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UNESCO: Empoderando a las personas pobres mediante litigios en materia de Derechos Humanos

UNESCO/16 de septiembre de 2016/Por: Maritza Formisano Prada

Manual elaborado con la finalidad de estimular el compromiso dentro de la comunidad internacional para que asuma su obligación moral de tomar medidas para la erradicación de la pobreza y para que contribuya a la realización de los derechos humanos para todas las personas sin discriminación de tipo alguno. El propósito de este manual es colaborar con las ONG, en la definición del contenido de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC), así como empoderar a las ONG que trabajan para atajar la pobreza sobre el terreno.

Informes sucesivos sobre la consecución de los ODM muestran que algunos de los países más pobres han logrado mejoras considerables en los campos de la educación, la salud, el empleo y la participación ciudadana, todo lo cual tiende a reducir la pobreza extrema. No obstante, a pesar de un progreso cuantificable, las poblaciones y grupos más vulnerables y marginados – las mujeres, los niños y las niñas, las personas sin techo, desempleadas, con discapacidad, mayores, indígenas, migrantes y desplazadas – siguen quedando marginadas y ampliamente excluidas de estos logros. A modo ilustrativo, el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2011 muestra que es la infancia más pobre la que ha progresado más lentamente en cuanto a mejorar su nutrición, y que las oportunidades de acceder a empleos plenos y productivos siguen siendo especialmente escasas para las mujeres. Este informe también subraya la poderosa influencia de las circunstancias sociales y económicas en las oportunidades de la vida; de entre los hijos de familias paupérrimas, aquellos que viven en áreas rurales y son chicas tienen una muy alta probabilidad de quedar sin escolarizar. Estos resultados señalan la necesidad de reorientar las acciones que se están llevando a cabo para permitir que todas las personas, especialmente aquellas pobres y marginadas, se beneficien de las mejoras que se derivan de estas nuevas medidas. En este sentido, toda acción debería guiarse por la integración del principio de no discriminación en las estrategias de inclusión social, a fin de garantizar igualdad de oportunidades para todos y todas, independientemente de su origen. La UNESCO está trabajando para fomentar la definición de políticas y estrategias comprometidas con la equidad y la justicia social que respeten y valoren la diversidad. Se están desarrollando proyectos y programas que integran los derechos humanos en las diferentes estrategias (enfoque HRBA), con vistas a construir sociedades menos excluyentes y más justas, y convirtiendo la “integración social” en la prioridad de la Organización para el próximo bienio (2012–2013). De hecho, la incorporación de los derechos humanos implica que todos los programas, políticas y ayudas técnicas deberán promover el cumplimiento de los derechos humanos tal y como se exponen en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en otros instrumentos de los Derechos Humanos. También implica que los principios y estándares de los derechos humanos deberán guiar el proceso de programación en todos los campos y todas las fases, incluidas las de diseño, implementación, verificación y evaluación de las políticas públicas. El HRBA ayuda a explicar el valor de los derechos humanos en el desarrollo y en los Procesos Nacionales de Programación a la hora de definir patrones no excluyentes en los que todos y todas se sientan valorados y tengan la oportunidad de participar plenamente en la vida de la sociedad. La exclusión social tiene que ver con recursos, oportunidades y capacidades. Afecta a todo grupo que vive en condiciones de aislamiento y desconexión de la sociedad y los procesos de desarrollo. En este sentido, el reto es volver a conectar a estos grupos mediante acciones específicas que les permitan y motiven a convertirse en ciudadanos activos. La presente publicación “Empoderando a las Personas Pobres: mediante Litigios en Materia de Derechos Humanos” contempla abordar las disposiciones legales como un primer paso para generar el cambio social. La discriminación por razones de pobreza impide con frecuencia el acceso precisamente a las herramientas que se necesitan para luchar contra esa condición. Es importante luchar contra las formas reconocidas de discriminación, entre las que se cuentan la raza, la etnia, la religión, el género y otras. Las personas pobres también suelen verse discriminadas por motivo de su situación socioeconómica. El reto es superar este obstáculo principal a su empoderamiento; de otra manera, aquellas personas atrapadas en la pobreza pueden caer en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.

