Page 84 of 98
1 82 83 84 85 86 98

La soledad del PRAE

01 de marzo de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Mauricio Mora Rodríguez

Un recordatorio para la comunidad educativa sobre el proyecto ecológico que se ha dejado a un lado y que además, no se ha potenciado como se debería hacerlo. 

Por estos días, época de proyecciones, modificaciones y planeaciones, vale la pena preguntarse por  un proyecto transversal que debería tener más importancia: el PRAE. Vital para construir el puente tan necesario entre la escuela y la comunidad y que, potenciando la investigación y el trabajo colaborativo, procura crear conciencia sobre el impacto que los seres humanos tenemos con nuestras acciones sobre el medio ambiente.

No obstante su importancia, es un proyecto subvalorado en las más veces, diluido en medio de la cantidad de capacitaciones y actividades que desarrollamos, la soledad de la mayoría de los PRAE(s) es atribuible al desconocimiento real acerca de lo que es el medio ambiente y sus interacciones sociales y culturales  por parte de todos los miembros de la comunidad educativa, lo cual no permite que haya una apropiación real ni que podamos implementar la siempre bien ponderada y casi impronunciable interdisciplinariedad.

Las debilidades en la planeación y ejecución de los PRAE(s) son varias, pero según la Mg Ángela Cortés, una de los más comunes es limitarse al activismo: se ejecutan actividades básicas como programar jornadas de aseo o instalar canecas de reciclaje, pero se ha dejado de lado la parte conceptual y contextual; sería importante encontrar los problemas ambientales del entorno, estudiarlos a fondo y realizar ahí sí las acciones tendientes a la resolución o mitigación de estos problemas, de esta manera el efecto sobre la comunidad sería más importante.

Una cosa que debe tener presente toda la comunidad educativa con respecto al PRAE, es que no genera dividendos económicos, a veces se piensa que el reciclaje de los residuos sólidos u otras actividades del programa tienen un fin de lucro, y no es así, sin embargo una planeación y una ejecución correcta del proyecto ambiental redunda en cosas como el ahorro de energía y agua en las instituciones educativas, una reducción en el consumo de, por ejemplo, envases Pet y paquetes (que además mejora la nutrición de los estudiantes), y finalmente, en el mejoramiento de la calidad de vida de todos los miembros de la comunidad educativa. Por eso es importante rescatar la conciencia ambiental de las páginas muertas del proyecto y de los anuncios estériles de echar el papelito a la caneca, para sentarse a analizar las problemáticas ambientales y contribuir así con un planeta que pide a gritos conciencia de todos sus habitantes.

Adenda: Quedó un mal sabor con las reiteradas denuncias de fraude en el concurso de ingreso docente, pero además con la ligera conclusión de que no había pasado nada, basada, supongo en una investigación exprés de 24 horas, no es la primera vez que pasa y no puede ser que la prueba escrita pierda el único atributo que tenía: la objetividad.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-soledad-del-prae

Comparte este contenido:

En Italia hay más de 84.000 niños sin colegio

Europa/Italia/26 Febrero 2017/Fuente:ellitoral /Autor:DPA

La ONG Save the Children informó que más de 84.000 niños quedaron sin colegio después del mortal terremoto que devastó el centro de Italia el año pasado.

La organización dijo que decenas de miles de niños no están yendo a la escuela, están estudiando en tiendas de campaña o se ven obligados a viajar lejos de sus casas para asistir a clase.

El 30 por ciento de los afectados son menores de cinco años y un 28 por ciento tiene entre seis y 11 años.

De los 990 colegios que se encuentran en la zona del terremoto, uno de cada diez ha sido declarado en ruinas y más de uno de cada cuatro, parcialmente o temporalmente inadecuado para abrir sus puertas.

La ONG insistió en que los trabajos de reconstrucción deben centrarse en sacar a los niños de lo que se describe como un «desierto educativo».

Terremoto y temblores

El 24 de agosto, un terremoto de magnitud 6,2 causó 299 muertes y arrasó numerosas localidades montañosas en las regiones de los Abruzos, Lacio, la Marcas y Umbría. A este le siguieron otros dos grandes temblores a finales de octubre y cuatro más el 18 de enero. Se cree que estos últimos causaron una gran avalancha de nieve que sepultó un hotel de montaña en los Abruzos dejando 29 muertos.

