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Nuevos propósitos de 2020, el año de la educación en valores

Por: Educación 3.0

Elaborar una lista de buenos propósitos para trabajar valores como la igualdad, el compromiso social o el fomento de la lectura con el objetivo de incentivar el pensamiento crítico es un buen plan para comenzar el año. Para ello, te invitamos a participar en diversas iniciativas promovidas por distintas organizaciones para concienciar a tu alumnado.

La educación en valores debe estar presente en la vida de niños y jóvenes de todas las edades y en todos los ámbitos. En el aula puede transformarse en una serie de propósitos con los que comenzar un nuevo año profundizando y concienciando acerca de diversos aspectos.

La solidaridad, la empatía o el compromiso social son valores con los que los estudiantes del presente pueden llevar a cabo cambios que transformen su futuro. Así lo muestran los distintos movimientos sociales a favor del planeta y la conciencia medioambiental, como Fridays For Future encabezado por la activista Greta Thunberg, o las manifestaciones a favor del feminismo en muchos países del mundo.

De este modo, y desde clase, se pueden seguir los siguientes propósitos para alcanzar una mayor inclusión, igualdad o conciencia medioambiental entre el alumnado:

1.   Trabajar la sostenibilidad medioambiental

Mision #plasticfree

El comienzo del año significa seguir preocupándose por la responsabilidad ambiental como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En su necesidad de atravesar todos los ámbitos, tiene que estar presente en las escuelas para lograr un impacto positivo y permanente en la comunidad educativa y cívica. Esta concienciación se puede ver en iniciativas como la de Leroy Merlin, que por cuarto año consecutivo pone en marcha su programa de educación ambiental. En esta edición, Misión #plasticfree, el programa se ha propuesto que alumnado y profesorado reflexionen sobre su patrón de consumo hacia posturas más sostenibles y responsables con el medioambiente.

2.   Fomentar la inclusión

Once Upon a time

No sólo hay que centrarse en el entorno que nos rodea. Para que los propósitos de este año sean verdaderamente responsables también hay que enfocarse en las personas, en todas y cada una de ellas. Aquí es donde entran en juego conceptos como el de inclusión y solidaridad que concursos como el del Grupo Social ONCE quieren desarrollar. Este año, su 36 edición “ONCE Upon a time: La mirada de tod@s” pretende romper con el modelo que trata de forzar a las personas a encajar de manera rígida y sin profundizar en su contexto personal, emocional y social. ¿Cómo? A través de la innovación pedagógica que permite que los estudiantes sean protagonistas de su propia educación.

3.   Poner la responsabilidad en el centro

Abanca propósitos educación en valores

La característica común de estos valores es la responsabilidad. Desarrollar este concepto en los centros es otro de los objetivos a conseguir y para ello se deberían abordar todas sus dimensiones. La educación debe fomentar tanto la responsabilidad social como la económica e introducirlas en el aula es muy sencillo si se cuenta con la ayuda de programas de sensibilización. El que lleva a cabo la Fundación CASER “La Misión, por la inclusión ¡pasa a la acción!, quiere fomentar a través de la investigación una mayor conciencia social en clase. Por su parte, la 2ª ed Segura-Mente de Abanca es una iniciativa sobre educación financiera pensada para ayudar a que los estudiantes adquieran una capacidad crítica en cuanto a la asunción de responsabilidades y toma de decisiones. En este punto, se habla del fomento de la cultura de la prevención, necesaria en los futuros adultos.

4.   Trabajar la igualdad en los centros educativos

Tú puedes ser lo que quieras Barbie propósitos educación en valores

Uno de los propósitos más claros es trabajar por la igualdad de todas las personas: incluso las más pequeñas reivindican su lugar en el mundo y reclaman tener más referentes femeninos, escasos en los libros de texto. Una injusticia histórica con la que ha querido romper por ejemplo la 2º edición del programa educativo de Barbie. Bajo el lema “Tú Puedes Ser lo Que Quieras”, recupera a las profesionales olvidadas y ayuda a que el alumnado se plantee sin límites su futuro, trabaje en colaborativo y reflexione sobre lo que quiere ser.