Lee el documento completo en elsiguiente link: http://unesdoc.unesco.org/images/0021/002183/218360s.pdf

 

Tomado de: http://www.colectivoacademico.com.co/publicaciones/empoderando-las-personas-pobres-mediante-litigios-en-materia-de-derechos-humanos

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Los efectos de la pobreza sobre la Enseñanza y el Aprendizaje

14 de septiembre de 2016 / Por: Andres Ruíz / Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/

La pobreza es un problema con el que cada vez más niños de nuestros países enfrentan cara a cara. El precio que los hijos de la pobreza deben pagar es increíblemente alto. Cada año, un número creciente de niños están entrando en las escuelas con necesidades y circunstancias, tales como la pobreza, que las escuelas no están preparadas para enfrentar.

Estar en Riesgo

El término en riesgo se refiere a los niños que son propensos a fallar en la escuela o en la vida debido a las circunstancias sociales de su vida. No parece que cualquier factor coloca a un niño en situación de riesgo. Por el contrario, cuando más de un factor está presente, hay un efecto de la composición y la probabilidad de fallo que aumenta significativamente. La pobreza se considera un factor principal de riesgo (Leroy y Symes, 2001). Algunos de los factores relacionados con la pobreza que puedan poner a un niño en riesgo de fracaso escolar son: padres muy jóvenes, con un nivel educativo muy bajo; el desempleo; abuso y negligencia; abuso de substancias; barrios peligrosos; la falta de vivienda; la movilidad; y la exposición a experiencias educativas inadecuadas o inapropiadas.

Ser capaz de identificar y entender a los niños que están en situación de riesgo es fundamental si hemos de apoyar su crecimiento y desarrollo. Con el fin de hacer esto, es necesario desarrollar entre los maestros y los niños relaciones cálidas y afectuosas. Esto permitirá a los profesores detectar cualquier signo de alarma que pueda poner a los niños en situación de riesgo para el fracaso, lo que interfiere con sus posibilidades de éxito en la escuela y la vida (Leroy y Symes, 2001). Los problemas académicos y de comportamiento pueden ser indicadores de fracaso inminente. Entre estos comportamientos se destacan: el retraso en el desarrollo del lenguaje, retraso en el desarrollo de la lectura, la agresión, la violencia, el aislamiento social, el abuso de sustancias, la asistencia irregular, y la depresión. Los maestros pueden tener dificultades para llegar a los padres o tutores de un estudiante. También pueden encontrar que el estudiante no completa las tareas, no estudia para los exámenes, o no viene a la escuela preparado para aprender a causa de la pobreza o relacionado con circunstancias en el entorno del hogar. Estos niños pueden ser incapaces de concentrarse. Pueden ser reacios o incapaces de interactuar con sus compañeros y / o adultos en la escuela de una manera eficaz. Estas cuestiones no sólo tienen un impacto en el aprendizaje de los niños de la pobreza, pero también puede afectar el aprendizaje de otros niños.

Diversidad

El aumento en el número de niños en situación de pobreza ha contribuido a hacer de las aulas de nuestras naciones más diversas que nunca. Esto, de hecho, hace que la enseñanza y el aprendizaje sean más difíciles. Este problema puede seguir siendo un reto para los profesores, en oposición a convertirse en un problema, si se hace hincapié en el aprendizaje del estudiante en lugar de enseñanza.

Los profesores tienen que estar en sintonía con la cultura de la pobreza y ser sensibles a la amplia gama de necesidades que los niños de la pobreza traen al aula. Los contextos sociales tienen un impacto significativo en el desarrollo de los niños. El mundo social de la escuela funciona por diferentes reglas o normas que el mundo social de estos niños tienen que enfrentar. El enfoque debe ser puesto en la búsqueda de una relación armoniosa entre los valores culturales de los estudiantes y los valores enfatizados en la escuela. Teniendo en cuenta que tantas culturas diferentes están representadas en nuestra sociedad, a menudo nos encontramos con estudiantes que pertenecen a más de un grupo cultural. Pueden ser pobres, o pueden ser de un grupo de minoría religiosa, étnica, racial (Bowman, 1994; Marlowe y Página, 1999).

