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Historia panameña, ¿ciencia o ideología?

Por: Olmedo Beluche

En Panamá, al mes de noviembre se le conoce como el “mes de la Patria”, ya que en su transcurso se conmemoran multiplicidad de gritos independentistas, algunos verdaderos y otros supuestos, en diversos municipios. Produciéndose la ironía de que es el país que más independencias celebra, siendo uno de los más dependientes del imperialismo norteamercano en América Latina. Por supuesto, la ocasión es propicia para, además de festejar y cantar loores a la patria, reflexionar sobre nuestra historia nacional, a ver si alguna moraleja extraemos de ella que sea útil para el presente.

Desde el aparato del estado, entes gubernamentales, medios de comunicación e ideólogos de diversa calaña aprovechan la ocasión para repetir los consabidos mitos y falacias erigiendo estatuas de pulido bronce a los abuelos de la oligarquía istmeña y trastocando hechos. Esta labor es particularmente enjundiciosa en torno a la conmemoración del 3 de Noviembre de 1903, fecha en que se produjo la separación de Panamá de Colombia.

Es que cuesta trabajo presentar una intervención armada norteamericana y un acto de vil traición a la patria, panameña y colombiana, como si fuera un acto de heroica liberación. Por ello, los ideólogos de la burguesía panameña se esfuerzan por remozar y apuntalar el mito al que cada año le salen más grietas por donde se escapa la simple verdad del acontecimiento tan celosamente escondida a los ojos del pueblo.

Ya lo dijo Carlos Marx hace tiempo: “la ideología dominante es la ideología de la clase dominante”. Porque la ideología es tan o más efectiva que las armas para garantizar la dominación, la opresión y la explotación. Mientras un pueblo crea los cuentos de la clase dominante no hará falta reprimirlo para imponer el orden.

Lo que da grima es ver tanta gente seria, tanto historiador profesional y hasta autotitulados marxistas que, con toda candidez, repiten los cuentos de hadas que relata la oligarquía y sus amanuenses. Francamente asombra tanta ausencia de pensamiento crítico.

Una actitud crítica no requiere haberse leído los tres tomos de El Capital, ni hacer gárgaras con El Manifiesto Comunista. Basta con usar la lógica y preguntarse: ¿La historia que nos echan sobre el 3 de noviembre es cierta o es falsa? ¿Tiene sentido todo lo que se afirma? ¿Qué dicen los hechos?

La historia puede ser ideología o puede ser ciencia. Lo que distingue a la segunda de la primera son los hechos objetivos, es decir, lo que realmente pasó. Y los hechos están ahí a la vista del que quiera ver, en multiplicidad de libros de historiadores reputados, nacionales y extranjeros. Pero cierta izquierda inconsecuente prefiere quedarse en el marco de los prejuicios y hacerse eco del mito porque es más cómodo y así no se corre el riesgo de caer mal. Misma actitud que prevalece sobre el debate respecto a los derechos sexuales y reproductivos, en especial de las mujeres. Mejor seguir la corriente.

Cuando alguien saca a relucir los hechos bochornosos que rodearon la “indepencia” de Colombia, la primera tontería que suele responderse es que se trata de un “antipatriota” que no quiere a Panamá. Por esta vía resulta que quienes trabajaron para que Estados Unidos impusiera un canal controlado “como si fueran soberanos” son los patriotas, los próceres. Quien cuestione ese proceder es antipatria. Ya de salida los argumentos se mueven al terreno de los prejuicios y la actitud científica se esfumó.

De ahí deriva en que debemos llamar “independencia” al acontecimiento que convirtió a Panamá en un protectorado de Estados Unidos, logrado por la ocupación militar de facto del Istmo por miles de soldados yanquis y decenas de acorazados del Army Navy, que creo la Zona del Canal, que impuso nuestra versión de la Emienda Platt en el artículo 136 de la Constitución de 1904. Hecho en el que los actores centrales fueron los empleados de la transnacional imperialista Panama Rail Road Company y la Compañía Nueva del Canal (francesa) y su adminstrador en Nueva York, William N. Cromwell.

