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Balance 8M2020

Por: Zuleika Matamoros

Marzo del año 2020 mostró en la calle a las mujeres fisurar la polarización impuesta.  Este 8M dejó estampadas nuestras demandas y exigencias y nos dejó la tarea pendiente de construir un 8M2021 con más fuerza, pero también con más lucha y rescate de los espacios democráticos de debate, discusión y acción. Pero en clave de balance cabe preguntarse si esta acción fue juntas y hermanadas o, por el contrario, fue el producto de desencuentros y cortocircuitos de un espacio en el que no se puede obviar la pluralidad y la diversidad.

El 8M en Venezuela comienza a tener un nuevo significado

En los últimos años hemos visto desde lejos las grandes movilizaciones y paros  de mujeres que se han realizado en otros países y que han agitado los cimientos del sistema patriarcal. Aunque en Venezuela aún prevalece con mucha fuerza la desconfiguración de la fecha con aires de celebración, el esfuerzo de algunas organizaciones e individualidades feministas le pusieron voz a las demandas de las mujeres. Si el año pasado el incipiente intento terminó invisibilizado por el mega- apagón, acontecimiento nacional que le impuso a la población aun más miseria y precariedad, este año logramos hilar más fino e introducir de manera subyacente el debate sobre hacer un 8M en diversidad o dejarle la fecha al secuestro del gobierno y de su partido PSUV.

Del año 2019 al 2020 el salto fue cualitativo, y a pesar de los desencuentros y roces que se vivieron en la preparatoria y durante el mismo acto, todo parece indicar que podemos imprimirle más fuerza  al movimiento más heterogéneo que se ha dado en los últimos tiempos por estos lados, aunque aún pequeño e incipiente. Desde Marea Socialista en el impulso de Juntas y a la Izquierda estamos determinadas a forjar las alianzas que surgieron y que a la postre son imprescindibles para luchar contra un sistema que nos oprime y nos impone una vida miserable en el silencio del no encuentro, de la no exigencia  y de la no lucha que impera en Venezuela a causa del ahorcamiento sistemático de las libertades democráticas.

El aprendizaje de los espacios preparatorios

Aunque desde nuestra mirada las asambleas realizadas, aun no cualifican para denominarse de tal forma, los encuentros realizados en distintas sedes de las organizaciones participantes marcaron las coincidencias, y también las tensiones que transversalizaron la concentración del 8M2020.

La primera gran coincidencia es el repudio, el rechazo contra los femicidios, dar a conocer las cifras alarmantes que se han conocido por investigaciones independientes, asimismo en contra de la violencia machista que afecta a miles de mujeres y que en la gran mayoría de los casos se encuentran en la más absoluta impunidad. Además exigir la publicación de cifras oficiales ya que su invisibilización expresa que no existe voluntad para diseñar políticas públicas para terminar con este flagelo.

Esta concomitancia nos permitió expresarnos y pudimos comenzar a tejer un relacionamiento que nos hace reconocernos dentro del marco de la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres.  Este intercambio nos dio la oportunidad de intercambiar y comenzar a construir lo que bien pudiese ser la génesis de la ampliación de la participación de acciones tendientes a visibilizar el tema de los femicidios y de pedagogizar sobre todas las formas y expresiones de la violencia machista. Es un avance que va dejando atrás la resistencia que ha prevalecido a unir distintas voces ante este flagelo que da cuenta del asesinato de una mujer cada 23 horas. Si algo quedó claro es que el movimiento de mujeres en Venezuela es diverso y complejo, pero lo que sí sabemos es que juntas lo haremos mejor.

La tensión que surgió desde el inicio es la que tiene que ver con la responsabilidad del Estado en la violación de los derechos de las mujeres y sus consecuencias. En el centro del debate algunas organizaciones se oponían a que se levantaran banderas distintas a estas coincidencias gruesas. Para ellas fue un punto de honor emplazar al Estado pero no hacerlo responsable por ello.  Emplazan al sistema de justicia para que cesen los retardos procesales y las corruptelas que han ocasionado impunidad en la mayoría de los casos, pero no consideran al gobierno de Maduro corresponsable de esta situación y de los otros temas que mantienen a la mujer venezolana en la más absoluta vulnerabilidad.

Las diferencias comenzaron a expresarse en cada exigencia que se sumaba a las anteriores. La denuncia de la profundización de la feminización de la pobreza. La exigencia por un salario que cubra la Canasta Básica, sobre todo en un país en el que el sueldo de un mes no alcanza ni para comprar cinco panes, no tenía cabida este 8M según ellas. Para nosotras es central ya que la mujer venezolana es sometida a la múltiple explotación al tener que buscar alternativas para sobrevivir. Lo decimos con determinación: Nuestra forma de ver la lucha feminista va en la dirección contraria al feminismo alienante que nos piensa por fuera de la clase trabajadora, como si nosotras mismas no lo fuéramos.

Otro de los desencuentros surgió con  la exigencia clara de la distribución gratuita para todas de anticonceptivos, ya que en Venezuela el acceso a los mismos está mercantilizado y, por ende, con los salarios paupérrimos que tenemos es imposible obtenerlos, además de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Consideramos que junto a una educación sexual integral sería la forma de acabar con la terrible condena a la maternidad obligatoria a la que estamos sometidas. También la exigencia de la atención materno-infantil de calidad en el sistema público de salud. Todas estas demandas se enmarcan en la denuncia de la violencia de Estado hacia la mujer venezolana.

Para Marea Socialista en el impulso de Juntas y a la Izquierda era necesario que este 8M transcendiera la visión de la izquierda campista que defiende a ultranza al gobierno de Maduro. Así participamos y promovimos un debate en el que fueron estos los principales conflictos: el que desde la izquierda coloca el centro en una lógica campista y la izquierda que presionaba para intentar construir en la dimensión de la autonomía y la independencia tanto del gobierno como de la derecha tradicional.