5.   Leer más y fomentar la lectura en el alumnado

Agus& Monsters propósitos educación en valores

Es necesario fomentar la lectura en los más pequeños. En los libros también encontramos un altavoz social que se dirige directamente a la generación que transformará el futuro como se muestra en concursos editoriales como el de Casals, que presentó el año pasado la 5ª edición del concurso educativo de dibujo Agus& Monsters, una iniciativa para fomentar la creatividad y la animación entre niños y niñas.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/nuevos-propositos-2020-ano-educacion-valores/122327.html

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Cuentos para trabajar la inclusión en casa y en los centros

Por: ABC Sociedad

La maestra Pilu Hernández Dopico ofrece algunas ideas para progenitores y docentes.

La inclusión educativa es un tema muy recurrente en los últimos tiempos. Pero, ¿sabemos lo que significa realmente? Pilu Hernández Dopico, maestra, asegura que a menudo se confunde inclusión con integración. «La inclusión educativa significa incorporar a todos los alumnos en la comunidad educativa, independientemente de su condición, raza, género o religión», añade la responsable del blog «El Pupitre de Pilu». Es que todos los que pertenecen a una misma aula, trabajen lo mismo independientemente de sus características físicas, psíquicas, psicológicas, sociales y/o culturales.

Para ello, propone cuentos dónde trabajar la inclusión en casa y en los centros:

1. «¿De qué color lo ves?», de Laia Membrive: Manuel es un niño que tiene daltonismo. No entiende por qué el otoño le gusta tanto a la gente. A él no le parece tan bonito, todas las hojas tienen el mismo color. Este libro ayuda a comprender que todo es especial para cada persona, aunque sea diferente.

2. «El curioso incidente del perro a medianoche», de Mark Haddon: Christopher Boone es un joven de 15 años con Síndrome de Asperger y conoce las capitales de todos los países del mundo. También es capaz de recitar los números primos hasta el 7.507, pero no tiene habilidades sociales. El libro relata en primera persona la historia de cuando Christopher intenta resolver un crimen.

4. «Los zapatos de Marta», de Meritxell Margarit y Marta Montañá: Marta, una niña con espina bífida, tiene dificultades para andar y se ve en la necesidad de utilizar unos zapatos especiales y bastones. El cuento descubre características de esta discapacidad y hará partícipes a los lectores de los valores que vive Marta junto con su hermano Lucas y su amigo Nico.

5. «María cumple 20 años», de Miguel Gallardo: es un libro en el que el autor muestra la relación de María, que tiene TEA, con el mundo. Relata el mes y medio de veraneo padre-hija.

6. «¡Alex, basta ya!», de Lidia Arroyo: un niño inquieto se enfada cuando no consigue lo que quiere y nunca acaba lo que empieza. Interesante relato de esta familia a la hora de salir de casa.

7. «Mi hermana Lola», de Miguel Gallardo: Javier habla de su relación con su hermana Lola que tiene discapacidad intelectual.

8. «Un bicho raro», de Emilio Urberuaga y Paz Rodero: un cuento interesante para reflexionar sobre las rarezas que nos atribuyen los demás. También para aceptar y explicar nuestras diferencias.

9. «Mis amigos especiales», de Francisco Capdevila Blanco: este cuento habla sobre descubrir nuevos amigos, de niños con discapacidades físicas y psíquicas, y cómo ellos pueden enseñarnos muchas cosas.

10. «Piedras en los bolsillos», de Marta Brule: narra la historia de superación de una madre a la que su hijo le han diagnosticado cáncer. Marta cuenta en primera persona su positividad y amor hacia su hijo.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-cuentos-para-trabajar-inclusion-casa-y-centros-202001130048_noticia.html

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Nuevo informe de la UNESCO explora el estado global de la educación de adultos

Por: Paulette Delgado

Aún queda mucho por mejorar en el aprendizaje y la educación de adultos, según un nuevo reporte de la UNESCO.

La automatización, digitalización y avances tecnológicos están cambiando el mundo laboral, exigiendo a los empleados que se mantengan actualizados y aprendiendo constantemente nuevas habilidades. Sin embargo, la responsabilidad por mantenerse al día está recayendo en los individuos, principalmente, quienes no solo deben buscar el tiempo para actualizarse, sino también los medios para cubrir esa formación. ¿Qué están haciendo los gobiernos para impulsar la educación de adultos?

