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Entrevista a Richard Gerver: “Hay demasiadas modas pasajeras en la educación”

Reino Unido / Autor: Pilar Álvarez / Fuente: El País

El experto en innovación educativa, asesor del Gobierno británico, afirma que las escuelas se centran demasiado en lo académico y es crítico con los exámenes y los deberes

Sale al escenario a insuflar ánimos. Y Richard Gerver (Londres, 1969) logra arrancar carcajadas en una sala donde centenares de profesores siguen sus charlas sobre innovación educativa. Doctor en Educación por la Universidad de Derby, escritor y asesor en temas de educación del Gobierno británico, este profesor saltó del aula al reconocimiento internacional por su trabajo como director de un colegio donde aplicó un exitoso plan para motivar a alumnos y docentes y combatió el alto índice de fracaso escolar. Es discípulo de Ken Robinson, uno de los pensadores educativos más solicitados. Como él, Gerver defiende que las escuelas se han centrado demasiado en lo académico y están reaccionando “con excesiva lentitud ante los cambios del mundo”. Recientemente estuvo en Zaragoza en una convención sobre innovación educativa organizada por el Gobierno de Aragón, donde se realizó esta entrevista.

Pregunta. Si fuera ministro de Educación, ¿por dónde empezaría?

Respuesta. Hay que aprender qué necesitan nuestros chicos para convertirse en seres humanos de éxito. Conversaría con educadores, empresarios, padres, estudiantes… Trabajaríamos para diseñar un sistema educativo acorde.

P. ¿Los políticos no hacen eso tan sencillo que usted propugna?

R. No, porque siempre viven en el corto plazo, para ganar las siguientes elecciones. Y muchos padres, aunque quieren lo mejor para sus hijos, creen que esto consiste en la misma receta que ellos recibieron. Pero el mundo ha cambiado. Lo que valía hace 20 años ya no vale.

P. ¿Hay países que lo estén haciendo?

R. Los más jóvenes. En parte de América Latina, por ejemplo Colombia. Parte de Asia también. Hasta China se ha dado cuenta de que el sistema tradicional no funciona para el futuro. Y los países escandinavos, por supuesto.

P. ¿Qué es innovar en la escuela?

R. Necesitamos un sistema educativo que siempre cuestione sus procesos. Innovar sugiere un gran momento de transformación, pero no puede hacerse demasiado rápido.

P. A veces se propugnan cambios sin suficiente evidencia científica.

R. Trabajar en el desarrollo del ser humano es algo complejo. Por un lado, no podemos esperar a tener un 100% de evidencia antes de cambiar algo pero, por otro, hay demasiadas modas pasajeras en educación. Muchas ideas que suenan fantásticas no promueven cambios. Tenemos que ser capaces de generar nuevas ideas y ponerlas a prueba.

P. ¿Puede la tecnología sustituir a los libros de texto?

R. El problema es cómo los usamos. Si los profesores solo siguen el libro, se están perdiendo el elemento personal. Si todo lo que hacemos es cambiar los libros por tecnología y usarla del mismo modo se trata simplemente de otra forma de cometer el mismo error.

P. ¿Qué papel cree que deben jugar los exámenes?

R. En España o Inglaterra son la razón de ser de la escuela. Esto tiene que parar. La educación no va de aprobar exámenes, sino de desarrollar a los jóvenes para que tengan éxito.

P. ¿Cómo medir entonces el progreso de los alumnos?

R. Los profesores no necesitan los exámenes para eso. Seamos serios. Están evaluando a sus alumnos todo el tiempo. Los exámenes existen porque les gustan a los políticos y los piden los padres. Pero, en realidad, como herramienta, obstaculizan la educación, no la mejoran. La OCDE señala que los países con sistemas que se centran en exámenes son en los que los chicos tienen más dificultades para encontrar un trabajo. Esto se debe a que la educación no está enfocada a su desarrollo, sino a prepararlos para un examen.

P. En España es recurrente también el debate sobre los deberes.

R. La primera pregunta es para qué ponemos a los niños a hacer deberes. Los deberes tradicionales suponen normalmente tenerlos sentados en una mesa haciendo ejercicios durante dos o tres horas. No hay evidencia que indique que los deberes tradicionales supongan una diferencia en la educación de los niños. ¿Son realmente un valor o es algo que hacemos porque siempre lo hicimos?