No hace falta el ingenio de Galileo Galilei para preguntar con suspicacia: ¿Si fuera cierto que la separación es un acto de liberación del pueblo panameño frente a la opresión colombiana, dónde están las luchas de liberación, las manifestaciones populares, las insurrecciones y las proclamas? ¿Los liberales de Victoriano y Belisario Porras? Victoriano peleaba por la tierra y los derechos de los indígenas, como consta en sus biografías. Y Belisario escribió como colombiano y contra la separación en La Venta del Istmo (mayo de 1903).

O, ¿el gobierno colombiano oprimía, “mantenía en el olvido” sólo al pueblo panameño, o también al cartagenero, antioqueño, tolimense y caucano? ¿Los comerciantes istmeños eran también oprimidos o participaban de ese gobierno? ¿No fueron Tomás Herrera y José D. Obaldía presidentes de Colombia? ¿Y Justo Arosemena, José A. Arango, Manuel Amador Guerrero y tantos otros senadores, funcionarios y ministros? ¿No eran corresponsables?

Es evidente que la “leyenda dorada” y la seudomarxista “versión ecléctica” pretenden exonerar a la oligarquía comercial panameña de los males que aquejaban a Colombia, convirtiéndolos en supuestos adalides de la “liberación nacional”. No se entiende como alguien que se llame marxista pueda defender una falacia tan evidente.

Los argumentos más sofisticados, llegados a este punto, se mueven al siglo XIX, para justificar los acontecimientos de 1903. La “prueba” serían las llamadas “actas separatistas” de 1826, 1830, 1831, 1840, el estado federal de 1855. Pero resulta que la interpretación de esos acontecimientos es fruto de una historia reescrita luego de 1903, para justificar la separación, y se ha hecho descontextualizando el conjunto de las circunstacias específicas que los rodearon y que afectaron a toda Colombia.

Labor de falseamiento e ideologización de la historia desembozadamente propuesto por Carlos Gasteazoro, padre de nuestra historiografía, en su presentación de la reedición del Compendio de Historia de Panamá, de Sosa y Arce, publicado por la Universidad de Panamá en los años 70. Asunto que ya hemos abordado en nuestro ensayo Estado, nación y clases sociales en Panamá (1997) y en el artículo El debate del Centenario, publicado por la Revista Lotería (2006), y que no vamos a repetir aquí.

La suma de toda la ignorancia posible la expresan quienes en una osadía sin parangón ni sonrojo, alegan que ya existía una “nación panameña” desde que Balboa descubrió el Mar del Sur, e incluso antes con nuestros pueblos originarios. ¿Nuestros indígenas eran “panameños”? ¿O eran ngabes, bugleres, kunas, cuevas, bokotas, bribri, etc.? ¿Balboa era panameño o era español?

Estos argumentos expresan una ignorancia tan supina que no merecen mayor demostración, cuando en este continente, pese a las ideas precursores como Miranda, la idea de la indepencia, es decir la ruptura de la nación hispanoamericana, no quedó sólidamente colocada sino hasta el fracaso de la Constitución de Cádiz en 1810. Y, aún después, le costó a los libertadores sumar a su proyecto nacional a las clases explotadas como indígenas y esclavos negros, quienes veían a la oligarquía criolla como enemiga fundamental y al rey español como aliado en la lucha por sus derechos.

Pero el paroxismo irracional, rayando en la xenofobia, llega cuando, acabados todos los argumentos, se dice que “bueno, pero los gringos nos hicieron un favor, porque si no estaríamos vueltos un desastre como lo es Colombia”. Y, sí, Colombia duele, y es lamentable la situación a la que ha sido conducido el hermano pueblo por una oligarquía antidemocrática y paramilitar. Pero esa no es la discusión.

Los crímenes de la burguesía colombiana contra su pueblo no justifican los crímenes de la burguesía panameña contra el suyo. Además, nadie ha propuesto volver a ser una provincia de Colombia. De lo que se trata es de reconocer a los enemigos de nuestros pueblos, colombiano y panameño: el imperialismo norteamericano y nuestras clases gobernantes. Y eso es lo que no quieren que sepa el pueblo y por eso usan la historia como ideología. Sólo sobre la base de esa verdad podremos luchar por una unidad continental con un fundamento más realista y efectivo que soñado por Bolívar al crear la Gran Colombia.

Finalmente, la verdadera dimensión del acontecimiento de noviembre de 1903 la da el hecho de que los siguientes 100 años de nuestra historia, el pueblo panameño tuvo que luchar contra las consecuencias del hecho: el Tratado Hay – Bunau Varilla y la presencia norteamericana en el canal. Esto es una verdad irrebatible.

