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Amnistía Internacional publica su política y su investigación sobre la protección de los derechos de las trabajadoras y los trabajadores sexuales

Noruega/26 mayo 2016/Autor: Amnistía Internacional

“Si un cliente se porta mal contigo, al final tienes que solucionarlo tú misma. Sólo llamas a la policía en caso de peligro de muerte. Si llamas a la policía, lo pierdes todo.»

–Trabajadora sexual de Noruega

Amnistía Internacional publica hoy su política sobre la protección de las trabajadoras y los trabajadores sexuales frente a los abusos y las violaciones de derechos humanos, junto con cuatro informes de investigación sobre este asunto en Papúa Nueva Guinea, Hong Kong, Noruega y Argentina.

“Las personas dedicadas al trabajo sexual están especialmente expuestas a sufrir toda una serie de abusos contra los derechos humanos, como violación, violencia, extorsión y discriminación. Con demasiada frecuencia la protección de la ley y los medios de resarcimiento con que cuentan son escasos o inexistentes», ha explicado Tawanda Mutasah, director general del Programa de Derecho Internacional y Política de Amnistía Internacional.

“Nuestra política indica que los gobiernos deben tomar aún más medidas para proteger de los abusos y violaciones de derechos humanos a quienes se dedican al trabajo sexual. Nuestra investigación pone de relieve los testimonios de estas personas y los problemas a que se enfrentan a diario.»

La política

La política de Amnistía Internacional es la culminación de extensas consultas de ámbito mundial, un minucioso examen de datos sustanciales y normas internacionales de derechos humanos e investigación directa, llevados a cabo a lo largo de más de dos años.

Su aprobación formal y su publicación son el resultado de una decisión democrática, tomada por el movimiento global de Amnistía Internacional en agosto de 2015 (disponible aquí) y de la que se informó ampliamente entonces.

En la política se formulan varios llamamientos a los gobiernos para que, entre otras cosas, garanticen la protección contra el daño, la explotación y la coerción; la participación de las trabajadoras y los trabajadores sexuales en la elaboración de las leyes que afectan a su vida y a su seguridad, el fin de la discriminación, así como el acceso a la educación y a oportunidades de empleo para todas las personas.

Se recomienda la despenalización del trabajo sexual consentido, incluida la anulación de las disposiciones legales que prohíben las actividades conexas, como la prohibición de la compra y el ofrecimiento de servicios sexuales y de la organización general de trabajo sexual Esta recomendación está basada en la evidencia de que tales disposiciones hacen a menudo que las personas dedicadas al trabajo sexual estén menos seguras y que se abuse de ellas con impunidad, pues es frecuente que tengan demasiado miedo a que las sancionen para presentar una denuncia ante la policía. Las leyes sobre el trabajo sexual deben estar centradas en la protección contra la explotación y los abusos, no en intentar prohibirlo por completo y sancionar a quienes se dedican a él.

La política de Amnistía Internacional refuerza su postura de que el trabajo forzoso, la explotación sexual infantil y la trata de seres humanos son abusos atroces contra los derechos humanos, que hacen necesaria una acción concertada y que, con arreglo al derecho internacional, han de estar penalizados en todos los países.

“Queremos que se modifiquen las leyes para centrarlas en conseguir que la vida de las personas que se dedican al trabajo sexual sea más segura y que mejore su relación con la policía, a la vez que se aborda el problema absolutamente real de la explotación. Queremos que los gobiernos se aseguren de que ninguna persona es coaccionada para vender servicios sexuales o no puede dejar el trabajo sexual si decide hacerlo», ha añadido Tawanda Mutasah.

Queremos que se modifiquen las leyes para centrarlas en conseguir que la vida de las personas que se dedican al trabajo sexual sea más segura y que mejore su relación con la policía, a la vez que se aborda el problema absolutamente real de la explotación. Queremos que los gobiernos se aseguren de que ninguna persona es coaccionada para vender servicios sexuales o no puede dejar el trabajo sexual si decide hacerlo.
Tawanda Mutasah, director general del Programa de Derecho Internacional y Política de Amnistía Internacional

La investigación

Un extenso trabajo de investigación, incluidos cuatro informes específicos desde el punto de vista geográfico que se han publicado hoy junto con la política de Amnistía Internacional, muestra que las trabajadoras y los trabajadores sexuales sufren a menudo terribles abusos contra los derechos humanos. Es así debido en parte a la criminalización, que agrava su situación de peligro y marginación y les impide buscar protección contra la violencia y solicitar servicios jurídicos y sociales.