Cada tres años, el Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida realiza un Informe Global sobre Aprendizaje y Educación de Adultos (GRALE, por sus siglas en inglés). En esta publicación, dan seguimiento al esfuerzo de 159 países por mejorar el aprendizaje y la educación de adultos (ALE, por sus siglas en inglés) y compara los resultados de reportes anteriores para medir el crecimiento desde la perspectiva de la equidad y la inclusión.

El informe se divide en dos partes: el monitoreo, donde se analiza el progreso en el aprendizaje y la educación de adultos; y la participación, donde los países reportan sus esfuerzos en este tema. En la fase de monitoreo se analizan las políticas de los países, su gobernanza, finanzas, calidad en su educación y la participación, inclusión y equidad.

Según la primera parte del informe, dos tercios de los países informaron que hubo crecimiento en el aprendizaje y la educación de adultos (ALE) desde 2015, año en que se realizó el último Informe Global sobre Aprendizaje y Educación de Adultos. Un 30 % de los países participantes reportó que no hubo cambios, especialmente aquellos en Asia y el Pacífico, mientras que un 5 % de los países tuvieron regresión.

En cuanto a la inversión en aprendizaje y educación de adultos, sólo el 28 % de los países reportaron aumentar el gasto, un 17 % disminuyó su presupuesto en este rubro, y la mayoría  (41 %), no reportaron ningún progreso. Aún así, el 75 % de los países informaron que hubo mejoras importantes en educación de adultos, especialmente en América Latina y África subsahariana.

Según el informe, un 57 % de los miembros reportaron un aumento en la participación en programas de ALE, un 28 % no informó cambios y un 9 % dijo que disminuyó. Sin embargo, un grave problema al que se enfrentó la UNESCO al analizar esta sección es que los países no basan su información de participación en cifras reales. Esto se debe a que un 37 % no conoce la tasa de participación de grupos minoritarios, migrantes y refugiados, por lo que la información está incompleta. También hay muy poca información sobre adultos mayores y su participación en estos programas, a pesar de que los jubilados y adultos mayores son un grupo objetivo para estas iniciativas.

La segunda parte del informe trata justo de este tema, la participación, lo que se sabe, lo que no y su importancia. Este apartado menciona que las poblaciones desfavorecidas tienden a involucrarse poco en programas de aprendizaje y educación de adultos y enfatiza cómo no se tiene suficiente información sobre el tema, especialmente en los países de bajos ingresos, grupos marginados y excluidos.

Parte del problema es que es difícil poder comprobar que las oportunidades de participación en educación de adultos son muy desiguales, algunos países (generalmente los más desarrollados) tienen muchas más oportunidades de seguir aprendiendo a lo largo de sus vidas, mientras que los más marginados tienen muy pocas iniciativas de este tipo. Aún así, el informe encontró  que el 57 % de los países aumentó su tasa de participación desde el último GRALE (2015). En este tema destaca África subsahariana, en donde el 72 % de los países aumentaron su participación, y los Estados Árabes, que reportaron un incremento del 67 %. En el medio están las regiones de Europa central y oriental y América Latina y el Caribe, que reportaron un porcentaje de participación del 58 % y 60 %, respectivamente. En el caso de Norteamérica, Europa occidental, y Asia y el Pacífico, estas regiones fueron las que reportaron el menor aumento en participación en ALE, con un 38 % y 49 %, respectivamente.

El reporte informó que la gobernanza está estrechamente relacionada con el resultado en la participación. Dos tercios de los países que utilizaron alguna medida de gobernanza dijeron tener una mayor participación desde 2015, mientras que aquellos que no fueron asistidos, sólo el 29 % reportó mejora.

Otro apartado importante es de la colaboración, cooperación y coordinación entre agencias gubernamentales y la sociedad civil para mejorar la gobernanza del aprendizaje y educación de adultos. Esto se debe a que las colaboraciones intersectoriales ayudan a conseguir más fondos para invertir en programas e iniciativas de educación de adultos que mejoren la participación y promuevan la capacitación y educación continua.

En el aprendizaje de adultos hay cuatro áreas de interés para los países:

  1. Las políticas que hablan de la ampliación de los aspectos del aprendizaje permanente, es decir, la educación técnica y profesional.