Por nuestra posición y la determinación que estuvieran presentes en el 8M tuvimos que confrontar con mucha fuerza las irrespetuosas e inaceptables acusaciones de ser de “derecha”, machistas y patriarcales. Para nosotras claramente es inaceptable que se continuara con la invisibilización de las exigencias de las mujeres en medio de la más brutal crisis perpetrada por el gobierno de Maduro con su política antiobrera y que golpea con más fuerza a las mujeres y por las sanciones impuestas por la política intervencionista de Guaidó y toda la derecha que se escuda detrás del gobierno de Trump con sus títeres del Grupo de Lima (que por cierto hoy enfrentan grandes movilizaciones en su contra en sus propios países).

Necesario es organizarnos

Llegamos a la concentración del 8M, a pesar de haber decidido ir separadas. Desde Juntas y a la Izquierda entendemos que el debate, amén del mal método de algunes, parió una forma de abrir una fisura en la polarización impuesta. Además le arrebató el día internacional de las mujeres del secuestro del PSUV. Mucho nos toca por hacer al respecto y se presenta como mandato histórico porque existe claridad meridiana que nuestra fuerza son las alianzas que hemos tejido y se seguirán tejiendo.

Para ello, Juntas y a la Izquierda seguiremos empeñadas en construir un sujeto feminista que pueda levantar las voces de las trabajadoras precarizadas y empobrecidas, además que se ve en el conjunto de la clase trabajadora. Saber que el 8M es en esencia un espacio de reunión de heterogeneidades y diferencias que debe servirnos de aprendizaje.

Es por ello, que valorar en su justa medida el hecho de que las más jóvenes del espacio del feminismo relacionado con la institucionalidad hayan jugado un papel importante en el hecho de no separar las acciones, es un paso que se pudo dar y que tiene suprema importancia. Que la determinación de quienes decidimos no bajar nuestras banderas de lucha en el día internacional de la mujer fue el motor para que este 8M gritáramos al país y al Mundo que estamos decididas a existir, que no nos callaremos.

Nuestro desafío

El desafío es organizarnos y expresar nuestras exigencias en las calles y en todos los espacios públicos posibles. Que la lucha contra el patriarcado y el Capital se construye día a día. Que el mismo ímpetu que se usa para exigir justicia para todas las mujeres víctimas de femicidios y violencia machista, es el mismo que tenemos para confrontar al gobierno con la política que nos ha llevado a la mujer venezolana a ser de las más pobres a nivel mundial, que es el mismo con el que enfrentamos la mercantilización absoluta de los anticonceptivos y la falta de voluntad para que tengamos derecho a decidir si queremos ser madres o no, con la que enfrentamos el no acceso a una atención materno infantil de calidad. Esa es la forma de romper la polarización, lo otro, lo que se nos había propuesto era una actividad que pretendía invisibilizar a las mujeres que padecen estas situaciones privilegiando el hecho de defender a un gobierno machista, patriarcal pero sobre todas las cosas neoliberal y extractivista.

Nos queda mucho por hacer, nos queda mucho por construir y desde ahora consideramos que estamos en las preparatorias del próximo 25N y 8M. Desde Juntas y a la Izquierda nos organizamos desde la perspectiva feminista, ecosocialista, de la clase trabajadora, antimperialista e internacionalista,  con todo lo que ello implica.

Es por ello que te invitamos a unirte que nos conozcamos, que nos juntemos  y te sumes con tus aportes, tus opiniones a la construcción de Juntas y a la Izquierda en Marea Socialista.

Whatsapp: 04129636155

Fuente e Imagen: https://mareasocialista.org/2020/03/14/balance-8m2020/

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México: asesinadas 21 mujeres durante protestas feministas

América del Norte/México/15-03-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Redacción INTERNACIONAL – El País – AFP

Mientras en las principales ciudades de México cientos de miles de mujeres protestaban por una causa primordial -Ni una más-, en el resto del país la estadística se imponía con fuerza.

Diez mujeres asesinadas al día, gritaban las pancartas. Y en esas 24 horas de protesta, el pasado 8 de marzo, 11 mujeres fueron asesinadas. El lunes, durante la huelga general de mujeres, otras 10.
El presidente López Obrador anunció las cifras ayer y la insistencia en relacionar las reivindicaciones feministas con una campaña de oposición, irritan todavía más a la mitad de la población, que reclama medidas urgentes.

Las cifras de homicidios generales en el país disminuyeron este fin de semana. Y el presidente presumió los efectos de su estrategia de seguridad pública, pues la media de más de 90 al día -la tasa más alta desde hace tres décadas- quedó reducida a 72 asesinatos.

El machismo no acaba

La noticia escondía, no obstante, una guerra que no le ha dado tregua a las más de 63 millones de mujeres mexicanas. La cifra, también histórica, de más de 10 feminicidios al día, se mantenía sin variación y explica por qué no se pueden relacionar los crímenes machistas con la violencia generalizada en el país, comúnmente asociada al crimen organizado. Mientras el narco deja de matar, el machismo no cesa.

La violencia no cesa

1.006
Feminicidios registró el país en 2019.

En México murieron asesinadas en 2018 -el último año registrado por el Instituto Nacional de Estadística- 3.752 mujeres, el dato más alto en 29 años. Y la alerta de feminicidios unió a un movimiento en un reclamo básico: luchar contra la violencia.

Las jornadas del 8 y 9 de marzo han supuesto para el feminismo mexicano un momento histórico. Nunca el país había sufrido este nivel de violencia machista y tampoco una marcha por los derechos de las mujeres había tenido una acogida semejante. Mucho menos se había convocado y acatado una huelga general de mujeres en todo el país.

 Huelga ejemplar

Las calles, el metro y los comercios de la capital estaban casi vacíos este lunes. El Sistema de Transporte Público registró una disminución del 40% de usuarios, esto es alrededor de 660.000 personas menos.

80.000
mujeres desfilaron en Ciudad de México.

