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Aprendemos siempre: comentarios al reporte Edu Trends, Aprendizaje a lo largo de la vida

Por: Andrés García Barrios

El reporte Edu Trends Aprendizaje a lo largo de la vida, nueva publicación del Tec de Monterrey realizada a través del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación, ofrece una reflexión crítica sobre lo que hoy llamamos Aprendizaje a lo largo de la vida.

“Aprendemos siempre”. Eso afirma el pedagogo brasileño Paulo Freire, según la cita que abre el prefacio al reporte Edu Trends Aprendizaje a lo largo de la vida, nueva publicación del Tec de Monterrey realizada a través del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación. Su autora, Karina Fuerte, también editora en jefe del Observatorio, dedicó tres años a la investigación que finalmente fraguó en el reporte, y en el último año me invitó a participar en la revisión y corrección del texto, y con mis comentarios al contenido. Al final, generosamente me dio el crédito de Autor invitado, no obstante que mi labor se redujo a ésta que digo y a añadir ideas y párrafos a algunos de los temas. Además, creo, serví para sacar a la superficie importantes aspectos de la investigación, que ya estaban en el texto pero que Karina no había destacado como merecían, y que sólo necesitaban un poco de agua y luz para emerger y tomar su posición dentro de la obra. Al hacerlo, redondearon el texto final y robustecieron la unidad que se hallaba en la diversidad de asuntos (siempre me ha gustado imaginar que el milagroso encuentro entre unidad y diversidad está en el origen de las palabras Uni─Versidad y, por supuesto, Uni─Verso). El equipo del Observatorio cuidó con esmero los últimos detalles, y finalmente la coordinación editorial y el diseño consiguieron plasmar en lenguaje gráfico esta unidad en la diversidad, ofreciendo al lector una experiencia múltiple y a la vez unitaria. La maravillosa portada en que varios adultos estudian y una mujer mayor va a la escuela en patineta, es una delicia estética.

El resultado que ha empezado a circular entre la comunidad del Observatorio, del TEC y del mundo es un documento dividido en tres partes, que separadas tienen un valor y unidas forman también un conjunto integrado y sólido. Mi intención en el presente artículo es describir en qué consiste esta variada posibilidad del reporte.

*

La primera parte es un recorrido histórico por el largo periodo de tensión que se generó a partir de la Segunda Guerra Mundial entre una corriente pedagógica que aspiraba a restablecer el espíritu humano tan golpeado y degradado por el enfrentamiento armado, y otras corrientes utilitaristas que ponían énfasis en la educación como herramienta concentrada en el desarrollo económico. Esta oposición de posturas incluyó siempre la discusión sobre lo que hoy llamamos Aprendizaje a lo largo de la vida, concepto que ha venido fluctuando entre las posturas humanista y utilitarista, y que hoy vuelve a requerir una revisión profunda.

La crisis entre ambas tendencias pedagógicas sigue vigente, alimentada por la convulsión de los últimos tiempos: guerra, pandemia, anhelos de paz, exacerbación de intereses económicos, esperanza de una nueva conciencia, cambio climático sufrido en carne propia (con los calores pasados, esto parece literal), reducción de emisiones industriales, aumento de emisiones industriales, ambientalismo… La oposición entre ambas pedagogías se ha nutrido también con el auge de la educación virtual, cuyo alcance promete ampliar el acceso de la población al aprendizaje pero también recrudecer la monetización de la enseñanza.

Y en cuanto a esa realidad humana que Freire sintetiza en la frase Aprendemos siempre, ambas tendencias pedagógicas han querido una y otra vez apropiársela, siempre con la tentación de caer en extremos. Así, la visión humanista, que exalta a la naturaleza humana por sus valores intrínsecos y busca nutrirla incluso en sus aspectos espirituales, suele olvidar la necesidad de establecer planes y procedimientos realistas para el aprendizaje, limitándose a crear algo así como un avión sin tren de aterrizaje. En el polo opuesto, esa misma visión puede llegar a reducir el aprendizaje a lo largo de la vida a una especie de entretenimiento paliativo para adultos mayores, con cursos y actividades para pasar el tiempo, sin considerar la riqueza y utilidad de los seres humanos en todas sus etapas de vida.

Por su parte, la visión utilitaria puede impulsar el aprendizaje/capacitación de la población a todo lo largo de su vida productiva, abandonando el desarrollo personal del trabajador una vez que llega la jubilación; en otro extremo, puede sí brindarle un aprendizaje más allá de ésta, pero sólo a fin de “capacitarlo” en áreas “útiles”, por ejemplo la de la salud, en la que lo adiestra para que prevenga enfermedades o minimice complicaciones, y evite un gasto económico que en la mayoría de los casos recae en la sociedad y las empresas.

Este reporte Edu Trends prevé otros riesgos importantes del aprendizaje a lo largo de la vida. Uno es el hecho de que en la sociedad actual (mundo líquido le llama el sociólogo Zygmunt Bauman) las habilidades de los seres humanos son puestas a prueba continuamente, haciendo del aprender una obligación permanente y convirtiendo a la vida en una mera ocupación sin descanso. En tal contexto, el aprendizaje a lo largo de la vida tiende a volverse un perseguidor feroz y sin tregua.

El otro riesgo, asociado con el anterior, es que dicho aprendizaje sea pretexto para mercantilizar aún más la cotidianeidad de gente de todas las edades, induciéndola (casi obligándola) a asistir durante toda la vida a instituciones académicas que ven en la educación sólo una oportunidad de negocio.

Esta edición Edu Trends no oculta su simpatía por la visión humanista, dejando clara la necesidad de un diálogo con la tendencia opuesta, en aras de adquirir asideros reales y firmes en el contexto contemporáneo. Para este diálogo, propone dos premisas básicas sin las cuales la discusión corre el riesgo de convertirse en algo así como un diálogo de sobremesa. La primera es tan elemental como compleja: se trata de establecer con claridad el lenguaje de la discusión, las palabras con las que intentaremos entendernos para resolver el conflicto. ¿Qué es educación? ¿Qué es aprendizaje? ¿Por qué y cuando debemos usar un término u otro? En materia de educación, ¿qué diferencia hay entre los conceptos permanentecontinuarecurrente y a lo largo de la vida? En su segunda parte, el reporte Edu Trends ofrece un Glosario Crítico donde revisa éstos y otros términos, dando una guía para establecer un lenguaje común y no dejar que la ambigüedad nos venza: es hora de exigirnos precisión en lo que decimos para evitar retóricas impracticables. Debemos ─y esa es la filosofía general del reporte─ exigir a las palabras que nos ayuden a salvar los conflictos con profundidad y no sólo de una manera fácil y a favor de una visión o de otra (reconozcamos que aunque la visión humanista triunfa casi siempre en el discurso, en la práctica los bonos suelen ser para su oponente).

