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Fabio Arias: “No más estigmatización al sindicalismo” Fabio Arias, nuevo presidente de la CUT. Argentina

abio Arias es el nuevo presidente de la CUT. Aquí reproducimos esta entrevista cortesía del Semanario Virtual Caja de Herramientas de la Corporación Viva la Ciudadanía.

Por Álvaro Ortiz RamosEditor Semanario Virtual Caja de Herramientas

Tras las elecciones del pasado 26 de mayo, la Central Unitaria de Trabajadores – CUT eligió su nuevo Comité Ejecutivo Nacional para el periodo 2023 – 2027, que estará a cargo de la representación de los trabajadores afiliados en los diferentes espacios donde tiene presencia la Central.

El cuyabro –nació en Armenia, Quindío– Fabio Arias Giraldo, fue elegido presidente de una de las más grandes e importantes organizaciones sindicales del país fundada en 1986.

Fabio Arias es Ingeniero Químico de la Universidad Nacional de Colombia, integrante del Comité Ejecutivo de la CUT por varios periodos, ex presidente nacional del Sindicato del Sena, Sindesena. Además, ha sido representante de los trabajadores por la CUT en la Comisión Nacional de Concertación y en la Conferencia Internacional de la OIT, delegado de la CUT ante la Confederación Sindical Internacional, CSI y la Confederación Sindical de las Américas, CSA. También ha sido miembro del Consejo Directivo Nacional de Sena y comentarista en programas de opinión.

Arias dialogó con el Semanario Virtual Caja de Herramientas acerca de sus expectativas como presidente de la CUT, sobre la reforma laboral, sobre la paz y los diálogos con el ELN, entre otras cosas.

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¿Quién es Fabio Arias?

Fabio Arias es un dirigente sindical que nació como tal en el sindicato del Sena por allá a principio de los años ochenta. Fui presidente nacional de ese sindicato. Allí aprendí todos los intrilingües de lo que es una organización sindical y más o menos su propio ajetreo.

¿Cómo se dio su paso a la CUT?

Yo fui despedido del Sena, que era donde trabajaba –trabajé como 15 años allá– alrededor de unas huelgas que hicimos, ya una vez ganada la ley de iniciativa popular por la cual derrotamos la privatización del Sena con los decretos que hizo César Gaviria al amparo de la Constitución del año 91. La Constitución del 91 tiene una serie de venenos tenaces, uno de esos fue darle facultades extraordinarias y amplias al presidente de la república para que privatizara entidades, privatizó 64 de un sólo jalón, entre esas estaba el Sena. Producto de ese trabajo, hicimos algo que se llamó el Comité Nacional pro-Defensa del Sena, logramos hacer una ley de iniciativa popular –la primera que se ha hecho en el país con base en la Constitución– y, posteriormente, a pesar de que ganamos la ley de iniciativa popular, la administración –que era típicamente neoliberal–, siguió cerrando centros de formación profesional.

Nosotros nos opusimos al cierre de 17 centros, hicimos una huelga y nos despidieron a cuatro personas del Comité pro-Defensa por esa huelga. Entonces de ahí salí y obviamente que ya me quedaba muy difícil buscar empleos o en el sector público o en el sector privado y evidentemente me fue muy difícil. Entonces le seguí apostando más bien al sindicalismo. Se me dio la oportunidad de encabezar una lista para el Comité Ejecutivo de la CUT, la encabecé, logré salir y ahí sigo. Eso fue en el año 98.

¿Cuáles son sus expectativas como nuevo presidente de la CUT?

La expectativa que yo tengo en la CUT es contribuir, obviamente desde mi posición de presidente, a que la política que hoy viene desarrollando la CUT se consolide. Y eso pueda representar un fortalecimiento real y material de la afiliación sindical. Para mí esa es la expectativa más importante que tengo. Lo digo porque la política de hoy, que es una política alrededor de un gobierno del cambio, donde evidentemente los temas de la estigmatización y la persecución abierta y desembozada, que hacían los gobiernos y les permitía obviamente a los empresarios profundizar en esa persecución, pues limitaba mucho las posibilidades de crecimiento. Yo aspiro que en estos cuatro años se pueda consolidar un ambiente político propicio para que no haya más estigmatización y se pueda controlar al empresariado desde el Ministerio del Trabajo y eso nos permita a nosotros un mejor ambiente para que la gente se afilie a los sindicatos y podamos salir de esa marginalidad en que estamos de afiliación sindical.

Se cae la reforma laboral que ustedes apoyaban ¿cuál es el paso a seguir?

Primero volverla a presentar. Es decir, nosotros creemos que, si bien es cierto se cayó porque no hubo un ambiente político propicio para eso, creo que estamos obligados a persistir en eso. Por más –ahí sí como se dice– difícil que esté el ambiente, inclusive se puede agriar más. Pero es un punto de contradicción con el empresariado, con los partidos del establecimiento neoliberal, con los partidos de la extrema derecha, que evidentemente lo más conveniente es que se vuelva a presentar. Porque se vuelven un punto de diferencia entre lo que es el gobierno del cambio y lo que son los viejos poderes y las viejas castas neoliberales que en el país existen.

Entonces para nosotros es eso.

