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Los excluidos del sistema educativo en México

Por: Gerardo Ariel Ceja González[*]

 

Desgraciadamente los gobiernos neoliberales que antecedieron al actual en lugar de realizar verdaderas propuestas para mejorar la educación pública optaron por construir un dispositivo costosísimo de medición estandarizada para niños, niñas, jóvenes, docentes y escuelas; argumentando que se trataba de evaluar para mejorar.

Se gastaron grandes cantidades de dinero y se creó una jugosa industria de la medición en manos de particulares. El objetivo de esta medición tenía un propósito claro, responder a los intereses de los tecnócratas neoliberales de organismos internacionales y muy poco a la urgente necesidad de mejorar la educación, entre ella la especial.

Los gobiernos del PRI y el PAN impulsaron la creación de instrumentos de evaluación eminentemente privado y ajeno a las necesidades del sistema educativo nacional. Hoy somos testigos que la evaluación que se utilizó en el pasado no consiguió ninguna mejora en la educación.

La experiencia de los diferentes profesionales de la educación especial y de expertos en esta materia no fue un asunto de interés para las autoridades educativas de aquel entonces y el magisterio democrático quedó fuera de cualquier debate educativo y tuvo que mantener una férrea resistencia durante todo el sexenio peñista con un alto costo en vidas, despidos injustificados y encarcelamientos.

Así pues, la administración actual asumió un sistema educativo en franca decadencia, con grandes dilemas educativos y en plena crisis pandémica, obligando a las autoridades a suspender las actividades escolares hasta nuevo aviso.

Con el propósito de poner fin al presente ciclo escolar (2019-2020) la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través de su secretario Esteban Moctezuma Barragán y demás autoridades implementaron un dispositivo educativo digital a distancia por medio de clases virtuales y por televisión para aprender en casa. Sin embargo, y como frecuentemente sucede en educación, los niños, niñas y jóvenes que acuden a recibir educación especial por presentar alguna discapacidad o múltiples, así como aquellos con alguna condición específica, estudiantes indígenas y de comunidades rurales fueron excluidos una vez más de una propuesta educativa real y contextualizada que responda a las necesidades y características de cada uno de ellos; considerando además, que muchos no cuentan con internet, dispositivos móviles, computadoras, televisores o incluso corriente eléctrica.

Ante ciertas poblaciones como las ya mencionadas se genera una desigualdad y una brecha que provoca una muy sutil exclusión de las personas que requieren de otras estrategias de implementación educativa que responda a sus condiciones. Consideremos que un estudiante que presenta alguna discapacidad requiere de apoyos adicionales y equipo especializado para facilitarles su aprendizaje; por ejemplo, un estudiante que presenta ceguera, debilidad visual o sordoceguera requiere de los elementos tiflotecnológicos que le permitan el aprovechamiento práctico de los conocimientos como traductores del sistema braille a voz. Las personas que presentan discapacidad auditiva requieren de un especialista en el manejo de la Lengua de Señas Mexicana (LSM), y así, cada discapacidad o condición requiere de otros apoyos diferentes a los convencionales.

Ante esta complejidad la reflexión nos debe llevar al tema de la exclusión y no precisamente al de inclusión que con frecuencia se aborda meramente como un discurso político sin mayor trascendencia. La pregunta central no es si la condición de discapacidad genera exclusión, sino a la inversa, es decir, los mecanismos excluyentes producen discapacidad en todos los estudiantes más allá de su condición, incluso con los alumnos regulares.

El reto para la autoridad educativa consiste en pensar la discapacidad como un término complejo escasamente abordado en educación y que ha ocasionado relaciones sociales de desigualdad social. En la cotidianidad el término discapacidad es estigmatizante y provoca exclusión y etiquetas alrededor de las personas que viven con una o varias de las llamadas discapacidades. El desafío es muy claro, intentar desmontar la idea de que la discapacidad no tiene que ver con la dimensión biológica de cuerpos y mentes de los denominados normales, sino más bien, con una dimensión social y cultural en donde muchas cosas se construyen como diferentes (diversidad).

En consecuencia, las autoridades educativas deben generar prácticas que sean capaces de atender al conjunto de los estudiantes con sus singularidades. De esta manera, la diversidad se convierte en un concepto que nos permite entender las diferencias en los distintos modos de ser, pensar y aprender, en la profusión de lo distinto y no en la dimensión biológica.

