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Oiga profe /Pedagogías Decoloniales/Catherine Walsh (Video)

Estados Unidos – Colombia – Ecuador / 28 de octubre de 2018 / Autor: UTV Esmedios UNIMINUTO / Fuente: Youtube

La profesora Catherine Walsh, experta en pedagogías decoloniales nos habla de la necesidad de sacudirnos del peso histórico impuesto por Occidente a través del colonialismo, que, además, hoy se sustenta sobre nuevas formas coloniales a través de la globalización.

 

 

 

Fuente: https://youtu.be/j6FNfOdh7tU

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Colombia: Correo a la libertad: el Intercambio de cartas entre prisioneros y estudiantes

Autor: Semana

Los estudiantes del Colegio Codema en Kennedy han conocido las historias de vida de más de cien presos de distintas cárceles del país. Correo a la Libertad es un espacio que ha logrado derrumbar los muros del silencio.

“Condenado al aislamiento por delitos contra la libertad, integridad y formación sexual, tengo hoy la posibilidad de llegar a ustedes a través de esta sencilla carta. También ustedes, que no han sido llamados ‘un peligro para la sociedad‘, tienen en un esfero y una hoja de papel, la posibilidad de hacer sentir un poco menos muertos a algunas personas privadas de la libertad”.

Así concluye una carta enviada desde la penitenciaría la Esperanza en Guaduas, Cundinamarca, a uno de los estudiantes del Colegio Codema ubicado en la localidad de Kennedy, bajo el nombre de Diego Raúl. Como él, ya han sido más de cien los prisioneros que por medio del proyecto Correo a la Libertad han logrado contar sus historias a jóvenes estudiantes de educación media.


Las cartas van desde el relato de sus historias, hasta conversaciones donde los reclusos dan consejos a los estudiantes. Foto: Cortesía Yamile Carrillo.

La iniciativa fue impulsada por Yamile Carrillo que desde el año 2000 inició su vida en la docencia. Hace cinco emprendió el proyecto y tiene los recuerdos intactos del primer día en que sus alumnos lograron intercambiar correspondencia con algunos reclusos,  “el primer intercambio de cartas surgió como una estrategia que buscaba provocar la lectura y la escritura a partir de una verdadera necesidad comunicativa y se logró a través de tres personas, una desde la cárcel, un profesor de una universidad y uno de los estudiantes del colegio”, aseguró Carrillo.

Correo a la Libertad trabaja en la resignificación de juicios y prejuicios a través de la creatividad, la comunicación y la literatura. Tanto estudiantes como reclusos logran sentirse reconocidos, valorados y libres en un espacio de apertura y diálogo. Para la docente, el colegio se ha convertido en un escenario de investigación que crea ambientes para procesos pedagógicos alternativos que mejoran las habilidades comunicativas y el desarrollo humano de sus estudiantes.

Según Carrillo, “todos leemos lo que nos interesa, lo que tiene que ver con nuestro mundo de la vida. Y esto lo consigue el proyecto porque es un ejercicio de comunicación muy real. En un sentido muy importante, la cárcel es reflejo de la realidad y eso lo evidencian los estudiantes cuando sienten las narraciones de los presos como parte de su vida, cuando sienten que eso tiene que ver con sus actos, sus decisiones y su entorno vital, cuando sienten identificación con historias que después de ser leídas pasan a pertenecerles”.

Para los estudiantes, la cárcel se convirtió en un espacio propicio para reflexionar sobre la felicidad, «los prisioneros nos han enseñado que la felicidad está al interior del ser humano, no afuera, no depende de circunstancias exteriores, depende del trabajo personal que hagamos por construir felicidad en nuestra cotidianidad sean cuales sean las circunstancias que vivamos”, afirman.


Son más de sesenta los alumnos que se han sumado a la inicitiva. Foto: Cortesía Yamile Carrillo.

La experiencia más significativa de quienes integran el proyecto ha sido lograr ver el rostro aquellos que por mucho tiempo solo fueron personajes de cartas, “los respetan como autores y como seres humanos, les dan el interés a quienes tienen hondas experiencias humanas que compartir”, explica Carrillo y agrega,  la presencia en el colegio de las personas que viven la difícil experiencia de salir de la cárcel también es una alegría. Su presencia, sus rostros, sus palabras llenas de agradecimiento por el reconocimiento y el valor que la sociedad les otorga nuevamente a través del proyecto le dan sentido a todo lo que hacemos”.