En su tercera y última parte, Edu Trends | Aprendizaje a lo largo de la vida atiende al que podemos considerar el segundo eje básico del debate: la pugna entre tradición y ruptura, es decir, la tensión que se genera en una línea de vida (ya sea la de una persona o de una sociedad) a causa de los relevos generacionales, que a veces niegan el pasado y a veces saben valorarlo y recuperarlo. Todos sabemos que, si bien en otros tiempos la sociedad privilegió la autoridad de los “ancianos”, el mundo actual parece deslumbrado por las edades productivas (y en función de ellas, las formativas) y convierte en una suerte de residuo social a los adultos mayores. Este drama adquiere tintes existenciales ante la profunda contradicción que hay en que, siendo el envejecer un destino deseado por la mayoría de nosotros, la mayoría también nos desentendamos de ello con un extraño desdén, que no dejará de pasarnos algún día la factura (perdón por la fantasía, pero… si los extraterrestres, o mejor, los robots, llegan a dominar el planeta, no tendrán reparos en deshacerse de nosotros ante la innegable ineptitud de la especie, evidenciada por nuestra incapacidad de cuidar aquello en lo que deseamos convertirnos).

Dejando para otro día estas vergüenzas, y adentrándonos en una realidad estadística, el tema de la tercera edad se ha vuelto especialmente crítico en nuestro mundo, donde inexorablemente la expectativa de vida va en aumento. Habiendo más personas de la tercera edad, con más necesidades y capacidades específicas, el aprendizaje se convierte en una herramienta crucial que permite a este sector de la población mantener una vida más sana y activa, y seguir aportando a la sociedad su experiencia. Paralelamente, y es duro decirlo, una población de adultos mayores desaprovechada se lleva consigo una gran parte de los recursos intelectuales, emocionales, económicos y espirituales del mundo. Es por eso que la discusión sobre el lugar que la sociedad brinda a los adultos mayores pone el dedo en la yaga de la crisis entre humanismo y utilitarismo. Creo que es esta conciencia la que llevó a la autora de Edu Trends | Aprendizaje para toda la vida a crear, en su tercera parte, una herramienta para aprovechar al máximo los recursos que actualmente existen a nivel global en materia de desarrollo de la población mayor, ya sea para que los lectores puedan aprovecharlos directamente o para que sirvan de modelo a quienes quieren reproducir esas experiencias. Así, en su DIRECTORIO 2023 DE UNIVERSIDADES CON UN ENFOQUE INCLUSIVO CON LAS PERSONAS MAYORES, el reporte hace una descripción bastante minuciosa de las principales instituciones del mundo que ofrecen servicios académicos y de formación abierta para adultos mayores, incluyendo por supuesto los esfuerzos realizados desde el propio Tec de Monterrey (entre los cuales se encuentra, por supuesto, este reporte Edu Trends).

Termino reafirmando que para mí es un honor (y por supuesto, fuente de mucho aprendizaje) el haber participado en este hermoso proyecto, particularmente valioso para quienes queremos una educación sí profundamente humana, pero también viable y realista.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendemos-siempre-comentarios-al-reporte-edu-trends-aprendizaje-a-lo-largo-de-la-vida/

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«Necesitamos políticas para promover el acceso a la educación pública superior»

Por: Karina Batthyány

Hoy quiero sistematizar el tema de la Educación Superior, las Universidades Públicas y sus desafíos actuales, ya que atravesamos una coyuntura particular en nuestra región marcada por encrucijadas de distintos fenómenos en lo político, lo social y en materia económica. Por eso, es imprescindible profundizar la reflexión crítica sobre la educación superior pública universitaria, sus alcances, limitaciones y retos tanto a nivel nacional como regional, partiendo de la base de defenderla como un derecho humano.

La Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) de 2018 se manifestó de manera muy clara en este sentido: el acceso, el uso y la democratización del conocimiento como un bien social, colectivo y estratégico son fundamentales para garantizar los derechos humanos básicos. Además, ¿por qué limitar ese derecho humano solamente a algunos niveles como el primario y el secundario sin incluir la educación universitaria?

La CRES 2018 también planteó que la educación, la ciencia, la tecnología y las artes deben ser un medio para la libertad y la igualdad sin distinción social, de género, etnia, religión o edad. La educación no es una mercancía. Y desde la CRES se afirmó: “Instamos a los Estados nacionales a no suscribir tratados bilaterales o multilaterales de libre comercio que impliquen concebir la educación como un servicio lucrativo o alienten formas de mercantilización en cualquier nivel del sistema educativo”.

Desde la década de los 80, en nuestra región latinoamericana y caribeña, la educación superior es objeto de un proceso de mercantilización creciente a nivel local e internacional. Aún en los países con una fuerte tradición de universidad pública, gratuita y laica, todavía no se ha logrado discutir el financiamiento de la educación superior de manera sustentable y sigue siendo parte de un nicho de mercado o negocio privado por fuera de la planificación del financiamiento público.

Entonces, tenemos que insistir en el reconocimiento del carácter de bien público y social de la educación superior como un derecho humano. Pero en la actualidad hay dificultades para implementarla por parte de los estados, como también en la posibilidad efectiva de todos y todas, los ciudadanos y las ciudadanas, de ejercer ese derecho en su vida concreta y cotidiana.

A su vez, observamos adversidades financieras y económicas en los países de la región, que ponen en cuestión el derecho humano a la educación superior pública con una característica estructural, en términos de desigualdad, en la insuficiente inversión en los sistemas educativos y formación de calidad.

La educación superior como un derecho humano se conecta con otro tema más amplio que es el derecho a la educación en el proceso de formación a lo largo de toda la vida. En este punto hay algunos dilemas importantes dentro del marco de la educación pública superior que está pendiente resolver en nuestra región, como las políticas concretas para promover el acceso equitativo a ella.

Allí tenemos tres elementos en términos de funcionamiento de las economías. El primero es que América Latina es una de las regiones con mayor desigualdad en el mundo a nivel de ingresos y riqueza. La expansión de la demanda en educación superior es motorizada por egresados y egresadas de la educación media que pertenecen a hogares de sectores bajos. Por lo tanto, no pueden acceder a la educación privada y en la medida que no hay suficiente oferta de educación pública superior ven truncadas sus aspiraciones de continuar sus estudios a nivel superior. En varios países de América Latina, la ampliación de la oferta de vacantes en educación superior, tiene más lugar en el sector privado que en el público.

En segundo lugar, tenemos la cuestión de género en el sistema universitario y la igualdad de género en la educación superior. En los últimos años, dentro de las estructuras universitarias latinoamericanas y caribeñas tenemos programas, grupos y estudios feministas. Además, encontramos un crecimiento interesante en términos de carreras, institutos y equipos que ampliaron las agendas de investigación y renovaron perspectivas metodológicas en este sentido. Esto no quiere decir se hayan superado las inequidades de género al interior de las universidades públicas, sino que adquirieron más visibilidad y hoy cuestionan los procesos de producción y circulación del conocimiento, así como también las estructuras y las configuraciones institucionales en materia de carrera docente y participación en los espacios de toma de decisiones dentro de las universidades.

Por último, está la cuestión de cuál es el papel de la ciencia abierta en la producción y la circulación del conocimiento y cómo es su evaluación en las decisiones de la estructura docente, investigación y espacios universitarios. Desde el Foro Latinoamericano sobre Evaluación Científica (FOLEC), estamos trabajando para promover alternativas en la evaluación y la circulación del conocimiento, así como la producción en materia de investigación, que también contemplen las desigualdades asociadas a la posibilidad de acceso en términos de estructura universitaria. Reconocemos la necesidad de avanzar sobre acuerdos regionales y compromisos institucionales a nivel nacional y regional en el acceso al conocimiento sin ningún tipo de barrera y que los resultados de investigación estén disponibles para todos y para todas y modificar la forma en que se evalúa el conocimiento y las trayectorias individuales y colectivas de investigación.