En Italia, 5,5 millones de niños menores de 15 años viven en zonas sísmicas de alto y medio riesgo, indicó Save the Children.

Un total de 11.726 personas, que se quedaron sin hogar por los terremotos, están recibiendo asistencia de las autoridades, según los últimos datos del Departamento de Protección Civil. De ellos, más de 9.000 están viviendo en hoteles, 1.800 en polideportivos y otras instalaciones, y 760 se mudaron a contenedores o módulos prefabricados.

Fuente de la noticia: http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/144137-en-italia-hay-mas-de-84000-ninos-sin-colegio-despues-del-terremoto-de-2016.html

Fuente de la imagen:http://static.ellitoral.com/um/fotos/174033_italia.jpg

Comparte este contenido:

Informe OCDE: «Tengo clase de educación financiera en el cole»

25 Febrero 2017/Fuente:diariodenavarra/Autor: OCDE

Los niños empiezan a tener contacto con las finanzas a los seis años, edad a la que comienzan a recibir la paga y a involucrarse en pequeños recados, pero esto no garantiza que sus conocimientos financieros sean los adecuados a sus necesidades en el futuro.

Esta relación temprana con el dinero contrasta con la atención que se da a este aspecto en el currículo educativo y que deja a lo jóvenes españoles por debajo de la media de los países de la OCDE en competencias financieras.

Los últimos datos del informe PISA sobre educación financiera muestran que un 16,5% de los estudiantes españoles de 15 años no alcanza el nivel básico de educación financiera, frente al 15,3% de media en la OCDE.

Estas cifras evidencian la necesidad de «definir un programa de educación económica y financiera eficaz» en España, que se adapte a la realidad de los niños y de los jóvenes, según un estudio sobre educación financiera elaborado por la Fundación Junior Achievement, la aseguradora MetLife y la Universidad de Murcia.

La directora de Programas de Orientación Laboral y Educación Financiera de Junior Achievement, Laura González, explica en declaraciones a Efe que «cada vez hay más recursos, pero no hay un nexo común para introducirlos en los centros educativos» y añade que es preciso «hacerlo de una manera unificada», con la colaboración de centros educativos, sector privado y familias.

El informe analiza los comportamientos y nociones financieras de cerca de 1.400 alumnos de entre 6 y 18 años y desvela que la mitad de los alumnos de primaria, hasta 11 años, reciben una paga semanal que ronda los 12 euros y cerca de un 36% realiza recados.

Las familias encargan recados a los niños a partir de los 8 años, mientras que en el caso de las niñas se retrasa hasta los 9.

La recepción de una cantidad fija de manera semanal facilita el ahorro de los jóvenes, no obstante, solo un 16% de los estudiantes de primaria guarda el dinero en una cuenta bancaria, mientras que el 56% ahorra con el objetivo de comprarse juguetes, dispositivos tecnológicos o, en menor medida, para la universidad.

La tendencia al ahorro depende de la información que reciben en casa, como aseguran las respuestas del 44% de los niños de esta edad, aunque, de nuevo, existen diferencias, ya que los padres hablan más de ahorro con sus hijos (48%) que con sus hijas (39%).

Su corta edad no es un impedimento para que realicen compras por internet (11%), ya que dos de cada cinco estudiantes de primaria tienen móvil y un 5,3% dispone de una tarjeta de débito o crédito.

A pesar de su relación con el dinero, sus conocimientos no están a la altura del uso que hacen del efectivo, por lo que González recuerda que «necesitan tener información» para ser críticos.

Las competencias financieras de los estudiantes mejoran con la edad y, a los 15 años, las chicas tienen un conocimiento superior al de sus compañeros y son más racionales en sus decisiones de compras.

Los alumnos de secundaria se implican más en los recados de la unidad familiar, un 86% frente al 36% en primaria.

Además, a esta edad cada vez son más los estudiantes que reciben una paga semanal, que también es superior, en este caso de unos 100 euros al mes, dividida en unos 25 euros semanales.

Los adolescentes cambian sus objetivos de ahorro y dejan atrás las «inversiones» en juguetes para gastarse el dinero en viajes (28%), estudios universitarios (22%) o financiarse el carné de conducir (7,8%).