Cartas a la Libertad ganó la participación en el Foro Distrital de educación 2017, el segundo lugar en el premio IDEP 2017 y el segundo lugar en el Premio Nacional al Docente. Además ha logrado la publicación de dos libros en los que recopilan las historias de hombre y mujeres que por medio de un papel pretenden derrumbar los muros que los mantienen alejados del mundo para que sus palabras lleguen a oídos de jóvenes que se apropian de ellas y que les dan un nuevo significado.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/el-proyecto-educativo-donde-estudiantes-le-envian-cartas-a-presos/573430
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España: Por unas aulas libres de adoctrinamiento y llenas de educación para la igualdad

España/ 29 de mayo de 2018/Por: Eva Garrido/ Fuente: https://www.eldiario.es

Carta abierta al consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, contra la asignatura de Religión en centros educativos

Son varias las motivaciones que incitan a la Federación de Enseñanza de CCOO a escribir al consejero de Educación.

No hace mucho tiempo, nos hacíamos eco de la noticia que el “Diario de Navarra” publicaba en sus páginas, y que decía así: “La Religión Islámica llegará por primera vez a las aulas a partir del próximo curso”. Parece que esta publicación no ha dejado indiferente a la población. La iniciativa del Gobierno navarro ha sido de gran acogida por los practicantes de esta doctrina, no así por sus detractores.

Desde luego, el anuncio no ha pasado inadvertido. ¿Sorprendidos? Francamente, sí. Aunque, tal vez no debería ser objeto de asombro, dado que la religión católica tiene presencia y peso en nuestro sistema educativo, el hecho de que otras confesiones se hagan un hueco en el mismo tiene su lógica. Y más si tenemos en cuenta la diversidad cultural que predomina en nuestras aulas.

En CCOO creemos firmemente que para avanzar como sociedad se debería comenzar por la ruptura con el Concordato que abre las aulas a la enseñanza de la religión católica, no por otorgar similares concesiones a otras religiones. Como somos conocedores de que la religión es un tema “sensible” y no quisiéramos que las dudas se apoderasen del lector, deberíamos aclarar que el presente escrito no es un manifiesto en defensa, ni ataque, de una u otra religión.

La cosa está clara. No es la primera vez, como tampoco será la última, que CCOO se posiciona en contra de que las creencias religiosas sean inculcadas desde la escuela. Tampoco es una novedad el afirmar que nada tenemos en contra de ningún credo. Nuestra petición, que pasa por hacer de las aulas “espacios libres de adoctrinamiento”, responde únicamente a que consideramos que los aspectos relacionados con la fe deberían quedar relegados a otro ámbito y contexto distinto al educativo.

La escuela no es un lugar de credo. La escuela pública nos pertenece a todas y a todos. Y tenemos la firme convicción de que una de las finalidades de la educación pública ha de ser la de dotar al sujeto de mecanismos a nivel afectivo y cognitivo que posibiliten la integración en la sociedad de cada uno de nosotros como individuos sociales y como personas únicas que somos.

Por no hablar del conflicto que surge en las edades más tempranas cuando nuestros niños y niñas enfrentan religión y ciencia. La presencia de la religión en la escuela favorece que el pensamiento dogmático aventaje muchas veces al pensamiento científico.

Son varias las cuestiones: ¿Por qué se permite la formación religiosa en los centros sostenidos con fondos públicos? ¿Por qué no convertimos las aulas en espacios libres de adoctrinamiento, libres de verdades únicas y excluyentes? ¿Por qué no nos limitamos a potenciar valores que nos sirvan para vivir en una sociedad plural, valores como la solidaridad, la tolerancia, el respeto mutuo, la libertad? ¿Por qué no luchamos por derribar la barrera que supone para la ciudadanía los dogmas de fe? ¿Por qué no se apuesta por el pensamiento libre, por el pensamiento crítico?

Pero como hemos anunciado al inicio, eran varios los motivos que nos incitaban a manifestarnos. La reciente celebración del 17 de mayo, día contra la LGTBIfobia, nos vuelve a recordar que no todas y todos tenemos cabida en nuestra sociedad. Que el amar puede llegar a ser una razón de condena.  Que tu identidad sexual puede convertirte en víctima de la violencia, de la exclusión, del odio, del miedo, de la discriminación. Y la motivación del salvaje ejecutor se basa únicamente en la orientación sexual de aquel o aquella que eligen como presa para desahogar su irracionalidad, para mostrar su intolerancia, su carencia de valores.

«Estamos sufriendo las consecuencias de una gran epidemia, la intolerancia»

 ¿Por qué no nos aventuramos entonces, en un sistema educativo que eduque en la igualdad, en la laicidad, en la corresponsabilidad, que combata la LGTBIfobia, que haga de la diferencia una riqueza? En definitiva, ¿por qué no implantamos de una vez la asignatura que está siendo objeto de pilotaje en nuestra CCAA?

