando con el secuestro de lo que debería ser de acceso de todos y todas
INDICE:
PRÓLOGO 9
INTRODUCCIÓN 17
ORIENTACIONES SUTILES PARA LEER ESTE MAPA-CUENTO 23
BLOQUE I 27
El Conocimiento Libre como idea encarnada 29
Algunas nociones generales sobre el Conocimiento Libre 33
Del encuentro con el Conocimiento Libre o lo que hace habitable el activismo 47
Motivos otros para asumir el activismo por la difusión libre del conocimiento 55
BLOQUE II 59
Manifiesto a cinco manos Marianicer Figueroa/Alejandro Ochoa/Jacinto Dávila/María Ángela Petrizzo/Marx Gómez
Un cuento colectivo para subvertir el viaje.
Una introducción para un discurso herético 61
Sobre el conocimiento y el saber como sustantivo y sin adjetivo 63
El adjetivo «libre» del conocimiento como denuncia 71
El conocimiento entre cercos y secuestros 77
¡El acceso abierto! Vs. ¿Abierto el acceso?: una lectura para sortear la inclusión excluyente 87
Activismo y Conocimiento Libre: una mirada a nuestro ombligo 95
Investigar y teorizar sobre el Conocimiento Libre: el valor de la “,” 105
Una radiografía del caminar preguntando para situar las conclusiones 109
BLOQUE III 133
Narrativas personales sobre el Conocimiento Libre / Marianicer Figueroa 135
El Conocimiento Libre: una aproximación crítica para su comprensión como práctica social / Alejandro Ochoa 137
Una Lógica para el Conocimiento Libre: tejiendo los códigos consensuados entre activistas / Jacinto Dávila 157
El Sentido del Conocimiento Libre: reflexiones desde los encuentros / María Ángela Petrizzo 163
El Conocimiento Libre como cuido de la otredad: entretejiendo sentidos desde el consenso activista / Marianicer Figueroa Agreda 173
Tejiendo reflexiones para la construcción de una matriz: Conocimiento Libre implica conocimiento decolonizado / Marx Gómez 185
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El papel sigue estando ahí

Por: Graziella Pogolotti

El acelerado desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación ha puesto en crisis la impresión, sobre la base del papel, de libros y periódicos. En más de un sentido, parecería que está llegando a su término la era iniciada por Gutenberg, asociada a una inicial democratización del conocimiento y a una visión humanista del universo.

Por aquel entonces había comenzado la progresiva multiplicación de lectores, junto a la demanda de un personal cada vez más calificado para responder a las necesidades de una modernidad emergente. La industria del libro y la prensa conocieron una expansión sin precedentes a lo largo de los siglos XIX y XX.

Ahora el futuro es incierto. Se puede acceder a muchas obras a través de las computadoras, existe un mercado para el libro electrónico y muchos periódicos se distribuyen por la vía digital. Acogido con euforia por amplios sectores, el cambio plantea interrogantes de variada índole. Entramos, quizá, en una etapa de transición que impone análisis, reflexión y ajustes necesarios. Como suele suceder año tras año, el asunto motivó un enjundioso debate en la Feria del Libro de  Guadalajara.

Al cabo de una prolongada jornada laboral ante la computadora, muchos prefieren optar por el descanso visual que ofrece la tradicional impresión sobre papel que constituye, por lo demás, un ejercicio de lectura más reposado, disfrutable y reflexivo. Por otra parte, el terremoto que sacudió a México el año pasado evidenció de manera dramática la precariedad del registro digital con vistas a su preservación. En pocos minutos, desaparecieron archivos y materiales de trabajo de difícil  rescate.

A pesar de todo, el libro sigue estando ahí, como objeto de deseo, tanto por parte de los lectores como para el mundo empresarial. De hecho, tal y como ocurre en otros sectores, las poderosas transnacionales extienden su dominio sobre los mercados y se han ido tragando de manera progresiva a las pequeñas editoriales y a consorcios que hasta ayer parecían sólidamente establecidos. Las redes sociales han dado voz a muchos, pero ofrecen espacio a la circulación de falsas verdades y, para bien o para mal, son manipulables con propósitos políticos.

Se ha emprendido entre nosotros un ingente esfuerzo dirigido al logro de la imprescindible informatización de la sociedad. Sin embargo, el acceso a nuevas tecnologías todavía dista mucho de tener alcance universal. En nuestro contexto específico, el envejecimiento de la población es un factor a tener en cuenta, tanto por los desafíos que impone la adquisición de habilidades, como por el arraigo de hábitos y estilos de vida.

Más allá de sus contenidos, el libro es un objeto disfrutable en el plano sensorial. Cuando llega a mis manos un ejemplar de reciente publicación, saboreo el olor a tinta fresca y valoro la calidad del papel, tan satisfactorio al tacto. Comparto con muchos otros el  hábito de repasar las páginas  de los periódicos. Ante la palabra impresa, el lector deja de ser receptor pasivo, vale decir, un mero consumidor. Actúa como un sujeto autónomo que reordena, jerarquiza y selecciona la información a su manera. Algunos comienzan la lectura por la última  página. Otros se dirigen directamente a la plana deportiva. No faltan quienes se detienen en el tema que despierta curiosidad.