En ese sentido, lo que hoy está en disputa a nivel regional es la concepción del conocimiento como bien público con políticas de acceso abierto, con la promoción de un discurso académico y político que considere la producción de conocimiento y sus realizaciones como parte del capital social para la emancipación de nuestros países. En otras palabras, está en juego cómo valoramos el conocimiento científico y cómo, a partir de esas temáticas, podemos construir sistemas más equitativos y democráticos. Estos debates contribuyen a diseñar modelos educativos que no solamente actualicen la relación entre investigación, docencia y extensión desde un marco de cooperación regional y abierta a las comunidades no universitarias, sino también recuperen otras formas de conocimiento para generar diálogos más enriquecedores en el sistema de educación superior en general y las universidades en particular.

A nivel regional, estamos atentos y atentas a los procesos de inestabilidad política en varios países que amenazan directamente el desarrollo del conocimiento en las universidades y las instituciones de investigación, ya sea por medio de restricciones presupuestarias o restricciones a la libertad académica e intelectual.

En definitiva, la educación y todos los niveles educativos deben convertirse en un derecho para todos y todas. CLACSO es un espacio de encuentro de las voces críticas que construye conjuntamente alternativas para colocar en el centro la discusión de la educación superior pública universitaria como un derecho humano en América Latina y el Caribe y fomentar cada vez más la democracia, la solidaridad, la interdependencia, el pensamiento crítico y el pensamiento transformador. En nuestra Conferencia #CLACSO2025 en Colombia, daremos continuidad a una iniciativa que comenzamos en México #CLACSO2022 en el  marco del Foro de Rectores y Rectoras, para discutir los desafíos que el espacio universitario latinoamericano y caribeño enfrenta en la actualidad.

– Siguiendo tu reflexión, pienso qué difícil es ver que los países cambian sus políticas relacionadas con las universidades públicas frente a los cambios de períodos gubernamentales y no mediante políticas de Estado a lo largo del tiempo, particualrmente en términos de fondos universitarios…

– Lamentablemente, estamos acostumbrados y acostumbradas a esos vaivenes en nuestra región, que ponen en cuestión los avances en la concepción de la educación superior como un derecho y un bien público, más allá de las voluntades concretas de los gobiernos de turno en nuestros países latinoamericanos.

Además, en muchos casos, las universidades públicas son un blanco de ataque de algunos sectores ideológicos a nivel regional y mundial, que buscan convertir a la educación superior en una mercancía y no en un derecho, recortando y reduciendo al mínimo la existencia de estos espacios. En CLACSO, siempre estaremos en el lugar de la defensa de la universidad pública como un elemento central, entre otras cosas, para el fortalecimiento democrático y la construcción de ciudadanía en nuestros países.

https://www.clacso.org/necesitamos-politicas-para-promover-el-acceso-a-la-educacion-publica-superior/

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Cultura y mercantilización en la disputa por la hegemonía

“Lo que define nuestra cultura como moderna es el hecho de que, desde fines del siglo XV, la producción y la circulación de las formas simbólicas han estado creciente e irreversiblemente atrapadas en proceso de mercantilización y transmisión que ahora poseen un carácter global.” (John B. Thompson)

La cultura en el mundo moderno no puede ser vista como una actividad, una obra, una creación, o un patrimonio neutral, abstraído del contexto histórico y social, en una sociedad jerarquizada, atravesada por relaciones asimétricas de dominación y subordinación, de explotación y de opresión.

John B. Thompson acepta de la antropología cultural su concepción de la cultura como formas simbólicas, como fenómenos que tienen principalmente un carácter de significación en el proceso de su producción y de su recepción. Pero complementa esa idea construida por Clifford Geertz (sobre algunas nociones de Paul Ricoeur), con la aceptación de un contexto socioespacial y estructural: social, es decir, en relaciones de poder importantes para comprender la cultura.

En nuestro caso, se trata de la cultura moderna porque, del siglo XV a la fecha, en un proceso creciente, la cultura ha sido mercantilizada y mediada por instituciones y por procedimientos tecnológicos que la atraviesan en su proceso de producción y recepción, a más de hacerla un fenómeno complejo, inserto en las relaciones de dominación y subordinación, así como en resistencias de las clases y grupos subalternos a esa dominación. Por lo cual, la cultura está plenamente involucrada en el proceso de reproducción de la ideología y de la disputa por ella, es decir, en la disputa por la hegemonía. La cultura, entonces, no es apolítica, sino que está atravesada por las relaciones de poder, de dominación y de resistencia, de hegemonías y contrahegemonías.

“El surgimiento de la comunicación masiva –escribió John B. Thompson– se puede entender como la aparición en la Europa del siglo XV y comienzos del XVI de una serie de instituciones relacionadas con la valoración económica de las formas simbólicas y con su circulación extendida en el tiempo y el espacio. A partir del rápido desarrollo de estas instituciones y de la explotación de nuevos recursos técnicos, la producción y circulación de las formas fue mediada cada vez más por las instituciones y los mecanismos de comunicación masiva. Este proceso irreversible de mercantilización de la cultura acompañó el surgimiento de las sociedades modernas, las constituyó en parte y las definió, también en parte como modernas.”

La competencia e interacción entre formas simbólicas (cultura) forma parte de la disputa por la hegemonía. No hay así dialecto, conversación, relato o texto periodístico, académico, literario o producción artística que no necesite, para ser comprendido, ponerse en relación con la estructura asimétrica, jerárquica, excluyente, de la sociedad moderna. Es decir, hoy ningún análisis de la cultura puede prescindir de verla y leerla inserta en las relaciones de poder que prevalecen en la sociedad actual.

De esta manera, el Thompson retoma con nuevos enfoques algunas preocupaciones clásicas de la teoría crítica (Adorno y Horkheimer, Marcuse, Fromm, Benjamin), tratando de hacer justicia a la complejidad del tema, por ejemplo, recurriendo al concepto de “campo” de Pierre Bordieu, para ubicar en él a los actores, productores y receptores de bienes culturales,  y su interacción en la disputa por recursos y “capitales”, tanto económicos como simbólicos, es decir, el valor económico que se le atribuye o reconoce a los productos culturales y el valor o negación de valor en términos de legitimidad o prestigio de producciones culturales entre los actores que comparten y diputan en el campo social respectivo a la cultura.

Y recordemos que prestigio es una de las formas de entender que algo es hegemónico. La disputa por el prestigio, de discursos, textos, obras, puestas en escena, músicas, es parte de la disputa de por la hegemonía (ser popular, conocido, famoso, aplaudido, deseado, aprobado) y obedece no solo a leyes de mercadotecnia, sino también a luchas ideológicas, por caso: exaltando al individuo y su irreductibilidad, según la ideología burguesa liberal, o proponiendo lo colectivo y lo comunitario, lo común.

Así por ejemplo, la arquitectura y el urbanismo estándar promueven la vivienda unifamiliar y, con ello, la familia nuclear (“la familia pequeña vive mejor”), en detrimento de la familia extensa (que puede incluir abuelos, tíos, sobrinos, primos…) para perpetuar la fragmentación individualista. Y en lo urbano, la arquitectura y el urbanismo hostil, que mediante picos metálicos y recursos semejantes impiden el uso de bancas, parques o espacios abiertos como espacio público, Por ejemplo, poniendo jardineras en las plazas públicas u otros objetos que la inutilicen para la reunión masiva de protestas, manifestaciones, mítines de grupos indígenas, mujeres, trabajadores, o actividades económicas populares, como tianguis y mercaditas.