Además de que las conductoras de los trenes y 340 taquilleras del metro (de un total de 370) secundaron la huelga, según las cifras de la institución. El Gobierno de la Ciudad de México ha anunciado además que un 40% de las trabajadoras de la Administración local se sumaron al paro, es decir, unas 60.000 empleadas de las diferentes secretarías públicas.

La Secretaría de Educación Pública (SEP), que cuenta con 1,3 millones de maestras había prometido no sancionar a quienes se sumaran a la huelga.

El impacto económico

Aunque no hay datos del impacto económico real que supuso la huelga de mujeres y tampoco de la efectividad de la convocatoria, las estimaciones de algunos expertos apuntaban a que, dado que la fuerza laboral femenina supone el 45,5%, si el 100% de las mujeres trabajadoras hubieran parado, representaría alrededor de 23.400 millones de pesos, unos 1.100 millones de dólares.

Suponiendo que el paro hubiera sido secundado por el 40% de ellas -como ha sucedido en las instituciones públicas de la capital-, el impacto económico sería de 9.360 millones de pesos, unos 450 millones de dólares. Y la cifra podría ser mayor, pues el 60% del trabajo informal lo hacen las mujeres.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102311511/mexico-asesinadas-21-mujeres-durante-protestas-feministas

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Perú: Biblioteca Nacional implementa políticas para fortalecer igualdad de género

América del Sur/Perú/15-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Institución destacó el importante legado escrito por mujeres que cuenta en su colección.

En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el jefe institucional de la Biblioteca Nacional, Ezio Neyra, y la co-fundadora y CEO de Aequales, Andrea de la Piedra, celebraron la firma de un convenio que permitirá fortalecer la política de igualdad de género de la institución que se viene implementando desde el 2018.

Esta medida se da en la filosofía de que las instituciones también pueden ser agentes de cambio para reducir las brechas de género.

A esta tarea se ha sumado la Biblioteca Nacional del Perú, a través de la búsqueda de alianzas y compromisos con organizaciones que promueven la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Durante la visita se invitó a las representantes de Aequales a visitar la Bóveda de la BNP para poder conocer de primera mano valiosos documentos que reflejan el avance de la mujer en la sociedad peruana.

Entre el material se encuentra, “Pérégrinations d’une paria” (1838), de Flora Tristán, “Reformas necesarias del código civil común peruano: tendientes a hacer efectiva la igualdad civil y jurídica del hombre y la mujer” (1920), de Miguelina Acosta, entre otros.

Se incluyó también la colección de misivas de la escritora Zoila Aurora Cáceres, una de las principales impulsoras del sufragio femenino en Perú.

En este encuentro, el jefe de la BNP señaló la importancia de implementar un enfoque de equidad de género en todas las entidades públicas y privadas del país, para eliminar estereotipos.

Añadió que gracias a la política que ya existe en la institución, se sigue avanzando con mucho énfasis para lograr transversalizar este enfoque en todas las instancias de la BNP, reduciendo las desigualdades que afectan principalmente a la mujer.

Como parte de estas acciones, se contempla el desarrollo de charlas de sensibilización a cargo de Aequales, que estarán dirigidas a trabajadoras y trabajadores de la sedes de la BNP en San Borja y el Centro de Lima.

Estas actividades permitirán una comunicación más inclusiva, estrategias de desarrollo profesional, mejoramiento del clima laboral, liderazgo, entre otros temas de acuerdo a la Política Nacional de Igualdad de Género.

 (FIN) ECG
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-biblioteca-nacional-implementa-politicas-para-fortalecer-igualdad-genero-787206.aspx
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México: Clases contra la masculinidad tóxica en aulas sin alumnas

Redacción: El País

La Universidad Iberoamericana de Puebla se une al paro de mujeres de México con asambleas para que sus alumnos varones analicen el machismo con el que conviven todos los días.

Quetzalcóatl Hernández escucha atento a los alumnos que se reúnen el lunes en un salón de la Universidad de Iberoamericana de Puebla –Estado localizado en el altiplano central de México–, un centro de estudios jesuita. Son todos hombres jóvenes. En la amplia habitación no hay una sola mujer. Uno a uno levantan la mano para hablar de algo poco común en el mundo masculino: sus emociones. Hernández, coordinador del doctorado de Psicología, los escucha atentamente y de vez en cuando interviene para animarlos. Se muestra sorprendido porque no esperaba tanta asistencia. “Creíamos que vendrían solo 15 o 20 alumnos”, dice. La afluencia hizo que tuvieran que escoger un salón más grande. En el aula se escuchan frases como “aprender a ser hombres”, “buscar la masculinidad desde lo emocional”, “deconstruir masculinidades” o “normativas de la heteromasculinidad”. Daniel, un estudiante de Ingeniería, toma el micrófono para expresar su descontento por el ambiente que se vive en su carrera, dominada, dice, por la competitividad, el machismo y el desprecio a las mujeres. “Nos enseñan que como hombres tenemos que jodernos en la vida para lograr algo”, explica el joven. “No nos enseñan esto de los sentimientos, de apreciar la belleza o el arte”. Sus compañeros lo escuchan atentos y le aplauden cuando termina su intervención.

Este lunes ninguna académica, trabajadora o alumna ha asistido al campus, cuyas autoridades se sumaron al paro convocado por agrupaciones feministas, una acción significativa en uno de los Estados más conservadores de México. En los pasillos solo se ve a los jóvenes estudiantes asistiendo a las actividades que organizaron las autoridades académicas para construir “nuevas masculinidades”.

  • Hombres caminan en la estaci—n de metro Insurgentes una de las m‡s transitadas y concurridas de la ciudad frente de un cartel con consignas el d’a 09 de marzo de 2020 en Ciudad de MŽxico. Las mujeres mexicanas est‡n llamadas a hacer historia tambiŽn este lunes. DespuŽs de haber desbordado las calles de las principales ciudades del pa’s con la multitudinaria manifestaci—n del 8M, el pa’s afronta un paro inŽdito de la poblaci—n femenina este lunes. Los colectivos feministas hicieron un llamado a un paro para visibilizar a las mujeres mediante una ausencia que se prevŽ tan masiva como la protesta del domingo. Es la primera vez que se pondr‡ a prueba un acto de resistencia de esta naturaleza, que se ha convertido en acci—n pol’tica y econ—mica que rezuma el hartazgo por la inseguridad y la brecha entre hombres y mujeres.