Y se vuelve una oportunidad para movilizar a la población en ese sentido. Políticamente puede ser muy bien aprovechable en el sentido de que en el horizonte muy próximo están las elecciones territoriales del 29 de octubre. Este va a ser entonces un buen escenario político para mover obviamente al electorado hacia respaldar el cambio y, obviamente enrostrarles a estos señores que sus políticas son absolutamente contrarias a lo que definió el pueblo colombiano desde que eligió a Gustavo Petro.

¿Cuál es la posición de la CUT frente a los diálogos con el ELN? ¿Los apoyan?

La CUT desde que nació, nació con una consiga general que dice: solución política negociada del conflicto armado. Esa es una expresión que más o menos muestra cual ha sido la posición histórica de la CUT, sobre el tema del conflicto armado en Colombia: solución política. Es decir, diálogos y negociación.

Entonces esta negociación con el ELN también la estamos respaldando. Nos hemos llenado de mucho optimismo en esta negociación, con el acuerdo sobre el cese bilateral al fuego y obviamente la política de participación nacional que se desprende también de ese acuerdo, nos parecen cosas muy buenas.

Pero debo decir que –ya una afirmación aquí muy particular– creo que esta es una oportunidad histórica que tiene el ELN para verdaderamente hacer una buena negociación con el gobierno y desatar ese largo periodo de conflicto que obviamente se volvió anacrónico en el planeta y debe ser resuelto lo más pronto posible.

¿Qué espera la CUT del gobierno?

Pues que mantenga en alto su programa de gobierno, que lo pueda ejecutar. Nosotros contribuiremos en uno y otro sentido, a que lo mantenga y a que lo pueda ejecutar. Y en todas las ejecutorias nosotros aspiramos a que el gobierno piense y tenga en cuenta que el movimiento sindical es un aliado de él y que podamos desarrollar de manera conjunta muchas acciones.

Tenemos algunas observaciones sobre el gobierno, pero obviamente que esas son marginales frente a lo que nosotros aspiramos que es. Esperamos es que haga más, por supuesto, pero que lo haga de manera más eficaz, de manera más oportuna. La paquidermia burocrática del estado es una cuestión bastante lenta, que también está afectando ya al gobierno. A este gobierno lo está afectando, y creo que el gobierno debería revisar exactamente cómo hace que sus operadores sean mucho más diligentes y oportunos en la ejecución, inclusive presupuestal, que ya hay retrasos frente a eso y cuando no pocas –hay sí como se dice– negligencias. Pero lo otro es que tiene que sacar a toda esa casta de la tecnocracia neoliberal de todos los partidos políticos del establecimiento neoliberal y muy especialmente a los de la extrema derecha que no dejan hacer nada.

Acompañaremos las propuestas que verdaderamente generen cambio. Para nosotros es la movilización social, el respaldo a ellos, tener una mejor interlocución con el gobierno directamente que a veces no la tenemos. Y creo que en esas condiciones podríamos avanzar ambos.

¿La CUT goza de buena salud? ¿No tienen conflictos internos?

La CUT es una central pluralista, por tal motivo siempre tendrá contradicciones y debates internos, eso es apenas lógico y normal. Lo vemos es como, más bien como un factor positivo para que la CUT pueda dimensionar qué hacer y qué no hacer. No basta en que hay algunos unos sectores –obviamente– que están muy contrariados con el gobierno, digamos que el mayor problema que tiene hoy la CUT –si es que es un problema– es un pequeño sector que sigue pensando que no se puede respaldar a ningún gobierno, que, si se le puede hacer oposición a los gobiernos, pero que desde la autonomía y la independencia no se puede respaldar un gobierno. Eso es absolutamente absurdo, pero además absolutamente inoportuno e inconveniente. No puede ser que alguien empieza –hay si como se dice– a definir políticas contrarias al modelo neoliberal, lo que yo llamaría la inflexión en la aplicación del modelo neoliberal, uno no contribuya a que eso suceda. El movimiento sindical en general y los trabajadores vinimos fue a transformar y a cambiar el mundo, eso es lo que siempre nos hemos dicho. Aquí hay oportunidad pues pa´ cambiarlo un pedacito. Pero no podemos renunciar a ese pedacito ni de riesgos.

¿Cómo quisiera Fabio Arias ser recordado?

Como una persona que contribuyó a la transformación y al cambio. ¡No más!

Un mensaje para la ciudadanía, para el sector sindical.

Que acompañemos de forma…con compromiso, con iniciativas, todas las actividades progresivas que este gobierno está desarrollando y que no dudemos un minuto en su respaldo y en su acompañamiento en las calles, porque al final esto se va a resolver nuevamente en las calles.

Usted es ingeniero químico y fue docente ¿no extraña volver a serlo? ¿no quisiera volver a la docencia?

Nooooo, para nada. Yo me siento muy bien en este…yo le digo a muchos compañeros: hace 25 años me extravié en el mundo de las actividades políticas y sociales, porque no son solamente sindicales o sociales sino también políticas, y creo ya no voy a renunciar jamás a eso. Me parece que he encontrado el momento en el que me siento mejor que en cualquier otra parte y ahora que soy presidente mejor… ja ja ja ja ja

Esta entrevista fue publicada en la Edición 831 – Semana del 1º al 7 de julio de 2023 del Semanario Caja de Herramientas de la Corporación Viva La Ciudadanía.