La defensa del espacio público como patrimonio cultural de todos (común) va a contracorriente de esa hegemonía de lo privado y excluyente, a promover el valor de uso por sobre el valor de cambio y promover lo público y colectivo por encima de la privatización o el uso patrimonialista de la ciudad y el territorio por un gobierno o partido.

Es solo un ejemplo posible, porque la cultura siempre está en el ojo del huracán de la disputa por la hegemonía en Internet y redes digitales, cine, radio, televisión, libros, revistas, cómics, canciones, bailes, teatro, murales, carteles, graffiti, adivinanzas, chistes, giros idiomáticos, maneras de vestirse o peinarse, desde lo masivo hasta los nichos minoritarios de productos “de culto”.

John B, Thompson, (2002), Ideología y cultura moderna, Teoría crítica social en la era de la comunicación de masas, México, UAM Xochimilco.

Fuente de la información :  https://zapateando.wordpress.com

Fotografía: Concepto.de

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Entrevista a Mickaël Correia: «Una carrera de cabeza hacia la mercantilización extrema del fútbol”

MUNDIAL DE QATAR/ JULIEN SALINGUE

Julien Salingue: No es la primera vez que un gran acontecimiento deportivo, como los Juegos Olímpicos o la Copa del Mundo, suscita polémica, pero realmente tenemos la impresión de que esta competición en Qatar está cristalizando muchas cosas, muchas críticas.

Mickaël Correia: Es cierto que, si se compara con el último Mundial de Rusia, con un Putin que fue considerado, poco antes del evento, como el carnicero de Alepo en Siria, y en el que todo parecía olvidado de repente, esta vez está ocurriendo algo sorprendente. Como dices, hay algo que cristaliza con Qatar. Para mí hubo dos puntos de inflexión: uno social y otro ecológico.

El punto de inflexión social fue la famosa investigación de The Guardian sobre los 6.500 trabajadores muertos en los estadios de la Copa del Mundo, que supuso un auténtico shock para mucha gente. Así que es cierto que hay un poco de hipocresía porque podemos estar seguros de que también hubo muchas muertes durante los Juegos Olímpicos de Pekín, salvo que de allí no supimos nada en absoluto (cuántas muertes hubo, cuántas personas fueron internadas, cuántos uigures fueron explotados…), dado el hermetismo del régimen. Pero bueno, la investigación de The Guardian supuso un electroshock, aunque cabe señalar que ello no permite hablar necesariamente del problema global de los trabajadores migrantes en Qatar (90% de la población, casi un millón trabajando en la construcción).

El segundo shock está más relacionado con la cuestión ecológica. En cuatro años, este tema, en particular el del clima, está muy presente en la opinión pública, sobre todo en Europa. Y desde este punto de vista, este tipo de mega-evento tiene cada vez menos sentido, y además no sólo afecta a Qatar, también lo podemos ver en las críticas que se están vertiendo sobre los Juegos Olímpicos de 2024 en París. En Qatar, esto se ha centrado en algo simbólico: los estadios con aire acondicionado. Evidentemente, es importante, pero es un poco como los obreros muertos en las obras: siete de los ocho estadios van a estar climatizados y, evidentemente, es un despilfarro desde el punto de vista ecológico, pero en realidad el verdadero horror climático se encuentra en la huella de carbono de este evento, que acabamos de ver que fue subestimada, ya que hablamos de seis millones de toneladas de CO2 en lugar de los tres millones anunciados por la FIFA. Y, de hecho, la culpa la tienen principalmente los 100 aviones, que van de un lado a otro cada día, sobre todo entre los países vecinos y Doha.

Así que estos dos elementos han contribuido a la cristalización de las cosas, y a eso podemos añadir lo que ha estado ocurriendo en el fútbol durante los últimos tres o cuatro años. Asistimos a una huida hacia adelante, e insisto en la palabra, no es una deriva, es una huida hacia adelante, en el campo de la comercialización extrema del fútbol. Y aquí hemos llegado a puntos que rozan el absurdo: ocho estadios en una ciudad de 800.000 habitantes, hacer jugar a los futbolistas en invierno, en plena temporada de fútbol, todo eso es absurdo… Es una expresión de dónde está el fútbol industrial hoy en día: la aseptización del fútbol, la represión de los aficionados, la monopolización de la riqueza por unos pocos grandes grupos. Frente a esto, hay un creciente enfado que también se expresa en relación con este Mundial, y esto también se puede ver en las gradas, del lado de los aficionados, con pancartas en muchos países que dicen «Boicot a Qatar», lo que demuestra que no es sólo una crítica generalizada que viene de los intelectuales, sino que también viene de los estadios.

S.: Y también está la dimensión de la corrupción, relativa a la atribución de la Copa del Mundo a Qatar, con algunos franceses prominentes, ¿incluido un tal Nicolas Sarkozy

C.: Es cierto que en Francia esta dimensión está presente, en otros países no lo sé. Sarkozy ha sido citado en una causa judicial sobre la adjudicación del Mundial a Qatar; Michel Platini también y Zinedine Zidane, que es el embajador de Qatar, lo que ha disgustado a mucha gente, incluso a mí mismo. En lo que respecta a Francia, también podemos constatar que hay más de 200 expertos en seguridad, fuerzas policiales, que van a Qatar, con un contrato firmado bajo el mandato de Hollande, de colaboración para gestionar la represión policial. Si se juntan todos estos elementos, se puede decir que Francia es prácticamente coorganizadora de este evento en Qatar: ayudó mucho en la adjudicación de la Copa del Mundo, actúa como portavoz con figuras como Zidane, y cogestiona la seguridad…

Y añado que todo esto también pone de manifiesto la impunidad de las autoridades futbolísticas, de la FIFA, que sigue haciendo su negocio a pesar de todos los casos de corrupción que se arrastran desde hace diez años, en particular el asunto Sepp Blatter [presidente de la FIFA de 1998 a 2015, implicado en casos de corrupción, sobornos, etc.]. Y lo mismo ocurre en Francia y en la Federación Francesa de Futbol, con los casos que han salido a la luz, incluida la violencia sexual, y esta impunidad general que subleva a los amantes del fútbol.

S.: Decías que entre los hinchas, en las gradas, también se expresa el enfado, llegando algunos a abogar por el boicot…

C.: Sí, se está expresando. Se puede hacer de forma muy sencilla, con una gran pancarta «Boicot a Qatar», que hemos visto en todas partes durante el último mes. En este caso, hay que ver que está muy ligado al discurso de los aficionados ultras, al discurso anti-FIFA, con el lema «FIFA: mafia», y digamos que el Mundial de Qatar es una buena oportunidad para dar contenido a este discurso, señalando con el dedo a la FIFA, que intenta apoderarse del fútbol.

Lo que esto muestra es también la relación de la FIFA con los regímenes no democráticos. La FIFA siempre se las ha arreglado para celebrar eventos de este tipo, sobre todo Mundiales, en [países con] regímenes autoritarios. No olvidemos esta declaración de Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA que en 2013 dijo: «A veces es preferible un nivel de democracia más bajo para organizar un Mundial.»