“Algunas trabajadoras sexuales nos contaron que la criminalización permite a la policía acosarlas y no dar prioridad a sus denuncias y a su seguridad», ha explicado Tawanda Mutasah.

En vez de centrarse en proteger a las trabajadoras y los trabajadores sexuales de la violencia y el crimen, las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley de muchos países se centran en prohibir el trabajo sexual por medio de la vigilancia, el acoso y las redadas.

La investigación de Amnistía Internacional revela que las personas que realizan trabajo sexual suelen tener muy poca o ninguna protección frente a los abusos y carecer de resarcimiento por medios judiciales incluso en los países donde la venta de servicios sexuales es legal.

Papúa Nueva Guinea

En Papúa Nueva Guinea es ilegal vivir del trabajo sexual y organizar actividades de comercio sexual. La homosexualidad también está penalizada y es la principal causa de procesamiento de trabajadores sexuales.

La investigación de Amnistía Internacional ha determinado que esta legislación penal permite a la policía amenazar, extorsionar y detener arbitrariamente a las personas dedicadas al trabajo sexual.

Las trabajadoras y los trabajadores sexuales de Papúa Nueva Guinea sufren en grado extremo estigmatización, discriminación y violencia, incluidos la violación y el asesinato. Según una encuesta de investigación académica de 2010, en un periodo de seis meses el 50% de las personas dedicadas al trabajo sexual en la capital del país, Port Moresby, habían sido violadas por clientes o por la policía.

Amnistía Internacional escuchó testimonios terribles de personas que habían sido sometidas a violación y abusos sexuales por agentes de policía, clientes y otros agresores, pero tenían demasiado miedo para denunciarlo porque incluso ellas mismas se consideraban «ilegales».

Mona, trabajadora sexual sin hogar, contó a Amnistía Internacional: “La policía comenzó a golpear a mi amigo [un cliente] y a mí […] Seis agentes tuvieron sexo conmigo uno tras otro. Estaban armados, así que tuve que hacerlo. No tengo ningún apoyo para denunciarlos ante los tribunales. Fue muy doloroso, pero lo he dejado estar. Si recurro a la ley, no podrán ayudarme, porque el trabajo sexual es ilegal en Papúa Nueva Guinea.»

La policía de Papúa Nueva Guinea ha utilizado preservativos como prueba contra personas dedicadas al trabajo sexual, a quienes a menudo se estigmatiza y se acusa de ser «propagadoras» de enfermedades. Esta práctica hace que muchas se abstengan de buscar información y servicios de salud sexual y reproductiva, incluso para el VIH/sida.

Mary, trabajadora sexual, explicó: “Cuando nos agarra o nos retiene la policía, si nos encuentran condones nos golpean y dicen que promovemos el sexo o que somos las que propagamos enfermedades de esas como el VIH. La policía pide dinero; nos amenaza o nos dice que le demos tanto. Nosotras se lo damos, porque tenemos miedo de que nos golpeen si no.”

Hong Kong

En Hong Kong, vender servicios sexuales no es ilegal si se trata de una persona que lo hace en un domicilio particular. Sin embargo, trabajar en lugares aislados deja a las trabajadoras y los trabajadores sexuales en situación vulnerable, expuestos a sufrir robos, agresiones físicas y violaciones.

En su calidad de trabajadora sexual, Queen contó a Amnistía Internacional: “No he denunciado nunca ningún delito, como violación, porque temo que me acusen de ofrecer servicios sexuales.”

No he denunciado nunca ningún delito, como violación, porque temo que me acusen de ofrecer servicios sexuales.
Queen, trabajadora sexual en Hong Kong

Las personas dedicadas al trabajo sexual en Hong Kong no sólo reciben poca protección de la policía, sino que a veces son sometidas deliberadamente a acoso por ella.

La investigación de Amnistía Internacional revela que los agentes de policía ejercen a menudo sus atribuciones de manera indebida para atrapar y sancionar a estas personas tendiéndoles trampas, extorsionándolas y coaccionándolas. Se permite que agentes de policía de incógnito reciban en el curso de su trabajo determinados servicios sexuales de personas dedicadas al trabajo sexual para conseguir pruebas. Amnistía Internacional ha registrado también casos de policías o individuos que afirmaban serlo que dijeron a trabajadoras o trabajadores sexuales que podían librarse de sanciones legales si les daban dinero o sexo «gratis».