Desde CCOO, invitamos al señor consejero a que apueste de una vez por todas y a que apueste fuerte, por la reducción de las horas asignadas a la materia de Religión y la puesta en marcha de “Educación para la igualdad, la tolerancia y la diversidad” en todos los centros educativos de la región.

Fuente de la Noticia:

https://www.eldiario.es/clm/palabras-clave/libres-adoctrinamiento-llenas-educacion-igualdad_6_775932406.html

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Esposas de los dioses: las niñas esclavizadas por los pecados de su familia

Por: BBC Mundo

Miles de niñas y mujeres en África occidental han perdido su libertad por una práctica que ha perdurado a través de los siglos conocida como trokosi.

«Cuando tenía 7 años, me trajeron a Ghana y me forzaron a ser parte de un sistema del que no sabía nada», cuenta Brigitte Sossou Perenyi.

«Me secuestraron y me mantuvieron como una esclava en un santuario religioso».

«Este sistema me robó mi infancia», reflexiona la joven 20 años después de haber sido liberada.

Brigitte había sido entregada para «pagar» por el delito de adulterio que había cometido su tío y se suponía que pasaría toda su vida allí.

Ni siquiera sabía por qué la habían sacado de su hogar y de su país.

«Me dijeron que me tenía que ir de la casa y vivir con mi tío».

«Me subieron en la parte de atrás de una motocicleta, cuyo conductor ni siquiera conocía».

«Pensé que el viento fuerte era lo que hacía que me salieran las lágrimas, pero creo que realmente estaba llorando porque me estaban apartando de mi familia».

«Me dejaron en un lugar en el que nunca antes había estado. Ni siquiera entendía el idioma».

Desde las 5 de la mañana

A Brigitte la despojaron de su ropa y la envolvieron en un paño morado, dejando sus hombros y brazos descubiertos.

Tenía que poner sobre mi cabeza baldes pesados de agua»

Brigitte Sossou Perenyi

«Incluso me quitaron mi nombre», evoca.

La niña había sido llevada a una especie de santuario, que era dirigido por un sacerdote y en donde se adoraban deidades.

Le pusieron la etiqueta de trokosi o «esposa de los dioses», es decir, alguien que pagaba por un crimen cometido por un familiar.

Cada mañana se tenía que levantar a las 5 de la mañana para buscar agua.

«Tenía que poner sobre mi cabeza baldes pesados de agua. Era un trabajo físico duro para una niña», recuerda.

También la hacían trabajar en la granja durante jornadas largas.

«No me dejaban jugar ni ir a la escuela. Estaba en un aislamiento absoluto», señala.

La adopción

En 1997, un equipo de periodista del programa estadounidense 60 Minutes de la cadena CBS filmó las condiciones en las que se encontraba Brigitte.

«Recuerdo haber sentido una gama de emociones diferentes», recuerda de ese día.

«¿Extrañas a tus padres?» le preguntó la periodista.

«Sí», dijo.

Cuando vuelve a ver la filmación, la joven habla de sentimientos de abandono, rechazo, aislamiento, dolor.

Lo que Brigitte nunca imaginó es lo que la transmisión de ese reportaje provocaría.

Con la ayuda de la organización de caridad International Needs, Kenneth Perenyi, un ciudadano estadounidense, decidió viajar a Ghana para ayudar a que la niña fuese puesta en libertad.

Y lo logró. Además se convertiría en su padre adoptivo.

«Me llevó a Estados Unidos donde pasé los siguientes 13 años».

Después de un año, Brigitte pudo salir del santuario, donde -dice- su «vida no era vida».

En busca de su familia

Pero pese a conseguir su libertad, sentía «un enorme vacío que nunca podía ser llenado».

«Aun pensaba en mi familia en Togo, mi familia de nacimiento. Estaba en mi corazón, en mi mente. Nunca dejé de pensar en ellos».

Crecer sin su madre fue devastador. «Lo que me hacía continuar (en el santuario) eran unos pocos recuerdos bonitos de mi infancia».

Brigitte era la segunda de cuatro hermanos y cuando era niña se sentía cercana a su padre.

Junto a su padre adoptivo, decidió regresar y buscar a su familia biológica.

La organización de caridad la ayudó a llegar a su pueblo, ubicado en una zona muy apartada, y allí los encontró.

«No sabían que iría. Ni siquiera sabía si los encontraría con vida».

En un emotivo encuentro, Brigitte abrazó a su madre, quien no podía contener el llanto.