La alta movilidad es un síntoma de la pobreza y sus factores sociales circundantes. Los niños de la pobreza pueden vivir en lugares que alquilan por semanas o incluso días. Pueden pasar de una ciudad a otra como mientras su padre busca trabajo o evade problemas (como un esposo abusivo, antecedentes penales, responsabilidades financieras). Pueden vivir en refugios para desamparados o refugios para mujeres maltratadas que sólo permiten breves estancias. Pueden vivir en las calles. Las condiciones en las que viven y sus experiencias de la vida del día a día pueden tener un efecto significativo en su educación y el logro. Mudarse es un evento muy emotivo para los niños. Combine este tema con la multitud de otros problemas que enfrentan los niños móviles y sin hogar y el impacto en su desarrollo emocional, social y cognitivo puede ser abrumador.

La asistencia escolar es a menudo irregular. Los traslados a nuevas escuela se convierten en la norma. Aparte de las diferencias con respecto a la población general de la escuela debido a otros aspectos de su pobreza, la movilidad agrava la dificultad de estos niños para hacer amigos. Pueden comportarse con hostilidad o ser totalmente retirados debido a intentos anteriores de hacer amigos. Con respecto a los aspectos académicos y sociales de la escuela, pueden preguntarse, “¿por qué molestarse? Yo sólo me voy a mover de nuevo.” Asimismo, a menudo llegan a la escuela sin registros de sus escuelas anteriores; y puede ser difícil para las escuelas rastrear los registros. Los maestros tienen la menor idea de lo que estos estudiantes han aprendido. Es un reto para las escuelas poner a estos niños en las aulas y hacer que accedan a los servicios adicionales que puedan necesitar. Incluso si la colocación es correcta, estos niños probablemente se muevan de nuevo en el año escolar. También es un reto ayudar a estos estudiantes a aprender al menos algo de valor mientras permanezcan en las aulas.

Los niños se dan cuenta de las diferencias de estatus social y económico a una edad muy joven. También crecen cada vez más conscientes tanto de su propio estatus social y el de sus compañeros, el desarrollo de las actitudes relacionadas con la clase durante sus años en la escuela primaria. Los profesores pueden ayudar a los niños a desarrollar el cuidado y la sensibilidad hacia las culturas diferentes, incluyendo las clases sociales.

Las actividades y lecciones deben basarse en cómo los niños se perciben a sí mismos y al mundo en las distintas etapas de desarrollo. Por ejemplo, los niños que están en el rango de edad de 7-12 años son menos egocéntricos. Se centran en las características internas o rasgos de la gente en lugar de, las diferencias de clases sociales observables. También reconocen similitudes y diferencias entre los grupos. Alrededor de los 11 años, los niños pueden tener en cuenta las causas y soluciones a la pobreza.

Teniendo en cuenta un plan de estudios de caracol, en edades tempranas los niños pueden llegar al conocimiento de la clase social y otras diferencias culturales. Durante los últimos años, el tema puede ser revisado para una comprensión más profunda. Esta es una gran oportunidad para incluir proyectos de aprendizaje de servicio comunitario en el plan de estudios, como el voluntariado como una clase en un comedor de beneficencia. Es importante que estas actividades deben seguir tanto con grupos de discusión y reflexión individual para ayudar a los niños a pensar críticamente sobre sus experiencias (Chafel, 1997; Gómez, 2000).

Como maestros, estos aspectos de la pobreza hacen que la planificación y la preparación sean absolutamente críticas. El contenido tiene que estar relacionado en diferentes formas de satisfacer las necesidades de los diversos estudiantes en el aula. Debemos tener en cuenta los valores culturales de estos niños a la hora de organizar su aprendizaje. El constructivismo es un concepto clave que respeta las diferencias de los estudiantes y permite a los estudiantes utilizar sus propios conocimientos y experiencias previas para hacer conexiones y aprender. Se ofrece a los estudiantes la oportunidad de convertirse en aprendices activos al cuestionar, la hipótesis y sacar conclusiones basadas en sus experiencias individuales de aprendizaje. Si hay bases limitadas para que los niños recurran a ellas, tenemos que ayudarles a desarrollar una base de conocimientos y experiencias para que tengan un lugar para empezar.