Por ahora hay que esperar a que los estudiantes regresen a la escuela y encuentren en ella un espacio que los sostenga, un lugar de encuentro con el otro, un sitio que permita que circule la palabra, el juego y no el encargo del cumplimiento burocrático de cargas administrativas y del acato de la conclusión de los planes y programas para dar fin al ciclo escolar.

Después de un confinamiento obligado en casa por medidas sanitarias en donde seguramente muchos niños y niñas están en riesgo bajo ambientes violentos, de ansiedad, angustia, estrés, incertidumbre y de los problemas propios de cualquier hogar, es momento de replantear un modelo educativo que contemple imprevistos como desastres naturales, epidemias, pandemias y le dé un lugar preponderante al manejo de las emociones. Hoy es imperativo del sistema educativo rescatar a las infancias y no el cumplimiento obligado de los planes y programas, y si es posible, sacrificar el ciclo escolar.

Es muy probable que los estudiantes de educación básica puedan presentar o estén presentando regresiones como la enuresis (orinarse en la cama), fobias, trastornos en la calidad del sueño, las llamadas pesadillas y síntomas característicos del trastorno de estrés postraumático. De la misma manera, no se deben descuidar las afectaciones que pudieran presentar padres, madres de familia, personal docente y de apoyo a la educación. Por esta razón, es plausible que el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, el epidemiólogo Hugo López-Gatell, haya abierto un espacio el día del niño y la niña en su conferencia para escucharlos y resolver sus dudas.

No olvidemos que en este momento la carga de trabajo y responsabilidad para cumplir con las actividades en casa por parte de los padres, madres de familia y/o tutores provoca un estrés que puede salir de control, considerando que no tienen por qué contar con las herramientas pedagógicas para abordar las actividades en casa.

[*] Maestro de Educación Especial en el Centro de Atención Múltiple # 33 en la Ciudad de México. Integrante de la Sección 9 Democrática, SNTE-CNTE.

Fuente: El autor escribe para OVE

Imagen: pixabay.com

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Argentina: 50 días de cuarentena. Balances y miradas hacia adelante en torno a las actividades docentes en la UNR

América del Sur/Argentina/13-05-2020/Autor(a) y fuente: COaD

A pesar de la extraordinaria situación que atravesamos la Universidad no se ha paralizado. Hoy  toda  la  comunidad  educativa  se encuentra realizando enormes esfuerzos, dándose diversas formas de continuidad que son fruto de una constante búsqueda por salvar las dificultades que se nos imponen; una meritoria labor de la cual lxs docentes somos protagonistas  a  través  del  teletrabajo  que  realizamos  a  base de pura voluntad con los limitados medios y en las particulares condiciones de que disponemos en nuestros hogares.

Nuestro trabajo como docentes se suma al de todo nuestro pueblo, que ha asumido la responsabilidad  de  garantizar  la  cuarentena  y  las  actividades  esenciales  que  le  son inherentes para defender la salud de todxs y reducir los inevitables efectos de la pandemia. No podemos sino rescatar y reconocer el esfuerzo del personal de la salud que nos cuida diariamente; el de las organizaciones sociales que trabajan para mitigar el hambre de millones de compatriotas; el de lxs trabajadorxs que sostienen los servicios imprescindibles; el de las instancias gubernamentales que con su labor posibilitan la vida en cuarentena; el de las pymes que día a día dan la pelea para continuar subsistiendo. Todas tareas de una gran valía, que se realizan cotidianamente pese a los abusos especulativos que aumentaron precios de mercaderías esenciales, pese a los despidos de grandes empresas y, también, pese a la resistencia de las grandes fortunas para preservar sus privilegios.

En el caso de la docencia universitaria, como mencionamos anteriormente, el esfuerzo y el aporte se da a través de lo que se ha dado en llamar “enseñanza virtual” (para nosotros trabajo remoto o teletrabajo). El objetivo es reducir la discontinuidad y exclusión de lxs estudiantes de la Universidad Pública y preparar las mejores condiciones para cuando podamos retomar las actividades normales, buscando paliar hasta donde sea posible los efectos no deseados de la actual situación. La mirada de todxs está puesta en defender la Universidad Pública.