Fuente: https://ail.ens.org.co/entrevistas/no-mas-estigmatizacion-al-sindicalismo-fabio-arias-nuevo-presidente-de-la-cut/

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Lourdes Manrique: La educación Popular como alternativa ante el fenómeno del Neoliberalismo y la globalización

Desde el último cuarto del siglo XX una serie de transformaciones económicas, políticas y culturales agrupadas bajo el término globalización, habían ido adquiriendo un progresivo protagonismo en el conjunto de la sociedad. En nombre de la globalización se someten cada vez más espacios a la lógica mercantilista del beneficio económico, se privatizan empresas públicas y servicios sociales, se recortan los presupuestos del Estado de Bienestar, se exalta al consumidor en detrimento del ciudadano. La invocación a la globalización en el campo educativo hace que se impongan unos modelos dirigidos a satisfacer las necesidades del mercado. El conocimiento, la educación y la cultura funcionan, en la lógica del sistema globalizado, como mercancías. Para unos pocos, la globalización ha generado un escenario ideal , aumentar su riqueza y poder; para la inmensa mayoría de la población del planeta, la globalización ha supuesto mayores grados de exclusión, pobreza y desigualdad y, a su vez, anuncia nuevos referentes desde los que se organiza la vida social. Enfocamos el término globalización en sentido amplio y en sentido restringido. Cuando nos referimos al sentido amplio de la globalización, estaríamos hablando del capitalismo mercantil, que tuvo su primer signo expansionista en el siglo XV al traspasar las fronteras europeas hacia América en busca de materias primas y nuevos mercados. Si hablamos de la globalización en sentido restringido estaríamos hablando de la última etapa del capitalismo, pero también de la última fase del imperialismo. La globalización en sentido restringido tiene sus inicios después de la caída del muro de Berlín. Esta globalización tiene una sustentación ideológica y se expresa en lo que Ignacio Ramonet y otros analistas han llamado “pensamiento único”. Según Ramonet , el pensamiento único tendería a ser universal y expresaría los intereses económicos del capital transnacional, de los mercados financieros, los cuales estarían orientando y determinando el movimiento general de la economía; la competencia y la competitividad, aspectos que estimulan y dinamizan las empresas, el librecambio, la división internacional de trabajo. (Ignacio Ramonet) Consideramos, igualmente como importante que tales condiciones generan unas reivindicaciones laborables ínfimas, mayor desempleo y exclusión de los ciudadanos de los beneficios sociales: salud, alimentación y vivienda.

La educación popular

Es el pueblo mayoritario, con su experiencia, saberes y disposición al cambio, desde sus luchas y prácticas sociales comunitarias, quien puede construir y darle contenido a la auténtica educación. Entre todos (maestros-participantes-comunidades) debemos construir una ética social y colectiva que rompa con la ética individualista impuesta desde el poder que nos domina desde hace quinientos años, imponiéndonos unos antivalores que no se corresponden con los valores de nuestros pueblos originarios, reproduciendo el egoísmo, el individualismo, la visión étnica, racista, inhumana y excluyente. La educación popular aparece como la única y verdadera educación para un desarrollo integral y solidario de nuestros pueblos, por cuanto nos permitirá superar toda forma de explotación y de dominio, y nos orientará en la construcción de una sociedad basada en el trabajo de todos y todas, sin amos y sin egoísmo.

Implica utilizar el pensamiento crítico en el análisis de nuestra sociedad, para desentrañar y conocer la realidad tal como es, para descubrir y desenmascarar a las minorías que esconden sus intereses y privilegios, y para comprender que la riqueza de la minoría no tiene otro origen que la explotación a las mayorías. La educación Liberadora lleva en su esencia la Pedagogía del Sentimiento, el crecimiento comunitario y compartido del conocimiento, donde el diálogo de saberes nos ayuda a construir una nueva ciudadanía, y nos permite convertir todos los espacios de nuestra vida cotidiana en lugares de auténtica educación, para el crecimiento solidario y socialista: el hogar, el trabajo, la escuela, la calle, las visitas a los vecinos, las iglesias y capillas, las asambleas y los Consejos Comunales, las fiestas y celebraciones. Debe integrar la cultura, la espiritualidad, la ciencia y la tecnología, abrir espacios para todos los saberes, donde se puedan construir y reconstruir imaginarios en búsqueda permanente de nuestra identidad mestiza, integrada por nuestras culturas indígenas originarias, mezcladas con las europeas y nuestros ancestros africanos. Estas verdades de relación dialéctica entre educación y lucha social, largamente teorizadas, han tomado vida y forma concreta como consecuencia de la emergencia revolucionaria que vive América Latina. Ser, conocer, hacer y convivir, se ponen en práctica, está trabajándose hacia la formación del hombre integral.

Fuente: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/la-educacion-popular-como-alternativa-ante-el-fenomeno-del-neoliberalismo-y-la-globalizacion/

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Preguntas sin respuesta

Por: Vásquez Araya Carolina

¿Sabemos lo que creemos saber o es el efecto de la manipulación mediática?.

El frente de la nueva guerra, esa no abiertamente declarada pero que ha derribado todas las fronteras, somos nosotros y nuestra absoluta incapacidad para atisbar -en el veloz tráfago de información- en dónde está la verdad. No tenemos idea porque las fuentes desde las cuales emanan las decisiones y estrategias, nos son desconocidas. Ha sido tan hábil el modo como nos tienen convencidos de nuestra sapiencia, que aun las mentes más entrenadas se pierden en este laberinto de conspiraciones y entretelones políticos.