Al proporcionar apoyo emocional, el modelado, y otras formas de andamios, los profesores pueden ayudar a los estudiantes a optimizar sus fortalezas, habilidades y conocimientos para desarrollar y aprender (Marlowe y Página, 1999).

Las experiencias y la resolución de problemas basados ??en los problemas de la vida real de aprendizaje pueden ayudar a hacer frente a algunas de las cuestiones que pueden ser enfrentados con sus vidas. Aprender haciendo da a los estudiantes la oportunidad de resolver problemas, ser activos e imaginativos (Bassey, 1996). Por lo tanto, la diversidad en realidad nos presenta una oportunidad para mejorar la calidad de la educación para todos nuestros estudiantes y les proporcionan una variedad de oportunidades para convertirlos en ciudadanos productivos. A medida que nuestras escuelas y naciones se vuelven más diversas, la necesidad de comprensión y aceptación de las diferencias se vuelve más importante. Nuestro reto es ofrecer a los niños una educación multicultural eficaz que fomente la conciencia, respeto y aceptación.

La brecha de logros

La diferencia en el rendimiento académico entre los niños de diferentes clases o grupos (étnicos, raciales, de ingresos) se conoce como la brecha de rendimiento. Los niños de la pobreza en general, alcanzan niveles más bajos que los niños de clase media y alta. Las causas son numerosas y están relacionados con el medio ambiente social en el que viven los niños pobres y la educación que reciben en la escuela. Factores tales como la calidad de los comportamientos de aprendizaje de los estudiantes, entorno familiar, las experiencias pasadas con la educación, y las actitudes de maestros se encuentran entre los muchos factores que influyen en el rendimiento estudiantil. Slavin (1998) propone que las escuelas pueden tener un fuerte impacto en el rendimiento académico y el éxito de todos los niños al verlos como una promesa y no en situación de riesgo y prepararlos para alcanzar su pleno potencial.

Una buena educación es a menudo el único medio de romper el ciclo de la pobreza para los niños pobres. Estos niños necesitan una educación que se basa en un alto nivel y altas expectativas para todos. Lo que ocurre en nuestras aulas tiene un impacto significativo en el rendimiento estudiantil. El plan de estudios debe ser un reto para prevenir la disminución de oportunidades para la educación superior, lo que se traduce en menos oportunidades en la vida para ellos.

El contenido debe ser de alta calidad y ser culturalmente relevante. Un plan de estudios aguado es inaceptable. Los maestros deben tener conocimiento de las culturas en las que sus estudiantes viven para que puedan planificar lecciones efectivas y atractivas. Además, las técnicas de enseñanza y gestión del aula que funcionan bien con algunos estudiantes no necesariamente funcionan bien con los niños pobres. Deben tenerse en cuenta (Goodwin, 2000) La perspectiva y experiencias de los niños. Otros aspectos que pueden ayudar a cerrar la brecha en el rendimiento son: la motivación, la preparación del padre y la participación familiar.

Un artículo de Haycock (2001) se ocupa de cuestiones relacionadas con la pobreza y la brecha de logros a través de la investigación realizada por The Education Trust en la década de 1990. Cuestionaron a niños y adultos sobre lo que sospechan son causas de esta brecha en el rendimiento. Un comentario entre las realizados por los niños fue: “‘Lo que nos duele más es que nos enseñan menos.’ “Haycock (2001) concluye:” … tomamos los estudiantes que tienen menos para empezar, y luego les dan sistemáticamente menos en la escuela “. Lo que las escuelas hacen importa obviamente.

Fuente: http://www.teach-nology.com/tutorials/teaching/poverty/

Fuente artículo: http://revistaeducacionvirtual.com/archives/1865

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De alcantarilla

Ilka Oliva Corado

Yo le sigo apostando a la identidad, al derecho a ser. Le sigo apostando a la diversidad, al derecho a la libre emisión del pensamiento. Sigo apostándole a la oportunidad; sin injerencias de contactos, codeos, lisonjas,  ni etiquetas. A la oportunidad sin humillaciones y sin abusos. A la entereza de atrevernos a ver a los ojos de los otros sin la arrogancia de sentirnos superiores.   De sentir el palpitar de un corazón enardecido, cansado, enfurecido, soñador; sin la intromisión de clasismos, de grados de escolaridad, de segregacionismos.