Transitamos por una época compleja, de creciente interdependencia, condicionada por los efectos de la globalización neoliberal.  El poder hegemónico se ejerce a través de la manipulación de las conciencias, la construcción de imaginarios ilusorios, la transformación de la realidad en espectáculos audiovisuales en detrimento del peso históricamente concedido a la palabra, la práctica de la desmemoria y la proliferación de la banalidad.

 Ante esa arremetida, debemos reconocer  en la capacidad de selección y descarte prevaleciente entre nuestros lectores, el germen de un sujeto crítico al que corresponde estimular y desarrollar. Es un destinatario merecedor del mayor respeto, un interlocutor al que debemos abordar despojados de actitudes condescendientes. La noticia de última hora habrá de llegarle por otros medios. Corresponde a la prensa situar el acontecimiento en su contexto y antecedentes y ofrecer las herramientas necesarias para el análisis de la realidad, porque la búsqueda de la verdad en medio de tantas señales confusas constituye un propósito  irrenunciable.

Para el  periodista, el desafío es enorme. Al concluir los estudios universitarios está iniciando el aprendizaje que durará toda la vida. La superación permanente forma parte de un compromiso que vincula ética y responsabilidad. El acceso a las fuentes es indispensable. Ante la información recibida, hay que saber formular las preguntas pertinentes. Tiene que alcanzar cierto grado de especialización en áreas determinadas del conocimiento, tales como la economía, la política internacional, la cultura. Le corresponde desentrañar las líneas fundamentales de los conflictos que definen la contemporaneidad. Al tanto del acontecer cotidiano, debe explorar el trasfondo oculto tras los hechos de la realidad.

Los adelantos de la técnica presentan un servicio de indiscutible valor al trabajo de investigadores, especialistas, maestros, periodistas. Según advirtió Maquiavelo, cada solución engendra nuevos problemas. El uso indiscriminado de las técnicas contemporáneas puede inducir a adicciones que interfieren con el desarrollo de un sujeto crítico. En el plano  de las ideas, la euforia ante lo novedoso alienta la presencia creciente de un pensamiento de inspiración tecnocrática contrapuesto a la tradición humanista que debemos preservar.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2018-01-14/el-papel-sigue-estando-ahi-14-01-2018-22-01-36

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India: Declaración de Delhi sobre acceso abierto al conocimiento

Lanzado el 14 de febrero de 2018

Declaración de Delhi sobre acceso abierto

Esta declaración fue elaborada por un grupo compuesto por investigadores y profesionales que trabajan para abrir el acceso a productos de investigación para el bien público en la India. La declaración está dirigida a las comunidades científicas, las sociedades académicas, los editores, los financiadores, las universidades y las instituciones de investigación para promover la apertura en las comunicaciones científicas y de investigación.

Preámbulo

La región del sur de Asia, hogar del 24% de la población mundial, enfrenta grandes desafíos como el hambre, la pobreza y la desigualdad. Estos desafíos se convierten en la responsabilidad colectiva de académicos y expertos en universidades de investigación de todo el país. En consecuencia, es imprescindible que los institutos de investigación compartan los resultados de la investigación científica y aceleren la investigación científica. El movimiento Open Access, cuyo objetivo es hacer que todos los resultados de investigación financiados con fondos públicos estén a disposición del público para el bien público, está ganando impulso.

» Abierto significa que cualquiera puede acceder, usar, modificar y compartir libremente para cualquier propósito(sujeto, como máximo, a requisitos que preservan la procedencia y la apertura)» – Definición abierta .

Según la Iniciativa de Acceso Abierto de Budapest ( BOAI), ‘ Acceso Abierto ‘ (a la literatura académica) es «disponibilidad gratuita en Internet pública, lo que permite a los usuarios leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar o vincular al máximo textos de estos artículos, rastreelos para indexarlos, páselos como datos al software, o úselos para cualquier otro propósito legal, sin barreras financieras, legales o técnicas que no sean inseparables de obtener acceso a Internet en sí «.

Desde el lanzamiento de la BOAI el 14 de febrero de 2002, varias sociedades académicas, comunidades académicas y gobiernos están realizando esfuerzos para que el contenido académico sea abierto. Sin embargo, debido a varias razones, los productores (académicos), editores y lectores (académicos y la sociedad en general) no aprovechan todo el potencial de Open Access, y el mundo sigue desconectado en términos de compartir el contenido académico abiertamente. .

Según el Scimago Journal & Country Rank (SJR ), India ocupa el noveno lugar en el año 2016 produciendo alrededor de 13 lakhs artículos. Sin embargo, el 82% de ellos no son de acceso abierto y los repositorios institucionales en India están escasamente poblados a pesar de contar con mandatos de acceso abierto. El Directorio de Open Access Journals ( DOAJ ) enumera solo 200 de las más de 20,000 revistas publicadas en India.

El BOAI histórico tiene ahora 16 años, pero aún existe la necesidad de que todos nosotros seamos educados y empoderados para realizar el poder del acceso abierto al contenido académico y aprovecharlo para el bien público en la India. Con las florecientes publicaciones académicas comerciales y el aumento de la diversidad en términos de disponibilidad y accesibilidad a la información, necesitamos crear un marco necesario para hacer que Open Access sea el valor predeterminado para 2025 en India.