“Queremos formar jóvenes consientes del mundo en el que viven. No podemos abstraer nuestra universidad de la realidad. Pretendemos incidir en los derechos humanos, la multiculturalidad y la igualdad de género”, explica Mario Patrón, rector de la Ibero, como llaman los estudiantes a su universidad. La acción de esta casa de estudios contrasta con lo que se ve en el resto de la Cholula, ciudad donde se halla la Ibero, donde se podía ver a muchas mujeres trabajando. “Hay estratos de esta sociedad que ven este problema y se suman, pero hay otros estratos conservadores tradicionalistas que recurren al simplismo”, dice el rector. Las autoridades locales han apoyado de alguna manera las actividades impulsadas por agrupaciones feministas, pero, acota Patrón, por la presión mediática y “con muy poco margen”.

Su universidad, dice, pretende cambiar esa realidad. Aquí las chicas crearon el llamado Movimiento Pizarrón, que consintió en apuntar los nombres de maestros y compañeros que las acosaban, generando que la universidad despidiera a los maestros que, tras una investigación interna, pudieron constatar que sí acosaron a estudiantes. El lunes, los únicos rostros de mujeres que se vieron en los pasillos de la universidad eran el de jóvenes que han sido asesinadas en Puebla y en el resto de México, a la par de mensajes para poner alto a la violencia machista. “Estoy muy orgulloso”, dice Alejandro, estudiante de Ingeniería Biomédica de 20 años, al salir de la charla del académico Hernández. “Uno quiere creer que es una persona abierta, pero con esto se da cuenta de que tiene actitudes machistas. Esto nos ayuda a reflexionar para evitar estos pensamientos”.

La Ibero está en Cholula, una ciudad colonial a las afueras de la capital de Puebla que el lunes mostraba sus comercios abiertos como un día normal, con las mujeres despechando en heladerías, tiendas de ropa y peluquerías. Un ambiente diferente se ve en Puebla, la capital del Estado, donde los bancos, algunos restaurantes y comercios permitieron a sus trabajadores ausentarse. Es el caso de Cuétzalan Mío, una cadena de comida tradicional, que decidió no abrir ni una de sus cuatro sucursales. En uno de sus restaurante se podía leer un anuncio en papel de color púrpura con la leyenda: “Sumando esfuerzos nos unimos al paro nacional ‘Un día sin mujeres’”.

Un guiño oficial al aborto

Escritorio vacío en una de las oficinas del ayuntamiento de Puebla, en México.
Escritorio vacío en una de las oficinas del ayuntamiento de Puebla, en México.FRED RAMOS

Lo más destacado de la jornada, sin embargo, fue el cabildo simbólico que se realizó en el Ayuntamiento de la ciudad, en el que se presentaron solo mujeres. Las 13 regidoras, la secretaria del ayuntamiento y la presidenta municipal, Claudia Rivera, decidieron sumarse a la huelga en un acto casi de rebeldía en esta ciudad conservadora. Desde que asumió la jefatura municipal por Morena, el partido del presidente López Obrador, Rivera ha revolucionado su ciudad. La más reciente decisión fue colgar en la fachada de la Alcaldía —un palacio del siglo XIX— con las banderas de la diversidad sexual, transgénero, la púrpura del feminismo y la verde a favor del aborto, en un Estado donde este todavía está prohibido. “Ella está a favor de la libertad de las mujeres de decidir sobre sus cuerpos”, acota Rafael Quiroz, coordinador general de comunicación del Ayuntamiento.

Quiroz y sus colegas han tenido un día ajetreado. Ellos se han hecho cargo de todo el trabajo en sus respectivas dependencias. “Es un vacío notorio, nos sentimos extraños, pero lo entendemos y solidarizamos”, explica Quiroz, quien esta tarde viste una corbata púrpura y de la solapa de su saco cuelga una chapa del mismo color con que muestra a una mujer bajo la leyenda “ciudad incluyente”. Los pasillos del Ayuntamiento y los escritores lucían vacíos de mujeres, aunque en una de las dependencias dos trabajadoras decidieron presentarse. Tal vez eran las únicas en todo el edificio. “Es una decisión personal”, dice Jaqueline Alonso, analista de la Dirección de Agenda y Seguimiento. “Nos ponemos del lado de la causa. Es un grave problema social, pero no se va a solucionar con que vengamos o no al trabajo”, explica. “Es respetable que ellas [sus colegas] no vengan, pero creo que el problema de la violencia nos compete a todos”. A su lado, su jefe, Alejandro Morgan, escucha atento. Él, a diferencia de sus subordinadas, viste una playera púrpura con la leyenda ‘Basta de violencia en la calle. No hay descanso, la batalla continúa’. “Soy el director y tengo que poner el orden”, afirma Alonso.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2020-03-09/clases-de-masculinidad-toxica-en-aulas-sin-alumnas.html

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«Descabronizar» el planeta

Por: Miguel Lorente Acosta 

Sobre el machismo como cultura de la violencia en contraposición a la cultura de la igualdad del feminismo.