P. ¿Considera que no tienen sitio en la educación?

R. No, lo que digo es que me gustaría ver deberes de otro tipo, que se permita a los chicos investigar cosas que les interesan. Hay gente que piensa que la escuela es como una versión del purgatorio. La infancia debería ser mágica y excitante. Los niños nacen aprendiendo, son curiosos. Y conforme se van haciendo mayores son cada vez menos entusiastas. Tenemos que preguntarnos por qué pasa esto y dejar de culpar a los niños. No puede ser que todo siga igual solo porque nosotros nos aburriésemos en la escuela.

P. Los adultos se aburren a veces. ¿No cree que la escuela debería enseñar a soportarlo?

R. No digo que los niños tengan que estar pasándolo bien todo el tiempo. Aprender es un trabajo duro porque tienes que retarte a ti mismo. Pero, ¿por qué tenemos que hacer de la escuela algo tan duro durante tanto tiempo? Aún no trabajan, son solo niños. Y lo que sí sé es que los niños felices son los que más y mejor aprenden.

P. Hay familias con más recursos que otras. Un alumno puede ser un apasionado de la literatura porque ha tenido la suerte de que sus padres le hablaran de Dante, mientras que otro no ha tenido esa ventaja en casa. ¿Los métodos innovadores contemplan este desequilibrio?

R. Por supuesto. La educación no solo ocurre en la escuela y no solo tiene que ver con el conocimiento, sino con exponer a los niños a nuevas experiencias, llevarlos a galerías de arte o al ballet… Si todo lo que haces en el colegio es enseñar en un aula y con libros, los niños que tienen estas experiencias en casa siempre estarán por delante de los chavales que no tienen esas oportunidades. Parte del trabajo de los profesores es dar a estos alumnos lo que otros ya tienen en sus casas. Si enfocas tu currículo en hechos factuales y exámenes, los profesores no tienen tiempo de ayudar a desarrollar otras cualidades en los niños.

P. ¿Usted a qué escuela fue?

R. Fui a una escuela privada, mis padres eran ricos. Lo interesante es que no fue mi calidad académica la que me ayudó a tener éxito, sino mis habilidades sociales. El hecho de tener la confianza para hablar con gente, de adaptarme a situaciones diferentes, mi experiencia en el campo de las artes, de los deportes, los viajes, los sitios diferentes que vi por el mundo. No es que los niños no tengan que saber matemáticas, lengua, ciencia, historia… Pero el sistema tradicional se centra solo en estas cosas en lugar de en el desarrollo completo.

P. ¿Qué cambios importantes ha notado en las escuelas desde que empezó a hablar de innovación?

R. He visto evidencias de lo que hablo tanto en educación como en el mundo laboral. Muchos padres españoles soñarían con que sus hijos trabajasen en Google o Apple. Yo he trabajado con ellos y sé lo que buscan. No estoy intentando ser liberal o revolucionario. Yo también quiero que nuestros hijos tengan la oportunidad de crear las próximas Google y Apple.

P. ¿Y por qué su forma de entender la educación aún no es mayoritaria?

R. Hay muchas razones. Una, la transformación cultural no pasa rápido. La sanidad ha cambiado a lo largo de un siglo, paso a paso. Eso no da miedo. Lo que da miedo en educación es que aún estamos en el punto de partida y lo que vemos es la diferencia entre donde estamos y donde queremos estar. Es duro y se necesita un cambio masivo. Eso asusta.

P. España lleva lustros instalada en el debate de cómo atraer a los mejores profesores al sistema.

R. Uno de los retos en países como España es que la educación no disfruta de un estatus social alto. A los profesores no se les paga bien y muchos piensan que es algo que haces si no se te dan muy bien otras tareas, aunque el dinero no es la principal razón. La confianza es lo más importante. Y la admiración. Necesitamos que a los profesores se les mire como a Cristiano Ronaldo o a Messi.