En esa lucha contra el imperialismo norteamericano, y no contra Colombia, en la que generaciones panameñas forjaron con sangre de sus verdaderos héroes (en 1925,1947, 1964) se formó la nacionalidad panameña, resisitendo la asimilación y la aculturización anglosajona.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218793&titular=historia-paname%F1a-%BFciencia-o-ideolog%EDa?-

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Bolivia: La educación libera a los pueblos, dice Evo

Bolivia/Septiembre de 2016/Radio La Primerísima

El presidente de Bolivia, Evo Morales, reiteró este viernes que la educación es una vía importante para que los pueblos alcancen la liberación ideológica y tecnológica.

Durante la inauguración de una escuela en el departamento de Cochabamba, Morales subrayó que en estos momentos hay que incrementar en número de planteles en el país, y todos deben estar dotados con talleres y laboratorios.

Es obligatorio que las autoridades presten atención a los planes para el desarrollo educacional, pues a través de estos se puede lograr la liberación en el campo ideológico y tecnológico, recalcó Morales.

Hoy Bolivia es admirada y respetada en todo el mundo, enfatizó Morales, quien recordó que al llegar al poder en 2006 el Producto Interno Bruto era de nueve mil millones de dólares y en 2015 fue de 34 mil millones dólares.

Debemos centrarnos en grandes proyectos, en especial los relacionados con el agua, pues sin este preciado líquido es imposible producir alimentos, y cuando el pueblo no tiene comida se rebela y con toda su razón, dijo Morales.

Ahora, solo en la zona del Trópico de Cochabamba, tenemos previsto construir unas seis hidroeléctricas, como parte de nuestra estrategia de convertirnos en el corazón energético de Suramérica, adelantó el líder indígena.

También estamos avanzando en rubros como el litio, y en un futuro Bolivia fijará el precio de este elemento químico a nivel mundial, aseguró Morales.

Asimismo, tenemos previsto exportar energía, gas, a Perú y Paraguay e incursionaremos en el campo de los fertilizantes, precisó el dignatario del país suramericano.

El Jefe de Estado aclaró que las empresas extranjeras instalan las industrias en Bolivia, el gobierno les paga y esas entidades se marchan del país, porque ahora los recursos y las fábricas son del pueblo.

Fuente: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/alba/209317/la-educacion-libera-a-los-pueblos-dice-evo

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=educaci%C3%B3n+de+Bolivia&biw=1024&bih=494&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwi-mZ-XrIPPAhWDrB4KHa55CFMQ_AUIBigB#imgrc=iofQHHQs_F3T6M%3A

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Violencia femenina en Afganistán alcanza punto cúspide

Afganistán/Kabul/Agosto de 2016/Prensa Latina

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) denunció hoy que 2016 es el peor año en lo referido al abuso y violencia contra las mujeres.

Latifa Sultani, responsable de sector femenino de esa entidad, aseveró que el aumento de la violencia indica una crisis humanitaria y expone la negligencia del gobierno para hacer frente a ese flagelo.

Sultani agregó que a pesar del abuso generalizado, pocos incidentes llegan a los juzgados, ya que la mayoría de las veces el agresor y la víctima siguen conviviendo.

El sistema de justicia no oficial de Afganistán pide a las mujeres olvidar, en un esfuerzo por preservar las familias y mantener la cohesión social, en lugar de castigar al abusador, acotó.

Uno de los casos reportados por la AIHRC fue el de Farkhunda, asesinada en marzo de 2015, lo que generó protestas masivas en todo el país.

La joven de 27 años fue golpeada por una turba de hombres, luego la lanzaron desde un tejado, un auto la atropelló, prendieron fuego a su cadáver y lo arrojaron al río de Kabul.

Informes recientes de la organización destacaron también el caso de Zahra, de 13 años, cuyo esposo le prendió fuego aun estando embarazada y murió cinco días después en el hospital Istiqlal de esta capital.

Hace poco más de un mes en la provincia de Ghor, una niña de seis años fue vendida a un clérigo de más de 50, mientras que él asegura fue un regalo de los padres y estos denunciaron que fue secuestrada.