Así que existe esta crítica que se expresa en las gradas, y también hay muchas iniciativas que se están poniendo en marcha en toda Francia, una especie de contraprogramación, con muchos debates, de nuevo a iniciativa de los grupos de aficionados. Es interesante ver cómo lo que podemos llamar, con muchas comillas, la «gente de las gradas» se está apoderando de esta cuestión, en las gradas y en otros eventos. Esto está muy lejos de la hipocresía de algunos ayuntamientos, en las grandes ciudades, que explican que no van a poner una pantalla gigante, que es una forma cómoda y fácil de revestirse de virtud.

S.: Especialmente Anne Hidalgo cuando se piensa en los vínculos PSG-Qatar…

C.: Sí, es evidente que también…

S.: Y si nos situamos, digamos, en el punto de vista de Qatar… Sabemos que los Emiratos, Arabia Saudí y las monarquías del Golfo en general tienen una política de soft power ofensiva para vender su imagen a nivel internacional, especialmente a los países occidentales: promoción del turismo, uso de influencers, etc. ¿Qué papel desempeña la Copa del Mundo en esta estrategia para Qatar?

C.: Para responder a esta pregunta, hay que recordar, en primer lugar, que estamos en plena crisis energética. Y para un cierto número de países, especialmente Francia, es difícil boicotear a Qatar, que es uno de los mayores productores de gas del mundo. Recientemente, Alemania ha firmado un enorme contrato de suministro de gas con Qatar, y en Francia tenemos a Total, que también ha firmado un enorme contrato para explotar uno de los mayores yacimientos de gas del mundo… Así que ya estamos en esta situación: hoy necesitamos que Qatar nos suministre energía.

En realidad, es un largo camino el que ha llevado a la concesión de la Copa del Mundo a Qatar, y a que ésta se celebre realmente allí. Es una larga operación de seducción que viene desde los años 2000, y más aún en 2010: la compra del PSG en 2011, el mecenazgo artístico, en particular en los grandes museos, los contratos energéticos, las esferas de los influencers de Instagram, el poder blando también en los barrios populares… Y está funcionando.

Hay que ver que en las críticas a esta política de Qatar puede haber algo peligroso, cierto tipo de islamofobia, y Qatar juega muy bien con esto, diciendo: tenéis una visión demasiado europeísta y etnocéntrica.

Si queremos anclar todo esto en la dimensión geopolítica, económica e incluso climática, tenemos que entender que se trata de un país muy pequeño, que es un gran productor de petróleo y gas, que sabe que, dentro de unas décadas, sus reservas, sobre todo de gas, se agotarán, y que por lo tanto necesita invertir su capital en diversas fuentes de ingresos. En este sentido, Europa, y especialmente Francia, son verdaderos territorios de inversión para ellos, y el Mundial sirve para limpiar la imagen de un país antidemocrático y autoritario enviando este mensaje: somos un Estado que evoluciona, podemos ser buenos socios comerciales, así que no cierren la puerta a nuestras inversiones; al contrario, ábranla.

Mickaël Correia, periodista y escritor, autor de Una historia popular del fútbol. Asturias: Hoja de Lata (2019).

https://lanticapitaliste.org/arguments/societe/entretien-une-fuite-en-avant-dans-le-domaine-de-la-marchandisation-extreme-du

Traducción: viento sur

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Organizaciones sindicales reivindican la mejora de las condiciones laborales en la universidad durante la cumbre de Unesco en Barcelona

Por:

  • La capital catalana acoge estos días la tercera Conferencia Mundial de Educación Superior (WHEC2022) de Unesco con el objetivo de «remodelar las ideas y prácticas en la educación superior para garantizar el desarrollo sostenible para el planeta y la humanidad». La Internacional de la Educación, de la mano de CCOO exigen hablar, entre otros temas, de las condiciones laborales de PDI (personal docente e investigador) y PAS.

El empeoramiento de las condiciones laborales del personal docente e investigador, también del de administración y servicios, no es ninguna novedad desde hace algunos años. Numerosas han sido las informaciones desde, sobre todo 2010, que han dado la voz de alarma sobre salarios irrisorios y condiciones draconianas para el personal que da clase e investiga en las universidades españolas.

Se trata de una situación que no afecta, ni de cerca, solamente a España, sino que es una tendencia bastante extendida en otros países, de nuestro entorno cercano, pero no solo. También en América Latina la situación del profesorado universitario es precaria. Entre otros motivos, por la privatización de este sector educativo. La región sudamericana es, en el mundo, la que mayor tasa de privatización de universidades tiene. Al menos, así lo ha asegurado Yamile Socolovsky, responsable de Educación Superior e Investigación de la IE en América Latina (IEAL).

Tanto ella como David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación (IE) y Encina González, secretaria de Universidad e Investigación de FECCOO Estatal han celebrado esta mañana una rueda de prensa en Barcelona en el marco de la celebración de la Conferencia Mundial de Educación Superior de Unesco. El motivo, señalar algunos de los problemas más importantes de la educación superior que, según han comentado, parece que quedarán fuera deprograma de la Conferencia.

Problemas

Los problemas de la universidad, desde el punto de las centrales sindicales, se encuentran principalmente en la pérdida de condiciones dignas de trabajo en el personal docente de los centros de educación superior. La precarización de este sector supone, como explicó González, que en España no sea hasta los 45 años que alguien ve estabilizada su carrera profesional en la universidad. Esta es la razón de que sea complicado que la educación superior atraiga a personas jóvenes que hagan el relevo necesario.

Salarios bajos y concatenación de contratos temporales que, como explicaron tanto González como Edwards afecta principalmente a las mujeres, que se llevan la peor parte. Como comentó la responsable de CCOO, además de esto, ellas publican sus investigaciones en revistas más prestigiosas que ellos pero tienen menos citas (cosa que impacta también en sus condiciones de trabajo).

La mercantilización es otro de los problemas que han señalado los tres líderes sindicales. Uno de sus puntos importantes está relacionado con los requisitos, tanto en España como en buena parte del mundo, de que el personal docente e investigador, realice publicaciones en revistas prestigiosas e indexadas. Algo que repercute en sus condiciones salariales. Esta circunstancia supone que, explicó Socolovsky, que unas pocas editoriales de estas mismas revistas reciban importantes cantidades de dinero público que se paga para que este personal pueda publicar el resultado de sus investigaciones. En muchos casos, además, estas mismas editoriales cobran importantes sumas de dinero para permitir que otras y otros investigadores puedan leer estos mismos artículos.

Además de esta situación con las revistas indexadas, la situación de la pandemia y el cierre de centros universitarios durante varios meses en todo el mundo obligó a lo que en su momento el ministros Castells llamó enseñanza híbrida, es decir, a que las universidades rápidamente intentaran responder a esta situación a través de la digitalización de sus cursos. Una digitalización acelerada que, como denuncian los sindicatos, ha supuesto que muchas empresas tecnológicas hayan aprovechado para hacerse con parte de un nicho de mercado que mueve muchos millones de euros anualmente.

Como explicó Encina Gonzáles, la «digitalización ha consistido en poner lo mejor de cada quien sin que haya garantía de calidad de la enseñanza», a lo que se suma un sobreesfuerzo continuado durante muchos meses, una cierta exposición de la vida privada del profesorado y un empeoramiento de las condiciones de trabajo.

A esto, Edwards unió el negocio que supone «la recolección de datos a través de la huella digital del alumnado»; una huella que se produce por el uso de aplicaciones y redes privadas en vez de públicas y basadas en código abierto. Para él, los gobiernos deben proteger al alumnado y «deben ir más allá del enfoque comercial basado en datos».