Le sigo apostando a la esencia del ser humano que es sublime. A la palabra franca sin que importe el tono. A la honestidad de atrevernos a decir lo que sentimos y pensamos sin temor a ser rechazados. A la libertad de amar.

Le sigo apostando a la autenticidad que se defiende con la vida. Al anhelo. Le sigo apostando a la hermosura de la locura y a la ternura de un alma herida.

Al tormento del caos existencial. Y a la sonrisa alegre de las crías de alcantarilla, cuando ninguna miseria puede con la fuerza del anhelo.

Le sigo apostando al albedrío del trastorno, a las caricias de las manos ajadas de los abuelos. Le sigo apostando a la inocencia, a la ternura, a la sencillez. A la humildad que no necesita de atavío alguno para ser excelsa.

Le sigo apostando al obrero, al recolector de basura, al cargador de bultos. A la vendedora de mercado, a la tortillera. A la empleada doméstica. Le sigo apostando al inmigrante indocumentado, al desplazado, al refugiado. Al huele pega, a la puta de arrabal.

Le sigo apostando la llaneza de la alcantarilla, aunque nos llamen apestados, aunque no nos quieran ver ni escuchar. Aunque nuestras palabras les ofendan. Aunque nuestra ilusión les escupa a la cara la hiel de la resistencia. Nuestra ilusión de campesinos, obreros y proletarios, nuestra ilusión de alfareros.

Le sigo apostando a la flor de asfalto, a belleza de la flor de campana, al amarillo vivo de la flor de chipilín y de chacté. A la polvareda de los caminos añejos. Al zacate y a la arada, y a la mirada honrada que florece en el arrabal. A los pies desnudos de los niños saltando charcos, al talento sin objeción. A la autenticidad de la alcantarilla, a la franqueza de los parias. A lo intrínseco del dolor.

Fuente del articulo: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/08/18/de-alcantarilla-2/

Fuente de la imagen:http://www.consorciotoledo.org/wp-content/uploads/dscf0117.jpg

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Necesitamos educar ciudadanos globales

Argentina/ Agosto  de 2016/Cronista

Por: Juan  Médici

El mundo entero vive una de las mayores crisis migratorias de la historia, y junto a este movimiento la ilusión de una globalización inclusiva se repite una y otra vez como un ideal a alcanzar. Pero cada vez más y en más lugares, vivir con un «otro» con distintos valores e ideales es visto como una amenaza y no como una oportunidad enriquecedora para las sociedades. ¿Por qué pasa esto?

Para que el encuentro entre grupos culturales diferentes genere un desarrollo positivo debe haber igualdad de condiciones entre ellos. Un escenario donde se sospecha del diferente y se teme lo que representa fractura las sociedades.

Este es, sin duda, el fenómeno que vemos en las grandes olas migratorias que llegan a los países desarrollados, principalmente provenientes de países musulmanes desplazados por las guerras y la devastación económica.

La brecha entre la comunidad receptora y los grupos de migrantes es cada vez más grande, como lo demuestra la reciente campaña del Brexit, que estuvo basada, sobre todo, en aumentar la polarización entre «los que tienen derecho de vivir acá» y «los intrusos». Una campaña con ausencia total de solidaridad y de reconocimiento a la contribución no sólo económica, sino también a la rica diversidad que aportan estas olas migratorias.

Para que los inmigrantes puedan integrarse exitosamente es necesario un trabajo de ambos lados. La sociedad receptora tiene que poder reconocer, comprender y apreciar las diferencias, mientras que los grupos migratorios deben aprender de la cultura local adaptándose a sus costumbres, pero también manteniendo los valores y costumbres propios.

Generar ciudadanos globales significa educar para entender quién es uno mismo y quiénes son los otros como seres culturales, y cómo se pueden solidificar las similitudes y construir puentes entre las diferencias. Y, más importante aún, cómo se puede, en conjunto, aprovechar la riqueza de la diversidad y trabajar juntos para construir una sociedad mejor.

