Centro América/Puerto Rico/13 Junio 2018/Fuente: El vocero
Escuelas
Traducirán a lenguas nativas perdón por escuelas indígenas en Canadá
América del Norte/Canadá/13 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina
El 10 de junio de 2008, la Cámara de los Comunes analizó un histórico documento en el que el entonces primer ministro Stephen Harper (2006-2015) pidió perdón en nombre del gobierno federal por uno de los más oscuros capítulos de la historia del país, los pensionados para niños indígenas, el último de los cuales cerró sus puertas en 1996.
La disculpa se ha traducido a siete idiomas para su distribución y publicación en el sitio web Verdad y Reconciliación. Los idiomas son: Mohawk, Plains Cree, Western Ojibway, Mi’kmaq, Inuktitut, Dene y Algonquin, precisó la funcionaria.
Además, Bennett anunció que los videos educativos sobre dichos acontecimientos también estarán listos para su uso en las escuelas a partir de septiembre, algo que calificó de otro pequeño paso en el camino hacia la reconciliación.
Es importante que los indígenas escuchen estas palabras en sus propios idiomas. También ayudará a continuar la educación sobre el legado destructivo de las escuelas residenciales y ayudará a promover los idiomas que tantos estudiantes y familias perdieron como resultado de estas experiencias pasadas, argumentó.
La titular de Asuntos Indígenas reconoció que persisten los efectos de tal trauma, lo cual ha llevado a una serie de problemas en las comunidades indígenas, desde la adicción al alcohol y las drogas hasta las altas tasas de encarcelamiento.
Por su parte Evelyn Korkmaz, sobreviviente de la escuela residencial St. Anne en Albany, Ontario, dijo que el gobierno tiene la obligación de mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas.
A su juicio, no hay excusa para que no haya agua potable, las viviendas estén infestadas de moho, exista mala atención médica y se mantengan altas tasas de suicidio en las reservas.
Es una vergüenza. Debemos, como pueblos indígenas y como canadienses, dar un paso al frente y trabajar juntos para mejorar las vidas de los pueblos originarios, sostuvo Korkmaz.
Desde finales del siglo XIX y hasta casi las postrimerías del XX, más de 150 mil menores de comunidades nativas fueron arrancados de sus familias y enviados a pensionados, en su gran mayoría dirigidos por comunidades religiosas, a fin de adquirir las costumbres y prácticas de los blancos.
Unos tres mil 200 niños murieron, la gran mayoría antes de 1940, debido a enfermedades como la tuberculosis, según el informe presentado en 2015 por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.
Las condiciones sanitarias eran tan malsanas que el índice de mortalidad allí era cinco veces más elevado que en el resto de la población. El informe de la Comisión califica lo sucedido de genocidio cultural.
Suspenden plan para cerrar 9 escuelas en Puerto Rico
Centro América/Puerto Rico/13 Junio 2018/Fuente: El caribe
Un juez suspendió temporalmente el martes los planes para cerrar 265 escuelas públicas en todo Puerto Rico, luego de ordenar que se detenga el cierre de al menos nueve instituciones. También recomendó que otros jueces hagan lo mismo en demandas relacionadas aún pendientes por otros cierres de escuelas que se planean.
La asociación de maestros de Puerto Rico celebró la decisión, tras entablar una demanda por los cierres, uniéndose a padres de familia que dicen estar preocupados por la falta de transporte a las escuelas nuevas y la cancelación de programas para estudiantes con necesidades especiales.
“Se hizo justicia”, dijo Aida Díaz, presidente de la asociación, a The Associated Press. “Este dictamen nos demuestra que… nadie tiene la autoridad absoluta para tomar decisiones arbitrarias por los derechos de un pueblo”.
Agregó que siguen pendientes otras tres querellas que involucran a unas 60 escuelas públicas en todo el territorio estadounidense.