«No había visto a mi madre desde que tenía siete años. Conocí a un hermano menor que no sabía que existía».

«Ese día fue como un sueño».

¿Por qué?

Brigitte visitó en varias oportunidades su pueblo, pero «nunca tuvo el coraje» de preguntar por qué la habían entregado, algo que la había intrigado toda su vida.

«Todo lo que sabía es que uno de mis tíos me mandó a buscar».

20 años después de ser liberada, se sintió preparada para preguntárselo a su padre.

Lo hizo con ayuda de un traductor porque ella olvidó su idioma materno.

«Tu tío dijo que te necesitaba para hacer las tareas de la casa», respondió.

Su tío vivía en Lome, la capital, a donde su padre fue a buscarla, pero no la encontró.

«Deambulé por las calles sin parar y no te encontré. Volví a casa muy frustrado», le dijo.

En busca de pistas, su padre fue a un adivino. «Me dijo que estabas viva, pero que no podía revelar dónde te encontrabas», recordó.

Cuando Brigitte le preguntó si sabía a dónde la había llevado su tío, dijo que no.

«No quiero culpar a nadie. No es ni mi culpa ni la de tu madre. Seguir con esta conversación solo traerá conflicto. Sea lo que haya sucedido, ya pasó. Estoy feliz de que estés de vuelta en casa. Pero si quieres culpar a alguien, cúlpame a mí».

La mentira

Brigitte no quiere culpar a nadie, sólo entender lo que le pasó.

Y descubrió que a sus padres les mintieron.

«Pensaron que me habían mandado a vivir con mi tío, quien me ayudaría a tener una educación», indica la joven.

«No escogieron mandarme a un santuario», dice.

«Y eso fue un gran alivio», señala.

Para complacer a los dioses

El trokosi todavía es una práctica de comunidades rurales de Ghana, Togo y Benín

Las enfermedades en la comunidad revelan que alguien ha pecado»

Anciano de la comunidad Ewe

En Ghana, Briggitte conoció a los líderes ancianos de la comunidad Ewe.

Para celebrar su llegada, elevaron unas plegaras y regaron libaciones en honor a sus dioses.

«La gente trae vacas, cabras u ovejas para que las matemos. Entre más grande es la promesa, más exitoso serás», le dice uno de los ancianos.

Pero ellos también creen que si alguien ofende a los dioses, eso traerá desgracias.

«Las enfermedades en la comunidad revelan que alguien ha pecado. Pero después de que hacemos nuestros sacrificios, las desagracias se detienen», dice otro de los ancianos.

Cuando Briggitte les pregunta si ha habido sacrificios humanos, responden: «Depende, algunos dioses piden humanos como sacrificio, no para matarlos, sino para aislarlos».

Esa es la definición de trokosi: cuando te destierran de la comunidad para pagar por los delitos de tu familia.

Servidumbre sexual

«Este miedo a ser castigados por los dioses me hace entender por qué la práctica de trokosi ha podido sobrevivir más de 300 años», señala Briggitte.

El doctor Robert Ame y el reverendo Walter Pimpong, de la Universidad de Ghana, han estudiado esta práctica y han denunciado los abusos que se han cometido en los santuarios.

«Para que la practica fuese consumada, había la necesidad de que el sacerdote tradicional durmiera con la niña virgen que llegaba», explica Pimpong.

La servidumbre sexual era común y muchas mujeres dan a luz los hijos de los sacerdotes.

«Fui liberada antes de la pubertad. Por eso no tuve que pasar por eso», dice Briggitte.

Algo que siempre le ha intrigado es cómo se escogía a la persona que pagaría por el delito de la familia.

«Los Ewes creen que tienen el derecho de seleccionar a cualquier miembro de una familia para servir en el santuario independientemente de si esa persona cometió un crimen o no. Por los principios colectivos, ellos creen que están haciendo lo correcto», indica Ame.

5.000 mujeres

Cuando Briggitte pudo salir del santuario en 1997, alrededor de 5.000 niñas y mujeres eran trokosi en Ghana.

Miles de ellas fueron liberadas cuando la práctica se declaró ilegal en 1998.

Pero ningún sacerdote ha sido procesado.

Y la práctica sigue ejerciéndose y a diferencia de Briggitte, no todas las víctimas han tenido una segunda oportunidad.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/esposas-los-dioses-las-ninas-esclavizadas-por-los-pecados-familia_235784

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El poder y las personas

Por: Víctor Corcoba Herrero

Cuando las personas son la referencia del sistema de organización político, económico y social, aparece un nuevo marco en el que la mentalidad dialogante, la atención al contexto, el pensamiento reflexivo, la búsqueda continua de puntos de confluencia, la capacidad de conciliar y de sintetizar, sustituyen en la substanciación de la vida democrática a las bipolarizaciones dogmáticas y simplificadoras, y dan cuerpo a un estilo que, como se aprecia fácilmente, no suponen referencias ideológicas de izquierda o derecha.