Las personas trans dedicadas al trabajo sexual suelen ser objeto de prácticas policiales especialmente abusivas, como humillantes e invasivos cacheos integrales, practicados por agentes varones a mujeres trans.

“Hay mucho manoseo y mucha mofa”, explicó un abogado que defiende a personas trans dedicadas al trabajo sexual en Hong Kong.

Tras su detención, las trabajadoras sexuales trans pueden ser enviadas a centros de detención para hombres y a unidades especiales para personas con enfermedades mentales.

Noruega 

En Noruega, comprar servicios sexuales es ilegal, pero el acto directo de venderlos, no. Otras actividades relacionadas con el sexo están penalizadas, entre ellas la «promoción de la prostitución» y alquilar establecimientos para vender servicios sexuales.

A pesar del alto índice de violaciones y violencia de clientes y bandas organizadas, el grado de resistencia de las personas dedicadas al trabajo sexual a denunciar la violencia ante la policía es muy alto.

“Fui a casa de un hombre. Me dio dos puñetazos en la cara. No lo denuncié a la policía. No quiero que figure en mi historial”, dijo a Amnistía Internacional una persona dedicada al trabajo sexual.

Fui a casa de un hombre. Me dio dos puñetazos en la cara. No lo denuncié a la policía. No quiero que figure en mi historial.
Persona dedicada al trabajo sexual en Noruega

Amnistía Internacional escuchó el testimonio de varias personas dedicadas al trabajo sexual en Noruega que habían denunciado violencia a la policía y habían sido desalojadas de sus hogares o expulsadas por haber hablado con la policía.

En virtud de la legislación noruega, las trabajadoras y los trabajadores sexuales corren riesgo de desalojo forzoso, pues sus caseros pueden ser procesados por alquilarles la casa si venden servicios sexuales en ella.

Una persona que representaba a una organización noruega de defensa de los derechos de las trabajadoras y los trabajadores sexuales explicó: «Si los caseros no proceden al desalojo, la policía interpone una querella criminal contra ellos […] La policía anima a los caseros a tomarse la justicia por su mano y aplicarla ellos mismos.”

Las personas dedicadas al trabajo sexual no pueden tampoco agruparse para trabajar por motivos de seguridad ni contratar servicios de terceros en funciones de seguridad, pues probablemente se calificaría de «promoción de la prostitución» según la ley.

Buenos Aires, Argentina 

En teoría, la venta o compra de servicios sexuales no es ilegal en Buenos Aires, pero en la práctica a las personas dedicadas al trabajo sexual se las criminaliza por medio de diversas leyes que sancionan actividades conexas y que no distinguen entre trabajo sexual con consentimiento y trata de seres humanos.

En la investigación de Amnistía Internacional se determinó que entre las personas dedicadas al trabajo sexual en Buenos Aires el grado de resistencia a denunciar violencia a la policía era muy alto.

“[El cliente] me pagó y estaba a punto de bajarme del auto cuando me agarró del cuello y me cortó con un cuchillo. Le di todo el dinero que tenía y mi teléfono celular, y me dejó ir,” dijo a Amnistía Internacional Laura, trabajadora sexual que se desempeña en la calle.

Explicó que no había denunciado la violencia ni el robo a la policía porque le parecía que iba a ser una pérdida de tiempo: “No me van a escuchar, porque soy trabajadora de la calle.”

La policía suele abordar arbitrariamente en la calle a las personas que se dedican al trabajo sexual, que en ocasiones tienen que pagar reiteradas multas y son sometidas a libertad vigilada. Es ilegal que la policía o los fiscales de Buenos Aires tengan en cuenta la apariencia, la vestimenta o los modales de una persona al hacer cumplir una ley que penaliza la comunicación relacionada con el trabajo sexual en público. Sin embargo, la aplicación de estos criterios es un hecho, y en sus operaciones la policía se dirige específicamente contra las personas trans que se dedican al trabajo sexual.

En Buenos Aires, aunque desarrollen su actividad en domicilios particulares, las trabajadoras y los trabajadores sexuales suelen sufrir largas y violentas inspecciones y allanamientos de la policía, así como extorsiones y chantajes.

Las personas que se dedican al trabajo sexual en Buenos Aires informaron también de problemas para acceder a los servicios de salud, entre ellos una enorme estigmatización y discriminación.