El mayor cambio que se vive hoy en al ambiente es el de la Igualdad, tanto que los pilares sobre los que se levanta la estructura de nuestra sociedad se están derritiendo. Y como sucede con el cambio climático, hay quien lo niega para no enfrentarse a la verdad incómoda que amenaza su poder y privilegios.
El ejemplo lo tenemos cerca, en la Cumbre del Clima celebrada estos días en Madrid, una de las propuestas más destacadas es la de «descarbonizar» el planeta para disminuir las emisiones de carbono, especialmente en forma de dióxido de carbono. Un concepto novedoso, ese de «descarbonizar», cuya validez ha sido aceptada por la Fundéu al ser construido a partir de la palabra «carbono».
El machismo por su parte ha intoxicado la convivencia social y democrática con la emisión de sus malos humos y sus gajes tóxicos a lo largo de toda la historia, tanto que ha contaminado el aire que respiramos y ha impregnado con el hollín de su ceniza las miradas e identidades, para establecer con sus emisiones una especie de clima regulado por el termostato de sus intereses.
Ante esta situación el razonamiento es sencillo, si «descarbonizar» es reducir las emisiones de carbono, y «cabrón», tal y como recoge la primera acepción del Diccionario de la RAE, es quien «hace malas pasadas o resulta molesto», «descabronizar» es reducir la realización y emisión al ambiente de esas malas conductas y molestias que, incluso, llegan hasta la violencia. Un comportamiento característico del machismo para lograr imponer la desigualdad con la que defender sus privilegios, y para someter a las mujeres a los espacios y funciones que la cultura machista ha decidido.
El machismo es tóxico, y el ambiente milenario de «encabronamiento» que genera es el responsable de las olas de acaloramiento público y privado, de las inundaciones de la intimidad, y de las DANAS («Depresiones Afectivas en los Niveles del Amor») cíclicas que aparecen de manera sorpresiva con todo su daño y destrucción. Por lo tanto, la solución a esos problemas sociales pasa por actuar sobre ese ambiente tóxico, no sólo sobre el resultado de sus catástrofes.
El problema es más serio de lo que parece, por eso quienes «emiten» la violencia machista buscan negarla, si no fuera tan grave no se molestarían en intentarlo. La OMS (2013) recoge que el 30’1% de las mujeres del planeta sufrirán en algún momento de sus vidas violencia por parte de sus parejas o exparejas, y Naciones Unidas (2015) indica que entre 40.000 y 45.000 mujeres son asesinadas en el planeta cada año en el contexto de las relaciones de pareja y familia.
Por su parte, la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA, 2014) concluye en su informe que el 20% de las mujeres de la UE han sufrido violencia física en las relaciones de pareja, el 43% violencia psicológica, el 6% violencia sexual y el 55% acoso sexual. Y si nos acercamos a nuestras costas, las Macroencuestas (2011, 2015) y los datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género nos indican que cada año unas 600.000 mujeres son maltratadas y unas 60 asesinadas. Y a pesar de esta objetividad en el resultado y de vivir la experiencia de cada día que conduce al mismo, el «encabronamiento» machista lo ignora y lo intenta negar.
 
Por ello necesitamos el aire fresco de la Igualdad con un doble objetivo.
1. Por un lado, descontaminar y limpiar la atmósfera de la cultura de todos los gases tóxicos emanados de las ideas, valores, creencias, mitos… machistas.
2.Y por otro, abrir la ventana del conocimiento para que entre el oxígeno de la Igualdad y haga respirable el ambiente.
Sólo así podrán desaparecer los efectos tóxicos que ocasionan esa mirada borrosa que difumina la realidad, las alucinaciones del machismo, y los delirios de grandeza que muchos toman como verdad.
No es sencillo, son muchos los hombres que viven de esos malos humos, y algunos son verdaderos adictos al machismo, como los hay a las emisiones de dióxido de carbono, en una dependencia que no es física ni psicológica, sino social. Es la dependencia al poder y a los privilegios, y se ve reforzada bajo la conciencia de que cuanto más injusta son las decisiones, más poder se tiene. Y aunque el resultado sea dañino, hay quien prefiere morir de éxito en una sociedad injusta que vivir feliz y en paz en Igualdad.
La sociedad ya ha cambiado y su avance es imparable, pero las reacciones de quienes viven bajo el poder de sus emisiones también está presente para intentar asfixiar al planeta y a la Igualdad. No es casualidad esta reacción, ni tampoco que sólo sea el feminismo quien tenga una respuesta global a toda la construcción tóxica y violenta del machismo para «descabronizar» el planeta por tierra, mar y aire.
El machismo es cultura, no conducta, y el feminismo busca una nueva cultura levantada sobre la Igualdad, no corregir algunos de los resultados y consecuencias. Porque el feminismo es «cultura de Igualdad».
Fuente: https://rebelion.org/descabronizar-el-planeta/
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Mi cuca es de oro, un comic sobre el sentir de las mujeres

Por:  María Alejandra Vega Molina

 

La visión moderna transformó radicalmente la visión de la realidad, plantea que existe una conciencia pensante que domina, y un mundo pensado para transformar, visto como objeto manipulable, utilizable y desechable. Este pensamiento en el que la conciencia está separada de la realidad, ha creado disociaciones entre el ser humano y lo no humano, provocando modos genocidas de existencia en los que se ha dejado a un lado el respeto por la vida como centro y punto de partida de todas las disciplinas y comportamientos humanos, siendo la mujer una de las más afectadas por esta visión de la realidad.

Al respeto Lugones (2010), reflexiona sobre la visión ontológica en la que la Modernidad organizó el mundo con categorías homogéneas, atómicas, separables. Por esta razón, resalta la crítica a ese universalismo feminista hecha por las mujeres contemporáneas se centra en la intersección entre raza, clase y sexualidad y género va más allá de las categorías de la modernidad. Por esto, resalta, los conocimientos, relaciones y valores no modernos y sus prácticas ecológicas, económicas y espirituales se constituyen de manera lógica como opuestas a lo lógica dicotómica, jerárquica, categorial.

Esta visión estética eurocentrista parte de una postura moderna con una concepción universalista del arte, las culturas artísticas forman parte de una matriz colonial del poder y de manipulación de las subjetividades, con una visión de un arte y una estética válidos, cuya lógica central está determinada por el capitalismo y la racionalidad científico-tecnológica. (Mignolo, 2005).