Colocar a las personas en el centro tiene una consecuencia inmediata, conduce a una disposición de prestar servicios reales a los ciudadanos, de servir a sus intereses reales. Para ello es necesario subrayar que el entendimiento con los diversos interlocutores es posible partiendo del supuesto de un objetivo común: libertad y participación.

La importancia de los logros concretos, los resultados constatables –sociales, culturales, económicos,..– en la actividad pública, derivan de las necesidades reales de la gente que, viéndose satisfechas, permiten alcanzar una condición de vida que posibilita el acceso a una más plena condición humana. Una más profunda libertad, una más genuina participación son el fruto de la acción política que propugno. Porque no debemos olvidar que las cualidades de la persona no tienen un carácter absoluto. El hombre no es libre a priori; la libertad de los hombres no se nos presenta como una condición preestablecida, como un postulado, sino que la libertad se conquista, se acrisola, se perfecciona en su ejercicio, en las opciones y en las acciones que cada hombre y cada mujer inicia y, si puede, culmina.

La libertad es ante todo y sobre todo el rasgo en el que se declara la condición humana. Las libertades formales no son el fundamento de la democracia. El fundamento de la democracia son los hombres y mujeres libres. La política se debe entender, pues, como un ejercicio a favor de cada individuo, que posibilita a cada vecino su realización como persona. Ese, sin confusión, podría ser el punto de conexión entre política y ética. ¿Qué sentido tiene, en este contexto, lo que se llama el poder?. Muy sencillo, que el “poder” es el medio para hacer presentes los bienes que la gente precisa. Así pues el poder tiene, como ya he señalado, una clara dimensión relacional y se fundamenta en su función de crear los presupuestos para el pleno desarrollo de la gente. O lo que es lo mismo, el poder público se justifica en función de hacer posible los fines existenciales del hombre: de posibilitarlos, no de realizarlos, ni siquiera de prejuzgarlos, porque la elección y procura de los propios fines es libre, y competencia exclusiva de cada individuo, en eso consiste la tarea moral, tal y como la entiendo. Es más, el poder público se legitima en la medida en que su ejercicio se orienta a ese objetivo.

De acuerdo con esta línea argumental el “Poder” deja de sustanciarse y pasa a escribirse con minúsculas. El poder lo entiendo, desde este punto de vista, como capacidad de acción y, en su uso, lo que cobra ahora una dimensión vital es la actitud de quien dispone de él. Como capacidad de acción el poder se alimenta de los medios –por ejemplo, una administración pública ágil, moderna, eficaz–; de la legitimidad, derivada de los procedimientos democráticos, y consecuentemente del respeto.

El centro de la acción política es la persona, el individuo. Desde este principio básico de actuación es posible establecer algunas de las líneas fundamentales que, desde una perspectiva que podríamos denominar -de un modo genérico- ético, configuran las nuevas políticas.

La persona, el individuo humano, no puede ser entendido como un sujeto pasivo, inerme, puro receptor, destinatario inerte de las decisiones políticas. Definir a la persona como centro de la acción política significa no sólo, ni principalmente, calificarla como centro de atención, sino, sobre todo, considerarla el protagonista por excelencia de la vida política.

Esta afirmación realizada en los más variados tonos, y con los acentos más diversos, en situaciones políticas incluso a veces contrapuestas, tiene desde el centro político un significado propio. Afirmar el protagonismo de la persona no quiere decir darle a cada individuo un papel absoluto, ni supone propugnar un desplazamiento del protagonismo ineludible y propio de los gestores democráticos de la cosa pública. Afirmar el protagonismo del individuo, de la persona, es poner el acento en su libertad, en su participación en los asuntos públicos, y en la solidaridad.

Se ha dicho que el progreso de la humanidad puede expresarse como una larga marcha hacia cotas cada vez más elevadas de libertad. Aunque el camino ha sido muy sinuoso –tal vez demasiado- y los tropiezos frecuentes –y a veces muy graves-, podemos admitir como principio que así ha sido. De modo que el camino de progreso es un camino hacia la libertad.