La verdad es la nueva utopía. El movimiento de tropas en Ucrania, las declaraciones de los líderes africanos, la creación de una moneda capaz de competir con el dólar o la zarpa de Israel detrás de todo el escenario bélico, compiten en atención con la nueva revolución francesa en su batalla contra el neoliberalismo, la cual amenaza con salirse de los moldes establecidos, si es que no los ha sobrepasado ya. En nuestro continente latinoamericano, el ruido más notorio procede del gobierno de México y las abiertas amenazas recibidas del Departamento de Estado por la audacia de su presidente al declarar la soberanía sobre sus recursos energéticos y minerales, litio a la cabeza.

El frente bélico está servido en las redes y en los medios comprometidos con el poder económico, desde los cuales emanan comentarios, hipótesis, supuestas revelaciones y toda clase de mensajes encubiertos para convencernos de una realidad paralela con respecto a la cual no existe certeza, pero tampoco los medios para contrastarla. Somos, en pocas palabras, víctimas de la desinformación institucionalizada y los pedacitos de realidad comprobable no son suficientes como para armar el rompecabezas.

Quienes lucen las agallas necesarias para enfrentar toda la basura que nos venden a paletadas, resultan -como Assange- víctimas de tortura, judicialización, persecución y muerte. El periodismo ético es combatido con saña y el gran público, ya entrenado para absorber y digerir lo que dictan los centros de poder a través del periodismo corporativo, agacha la cabeza y acepta resignado lo que sea con tal de no entrar en un estado de miedo e incertidumbre. Para constatarlo de primera mano ingresemos a las redes sociales en donde se exhibe, con toda su mágica envoltura, la alienación colectiva.

A los habitantes comunes, quienes no poseemos la llave de los grandes secretos como por ejemplo, la verdad sobre los ataques biológicos utilizados en todos los conflictos bélicos o los ensayos científicos perpetrados con la complicidad de los gobiernos sobre grupos humanos inocentes e indefensos, continuarán allí latentes como las grandes preguntas sin respuesta. Los métodos utilizados para mantenernos en la ignorancia no son secretos: responden a estrategias muy bien establecidas a través de políticas de Estado: desnutrición crónica, empobrecimiento de contenidos académicos, ocultamiento de episodios completos de la Historia de las sociedades, insistencia en el planteamiento ideológico de una Guerra Fría que sigue vigente y apoyo a gobiernos corruptos a cambio de su sumisión.

El frente de batalla, con nuestra presencia como la gran masa capaz de absorber sin chistar toda la mentira que nos quieran dar, se despliega en un escenario virtual en donde todo está mezclado y en el cual nada nos consta. Mientras tanto, el gran poder se asienta sin oposición alguna.

Somos la nueva soldadesca ignorante de su papel en una guerra ajena.

Fuente de información: www.carolinavasquezaraya.com

 

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Los fundamentos de la reforma de la educación media superior

Por: Gabriel Vargas Lozano*

Publicado en www.jornada.com.mx

La Subsecretaría de Educación Media Superior de la SEP ha publicado en su página oficial el documento Fundamentos del marco curricular común de la educación media superior. En él se exponen las ideas principales que han guiado la reforma que se presentó oficialmente el 26 de agosto pasado y que entrará en vigor el próximo año.

Según el documento, se pretende formar una nueva generación que desafíe los preceptos de la ideología del neoliberalismo, que comprenda en su complejidad el contexto social, económico y político donde se desenvuelve y haga uso del espacio público como el principal escenario para construir un mundo más justo, pacífico y sustentable (p. 5).

Expone lo que llama siete paradojas, aunque, a mi juicio, deberían llamarse principios normativos, que son: 1) crítica al modelo de competencias promovidas por la lógica del mercado. Ahora se pretende desarrollar otro modelo; 2) inclusión del docente en la educación; 3) vínculo de las instituciones educativas en una sociedad caracterizada por la heterogeneidad. Mientras el anterior plan se basaba en la globalización, ahora se basará en la localización que implica traer la comunidad a la escuela; 4) contra la meritocracia, porque dice que no hay piso parejo para los estudiantes y se cita al conocido filósofo estadunidense comunitarista Michael Sandel; 5) se refuta el menosprecio del que han sido objeto las carreras profesionales técnicas y tecnológicas como efecto de las dinámicas de mercado. Lo anterior está ligado a la meritocracia, la cual no sólo supone que aquellos que logran superar ciertas pruebas son merecedores de los mejores puestos y salarios (p. 15); 6) contra la vigencia de las calificaciones para medir avances en el aprendizaje; 7) fragmentación del conocimiento y por ello uso del método de transversalidad.

Luego se describe el currículo fundamental y el ampliado, y termina con una reflexión final donde se afirma que el marco curricular se fundamenta en un proyecto educativo que busca formar una nueva generación de personas libres de pensamiento; que revaloren de manera crítica el espacio de lo público y lo social, la colaboración y los valores éticos.