Para garantizar una amplia disponibilidad y fomentar el uso de los datos de investigación e información con el propósito de hacer frente a los desafíos multifacéticos, acceso abierto a la financiación pública de investigación y producción científica han de estar disponible bajo licencias abiertas (por ejemplo Creative Commons ), mientras que se reconoce debidamente el intelectual propiedad (trabajo / derechos de los creadores / productores / autores).

Declaración

Nosotros, los contribuyentes y los firmantes de esta declaración, los miembros del acceso abierto de la India, el acceso abierto comunidades de práctica en la India y los asistentes de la OpenCon 2018 Nueva Delhi a cabo el 3 de febrero, 2018 a Acharya Narendra Dev College, Kalkaji, Nueva Delhi (Universidad de Delhi) acuerda emitir esta declaración:

  1. Abogamos por la práctica de Open Science (compartir métodos de investigación y resultados abiertamente que evitarán «reinventar la rueda») y la adopción de tecnologías abiertas para el desarrollo de modelos para compartir ciencia y becas (Open Scholarship) para acelerar el progreso de la investigación y para abordar los desafíos sociales reales
  2. Nos esforzaremos por publicar nuestros resultados de investigación interinos como preimpresiones o impresiones posteriores (por ejemplo, repositorios institucionales) y alentaremos a nuestros colegas y supervisores a hacer lo mismo para que nuestra investigación sea abierta y procesable de manera oportuna.
  3. Vamos a practicar y animar a los investigadores y científicos para poner en práctica la apertura en la revisión inter pares y otros servicios editoriales, influir en las sociedades académicas para voltear sus revistas en acceso abierto y contribuirá al desarrollo de la lista blanca de revistas de acceso abierto en la India se adhiere a los “ Principios de Transparencia y Mejores Prácticas en Publicaciones Académicas «.
  4. Obtendremos el apoyo de las partes interesadas relevantes (académicos, equipos editoriales de revistas, bibliotecas universitarias, financiadores de investigación, autoridades a cargo de la diseminación de becas en educación superior) para encabezar el movimiento Open Access.
  5. Vamos a llevar adelante el concepto de Acceso Abierto para llevar aún más todos los resultados de investigación financiados con fondos públicos (no solo a la literatura de revistas) a libre disposición bajo licencias abiertas al público para usar, reutilizar y compartir en cualquier medio en formatos abiertos.
  6. Impresionaremos a los legisladores para que adopten un sistema de evaluación abierto para la investigación y un sistema de recompensa institucional para practicar la apertura en la ciencia, las comunicaciones científicas y la investigación académica en todas las disciplinas, incluidas las Humanidades y las Ciencias Sociales
  7. Vamos a apoyar y trabajar para un sistema de recompensas se alternan en el reconocimiento y la promoción no en términos del ‘factor de impacto’ de las revistas, pero el ‘impacto’ de los artículos / beca en la ciencia y la sociedad y convencer a todos los científicos / académicos , financiadores de investigación, institutos de investigación, universidades, academias y sociedades académicas para firmar la Declaración de San Francisco sobre Evaluación de Investigación ( DORA ).
  8. Estamos totalmente de acuerdo con la Declaraciónconjunta COAR-UNESCO sobre Acceso abierto ,  Llamada Jussieu y Declaración de Dakar . Y también seguirá la iniciativa internacional Open Access 2020 , para desarrollar hojas de ruta para apoyar modelos sostenibles de comunicación académica de Acceso Abierto, que sean gratuitos para los autores y de libre disponibilidad para los lectores.
  9. Mientras aprenden de la cooperación Sur-Sur sobre Acceso Abierto, trabajarán para desarrollar un marco para Acceso Abierto en India y Asia del Sur: Políticas Nacionales para Acceso Abierto y planes de acción específicos para cada país serán formulados para hacer que el Acceso Abierto sea el predeterminado en India y Asia meridional, para 2025.
  10. Para crear más conciencia sobre el acceso abierto, la infraestructura, la creación de capacidades, los mecanismos de financiación y políticas, así como para incentivar el acceso abierto, nos presentamos para compartir historias de éxito, estudios y debates durante la Semana de acceso abierto.

Adoptado el 14 de febrero de 2018

Signatarios (en orden alfabético junto con la afiliación):

Anasua Mukherjee, BRICSLICS
Anup Kumar Das, Open Access India; CSSP, JNU
Arul George Scaria, UDE Delhi
Barnali Roy Choudhury, el acceso abierto la India
Bhakti R Gole, Open Access India
Girija Goyal, ReFigure.org
Javed Azmi, Jamia Hamdard
Kávya Manohar, Open Access India
Neha Sharma
Nirmala Menon IIT Indore
Sailesh Patnaik, Acceso al conocimiento, la CEI
Savithri Singh, idea India
Sridhar Gutam, Open Access India
Subhashish Panigrahi, Internet Society, la Fundación O
Vijay Bhasker Lode, Open Access India
Virendra Kamalvanshi, Universidad hindú de Benarés
Tanveer Hasan AK, el acceso al conocimiento, Bangalore
Waseem Una Malla

La División de Sociedades del Conocimiento de la UNESCO apoya esta Declaración .