Desde un punto de vista moral entiendo que la libertad, la capacidad de elección –limitada, pero real- del hombre es consustancial a su propia condición, y por tanto inseparable del ser mismo del hombre y plenamente realizable en el proyecto personal de cualquier ser humano de cualquier época. Pero desde un punto de vista social y político, es indudable un efectivo progreso en nuestra concepción de lo que significa la libertad real de los ciudadanos.

Sin embargo, en el orden político, se ha entendido en muchas ocasiones la libertad como libertad formal. Siendo así que sin libertades formales difícilmente podemos imaginar una sociedad libre y justa, también es verdad que es perfectamente imaginable una sociedad formalmente libre, pero sometida de hecho al dictado de los poderosos, vestidos con los ropajes más variopintos del folklore político.

Fuente: https://www.diariodeferrol.com/opinion/victor-corcoba-herrero/el-poder-y-las-personas/20180504234036224929.html

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CEPPE UC lanza libro sobre educación intercultural en Chile

Chile/06 de marzo de 2018/Fuente: http://www.uc.cl

La obra perteneciente a la Colección de Estudios en Educación del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación y Ediciones UC, busca generar debate respecto de cómo nos estamos relacionando, desde una perspectiva educativa, con los pueblos originarios.

¿Es la condición étnica un factor relevante en la configuración de la inequidad y desigualdad en el sistema escolar chileno? ¿Cómo dicho sistema se está transformando para reconocer, incluir y valorar las diferencias culturales? Estas son algunas de las preguntas que plantea el volumen Educación Intercultural en Chile. Experiencias, pueblos y territorios, publicado por CEPPE y Ediciones UC.

El lanzamiento del libro contó con la participación de Alejandro Carrasco, director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación, CEPPE UC; Ernesto Treviño, director del Centro para la Transformación Educativa, Centre UC y editor del texto; Pedro Mege, director del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas, CIIR; y Anahí Huencho, investigadora asociada del CIIR y una de las autoras.

“Estamos alegres de presentar un nuevo título de la Colección Educación de CEPPE y Ediciones UC, que busca ofrecer conocimiento sistemático sobre temas críticos de la sociedad chilena y que desafían a nuestro sistema educacional. Este libro contribuirá a la reflexión sobre el papel de la educación en un país históricamente diverso en su composición cultural y étnica”, señaló Carrasco al inicio del lanzamiento.

La publicación cuenta con 11 capítulos donde participan más de 20 autores que enriquecen el texto con diferentes enfoques de investigación, así como de distintas disciplinas como la historia, antropología, sociología o la pedagogía. Ernesto Treviño, editor de Educación Intercultural en Chile, destacó que “la obra abarca distintos niveles al profundizar en la problemática indígena, reconociendo que son distintos actores los que están involucrados, desde los gobiernos, comunidades locales y la ciudadanía en general”.

A lo largo de los capítulos se tratan temáticas como los factores que explicarían la desigualdad entre estudiantes indígenas y no indígenas; la evolución de la política pública en las últimas décadas; la segregación de grupos indígenas en el sistema escolar chileno; y el aprendizaje de la etnomatemática y la educación ambiental cultural, en la interacción entre la escuela y las comunidades locales, entre otros.

Para Pedro Mege, director de CIIR y autor del prólogo del libro, “existe una confianza en el texto, que está dada por el vastísimo espectro cultural de quienes participan en su construcción y relato”. Por su parte, Anahí Huencho, una de las autoras del texto, explicó: “Desde los pueblos originarios, tenemos una gran deuda que esta obra permite fundamentar y respaldar en elementos clave como la sistematización sobre los procesos educativos, desde lo conceptual, contextual, histórico y territorial.

Educación Intercultural en Chile. Experiencias, pueblos y territorios, es el libro más reciente de la Colección de Estudios en Educación de CEPPE UC, donde además destacan títulos como «Ideas en Educación. Reflexiones y propuestas desde la UC», editado por el rector de la casa de estudios, Ignacio Sánchez; y «Mercado escolar y oportunidad educacional: Libertad, diversidad y desigualdad, entre otros».
Para revisar la colección completa, haga clic acá.

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Cristián Contardo, CEPPE UC, cristian.contardo@uc.cl

Fuente de la Reseña:

http://www.uc.cl/es/component/content/article/30449-ceppe-uc-lanza-libro-sobre-educacion-intercultural-en-chile

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Entrevista a Joaquín Miras Albarrán: “La igualdad es un valor fundamental de la tradición republicana democrática”

Entrevista a Entrevista a Joaquín Miras Albarrán

Por: Salvador López Arnal

Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones aquí publicadas, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y Estado republicano.