Realmente no teníamos acceso a los servicios de atención a la salud, porque siempre que íbamos a un hospital los médicos se burlaban o nos atendían en último lugar.
Persona trans que se había dedicado al trabajo sexual en Buenos Aires, Argentina

«Realmente no teníamos acceso a los servicios de atención a la salud, porque siempre que íbamos a un hospital los médicos se burlaban o nos atendían en último lugar», dijo a Amnistía Internacional una persona trans que se había dedicado al trabajo sexual.

Amnistía Internacional comprobó que estos obstáculos habían hecho que algunas personas que realizaban trabajo sexual prescindieran por completo de estos servicios.

Nada justifica los abusos

“En demasiadas partes del mundo, las trabajadoras y los trabajadores sexuales carecen de protección de la ley y sufren espantosos abusos contra los derechos humanos. Esta situación no puede justificarse jamás. Los gobiernos deben tomar medidas para proteger los derechos humanos de todas las personas, incluidas las que se dedican al trabajo sexual. La despenalización es sólo una de las medidas necesarias que los gobiernos pueden tomar para garantizar la protección frente al daño, la explotación y la coerción», ha manifestado Tawanda Mutasah.

Fuente:

https://www.amnesty.org/es/latest/news/2016/05/amnesty-international-publishes-policy-and-research-on-protection-of-sex-workers-rights/
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UNICEF y la UE actúan conjuntamente para reafirmar el derecho de los niños a una educación en las zonas de crisis

España/26 mayo 2016/ Fuente: Education International

La educación de los niños afectados por situaciones de emergencia está a punto de recibir mayor atención ya que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Unión Europea lanzan una campaña de sensibilización pública en las redes sociales que tiene el propósito de llegar a 20 millones de europeos.

Con el lanzamiento de la campaña #EmergencyLessonssobre la educación en las zonas de crisis, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Unión Europea (UE) se dirigen específicamente a las personas de 25 años y menores de Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Eslovenia, Eslovaquia y el Reino Unido. Quieren animar a los jóvenes a alzar sus voces en nombre de los millones de niños y adolescentes cuya educación ha sido interrumpida por las emergencias.

Estadísticas preocupantes

Casi uno de cada cuatro niños en edad escolar en el mundo – 462 millones – vive ahora en 35 países afectados por la crisis, entre los cuales se calcula que hay unos 75 millones de niños que necesitan apoyo educativo de manera desesperada, destacó UNICEF.

Aparte de no recibir educación y los beneficios que ésta genera para ellos y para sus sociedades, los niños que no están escolarizados son más vulnerables al abuso, la explotación y el reclutamiento por parte de fuerzas armadas, afirmó la agencia.

La campaña destaca que, para los niños que viven en situaciones de emergencia y sus consecuencias, la educación es tan importante como los alimentos y las medicinas. Se basa en las experiencias de la vida real de niños que viven situaciones de emergencia en países como Guinea, Irak, Nepal y Ucrania. A lo largo de los próximos siete meses, sus historias serán compartidas en los medios sociales a través de #EmergencyLessons.

Declaración para que las escuelas sean unos lugares seguros y otras medidas

Esta nueva campaña refleja la opinión de la Internacional de la Educación (IE) en su promoción de una amplia ratificación de una Declaración internacional. Esta Declaración obliga a los estados firmantes a proteger la educación mejorando la supervisión y la presentación de informes sobre los ataques, la asistencia a las víctimas, la investigación de los ataques, el enjuiciamiento de los responsables y la introducción en la educación de enfoques sensibles a las situaciones de conflicto.

Éstas son algunas de las medidas recomendadas en el informe de la Coalición Mundial para proteger de los Ataques a los Sistemas Educativos. La Declaración también obliga a los Estados a apoyar y a utilizar las Directrices para prevenir el uso militar de escuelas y universidades durante conflictos armados.

El 7º Congreso Mundial de la IE celebrado en julio de 2015 en Ottawa, Canadá, con la aprobación de la Resolución sobre educación, paz y justicia en zonas de conflictos, también encomendó al Consejo Ejecutivo de la IE que instara a sus afiliadas a presionar a sus gobiernos para que adoptaran y respaldaran las directrices.

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https://www.ei-ie.org/spa/news/news_details/3964

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Más educación, menos conflictos

España/25 mayo 2016/Autores:Sara García de Blas – Valeria Méndez de Vigo/Fuente: El País

“En Alepo estaban cerradas todas las escuelas. Estaba feliz y emocionada por salir del país”, cuenta Israa Cheikh Karrouch, de 15 años, estudiante en uno de los programas educativos que gestionamos en Líbano. Israa es una de los 44 millones de niños y niñas en países asolados por conflictos armados que no están escolarizados. Una de cada cuatro personas solicitantes de asilo en Europa tiene menos de 18 años. Hay niños y niñas que no pisan el colegio desde que comenzó el conflicto armado en Siria, hace ya cinco años.