  2. La diversificación de las maneras de aprender, como por ejemplo, el aprendizaje en línea.

  3. El establecimiento de centros de aprendizaje para adultos de bajos ingresos.

  4.  Enfocarse en los grupos sociales marginados.

Además, el informe hace hincapié en la importancia de distinguir entre las categorías de alfabetización, capacitación continua, desarrollo profesional y ciudadanía activa, ya que demuestran un progreso desigual. En las dos primeras áreas, los países parecen ir mejorando y avanzando, mientras que en las otras hay poca información al respecto, por lo que se consideran áreas estancadas. Esto, según las conclusiones de los autores, conduce a una importante inaccesibilidad y desinformación sobre  el aprendizaje y la educación de adultos.

A lo largo del reporte se demostró que la desigualdad en los programas de aprendizaje y la educación de adultos persiste a lo largo de los distintos reportes y es profunda y multidimensional. Aún así, gracias a recursos como los cursos masivos abiertos en línea (MOOC) o los recursos educativos abiertos (REA), la educación de adultos está retomando fuerza y se espera que ayuden a mejorar la participación para el próximo informe. Aunque también existe la posibilidad de que, al ser herramientas digitales, agraven la brecha digital por lo que se necesitan más esfuerzos por parte de los gobiernos para invertir en una robusta infraestructura de conectividad que conlleve en oportunidades de aprendizaje para los adultos.

Además, el informe recalcó la necesidad de mejorar la recopilación de datos sobre los programas de aprendizaje y educación de adultos, ya que la información con la que cuentan es incompleta. En cuanto a grupos específicos como las minorías étnicas, los migrantes y los refugiados, el 37 % de los países informaron no conocer las tasas de participación de estos grupos en programas de educación de adultos. Lo mismo pasa con el monitoreo de las mujeres en ALE y el progreso que han tenido en alfabetización y aritmética, pues no hay datos. Este último aspecto también ocurrió en países de altos ingresos, por lo que es un problema que va más allá del desarrollo económico de un país.

Los resultados de este reporte hacen evidente la falta de participación e involucramiento de los gobiernos en un tema tan importante como la educación de adultos y el aprendizaje a lo largo de la vida. Para el próximo reporte, la UNESCO espera que los países corrijan estas deficiencias para fortalecer el esfuerzo de mejorar el aprendizaje y la educación de adultos. Esta responsabilidad no debe recaer solo en los individuos, sino más en los gobiernos y las empresas quienes deben apoyar en la creación de mejores políticas y programas de aprendizaje y educación de adultos que sean accesibles e inclusivas.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/informe-unesco-educacion-de-adultos

Imagen: pasja1000 en Pixabay

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Ecuador: Fundación usa la inclusión como método pedagógico

América del Sur/Ecuador/12-01-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Es hora de clases, los niños ingresan al salón y se sientan alrededor de una mesa. Entre ellos está Francis, quien tiene Síndrome de Down grado uno. La tarea consiste en crear figuras con las manos sobre una cartulina.

La movilidad de Francis no es completa y necesita ayuda. Uno de los niños se acerca, toma su mano y la sumerge en un pequeño bote de pintura amarilla. Los dos empiezan a crear figuras y a sonreír.

Carlos recorre el patio en su silla de ruedas, en ocasiones son los niños quienes lo ayudan. Luego se detiene y observa a sus amigos que se divierten con las pelotas. Cuando se emociona, alguno de sus amigos viene y lo invita a jugar. Él tiene una discapacidad física y neurológica que no le permite caminar ni hablar.

Llega la hora del almuerzo, todos se apresuran a lavarse las manos y ayudan a los que no pueden hacerlo solos.

Apoyo institucional 

De esta forma los niños con algún tipo de discapacidad cursan sus estudios en la Fundación Ángeles de Guadalupe, ubicada en Lumbisí.

El Dato
Los alumnos vienen de sectores como Tumbaco, Santa Inés, Cumbayá y Lumbisí.
Los niños regulares, es decir,   aquellos que no tienen ninguna discapacidad, cursan el inicial 1 durante el año académico. En el caso de los estudiantes con discapacidad, su permanencia depende del avance de cada uno. “El objetivo es que cuando los niños regulares salgan de aquí no les vean a ellos con temor, sino con amor”, señala María Dolores Sosa, asistente administrativa.