Finalmente, el otro gran problema señalado por los representantes sindicales es la privatización de la universidad. Por una parte, con la proliferación de una gran cantidad de centros universitarios creados y gestionados por empresas privadas (como recordaja Yamile Socolovsky, América Latina es la región del mundo con más universidades privadas), como es el caso, como comentó Gonzáles, de Madrid y Cataluña en los últimos años.

Socolovsky sostuvo que es esencial una universidad pública «especialmente de los países de la región para superar obstáculos históricos que condicionan a nuestra población de llegar a condiciones dignas de vida».

Los tres dirigentes sindicales han exigido que estas situaciones tengan reflejo en el desarrollo de la Conferencia. Han denunciado que la agenda de este encuentro no es transparente y que no está claro qué tipo de declaración acabará publicándose una vez que termine y hasta qué punto la Unesco se verá obligada a seguirla.

Por eso han pedido tener más espacio en su desarrollo y que cuestiones relacionadas con la inversión pública o la mejora de las condiciones de trabajo (dignas y en libertad) tengan un peso importante en los debates.

LOSU

Sobre el nuevo anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario que presentó hace unos días el ministro de Universidades, Joan Subirats, Encina González ha asegurado que todavía están valorando el texto pero que le parece «prolijo en ciertos temas y generalista en otros». Al sindicato le preocupa la financiación y el porcentaje sobre el PIB (que no se sabe si saldrá del Gobierno o de las CCAA) y que «se aleja de las medias de la UE y la OCDE».

También aseguró que queda perfilado todo lo que tiene que ver con el personal y se obvia la negociación con los representantes de los trabajadores. «No se constituye la mesa de negociación, dijo, y se deja en las CCAA la legislación».

González cree que esa posible desregulación por falta de claridad en el texto pueda suponer la creación de diferentes sistemas universitarios dependiendo de las comunidades autónomas, que no se contemple en el texto nada relativo al Estatuto del PDI o que haya poca definición en la posibilidad de que las matrículas sean gratuitas. También señala la preocupación de que el texto de la ley no haga un mayor control sobre la proliferación de universidades privadas y que, al no ser muy definida, sus desarrollos posteriores puedan suponer que se dé la vuelta al sentido del preámbulo de la ley.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/05/17/organizaciones-sindicales-reivindican-la-mejora-de-las-condiciones-laborales-en-la-universidad-durante-la-cumbre-de-unesco-en-barcelona/

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¡UNESCO … ASÍ NO!

Otras Voces en Educación 

El movimiento sindical, gremial y pedagógico, docente, estudiantil y de funcionarios de la educa- ción universitaria, académicos(as), investigadores(as) e intelectuales expresamos nuestra preocupa- ción por la agenda, contenido, proceso y ruta de la III Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES) a realizarse del 18 al 20 de mayo de 2022 en Barcelona, España. Nuestra posición se fun- damenta en las siguientes razones:

1. La UNESCO conformó un comité organizador de la III CMES que excluyó a las organizaciones naturales del mundo académico, gremial y sindical de docentes, estudiantes y trabajadores universitarios(as), a la par que hacía alianzas con sectores empresariales, corporaciones, capi- tal trasnacional educativo, bancas de desarrollo y filantropía vinculada al gran capital;

2. La agenda fue elaborada sin un proceso de consulta amplio y participativo. Se excluyeron te- mas de especial importancia como el mundo del trabajo docente en el siglo XXI, así como los procesos de privatización, mercantilización y desterritorialización que asedian a las universida- des en la sindemia del COVID-19. Los 10 puntos de la agenda de la III CMES abren peligrosa- mente las puertas a la lógica del mercado en la educación superior.

Una agenda para la III CMES construida desde la externalidad de la educación superior es una amenaza contra el pensamiento crítico y la autonomía universitaria a escala planetaria.
Se anuncia que la III CMES no tendrá una declaración final, por lo que su realización sin líneas claras de orientación estratégica puede servir para legitimar políticas neoliberales a profundi- zarse en la próxima década. Esperamos que esto se corrija en la propia III CMES

3. A horas de la realización de la III CMES no se han dado a conocer los documentos que respal- dan cada uno de los puntos de la agenda, soslayando el necesario debate de ideas previo a la cita de Barcelona. Nos preguntamos ¿Cuál es el motivo de tanto secretismo? ¿Conferencia Mundial sin documentos de trabajo?

De hecho, en la forma de plantear los temas de la agenda de la III CMES se evidencia una orientación de educación para satisfacer las demandas del mercado, algo que esperamos se conjure en el marco de las sesiones de la III Conferencia Mundial de Educación Superior.
En cualquier caso, consideramos que Barcelona 2022 no es un punto de llegada sino de parti- da para la construcción de resistencias educativas solidarias, emancipadoras y de defensa de la universidad pública. Seguiremos trabajando en el fortalecimiento del tejido social que lucha en favor del derecho humano a una educación pública universitaria gratuita, científica, popular y emancipadora.

¡¡¡ Si la UNESCO se entrega a los brazos del capital trasnacional que quiere convertir a la educación en una mercancía, les universitarios(as) juntaremos nuestras conciencias para defender el futuro de la educación pública universitaria!!!

Enrique Elorza, Centro de Pensamiento Crítico Pedro Paz. Universidad Nacio- nal de San Luis, Argentina
Florencio Díaz Pinzón, ASOPROF, Panamá
Hayah García, UPT “Clodosbaldo Russián, Venezuela

Luis Enrique Aguilar, Unicamp
Omar Hurtado Rayugsen, Instituto Pedagógico de Caracas / UPEL- Venezuela Emilio Beltrán Díaz, CNTE-México
Greti Richard, MS
Saúl Elizarraras Baena, La izquierda socialista
Flavio De Jesús Castillo Silva, Instituto Multieducativo Latino
Isaac Ángeles Contreras, CNTE , México
Federico Schuster, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Andrés Giura, Amsafe Rosario, Argentina
Alex Fergusson, Universidad Central de Venezuela
Larissa González, Red por los Derechos de la Educación
Edurne Alonso Fierro, BENUFF
Ezequiel Darío Alfieri, EIPHISTORICA-Argentina
María Mojica, ASOPROF- Educador Popular, Panamá
Eligio Moha Félix, Colectivo ECCE, México
Belén Tovar, UBV, Venezuela
Raquel Delgadillo Macías, MexEspArg, México
José Gregorio Oviedo Araujo, Universidad Nacional Experimental del Trans- porte , Venezuela
Javier Biardeau, UCV, Venezuela
José Armando Durán, Proyecto Radio Talento “”tu voz escolar”
Nancy Espasandin, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la Repúbli- ca Oriental del Uruguay
Luis Miguel Alvarado Dorry, CIIOVE
Fernando Santana, CEIPH, Argentina
Fanny Bruzual, Docente, Venezuela
Fernando Lázaro, CEIPH – UNLU, Argentina
Michel Mujica, UCV y MPPRE, Venezuela
Martha Rocío Alfonso Bernal, Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación – FECODE, Colombia
Gerardo Luis Martín Conde, Teoría y Praxis Sociológica AC
Jacinto Dávila, Universidad de Los Andes, Venezuela
Javier Córdova Iturregui, Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios

Ángel Rodríguez Rivera, Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios José de Jesús Valdovinos C, CINPECER CLACSO
Rosa Cañadell Pascual, SIEC, España
Fernando Bossi, Fundación Emancipación

Vladimir Laura Chambi, Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia
Jorge Gantiva Silva, SPU-TOLIMA. COLOMBIA
Faustino Pineda De La Cruz, Secretaria de Educación Superior SEP, México Marcos Vinicio Sandino Montes, UNAN-León

Jurjo Torres-Santomé, Universidade da Coruña, España
Mercedes Martínez Padilla, Federación de Maestros de Puerto Rico
Selene Kareli Zepeda Pioquinto, Universidad Pedagógica Nacional, Colombia Lourdes Velásquez de Urbáez, Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación
Melquiades Alonso, Universidad Nacional de Asunción
Tarek Aboaasi, CIM y UPTP JJ Montilla
Miguel Rivera, Federación de Maestros de Puerto Rico
Carmen Fonseca Cuenca, Presidenta ASPU UPN
Laura Aragone, UNR. Argentina
Marcelo Pucheta, Argentina
Faustino Celestino Martínez, CNTE NUEVO León-Maestros de Nuevo León Jesús Delgado Mendoza, Sindicato de la Uptm
Gustavo Teres, AMSAFE .Asociación del Magisterio de Rosario. República Argentina
Juan Aguilar Díaz, AEVE Panamá
Daniela Barruel, Movimiento por la Unidad Docente
Jorge Enrique Briones Vega, Movimiento por la Unidad Docente
Rosa Zunilda Miranda, SIPROTRASO PY – Acción Sindicalista Clasista
César Rodas, Tapea, Red por el derecho a la Educación
Pedro Urbina González, Falcón. Venezuela
Ana Bordón, SITRAFACSO, Paraguay
Luisa Ocariz, SITRAFACSO, Paraguay
Nancy Merlo, Universidad Nacional Experimental del Magisterio Samuel Ro- binson, Venezuela
Rodulfo Humberto Pérez Hernández, Centro de Estudios Simón Bolívar, Ve- nezuela
Mirtha Maldonado Acción Sindical Clasista
Leopoldo Múnera Ruiz, Universidad Nacional de Colombia
Ariel Soto Callisaya, Magisterio
María del Carmen López Vásquez, Centro de Estudios MAEEC ; México

Silvia Beatriz Paulín Méndez, MAEEC MEXICO.
Miguel Erasmo Zaldivar Carrillo, Centro de Estudios MAEEC-CLACSO, México Claudia Monreal Mijares, Colectivo Kaichuk Mat Dha, México
Mireya Zarate Velasco, MAEEC, México
Sylvia Hernández Fernández, Sección 22, Universidad del Pueblo
Luis Gustavo, ¡No a la privatización!
Ricardo Torres, Kaichuk Mat Dha, México
Guadalupe Ramos Ortiz, MAEEC, México
Elizabeth Lorenzana Albino, Jubilados
Rubén Darío Merlin Vásquez, MAEEC Oaxaca, México
José Luis González, Movimiento Pedagógico Dignidad Magisterial Venezuela Emilio Becasis, Secretaría de Nivel Superior Amsafe Rosario; Argentina Teresa Margarita Rivas Soto, Kaichuk mat dha, México
Guadalupe Camargo, AEVE, Panamá
Lorena Gordillo, FADIUNC/ Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza-Argentina Maricela López Ayora, Independiente
Adriana Natividad Salazar, Sección XXII, México
Cristina Nafissi, FADIUNC, Argentina
Myriam Barahona Torres, Federación Nacional de Asociaciones de Funciona- rios de la Universidad de Chile- FENAFUCH
Cira Novara, Savia. Paraguay
Celeste Houdin, Sindicato de Profesionales de Trabajo Social del Paraguay- SIPROTRASO PY
Delia Concepción Caceres, Sitrafacso, Paraguay
Evangelista Pereira, Sitrafacso, Paraguay
José Arnulfo Bayona, ANEP Bogotá, Colombia
Nelly Mosquera Z, Equipos Docentes de Colombia -regional Bogotá
Edilma Tigreros Bernal, ¡Hay que defender la educación pública!
Luis Carlos Hurtado Rojas, CCPASS
Sara Alonso, CIEH
Sara Catalina Viveros Granja, Fundeas, Colombia
Dorys Ardila, Gestapaz
Andrea Riascos, Batucada empoderada
María Limpia Díaz, SITRAFACSO , Paraguay
Guillermo Horacio Rodríguez Tobón, TERCERAA CIVILISTA – EKO-URBANISTICA Luis Carlos Salinas Traslaviña, Universidad del Tolima, Colombia
José Luis Medrano Torres, Taller de Construcción del Socialismo (TACOSO) María Isabel Moreno Martínez, Corporación José Marta”, Colombia
Flor María Barreiro, Gamvica
Ana C Castillo, Kuagro Ri Changaina
Osmar Sostoa, Sociedad de Escritores del Paraguay
Gonzalo Gámez, Monpeco
Sebastián Guerrero Lacoste, Escuela Pública Comunitaria – Chile
Liz Rocío Martínez Brizuela, Feupy
Trino Barrantes Araya, Lápiz Sin Permiso y afiliado al SINDEU, Costa Rica Esteban Beltrán Ulate, Partido Frente Amplio Costa Rica
Beatriz Aguero, Profesional independiente
Rafael Eduardo López Alfaro, UNED PRO, Costa Rica
Andrea Cuenca Botey, UNED, Costa Rica
Lupe Vásquez Martínez, Fundación Mundo Vital
Grace Venegas Bonilla, UNED, Costa Rica
María Gines Quiñonez Meneses, Corporación Colombia Visión Sur
William Hernández, Profesor Universitario UNEXCA, Venezuela
Cynthia Crespo, SINPAE
Eduardo Castillo A, UNED Costa Rica
Luis Alberto Muñoz Montero, Pensionado
Olga Rocío Uribe Parra, FECODE, Colombia
Rodrigo Antonio Campos Cordero, UNED (Costa Rica)
Jorge Orozco León, MAEEC, México
Luisa Paz Jiménez, Universidad Estatal a Distancia- UNED- Costa Rica
Aura Eraso, Corporación Nuevo Arco Iris _ Capítulo Nariño
María Luisa Niño Corredor, Asociación Distrital de Educadores, Colombia Viviana Ayde Vargas Rivera, Secretaría de educación del distrito
Dina Cabañas, Docente independiente
Deyanira Duque Ortiz, Asociación de servidores Públicos del ministerio de ciencia, tecnología e innovación
Darío Balvidares, Investigador en Política Educativa – Ciudad de Buenos Aires – Argentina
Lenny Patricia Calvache Castro, CORPORACION COLOMBIA VISION SUR Gilberto Mora Arcos, Universidad de Nariño. Docente Jubilado
Andrea Zilbersztain, Ceiph, Argentina
Luis Ardila, Independiente
Marlene Vázquez Salazar, Uned Costa Rica
Amanda Rincón Suárez, Codema – Cooperativa del Magisterio, Colombia Claudio Julián, Filósofo Universidad Nacional de Colombia”

…….Continúan más firmas (en depósito)

Luis Bonilla-Molina, Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación
Osvaldo Coggiola, ANDES, Brasil
Encarni Salguero Rodríguez, Federación de Enseñanza CGT, Estado español. Francisca Staiti, Secretaria General, CONADU-Histórica, Argentina