La Unión Europea firmó el 18 de marzo un acuerdo con Turquía en el que se acordó, entre otras medidas, devolver a este país a las personas inmigrantes y refugiadas que lleguen a Grecia. Pero Turquía está sobrecargada –acoge a casi tres millones de personas sirias que han huido de la barbarie- y no tiene capacidad para garantizar el derecho a la educación de todos los niños y niñas refugiados. De hecho, en el curso actual, unos 400.000 mil niños y niñas sirios se han quedado sin educación en Turquía. Algunos padres no saben si sus hijos pueden matricularse en la escuela o no saben cómo hacerlo. Los niños y niñas afrontan múltiples dificultades al no hablar la lengua y muchos se ven obligados a trabajar para poder subsistir.

En muchos otros lugares del mundo, los conflictos suponen un enorme obstáculo para la educación. De media, la tasa de finalización de la educación primaria en países no afectados por conflictos es del 75%, mientras que en países en conflicto es del 58%. Además, en estos últimos, las jóvenes tienen casi un 90% más de posibilidades de no estar matriculadas en educación secundaria.

La educación es un derecho y promueve la dignidad humana, pero es que, además, como señala el JRS en su informe, es “una intervención que salva vidas”. Protege a los niños y niñas frente a la explotación y el reclutamiento por parte de grupos armados, les ayuda a hacer frente al daño psicosocial y a la separación familiar y les aporta estabilidad. Por encima de todo, la educación restaura su esperanza y les ayuda a construir un futuro digno. “Me gusta aprender porque aprendiendo avanzamos y nos ayuda a cumplir nuestros sueños”, dice Sahed Habbab, de 10 años, que participa en un programa educativo del JRS y Entreculturas en Líbano. Ali Mostafa tiene 14 años y, junto a su familia, dejó Siria hace tres años para refugiarse en Líbano, donde también estudia en un colegio del JRS, “Me gusta mucho ir al colegio y no quiero dejarlo porque mi única esperanza en el futuro es saber leer y escribir”.

Además, se ha demostrado la influencia directa que tiene la educación sobre los conflictos armados, porque cuanto mayor es el nivel educativo en un país, menores son las posibilidades de que se den conflictos armados. De hecho, tal y como señala la UNESCO, un aumento en la tasa de escolarización en la educación primaria del 67% al 100% habría reducido un 35% la probabilidad de guerra civil entre los años 1980 y 1999 a nivel mundial. Asimismo, incrementar el gasto en educación del 2,2% al 6,3% del PIB puede suponer un descenso del 54% en la probabilidad de que estalle una guerra civil. Naturalmente, una buena educación, inclusiva y equitativa, puede jugar un papel fundamental en promover una cultura de paz y de resolución pacífica de conflictos.

Para promover la educación en situación de conflicto es imprescindible tomar medidas para que las escuelas sean lugares accesibles, libres de violencia y espacios de aprendizaje con calidad y equidad, que enseñen tolerancia y convivencia. También es fundamental aumentar la financiación en educación en emergencias y conflictos. Los conflictos, los ataques contra escuelas o el enorme aumento de niños y niñas refugiados en el mundo en estos últimos años hacen que sea más relevante que nunca. Y sin embargo, la educación en situación de conflictos y emergencias tiene todavía un papel secundario en la agenda de los donantes, está en una especie de limbo entre el desarrollo y la ayuda humanitaria, sin que ni en una u otra opción se tome un partido decidido por ella. De hecho, sólo un irrisorio 2% de la ayuda humanitaria se destina a educación.

La Cumbre Mundial Humanitaria que se celebra los días 23 y 24 de mayo persigue que los líderes de los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, sector privado, academia y comunidades se comprometan a trabajar juntos para tomar medidas que prevengan y reduzcan las consecuencias de futuras crisis. De cara a la Cumbre, Ban Ki-Moon ha elaborado la Agencia para la Humanidad, que recoge cinco responsabilidades para lograr este objetivo. Una de estas responsabilidades es no dejar a nadie atrás y, para conseguirlo, es imprescindible garantizar el acceso seguro a una educación primaria y secundaria de calidad e inclusiva para todos los niños y niñas durante y después de un conflicto o emergencia y en situación de desplazamiento.