En este contexto, la comunicación de lxs miembrxs del Consejo Directivo de la facultad de Medicina, el acuerdo de consejerxs de Ciencias Agrarias, la resolución del decanato de la facultad de Psicología y las resoluciones de lxs Directorxs del Politécnico y el Superior de Comercio son expresiones de sensatez por parte de funcionarixs y consejerxs directivxs que nos alientan a perseverar en el esfuerzo. Esfuerzo que debe ser motivo de satisfacción y orgullo, y no causa de cansancio y frustración.

Es evidente que lxs docentes estamos expuestxs a situaciones problemáticas fruto del contexto extraordinario en que nos encontramos. En la medida en que nuestra actividad se realiza hoy ajena a condiciones normales de trabajo se produce una notoria recarga de horas de trabajo, el que a su vez se desarrolla en peores condiciones. Un problema que se suma a otras tantas consecuencias inevitables, como por ejemplo la pérdida de continuidad de un importante número de estudiantes y el deterioro general de la calidad académica.

Pero existen, también, un conjunto de problemas que son evitables, y que hoy se producen por el arraigo de ideas erróneas, sobre todo en algunos funcionarios, que pretenden exigirnos a lxs docentes (fuera de todo fundamento científico y pedagógico) el reemplazo de la labor académica, en cualquier caso y en cualquier materia, por una especie de “servicio alternativo”, ignorando los fundamentos de la enseñanza y las limitaciones materiales que padecemos, y menospreciando el esfuerzo que estamos realizando. Sabemos de casos en que se ejerce presión en ese sentido. De prosperar este tipo de demandas, el monumental esfuerzo de enseñanza a distancia corre el riesgo de verse frustrado.

Es por esto que desde COAD nos vemos obligadxs a poner claridad en cuanto a las características de la relación laboral en la cuarentena. Todxs sabemos que las condiciones y medios de trabajo normales (que obviamente son los establecidos en el Convenio Colectivo de Trabajo) no se están cumpliendo en la actualidad. A mero título ilustrativo citamos tan sólo dos artículos del Convenio:

 

Artículo 20.- Provisión de medios para la realización de sus funciones

Las  Instituciones  Universitarias  Nacionales  se  obligan  a  proveer  los  medios  adecuados  a sus docentes para que estos desarrollen sus tareas

Artículo 43.- Condiciones funcionales

La Universidad garantizará a sus docentes, las adecuadas condiciones funcionales que posibiliten el normal  desarrollo  de  la  labor  académica;  las  mismas  deberán  abarcar al menos los siguientes aspectos:

  1. c) Definición de La función docente se realiza en la modalidad “frente a alumnos” y mediante actividades que se realizan en ausencia de estos

A lo dispuesto por estos artículos no está de más contrastarlo con lo que todxs lxs docentes sabemos por nuestra experiencia cotidiana: los medios y las condiciones funcionales con que contamos actualmente son solo nuestro hogar y nuestro equipamiento.

En  este  sentido  es  fundamental  remarcar  una  vez  más  que,  en  tanto  persistan  las condiciones impuestas por la cuarentena, la prestación laboral de la docencia universitaria es de carácter voluntario y por tanto sujeta a los límites que cada docente, en consenso con sus compañerxs de trabajo, considere adecuados (ya sea por razones de practicidad, de salud, de posibilidad personal y/o de sensatez, responsabilidad y calidad académica). Reafirmar esto es una manera de alentar y potenciar aún más la labor que venimos realizando, así como también es un resguardo y una protección ante actitudes y posturas que requieren exigencias inadecuadas.

Descargar el texto original: 50dias

Fuente:  COaD

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Experiencias de pueblos indígenas con la educación superior en América Latina

Por: Pluma invitada

Un importante nuevo proyecto de investigación, en el que participan académicos de la Universidad de Bath del Reino Unido con colegas de la Universidad Veracruzana y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se lanzó con el objetivo de comprender el impacto de la educación superior en pueblos indígenas, en ámbitos como la comunidad, la empleabilidad y las relaciones entre pares, en México y en toda Latinoamérica.