Para firmar la declaración, complete el formulario:https://goo.gl/forms/BUJSRusvtRlYOaFl2 y su nombre será agregado.

Contacto:
Sridhar Gutam, Coordinador, Open Access India
Correo electrónico: sridhar@openaccessindia.org o gutam2000@gmail.com
Teléfono: + 91-9005760036 / + 91-8002678768

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El libre acceso al conocimiento: ¿alternativa para una sociedad post-capitalista?

Santiago José Roca P.

Rebelión

Introducción

La situación económica mundial muestra características negativas que hoy día son bien conocidas, como la ineficiencia de la utilización de recursos para la satisfacción de necesidades sociales y la sobre-explotación del ambiente, aspectos que dan cuenta del agotamiento de un modelo de crecimiento y origina una crítica que ha fructificado en conceptos como “post-extractivismo” y “post-capitalismo“. En la medida en que el extractivismo y el industrialismo se vinculan con el modelo de desarrollo socioeconómico, resulta congruente revisar cómo la intervención de dinámicas tecnológicas / productivas diferentes puede contribuir con modelos de crecimiento sustentables.

En razón de estas premisas se ha extendido la preocupación por definir un modo de producción de bienes y servicios cuyos eslabones (conocimiento, trabajo, infraestructura, etc.) se encuentran distribuidos pero son gestionados de forma colectiva. Pero si bien la producción distribuida puede ser importante para la formación de modos de producción de bienes y servicios más acordes con un modelo de desarrollo sustentable, también es necesario reconocer que el desarrollo tecnológico es resultado de numerosos contextos de decisión. Por tanto resulta pertinente explorar el trasfondo filosófico-político de la producción distribuida, contexto en el que términos como “conocimiento libre” y “tecnologías libres” resultan pertinentes.

Las tecnologías libres se conciben como parte de una matriz productiva de procesos y productos abiertos (como la producción peer-to-peer y el software libre respectivamente), con presencia de entidades de gestión comunitaria (como Wikimedia Foundation) y formas de licenciamiento (como Creative Commons) que procuran la conservación de los flujos de creación de valor. El énfasis en la “comunidad” implica que los recursos son concebidos como bienes comunes, por lo que se manejan de acuerdo con normas consensuadas que abarcan la mutualización de recursos y la complementariedad de las actividades de producción y consumo. Adicionalmente, este cuadro requiere el ordenamiento de ciertas pautas de gobernanza colaborativa que contribuyan a impulsarlo en un contexto socioeconómico esencialmente antagónico.

Finalmente, esta perspectiva se plantea describir un modo de gestión del conocimiento del cual se puede derivar el diseño de encadenamientos productivos y de modelos de servicio para responder a la satisfacción de necesidades básicas y secundarias. Para ello investigaremos también el trasfondo de las prácticas de “economía y consumo colaborativo” y su relación con el acceso al conocimiento.

Economía del conocimiento y economía colaborativa

En los países de la periferia del capitalismo, la baja de los ingresos petroleros -como crisis recurrente del rentismo petrolero- ha causado dificultades para mantener el nivel de importación de insumos para las actividades productivas. Esta coyuntura puede representar una oportunidad para explorar formas endógenas de responder a las necesidades sociales sin recurrir preferentemente a la renta petrolera. En este sentido, el campo del “conocimiento”, que integra todos los elementos relacionados con su generación y puesta en circulación (contenidos, talento humano, infraestructura, etc.), puede ser un factor importante para crear dinámicas virtuosas que sirvan para explotar variables latentes y visualizar oportunidades de creación de valor social y de mercado.

Resulta pertinente indagar sobre las posibilidades de esquemas distribuidos en el aprovechamiento de recursos tangibles e intangibles que contribuyan con la generación de complementariedades productivas basadas en el conocimiento y la tecnología. Los conceptos de economía y consumo colaborativo (“sharing economy” y “collaborative consumption”) pueden ser claves en este planteamiento. La economía colaborativa se distingue por la activación de dos ventajas: (a) es posible compartir / intercambiar recursos y tareas a partir de bienes sub-utilizados y oportunidades latentes; y (b) las tecnologías de información y comunicación tienen un papel central en la optimización de procesos como la coordinación de oferta y demanda. A partir de estos dos elementos se engranan todo tipo de experiencias de economía colaborativa, y las diferencias surgen cuando se organiza la creación de valor de acuerdo con un determinado esquema de gestión de la “empresa”.

La perspectiva de integrar recursos subutilizados en iniciativas de trabajo colaborativo resulta atractiva no sólo desde una visión corporativa sino también desde una visión comunitaria. Desde esta perspectiva, “ comunitari o significa todo tipo de esfuerzo asociativo o cooperativo que contrasta con un modelo centralizado y propietario de concentración de capitales. Por lo tanto existe un a diferenciación entre los modos de gestión del conocimiento: corporativo (privativo / centralizado ) , asociativo (colaborativo / distribuido) y mixto s . En razón de este contraste intentaremos comprender el aporte del conocimiento y las tecnologías libres a una economía del conocimiento post-petrolera.