En el caso, de América Latina la violencia colonial construyo jerarquías de género y raza que quedaron sembradas en nuestras sociedades configurando un sistema tal como lo plantea Ángela Gilliam define como “la gran teoría del esperma en la formación nacional” a través de la cual, y siguiendo a la autora: “1) el papel de la mujer negra es rechazado en la formación de la cultura nacional; 2) la desigualdad entre hombre y mujer es erotizada; y 3) la violencia sexual contra las mujeres negras ha sido convertida en un romance” (Gilliam, 1996).

Esa visión de resistencia se mantiene en pugna constante con la visión del Todo-Mundo que es totalizadora, instaurada en nuestras tierras desde la Colonia, una visión mecanicista, absolutista y reduccionista de todo lo existente. Queda en resistencia ante este modo Moderno de ver la realidad la huella que plantea Édouard Glissant, una huella en la que está impronta la rebelión, la ancestralidad, las tierras originarias, esa fuerza que se transformó en epistemologías en cada espacio de nuestras tierras.

El cuerpo visto a través del arte

Bidaseca (2018) expresa que el cuerpo habla, reinventa alteridades culturales en occidente, esa huella corporal que se consigue en artistas como Ana Mendieta, Shirin Neshat y Adriana Varejao en el que se nos hace se nos hace visible las luchas de resistencia ante el poder de sujetos que han sido ha sido excluidos por el racismo y el patriarcado, así como los valores imperiales sustentados en la modernidad y su cara oscura, la colonialidad. Ese arte de las mujeres exiliadas que sostienen las memorias históricas violentas que nos muestran.

Cada realidad tiene la emergencia de ser expresada, de ser transgresoras ante las dominaciones impuestas, las desigualdades, las exclusiones y discriminaciones, por nombrar algunas, donde la mujer puede alzar su voz para mostrar lo que siente, para dejar esas huellas que menciona Bidaseca. Es por ello, que el cuerpo representa una lectura en las que se ha formado el pensamiento. El cuerpo y en especial el de la mujer, establece sus relaciones con la sociedad a través de dos formas de verlo, el cuerpo simbólico y el cuerpo agente. Para Reischer y Koo (2004), el primero, reúne a teóricos que se centran en la naturaleza simbólica o representacional del cuerpo en tanto elemento portador de significado social. Y el segundo, se subraya el rol del cuerpo como un participante activo o agente en el mundo social.

Dentro del arte, el cuerpo ha pasado de ser un ente de contemplación, pasivo, observado y observable, y se convierte bajo la visión de estar artistas en un ente activo, resignificado, participante de ese mundo social, deconstruido y en proceso de construcciones. Capaz de enfrentarse ante las lógicas de dominación y de esos valores imperiales que han estado presente durante la historia de la humanidad de unxs y de otrxs, esta memoria sostenida por el sentir de las mujeres y su realidad.

Entonces, en estos momentos de urgencias, transgredir estas formas de pensamientos perpetuados y transferidos en bucles generacionales, sobre el cuerpo simbólico y agente de la mujer, representa resignificar bajo subjetividades e identidades propias lo que es ser mujer y sus diferentes lecturas. Dentro de estas transgresiones hacia lo impuesto, representa el mayor acto de rebeldía, como el que presenta Lucia Borjas

 

Mi cuca es de Oro. Lucia Borjas y el nombre particular

Esta artista venezolana, diseñadora gráfica, lleva consigo el tema de género desde pequeña. Su madre Beatriz Borjas fue dirigente de la Mujer en Maracaibo, estado Zulia, lo que le permitió estar cerca de los problemas de maltratos, situaciones de violencia y los asuntos relacionados con la maternidad. Su formación la completó en Argentina en donde logró vincularse con todos los movimientos y eventos relacionados con lo femenino y con las editoriales y cultura de las ilustraciones en el mundo de Mafalda.

Esta artista muestra su grito de guerra al desafiar, primeramente a la vagina, que es el símbolo “sagrado” de la mujer. La llama por otro nombre, por el nombre despectivo, el nombre que nadie quiere nombrar por ser eso que es lo feo y “no le es propio a la mujer”. El nombre de Cuca es entonces, la primera transgresión de la artista. También la vincula hacía lo propio y lo íntimo, sin usar un artículo indeterminado, sino que la ubica en la pertenencia con el pronombre Mí, no es de cualquiera, es mío, de esa forma va tejiendo lo que por muchos años se empeñaron en desvincular, los órganos sexuales femeninos de la mujer misma; estos se convirtieron en zonas apartadas, no exploradas, prohibidas, dentro de un mismo cuerpo. Y como último elemento de su obra, un sugerente color rojo, que es la sangre misma menstrual símbolo de “impureza” durante largo tiempo.

En el caso del proyecto “Mi cuca es de Oro” comenta Borjas: “comencé una vez cuando me senté un día a pasar las cosas que sentía en la compu, a descargar los sentires. En Venezuela se dice “Piquito de oro” a los hombres que tienen mucho éxito con las mujeres, tanto por su verbo como por su pene. Por ahí fue que comenzó el juego de las palabras, para mí el oro no tiene gran significado como metal, pero sí desde el punto de vista alquímico, que es el estado último de un material para ser trasmutado”.

El trabajo de Borjas rompe con muchas imposiciones y lógicas de dominación en las que ha estado construido el cuerpo de la mujer, haciendo referencia a los diferentes dispositivos de poder conceptualizados por Foucault, en los que el cuerpo ha estado cargado de, representaciones, imaginarios y sentidos sobre los sujetos, sobre sí mismas-os y sobre lo otro. En este recorrido histórico del cuerpo cargado de “verdades” para la religión y la medicina por ejemplo, generaron mecanismo de disciplinamiento como una forma de dominación, lo que Foucault (1974) denomino <los cuerpos condenados>.

Partiendo de esto y para ejemplificar, en los primeros tratados de la medicina las mujeres eran hombres en los cuales les faltaba “el calor vital”. Se concebía a la vagina como un pene interior y los labios como un prepucio, el útero como escroto y los ovarios como testículos. Por otro lado, se declaró que el diablo podía convertir a las mujeres en hombres, pero no a los hombres en mujeres, y esto tiene su base dentro de la visión patriarcal. Se aplicaba el “Malleus Maleficarum” (Martillo de las Brujas), publicado entre 1.485 y 1.486, que sirvió como manual de la inquisición contra la brujería y las posesiones, o lo que es igual, guía de tratamiento contra la demencia, durante casi trescientos años. (Báez, 2014).