De acuerdo con estudios de la AIHRC, los fenómenos más alarmantes en Afganistán son el tema de las niñas-novia, el suicidio femenino, la violencia social y los llamados crímenes de honor.

Las mujeres poseen oportunidades económicas limitadas, escaso acceso a los servicios de salud y educativos, así como falta de representación legal.

Según Sultani, tras cuatro décadas de conflicto armado en esa nación centroasiática, la inseguridad, la violencia y la pobreza lastran las oportunidades de género.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=5114031&Itemid=1

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=noticias+educativas+de++afganist%C3%A1n&biw=1024&bih=489&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjYxKbnyabOAhVBOiYKHVJNDtQQ_AUIBygC&dpr=1#tbm=isch&q=+mujeres+de++afganist%C3%A1n&imgrc=qG1Yc26xKaG2DM%3A

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Uruguay: Privados bajo fuego ideológico

Uruguay / 03 de agosto de 2016 / Por: El Observador / Fuente: http://www.elobservador.com.uy/

Desde su surgimiento, las universidades privadas han sido una espina ideológica en los sectores de izquierda

Desde su surgimiento hace cuatro décadas, las universidades privadas han sido una espina ideológica en el costado de los sectores de izquierda que parecen seguir creyendo que el estatismo de corte marxista ha triunfado en algún lado. Los recurrentes ataques contra esos centros fracasaron año tras año, por la percepción de sucesivos gobiernos de que ofrecen una opción formativa más sólida que la gigantesca pero despareja Universidad de la República (Udelar). Ahora, sin embargo, un artículo incluido por la bancada del Frente Amplio en la Rendición de Cuentas excluye a las cinco universidades privadas de la exoneración tributaria que existe para las donaciones a todas las instituciones docentes de carácter terciario, exoneración que estableció el propio FA.

La medida, incorporada a propuesta de la diputada Macarena Gelman en ese fárrago de controversias internas frenteamplistas en que se ha convertido la Rendición de Cuentas, es claramente discriminatoria y responde a un nuevo intento de presión ideológica contra el sector privado en el campo de la educación. Discrimina exclusivamente contra las universidades porque no se aplicaría a los demás centros de estudios, tanto públicos como privados. Esto significa que tanto la Udelar y las demás instituciones públicas como los colegios y los liceos privados seguirían gozando de las actuales exoneraciones fiscales a las donaciones. El efecto de la medida sería privar a las universidades privadas de un promedio de US$ 1,4 millones anuales en donaciones, suma que se dedica a becar a estudiantes que no pueden pagar la matrícula y a actividades tecnológicas, uno de los puntos más flojos de la enseñanza pública.

En declaraciones a El Observador, Gelman reconoció que el monto no es significativo y adujo que su propuesta “tiene que ver con lo conceptual de proteger más que nada la educación pública”. Su posición carece de todo fundamento ya que si las donaciones desaparecen de las universidades privadas al perder la exoneración tributaria, nada obsta a que esos aportes, en vez de ir al sector estatal, se vuelquen al vasto número de escuelas y liceos privados que funcionan en el país. Incluso uno de estos centros, el liceo privado pero gratuito Impulso, recibe anualmente donaciones por US$ 1,7 millones, más que el total aportado a las universidades Católica, ORT, de Montevideo, de la Empresa y el Claeh.

Más grave que esa falacia argumental es el desvío ideológico de la medida propuesta. Cuando se le preguntó si se trataba de “un tema ideológico o programático”, Gelman respondió que “sí, se puede llamar un tema programático”, absteniéndose significativamente de desmentir la intención ideológica que campea en el proyecto. Juan Manuel Gutiérrez, rector de la Universidad de Montevideo y secretario pro témpore del Consejo de Rectores del sector privado, precisó que la movida de la bancada frenteamplista a instancias de Gelman “constituye una clara discriminación contra las universidades privadas porque son las únicas instituciones excluidas de este régimen”, que seguiría ayudando a todos los demás centros públicos y privados del país. Entre las modificaciones que se discuten en el proyecto de Rendición de Cuentas, corresponde desechar la iniciativa de Gelman. A menos, naturalmente, que se quiera mostrar a Uruguay resuelto a profundizar su abismal atraso educativo al restringir la mejor formación terciaria disponible en el país.