Como se observa, la nueva reforma pretende desligarse del neoliberalismo en su aspecto educativo y que estaba basado en una educación tecnocrática y mercantilista promovida por la OCDE, y que fue adoptada por los anteriores regímenes a partir de la idea que tenían de un país dependiente y subsidiario de las grandes trasnacionales (esto no se dice con claridad). Además, en ningún lado se menciona que uno de los fines de la educación debería ser la configuración de una auténtica democracia. Pero, además, el problema es el método para establecer una educación alternativa. Lo primero que debería haberse hecho es un verdadero diagnóstico sobre la educación a ese nivel. Este diagnóstico debería haber destacado sus problemas principales; en segundo lugar, se tendría que haber definido el tipo de persona y sociedad que se busca conformar en una sociedad plural y multicultural; profundamente desigual; en donde prevalece la discriminación de raza, género y clase; una sociedad dependiente de la economía estadunidense. Pero, además, no sólo se requiere definir los fines de la educación, sino aplicar un método pedagógico adecuado. En esta dirección se persiste en el método de transversalidad que disuelve el estudio de las disciplinas pretendiendo que con el análisis de una determinada problemática se logrará una formación sólida de los estudiantes. Nada más alejado de ello. Con tal método, el estudiante egresará del nivel medio superior con una concepción fragmentaria de la realidad y sin ninguna formación sólida que se debería adquirir mediante el estudio de las disciplinas completas. El análisis fragmentario que proponen podrá iluminar un problema determinado, pero deja en la oscuridad lo demás. Esto no quiere decir que no deba llevarse a cabo el análisis de temas en forma interdisciplinaria. La forma en que proponen la transversalidad fragmenta el conocimiento. Por otro lado, en lugar de referirse a las críticas a la democracia liberal de Villoro; la relación entre ética y política de Sánchez Vázquez; la concepción de García Canclini sobre la pluralidad cultural; la tesis del colonialismo interno de González Casanova o la visión del mundo de los pueblos originarios propuesta por Alfredo López Austin o la interacción dialógica entre estudiantes y maestros propuesta por Freire, se cita a Michael Sandel. Finalmente, se ha anunciado que su programa no será sometido a las pruebas piloto necesarias para corregir errores de aplicación, sino que se iniciará sin más. Esto significa que el experimento afectará a toda una generación con las consecuencias correspondientes.

Profesor-investigador del Departamento de Filosofía de la UAM-I y Observatorio Filosófico de México

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2022/09/14/opinion/022a2pol

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Entrevista a Jorge Alemán: «La presencia del odio es constitutiva del neoliberalismo»

Por: Oscar Ranzani

El psicoanalista advierte que el neoliberalismo «ya no busca legitimidad en las organizaciones institucionales»

Un panorama agudo tanto del discurso capitalista que abordó Jacques Lacan como de los discursos de odio en este presente argentino.

El prestigioso psicoanalista y escritor argentino Jorge Alemán se exilió en España en 1976, en plena dictadura argentina, y cuando el país ibérico hacía poco que iniciaba una transición a la democracia, después de casi cuarenta años del régimen dictatorial de Francisco Franco, quien falleció el 20 de noviembre de 1975. Alemán tenía 25 años. Desde entonces, vive en Madrid. Autor de numerosos libros que dan cuenta de un pensamiento que une psicoanálisis, filosofía y política, así como de libros de poesía, durante la segunda mitad de los ‘70 formó parte de la avanzada del psicoanálisis lacaniano en España y es unos de los intelectuales más consultados. Pero nunca se olvidó de su tierra. Por eso, cuando se le consulta en qué medida su teoría puede explicar lo que está viviendo la sociedad argentina, Alemán es capaz de trazar un agudo y lúcido panorama tanto del discurso capitalista que abordó Jacques Lacan, como de los discursos del odio en este presente argentino.

–¿En qué aspectos se cumplen las características del discurso capitalista del que hablaba Lacan en estos tiempos?

–En todos los aspectos. Es mi tesis. Hay una homología estructural entre el discurso capitalista y el neoliberalismo. El neoliberalismo es el triunfo, en términos heideggerianos, de la técnica. Es la idea de entrenar al cerebro a través de las estructuras cognitivas, las nanotecnologías, las redes informáticas. Es gestionar el cerebro como si fuera una empresa. A la vez, a toda la violencia del sistema, el neoliberalismo la intenta hacer pasar por la culpa del sujeto; es decir, el propio sujeto es culpable de todas las circunstancias adversas que le tocan vivir en este mundo. La idea es que cada sujeto considere su libertad en los términos de costo-beneficio. Todo eso ya estuvo previamente enunciado por Lacan cuando escribió el discurso capitalista. Habló del rechazo del amor; es decir, esta especie de management del alma que hay ahora con los términos empatía, autoestima, resiliencia que, en realidad, son términos que tratan de entrenar a los sujetos para que soporten cualquier cosa o para que la única realidad de esos sujetos sea su narcisismo. Lacan también en ese discurso anunció el plus de gozar, un término muy problemático. No está solamente en la clase dominante, sino que también juega su papel en los sectores explotados y en los sectores oprimidos. Basta ver cuando se dice que hay muchísimos sectores de la población en distintas partes del mundo que votan contra sus propios intereses. Si se leyera la estructura del discurso capitalista como corresponde se vería que no están votando contra sus propios intereses. Pero los intereses de los sujetos no son sus intereses vitales, no son los intereses del principio del placer, no son los intereses homeostáticos. Están en un más allá. Son intereses vinculados al goce. Y cuando se pone a los interese vinculados al goce todo se vuelve mucho más problemático. Uno entiende por qué en una villa miseria o en una favela hay intercambios de armas, marcas de todo tipo. Finalmente, hay un mercado. Las exigencias y los imperativos de rendimiento siguen funcionando en el corazón mismo de la pobreza.