En esta primera Cumbre se lanzará un fondo específico para educación en situaciones de emergencia, llamado La educación no puede esperar, que dará prioridad a la educación de los niños y niñas desplazados internos y refugiados. Los Estados deben comprometerse a invertir en educación, para que ésta se convierta en la herramienta más poderosa para luchar contra los conflictos. Tal y como señala Pau Vidal, SJ, director del Servicio Jesuita a Refugiados en Mabán, Sudán del Sur, “La educación es la construcción de un futuro mejor y un futuro en paz”. Protegiendo el derecho a la educación luchamos por la construcción de la paz. La educación aporta opciones de futuro a aquellos que se enfrentan a una situación adversa en la que parece que no queda espacio para la esperanza.

Fuente:

http://blogs.elpais.com/3500-millones/2016/05/mas-educacion-menos-conflictos.html

 

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Argentina: Relator de ONU advierte sobre racismo contra pueblos originarios

Argentina/ spanish.people.cn/25 de Mayo de 2016

Argentina debe trabajar para que pobres y grupos minoritarios, incluidos pueblos originarios, afroargentinos y comunidades de migrantes, no sean objeto de racismo, alertó hoy el Relator Especial de la ONU, Mutuma Ruteere.

La representación de Naciones Unidas (ONU) difundió un informe en el que Ruteere señaló que «como sucede también en otras partes del mundo, he encontrado prácticas discriminatorias».

Estas prácticas «a menudo afectan a los pobres y a los más vulnerables que pertenecen a grupos minoritarios, incluidos los pueblos originarios, los afroargentinos y las comunidades de migrantes».

Ruteere, quien este lunes concluyó una misión oficial en el país sudamericano donde recorrió las ciudades de Buenos Aires (capital), La Plata, Salta y Formosa, se interiorizó en la aplicación de leyes, políticas y medidas sobre racismo y discriminación en Argentina.

De acuerdo con el comunicado, el visitante «se reunió con funcionarios del gobierno federal y provincial, integrantes del poder Legislativo y Judicial, ONGs, víctimas y otras personas que trabajan en el ámbito del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y formas conexas de intolerancia».

«Falta aún una implementación efectiva y persisten todavía retos significativos. En particular, la situación de los pueblos originarios en ciertas áreas del país es terrible, ya que viven en condiciones de pobreza extrema, aislados y sin acceso a los servicios básicos», dijo.

Señaló que gran parte de las minorías, «sigue siendo invisible a todas las esferas de la sociedad», por lo que la situación de los pueblos originarios «es especialmente crítica y requiere atención inmediata».

«Se les niega acceso a las necesidades básicas tales como el agua potable, una vivienda digna, una atención de la salud de calidad, oportunidades de empleo y una educación adecuada y de calidad», puntualizó el enviado de la ONU.

Expresó que, en general, aún se encuentran «excluidos de la vida social y política. Existe una ausencia de representantes de los pueblos originarios en cargos clave para la toma de decisiones, aún en los entes específicamente dedicados a las cuestiones atinentes a dichos pueblos».

Dijo que durante sus recorridos también escuchó «reclamos de que la policía realiza discriminación por perfil y ejerce violencia contra los migrantes de países vecinos», y que dichos actos «no son sancionados» y rara vez se investigan.

«A veces se cierran las causas sin la realización de investigaciones exhaustivas o sin que las partes involucradas hayan prestado declaración», comentó Ruteere.

Sostuvo que también le preocupa «la violencia sistemática de parte de la policía contra los vendedores callejeros senegaleses», por lo que «hay aún mucho por hacer para la materialización de los derechos de los grupos históricamente discriminados y marginados».

Fuente:http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2016/0524/c31617-9062066.html

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Confronting entertainment as anti-politics

What liberals forget is that elections no longer matter, because they are rigged. Moreover, changing governments results in very little change when it comes to the concentration of class power and the decimation of the commons and public good. At the same time, politicians in the age of Reality TV embody Neil Postman’s statement that cosmetics has replaced ideology and has helped to usher in the age of anti-politics. Power hides in the dictates of common sense and wields destruction and misery through the «innocent criminals» that produce austerity polices and delight in a global social order dominated by precarity, fear, anxiety, and isolation. What happens when politics turns into burlesque, when entertainment washes out all that matters, when violence espouses not simply the spectacle, but reaches for the threshold of the intolerable? What happens to a society when baby talk replaces thoughtful dialogue, infantilism becomes the modus operandi of news casters, and trivia becomes the only acceptable mode of narration? What happens when compassion is treated as a pathology and the culture of cruelty becomes a source of humor and an object of veneration? What happens to a democracy when it has lost all semblance of public memory and the welfare state and social contract are abandoned in order to fill the coffers of bankers, hedge fund managers, and the corporate elite?As Colin Crouch asked: How much capitalism can a democracy endure? What language and public spheres do we need to make hope realistic and a new politics possible?