Las jóvenes generaciones tienen el potencial necesario para poder desarrollar estos valores pero corresponde a los sistemas educativos y a las sociedades fomentar estos valores con una verdadera educación intercultural en las currículas escolares. El mundo necesita que este aprendizaje no sea algo a lo que sólo unos pocos tienen acceso, porque las consecuencias están y seguirán siendo muy negativas para todos.

Fuente: http://www.cronista.com/columnistas/Necesitamos-educar-ciudadanos-globales-20160728-0037.html

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Reforma educativa debe considerar diversidad de Oaxaca: foro de ONU

México/Julio de 2016/Jornada

El presidente del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, Alvaro Pop, manifestó ayer su rechazo absoluto y condena a los hechos registrados en Nochixtlán, Oaxaca, donde al menos ocho personas perdieron la vida y 100 resultaron heridas.

Destacó que Oaxaca alberga la mayor diversidad cultural entre todos los estados que constituyen México y por ende cualquier reforma educativa debe considerar esa variedad, así como la realidad social y económica del país.

En un comunicado, urgió al gobierno de México a dialogar con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para buscar una solución que respete las obligaciones nacionales e internacionales adquiridas por el estado mexicano, para promover y proteger los derechos de sus pueblos indígenas.

Al respecto, señaló que México ha reconocido formal y constitucionalmente los derechos de las comunidades originarias, incluyendo la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio No. 169 de la Organización Internacional del Trabajo y la recientemente adoptada Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Estos instrumentos hacen referencia al derecho de las comunidades originarias a la educación en consonancia con sus métodos culturales de enseñanza y aprendizaje, los cuales han sido también avalados por la Convención sobre los Derechos del Niño, añadió el guatemalteco.

Pop aseguró que el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas estará atento a que el proceso de diálogo con la CNTE sea efectivo, participativo y de mutuo respeto para que la reforma educativa beneficie a toda la población.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/07/21/reforma-educativa-debe-considerar-diversidad-de-oaxaca-foro-de-onu

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Educación para la igualdad y la diversidad: acabar con las fobias sociales

Por Coral Herrera Gomez

Conozco a mucha gente que pide ayuda a psicólogos y terapeutas para tratarse la tristeza, el vacío existencial, las angustias y los miedos, pero no conozco a nadie que quiera curarse de enfermedades sociales como el racismo, el machismo, el clasismo, la xenofobia, la homofobia, la lesbofobia o la transfobia.

Vivimos en un mundo competitivo, violento y jerárquico en el que unos seres humanos tienen más valor que otros: no nos educan para amarnos los unos a los otros en las escuelas ni en las universidades, yno hay especialistas a los que acudir cuando experimentamos un odio profundo hacia colectivos de personas o minorías.

Las religiones tampoco promueven el amor hacia la gente diferente: generalmente los curas, sacerdotes, rabinos o imanes nos incitan al odio acusando de herejes e infieles a todos aquellos que no siguen su doctrina. Es frecuente escuchar en las iglesias, las mezquitas y las sinagogas discursos de odio hacia las mujeres que no se someten a los dictados del patriarcado, o hacia lesbianas y gays, pero sus autores no son acusados ni encarcelados por hacer apología de la discriminación y la violencia desde sus púlpitos.

Vivimos en una cultura muy romántica, pero muy poco amorosa. Si bien el racismo es una enfermedad social que con los años se ha convertido en un fenómeno políticamente incorrecto, los chistes sobre negros, latinos, árabes, etc siguen fomentando el uso de estereotipos negativos  que se asumen como algo «natural» y gracioso, lo mismo que los chistes machistas que denigran a las mujeres. Cuando nos acusan de ser personas que discriminan, que odian o que rechazan a otros seres humanos,generalmente nos justificamos empezando con la tan conocida y estúpida frase: «Yo no soy racista pero… no soporto a los gitanos», «Yo no soy homófobo pero… a mi que no se me acerque un gay», «Yo no soy machista pero… las mujeres no están capacitadas para ciertas tareas», «Yo no soy clasista pero… creo que los pobres son unos vagos».

Es curioso que a poca gente le de vergüenza expresar en voz alta su miedo o su odio hacia otros seres humanos y que nadie quiera curarse de estas enfermedades sociales que provocan tanta violencia. Hasta cierto punto es demencial que enseñemos a los niños y a las niñas a comportarse con corrección en público (dar los buenos días, no tocarse los genitales en público, rezar por las noches), pero luego tengan que oir en casa chistes y comentarios despreciativos hacia los inmigrantes, las lesbianas o las personas transexuales como si discriminar a otras personas no fuera un acto violento.