Debido a que la mayoría de los pueblos indígenas viven en países en vías de desarrollo, este estudio se contrapone ante una situación en la que las tasas de pobreza de estos grupos son significativamente más altas que en los grupos no indígenas, con resultados no favorables en los ámbitos de la educación y la salud. En México, al igual que en otros países, los pueblos indígenas comparten un legado colonial y poscolonial de discriminación social, étnica y racial, así como de marginación económica y de exclusión de las instituciones nacionales, de sus estructuras legales y políticas. En México el 95% de las personas de los pueblos originarios son consideradas vulnerables comparado con el 43% del resto de la población.

El tema es oportuno dada la agenda progresista de izquierda promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador quien, en el año 2018, ganó las elecciones, entre otras razones, con la promesa de ampliar el apoyo a los pueblos indígenas del país. Como se ha señalado, la investigación se centrará en México, sin embargo, se espera que los resultados sean relevantes en toda la región latinoamericana y fuera de ella. Para el Reino Unido, también es pertinente en vista del aumento en los esfuerzos realizados en muchas instituciones para descolonizar los planes de estudio

Con respecto a la educación, cabría señalar que, si bien se ha ido avanzando en el acceso de los pueblos indígenas a nivel de la educación secundaria y media superior, éstos aún permanecen excluidos en gran medida de la educación superior. Un estimado del año 2000 indica que sólo el 4% de los jóvenes indígenas cursaban la educación superior; sin embargo, en 2012 este número disminuyó a un 3%. Particularmente, las mujeres indígenas enfrentan muchas dificultades para acceder a las oportunidades educativas y al mercado laboral, además de que tienen una menor participación en posiciones de liderazgo en sus comunidades. Muchas veces, para las mujeres indígenas y rurales, los roles de género se traducen en barreras para los diferentes tipos de oportunidades educativas y laborales disponibles, especialmente en términos de la posibilidad de vivir fuera de casa para realizar sus estudios.

México ha sido pionero en el desarrollo de políticas educativas para grupos indígenas, al abordar las desventajas significativas que éstos enfrentan, a través de medidas de integración (programas de acción afirmativa en universidades establecidas), como de paralelización (con la creación de nuevas universidades). El país también ha sido precursor de las “universidades interculturales”, una modalidad nueva en el ámbito universitario, en las que se enseñan lenguas y culturas originarias y en donde hasta el 70% de los estudiantes son de origen indígena.

El núcleo de esta investigación consistirá en un estudio cualitativo longitudinal de una cohorte, que dará seguimiento al progreso de los jóvenes indígenas a lo largo de su permanencia en la educación superior, para lo cual se están considerando diferentes tipos de instituciones; se examinarán los encuentros, las experiencias y los cambios en las formas de identificación de los jóvenes con el grupo de pares de su comunidad y con los mercados laborales, como resultado de haber asistido a determinada universidad.

El equipo de trabajo de la investigación está conformado por la Dra. Judith Pérez-Castro (UNAM), el Dr. Michael Donnelly (Universidad de Bath, Reino Unido), el Dr. Gunther Dietz (Universidad Veracruzana), la Dra. Ana Cecilia Dinerstein (Universidad de Bath, Reino Unido), el Dr. Andrés Sandoval Hernández (Universidad de Bath, Reino Unido) y el Dr. Hugh Lauder (Universidad de Bath, Reino Unido). Este proyecto, con una duración de tres años, será financiado por UKRI ESRC Research Grants del Consejo de Investigaciones Económicas y Sociales del Reino Unido (a través del esquema de competencia libre con el código ES/S016473/1).

El investigador principal, el doctor Michael Donnelly, del Departamento de Educación de la Universidad de Bath en Reino Unido, plantea lo siguiente: “Las universidades son un lente para observar la forma en que los grupos sociales dominantes ejercen y reproducen sus ventajas a través del peso otorgado a ciertos gustos, disposiciones, cosmovisiones, idiomas, culturas y formas de «conocimiento», que existen dentro de la sociedad. Para aquellos individuos y grupos que no poseen estas formas de identidad, la universidad puede ser inaccesible, desafiante, dolorosa y potencialmente perjudicial. Este proyecto es el primero en su tipo que busca dar seguimiento a una sola cohorte de jóvenes indígenas, durante un período de tres años, a medida que avanzan a través de diferentes tipos de universidades en México, a partir del análisis de los desafíos, rupturas y continuidades de sus identidades. Se trata de una agenda de investigación crucial, la cual producirá conocimiento sobre el impacto de las nuevas modalidades de educación universitaria, diseñadas para los pueblos indígenas. En un momento en el que hay una renovada atención sobre el colonialismo y los conocimientos indígenas, abordaremos la forma en que los diferentes tipos de universidades pueden dar lugar a la continuidad o a la transformación de las identidades de estos jóvenes con sus comunidades, sus pares y sus posibilidades de acceso al mercado laboral.”