También son más conscientes del valor del dinero y el 84% de los encuestados afirma comparar precios antes de comprar algo, en particular por internet, una vía que utilizan el 12 % de los estudiantes de secundaria.

Para acercarse a la media de la OCDE, desde Junior Achievement proponen un marco educativo adaptado a las distintas edades, con contenidos que empiecen enfocados en las «habilidades no cognitivas», para centrarse en actividades que «se van complicando y acercando a la vida laboral» en los cursos superiores.

Por su parte, desde el movimiento de economistas crítico Attac insisten en que lo importante es advertir a los jóvenes de que «no sean consumistas, sean respetuosos y que sepan el significado del dinero».

Fuente: http://www.diariodenavarra.es/noticias/negocios/2017/02/25/tengo_clase_educacion_financiera_518893_3182.html

Imagen:http://static01.diariodenavarra.es/uploads/imagenes/bajacalidad/2017/02/25/_huchacerditoceramicaestablotp6194774493540616745f_39d15df9.jpg?652e267ab50bcbb7ea7d98d9ef4902

Comparte este contenido:

Sexismo en el lenguaje, ¿filología o ideología?

Por: Enric Llopis

El uso rutinario del lenguaje puede, muchas veces, nublar la visión de la realidad. ¿Es posible ser padre sin tener hijos? He aquí el “enigma”, de sencilla resolución en teoría pero en la práctica un acertijo por los inadecuados hábitos lingüísticos. La profesora de Lengua Castellana y militante del movimiento feminista, Teresa Meana, ofrece la respuesta al arcano: “Muy fácil, teniendo hijas”. Es autora del libro “Porque las palabras no se las lleva el viento… Por un uso no sexista de la lengua” (2002) y activista en la Casa de la Dona de Valencia. En las conferencias que imparte, suele advertir al auditorio: “Todas las lenguas son igualmente sexistas, el patriarcado es universal”. No hay más que observar la lengua inglesa y el torrente de palabras que agregan “-man” (hombre) a la raíz. Pero todo empieza en la escuela. Así, cuando la maestra apela a los niños puede estar utilizando el genérico masculino (con lo que incluye a las alumnas) o refiriéndose sólo a ellos. Y para hacer la distinción, “ahí es cuando interviene la famosa intuición femenina”, afirma la activista en las Jornadas Feministas organizadas por el sindicato Acontracorrrent. La psicóloga Montserrat Moreno señaló muchos de estos usos en “Cómo se enseña a ser niña. El sexismo en la escuela” (Icaria, 2000). Aunque la cuestión trasciende las aulas, porque en una reunión de críticos ¿hay presencia de mujeres?

La conferencia de Teresa Meana pone en claro la utilización torcida del lenguaje. A mujeres como la científica polaca Maria Salomea Sklodowska-Curie (1867-1934) se las conoce por el apellido del padre o del cónyuge, sin embargo permanece ignoto el de la madre. También pueden rastrearse las huellas de la discriminación de género en los diccionarios, “que no reflejan la lengua sino el poder de quien los hace”. Meana recuerda que el diccionario de la Real Academia Española definió al huérfano-huérfana como la persona cuyo padre o madre (o ambos) han fallecido, aunque preferentemente el padre; además, actualmente la RAE considera que un sombrero es, en la segunda acepción, una prenda de adorno usada por las mujeres para cubrirse la cabeza (en la primera no se hacen distingos de género: prenda de copa y ala para cubrir la cabeza). Se trata de reflexiones que parten de dos premisas. La lengua –y en el mundo se hablan cerca de 6.000- no es un “hecho biológico” ya cerrado, sino un organismo vivo y en evolución constante. Además el ser humano habla y aprende –desde la lengua materna- por imitación. Ello significa que la lengua –en tanto que producto cultural- es aprendida y por tanto modificable.