P. Quienes critican la innovación educativa señalan que hay profesores, como usted, que salen del aula para convertirse en ponentes internacionales ya no vuelven a las clases.

R. No hice nada como profesor o como director para convertirme en famoso. Lo hice porque creía que era lo mejor para mis estudiantes. Cuando mi escuela fue conocida, tuve la oportunidad de probarle a la gente que había otra manera de hacer. El día que decidí dejarla fue el más difícil de mi vida, lloré cuando mandé mi carta de renuncia. Antes tenía influencia sobre 30 niños. Ahora doy conferencias por todo el mundo y puedo haber ayudado a más de un millón. Mi argumento es que nunca dejé la escuela, ahora tengo el privilegio de influir en un millón de alumnos. Tengo mucha suerte, pero echo de menos a mis chicos cada día.

P. ¿Cómo educó usted a sus hijos?

R. Fueron a la escuela pública, que es donde nosotros enseñamos [su mujer es directora de centro]. Tienen una educación muy sólida. Mi hijo tiene 16 y la chica, de 21, se prepara para ser maestra. Los dos tienen confianza suficiente para perseguir sus sueños. Son muy felices.

Fuente de la Entrevista:

https://politica.elpais.com/politica/2017/10/02/actualidad/1506943955_129970.html

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Hablemos de educación e Innovación

Perú / 11 de febrero de 2018 / Autor: Andy García Peña / Fuente: Gestión

Hablemos de innovación en educación

Hoy el modelo educativo tradicional requiere un cambio, requiere enfocarse en innovación, porque hoy el mundo grita ya desde hace muchos años por un cambio, sin embargo el cambio aún es limitado a algunas instituciones (en su mayoría privadas en Perú) porque aún predomina un modelo educativo diseñado centrado en el docente, cuando lo que necesita el mundo hoy, un mundo que está cambiando a una velocidad cada vez mayor, es innovar y migrar hacia un modelo centrado en el estudiante.

De “qué enseño hacia a quién estoy enseñando”: motivando y comprendiendo al estudiante

Se debe trabajar en cuidar la motivación que tiene todo ser humano al nacer: la curiosidad, que luego alimenta a la imaginación, que a su vez alimenta a la creatividad y esta a la innovación.

Este es el reto que hoy tiene el sistema educativo para resolver un problema social tan importante, porque el modelo tradicional ya no logra motivar al estudiante para que “aprenda”, sino que se ha enfocado en su mayoría en el resultado, en la nota.

Temas muy diversos que se vienen proponiendo para innovar, pero que hasta ahora poco se ha hecho para incluirlo dentro de las instituciones educativas, como por ejemplo las neurociencias en la educación nos indica la alta importancia de tener en cuenta 3 factores como son la atención, emoción y recordación, o temas como son las inteligencias múltiples (Gardner) en donde no puedes medir a todos con la misma regla, en un mundo que ha dado demasiada importancia a teorías, a las matemáticas, a la parte académica dejando de lado otras áreas tan importantes para el ser humano y para la sociedad. La lista es inmensa, y por eso la preocupación es mayor ya que habiendo tanto por experimentar en el sistema educativo, poco se ha hace para cambiar.

Por eso un banco peruano dedicado a las micro finanzas hace una pregunta   ¿De qué sirve un 20 a una gran memoria? Es una de las frases que mencionan en su comercial

“De útiles escolares a escolares útiles”.

design thinking en educacion

design thinking en educación

Aquí puedes ver el comercial completo de “escolares útiles”.

De un modelo educativo tradicional diseñado por adultos, diseñado centrado en el profesor hacia un modelo centrado en el estudiante.

design thinking educacion

¿Eres docente, profesor, educador  o enseñas en una institución educativa?

Entonces la innovación puede empezar contigo, porque urge cambiar el modelo educativo, y es necesario crear un movimiento de profesores con vocación, que busquen nuevas formas para poder motivar al estudiante, para instalar un modelo centrado en el estudiante.

¿Cómo hacerlo?

Aquí es donde aparece la metodología que está revolucionando los negocios: Design Thinking el cual se está aplicando a nivel local e internacional en diferentes rubros como son: educación, retail, recursos humanos, marketing, salud, arquitectura, sistemas, entre otros.

design thinking taller peru

¿En qué consiste?