El juez dijo el lunes que el departamento de Educación de la isla no demostró la necesidad de cerrar las nueve escuelas en la ciudad de Arecibo, en la costa norte, y otros tres planteles en el pueblo de Morovis, en la zona montañosa central. También resaltó que una ley recién aprobada para reformar el sistema educativo de Puerto Rico no es una carta poder para que los funcionarios cierren escuelas.
El departamento de Educación dijo que apelaría la decisión y la portavoz Yolanda Rosaly dijo a la AP que prevé que el total de matrículas baje en unos 70.000 para agosto. Puerto Rico tiene actualmente más de 1.100 escuelas públicas para 319.000 estudiantes, pero ese número sigue reduciéndose debido a que muchas familias siguen mudándose al territorio continental debido a la recesión de 11 años y a la devastación causada por el huracán María el año pasado. Si todos los cierres planeados se concretan, 835 escuelas seguirán funcionando.
A principios de abril, los funcionarios anunciaron que cerrarían 283 escuelas y luego redujeron este total a 265, después de más evaluaciones y reuniones con padres y maestros. El gobierno ha resaltado que la matrícula ya ha bajado en más de 38.700 estudiantes desde mayo y que casi la mitad de las escuelas están usando solo el 60% de su capacidad.
Fuente: http://www.elcaribe.com.do/2018/06/12/suspenden-plan-para-cerrar-9-escuelas-en-puerto-rico/
Reconocen en Angola alta incidencia de explotación infantil
África/Angola/13 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina
La directiva mostró confianza en que con la municipalización de los servicios sociales, ya en marcha, se pueda poner coto al asunto.
Un informe del Instituto Nacional de Estadísticas de 2014-2016 situó en 23 por ciento la cuantía de menores cuyo trabajo es explotado.
Entretanto, y como parte del Día mundial contra la explotación del trabajo infantil, este 12 de junio, la televisión publicó reportajes sobre los picadores de piedra en una mina de Huíla, la inmensa mayoría infantes.
También en otro reportaje -pero sin aportar números- denunció el incremento de los niños que venden en los mercados informales o cargan pesos en busca de algún sustento. La situación es recurrente en todas las ciudades del país, incluida Luanda, la capital.
Para agravar el asunto las autoridades educacionales reconocieron recientemente que más de dos millones de menores de 15 años no asisten a la escuela por falta de locales o de profesores.
Canadá: Prueba G-7 recursos para educación de niñas pobres
América del Norte/Canadá/12.06.18/Fuente: sipse.com
Los países más desarrollados del mundo ofrecieron 2 mil 600 millones de dólares.
Agencia
LA MALBAIE.- Los países del G-7 aprobaron el sábado una partida de 2 mil 600 millones de dólares (unos 2 mil 200 millones de euros) en un plazo de tres años para facilitar el acceso a la educación de las niñas más pobres en regiones en conflicto.
De acuerdo con vanguardia.com, los países del Grupo de los Siete, países más desarrollados del mundo, que integra a Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, superaron así la petición inicial del anfitrión canadiense y organizaciones humanitarias, que habían pedido mil 300 millones de dólares.
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Se estima que con ese dinero se podrá ayudar a más de siete millones de niñas a ir a la escuela. Los fondos irán en ayuda de las organizaciones que trabajan en facilitar el acceso de las niñas a la educación en países pobres y en crisis.
La probabilidad de que una situación de inseguridad obligue a una niña a abandonar la escuela es 2.5 veces mayor que en el caso de un niño, explica Michael Messenger, de la organización World Vision en Canadá.
Se calcula que 75 millones de niños en 35 regiones en crisis no pueden ir actualmente a la escuela.
También la organización Oxfam saludó la iniciativa. «Es determinante que los medios anunciados sean fondos nuevos y que no se quiten de otros lugares», dijo el portavoz Jörn Kalinski. Las organizaciones coincidieron también en que para que las niñas y jóvenes puedan beneficiarse realmente de esas ayudas, será necesario también acabar con las tasas a la escolarización. «En caso de duda las familias pobres prefieren enviar a su hijo antes que a su hija» a la escuela, asegura el experto.