Hay veces que el hablante incurre en usos directamente racistas. Los incluye Eduardo Galeano en el poema dedicado a “Los Nadie” (1940): “Que no son, aunque sean / Que no hablan idiomas, sino dialectos / Que no hacen arte, sino artesanía / Que no practican cultura sino folklore / Que no son humanos, sino recursos humanos”. Por esta razón una homilía en el Vaticano se considera una ceremonia religiosa, mientras que un rito de los indios Aymara en el Lago Titicaca se tacharía oficialmente de superstición. La invisibilización que denuncian los versos de Galeano se extiende a las mujeres en el lenguaje del día a día. Ocurre con el título de la exposición “Las edades del hombre”, organizada por la fundación religiosa del mismo nombre para la promoción del patrimonio de las once diócesis católicas de Castilla y León. O con usos tan habituales que pasan inadvertidos. “Zorro” equivale a astuto, mientras que en femenino es sinónimo de prostituta, palabra con una sinonimia vastísima. El gobernante es quien rige los destinos de un país, pero la gobernanta es la responsable de planta en un hotel. Podría reservarse un capítulo específico para el refranero. “Mujer que sabe Latín, ni tiene marido ni tiene buen fin”, le enseñaban a Teresa Meana en el colegio de monjas. Y otro apartado al deporte, con expresiones como “había numerosos aficionados, también mujeres”.

En otras ocasiones el sexismo se plantea de manera subrepticia. “Quizá se pueda afirmar que el hombre –en genérico- inventó la rueda, pero decir que fue el hombre quien inventó la agricultura es una mentira enorme”, apunta Teresa Meana. En los años de combate lingüístico se ha encontrado incluso con casas editoriales que, tras declararse contrarias a los usos sexistas, han elaborado diccionarios que definen al hombre como “individuo de la especie humana” y a la mujer como “persona del sexo femenino”; más aún, en la segunda acepción caracterizaban a la mujer como aquella persona que dejó de ser niña, mientras que para el hombre se reservaba el adjetivo “adulto”. O anuncios rocambolescos, por ejemplo uno de la marca de relojes IWC: “Igual de complicado que una mujer, pero puntual”. La profesora y militante feminista ha vivido la jerarquización política de las lenguas. “Cuando yo estudiaba sólo había una lengua, el castellano, y el resto se consideraban dialectos; se incluía aquí a una lengua no indoeuropea como el Euskera, cuya presencia es muy anterior”.

Durante años de militancia ha entablado batalla dialéctica con celebrados escritores, como Javier Marías. Una de ellas en 2006, en respuesta a un artículo publicado por el novelista en El País (“Narices con poco olfato”). Teresa Meana defendía el uso del femenino “jueza”, al igual que se admite el término “andaluza”; o cancillera, profesora, bedela y oficiala. Frente a argumentos como que las feministas odian el latín, ironizaba con una apelación a lo que en esos casos hubiera hecho el pueblo romano: Invocar por separado a dioses y diosas (deus-dea). “Porque temían que las deidades no escucharan sus ruegos si empleaban una sola forma; Ah!, y para las obsesiones, nada como visitar al psiquiatro”, concluía la carta a Marías. “Con Pérez Reverte también tengo un problema”. La profesora de Lengua señala el trasfondo de este tipo de polémicas: “Los argumentos nunca se basan en cuestiones lingüísticas, sino ideológicas”.

Hasta no hace mucho las mujeres tenían el acceso casi vetado a determinadas profesiones. Pero al igual que los libros de texto para escolares contienen el femenino “médica”, el criterio puede ampliarse a “fontanera”, “ingeniera” o “ministra”. Teresa Meana insiste en que el masculino “nunca puede considerarse genérico, sino estrictamente masculino”; así pues, los vascos, los refugiados o los niños “no incluyen a las mujeres”. Así expresadas, pueden parecer afirmaciones poco objetables, pero el uso no sexista del lenguaje se enfrenta a fuertes reticencias: que si las expresiones figuran o no en los diccionarios académicos, que si da lugar a expresiones largas y complicadas… Tal vez fueran las mismas adversidades e incomprensiones contra las que batalló Olimpia de Gouges, autora en 1791 de la Declaración de Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, en cuyo preámbulo –que declaraba a madres, hijas y hermanas “representantes de la Nación”- denunciaba la “ignorancia”, el “olvido” y el “desprecio” de los derechos de la mujer.