Los pasos pueden varias según la escuela que lo enseñe, pero todos tiene la misma base: Empatizar, Definir, Idear, Prototipar, y Evaluar.

Dentro de estos 5 pasos, podemos resaltar que la empatía es la base de esta metodología, para ponerse en los zapatos, en las medias del usuario (estudiante) y salir a caminar por donde usualmente lo hace el usuario para comprender desde ese punto de vista, que difiere muchas veces de nuestro punto de vista.

Aquí puedes ver un video del por qué aplicar Design Thinking en Educación

¿En qué parte se puede aplicar?

Su aplicación en educación es variada, y algunos ejemplos de su aplicación son: La currícula, espacios, procesos & herramientas, y sistemas.

design thinking para docentes

Fuente: ideo

¿Quieres aprender más de Design Thinking aplicado en educación?

Te invito a revisar la información de mi próximo taller presencial en Lima – Perú ingresando a http://bit.ly/acciondt   o también en www.andygarcia.pe  y si no estás en Lima Metropolitana, te invito a participar en mi próximo curso on line de Design Thinking y Transformación Digital ingresando a http://bit.ly/cursoonlinedt

¿Deseas seguir conversando en redes sociales? Te invito entonces a conectar: vía linkedin: http://pe.linkedin.com/in/andygarciap  vía twitter http://www.twitter.com/andygarciape o vía facebook http://www.facebook.com/andygarcia.peru y si deseas contactarme puedes escribirme a director@neuropista.com –

Whatsapp +51 940742116

Material relacionado:

1.- Las escuelas matan la creatividad

1.- “Juicio a la educación actual”

2.- “Un crimen llamado educación ” – Jurgen Klaric

Fuente del Artículo:

https://gestion.pe/blog/innovar-o-ser-cambiado/2018/01/hablemos-de-educacion-e-innovacion.html

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El lado oscuro de la innovación educativa

Por Salvador Rodríguez Ojaos

«Yo soy tu profe», además de un blog y una cuenta de Twitter (@yosoytuprofe_) que me encanta, es una frase con reminiscencias de Star Wars que se oye todos los días en las aulas de todos los colegios del mundo.

En la película, la frase la pronuncia un personaje de los malos malísimos; en nuestras escuelas, la dicen miles de docentes que son los heroes (o superheroes) de la película.

Esto os los explico porque el mundo de la educación se parece cada día más a un enfrentamiento entre el imperio y la república de La Guerra de las Galaxias. Y es que en nombre de la innovación educativa estamos enfrentando a los docentes como innovadores o no innovadores… ¡Qué barbaridad!

Creo que innovar es una actitud necesaria e imprescindible para cualquier docente. Es su obligación conocer a fondo las metodologías emergentes, las nuevas tendencias didácticas, pero no de cualquier forma ni a cualquier precio. Lo que no es lícito es utilizar el empleo de una metodología para atacar a aquellos que no la usan o viceversa.

No creo en teorías conspiratorias de grupos de presión que se dedican a premiar docentes para «vender» visión interesada de la educación… aunque tampoco creo que todo el mundo sea totalmente altruista. Seguramente, todos los que defienden a capa y espada una u otra metodología didáctica como la solución a todos los males de la educación, lo hacen porque creen de verdad en ello.

La clave está en «creen». La aplicación de una u otra metodología no debería estar sujeta a una creencia sino que debería ser fruto de la investigación y la evaluación sistemática de sus resultados.

Ya dije en otro post: «Estos días hay demasiados fashion victims en nuestras aulas, docentes que aplican de manera poco reflexiva las metodologías de moda, por el simple hecho de estar de moda. Estas metodologías hay que conocerlas, reflexionar sobre ellas, aplicarlas y evaluarlas… no convirtamos en un inconveniente lo que es, sin duda, una ventaja«.

Docentes del mundo, seguid con vuestra labor diaria, que es indispensable para que el mundo sea un poco mejor. Y que la fuerza os acompañe.