Cojo de nuevo el hilo central. En tus críticas a ese tercer republicanismo hablas de igualdad y libertad. A bocajarro: ¿Qué es para ti la igualdad ¿Cómo la definirías? ¿Es, debe ser valor central de una tradición republicana y democrática?

Te respondo. Para la tradición republicana, que parte de la comunidad y de la prioridad ontológica de la sociedad sobre el individuo, cuya suerte depende de la totalidad organizada, libertad e igualdad son inseparables. Trato con todo de diferenciar analíticamente, porque la tradición diferencia y tiene palabras distintas para hablar de ambas nociones

La Igualdad es un principio fundamental de la tradición republicana. Por ello, por ser inherente a una tradición y a una tradición de lucha organizada por los de abajo, es un principio que solo puede ser elaborado por la teoría ex post, no es la teoría la que puede dirimir sobre su cómo y hasta dónde. No puede ser definido ni delimitado a priori por la academia. Precisamente esto queda claro en la Política de Aristóteles. A él no le gusta la noción de justicia que defienden los pobres: la igualdad sustantiva, a comenzar por la de los bienes, y no la de la proporcionalidad. Pero a pesar de que le indigna –exclama ¡Por Zeus!- que los pobres mayoritarios definan la justicia como la igualdad irrestricta y no como la proporcionalidad de bienes entre pobres y ricos, él, que sabe que la política es frónesis, elaboración práxica, no tiene argumento teorético para negar este proyecto igualitario que es el fundamento de la praxis del movimiento de masas democrático.

Por tanto, desde la tradición demo republicana, igualdad es el principio que garantiza que todo individuo dispone por igual de los mismos recursos, materiales e intelectuales, que le permiten el mismo grado de dominio o control sobre la actividad generada por la comunidad en la que vive y en consecuencia sobre su propia praxis y su propia vida. Y que por tanto le permite ser igual a los demás, no ser ni superior ni inferior a todos los demás en todas y cada una de las comunidades de vida y praxis en las que participa y que constituyen el entramado de su comunidad política. Para el logro de la igualdad, la tradición práxica siempre ha considerado que la igualdad material es una condición fundamental, evidente. Puede haber correcciones en el sentido de que, puede haber individuos que por sus problemas requieran una mayor disponibilidad de recursos que los demás. O, según otras correcciones, propias de otros movimientos plebeyos, puede haber individuos que como consecuencia de su actividad individual posean más. Nunca se aceptará, sin embargo, la acumulación de riquezas a partir de la posesión del producto creado por el esfuerzo ajeno –contra la asalarización de otros y contra la herencia, a la par-.

Por lo demás, en la tradición demo republicana el ciudadano que dedique todo su tiempo a trabajar para enriquecerse está mal considerado. Incluso para Aristóteles, ese tipo de sujeto desasiste sus obligaciones directas, inmediatas para con la polis, no participa en la actividad política mediante la que se preserva la libertad de la comunidad.

Es un mal ciudadano…

Es un mal ciudadano. Y, reitero, la igualdad sí es un valor fundamental de la tradición republicana democrática; las democracias clásicas surgen como resultado de la creación de movimientos de masas que luchaban por la igualdad de los habitantes de aquellas comunidades. Contra la esclavitud por deudas, contra las hipotecas, etc., contra la desigualdad impuesta por el poder de los oligoi. También para las repúblicas reaccionarias, aristocráticas, la igualdad entre los ciudadanos era un principio, solo que en ellas mandaban los ricos y se excluía de la ciudadanía a los pobres. Era solo la igualdad entre los ricos iguales.

Lo mismo que antes te pregunto ahora en el caso de la libertad.

Ya he adelantado que en la tradición republicana igualdad y libertad son principios unidos, como es sensato y lógico para el sentido común; y que, en todo caso, y para las repúblicas aristocráticas, lo que sucede es que los desiguales-pobres son excluidos de la ciudadanía.

La libertad es no estar sometido a nadie, a voluntad ajena de ningún otro individuo, en el bien entendido de que esto no significa creer –muy implícitamente pettitiano- que vivimos –individualismo antropológico/robinsonada liberal, a la que ya me he referido- en mundos aislados, sino que todos dependemos de todos, porque la praxis social, que nos permite existir, es producto superior la suma de la de las individualidades. Precisamente la libertad republicana nos garantiza que poseemos igual poder que los demás en la deliberación y control sobre la actividad de todas las comunidades de las que formamos parte y en las que actuamos con nuestra praxis. Y por ello somos libres, podemos autodeterminarnos voluntariamente y realmente.