Autor del libro “¿Es sexista la lengua española? (Paidós, 1994), el fallecido ingeniero y profesor del CSIC Álvaro García Meseguer profundizó en un asunto capital, el “salto semántico”. Consiste en empezar la oración con un sujeto genérico, pero que a continuación revela una referencia exclusiva a los varones. Teresa Meana ha recopilado ejemplos (“hay miles de casos”) de diferentes libros de texto. “Todo el pueblo bajó al río a recibirles, quedando en la aldea las mujeres y los niños”; “Los romanos permitían a sus esposas tener esclavos propios”. La Gran Enciclopedia Salvat de 2008 hacía referencia a la gran impedimenta para los hunos de “carros, mujeres y rebaños”. En este tipo de expresiones incurre un Premio Nobel de Literatura como Camilo José Cela: “El afán de aventuras suele acompañar al hombre y todos, de niños, soñamos con cazar leones, asaltar bancos, perseguir criadas (…)”. En enero de 2006 el escritor Javier Cercas publicaba un artículo en El País, “Este oficio no es para cobardes”, en el que desarrollaba su concepción del poeta: “No es una damisela asustadiza que se pasa la vida oliendo flores y soltando remilgos de monja o flatulencias sentimentales. Un poeta es un peligro público”. Una página Web sobre el consumo de drogas corona la retahíla. ¿Qué hacer ante una intoxicación aguda por ingesta de cannabis? En primer lugar, recabar toda la información posible de “los amigos y la novia de la persona afectada”.

Muchas de las pegas, impedimentos y prejuicios podrían resolverse con un vistazo a los clásicos. En el Siglo XII el “Cantar del Mío Cid” incluye las variantes moros y moras; o mujeres y varones. En el siglo XIV “El Libro del Buen Amor”, del Arcipreste de Hita, tampoco consideraba “farragoso” incluir a los dos géneros. El Ordenamiento de Menestrales de las Cortes de Valladolid (1354) menciona, sin mutilaciones sexistas, a hombres y mujeres, aquéllos y aquéllas, los mozos y las mozas o los peones y las peonas. Los especialistas en Literatura también han estudiado la “novela de adulterio”, vertebrada por la siguiente tríada: “Ana Karenina” (1877), de Tolstoi; “La Regenta” (1884-85), de Leopoldo Alas “Clarin” y “Madame Bovary” (1856), de Flaubert. “Pero no se incluye ‘Fortunata y Jacinta’, que es de la misma época y donde el personaje adúltero es masculino”, señala Teresa Meana. En “La Regenta” Clarín (“y esto no quiere decir que fuera feminista”) escribe sin reparos muchachos y muchachas o señoritos y señoritas. En Colombia se asume sin remordimientos el sustantivo “lideresa” y en Panamá se cita a los miembros y las miembras del Parlamento. Se trata de una lucha sufrida, tortuosa y empedrada de dificultades. Hace apenas un siglo que se escolarizan las mujeres en España. Meana subraya el ejemplo de la escritora Concepción Arenal (1820-1893): “Estudió en la universidad vestida de hombre, con capa y sombrero de copa”.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=223163&titular=sexismo-en-el-lenguaje-%BFfilolog%EDa-o-ideolog%EDa?-

Comparte este contenido:

¿Se educa en casa y se aprende en la escuela?

Por: Eva Bailén

Educar y enseñar se presentan como dos funciones diferenciadas con unos responsables divorciados: los padres y los profesores

Los niños y los adolescentes de hoy en día son más maleducados que nunca. Parece que las familias no cumplen su función de educar. Aunque a lo mejor no es algo tan nuevo, porque creo que esto siempre ha pasado, mis abuelos también creían que los jóvenes no tenían (buena) educación; también lo creyeron mis padres y lo piensan actualmente muchos ciudadanos mayores de 40 años. Ir a comer con los niños a un restaurante, por poner un ejemplo, puede ser más estresante para los padres que aprobar unas oposiciones para notario. Los camareros, el resto de clientes, padres y madres sentados en otras mesas les evalúan, examinan si sus hijos están (bien) educados o no.