La Dra. Judith Pérez-Castro de la UNAM agregó: “La educación superior es considerada un medio importante para la movilidad social ascendente. Sin embargo, todavía hay diferentes formas de exclusión o de inclusión excluyente que inciden en el éxito académico de los estudiantes. Esto es especialmente cierto en aquellas personas que, como resultado de sus condiciones sociales, prácticas colectivas o, incluso, rasgos individuales, son vulnerables.”

“En el caso de los pueblos indígenas, éstos han estado subrepresentados consistentemente en la educación superior, a pesar de que México ha sido pionero en el desarrollo de políticas para la educación indígena e intercultural, que van desde la distribución de apoyos financieros hasta la apertura de programas educativos focalizados. Los impactos de estas políticas también han sido cuestionados, particularmente en relación con la expansión de las oportunidades educativas para los pueblos indígenas, no sólo en términos de sus posibilidades de ingreso al mercado laboral, sino también con respecto al reconocimiento de sus saberes tradicionales, su identidad y la relación con sus comunidades. Esto es especialmente relevante en un momento en que el gobierno federal mexicano busca universalizar el acceso a la educación superior, para ampliar las oportunidades de los grupos sociales más desfavorecidos. El proyecto proporcionará información valiosa para el análisis de la educación indígena e intercultural en México, que puede servir de base para el estudio de otras situaciones en los demás países de América Latina.”

Gunther Dietz de la Universidad Veracruzana señala: “En la última década, jóvenes indígenas han accedido cada vez más a la educación superior mexicana, pero, son casi invisibles, sus lenguas no son reconocidas académicamente y su conocimiento es considerado como folklore mas no como parte del canon académico.”

 “Para ampliar el acceso y la pertinencia, desde el año 2003, se crearon universidades interculturales en distintas regiones indígenas de México. Sin embargo, nunca se han comparado los impactos que este tipo de instituciones tiene en las habilidades, trayectorias e identidades de los jóvenes indígenas con aquellos que las universidades convencionales, no interculturales, logran en las vidas de sus respectivos estudiantes indígenas. Nuestro proyecto proporcionará un primer estudio exploratorio sobre los efectos que las diferentes instituciones y programas de educación superior tienen en estudiantes y egresados indígenas contemporáneos, quienes serán la nueva generación de profesionistas indígenas, de representantes de sus comunidades y de futuros líderes de organizaciones indígenas.

Texto traducido  por Beatriz Suárez Méndez y revisado por Judith Pérez Castro.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/experiencias-de-pueblos-indigenas-con-la-educacion-superior-en-america-latina/

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Colombia: Comunidades negras piden plan de enfoque étnico para afrontar la pandemia

América del Sur/Colombia/03-05-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Desde sus territorios alegan que para estos fines deben ser invertidos 19 billones de pesos, que según ellos, fueron acordados en la Consulta Previa del Plan Nacional de Desarrollo.

Comunidades negras representadas por los colectivos Asociación de Mujeres Negras del Norte del Cauca, Asociación de Municipios con Población Afrocolombiana, el Centro de Estudios Afrocolombianos, el Consejo Nacional de paz Afrocolombiano, la Federación de Municipios del Pacífico y el Proceso de Comunidades Negras en Colombia, le pidieron al Gobierno Nacional el otorgamiento de garantías económicas para atender a su población vulnerable frente al COVID-19.

Por la pandemia de coronavirus, estos colectivos exigen que los recursos sean transferidos de manera inmediata, en un marco de trazabilidad, transparencia y apto para la rendición de cuentas.

A su vez, estas comunidades dicen que sus peticiones, en las que se extienden quejas por la situación de orden público que viven por la violencia, están amparadas por la Constitución, la legislación internacional y la Ley 70 de 1993, asociada al reconocimiento de las comunidades negras en la ocupación de tierras baldías.