Fuente noticia: http://www.elobservador.com.uy/privados-fuego-ideologico-n949360

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Libro: Ideología y currículo

Ideología y currículo
  • Autor: MICHAEL W. APPLE
  • Año: 1991
  • Nº de páginas: 224 págs.
  • ISBN: 9788476001301
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: AKAL
  • Lengua: CASTELLANO

Sinopsis:La escuela es una de las instituciones decisivas para la reproducción de las tendencias sociales, culturales y económicas del marco en que está enclavada. 
En esta obra, Michael Apple explica el complejo papel de las instituciones educativas en la creación y perpetuación de las condiciones que apoyan la hegemonía ideológica y su relación con el currículum, que no es tan “aséptico” como en general se pretende.

Fuente de la reseña: http://www.casadellibro.com/libro-ideologia-y-curriculo/9788476001301/35863

Fuente de la imagen: http://image1.casadellibro.com/a/l/t0/01/9788476001301.jpg

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Mentalidad obsoleta vs. pensamiento creativo

Centroamérica/Cuba/14 de Julio de 2016/Autor: Miguel Febles Hernández/Fuente: Granma

Ahora que el calendario se adentra en el mes de julio y está próxima la celebración del Día de la Rebeldía Nacional, los recuerdos me remontan casi nueve años atrás cuando en tierra agramontina tuvo lugar el acto central por el aniversario 54 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Y es que las palabras de Raúl aquel memorable 26 de julio del 2007 parecen dichas para los tiempos que corren: ya desde entonces llamaba a todos los cubanos a sumarse a la batalla cotidiana contra los errores propios que agravan las dificultades derivadas de causas externas, en especial las provocadas por el bloqueo económico de los Estados Unidos”.

La fórmula para lograrlo quedaba enunciada en el propio discurso: ante todo, trabajo organizado, constancia, control, exigencia, rigor, orden y disciplina; producir más y con sentido de la racionalidad y la eficiencia; no repetir los mismos errores por ingenuidades e ignorancia; y cerrar toda brecha a la confusión, al desánimo y al pesimismo.

Casi al término de su alocución, Raúl convocaba a tener siempre presente, “no para repetirlo de memoria como un dogma sino para aplicarlo diaria y creadoramente en nuestro trabajo”, el concepto fidelista de Revolución, “una definición que constituye la quintaesencia de la labor político-ideológica” para transformar el actuar de los seres humanos.

Cabría preguntarse: ¿hemos sido consecuentes con tales postulados? Si en aquel momento Raúl se refería a la necesidad de trabajar sin anquilosamiento ni esquematismos, en el 7mo. Congreso del Partido se reconoció que el obstáculo fundamental enfrentado hasta ahora es “el lastre de una mentalidad obsoleta, que conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro”.

He aquí adonde quiero llegar con este comentario: tales asuntos pasan inexorablemente por la preparación de los cuadros a todas las instancias, su responsabilidad, ejemplaridad y cultura organizacional, competencia profesional, espíritu emprendedor, voluntad de no dejarse aplastar por las dificultades y desarrollo de un genuino pensamiento creativo.

Contrario a ello, se ha entronizado en algunos una cultura de la justificación y de la explicación para no hacer las cosas o dejarlas a medias, cuando se sabe que resolver los problemas y seguir hasta el final el cumplimiento de las tareas es la única manera de ser creíbles y el mejor argumento posible para convencer al pueblo de la certeza de sus actos.

No son pocos los dirigentes administrativos que acostumbran a quejarse: ¡Mira que trabajamos y mira que nos regañan! Como si se tratara de trabajar más o menos horas y no de aprovechar el tiempo y de hacerlo con eficiencia y eficacia en busca de resultados tangibles que contribuyan a transformar el estado de cosas en las entidades subordinadas.

¿Qué significa, en este caso, cambiar? Dejar atrás para siempre la improvisación, los enfoques rutinarios, la falta de previsión, el facilismo, la desidia, el formalismo, la superficialidad, el esquematismo, la blandenguería, la intolerancia, el amiguismo, la insensibilidad, las manifestaciones de impunidad y el divorcio con los colectivos de trabajadores para rehuir el intercambio y el debate.

Si determinada empresa acumula pérdidas económicas, incumple los indicadores de eficiencia, paga sin respaldo productivo, incrementa las interrupciones por averías y andan a la deriva las cuentas por cobrar y por pagar, por solo poner algunos ejemplos, es lógico preguntarse a qué dedica su tiempo el directivo y cuál es el papel que desempeña su consejo de dirección.