Entonces tenemos dos escenarios. Por un lado, la economía colaborativa (abierta y comunitaria) puede contribuir con la diversificación y sustentabilidad de las actividades de I+D para dar cabida a actores públicos, privados, comunitarios y mixtos en diversas actividades asociadas con proyectos de tecnologías de información y comunicación (Roca 2017) . Pero este esquema también puede apuntalar frentes tecnológicos como la manufactura y la producción agroalimentaria a través de la implementación de iniciativas que permitan el acceso a recursos compartidos (repositorios de saberes, fabricación distribuida, licencias de reciprocidad, etc.) y puede ayudar a superar modelos cerrados que generan dependencia. De tal forma que el planeamiento de cadenas abiertas y participativas hace énfasis en fortalezas que se ocultan con una lógica privativa .

Conocimientos y tecnologías como bienes comunes

Es claro que en una economía del conocimiento orientada por valores colaborativos, el conocimiento y la tecnología libre pueden tener un papel importante como fuerzas dinamizadoras del proceso de producción. Convencionalmente, c onocimiento y tecnología “libre” son conceptos que se refiere n a creaciones intelectuales que se encuentran protegidas por contratos de propiedad intelectual que favorecen el acceso y la reutilización de las fuentes. D esde la perspectiva de la ingeniería de procesos socioproductivos el conocimiento y las tecnologías libres se caracterizan también por que fomentan procesos participativos de generación de productos abiertos. L a manera en que las comunidades de software libre se organizan para crear productos de programación es un buen ejemplo de esta aproximación.

Si queremos estudiar este esquema de producción en contexto, no podemos pasar por alto que las experiencias de conocimiento libre se encuentran acompañadas por la presencia de organizaciones “sin fines de lucro” que procuran la supervivencia del proyecto ( p or ejemplo, Wikimedia Foundation y Mozilla son organizaciones que gestionan la financiación y concreción de varios proyectos de conocimiento libre ). Estas organizaciones implementan prácticas para que los recursos y las relaciones entre productores y usuarios se mantengan en el ámbito del procomún ( tales como pautas de gobernanza y licencias libres como General Public License y Creative Commons ) .

En resumen la producción basada en conocimiento y tecnologías libres, o en el conocimiento como procomún, se identifica por que genera dos tipos de bienes:

  • Bien producido: existe información disponible sobre las fuentes del producto (sea el código del programa informático, las fuentes del documentos o los planos de un diseño) y se conceden permisos para su reutilización. Los resultados del proceso de producción suelen considerarse parte de un banco de recursos y se establecen contratos – o “licencias”- que norman las relaciones entre los co-productores y los usuarios de tales productos.
  • Bien organizacional: se practican formas de producción abiertas ( p.e. peer-to-peer ) que garantizan el acceso a recursos distribuidos (bases de conocimiento, infraestructura, etc.) (Bauwens 2006; Benkler 2003) . L os productos se identifican con un grupo o asociación que los mantiene como bien común, sea una comunidad difusa (p.e. los desarrolladores de software) o una organización concreta (p.e. una fundación).

L a creación de conocimiento libre requiere la existencia de procesos de producción participativos, productos abiertos y reutilizables , asociaciones de gestión y formas de contrato que procuren la conservación de esta forma de producción . A su vez, este esquema puede genera r diferentes experiencias en razón de que repose sobre un modo de gestión privativo, asociativo o mixto. Esta forma de integración puede asemejarse a la que utilizan algunas organizaciones de gestión de bienes comunes, basados en la creación de prácticas de gobernanza colectiva y la gestión de recursos compartid os ( Hess y Ostrom 2016 ) .

El problema de la “creación de valor”

Si nos enfocamos en la manera en que el conocimiento y las tecnologías libres presentan una oportunidad para estructurar los procesos de producción, no resulta difícil encontrar afinidades con la economía colaborativa dado que, como en ésta , las tecnologías libres ofrecen formas de compartir recursos y colaborar en tareas comunes. Pero entonces nos interesa responder cómo este tipo de experiencia puede generar valor social ( resultado directo o externalidades positivas) y valor de mercado ( monetario o no monetario ).

El punto de partida es el modelo de gestión de l conocimiento como factor productivo. De acuerdo con estudiosos en la materia, hablamos de “bien es com u n es ” si existen recursos que son compartidos de acuerdos con ciertas normas que establece una comunidad más o menos definida ( Hess y Ostrom 2016 ) . Pero no se trata só l o de un problema de acceso y regulación sino que, d ados estos elementos, es necesario identificar los sujetos y los medios de capitalizar el valor generado por los participantes , lo cual se relaciona con la propiedad y el manejo de factores productivos. Por lo tanto a este esquema de tres elementos le agregamos el factor de la base económica y sus pautas de funcionamiento .

Resulta necesario explorar los modelos de sostenibilidad de experiencias comunitarias de economía colaborativa y conocimiento libre, de manera que podamos sintetizar las propiedades del esquema para destacar s us ventajas y desventajas. Es claro que en las economías actuales es necesario definir cómo las actividades orientadas al procomún pueden beneficiarse de las ventajas de la colaboración y retribuir a los participantes con incentivos económicos y sociales en concordancia con su esfuerzo. La ventaja de esta perspectiva es que no reduce la actividad económica a la obtención de ingresos y reconoce la importancia de generar capital social.