Los seres humanos sentimos terror hacia las personas que no son como nosotras, por eso siempre estamos buscando la integración en los grupos, y por eso buscamos a los que son semejantes para formar grupos frente a otros grupos de gente que no son como nosotros. En nuestro sistema patriarcal, nos han convencido de que hay gente «normal» y gente «anormal», que hay un «nosotros» y un «ellos», que están los «buenos» y los «malos», que por fuerza has de ser «masculino» o «femenina»… todo nuestro pensamiento es binario, es decir, nuestra forma de pensar está determinada por los opuestos: blanco/negro, positivo/negativo, válido/inválido.

La gente normal es aquella que cumple con los patrones y las normas del capitalismo patriarcal, es aquella que se puede etiquetar y definir, es aquella que encaja con una definición exacta. Toda la gente que no «encaja» es rara, es extraña, es extravagante, y por lo tanto es susceptible de recibir nuestro rechazo y nuestras burlas. Esto es lo que ocurre con las personas transexuales o las personas transgénero: nuestro cerebro trata de averiguar si estamos frente a un hombre o una mujer, y nos sentimos mal si no logramos definir con exactitud el género al que pertenece la persona que tenemos en frente.

Y sin embargo, en la naturaleza nada es blanco o negro: vivimos en un mundo diverso con gente de todos los colores, tamaños, creencias, habilidades, capacidades, costumbres y formas de ser. En nuestro mundo hay mujeres masculinas, hombres femeninos, hermafroditas, personas que transitan, personas que se disfrazan, hombres travestidos, y toda clase de gente que no se adapta a ninguna etiqueta patriarcal. Nos cuesta gozar con esta ruptura de esquemas porque necesitamos que nuestro mundo sea estable, parecido al mundo simple que nos muestran los medios de comunicación: la diferencia nos da miedo, y por eso atacamos a personas que tienen otras creencias religiosas, otras formas de vestir, otros acentos e idiomas, otras orientaciones sexuales, otras costumbres y tradiciones….

Las enfermedades sociales producen discriminación, y la discriminación lleva a la violencia. Por eso la gente que vive esa violencia por ser diferente sufre tanto, por eso hay tantos niños y niñas diversas que se suicidan, por eso hay tantas personas adultas que son asesinadas cada año en todo el mundo. Por ser diferentes, por ser extranjeros, por ser raros…

Para acabar con las fobias sociales, hace falta integrar en la educación el respeto hacia las personas, y el amor hacia la diversidad del mundo en el que vivimos. No sirve de nada que nos aprendamos los nombres de los ríos y sus afluentes, o la lista de los reyes visigodos, si somos incapaces de entender que no se puede discriminar a nadie por su color de piel, por su forma de amar, por su identidad de género. No sirve de nada que tus hijos e hijas saquen buenas notas si luego acosan a sus compañeras con insultos, humillaciones, golpes y desprecios… no sirve de nada que hablemos de paz y de amor en Navidad si seguimos fomentando el odio contra colectivos de personas que no son como nosotros.

Tenemos que ir más allá de las etiquetas y condenar todos los discursos de odio que nos hacen creer que hay personas inferiores y superiores, y que justifican la violencia contra las personas diversas. Tenemos que callar la boca a toda esa gente que utiliza esa maldita frase de: «Yo no soy machista pero…, yo no soy racista pero… yo no soy homófobo pero….»