Las ayudas deben ser también completadas con una mejora de la salud sexual y reproductiva y el acceso a anticonceptivos, puesto que los embarazos tempranos y los matrimonios frustrados son otras causas que alejan a las niñas y jóvenes del colegio.
Fuente de la noticia: https://sipse.com/mundo/g7-paises-desarrolados-recursos-educacion-ninas-pobres-zonas-conflicto-mundo-299712.html
Niños refugiados de Sudán del Sur llevan la paz a las escuelas en las comunidades del norte de Kenia
Sudán del Sur/9 de Junio de 2018/Europa Press
Los clubes de paz enseñan a los niños lo que es el cariño, el perdón y la resolución pacífica de conflictos
Los moretones eran frecuentes y el intercambio de golpes muy común. A los 13 años, Ayen aprendió a cerrar los puños y a defenderse. Cualquier desacuerdo podía terminar en una pelea. «En una ocasión llegué a pelearme con mi propia hermana en el colegio», cuenta Ayen.
La mayoría de las 180.000 personas que llegaron al campo de refugiados de Kakuma en Kenia, presenciaron escenas brutales antes de abandonar su tierra natal a causa del conflicto en el país. Algunos sienten rencor y otros permanecen distantes entre sí a causa de lo que han experimentado y presenciado en el pasado. Como resultado, algunos de los refugiados se han tomado la justicia por su mano, después de meses o incluso años.
Niños refugiados de Sudán del Sur llevan la paz a las escuelas en las comunidades del norte de Kenia
«Muchas personas procedentes de Sudán del Sur acuden a la escuela, pero tienen miedo del pasado. Los niños llegan aquí después de haber perdido a uno o varios parientes,» dice Peter Par Kuang, director de la escuela principal en Kakuma. «Han presenciado conflictos armados y otros horrores. Les lleva mucho tiempo dejar las hostilidades a un lado y centrarse en su educación», añade.
Ayen afirma que sus cicatrices emocionales motivaban su actitud violenta. A los nueve años de edad, fue separada de sus padres y acogida por su tío en Jartum. «No nos estaba cuidando. No se molestaba en asegurarse de que fuéramos al colegio o de que hiciéramos nuestros deberes en casa,» recuerda Ayen. Durante el tiempo en que estuvo con su tío, éste trató de casar a una de sus hermanas con un hombre mayor. La situación era tan mala que las niñas sabían que debían escapar.
«Encontramos el número de teléfono de nuestro padre que había regresado a Kenia. Le contamos lo que había sucedido, vino a buscarnos y nos llevó con él. Esto sucedió en 2011. Estábamos muy afectadas por todo lo ocurrido en aquel momento. Nos gustaban las bromas, pero también nos gustaba pelear,» explica Ayen.
Polyne Lokoruka era la profesora de Ayen en aquel entonces. Recuerda lo rápido que Ayen podía explotar, se enfadaba con mucha facilidad. Esta situación era demasiado común entre todos los estudiantes refugiados de su clase. «Nuestras aulas estaban llenas de estudiantes; los niños se sentaban incluso en el suelo. Si el niño equivocado se sentaba al lado de otro, se susurraban amenazas al oído tipo, «cuando salgamos te vas a enterar». «Al llegar el descanso, las amenazas se hacían realidad y acababan pegándose fuera de las clases», dice Polyde.
PERO LAS COSAS EMPEZARON A CAMBIAR
Los profesores se dieron cuenta de que los niños estaban afectados por su pasado y que los proyectos para la consolidación de la paz eran de vital importancia.
A pesar de todo, había resistencia por parte de los niños. Estos no mostraban ningún interés en mejorar sus dotes relativas a la resolución de conflictos. «No queríamos saber nada de lo que estuviera relacionado con la paz, no éramos pacificadores», recuerda Ayen. «Yo solía decir que jamás cambiaría», explica.
Sin embargo, poco a poco, y a través de las actividades del club de la paz, los niños comenzaron a transformarse. El club les enseñó lo que era el cariño, el perdón y la resolución pacífica de conflictos, evitando así la violencia.