La educación de los pequeños de la familia me parece algo arriesgado de definir cuándo un niño (correctamente) educado parece ser más bien aquel que no molesta que una criatura con la curiosidad e inquietud propia de su edad. Así, si se le da al pequeño un móvil o una tableta para que no incordie en el restaurante, se conseguirá hacer felices a muchos, algunos hasta pensarán que es un bendito, pero creo que los que somos padres somos conscientes de que eso no es educación (de la buena).

Se ha generalizado y aceptado la idea de que se educa en casa y en la escuela se aprende. Cada vez que oigo esa frase se me remueve algo por dentro. Creo que la frase en cuestión crea una separación nada recomendable. Según esta aseveración los niños y adolescentes deben llegar (bien) educados de sus hogares al colegio, para que el maestro o profesor pueda hacer su trabajo, el de enseñar, de una manera correcta. Educar y enseñar se presentan como dos funciones diferenciadas con unos responsables divorciados: los padres y los profesores.

Así ocurre que cuando ni los padres ni los alumnos tienen la (buena) educación necesaria para convivir de manera pacífica y respetuosa, se dan situaciones que llevan a los docentes al hartazgo. Supongo que si Ramón y Cajal hubiese vivido en la época de lo digital, habría escrito un post quejándose de sus maleducados discípulos que se reían a carcajadas en sus clases magistrales. Aunque creo que por entonces, la función de educar (bien), residía más en las escuelas que en los hogares, donde a los padres aún no se les exigía toda la responsabilidad en cuanto a educación se refiere.

A mí me encantaría que no solo los niños, sino también los adultos, fueran personas (bien) educadas ¿a quién no? Nos facilitaría la vida personal y la profesional enormemente. También las familias acabamos hartas de algunos adultos maleducados cuando en el momento de educar (bien) a nuestros hijos nos encontramos con diferencias que nos crispan, incluso dentro de la misma familia. A veces a los padres no nos gusta cómo actúan los abuelos, o los tíos, o los vecinos, o los profes, o los padres de otros niños del colegio. Pero tenemos que vivir con ello.

A muchos padres, por citar algunos ejemplos, no les gusta que cuando van a cruzar la calle con sus hijos pequeños, mientras esperan a que el hombrecito – o mujercita porque los semáforos también educan, se ponga verde, llegue algún peatón y se lo salte en rojo. No les gusta que después de haberle contado a sus hijos que fumar mata y que por eso ha fallecido el abuelo de su mejor amigo, aparezca su tío con un cigarrillo en la boca. No les gusta saber que a pesar de que están inculcando a sus pequeños que los videojuegos violentos son deleznables, cuando van a casa de un amigo se hartan a jugar al Call of Duty. Pero a menos que eduques a tus hijos como Viggo Mortensen a los suyos en Captain Fantastic te vas a tener que resignar a vivir con ello. Es la maravillosa sociedad que hemos construido.

Entonces, cuando los niños no son (bien) educados en casa ¿dónde se educan? ¿Está la educación restringida a la responsabilidad familiar? ¿De verdad que las escuelas tienen atribuida únicamente la función de enseñar? Por suerte hay un sector importante de la comunidad educativa que piensa, tal y como afirma José Antonio Marina con asiduidad, que para educar a un niño se necesita la tribu entera. Según este proverbio africano, educamos todos y enseñamos todos. Para bien o para mal. Los medios de comunicación educan, la televisión, el comportamiento de los espectadores y los jugadores en un partido de fútbol, las reacciones de los padres ante un conflicto familiar, laboral o escolar están dejando huella en los niños. Somos un modelo. De nosotros depende que seamos un buen modelo o un mal modelo.

Sé que al decir que se educa en casa, se sobreentiende que se refiere a que se educa bien en casa, por eso he ido poniendo paréntesis a lo largo del artículo, porque cuando se habla de que un niño es educado, se entiende en positivo. Cuando se habla de educación, por defecto nos referimos a buena educación. Si queremos dejar claro que hablamos de mala educación, lo decimos explícitamente.

Yo no mando a mis hijos al colegio solo a aprender, como si fuesen recipientes vacíos a los que hay que llenar de contenidos, no creo que sea posible que vengan únicamente del colegio con nuevos conocimientos sin que se les haya quedado nada más; ni quiero que mi función sea solo la de educar, creo que también puedo enseñarles mucho a mis hijos. Creo que sería una pena si los padres no enseñaran y si los maestros no educaran, habría muchas buenas oportunidades desperdiciadas.