Por ejemplo, Bauwens y Niaros (2016) se enfocan en la delimitación de un modo de intercambio y producción que integre conocimiento compartido, mutualización de infraestructuras, distribución equitativa de valor y armonía con el ecosistema. Para ello revisan algunas experiencias de emprendimientos basados en e l procomún, que valoran en razón de su vinculación con el mercado, y elaboran conceptos como “soberanía del valor”, que identifica el interés en mantener el régimen de valor protegido de fuerzas privativas. También podemos considerar como referencia el caso de la Telefonía Celular Comunitaria de Oaxaca, México, donde la integración de comunidades, pautas regulatorias y recursos permite la gestión comunitaria de una empresa tecnológica con un modelo de negocios adaptado a sus fines sociales (Huerta y Lawrence 2016). En este campo, el foco de atención podrían ser las interconexiones entre la orientación al mercado y al procomún, considerando las diferentes prácticas de mercado como expresión económica -parcial- de la segunda.

Horizontes y alternativas

Ahora bien, la producción basada en el conocimiento como procomún no se identifica estrictamente con actividades relacionadas con las tecnologías de comunicación e información, aunque haya tomado auge en este campo. La producción de bienes básicos puede beneficiarse de la disponibilidad distribuida de activos como el conocimiento y las maquinarias. Tomemos por caso un proyecto de producción de harinas en el que nos encontramos como alternativa la fabricación de maquinarias y equipos para la satisfacción de mercados locales. Una mirada convencional -en el contexto rentista- hará énfasis en la responsabilidad del Estado en la compra y distribución de tales equipos. Desde una perspectiva no centralizada -pero coordinada- este proyecto podría potenciarse a través de dinámicas como las siguientes:

  • Bases de conocimiento: pueden usarse plataformas abiertas (git) para alojar el diseño de los equipos y mejorarlos de forma colaborativa. Además los repositorios y las páginas de edición colaborativa (wiki) pueden ayudar a registrar las necesidades de fabricación de piezas y la ubicación de los recursos y talentos disponibles. Así mismo es posible que se incorporen iniciativas de diferentes países.
  • Diseño abierto: los diseños compartidos a través de estos medios serían estudiados por comunidades de tecnólogos y contarían con licencias que fomenten la reciprocidad. Podrían darse dinámicas en las que se resuelven problemas de forma colaborativa y se generan productos intelectuales ajustados a necesidades específicas. Un ejemplo puede encontrarse en la web: http://opensourceecology.org/gvcs/.
  • Infraestructuras compartidas: la mutualización de infraestructura implica la utilización de equipos que se encuentran subutilizados de acuerdo con ciertas pautas de responsabilidad compartida. Ciertas iniciativas de préstamo / alquiler pueden facilitar que la provisión de herramientas y equipos se mejore con aportes de los productores.
  • Fabricación distribuida: puede aprovecharse este tipo de relaciones para la fabricación de partes d e forma colaborativa, lo que además podría ayudar a crear un mercado de piezas y equipos. Un ejemplo de este punto puede encontrarse en el movimiento “ maker ” (http://hacedores.com/movimientomaker/).
  • Sustentación colaborativa: los proyectos pueden obtener recursos financieros si permiten a la participación de ciertos interesados en sus actividades, para lo cual existen plataformas que facilitan la recaudación de fondos provenientes de crowdfunding ( https://www.goteo.org/ ). También existe la opción de los bancos de tiempo (http://www.bdtonline.org/), en los cuales se ofrecen o se intercambian servicios.
  • Entidades de gestión y comunidades de productores asociados : las dinámicas de construcción colaborativa requieren la presencia de comunidades de productores y de asociaciones que c analicen los esfuerzos y les brinden permanencia. Estas organizaciones deciden las pautas de operación técnica y las normas de gobernanza de los proyectos, además de que facilitan la representación de los productores y la creación de instrumentos jurídicos coherentes con los fines propuestos.
  • Producción y valor social: el proyecto podría generar beneficios tangibles como la disponibilidad de maquinarias y la posibilidad de satisfacer la demanda de alimentos a nivel local, así como también beneficios intangibles, como nuevas oportunidades de educación y ocupación laboral. La creación de lazos de confianza y la conformación de una cultura política basada en la colaboración y el acceso a la información pueden ser beneficios adicionales.

El prototipo de un emprendimiento productivo prioritario como el equipo de procesamiento de alimentos del ejemplo puede integrarse en este modelo para favorecer su producción descentralizada. Así mismo, el enfoque asociativo y desconcentrado puede ser coordinado por un nodo central para atender tareas complejas como el desarrollo de emprendimientos para el escalamiento de fábricas de partes. El objetivo sería la activación e integración de recursos productivos y talentos que ya se encuentran disponibles y la superación de esquemas centralizados e ineficaces.