En el documento emitido, agregan que este plan ayudaría a posibilitar una «verdadera infraestructura para la atención efectiva en salud, una seguridad y autonomía alimentaria que garantice el bienestar de la población. Como les mencionamos inicialmente, los recursos para ello, están ya acordados, aprobados y consignados en el Plan Nacional de Desarrollo».

Mientras dichas ayudas y transferencias no lleguen, las comunidades negras aseveran que estarán en niveles altos de NBI, sin posibilidades de contar con personal médico y unidades de cuidados intensivos y en general, con una «muy precaria infraestructura hospitalaria».

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/nacional/comunidades-negras-piden-plan-de-enfoque-etnico-para-afrontar-la-pandemia-articulo-917023

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Colombia: Un estudiante tiene que recibir sus clases virtuales desde un árbol

América del Sur/Colombia/26-04-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

La señal de internet es pésima.

Las clases virtuales se han convertido en una dificultad para muchos alumnos en la cuarentena. Un estudiante tiene que recibir sus clases virtuales desde un árbol.

Sin embargo, el caso del estudiante Tomás Gutiérrez Orozco, en el corregimiento de San Basilio, en el Piñón, Magdalena ha llamado la atención.

El joven de 18 años, alumno de Ingeniería de Sistemas, de la Universidad del Magdalena tiene que recurrir a treparse en un árbol en el patio para poder recibir las clases.

«No pude seguir manteniéndome en Santa Marta porque no tenía trabajo y me tuve que regresar para el pueblo. Aquí no hay una buena señal de internet», dijo Gutiérrez a El Heraldo.

Sus primos y varios docentes les han prestado datos desde sus celulares para que Tomás pueda «hacer maravillas» para afrontar su problema de conectividad.

Además lamentó que se está perdiendo varios talleres por no contar con una buena señal.

El joven está pidiendo ayuda al área de Bienestar Universitario de UniMagdalena para que le den solución a su caso.

Un estudiante tiene que recibir sus clases virtuales desde un árbol

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/04/24/estudiante-recibir-clases-virtuales-desde-arbol.html

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Educación crítica

Por: Leonardo Díaz 

Esta semana participé, a distancia, en un conversatorio académico sobre la función de las humanidades en tiempos de pandemia. Uno de los tópicos abordados fue la necesidad de replantearnos la finalidad de la educación en una sociedad democrática.

Durante décadas, muchos Estados asumieron el supuesto de que la educación tiene como fin la competitividad, adiestrar en una serie de habilidades necesarias para luchar por un puesto de trabajo en el mercado laboral.

Desde esta perspectiva, los sistemas educativos deben focalizarse en la enseñanza de una serie de competencias requeridas por el capitalismo corporativo, dirigidas a entrenar empleados generadores de riqueza para las grandes corporaciones y la industria del consumo.

No obstante, la realidad ha mostrado la insostenibilidad de un modelo semejante. El costo del daño al ecosistema, los ciclos periódicos de las crisis económicas -con sus secuelas de exclusión social e indignación-, el quiebre paulatino de las instituciones democráticas llamadas a sostener el modelo, así como el derrumbe del mito de que la apertura de los mercados lleva de modo inevitable a la apertura política, fuerzan a replantearse la necesidad de un tipo de educación dirigida a formar ciudadanos para una sociedad democrática sostenible.

El problema es que la democracia requiere de una ciudadanía informada, capaz de discriminar la información fidedigna de aquella que es falsa para la toma de decisiones prudente, especialmente en nuestra época, caracterizada por el ritmo avasallante de la información.

La pandemia que vivimos muestra, en toda su crudeza, las consecuencias de una educación que, durante años, se ha preocupado básicamente por servir al mercado, una educación que al marginar el cultivo de las actitudes democráticas, y de las disciplinas que las fomentan, se coloca al servicio de la barbarie, de las fuerzas del totalitarismo.

En un reseña reciente sobre la educación finlandesa, https://www.nobbot.com/educacion/finlandia-ensenan-defenderse-desinformacion-escuela/, Alberto Barbieri informa sobre el empleo de los saberes humanísticos con el fin de formar ciudadanos críticos. Es exactamente lo que considero necesario en un replanteamiento de nuestra educación. Podríamos aprovechar la actual situación para que nuestro estudiantado analice, en clase de Historia, otras pandemias del pasado y sus similitudes con el COVID 19. Podría incentivárselos a problematizar ¿Como se reaccionó ante pandemias de otras épocas? ¿Por qué se reaccionó de ese modo? ¿Qué similitudes y diferencias existen entre nuestras reacciones y las de otros períodos históricos? ¿Constituyen nuestras formas de ver el mundo concepciones más adecuadas para afrontar el COVID 19 que lo que representaron cosmovisiones pasadas para lidiar con otras pandemias?