Ayen fue una de las primeras en cambiar: «Si no tienes el conocimiento necesario, no eres capaz de resolver el conflicto». Al llegar a Quinto Grado fue elegida como delegada de su clase. «Me di cuenta de que si yo podía cambiar, entonces todos los demás podían hacerlo también. Necesitas aprender a ser honesto, a ser humilde», afirma.
Rápidamente se convirtió en una fiel defensora de la paz dentro de la escuela, dentro de la comunidad de refugiados y dentro de la comunidad de Turkana. Ahora, Ayen lidera un club de la paz apoyado por World Vision. Ayuda a organizar actividades como debates, días de limpieza medioambiental y partidos de fútbol, para promover la amistad y crear un sentimiento de unidad dentro de su comunidad.
«Espero que algún día pueda ir a Sudán del Sur y poner en práctica mis enseñanzas relativas a la paz», afirma hoy, con 18 años de edad.
World Vision está implementando un modelo llamado ‘Empoderando a los niños como constructores de la paz’ y ha creado clubes de la paz en 12 colegios diferentes localizados en Kakuma. Estos clubes tienen 277 pacificadores entrenados para traer paz y armonía a las escuelas y a las comunidades. El proyecto busca ayudar a niños y adolescentes a mejorar sus relaciones y armonizar sus comunidades.
Fuente: http://www.europapress.es/internacional/noticia-ninos-refugiados-sudan-sur-llevan-paz-escuelas-comunidades-norte-kenia-20180604081337.html
Propuestas para mejorar el proceso de acogida en educación infantil
Por: Alicia Halperin
Este momento del final de curso puede ser idóneo para que las familias y las niñas y niños que empezarán nuevas en el centro conozcan la escuela, a sus profesionales y su trabajo cotidiano.
El ingreso de bebés, niñas y niños pequeños a la institución escolar es una gran conmoción. Para las criaturas es uno de los mayores retos a que se enfrentan en la primera infancia, para las familias es la dificultad de desprenderse de sus pequeños tesoros, y ¡qué decir de esta época para el profesorado! Solemos afirmar que es el momento más exigente de todo el curso, el de mayor demanda, abundancia de llantos… ¡no damos abasto!
Y si sabemos que para todos son momentos difíciles, ¿por qué no aprovechar el tiempo que queda de aquí a septiembre para crear situaciones de conocimiento mutuo y acercamiento que faciliten el encuentro? Son muchas las aulas y centros en su conjunto que llevan a cabo algunas de estas propuestas. Aunque puedan suponer un esfuerzo extra en junio, también es cierto que con poner en marcha algunas de ellas, estaremos abonando el terreno para un período de ingreso más fácil para el conjunto.
Para empezar, podemos convocar una reunión con las familias de admitidos para el próximo curso en la que les mostremos la escuela o el colegio, les contemos cómo funcionamos y vean fotos de situaciones cotidianas y de momentos que documenten cómo vivimos y aprendemos entre todos. Incluso, si nos dan los tiempos podemos organizar una jornada de puertas abiertas donde vayan pasando escalonadamente las familias con los niños y niñas para vernos “en acción”.
Es cierto que en el actual período de fin de curso se nos amontonan las tareas, pero quizá si logramos organizarnos también podemos hacer un hueco para realizar una entrevista individual con las nuevas familias, a la que asistan los niños y niñas, cuando tengan ya edad para ello, para conocer el espacio y al profesorado, aunque aún no sepamos exactamente con quién estará cada grupo. Podemos elaborar y entregarles un cuadernillo para facilitar a las familias formas de presentar a sus hijos e hijas las cosas con que se encontrarán en la escuela. Pueden contarles el mismo cuento que en septiembre escucharán en clase, hablarles de sus tutoras o tutores para que conozcan sus nombres, escuchar música y canciones que cantaremos en la escuela, prestar atención a los elementos de la naturaleza con los que jugaremos (piedras, frutos, etcétera). También podemos darles fotos del centro: las aulas, los patios, los servicios, los espacios donde comen… Les daremos así oportunidad de ir hablando de la escuela a la que se van a incorporar, y de nombrar a las personas del equipo educativo.