Tecnologías libres y política del conocimiento

Como cierre, es necesario recordar la importancia de la filosofía política en la formulación de propuestas de visión geopolítica, ecológica, de género o de clase. En un campo donde colindan y se confunden el liberalismo de Benkler, el comunitarismo de Lessig o el libertarianismo de Stallman, no está de más pensar en las bases filosóficas de una aproximación sociopolítica al conocimiento libre (Quintero y Roca 2017). Por ejemplo, tomando en cuenta la permanencia de fenómenos como el colonialismo y el extractivismo en los países del Sur , planteamos e n otro trabajo que un diálogo entre las tecnologías libres y la geopolítica del conocimiento es posible a partir de una posición filosófica que incorpore críticamente el papel de las comunidades de conocimiento libre en la formulación de una perspectiva del “desarrollo” (Roca 2018) .

Un punto de referencia puede ser la reinterpretación de conceptos como “comunalidad” y “desarrollo”. Para Arturo Escobar (2014), el cuestionamiento del concepto de “desarrollo” y el protagonismo de referentes como “Buen Vivir” y “post-extractivismo” ha permitido la incorporación del tema de la “comunalidad”. Los teóricos de la colonialidad conjugan con la crítica a la noción convencional de “desarrollo” con el planteamiento de la “ de-colonialidad del poder”, la cual, de acuerdo con Aníbal Quijano (2012) , se encuentra representada en prácticas de reciprocidad en la organización del trabajo, la redistribución equitativa de los recursos tangibles e intangibles, y la orientación hacia la organización comunal en escala local y global. Por otro lado, de acuerdo con García Linera la comunalidad puede proporcionar “una nueva forma social a la intercomunicación e interdependencia mundializada de los productores (…) [y] a ciertas cualidades de la forma del desarrollo científico-tecnológico” ( 2009, 367 ) . Estas perspectivas pueden considerarse aportes a la idea de “asociatividad” como base de un sistema de gobernanza colaborativa.

En síntesis, existen elementos suficientes para pensar en la producción abierta y comunitaria con una perspectiva que proporcione identidad propia a los esfuerzos que se realizan desde los movimientos sociales. El reto está en reinterpretar los valores de la producción abierta en el marco de los proyectos de vida de las comunidades cívicas que participan en la arena política. Aunque tomamos como referencia el problema de la colonialidad, es claro que una agenda cívica puede incluir temas diversos como la perspectiva de género o la adecuación ambiental, entre tantos otros.

Conclusiones

En este texto estamos tratando sobre perspectivas que dialogan con las prácticas del mercado convencional de modo similar a las alternativas de economía social. No obstante, la producción abierta presenta una oportunidad de democratizar el acceso a los activos productivos, y las tecnologías libres presentan una plataforma importante para ello. Por lo tanto, podríamos plantear algunas líneas de un esquema basado en la economía del conocimiento con orientación asociativa. Un mapa general del tema evidencia que se requiere:

  • Fomentar el crecimiento de un ecosistema de productores de bienes y servicios en tecnologías libres en toda área donde la posibilidad de compartir y colaborar contribuya a sustentar iniciativas productivas. Los bancos de recursos pueden ser la base de prácticas productivas donde la reciprocidad y la complementariedad sean valores del ecosistema de producción. Adicionalmente es posible conservar la perspectiva de que las actividades económicas pueden generar valor social y de mercado.
  • Impulsar prácticas y aplicaciones de economía colaborativa y conocimiento libre para ayudar a crear una cultura en la cual la cooperación sea motor de la creación de valor. Los contratos (licencias, p.e.) pueden estar basados en la reciprocidad y la mutualización de recursos como una forma de proteger al conjunto de prácticas orientadas a la privatización del valor. La monetización de las actividades productivas y la vinculación con el mercado se mantienen como preocupaciones en este esquema.
  • Diseñar y poner en práctica coaliciones que favorezcan el surgimiento de iniciativas económicas colaborativas y de otras formas de asociatividad basadas en la gobernanza de los bienes comunes. Así mismo se requiere trabajar en la conformación de entidades de representación para la aprobación de regulaciones que favorezcan el protagonismo de los productores.

Si una sociedad extractivista es aquella en la cual la principal palanca de integración con los mercados internacionales es la oferta de materia prima (con las consecuencias conocidas para el aparato productivo, las instituciones y la cultura del trabajo); para avanzar a una sociedad post-extractivista se requiere crear condiciones de desarrollo no-dependiente que permitan la activación de factores productivos ganados anteriormente (por ejemplo, talento humano e infraestructura) y la creación de beneficios en determinados circuitos de producción, de manera que las iniciativas logren sustentarse y generar resultados como la satisfacción de necesidades básicas y nuevas oportunidades de emprendimiento.

El esquema corporativo puede parecer promisorio pero genera fuerte dependencia con respecto a los propietarios de los fondos de inversión y otros activos. En cambio, la perspectiva de compartir activos sub-utilizados puede proporcionar una alternativa a algunos sectores para participar en la generación total de ingresos a partir de actividades basadas en factores como el conocimiento. En este sentido, el esquema asociativo puede abrir oportunidades para la producción de bienes y servicios a partir de la exploración del mercado laboral o de bienes de capital. El mayor reto sería la introducción de procesos relativamente novedosos en encadenamientos productivos de pequeña y mediana escala.

Referencias.

Bauwens, M. (2006). “The political economy of peer production”. CTheory: 12 (1). Disponible en: http://www.ctheory.net/articles.aspx?id=499

Bauwens, M. y Niaros, V. (2016). Value in the Commons Economy: Developments in Open and Contributory Value Accounting. Heinrich Böll Stiftung.