Desde una clase de Artes, podrían analizarse las ideas del mundo expresadas en la historia, o como se representan nuestras fobias y esperanzas en las imágenes; una clase de Literatura puede proporcionar un magnífico escenario para contar y pensar los relatos o narraciones con las que intentamos dar sentido a nuestro mundo; las clases de Ciencias Sociales pueden servirnos para evaluar por qué una pandemia afecta de modo distinto a los grupos humanos si carece de intencionalidad.

En otras palabras, hablamos de fomentar una educación para la vida cuando la ilusión del mercado omnipotente se difumina. La palabra crisis proviene de un vocablo griego que significa “separar”, “punto de separación o de ruptura”. Si hay algo que esta crisis puede representar es un punto de inflexión en el modo de entender la finalidad de la enseñanza.  Podemos obviarlo y olvidarlo cuando la vida vuelva a la “normalidad”, o podemos aprovecharlo y comprender que una educación crítica no es un lujo para las clases acomodadas, sino la única vacuna efectiva contra las fuerzas del totalitarismo y la barbarie.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8808969-educacion-critica/

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Niños de pueblos indígenas de México recibirán educación por radio en medio de COVID-19

América del Norte/México/26-04-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

Las autoridades mexicanas dijeron este viernes que se implementará una estrategia radiofónica, con el fin de acercar la educación a los niños y las niñas de los pueblos indígenas en medio de la pandemia de la COVID-19.

El secretario de Educación Pública (SEP, ministerio) de México, Esteban Moctezuma Barragán, precisó que esta estrategia se debe a que los infantes carecen y no cuentan con computadoras, tablets o celulares en sus comunidades, con los que puedan acceder a internet para unirse a grupos de clases en línea.

El objetivo, ahondó en un comunicado oficial, es integrar una barra programática de lunes a viernes, en 18 estaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), y de la Red de Radiodifusoras Comunitarias e Indígenas, además de un espacio nocturno en siete estaciones en la frecuencia FM, aunque por lo pronto se irán programando en las diferentes comunidades.

Moctezuma Barragán detalló que el programa tiene 5 ejes: lectura y escritura; salud; cultura ciudadana; medio ambiente; y actividades prácticas con pertinencia cultural y lingüística.

«Los programas tendrán contenidos propios de las comunidades del área de cobertura de cada radiodifusora y se transmitirán en lenguas indígenas, con un enfoque intercultural para promover el aprendizaje colaborativo; el respeto a las opiniones; el desarrollo de habilidades cognitivas; la disciplina para realizar actividades educativas diariamente y la valoración de la lengua y cultura locales», destacó.

Además, dijo que para esta serie radiofónica se elaborarán 300 guías, con duración de 30 minutos, que incluyen actividades para grupos específicos como juegos y ejercicios que favorecen la psicomotricidad de los niños de 2 a 6 años de edad, así como orientación para madres y padres de familia para mejorar sus hábitos alimenticios.

La Estrategia Radiofónica para Comunidades y Pueblos Indígenas, forma parte del Programa «Aprende en Casa», implementado por la institución y el Gobierno federal, ante la contingencia sanitaria por la COVID-19 en México.

El pasado 23 de marzo el Gobierno de México implementó la denominada «Jornada Nacional de Sana Distancia», que estipula la cancelación de clases en todos los niveles, desde básico hasta superior.

Además estipula la cancelación de actividades públicas y privadas no esenciales y el trabajo desde casa, principalmente entre los grupos más vulnerables, que son las personas de 65 o más años, personas con males crónicos y mujeres embarazadas o en lactancia.

La jornada concluiría inicialmente el pasado 20 de abril, aunque el Consejo decidió dejar hasta el último día de mayo, dado el aumento de propagación del virus, que ya se ha cobrado la vida de 1.221 personas y acumula 12.872 casos confirmados.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-04/25/c_139006868.htm

Imagen: REBECA CRUZ GALVAN en Pixabay

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