En estas dos ilustraciones, puede observarse como se transgrede el orden de disciplinamiento cuando toca desde la religión como se manejó la figura de la mujer, siendo la pecadora y la causante de las catástrofes de la tierra, la Eva que traiciono a Dios. Y por otro lado, la bruja. Esa mujer conectada con la naturaleza, que estableció un vínculo con su entorno y menstruaba, una sangre que no fue entendida, era la marca del pecado y sufrimiento.

La imagen de la mujer ha sido construida de manera arbitraria por un discurso humanista de Occidente, colonizador de las heterogeneidades. Sin embargo, en obras como la de Borjas las mujeres y las minorías étnicas, encuentran una oportunidad para avanzar con sus reclamos y desviarse de las normas sociales existentes, amparados por el caos, pluralidad y unicidad de las masas que sueñan con el cambio. Es un estado de rebelión contra la estructura social generalizada y cruzan las líneas que dividen a las esferas pública y privada. (Aghazarian, 2014)

Otro grito contra las imposiciones coloniales ha sido el útero, gran misterio de la mujer, colocado en el cuerpo como ese receptáculo vacío que debía ser fecundado con la semilla para la procreación, ella en su propuesta, nos muestra otras universalidades.

Lucía Borjas nos expresa en “Mi cuca es oro”, un llamado a encontrarnos con el sentimiento de volver la mirada hacia nuestro ser, comprender nuestro género, nuestro espacio aparentemente vacío que es espacio de creación. En esto no se refiere, no sólo hablo de bebés, sino al encuentro el arte, con la creatividad de las mujeres. “La historia de la humanidad ha sido contada con voz masculina y ¿nosotras qué?, alcemos la voz también… contemos historias, pintemos, hagamos música, bailemos, disfrutemos… que la vida es tan rica como diversas son nuestras almas”

El desprendimiento de las posturas estéticas universales que nos presenta Lucía Borjas, propone nuevas conversaciones para hablar de las experiencias que nos pertenecen, atendiendo así a otras voces silenciadas por los discursos de los expertos. Así como lo expresa Mignolo (2005), desde una estética propia, se hacen visibles las luchas de resistencia al poder de los sujetos reprimidos y marginados por el racismo y el patriarcado, así como los valores imperiales sustentados en la modernidad y su cara oscura, la colonialidad.

Así como lo expresa Borjas: “El feminismo lleva rato, pero ahora siento que está creciendo como una onda expansiva en diferentes partes del mundo. Es fundamental entonces, así como lo expresa Lugones (2010), aprender unas acerca de las otras como personas que se resisten a la colonialidad del género en la diferencia colonial, sin necesariamente ser una persona con acceso a información privilegiada de los mundos de sentidos de los cuales surge la resistencia a la colonialidad.

El reconocimiento del poder de lo erótico en la vida puede proporcionar la voluntad necesaria para generar los cambios necesarios en nuestro mundo, porque el reconocer nuestro poder aceptamos la fuente creativa, permitiendo así el empeoramiento y la autoafirmación de las potencialidades ante una sociedad racista, patriarcal y antierórica. Tal como lo expresa Muholi, una fuerza creativa autoafirmada desde su historia de vida, que habla de una belleza que trasciende la opresión y el sufrimiento “Tú vales, tú cuentas, nadie tiene el derecho a menospreciarte: por tu apariencia, por tu raza, por tu expresión de género, por tu sexualidad, por todo lo que eres (…)”.

La obra de Lucía Borjas nos da “otra forma de ver los mundos desde otras construcciones no universalistas, no eurocentristas, no violentas”, en este momento de crisis multidimensional, nos urge como latinoamericanos encontrar otros caminos epistemológicos, culturales más acordes con nuestras memorias ancestrales para reemplazar la lógica hegemónica que ha demostrado no ser la adecuada en la búsqueda del bienestar y ha causado la degradación y destrucción de la naturaleza del planeta. (Antonacci, 2016).

 

Referencias

Lucía Borjas, es una diseñadora gráfica de Venezuela, específicamente de Maracaibo es autora de Mi cuca es de oro, Lucrecia y otras expresiones gráficas.  Ha realizado un importante trabajo gráfico en el que plantea la valoración, dignificación y liberación de la mujer desde una manea amorosa, estética y profundamente sustentada desde su formación en el campo de las Luchas por los Derechos de la Mujer

Aghazarian, E. (2014). Post-Primavera Árabes. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales. En Crítica y Emancipación. CLACSO: Buenos Aires. Recuperado de: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20150610022849/CyE12.pdf

Angela, G. (1996). «Anais do Seminário Internacional «Multiculturalismo e Racismo: O papel da açaô afirmativa nos Estados Democráticos Contemporáneos» pg. 54, Ministério da Justicia, Secretaria Nacional de a Direitos Humanos. Brasília.

Antonacci María (2016). A. Memórias ancoradas em corpos negros.- 2 ed 2° reimpr. São Paulo: Educ, 2016

Antonacci Maria Antonieta –PUC/SP. Áfricas possíveis? Áfricas por si mesmas. En BIdaseca, Karina (Coord.) Poéticas feministas descoloniales desde el Sur. Red de Estudios Poscoloniales,

Báez, María (2014) La transexualidad desde la mirada de la sociología del cuerpo. Salus, 2015, 19, p34 40

Bidaseca, Karina. (2918). La Revolución será feminista o no será. La piel del arte feminista descolonial Bs Aires: Prometeo. 2018 Cap. 6. “Las mujeres de Alá. Arte en el exilio. Shirin Neshat”.

Foucault, M. (1976) Historia de la sexualidad: la voluntad de saber. Madrid: Siglo XXI.