La noción republicana de libertad garantiza que no somos instrumentos inmediatos dominados en manos de otros, a través de los cuales, estos aumentan su poder y su dominio mediato sobre la totalidad social. Garantiza que existe una organización social tal que posibilita que todos tengamos acceso a los recursos que permiten la independencia de nuestro vivir dentro de la comunidad, de forma que seamos libres, esto es, podamos ejercer de veras la autodeterminación y la codeterminación de los destinos de nuestra comunidad. igualmente libres que todos los demás Para el republicanismo la libertad, -la igualdad- es sustantiva: o es un hecho o no existe. Su existencia depende, no de la declaración de la ley, sino del acceso material a los medios que la garantizan.

Hablas también en algún momento de virtud, de amistad republicana. ¿Qué es eso, qué virtud es esa?

Esta virtud republicana es difícil de entender desde la ideología liberal. Pasa algo semejante a lo que sucede con las otras dos nociones sobre las que me has preguntado. Para la ideología liberal, la amistad es asunto «privado»; además, y sé que me reitero, la sociedad es la denominación «flatus vocis», vacía de sentido, que se aplica a la totalidad de individualidades aisladas que compiten y comercian entre sí en un lugar. Por supuesto, este dislate hubiera hecho reír a cualquier republicano clásico. Todos ellos partían de la consciencia clara de que la sociedad es una totalidad o entramado humano, que genera actividad coordinada, superior a la suma de las actividades individuales aisladas. Que la organización social es lo que nos permite vivir bien, como seres humanos.

Por tanto, la comunidad social es un bien fundamental a preservar, y, para ello, todos debemos concernirnos activamente en la generación y la preservación de la concordia social, de la solidaridad; todos debemos obrar para que todos se sientan incluidos, atendidos por la comunidad, el daño infligido a un ciudadano debe ser sentido como el daño infligido a todos por cada ciudadano. Esta actitud hacia los formantes de la propia comunidad es lo que propicia la filia o amistad. Una virtud a promover en la polis a todos los niveles de la realidad social, en el microgrupo social inmediato, en la unidad militar a la que se pertenece y en la polis como totalidad social a la que se pertenece, etcétera. A ese tener activamente presente a los demás ciudadanos y sus necesidades y problemas para solidificar la comunidad como un todo es a lo que se le denomina Filia o amistad.

A todos ellos, y a sus (nuestras) diversas necesidades y problemas. Es esencial básico.

Y por eso la amistad es virtud política de los ciudadanos de la polis. Porque sin creación de un bloque social organizado –mayoritario y de pobres, cuando la polis es una democracia- que asuma el reconocimiento de las necesidades y demandas de sus miembros, y los considere propios, los haga efectivos, luche por preservarlos sin la creación de un bloque social solidario, sin solidaridad –le llamaríamos ahora- sin concernimiento activo en el vivir de los demás, no existe fuerza social que luche, imponga y preserve una república democrática. No existe sujeto que elabore un nuevo ethos, un vivir nuevo verdaderamente digno de ser denominado vivir libre, asunto fundamental, sin el cual no existe comunidad. Porque la res publica, esto es, lo que se crea y se elabora en la comunidad res publicana, aquello en lo que consiste la polis, es el vivir en común, la praxis de la comunidad. Y lo que el bloque de subalternos organizados, el movimiento denominado la Democracia, lucha por generar es esto. Sin amistad, sin comunidad solidaria, no existe res publica, ni existe posibilidad de existencia de la res publica en caso de que esta no exista.

Es magnífica tu exposición: sin amistad no existe res publica ni se posibilita su existencia.

La amistad republicana es denominada Filia por Aristóteles. Como ya he adelantado, Antonio Gramsci la denomina Bloque Social, Bloque histórico, proyecto no económico corporativo, no inmediatamente fundado en las inmediatas necesidades particulares de cada uno, respetables sin duda, sino bloque altruista, abierto a tener en cuenta las necesidades de la mayoría, y en lucha por construir un proyecto de cultura y vida alternativo que tenga en cuenta a la mayoría. La Filia es la denominación de la actividad de todos para constituir la comunidad. Sin mayoría activa que se ocupe de la Cosa o Res, no hay Res publica. La Res publica no es una noción abstracta, ni un ente de razón –un papel, una ley constitucional-. La democracia, la res publica, no es abstracta: o es un movimiento organizado de masas, que se autoprotagonice y delibere e imponga su hacer y genere un vivir nuevo, o no es nada.

O, para matizar, solo lo es en la medida en que eso otro se vaya dando.

¿Por qué ese tercer republicanismo al que criticas, hemos hablado de él, es tan «políticamente inane»? Te pregunto ahora sobre ello. 

Cuando quieras.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=232844

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