La prioridad son los niños con discapacidades físicas, neurológicas, parálisis cerebral y síndrome de down. Los niños que no tienen alguna discapacidad ayudan a sus compañeros cuando necesitan bajarse o subirse de las sillas, lavarse las manos o llegar a otro salón o en las actividades académicas y lúdicas.

“Los niños son mi ayuda para trabajar, se logra una capacidad integradora. Algunos pueden desarrollar su capacidad motriz visual o sensorial”, comenta María Belén, asistente de pedagogía de la fundación.

¿Cómo ayudar a la fundación?

El centro recibe donaciones económicas y materiales de dos organismos que les permite cubrir la alimentación de los estudiantes. Los rubros restantes se intentan obtener mediante la autogestión de quienes hoy están a cargo.

Los representantes de los niños abonan una cantidad económica mensual para la atención de sus hijos. Sin embargo, existen muchos casos en los que los padres de los niños están en condiciones de vulnerabilidad y no pueden hacerlo. “Cuando una familia no puede cubrir los rubros de atención, en la fundación buscamos encontrar padrinos”, explica María Dolores Sosa, asistente administrativa. Uno de sus objetivos es lograr acuerdos con organismos para ayudar a más niños y adolescentes en esta situación.

Como parte de su autogestión, ellos también organizan “mercados de pulgas” con las donaciones que reciben. Además, en ocasiones venden quimbolitos y empanadas para recaudar fondos. Las personas interesadas en ayudar a la fundación pueden donar ropa, zapatos y juguetes usados.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102297432/fundacion-usa-la-inclusion-como-metodo-pedagogico

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España: Diversidad, la asignatura pendiente de los rankings de universidades

Europa/España/25-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.agenciasinc.es

Por: SINC 

“El hijo del obrero, a la universidad” –el grito de guerra de quienes reclamaban la democratización de estas instituciones en los años 60 y 70 en España– es hoy una realidad incuestionable no solo en España, sino en buena parte del mundo. La participación de grupos demográficos diversos en la educación superior ha aumentado considerablemente y en los centros donde las minorías y grupos sociales eran excluidos han procurado una imagen bastante más colorida que el monocorde elitismo de los orígenes de la universidad en Europa.

Las mejores universidades del mundo según las clasificaciones académicas están aún en una fase inicial con respecto a la atención a la diversidad

Estas instituciones son ahora más diversas que hace un siglo pero, ¿saben atender a esa diversidad? Un nuevo estudio de la Universidad de Córdoba, publicado esta semana en PLOS ONE, ha medido hasta qué punto están preparadas las universidades para atender correctamente las necesidades especiales de grupos con capacidades diversas, integrantes del colectivo LGTBI+ o minorías étnicas o sociales; colectivos para los cuales el acceso estaba repleto de dificultades en el pasado y que, a lo largo de las últimas décadas, se han ido incorporando a la educación superior.

El objetivo de la investigación ha sido evaluar el estado actual de la atención a la diversidad en distintos centros del mundo. Concretamente, el trabajo se ha centrado en analizar un total de 127 universidades de las 500 que componen el Ranking de Shangai, una de las clasificaciones más conocidas y que incluye a las mejores instituciones del mundo de acuerdo a distintos parámetros, como el número de artículos publicados o personal investigador altamente citado.

Según los resultados, solo el 26 % de las universidades analizadas tiene un plan estratégico de atención a la diversidad. Por su parte, el 58 % consta de una unidad centralizada para atender la diversidad y el 51,2 % menciona explícitamente la diversidad en su declaración institucional.

Para la primera autora de la investigación, Mariana Buenestado, la principal conclusión que puede extraerse de los datos obtenidos “es que las mejores universidades del mundo según las clasificaciones académicas, a pesar de su excelencia en investigación, están aún en una fase inicial con respecto a la atención a la diversidad”.

Garantizar las minorías en las universidades

En relación a la posición que ocupa cada universidad dentro del Ranking de Shangai o a la titularidad de la institución, no se han encontrado diferencias significativas.