Glissant, Édouard Tratado del Todo-Mundo. Ed. El Cobre, Barcelona, 2006. pp.19 a 33.

Lugones, M. (2010). Hacia un feminismo descolonial. Revista Hypatia, vol 25, No.4. Binghampton University

Mignolo, W (2005). La idea de América Latina. Barcelona: Gedisa Editorial

Reischer y Koo (2004)The Body Beautiful: Symbolism and Agency in the Social World. Revista anual de Antropolgía. Vol. 33: 297-317.

Fuente del artículo: Equipo de OVE

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El feminismo y el ruido mediático

Elena Simon

En torno al mes de marzo solemos tener profusión de noticias, reportajes y otros trabajos periodísticos que nos informan de la situación de las mujeres: aportan estadísticas, entrevistas, resultados de estudios o trabajos de investigación o simples opiniones de la ciudadanía.

Bienvenida sea toda información relacionada con las mujeres y lo que nos ocurre, porque el mes de marzo –y el día 8 en concreto– sirve precisamente para recordar al mundo que la mitad larga de su población tiene desigual consideración, trato, oportunidades y condiciones de vida, respecto de sus iguales varones. Por eso es una fecha reivindicativa –como lo fue siempre desde sus inicios sindicalistas de clase hace ya más de un siglo– y no debemos contribuir a que sea una fecha festiva, como si de una simple celebración se tratara.

De estas observaciones se deriva que el sexismo es un lastre que arrastran todas las sociedades del mundo hasta la fecha y visulizar sus consecuencias puede y debe contribuir a mejorar la situación y a abolir toda forma de abuso, maltrato, discriminación o inferiorización basada en la condición de mujer.

Ello nos afecta a todas las terrícolas aunque, por supuesto, en una medida muy distinta. No tenemos la misma intensidad discriminatoria en países democráticos que en otros basados en leyes y normas consuetudinarias y/o religiosas inamovibles, tradicionales y dogmáticas y el mes de marzo sirve para hacerlo saber.

Bien es verdad que los medios de comunicación, escritos, audiovisuales o digitales, junto con las redes sociales y los canales de vídeo, marcan la agenda del interés informativo: unas veces silencian, otras maltratan, otras ensalzan, reiteran, hablan por hablar, etc. Y es curioso que hasta hace simplemente dos años, el 8 de marzo era informado casi en exclusiva por el número de manifestantes y de incidentes. Y, sin embargo, desde el 8 de marzo de 2018, vemos una enorme cantidad de referencias a lo que concierne a las mujeres. También lo hemos observado en la multiplicación de producciones culturales, como cuentos infantiles, estudios universitarios, cortos, series, películas, obras de divulgación feminista, charlas, talleres, debates públicos y acciones.

Desde el feminismo se trabaja a fondo y desde hace tres siglos, al menos. Y como las feministas están en poco número pero diseminadas en cualquier espacio visible o no, por eso van proliferando todas estas acciones que dan a conocer lo que las mujeres hemos hecho y lo que hacemos, dónde estamos y dónde no, qué nos desiguala respecto a los varones, etc…

Pero ya sabemos que todo lo que conoce una amplia y repentina expansión, se sustenta sobre bases frágiles, que pueden escorarse hasta caer. También sabemos que estos fenómenos tienen el riesgo de morir de éxito.

Pues bien, con el feminismo mediático ha ocurrido y ocurre algo semejante. Cualquier persona que se declara feminista a través de un vídeo en internet, de un foro virtual de debate o en un discurso institucional que le pasan por escrito, puede no saber exactamente las implicaciones y responsabilidades que ello conlleva; divulgamos y vulgarizamos el término y no miramos el concepto. Probablemente si preguntáramos a estas gentes : Y ¿qué significa feminismo? Nos darían respuestas tan divergentes e, incluso, incompatibles, que contribuirían a la ceremonia de la confusión, tan de moda.

Por eso hablo en el título del ruido mediático. Basta con un eslogan, una camiseta, un selfie grupal, un vídeo brindando, etc… para cumplir con la moda de declararse feminista, tanto mujeres como hombres (en menor medida).

Pero esta apariencia, como casi todas, engañan. Hoy en día mucho más, por la facilidad que existe para divulgar algo y su contrario como igualmente válido y, eso, apoyado en la cacareada libertad de expresión. Si yo me declaro feminista y tú también, aunque para mí el feminsimo sea un compromiso ideológico y vital y para ti un simple postureo, una máscara o un disfraz, que se quita y que se pone o que se pone sin saber qué significa, si esto ocurre, estamos construyendo una especie de feminismo de moda, superficial y aparente que impide profundizar en su trascendencia.

Para terminar daré unas pinceladas para situarnos en el camino feminista que continuará abriendo puertas a mujeres que las tienen cerradas, ampliando oportunidades, construyendo alianzas y destruyendo rivalidades, dando modelos nuevos para los proyectos de vida de niñas, jóvenes y adultas, para mujeres de aquí y de allá, de toda clase y condición.

  • Pensar en “nosotras”, como sujetos políticos de cambio hacia la justicia.
  • Formarnos e informarnos para no creernos acríticamente lo primero que se nos dice, sin contrastar. Sospechar de los tan frecuentes datos descontextualizados y del “dicen”.
  • Intentar cambiar nosotras mismas y nuestro entorno (amistoso, profesional, vecinal, familiar)
  • Introducir una forma de ver el mundo que nos permita mirar las desigualdades que vemos a simple vista y no negarlas, para poder actuar en favor de la Igualdad.

Este es un mini programa que nos permitirá llamarnos feministas con fundamento y que, evidentemente, implica un compromiso responsable con lo que se dice que se piensa.

El ruido impide la pausada y serena reflexión y dificulta en extremo el posicionamiento, sobre todo cuando tienes continuos incentivos para agitarte entre algo y su contrario a ver dónde te quedas.

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Fuente; https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/02/el-feminismo-y-el-ruido-mediatico/

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