–«Hay mucho miedo de que se ponga todo mucho peor de cómo está», le dijo usted a este cronista en 2017 cuando Mauricio Macri ya era presidente. Viendo los hechos sucedidos en los últimos tiempos, su análisis tenía un innegable carácter anticipatorio.

–Sí, se puso mucho peor. El mundo está mucho peor. Es decir, ha surgido a raíz de los efectos de destrucción en el discurso capitalista de los puntos de anclaje un tipo de subjetividad que no tiene dónde amarrarse, que flota, como diría Lacan; que no tiene un horizonte político en donde incluirse. Y el receptáculo de todo eso ha sido la ultraderecha. No hay que confundirla con las ultraderechas históricas. La ultraderecha es una agenda, no un partido político. Y es este híbrido de neoliberalismo y una estructura que está dispuesta a llevar adelante la destrucción de todos los lazos sociales, del sujeto, y transformar todo en una especie de performance y entrenamiento para los que pueda entrar al mercado o los que queden afuera.

–¿Y cómo analiza desde la teoría psicoanalítica los discursos de odio y por qué prenden en algunos sujetos de semejante manera?

–Si uno no tiene ningún legado simbólico, si a uno le han destruido el horizonte histórico en el que se podía reconocer, las pulsiones de muerte y las pulsiones de destrucción están en todos los sujetos. Y si al sujeto se lo captura de tal manera que deja de tener historia y lo único que escucha es lo que en el presente absoluto se mueve y eso que se mueve está todo el tiempo llamando a la destrucción y al odio de todo aquel que quiera volver a introducir el campo transformador de lo popular, bueno, hace tiempo que el neoliberalismo ha entendido que no se va a legitimar a través de las instituciones, que se tiene que legitimar a través del odio Si usted ve cómo va funcionando el neoliberalismo desde Estados Unidos a Europa observará que ya no buscan legitimidad en las organizaciones institucionales sino que es constitutivo del neoliberalismo la presencia del odio.

–¿Y el tipo de rechazo que se produjo con el kirchnerismo es muy parecido a una rechazo que se expande por el mundo? La pregunta es porque en la Argentina se suele hablar de una similitud entre 1955 y la actualidad en cuanto a ese tipo de discursos.

–Evidentemente, Argentina tiene sus peculiaridades. Primero, está el odio clásico al peronismo. Segundo, está el odio a lo femenino, encarnado en la figura de Cristina, cuando lo femenino asume una vocación política de transformación y de llevar al campo de lo popular al poder. Esto se les vuelve insoportable a muchísimos sujetos, como el sujeto que buscó su «minuto de gloria». Este sujeto que el otro día buscó su «minuto de gloria» es el resultado de su odio y de la intersección de ese odio con todos los aparatos mediáticos que están promoviendo, que no tienen otra consistencia que el odio que promueven.

–Se llegó al límite de que muchos sujetos rechazan a la vicepresidenta hasta por su voz. ¿Cómo se configuran los discursos de odio a nivel individual?

–Así. El odio termina siendo no algo que se dirija a una forma de pensar solamente. El odio se dirige al ser. Esa es la potencia que, a veces, tiene el odio con respecto al amor: el odio se dirige a la propia existencia. Entonces, la voz, los gestos, el cuerpo, la manera de moverse, todo eso nutre al odio.

–¿Y de qué modo cree que se puede analizar la ideología en la formación psíquica? ¿O acaso lo psíquico es formador de ideología?

–El gran aporte de la izquierda lacaniana –y eso lo he trabajado en mi último libro Ideología— es la relación muy problemática, pero relación al fin, entre la ideología y el fantasma. La ideología tiene que ver con la reproducción de las relaciones sociales de producción; es decir, con la explotación y la opresión, pero el fantasma le presta a la ideología una superficie de inscripción. Por ejemplo, lo que estuvimos viendo en este sujeto el otro día. Este sujeto, por lo que sea, se realiza a través de un acto violento que en él pretende alcanzar su “minuto de gloria”. Eso no es algo meramente ideológico, es de orden fantasmático también. El gran mérito de Althusser es que cuando leyó a Lacan y escribió sobre los aparatos ideológicos del Estado inscribió el problema del estadio del espejo; es decir, el de las identificaciones dentro de la ideología. Por lo tanto, si usted ve a un inmigrante en Europa que vota a la ultraderecha, uno dice: “Pero, ¿cómo puede ir en contra de sus intereses?”. Vuelvo a insistir en este punto: depende de qué identificaciones tenga, porque cuando la historia desaparece, las identificaciones se vuelven muy fuertes.

–Freud decía que una mente sana es aquella que no niega la realidad pero se esfuerza en transformarla. Si se lo aplica a lo colectivo, ¿en qué aspectos es esta una sociedad enferma y cómo se puede lograr modificarlo?