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UNICEF: Cada día se registran cuatro ataques contra hospitales y escuelas en el mundo

UNICEF/ 23 de Mayo de 2016/El Digital de Asturia

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado este jueves que cada día se registran cuatro ataques contra hospitales o escuelas en todo el mundo y ha exigido protección para estas infraestructuras, poco antes de que comience la Cumbre Humanitaria Mundial.

En un comunicado, la agencia de Naciones Unidas ha explicado que “todos los días” fuerzas o grupos armados “ocupan o atacan” una media de cuatro escuelas u hospitales, según sus estimaciones.

Estos datos, incluidos en el informe del secretario general de Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados más reciente, aparecen poco después de que se produjeran los últimos ataques contra instalaciones y trabajadores de la educación y la salud, incluido un bombardeo de escuelas en Yemen y un ataque el 27 de abril contra un hospital en Alepo (Siria) que acabó con la vida de al menos 50 personas, incluido uno de los últimos pediatras que se encontraban en la zona.

“A los niños se les mata, se les hiere o se les causan discapacidades permanentes justo en aquellos lugares donde se les debe proteger y ellos se deben sentir seguros”, ha afirmado Afshan Jan, directora de programas de emergencia de UNICEF, en un comunicado.

“Los ataques contra escuelas y hospitales durante los conflictos son una tendencia alarmante y vergonzosa. Los ataques intencionados y directos contra estas infraestructuras y contra los trabajadores de la salud y los maestros pueden considerarse crímenes de guerra. Los gobiernos y otras partes interesadas tienen que proteger urgentemente las escuelas y los hospitales defendiendo las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario y las leyes internacionales de Derechos Humanos y los estados deben firmar la Declaración sobre Escuelas Seguras”, ha asegurado.

MÁS DE 1.500 ATAQUES A ESCUELAS Y HOSPITALES EN 2014

UNICEF ha recordado que los ataques contra las escuelas y los hospitales “son una de las seis violaciones graves contra los niños que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha establecido y está considerando”. El último Informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados documentó más de 1.500 incidentes de ataques a escuelas y hospitales en 2014, o el uso de estos lugares para fines militares.

La agencia de Naciones Unidas ha recordado que en Afganistán han sido atacadas 163 escuelas y 38 instalaciones de salud; en Siria se han registrado 60 ataques contra instalaciones educativas, nueve casos de uso militar de escuelas y 28 ataques contra centros de salud; y en Yemen 92 escuelas fueron utilizadas con fines militares por fuerzas y grupos armados.

Además, en Sudán del Sur se produjeron siete incidentes de ataques contra escuelas y 60 centros fueron utilizadas con fines militares. En Palestina, un total de 543 instalaciones educativas resultaron dañadas o destruidas en Palestina y, en Israel, se documentaron tres ataques contra escuelas.

En Nigeria, según las autoridades, un total de 338 escuelas resultaron destruidas o dañadas entre 2012 y 2014. Además, en 2015, el sistema de vigilancia de Naciones Unidas documentó también lo que se denomina como ataques “doble tap o, incluso, “triple tap”, “atentados contra centros de salud en los que no solo se atacó a civiles sino también al personal de socorro que llegaba al lugar”.

UNICEF ha advertido de que, “más allá de los ataques a las instalaciones de hospitales y colegios”, “los conflictos tienen otras consecuencias sobre la educación y la salud de los niños”. “En Siria, por ejemplo, la retirada de los suministros médicos y quirúrgicos de las caravanas de ayuda, las restricciones a las evacuaciones médicas y el asesinato de personal sanitario implica que los civiles de las zonas afectadas tienen cada vez menos posibilidades de acceder a una atención esencial y vital”, ha alertado.

“Secuestran a los niños en sus escuelas en circunstancias terribles en países como Nigeria y Sudán del Sur, mientras que a otros les violan, o les reclutan y utilizan como soldados”, ha afirmado Afshan Jan.