En lugar de actuar sin dilación para acabar con tanto desorden, en no pocas reuniones se les ve repetir al dedillo conceptos y citas completas de los máximos líderes de la Revolución, sin interiorizar ni hacer suyas sus esencias, como si en “simbólico” acto de arrepentimiento pudieran encubrir una actitud a todas luces negligente e irresponsable.

Es hora, pues, de estimular y promover a quienes, con su manera consecuente de actuar, contribuyen desde sus puestos a forjar una Cuba mejor. Es el momento también de llamar a capítulo y exigir cuentas a aquellos que, alejados del sentir y las expectativas de los trabajadores, usan las dificultades como escudo y muy poco hacen por el progreso colectivo.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-07-14/mentalidad-obsoleta-vs-pensamiento-creativo-14-07-2016-23-07-29

 

 

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Sentido ideológico de la escuela y la educación contemporánea.

www.fecode.edu.co

La escuela al entrar en la onda de la calidad y de las tics sumerge al maestro en la red de información y eficientismo desplazando el lugar del pedagogo que en esencia es reflexión, teorización, antitecnicismo y porque contrariamente la pedagogía valora la pluralidad de pensamientos, su no parametrización, no medición y control por el sistema. Sin pedagogía la escuela en su tradición es parte del sistema de registro, control y vigilancia.

 

Por ello, a la escuela le hace falta descotidianizarse, ser otra para escapar, porque aún sigue aferrada al gobernamiento como dispositivo de control/poder que vía saber tecnificado define el devenir de los sujetos de la escuela y la sociedad. Para transformar  la escuela en su corporalidad es oportuno exhortarla a exteriorizarse e indagar lo cotidiano que le permita aprender, desdoblarse y avanzar en las comprensiones, deseos e intencionalidades de los estudiantes, las familias y la sociedad misma. Se requiere desescolarizar la escuela, sacarla de su laberinto de discursos, espacios, prácticas, imaginarios y/o paradigmas.

 

Vale, interrogarnos ¿Qué significa ser educado hoy, en una sociedad tan compleja y diversa? Educado se asocia a una posibilidad de escape, de conciencia de existir, de excluirse y resistir a la estructura que gobierna y encierra el sistema, en tanto éste limita e “incluye” a todos de forma sistémica, parametrizada, categórica, “genérica” y homogenizante. Así, pudiéramos pensar que llegar a ser educado contemporáneamente es pertenecer de forma eficaz al sistema neoliberal que controla y distribuye todas las competencias e instancias de constitución de sujeto.

En lo contemporáneo el planteamiento pasa no por enseñar en su forma lineal, sino por promover aprendizajes apropiados e interiorizados desde algunos espacios y relaciones como las asociadas a  los tiempos de una clase, al diseño de situaciones, secuencias, acuerdos y ambientes para aprender, lo que pone de relevancia que en el lenguaje actual las prioridades están menos en los modelos pedagógicos y cada vez más en promover modelos didácticos que vinculen una visión  estructural del cómo aprender para actuar y menos pedagógica del por qué pensar. La consigna es aprender a hacer sin pensar, en cuya labor el maestro juega un rol de activista de tareas, talleres y de interiorizar estándares, no de acompañante, facilitador que estimula nuevas preguntas, nuevos retos y ayuda a avanzar en la comprensión de los objetos de saber. “no le basta al maestro saber bien su disciplina que profesa si no puede explicarla con soltura y no la completa con arte y habilidad” (Vives, 1948b [1538], p.1208) citado por Noguera (2012, 140).

 

Estas precisiones son verdaderamente  sustanciales en la medida que permiten establecer las singularidades del proceso de constitución del sujeto moderno como un homo educabilis libre, como un sujeto educable que se libera de su propia educación, éste último principio imperativo de las ciencias de la educación. Para cerrar, es claramente significativo reconocer la historia de las disciplinas, de los conceptos y los desarrollos didácticos que éstas determinan y así organizar las experiencias alternativas para resistir en tanto  forma de narrativas de presentar algo novedoso y disruptivo. De lo contrario, se estará educando y enseñando desde la lógica de repetir métodos y agenciar el sistema de control educativo.

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