–Los acontecimientos hablarán porque realmente la sociedad está muy enferma. Hay muchísimos lugares del mundo, por ejemplo, aquí en España, la coalición que forman el PSOE, Izquierda Unida y Podemos hizo las cosas con bastante sentido común, teniendo en cuenta la pandemia, la guerra y el tiempo que le tocó. Y es probable que pierda las elecciones. ¿Por qué? Del otro lado tiene esta derecha desinhibida que propone que no va a pagar la luz, que ya puso en su tiempo que la cuarentena era una imposición. Hay que tener en cuenta que nosotros hemos quedado del lado de los argumentos, del lado de las restricciones, del lado de «hay que renunciar para el bien común», y la derecha está en un proceso de desinhibición para que luego se distribuya por todas partes. Mientras que, a la vez, la fractura de lo social se va pronunciando cada vez más y la desigualdad aumenta. En el goce que propone la ultraderecha está el aumento de la desigualdad.

Fuente de la información e imagen: https://www.pagina12.com.ar

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Las multinacionales imponen su ley a América Latina

Por: Sergio Ferrari

Miles de millones de dólares en pérdidas para los Estados

Las multinacionales no dan tregua a América Latina y el Caribe. Y cuando ciertos países osan cuestionarlas, el imperio de la ley internacional –elaborada a su medida– les cae encima.

En los últimos 30 años, cada día fue aumentando más la presión de los inversores extranjeros contra los Estados latinoamericanos y se multiplicaron los juicios por “incumplimientos” de parte de los mismos. De 6 casos conocidos en 1996, pasaron a 1.190 en la actualidad.

En dicho periodo, los Estados fueron condenados a pagar 33.638 millones de dólares, que se esfumaron así del erario público. Según el Transnational Institute (TNI), con sede en Ámsterdam, Países Bajos, esa cifra representa un tercio más que las pérdidas por causa del impacto de las catástrofes climáticas en el continente entre 1970 y 2021.

Según el reciente informe elaborado por Bettina Müller y Luciana Ghiotto, del equipo de investigadoras del TNI, que acaba de publicarse la última semana de agosto — y que contiene datos actualizados al 31 de diciembre del 2021– Argentina, Venezuela, México, Perú y Ecuador, con 211 demandas en su contra promovidas por empresas multinacionales, son los países que han soportado una mayor presión jurídica en estas últimas tres décadas (https://www.tni.org/es/publicacion/isds-en-numeros-Estados-de-Am%C3%A9rica-Latina-y-el-Caribe).

Instrumento neoliberal y de dependencia

Los Tratados Bilaterales de Inversiones (TBI), son los instrumentos que permiten tramitar estas demandas. Son acuerdos entre dos países que tienen como objetivo proteger la seguridad jurídica de los inversores.

Como lo explica la organización española Ecologistas en Acción, suelen incluir una serie de disposiciones estándar siempre favorables a las transnacionales y que impiden, por ejemplo, las expropiaciones directas o indirectas de las empresas. Rara vez incorporan alusiones a los derechos humanos.

Sin duda, la disposición más perniciosa es la relativa a la Solución de Diferencias entre Inversores y Estados (SDIE). Si una empresa considera que un Estado no ha cumplido con una u otra cláusula de un acuerdo, puede esquivar la justicia de dicho país y denunciarlo ante tribunales internacionales.

Estas instancias, a las que suelen recurrir las grandes empresas, son el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que es el más solicitado; la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional o bien la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDM). Las mismas pueden dictar sentencias de indemnizaciones a favor de los inversores afectados, que en la mayoría de los casos incluye el lucro cesante, es decir, los beneficios que el inversor calcula que ha dejado de percibir debido a cualquiera de las medidas tomadas por el país demandado y que el acusador considera lesiva a sus intereses (https://www.ecologistasenaccion.org/27101/tratados-bilaterales-de-inversiones/).

Estos acuerdos, calificados por la organización ecologista española como “una herramienta fundamental para la globalización liberal”, se benefician de tres elementos que hacen a su propia esencia. Los enunciados sumamente vagos de la mayoría de estos instrumentos jurídicos, lo que permite enjuiciar a un Estado casi por cualquier motivo. Los métodos opacos y para nada transparentes utilizados para resolver los procesos que serán resueltos, a la postre, por árbitros internacionales. Y finalmente, como señala Ecologistas en Acción, “la unidireccionalidad y exclusividad del SDIE”, ya que los inversores pueden denunciar a los Estados, pero no aceptan la situación inversa, es decir, cuando se trata de inversores que incumplen cualquier parte del acuerdo (o cuando violan los derechos humanos).”

El sitio web ISDS Impactos, que retoma la investigación del TNI, explica, por su parte que «el sistema de solución de disputas inversor-Estado (ISDS por sus siglas en inglés) está incluido en miles de tratados internacionales”. Y precisa que es el mecanismo que le permite a los inversores extranjeros demandar a los Gobiernos ante tribunales internacionales si consideran que los cambios introducidos por estos en las políticas públicas –incluso los concebidos para proteger el medioambiente o la salud– afectan sus ganancias (https://isds-americalatina.org/).

Las transnacionales, aves de rapiña

Según el informe del TNI, en los últimos 30 años, las 327 demandas contra Estados latinoamericanos y caribeños representan una cuarta parte del total de las acusaciones promovidas por las multinacionales en todo el mundo. En el continente, la gran mayoría (86,8% de los casos) fueron iniciadas por inversores estadounidenses, canadienses y europeos. Entre los europeos, principalmente originarios de España, Países Bajos, Gran Bretaña y Francia. Tres de cuatro demandas fueron presentadas ante el CIADI, que es una de las cinco organizaciones del Grupo del Banco Mundial ( https://icsid.worldbank.org/es/acerca). Los resultados hablan por sí mismo: las empresas le han ganado a los Estados en el 62% de los casos resueltos, sea por haber obtenido un laudo favorable o por haberse beneficiado de un acuerdo de partes.