La primera Cumbre Humanitaria Mundial se llevará a cabo en Estambul el 23 y 24 de mayo, con la asistencia de numerosos dirigentes mundiales para analizar la mejor manera de responder con eficacia a las principales situaciones de emergencia humanitaria y de estar preparados para afrontar los retos del futuro.

Fuente: http://www.eldigitaldeasturias.com/noticias/cada-dia-se-registran-cuatro-ataques-contra-hospitales-y-escuelas-en-el-mundo/

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Holanda: Diputados holandeses reciben clases de sexualidad en el Parlamento

Holanda/ 20 de Mayo de 2016/El Mundo.es

«Que los diputados asistan a clases de sexo es clave para la «felicidad nacional». Así lo manifestó la sexóloga y presentadora de televisión flamenca Goedele Liekens, encargada de impartir un seminario de educación sexual este jueves en el Parlamento holandés.

El evento, pionero en la cámara de representantes de Países Bajos, se celebró a iniciativa del Comité de Educación de la Cámara Baja con la intención de explorar vías para mejorar la educación sexual en colegios e institutos. A la sesión acudieron representantes de todos los partidos (PvdA, SP, D66, VVD y PVV), a excepción de los cristianodemócratas (CDA, SGP y Unión Cristiana). En declaraciones a la cadena ‘Nos’, Michel Rog, diputado del CDA, justificó su ausencia alegando que «son las escuelas las que tienen que decidir qué entra en el currículum, no Goedele Liekens».

Para las formaciones cristianas, el sexo es un tema que se debe enseñar en casa. Sin embargo, algunos de los estudiantes de entre 14 y 17 años que participaron en la jornada se mostraron escépticos ante este punto de vista. Julie, de 14 años, explicó que no habla de ello con sus padres porque «para ellos es un tema difícil».

Aunque la sexóloga había garantizado a los críticos con el evento que allí se hablaría de «mucho más que de penes y vaginas», la tradicional práctica consistente en poner condones no se hizo esperar -tampoco para los parlamentarios-. Sin embargo, este ejercicio no es ya lo más útil, según el diputado Norbert Klein: «La penetración cada vez resulta menos necesaria para los holandeses», opinó, añadiendo que «en el momento del sexo, prevalecen las caricias«.

La educación sexual debería comenzar «en la guardería»

Como si un debate parlamentario más se tratase, los políticos no dudaron en expresar sus puntos de vista a lo largo del seminario. También escucharon con atención a los adolescentes y mostraron su preocupación al conocer que «salir del armario» sigue implicando tener que soportar «comentarios desagradables» en el colegio, según indicó Julie.

La homosexualidad fue, de hecho, la cuestión que alarmó particularmente a Liekens, así como a la mayoría de políticos, que se encontraron con que la mitad de los jóvenes allí presentes no la aprobaban abiertamente. Para un país como Holanda, que fue pionero en el mundo en legalizar el matrimonio gay, «es demasiado», se lamentó la experta.

Esta es una de las razones por las que, a su juicio, «la enseñanza de la sexualidad ha de ir mucho más allá de la anticoncepción y las enfermedades de transmisión sexual. Las relaciones entre personas del mismo sexo, así como el consentimiento sexual, son temas que deberían tratarse con mayor profundidad en los centros educativos». Para Liekens, la educación sexual debería comenzar «incluso desde la guardería».

Los errores sexuales de los políticos, al descubierto

Educación sexual básica es lo que podría faltar a algunos de los políticos que participaron en la jornada, como quedó al descubierto cuando tuvieron que responder a cuestiones planteadas por la sexóloga. Por ejemplo, Paul van Meenen (D66) y el representante de la extrema derecha (PVV) Harm Beertema, contestaron ‘no’ a la pregunta: «¿Puede una mujer quedarse embarazada cuando está menstruando?». «La probabilidad no es alta, pero claro que puede», explicó Liekens. «Están ustedes en la zona de peligro», les dijo, reprochándoles su desconocimiento.

Tampoco en este evento perdieron la oportunidad los ultraderechistas paraculpabilizar a los solicitantes de asilo de los casos de sexo no deseado, como vienen haciendo desde los sucesos que sacudieron Alemania las pasadas Navidades. Lo hizo Martin Bosma, también diputado del PVV. Su líder, Geert Wilders, terminó instando a la sexóloga a que se fuera a impartir clases «a la Edad Media, o sea, al centro de refugiados más cercano, e intente hablar con los árabes. Sólo así será una verdadera heroína».

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2016/05/20/573ef26b22601def3b8b45de.html

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