Benkler, Y. (2003) “La economía política del procomún”. Novática, 163, Mayo-Junio. España.

Escobar, A. (2014). Sentipensar con la tierra. Nuevas lecturas sobre desarrollo, territorio y diferencia. Medellín: Ediciones UNAULA.

García Linera, A. (2009). Forma valor y forma comunidad. Aproximación teórica-abstracta a los fundamentos civilizatorios que preceden al Ayllu Universal. Bolivia: CLACSO.

Hess, Ch. y Ostrom, E. (2016). “Un marco de análisis de los bienes comunes del conocimiento”. Hess, Ch. y Ostrom, E. (Eds). Los bienes comunes del conocimiento. Madrid: Traficantes de Sueños.

Quijano, A. (2012). “’Bien vivir’: entre el ‘desarrollo’ y la des/colonialidad del poder”. Viento Sur. Número 122; pp. 46-56.

Quintero, D. y Roca, S. (2017). “Economía del Conocimiento: del Capitalismo Cognitivo a la Economía del Procomún”. Revista Conocimiento Libre y Licenciamiento. N° 16 (8). Mérida: CENDITEL.

Roca, S. (2017). “La producción abierta y comunal basada en el conocimiento libre como forma de creación de valor social ” . “II Congreso Internacional: Ciencia, Tecnología e Innovación desde la perspectiva del Desarrollo Económico y Social de Latinoamérica y el Caribe”. Zulia: Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt.

Roca, S. (2018). “ Tecnologías Libres: aportes para una Geopolítica del Conocimiento del Sur” . En proceso de publicación. Biblioteca Digital Latinoamericana de Antropologías. Mérida: Red de Antropologías del Sur.

Tomado de: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237152&titular=el-libre-acceso-al-conocimiento:-%BFalternativa-para-una-sociedad-post-capitalista?-

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Tec de Monterrey impulsará sus contenidos educativos y académicos digitales de acceso abierto

América del NOrte/Mexico/Observatorio ITESM

Se reveló una noticia muy positiva para la educación en México en el marco del 48° Congreso de investigación y Desarrollo del Tecnológico de Monterrey. Joaquín Guerra, vicerrector Académico de Innovación Educativa del Tec, definió la nueva política de la institución en la se permite acceso abierto a sus contenidos educativos y académicos digitales.

En el CIIE 2017, Salvador Alva hizo hincapié en que la efectividad de la educación en el futuro y la prosperidad de las sociedades dependen en gran medida del libre acceso a la educación. Con esta política el Tecnológico de Monterrey pretende que sus profesores y alumnos tengan mayor visibilidad e impacto en la sociedad. Pero lo más relevante es que está decisión intenta favorecer la libre difusión del conocimiento.

Nueva política de acceso abierto del Tec de Monterrey

 

Los lineamientos de dicha política serán publicados en breve, sin embargo, Joaquín Guerra adelantó que esta iniciativa tiene un compromiso con la diseminación del conocimiento científico, tecnológico y de innovación como sea posible. El Tecnológico de Monterrey promoverá el acceso abierto y la consulta libre y gratuita a través de internet de mucho de su contenido digital y la de su comunidad académica con la autorización expresa de los autores y bajo licencias “Creative Commons” que estos elijan.

El Observatorio tiene más de 4 años compartiendo información sobre tendencias eninnovación educativa de manera gratuita. Hoy, nos complace comunicar que la institución a la que pertenecemos anuncié que sus contenidos académicos y educativos digitales sean de acceso abeirto en apoyo a la diseminación del conocimiento.

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/tec-de-monterrey-politica-acceso-abierto

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Libro: 10 Mitos sobre la Cultura Libre y el Acceso Abierto al Conocimiento

Santiago García Gago

Detalles del libro:

CATEGORÍA
Año: 2014
Editor: RadiosLibres.net
Páginas: 32 páginas
Idioma: español
Desde: 16/10/2014
Tamaño: 1.81 MB
Licencia: Pendiente de revisión

Contenido:

Hay quienes dicen que el movimiento de la Cultura Libre favorece la piratería. Otros lo acusan de matar de hambre a quienes hace arte y cultura y no falta quien lo culpa de la escasez de creaciones culturales en este siglo. Todos son mitos. Solo eso, mitos que impiden el acceso a la cultura y al conocimiento de forma libre y abierta. Ninguno es cierto e iremos desmitificando, uno por uno, hasta completar los 10 más repetidos.

Esperamos que al final de esta guía te sumes, como persona, como organización o como medio de comunicación, a esta revolución que tiene como objetivo democratizar el acceso al conocimiento.

Y como también le apostamos a la revolución de las palabras y a hacer del castellano un idioma más inclusivo, en esta guía usaremos la expresión “der echo autoral” para referirnos al tradicional “der echo de autor”. Porque en el mundo hay autores y autoras y ellos no son los únicos que tienen derechos.

Derechos: https://openlibra.com/es/book/download/10-mitos-sobre-la-cultura-libre-y-el-acceso-abierto-al-conocimiento

Fuente:https://openlibra.com/es/book/10-mitos-sobre-la-cultura-libre-y-el-acceso-abierto-al-conocimiento

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