También resulta interesante explicar a las familias cómo enfocamos en su conjunto este proceso de incorporación, y por qué, a partir de la confianza y seguridad que intentamos transmitirles, una buena actitud por su parte es un aporte imprescindible. Podemos adelantarles lo que sucede durante el proceso de adaptación y los elementos que implementamos para abordarlo, las formas de enfocar los momentos conflictivos y la necesidad de consultarnos mutuamente ante estas situaciones, sin transmitir a sus hijos e hijas las dudas e inquietudes familiares.
Otra manera de adelantarnos al periodo de adaptación es pedir a las familias que durante el verano preparen pequeñas cosas para traer a la escuela: por ejemplo, una planta que los niños y niñas estén cuidando para dejarla en clase y seguir su crecimiento. Los libros viajeros que van y vuelven de la escuela a casa pueden iniciarse este verano pegando fotos de la escuela, fotos con su familia, una foto de algún momento de las vacaciones, una frase describiéndola… Esto facilitará a las familias la posibilidad de hablar de cosas concretas de la escuela con los niños y niñas, y las vivencias familiares se podrán hacer presentes en el grupo.
Aunque tengamos muchas ganas de que los malestares se terminen lo antes posible, la realidad es que no nos sirve jugar carreras contra el tiempo: al contrario, demos tiempo a que las criaturas que recibimos puedan procesar todas las cosas que les pasan como lo merecen, con tranquilidad, priorizando que cada niña y cada niño se sienta escuchado y atendido, y buscando la forma de generar bienestar. Entendamos que este proceso tiene una duración mayor que una o dos semanas, como suele estar tradicionalmente estipulado, y que será diferente en cada persona.
El llamado período de adaptación también puede verse como un proceso de adaptación de duración flexible, ya que es difícil acotar a un tiempo determinado la cantidad de emociones que despierta la incorporación de cada cual a la escuela.
Lo que pasa a primer plano en estas situaciones son las cuestiones afectivas, la sensación de seguridad o inseguridad, el placer por alguna percepción, por un momento de encuentro con alguien. Demos prioridad al respeto por las manifestaciones individuales y hagamos una escucha activa de las mismas, demos oportunidad para que se produzcan situaciones de bienestar la mayor cantidad de veces posible, y no nos preocupemos porque otras actividades que podamos planear salgan perfectas. Tengamos en cuenta que los procesos no son lineales, que hay idas y venidas, niñas y niños que un día se sienten bien pueden sentirse mal al día siguiente.
Si lo consideramos desde nuestro lugar de anfitriones, también podríamos llamar a todo esto proceso de acogida o recepción, marcando el especial cuidado que tenemos que tener ante quienes a edades tempranas se incorporan a un lugar desconocido. La institución en su conjunto y nosotras como personas también tenemos que adaptarnos a sus nuevos integrantes. Recordemos que esta es una tarea a compartir con las familias. Planifiquemos recibir a niños y niñas en tiempos escalonados, en grupos pequeños, en diferentes días y en parte del horario escolar, buscando darles la mayor calidez, cuidado y dedicación posibles a cada cual. Demos lugar a que traigan alguna cosa de casa como objetos que les permitan la transición, les acompañen y sostengan afectivamente, tengamos sitios para que las tengan accesibles tanto si quieren compartirlas con los demás como si quieren verlas y dejarlas a resguardo. Creemos espacios dentro del aula donde se puedan ubicar los primeros días las familias que pueden acompañar el proceso, a quienes hemos de recomendarlo muy enfáticamente, de modo que puedan estar accesibles para los niños y las niñas cuando necesiten tenerlas cerca.
Y no olvidemos que a quienes por algún motivo llegan a la institución en otros momentos del curso escolar, les debemos el mismo respeto, trato cálido y recursos de atención para que tengan una buena incorporación.
Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/04/propuestas-para-mejorar-el-proceso-de-acogida-en-educacion-infantil/