 Fuente: http://www.salvarojeducacion.com/2018/01/el-lado-oscuro-de-la-innovacion.html
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Las emociones y la escuela

Por: Xavier Besalú

La educación de las emociones no puede consistir simplemente en identificarlas, nombrarlas o relacionarlas con una imagen predeterminada o un color. Para esa empresa no valía la pena tanto estruendo.

Nosotros, los humanos, siempre hemos sabido de nuestras emociones, de nuestros afectos, sentimientos e intuiciones. Conocemos sus nombres y podemos identificar sin demasiados problemas sus rasgos más característicos porque las hemos experimentado en propia piel, porque las hemos sufrido o disfrutado, porque las hemos usado –consciente o inconscientemente– para tomar decisiones, tanto las más trascendentes como las más irrelevantes, y porque forman parte indivisible de nuestras vidas, como los sentidos o el mismo lenguaje. Por ello, cuando Gardner o Goleman pusieron de relieve la importancia de conocer y dar nombre a nuestras emociones, no nos extrañamos lo más mínimo de su apuesta por dar visibilidad y reconocimiento a algo tan presente y cotidiano en nuestro quehacer diario.

Por las razones que sean, hoy en los centros educativos la educación emocional se ha convertido en un emblema, en una prioridad; para algunos incluso en un atributo de identidad, que daría a entender a las familias su puesta al día y su vocación innovadora. Y para cierto sector del profesorado en una preocupación curricular primera, que dejaría en un segundo plano tanto los saberes propiamente dichos como la dimensión ética y estética de la educación y el resto de habilidades y competencias a adquirir.

Pero, ¿se pueden educar las emociones? ¿O más bien se trataría de garantizar y promover su expresión libre y contextualizada, su gestión razonable, su control responsable, atento al impacto que puede causar en el propio protagonista y respetuoso para con los demás, su experimentación acompañada y orientada por los adultos, para no dar rienda suelta a ese caballo desbocado y salvaje en que podría convertirse sin estas salvaguardas? En cualquier caso, la educación de las emociones no puede consistir simplemente en identificarlas, nombrarlas o relacionarlas con una imagen predeterminada o un color. Para esa empresa no valía la pena tanto estruendo.

Hoy sabemos a ciencia cierta que las emociones siempre han estado ahí, siempre han formado parte de nuestro ser personal y social, que forman una unidad indisociable con el mundo racional, que nunca han sido dos hemisferios opuestos y enfrentados por llevarse el gato al agua. Todas nuestras decisiones, pensamientos y actitudes están impregnadas de intereses, pasiones, intuiciones y afectos. Nuestra mente no es una máquina fría y calculadora, sino un artefacto profundamente sensible y, en definitiva, condicionado pero libre. No hay más que echar una ojeada a nuestras propias vidas para comprobar cómo están repletas de actuaciones e inhibiciones, algunas exitosas y otras fracasadas, que buscaban por encima de todo la felicidad, evitar el sufrimiento, el mal menor cuando todas las opciones conllevaban consecuencias indeseables, sobrevivir cuando nos hemos sentido abrumados…

Es cierto que venimos de una educación (la nacionalcatólica, pero también la cientifista) que consideraba que los deseos, las emociones, las intuiciones, la imaginación… deberían ser debidamente ocultadas y reprimidas, porque eran vistas como obstáculos que evitar para llegar a ser personas formadas, inteligentes, plenamente conscientes y moralmente íntegras. Pero la profunda crisis del proyecto moderno ha puesto al descubierto la falacia de este supuesto, que no solo dejaba al margen de la escuela las emociones, sino también los cuerpos. Pero de ahí a entronizar lo emotivo como una alternativa progresista e innovadora frente a lo racional va un verdadero abismo.

Y es en esta órbita que puede tener sentido relacionar este auge de lo emocional con la hegemonía teórica y práctica del neoliberalismo que nos corroe, que pone el acento en lo individual (frente a lo colectivo), en lo afectivo (frente a lo político o lo emancipatorio), en la convivencia amable (frente a la conflictividad y la exclusión), en la flexibilidad personal y en la capacidad de adaptación a los nuevos tiempos y condiciones de vida (frente a la historia, a la crítica y a la autonomía personal).