Si queremos niños y adolescentes bien educados, creo que debemos empezar por ser autocríticos, y asumir nuestra responsabilidad como educadores desde que son pequeños. Aunque no tengas niños o no trabajes con ellos, son parte de la sociedad, y tienes una responsabilidad. La educación está en manos de todos.

Casi todos los niños viven con una familia y pasan por una escuela, así que es en los dos lugares, en el hogar y en el colegio, donde se producirá el mayor impacto en su educación. Si uno de los dos flojea, creo que el otro debería tratar de dar a ese niño la oportunidad de disfrutar de una buena educación. Si en casa no se educa, algo que por lamentable que parezca ocurre, quiero creer que los niños están recibiendo una educación en las escuelas. Al menos la escuela debería ser un lugar en el que se les diera a todos los niños, independientemente de su condición social, la oportunidad de recibir no solo conocimientos sino también una buena educación. Para que cuando lleguen a la adolescencia, sean jóvenes bien educados. Y si no se consigue, no creo que el fracaso sea solo del chaval y de sus padres.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/02/08/mamas_papas/1486553720_440045.html

Comparte este contenido:

Libro: Motivar en la Escuela, motivar en la familia.

Reseña:  Este libro, cuya autoría pertenece a J. Alonso Tapia, presenta una idea de cómo motivar a los demás y por qué no, a nosotros mismos, es algo, que visto en sentido general, ha preocupado y preocupa a cualquier persona. Más específicamente, hacer aparecer y progresar la motivación por el aprendizaje es una de las funciones de los profesionales de la educación.

Aquí, se ofrecen claves apoyadas en la investigación actual para responder a las preguntas que preocupan a ambos grupos: ¿qué hacer para que el alumnado se interese y se esfuerce por aprender, en vez de intentar sólo aprobar, o lo que es peor, evitar todo trabajo escolar? y ¿cómo hacer para estimular el interés y esfuerzo de los hijos en avanzar?

Link de descarga: http://sohs.pbs.uam.es/webjesus/motiv_ev_autorr/motivar_escuela.pdf

Comparte este contenido:

Argentina: Todo al revés: secundarios tienen hasta un mes menos de clases que chicos de 6 años

Argentina/07 de Febrero de 2017/El Día

UN ALUMNO EUROPEO TIENE MAS DE 900 HORAS DE CLASE POR AÑO; EN NUESTRO PAIS SON 720.

Un grave déficit que es la cara visible de un sistema que hace agua por todos lados. Debates pendientes.

«Me dijeron que en el mundo del revés, los chicos de 6 años tienen más clases que los de 16”.

Daniel Arano cursó sexto de secundaria en 2015, en una escuela de Berisso. Empezó las clases el 9 de marzo, una semana después que su hermana Milagros (quinto grado de primaria) y que su pequeña prima Melina (sala de cinco del jardín de infantes). Para Daniel era un año clave. Al siguiente pisaría por primera vez en su vida una facultad, la de Medicina. El calendario escolar decía que debía ir al colegio hasta el 11 de diciembre, mientras que Milagros (10) y Melina (5) tenían clases hasta el 18. Pero como el adolescente aprobó todas las materias, con un promedio general de 7,66, el 20 de noviembre le dijeron que no vaya más. Así, tras un 6º año “muy livianito”, como lo define hoy en día, tuvo más de cuatro meses de vacaciones: parte de noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo, hasta que arrancó el ciclo académico 2016 en la unidad académica de avenida 60. ¿El mundo del revés?

“Se ha instalado que la cantidad de días de clase es importante, y la discusión pasa por 180, 190, pero la pregunta es si cantidad equivale necesariamente a calidad”, dice el subsecretario de Educación bonaerense, Sergio Siciliano. Pero el calendario escolar habla por si solo, y la realidad -para quienes aprueban todas las asignaturas- más aún. “Por cierto, es una luz roja que abre la puerta a un debate más profundo”, admite y se enfoca en la “preocupación” por si “los alumnos están aprendiendo o no”.