No hay peros que valgan. Todas las enfermedades sociales tienen cura: la mejor medicina contra la intolerancia, los miedos y la violencia es la educación en valores. Tenemos que romper con las etiquetas que nos reducen la libertad para ser y para sentir, y cuestionar profundamente los conceptos de «normalidad» y «anormalidad», porque en realidad somos todos gente diversa. Tenemos que ensanchar nuestras pequeñas mentes para que ser capaces de entender que la diversidad no es ninguna amenaza, que nos enriquece en la medida en que nos abre horizontes de realidad, y que la gente diversa merece respeto y amor. Tenemos que trabajar colectivamente, junto con los medios de comunicación, las familias y las instituciones, para promover una ética basada en el amor hacia la gente que nos rodea, sin exclusiones ni discriminaciones de ningún tipo.
Tomado de: http://haikita.blogspot.com/2015/12/las-fobias-sociales-y-el-miedo-la.html

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Bondades de la Diversidad Cultural para la Construcción Colectiva de un País

 Venezuela/ 08 de Julio de 2016

Por: Aguntín Villalobos Rojas

Villalobosaguntin2014@hotmail.com

 “Si Contamos con una Plantilla Culturalmente Diversa, Podremos Posicionarnos como una Empresa Global”

 “Los Equipos de Trabajos Multiculturales Trabajan Mejor en Proyectos Internacionales”

La diversidad cultural entendida como manifestación colectiva del hombre que invita al compromiso en sociedad para el entendimiento hacia el logro de propósitos comunes sin diferencias de raza, credo, religión, ideología, criterios científicos y teóricos, es un concepto polisémico que lleva implícito la posibilidad que tienen las organizaciones para incrementar la motivación, el compromiso, la innovación, creatividad, su eficiencia y eficacia como fin último de la construcción natural y óptima de un país, en este sentido como nos dice el texto  la diversidad cultural se  “tiene que emanar un interés auténtico para conseguir crear un entorno organizativo diverso donde se valoren las diferencias personales, como fin en sí mismo”. Esta afirmación proporciona relevancia teórica en cuanto al progreso colectivo que puede surgir al entender las diferencias potenciales que se tiene por naturaleza en un país y que sirven como vías de entendimiento para el desarrollo y progreso de un país.

En el histórico de todos los países desarrollados se diferencian épocas bien diferenciadas que van: desde lo primitivo-feudal-rural pasando por lo industrial hasta llegar a lo que Peter Drucker denomina sociedad del conocimiento, organizaciones y países de conocimiento donde la fuente de crecimiento y desarrollo no pondera sólo en las materias primas y capitales para generar bienes y servicios necesarios para el progreso, sino que lo fundamental es el conocimiento e innovación para producirlo y generarlo, yo propondría una nueva forma de organización basada en la diversidad cultural llamada sociedad del entendimiento ya que como decía Einstein ahora en este mundo somos más pero entendemos menos, este es un reto radical que los países, sociedades y organizaciones deben encarar con la suficiente inteligencia como vía óptima de crecimiento y desarrollo.

En este orden de ideas, en Venezuela además de un gran pacto social, sincero, económico y sostenido debe existir la resignificación y unión de criterios del proyecto de país que se desea y se anhela en todos y cada uno de los sectores de la sociedad, sin distinción de ideologías políticas y prescripciones económicas, para tal efecto; que los socialista promuevan la distribución de las riquezas y den garantía de la seguridad social de la nación, pero que también los capitalista participen en el manejo y administración de los recursos para generar este bienestar social. Esta sería un gran idea para concretar lo que establece la UNESCO sobre la importancia de la diversidad cultural como factor de desarrollo de los países y la cual cito en el artículo 3 de su declaración universal “la diversidad amplía las posibilidades de elección que se brindan a todos; es una fuente de desarrollo, entendido no sólo en términos de crecimiento económico, sino también, como medio de acceso a una existencia intelectual, afectiva, moral y espiritual satisfactoria”.

Siendo las cosas así, indudablemente la diversidad cultural debe ser objeto latente de toda reflexión profunda que se haga para plantear objetivos estratégicos de crecimiento individual y colectivos cuando se trata de lograr bienestar social por esta permite la cohesión y complemento de la fuerzas sociales como un todo para generar la motivación y creatividad necesaria para llevar adelante el progreso de una nación.

Para finalizar, estas ideas de materializarían, si además de priorizar en concepto de diversidad cultural, se acompañe de una mejor compresión de los procesos mentales que nos brinda las neurociencias y el uso sostenido  de la ciencia y la tecnología desde lo biológico cultural de la existencia humana; donde los deseos y motivos propios de cada ser humano sean los que determinen sus acciones y racionalidad necesaria y compartida sea inspiración para negar o rechazar este accionar.

Fuente: El Autor.

 

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