No es de extrañar que muchas de las empresas que cotizan en bolsa estén impulsando directa o indirectamente proyectos de educación o gestión de las emociones, o que vehiculen sin rubor mensajes propagandísticos destinados a tocar la fibra de los afectos, mientras con frialdad inhumana toman decisiones que deterioran gravemente la vida y la salud de miles de personas. Que los mismos culpables de ese deterioro nos propongan el antídoto adecuado para sobrellevar las propias penas –lo emocional como paliativo, la gestión de las propias emociones– raya casi la vileza.

Ante ello se difuminan la lucha contra las desigualdades y contra el enriquecimiento corrupto e ilícito, se emborronan las causas estructurales y reales de la situación de angustia o postración que viven las víctimas para poner el foco justamente en las propias víctimas. Tomadas individualmente, por supuesto.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/02/08/las-emociones-la-escuela/

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BID presta a Honduras $60 millones para mejorar educación de jóvenes

Centro América/Honduras/07 Febrero 2018/Fuente: El economista

El Gobierno de Honduras y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suscribieron hoy un préstamo por 60 millones de dólares para financiar un programa orientado a mejorar la calidad educativa y dotar a los jóvenes de las habilidades que demanda el mercado laboral.

Los recursos contribuirán a desarrollar el programa «Mejora de la Calidad Educativa para el Desarrollo de Habilidades para el Empleo: Proyecto Joven».

«Este es un gran paso y esta es la ruta que hemos estado buscando transitar. Ahora que tenemos un nuevo liderazgo en nuestro Ministerio (de Educación) quisiera que estén a cargo de este proyecto», subrayó el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, tras la firma.

El crédito fue suscrito por la ministra hondureña de Finanzas, Rocío Tábora, y la representante del BID en Tegucigalpa, Mirna Liévano. Hernández firmó como «testigo de honor».

A la ceremonia, que se celebró en la Casa Presidencial, también asistieron el ministro de Educación, Marcial Solis, y el director ejecutivo del programa Honduras 20/20, Peter Fleming.

Hernández agradeció al BID por la confianza que ese organismo ha depositado en su Administración, y destacó que los avances en su Gobierno se debe a que «hemos puesto la casa en orden».

Sin precisar cifras, enfatizó que es el momento idóneo para impulsar la educación en la zona rural, pues es una de las regiones que más crece en el país centroamericano.

El gobernante indicó que su país cuenta con al menos cinco escuelas que fueron construidas entre las décadas 50 y 60, las cuales «necesitamos reconvertirlas (e) innovarlas para que la gente del sector rural tenga la oportunidad de llegar a esos centros y poder recibir la educación que les permita insertarse».

Dijo estar «muy ansioso» por ver la remodelación de esos cinco centros educativos, y pidió a las autoridades educativas de su país «agilizar» los diferentes programas de educación.

El convenio tiene tres componentes: cobertura de servicios hasta el noveno grado en la zona rural del occidente del país; mejorar la calidad y pertinencia de los servicios educativos; y la modernización de la gestión administrativa y pedagogía de la Secretaría de Educación, según un comunicado de la Casa Presidencial.

La representante del Banco Interamericano en Honduras manifestó que para ese organismo es «de mucha satisfacción colaborar y mejorar los conocimientos de los jóvenes» en el país centroamericano.

Señaló que con este crédito se busca «mejorar las habilidades para el trabajo y para la vida de todos los jóvenes hondureños a través de la educación, especialmente en el tercer ciclo».

Dijo además que es de «mucha satisfacción» colaborar en Honduras en «proyectos educativos y mejorar los conocimientos de los jóvenes para la vida».

Por su parte, la ministra de Finanzas señaló que el proyecto está «centrado en los jóvenes» y que el programa estará vinculado al programa Honduras 20/20, con el que el Gobierno espera crear al menos 600.000 empleos.

Añadió que los primeros 24 millones de dólares del préstamo tienen una tasa de interés de 0,25 por ciento, un plazo de 40 años y «condiciones favorables».