No solo basta con garantizar las minorías en las universidades, sino también su participación y progreso en sus carreras y profesiones

No obstante, el estudio revela que las universidades norteamericanas tienen mejores niveles de institucionalización de la diversidad, un dato que el estudio atribuye al recorrido histórico del país en materia de igualdad y al movimiento estadounidense por los derechos civiles en la década de los 60.

Los expertos han configurado un total de 24 indicadores de institucionalización, entre los que se encuentran la existencia de unidades expresas de atención a la diversidad, memorias para evaluar el progreso de los planes de atención o programas de formación para atender al alumnado, profesorado y personal administrativo.

Se trata de indicadores extraídos de la literatura científica y estudios previos y que podrían convertirse en una herramienta útil para medir en el futuro el progreso de los planes de atención a la diversidad. Para que estos programas mejoren, señala Buenestado, “no solo basta con garantizar la presencia de las minorías en las universidades, sino también su participación y progreso dentro de sus carreras y profesiones”. “Impregnar a toda la cultura institucional y asociar la inclusión a la excelencia” es otra de las claves, apunta la investigadora.

Referencia bibliográfica: 

Evaluating the institutionalisation of diversity outreach in top universities worldwide. Published: July 24, 2019https://doi.org/10.1371/journal.pone.0219525

El trabajo, en el que también han participado José Luis Álvarez, Hugo González y Luis del Espino, se engloba dentro del proyecto «Atención a la diversidad y educación inclusiva en la universidad. Diagnóstico y evaluación de indicadores de institucionalización», dirigido por José Luis Álvarez y María García-Cano y financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en la convocatoria de ayudas de 2017 del Programa Estatal de I+D+I orientada a los Retos de la Sociedad.

Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Diversidad-la-asignatura-pendiente-de-los-rankings-de-universidades

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Alumnos con discapacidad intelectual entran en la Universidad Complutense por la puerta grande

Por: Carlota Fominaya

Alberto, Lara, Elena… se mueven como peces en el agua entre sus clases y la cafetería de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Forman parte de la tercera promoción de Liceo Achalay, el programa de formación para personas con discapacidad intelectual que se desarrolla bajo el paraguas del mayor centro universitario de nuestro país. Se trata, explica Ramón Pinna, presidente de la Fundación Achalay y motor del proyecto, «en algo único en su enfoque, en lo inclusivo, en lo vocacional, y en la implicación de facultades y profesores universitarios». El cambio de paradigma que supone esto, remarca Pinna, «es brutal. No solo porque el estudiante elige lo que quiere estudiar, y no le viene impuesto como hasta ahora, sino porque el lugar al que vienen a estudiar a diario, y la mayor parte de forma autónoma (metro o autobús), es la Universidad. Nuestros alumnos terminan con un diploma como estudiantes de la UCM».

Liceo pone el foco en la idea de que si estos muchachos se forman en aquello que de verdad les gusta, alcanzarán mejores niveles competenciales. De ahí que en el Liceo, añade el presidente de Achalay, la orientación curricular la hayan ido acomodando los propios alumnos y se hayan determinado tres especialidades: Comunicación e Imagen, Trabajo con Animales, y Cuidado de personas dependientes. El primer año las asignaturas son comunes para todos los estudiantes, y en el segundo eligen su trayectoria. «Este proyecto surge con la idea de abrir un abanico de oportunidades a estos chicos. Hasta hace bien poco solo se pensaba que podían acabar como reponedores de mozo de almacén, o haciendo ciertas labores de jardinería, pero hay ámbitos laborales que hasta ahora no habíamos pensado y que a ellos les interesan».

MAYA BALANYA
MAYA BALANYA

Todo esto es posible gracias al compromiso de maestros como David Tanarro, pedagogo y maestro de Educación Primaria y master en Educación Especial, o Juan Antonio Fernández, maestro en Audición y Lenguaje. quienes explican que esta formación dura dos años. «El primer año tienen asignaturas comunes, como Matemáticas, Nuevas Tecnologías, Comunicación… pero con un enfoque que da respuesta a las características de estos alumnos. Ellos eligen su especialidad en el segundo curso, pero durante ambos años hay talleres cognitivos que tratan de estimular todas las áreas del cerebro», explica Tanarro.

¿Quién puede optar a estas plazas?