“OTRA SECUNDARIA”

Cree que hay que avanzar hacia un esquema más parecido al de la universidad. “La repitencia como está concebida, es decir, que un chico recurse todas las materias por tener tres previas (antes, dos) estuvo pensado para una secundaria con otra estructura social. Entonces era un fuerte llamado de atención; hoy es sinónimo de expulsión de la escuela. En los países desarrollados, sobre todo en el plano académico, eso se abandonó”, apunta para plantearse el sentido de la “falta general por llegar tarde. ¿No debería ser por asignatura? Todo eso ocurre mientras el nivel de deserción es enorme”, afirma.

Volviendo a un calendario escolar que también se ve que estuvo armado para otra época, vale la pena recoger experiencias que cada día se extienden más en países con buenos resultados educativos.

La tendencia de achicar el receso estival y de diseñar el descanso escolar en varios períodos de corta duración gana terreno. En Reino Unido los alumnos suelen tener una semana de vacaciones cada seis semanas lectivas. El descanso de verano es de un mes y medio. En Suiza, los escolares disponen de una semana de vacaciones cada dos meses. La orientación general, no obstante, apunta a 2 meses de receso veraniego y cuatro pequeños parates durante el curso.

“¿CUANTAS HORAS?”

Hay quienes prefieren hablar de horas lectivas. “Que los más chiquitos tengan más horas que los grandes no tiene sentido. Considero que se está naturalizando cierta flexibilización del sistema, una suerte de reconocimiento implícito de que no puede contener a los adolescentes, y los libera”, sentencia el concejal platense especializado en educación, Luciano Sanguinetti.

Comenta que sólo tomando actividades obligatorias (no complementarias) “en casi la totalidad de los países de la Unión Europea la escolaridad es de doble turno o jornada extendida, como decimos acá. La mayoría de los estudiantes de los diferentes niveles asisten entre 6 y 8 horas diarias a los establecimientos educativos. El promedio europeo es de 900 horas promedio de clase al año, frente a las 720 nuestras. En Alemania son 1.050 horas promedio; en Finlandia, modelo al que todos toman como referencia, llegan a 1.100; en Italia, a 950”.

El director del Observatorio de Calidad Educativa de la provincia de Buenos Aires subraya que “tras el fracaso de la EGB (9 años de educación general básica y obligatoria) se tomó una buena iniciativa, como convertir en obligatorio todo el ciclo secundario, pero no se modificó la estructura de ese nivel, que aún hoy conserva la matriz de hace 50 años”, realza.

“Es así como los sectores populares, que van a la escuela a buscar una herramienta para afrontar la vida, se encuentran como hace décadas con monólogos de 45 minutos separados por recreos, y quienes llegan al final del camino, sin esa herramienta para salir a trabajar. Por ello, en La Plata, en sintonía con la media nacional, hay un 25% de deserción en el ciclo superior (de 3º a 6 º año). Se impone una gran reforma de la enseñanza media”, opina.

“PARCHES”

La doctora en Educación e investigadora del Conicet, Silvina Gvirtz, asevera que el período lectivo de la secundaria es la “punta de un iceberg, el cual flota sobre una estructura de enseñanza creada en el siglo XIX para seleccionar a quienes iban a ir a la universidad. Luego se fue poniendo parche sobre parche. Es momento de barajar y dar de nuevo”, expresa, para dejar en el aire ideas que “debieran debatirse entre todos pues la educación tiene que ser política de Estado”. “¿Se debe aprender por disciplinas o por problemas que abarcan varias disciplinas, como se hace en Finlandia? ¿Quién se lleva tres materias previas debe recursar once? ¿No se pueden semestralizar asignaturas aumentando la carga horaria?”, y un largo etcétera.

Desde la UNLP, la secretaria académica del Colegio Nacional, Cintia Gasco, señala: “Es cierto que los que aprueban todo ven sensiblemente achicado su ciclo lectivo. Deberíamos pensar desde la escuela, pero fundamentalmente desde las familias, cómo pueden complementar su formación con otras actividades, como talleres en diferentes áreas. Alternativas hay”.

Fuente: http://www.eldia.com/la-ciudad/todo-al-reves-secundarios-tienen-hasta-un-mes-menos-de-clases-que-chicos-de-6-anos-198283

Comparte este contenido:
Page 84 of 98
1 82 83 84 85 86 98