Claudia Baigorria, Secretaria de Formación, CONADU – Histórica, Argentina José Cambra, ASOPROF, Universidad de Panamá.
Luis Bueno Rodríguez, CNSUESIC, México
Luz Palomino, Profesora universitaria, Venezuela

Sócrates Silverio Galicia Fuentes, CNSUESIC, México (agrupa más de 50 sin- dicatos de docentes universitarios, profesionales de la cultura e investigado- res científicos)
Rose Mary Hernández, UNERG, Venezuela

Pedro Hernández, CNTE, Sección 9 Democrática, México
Fernando Abrego, ASOPROF, Panamá
Oscar Vallejos, Secretario Adjunto, CONADU-Histórica, Argentina
Luis Sánchez. AEVE, Panamá
Iolanda Segura, USTEC, Cataluña, España
Alfredo Velásquez, SUTEP. Perú
Marco Raúl Mejía, Movilización Social por la Educación, Colombia
David Lobao, SINASEFE, Brasil
Miguel Ángel Hernández Velázquez, Sindicato de Trabajadores del Instituto de Educación
Media Superior de la Ciudad de México (SITRAIEMS-CDMX), México
Vicent Mauri, Intersindical valenciana, España
Myriam Barahona, FENAFUCH, Chile
Eduardo González, Colegio de Profesores y Profesoras, Chile.

Peter McLaren, Universidad de Chapman, EEUU Laura Isabel Vargas, UNE, Ecuador
Gustavo López, ASPU.UPN, Colombia
Foro Venezolano por el Derecho a la Educación Sociedad Venezolana de Educación Comparada Carlos Bracho. OIREPOD, Venezuela

Rosemary Gómez Ularte, SINDEU, Costa Rica
César José Valdovinos Reyes, CINPECER Rius CLACSO México
Hugo Aboites, México
María del Carmen López, MAEEC, México
Eduardo Sánchez, FETRASUV, Venezuela
Sara López, SITRAFACSO, Paraguay
Laura García Tuñón, ENDYEP (Encuentro entre Docentes y Educadores Po- pulares) Argentina
Maruja Romero Yépez, Universidad Nacional Abierta, Venezuela
Carlos Munévar, Colectivo La Roja Colombia,
Bernardo Mancano Fernándes, Universidade Estadual Paulista – UNESP Jorge Antonio Patty Guzmán, Asociación de Sociedades Científicas de Estu- diantes de la Universidad Técnica de Oruro – Estado Plurinacional de Bolivia Henry Barco Melo, La Gotera
Angélica García, Docente, México
Fermín Carreño M, SIPAUAEMEX , México
Zuleika Matamoros, Marea Socialista, Venezuela
Jesús Campos, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Venezuela Débora Gribov Novogrebelsky, Universidad de la República Uruguay
Pedro Luis González Requena, Unellez, Venezuela
Fernando David García Culebro , Zona escolar 008, México
Eva Gómez, Docente Universitaria, México

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Evaluación de la calidad de la educación

POR: NOEL AGUIRRE LEDEZMA

Las más de las veces, la cotidianidad genera experiencias que motivan análisis y aprendizajes, así como contribuye a la construcción de teorías y propuestas, un ejemplo de ello se presenta en el blog de la Editorial Vicens Vives (2021), que como introducción a una entrevista a Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), coordinador del informe PISA (Programme for International Student Assessment) de la OCDE, textual dice lo siguiente: “Andreas Schleicher también conocido en Alemania como Mr. Pisa, contó en una entrevista a Deutschlandfunk que su maestro de primaria de la escuela estatal lo calificó como ‘No apto’ para estudiar secundaria. Su padre, profesor de pedagogía, no estuvo de acuerdo con el juicio, y decidió apuntar a su hijo a una escuela Waldorf. La decisión se mostró acertada: Schleicher no solo consiguió los mejores resultados en la escuela, sino que ganó un premio especial en el prestigioso concurso nacional ‘Jugend forscht’ (‘La juventud investiga’) por el desarrollo, junto a su primo, de un programa de reconocimiento de voz. Esta experiencia le mostró a Andreas Schleicher la importancia de no cerrar las puertas de la escuela a ningún estudiante, porque nadie puede saber con exactitud todo el potencial que se esconde en cada uno de ellos” (sic).

Este relato motiva a plantearse varios interrogantes. Entre otros, ¿qué explica que, al cambiarse de una escuela a otra, Schleicher no solo consiguió mejores resultados sino que ganó un premio especial?, ¿qué hubiese pasado con Schleicher si las evaluaciones fueran homogéneas?, ¿qué podría haber ocurrido si no hubiese acudido a otras alternativas?, ¿qué se puede deducir de esta experiencia para entender los procesos de evaluación en educación?, ¿el propósito de la evaluación es establecer rankings o para calificar a unos de buenos y a otros de malos? La evaluación, más de un sistema educativo, tiene distintas comprensiones, metodologías, alcances e implicancias; responde a un sinfín de experiencias institucionales y cotidianas que requieren análisis y debates en sus múltiples dimensiones. Es una invitación a dejar de hacer “opinática” y profundizar el estudio, debate y construcción de propuestas, mucho más de quienes en automático piden “PISA, PISA,…”

Eso explica por qué la evaluación de la educación en el último tiempo sufre un constante acoso de tendencias que son contrarias a postulados de educación liberadora y transformadora, corrientes favorables a la mercantilización y visión empresarial de la educación que al amparo de un supuesto criterio de mayor eficiencia del sistema deriva en evaluaciones que incorporan conceptos como privatización y competitividad; rendimiento académico, desempeño y competencias; estándares e indicadores como una manera solapada de imponer una lógica y concepción de educación. De esta manera, aparecen temas que pretenden convertirse en una moda antes que en una discusión de fondo sobre educación, como las evaluaciones internacionales con una visión homogénea o como las de calidad educativa que, en el marco del enfoque de capital humano, se concentran en la calidad del aprendizaje cognitivo de lo que ocurre únicamente en el ámbito de la escuela y aula reduciendo la concepción de educación a escuela, para colmo de carácter tradicional (Vega, 2014). Es tal la arremetida de estas corrientes que en tiempos previos a la emisión de resultados de las evaluaciones internacionales se comienza a buscar la “nota” de la evaluación para señalarlos en público: “éstos son los países, departamentos, instituciones educativas y estudiantes malos y éstos son los buenos”. Estas miradas sobre calidad educativa y evaluación en el sector educativo distorsionan el carácter de política pública y la constitución de una sociedad democrática, además que hacen olvidar la naturaleza de la educación.

Queda mucho por reflexionar, debatir, analizar y proponer. Es tiempo de “…evaluar la evaluación educativa” (Gentili, 2014), fortalecer la cultura de participación y evaluación de políticas públicas e impedir que la euforia evaluadora que “perjudica a nuestros hijos y empobrece nuestras aulas” se consolide. No olvidemos que “La evaluación se comprende como un medio: el acento está puesto en los fines formativos y pedagógicos” (OREALC/ UNESCO Santiago, 2020). En el tema hay mucho que decir, seguiremos debatiendo en próximos artículos.

Noel Aguirre Ledezma es educador popular y pedagogo. Fue ministro de Planificación del Desarrollo y viceministro de Educación Alternativa y Especial.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

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