23 de los 42 países de América Latina y el Caribe ya han experimentado el rigor del sistema internacional de arbitraje. Particular saña se expresa contra Argentina (62 demandas); Venezuela (55); México (38); Perú (31) y Ecuador (25). Este mecanismo de enjuiciar a los Estados del continente se intensificó en particular entre 2011 y 2021, período en el cual de 91 demandas se pasó a 180, duplicando el total de los juicios. Los mismos, corresponden mayoritariamente a multinacionales que operan en los sectores de la minería y la extracción de gas y petróleo.  Pero también tocan de forma significativa a empresas que lucran con el gas y la electricidad, así como la manufactura.

Argentina, que contabiliza un 87% de sus juicios perdidos, es el país del continente que sufrió más derrotas ante ese tipo de tribunales. Y tiene el récord de lo que pagó en una sola causa: los 5.000 millones de dólares transferidos a la empresa española Repsol en un acuerdo de partes. Las demandas perdidas le significan al país sudamericano 9.222 millones de dólares que debió pagar a los inversores.

Venezuela, la segunda nación más sancionada del continente por los tribunales internacionales, contabiliza el 64% de demandas en su contra con decisión desfavorable. Tiene a su haber el laudo más costoso del continente. En 2019 el Tribunal del CIADI le ordenó pagar 8.366 millones de dólares a la transnacional Conoco Phillips.

ConocoPhillips se une a la minería de Bitcoin - Cryptorobin.es

En términos monetarios concretos, los Estados casi siempre resultan ser los grandes perdedores, constata el Transnational Institute en su reciente informe. “Las demandas le cuestan millones de dólares en gastos de defensa (jurídica) y de proceso”.  Aun en los casos en los que los tribunales de arbitraje fallan a favor de los Estados, es normal que estos deban desembolsar millones de dólares para contratar firmas de abogados –para su defensa–, las que pueden cobrar hasta 1.000 dólares por hora de asesoramiento. Caso emblemático, el de Ecuador, que hasta 2013 llevaba gastados 155 millones de dólares para garantizar su defensa jurídica y para pagar los gastos producto del arbitraje.

Las sumas reclamadas por las empresas desde 1996 — según el detallado informe de la ONG con sede en la capital de los Países Bajos–, ascienden a 240.733 millones de dólares. Sin embargo, en 68 de las 327 demandas no se conocen los montos exigidos, por lo que esta cifra es significativamente mayor. Los tribunales han condenado a las naciones del continente latinoamericano a pagar, hasta ahora, 33.638 millones de dólares.

Según cálculos de las Naciones Unidas, con ese dinero, se podría resolver el drama de la extrema pobreza en 16 de las naciones del continente. “A su vez. Este monto representa más que la deuda externa de El Salvador, Nicaragua y Belice juntos (valores de 2020) y representa un tercio más que el total de las pérdidas que soportó la región entre 1971 y 2021 debido a las catástrofes climáticas”, explica el TNI.
En cuanto a las demandas pendientes (solo se conoce lo que las empresas reclaman en 44 de los 96 casos abiertos) le podría significar pérdidas adicionales por 49.626 millones de dólares a América Latina y el Caribe.

Realidad tan contundente como dramática de un combate desigual institucionalizado como verdad única y universal. Como si en el ring, dos actores (un boxeador y el árbitro) se pelearan, juntos, contra el otro boxeador, vapuleado por los golpes a que recibe a cuatro manos.

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Libro (PDF): La izquierda en movimiento: clase trabajadora y luchas populares en América Latina (siglos XX y XXI)

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

El presente libro es el resultado del trabajo colectivo del Grupo de Trabajo de CLACSO “Izquierdas: Praxis y Transformación Social”, coordinado por Viviana Bravo Vargas y Mariana Mastrángelo. Dos temas son los protagonistas de este trabajo: la clase trabajadora, por un lado, y por el otro, su vínculo con la izquierda. El contexto es América Latina en los siglos XX y XXI. La temática refiere a los distintos momentos que hemos atravesado como grupo de trabajo (desde sus inicios en el año 2013) y que han tenido como eje central la discusión en torno a “qué es ser de izquierda en Latinoamérica”, qué relaciones se establecen entre ésta y la clase obrera, los movimientos sociales y políticos.

Autoras(es): Viviana Bravo Vargas. Mariana Mastrángelo. [Coordinadoras]

Caridad Massón Sena. Mariana Mastrángelo. Pablo Pozzi. Ana Sofía Jemio. Emerson César de Campos. Alejandra Pisani. Viviana Bravo Vargas. Kimberly Seguel Villagrán. Gerardo Necoechea Gracia. Reinaldo Lohn. Victor Emmanuel Farias Gomes. Geovanni Rocha Junior. Magdalena Cajías de la Vega. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-271-6

Idioma: Español

Descarga: La izquierda en movimiento: clase trabajadora y luchas populares en América Latina (siglos XX y XXI)

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2592&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1655

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