Los restantes 36 millones de dólares tienen un plazo de 25 años y una tasa de interés del 2,33 por ciento, precisó la funcionaria hondureña, quien afirmó que el crédito tiene «el 50 por ciento de nivel de concesionalidad».

Honduras tiene una tasa de cobertura del 94 por ciento en educación primaria, un 45 por ciento en el tercer ciclo de educación básica y el 26 por ciento en la media, según cifras de la Secretaría de Educación.

Fuente: http://www.eleconomista.net/2018/02/02/bid-presta-a-honduras-60-millones-para-mejorar-educacion-de-jovenes

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La Escuela que quiere enseñar, pero tiene que cumplir el currículo

«El aprendizaje se considera como no lineal y navegable como lo son los nuevos medios, en vez de transmitido como lo eran los medios de comunicación convencionales; se imagina que es editable, como una wiki, en vez de ser jerárquico y dictado de una única autoría.» Loveless y Williamson

Por Salvador Rodríguez Ojao

Tras El niño que quería aprender, pero tenía que aprobar y El profesor que quiere enseñar, pero no le dejan cierro esta trilogía con La escuela que quiere enseñar, pero tiene que cumplir con el currículo.

Varios son los graves problemas a los que se enfrenta la institución escolar en estos tiempos de conflicto y posverdad. Una escuela que sufre un serio problema de identidad.

El primer problema es la dificultad endémica que ha demostrado siempre para adaptarse rápidamente a los cambios del mundo en el que vivimos. La escuela, como cualquier institución monolítica, es muy conservadora en su funcionamiento y en su estructura. La adaptación al cambio no es precisamente una de las virtudes de la escuela.

El segundo problema tiene que ver con un currículo excesivamente amplio, que lejos de marcar los mínimos que hay que aprender, provoca un estrés y una ansiedad por abarcarlo en su totalidad. Resultado de ello es un aprendizaje «fingido» que se olvida una vez vomitado en un examen memorístico. Todo esto llevo a un aprendizaje superficial. Se olvida con demasiada frecuencia que menos es más… que más vale poco, pero en profundidad que demasiado con ligereza.

Un tercer problema (y aunque hay más, con este acaba la enumeración) es la falta de voluntad política y la cada vez mayor escasez de recursos. La educación no debería depender de los vaivenes políticos. No es aceptable que cada vez que hay un cambio de gobierno, haya un cambio o una reforma del sistema educativo. Y tampoco es aceptable que las diferencias políticas impidan llegar a acuerdos sobre cómo debe ser la educación de un país.

Sí, la escuela se enfrenta a innumerables problemas y dificultades. Pero no es menos cierto que hay multitud de escuelas que luchan contra viento y marea para superar esas limitaciones y dotar a sus alumnos de las competencias y los conocimientos necesarios para aprender a lo largo de toda la vida. Escuelas creativas, colaborativas, inclusivas, emocionantes que ofrecen a los alumnos y a las alumnas experiencias de aprendizaje participativas, que tiene fuertes vínculos con su realidad y su entorno.

A pesar de las dificultades, hay una escuela que sabe que enseñar solo tiene sentido si hay aprendizaje. Que sabe que su función va mucho más allá de la de calificar y seleccionar a sus alumnos. Que entiende que los datos solo tienen sentido cuando son significativos. Que deja espacio para las emociones y los sentimientos.

La innovación, cuando esta es real y efectiva, es el símbolo de la identidad de nuestra escuela. Innovar significa afrontar los problemas existentes y enfrentarse a las nuevas necesidades.

La escuela está cambiando, se está transformando y continuará haciéndolo.

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Currículum e Innovación educativa – Charla digital con Jurjo Torres Santomé

Currículum e Innovación educativa – Jurjo Torres Santomé
Charla digital en la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). Madrid, Abril de 2014

En esta entrevista se abordan diferentes aspectos relacionados con la realidad actual de la educación y de los centros educativos: el currículum integrado, las relaciones entre la familia y la escuela, el profesorado, la multiculturalidad en los centros, las redes sociales y la educación o la educación en valores.

Currículum e Innovación educativa – Jurjo Torres Santomé – Charla digital from Jurjo Torres on Vimeo.

Fuente: https://vimeo.com/92780801

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