Para acceder a Liceo no hay que acreditar un nivel cognitivo alto (dentro de la referencia de la discapacidad intelectual). Hay alumnos con Síndrome de Down, otros que están dentro del espectro autista… «El acceso se limita cuando se observan trastornos serios en la conducta de un joven que hacen compleja su inclusión en el entorno universitario», explica Tanarro.

MAYA BALANYA
MAYA BALANYA

Si un alumno quiere cursar Liceo y no tiene recursos… también lo puede hacer becado por Achalay, ya que tal y como explica Pinna, «consideramos que la discapacidad intelectual y la pobreza –cuando concurren juntas- son dramáticas… y ahí tenemos que estar nosotros. En 2020 el Presupuesto del Programa Liceo de Achalay superará los 200.000 euros. Más de un tercio de los recursos casi 75.000 euros directos, los pondrá Achalay a financiar becas completas o parciales de jóvenes que desean acceder a esta formación».

Por último, Liceo no abre a los padres de los jóvenes con discapacidad las puertas de una contratación segura. No obstante procuramos ayudarles a encontrar un empleo vinculado a su vocación y a sus gustos… y ahora nos estamos apoyando en la Fundación Adecco para ello.

MAYA BALANYA
MAYA BALANYA

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-alumnos-discapacidad-intelectual-entran-universidad-complutense-puerta-grande-201912040136_noticia.html

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Clade: 13 años de la Convención sobre los Derechos a las Personas con Discapacidad: la inclusión es el único camino posible

América del Sur/ Brasil/ 10.12.2019/ Fuente: redclade.org.

 

Destacando la importancia de la educación inclusiva para la construcción de una sociedad más justa, la Red Regional por la Educación Inclusiva (RREI) promueve la campaña #EducaciónInclusivaYa

“Los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la educación. Con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y sobre la base de la igualdad de oportunidades, los Estados Partes asegurarán un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así como la enseñanza a lo largo de la vida”. Este es el texto del artículo 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que hoy (3 de diciembre) completa 13 años de vigencia, desde su adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En este marco, la Red Regional por la Educación Inclusiva (RREI) impulsa una nota pública para llamar la atención sobre la relevancia y urgencia de garantizar una educación inclusiva, la cual fue firmada por otras redes y organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE).

“Resulta alarmante que aún prevalezcan miradas que pongan el foco en las características socialmente percibidas como deficiencias. La discapacidad no es una enfermedad, sino el producto de la falta de adecuación de los entornos a la diversidad humana, de una sociedad rígida que ha fallado en acoger a todas las personas”, dice la nota.

Video – una sociedad inclusiva empieza en una escuela inclusiva


No a la segregación escolar

La nota pública también critica acciones y políticas educativas que segregan las personas con discapacidad. “En el proceso de transformación hacia sistemas educativos inclusivos, las escuelas especiales deben necesariamente transformarse en escuelas comunes o en centros de apoyo a la inclusión, pero en modo alguno pueden continuar inscribiendo estudiantes con discapacidad. Todos los recursos, tanto presupuestarios como humanos, y todos los esfuerzos estatales y del personal educativo deben encaminarse a fortalecer las escuelas regulares para hacer de ellas espacios de valoración de la diversidad”, afirma el posicionamiento.

Las organizaciones y redes que firman la nota expresan que están plenamente conscientes de que las escuelas regulares en los distintos países aún no están en condiciones de brindar una respuesta educativa de calidad a todas y todos las/os estudiantes. “Sin embargo, esto no es pretexto para mantener las escuelas especiales como espacios separados, ya que es falaz esperar a que `el sistema educativo esté preparado´, como si los cambios fueran a producirse en abstracto. Nuestras instituciones escolares nunca se transformarán manteniendo a las/os niñas/os con discapacidad fuera de la escuela regular. La labor de incluir, como toda tarea educativa, requiere del contacto y del trabajo permanente y continuo con los sujetos de aprendizaje”, afirman.

Lee el la nota completa aquí


¿Qué característica tiene una educación inclusiva?


Derecho a la educación inclusiva

 

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/13-anos-de-la-convencion-sobre-los-derechos-a-las-personas-con-discapacidad-la-inclusion-es-el-unico-camino-posible/

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